Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Francisco de Miranda
Francisco de Miranda
de Miranda, el Caballero de la
Libertad
José Rosario Araujo
Índice
Introducción
La Infancia y Juventud de Miranda
Miranda el Guerrero
Miranda el Viajero
Miranda y la Revolución Francesa
La Batalla de Valmy
Miranda y el Leander
Miranda en Venezuela
Introducción
Es apasionante conocer la vida de este venezolano universal como lo fue
Francisco de Miranda, insigne luchador por la libertad con una vida que
pareciese una novela de capa y espada.
Su vida se desarrolló entre conflictos bélicos, intrigas, conspiraciones para
terminar su vida tristemente en un encierro, aquella alma libre como el viento.
Su participación fue en tres guerras a favor de la libertad como lo fueron la
Independencia de Los Estados Unidos, la Revolución Francesa y la
Independencia de Venezuela.
Su nombre aparece en el Arco del Triunfo en París y su retrato se encuentra en
la Galería de los Personajes en el Palacio de Versalles y hasta su estatua se
encuentra en un lugar de honor en el Campo de Valmy en Francia.
Su ideal político sirvió para influir en Simón Bolívar para la creación de la
Gran Colombia y a Bernardo O’Higgins en la lucha por la emancipación de su
país.
Miranda navega solo en el libro que escribe aquella hada caprichosa llamada
Historia y viene a ser en esos tiempos compulsivos para los conservadores un
apasionado y peligroso jacobino con ideas peligrosas para la Patria y la
Religión, y después se convierte en un viejo revolucionario algo anacrónico
para muchos, como los jóvenes revolucionarios de 1811 en Venezuela.
Francisco de Miranda brilla con luz propia luchando cual Quijote para
alcanzar la quimera de la libertad. Es apasionante la vida de este caraqueño
que Napoleón Bonaparte lo llamo “Un Quijote sin locura” y en este trabajo
haremos un recorrido por la senda que recorrió aquel criollo llamado “el
primer criollo universal”.
MIRANDA EL GUERRERO*
José Rosario Araujo
En Madrid estudia Matemática, Francés y Geografía y hace recorridos para
conocer la ciudad. Visita edificios y monumentos de Madrid y socialmente el
joven venezolano acude a las plazas de toros y a los teatros empezando de esta
forma a crearse una vasta cultura y a formar su enorme biblioteca, que
contaba con libros de contenido muchos de ellos prohibidos por la Inquisición
de los cuales mantuvo una lista detallada en su archivo personal.
En 1772 solicita al Rey una plaza de oficial del Ejército y la obtiene por un
pago de 85000 reales de vellón y le fue concedida el 7 de enero mediante
escritura notarial como se acostumbraba en la época. El héroe caraqueño se
dedica a estudiar Táctica, Arte Militar, Ingeniería Militar, Fortificación y
Ataque de Plazas, materias que le servirán para una vida en donde las acciones
bélicas no brillaran por su ausencia. En los años de 1773 a 1775 nuestro héroe
presta servicios militares en Madrid, Granada, en el Norte de África y Cádiz y
es allí donde conoce al Coronel Juan Manuel Cajigal y John Turnbul.
En esa época Miranda participa en su primera hazaña militar destacada que es
la defensa de la ciudad de Melilla, acontecimiento ocurrido en África en las
que las tropas españolas se enfrentaron a las del Sultan Sidi Muhammed Ben
Abadía, Emperador de Marruecos. El criollo venezolano presenta al
Comandante español Juan Skarloch un plan para acabar con la artillería del
Sultan en una acción tipo comando que el dirigiría. En dicha acción recibiría
una herida en una pierna y su fusil seria destruido por una bala salvando por
poco su vida.
En 1780 participa en la expedición a La Habana y es nombrado Capitán del
Ejército de Aragón y Segundo Ayudante del General Cajigal.
