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t.
CAPITULO 1
•
LA VARIACIÓN EN LOS NIVELES DE LA LENGUA
Lengua y variabilidad
Ahora bien, alejándonos del ámbito de la coexistencia y el uso de dos o más va-
ir
riedades lingüísticas, comprobamos que las posibilidades de la variabilidad (ciernen- .
•
tos distintos para expresar cosas distintas/elementos distintos para decir las mismas Ir
coas) también se ofrecen dentro de una lengua natural cualquiera o de uno de sus
dialectos En efecto, el uso de ciertas unidades lingüísticas —sean del nivel que sean—
en lugar de otras puede dar origen a significados diferentes o, de forma más amplia, IIK4
avalores semánticos diferentes; piénsese, por ejemplo, en el uso de -,
de -dor y -dero (vestidor
'que viste [a alguienr, ,,Itn
¿y s.(caza, casa), •
vestidero 'que es vestido'), de sir y es-
i
tar (ser fuerte, estar fuerte), r
ma nominal en la ausencia o presencia de determinante:en ettinta$
(he bebido cerveza, he bebido una cerveza), etiOI e
tica de -se (tirar, tirarse) o Ú
stdelár . rmirt
a Iffelf‘
de loi tiempos verbales en determina
ac L. 4514,
(épuede venir mañana?, ¿podría venir mañan a?)"' ' ' "
l'• I' . •—• .
Pero hay ocasiones en que el uso qe. Un. elem 'Zim
'éltia1444011441.21klie
nivel no supone ningún tipo de alteración semántica.
se usa otro, se está diciendo lo inisml.ci
ítillstasdango.
.. =1
_,
• --, -•""- - — 'sok
9eSS-0"411.41-1211
variación lingüística. He aquí alguryrinuest211:41411,...,. en_ esTMO: te:a "bata ",
. .. . ‘ .
is. h, 01 del fonema /sr implósivd.r(c,krePx-Th11.5471-c.10 aktril
l,I,C0 11210111
4. /114 __,
18 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
LA VARIACIÓN EN LA LENGUA
1 o /I/ implosivos (multa, murta); realizaciones más o menos africadas o fricativas de 19
ch,
el uso del seseo, el ceceo y la distinción de s y z; la realización de /n/, en posición fi- siguiente forma: «que las variantes no vengan determinadas por factores lingüísticos
'
nal, como nasal alveolar o como nasal velarizada; el. uso de los modernas -ro o ni por factores extralingüísticosn. Estos casos interesan a la sociolingüística en tanto
-se
para el imperfecto de subjuntivo; el leísmo, el laísmo o el loísmo; la presencia o au- en cuanto también es necesario demostrar empíricamente que un fenómeno de va-
sencia de sujeto pronominal; la preferencia por ciertas construcciones activas o pasi- riación no viene determinado efectivamente por tales o cuales factores.
vas. Al elemento, rasgo o unidad lingüística que puede manifestarse de modos diver- Terminamos este epígrafe insistiendo en el hecho de que la variación, definida
sos —esto es, de forma variable— se le da el nombre de variable lingüística. como el uso alterno de formas diferentes de decir lo inismo,
Así, una se puede encontrar prác-
variable lingüística es un conjunto de expresiones de un mismo elemento y cada una ticamenteen todos los niveles de la lengua, desde el más concreto (fonético-fonoló-
de las manifestaciones o expresiones de una variable recibe el nombre de gico) al más amplio (discurso, por ejemplo), pasando por la gramática y el léxico. para
variante lin-
güística. ,explicar el funcionamiento de estos usos, vamos a prestar atención separadamente a
Al identificar un fenómeno de variación, las preguntas que surgen de modo in- la forma en que ejercen su influencia los factores lingüísticos (variación interna) y a la
mediato, en cualquier nivel lingüístico, son ¿por qué?, ¿cómo se ha originado? Y las forma en que lo hacen factores sociales como lá edad, el sexo o la profesión, entre
respuestas suelen requerir el auxilio de disciplinas como la dialectología o de la his- otros. Pero, previamente hemos de detenernos en un concepto fundamental: «cornu-. '
toria de la lengua porque es habitual que haya factores extralingüísticos implicados nidad de habla».
en la variación'. factores como la geografía (variación geolingüística), la historia (va-
riación histórica) o la situación comunicativa, en su sentido más amplio (variación
estilística). todos estos factores pueden ser responsables o explicar muchos casos de Comunidad de habla
variación. Pero los especialistas en sociolingüística también entran a responder esas
preguntas y otras-complementarias o de mayor detalle: ¿cómo se manifiesta esa va- Al referirnos a los factores que determinan la aparición de las variantes lingüís-
riación? -¿Qué factores la determinan? ¿Qué capacidad de determinación tiene cada ticas, hemos hecho un comentario sobre los fenómenos que aparecen dentro de una
uno de los factores concurrentes? ¿Qué variantes lingüísticas caracterizan a unos gru- comunidad de habla. Pero ¿qué se entiende por comunidad de habla? Es evidente
pos sociales y a otros? Y la sociolingüística se preocupa de estos asuntos porque los que al usar el término comunidad
se hace referencia al hecho de compartir algo. Ese
factores sociales también pueden determinar y explicar la variación. «algo» ha estado sujeto a la% opiniones e intereses de numerosos especialistas que se
Henrietta Cedergrenl y Humberto López Morales2 han preocupado por el uso de la lengua en su contexto social. Cuando en sociolin-
han señalado, desde la socio-
lingüística y con toda claridad, que los factores que determinan la aparición de unas güística se maneja el concepto de «comunidad de habla», se está pensando en algo
variantes lingüísticas en ciertas circunstancias y de otras variantes en circunstancias más concreto que el conjunto de hablantes de una lengua histórica
llamado comunidad idiomática— lo que se ha
diferentes, dentro de una comunidad de habla, responden a estas cuatro posibilidades: o de una léngua en un momento yen un territorio
determinados (comunidad lingüística).
