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FALLOS DE CORTE GIROLDI, MAZZAO Y MENDEZ Impreso
FALLOS DE CORTE GIROLDI, MAZZAO Y MENDEZ Impreso
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DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO - 07) Tratados internacionales - a) Cuestiones generales
La integración entre los principios recibidos por la comunidad internacional para la protección de los derechos
inherentes a la persona con el sistema normativo de punición nacional, fue una de las pautas básicas sobre la que se
construyó todo el andamiaje institucional que impulsó a la Convención Constituyente de 1994 a incorporar los
tratados internacionales como un orden equiparado a la Constitución Nacional misma.
DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO - 07) Tratados internacionales - b) En particular
DERECHO PENAL - 11) Derecho penal internacional
El art. 25 , en relación con el art. 1.1 Convención Americana sobre Derechos Humanos, obliga al Estado a garantizar a
toda persona el acceso a la administración de justicia y, en particular, a un recurso rápido y sencillo para lograr, entre
otras resultados, que los responsables de las violaciones de los derechos humanos sean juzgados y obtener una
reparación del daño sufrido.
DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO - 07) Tratados internacionales - b) En particular
DERECHO PENAL - 11) Derecho penal internacional
El hecho de que los juicios criminales por violaciones de los derechos humanos -desapariciones, ejecuciones
sumarias, torturas, secuestros- cometidos por miembros de las Fuerzas Armadas hayan sido cancelados, impedidos o
dificultados por las leyes 23492 , 23521 y el decreto 1002/1989 , resulta violatorio de los derechos garantizados por
la Convención Americana sobre Derechos Humanos .
DERECHO PENAL - 11) Derecho penal internacional
Los delitos que implican una violación de los más elementales principios de convivencia humana civilizada, quedan
inmunizados de decisiones discrecionales de cualquiera de los poderes del Estado que diluyan los efectivos remedios
de los que debe disponer el Estado para obtener el castigo.
DERECHO PENAL - 11) Derecho penal internacional
Los principios que, en el ámbito nacional, se utilizan habitualmente para justificar el instituto de la cosa juzgada y ne
bis in idem no resultan aplicables respecto de delitos contra la humanidad.
DERECHO PENAL - 11) Derecho penal internacional
DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO - 07) Tratados internacionales - b) En particular
Los Estados Nacionales tienen la obligación de evitar la impunidad, definida como la falta en su conjunto de
investigación, persecución, captura, enjuiciamiento y condena de los responsables de las violaciones de los derechos
protegidos por la Convención Americana sobre Derechos Humanos .
DERECHO PENAL - 11) Derecho penal internacional
DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO - 07) Tratados internacionales - a) Cuestiones generales
El art. 27 CN. impide la aplicación de un tratado internacional que prevea la posibilidad de aplicación retroactivo de
la ley penal, en tanto el principio de legalidad que consagra el nullum crimen nulla poena sine lege praevia es
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innegablemente un principio de derecho público establecido en esta Constitución -del voto en disidencia del Dr.
Fayt-.
DERECHO PENAL - 11) Derecho penal internacional
A partir de lo resuelto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos han quedado establecidas fuertes
restricciones a las posibilidades de invocar la defensa de cosa juzgada para obstaculizar la persecución penal
respecto de conductas violatorias de los derechos humanos.
DERECHO PENAL - 11) Derecho penal internacional
Los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad, dondequiera y cualquiera que sea la fecha en que se
hayan cometido, serán objeto de una investigación, y las personas contra las que existan pruebas de culpabilidad en
la comisión de tales crímenes serán buscadas, detenidas, enjuiciadas y, en caso de ser declaradas culpables,
castigadas.
DERECHO PENAL - 11) Derecho penal internacional
DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO - 07) Tratados internacionales - b) En particular
El derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, en diversos tratados y documentos prescriben la
obligación por parte de toda la comunidad internacional de "perseguir", "investigar" y "sancionar adecuadamente a
los responsables" de cometer delitos que constituyen graves violaciones a los derechos humanos.
DERECHO PENAL - 11) Derecho penal internacional
Los crímenes de lesa humanidad son serios actos de violencia que dañan a los seres humanos al golpear lo más
esencial para ellos: su vida, su libertad, su bienestar físico, su salud y/o su dignidad; son actos inhumanos que por su
extensión y gravedad van más allá de los límites de lo tolerable para la comunidad internacional, la que debe
necesariamente exigir su castigo.
