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TALLER DE SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

PRESENTADO POR:
LEDA ISABEL RIVADENEIRA GÀMEZ
ID: 696092

PRESENTADO A:
BLANCA GUERRERO

FACULTAD DE MEDICINA

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA

SANTA MARTA
2020
1. REFLEJOS TENDINOSOS-MUSCULARES O PROFUNDOS

ROTULIANO AQUILIAN BICIPITAL TRICIPITAL MASETERINO


O
Receptor:
Huso M. Cuádriceps M. Tríceps sural M. Bíceps M. Tríceps M. Mentoniano
neuromuscula femoral braquial braquial
r
Localizado en:

N. Femoral- Plexo N. Tibial N. Músculo N. Radial-Plexo N. Mandibular (3era


Vía aferente: Lumbar- N, posterior-N. cutáneo-Plexo braquial-N. rama del trigémino)-
Fibras en la espinal-1era Isquiático-Plexo braquial- N. espinal-1era 1era neurona (GT)-N.
composición neurona (GE)-raíz sacro-N. espinal- espinal- 1era neurona (GE)- trigémino-TE
de: posterior-ME 1era neurona neurona (GE) N. trigémino-
(GE)-raíz raíz posterior- TE.
posterior-ME ME

Número de Monosipnático Monosipnático Monosipnático Monosipnático Monosipnático


Sinapsis

TE (núcleo
Centro LII, III, IV LIV –L V, SI - SIII C V-C VII C V -C VIII, TI mesencefálico y
Integrador motor del V NC)

Sector (Vía) N. Trigémino - N.


eferente: Raíz anterior- Raíz anterior- Raíz anterior- Raíz anterior- Mandibular (3ra
Axones de la Nervio espinal- Nervio espinal- Nervio Nervio espinal- rama del N.
motoneurona Plexo Lumbar-N. Plexo Sacro- N. espinal- Plexo Plexo Braquial- Trigémino) – Ramo
alfa del cuerno Femoral Isquiático- N. Braquial- N. N. Radial. muscular para el
o asta anterior Tibial posterior Músculo masetero y
de la ME. cutáneo temporal.
Fibras Aα en la
composición
de:

Efector M. Cuádriceps M. Tríceps sural/ M. Bíceps M. Tríceps M. Masetero y


(Músculo)/ femoral/ Flexión del pie braquial/ braquial/ Temporal/ Cierre de
Respuesta extensión de la Flexión del Extensión del la boca
pierna antebrazo antebrazo
GE: Ganglio espinal GT: Ganglio trigeminal ME: Médula Espinal TE: Tronco encefálico

REFLEJOS PATOLÓGICOS MÁS COMUNES E INDIQUE LAS AFECCIONES DEL SISTEMA


NERVIOSO

Signo de Babinski: el estímulo de la planta del pie con el mango del martillo, rascando su lado
externo desde el talón hacia el metatarso, y luego siguiendo este hasta su borde interno, con ligera a
moderada presión, produce la extensión del dedo gordo y, a veces, apertura en abanico de los dedos
restantes1,34-37. Su presencia indica alteración de la vía piramidal.

Signo de Hoffman: se sostiene con la mano izquierda del explorador la mano del enfermo con la
palma orientada hacia abajo y los dedos relajados; se toma el dedo medio del enfermo entre los dedos
índice y medio y se aplica un rápido pellizco a la extremidad de este dedo produciendo una flexión
brusca sobre la falange distal. El signo se halla presente si se produce una flexión de la falange distal de
los dedos índice y pulgar. Implica compromiso piramidal por lesión ubicada por encima de C5.

Signo de Trömmer: se explora sujetando por la parte lateral el dedo medio; se aplica un golpe
brusco y breve sobre la tercera falange de este dedo, provocando una extensión pasiva. El signo se
halla presente si se produce la misma respuesta que en el signo de Hoffman, con el mismo significado
patológico.

Signo de Stransky: abduciendo pasivamente el quinto dedo se obtiene la misma respuesta que en
todos los anteriores. Sucedáneo de Babinski.

Signo de Schaefer de la mano: pellizcando o comprimiendo los tendones flexores de la mano a


nivel de la muñeca se produce la flexión y aducción del dedo pulgar; tiene el mismo significado que el
descripto previamente.

Signo de Moniz: sucedáneo de Babinski; se obtiene realizando una flexión plantar pasiva del pie a la
altura del tobillo de manera brusca.

Signo de Oppenheim: la extensión del primer dedo del pie puede ser obtenida acariciando
firmemente la superficie anterior de la tibia con el pulgar y el índice, de arriba hacia abajo1,12,38.
Implica lesión de la vía piramidal.

