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Documento N°3

GOBIERNO LOCAL Y PARTICIPACIÓN


CIUDADANA

Por
Manuel Acevedo

3
Manuel Acevedo Aguilera

Administrador Público, Universidad Central de Chile y Master © en Gobierno y Gerencia


Pública, Universidad de Chile. Además es Director ejecutivo de
administracionpublica.cl, orientada a posicionamiento de profesionales
Administradores Públicos de Chile; Director ejecutivo de e-gob.cl, orientado al
conocimiento del Gobierno electrónico en Chile; Investigador del Instituto chileno de
estudios municipales (ICHEM), de la Universidad Autónoma de Chile, y Jefe de
Administración y Finanzas, Instituto Nacional de la Juventud, Gobierno de Chile.

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TABLA DE CONTENIDOS

Relación con la comunidad, la gobernabilidad democrática local, la relación entre el


gobierno local y la sociedad civil, la participación ciudadana………………………………3

Análisis histórico de las Administraciones Locales chilenas……………………………………..3

Participación Ciudadana y Gobernabilidad local……………………………………………….7

Ordenanza Municipal de Participación Ciudadana…………………………………………...12

Mecanismos De Participación Comunal………………………………………………………….13

Conclusión………………………………………………………………………………………………17

5
Relación con la comunidad, la gobernabilidad democrática local, la
relación entre el gobierno local y la sociedad civil, la participación
ciudadana

La ciudadanía, la podemos ejercer hoy de distintas formas y de diversos ejes de


acción, pero sin duda alguna que para el modelo chileno el espacio más “óptimo” en
la relación gobernante-gobernado, en su expresión de cercanía es la administración
municipal. Si bien técnicamente no podemos hablar en Chile de gobierno local, ya
que no cuenta con el poder del ejercicio de la fuerza pública, sí podemos señalar que
es una administración que tiene mucho que decir al momento de aterrizar las políticas
públicas del gobierno.

Análisis histórico de las Administraciones Locales chilenas

Las Municipalidades en Chile son definidas por ley como: “corporaciones autónomas
de Derecho Público, con personalidad jurídica y patrimonio propio, cuya finalidad es
satisfacer las necesidades de la comunidad local y asegurar su participación en el
progreso, económico social y cultural de las respectivas comunas”1, cuya
descentralización del poder central sólo se efectúa con las reformas efectuadas a
partir de la recuperación de la democracia en 1990. Y desde las elecciones de 2004,
recién se eligen en forma directa las autoridades locales.

En su proceso histórico, podemos enunciar la formulación de una Ley Municipal


denominada “Ley de la Comuna Autónoma” hacia el año 1891, que intentó conseguir
una mayor independencia y autonomía respecto al Presidente de la República. Sin
embargo, la carencia de recursos financieros sumada a la promulgación después de la
guerra civil el mismo año, dejó de lado esta iniciativa.

6
Hacia 1925 la administración comunal, contaba con un cuerpo colegiado de
Regidores con elección mediante el sufragio universal, quienes finalmente designaban
al Alcalde. Sin embargo, a partir de este período hasta 1973 el municipio no representó
mayor relevancia en la prestación de servicios públicos y apoyo al desarrollo local.

Sin embargo, en el régimen del demócratacristiano, Eduardo Frei Montalva (1964-70) se


realizó la denominada “Promoción Popular”, y en este marco, en 1968 se promulgó la
Ley N° 16.880 cuyo nombre fue “Ley de Junta de Vecinos y demás Organizaciones
Comunitarias”2 las que entraron en vigencia sólo en 1970.

Respecto al régimen presidencial de la Unidad Popular, bajo la administración del


socialista Salvador Allende Gossens, se creó en 1972 las Juntas de Abastecimientos y
Precios (J.A.P.); cuyo objetivo era la transferencia para que las organizaciones
vecinales regularan el precio y la distribución de alimentos a nivel de las unidades
vecinales.

