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Rol: 5848-2004
Ministro: Ballesteros Cárcamo, Rubén
Redactor: Kokisch Mourgues, Domingo
Redactor: Rodríguez Espoz, Jaime
Abogado integrante: Castro Alamos, Fernando
Abogado integrante: Jordán Astaburuaga, Luz María
Tribunal: Corte de Apelaciones de Concepción(CCON)
Partes: Constanza Santa María Soto con Luis Humberto Daza González; Luis Gregorio Illañes Flores; José
Antonio Fernández Fernández y José Aliro Quintana Gutiérrez.
Tipo Recurso: Recurso de Casación en el Fondo
Tipo Resultado: Rechazado
Fecha: 31/05/2005
Cita Online: CL/JUR/5330/2005

Sumarios:
1. Habiéndose interpuesto un recurso de casación en el fondo, fundado en la causal del artículo 546 Nº 2 del
Código de Procedimiento Penal, estimando vulnerados los artículos 1º, 74, 75, 433 Nº 1, 436 inciso 1º y 456 bis
Nº 1 del Código Penal; y teniendo presente que los hechos han quedado establecido definitivamente y no
pueden ser revertido por esta Corte de Casación por medio de este recurso. Los hechos, fueron apreciados en
conciencia, según lo dispone el artículo 59 de la ley Nº 11.625, por lo que no opera en la especie la causal del Nº
7 del artículo 546 del Código de Procedimiento Penal al no habérsela invocado, fundándose el recurso de
casación en análisis "en un hecho distinto, como lo es considerar la existencia de dos delitos, carece aquél de
sustentación, motivo suficiente para rechazar el recursoEn relación con la infracción del Nº 1º del artículo 456
bis del Código Penal, no es efectivo lo que se sostiene en el recurso en orden a no haberse reconocido por los
sentenciadores la agravante contemplada en dicha disposición no obstante estar probado en autos, ya que en el
fundamento décimo cuarto de la sentencia recurrida, al rechazar esta causal dice: "no se dan las exigencias tales
para la concurrencia de la agravante del Nº 1 del artículo 456 bis del Código Penal, puesto que no puede
sostenerse, que la vía pública, pueda considerarse un lugar falto de vigilancia policial, oscuro, solitario, sin
tránsito habitual o cualquier otra circunstancia que favorezca la impunidad", hecho irreversible, por lo que no se
ha infringido la norma del código punitivo. Todo por lo cual la Corte decidió rechazar el recurso de casación en
el fondo.
Texto Completo:
Concepción, treinta y uno de mayo de dos mil cinco.
Visto:
De la sentencia en alzada se eliminan sus motivos 3º, 4º, 8º, 9º, 14º, 17º, 18º, 19º, 26º, 28º, 29º, 30º y 32º. En
su considerando 2º se suprime su último párrafo, y en su motivo 16º, sus párrafos cuatro, cinco y último.
Se la reproduce en lo demás y se tiene en su lugar y además presente:
1. Que, tal como lo expresó el Juez de primer grado, los antecedentes relacionados en el motivo primero del
fallo que se revisa conforman un cúmulo de presunciones judiciales, las que, apreciadas en conciencia, permiten
tener por legalmente acreditado que con ocasión o motivo de la sustracción de las especies efectuada a los
ofendidos (hombre y mujer), los que fueron reducidos con fuerza física ejercida directamente sobre ellos,
consistente en golpes y ataduras que impidieron a las víctimas defenderse, se cometió además violación en la
persona de la mujer.
2. Que los ilícitos por los cuales deben responder los procesados, emanan de un mismo hecho, como puede
advertirse en el considerando anterior y segundo del fallo en alzada.
3. Que los hechos reseñados en el motivo primero de esta sentencia y segundo del fallo en alzada
constituyen el delito de robo con violencia a K.D.M.V.B y C.C.S.M.S., cometiendo además violación en la
persona de esta última, contemplado en el 433 Nº 1 del Código Penal, toda vez que hubo apropiación de cosa
mueble, con ánimo de lucro y contra la voluntad de sus dueños, empleando, para su ejecución, violencia sobre
ellos, además de la violación ya señalada, delito sancionado con la pena de presidio mayor en su grado medio a
perpetuo calificado, modificándose, de este modo, lo concluido en la acusación de fojas 214.
4. Que prestando declaración José Aliro Quintana Gutiérrez a fojas 42, 87 y 192, manifiesta que el 9 de
diciembre de 2002 se juntó con "El Polín" y "El Goyo" con los cuales caminó hasta el sector del Quilque donde
estuvo bebiendo con una pareja que se encontraba en el lugar. Que se retiró después tomando una bicicleta que
vendió posteriormente en la suma de diez mil pesos. Reconoce también haberle quitado al joven sus zapatillas y
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billetera. Agrega en su segundo testimonio que "El Polín" (Fernández) se llevó la otra bicicleta, ignorando lo
que pasó con "El Goyo" (Illanes).
