Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
EDUCACION CIUDADANA
SEMANA 2
CLASE 4
NOMBRE CURSO
Objetivo: Identificar las dinámicas y esquemas de validación de los sistemas de organización políticos
premodernos que retoman las concepciones clásicas de la institucionalidad y la legitimidad jurídica.
por su fundador Santo Domingo de Guzmán, y la de los Frailes Menores o franciscanos, por su fundador,
San Francisco de Asís. A diferencia de las monásticas, las órdenes mendicantes se establecieron en los
núcleos urbanos para estar más en contacto con la gente y desempeñaron un importante papel en el seno
de las ciudades.
La Iglesia era la única institución que se encontraba presente en todas las regiones de Europa y los
emperadores, reyes y señores eran gobernantes cristianos. Aun así, la relación entre la Iglesia y las
autoridades políticas no fue sencilla y atravesó por diferentes momentos de tensión. La Iglesia justificaba
su injerencia en la vida política, basándose en el principio de que el poder del Papa procedía de manera
directa de Dios y que, en base al mandato del Evangelio, el papado tenía atribuciones para decidir tanto
en lo espiritual como en lo terrenal. Este mandato se traducía, en el ámbito político, en un principio
teocrático de sujeción del poder según el cual el origen de todo poder descendía de Dios a su vicario, el
Papa, y de este a los gobernantes. Este principio descendente del poder constituía el fundamento de la
sujeción de los gobernantes al papado, y fue reforzado durante los siglos medievales con una serie de
situaciones que fortalecieron la autoridad de la Iglesia en lo temporal.
El carácter de religión oficial del cristianismo había sentado las bases de la relación entre el papado y el
Imperio Romano, relación que se profundizó gracias a los reyes germanos. En el siglo VIII, Pipino el Breve
fue proclamado rey de los francos por el papa Esteban II; en compensación, el rey entregó al papado el
territorio donde se establecieron los Estados Pontificios, con lo que el Papa se convirtió en jefe de un
gobierno terrenal, además de líder espiritual de la cristiandad católica. Luego, a partir de la coronación
de Carlomagno, el Papa se constituyó en legitimador del poder de los emperadores, lo que afianzó la
influencia política de la Iglesia y su estrecha relación con el Imperio. Otro elemento que favoreció la
autoridad de la Iglesia fue su poderío económico. Parte importante de la tierra, el principal recurso
productivo del medioevo, estaba en manos de la Iglesia y los campesinos debían entregarle el diezmo o
décima parte de su producción. Muchos monasterios funcionaban como eficientes unidades productivas
y un número considerable de siervos trabajaba en las distintas abadías.
Durante la Alta Edad Media, la Iglesia actuó de común acuerdo con el poder temporal, auxiliándose
mutuamente a fin de mantener sus respectivos espacios de influencia. No obstante, hacia el siglo XI, la
relación de cooperación entre ambos poderes entró en conflicto.
Se llama Querella de las Investiduras al conflicto que protagonizaron el papado y los emperadores
germanos Enrique IV y Enrique V a lo largo del período 1075 a 1122. Lo que disputaron papas y
emperadores fue: ¿de quién es la autoridad suprema para otorgar su cargo y dominio a obispos y otras
altas autoridades de la Iglesia en el territorio del Sacro Imperio Romano Germano? Hasta ese
momento, en la ceremonia de investidura de un eclesiástico, el emperador entregaba los símbolos de
poder temporal, el más importante de los cuales era el cetro, y los de autoridad espiritual, el anillo y el
báculo. En la práctica, esto significaba que era el emperador quien nombraba a los obispos (superior de
una diócesis) y abades (superior de un monasterio). En 1074, el Papa Gregorio VII decretó el celibato
para todos los clérigos católicos y prohibió terminantemente la práctica, común en la época, de
compra o venta de cargos eclesiásticos (simonía). La mayoría de los obispos, abades y demás príncipes
de la Iglesia del Imperio rechazó estas órdenes y las desobedeció abiertamente, lo que tenía relación con
su condición de señores feudales: cada cargo estaba asociado a un dominio (feudo) que se podía
traspasar como herencia solo si el señor tenía descendientes.
Gregorio VII, estaba convencido de la necesidad de realizar reformas en la Iglesia, advirtiendo que el
problema de fondo residía en que el emperador nombrara a las autoridades de la Iglesia en sus
dominios. En año 1075, estableció que ningún laico podía investir a los miembros de la Iglesia, el
emperador Enrique IV se negó a renunciar a su prerrogativa, situación que provocó el conflicto. La
negativa de Enrique IV derivó en su excomunión, lo que lo ponía en una situación muy compleja, en
cuanto dejaba de ser parte de la cristiandad y, por lo tanto, no podía gobernar un Imperio cristiano.
Finalmente, en 1122, el Papa Calixto II y el emperador Enrique V llegaron a un acuerdo, el Concordato de
Worms, que establecía que existiría una doble investidura de los príncipes de la Iglesia: una temporal,
dada por el emperador, y otra espiritual, otorgada por el Papa. A partir de entonces, se afirmó el
principio de supremacía de la Iglesia sobre el poder temporal, por lo que el papado intervino con
frecuencia en los asuntos de los Estados cristianos.
ACTIVIDAD
1. Describe la organización social y política del Sacro Imperio romano Germano. Dibuja un pequeño
esquema explicativo. (minimo una pla