En el régimen militar encabezado por el General Augusto Pinochet Ugarte (1973-90), se


dictó el Decreto Ley N°573 correspondiente al año 1974 que estableció el Estatuto de
Gobierno y Administración Interior del Estado. Cabe hacer especial mención al artículo
17 que contemplaba que cada “Municipalidad contará con un Consejo de Desarrollo
Comunal integrado por Jefes de Oficinas Municipales y representantes de las
principales actividades de la Comuna el que será presidido por el Alcalde”. En tanto,
en 1975 se dictó el Decreto Ley N° 1.289 aprobándose la Ley Orgánica de Municipios y
Administración Comunal que señaló en el Titulo I Artículo 1° “Las Municipalidades son
instituciones de derecho público, funcional y territorialmente descentralizada, cuyo
objeto es administrar la comuna para satisfacer las necesidades locales y promover el
desarrollo comunal…” Respecto al Título II Párrafo 3° Artículo 1° señaló que en cada
Municipio existirá un Consejo de Desarrollo Comunal integrado por un número no

1
Ley Orgánica Constitucional, N° 18.695 de Municipalidades, Chile.
2
Esta ley buscaba profundizar el sistema democrático en la medida que se incrementaba la participación de las
personas en cuanto elegían a los representantes de las Juntas de Vecinos y las distintas Organizaciones
Comunitarias que se creaban dependiendo de las inquietudes de los propios vecinos, como por ejemplo los Centros
de Madres, los Clubes Deportivos, Club del Adulto Mayor, etc.

7
superior de veinte y no inferior a de ocho consejeros instancia que será presidida por el
alcalde. No obstante, la figura del alcalde, no era elegida democráticamente.

Respecto a la participación, el Gobierno Militar, promulgó dos Leyes Orgánicas


Constitucionales como complemento a la Carta Fundamental de nuestro país de 1980,
la primera de ellas es la Ley 18.605 sobre Consejos Regionales de Desarrollo (Corede)
instancia creada para la participación de la comunidad en el desarrollo económico,
social y cultural en el ámbito regional; la segunda es la Ley N° 18.695 del 31 de marzo
de 1988, Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades que reguló la puesta en
práctica de los Consejos de Desarrollo Comunal (Codeco), que buscó similares
objetivos a la Ley anteriormente descrita, pero a nivel comunal; siendo la distribución
de participación equivalente a un 25% para organizaciones comunitarias territoriales,
igual porcentaje para las organizaciones comunitarias funcionales, para quedar el
restante 50% para las actividades económicas relevantes.

Sin duda alguna, durante el régimen militar la mayor reforma fue la eliminación de la
elección de los alcaldes, y la supresión de toda representación política democrática
en los municipios. Por tanto, a partir de esta época y hasta finales de 1992, el alcalde
era nombrado directamente por el Presidente de la República transformándose en un
"municipio no democrático".

En 1988, se llevó a efecto un proyecto de Ley que modifica la Ley Orgánica


Constitucional de Municipalidades el cual aportó temas trascendentales en el tema de
la participación ciudadana, tales como:

 Consultas comunales: “El Alcalde con acuerdo del Concejo podrá convocar a la
población mayor de 18 años de la comuna a participar en consultas vinculadas
sobre materias de interés comunal…”

 Audiencias Públicas: “El Concejo estará obligado a conocer en audiencia pública


formal la materia de interés comunal que no menos de cien ciudadanos de la
comuna planteen…”

8
 Plebiscito Comunal: “El Alcalde, con acuerdo del Concejo, o a requerimiento de los
dos tercios del mismo Concejo, o por iniciativa de los ciudadanos inscritos en los
registros electorales de la Comuna, someterá a plebiscito las materias de
administración local relativas a inversiones específicas de desarrollo comunal, a la
aprobación o modificación del Plan de Desarrollo Comunal, a la modificación del
plan regulador u otras de interés para la comunidad local siempre que sean propias
de la esfera de la competencia municipal”. 3

Después del plebiscito realizado el 5 de octubre de 1988, en donde se enfrentaron dos


opciones: "Sí", para que continuara el régimen de Pinochet, y el "No" que representaba
a la oposición agrupada en la Concertación de Partidos por la Democracia, la cual
salió triunfante; permitió elecciones presidenciales en 1989, lo que dio paso a cambios
sustanciales en aspectos legales de las Administraciones Locales, a través del Decreto
Ley N° 349 que fue suprimido en diciembre de 1989 dictándose en su reemplazo la Ley
N° 18.893 sobre organizaciones comunitarias tanto territoriales como funcionales,
derogándose de este modo la Ley N° 16.880, lo que permitió la realización de las
primeras elecciones democráticas de directivas suprimidas en 1973.