Reflejo de Gonda: sucedáneo de Babinski; se abducen y flexionan, tomándolos juntos, los últimos
tres dedos del pie, generando la extensión del dedo gordo.

Signo de Chaddock: se provoca el signo de Babinski estimulando la parte externa de la planta del
pie. El área inframaleolar externa es el área reflexógena del reflejo de Chaddok.
Signo de Bing: sucedáneo de Babinski; pinchando en forma suave y repetitivamente la superficie
dorsolateral del pie se desencadena la extensión del primer dedo.

RESPUESTA OBSERVADA EN LA EJECUCIÓN DE CADA

UNO DE LOS REFLEJOS


REFLEJO RESPUESTA INTENSIDAD

Plantar Flexión de los dedos del ++


pie
Aquiliano Provoca una flexión ++
plantar del pie
Rotuliano Extensión de la parte ++
inferior de la pierna
Radial Flexión del antebrazo y a ++
veces de los dedos
Triciptal Causa la extensión del ++
antebrazo
Biciptal Causa flexión del ++
antebrazo
cutaneoabdominal Contracción de los ++
músculos abdominales
Maseterino Contrae levemente la ++
mandíbula
Nauseoso Inducir Vomito +++

Corneano Cierre de los parpados ++

VÍAS DE LOS REFLEJOS

REFLEJO BICIPITAL
Percusión del tendón del bíceps con el codo flexionado y su respuesta normal es la flexión del
antebrazo sobre el brazo. Explora las raíces nerviosas C5-C6 y el nervio periférico
musculocutáneo.

REFLEJO NAUSEOSO
El componente aferente del reflejo nauseoso está mediado por los axones sensoriales del
nervio glosofaríngeo (noveno par craneal) Aquel que viene provocado por un estímulo
anormal de la mucosa de la faringe, del estómago o de parte proximal del intestino. La vía
aferente discurre por el nervio vago; el centro de integración se encuentra a nivel bulbar y la
vía eferente es doble: por un lado, el nervio vago (que provoca movimientos antiperistálticos
en el estómago) y, por otro, los nervios raquídeos (que actúan sobre la prensa abdominal).
REFLEJO MASENTERINO
Reflejo osteotendinoso o clínico-muscular que consiste en la contracción del músculo
masetero y de la musculatura masticatoria al percutir con el martillo de reflejos sobre el dedo
que se ha colocado en el mentón. Se encuentra mediado por el nervio trigémino.
REFLEJO CORNEO
La normalidad del reflejo corneal implica una integridad de la vía aferente (V par), las
conexiones a nivel del tercio medio e inferior de la protuberancia y la vía eferente (VII par).
REFLEJO CUTÁNEO ABDOMINAL
Actúa a nivel medular sobre los segmentos D6-D9 Medio de segmento D9-D11, Inferior de
D11-L1
vía eferente está constituida por las fibras eferentes, motoras de la asta anterior de la médula
espinal.
REFLEJO ROTULIANO
Dentro del músculo existen unos receptores de estiramiento denominados husos
neuromusculares que están conectados a una fibra aferente. Al ser estimulados los husos por
el estiramiento generado por el golpe sobre el tendón, la fibra aferente se estimula y lleva la
información a la médula espinal.
La médula espinal es el centro integrador y allí la fibra aferente hace sinapsis directa con la
neurona eferente, que es una motoneurona alfa de transmisión rápida que inerva al
cuádriceps y estimula al músculo que en consecuencia se contrae.
RELEJO TRICIPITAL
Vías aferentes, correspondiente a axones de las neuronas sensitivas ubicadas en los ganglios
raquídeos.
REFLEJO PLANTAR
vías polisinápticas de la médula espinal.

REFLEJO ALQUILIANO
Vía aferente el impulso será transportado por la neurona sensitiva por las astas posteriores
hasta llegar al centro integrador.
VÍA EFERENTE
la respuesta al impulso viaja desde la medula espinal a través de la neurona motora hasta
llegar a las terminaciones nerviosas de las fibras musculares.
REFLEJO RADIAL
Nervio que interviene el radial se explora contracción del supinador largo C5 y C6.

