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o

t.
CAPITULO 1


LA VARIACIÓN EN LOS NIVELES DE LA LENGUA

Lengua y variabilidad

Por la variedad que hay de usos y diferencias de hablar, no digo


en todo un reino, no en toda una nación, pero aun en cualquier F
provincia y no só si en cualquier ciudad.
DAMAS° DE FRIAS, Diálogos de lar lenguas,
siglo xvi 1
-. •
La lengua es variable y se manifiesta de modo variable. Con esto se 'quiere decir
que los hablantes recurren a elementos lingüísticos distintos para expresar cosas dis-
tintas, naturalmente, y que, a la vez, existe la posibilidad de usar elementos lingüísti- er
cos diferentes para decir unas mismas cosas. La variabilidad lingüística, concebida en
unos términos tan generales como éstos, puede presentarse de modo diverso: existen
comunidades distintas que usan lenguas distintas, comunidades diferentes en las que -1Ir
se usa una lengua o variantes de una misma lengua y comunidades en las que se usan
dos lenguas distintas o dos variedades de una misma lengua, entre otras posibilida-
.des. De
todo ello se hablará en los capítulos correspondientes al bilingüismo, ala di-
glosia o a los dialectos.

Ahora bien, alejándonos del ámbito de la coexistencia y el uso de dos o más va-
ir
riedades lingüísticas, comprobamos que las posibilidades de la variabilidad (ciernen- .

tos distintos para expresar cosas distintas/elementos distintos para decir las mismas Ir
coas) también se ofrecen dentro de una lengua natural cualquiera o de uno de sus
dialectos En efecto, el uso de ciertas unidades lingüísticas —sean del nivel que sean—
en lugar de otras puede dar origen a significados diferentes o, de forma más amplia, IIK4
avalores semánticos diferentes; piénsese, por ejemplo, en el uso de -,
de -dor y -dero (vestidor
'que viste [a alguienr, ,,Itn
¿y s.(caza, casa), •
vestidero 'que es vestido'), de sir y es-
i
tar (ser fuerte, estar fuerte), r
ma nominal en la ausencia o presencia de determinante:en ettinta$
(he bebido cerveza, he bebido una cerveza), etiOI e
tica de -se (tirar, tirarse) o Ú
stdelár . rmirt
a Iffelf‘
de loi tiempos verbales en determina
ac L. 4514,
(épuede venir mañana?, ¿podría venir mañan a?)"' ' ' "
l'• I' . •—• .
Pero hay ocasiones en que el uso qe. Un. elem 'Zim
'éltia1444011441.21klie
nivel no supone ningún tipo de alteración semántica.
se usa otro, se está diciendo lo inisml.ci
ítillstasdango.
.. =1
_,
• --, -•""- - — 'sok
9eSS-0"411.41-1211
variación lingüística. He aquí alguryrinuest211:41411,...,. en_ esTMO: te:a "bata ",
. .. . ‘ .
is. h, 01 del fonema /sr implósivd.r(c,krePx-Th11.5471-c.10 aktril
l,I,C0 11210111
4. /114 __,
18 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE

LA VARIACIÓN EN LA LENGUA
1 o /I/ implosivos (multa, murta); realizaciones más o menos africadas o fricativas de 19
ch,
el uso del seseo, el ceceo y la distinción de s y z; la realización de /n/, en posición fi- siguiente forma: «que las variantes no vengan determinadas por factores lingüísticos
'
nal, como nasal alveolar o como nasal velarizada; el. uso de los modernas -ro o ni por factores extralingüísticosn. Estos casos interesan a la sociolingüística en tanto
-se
para el imperfecto de subjuntivo; el leísmo, el laísmo o el loísmo; la presencia o au- en cuanto también es necesario demostrar empíricamente que un fenómeno de va-
sencia de sujeto pronominal; la preferencia por ciertas construcciones activas o pasi- riación no viene determinado efectivamente por tales o cuales factores.
vas. Al elemento, rasgo o unidad lingüística que puede manifestarse de modos diver- Terminamos este epígrafe insistiendo en el hecho de que la variación, definida
sos —esto es, de forma variable— se le da el nombre de variable lingüística. como el uso alterno de formas diferentes de decir lo inismo,
Así, una se puede encontrar prác-
variable lingüística es un conjunto de expresiones de un mismo elemento y cada una ticamenteen todos los niveles de la lengua, desde el más concreto (fonético-fonoló-
de las manifestaciones o expresiones de una variable recibe el nombre de gico) al más amplio (discurso, por ejemplo), pasando por la gramática y el léxico. para
variante lin-
güística. ,explicar el funcionamiento de estos usos, vamos a prestar atención separadamente a
Al identificar un fenómeno de variación, las preguntas que surgen de modo in- la forma en que ejercen su influencia los factores lingüísticos (variación interna) y a la
mediato, en cualquier nivel lingüístico, son ¿por qué?, ¿cómo se ha originado? Y las forma en que lo hacen factores sociales como lá edad, el sexo o la profesión, entre
respuestas suelen requerir el auxilio de disciplinas como la dialectología o de la his- otros. Pero, previamente hemos de detenernos en un concepto fundamental: «cornu-. '
toria de la lengua porque es habitual que haya factores extralingüísticos implicados nidad de habla».
en la variación'. factores como la geografía (variación geolingüística), la historia (va-
riación histórica) o la situación comunicativa, en su sentido más amplio (variación
estilística). todos estos factores pueden ser responsables o explicar muchos casos de Comunidad de habla
variación. Pero los especialistas en sociolingüística también entran a responder esas
preguntas y otras-complementarias o de mayor detalle: ¿cómo se manifiesta esa va- Al referirnos a los factores que determinan la aparición de las variantes lingüís-
riación? -¿Qué factores la determinan? ¿Qué capacidad de determinación tiene cada ticas, hemos hecho un comentario sobre los fenómenos que aparecen dentro de una
uno de los factores concurrentes? ¿Qué variantes lingüísticas caracterizan a unos gru- comunidad de habla. Pero ¿qué se entiende por comunidad de habla? Es evidente
pos sociales y a otros? Y la sociolingüística se preocupa de estos asuntos porque los que al usar el término comunidad
se hace referencia al hecho de compartir algo. Ese
factores sociales también pueden determinar y explicar la variación. «algo» ha estado sujeto a la% opiniones e intereses de numerosos especialistas que se
Henrietta Cedergrenl y Humberto López Morales2 han preocupado por el uso de la lengua en su contexto social. Cuando en sociolin-
han señalado, desde la socio-
lingüística y con toda claridad, que los factores que determinan la aparición de unas güística se maneja el concepto de «comunidad de habla», se está pensando en algo
variantes lingüísticas en ciertas circunstancias y de otras variantes en circunstancias más concreto que el conjunto de hablantes de una lengua histórica
llamado comunidad idiomática— lo que se ha
diferentes, dentro de una comunidad de habla, responden a estas cuatro posibilidades: o de una léngua en un momento yen un territorio
determinados (comunidad lingüística).
Los individuos que han utilizado, utilizan Y'uti-
que las variantes vengan determinada exclusivamente por factores lingüís- lizarán una lengua, como el -
español, en cualquiera de sus variedades geográficas, so--
ticos; ciales y estilísticas, forman una comunidad idiomática;
los hablantes de lengua espa- .
que las variantes vengan determinadas exclusivamente por factores sociales; ñola forman en este momento una comunidad lingüística.3
que las variantes vengan determinadas conjuntamente por factores lingÚísti- Una comunidad de habla está formada
.por un conjunto' de hablantes que com- .
cos y sociales; parten efectivamente, al menos, una lengua, pero que, además, comparten un con--
que las variantes no vengan determinadas por factorei lingüísticos ni por fac- junto-de normas y valores de naturaleza sociolingüística: comparten unas mismas ac-
tores sociales. titudes lingüísticas, unas mismas reglas de uso, un mismo criterio a la hora de valorar
socialmente los hechos lingüísticos, unos mismos patrones sociolingüísticos. Los his-
De las cuatro posibilidades comentadas por Cedergren y López Morales, la so- panohablantes de México y de España pertenecen a una misma comunidad idiomáti-
ciolingüística está especialmente interesada en a y en c, ca, pero no a una misma comunidad de habla.
sobre todo en esta última.
Cuando se comprueba que la variación lingüística está correlacionada con factores de Los miembros de una comunidad dé habla son capaces de reconocerse cuando
naturaleza social, hablamos de variación sociolingüística. La comparten opinión sobre lo que es vulgar, lo que es familiar, lo que. es
posibilidad b incluye incorrecto, lo
principalmente fenómenos relacionados con el contacto o la coexistencia de varieda-
des diferentes. En lo que se refiere a la posibilidad d,
que recoge los casos tradicio- 3. Sobre el concepto de comunidad véase el epígrafe correspondiente en el libro de 1-1. López Morales,
-nalmente llamados de variación libre o de polimorfisnio, Sociolingüística, ab. cit.
pp. 47-52. Este concepto, que es el más generalmente aceptado, fue propuesto por
podría ser reformulada de la W. Labov (Sociolinguistic Paliernr,
Philadelphia, University of Pennsylvania Press, 1972, p. 120. Trad. al esp.
Modelos sociolingüísticos,
Madrid, Cátedra, 1983). Véase también S. Romanie, «What is a spetch commu- -
nity?v, Belfast Working Papar, in Languake and Linguistics,
«Sociolingüística», en FI. López Morales (coord.), 4,3 (1980), pp. 41-59. Para la distinción entre co-
Introducción a la lingidsuca actual, Madrid, Playor, munidades idiomáticas, comunidades lingüisticas y comunidades de habla, F. Gimen°, «A propósito de
1983, p. 150.
comunidad de habla: 'The social dimension of dialectology de
Sociolingüística, 2." ed., Madrid, Credos, 1993, pp. 84-85. qugro (eds.), J. P. Rana», en Fi. López Morales y h4. Va-
Actas del/Congreso Internacional sobre el español de América, San
luan, Academia Puertorri-
queña de la Lengua Española, 1987, pp. 689-698.
20 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
LA VARIACIÓN EN LA LENGUA
21
que es arcaizante o anticuado. Por eso el cumplimiento de las normas sociolingüísti-
cas al que obliga la. pertenencia a una comunidad puede servir de marca diferencia- variantes isj o [0] del fonema /s/ implosivo del español no implica cambio semántico
dora, de marca de grupo, y por eso los miembros de una comunidad suelen acomo- alguno (los aviones, lo aviene);
lo mismo ocurre con las variantes. [r]y DI del fonema
Ir! implosivo (comer, come!)
dar su discurso a las normas y valores compartidos. Tales normas y valores pueden o con las variantes [d] y [0] del fonema Idl cuando apa-
no respetarse en la comunicación entre miembros de distintas comunidades de habla, rece en posición final de palabra (verdad, verdaz).
pero aún en estos casos es frecuente que se intente seguir los criterios característicos Pero, ¿qué es lo que hace que la variación fonético-fonológica sea relativamente
de la comunidad del interlocutor respectivo: si un hispanohablante se desplaza a un fácil de estudiar? Ante todo, la comodidad y seguridad con que se puede demostrar
país hispánico que no es el suyo, probablemente evite el uso de formas lingüísticas que la alternancia de elementos, la variación misma, no implica cambios de significa-
que son tabú en el país de destino, por ejemplo. do. Pero eso no es todo. Existen ciertas características que convierten a los elemen-
El concepto de comunidad de habla, tos lingüísticos en susceptibles de ser analizados desde una teoría y un método típi-
así planteado, ofrece dos inconvenientes:
uno es el de los límites de la comunidad misma, el otro es el de su heterogeneidad. camente sociolingüísticos; en la medida en que se ajustan a esas características, más
En cuanto a los límites, resulta complicado determinar dónde dejan de tener validez adecuado resulta el análisis porque más rigurosamente se puede determinar qué fac-
unas normas y valores sociales en beneficio de otros; sin embargo, sí parece claro que tores son los que hacen qué aparezca una u otra variante y qué peso cuantitativo tie-
ne cada uno de ellos.5 Las características a las que nos referimos son las siguientes:
esos límites pueden ir más allá del núcleo urbano, convirtiéndose en una realidad, al
menos, regional. ¿Puede considerarse que-Salamanca es una comunidad de habla in-
a) La frecuencia: cuanto más frecuente es una variable en la lengua hablada, ex-
dependiente de la comunidad de Ávila o pertenecen ambas a una misma comunidad?
A pesar de la cercanía entre el habla de estas dos ciudades españolas y de que com- presada en sus distintas variantes, más posibilidades hay de conseguir un buen análi-
parten mucho rn. ás que el uso de una lengua, sólo un estudio sociolingüístico comple- sis, especialmente cuantitativo. Esta característica se halla a menudo en las variables
to y riguroso, incluidas pruebas de actitudes lingüísticas, nos proporcionaría elemen- fonético-fonológicas, dado que se cuentan por docenas loa casos de fonemas como /s/
tos de juicio suficientes para dar una respuesta absolutamente precisa. Y el mismo o como /d/, por ejemplo, en unos pocos minutos de habla, si bien es cierto que la fre-
mecanismo cabría aplicar para dar cuenta de la heterogeneidad interna de las comu- cuencia es mucho menor en elementos como Ipl o /i/.
nidades: si una comunidad puede ir más allá de un núcleo urbano, también puede co- b) La integración en sistemas cerrados:
cuanto más integrada está una variable
rresponderse con una realidad inferior al núcleo urbano; todo depende del modo y el en un sistema cerrado, cuanto más depende su valor del valor de otros elementos de
grado en que unos barrios —o zonas— compartan unas normas y unos valores so- un mismo sistema, más idónea resulta para el análisis sociolingüístico. Desde este
ciales. punto de vista, las unidades fonológicas son perfectamente adecuadas para un análi-
Cabe aún añadir un comentario sobre el concepto de comunidad de habla: tal y sis de la variación puesto que pertenecen a inventarios cerrados, formados. general-
como se concibe en la sociolingüística actual, una comunidad de habla es básicamen- mente por un número bastante reducido de elementos. El español, poiejemplo, cuen-
te una comunidad de consenso, de sintonía entre grupos e individuos diferentes, don- ta con un número de fonemas consonánticos que oscila entre las 17 y las19 unidades,
de el conflicto está Minimizado.4 No está claro, sin embargo que este modelo con- según la variedad de que se trate (piénsese en los dialectos que no tienen /0/ ni /2);
ceptual sea realmente explicativo o el más adecuado para llegar a un buen conoci- el sistema vocálico del español dispone solamente de Cinco
elementos, si bien algunas
miento de los hechos sociolingüísticos. lenguas pueden llegar a tener-12, 15 o más vocales, y otras menos (en árabe son tres
los fonemas vocálicos).6
e) Distribución estratificada social y estilísticamente:
esta propiedad se refiere a
Variación fonético-fonológica la correlación que puede existir entre ciertas variantes lingüísticas y ciertos factores
sociales y situacionales: unas variantes se encuentran principalmente en
hablantes de
De suerte que es innegable la variación y diversidad en la pro- determinadas características sociales y en determinadas situaciones, y otras variantes
nunciación, en otros. Semejante circunstancia se da en lo que, algunas líneas más arriba, hemos
llamado posibilidad e: que las variantes vengan determinadas conjuntamente pór fac-
Real Academia Española, Diccionario de Autoridades, 1726
tores lingüísticos y sociales. Cuando esto ocurre —y es relativamente frecuente en el
La variación fonética y fonológica es, sin duda, la más estudiada, la mejor cono- nivel fonético-fonológico, la identificación de los factores que determinan la varia-
ción resulta más simple.
cida y la que presenta menos problemas teóricos a la hora de ser ejemplificada e in-
terpretada: las variantes de un fonema —variantes facultativas, eh la terminología es-
tructuralista no suponen, al alternar, ningún cambio de significado. Volviendo a al- Tenemos, por tanto, que las tres características presentadas (frecuencia, integra-
gunos de los ejemplos citados más arriba, la aparición en ciertas circunstancias de las ción en un sistema, estratificación social y estilística) se encuentran muy a menudo en