DERECHO PENAL - 11) Derecho penal internacional
DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO - 07) Tratados internacionales - b) En particular
La más alta fuente del derecho internacional se impone a los Estados y prohíbe la comisión de crímenes contra la
humanidad, incluso en épocas de guerra; no es susceptible de ser derogada por tratados en contrario y debe ser
aplicada por los tribunales internos de los países independientemente de su eventual aceptación expresa.
DERECHO PENAL - 02) Ley penal - b) Principio de legalidad
Las fuentes difusas -como característica definitoria de la costumbre internacional- son claramente incompatibles con
el principio de legalidad -del voto en disidencia del Dr. Fayt-.
DERECHO PENAL - 11) Derecho penal internacional
Existía, a la fecha de comisión de los actos, un orden normativo formado por la convenciones y por la práctica
consuetudinaria internacional, que consideraba inadmisible la comisión de delitos de lesa humanidad ejecutados por
funcionarios del Estado y tales hechos debían ser castigados por un sistema represivo que no necesariamente se
adecuara a los principios tradicionales de los Estados Nacionales para evitar la reiteración de tales aberrantes
crímenes.
DERECHOS Y GARANTÍAS - 15) Garantías constitucionales - c) Debido proceso legal - 10.- Non bis in idem
El principio ne bis in idem nació como garantía de seguridad individual propia de un Estado de Derecho; se apoya en
el respeto al individuo que ya ha sufrido la persecución del Estado contra la reiteración del ejercicio de la pretensión
punitiva -del voto en disidencia del Dr. Fayt-.
DERECHOS Y GARANTÍAS - 15) Garantías constitucionales - c) Debido proceso legal - 01.- Generalidades
DERECHO PENAL - 11) Derecho penal internacional
DERECHO PENAL - 02) Ley penal - b) Principio de legalidad
El principio de legalidad que consagra el nullum crimen nulla poena sine lege praevia deba ser respetado
estríctamente, incluso tratándose de los denominados crímenes de lesa humanidad -del voto en disidencia del Dr.
Fayt-.
DERECHOS Y GARANTÍAS - 15) Garantías constitucionales - c) Debido proceso legal - 10.- Non bis in idem
La prohibición de la doble persecución penal no veda únicamente la aplicación de una nueva sanción por el mismo
hecho anteriormente perseguido, sino también la exposición al riesgo de que ello ocurra mediante un nuevo
sometimiento a juicio de quien ya lo ha sufrido por el mismo hecho.
PENAS - 06) Extinción - c) Indulto
DERECHO PENAL - 11) Derecho penal internacional
Indultar a procesados partícipes de cometer delitos de lesa humanidad, implicaría contravenir el deber internacional
que tiene el Estado de investigar, y de establecer las responsabilidades y sanción.
PENAS - 06) Extinción - c) Indulto
DERECHO PENAL - 11) Derecho penal internacional
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DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO - 07) Tratados internacionales - b) En particular
Le corresponde a la Corte declarar la imposibilidad constitucional de indultar a autores y partícipes de crímenes de
guerra o de crímenes lesa humanidad, pues dicho acto de gobierno conlleva de modo inescindible la renuncia a la
verdad, a la investigación, a la comprobación de los hechos, a la identificación de sus autores y a la desarticulación
de los medios y recursos eficaces para evitar la impunidad.
PENAS - 06) Extinción - c) Indulto
DERECHO PENAL - 11) Derecho penal internacional
DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO - 07) Tratados internacionales - b) En particular
Corresponde declarar inconstitucional el decreto del Poder Ejecutivo 1002/1989 que dispuso el indulto de quien es
sindicado por la comisión de delitos de lesa humanidad arts. 18 , 31 , 75, inc. 22 , 99, inc. 5 , 118 Constitución
Nacional; 1 , 8.4 y 25 Convención Americana sobre Derechos Humanos; y 14.7 Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos.