Termina, en su última declaración, negando participación en los hechos que se le imputan, reconociendo
sólo lo señalado. Sin embargo, existen en autos numerosos antecedentes que permiten tener por establecido que
estuvo con los ofendidos en el lugar de los hechos, como también haber sustraído las especies.
5. Que lo expuesto por el encausado Quintana en las declaraciones a que se ha hecho referencia, pese a lo
confusa de ellas, permiten deducir que niega haber cometido el delito que se le imputa. Por ello, es necesario
reafirmar los elementos de juicio analizados en el fallo de primer grado entre los cuales se pueden señalar:
a) Parte Policial de fojas 4, mediante el cual se pone a disposición del Tribunal, entre otros, al procesado
Quintana, quien fue reconocido por los ofendidos y portaba parte de las especies sustraídas;
b) Declaraciones de Constanza Cristina Santa María Soto de fojas 1, 46 y 64, quien refiere haberse
encontrado el 9 de diciembre, como a las 21 horas, con su pololo, paseando por Villa Mininco, cuando fueron
interceptados por tres sujetos los que les exigieron que entregarán todo lo que portaban, encaminándolos hacia
un potrero bajo amenaza, quitándole una serie de especies que portaban para después a violarla los tres. Que
trató de huir, pero fue retenida obligándola a beber con ellos, proceso que duró más o menos media hora,
después de lo cual José Quintana, a quien reconoció en Carabineros, "se le tiró encima" y procedió a violentarla
sexualmente, quien también es reconocido por Krikor Drikan, el que lo sindica como quien le dio un beso en la
boca y le tomó su pene para masturbarlo. Estos antecedentes que permiten tener por legalmente acreditado en
autos su participación que como autor se le atribuye en el hecho punible por el que se acusó a fojas 214,
debiéndose, por lo tanto, rechazar la alegación intentada por su defensa a fojas 253 en relación a que debe ser
absuelto de los cargos en su contra formulados y condenarlo por el hurto de las especies que ha reconocido.
6. Que prestando declaración Luis Gregorio Illanes Flores a fojas 41, 69, 89 y 191, expresa que el 9 de
diciembre de 2002 se juntó con "El Aliro" y "El Polín", con quienes después de comprar una garrafa de vino, se
dirigió a las orillas del Río Quilme, donde encontraron una pareja de pololos que estaban bebiendo con los
cuales compartieron. Que de tanto beber perdió la conciencia y al recuperarla vio a los muchachos que se
encontraban con la niña. Que cayó al río y por ello cambió los pantalones con el joven y se fue del lugar.
7. Que, como señala el fallo que se revisa, del solo dicho del procesado es posible deducir que se encontraba
en el lugar con los ofendidos en el momento de ocurrencia de los hechos, lo que unido a los elementos de juicio
que allí se indican: parte policial que consigna que en el momento de ser detenido fue reconocido por los
ofendidos cuando pretendía darse a la fuga, y a quien la joven, a fojas 46 y siguientes, identifica como la
persona que la violó a continuación de haber sido agredida sexualmente por el sujeto apodado "El Líder", quien
después de abandonar el lugar regresó para prestar ayuda, siendo reconocido de inmediato como uno de sus
agresores, lo que es corroborado por Manukian a fojas 68, el que también lo sindica como la persona que le
cambió los pantalones, para ponerse los suyos, son antecedentes más que suficientes para acreditar la
participación que de autor se le atribuye en el hecho punible, debiéndose, por lo tanto, rechazar la alegación
intentada por su defensa a fojas 261, en orden a que debe ser absuelto de los cargos formulados en su contra, o
en subsidio, condenarlo por el delito de hurto, por cuanto lo único que hizo, arguye, fue sustraer algunas
especies, sin haber tenido participación alguna en otros hechos.
8. Que prestando declaración José Antonio Fernández Fernández a fojas 41 vuelta, 85 y 191, señala haberse
encontrado el día de ocurrencia de los hechos con José Aliro y "El Goyo", con quienes estuvo bebiendo en las
orillas del río Quilque, donde se encontraron con una pareja, con los cuales compartió. Se retiró del lugar,
quedándose allí sus compañeros, llevándose una bicicleta de propiedad del joven, que vendió más tarde en la
suma de $ 10.000.