4.
Desde este punto de vista, el tratamiento que se le está dando es coherente con el que recibe el con- Véase W. Labov, TRe social Stratification of Englah in New York Coy,
cepto de estratificación social en Washington, D.C., Center for
la sociología británica y norteamericana, Applied linguistica, 1966, p. 32
Véase E. Martínez Celdrán, Fono/agio general y española,
Barcelona, Teide, 1988
22 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
LA VARIACIÓN EN LA LENGUA
23
las variables fonético-fonológicas, convirtiéndolas en objeto de estudio predilecto
Los ejemplos de variación fonético-fonológica que ofrecemos a continuación
para la sociolingüística. Ahora bien eso no quiere decir que este campo de la socio- -
lingüística esté exento de problemas,. ni mucho menos. proceden de varios lugares hispanohablantes y se refieren a variables fonéticas dife-
rentes. Comenzamos con un ejemplo procedente del español de España; más concre-
Una de las dificultades•prIcticas más complicadas de salvar en todo estudio de la
tamente, de la ciudad castellana de Burgos. En esta ciudad se ha encontrado que 'tan-
variación fonética es el establecimiento de las clases o tipos de sonidos que van a ser
to el fonema lateral MI como el medio-palatal/y! tienen un comportamiento fonético
Considerados como variantes, porque es bien sabido que las posibilidades de realiza-
ción fonética de un fonema cualquiera son prácticamente infinitas y que dependen de variable, incluidos los casos que revelan una pérdida de la oposición fonológica por
desfonolOgizaciÓn del fonema Mi, esto es, de yeísmo.
factores más o menos regulares (contextos, variantes dialectales, etc.), pero también
F. Martínez Marfil'', en su estudio_sociolingüístico.de, la fonética burgalesa ,10 ha
de factores absolutamente aleatorios, como las condiciones concretas de cada articu-
lación o la constitución del aparato fonador de cada hablante en particular. distinguido hasta ocho variantes fonéticas para ambos fonemas patatales: lateral [A],
Para el estudio de la variación es imprescindible manejar una serie limitada de vocalizada [j], medio-palatal fricativa [y], medio-palatal fricativa con tendencia al
variantes que van ser consideradas como auténticas clases o tipos, puesto que han rehilamiento [3], fricativa rehilada [T], medio-palatal fricativa con tendencia a la afri-
de incluir todos los sonidos que cumplan unos requisitos determinados. Así, cuando cación [ja], medio-palatal africada [;[ y africada rehilada [d31. Estos ocho tipos han
Orlando Alba estudia, en el español de la República Dominicana, el comportamien- sido reducidos a cuatro para el análisis: variantes fricativas, variantes africadas, va-
1
riantes rehiladas y variantes no rehiladas.
to variable del fonema /I/ en posición implosiva, distingue las variantes lateral [I], vi-
brante [r], vocalizada pi y elidida [o], y Puntualiza:7 Al margen de los factores sociales y estilísticos que inciden en la aparición de
unas u otras reali
zaciones fonéticas —la frecuencia de la variante lateral aumenta con-
Como es lógico, la selección de estas variantes lleva consigo algunas simplificacio- forme a la edad de los hablantes, por ejemplo—, nos interesa saber qué factores lin-
nes en el sentido de que cada una de ellas representa más bien un tipo de realiza- güísticos coinciden con la aparición de las distintas variantes fonéticas. A este propó-
ción. La lateral, por ejemplo, agrupa varias realizaciones alofónicas que se dife- sito, el análisis cuantitativo de Martínez Martín revela que las variantes africadas
rencian no sólo en cuanto al lugar de articulación sino también en lo relativo al —tanto cuando son realizaciones del fonema lyl, como cuando lo Son.de ¡Al— se dan
grado de contacto de la lengua con la zona donde se produce la articulación: los principalmente detrás de pausa Gano] 'llano'), de nasal ([un }he y de lateral Gel
alvéolos, los dientes, el paladar, etc. De forma similar sucede-con la variante vo- yánop. Por su parte, el rehilamiento se encuentra predominantemente en un contex-
calizada que, como han indicado algunos investigadores, presenta diversos grados to: tras consonante /s/ ([la 3ámas] 'las llamas'). Lo contrario ocurre cuando nuestros
de abertura y de localización. Se ha creído prudente trabajar con una variante tipo
fonemas aparecen tras vocal: aquí se dan realizaciones no rehiladas con proporciones
y no intentar discriminar diferencias fonéticas sutiles que a simple oído resultan
muy elevadas ala jáma] 'la llama').
muy difíciles de transcribir de manera consistente. Sólo un análisis instrumental po-
dría recoger determinadas variaciones alofónicas de forma precisa, Constante, fi- Los casos de variación fonético-fonológica menudean también en las hablas ame-
dedigna. ricanas. Antes hacíamos referencia a las clases de variantes que distinguía Orlando
Alba para estudiar la variación del fonema /I/ implosivo: lateral, vibrante, 'vocalizada
Como han señalado numerosos especialistas, entre ellos López Morales,9 los fac- y elidida. Los factores lingüísticos que se han considerado como posibles agentes de
tores lingüísticos que pueden determinar la variación fonético-fonológica pueden di- esta variación son el segmento fonológico siguiente, la vocal precedente y el lugar del
vidirse en tres grupos: distribucionales, contextuales y funcionales. Los factores acento en la palabra. En Santiago de 195 Caballeros (República Dominicana), la pre-
distri-
bucionales tienen que ver con el lugar en que aparece el fonema: posición inicial de sencia de un elemento fonético cualquiera (lateral, vibrante o vocal), como realiza-
sílaba, final de Sílaba interior de palabra, final de sílaba y final de palabra, etc. Los ción de -N, es más frecuente en posición final de palabra que en interior de palabra,
factores contestuales están conformados por los elementos que anteceden y siguen a donde se encuentran muchos casos de elisión. La vocalización se encuentra más pro-
la variable: consonante antepuesta o pospuesta, vocal antepuesta o pospuesta, pausa. bablemente cuando se halla en interior de palabra o cuando va seguida de una con-
Los factores funcionales se refieren a la naturaleza de las categorías gramaticales en sonante, sea del tipo que sea. En interior de pafabra, la presencia de una vocal i pre-
cedente favorece la elisión (remiogado 'remilgado'). Eü posición final de palabra son •
las que se incluye la variable: función gramatical, tipo de morfema, lugar en la curva
de entonación, etc. Unos pocos ejemplos nos servirán para ilustrar cómo se manejan insignificantes los casos de [r], mientras que la vocalización es más probable, como se
los tipos (las variantes) de diversas variables y cómo se correlacionan esas variantes ha dicho, cuando va seguida de una consonante, pero también cuando va precedida
con otros factores.9 de la vocal e y cuando aparece en una palabra tónica (veide
'verde'). En lo que se re-
fiere a la elisión en posición final, ésta se da cuando, va seguida de una consonante
fricativa u oclusiva y cuando la vocal precedente es I (mezo sueño 'mal sueño', abrí0
Variación fonética y diversidad social en el español dominicano de Santiago, Santia go. PUCMM, 1990,
pp. 135-136.
Sociolingüística, ab. cit., pp. 85-91. misma, internamente. Con otras palabras, aunque en la realidad suele haber factores extralingüísticos impli-
1 En este momento sólo nos interesa comentar cómo las variantes pueden venir determinadas por fac- cados en la variación lingüística, sobre todo en la fonético-fonoldgica, preferimos dejar su presentación para
tores lingüísticos, lo que supondrá, de hecho, que los ejemplos propuestos no sean auténticas muestras de el capitulo siguiente, insistiendo en la idea de que la sociolingüística encuentra su sentido cuando los hechos
- es- .
Indios sociolingüísticos,5i no de meros estudios lingüísticos: se intenta explicar cómo funciona la lengua en si lingüísticos se correlacionan con variables sociales y sicuacionales.
10. Fonética y sociolingüística en la ciudad de Burgos, Madrid, CSIC, 1983.
24 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
LA VARIACIÓN EN LA LENGUA
25
'abrir). Por último, tanto la vocalización como la elisión son frecuentes cuando el
acento recae en la sílaba siguiente al elemento analizado. En una lengua hay menos variación sintáctica que fonológica.
La variación sintáctica es más difícil de medir y cuantificar, debido a la es-
Un último ejemplo, en este caso recogido en el oeste de Argelia, sobre todo en
casa frecuencia con que se dan los contextos de ocurrencia y a la dificultad de obte-
la ciudad de Oran» la variable /s/ en posición implosiva, es decir, final de sílaba. En
ner directamente ejemplos del uso de una u otra variante.
el español hablado en Oran, ya casi desaparecido, las realizaciones fonéticas más fre-
Los contextos de ocurrencia de una variable sintáctica son en general más
cuentes del fonema fricativo sordo son el sonido sibilante [s] y la pérdida absoluta [01.
difíciles de identificar y definir.
Para su estudio se han tenido en cuenta diversos factores lingüísticos (variables ex-
La variación sintáctica plantea el problema de las posibles diferencias de sig-
plicativas): posición de /s/ dentro de la palabra (interior o final de palabra) y contex-
nificado' entre las variantes.
to siguiente (consonante sorda, consonante sonora, vocal tónica, vocal átona). Los re-
sultados del análisis cuantitativo de la relación entre la variable -/s/ y las otras varia-
A ello puede añadirse que la variación sintáctica, muy frecuentemente, no está
bles lingüísticas revelan que la pérdida de -s se ve favorecida cuando va en posición
estratificada social ni estilísticainente, sino que viene determinada por factores neta-
final.de palabra y de grupo fónico; por otro lado, la pérdida se produce con más fre-
mente lingüísticos.
cuencia cuando el contexto siguiente es una consonante sonora o una vocal tónica. En
Al margen de lo complicado que pueda resultar el análisis de la variación de ele-
otras palabras, en el español hablado en Oran es más probable que se pierda la s, en
mentos poco frecuentes, de inventario abierto y no correlacionados social ni estilísti-

