tan consciente es de la transformación que está viviendo tu cuerpo y tu mente. Aquí te explicamos todo sobre el puerperio, los cambios y etapas que implican el proceso.
¿Qué es el puerperio o cuarentena?
Al término del parto iniciaste un periodo que se extiende por
unos 45 a 60 días llamado puerperio fisiológico (aunque en mujeres que dan de amamantar por un periodo prolongado y activo, el puerperio se les extiende un poco más).
Durante el puerperio en tu cuerpo se producen
transformaciones anatómicas y funcionales progresivas que se inician después del alumbramiento. Es un ciclo durante el cual los cambios que el embarazo desarrolló en tu anatomía y que ejerció sobre las funciones de tus órganos y las glándulas de tu cuerpo deben ser restituidos a su estado pre-grávido (antes del embarazo).
Toda esta revolución hormonal no se limitan a tus funciones
fisiológicas y endocrinológica, también inciden en tus emociones y en tu modo de sentir, por eso es importante que conozcas los cambios que se unen a tu maternidad.
Etapas del puerperio
Puerperio inmediato:
Desde el punto de vista fisiológico éste consiste en el esfuerzo
que tu organismo debe realizar en las primeras 24 horas después del parto se centra en la retracción (definitiva) y en la contracción (temporaria) de la fibra muscular uterina. En tres horas tu organismo se regula en pulso, temperatura y tensión arterial. En este periodo de tiempo estás bajo observación y controla la contracción correcta de tu matriz.
Puerperio clínico:
Abarca en promedio la primera semana luego del parto y
también es llamado puerperio precoz. En estos días comienza la producción de la leche materna, la involución genital de la mujer y la aparición de los loquios, que son las secreciones genitales compuestas por tejido de placenta, moco y sangre. Puerperio tardío o alejado:
Se da aproximadamente del día 11 al 45 después del
nacimiento del bebé. En este periodo se recupera el peso del útero antes del embarazo, pues es tanto lo que cambia el útero después del alumbramiento que mientras hacia el final de la gestación medía 32 centímetros cuando nace tu bebé apenas mide 7. También desciende su peso: de pesar 1,5 kilogramos el útero vuelve a pesar 60 gramos. Esta etapa puede llegar incluso a los 6 meses si la madre escoge una lactancia activa para alimentar a su bebé.
Cambios principales durante el puerperio
Ni la retracción ni la contracción del útero lograda a
continuación del alumbramiento es total, por lo que durante varios días se continúa perdiendo sangre acompañada de deciduas esponjosas (membranas ovulares). Se trata de unos 500 cc de sangre.
La tensión arterial y la frecuencia cardiaca, no obstante, se
mantienen dentro de parámetros normales. La temperatura al tercer o cuarto día experimenta una elevación por aumento del metabolismo mamario (por la “bajada de leche”). Este aumento no debe durar más de 24 horas.
Además desaparece la pigmentación cutánea, las estrías
cambian de un color rojizo a un tinte nacarado. Y la pared abdominal está flácida, los músculos rectos del abdomen están estirados pero, todo esto, con el tiempo, irá contrayéndose. De lo contrario, con gimnasia, poquito a poco, el abdomen irá recuperando su tonicidad.
Finalmente los órganos digestivos vuelven a su posición
normal y retoman su fisiología. Es normal, no obstante, que en los primeros días post alumbramiento sufras un poco de constipación. Y si bien, en general, esto se soluciona en forma espontánea, se recomienda una dieta liviana con alimentos que ayuden a la evacuación intestinal. Entre los días 10 y 14 después del parto el útero regresa a su posición intrapélvica.
Entre los días 30 y 45 puede reaparecer la ovulación. En caso
de no haber fecundación, reaparece la menstruación. Como te contamos anteriormente, si estás decidida a amamantar a tu bebé por un periodo prolongado y en forma muy activa, observarás que tu puerperio puede extenderse por más de 45 días e inclusive retrasar el retorno al ciclo sexual normal (menstruación).
Tu cuerpo después del parto
El útero
De a poco, irá regresando a su tamaño y peso inicial. Por lo
general no es doloroso aunque algunas mujeres experimentan los llamados entuertos. Debido a esto, el médico indicará analgésicos que no interfieran con la lactancia materna. A su vez, irás eliminando los loquios, es decir, las pérdidas de flujo y sangre que duran en promedio unas dos semanas.