En este año España se involucra en la Guerra por la Independencia con el fin
de conseguir ampliar sus territorios en Luisana y recuperar Florida, los
españoles preparan una expedición para combatir a Inglaterra en el Caribe
comandado por el Almirante José Solano. España inicia un ataque en contra
desde Luisana contra los ingleses y se prepara para arremeter contra Pensacola
en donde se unen la Flota Expedicionaria y las tropas españolas de Luisana.
Nuestro caraqueño se destaca en esta acción y es ascendido a Teniente Coronel
debido a su planificación y estudio del terreno. Desde ese sitio concibe
Miranda la idea de la libertad de su Patria y de toda América que sería llamada
Colombeia.
Dos años después Miranda se une a la expedición que sale para conquistar las
islas británicas de las Bahamas y le toca como ayudante de Cajigal negociar la
capitulación de esa plaza, desde allí parte a Haití.
En esos momentos los españoles preparaban una acción conjunta junto a los
franceses para invadir Jamaica y la persona idónea para planificar las
operaciones era el caraqueño por tener un conocimiento de la situación de los
ingleses en la zona, pero la situación no se concreto por un ataque preventivo
de los ingleses y dificultades de la flota francesa hizo que la invasión no se
diera.
Desde allí donde tendrá su primera acusación en donde se le culpaba de
permitir la visita del General ingles Campbell a las fortificaciones en la
Habana y es arrestado pero luego puesto en libertad gracias a las influencias
de su amigo Cajigal igualmente tiene una acusación del Tribunal de la
Inquisición por la posesión de libros prohibidos y pinturas obscenas.
No le valen a Miranda todas las acciones heroicas a favor de España y en la
Habana tiene que esconderse con la ayuda de Cajigal burlando así la
vigilancia del Gobernador para no ser sometido a prisión.
Junto con la ayuda de James Seagrove que le arregla su viaje en barco que lo
traslada a New Bern donde desembarca en 1783, exactamente un 10 de junio a
las cinco de la tarde y desde ese momento Francisco de Miranda se convertirá
en un trotamundo que recorrerá dos continentes ya con la idea de la libertad
de la América española.
*Capítulo extraído del libro “Francisco de Miranda Caballero de la Libertad”
de José Rosario Araujo.
MIRANDA EL VIAJERO*
José Rosario Araujo
Al llegar a Los Estados Unidos Miranda se empieza a relacionar con gente
importante y conoce al paladín de la libertad norteamericana George
Washington cuando este venia de recibir el control militar de Nueva York al
fin de la guerra. En el país estaba muy reciente la guerra por su Independencia
y se iniciaba la construcción y se discutía sobre la forma política que se
adoptaría, la pugna era entre el federalismo y la confederación.
Miranda se interesó por la arquitectura militar e hizo un estudio crítico sobre
sus defensas militares, demostró que conocía ampliamente su revolución y sus
sucesos. Viajo por Filadelfia, Charleston y Boston haciendo amistad con
personas del mundo de la política, de las artes y militar, entre los que se puede
nombrar a la familia Livingston en donde varios de ellos tenían altos cargos
políticos.
En esa familia había una joven llamada Susana, hija del Canciller Livingston y
se dice que tuvo una relación amorosa que Miranda se vio obligado a
suspender ya que en su posición no podía corresponderle. Una relación
matrimonia atarían al aventurero y el no estaba dispuesto a cambiar de vida.
El prócer caraqueño se dedica a estudiar el proceso de la Revolución
Norteamericana y se reúne con personajes como Jorge Washington, Alexander
Hamilton, Henry Knox, Samuel Adams y al Marqués Gilbert de la Lafayette.
Visito instituciones de la recién formada nación que le impresionaron como la
Biblioteca de New Port o el Princenton Collage, Rhode Island Collage y el
Cambridge Collage.
Su estadía en Los Estados Unidos solo es turbada por el conflicto de intereses
entre Francia y España, los franceses no querían que se supiese su
intervención contra Inglaterra en la invasión de Jamaica.
El gobierno español no cesaba los ataques contra el venezolano, enviando
informes acusándolo de traidor y desertor que fueron divulgados por los
franceses ya que Miranda era el único que podía hablar los detalles de las
operaciones de espionaje en Jamaica que era secreto de Estado.