It11
primer lugar, en posición final absoluta (las casa0) y, además, en casos como fo0
miono0 año0 (final de palabra ante consonante sonora, interior de palabra ante con- camente, el escollo que se ha considerado como más difícil de evitar es el relaciona-
do con la demostración de que un conjunto de variantes son realmente formas dife-
sonante sonora, ante vocal tónica, posición final absoluta).
rentes de decir lo mismo, esto es, de que son formas totalmente equivalentes; estarnos,
pues, ante un obstáculo esencialmente semántico. Tal escollo no elimina, sin embar-
go, la posibilidad de identificar y analizar con éxito numerosos casos de variación gra-
Variación gramatical: morfología y sintaxis matical.
Advertidos de las dificultades que encierra el estudio de la variación gramatical,
Que se deve usar esta composición de la manera que digo y no especialmente la sintáctica, se hace necesario comentar qué clases de variables son las
andar por las ramas como algunos que, por no hablar como los que quedan incluidas en este tipo de variación. Pedro Martín Butragueño ha intenta-
otros, dizen por ponerlos, los poner y por traerlas, las traer. do llegar a una tipología de la variación gramatical en la sociolingüística del español
JUAN DE VALDÉS, Diálogo de la lengua, 1535 y ha propuesto la siguiente clasificación de las variables: variables de tipo morfológi-
co, de tipo categorial, de tipo funcional y de tipo.posicionaU3
e Las variables de tipo morfológico son aquellas que afectan, claro está, a elemen-
La variación gramatical; de igual forma que la fonético-fonológica, puede venir
determinada por factores lingüísticos o por la combinación de factores lingüísticos y tos de la morfología, sobre todo de la morfología gramatical, cuya variación rara vez
sociales. Si distinguimos, dentro del plano morfológico, entre los fenómenos pertene- implica tos niveles sintáctico. y pragmático y que suelen verse determinadas por fac-
cientes a la morfología gramatical (morfemas gramaticales o con significado gramati- tores tanto sociolingüísticos y estilísticos, como históricos y geográficos. Serían varia-
cal) y los correspondientes a la morfología léxica (modernas con signifiCado léxico), bles de tipo morfológico las que se expresan a continuación:
I
encontramos que la variación que más se acerca a las propiedades de; la variación fo-
a) El uso de -mos o de -nos como terminación verbal.
nético-fonológica es la que pertenece a la morfología gramatical: son elementos fre-
cuentes, pertenecientes a sistemas estructurados (género, número, sistema verbal) ya para que fuéramos a buscarlo I para que fuéranos a buscarlo
menudo distribuidos social y estilísticamente. Pero las ventajas de la morfología gra-
1)) El uso de -ste o de -stes como terminación verbal.
matical se vuelven inconvenientes en la morfología léxica, donde nos topamos con di-
no quisiste avisarme I no quisistes avisarme
ficultades derivadas de una presencia más débil de esa triple característica. Esto tam-
bién ocurre en la sintaxis y el léxico, aunque los problemas no son insuperables, ni
mucho menos. El uso de -ra o de -se como terminación verbal,.
Según Silva-Corvalán,12 la naturaleza de la variación sintáctica no.es análoga a la si quisiera lo podría hacer/si quisiese lo podría hacer
de la variación fonológica por varias razones:
El uso de -ría o de -ra como terminación verbal.
si pudiera, lo haría I si pudiera, lo hiciera
si vendrías todos los días, no te llamaría l si vin ieras todos los
11. Véase E Moreno Fernández, •Debililarnienlo de sv en el español de Orán: análisis de sus contextos
llamaría
fónicos», Boletín de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española, 2.' época, 1(1994), pp. 91-111.
2. Sociolingaisrica. Teoría y análisis, Madrid, Alhambra, 1988,p. 98. a «Hacia una tipología de la variación gramatical en sociolingüística del upa
Filología Hispánica, 42 (1994), pp. 29-75.
26 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE

e) Valor funcional o referencial de le, la y lo. LA VARIACIÓN EN LA LENGUA

anduvieron buscándola todo el día I anduvieron buscándole todo el 27


día (la casa) b)
Sujeto pronominal presente o ausente.
no le has dado las gracias I no.la has dado las gracias (a entonces yo decidí que sil entonces decidí que sí
esa mujer)
le dio una buena noticia a su hermano I lo dio una buena noticia a
su hermano "c) Personalización de haber, •
ha habido muchos problemas I han habido muchos problemas
Es 'evidente que esta relación puede ver aumentado su número de variables, so-
bre todo si se piensa en variedades dialectales concretas, como es claro' que algunos Personalización de hacer.

de estos ejemplos rozan el límite de la sintaxis, aunque no por ello dejan de ser bue- hace seis años que no nieva .1 hacen seis años que no nieva
nas muestras de fenómenos morfológicos.
o Las variables de tipo categorial
son aquellas que afectan, en algunos casos, a ele- Presencia o ausencia de pronombre átono (chuco) no argurnental.
mentos de la morfología y, en casi todos, a la sintaxis, cuya variación implica a veces la agenda contiene un calendario I la agenda le contiene un calendario
los niveles semántico 9 pragmática Es importante tener en cuenta que este tipo de
Uso de /o o los.
variables a menudo no vienen determinadas por factores sociolingüístico.s, estilísticos,
históricos y geográficos ose ven determinadas por ellos de se lo advertí a ustedes I se los advertí a ustedes
un modo bastante irregu-
lar. Serían variables de tipo categorial las que se expresan a continuación:14
Presencia o ausencia de pronombre (clítico) pleonástico.
Uso de subjuntivo o de infinitivo con se la estoy pasando I se la estoy pasándosela
para.
me llaman para que yo redacte el informe I me llaman para redactar el in-
tenme Prelencia o ausencia de duplicación de pronombre Mono (clítico).
me alegré cuando lo conocí a Luis I me alegré cuando conocía Luis
Uso de adjetivo o de adverbio,

ella subió las escaleras muy rápida I ella subió las escaleras muy rápido En lo que se refiere a las variables que Martín Butragueño llama
cional, de tipo posi-
se debe señalar, en primer lugar, que en todas ellas suele verse envuelta la en-
Uso de secuencias de preposiciones. tonación; el nivel fónico, por tanto, tiene aquí su importancia. Al mismo tiempo, es-
.voy por agua I voy a por agua tamos ante variables que suelen implicar valores pragmáticos de diversa naturaleza, •
no así morfológicos ni semánticos (orden sujeto-verbo, orden verbo
-
Tipo de unidad sintáctica (oración cláusula, sintagma...); se refiere a la posi- orden adjetivo-nombre, etc.). Las variantes de estas variables puedencomplemento,
suponer usos . •
bilidad de estilísticos diferentes que, salvo excepciones, no están correlacionados con factores
formar construcciones con diferente grado de complejidad.
históricos, geográficos ni sociolingüísticas. Un ejemplo de variable posicional correla- •
tt Las variables de tipo funcional cionada con la geografía o la sociolingüística sería el de los modificadores en un sin-
son aquellas que afectan a la sintaxis, parcial- tagma nominal:
la, esta, su casa I la casa suya I la su casa. •
mente a la morfología, y que no suelen estar correlacionadas con otros factores de na- Para ilustrar el modo en que
turaleza semántica Por otro lado, como ocurre con las variables de tipo morfológico, ciertos factores lingüísticos pueden incidir en la va- .•
a menudo resultan determinadas por factores históricos, geográficos, sociolingüísticos riación morfológica y sintáctica nos serviremos de varios ejemplos: uno de ellos pro- -
y estilísticos, aunque no siempre es así Algunos ejemplos de estas variables son los cede del español de España y los demás del español de América; dos son de natura-
siguientes: leza morfológica y uno de naturaleza sintáctica.16
A propósito del español de
la Andalucía oriental, concretamente en la Alpujarra
a) Uso de que o de de que de Granada, López Morales ha analizado la presencia y ausencia de -/s/ como marca
(queísmo y dequeísmo). de plural en sintagmas nominales unimembres.
16 Para el estudio, se han tenido en
me enteré de que María llamó I me enteré 0 que María llamó
cuenta variables lingüísticas, como la posición de un modificador respecto de un nom-
yo digo que esto es cierto I yo digo de que esto es cierto bre (modificador antepuesto al nombre:
puesto al nombre: las gachas, unos egujerillos;
pimientos verdes, alambres fuertes) y modificador pos-
aparece o no aparece la la clase de palabra en la que
marca de plural (nombre:
14. Martín Butragueño incluye más variables en la relación correspondiente al tipo nombre no clítico: echar horas, cultivar tomates; pro- •
consideración nos obligaría a hacer estos comían, unos no pagan;
talegada!, pero su pronombre clítico: nos vamos, los me-
tulo. Hemos prescindido también justificaciones que nos alejarían mucho del
de interés principal de este capí-
güíslica las variables que no parecen responder a factores de índole sociolin- Véase también V. Lamiquiz (dir.),
Universidad de Sevilla, 1985. El discurso soriolingüttiko. Sociolingritraca andaluza 3,
Sevilla.
.Desdoblamiento
ta Española de Lingüística, fonológico de las vocales en el andaluz orienta!: reexamen de la cuestión»,
14(1984) pp. 85-97. Revis-
28 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
LA VARIACIÓN EN LA LENGUA
29
tieron; no les pasa nada), El análisis revela que, en la inmensa mayoría de los casos,
teórica de la sinonimia."
el primero de los elementos (sea modificador, sea nombre) conserva una manifesta- Es evidente que la sociolingüística no aspira a solucionar de
ción de -/s/ (generalmente en forma aspiración), mientras que el segundo no lleva _modo definitivo una cuestión que lleva muchísimo tiempo ocupando y preocupando
- a los especialistas en semántica, pero no es menos cierto que, por
ningún tipo de marca (lah gacho Ø); dicho con otras palabras, no llegan al 10 % los ca- - eso mismo, la so-
ciolingüística se ve obligada a proponer -
sos en que la marca de plural no aparece en ninguno de los dos miembros del sin- salidas Y a tomar decisiones prácticas.
tagma nóminal. Desde otra perspectiva, el mayor número de ausencias de marca de La sociolingüística se- ha convertido, casi por necesidad epistemológica, en de-
plural se localiza en los nombres, frente a la presencia generalizada de marca en cual- fensora acérrima de la existencia de la sinonimia, al menos en el nivel del discurso:
quier clase de pronombres, clíticos o no clíticos. las unidades léxicas, como ocurre con determinadas construcciones sintácticas, pue-
Otro ejemplo de variación morfológica es la alternancia de las formas den verse neutralizadas semánticamente en el discurso, en el uso comunicativo de la
-ra y -se.
En un estudio sobre el habla de Valencia (Venezuela), Manuel Navarro descubre lengua. Esto no elude, sin embargo, la dificultad que supone demostrar que existe
que, en consonancia con la tendencia general del español americano, el empleo de las realmente una neutralización, es decir, que dos o más variantes son manifiestamente
formas en -se es muy poco significativo; tan sólo tienen un uso digno de mención equivalentes. La demostración se hace poco menos que imposible cuando el uso de
cuando aparece en tiempos compuestos (hubiese venido) cierta forma viene acompañado de valoraciones o connotaciones particulares o cuan-
y en la prótasis de las ora-
ciones condicionales (si hubiese cantado)» do el hablante maneja en su selección léxica criterios que pueden pasar inadvertidos
Por último, un ejemplo de variación sintáctica, procedente del español de Amé- a los oyentes; hablamos de intenciones comunicativas, de consideraciones de estilo
y
de otros factores en cierto modo imprevisibles.
rica, concretamente de Caracas (Venezuela). La variable en cuestión es de tipo fun-
cional: la presencia o ausencia del pronombre personal sujeto Escollos aparte, nada nos impide plantearnos una pregunta elemental: ¿qué se
(canto I yo clinto).18
Paola Bentivoglio ha estudiado este elemento teniendo en cuenta diversas variables busca al estudiar la variación léxica? Y la respuesta no puede ser muy diferente de la
lingüísticas explicativas: el referente de la oración, la posible ambigüedad de la forma que se ha dado a propósito de la variación fonético-fonológica o de la giamatical. Se
verbal, el número y el tipo de verbo. El análisis descubre que el sujeto suele apare- intenta explicar el .uso alternante de unas formas léxicas —normalmente sustantivos,
cer, con mayor probabilidad, en los casos en que el referente de la oración no coin- verbos o adjetivos— en unas condiciones lingüísticas y extralingüísticas determinadas:
cide con el referente de la oración anterior pueden ser unidades de distinto origen geolingüístico que han confluido en una co-
(nunca quise salir a cenar y ella nunca me munidad (gorrión, Pardillo),
lo reprochó), cuando el número es singular y cuando el verbo es de percepción formas adscritas a niveles cultos o a niveles populares,
(ver, así como a estilos más o menos formales
oler, etc.). En esta variable, y así lo han comprobado tanto Bentivoglio como Silva- (hijastro, entenado; encinta, preñada, emba-
Corvalán,I9 no suelen tener incidencia alguna las variables de origen extralingüístico. razada; rasguño, raspón, rozón; burbuja, gorgorita, gargolito, farol)
eufemísticas (jorobado, chepita; axila, sobaco), o formas tabúes o
entre otras posibilidades: Al mismo
tiempo, se busca identificar el léxico característico de los diferentes grupbs sociales:
Variación léxica léxico juvenil, léxico profesional, léxico marginal, etc.
Para conseguir estos objetivos hay que demostrar la equivalencia de una serie de
Pero en esto podéis considerar la riqueza de la lengua castellana, variantes léxicas y, lógicamente, encontrar esas variantes en el discurso natural. Tal
qué tenemos en ella vocablos en que escoger como entre peras. labor exige, a la vez, decidir qué características han de tener las variantes, porque,
JUAN DE VALDÉS, como ha señalado Julio Borrego, lo cierto es que pueden obedecer a motivaciones
Diálogo de la lengua, 1535
muy diversas, aparte, claro está, de la etimología: diferente pronunciación
cío), diferente evolución fonética (rocío /ro-
Yo comparo esta abundancia a la de los sinónimos, que, dado que (laguna I ¡laguna), diferente género (el dote I la
los aya rigurosamente tales, solo sirven para la variedad, i har- dote), 'diferente derivación (rapiña I rapiñoso
'avaro'), diferente modificación (cogu-
monía del decir. jada moñuda I cogujada copetuda). 21
GREGORIO MAYANS. Orígenes de la lengua española, En un primer momento, podría parecer evidente que formas como
1737
guna, o pescadero y pescatero, laguna y (la-
más que variantes léxicas, son elementos que respon-
El estudio de la variación léxica se enfrenta a los mismos probleinas que la va- den a una variación fonética; en muchas ocasiones, sin embargo, tal variación fonéti-
riación gramatical. Entre esos problemas destaca, naturalmente, el establecimiento de ca es ficticia, por tratarse de rasgos que han dejado de funcionar como variantes y que
equivalencias entre supuestas variantes, que tiene como trasfondo, muy especialmen- han quedado fosilizados en determinadas unidades léxicas. Con otras palabras, los lí-
' 1
te en este nivel léxico-semántico, la larga porfía sobre la existencia o la imposibilidad mites entre las variantes léxicas no siempre son evidentes y, consecuentemente, la de:
cisión sobre qué unidades merecen ser consideradas como variantes de una misma va-
42 alternancia -ro 1-se y -ra I -ría riable entreña un riesgo notable. Ante tan delicada circunstancia, cada investigador
en el habla de Valencia (Venezuela)», Lingüística Española Ac-
Wat XI (1989), pp. 117-124.
G. Salvador, Senrántica y lexicología del español,
Why tontos and no, «yo canto.? The problent o f first-sierran subject pronond in spoken Venezue- Madrid, Paraninfo, 1984. Para este autor sí hay si-
los Sparrish (tesis de maestría inédita). Los Ángeles, Universidad de California, 1980. nónirnos.
Véase Sociolingüística. Traria y análisis. ob. cit., p. •Dillcultades para el estudio sociolingüístico del lé,xico»,
115 y ss. II Encuentro de lingüistas y filólogos de ES-
paño y México,
Salamanca, Universidad de Salamanca, 1994, pp. 119-131.
30 • PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
LA VARIACIÓN EN LA LENGUA 31
se dejará guiar por los intereses particulares
de su estudio y por las características his-
tóricas y dialectales de las variantes analizadas. la variación fonético-fonológica y la de tipo morfológico y funcional se ven determi-
Asirriismo,la cuestión de localizar auténticas variantes léxicas no es baladí en ab- nadas frecuentemente por factores lingüísticos y extralingüísticos, la variación cate.-
soluto, dada la escasa frecuencia con que alternan en el discurso. De ahí que algunos gorial y posicional (sintáctica) se ve explicada Mayoritariamente por factores lingüís-
ticos y la variación léxica por factores extralingüísticos.25
especialistas hayan optado por encontrar las variables fuera del discurso continuado
y natural: por medio de encuestas y cuestionarios. Si un hablante no usa formas léxi- Es preciso llamar la atención, no obstante, acerca de dos realidades. La primera
cas equivalentes en su habla espontánea, lo mejor es preguntar directamente por es que la variación sociolingüística, en la que intervienen tanto factores de lengua
como factores ajenos Mella, se puede hallar en todos - los niveles: fonética, gramática,
ellas, aunque el lamento de los sociolingüistas a la hora de utilizar los cuestionarios
para recoger unidades léxicas ha sido general: léxico, discurso. La segunda es la preeminencia de los factores lingüísticos sobre los.
extralingüísticos.26 Como señala López Morales
A pesar de los inconvenientes que desde el punto de vista sociológico y psicológi-
co puede tener la utilización de cuestionarios fijos, hemos procedido de este modo Debe advertirse,:sin embargo, que todos los factores sociales, por importantes que
(M. Etxebarría).22 sean, están supeditados a los imperativos del sistema lingüístico; hasta la fecha se
ha comprobado en repetidas ocasiones que los factores sociales no son tan cate-
Aquí [el estudio sociolingüístico del léxico] más que en ningún otro campo resulta góricos como los gramaticales: actúan donde el sistema lo permite.
imprescindible
el recurso de la encuesta, con todos los problemas que tal instru-
mento conlleva (J. Borrego)» Así pues, las variables extralingüísticas, especialmente las sociales, actúan allí
donde la lengua lo permite y no es casualidad que sea en el nivel léxico —el más pe-
Este lamento nace, no del rechazo de la encuesta misma, muy usada en otro tipo riférico o superficial, el más sujeto a los vaivenes históricos, él de mayor carga sim-
de investigaciones (geolingüística, lingüística aplicada), sino de los inconvenientes que bólica— donde estas variables parecen revelarse como más determinantes.
presenta en relación con lo que William Labov llamó la
paradoja del observador:

la sociolingüística aspira a estudiar la lengua que se usa en una comunidad cuan- Reflexiones y ejercicios
do
los hablantes no se sienten sistemáticamente observados, pero sólo se puede es-
tudiar esa lengua mediante la observación directa.24
Intente descubrir las variantes de los fonemas /Á/ y /y/ que existen en una co-
munidad de habla española. ¿Cuántas «clases» de variantes se pueden identificar?
La encuesta con cuestionario implica necesariamente que el hablante se sienta ¿En qué condiciones lingüísticas se da cada una de esas clases de sonidos?
observado de una forma directa y sistemática; de ahí los recelos. Pese a todo, el cues-
tionario parece ser el modo más eficaz de enfrentarse a la variación léxica y, para su Tanto en el español de España como en el español de América es posible en-
aplicación, se cuenta con una sólida y amplísima experiencia: la de la geografía lin- contrar áreas en las que predomina el mantenimiento de -s final de sílaba y áreas en
güística. A todo ello volveremos en el capítulo 3.
las que predomina el debilitamiento o incluso la pérdida de ese elemento. Elabore
Los estudios de variación léxica que se han realizado hasta el momento, escasos una relación de los factores distribucionales, contextuales y funcionales que favore-
en general si los comparamos con los de otros niveles, demuestran que en este tipo cen en unos lugares el mantenimiento y que favorecen en otros lugares el debilita-
de variación participan principalmente factores extralingüísticos —rasgos sociológi- miento. Además de la bibliografía específicamente sociolingüística, puede consultar
cos, situaciones, creencias y actitudes---, aunque también pueden estar implicados fac- otras Obras de carácter general, como el libro en dos volúmenes dirigido por Manuel
tores lingüísticos, factores como el ritmo del habla, las repeticiones ola lengua de ori- Alvar, Manual de dialectología hispánica. El español de España y El español de Amé- .
gen de las unidades léxicas. rica (Barcelona, Ariel, 1996).

Considere el uso de los pronombres interrogativos quién, qué y cuál en los


Variables lingüísticas y extralingüísticas siguientes ejemplos:

A la vista de lo comentado a lo largo de todo este capítulo, es posible prbponer ¿Quién de tus hijos es el mayor?
una diferenciación, al menos como hipótesis de trabajo, entre los niveles de la lengua ¿Cuál de tus hijos es el mayor?
según la naturaleza de las variables explicativas que én ellos suelen incidir: mientras ¿Qué hijo es el mayor?

Sociolingüística urbana. El habla de Bilbao,


Salamanca, Universidad de Salamanca, 1985, p. 73.
Ari. cit., p. 120.
Véase Modelos sociolingiiisricos,ob. cit., p. 266. También por variables de indole linginslica, pero más irregt,tarmente.
Ob. cir., p. 141,
32 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE

¿Suponen estos usos formas diferentes de-decirlo mismo ose observa entre ellos
alguna diferencia semántica? Comente si el uso de un pronombre o de otro puede ex-
plicarse por razones sociales, geográficas o estilísticas.

4. Reflexione sobre las razones que podrían explicar la alternancia de unidades


léxicas como las que componen las series siguientes:

agarrado / roñoso / avaro


urraca / manco ¡picaza ¡blanca
deceso / muerte CAPITULO 2
rápido! raudo / ligero
LA VARIACIÓN SOCIOLINGÜÍSTICA.
LAS VARIABLES SOCIALES
Orientaciones bibliográficas

Acerca de los fenómenos variables más característicos del- español y de los fac- Variación sociolingüística
tores que los determinan, además de la bibliografía citada en el texto y a pie de pá-
gina, es aconsejable la lectura de la obra dirigida por Manuel Alvar, también citada, A excepción de José Carlos, Don Servando e Hipólito todos ha-
Manual de dialectología hispánica. Como introducción clara y sencilla a las caracte- blan con dejo y pronunciación andaluces: Estrella y Elvira, y aun
rísticas del español de América, es muy recomendable la lectura de los dos volúme- Doña Lola, con el fino y gracioso acento sevillano; Pepa Juana,
nes de María Vaquero: El español de América L Pronunciación y El español de Amé- lo mismo, si bien con dicción más fuerte y recortada; Anita, Ro-
cío, Silveria y Guadaira, con el suave ceceo de los pueblos de la
rica II. Morfosintaxis y léxico (Madrid, Arco/Libros, 1996). Naturalmente, también es
comarca, más bien hacia Huelva que hacia Cádiz, y Paquito
muy útil, por tratar los asuntos lingüísticos en su historia y en su geografía, la con- Rodó, con originalidad característica del andaluz cerrado.
sulta de la conocidísima Historia de la lengua española, de Rafael Lapesa (8." ed., Ma-
- Hermanos ÁLVAREZ QUINTERO, La risa, 1934
drid, Gredos, 1980), así como de la Morfología histórica del español, de Manuel Al-
var y Bernard Pottier (Madrid, Grados, 1983).
Queda dicho que las variables extralingüísticas, específicamente las sociales, son
capaces de determinarla variación hasta donde lo permite el sistema de la lengua, y
queda ilustrado cómo unas variables lingüísticas, internas, pueden incidir en la apari-
ción de tales o cuales variantes de una variable determinada. Es, por tanto, el mo-
mento de centrarnos en las variables sociales que son capaces de determinar la va-
riación lingüística y en el modo en que esas variables se combinan con la de índole
netamente lingüística. Con otras palabras, a partir de ahora afrontaremos en su tota-
lidad el fenómeno de la variación sociolingüística, definido como la alternancia de dos
o más expresiones de un mismo elemento, cuando ésta no supone ningún tipo de al-
teración o cambio de naturaleza semántica y cuando se ve condicionada por factores
lingüísticos y sociales.
La investigación sociolingüística ha permitido conocer que las variables sociales
que influyen-sobre la variación lingüística lo hacen de un modo específico en cada co-
munidad y respecto a fenómenos lingüísticos concretos. Aunque ya se ha explicado
que hay ciertos niveles de lengua en los que cabe esperar con más probabilidad la in-
cidencia de factores extralingilisticos (fonética-fonología, morfología) y aunque es in-
negable que existen hechos lingüísticos y sociales recurrentes, en realidad nQes Osje
ble conocer de antemano qué tipo de variables sociales van a actuar sobre-Incas:talé
mentos lingüísticos en una comunidad dada. Y esto por dos motivos eri ? hmerlsug
porque los factores sociales actúan sobre la lengua de una forma illelter4t,
en dos comunidades de habla diferentes la variación sociolültilif-1M' I -5/55
nómeno no tiene por qué manifestarse de la misma eti..ágT,ndo,2 !J-lia
CAPÍTOLO 11

LENGUA, CULTURA Y PENSAMIENTO

Las lenguas y la visión del mundo

Parece que todos piensan que nomen viene del griego ónoma,
yo creo, en cambio, que viene de nosco, non!, notum, nouimen
«conocer», de la misma manera que momen «impulso, movi-
miento» de moneo, moui, motum, mouimen «mover». El nombre
es cierta imagen por la que algo es conocido, dice Escalígero.
, FRANCISCO SÁNCHEZ DE LAS BROZAS, Minerva, 1587

Entre los intereses de la sociolingüística, entendida de una forma amplia, figura


la relación entré la lengua, la organización social y la visión del mundo o, dicho de
otro modo, entre lengua, cultura y pensamiento.I Al hablar de cultura, nos referimos,
siguiendo la definición de Goodenough, a todo aquello que una persona debe saber
o creer para desenvolverse de forma adecuada entre los miembros de un grupo hu-
mano concreto y para cumplir una función aceptada por todos ellos. Este conoci-
miento se adquiere y aprende en un proceso de socialización.2
El interés por la relación entre lengua, cultura y pensamiento no es algo recien-
te, sino muy anterior a la génesis de la sociolingüística actual. Aunque éste ha sido un
asunto tratado desde la Antigüedad, lo cierto es que sus orígenes modernos, los que
siguen influyendo sobre la lingüística contemporánea, pueden llevarse al primer ter-
cio del siglo xix, fechas en las que Wilhehn von Humboldt formuló sus ideas sobre la
forma interior del lenguaje. Para Humboldt, la lengua conforma el pensamiento y ex-
presa perfectamente el espíritu nacional de un pueblo, su ideología, su forma de ser
y su visión del mundo. Cada lengua posee una forma interior, previa a toda articula-
ción y que siempre la determina, de ahí que se sostenga que a diferentes lenguas, dis-
tintas mentalidades. Humboldt afirma

Cada lengua, cualquiera que sea, lleva en su seno en cada momento de su existen-
cia la expresión de todos los conceptos que se puedan desarrollar alguna vez en la
nación. Cada una, incluso, en cada momento de su vida, equivale exactamente al