PENAS - 06) Extinción - c) Indulto
DERECHO PENAL - 11) Derecho penal internacional
DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO - 07) Tratados internacionales - b) En particular
Al momento de la promulgación del decreto 1002/1989 existía un doble orden de prohibiciones de alto contenido
institucional que rechazaba toda idea de impunidad respecto de los Estados Nacionales: por un lado, un sistema
internacional imperativo que era reconocido por todas las naciones civilizadas y, por otra parte, un sistema
internacional de protección de los derechos humanos constituido, entre otros, por la Convención Americana sobre
Derecho Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos .
PENAS - 06) Extinción - c) Indulto
DERECHO PENAL - 11) Derecho penal internacional
DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO - 07) Tratados internacionales - b) En particular
El indulto importa la indulgencia, la clemencia, la gracia, el perdón social, ejercido por el órgano del jefe del Estado, a
favor de aquellas personas a cuyo respecto las leyes penales, en su aplicación a casos concretos, resultan de una
severidad imprevista y desproporcionada.
PENAS - 06) Extinción - c) Indulto
Los indultos a personas procesadas son inconstitucionales, porque implican una injerencia del Poder Ejecutivo en la
jurisdicción exclusiva del Poder Judicial, lo cual atenta contra la división de poderes que sustenta nuestro sistema
republicano de gobierno (del voto en disidencia parcial de la Dra. Argibay).
PENAS - 06) Extinción - c) Indulto
DERECHO PENAL - 11) Derecho penal internacional
Indultar a condenados por delitos de lesa humanidad contraviene el deber que tiene el Estado de aplicar sanciones
adecuadas a la naturaleza de tales crímenes.
PROCESO PENAL (EN GENERAL) - 05) Extinción de la acción penal - d) Prescripción - 07.- Procedimiento
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Conceder eficacia ex post a normas que prolonguen los plazos de prescripción o establezcan derechamente la
imprescriptibilidad de la acción penal afecta al requisito de lex praevia exigido por el principio de legalidad
establecido en el art. 18 Constitución Nacional -del voto en disidencia del Dr. Fayt-.
PENAS DERECHO PENAL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO DERECHOS Y GARANTÍAS PROCESO PENAL (EN
GENERAL) CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN
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II. 1. El tribunal oral condenó a Nancy N. Méndez a la pena de cuatro años de reclusión como autora del delito de
homicidio atenuado por haberse cometido en estado de emoción violenta.
Practicado por secretaría el cómputo de la pena impuesta, y ya firme la sentencia, la defensa solicitó la declaración
de inconstitucionalidad del art. 24 CPen. por resultar violatorio de la garantía de igualdad ante la ley y la presunción
de inocencia, así como también de la razonabilidad de los actos de gobierno y de la garantía contra toda detención
arbitraria -arts. 16 , 18 y 28 CN. (1), 7 inc. 3, 8 inc. 2 y 24 Convención Americana de Derechos Humanos (2) y arts. 9 ,
14 , incs. 1 y 2 y 26 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (3)-; petición que fue favorablemente resuelta
por la mayoría del tribunal al considerar, sintéticamente, que la contabilización de dos días de prisión preventiva por
cada uno de reclusión carece actualmente de razonabilidad, al no hallarse prevista diferencia alguna entre ambos
regímenes de ejecución.
Abierta la vía recursiva ante la Cámara de Casación por la apelación de este Ministerio Fiscal, el a quo resolvió
declarar la nulidad del fallo sobre la base de que desconoce los principios de progresividad y preclusión e
inalterabilidad de la cosa juzgada, puesto que una vez firme la sentencia condenatoria no puede admitirse revisar de
modo indirecto la constitucionalidad de la especie de pena impuesta; poniéndose de relieve la extemporaneidad del
planteo de inconstitucionalidad de la defensa, en tanto fue al notificarse de aquélla que tomó conocimiento de la
especie de pena y las consecuencias que trae aparejadas.
2. La defensa tacha la sentencia de arbitraria, en la medida en que, conforme a su criterio, resuelve la cuestión en
forma dogmática, apartándose del debido proceso penal, de manera que obstaculiza el análisis constitucional de
fondo mediante limitaciones pretorianas que no encuentran justificación ni en la letra de la ley ni en su espíritu.