Los individuos que han utilizado, utilizan Y'uti-
que las variantes vengan determinada exclusivamente por factores lingüís- lizarán una lengua, como el -
español, en cualquiera de sus variedades geográficas, so--
ticos; ciales y estilísticas, forman una comunidad idiomática;
los hablantes de lengua espa- .
que las variantes vengan determinadas exclusivamente por factores sociales; ñola forman en este momento una comunidad lingüística.3
que las variantes vengan determinadas conjuntamente por factores lingÚísti- Una comunidad de habla está formada
.por un conjunto' de hablantes que com- .
cos y sociales; parten efectivamente, al menos, una lengua, pero que, además, comparten un con--
que las variantes no vengan determinadas por factorei lingüísticos ni por fac- junto-de normas y valores de naturaleza sociolingüística: comparten unas mismas ac-
tores sociales. titudes lingüísticas, unas mismas reglas de uso, un mismo criterio a la hora de valorar
socialmente los hechos lingüísticos, unos mismos patrones sociolingüísticos. Los his-
De las cuatro posibilidades comentadas por Cedergren y López Morales, la so- panohablantes de México y de España pertenecen a una misma comunidad idiomáti-
ciolingüística está especialmente interesada en a y en c, ca, pero no a una misma comunidad de habla.
sobre todo en esta última.
Cuando se comprueba que la variación lingüística está correlacionada con factores de Los miembros de una comunidad dé habla son capaces de reconocerse cuando
naturaleza social, hablamos de variación sociolingüística. La comparten opinión sobre lo que es vulgar, lo que es familiar, lo que. es
posibilidad b incluye incorrecto, lo
principalmente fenómenos relacionados con el contacto o la coexistencia de varieda-
des diferentes. En lo que se refiere a la posibilidad d,
que recoge los casos tradicio- 3. Sobre el concepto de comunidad véase el epígrafe correspondiente en el libro de 1-1. López Morales,
-nalmente llamados de variación libre o de polimorfisnio, Sociolingüística, ab. cit.
pp. 47-52. Este concepto, que es el más generalmente aceptado, fue propuesto por
podría ser reformulada de la W. Labov (Sociolinguistic Paliernr,
Philadelphia, University of Pennsylvania Press, 1972, p. 120. Trad. al esp.
Modelos sociolingüísticos,
Madrid, Cátedra, 1983). Véase también S. Romanie, «What is a spetch commu- -
nity?v, Belfast Working Papar, in Languake and Linguistics,
«Sociolingüística», en FI. López Morales (coord.), 4,3 (1980), pp. 41-59. Para la distinción entre co-
Introducción a la lingidsuca actual, Madrid, Playor, munidades idiomáticas, comunidades lingüisticas y comunidades de habla, F. Gimen°, «A propósito de
1983, p. 150.
comunidad de habla: 'The social dimension of dialectology de
Sociolingüística, 2." ed., Madrid, Credos, 1993, pp. 84-85. qugro (eds.), J. P. Rana», en Fi. López Morales y h4. Va-
Actas del/Congreso Internacional sobre el español de América, San
luan, Academia Puertorri-
queña de la Lengua Española, 1987, pp. 689-698.
20 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
LA VARIACIÓN EN LA LENGUA
21
que es arcaizante o anticuado. Por eso el cumplimiento de las normas sociolingüísti-
cas al que obliga la. pertenencia a una comunidad puede servir de marca diferencia- variantes isj o [0] del fonema /s/ implosivo del español no implica cambio semántico
dora, de marca de grupo, y por eso los miembros de una comunidad suelen acomo- alguno (los aviones, lo aviene);
lo mismo ocurre con las variantes. [r]y DI del fonema
Ir! implosivo (comer, come!)
dar su discurso a las normas y valores compartidos. Tales normas y valores pueden o con las variantes [d] y [0] del fonema Idl cuando apa-
no respetarse en la comunicación entre miembros de distintas comunidades de habla, rece en posición final de palabra (verdad, verdaz).
