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Unidad 1 / Escenario 2

Lectura fundamental

Consolidación de la psicometría
como rama de la psicología:
pruebas psicométricas

Contenido
1 La psicometría como rama de la psicología

2 Importancia de la medición en psicología

Palabras clave: medición, pruebas psicométricas, estandarización, psicometría, constructo.


1. La psicometría como rama de la psicología
La consolidación de la psicometría como rama de la psicología ha estado guiada por las
necesidades sociales propias de cada momento histórico. En sus inicios, fue trabajo de los
filósofos adentrarse en el mundo del conocimiento del hombre, en términos del cuerpo y el
alma, hallando allí tanto similitudes como diferencias entre las personas. Luego, el devenir
de la ciencia trajo consigo un método riguroso y objetivo para el estudio de los fenómenos
psicológicos, el cual acaparó la mirada de los eruditos e investigadores de la época.

De la misma forma, las guerras gestadas entre países europeos y aliados, entre los cuales estaba
Estados Unidos, propiciaron un espacio en el que los recursos económicos y humanos, a la par de
las necesidades sociales, confluyeron para que los fisiólogos y psicólogos investigaran y
aportaran a la gestión del recurso humano en ese complejo contexto.

Luego de este periodo de guerras, las sociedades implicadas quedaron afectadas por las secuelas de
los combates. Familias desintegradas, duelos profundos, estrés, enfermedades físicas y psicológicas,
entre otras, eran los asuntos con los que la psicología debía lidiar. Esta situación demandó otro tipo de
avances en términos psicométricos, pues no se trataba ya de clasificar a los mejores para la
guerra, sino de favorecer el diagnóstico preciso bajo el cual se apoyarían los tratamientos que
venían avanzando.

Si bien la psicología era considerada como una disciplina científica, no una doctrina, debía acogerse a
los estándares científicos y, por ende, supeditar su desarrollo y consolidación al modelo matemático
para describir, explicar y predecir la conducta. Para responder a esta labor, se estableció en
1935 la Sociedad Psicométrica Americana, liderada por Louis Thurstone, con la cual se buscaba
consagrar a la psicología como una ciencia cuantitativa y racional, apoyada en la psicometría (Aragón,
2015). Fue así como la psicometría se fue consolidando como una rama de la psicología.

Considerada como un conjunto de métodos, técnicas y teorías encaminadas a medir variables


psicológicas, la psicometría tiene por objetivo brindar un modelo matemático para
transformar los hechos captados en forma de respuestas, en valores numéricos o datos
que después son interpretados en función de la teoría sobre la cual se fundamenta la
prueba (Muñiz, 2003).

La consolidación llega, según Muñiz (2003), cuando Spearman, en 1904, estableció la teoría
sobre los factores de inteligencia y el coeficiente de correlación, bajo un modelo estadístico
denominado modelo lineal clásico, el cual explica las puntuaciones y estima el nivel de error
de las mediciones cuando se miden atributos psicológicos, ya que el error no es observable
directamente. Lo anterior permitió fundar las bases para el desarrollo de pruebas psicométricas
válidas y confiables, conceptos que se trabajan a profundidad en la Unidad 3.

2
En
La psicometría se consolida como rama de la psicología a través de los avances en
estadística y la configuración de un modelo matemático que permitiría capturar las
respuestas dadas por las personas en datos numéricos con significado teórico. Con
ello, la psicología pudo apoyar sus postulados de manera objetiva, cuestión de la
que había adolecido hasta ese momento.

