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UNIVERSIDAD LATINA DE PANAMÁ

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

Estudiante:
Mitziurys Castrejón

C.I. 8-922-1251

Profesor:
Jennifer Judith Kuruklis González

Panamá, República de Panamá


2020
CAMBIO CLIMATICO
El cambio climático ha llegado para quedarse y las señales de alarma se intensifican. El mes
de junio de 2019 fue el más caluroso desde que se tienen registros, lo que significa que llevamos
414 meses seguidos con temperaturas por encima del promedio del siglo XXI. Esto es solo la
punta del iceberg. Te contamos las principales consecuencias de un reto global contra el que
luchamos desde Ayuda en Acción.

Consecuencias del cambio climático


Vivimos en el Antropoceno o Edad de los Humanos. Se trata de una era geológica afectada por la
actividad de la humanidad, un período interglaciar donde se prevé que las temperaturas suban
por causas naturales… pero, sobre todo, por la acción del ser humano y sus emisiones de
gases de efecto invernadero. Todo ello provoca un calentamiento global –aumenta la
temperatura del aire y de los océanos– sin precedentes y un desbarajuste en el orden natural que
avanza sin parar.
Este desbarajuste, además, está castigando especialmente a las personas más vulnerables del
planeta. Si no se adoptan medidas urgentes, el cambio climático podría sumir en la pobreza a
otros 100 millones de personas para 2030. Lo recoge el ODS13 – Acción por el clima: Adoptar
medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos. Hagamos un repaso a las
principales consecuencias del cambio climático:

 Fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes e intensos


Las olas de calor, sequías, incendios, ciclones o inundaciones serán cada vez más acuciantes. Es
algo que estamos comprobando en España con episodios como el incendio de Gran Canaria.
Aunque el cambio climático no explica el origen de este tipo de fuegos, la emisión de gases de
efecto invernadero y, con ella, el aumento de las temperaturas, contribuye a su propagación y
virulencia.

 Los países pobres, los más vulnerables


Debido a su ubicación en el globo, su menor grado de desarrollo o su mayor exposición a los
fenómenos meteorológicos, las comunidades más pobres son las que más están sufriendo y
sufrirán el cambio climático. Resulta chocante, pues son las personas que menos han contribuido
a la crisis climática. De hecho, se calcula que la mitad más pobre del planeta, 3.500 millones de
personas, es responsable de solo el 10% de las emisiones de carbono. Por el contrario, el 10%
más rico genera la mitad de las emisiones mundiales.
Algunos expertos hablan ya de un posible “apartheid climático” que acentuará aún más la
pobreza y desigualdad en el mundo. Podría crearse, como indica Philip Alston, relator para la
pobreza y los derechos humanos, “un escenario de apartheid climático en el que los ricos pagan
para escapar del sobrecalentamiento, el hambre y los conflictos, mientras que el resto del mundo
tiene que sufrir”.

 Daños sobre la salud humana


El cambio climático influye en los determinantes sociales y medioambientales de la salud:
un aire limpio, agua potable, alimentos suficientes y una vivienda segura. Además, aumenta el
riesgo de transmisión de vectores como el dengue o la malaria, y se calcula que causará unas
250.000 defunciones adicionale cada año debido a la malnutrición, el paludismo, la diarrea y el
estrés calórico.
 Inseguridad alimentaria y pérdida de medios de vida
La propensión a los desastres naturales incrementada por los efectos del cambio climático se
traduce en continuas pérdidas de cultivos, ganado, infraestructuras y vidas humanas. La sequía y
la desertificación han provocado la pérdida de 12 millones de hectáreas en las que se podían
haber obtenido 20 millones de toneladas de grano. El cambio climático reduce la producción de
alimentos básicos en muchas de las regiones más pobres y aumenta así los niveles de
malnutrición y desnutrición.

 Dificultad para acceder a fuentes de agua seguras


Las zonas afectadas por la sequía, la falta de lluvias o la evaporación de lagos y ríos se
enfrentarán a serios problemas para acceder al agua potable o apta para el consumo humano. Ya
se habla de “las guerras del agua” como una de las consecuencias del cambio
climático. Incluso la ONU considera que la lucha por el agua estará detrás de muchas guerras.