pero aún en estos casos es frecuente que se intente seguir los criterios característicos Pero, ¿qué es lo que hace que la variación fonético-fonológica sea relativamente
de la comunidad del interlocutor respectivo: si un hispanohablante se desplaza a un fácil de estudiar? Ante todo, la comodidad y seguridad con que se puede demostrar
país hispánico que no es el suyo, probablemente evite el uso de formas lingüísticas que la alternancia de elementos, la variación misma, no implica cambios de significa-
que son tabú en el país de destino, por ejemplo. do. Pero eso no es todo. Existen ciertas características que convierten a los elemen-
El concepto de comunidad de habla, tos lingüísticos en susceptibles de ser analizados desde una teoría y un método típi-
así planteado, ofrece dos inconvenientes:
uno es el de los límites de la comunidad misma, el otro es el de su heterogeneidad. camente sociolingüísticos; en la medida en que se ajustan a esas características, más
En cuanto a los límites, resulta complicado determinar dónde dejan de tener validez adecuado resulta el análisis porque más rigurosamente se puede determinar qué fac-
unas normas y valores sociales en beneficio de otros; sin embargo, sí parece claro que tores son los que hacen qué aparezca una u otra variante y qué peso cuantitativo tie-
ne cada uno de ellos.5 Las características a las que nos referimos son las siguientes:
esos límites pueden ir más allá del núcleo urbano, convirtiéndose en una realidad, al
menos, regional. ¿Puede considerarse que-Salamanca es una comunidad de habla in-
a) La frecuencia: cuanto más frecuente es una variable en la lengua hablada, ex-
dependiente de la comunidad de Ávila o pertenecen ambas a una misma comunidad?
A pesar de la cercanía entre el habla de estas dos ciudades españolas y de que com- presada en sus distintas variantes, más posibilidades hay de conseguir un buen análi-
parten mucho rn. ás que el uso de una lengua, sólo un estudio sociolingüístico comple- sis, especialmente cuantitativo. Esta característica se halla a menudo en las variables
to y riguroso, incluidas pruebas de actitudes lingüísticas, nos proporcionaría elemen- fonético-fonológicas, dado que se cuentan por docenas loa casos de fonemas como /s/
tos de juicio suficientes para dar una respuesta absolutamente precisa. Y el mismo o como /d/, por ejemplo, en unos pocos minutos de habla, si bien es cierto que la fre-
mecanismo cabría aplicar para dar cuenta de la heterogeneidad interna de las comu- cuencia es mucho menor en elementos como Ipl o /i/.
nidades: si una comunidad puede ir más allá de un núcleo urbano, también puede co- b) La integración en sistemas cerrados:
cuanto más integrada está una variable
rresponderse con una realidad inferior al núcleo urbano; todo depende del modo y el en un sistema cerrado, cuanto más depende su valor del valor de otros elementos de
grado en que unos barrios —o zonas— compartan unas normas y unos valores so- un mismo sistema, más idónea resulta para el análisis sociolingüístico. Desde este
ciales. punto de vista, las unidades fonológicas son perfectamente adecuadas para un análi-
Cabe aún añadir un comentario sobre el concepto de comunidad de habla: tal y sis de la variación puesto que pertenecen a inventarios cerrados, formados. general-
como se concibe en la sociolingüística actual, una comunidad de habla es básicamen- mente por un número bastante reducido de elementos. El español, poiejemplo, cuen-
te una comunidad de consenso, de sintonía entre grupos e individuos diferentes, don- ta con un número de fonemas consonánticos que oscila entre las 17 y las19 unidades,
de el conflicto está Minimizado.4 No está claro, sin embargo que este modelo con- según la variedad de que se trate (piénsese en los dialectos que no tienen /0/ ni /2);
ceptual sea realmente explicativo o el más adecuado para llegar a un buen conoci- el sistema vocálico del español dispone solamente de Cinco
elementos, si bien algunas
miento de los hechos sociolingüísticos. lenguas pueden llegar a tener-12, 15 o más vocales, y otras menos (en árabe son tres
los fonemas vocálicos).6
e) Distribución estratificada social y estilísticamente:
esta propiedad se refiere a
Variación fonético-fonológica la correlación que puede existir entre ciertas variantes lingüísticas y ciertos factores
sociales y situacionales: unas variantes se encuentran principalmente en
hablantes de
De suerte que es innegable la variación y diversidad en la pro- determinadas características sociales y en determinadas situaciones, y otras variantes
nunciación, en otros. Semejante circunstancia se da en lo que, algunas líneas más arriba, hemos
llamado posibilidad e: que las variantes vengan determinadas conjuntamente pór fac-
Real Academia Española, Diccionario de Autoridades, 1726
tores lingüísticos y sociales. Cuando esto ocurre —y es relativamente frecuente en el
La variación fonética y fonológica es, sin duda, la más estudiada, la mejor cono- nivel fonético-fonológico, la identificación de los factores que determinan la varia-
ción resulta más simple.
cida y la que presenta menos problemas teóricos a la hora de ser ejemplificada e in-
terpretada: las variantes de un fonema —variantes facultativas, eh la terminología es-
tructuralista no suponen, al alternar, ningún cambio de significado. Volviendo a al- Tenemos, por tanto, que las tres características presentadas (frecuencia, integra-
gunos de los ejemplos citados más arriba, la aparición en ciertas circunstancias de las ción en un sistema, estratificación social y estilística) se encuentran muy a menudo en
4.