síntesis...
1.1. Principios básicos de las pruebas psicométricas

Todo test, según Thomas (2015), parte de algunos supuestos o principios bajo los cuales establece
sus mediciones. Uno de ellos tiene que ver con lo que desde los filósofos se había identificado
y es que existen diferencias individuales llamadas rasgos, que describen aspectos importantes de
las personas. Esta afirmación también supone que como seres humanos tenemos cosas en
común, como, por ejemplo, el uso de un lenguaje y la capacidad de responder a ciertos
estímulos físicos, pero no todos contamos con el mismo umbral o nivel de percepción frente a
dichos estímulos. Este principio
de igualdad y disparidad es relevante para la psicometría.
Un segundo principio corresponde a la posibilidad de medir esos rasgos. Es fundamental
establecer las formas en las que se mide y bajo qué parámetros, lo que implica elaborar
preguntas o reactivos apropiados para esos rasgos, los cuales deben ser susceptibles de ser
medidos. El tercer supuesto asume que todo rasgo tiene un grado de estabilidad o
permanencia, pues si el rasgo a medir varía de manera constante, cualquier prueba
tendrá problemas para cuantificarle.
Finalmente, se asume como supuesto que los rasgos tienen una relación directa con la
conducta observable. Cabe mencionar que lo que la psicología mide no son solo las
propiedades físicas
de los cuerpos, sino constructos que representan la cualidad psicológica no observable, pero
que teóricamente tienen relación con ciertos comportamientos que sí lo son. Para el caso de la
inteligencia, la cual representaría el constructo, lo que mide la prueba son acciones o
ejecuciones que dan cuenta de un tipo particular de razonamiento. Bajo este supuesto, se
afirmaría que, si la persona tiene un buen desempeño en la prueba, es poseedora de
esa inteligencia.
2. Importancia de la medición en psicología
De forma clásica se puede decir que lo que se mide en psicología es la conducta, por ser su
objeto de estudio, pero lo que en verdad se mide son los atributos de la conducta o atributos
psicológicos, como, por ejemplo, el rendimiento académico, el estrés, el bienestar, el
aprendizaje, etc.

Después de entrar en el mundo de la ciencia, la comunidad científica comenzó a cuestionar la


pertinencia de las propiedades objetivo de medición desde la psicología, preguntándose si el
concepto de medición aplicaba a los atributos no físicos, de los cuales se estaba ocupando la
psicología. En especial Ferguson y sus colaboradores (1940) afirmaban que la medida
psicológica que se proponía desde la psicometría no era posible, pues los atributos psicológicos no
eran observables ni manipulables empíricamente (Meneses, 2013). Este asunto lo resolvería
Stanley Stevens (1946) al redefinir el concepto de medición. Ahora medir comprendía: “Un
proceso de asignación de números a objetos
o acontecimientos de acuerdo con unas reglas” (p. 33). Producto de estas reglas, este psicólogo
estadounidense propuso las escalas: nominal, ordinal, de intervalo y de razón, sobre las cuales
se organizarían estadísticamente los datos. Gracias a esta nueva noción de medición, la psicología
puede conocer la magnitud del atributo presente en las personas y lo que se denominan constructos,
los cuales representan teóricamente la conexión entre esos atributos y las conductas
observables y medibles.

Bajo estas condiciones, la psicología ahora puede tomar decisiones más ajustadas a la
persona o grupo, apoyar diagnósticos, direccionar esfuerzos y fomentar soluciones. De allí la
importancia de la medición para el trabajo del psicólogo en cualquier contexto.

2.1. Tipos de pruebas

Con el desarrollo investigativo en el campo de la psicología desde la psicometría, se ha


logrado configurar diversos campos de acción que han ameritado ajustar los criterios, niveles y
tópicos de medición que permiten dar respuesta a las demandas que socialmente se le hace a la
disciplina, en especial, a la psicometría como rama encargada de generar datos contundentes
sobre propiedades observables y no observables de los seres humanos. A continuación, se
enuncian algunas categorías en las que se enmarcan los tipos de pruebas psicométricas
desarrolladas hasta el momento.
2.1.1. Pruebas de capacidad mental

Estas pruebas son las encargadas de evaluar la inteligencia o, en particular, alguna función ligada a
esta, como la memoria, el razonamiento, el pensamiento y el vocabulario, entre otras. En esta
categoría, existen pruebas que pueden evaluar de forma individual o grupal a niños o adultos.
Un ejemplo de prueba de aplicación individual es la prueba de inteligencia para adultos, la escala
Wechler WAIS, por sus siglas en inglés, o la prueba Stanford–Binet. Una de las pruebas de
aplicación grupal en esta categoría es la prueba de capacidad escolar Otis Lennon o la SAT
para universitarios (Thomas, 2015).

2.1.2. Pruebas de rendimiento

Estas pruebas son las más usadas y tienen por objetivo evaluar el nivel de conocimiento o
habilidad de un sujeto frente a un dominio particular. Suelen usarse en contextos académicos
de educación básica o universitaria, para obtener becas o certificar conocimientos, y las hay de
aplicación individual y grupal. Algunos ejemplos de este tipo de prueba son: la evaluación de
progreso educativo NAEP, la prueba de rendimiento Stanford o la prueba Iowa de habilidades
básicas. Existen también las pruebas
de rendimiento que buscan discriminar los problemas de aprendizaje, las cuales suelen ayudar a
apoyar diagnósticos sobre algún trastorno (Thomas, 2015).

