Existen 4 principios que deben ser respetados en los trasplantes,
el primero es el de la indisponibilidad del cuerpo humano, que reviste dos aspectos: la gratuidad y el respeto de la integridad del cuerpo humano. El respeto a la integridad del cuerpo humano prohíbe también toda forma de agresión a la persona, con dos requisitos importantes: el previo consentimiento del donante y que el acto de extraer un órgano posea una finalidad terapéutica. El segundo principio es el del consentimiento previo del donante, vivo o muerto. El tercer principio se refiere a la extracción de órganos de personas en estado de muerte cerebral. El cuarto principio es el de anonimato, cuando el tras plante no se hace en beneficio de un pariente directo del donante.
Existen muchos problemas éticos sobre trasplantes, sin embargo,
no se solucionan siguiendo estos principios, si no al contrario se olvidan de estos. La única norma universal válida, como es frecuente en materia de ética, es la dignidad humana, que señala reglas intangibles y respetables en todo tiempo. Queda por tanto para la conciencia y la competencia de los equipos médicos el cuidado de manejar lo mejor posible esa dignidad.