En cuanto a la sustancia, centró su agravio, por un lado, en que la distinción en el modo de computar los días de
detención cautelar, según la especie de pena, deviene arbitraria y carente de razón frente a la unificación del
régimen de ejecución penal vigente; y por el otro, en la desigualdad que implica, en el caso de una condena por
idéntico lapso, la prolongación de la privación de libertad para aquel imputado que permaneció en prisión
preventiva en parangón con el que no cumplió tiempo alguno en esa condición.
3. Con base en el carácter restrictivo de la doctrina sobre arbitrariedad de sentencias, y al considerar que lo decidido
se halla debidamente fundado, el fiscal descartó la existencia de una cuestión federal suficiente, a cuyos
fundamentos y conclusiones la Cámara se remitió para no hacer lugar al recurso extraordinario por ausencia de
arbitrariedad.
Ese pronunciamiento es el que motiva esta presentación directa ante V.E., en la que se renuevan los argumentos
vertidos en las instancias anteriores, afirmándose la existencia de una cuestión federal simple al hallarse en conflicto
una ley nacional con los preceptos del texto constitucional, sobre la cual corresponde exclusivamente a la Corte
expedirse, habiéndose extralimitado tanto el fiscal como la Cámara al pronunciarse sobre la existencia de la
arbitrariedad y la violación del principio de igualdad ante la ley, en tanto excedería la evaluación del aspecto formal
que les compete.
Alega, finalmente, que la denegación de la apelación federal extraordinaria adolece de arbitrariedad por tratarse de
una remisión a los argumentos del fiscal, quien se arroga facultades que no le corresponden y no rebate su planteo.
III. En cuanto a la admisibilidad de la queja, y en respuesta a los agravios de la parte, cabe señalar, en primer lugar,
que el hecho de haberse remitido el auto denegatorio a los fundamentos del dictamen del fiscal no descalifica al
pronunciamiento como acto judicial (Fallos 291:188 [4], 296:363 , 308:2352 , 319:308 , entre otros).
En segundo lugar, si bien es la Corte la que en última instancia ha de resolver si existe o no el supuesto de
arbitrariedad, que como cuestión federal puede dar lugar a su jurisdicción extraordinaria, ello no impide a la Cámara
de Casación expedirse fundadamente al respecto. Antes bien, y contrariamente a lo que arguye la recurrente, recae
sobre ella, en este caso, la carga de valorar si prima facie los agravios cuentan con fundamentos suficientes para
darle sustento, so pena de que la providencia no dé satisfacción a los requisitos indispensables para la obtención de
su finalidad (conf. Fallos 314:1081 y sus citas; ver, asimismo, Fallos 319:1213 [5] y 323:1247).
Por último, más allá de que pareciera un contrasentido que la defensa alegue que ha mediado una elusión arbitraria
en el tratamiento de la cuestión constitucional para luego agraviarse porque el fiscal se habría extralimitado, y por
transitividad el a quo, al sostener, para rechazarle el recurso extraordinario, que la norma cuestionada no importa
una violación al principio de igualdad ante la ley, lo cierto es que el reenvío de la sala se ciñó a la "ausencia de
arbitrariedad", y las restantes consideraciones aparecen a modo de obiter dicta para dotar de mayor fuerza de
convicción a la opinión vertida (ver Fallos 292:84 , voto de los Dres. Enrique S. Petracchi y Julio Oyhanarte en Fallos
313:1392 ).
Sin perjuicio de ello, demostrativo de la ineficacia de los argumentos de la recurrente para impugnar la denegación y
prosperar la apelación directa, en mi opinión, el recurso extraordinario adolece de serias deficiencias de
fundamentación que obstan a su procedencia, en tanto la crítica de la parte no rebate eficazmente los fundamentos
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de hecho y derecho procesal en que estriba la resolución adoptada por el a quo, limitándose a proponer una
solución jurídica diferente.
En efecto, de la lectura de la sentencia y los agravios de la impugnación se advierte que esta última no presenta
argumentos conducentes que pongan en evidencia, en forma decisiva, deficiencias que permitan demostrar que
aquélla no constituye una derivación razonada del derecho vigente con aplicación a las particulares circunstancias de
la causa y que de tal suerte afecte la garantía de la defensa en juicio y el debido proceso (doctrina de Fallos
321:2663, entre muchos otros).