En ese tiempo es cuando Miranda empieza a vislumbrar la Independencia de la
América española utilizando la ayuda de Inglaterra.
De Los Estados Unidos el futuro Precursor de la Independencia
Latinoamericana viaja a Inglaterra después de permanecer 18 meses en ese
país. Miranda aprovecha sus viajes para perfeccionar su cultura, llega a
conocer los principales idiomas occidentales, aprende a traducir del latín y del
griego. En los próximos cuatro años se dedica a viajar por Europa y visita
Holanda, Sajonia, Bohemia, Hungría, Italia y Grecia, visitando sitios
históricos, artísticos y culturales, pero siempre vigilado por espías del
gobierno español
En 1786 se traslada a Rusia en donde hace una amistad con el Príncipe
Potemkin. El criollo se había trasladado a ese país para ser testigo de las
maniobras militares preparadas por Federico el Grande. En Rusia tiene que
guardar un periodo obligatorio de cuarentena sanitaria más de un año y ahí
conoce la corte de Catalina II, Emperatriz de todas las Rusias.
Desde ese momento entre la mujer y el venezolano se establece una corriente
de amistad convirtiéndose en su favorito. Miranda es autorizado para usar el
Uniforme del Ejercito Ruso.
En esos tiempos se relaciona con el conde de Ségur, ministro de Francia, el
conde de Dillon, el coronel prusiano de Anhalt y el conde Dimitri Mamonoff,
amante titular de la emperatriz, y el rey de Polonia. Los militares buscaban la
compañía de Miranda para saber sus opiniones sobre la guerra. Las duquesas
lo sondeaban sobre el amor. Pero era con Catalina II, con quien el héroe se
veía más.
Desde ese momento sale la leyenda que la Emperatriz y Miranda fueron
amantes y ella en un furor de pasión cuando él le cuenta sus planes de libertar
su Patria esta le dice que su bandera será amarillo como su pelo, azul como sus
ojos y rojo como sus labios.
Miranda continúo su viaje junto a su amigo el Príncipe Potemkin llegándose
hasta Moscú en donde estableció amistad con la aristocracia rusa, teniendo
acceso a los archivos más secretos de la corte, estudio los tratados comerciales
y políticos que cayeron en sus manos.
Los españoles a la caza de Miranda se ofuscaron por la preferencia demostrada
hacia él por la nobleza moscovita, un hombre juzgado por desertor y traidor no
podía tener trato preferencial y trataron de arrestarlo y apelaron a la
extradición pero Catalina II lo protegió.
Nuestro héroe viaja a Finlandia y en Estocolmo es recibido por el Rey de
Suecia, Gustavo III, continua a Oslo y Coperhaguen. El gobierno español
sigue tratando de capturarlo, viaja a Hamburgo y Holanda en donde se cambia
de nombre llamándose el señor Meroff. Ya tiene 35 años y en Dinamarca es
acusado de ser espía de Catalina de Rusia por la prensa danesa, tratan de
extraditarlo a España pero el Rey de Dinamarca le da protección, pero el
inquieto viajero se aburrió en la corte y se llega a Alemania en donde imagina
la posibilidad de abrir un canal en Panamá que uniera al Mar Atlántico con el
Mar Pacifico al contemplar el canal que comunicaba el Báltico al Mar del
Norte.
En el año de 1789 llega a Paris en donde el venezolano viviría más aventuras
en búsqueda de la libertad.
*Capítulo extraído del libro “Francisco de Miranda Caballero de la Libertad”
de José Rosario Araujo.