La participación que le cupo a Fernández en los hechos que se investigan ha sido probada, entre otros, con el
parte policial de fojas 4, que establece que en el momento de su detención Fernández portaba el celular de
propiedad de Santa María Soto; con la declaración de ésta, quien ubica al procesado como el líder del grupo, por
las órdenes que daba y tenía tatuajes en el cuerpo con las leyenda "Mónica Te Amo" y "Colo Colo", las que
aparecen de las fotografías que rolan en autos, antecedentes más que suficientes para estimar acreditada su
participación que como autor le cupo en el delito investigado, y el examen de A.D.N.
9. Que la defensa de José Fernández a fojas 251 reconoce todos los hechos que se le imputan, argumentando
como excusa que se encontraba en estado de ebriedad, argumento que no puede aceptarse atendido los
numerosos antecedentes que lo incriminan y que además fueron analizados tanto en el fallo que se revisa como
en éste.
10. Que ante lo expuesto por las defensas de Illanes, Fernández y Quintana, en cuanto a su participación que

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como autores les cupo en el delito cometido en perjuicio de Cristina Santa María Soto y Krikor Drikan
Manukian von Bennewitzi, resulta necesario señalar que su actuación, se encuadra en el marco de participación
que establece el artículo 15 Nº 1 del Código Penal, porque aparece que actuaron concertadamente en la
perpetración del hecho, pues ejecutaron en forma deliberada y consciente una serie de actos que resultaron
apropiados para ejecutar el mal que se produjo: robo y violación. Por ello, no resulta posible separar las
responsabilidades de cada partícipe y considerar aisladamente la actuación personal de cada uno de ellos, por lo
que deben responder en igual forma, como co autores del mismo.
11. Que perjudica a José Aliro Quintana Gutiérrez, la agravante de ser reincidente en delito de la misma
especie, toda vez que en causa 12.865 95, acumulada rol Nº 63733, fue condenado como autor de los delitos de
robo con intimidación y robo con fuerza, cometidos el 18 de junio de 1995 y el 26 de septiembre de 1995, a las
penas de cinco años y un día y a quinientos cuarenta y un días, respectivamente, penas que se encuentran
cumplidas al 23 de marzo de 2002.
Perjudica, igualmente, el carácter de reincidente a José Fernández Fernández, quien fuera condenado como
autor en causa Nº 33.590 acumulada rol Nº 67.733 robo con violencia e intimidación, a la pena de diez años y
un día, por delitos cometidos el 18 y 30 de junio de 1995, pena que cumplió el 26 de agosto de 2002.
12. Que por lo dicho en el considerando precedente, no perjudica a Fernández y Quintana la agravante
prescrita en el artículo 12 Nº 15 del Código Penal, por cuanto, si bien es cierto aparece de las causas señaladas
en el motivo anterior que han sido castigados anteriormente por delitos que la Ley señala igual o mayor pena,
tales hechos configuraron la agravante de la reincidencia. Por ello, en virtud del principio jurídico "non bis in
ídem", no pueden perjudicar a los enjuiciados dos veces los mismos hechos.
13. Que no perjudica a Illanes Flores las agravantes contempladas en los artículos 12 Nºs 15 y 16 del Código
Penal, conforme lo prescrito en el artículo 104 del mismo cuerpo legal, es decir, por haber transcurrido más de
diez y más de cinco años, respectivamente, desde que ocurrieron los hechos investigados en las causas roles
24.865 y 13.772.
14. Que a juicio de estos sentenciadores, no se dan las exigencias tales para la concurrencia de la agravante
del Nº 1 del artículo 456 bis del Código Penal, puesto que no puede sostenerse, que la vía pública, es decir, las
calles Los Alpes con Ricardo Castro de la Villa Mininco, donde tuvo su principio de ejecución el delito, pueda
considerarse un lugar falto de vigilancia policial, oscuro, solitario, sin tránsito habitual o cualquier otra
circunstancia que favorezca la impunidad.
15. Que perjudican a Quintana y Fernández dos agravantes y no le benefician atenuantes. A Illanes, sólo le
perjudica la agravante de ser dos o más los malhechores.
16. Que, por lo dicho, debe desestimarse la acusación particular deducida a fojas 226, en cuanto a que los
hechos comprenden la ejecución de dos ilícitos penales.
Delito de receptación
17. Que con el mérito de los elementos de prueba relacionados en el motivo primero signados con las letras
a), b), c), d), ll) y p), declaraciones de José Quintana de fojas 42, de Luis Gregorio Illanes Flores de fs 41 y 69 y
de José Antonio Fernández Fernández de fs. 41 vuelta y 85, de José Roberto Campos Leiva de fojas 276,
apreciados en conciencia, se ha logrado establecer que el lunes 9 de diciembre de 2002, dos personas fueron
agredidas físicamente, en la Villa Mininco, para después sustraerle sus bicicletas en las cuales transitaban,
vehículos que fueron compradas por un sujeto en la suma de $ 10.000 cada una, no pudiendo éste menos que
conocer que el origen de ellas era el hurto o el robo, atendido el escaso valor que pagó por ellas, hechos que a
juicio de estos sentenciadores configuran el delito de receptación, previsto y sancionado en el artículo 456 bis
A.
