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Plantaciones forestales fantasma

Contenido: En las cifras de reforestación hay cuentas que no cuadran. El más reciente
informe presidencial reporta en plantaciones forestales 155 mil hectáreas
“pagadas, plantadas y verificadas” para 2007, pero a través de transparencia,
la Conafor sólo reconoce 10,871.

Milenio Guadalajara, Locales, 26 enero de 2009. Agustín del Castillo.

La reforestación, tal vez víctima de su alta exposición mediática como


proyecto estrella del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa para demostrar la
voluntad de México en revertir su deterioro ambiental, ofrece “cuentas
chinas” en materia de plantaciones comerciales.

En el texto del segundo informe de gobierno, entregado en septiembre de


2008, a partir de la página 396, se analiza el tema. Señala que en 2007 se
reforestaron 580 mil hectáreas (ha), 424 mil de ellas para fines “de
conservación”, es decir, dentro del Programa de Reforestación que opera el
Pro Árbol. 155,938 ha corresponden a plantaciones forestales comerciales.
“La superficie reforestada con fines de plantaciones forestales comerciales,
son las hectáreas plantadas, verificadas y pagadas”, advierte el documento en
un cuadro de la página 398.

Allí comienzan los problemas. Una consulta ciudadana realizada en el portal


de transparencia del gobierno de la república
(http://www.sisi.org.mx/gobiernofederal/home.action), bajo el número de
solicitud 1616100028108, reveló que se tratan de cifras considerablemente
infladas.

La solicitud de información del ciudadano Pablo Cortés Gómez pide


“proporcionar el número de hectáreas plantadas, verificadas y pagadas en la
categoría de apoyo B3.1 plantaciones forestales comerciales, apoyo para
establecimiento y mantenimiento, en el ejercicio Pro Árbol 2007. Esta
información por entidad federativa”.

La solicitud la recibió la Conafor el 10 de noviembre de 2008. Su respuesta


contradice ampliamente lo que informa el Presidente dos meses antes: sólo
hay por ese año 10,871 hectáreas “plantadas, verificadas y pagadas en la
categoría de apoyo B3.1 plantaciones forestales comerciales”, y no 155,938
ha. Esto reduce la reforestación total de ese año, de 580,382 ha, a 435,315 ha,
esto es, 145,067 ha menos de lo que señala el informe presidencial.

¿Cuál es el error de las cifras presidenciales? Las reglas para el otorgamiento


de apoyos de Prodeplan establecen que los beneficiarios tienen hasta dos años
para la plantación de sus árboles; el presupuesto anual asignado (que en 2007
ascendió a 595.9 millones de pesos) es depositado en el fideicomiso del
Fondo Forestal Mexicano para retirarse de allí en la medida en que los
beneficiarios sean verificados de que se plantó realmente el número de
árboles acordado. Sin embargo, las evaluaciones oficiales revelan que el
cumplimiento es mínimo contra el compromiso pactado.

La evaluación externa de los apoyos para plantaciones forestales comerciales


de 2001 a 2006, elaborado por la Universidad Autónoma Chapingo
(disponible en www.conafor.gob.mx) indica que del total la superficie
apoyada con presupuesto en esos seis años, sólo se plantó 31.8 por ciento. El
mismo documento advierte que desde el arranque del programa en 1997, se
fijó el objetivo de apoyar 383,584 ha, de las cuales, hasta 2006 sólo fueron
establecidas 79,908, esto es, apenas 20 por ciento de la meta de 1997.

El estudio resalta que una de las limitantes más importantes para cumplir las
metas establecidas cada año, es la falta de planta. Aparentemente, esa es la
razón del incumplimiento de metas que se dio en 2007 (último año del que
puede ofrecer datos completos el informe presidencial de septiembre de
2008).

Estado por estado, estas son las principales plantaciones de 2007: Veracruz,
2,415 ha; Tabasco, 2,080 ha; Puebla, 1,359 ha; Chiapas, 994 ha; San Luis
Potosí, 871 ha; Campeche, 734 ha y Tamaulipas, 587 ha. Jalisco se quedó en
328.6 ha, y el resto de las entidades fluctúa entre 336 y cero hectáreas, para
totalizar 10,871 ha. Lo demás no es la realidad.

Pro Árbol, revisado

Aciertos

Por primera ocasión, un gobierno federal convierte un programa de corte


ambiental y productivo en una de sus estrellas, y establece metas ambiciosas
y compromisos ante la comunidad internacional

Nunca hubo apoyos a tal escala para que los campesinos pudieran reconvertir
sus actividades agrícolas y ganaderas, con rendimientos menguantes, a
actividades silvícolas

Nunca hubo recursos públicos para el delicado tema de compensar a los


dueños de los bosques por los servicios ambientales que prestan a la sociedad
La persistencia en reforestar es una apuesta a largo plazo: generar un
incentivo a la consolidación de una cultura productiva favorable a los
bosques y selvas del país, cuya superficie desaparece, según cifras oficiales, a
razón de 260 mil hectáreas anuales

El Pro Árbol trata de incidir en todas las causas de dicha desaparición:


reforestar las zonas degradadas, financiar la conservación, estimular
plantaciones como negocio, propiciar que ejidos y comunidades accedan a un
manejo moderno de sus bosques, fortalecer cadenas productivas y propiciar
mercados

Errores

Reforestar, uno de los aspectos más publicitados del Pro Árbol, se convirtió
en una apuesta mediática, lo cual hizo frágil al programa y lo expuso a
críticas, pues no siempre es comprensible que se deba invertir dinero con alto
riesgo de fracaso, hasta que “la mecha finalmente prende”

Hay demasiadas expectativas, las cuales se topan con apoyos aún


insuficientes (el presupuesto ambiental, de por sí, es bajo en relación con el
Presupuesto de Egresos y no se diga, en relación con el producto interno
bruto), con burocratismo y con una tendencia a atomizar los recursos, lo cual
obstaculiza levantar proyectos serios y de largo aliento

El apoyo a comunidades y ejidos es menor frente al enorme desafío de la


pobreza rural

Hay omisiones y mentiras —voluntarias o no— al reportar los éxitos: la


Conafor reconoció que casi 30 por ciento de lo reforestado en 2007 fue de
cactáceas, esto es, no arbóreas, tras un análisis de sus propias estadísticas
hecho por Público (28 de abril de 2008); lo que genera críticas, por más que
haya buenas razones para hacerlo, como el hecho de que dos tercios del país
sea seco

La búsqueda de cifras exitosas lleva a más errores, como considerar como


reforestadas y plantadas a las plantaciones apenas apoyadas, según el
segundo informe de gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.
Fecha 2009-01-26
noticia:
Fuente: Milenio Guadalajara

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