Al respecto se observa que mientras reedita los fundamentos que condujeron a la declaración de
inconstitucionalidad por parte del tribunal oral, insistiendo sobre el punto, omite la refutación de los argumentos
expuestos por la Cámara, vinculados principalmente con la salvaguarda de los principios de progresividad y
preclusión de los actos procesales cumplidos en legal forma, y la intangibilidad de la cosa juzgada; criterios éstos que
impedían nuevos planteamientos respecto de los efectos de la pena aplicada y, por ende, la posibilidad de discutir la
adecuación constitucional del modo de computar la prisión preventiva en los casos en que se aplicara condena de
reclusión.
Esta circunstancia resulta de particular relevancia, pues aun cuando se admitiera la índole federal del planteamiento
de fondo introducido por la defensa, estimo que el a quo no ingresó en esta cuestión principal, sino que resolvió, en
el marco de sus atribuciones (art. 471 [6] y concs. CPPN.), en base a consideraciones de hecho y derecho procesal
-extemporaneidad del agravio y la imposibilidad de los jueces de la causa de rever las consecuencias de la pena
impuesta-, que, más allá de su acierto o error o lo opinable de lo decidido, no compete a V.E. revisar cuando no se
demuestra que el pronunciamiento impugnado contenga en estos aspectos graves defectos de fundamentación o de
razonamiento que lo hagan inválido como acto jurisdiccional (Fallos 313:946 , 315:2780 [7], 316:2747 [8], 322:792 y
323:629 ), máxime que se trata de cuestiones propias de los jueces de la causa y ajenas, como regla y por su
naturaleza, al recurso presentado (Fallos 319:695 y sus citas).
Es que, en principio, las decisiones que declaran la improcedencia de los recursos deducidos ante los tribunales de la
causa no justifican -dada su naturaleza procesal- el otorgamiento de la apelación extraordinaria (Fallos 302:1430 ,
307:474 , 311:357 [9] y 313:77 ), y si bien el tribunal admite excepciones en los casos en que se verifica un
apartamiento de las constancias del proceso o una carencia de fundamentación suficiente o exista un exceso en el
examen formal de los requisitos que debe reunir la apelación (Fallos 325:107, 109 y 1549), entiendo que en el
presente caso no se dan tales condiciones.
Ello, por cuanto la mera invocación de la doctrina de la Corte no alcanza para tener por configurado tal supuesto,
cabe enfatizarlo, de excepción y la recurrente no acierta a poner en evidencia la manera en que lo decidido
importaría un menoscabo de la garantía constitucional de la defensa en juicio y el debido proceso, limitándose a
proponer una interpretación distinta del remedio procesal escogido -arguye que ante el tribunal oral se articuló una
nulidad, que únicamente puede prosperar contra actos ya cumplidos- y de cómo ello, siempre en su opinión, privaría
a su planteo de la extemporaneidad que el a quo le atribuye.
Máxime si se repara en que -para la hipótesis de admisión de la materia federal-, por regla, la decisión del tribunal
apelado en el sentido de no haberse planteado oportunamente la cuestión federal es irrevisable en instancia
extraordinaria, salvo supuesto de arbitrariedad (Fallos 248:584 , 257:44 , 274:288, 293:320 , entre otros), y no media
en la sentencia recurrida pronunciamiento sobre aquella cuestión, situación que haría indiferente la forma y
oportunidad de su planteamiento (Fallos 310:2200 , 311:1176 [10], entre otros).
Desde otra perspectiva, y en tanto tales circunstancias pueden, en determinadas condiciones, implicar una
morigeración de los óbices formales (Fallos 312:185 , 461 , 1351 y 1904; 314:791 [11]; 322:1605 , entre otros),
tampoco se advierte la restricción de un derecho personalísimo que exija tutela inmediata, pues Méndez goza de
libertad condicional a partir del 29/11/2002 (conf. fs. 872/874 vta. de los autos principales).
En síntesis, soy de la opinión de que la sentencia contiene los fundamentos mínimos de hecho y derecho procesal,
no rebatidos por la defensa, que, más allá de su acierto o error, excluyen su descalificación en los términos de la
doctrina sobre arbitrariedad (Fallos 315:2780, 316:2747, 322:792 , 323:629 ).
