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DISCURSO ESCRITO

Es todo texto producido por un emisor en un proceso de comunicación donde se usa el


código lingüístico escrito; es decir, que se construye
desde la oración y su estructura hasta llegar al texto.
Dsurante su existencia, el ser humano se comunica
dentro del entorno para lo que utiliza un lenguaje, sea
escrito u oral. Esta acción se denomina discurso.
Es discurso escrito es un recurso literario que se vale de
diversas habilidades, creando para el lector dudas y
análisis que se desarrollan en el transcurso de la lectura.
Dentro de sus características más relevantes podemos
observar:
Los criterios para construir el discurso escrito son más
exigentes que los del discurso oral.
Si bien es bastante utilizado en nuestro entorno, no maneja el arte de la escritura, volviendo
su desarrollo demasiado simplista.
A diferencia del lenguaje oral, el escrito no se adquiere por el simple hecho de nacer y
convivir en una determinada comunidad lingüística, sino requiere de una instrucción especial.
No presenta fácilmente un contexto situacional que facilite el entendimiento de su estructura
como se ve en el discurso oral.
Existe la ausencia de un feedback. Lo único que es válido para el lector es lo escrito, por lo
que debe adecuadamente estructurado en comparación al discurso oral.
La composición y la lectura son los elementos que trabajan las actividades de producción y
recepción.

Las principales características del discurso son la objetividad, especialización, precisión y


verificabilidad. Pero existen muchas más ¡Estas son las características generales que tienen
los discursos!

Contextos. Los factores discursivos que acompañan el texto influyen en el propio discurso.


Esto hace referencia al contexto comunicacional donde se produce el discurso.
Objetividad. Los hechos y opiniones que se encuentran en el discurso serán tratadas con
objetividad por parte del emisor. Siempre que no se trata de un texto descriptivo subjetivo.
Universalidad. Aunque el tema del discurso no sea de caracter universal el discurso tiene
que comprendido por el receptor. Tenemos que adecuar nuestro mensaje al tipo de receptor
que nos esté escuchando. Si pretendemos cautivar a nuestra audiencia el discurso tiene que
ser comprendido.
Especialización. Los discursos técnicos y especializados exigen el dominio del tema. Para
exponer con éxito un discurso es necesario conocer el tema del discurso.
Precisión. Adecuación lo más objetiva posible de la acción que se transmite. Transmitir un
mensaje basado en datos claros, precisos y ordenados.
Verificabilidad. El receptor tiene que tener la posibilidad de corroborar que la información
transmitida en el discurso es real. Esto no es aplicable por ejemplo al discurso narrativo literal
basado en hechos ficticios o el discurso religioso.
Continuidad. Para comprender el discurso será necesario prestar atención desde el principio
hasta el final. Las partes del discurso siguen una secuencia lógica lo que permite captar la
atención del receptor.
El discurso, además, también se caracteriza por transmitir un mensaje de manera ordenada,
ágil y con un lenguaje preciso, conciso y dinámico.
Para conseguir una presentación triunfal es necesario buscar un equilibrio entre
la preparación del discurso y la espontaneidad.

DIALOGO

El diálogo es una conversación entre dos o más personas, que manifiestan sus ideas o
afectos de forma alternativa. En ese se ntido, es también una discusión o trato en busca de
avenencia. El diálogo es el arte de concertar, entre
dos o más personas, las contradicciones que
manifiestan sus ideas y sentimientos, cuidando de
respetar la diversidad de sus criterios, para concordar
las semejanzas y diferencias entre sus ideas o
estados de ánimo, con la explícita intención de
comprender y ajustar sus diferencias, para lograr la
comunicación interpersonal.

El diálogo, en una narración; reproduce en forma


directa las palabras que se cruzan dos o más
interlocutores. Fue introducido a principios del siglo VII por Cervantes, en El Quijote. En estilo
directo, es la base del género dramático (recurso propio del teatro), pero le dio ritmo a la
novela y, a partir de entonces, se convirtió en un recurso fundamental para lograr un
equilibrio rítmico.