Desde este punto de vista, el tratamiento que se le está dando es coherente con el que recibe el con- Véase W. Labov, TRe social Stratification of Englah in New York Coy,
cepto de estratificación social en Washington, D.C., Center for
la sociología británica y norteamericana, Applied linguistica, 1966, p. 32
Véase E. Martínez Celdrán, Fono/agio general y española,
Barcelona, Teide, 1988
22 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
LA VARIACIÓN EN LA LENGUA
23
las variables fonético-fonológicas, convirtiéndolas en objeto de estudio predilecto
Los ejemplos de variación fonético-fonológica que ofrecemos a continuación
para la sociolingüística. Ahora bien eso no quiere decir que este campo de la socio- -
lingüística esté exento de problemas,. ni mucho menos. proceden de varios lugares hispanohablantes y se refieren a variables fonéticas dife-
rentes. Comenzamos con un ejemplo procedente del español de España; más concre-
Una de las dificultades•prIcticas más complicadas de salvar en todo estudio de la
tamente, de la ciudad castellana de Burgos. En esta ciudad se ha encontrado que 'tan-
variación fonética es el establecimiento de las clases o tipos de sonidos que van a ser
to el fonema lateral MI como el medio-palatal/y! tienen un comportamiento fonético
Considerados como variantes, porque es bien sabido que las posibilidades de realiza-
ción fonética de un fonema cualquiera son prácticamente infinitas y que dependen de variable, incluidos los casos que revelan una pérdida de la oposición fonológica por
desfonolOgizaciÓn del fonema Mi, esto es, de yeísmo.
factores más o menos regulares (contextos, variantes dialectales, etc.), pero también
F. Martínez Marfil'', en su estudio_sociolingüístico.de, la fonética burgalesa ,10 ha
de factores absolutamente aleatorios, como las condiciones concretas de cada articu-
lación o la constitución del aparato fonador de cada hablante en particular. distinguido hasta ocho variantes fonéticas para ambos fonemas patatales: lateral [A],
Para el estudio de la variación es imprescindible manejar una serie limitada de vocalizada [j], medio-palatal fricativa [y], medio-palatal fricativa con tendencia al
variantes que van ser consideradas como auténticas clases o tipos, puesto que han rehilamiento [3], fricativa rehilada [T], medio-palatal fricativa con tendencia a la afri-
de incluir todos los sonidos que cumplan unos requisitos determinados. Así, cuando cación [ja], medio-palatal africada [;[ y africada rehilada [d31. Estos ocho tipos han
Orlando Alba estudia, en el español de la República Dominicana, el comportamien- sido reducidos a cuatro para el análisis: variantes fricativas, variantes africadas, va-
1
riantes rehiladas y variantes no rehiladas.
to variable del fonema /I/ en posición implosiva, distingue las variantes lateral [I], vi-
brante [r], vocalizada pi y elidida [o], y Puntualiza:7 Al margen de los factores sociales y estilísticos que inciden en la aparición de
unas u otras reali
zaciones fonéticas —la frecuencia de la variante lateral aumenta con-
Como es lógico, la selección de estas variantes lleva consigo algunas simplificacio- forme a la edad de los hablantes, por ejemplo—, nos interesa saber qué factores lin-
nes en el sentido de que cada una de ellas representa más bien un tipo de realiza- güísticos coinciden con la aparición de las distintas variantes fonéticas. A este propó-
ción. La lateral, por ejemplo, agrupa varias realizaciones alofónicas que se dife- sito, el análisis cuantitativo de Martínez Martín revela que las variantes africadas
rencian no sólo en cuanto al lugar de articulación sino también en lo relativo al —tanto cuando son realizaciones del fonema lyl, como cuando lo Son.de ¡Al— se dan
grado de contacto de la lengua con la zona donde se produce la articulación: los principalmente detrás de pausa Gano] 'llano'), de nasal ([un }he y de lateral Gel
alvéolos, los dientes, el paladar, etc. De forma similar sucede-con la variante vo- yánop. Por su parte, el rehilamiento se encuentra predominantemente en un contex-
calizada que, como han indicado algunos investigadores, presenta diversos grados to: tras consonante /s/ ([la 3ámas] 'las llamas'). Lo contrario ocurre cuando nuestros
de abertura y de localización. Se ha creído prudente trabajar con una variante tipo
fonemas aparecen tras vocal: aquí se dan realizaciones no rehiladas con proporciones
y no intentar discriminar diferencias fonéticas sutiles que a simple oído resultan
muy elevadas ala jáma] 'la llama').