18 Que Luis Humberto Daza González, en su declaración prestada a fojas 42 vuelta, 79 y 100, reconoce
haber comprado las bicicletas, pero manifiesta que ignoraba que ellas tenían una mala procedencia.
19. Que se rechazará la alegación de la defensa del procesado a fojas 259 quien ha solicitado la absolución
de su defendido argumentando que desconocía la procedencia de las especies, las cuales había comprado a dos
conocidos, quien, según su propia declaración, no tienen domicilio fijo y uno de ellos (Fernández) vive en la
calle; no tienen bienes y necesitan dinero para beber. Todo permite presumir que conocía la procedencia de las
especies que adquiría, lo que junto con los demás elementos de juicio permiten tener por legalmente acreditada
la participación que como autor le cupo en el delito reseñado.
20. Que el delito de receptación es sancionado con la pena de presidio menor en cualquiera de sus grados y
multa de cinco a veinte Unidades Tributarias Mensuales.

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21. Que favorece al encausado Daza la atenuante de su irreprochable conducta anterior contemplada en el
numeral 6º del artículo 11 del Código Punitivo, acreditada con su extracto de filiación agregado a fojas 126
exento de anotaciones penales ajenas a este juicio, y la testifical rendida en igual sentido a fojas 50 y 50 vuelta.
22. Que, por todo lo dicho, se discrepa de la opinión de la señora Fiscal Judicial vertida en su informe de
fojas 312, en cuanto fue de opinión de confirmar y aprobar el fallo en alzada
23. Que el daño moral, sufrido por las víctimas, por el carácter espiritual que reviste, no necesita ser probado
cuando deriva de atentados a la integridad física y psíquica, correspondiéndole al Juez apreciarlo
prudencialmente de acuerdo al mérito del proceso y a las reglas de equidad, que atendida la forma como se
desarrollaron los hechos sin duda ellos produjeron un padecimiento psicológico, en virtud del dolor que
padecieron.
Por estas consideraciones, artículos 514 y 527 del Código de Procedimiento Penal, se confirma la sentencia
de seis de octubre de dos mil cuatro, escrita a fojas 283 y siguientes, con las siguientes declaraciones:
1. Que se condena a José Aliro Quintana Gutiérrez, José Antonio Fernández Fernández y Luis Gregorio
Illanes Flores, como autores del delito de robo con violencia cometido a Krikor Dikran Manukian von
Bennewitz y Constanza Cristina Santa María Soto con violación de esta última, a la pena de veinte años los dos
primeros y quince años y un día de presidio mayor en su grado máximo el tercero, más las accesorias de
inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos e inhabilitación absoluta
para profesiones titulares mientras dure la condena.
2. Que se reduce la pena impuesta a Luis Humberto Daza González, como autor del delito de receptación, a
sesenta y un días de presidio menor en su grado mínimo, a las accesorias de suspensión de cargo y oficio
público durante el tiempo de la condena y al pago de las costas de la causa. Se reduce también el pago de la
multa a cinco Unidades Tributarias Mensuales.
Si el sentenciado no tuviere bienes para satisfacer la multa sufrirá por vía de sustitución y apremio, la pena
de reclusión, regulándose un día por cada un quinto de Unidad Tributaria Mensual, sin que ella pueda exceder
de seis meses.
Reuniéndose los requisitos contenidos en la ley 18.216, se otorga al sentenciado el beneficio de la remisión
condicional de la pena, debiendo quedar sujeto a la Vigilancia de la Sección de Tratamiento en el Medio Libre
de Gendarmería por el término de un año.
Si el sentenciado debiere cumplir la pena corporal impuesta le servirán de abono los días que estuvo privado
de libertad desde el 10 al 31 de diciembre de 2002, según consta del parte de fojas 4 y certificación de fojas 122.
Que la pena privativa de libertad impuesta a Illanes se le contará desde el día 9 de diciembre de 2002, fecha
en la cual fue detenido, según consta del parte de fojas 4.
Se confirma en lo demás la referida sentencia.
Regístrese y devuélvase con su custodia.
Redactó la Ministro señora Irma Ester Meurer Montalva.
Dictada por los Ministros en propiedad de la Iltma. Corte señora Irma Meurer Montalva, señores Eliseo
Araya Araya y Juan Rubilar Rivera.
Rol Nº 5.848 2004.

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DELITO DE RECEPTACION ~ ROBO ~ VIOLACION ~ VIOLENCIA FAMILIAR

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