I. Véase M. Casado Velarde, Lenguaje y cultura, Maldrid. Sintesis, 1988,


2. W. H. Goodenough, «Cultural Anthropology and Linguistica, en P. L. Garvin (ed.), Repara oí Me
Sevemh Round Table Meeting un Linguistica and Language Study, Washington, D.C., Georgetown University
Press, 1957, p. 167.
LA LENGUA EN SU USO SOCIAL 197
PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
196
Dos lenguas nunca son suficientemente parecidas para poder considerarlas como
alcance de pensamientos
de la nación en ese momento. Cada cual; finalmente, en
exposiciones de la misma realidad social, Los mundos en IOS que viven sociedades
cada una de sus situaciones, forma la totalidad de una visión del mundo, al conte-
distintas son mundos separados y no se trata simplemente del mismo mundo con
ner expresión para todas lás representaciones que la náción se haga del Mundo, y
diferentes etiquetas.4
para todos los sentimientos que produzca el mundo en ella.3
Para Benjamin Lee Whorf, por ejemplo, es inexacto considerar que un hopí, co-
En su filosofía del lenguaje, Wilhelm von Humboldt reformula algunas de las nociendo solamente la lengua hopí y la cultura 5.19 su comunidad, tenga las mismas no-
principales ideas de Herder, Kant y Hegel; de Herder toma el principio de que cada ciones de tiempo y de espacio que los hablantes de inglés, por mucho que se COnSi- •
lengua es una forma diferente de ver el mundo, tesis netamente romántica, en el sen- dere que estas nociones puedan tener un origen intuitivo o puedan l¿r universalds.5
tido peyorativo del término; de Kant asume el apriorismo del individuo y de la len-
La hipótesis Sapir-Whorf, planteada en sus términos extremos, no cuenta en la
gua: el individuo es anterior al proceso cognoscitivo, del mismo modo que el lengua- actualidad con seguidores incondicionales. Es difícil admitir que una lengua, si no dis-
je articula el conocimiento y, por lo tanto, es anterior a él; el pensamiento es el len- pone de una palabra determinada, es incapaz de expresar un concepto —puede ha-
guaje mismo y no es posible pensar sin que haya antes lenguaje; de Hegel toma la ber recursos gramaticales que lo permitan— o que sus hablantes son incapaces de ad-
idea de que las estructuras semánticas y sintácticas varían y hacen posible que unas quirirlo. Por otra parte, las diferencias entre dos lenguas como el hopí y el español no
lenguas sean más aptas que otras para la transmisión de determinadas ideas o cono- imposibilitan la compresión de una forma absoluta. Ahora bien, siempre queda la po-
cimientos. sibilidad de admitir unos planteamientos menos radicales: la psicolingüística está com-
Pero, mucha de la importancia de las ideas de Humboldt, durante largo tiempo probando que la lengua ejerce alguna influencia a la hora de percibir o de recordar;
ignoradas o arrinconadas, radica en que supusieron la apertura de un camino dentro siempre es más fácil distinguir dos conceptos si éstos van asociados a palabras dife-
de la lingüística, un camino que más tarde fue continuado por pensadores tan desta- rentes, de igual forma que a menudo se recuerda algo con mayor facilidad si va liga-
cados como Edward Sapir y Benjamin Lee Whorf. Las teorías de Sapir y de Whorf, do a algún elemento lingüístico concreto. Explicada así, a la hipótesis Sapir-Whorf aún
junto a las de otros notables investigadores como Franz Boas, constituyen el funda- se le admitiría cierta validez.
mento de la disciplina denominada antropología lingüística. Desde un punto de vista diferente del de Sapir y Whorf, pero preocupado por las
El pensamiento antropolingüístico de Sapir y Whorf tiene su expresión más re- mismas cuestiones, Adam Schaff ha expuesto su opinión acerca de las concomitancias
levante en la llamada, precisamente, hipótesis Sapir-Whorf, cuyos principios mejor entre lengua, pensamiento y realidad. Para Schaff la lengua se concibe como produc-
conocidos son dos: el principio del determinismo lingüístico y el principio de la relati- to de una praxis social que determina la visión que una sociedad tiene del mundo: la
vidad lingüística. El principio del determinismo establece que la lengua tiene la capa- lengua refleja una realidad a la vez que crea una imagen de esa realidad. Esta pro-
cidad de determinar el pensamiento, lo que viene demostrado por la relatividad lin- puesta se conoce como «teoría del reflejo». Desde esa perspectiva, es cierto, como se-
güística: el mundo ofrece un conjunto complicado de imágenes que las mentes de los ñalaba Humboldt, que el hombre piensa tal como habla y habla como piensa. Según
individuos perciben y organizan a través de un patrón útil para toda una comunidad Schaff, el hombre piensa en algún lenguaje, por lo que su pensamiento siempre es ha-
de hablantes y que está codificado en las estructuras de su lengua. Así pues, la orga- blado, y la forma en que piensa depende de la experiencia social expresada en la len-
nización del conocimiento viene determinada directamente por la estructura lingüís- gua que le ha transmitido la sociedad mediante un proceso de educación hablada.6
tica'. Las lenguas muestran entre sí diferencias estructurales muy llamativas: no todas Durante los últimos años, la «psicología cognitiva» ha desarrollado otra pro-
tienen unas mismas categorías gramaticales ni las expresan formalmente de la misma puesta teórica, preocupada también por la relación entre lengua, pensamiento y rea-
manera; algunas lenguas disponen de muchos vocablos para referirse a realidades que lidad', que interpreta las cosas de una forma diferente: la «teoría de los prototipos».
en otras lenguas reciben un solo nombre. Todas esas diferencias contribuyen a que la Esta teoría, que está siendo aplicada en los más diversos ámbitos de la lingüística,
visión del mundo y la organización del conocimiento sea muy diferente de una cultu- también ha recalado en las aguas de la sociolingüística, gracias al interés R. A. Hud-
ra a otra, aunque las disimilitudes no excluyen la posibilidad de que existan univer-
son./ Frente a los que utilizan series de rasgos mínimos para caracterizar determi-
sales. nadas unidades —la semántica estructural, por ejemplo, habla de semas (rasgos se-
El principio de la relatividad, tal y como se plantea desde la antropolingüística o mánticos pertinentes) y sememas (conjuntos de rasgos semánticos pertinentes)— la
la etnolingüística norteamericana de la primerá mitad del siglo xx, supone que la es- «teoría de los prototipos» propone que un concepto concreto se defina como un pro-
tructura lingüística es una forma de experiencia por la que se conoce el mundo. La
totipo o caso típico de ese concepto: un prototipo sería el ejemplar idóneo, el mejor
formulación lingüística de los objetos es la que nos hace entender el mundo de una representante o el caso central de una categoría o, al menos, el más frecuentemente
manera determinada. Aquí está el núcleo de la llamada hipótesis Sapir-Whorf, según considerado como tal. Este concepto supone la existencia de ejemplares, casos o
la cual el lenguaje crea la realidad del pensamiento.

d. 1C. Roture, Sociolingüística, Madrid, Síntesis, 1988, p. 83.


B. L. Whort, Language, Thooghi asad Reality, Cambr idge, Mass., The MIT Presa, 1969, p. 5.
Véase A. Sehall, Lenguaje y conocimiento, 2.' ed., México, Grijalbo. 1975, pp. 209-242.
1 Chad° por J. M." Valverde en W. von Humboldt, Escritos sobre el lenguaje, Barcelona, Península,
La sociolingiiistica, Barcelona, Anagrama, 1981, p. 88 y su.
1991, p. 17.
PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE LA LENGUA EN SU USO SOCIAL 199
198

muestras de una categoría que se ajustan más o mejor al prototipo correspondiente tativos es el de los términos de parentesco: en húngaro se distinguen, mediante uni-
que otros: 'pájaro' sería un prototipo, aunque probablemente un gorrión guardaría dades léxicas diferenciadas, las figuras del hermano mayor (bátya), el hermano pe-

más semejanza con el Prototipo que un pingüino.8 Los prototipos alrededor de los queño (ócs), la hermana mayor (néne) y la hermana pequeña (hug); frente a esta or-
cuales se organizan las palabras en las diferentes lenguas a menudo están menos ale- ganización, el inglés «sólo» dispone de dos unidades léxicas —una para hermano
jados que los significados de esas mismas palabras. Con esto se quiere decir que es (brother) y otra para hermana (sister)— y el malayo, de una (saudara). En este caso,
relativamente fácil que las lenguas compartan prototipos y no tanto que compartan el español dispone también de dos unidades, como el inglés, pero diferenciadas con
significados lingüísticos: las lenguas y las culturas pueden ser menos diferentes de lo procedimientos gramaticales (morfema de género) y no léxicos.
Otros ejemplos de cómo la lengua y la visión del mundo se interrelacionan se-
que parecen, así condideradas.
Partiendo de estas ideas, Hudson ha descubierto que la «teoría de los prototipos» rían los correspondientes a los nombres. del arroz, de la nieve o del color verde: en
ofrece al sociolingüista y al antropólogo varios atractivos. Uno de ellos es que per- los dialectos de Vietnam no existe una palabra para designar el arroz de forma gené-
mite comprender más fácilmente cómo la gente aprende unos conceptos a pará de rica, sino que se cuenta con formas léxicas diferentes para cada clase de arroz; los es-
otros en relación con unos prototipos determinados: un concepto basado en un pro- quimales, por su parte, disponen de palabras diferentes para llamar a la nieve en sus
totipo se puede aprender a partir del conocimiento de un número de casos muy re- diferentes, estados (en polvo, helada, que cae, etc.), mientras algunos pueblos del
ducido y sin ningún tipo de definición mental previa del concepto. Otro atractivo de Amazonas usan formas, léxicas distintas para los más variados tipos de verde.9
los prototipos es que dejan un lugar para las interpretaciones particulares de la reali- Debe tenerse en cuenta, sin embargo, que no es necetario comparar dos o más
dad, dado que los límites entre unos conceptos u objetos de la vida real y otros son > lenguas para encontrar modos diferentes de organizar un campo léxico; dentro de una
difusos: los individuos o los grupos sociales disfrutan de cierta libertad para aplicar é misma lengua también se pueden hallar, y el campo de los vegetales es un ejemplo
interpretar los conceptos de una forma particular. Además, el modelo del prototipo interesante. Ramón Trujillo ha demostrado que en Masca (Tenerife) funcionan los si-
ofrece a los sociolingüistas la posibilidad de explicar cómo la gente categoriza de guientes términos generales: árbol 'vegetal, frutal o no frutal, resistente', ramo 'no
modo distinto los factores sociales con los que se relaciona la lengua, factores como frutal, resistente', mata 'vegetal no resistente', hierba y pasto 'vegetal no resistente,
el tipo de interlocutor o la situación en que se desarrolla una interacción comunica- pequeño y no comestible (personas)', verdura 'vegetal no resistente, pequeño y Co-
mestible (personas)99 Esto quiere decir que en Masca son llamados «ramos» el bu-
tiva.
' rel, la retama o el brezo, designación que no reciben en el centro de la península ibé-
rica, por ejemplo.
También es posible encontrar diferencias estructurales del léxico en la diacronía:
Diversidad lingüística y diversidad cultural
las distinciones que el español expresa por medio de las formas viejo, joven y nuevo,
No ay lengua en el mundo, que en todo se conforme con los vo- se expresaban en latín con sene-x (aplicado a personas), velillo (aplicado a animales)
cablos y maneras de hablar que ay en otra. y venas (aplicado a cosas), para viejo, y con itivenis (aplicado a personas) y novellus
ALEJO VENEGAS DEL BUSTO, Agonía del tránsito
(aplicado a animales), para joven, mientras que la forma latina novus equivalía a
de la muerte, 1553 nuestro nuevo (aplicado a lo que no son personas ni animales)» Como se ha co-
mentado, entre esta manera de concebir la organización del léxico (rasgos y campos
La forma interior de una lengua, para Wilhelm von Humboldt, supone una or- semánticos) y la que propone la teoría de los prototipos existen diferencias impor-
denación del mundo mental y físico por parte de sus hablantes, que se diferenciarán tantes.
de los hablantes de otras lenguas por proceder a esa ordenación de una manera par- Pero, en ocasiones, las diferencias entre dos lenguas no se aprecian sólo en el
ticular y suficientemente diferenciada. Este concepto se ha puesto en relación con el modo de organizar los campos léxicos. David Crystal ha recogido una curiosa mues-
de «forma del contenido» de la gramática estructural, que se define como la estruc- tra de las designaciones correspondientes a agujero en pintupí, una lengua aborigen
turación que cada lengua da a la realidad física o mental, esto es, a los conceptos in- de Australia. Esta lengua usa hasta diez formas léxicas diferentes: yerta 'agujero en
finitos de la mente humana. A su vez, el concepto de «forma del contenido» supone un objeto', pirti 'agujero en el suelo; hoyo', kartalpa 'agujero pequeño en el suelo',
una interpretación del léxico que lo presenta como un conjunto de unidades suscep- pirnki 'agujero formado por un saliente en una roca', yulpilpa 'agujero estrecho en el
tibles, en gran parte, de ser estructuras dentro de unidades más amplias denominadas que viven hormigas; hormiguero', mutare 'agujero en una lanza', nyarrkalpa 'madri-
- «campos léxicos». guera de un animal pequeño', pulpa 'madriguera de conejo', makarnpa 'madriguera
Los estudios de los campos léxicos realizados hasta el momento revelan cómo de iguana', katarta 'el agujero que deja una iguana cuando rompe la superficie des-
cada lengua organiza el contenido de una forma distinta y demuestran el alcance de pués de la hibernación'. En español, para expresar esos mismos contenidos, se pue-
la relatividad lingüística. Uno de los ejemplos contrastivos más conocidos y represen-