 Movimientos migratorios
La movilidad humana es uno de los principales retos globales al que nos enfrentamos como
sociedad, junto al cambio climático. Los desplazados ambientales o climáticos son aquellas
personas que se ven obligadas abandonar su entorno debido a la degradación de la tierra, la
desertificación y las sequías; los desastres naturales o la competencia por los recursos naturales,
por poner algunos ejemplos.

 Recursos naturales y energía


La deforestación y desaparición de ecosistemas, la pérdida de recursos marino-costeros y el
agotamiento de recursos naturales son algunos de los impactos del cambio climático sobre el
planeta. La quema de combustibles fósiles y su alto contenido en carbono produce grandes
cantidades de gases de efecto invernadero. Las energías renovables se hacen cada vez más
necesarias para reducir su impacto. 
También te puede interesar: ¿Qué es el cambio climático y cuáles son sus causas?
En Ayuda en Acción trabajamos tanto desde la sensibilización como desde nuestro trabajo en
terreno ayudando a las personas más vulnerables a hacer frente a este desafío sin fronteras.
Visita nuestra última memoria para conocer más detalles o llámanos gratuitamente al 900 858588
y descubre cómo puedes ayudarnos a luchar contra el cambio climático.

Que están haciendo las grandes potencias


La UE, “actuando en conjunto” los 28 países que la integran, está dispuesta a reducir un 40% sus
emisiones en 2030, respecto al nivel de 1990, según ha comunicado a la Convención Marco de
Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC, en sus siglas en inglés). Mientras, EE UU,
en su comunicación del pasado martes, se fija una reducción del 26% al 28% — “esforzándose
por el 28%”— en 2025, pero respecto a sus emisiones de 2005, y hay que tener en cuenta que en
esa fecha eran un 16% superiores a las de 1990. “Podemos lograr este objetivo utilizando las
leyes que ya están publicadas y estará establecido cuando el presidente deje el cargo”, declaró
Brian C. Deese, asesor de Obama para cambio climático, según informó The New York Times.
La UE quiere reducir un 40%, en 2030, respecto al nivel de 1990
Rusia, inmediatamente después de conocerse la oferta estadounidense, ha presentado la suya:
limitar, en 2030, al 70%-75% de sus emisiones de 1990. Suiza, el primer país en dar a conocer
sus objetivos (a finales de febrero), es también el más ambicioso por ahora, con una reducción
del 50% de sus emisiones en 2030 respecto a 1990. Y Noruega se apunta con el mismo plan de
la UE: 40% en 2030 sobre el nivel de 1990.
Estas comunicaciones nacionales responden a lo establecido en la cumbre mundial del clima,
celebrada en Lima a finales de 2014, cuando se acordó que los países presentaran a la UNFCCC
sus intenciones, a ser posible en el primer trimestre de 2015.
China no ha presentado aún oficialmente su objetivo, pero se espera que se ajuste a lo acordado
en noviembre del año pasado con EE UU (cuya propuesta se inscribe en dicho acuerdo):
empezará a contener sus emisiones a partir de 2030.
En los acuerdos del clima se tiene en cuenta el principio de “responsabilidades comunes pero
diferenciadas”, atendiendo no solo al diferente nivel de desarrollo y necesidades de los países,
sino también al hecho de que los industrializados han venido emitiendo incontroladamente
durante décadas gases de efecto invernadero y ellos deben hacer el principal esfuerzo para
reducirlas ahora. Sin embargo, el consenso general es que las grandes potencias emergentes
han de comprometerse también con acciones efectivas ante el problema del calentamiento del
planeta.