2.1.3. Pruebas objetivas de personalidad

Las pruebas objetivas de personalidad son una subcategoría de las pruebas de personalidad que se fundamentan
en preguntas que se responden de manera dicotómica, es decir, verdadero/ falso o sí/no. Con ellas, se
busca conocer los rasgos de personalidad presentes en el sujeto e, incluso, identificar rasgos patológicos
como depresión, trastornos alimenticios, entre otros. Dentro de esta categoría, se pueden encontrar
pruebas para medir rasgos de personalidad como, por ejemplo, el test de personalidad de los 16 factores
de Cattell (16PF),
y pruebas para medir, además de los rasgos de personalidad, rasgos clínicos, como el caso del
inventario multifásico de personalidad Minnesota (MMPI).

De la misma manera, se encuentran pruebas no objetivas, denominadas así por poseer otra técnica para
evaluar, cuya lógica dista un poco del número y se apoya más en los datos cualitativos y la interpretación
del evaluador.
Acá se encuentran las pruebas proyectivas, que consisten en una tarea no estructurada como dibujar
un cuerpo humano, completar frases o reaccionar ante imágenes. Algunas de las más famosas en
esta categoría son la prueba Rorschach de manchas de tinta, la prueba del dibujo de la figura
humana y la prueba de la casa, el árbol y la persona (Thomas, 2015; Aragón, 2015).

2.1.4. Pruebas de intereses y actitudes

Son ampliamente usadas para guiar la toma de decisiones, sobre todo en estudiantes de
bachillerato o universidad. El objetivo de estas pruebas es identificar, con base en los
intereses vocacionales,
la mejor opción educativa u oficio a desempeñar. Algunas pruebas usadas en este campo
son el inventario de intereses sólidos o el de búsqueda de carrera Kuder. Existen también las
pruebas que se encargan de evaluar actitudes generales hacia temas de interés social como la
pena de muerte y la percepción frente a ciertos grupos étnicos o prácticas (Thomas,
2015).

2.1.5. Pruebas neuropsicológicas

El propósito de estas pruebas es ofrecer información sobre el funcionamiento del sistema nervioso central
en tareas específicas como el razonamiento, la memoria visual y verbal, la coordinación motriz, el
pensamiento abstracto, entre otras. Básicamente, se enfocan en evaluar las funciones cognitivas o
cerebrales de distinto nivel y de manera diferencial en niños o adultos. Por ejemplo, para niños está
la escala McCarthy de inteligencia y psicomotricidad y para adultos está la escala de inteligencia de
Wechsler (Thomas, 2015).

2.2. Premisas básicas

Las pruebas psicométricas, para ser consideradas como tal, deben cumplir como mínimo estas tres
premisas básicas, con miras a que sus medidas sean consideradas como dicientes de los atributos que
pretenden dar cuenta. La primera premisa tiene que ver con la objetividad. Esta consiste en
establecer previamente a la medición, un conjunto de normas determinadas y conocidas,
encaminadas a favorecer la obtención e interpretación de las puntuaciones de los sujetos, en
igualdad de condiciones. La prueba es objetiva, en la medida en que los sujetos están sometidos a
las mismas condiciones de medición y sus resultados son interpretados bajo los mismos
parámetros normativos.
La segunda premisa hace referencia a la estandarización de las medidas. Acá, los test
verdaderamente estandarizados establecen un procedimiento riguroso para la administración
(aplicación), corrección (calificación) e interpretación (análisis de los datos), con el fin de hacer de
este proceso un estándar que no depende de quien lo ejecuta, sino de las indicaciones
mismas de cada test.

Por último, los test tienen como premisa apoyar las inferencias que hacen, producto de los resultados en
una muestra representativa. La prueba, al ser aplicada a una porción estadísticamente representativa
de la población total, genera puntuaciones que permiten a los profesionales de la psicología hacer
inferencias generales sobre esos resultados. A este hecho se le denomina generalización de los
resultados.
Para ejemplificar este último principio, a continuación, se presenta un caso.

Un equipo de psicólogos quiere identificar los niveles de estrés que pueden presentar
los colaboradores de una empresa que tiene en su nómina 2.500 personas (total de la
población). Usando la fórmula matemática para calcular la muestra, se establece que esta
debería ser de 588 personas, que deben ser elegidas de manera aleatoria, por lo cual hay que
realizar un procedimiento en el que los 2.500 empleados tengan las mismas probabilidades de
participar del estudio. Al aplicar el test sobre estrés a esa muestra representativa, los
resultados obtenidos pueden ser usados para inferir que el resto de la población presenta los
mismos niveles de estrés que las personas que respondieron la prueba.