IV. Por todo lo expuesto, es mi opinión que corresponde rechazar la presente queja.- Luis S. González Warcalde.
Buenos Aires, febrero 22 de 2005.- Considerando: 1. Que el Tribunal Oral en lo Criminal n. 7 de esta ciudad condenó
a Nancy N. Méndez a la pena de cuatro años de reclusión como autora del delito de homicidio atenuado por haberse
cometido en estado de emoción violenta -art. 81 inc. a CPen.- (fs. 595/639).
2. Que una vez firme la sentencia se practicó el cómputo de la pena impuesta a la nombrada teniendo en cuenta que
había estado detenida en prisión preventiva durante siete meses y tres días (fs. 640); pero este cálculo fue
cuestionado por su defensor oficial -en la oportunidad que contempla el art. 493 CPPN.- con fundamento en la
invalidez del art. 24 CPen., en cuanto establece que por dos días de prisión preventiva se computará uno de
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reclusión, pues consideró que consagra un mecanismo de compensación de la prisión preventiva que devino
irracional frente a las sucesivas leyes de ejecución que establecieron la equiparación de las penas privativas de la
libertad (fs. 643/646).
3. Que el tribunal oral hizo lugar al planteo de inconstitucionalidad y, en consecuencia, fijó una nueva fecha de
vencimiento de la pena con arreglo al cómputo establecido para la prisión (fs. 680/691), lo que motivó que el fiscal
promoviera la instancia casatoria (695/701).
4. Que la sala 3ª de la Cámara Nacional de Casación Penal declaró la nulidad del fallo recurrido por considerar -según
el voto de la mayoría de sus miembros- que resultó violatorio de los principios de preclusión y cosa juzgada, toda vez
que encontrándose firme la sentencia condenatoria a cuatro años de reclusión "resultaba imposible en la etapa de
ejecución revisar de modo indirecto la validez constitucional de este tipo de pena echando mano a la declaración de
inconstitucionalidad del art. 24 CPen." (fs. 729/733).
5. Que contra dicho pronunciamiento la defensa interpuso el recurso extraordinario federal (fs. 753/756) -cuya
denegación origina la presente queja- en el que se expresan agravios que hacen aplicable la doctrina de la
arbitrariedad que habilita la jurisdicción de esta Corte, pues aunque atañen a materias que -como regla- son
extrañas a la instancia del art. 14 ley 48 (12), ello no es óbice para su consideración cuando la decisión respectiva
carece de fundamentación válida que la sustente, por no constituir una derivación razonada de las constancias de la
causa.
6. Que ello es lo que ocurre en el presente caso, toda vez que el fallo apelado dio un alcance inadecuado a lo que fue
materia de decisión en la modificación del cómputo -con motivo de una impugnación efectuada en la oportunidad
procesal pertinente-, donde no se examinó la validez constitucional de la pena de reclusión sino de la desigual
imputación de la prisión preventiva a la reclusión (art. 24 CPen.), cuestión que era propia de la etapa de ejecución y
ajena al ámbito del recurso contra la sentencia condenatoria.
7. Que, en tales condiciones, el a quo efectuó una errónea comprensión de las resoluciones anteriormente dictadas
que lo llevó a predicar un estado de preclusión o cosa juzgada notoriamente extraño a las constancias de la causa,
incurriendo de esta manera en una deficiente fundamentación que descalifica el fallo como acto judicial.
8. Que, por lo demás, cabe destacar -habida cuenta de las consideraciones formuladas a mayor abundamiento en la
sentencia apelada- la acertada decisión del tribunal oral que corrigió el cómputo de fs. 640, dado que la pena de
reclusión debe considerarse virtualmente derogada por la ley 24660 (13) de Ejecución Penal, puesto que no existen
diferencias en su ejecución con la de prisión, de modo tal que cada día de prisión preventiva debe computarse como
un día de prisión, aunque ésta sea impuesta con el nombre de reclusión.
Por ello, y oído el procurador fiscal, se hace lugar a la queja, se declara procedente el recurso extraordinario y se
deja sin efecto la sentencia apelada. Hágase saber, acumúlese la queja al principal y remítase.- Enrique S. Petracchi.-
Juan C. Maqueda.- Eugenio R. Zaffaroni. Según su voto: Augusto C. Belluscio.- Antonio Boggiano.- Elena I. Highton de
Nolasco.