Véase W. Foley, Anrhropological Linguisiirs. As introduclion, Oxford, Blackwell, 1997. '

8. Véase E. Rosch y B. Lloyd. (cds.), Cognition and paiegorization, Hillsdale. Lawrence Erlbaum Am., Lenguaje y rs,llura en Mosco, Santa Cruz de Tenerife, Interinsular Canaria, 1980. pp. 180-188.
Véase E Coseriu, Principios de semántica eso-no:tal, Madrid, Credos, 1977, p. 28.
1978.
till
PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE LA LENGUA EN SU USO SOCIAL 201
200

den necesitar, como se ve en las definiciones, desde. una sola hasta una quincena de Ancestros Dios
e,mSad enler
palabras, pero lo importante es que, sea de la forma que sea, también es posible
expresar todos esbs conceptos en esta lengua» no resulta apropiado, por tanto, in-
terpretar que algunos conceptos son totalmente inexpresables en otras lenguas. El es-
pañol puede echar mano de la gramática (sintaxis, morfología) para expresar unos
matices de los que no da cuenta el léxico: para designar clases distintas de verde se do meta, eltral Jueces
Familia
del gobierno
usan las formas verde botella, verde limón, verde claro... Estamos simplemente ante
formas diferentes de fijar las relaciones entre la lengua y la realidad.'
Por otro lado, la complejidad y la multiplicidad de las lenguas y las culturas del
mundo se refleja no sólo en el uso y la ordenación de las unidades lingüísticas, sino
también en la forma de organizar los procesos comunicativos, desde los más simples Oponente Corle yakan
a los más complejos. Este hecho se ha puesto de manifiesto en los estudios de carác- (acusación)

ter etnográfico realizados en las más diferentes y alejadas comunidades» Baste un


Fuente. Ch. R. Rake, 1972.
ejemplo para demostrar el interés de este tipo de descripciones: se trata de un estu-
dio realizado por Charles Enke en el que intenta descubrir las formas en que los FIG. 11.1. Sanciones y sancionadores en el sistema jurídico yakan.
miembros de una comunidad categorizan su conducta." Con este objetivo, Frake
hace un análisis de situaciones de litigio tal y como se presentan y resuelven entre la
población yakan. Los yakan constituyen un grupo musulmán del sur de la península tros y que pueden afectar al acusado o a su familia o, sencillamente, con la remisión
de Zamboanga, en la isla de Mindanao, en Filipinas. del asunto a una instancia exterior (en este caso, la justicia ordinaria).
Para solventar sus litigios, antes de que intervenga la justicia ordinaria del país, Como conclusión general, debe destacarse que la lengua forma parte de un com-
los yakan construyen una situación comunicativa específica en la que aparecen unos plejo sistema cultural y que mantiene una estrecha relación con la organización so-
actos y unidades comunicativas que forman parte de la terminología legal de su va- cial, las relaciones sociales funcionales, los valores, las creencias y las pautas de con-
riedad lingüística. El análisis etnográfico de Frake se realiza a partir de unas unida- ducta y conocimiento que se transmiten de generación en generación, mediante pro-
des que se identifican respondiendo a la pregunta ¿qué está haciendo cada interlocu- cesos de socialización y de culturización.
tor? La categoría primaria en una situación comunicativa de litigio es «hablar los unos
con los otros».
El sistema legal de los yakan es básicamente un sistema de símbolos o un códi- Tabú y eufemismo
go para hablar, organizado en actos comunicativos y en una serie de sanciones. Los
interlocutores principales son la corte o el jurado yakan, el acusador y el acusado. La muerte también come cordero como carnero [...] Tiene esta
señora más de poder que de melindre.
Todo el proceso interactivo se orienta a restablecer la comunicación y el trato social
entre las partes, por eso —a diferencia de lo que ocurre en procesos jurídicos simila- MIGUEL DE CERVANTES, Don Quijote de la Mancha, 1615

res de otros grupos— los litigantes no son siempre partes radicalmente enfrentadas o
enemigas: son partes que simplemente no se tratan o no se hablan. Mención aparte, aunque profundamente relacionados con las nociones anterio-
El proceso comunicativo de la justicia yakan recurre a amenazas, en cuyo cum- res y, al fin y al cabo, con la lengua y la cultura, merecen los conceptos de «tabú» y
plimiento pueden verse implicados desde la divinidad y los ancestros, hasta la justicia de «eufemismo». Son éstos, sin duda alguna, objetos ideales de estudio para la socio-
ordinaria del país, pasando por la familia del acusado. Todo con la intención de que lingüística, si bien es mucho lo que aún falta por saber de su dimensión social.
demandante y acusado normalicen su relación social (figura 11.1). El tabú es una prohibición de ciertas acciones u objetos basada bien en razones
Según se desprende de la figura 11.1, durante la causa se manejan argumentos religiosas, bien en otros prejuicios, conveniencias o actitudes sociales. Tabú es una pa-
muy variados para conseguir que el acusado se retracte o arrepienta: se le amenaza labra malayo-polinésica que significa `sagrado'; entre los polinesios se considera tabú
con el abandono por parte de su familia o del grupo, con agresiones del oponente aquello que, si se realiza o se toca, puede acarrear grandes desgracias para el que lo
contra la familia o el acusado, con enfermedades enviadas por Dios o por los anees- hace o para su gente. Por lo general, son tabú los objetos religiosos (ídolos, amuletos,
templos) o las personas relacionadas con ellos (sacerdotes), pero, como se ha dicho,
el tabú no se ciñe al terreno de la religión o de la superstición, sino que frecuente-
Enciclopedia del lenguaje, Madrid, Taurus, 1994, p. 15.
Véase M. Saville-troike, Tire Eihnography af Communiention. An Introduction, Oxford, Blackwell,
mente obedece a convenciones y actitudes sociales.
1962; t. J. Campea y D. Hymes (cts.), Directions in Sociolingainicy The Ethnography of Conrmunication, Desde un punto de vista lingüístico, se habla de tabú para hacer referencia a una
Nueva York, Hola, Rinehart le Winston, 1972. palabra cuyo uso debe evitarse, generalmente por motivos sociales, políticos, sexua-
«Struck by Speech: The Yakan Concept oí Litigationte, en J. J. Gumperz y D. Hymes (SI), ob.
les, supersticiosos o religiosos: la palabra existe, pero su empleo provoca el rechazo o
pp. 106-129.
202 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE LA LENGUA EN SU USO SOCIAL 203

la recriminación de la comunidad o de un grupo social. Son tabú los nombres de los convertirse en formas tabuizadas: es lo que ha ocurrido con la palabra váter, que, en
genitales y de los actos sexuales, los nombres de actividades y objetos escatológicos; su momento, vino a sustituir a la forma retrete. .
en algunas culturas'es tabú el nombre de Dios, como en otras lo son la muerte o cier- A pesar de que el tabú suele explicarse como un fenómeno propio de comuni-
tos animales. dades enteras y como reflejo de convenciones generalmente aceptadas, la sociolin-
Stephen Ullmann agrupa los tabúes en tres categorías distintas, según la motiva- güística actual está demostrando que el uso del tabú y el eufemismo se correlaciona
ción psicológica que hay tras ellos:15 estrechamente con los factores sociales que determinan la variación lingüística: sexo,
edad, nivel sociocultural, etc. En este sentido, se pueden distinguir dos niveles en el
ámbito del tabú: el macrocontexto del tabú, en el que se identifican categorías como
a) Tabú del miedo. Suelen ser los nombres de seres sobrenaturales: ya hemos
hecho referencia al nombre de Dios, pero también puede ser tabú el nombre del de- la estructura social, la herencia cultural, las creencias religiosas, las instituciones polí-
ticas o las valores tradicionales, y el micracontexto, que incluye categorías como los
monio, de los espíritus diabólicos o de lo que da mala suerte, como la mano izquier-
da. Los nombres de los animales peligrosos o dañinos también responden a un tabú participantes y sus características sociales, el propósito de la interacción, el tema tra-
del miedo: la culebra, la comadreja, el lobo. tado o la situación.
Tabú de la delicadeza. Suelen ser los nombres de lo desagradable, de lo En el ámbito del microcontexto, se puede llegar a saber si una forma tabú o un
que no resulta cómodo. También lo son los defectos físicos o psíquicos o los nombres eufemismo es más frecuente entre hombres o mujeres, entre jóvenes o viejos, en con-
textos formales o pocos formales. A este respecto, López Morales, en un estudio
de acciones criminales.
Tabú de la decencia. Aquí se incluye lo que tiene que ver con el sexo, con realizado sobre San Juan de Puerto Rico, concluye que el comportamiento del eufe- •
ciertas partes y funciones del cuerpo humano y con los juramentos. mismo y del tabú está controlado, al menos, por el nivel sociocultural de los sujetos
y por el estilo del habla» Así, la frecuencia de los eufemismos de la palabra tabui-
zada culo (trasero, fondillo, nalgas) disminuye conforme desciende el nivel sociocul-
El recurso que la lengua pone a disposición de los hablantes para evitar el tabú
tural de los hablantes de San Juan: nivel medio alto, 35,6 %; nivel medio, 33,9 %; ni-
recibe el nombre genérico de etefemismo.16 El eufemismo permite esquivar lo prohi-
vel medio bajo, 20,3 %; nivel bajo, 10,2 %. También se ha comprobado que, si el eu-
bido, pero también lo molesto, lo desagradable, lo ofensivo o lo sucio. Cuando un ha-
femismo es un cultismo o un tecnicismo (coito, eyacular, recto), no se da en el nivel
blante sustituye un término agradable, o simplemente adecuado, por otro ofensivo o
más bajo del espectro sociocultural. En lo que se refiere a la variación estilística, los
peyorativo, se produce el fenómeno del disfemismo, claramente opuesto al eufemis-
datos de López Morales indican que háy un aumento paulatino de los eufemismos a
mo, aunque bien diferenciado del tabú: el disfemismo suele nutrirse de términos ca-
medida que los hablantes pasan de estilos más espontáneos a otros más cuidados,
racterísticos de los estilos más vulgares o familiares y utiliza como recursos habitua-
aunque las mayores diferencias se observan entre el estilo espontáneo y los demás,
les la metáfora y la perífrasis (dátil por dedo, queso por pie, viejo por padre).17
como demuestran las frecuencias de los eufemismos de cu/o: estilo espontáneo,
Los procedimientos eufemísticos que la lengua ofrece son muchos y variados
23,1 %; estilo neutro, 36,4 `Yo; estilo cuidadoso, 40,3 %.
(metáforas, perífrasis, lítotes, antífrasis, deformación de palabras) y las causas que lle-
van a su aparición están directamente relacionadas con el tipo de tabú: en unos casos
se intenta usar la forma más adecuada a un estilo y una circunstancia (axila por so-
Competencia lingüística, competencia comunicativa
baco, servicio por váler, pecho o seno por te(a); otras veces se trata de ser delicado o
y competencia cultural
respetuoso con otras personas (invidente por ciego, minusválido por cojo, paralítico,
etc., sin techo por mendigo, estila leado de fincas urbanas por portero, amigo por aman-
. Los etnógrafos de la comunicación llevan muchos años insistiendo en las limita-
te); muy a menudo se intenta evitar el nombre de lo que produce miedo, admiración
ciones, que para ellos son evidentes, del concepto generativista de competencia lin-
respeto (bicha por culebra, señorita por comadreja, aunque comadreja deriva de co-
güística. Hymes, en este aspecto, es contundente: el término competencia promete
madre que ya es un eufemismo) o de lo que se considera sucio (pipí por orina; trase-
más de lo que contiene en realidad porque se restringe a lo puramente gramatical y
ro por culo); y a veces se intenta suavizar los juramentos, sobre todo mediante la de-
deja en la penumbra otros aspectos del conocimiento tácito de los hablantes y de su
formación de palabras (jcaracoles! por ¡carajo!, ¡miércoles! por ¡mierda!, ¡jorobar! o
habilidad comunicativa. En esta línea de pensamiento, la etnografía de la comunica-
¡jolín! por ¡joder!, ¡mecachis! por ¡me cago en!). También ocurre, y con bastante "fre-
ción comparte con el generativismo chomskyano una preocupación por la creatividad
cuencia, que los eufemismos, a fuerza de sustituir a los tabúes y de designar objetos
y la libertad del hablante, pero añade un matiz que afecta a la esencia misma de esa
acciones mal vistos o prohibidos, acaban cargándose de valores negativos y pasan a
libertad: la situación. Los mecanismos gramaticales deben ser adecuados a las situa-

ciones en las que se utilizan; con otras palabras, para Hymes la relación entre los me-
Semántica, 2.' ed., Madrid, Aguilar, 1967, pp. 230-236.
canismos gramaticales y las situaciones debe ser una relación positiva. Así, cuando
Véase E. Montero Carrete, El eulemisnro en Galicia (su comparación con otras áreas romances),
Santiago de Compostela, Universidad de Santiago, 1981 (Verba, anexo 17).
Véase el capítulo dedicado al disfemismo en M. Casas, La interdicción lingüística. Mecanismos del DI -Papel del nivel sociocultural y del estilo lingüístico en el uso del eufemismo», en F. Moreno Fer-
eufemisnro y disfenrismo, Cádiz, Universidad de Cádiz, 1986. nández (ed.), Trabajos de sociolingitistica hispánica, Alcalá, Universidad de Alcalá, 1997.
204 PRINCIÑOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
LA LENGUA EN SU USO SOCIAL 205
Hymes se refiere al concepto de creatividad, también pone en lugar destacado la ne-
cesidad de que exista una adecuación y afirma: .
Capacidad general de expresión
Las reglas de ádecuación más allá de la gramática gobiernan el habla y son adqui-
ridas como parte de las concepciones del yo, y Sus sentidos están asociados a la vez Capacidadpara las actividades que acompañan
con las formas particulares del habla y con el acto del habla misma.19 a la lengua (mímica, gestos, etc.)