EE UU rebajará un 26% en 2025, y China se estabilizará en 2030


Además de los 32 países desarrollados que ya han hecho sus comunicaciones a la UNFCCC
(faltan Japón, Canadá, Australia y Nueva Zelanda), han presentado sus documentos México
(nivelar sus emisiones hacia 2026) y Gabón, que quiere jugar un notable papel medioambiental
en el continente africano. “Se espera que Brasil, India e Indonesia sigan la línea de México
proponiendo un compromiso incondicional y un objetivo más potente si los países desarrollados
estuvieran dispuestos a elevar los suyos”, comentó la revista Nature esta semana citando a Alden
Meyer, de la Unión de Científicos Preocupados.
Los esfuerzos hasta ahora expresados, incluidos los de los 28 países de la UE, EE UU, Rusia,
Suiza y Noruega, son todos ellos clasificados de “medianos” de cara a lograr el objetivo de
contener el calentamiento global en los dos grados por encima de la temperatura preindustrial,
según la Climate Action Tracker, organización internacional con base en Alemania que hace el
seguimiento de estas declaraciones de intenciones de los países. También la previsible propuesta
de China es “mediana”. Y esto significa que “si todos los países tuvieran ese nivel medio, se
sobrepasaría el límite de los dos grados”, señala la Climate Action Tracker.
“En octubre elaboraremos un informe de síntesis agregando el efecto de todas las
comunicaciones de los países. Las iniciales claramente no suman las reducciones de emisiones
necesarias para contener el aumento de la temperatura global por debajo de los dos grados”, ha
señalado Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la UNFCCC. “Se espera que los países
industrializados lideren las reducciones mundiales de gases de efecto invernadero y animo a los
que aún no han presentado sus comunicaciones a que lo hagan tan pronto como puedan”, añade.
A nadie se le escapa que agregar ofertas diferentes, con años bases dispares y condiciones
variadas será una labor titánica.
Convenios
A lo largo de las sucesivas Conferencias de las Partes —conocidas como COP— se han ido
introduciendo nuevos elementos en la arquitectura internacional de las negociaciones sobre el
cambio climático. Dichos elementos permiten afrontar retos concretos como la financiación de la
mitigación y la adaptación al cambio climático o la transferencia tecnológica.
 Limitar la subida de la temperatura global.
 Limitar la subida de la temperatura global por debajo de 2ºC respecto al nivel de la era pre
industrial es uno de los objetivos.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, desarrollada en
Río de Janeiro en 1992, reflejó el consenso internacional a la hora de abordar el problema del
cambio climático. Durante su celebración se creó la Convención Marco de Naciones Unidas sobre
el Cambio Climático (CMNUCC), que fue firmada inicialmente por 166 países y entró en vigor,
finalmente, el 21 de marzo de 1994. En la actualidad, ha sido ratificada por 197 países.

DEL PROTOCOLO DE KIOTO...