muy difíciles de transcribir de manera consistente. Sólo un análisis instrumental po-
dría recoger determinadas variaciones alofónicas de forma precisa, Constante, fi- Los casos de variación fonético-fonológica menudean también en las hablas ame-
dedigna. ricanas. Antes hacíamos referencia a las clases de variantes que distinguía Orlando
Alba para estudiar la variación del fonema /I/ implosivo: lateral, vibrante, 'vocalizada
Como han señalado numerosos especialistas, entre ellos López Morales,9 los fac- y elidida. Los factores lingüísticos que se han considerado como posibles agentes de
tores lingüísticos que pueden determinar la variación fonético-fonológica pueden di- esta variación son el segmento fonológico siguiente, la vocal precedente y el lugar del
vidirse en tres grupos: distribucionales, contextuales y funcionales. Los factores acento en la palabra. En Santiago de 195 Caballeros (República Dominicana), la pre-
distri-
bucionales tienen que ver con el lugar en que aparece el fonema: posición inicial de sencia de un elemento fonético cualquiera (lateral, vibrante o vocal), como realiza-
sílaba, final de Sílaba interior de palabra, final de sílaba y final de palabra, etc. Los ción de -N, es más frecuente en posición final de palabra que en interior de palabra,
factores contestuales están conformados por los elementos que anteceden y siguen a donde se encuentran muchos casos de elisión. La vocalización se encuentra más pro-
la variable: consonante antepuesta o pospuesta, vocal antepuesta o pospuesta, pausa. bablemente cuando se halla en interior de palabra o cuando va seguida de una con-
Los factores funcionales se refieren a la naturaleza de las categorías gramaticales en sonante, sea del tipo que sea. En interior de pafabra, la presencia de una vocal i pre-
cedente favorece la elisión (remiogado 'remilgado'). Eü posición final de palabra son •
las que se incluye la variable: función gramatical, tipo de morfema, lugar en la curva
de entonación, etc. Unos pocos ejemplos nos servirán para ilustrar cómo se manejan insignificantes los casos de [r], mientras que la vocalización es más probable, como se
los tipos (las variantes) de diversas variables y cómo se correlacionan esas variantes ha dicho, cuando va seguida de una consonante, pero también cuando va precedida
con otros factores.9 de la vocal e y cuando aparece en una palabra tónica (veide
'verde'). En lo que se re-
fiere a la elisión en posición final, ésta se da cuando, va seguida de una consonante
fricativa u oclusiva y cuando la vocal precedente es I (mezo sueño 'mal sueño', abrí0
Variación fonética y diversidad social en el español dominicano de Santiago, Santia go. PUCMM, 1990,
pp. 135-136.
Sociolingüística, ab. cit., pp. 85-91. misma, internamente. Con otras palabras, aunque en la realidad suele haber factores extralingüísticos impli-
1 En este momento sólo nos interesa comentar cómo las variantes pueden venir determinadas por fac- cados en la variación lingüística, sobre todo en la fonético-fonoldgica, preferimos dejar su presentación para
tores lingüísticos, lo que supondrá, de hecho, que los ejemplos propuestos no sean auténticas muestras de el capitulo siguiente, insistiendo en la idea de que la sociolingüística encuentra su sentido cuando los hechos
- es- .
Indios sociolingüísticos,5i no de meros estudios lingüísticos: se intenta explicar cómo funciona la lengua en si lingüísticos se correlacionan con variables sociales y sicuacionales.
10. Fonética y sociolingüística en la ciudad de Burgos, Madrid, CSIC, 1983.
24 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
LA VARIACIÓN EN LA LENGUA
25
'abrir). Por último, tanto la vocalización como la elisión son frecuentes cuando el
acento recae en la sílaba siguiente al elemento analizado. En una lengua hay menos variación sintáctica que fonológica.
La variación sintáctica es más difícil de medir y cuantificar, debido a la es-
Un último ejemplo, en este caso recogido en el oeste de Argelia, sobre todo en
casa frecuencia con que se dan los contextos de ocurrencia y a la dificultad de obte-
la ciudad de Oran» la variable /s/ en posición implosiva, es decir, final de sílaba. En
ner directamente ejemplos del uso de una u otra variante.
el español hablado en Oran, ya casi desaparecido, las realizaciones fonéticas más fre-
Los contextos de ocurrencia de una variable sintáctica son en general más
cuentes del fonema fricativo sordo son el sonido sibilante [s] y la pérdida absoluta [01.
difíciles de identificar y definir.
Para su estudio se han tenido en cuenta diversos factores lingüísticos (variables ex-
La variación sintáctica plantea el problema de las posibles diferencias de sig-
plicativas): posición de /s/ dentro de la palabra (interior o final de palabra) y contex-
nificado' entre las variantes.
to siguiente (consonante sorda, consonante sonora, vocal tónica, vocal átona). Los re-
sultados del análisis cuantitativo de la relación entre la variable -/s/ y las otras varia-
A ello puede añadirse que la variación sintáctica, muy frecuentemente, no está
bles lingüísticas revelan que la pérdida de -s se ve favorecida cuando va en posición
estratificada social ni estilísticainente, sino que viene determinada por factores neta-
final.de palabra y de grupo fónico; por otro lado, la pérdida se produce con más fre-
mente lingüísticos.
cuencia cuando el contexto siguiente es una consonante sonora o una vocal tónica. En
Al margen de lo complicado que pueda resultar el análisis de la variación de ele-
otras palabras, en el español hablado en Oran es más probable que se pierda la s, en
mentos poco frecuentes, de inventario abierto y no correlacionados social ni estilísti-
It11
primer lugar, en posición final absoluta (las casa0) y, además, en casos como fo0
miono0 año0 (final de palabra ante consonante sonora, interior de palabra ante con- camente, el escollo que se ha considerado como más difícil de evitar es el relaciona-
do con la demostración de que un conjunto de variantes son realmente formas dife-
sonante sonora, ante vocal tónica, posición final absoluta).
rentes de decir lo mismo, esto es, de que son formas totalmente equivalentes; estarnos,
pues, ante un obstáculo esencialmente semántico. Tal escollo no elimina, sin embar-
go, la posibilidad de identificar y analizar con éxito numerosos casos de variación gra-
Variación gramatical: morfología y sintaxis matical.