Ante las limitaciones denunciadas por Hymes, se ha propuesto, manejado y di-


Competencia lingüística en su totalidad
fundido el concepto de «competencia comunicativa». Este concepto incluye el cono-
cimiento, por parte de un hablante, no Sólo de un código lingüístico, sino también de
Competencia lingüística psicollsica
qué decir, a quién y cómo decirlo en una situación determinada. Desde este punto
de vista, el estudio de la lengua y de otras formas de comunicación debería dar cuen-
ta de los aspectos siguientes: Competencia lingüística cultural

Cona:glande lingüística general


si algo es formalmente posible y en qué grado;
si algo es factible en relación con los medios de que se dispone, y en qué grado;
Competencia lingüística particular
si algo es apropiado en relación con el contexto en que se usa, y en qué grado;
si algo es un hecho real, producto de una actuación, y en qué grado.
Competencia textual o discurshia

El primero de estos cuatro puntos se corresponde con lo que el Chomsky de As-


pectos llama competencia;20 en teoría, los tres puntos restantes deberían estar vincu-
lados a la actuación. Para la sociolingüística todo ello es parte de la competencia co-
municativa del hablante-oyente, con lo que sus límites van más allá de los dominios
de la competencia lingüística. Incluso se puede hablar de un tipo de competencia, más Ho. 11.2 Esquema general de los planos y nieve/es del hablar según E. Coserla (1994).

amplio, en el que quedarían recogidos todos los aspectos que tienen que ver con la
comunicación, tanto lingüística como no. lingüística. A esta clase amplia se le da el
nombre de competencia cultural. Entre los tres conceptos de competencia se estable- 3. Conocimiento cultural
a) Estructura social
ce una relación de inclusión, de tal forma que la competencia cultural incluye a la co-
municativa y a la lingüística, y la comunicativa, a la lingüística: La) Valoraciones y actitudes generales
competencia cultural
> competencia comunicativa > competencia lingüística. Esquemas cognoscitivos

Teóricamente, un hablante puede dominar en su competencia todos los elemen- Procesos de culturización (transmisión de conocimientos)
tos que componen la comunicación, que serían los siguientes:
Esta visión de la lengua, que sobrepasa con mucho los límites de lo puramente
1. Conocimiento lingüístico lingüístico o, digamos, de lo convencional, no sólo ha preocupado a los etnógrafos
Elementos verbales sino que también ocupa un lugar de relieve en la obra de algunos estudiosos cuya fi-
Elementos no verbales liación lingüística no se pone en duda. La prueba más evidente de ello se encuentra
Clases de elementos en acontecimientos comunicativos concretos en los trabajos de Eugenio Coseriu, quien se ha preocupado de hilvanar y dar cuer-
d) Relación de posible variantes po a una «teoría general del hablar», cuyo esbozo se encuentra en el volumen titula- a
e) do Competencia lingüística Elementos de la teoría del hablar, que ha elaborado y edi-
Significado de las variantes en situaciones concretas
tado su alumno Heinrich Weber, a partir de las notas 'de clase de algunos cursos y,
2. Conocimiento del proceso de interacción por supuesto, de la obra del mismo Coseriu.21

Percepción de los hechos destacados en situaciones comunicativas El esquema de esa «teoría general del hablar» presenta para el hablante una ca-
Normas de interacción e interpretación pacidad general de expresión que incluye una capacidad y una competencia bien di-
Estrategias para consecución de objetivos ferenciadas: la capacidad para las actividades que acompañan a la lengua (mímica,
gestos) y la competencia lingüística en su totalidad. Esta competencia lingüística, in-
cluye, a su vez, dos competencias diferentes: la competencia lingüística psicorsica y la
19. Foundation& in Sociolingiiisticr. An Ethnographic Approach,
Cinnaminson, Unirersisy oí Pennsylva- competencia lingüística cultural. Dentro de la competencia lingüística cultural se dis-
nia 'reos, 1974, p. 125.
20_ Aspectos de la teoría de/a sintaxis, Madrid, Aguilar, 1970.
21. Madrid, Credos, 1994.
206 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAJE LA LENGUA EN SU USO SOCIAL 207

eones o vocabularios bilingües y estos hombres se vieron maniatados por muchos de


tingue una competencia lingüística general (saber elocutivo), una competencia lingüís-
tica particular (saber idiomático) y una competencia textual o discursiva (saber expre- los aspectos que hoy interesan a la etnografía de la comunicación. Así, fray Domin-
sivo). La disposición de todas ellas queda tecogida en la figura 11.2. go de Santo Tomás, autor del Vocabulario de la lengua general del Perú (1560), que
No sería adecuado deducir una relación de -equivilencia entre el concepto de utilizó como modelo el Vocabulario español-latino de Nebrija, sólo pudo incluir en su
«competencia cultural y comunicativa» de los etnógrafos y el concepto de «compe- obra alrededor de 11.600 entradas (español-quechua y quechria-español), frente a las
tencia» de Coseriu —los puntos de partida e incluso las intenciones de los autores son casi 23.000 de la obra nebrisense (español-latín): el motivo de esta reducción de en-
muy distintos—, pero la coincidencia de algunos planteamientos es evidente. tradas estuvo en las diferencias culturales entre lo quechua y lo español. Fray Do-
En la configuración de esas competencias tienen mucho que ver los contextos ex- mingo de Santo Tomás prescindió en la parte español-quechua de las formas referi-
traverbales o las circunstancias no lingüísticas que conocen o perciben los hablantes. das a realidades totalmente desconocidas en América: árboles, semillas, frutas, aves,
Según el mismo Coseriu, esos contextos extraverbales son de varios tipos: el contex- peces, oficios, instrumentos, armas, vestidos, manjares, atavíos de casa o recipientes.
to físico, que incluye la cosas que están ,a la vista de los interlocutores; el contexto em- Las traducciones que se hacen en la parte quechua-español recurren constantemente
pírico, que está formado por los estados objetivos de las cosas, conocidos por los ha- a los símiles, las metáforas y las expresiones perifrásticas. La empresa de fray Do-
blantes, aunque no estén a la vista; el contexto natural, que incluye todos los contex- mingo y de otros intelectuales estuvo llena de obstáculos y sólo su conocimiento de
tos empíricos posibles; el contexto práctico u ocasional, que abarca la circunstancia la etnografía indígena pudo garantizar parcialmente unos resultados satisfactorios.
objetiva y subjetiva en que se produce el discurso (situación, interlocutores, inten- Como consecuencia de lo anterior se deduce que todo lo que provenga de la et-
ción); el contexto histórico, que está formado por las circunstancias históricas (perso- nografía de la comunicación puede ser beneficioso para la traducción. Ahora bien, no
nales y generales) conocidas por los interlocutores; y el contexto cultural, que incluye se facilita la traducción, sobre todo la más profesional y más frecuente, acumulando
lodo aquello que pertenece a la tradición cultural de un grupo o una comunidad.22 datos parciales sobre las formas de resolver pleitos en una pequeña península de Fi-
lipinas o de conseguir la jefatura de una tribu del Pacífico mediante la exhibición de
habilidades lingüísticas: es necesario describir etnográficamente situaciones más cer-
Traducción de lenguas ! traducción de culturas canas al mundo de la traducción real. En esta línea, las investigaciones sobre el
lenguaje político, la comunicación entre médicos y pacientes, la comunicación en si-
VALDÉS. Por esto es grande la temeridad de los que se po- tuaciones de juicios y de entrevistas laborales o sobre la comunicación en grupos ur-
nen a traduzir de una lengua en otra sin ser muy diestro en la una banos marginados suponen un avance, poco espectacular todavía, pero que acabará
y en la otra. resultando útil y efectivo.
Manuel. Desta manera pocas cosas se traduzirían.
JUAN DE VALDÉS, Diálogo de la lengua, 1535

Reflexiones y ejercicios
Cuando se aplica el principio de la relatividad lingüística, en su versión más ra-
dical, al campo de la traducción, se llega a la conclusión de que, si una lengua ma-
1. Comente el siguiente texto de Benjamin Lee Whorf («La relación entre len-
terna impone una visión del mundo, es prácticamente imposible conocer otras lenguas
guaje y pensamiento y conductas habituales», en P. Garvin y Y. Lastra, Antología de
y, consecuentemente, es imposible culminar con éxito su traducción.
textos de etnolingüística y sociolingüística, 2.' ed., Madrid, UNAM, 1964, pp. 125-128):
Las teorías sobre el lenguaje y la visión del mundo ponen a la traducción en una
encrucijada teórica difícil de afrontar en un plano abstracto. Sin embargo, es posible
Conocí un aspecto de este problema antes de haber estudiado con el doctor Sapir
zafarse de la opresión de estas formulaciones recurriendo a argumentos de diferente y en un campo comúnmente considerado ajeno a la lingüística. Fue en el transcur-
naturaleza. Una posible salida a esta aporta estaría en relativizar el concepto de lo in- so de mi trabajo profesional con una compañía de seguros contra incendio, cuan-
traducible: de hecho en nuestro mundo son muy frecuentes las situaciones de lenguas do me tocó el oficio de analizar muchos cientos de informes sobre las circunstan-
en contacto y son muchos los hablantes que poseen un bilingüismo natural. La posi- cias que rodean la iniciación de los incendios y en algunos caños las explosiones.
bilidad de realizar intercambios comunicativos interlingüísticos y de traducir es, sim- Mi análisis me dirigía hacia las condiciones puramente físicas, instalaciones eléc-
plemente, una realidad manifiesta. tricas defectuosas, presencia o ausencia de espacios de aire entre conductores me-
Pero, cuando se dice que la traducción es posible, nadie supone que por ello sea tálicos y madera, etcétera, y los resultados se presentaban en estos términos. Cier-
tamente el trabajo se emprendió sin sospechar que se revelarían o podrían reve-
una tarea fácil: no fue fácil hace 4.000 años, ni lo ha sido en los últimos siglos:13 Bas-
larse otros factores cualesquiera. Pero a su debido tiempo se hizo evidente que`no
te un solo ejemplo. Un buen número de misioneros españoles, dominadores de len-
sólo una situación física: qua ftsica, sino el significado de tal situación para la gen-
guas indígenas, se pusieron a la labor, durante los siglos xvi y xvii, de redactar lexi- te era a veces un factor a través del comportaritiento de las personas se traducía en
incendio. Y el «significado» era un factor clarísimo cuando era una significado lin-
Véase E. Coseriu, Teoría del lenguaje y lingüística general, 3.1ed., Madrid, Gredos, 1982, pp. 315- güístico que residía en el nombre o en la descripción lingüística comúnmente apli-
317. cada a la situación. Así, el comportamiento alrededor de «tanques de gasolina»
Véase V García Yebra, Traducción: historia y 'torio, Madrid, Gredos, 1994,
208 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE

tenderá a cierto tipo, esto es, se tendrá gran cuidado; mientras que alrededor de
un depósito de lo que se llama «tanques,vacíos de gasolina» el comportamiento
tenderá a ser diferente —descuidado, con poca restricción de fumar o arrojar coli-
fias a su alrededor. Sin embargo los tanques vacíos son quizá los más peligrosos
puesto que contienen vapores explosivos. Físicamente la situación es peligrosa,
pero el análisis lingüístico de acuerdo con la analogía regular ha de emplear la pa-
labra «vacío», lo que inevitablemente sugiere ausencia de riesgo. La palabra «va-
cío» se emplea en dos esquemas lingüísticos: 1. como virtual sinónimo de «nulo y
vacuo, negativo, inerte»; 2. aplicada al análisis de situaciones físicas sin tener en
cuenta, por ejemplo, vapores, vestigios líquidos o desechos diseminados.en el reci-
piente. La situación queda definida 'de acuerdo a la pauta 2 y luego la actividad
real en torno a lo que sí ha sido definido se basa en la pauta 1; esto es una fórmula
general para el condicionamiento lingüístico de la conducta que se torna peligro-
sa, [...I Tales ejemplos, que podrían multiplicarse, son suficientes para mostrar
cómo la sugestión de una cierta línea de conducta se ha debido a las analogías de
la fórmula lingüística con una situación dada, y por ella se analiza, se clasifica y se TERCERA PARTE
le asigna su lugar en ese mundo que está en gran medida inconscientemente cons-
truido sobre los hábitos lingüísticos del grupo. Y siempre suponemos que el análi-
sis lingüístico hecho por nuestro grupo refleja la realidad mejor de lo que lo hace. LA COEXISTENCIA DE LENGUAS
Y SOCIEDADES
2. Haga una relación completa de todos los términos de parentesco que se uti-
licen en su lengua (por ejemplo, en español) y en una lengua extranjera. Compárelos
y comente las diferencias que encuentre.

Ordene las siguientes palabras por su adecuación al prototipo de 'fruta': plá-


tano, manzana, pera, limón, tomate, melón, coco, fresa, mora, cereza, quivi. Pida a va-
rias personas —a ser posible que pertenezcan a grupos sociales o comunidades de ha-
bla diferentes— que realicen la misma prueba y compare los resultados.