Miranda y el Leander
En el año de 1806 Miranda tiene planes para realizar unas acciones para
promover la libertad de la América hispánica con ese fin desembarca en
Nueva York proveniente de Londres y se reúne con el Coronel William Smith
que fungía como Inspector del Puerto de Nueva York, Samuel Orden, armador
que tenía relaciones comerciales con Haiti y Thomas Lewis, propietario de una
casa de comercio en Haití que era amigo de Petion. El fin de esas reunió era
conseguir los recursos necesarios para alquilar un barco de 180 toneladas con
18 cañones que bautizó como el Leander en honor de su hijo mayor. Miranda
recluta 200 hombres en los muelles de Los Estados Unidos y son
capitaneados por Thomas Lewis. Se encargaron de reclutarlos en los muelles
de Nueva Cork o en las tabernas de Brooklyn entre gente sin trabajo. Entre el
grupo existe un granjero de Vermont llamado Peter Rose, que nunca había
estado en el mar, John Edsall, un adolescente y Moses Smith, antiguo
carnicero que quería cambiar de profesión.
Entre las cosas que contaba la expedición era una imprenta con la cual se
planeaba realizar planfetos, además de 500 fusiles, pólvora, plomo y piedras
de chispa y zarpan del Nueva York el 23 de Enero y el día 26 bajan por el río
Hudson y se dirigen a Jacmel en Haití. El Precursor no se encontraba a bordo
de la embarcación. Dos días después se embarca en el Leander. Las
autoridades españolas se encuentran sobre aviso advertidos por funcionarios
diplomáticos y consulares de España en Los Estados Unidos.
Miranda se encuentra escondido en la embarcación hasta que varios días
después se dirige a la tripulación y a los reclutas informándoles el objetivo de
la expedición. En esos días de navegación la Fragata inglesa Cleopatra se
encuentra con el Leander y el caraqueño se dirige abordo y le explica al
Capitan Wight; que así se llamaba el jefe del barco, su objetivo. El ingles le
da una recomendación para otros buques de su nacionalidad y sigue
navegando.
La expedición empieza con la gran rivalidad entre Thomas Lewis y el Capitan
William Armstrong, estos dos personajes no caben en el mismo sitio y eso
produce serios conflictos disciplinarios en el Leander. El venezolano se pasea
por la embarcación y los futuros cronistas de la expedición como James Biggs,
John Edsall y Moses Smith describen al precursor vestido de uniforme
distinguido, de porte altivo en su alta estatura y con los brazos cruzados al
pecho, con cierta elegancia londinense.
El 18 de febrero llegan a Jacmel y el Capitan Thomas Lewis y el Edecan
W.S, Smith se reúnen con el Capitán Jacob Lewis, comandante del buque
Emperor y le piden que se una a la Expedición. Pero ya los expedicionarios
trabajan preparando la invasión, se entrenan todos los días en artes militares y
la imprenta trabaja día y noche imprimiendo las proclamas que han sido
redactadas por Miranda, pero solo tiene el mes y no el día ya que el ataque lo
tiene preparado el caraqueño para el mes de marzo. Pero el Leander sigue
varado en Jacmel ya que Jacob Lewis no se decide a unirse a Miranda por
dificultades que ha tenido con las autoridades.
El día 12 de marzo de 1806 Miranda y sus hombre participan en una
ceremonia de gran significado en el mástil del Leander ondea por primera vez
la bandera con los tres colores amarillo, azul y rojo ideada por el héroe
caraqueño y se disparan salva de cañonazos y se hacen votos por la libertad de
América. A la expedición se une una pequeña goleta llamada la Bee (Abeja)
con el fin de reforzar la expedición, pero a mediados de marzo se recibe la
noticia que el Emperor no podrá acompañarlos y tienen que buscar otro buque.
La expedición esta siendo espiada por la goleta Bacchus y se ancla al lado del
Leander.
En ella se encuentra un espía enviado por los españoles para informar los
pasos de la invasión, ya Thomas Lewis sospecha de ellos y con la ayuda del
General Maglorie Ambroise, Comandante de Jacmel alejan al espía y obligan
al capitán de la goleta vendérsela a Lewis y la Bacchus la incorporan a la
expedición. Miranda ha contado con la ayuda del Presidente Petion.
Llego el Leander y sus acompañantes a Aruba el 9 de abril para
aprovisionarse de agua y víveres, ya los españoles informan a Venezuela de la
actividad de Miranda.