Tus pechos
Después del parto vivirás una expulsión de líquido amarillo de
tus pechos. Se trata del calostro, el primer alimento del bebé, rico en anticuerpos. A los dos o tres días, sentirás que tus mamas se endurecen y es que has empezado a producir leche. Para cuidarlas usa sostenes especiales para este período, que te faciliten la lactancia y soporten adecuadamente el peso de tus mamas. Para prevenir la flacidez, lo mejor es realizar ejercicios tonificantes.
El cabello
Durante la disminución hormonal del postparto, algunas
mujeres sufren de caída de cabello. Aquello que lucías hermoso y abundante durante el embarazo ahora se ve opaco y frágil. ¡Pero no desesperes! Esto no es permanente y cuando tu ciclo menstrual se regularice, el cabello se irá recuperando. Mientras tanto, es importante que tengas una alimentación completa y evites cepillarlo.
La piel
Tu piel se estiró y a medida que vayas perdiendo peso puedes
notarla flácida. Sin embargo, deberás esperar a superar el puerperio para ejercitar tus abdominales. También es normal que notes estrías en tu piel. Si desde el embarazo has utilizado cremas, no dejes de hacerlo en este período. Si bien algunas no van a desaparecer, hay modernos tratamientos que las disimulan con éxito. Asesórate cuáles están permitidos durante la lactancia.
Los genitales
Las molestias de los primeros días dependerán de cómo ha
sido el parto. Si fue natural o por cesárea o te han hecho una episiotomía. En cualquier caso, el reposo es de gran ayuda para tu recuperación.
Ideas para sentirte mejor en el puerperio
Te dejamos 10 tips para que superen en pareja una de las
primeras pruebas en la vida de padres: el puerperio, un período difícil pero hermoso a la vez.
1. Descansar cuando el bebé duerme. Quizás no tengas sueño
pero disfrutar de un momento relajado te hará bien. Comer algo junto a tu pareja, mirar una película o escuchar buena música son gratificaciones para que cuando el bebé despierte no estén estresados.
2. Buscar siempre la sinceridad con tu pareja. El diálogo
sentará las bases de una familia que expresa sus sentimientos. Es bueno que no sientan culpa por verse abrumados con las demandas del bebé por lo que complementarse es la principal clave para una convivencia armoniosa.
3. Cuidar de la alimentación. La falta de tiempo puede
tentarlos a comer demasiados carbohidratos. No se salten comidas y busquen soluciones prácticas para llenar la heladera de opciones más nutritivas. Siempre hay una mamá o suegra que podrá ayudarles con la comida casera.
4. No te exijas horarios ni rutinas. De apoco se irán
conociendo con el bebé y sabrán cuándo alimentarlo, cambiarlo o dormirlo. Lo mismo corre para la vida en pareja. No planeen, vivan el día a día. Todo depende de cómo se encuentre el bebé y del cansancio de ustedes.
5. Salir a caminar. Si ya tienes el permiso, un paseo por el
parque más cercano, con el cochecito, hará ejercitarte y estimulará al bebé. Solo cuida de no salir con temperaturas extremas o de sobreabrigarlo. Evita los lugares con mucha gente como los centros comerciales o áreas donde haya fumadores.
6. Evitar la cafeína y el alcohol. Tampoco debes tomar
medicamentos sin consultar cuando esté lactando. Lo mejor es consultar al médico ante cualquier duda que surja. 7. Buscar ayuda para la organización del hogar. El padre puede ayudar pero si su licencia es corta lo mejor es dejar la limpieza y la cocina a cargo de una empleada o de un familiar que se ofrezca a colaborar.
8. Durante la toma nocturna tu eres quien amamanta pero el
padre puede colaborar acercándote el bebé y lo que necesites. Si el niño toma leche artificial, pueden turnarse para alimentar al bebé.
Evitar cambios importantes en la rutina familiar. No es
momento de encarar mudanzas, cambios laborales o viajes. Involucrarse y conocer al bebé es la mejor prioridad que pueden tener en este momento.
9. Consultar con una doula de postparto. Es una buena opción
si la familia está lejos y son padres primerizos. Ellas realizan visitas domiciliarias para asesorar sobre las características del recién nacido, su cuidado, alimentación y promueven el vínculo entre ustedes y el bebé.