El Protocolo de Kioto puede ser definido como la puesta en práctica de la CMNUCC. En su
momento, supuso el primer compromiso a nivel global para poner freno a las emisiones
responsables del calentamiento global y sentó las bases para futuros acuerdos internacionales
sobre cambio climático. Aunque el Protocolo fue firmado el 16 de marzo de 1998, su entrada en
vigor no se produjo hasta el 16 de febrero de 2005.
Tal y como se puede observar en la infografía anterior, desde el año 1992 se han alcanzado otros
hitos en el proceso negociador en eventos como las COP (Conferencia de las Partes). A
continuación, se resumen los acuerdos sobre el cambio climático más destacados:
El establecimiento del objetivo para los países desarrollados de aportar 100 mil millones de
dólares para proyectos de financiación climática en países en vías de desarrollo.
La formalización del objetivo de limitar el incremento de la temperatura global por debajo de 2ºC
respecto al nivel de la era pre industrial.
El segundo período de compromiso derivado del Protocolo de Kioto que se extiende hasta 2020 a
través de la conocida como Enmienda de Doha (COP18).
El lanzamiento de la Alianza de Marrakech para la Acción Climática Global como plataforma para
involucrar a la sociedad civil y potenciar su papel en el proceso de acción climática mundial.
AL ACUERDO DE PARÍS
El 12 de diciembre de 2015 se aprobó el texto del Acuerdo de París, un pacto con fuerza legal
que contiene todos los elementos necesarios para construir una estrategia mundial de lucha
contra el cambio climático para el periodo post 2020 —el período anterior a 2020 se encuentra
cubierto por la segunda fase del Protocolo de Kioto (Enmienda de Doha)—. Algunas de las
principales cuestiones se resumen a continuación:
Objetivos a largo plazo
Se establece el objetivo de limitar el incremento global de la temperatura por debajo de los 2ºC a
finales de siglo respecto a los niveles de la era preindustrial, dejando la puerta abierta a ampliar
este objetivo hasta los 1,5ºC.
Contribuciones nacionales
Obliga a todos los países firmantes a que presenten Contribuciones Climáticas Nacionales que
deberán ser actualizadas periódicamente, incrementando el nivel de ambición de forma
progresiva para poder alcanzar el objetivo definido a largo plazo.
Intercambio de reducciones de emisiones entre países y señal de precio al CO2
Incluye disposiciones que dejan la puerta abierta tanto al intercambio de emisiones como a
avances en el desarrollo de esquemas de precio al carbono. Bajo la denominación de "enfoques
cooperativos", se abre la posibilidad de una transferencia internacional de resultados de
mitigación (comercio internacional de emisiones) y la creación de un mecanismo de mitigación y
desarrollo sostenible.
Financiación
Mantiene la obligación a los países desarrollados de continuar liderando las aportaciones
financieras, pero por primera vez se hace una llamada a “otras partes” a prestar apoyo financiero
de manera voluntaria. De este modo, se urge a los países desarrollados a concretar una hoja de
ruta para poder alcanzar el objetivo de 100.000 millones de dólares anuales de financiación
climática en 2020.
Monitorización, reporte y verificación (MRV) de las actuaciones realizadas
Incluye un marco de transparencia que será no intrusivo y no punitivo, pero que deberá servir
para generar confianza entre los distintos agentes. También se establece que, a partir de 2023,
cada cinco años la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hará un balance (global
stocktaking) de la implementación del acuerdo y los avances —impacto de las contribuciones
climáticas, movilización de recursos financieros y tecnológicos, previsión de temperatura del
planeta, etc.—.
Transferencia de tecnología
Se reconoce la necesidad de acelerar la transferencia tecnológica a países en vías de desarrollo
y se indica que se utilizarán los mecanismos técnicos y financieros disponibles. Se anuncian
medidas para fortalecer el mecanismo existente que, en base a las necesidades tecnológicas
para alcanzar una senda de emisiones compatible con el objetivo de los 2ºC, establecerá los
principios para incentivarlo en los países en desarrollo.
Adaptación
Se insta a las partes a realizar una planificación adecuada e implementar medidas, determinando,
en el caso de los países en vías de desarrollo, la necesidad de apoyo financiero y técnico para
poder llevarlo a cabo.
La implementación del Acuerdo de París se ha ido completando a lo largo de los últimos años,
teniendo como uno de los principales hitos la aprobación del Libro de Reglas del Acuerdo de
París (Katowice Rulebook) durante la Cumbre Climática de Katowice (COP 24). Este documento
permite, entre otras cosas, hacer operativos y comparables en términos homogéneos la distinta
información y compromisos, establecer gobernanza de cumplimiento del Acuerdo, desarrollar la
metodología de diagnóstico global, reforzar los temas de adaptación y la transferencia de
tecnologías, y lanzar negociaciones con el objetivo de obtener financiación climática a 2025.

La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) fue
adoptada en Nueva York el 9 de mayo de 1992 y entró en vigor el 21 de marzo de 1994. Permite,
entre otras cosas, reforzar la conciencia pública, a escala mundial, de los problemas relacionados
con el cambio climático.1
En 1997, los gobiernos acordaron incorporar una adición al tratado, conocida con el nombre de
Protocolo de Kioto, que cuenta con medidas más enérgicas (y jurídicamente vinculantes).2
En 2006 se enmendó en Nairobi este Protocolo a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre
Cambio Climático y se tenía previsto adoptar un nuevo protocolo en el año 2009 en Copenhague,
el cual se tuvo que retrasar y mover a México en el 2010.

Objetivo

Lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a


un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático y en un plazo
suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático,
asegurando que la producción de alimentos no se vea amenazada y permitiendo que el desarrollo
económico prosiga de manera sostenible.

En la definición de este objetivo es importante destacar dos aspectos:

1. No se determinan los niveles de concentración de los GEI que se consideran


interferencia antropógena peligrosa en el sistema climático, reconociéndose así que en
aquel momento no existía certeza científica sobre qué se debía entender por niveles no
peligrosos.
2. Se sugiere el hecho de que el cambio del clima es algo ya inevitable por lo cual, no
sólo deben abordarse acciones preventivas (para frenar el cambio climático), sino también
de adaptación a las nuevas condiciones climáticas.
En diciembre de 2015 se estableció el primer acuerdo global legalmente vinculante en relación
al cambio climático. El mismo, denominado Acuerdo de París, fijo el objetivo en limitar
el calentamiento global por debajo de los 2°C, realizando grandes esfuerzos a fin de alcanzar los
1.5°C. 3

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