Con el retorno a la democracia en 1990, en el gobierno de Patricio Aylwin Azócar, en


su calidad de co-legislador presentó a la Cámara de Diputados un proyecto de ley
sobre Juntas de Vecinos y Organizaciones Comunitarias, funcionales y territoriales con
el objeto de dejar sin vigencia la normativa anterior, logrando –finalmente- recuperar la
relevancia de la Junta de Vecinos como órgano territorial para el desarrollo comunal y
la participación.

En 1991, se buscó la creación de nuevas instancias de participación en el ámbito


territorial, pero fue en 1992 cuando se publicó el texto que permitió la realización de las
elecciones de las autoridades municipales, a través de la modificación de la Ley
Orgánica de Municipalidades existente, introducida a su texto por la Ley N° 19.130 de

3
NUÑEZ, Sergio, “Estado del Proyecto de Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades”, Minuta, septiembre de
1988,pagina 14.

9
marzo del mismo año estableciéndose la figura del Alcalde como máxima autoridad
municipal acompañada de un Concejo municipal4 y la creación de un Consejo
Económico y Social Comunal teniendo este último Consejo el carácter de consultivo,
integrado por la comunidad organizada. Respecto al Concejo Municipal, estaría
integrado por representantes de la comunidad local elegidos a través de una elección
directa, con un sistema de representación proporcional, garantizando la
democratización de la instancia de administración local.

A partir de ese año, se han realizado tres elecciones de concejales, en 1992, 1996 y
2000. Sólo en las elecciones de octubre de 20045, con la modificación a la Ley
Municipal se eligió en forma directa al alcalde en lista distinta a la de concejales,
profundizándose la voluntad ciudadana con sus autoridades locales.

Participación Ciudadana y Gobernabilidad local

Siempre cuando se comenta el tema de la participación, suele quedar en nuestra


retina las instancias en las cuales estas se dan, más aún cuando lleva el apellido de
“ciudadana”. En Chile tales instancias están presentes en las normas y leyes; empero su
acceso dependerá de cuanto más estemos informados de los mecanismos existentes,
y a ello debemos sumar la propia voluntad y motivación para acceder a tales
mecanismos.

Pero, ¿qué entendemos por participación? Tal pregunta la podemos responder


señalando que se podrá entender por participación “la posibilidad que personas o
grupos tienen para influir -hacerse presentes- en la determinación de la agenda
pública; y también en la formulación, ejecución y evaluación de las políticas
públicas”6. Tal afirmación teórica, recalca el escenario en que la participación pueda
ser individual o colectiva, siempre y cuando logren tal proceso que conlleve a ejercer

4
Este órgano tendrá funciones normativas, resolutivas y fiscalizadoras el cual será presidido por el Alcalde.
5
Las tres elecciones anteriores, la elección del Alcalde era indirecta, y resultaba dentro de la lista más votada de
concejales.

10
un poder asociado al grado en que sus requerimientos, anhelos, Etc., puedan ser
recogidos por las autoridades y logren ingresar a la agenda pública, y los demás
caminos que se asocian a la toma de decisión sobre las demandas emanadas.

Por otra parte, se puede concebir la participación como un “modo privilegiado de


expresar la diversidad social; de hacer presente a los diferentes grupos, tanto en su
demanda como en su visión de mundo”7; acá el elemento clave se asocian al
privilegio y diversidad del concepto. El primero, vinculado a quién o quiénes ejercen tal
participación, ya sea por su gravitación en el tema vinculado, su grado de
conocimiento o poder sobre el mismo; en tanto el segundo, deriva directamente en
una relación propia de toda sociedad, vinculada a múltiples necesidades, actores y
construcciones sociales sobre las temáticas requeridas, precisando que la diversidad y
privilegio, en esta categoría está estrechamente vinculada.