2.3. Criterios de selección

Como se ha visto a lo largo de la Lectura, las pruebas tienen en cuenta unos principios de
elaboración desde el modelo matemático, el cual debe estar ajustado a las condiciones humanas en
términos de rasgos medibles y cuantificables. Sin embargo, aunque las pruebas denominadas
psicométricas cumplen con estos principios, es tarea de quien hace uso de ellas, cumplir el objetivo
de conocer el estado de la propiedad medida. Es por esto que se deben tener en cuenta algunos
criterios para elegir una prueba que se ajuste a las necesidades del psicólogo, sobre todo en un campo
donde el listado de posibilidades es bastante amplio.

1. El principal criterio que debe cumplirse tiene que ver con la comprensión del
constructo a medir. Si teóricamente no se sabe lo suficiente sobre lo que se va a
medir, se podría caer en el error de pensar que sirve cualquier prueba que dice que
mide lo que yo quiero medir.

2. Es responsabilidad y trabajo del psicólogo conocer a profundidad la prueba que ha elegido.


Toda prueba psicométrica tiene un fundamento teórico que la respalda y que se
representa en cada apartado que la compone (ver Material de apoyo).
3. La prueba debe ser aplicable a la población con la que se pretende trabajar. Las buenas
pruebas informan el tipo de población con el cual debe ser usada, incluso especifican la
edad, si es de aplicación individual o grupal y si es autoaplicada (el sujeto lee y responde
solo) o heteroaplicada (el psicólogo hace las preguntas y registra la respuesta).

4. El test debe estar estandarizado, es decir, debe mostrar de manera rigurosa el procedimiento
de aplicación, calificación e interpretación.

5. Debe ser válido y confiable. Estos dos aspectos se trabajan más adelante, pero por ahora
es importante saber que la prueba debe medir lo que dice que mide (validez) y debe
hacerlo de manera consistente, arrojando resultados parecidos en un mismo sujeto
(confiable).

6. La prueba o test debe contar con la escala normativa denominada baremo, que
representa las puntuaciones derivadas o normativas con las cuales se transforman e
interpretan los puntajes directos obtenidos.

7. Identificar y entender las fortalezas y debilidades para al momento de usarlas minimiza el


error, así como manifestar en la interpretación que existen limitaciones en la prueba a las
cuales no escapan los resultados.
Referencias
Aragón, L. (2015). Evaluación psicológica: historia, fundamentos teórico-conceptuales y psicometría
(Segunda edición). México: Manual Moderno .

Ferguson, A., Myers, C. S., Bartlett, R. J., Banister, H., Bartlett, F. C., Brown, W., Campbell, N. R.,
Craik,
K. J. W., Drever, J., Guild, J., Houstoun, R. A., Irwin, J. O., Kaye, G. W. C., Philpott, S. J.
F., Richardson,
L. F., Shaxby, J. H., Smith, T., Thouless, R. H. y Tuker, W. S. (1940). Quantitative
estimates of sensory events: Final report of the committee oppointed to consider and reprot upon
the possibility of cuantitative estaimates of sensory event. Advancement of Science,
1, 331-349 .

Meneses, J. (2013). Psicometría. Barcelona, España:

Editorial UOC. Muñiz, J. (2003). Teoría clásica de los

test. Madrid: Pirámide.

Nunnally, J. C. y Bernstein, I. J. (1995). Teoría psicométrica. México: McGraw-

Hill . Stevens, S. S. (1946). On the theory of scales of measurement.

Science, 103, 667-680.

Thomas, P. H. (2015). Pruebas psicológicas: una introducción práctica (Segunda


edición). Bogotá, Colombia: Manual Moderno.
INFORMACIÓN TÉCNICA

Módulo: Psicometría
Unidad 1: Antecedentes de la Psicometría
Escenario 2: Consolidación de la psicometría como rama
de la psicología: pruebas psicométricas.

Autor: Yury Estefanía Perdomo

Asesor Pedagógico: Óscar Salazar


Diseñador Gráfico: Walter Rodríguez
B. Asistente: Alejandra Morales

Este material pertenece al Politécnico Grancolombiano.


Prohibida su reproducción total o parcial.

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