Nadie quiere asumir la responsabilidad del mal olor y

sabor del agua potable que recibieron los arequipeños.

El gerente de Sedapar, responsabilizó a la Autoridad
Nacional del Agua (ANA), que controla la calidad del agua
en la fuente y a la Autoridad Autónoma de
Majes (Autodema) que administra y regula las represas, de
proveerles el líquido con alta carga bacteriológica que no
puede ser tratadas por las plantas de tratamiento.      
la ANA mostró los resultados preliminares de estudios
que se hicieron en la represa de Aguda Blanca y en el río
Chili. Las aguas evaluadas no presentan malos olores, ni
sabor desagradable. En la presa el recurso presenta
buenos niveles de oxigenación, si bien se encontró
abundancia de algas y zooplancton (animales
microscópicos) estos no representan un riesgo sanitario,
pues son de fácil degradación con un adecuado
tratamiento.

RESPONSABLE
"El mal olor y sabor no están en las fuentes, se generan en las plantas
de Sedapar. No hay un adecuado tratamiento", indicó el Coordinador
Nacional de Vigilancia de la Calidad de los Recursos Hídricos.
Dichos resultados contradicen la intención del sector
Salud, que prepara el expediente para declarar en
emergencia sanitaria las fuentes de agua. La
Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento
(Sunass) sostiene que la declaratoria no es necesaria pues
la solución está en cerrar la represa de El Pañe y usar agua
de los otros embalses. 
Al respecto, el director de la Autoridad Administrativa del
Agua Caplina-Ocoña (AAA-CO), también cree que no es
necesaria la declaratoria de emergencia en la fuente
porque ahí no se genera el problema. Agregó que Sedapar
fue notificado desde el 2008 sobre la presencia de algas,
pero no tomaron precauciones para mejorar su sistema de
purificación del recurso hídrico.

SOLUCIONES
Los funcionarios explicaron que Sedapal (de Lima) recibe agua más
impura que Sedapar, y aún así los limeños no reciben agua olorosa y de
mal sabor. En Lima usan carbón activado para desodorizar el  líquido,
además de reducir compuestos orgánicos e inorgánicos. 
"Entonces ¿por qué Sedapar no aplica la misma medida y
mejora su potabilización?", cuestionaron.
La evaluación a las represas continúa. Aún faltan los
resultados de los estudios realizados a cinco represas,
entre ellas El Pañe.     

PROCESO DEL ANÁLISIS HÍDRICO

la Autoridad Nacional del Agua (ANA) viene evaluando la calidad del
agua de seis represas de la región Arequipa y del río Chili. 
Tras presentar los resultados preliminares de la evaluación
del afluente y el embalse de Aguada Blanca, en los
próximos días la ANA presentará los análisis practicados
a las represas de El Pañe, Bamputañe, Dique los
Españoles, Pillones, Chalhuanca y El Frayle. 
Los especialistas de la ANA examinan los parámetros
físicos, químicos, metales, metaloides e hidrobiológicos
entre los que figuran demanda química y bioquímica del
oxígeno, pH, conductividad eléctrica, transparencia del
agua, aceites, grasas, cloruros, detergentes, nitrógenos
amoniacales, clorofila, fitoplancton cuantitativo, entre
otros.
Por su parte el gerente de Salud, explicó que no hay estudios que
determinen que la presencia de algas en el agua es perjudicial para
la salud. Sin embargo, sugirió no beber el agua potable cruda y pidió a
Sedapar que garantice que la calidad del agua no disminuya.
Asimismo afirmó que esperará los resultados de las
pruebas que realizará la Autoridad Administrativa del Agua
(AAA) en las represas.
El problema del agua mal oliente empezó a fines de
agosto. Sedapar culpó desde el inicio a la Autoridad
Autónoma de Majes (Autodema), por la mala calidad del
recurso que entrega. Luego en una inspección a la represa
se encontró criaderos de truchas.
Digesa, en el informe que se emitió, pidió a Sedapar que le remita
reportes semanales sobre los resultados de los controles de
calidad sobre la presencia por encima de lo normal de organismos de
vida libre.
Además cuestionaron que el agua que ingresa a la planta
de tratamiento tiene niveles que superan lo permitido de
Escherichia Coli (bacteria), Arsénico y Aluminio. El
documento aclara que Sedapar a través de su
procesamiento de potabilización disminuye estos valores
para que no afecten a la población.