Advertidos de las dificultades que encierra el estudio de la variación gramatical,
Que se deve usar esta composición de la manera que digo y no especialmente la sintáctica, se hace necesario comentar qué clases de variables son las
andar por las ramas como algunos que, por no hablar como los que quedan incluidas en este tipo de variación. Pedro Martín Butragueño ha intenta-
otros, dizen por ponerlos, los poner y por traerlas, las traer. do llegar a una tipología de la variación gramatical en la sociolingüística del español
JUAN DE VALDÉS, Diálogo de la lengua, 1535 y ha propuesto la siguiente clasificación de las variables: variables de tipo morfológi-
co, de tipo categorial, de tipo funcional y de tipo.posicionaU3
e Las variables de tipo morfológico son aquellas que afectan, claro está, a elemen-
La variación gramatical; de igual forma que la fonético-fonológica, puede venir
determinada por factores lingüísticos o por la combinación de factores lingüísticos y tos de la morfología, sobre todo de la morfología gramatical, cuya variación rara vez
sociales. Si distinguimos, dentro del plano morfológico, entre los fenómenos pertene- implica tos niveles sintáctico. y pragmático y que suelen verse determinadas por fac-
cientes a la morfología gramatical (morfemas gramaticales o con significado gramati- tores tanto sociolingüísticos y estilísticos, como históricos y geográficos. Serían varia-
cal) y los correspondientes a la morfología léxica (modernas con signifiCado léxico), bles de tipo morfológico las que se expresan a continuación:
I
encontramos que la variación que más se acerca a las propiedades de; la variación fo-
a) El uso de -mos o de -nos como terminación verbal.
nético-fonológica es la que pertenece a la morfología gramatical: son elementos fre-
cuentes, pertenecientes a sistemas estructurados (género, número, sistema verbal) ya para que fuéramos a buscarlo I para que fuéranos a buscarlo
menudo distribuidos social y estilísticamente. Pero las ventajas de la morfología gra-
1)) El uso de -ste o de -stes como terminación verbal.
matical se vuelven inconvenientes en la morfología léxica, donde nos topamos con di-
no quisiste avisarme I no quisistes avisarme
ficultades derivadas de una presencia más débil de esa triple característica. Esto tam-
bién ocurre en la sintaxis y el léxico, aunque los problemas no son insuperables, ni
mucho menos. El uso de -ra o de -se como terminación verbal,.
Según Silva-Corvalán,12 la naturaleza de la variación sintáctica no.es análoga a la si quisiera lo podría hacer/si quisiese lo podría hacer
de la variación fonológica por varias razones:
El uso de -ría o de -ra como terminación verbal.
si pudiera, lo haría I si pudiera, lo hiciera
si vendrías todos los días, no te llamaría l si vin ieras todos los
11. Véase E Moreno Fernández, •Debililarnienlo de sv en el español de Orán: análisis de sus contextos
llamaría
fónicos», Boletín de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española, 2.' época, 1(1994), pp. 91-111.
2. Sociolingaisrica. Teoría y análisis, Madrid, Alhambra, 1988,p. 98. a «Hacia una tipología de la variación gramatical en sociolingüística del upa
Filología Hispánica, 42 (1994), pp. 29-75.
26 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
ella subió las escaleras muy rápida I ella subió las escaleras muy rápido En lo que se refiere a las variables que Martín Butragueño llama
cional, de tipo posi-
se debe señalar, en primer lugar, que en todas ellas suele verse envuelta la en-
Uso de secuencias de preposiciones. tonación; el nivel fónico, por tanto, tiene aquí su importancia. Al mismo tiempo, es-
.voy por agua I voy a por agua tamos ante variables que suelen implicar valores pragmáticos de diversa naturaleza, •
no así morfológicos ni semánticos (orden sujeto-verbo, orden verbo
-
Tipo de unidad sintáctica (oración cláusula, sintagma...); se refiere a la posi- orden adjetivo-nombre, etc.). Las variantes de estas variables puedencomplemento,
suponer usos . •
bilidad de estilísticos diferentes que, salvo excepciones, no están correlacionados con factores
formar construcciones con diferente grado de complejidad.
históricos, geográficos ni sociolingüísticas. Un ejemplo de variable posicional correla- •
tt Las variables de tipo funcional cionada con la geografía o la sociolingüística sería el de los modificadores en un sin-
son aquellas que afectan a la sintaxis, parcial- tagma nominal:
la, esta, su casa I la casa suya I la su casa. •
mente a la morfología, y que no suelen estar correlacionadas con otros factores de na- Para ilustrar el modo en que
turaleza semántica Por otro lado, como ocurre con las variables de tipo morfológico, ciertos factores lingüísticos pueden incidir en la va- .•
a menudo resultan determinadas por factores históricos, geográficos, sociolingüísticos riación morfológica y sintáctica nos serviremos de varios ejemplos: uno de ellos pro- -
y estilísticos, aunque no siempre es así Algunos ejemplos de estas variables son los cede del español de España y los demás del español de América; dos son de natura-
siguientes: leza morfológica y uno de naturaleza sintáctica.16
A propósito del español de
la Andalucía oriental, concretamente en la Alpujarra
a) Uso de que o de de que de Granada, López Morales ha analizado la presencia y ausencia de -/s/ como marca
(queísmo y dequeísmo). de plural en sintagmas nominales unimembres.