Es una conversación entre dos o más personas, mediante la que se intercambian


información y se comunican pensamientos sentimientos y deseos. Puede ser oral o escrito.
El diálogo es una forma de comunicación verbal o escrita en la que se comunican dos o más
personas en un intercambio de información, alternándose el papel de emisor y receptor.1
Siguiendo esta definición, en un diálogo hay que tener en cuenta lo siguiente:

 Para que se produzca el diálogo, es necesario un intercambio de papeles entre los


denominados interlocutores. Este cambio de papeles entre emisor y receptor se
denomina turnos de palabra o intervenciones.2

 Estrictamente el diálogo es oral, pero también puede encontrarse escrito, como ocurre
en las novelas. Al mismo tiempo se utiliza signos no verbales, como son los signos
paralingüísticos y los signos cinésicos. Entre los signos paralingüísticos destaca la
intensidad de la voz, y entre los signos cinésicos destacan los gestos y las posturas.
También se usa como la tipología textual en la lingüística y en la literatura cuando aparecen
dos o más personajes al usar el discurso diegético, llamados interlocutores. Razón por la
cual constituye la forma literaria propia del mismo género (dramático), así mismo, se divide
en parlamentos (retórica) u oraciones entre personajes que se dirigen mutuamente la
palabra.
Un diálogo puede consistir desde una amable conversación hasta una acalorada discusión
sostenida entre los interlocutores; empleado en géneros literarios como la novela, el cuento,
la fábula, el teatro o la poesía. En una obra literaria, un buen diálogo permite definir el
carácter de los personajes: la palabra revela intenciones y estados de ánimo, en definitiva, lo
que no se puede ver, por consiguiente en ello radica su importancia. Esta modalidad exige un
gran esfuerzo de creación, ya que obliga a penetrar en el pensamiento del personaje, como
en el caso de Edipo rey de Sófocles.
También se considera un género literario propio, surgido en Grecia con
los Diálogos de Platón, continuado por los romanos (Cicerón, por ejemplo) y revitalizado en
el Renacimiento en latín (Erasmo de Róterdam, José Luis Vives, etc.) y en lenguas vulgares
(Juan de Valdés, Pablo Mejía, etc.), Como tal posee tres tipos diferenciados: el diálogo
platónico, el diálogo ciceroniano y el diálogo lucianesco. El platónico tiene como objetivo
hallar la verdad, con miras a un tema primordialmente filosófico. El ciceroniano posee un
marco paisajístico bien constituido, es de tema primordialmente político, judicial y retórico con
el fin de que en él tienen cabida largas exposiciones. En el lucianesco, así llamado por su
creador, Luciano de Samosata, predomina la intención satírica y el humor por eso el tema
puede ser muy variado, incluso fantástico.

Las características básicas del diálogo son las siguientes:

 El diálogo debe introducirse con una intencionalidad. Los personajes nunca


deben hablar porque sí o para rellenar espacio. Una novela, comparada con todo el
universo que representa, es muy pequeña. Constantemente seleccionamos de ese
universo imaginario qué cosas nos interesa destacar. Así, si un personaje se dirige
a un museo, tal vez describamos ese edificio una vez esté delante pero pasemos
por alto la descripción de todas las calles y demás edificios o fachadas mientras
está de camino, porque no colaboran al desarrollo de la trama y no nos interesa
destacarlas. En este sentido, un diálogo debe estar ahí por algún motivo, esté o
no directamente vinculado a los acontecimientos, pero nunca gratuitamente.

 El diálogo debe ser una imitación del lenguaje conversacional, sin


ampulosidad, florituras o adornos verbales y sin palabras rebuscadas y poco
usadas. Debe ser verosímil, creíble.

 Paradójicamente, para crear esa naturalidad y espontaneidad del lenguaje


coloquial hay que recurrir a la artificiosidad. No es tan fácil como
parece. Cuando las personas hablamos, lo hacemos de forma desordenada, a
menudo agramatical y sin terminar las frases. Además, aparte del contenido de
nuestro mensaje, agregamos verbalmente ciertas palabras y expresiones con
la única intención de confirmar que el canal comunicativo con nuestro
interlocutor prospera correctamente.

 El diálogo debe ser fluido y rítmico y huir de toda monotonía. Además, no es


necesario reproducirlo siempre de principio a fin, pues hay partes que a menudo
se sobreentienden y que es mejor obviar.
El diálogo debe ser coherente respecto a los mismos personajes:

 Acorde con su edad, su procedencia o clase social…. De esta manera, si quien


habla pertenece una clase social marginal, su habla debe reflejar esa circunstancia
(con el uso de vulgarismos y con un argot determinado, por ejemplo). O, si se trata
de un niño, no podrá hablar, lógicamente, como un adulto.
 Acorde con su realidad externa e interna. De esta manera, si un personaje está
realmente furioso, no será coherente que solamente responda con un “maldita
sea”. Deberá expresar esta furia de una manera más intensa, ya sea a través de su
voz, de la acotación del narrador o de ambas cosas a la vez.
 El diálogo debe asumir la información implícita que se desprende del lenguaje
conversacional. A menudo, en nuestras conversaciones obviamos información
pero el otro la sobreentiende e infiere, y esa inferencia debe mantenerse en el
diálogo.
 El diálogo no debe —como norma general— reiterar aspectos que ya han sido
contados previamente o que el lector ya conoce. De esta manera, si en un
momento dado el narrador nos ha explicado dónde nació el protagonista y de qué
original manera sus padres decidieron ponerle el nombre que le pusieron, es
inadecuado que más adelante, al conocer a alguna persona nueva, por ejemplo,
este personaje explique la misma historia.