En definitiva, el concepto de participación ciudadana “no sólo se reduce a la


participación en las decisiones de la cosa pública, para generar las condiciones que le
permitan alcanzar sus objetivos propios ya sean individuales o colectivos. La gente
también participa en la creación o autogeneración de su propio progreso, sin
referencia necesaria a la cosa pública”8

Dado el término de participación ciudadana este denota, la factibilidad de convertirse


en un proceso de socialización de la actividad política, en su forma amplia, con la
posibilidad de abrir instancias a sistemas políticos democratizadores, dejando fuera a
regímenes dictatoriales, a nivel del Estado. Paso que se incrementa cuando se avanza
en la descentralización a nivel local, generando legitimidad de las autoridades e
incrementando la gobernabilidad democrática, al considerar valido el modelo, que
para el caso chileno así ha sido desde el retorno de la democracia en 1990.

6
REBOLLEDO, Victor Manuel, “Los Desafíos de hoy”, D.O.S. Ministerio Secretaria General de Gobierno, Santiago de
Chile, agosto 1994.
7
Ibid.
8
ZELADA, Mauricio, "Método y Participación", en Temas de Participación. D.O.S., Ministerio Secretaria General de
Gobierno, pagina 31, Santiago de Chile, 1994.

11
De lo anterior, vale la pena rescatar la importancia de la descentralización política
para la participación ciudadana, que para el modelo chileno recae en la elección
directa de la autoridad local, que se responsabiliza del desarrollo cultural, social y
económico de la comunidad, por tanto debe responder a las demandas emanadas
de la ciudadanía, sin caer en populismos o promesas que no puede cumplir. Tal
capacidad en eficiencia en la gestión con su comunidad le dará interacción y
legitimidad suficiente. Caso contrario, puede quedar amenazada su repostulación al
período siguiente de gestión local en tanto se produzcan expectativas no cumplidas,
con exceso de demandas que no se pudo enfrentar, o ineficacia económica en la
administración.

Con la descentralización político-administrativa que le otorga la ley Orgánica de


Municipalidades N° 18.695 de 1992, que le da el carácter de personalidad jurídica y
patrimonio propio, con autonomía del nivel central, ha permitido que las
municipalidades desempeñen un papel nunca antes visto en la historia chilena, que de
un modo u otro, la atención se vuelca a cómo hacer efectiva una mejor participación
con la comunidad, para conocer más de cerca sus necesidades y problemas, y así
sean agendados y enfrentados por la autoridad local.

Para el logro de esta tarea es necesario conocer quienes habitan en la comuna, sin
dejar de lado a los usuarios de ella, ya que las políticas que se colocarán en práctica
de una u otra forma afectarán la condición de ciudadanos.

La labor que desempeñará el municipio en la búsqueda de incrementar la


participación ciudadana, ahora con un carácter descentralizado tanto político como
funcional, es primordial para alcanzar una verdadera democracia participativa, que
guarde relación con el fortalecimiento del modelo, e institucionalización de las formas
y mecanismos de participación, con el debido cuidado sobre los excesos que esto
puede originar, sobre la base de gobernabilidad democrática, en su legitimidad y
eficiencia económica.

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Para conocer más sobre el caso chileno, a continuación ahondaré en un modelo de
gestión local, perteneciente a la comuna capital de Chile: Santiago. Cuya comuna ha
incorporado un modelo emprendedor, donde el carácter empresarial prestador de
servicios, sumado a su innovación y catalizador de desarrollo, hacen ver al ciudadano
como un usuario que debe estar conforme con los resultados de sus requerimientos.

Para conseguir satisfacer las necesidades de los usuarios se debe contar con técnicas
modernas, recursos suficientes y tener en cuenta siempre de alcanzar resultados de
eficiencia y eficacia que avalen la gestión. Por tanto, el municipio deberá perseguir
tres objetivos dentro de su política comunal:9

1) Desarrollo económico
2) Desarrollo Social / Cultural
3) Desarrollo de la Identidad corporativa y del Prestigio.

Con las demandas de la ciudadanía, la participación sufre un incremento positivo, lo


que favorece directamente al modelo democrático a nivel local, siendo su incursión
una forma de socialización política primaria, que fortalece del mismo modo la
democracia a nivel regional y nacional.