16 Para el estudio, se han tenido en
me enteré de que María llamó I me enteré 0 que María llamó
cuenta variables lingüísticas, como la posición de un modificador respecto de un nom-
yo digo que esto es cierto I yo digo de que esto es cierto bre (modificador antepuesto al nombre:
puesto al nombre: las gachas, unos egujerillos;
pimientos verdes, alambres fuertes) y modificador pos-
aparece o no aparece la la clase de palabra en la que
marca de plural (nombre:
14. Martín Butragueño incluye más variables en la relación correspondiente al tipo nombre no clítico: echar horas, cultivar tomates; pro- •
consideración nos obligaría a hacer estos comían, unos no pagan;
talegada!, pero su pronombre clítico: nos vamos, los me-
tulo. Hemos prescindido también justificaciones que nos alejarían mucho del
de interés principal de este capí-
güíslica las variables que no parecen responder a factores de índole sociolin- Véase también V. Lamiquiz (dir.),
Universidad de Sevilla, 1985. El discurso soriolingüttiko. Sociolingritraca andaluza 3,
Sevilla.
.Desdoblamiento
ta Española de Lingüística, fonológico de las vocales en el andaluz orienta!: reexamen de la cuestión»,
14(1984) pp. 85-97. Revis-
28 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
LA VARIACIÓN EN LA LENGUA
29
tieron; no les pasa nada), El análisis revela que, en la inmensa mayoría de los casos,
teórica de la sinonimia."
el primero de los elementos (sea modificador, sea nombre) conserva una manifesta- Es evidente que la sociolingüística no aspira a solucionar de
ción de -/s/ (generalmente en forma aspiración), mientras que el segundo no lleva _modo definitivo una cuestión que lleva muchísimo tiempo ocupando y preocupando
- a los especialistas en semántica, pero no es menos cierto que, por
ningún tipo de marca (lah gacho Ø); dicho con otras palabras, no llegan al 10 % los ca- - eso mismo, la so-
ciolingüística se ve obligada a proponer -
sos en que la marca de plural no aparece en ninguno de los dos miembros del sin- salidas Y a tomar decisiones prácticas.
tagma nóminal. Desde otra perspectiva, el mayor número de ausencias de marca de La sociolingüística se- ha convertido, casi por necesidad epistemológica, en de-
plural se localiza en los nombres, frente a la presencia generalizada de marca en cual- fensora acérrima de la existencia de la sinonimia, al menos en el nivel del discurso:
quier clase de pronombres, clíticos o no clíticos. las unidades léxicas, como ocurre con determinadas construcciones sintácticas, pue-
Otro ejemplo de variación morfológica es la alternancia de las formas den verse neutralizadas semánticamente en el discurso, en el uso comunicativo de la
-ra y -se.
En un estudio sobre el habla de Valencia (Venezuela), Manuel Navarro descubre lengua. Esto no elude, sin embargo, la dificultad que supone demostrar que existe
que, en consonancia con la tendencia general del español americano, el empleo de las realmente una neutralización, es decir, que dos o más variantes son manifiestamente
formas en -se es muy poco significativo; tan sólo tienen un uso digno de mención equivalentes. La demostración se hace poco menos que imposible cuando el uso de
cuando aparece en tiempos compuestos (hubiese venido) cierta forma viene acompañado de valoraciones o connotaciones particulares o cuan-
y en la prótasis de las ora-
ciones condicionales (si hubiese cantado)» do el hablante maneja en su selección léxica criterios que pueden pasar inadvertidos
Por último, un ejemplo de variación sintáctica, procedente del español de Amé- a los oyentes; hablamos de intenciones comunicativas, de consideraciones de estilo
y
de otros factores en cierto modo imprevisibles.
rica, concretamente de Caracas (Venezuela). La variable en cuestión es de tipo fun-
cional: la presencia o ausencia del pronombre personal sujeto Escollos aparte, nada nos impide plantearnos una pregunta elemental: ¿qué se
(canto I yo clinto).18
Paola Bentivoglio ha estudiado este elemento teniendo en cuenta diversas variables busca al estudiar la variación léxica? Y la respuesta no puede ser muy diferente de la
lingüísticas explicativas: el referente de la oración, la posible ambigüedad de la forma que se ha dado a propósito de la variación fonético-fonológica o de la giamatical. Se
verbal, el número y el tipo de verbo. El análisis descubre que el sujeto suele apare- intenta explicar el .uso alternante de unas formas léxicas —normalmente sustantivos,
cer, con mayor probabilidad, en los casos en que el referente de la oración no coin- verbos o adjetivos— en unas condiciones lingüísticas y extralingüísticas determinadas:
cide con el referente de la oración anterior pueden ser unidades de distinto origen geolingüístico que han confluido en una co-
(nunca quise salir a cenar y ella nunca me munidad (gorrión, Pardillo),
lo reprochó), cuando el número es singular y cuando el verbo es de percepción formas adscritas a niveles cultos o a niveles populares,
(ver, así como a estilos más o menos formales
oler, etc.). En esta variable, y así lo han comprobado tanto Bentivoglio como Silva- (hijastro, entenado; encinta, preñada, emba-
Corvalán,I9 no suelen tener incidencia alguna las variables de origen extralingüístico. razada; rasguño, raspón, rozón; burbuja, gorgorita, gargolito, farol)
eufemísticas (jorobado, chepita; axila, sobaco), o formas tabúes o
entre otras posibilidades: Al mismo
tiempo, se busca identificar el léxico característico de los diferentes grupbs sociales:
Variación léxica léxico juvenil, léxico profesional, léxico marginal, etc.