De la Guaira a Cumana, del Castillo de San Antonio al de San Carlos y al de
San Felipe, los Jefes de las fortalezas de la Capitanía General han sido
alertados de una posible invasión. El jefe del Leander pensaba hacer el
desembarco por el puerto de Ocumare que se encontraba poco defendido por
los españoles y de esa manera tendría el camino abierto por los valles de
Aragua. Ya en aguas venezolanas se enfrentan los invasores a barcos de la
Armada española, el Argos y el Celoso que tratan de guarecerse en Puerto
Cabello para de esa manera recibir ayuda de la fortaleza.
Miranda desde el puente del Leander ordena la defensa de su barco, en el
combate y en el intento de desembarco se apartan las goletas Bacchus y Bee
siendo apresadas y sus tripulantes hechos prisioneros.
El Leader no puede hacer nada para ayudar a las goletas, para completar la
mala estrella con que había empezado la invasión se produce un conflicto
entre Miranda y el Capitán Lewis, un aventurero que había participado en la
invasión con el fin de buscar botín y en estas horas aciagas lo que quería era
huir para salvar el pellejo.
El venezolano se encuentra en el peor de los dilemas como es la retirada para
convencer a Hislop, Gobernador de Trinidad para que le preste auxilio con
tropas para reiniciar el ataque y así salvar a los prisioneros de sus dos goletas o
seguir en la lucha y morir en el intento.
El Capitán General de Venezuela, feroz y fiel servidor del Rey de España
llamado Manuel Guevara y Vasconcelos necesitaba hacer un escarnio público,
la cabeza de Miranda ha sido puesta a precio, los criollos venezolanos
aportaran dinero para contribuir en el castigo de semejante “monstruo” como
llaman al jefe de la expedición libertadora. En Puerto Cabello levantan las
horcas para colgar a los prisioneros de las goletas aliadas de la invasión.
Acusan al líder caraqueño de luterano y de traidor ya que según dicen los
religiosos es un católico que se convirtió en traiciono a su Monarca,
igualmente lo acusa de ser un demonio que entregara estas tierras en manos de
los ingleses.
El héroe no se siente derrotado y cumple un recorrido conspirativo por Las
Antillas, viajan de Trinidad a Barbados y Granada, explica a las autoridades
británicas que el fracaso de la invasión se debió a la poca cantidad de tropas y
la pequeñez de lo barcos con que contaban.
En ese momento Miranda se encuentra acorralado por el fracaso de la
expedición y las críticas que se levantan en su contra poniendo en entredicho
su habilidad de jefe en esta fracasada expedición.
En Trinidad el Gobernador Hislop permite que Miranda se aprovisione de
hombres y la flotilla se dirige a costas venezolanas a fines de julio. El objetivo
será Coro que esta menos defendida que Puerto Cabello y cerca de Aruba y
Curazao por si fuera necesaria una rápida retirada.
La flotilla llega el 1 de agosto pero el mal tiempo evita un desembarco y es el
día 3 que pueden soltar ancla. Se enfrentan con uno pequeño foco de
resistencia que son repelidos rápidamente, los vecinos huyen y queda
solamente el fortín de la Vela de Coro que es rápidamente tomado por Miranda
y sus hombre enarbolando la nueva bandera tricolor símbolo de la guerra
contra el imperio español. El ejército invasor va entrando en el territorio y
pegando las proclamas en las paredes de las casas que se encuentra
abandonadas igualmente en la ciudad de Coro, pero infructuosamente son
colocadas las Proclamas al Continente Americano y “La Carta a los
españoles americanos de Vizcardo y Guzmán”.
La Proclama al Pueblo Americano anuncia que trae el orden civil y la
liberación del yugo a las castas oprimidas como los indios y pardos. Además
ordena un alistamiento de todos los varones en edades comprendidas entre 16
y 55 años para servir en contra de los españoles. El obispo de Mérida lo acusa
de monstruo, insensato, irreligioso, ateo y amenaza de excomunión a los que
lean las proclamas de los invasores.