Concebida la participación ciudadana una etapa importante, que se consigue a nivel


local, por las prácticas comunales que se pueden llegar hacer desde las elecciones de
sus representantes, como el caso del alcalde y concejales, su incorporación a juntas de
vecinos y los distintos espacios que se pueden obtener, a través de las organizaciones
comunitarias territoriales preferentemente, permite que la comunidad pueda resolver
sus inquietudes y problemas de manera más cercana a su propia realidad,
presionando por la pronta atención a sus inquietudes por la respuesta que deberán
hacer sus representantes, ya que de lo contrario, como ya se había enunciado, queda
amenazada su reelección si así manifestasen su intención, considerando que cada
período de administración es de cuatro años.

9
REINHARD, Friedman, “Marketing Municipal, imagen municipal y Corporate Identity”, Diario “La Epoca”, Santiago
de Chile, 1994.

13
Por ende, la participación ciudadana es una instancia que no tan sólo esta sujeta a
vincularla a mecanismos legales, que impidan o faciliten su incorporación, ya que no
hay que dejar de lado las propias conductas que pueden llegado el caso a no
autogenerar motivaciones a involucrarse en una determinada actividad o tarea. No
obstante, las condiciones para compartir socialmente se encuentran contempladas
para todos de forma igualitaria, dependiendo única y exclusivamente de la voluntad
para participar e intervenir.

La existencia de una gama importante de participación, irá variando de acuerdo a la


utilización con la cual se vaya a ejercer ya que existen instancias en donde el proceso
de intervención de individuos y grupos en cuanto sujetos y actores, permitirán destacar
tres tipos de participación: política, social y comunitaria.

 Participación Política: Esta viene dada en esencia y sustancia por la democracia,


vale decir, por el derecho a tomar parte activa en la vida pública y a contribuir en
al búsqueda del bien común, donde lo social y político es parte de cada ser
humano, en cuanto su participación se vincula en la comunidad política
abarcando todas aquellas acciones que sirvan para ejercer influencia sobre actos
públicos y sus acontecimientos; que en palabras de Charles Asher, entiende como
“todo tipo de esfuerzos o intentos de influencia sobre y todo tipo de participación
en el ámbito político-administrativo” en donde desempeña una labor importante el
ciudadano en la realización de las tareas públicas.

 Participación Social: Surge con la actuación de organizaciones populares que


influyen y determinan el que hacer de las autoridades respecto a las decisiones con
incidencia social. Sin embargo, para entender mejor este tipo de participación se
podrá entender como “la posibilidad que tienen los individuos o miembros de un
grupo de influir en las decisiones de políticas públicas de un sector para acarrear
beneficios sociales a la comunidad en general, reivindicando la escala local y
actuando la sociedad civil, con autonomía relativa respecto del Estado”.

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 Participación Comunitaria: Se podría manifestar a través de la relación Estado-
individuo en donde se podrá entender como “la capacidad y posibilidad que
tienen los individuos de influir y ejecutar las acciones de las políticas públicas de una
manera más próxima e inmediata de acuerdo a la satisfacción de sus intereses más
cercanos con medios y recursos, particulares o públicos para mejorar la calidad de
vida”10

Ordenanza Municipal de Participación Ciudadana

A partir de modificaciones a la Ley Orgánica de Municipalidades de 1999, cada


Municipalidad en Chile, debió establecer en una Ordenanza11 las modalidades de
participación de la ciudadanía local, teniendo en consideración las características
singulares de cada comuna.

Fue así como la elaboración de la Ordenanza de Participación Ciudadana de la


comuna de Santiago, estuvo cargo de la Dirección de Gestión Comunitaria,
específicamente de la Unidad de Organizaciones Comunitarias (UOC).

Para ello, la UOC elaboró una metodología que contempló tres encuentros territoriales,
en el mes de agosto de 1999, en el cual se invitó a dirigentes vecinales, miembros de
Comités de Adelanto12, vecinos, usuarios, jóvenes, Etc.; con la presencia de concejales
de la comuna, directores de áreas y que en dos de ellos, contó con la participación
del alcalde. Su objetivo consistió en socializar y conocer el ¿por qué?, era necesaria su
opinión en tan importante temática local. Cuyo trabajo estaba a cargo de un monitor
quien daba la bienvenida e informaba de la metodología y el objetivo del encuentro,
siempre entregando motivaciones y escuchándolos.