NARRACIÓN
La narración dentro del género literario narrativo, se comprende como narrar o relatar una
historia real o imaginaria. Se denomina narración a
la manera de contar una secuencia o una serie de
acciones, realizadas por unos personajes, en un
lugar determinado a lo largo de un intervalo de
tiempo determinado, es decir, se refiere lingüística
o visual mente a una sucesión de hechos.
Tanto las acciones, como los personajes y el lugar,
pueden ser reales o imaginarios. Esto no afecta al
carácter de la narración, porque el objetivo del
autor de la narración es que el lector se imagine
los sucesos que se cuentan.
Mientras que desde la perspectiva semiológica la narración se puede realizar con cualquier
clase de signos, la lingüística considera que un texto narrativo responde a una clasificación
basada en la estructura interna donde predominan secuencias narrativas. Estas secuencias
se construyen mediante el signo lingüístico, lo que deja fuera el carácter narrativo que
pudiera presentar un cuadro o imágenes.
Elementos de la narración

 Personajes: Persona que aparece en la historia.


 Acciones: Las que realiza cada personaje.
 Tiempo: El periodo de tiempo, largo o corto, que se le da a un personaje para realizar
las acciones.
 Espacio: El lugar donde ocurren los hechos.
 Narrador: El narrador contempla y cuenta los hechos que suceden de una manera
ordenada, y en ocasiones juzga lo que sucede. En otras ocasiones se desconoce quién
es el narrador, pero se conoce su existencia.

Las características
Dado que una narración es un encadenamiento de sucesos, las relaciones sintácticas
fundamentales que se dan son de naturaleza causal y temporal: un hecho lleva a otro y, por
lo tanto, existe fluir temporal. En este sentido, es frecuente en un relato el uso
de conjunciones o locuciones conjuntivas que indiquen causa y consecuencia, adverbios y
locuciones adverbiales de tiempo. También, por su utilidad para señalar hechos que se van
sumando unos a los otros, es frecuente el uso de la coordinación copulativa. En cuanto a la
modalidad causal, es lógico el predominio de cláusulas aseverativas.
Dado que el fluir temporal es un aspecto básico y caracterizador de una narración, las formas
verbales desempeñan un papel fundamental. Los tiempos verbales más usados para narrar
son los de aspecto perfectivo, esto es, aquellos que presentan la acción como acabada. Esto
es así porque son los que permiten ir encadenando las distintas acciones una después de las
otras a medida que van concluyendo. El tiempo verbal más habitual es el pretérito perfecto
simple o indefinido, además de los distintos tiempos compuestos que también son
perfectivos.
También narra sucesos extraordinarios o reales, según el autor decida.
Por su significado, abundan necesariamente los verbos de movimiento, de acción y de
lengua.