Los españoles se aprestan a la defensa y desde la serranía vienen jinetes con
sus lanzas en ristre a cerrarle el paso a la invasión mirandina que ya le
escasean las provisiones y Miranda se encontrara con todas las rutas cerradas
menos la que conduce al mar y el día 13 se retiran desde el puerto de La Vela
cuyas alturas se están llenado de tropas españolas.
La retirada se realiza para esperar auxilios que ha pedido a Trinidad,
Barbados y Jamaica.
El Quijote sin locura, como lo llamó un día Napoleón Bonaparte, sigue
soñando ser apoyado por el gobierno inglés y espera un año más por la
respuesta pero sin lograr nada, teniendo el caraqueño una vez más la
incomprensión de sus ideas que años después se repetirá en el puerto de La
Guaira, pero ya esa será otra historia.
Miranda en Venezuela
Después de la fracasada invasión a Venezuela Miranda se dedica a editar un
Periodico llamado “El Colombiano” y a escribir a famosos prohombre
criollos de Venezuela y la Argentina para incitarlos a formar Juntas de
Gobiernos Independientes. En estas labores llega el 19 de abril de 1810 y
varios meses después los comisionados de la Junta Suprema de Gobierno de
Caracas que eran Simón Bolívar, Luís López Méndez y Andrés Bello llegan a
Londres y se ponen en contacto con él.
Simón Bolívar apartándose de las indicaciones que le ha dado la Junta
Suprema invita al Precursor de que lo acompañe, a pesar de que las ordenes
emanadas no son esas, ya que consideran a Miranda demasiado apasionado y
los epítetos que se utilizaron contra él cuando la invasión del Leander están
demasiado reciente.
El futuro Libertador y el viejo conspirador parten en barcos diferentes. Bolívar
en la corbeta Saphire el 25 de septiembre y Miranda en el Avon el 10 de
octubre. El revolucionario traslada su pesada biblioteca y archivo personal.
Llega el 10 de octubre al puerto de La Guaira y es recibido por Bolívar y
hospedado en su casa. Los mantuanos de la época que muchos de ellos
despreciaron a su padre y que lo habían llamado hereje en 1806 ahora lo
visitan cortésmente y hasta lo agasajan. Pero de todas formas los rumores y
chismes a costillas del personaje que se hospeda en la casa de los Bolívar
recorren la ciudad. Su “extranjería” es la primera fabula que empiezan a
circular.
Miranda recibe los visitantes rodeados de extranjeros como su Secretario
Molini, el Periodista José Antepara, el francés Antoine Leleux. El Precursor
es nombrado Teniente General de los Ejércitos de Venezuela. En las tropas
que comandara Miranda serán abundante la presencia de extranjeros como el
oficial de artillería Rolichon, el de caballería Coronel Joseph du Cayla, el
Teniente Colot, el Capitán Chantillon, Manuel Servier y eso crea disputas con
los oficiales venezolanos ya que Miranda se apoya frecuentemente en los
consejos de estos extranjeros que en los de los poco veteranos militares del
país.
Igualmente Miranda es uno de los principales promotores de la Sociedad
Patriótica y en 1811 se une al Congreso Constituyente. En el Congreso de
1811 esta de parte de los que creen que la Independencia debe ser proclamada
inmediatamente. El 5 de julio logra ser diputado por el pequeño pueblo del
Pao de Barcelona, la inquina de los criollos hace que el General Miranda sea
solamente encargado de diseñar la bandera nacional en vez de ser el que
presida el Poder Ejecutivo de este nuevo país que nace por su declaración de
Independencia.
El clero se encarga de acusar al héroe de ateo y de masón y los grandes cacaos
lo odian únicamente los Bolívar, Cortes de Madariaga y Coto Paúl tratan de
entender al revolucionario venezolano. El cura Ramón Ignacio Méndez en una
fuerte discusión trata de golpear al anciano prócer de la Revolución Francesa.
Días después de la declaración de la Independencia se realizan actos de
rebeldías en contra de ella. El peligro verdadero se encontraba en Valencia y
en la propia Caracas. Coro, Maracaibo y Guayana no pertenecían a las
"Provincias Unidas de Venezuela" y no se adhirieron a ellas.