VOTO DE LOS DRES. BELLUSCIO, BOGGIANO Y HIGHTON DE NOLASCO.- Considerando: 1. Que el Tribunal Oral en lo
Criminal n. 7 de esta ciudad condenó a Nancy N. Méndez a la pena de cuatro años de reclusión como autora del
delito de homicidio atenuado por haberse cometido en estado de emoción violenta -art. 81 inc. a CPen.- (fs.
595/639).
2. Que una vez firme la sentencia se practicó el cómputo de la pena impuesta a la nombrada teniendo en cuenta que
había estado detenida en prisión preventiva durante siete meses y tres días (fs. 640); pero este cálculo fue
cuestionado por su defensor oficial -en la oportunidad que contempla el art. 493 CPPN.- con fundamento en la
invalidez del art. 24 CPen., en cuanto establece que por dos días de prisión preventiva se computará uno de
reclusión, pues consideró que consagra un mecanismo de compensación de la prisión preventiva que devino
irracional frente a las sucesivas leyes de ejecución que establecieron la equiparación de las penas privativas de
libertad (fs. 643/646).
3. Que el tribunal oral hizo lugar al planteo de inconstitucionalidad y, en consecuencia, fijó una nueva fecha de
vencimiento de la pena con arreglo al cómputo establecido para la prisión (fs. 680/691), lo que motivó que el fiscal
promoviera la instancia casatoria (fs. 695/701).
4. Que la sala 3ª de la Cámara Nacional de Casación Penal declaró la nulidad del fallo recurrido por considerar -según
el voto de la mayoría de sus miembros- que resultó violatorio de los principios de preclusión y cosa juzgada, toda vez
que encontrándose firme la sentencia condenatoria a cuatro años de reclusión "resultaba imposible en la etapa de
ejecución revisar de modo indirecto la validez constitucional de este tipo de pena echando mano a la declaración de
inconstitucionalidad del art. 24 CPen." (fs. 729/733).
5. Que contra dicho pronunciamiento la defensa interpuso el recurso extraordinario federal (fs. 753/756) -cuya
denegación origina la presente queja- en el que se expresan agravios que hacen aplicable la doctrina de la
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arbitrariedad que habilita la jurisdicción de esta Corte, pues aunque atañen a materias que -como regla- son
extrañas a la instancia del art. 14 ley 48, ello no es óbice para su consideración cuando la decisión respectiva carece
de fundamentación válida que la sustente por no constituir una derivación razonada de las constancias de la causa.
6. Que ello es lo que ocurre en el presente caso, toda vez que el fallo apelado dio un alcance inadecuado a lo que fue
materia de decisión en la modificación del cómputo -con motivo de una impugnación efectuada en la oportunidad
procesal pertinente-, donde no se examinó la validez constitucional de la pena de reclusión sino de la desigual
imputación de la prisión preventiva a la reclusión (art. 24 CPen.), cuestión que era propia de la etapa de ejecución y
ajena al ámbito del recurso contra la sentencia condenatoria.
7. Que, en tales condiciones, el a quo efectuó una errónea comprensión de las resoluciones anteriormente dictadas
que lo llevó a predicar un estado de preclusión o cosa juzgada notoriamente extraño a las constancias de la causa,
incurriendo de esta manera en una deficiente fundamentación que descalifica el fallo como acto judicial.
Por ello, y oído el procurador fiscal, se hace lugar a la queja, se declara procedente el recurso extraordinario y se
deja sin efecto la sentencia apelada. Hágase saber, acumúlese la queja al principal y remítase.
NOTAS:
(1) LA 1995-A-26 - (2) LA 1994-B-1615 - (3) LA 1994-B-1689 - (4) JA 28-1975, índice 131, sum. 1 - (5) JA 1997-I-54 - (6)
LA 1991-C-2806 - (7) JA 1993-III, síntesis - (8) JA 1995-III, síntesis - (9) JA 1989-I-933 - (10) JA 1989-II-21 - (11) JA 1991-
IV-156 - (12) ALJA 1853-1958-1-14 - (13) LA 1989-A-51.