LA EVALUACIÓN DE LOS REFLEJOS

LA EVALUACIÓN CLÍNICA DEL REFLEJO FOTOMOTOR


Suele realizarse con la ayuda de una linterna. Se proyecta la luz al ojo con el fin de ver cómo reacciona
la pupila y, en el caso de que ésta disminuya de tamaño en respuesta al estímulo lumínico, tendremos
una pupila normorreactiva; si, por el contrario, la pupila reacciona débilmente ante la luz, tendremos
una pupila hiporreactiva.
Otro de los objetivos de la evaluación de este arco reflejo es conocer si existe algún tipo de daño o
lesión en el nervio óptico, así como comprobar si hay pérdida de la visión. Durante la exploración,
también suele ser habitual comprobar si el reflejo consensual está intacto: esto se hace observando si
se contrae la pupila del ojo contrario al que está siendo estimulado por la luz.
REFLEJO CONSENSUAL
El tamaño de la pupila está determinado por la interacción del sistema nervioso simpático y
parasimpático, los cuales van conectados al iris.
Estos sistemas son controlados por el sistema nervioso central, el cual envía señales al cerebro
influenciadas por numerosos factores, como lo son la iluminación, distancia de observación, estado de
vigilancia y estado cognitivo.
La reducción en el tamaño de la pupila ocurre cuando el músculo circular del ojo, controlado por el
sistema nervioso simpático, se contrae en respuesta a un estímulo externo de luz.
La constricción pupilar de cada ojo se produce cuando la retina, o nervio óptico y el núcleo pretectal de
cada ojo toman información sensorial del exterior.
Cuando uno de los ojos de un individuo es cubierto y el otro ojo es iluminado, la contracción de la
pupila de ambos ojos debe darse de manera simultánea y uniforme.
Esto sucede gracias al envío de una señal aferente a través del nervio óptico que se conecta con el
núcleo de Edinger-Westphal, cuyos axones atraviesan los nervios oculomotores de ambos ojos.
TEST DE LUZ OSCILANTE
La prueba de luz oscilante se usa para detectar la presencia de defectos aferentes pupilares reactivos.
Esto quiere decir que, la prueba se usa para determinar si existe alguna diferencia en la forma como
ambos ojos responden a la aplicación de luz sobre uno de los dos ojos.
Los pasos para llevar a cabo esta prueba son los siguientes:

 Utilizar una linterna que pueda ser enfocada de manera cercana al ojo en una habitación con
poca iluminación.
 Solicitar al paciente que mire a la distancia mientras se le ilumina el ojo. De esta forma se
evitará que la pupila se contraiga por la reacción a la proximidad de la linterna durante la
prueba.
 Mover la linterna deliberadamente de un ojo a otro, iluminando cada ojo de manera
independiente. Tenga cuidado de no mover la linterna cerca de la nariz, pues esto podrá
estimular la respuesta de la pupila a un objeto cercano.
 Continúe moviendo la linterna a la misma distancia de cada ojo para asegurarse de que cada
ojo está recibiendo el mismo estímulo.
 Sostenga la linterna por tres segundos en cada ojo, permitiendo que el movimiento de la pupila
se estabilice. Observe qué pasa con la otra pupila durante este proceso.
 Repita la prueba varias veces con el objetivo de identificar qué pasa con la pupila de cada ojo al
ser iluminada.
MANIFESTACIÓN DEL REFLEJO CONSENSUAL
El tamaño y forma de la pupila en condiciones normales de luz está en un rango de 1 a 8 milímetros.
Cuando las pupilas funcionan correctamente, se dice que son isocóricas, esto quiere decir que
reaccionan de igual forma al estímulo de luz. Cuando este estímulo es modificado, las pupilas deben
crecer de manera simétrica y simultánea.
Para evaluar que las pupilas tienen un funcionamiento normal, usualmente se aplica una prueba de
reflejo consensual.
Esta prueba consiste en iluminar ambos ojos de manera independiente, de tal forma que se produzca
una respuesta pupilar directa en el ojo que está siendo iluminado y una respuesta indirecta en el ojo
que no recibe es estimulo.
Si el nervio óptico del ojo iluminado está dañado, el reflejo de la pupila no tiene lugar, por tanto, el
reflejo consensual no tiene lugar, ya que el ojo que no está siendo estimulado no recibe ningún
mensaje.
Sin embargo, si el nervio óptico del ojo que está siendo iluminado y el nervio oculomotor del ojo que
no está siendo estimulado se encuentran en perfecto estado, el reflejo consensual tendrá lugar, pues la
señal podrá ser enviada por un ojo y recibida por el otro.
BIBLIOGRAFÍA
 Fajardo, F. M., Ciencias, D., Biomédicas, B., Iotáticos, M., Hilda, D., Aguilera, M., & Auxiliar, P. (n.d.). C n r
m . 6.
http://uvsfajardo.sld.cu/sites/uvsfajardo.sld.cu/files/leccion_conduccion_nerviosa_refejl_miotaticos.pdf
 Gordo, R., Marcolin, G., Fuentes, V., Lucero, N., & Lucero, C. (2018). Neurología Argentina. 0(3), 147–
154.

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