ENSAYO
Un ensayo es una obra literaria relativamente breve, de reflexión subjetiva pero bien
informada, en la que el autor trata un tema por lo general
humanístico de una manera personal y sin agotarlo, y donde
muestra cierta voluntad de estilo, de forma más o menos explícita,
encaminada a persuadir al lector de su punto de vista sobre el
asunto tratado. El autor se propone crear una obra literaria y no
simplemente informativa, y versa sobre todo de temas
humanísticos (literatura, filosofía, arte, ciencias sociales y
políticas...), aunque también, más raramente, de asuntos
científicos.
El ensayo, a diferencia del texto informativo, no posee una
estructura definida ni sistematizada o compartimentada en
apartados o lecciones, por lo que suele carecer de aparato crítico,
bibliografía o notas, o estas son someras o sumarias (en el caso
del ensayo escolar, es preciso aportar todas las fuentes); ya desde
el Renacimiento se consideró un género más abierto que el
medieval tractatus o tratado o que la suma, y se considera distinto a ellos no solo en su
estructura libérrima y nada compartimentada en secciones, sino también por su voluntad
artística de estilo y su subjetividad, ya que no pretende informar, sino persuadir o convencer
del punto de vista del autor en el tratamiento de un tema que, como ya se ha dicho, no
pretende agotar ni abordar sistemáticamente, como el tratado: de ahí su subjetividad, su
carácter proteico y asistemático, su sentido artístico y su estructura flexible, que personaliza
la materia.
El ensayo es una interpretación o explicación de un determinado tema —
humanístico, filosófico, político, social, cultural, deportivo, por mencionar algunos ejemplos—,
desarrollado de manera libre, asistemática, y con voluntad de estilo sin que sea necesario
usar un aparataje documental.
En la Edad Contemporánea este tipo de obras ha llegado a alcanzar una posición central.
En la actualidad está definido como género literario, debido al lenguaje, muchas veces
poético y cuidado que usan los autores, pero en realidad, el ensayo no siempre podrá
clasificarse como tal. En ocasiones se reduce a una serie de divagaciones y elucubraciones,
la mayoría de las veces de aspecto crítico, en las cuales el autor explora un tema concreto o
expresa sus reflexiones sobre él, o incluso discurre y diserta sin tema específico.
Ortega y Gasset lo definió como «la ciencia sin la prueba explícita». Alfonso Reyes afirmó
que «el ensayo es la literatura en su función ancilar» —es decir, como esclava o subalterna
de algo superior—, y también lo definió como «el Centauro de los géneros». El
crítico Eduardo Gómez de Baquero —más conocido como Andrenio— afirmó en 1917 que
«el ensayo está en la frontera de dos reinos: el de la didáctica y el de la poesía, y hace
excursiones del uno al otro». Y por su parte Eugenio d'Ors lo definió como la «poetización del
saber».
Utiliza la modalidad discursiva expositivo-argumentativa y un tipo de «razonamientos
blandos» que han sido estudiados por Chaïm Perelman y Lucie Ollbrechts-Tyteca en
su Tratado de la argumentación.
A esto convendría añadir además que en el ensayo existe, como ha apreciado el crítico Juan
Marichal, una «voluntad de estilo», una impresión subjetiva que es también de orden formal.

Las características clásicas más representativas de un ensayo son:

 Es un escrito serio y fundamentado que sintetiza un tema significativo.


 Tiene como finalidad argumentar una opinión sobre el tema o explorarlo.
 Posee un carácter preliminar, introductorio, de carácter propedéutico.
 Presenta argumentos y opiniones sustentadas.

RESUMEN

Un resumen es una exposición abreviada, concisa y


fiel sobre los puntos más importantes de un texto o
documento. Como tal, puede realizarse de manera
oral o escrita, y debe ser objetivo, claro y coherente. La palabra deriva del verbo
latín resumĕre, que significa ‘volver a tomar’, ‘comenzar de nuevo’.
El resumen, en este sentido, es una técnica de síntesis mediante la cual llevamos un texto
a su expresión más esencial, apuntando las ideas más importantes y los aspectos más
relevantes del tema, sin que medien interpretaciones o posturas críticas. Su objetivo
fundamental es facilitar al lector la comprensión de un texto.
El resumen, como tal, es el resultado de un análisis completo y profundo del texto. Para ello,
se procede a leer y comprender el texto; subrayar, resaltar y anotar las ideas principales;
para, a continuación, realizar un esquema que nos permita identificar su estructura y la forma
en que esta se desarrolla.

Los resúmenes son una técnica muy utilizada y requerida en el ámbito escolar. Se pide a los
estudiantes hacer resúmenes de textos educativos o literarios, bien porque ayudan a mejorar
la comprensión lectora, bien porque contribuyen a mejorar la capacidad de síntesis de los
alumnos.

Características y objetivos del resumen:

Autor.- En los resúmenes escolares y en algunos resúmenes administrativos o


documentales, se menciona el autor del trabajo así como algunos datos sobre él.

Recopilación.- Es la reunión de información que es necesaria, ésta puede obtenerse de


libros o de proyectos, pero siempre se debe encontrar en el material relacionado al trema.

Concisión.- Esto es decir la información en forma clara y reducida, tomando las ideas
principales (conceptos), pero sin profundizar demasiado en ellas.

Congruencia.- Esta es la lógica y congruencia de las ideas, que siempre deberán estar
enfocadas al tema usado.

Contenido.- Este es la información usada, el contenido está absolutamente a criterio del que
hace el resumen.

Originalidad.- Esta es una característica que aplica principalmente en los resúmenes


escolares, debido a los requerimientos de trabajo obligados.

Veracidad.- Los resúmenes deben ser veraces, pero la veracidad debe tomarse en
consideración desde el punto de vista del tema, libro o fuente de información

Finalidad.- La finalidad de un resumen es dar la información que es requerida, con los


puntos suficientes para que se entienda groso modo lo que se está tratando.

Tema.- El tema siempre es el que se ha asignado, tanto en administración, o en materia


escolar.

Bibliografía.- Este es siempre opcional en lo relacionado al escolar, pues es los resúmenes


administrativos o de otra índole suele tenerse el conocimiento previo de la información
requerida.
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