10
GUIÑEZ, Luis, Monografía “Participación Ciudadana en la Planificación Urbana de la Comuna de Santiago”,
Universidad Central, julio, 1998.
11
La Ordenanza es una colección ordenada de reglas o preceptos sobre una determinada materia, que dictada por la
autoridad municipal competente, de conformidad a su autonomía y potestad administrativa, tiene carácter general y
obligatoria y es de cobertura juridiccional, que se aplica para el régimen y buen gobierno de una comuna, y en ellas
podrán establecerse multas.

15
En este contexto se hacia referencia a qué era la Ordenanza y se iniciaba el trabajo,
preguntando a los integrantes de los grupos ¿qué entendían por Participación?

Otro aspecto importante de la jornada fue consultar a los miembros de cada grupo la
opinión de los canales y formas de participación, expresándose los elementos
favorables y los desfavorables. También se les requirió su aporte en identificar los
canales de participación ya existentes en la comuna, para ello se formularon tres
preguntas: ¿Para qué sirve?, ¿Quiénes lo integran? Y por último ¿Qué atribuciones
tiene?

Las respuestas quedaron registradas en un documento que luego fueron leídas por un
representante de cada grupo en el Plenario. Y que además fueron analizadas para la
elaboración del Documento de Discusión por un Comité Técnico de la Unidad de
Organizaciones Comunitarias, para su envío para la discusión y aprobación en el
Concejo Municipal, que recogió la información y aportes efectuados, dando origen a
la Ordenanza de Participación Ciudadana de la comuna de Santiago13

Mecanismos De Participación Comunal

Siguiendo nuestro ejemplo con la comuna de Santiago, se dará a conocer a


continuación diversos mecanismos de participación ciudadana local. Para ello será
necesario establecer que existen dos formas de participación: la forma directa y la
indirecta.

Las formas de participación indirecta

Son aquellas en que la influencia de la población es ejercida, a través de


intermediarios que la representan. En las que se pueden señalar:

12
Instancia para el mejoramiento de barrios dentro de la comuna
13
Esta ordenanza puede ser extraída del sitio web http://www.ciudad.cl/municipalidad/ordenanzas.php

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 Participación de elecciones de Alcalde y Concejales:

Se refiere a la generación democrática de estas autoridades mediante sufragio


universal, los cuales se eligen en forma conjunta, pero en listas distintas desde las
elecciones del 2004, ya que anterior a esta la fecha, la elección del alcalde era
indirecta. Por su lado, los concejales se eligen de manera directa en proporcionalidad
de acuerdo a cifras repartidoras, que para el caso de la comuna de Santiago,
corresponde a ocho cupos; su duración es de cuatro años y pueden ser reelegidos.

 Adhesión a un Partido Político:

Referida ya sea a la adhesión o afiliación hacia un partido político, siendo expresión


del pluralismo político, concurriendo a la formación y manifestación de la voluntad
popular y son un instrumento fundamental para la participación política, considerando
la característica de ciudad-capital que posee la comuna, con una alta concurrencia
de actores “político partidista”, la que aplicada a la comuna de Santiago de Chile se
hace muy notaria en cada elección local. Basta con recordar que en las elecciones
municipales del año 2000, compitió Joaquín Lavín, quien resultó elegido con una alta
mayoría, por sobre el 65% de la votación y que más tarde sería precandidato
presidencial de la República en el 2005.

 Carácter público de sesiones del Concejo Municipal:

El sólo derecho de tener acceso al Concejo Municipal a “puertas abiertas”, lo


constituyen en un instrumento institucional de información y por ende, una forma de
participación ciudadana, la que debe ser utilizada de forma positiva por la
comunidad, para ver en la práctica como actúan quienes están al frente de la
municipalidad.

 Consejo económico y social (CESCO)

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Es un órgano colegiado, de carácter consultivo que tiene por objeto hacer efectiva la
participación de las organizaciones comunitarias de la comuna. Integrado por
miembros de la comunidad organizada, siendo excepcionales personas naturales o
jurídicas no organizadas. Cabe señalar que este Consejo es presidido por el Alcalde de
la comuna.

 Plan de Desarrollo Comunal: (PLADECO)

Es un instrumento técnico para la toma de decisiones, abarcando materias tales como:


seguridad ciudadana, medio ambiente, desarrollo social y económico, servicios
públicos y ordenamiento territorial. Siendo sus etapas: diagnóstico, planteamiento de
objetivos, propuesta general, establecimiento y fijación de políticas; y determinación
de los programas y proyectos.