Haga una relación de todos los eufemismos relacionados con la muerte que
se usen en su comunidad (nombres de la muerte, de morir, del entierro, del féretro,
etc.) y comente qué procedimientos lingüísticos se han usado para su creación. .

Orientaciones bibliográficas

Para conocer con más detalle la hipótesis Sapir-Whorf, lo más adecuado es acu-
dir a las fuentes. Véase E. Sapir, El lenguaje (México, FCE, 1954; con múltiples reim-
presiones). También, de B. L. Whorf, «La relación entre lenguaje y pensamiento y
conductas habituales», en P. Garvin y Y. Lastra, Antología de textos de etnolingüísti-
ca y sociolingüística (2.' ed., Madrid, UNAM, 1984, pp. 125-152).
Asimismo, puede resultar interesante la lectura de los capítulos 3 al 6 del libro
de M. Casado Velarde, Lenguaje y cultura (Madrid, Síntesis, 1988) ); del capítulo 3
del libro de R. A. Hudson, La sociolingüística (Barcelona, Síntesis, 1981). Sobre la
forma en que el léxico puede recoger y reflejar creencias y los más diversos aspectos
socioculturales, es recomendable la lectura del libro de Gerhard Rohlfs, Estudios so-
bre el léxico románico (reed. parcial y notas de M. Alvar, Madrid; Gredos, 1979), es-
pecialmente de los capítulos 3 al 9.
134 PRINCIP/OS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE

Preferiría no analizar como «variables sociolingüísticas» formas sintácticas alter-


nantes al menos que se den otras dos condiciones: (1) que pueda probarse que son
las Portadoras de significación social y estilística, como parece ser el análisis de étre
y avair, pero no en el análisis de la pasiva del inglés; y (2) que pueda probarse que .
son un tipo de instrumento del lenguaje semejante a las variables fonológicas, e,
decir, elementos cuya propiedad defmitoriá es una covariación cuantificable y crin
respecto a los cuales las relaciones de frecuencia misma son las que señalan dife-
rencias.

2. Comente el siguiente texto de Manuel AlVar («Muestras de polimorfismo en CAPÍTULO 7


el español de la Argentina», en La lengua española y su expansión en la época del Tra-
tado de Tordesillas, Junta de Castilla y León, p. 127): PRINCIPIOS GENERALES DE SOCIOLINGÜÍSTICA

[El] polimorfismo ideal (coexistencia de variantes en un solo sujeto) se ha atem-


perado en otras ocasiones y se estudia su realización en hablantes de una misma En este capítulo se van a recoger y resumir algunas cuestiones teóricas impor-
localidad. En justificación de estos hechos digamos que el hablante es en sí mismo tantes, entre las muchas que Se han tratado en las páginas anteriores, y se van a pre-
un mundo complejo y que en él proyecta también una heterogénea realidad. Para sentar unos principios capaces de caracterizar, en líneas generales, una buena parte
mí no es más espontáneo cuando habla con su mujer que cuando habla con su hijo, de la investigación sociolingüística actual. Las cuestiones teóricas que aquí se comen-
, cuando me nombra las piezas del arado que cuando me habla de la mala cosecha, tan no son reflejo de un modelo teórico ajustado al particular credo de una escuela
cuando cuenta la marcha de su equipo de fútbol que cuando discurre sobre el por-
determinada, aunque es imposible renunciar a las ideas y principios defendidos por
venir político. Pretender que todo es igual o diferente es tanto como volver al
los autores más influyentes. Por otro lado, esas cuestiones tampoco recogen todos los
idealismo lingüístico: no hay ningún hecho de habla que no esté condicionado por
la afectividad, y acabaremos por no estudiar nada. Pero si tenemos en cuenta que aspectos que se derivan de la relación entre la lengua y la sociedad, entre otras razo-
cada realización está integrada en un suprasistema coercitivo podremos pensar nes porque no buscan dar cuenta de lo particular y porque no pretenden constituir en
que un hablante bien seleccionado [...] representa, como se ha dicho, a todos los sí mismas ni una teoría de la lengua ni una teoría de la sociedad.
hablantes de su condición en aquella localidad. El resto, pertenece a la sociología , A modo de resumen o compilación, se propone un conjunto de principiós que
lingüística, que también nos debe interesar. quedan divididos en dos grupos: aquellos que están referidos a la esfera sociolingüís-
tica y aquellos que afectan a la esfera más Puramente sociológica. Dentro de cada uno
3. Comente el siguiente texto de Eugenio Coseriu («Sistema, norma y habla», de estos grupos, se presentan principios que se refieren primordialmente a las reali-
en Teoría del lenguaje y lingüística general, 3." ed., Madrid, Gredos, 1973, pp. 89-90): dades lingüísticas o sociales mismas (principia essendi) y principios que aluden al
modo en que se pueden conocer o llegar a conocer esas realidades (principia cog-
La norma puede coincidir aparentemente con el sistema (cuando el sistema ofrece noscendi). Con ello, insistimos, sólo se pretende presentar un panorama muy general
una única posibilidad), así como la realización individual puede coincidir con la de las guías que están orientando la labor de un buen número de sociolingilistas en
norma, pero esto no significa que pueda dejarse de distinguir los dos conceptos, todo el mundo.
que se refieren a distintos planos de abstracción. Sin embargo, la distinción ad-
quiere evidencia sobre todo ahí donde el sistema admite una serie de variantes de -
A. Principios sociolingüísticos
realización, aparentemente facultativas [..j. Aclaramos, además, que no se trata
de la norma en el sentido corriente, establecida o impuesta según criterios de co-
rrección y de valoración subjetiva de lo expresado, sino de la norma objetivamen- Entre los principios que hemos denominado «sociolingüísticos», distinguimos los
te comprobable en una lengua, la norma que seguimos necesariamente por ser siguientes principia essendi:
miembros de una comunidad lingüística, y no-aquella según la cual se reconoce que
«hablamos bien» o de manera ejemplar, en la Misma comunidad. P.I.' Principio del dialecto

El dialecto se manifiesta en una comunidad..


Orientaciones bibliográficas
De este principio se desprende que Cada hablante nativo tiene el mismo tipo de
Se recomienda la lectura completa de los trabajos de los que se han extraído los acceso al dialecto —a la variedad, la lengua— de su comunidad y el mismo conoci-
fragmentos presentados en las observaciones anteriores. También es aconsejable la miento sobre él que los demás hablantes nativos de la misma comunidad. Las difi-
lectura del capítulo VI de la Sociolingüística de Humberto López Morales (2." ed., cultades para la identificación y el estudio de los dialectos surgen cuando se dan cita
Madrid, Gredos, 1993). en un mismo lugar, en un mismo núcleo urbano, hablantes nativos de variedades di-
136 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
LA VARIACIÓN EN LA LENGUA 137

ferebtes, corno es el caso de muchas capitales hispanoamericanas que reciben pobla-


Este principio, esencial en la investigación variacionista, ha estado presente en la
ción de origen rural. La Sociolingüística podría estar interesada tanto en el estudio del
dialecto que se considera característico de una comunidad (el español de X) como en mayor parte de la. investigación geo y sociolingüística de las últimas décadas:1
el estudio del encuentro de diálectos que se pueda estar produciendo en un lugar de-
P.V. Principio de la variación estilística
terminado (el español en X)1
El estudio de un dialecto o geolecto siempre requiere el análisis de una comuni-
. Un estilo de habla —variante estilística— es una posibilidad de actuación comu-
dad, puesto que es ahí donde se manifiesta. Este razonamiento exige la formulación
nicativa, capaz-de expresar un determinado grado de formalidad, que el hablante
de un principio que perfile el concepto de «comunidad de habla».
selecciona según la-forma en que se presentan diversos factores personales y no
personales.
P11. Principio de la comunidad de habla
Con la inclusión de este principio se está llamando la atención sobre la impor-
Una comunidad de habla está formada por un conjunto de hablantes que com- tancia de los estilos, no sólo en la actuación lingüística natural, sino también en la ac-
parten al menos una variedad lingüística, tinas reglas de uso, una interpretación de tuación lingüística producida en contextos de investigación de la lengua hablada.4
ese uso, unas. iictittides y una misma valoración de las formas lingüísticas.
Dentro aún del ámbito sociolingüístico, los principia cognoscendi cuya conside-
ración estimarnos imprescindible son los siguientes:
Esta caracterización no es incompatible con el hecho de que, dentro de una co-
munidad, puedan surgir conflictos o disparidades de muy diversa naturaleza. Como es P.VI. Principio del estudio del uso lingüístico
bien sabido, la comunidad de habla suele ser objeto de estudio de una parte impor-
tante de las investigaciones sociolingüísticas. Ahora bien, aunque se admite de modo Un análisis del uso lingüístico, para ser adecuado, debe tener en cuenta la socie-
general la validez de este concepto, es cierto que plantea algunos problemas, entre los dad, la situación y la relación entre el hablante y el oyente.
que destaca el de la delimitación objetiva de las comunidades —especialmente para
realizarla a priori—, porque no existe correspondencia unívoca entre los conceptos-de Este principio se deduce claramente de los principios III, IV y V: si el uso de la
comunidad de habla y de ciudad.2 lengua es siempre social y está circunscrito a un contexto, y si es variable en correla-
En el terreno de la actuación lingüística proponemos tres principios, que se re- ción con factores lingüísticos y extralingüísticos, es evidente que todo ello debe te-
fieren al uso de la lengua en sociedad, a la variación sociolingüística y a la variación nerse en cuenta a la hora de realizar una investigación sociolingüística.
estilística.
P.VII. Principio de la cuantificación
P.III. Principio del uso lingüístico
Para establecer relaciones entre variables lingüísticas y variables sociales se re-
El uso lingüístico (natural) sólo puede tener lugar en contextos sociales y situa- quieren métodos cuantitativos.
cionales.
Tal y como está formulado, este principio no niega en absoluto la posibilidad de
Naturalmente, esto supone que el uso lingüístico, cuando es observado, siempre establecer relaciones entre variables con medios cualitativos, antes bien la comple-
es observado en situaciones y contextos concretos. Y en relación estrechísima con tal menta, hasta el punto de que sin éstos no sería posible la aplicación de ningún pro-
principio se formula este otro: cedimiento cuantitativo.

¡'IV. Principio de la variación sociolingüística . B. Principios sociológicos

Los usos lingüísticos variables —fonéticos, gramaticales o léxico-semánticos— Partimos de la consideración de dos principios muy generales de naturaleza so-
pueden co variar con otros elementos lingüísticos o extralingüísticos. ciológica, que podrían clasificarse entre los principia cognoscendi. La naturaleza cuan-
titativa de los análisis, a la que se ha aludido en P.VII, sostiene parcialmente el si-
guiente principio:

1, Véase R. Caravedo, Sociolingüística del español de Lima, Lima, Pontificia Universidad Católica del
Perú, 1990, pp. 17-32. Véase D. R. Prestan, «Fifty some-odd categories of language variation», International /eternal of
2. La seguridad de que realmente se está trabajando sobre una comunidad de habla sólo se tiene a pos- Sociology of Language, 57 (1984), pp. 9-47.
serian, una vez realizada la investigación. No obstante, el conocimiento previo que tengan los investigadores Véase F. Moreno-Fernández (ed.), Sociolingnivics and Srylistic Variaiion, Lynx 09921; A. Bell.
de una comunidad puede facilitar su delimitación. Sobre el concepto de «comunidad de habla» y los proble- «Language Style as Audience Design», Language in Saciefy, 13 (1984), pp. 145-264; H. J. Ladegaard, «Au-
mas que plantea, véase el capítulo I. dience Design Revisited: Persona Roles asad Power Relations in Speech Interaction., Language el COMMIfr
nical ion, 15 (1995), pp. 89-101.
PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
138

P.VIII. Principio de la representatividad

El habla de una muestra debe ser representativa de un grupo social o de una co-
Inanidad.

Si no se admite una capacidad de representación para las muestras de habla y de


hablantes que se manejan en los estudios sociolingüísticos, carece de sentido cultivar
esta línea de trabaja Naturalmente, la representatividad siempre debe quedar de-
mostrada y garantizada por los procedimientos adecuados.5

P.IX. Principio de la vinculación de los niveles sociales

El estudio de las relaciones sociales en un micronivel debe estar vinculado al es-


tudio de estructuras sociales más amplias, dentro de las cuales se insertan las rela-
ciones del micronivet SEGUNDA PARTE
La aplicación de este principio supone dejar un lugar importante, en las pro- LA LENGUA EN SU USO SOCIAL
puestas teórico-metodológicas, a conceptos y realidades sociales de alcance limitado,
de un nivel cercano al entorno del grupo y del individuo.6 Esto no demanda renun-
ciar al manejo de conceptos sociológicos de mayor amplitud, sino simplemente dar la
relevancia que se merece a lo concreto, a lo cercano, a partir de lo cual se pueden
realizar comparaciones y análisis más realistas y precisos.

5,1! Véanse A. Woods, P. Fleleher y A. Hughes, &alisar, in Language S'odies,


Carnbridge, CUP, 1986;
H. López Morales, Métodos de investigación lingiiisiica, Salamanca, Ediciones Colegio de Espaáa, 1994:
F. Moreno Fernández, Meiodologia sociolingüística, Madrid Credos, 1990.
6. Véase .I. Milroy, Linguistic Variarían and Change, Oxford, Blackwell, 1992, pp. 206-222.

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