Formas de participación directa

Se entenderá como aquella ejercida por la población sin que medie ningún elemento
entre ella y la administración municipal, destacándose:

 Plebiscitos comunales:

Constituye una consulta directa a la población, la cual puede tener su génesis en las
autoridades locales. Es decir, el alcalde con acuerdo del Concejo; iniciados por la
propia ciudadanía requiriéndolo al alcalde con el 15% de los ciudadanos inscritos en
los registros electorales de la comuna; o por una combinación de ambas, en materias
de administración local relativas a inversiones específicas, aprobación o modificación
del Plan de Desarrollo Comunal, Plan regulador, u otras.

 Cabildos Abiertos:

Es la reunión de usuarios y residentes de la comuna, en donde se aborda las grandes


políticas de desarrollo comunal. Se realizan al menos una vez cada dos años, y son

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convocados por el alcalde y el Concejo Municipal o por la comunidad, mediante una
solicitud firmada por un mínimo del 10% de los ciudadanos inscritos en los registros
electorales de la comuna.

 Consulta vecinal:

Elección vecinal para aprobar una determinada iniciativa, para conocer las opiniones
de los ciudadanos, instancia recientemente utilizada para el Proyecto de Ordenanza
de Participación Ciudadana, en donde los vecinos y usuarios pueden emitir opiniones y
formular propuestas de solución a problemas, en los lugares que se realicen.

 Organizaciones Comunitarias (OO.CC.) funcionales o territoriales:

Son organizaciones que poseen personalidad jurídica propia, con la facultad de


celebrar convenios con la municipalidad, gobiernos regionales, servicios públicos
descentralizados y el gobierno central, con el fin de recibir aportes para resolver sus
necesidades y otorgar beneficios a la comunidad. Según lo anterior, la ley la clasifican
en:

Pueden ser OO. CC. territoriales: con el objetivo principal de fomentar el desarrollo
comunal y de los intereses de las personas de un determinado territorio, ejemplo de
ellas pueden ser: las Juntas de vecinos, los Centros de madres, Comité de Adelanto,
etc.

Respecto a las OO.CC. funcionales: estas pretenden representar y fomentar valores


específicos de la comunidad dentro de la comuna, destacándose las instituciones de
educación de carácter privado, Centro de padres y apoderados, centros culturales,
clubes deportivos, etc.

19
Conclusión

La participación ciudadana a nivel local, para el caso chileno se ha visto favorecida


desde el retorno de la democracia en 1990, con las primeras elecciones de sus
autoridades en 1992, lo cual permitió democratizar todas sus autoridades locales a nivel
nacional. Cuya profundización, se efectuó en el sistema con las elecciones de 1996 y
del 2000, legitimando e institucionalizando la forma de escoger a las autoridades.

Conjuntamente, se avanzó en reformas para mejorar los mecanismos de participación,


especialmente después de las reformas introducidas en 1999, que obligó a cada
municipio a generar su propia Ordenanza de Participación Ciudadana. Tal aspecto
generó movilidad dentro de los sectores vecinales por mejorar su acceso a las
decisiones locales, y por tanto ayudo a la gobernabilidad de la autoridad en manos
del alcalde.

Aunque sólo a partir de las elecciones municipales del 2004, se escoge en forma
directa al alcalde, la legitimidad alcanzada en la descentralización tanto política,
como funcional, ha dado a las administraciones locales chilenas gran importancia a la
hora de aterrizar las políticas públicas del gobierno.

Las condiciones están dadas para la generación de mayor interacción entre los
ciudadanos, la sociedad civil y las autoridades municipales, del mismo modo los
mecanismos instituidos para generar una efectiva participación ciudadana. Sólo es
tiempo de ver cómo se comportan y motivan los actores relevantes dentro la arena
local, cuál será su utilidad, y cuáles serán sus inquietudes. En tanto, es de esperar que
los niveles de participación se incrementen, en la medida que la misma ciudadanía
este dispuesta a generar una mayor articulación de sus intereses e inquietudes locales,
acompañada del fortalecimiento de transparencia en la gestión local, lo que brindará
a su vez legitimidad sobre los actos y por tanto gozará de gobernabilidad local.

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