Para conseguir estos objetivos hay que demostrar la equivalencia de una serie de
Pero en esto podéis considerar la riqueza de la lengua castellana, variantes léxicas y, lógicamente, encontrar esas variantes en el discurso natural. Tal
qué tenemos en ella vocablos en que escoger como entre peras. labor exige, a la vez, decidir qué características han de tener las variantes, porque,
JUAN DE VALDÉS, como ha señalado Julio Borrego, lo cierto es que pueden obedecer a motivaciones
Diálogo de la lengua, 1535
muy diversas, aparte, claro está, de la etimología: diferente pronunciación
cío), diferente evolución fonética (rocío /ro-
Yo comparo esta abundancia a la de los sinónimos, que, dado que (laguna I ¡laguna), diferente género (el dote I la
los aya rigurosamente tales, solo sirven para la variedad, i har- dote), 'diferente derivación (rapiña I rapiñoso
'avaro'), diferente modificación (cogu-
monía del decir. jada moñuda I cogujada copetuda). 21
GREGORIO MAYANS. Orígenes de la lengua española, En un primer momento, podría parecer evidente que formas como
1737
guna, o pescadero y pescatero, laguna y (la-
más que variantes léxicas, son elementos que respon-
El estudio de la variación léxica se enfrenta a los mismos probleinas que la va- den a una variación fonética; en muchas ocasiones, sin embargo, tal variación fonéti-
riación gramatical. Entre esos problemas destaca, naturalmente, el establecimiento de ca es ficticia, por tratarse de rasgos que han dejado de funcionar como variantes y que
equivalencias entre supuestas variantes, que tiene como trasfondo, muy especialmen- han quedado fosilizados en determinadas unidades léxicas. Con otras palabras, los lí-
' 1
te en este nivel léxico-semántico, la larga porfía sobre la existencia o la imposibilidad mites entre las variantes léxicas no siempre son evidentes y, consecuentemente, la de:
cisión sobre qué unidades merecen ser consideradas como variantes de una misma va-
42 alternancia -ro 1-se y -ra I -ría riable entreña un riesgo notable. Ante tan delicada circunstancia, cada investigador
en el habla de Valencia (Venezuela)», Lingüística Española Ac-
Wat XI (1989), pp. 117-124.
G. Salvador, Senrántica y lexicología del español,
Why tontos and no, «yo canto.? The problent o f first-sierran subject pronond in spoken Venezue- Madrid, Paraninfo, 1984. Para este autor sí hay si-
los Sparrish (tesis de maestría inédita). Los Ángeles, Universidad de California, 1980. nónirnos.
Véase Sociolingüística. Traria y análisis. ob. cit., p. •Dillcultades para el estudio sociolingüístico del lé,xico»,
115 y ss. II Encuentro de lingüistas y filólogos de ES-
paño y México,
Salamanca, Universidad de Salamanca, 1994, pp. 119-131.
30 • PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
LA VARIACIÓN EN LA LENGUA 31
se dejará guiar por los intereses particulares
de su estudio y por las características his-
tóricas y dialectales de las variantes analizadas. la variación fonético-fonológica y la de tipo morfológico y funcional se ven determi-
Asirriismo,la cuestión de localizar auténticas variantes léxicas no es baladí en ab- nadas frecuentemente por factores lingüísticos y extralingüísticos, la variación cate.-
soluto, dada la escasa frecuencia con que alternan en el discurso. De ahí que algunos gorial y posicional (sintáctica) se ve explicada Mayoritariamente por factores lingüís-
ticos y la variación léxica por factores extralingüísticos.25
especialistas hayan optado por encontrar las variables fuera del discurso continuado
y natural: por medio de encuestas y cuestionarios. Si un hablante no usa formas léxi- Es preciso llamar la atención, no obstante, acerca de dos realidades. La primera
cas equivalentes en su habla espontánea, lo mejor es preguntar directamente por es que la variación sociolingüística, en la que intervienen tanto factores de lengua
como factores ajenos Mella, se puede hallar en todos - los niveles: fonética, gramática,
ellas, aunque el lamento de los sociolingüistas a la hora de utilizar los cuestionarios
para recoger unidades léxicas ha sido general: léxico, discurso. La segunda es la preeminencia de los factores lingüísticos sobre los.
extralingüísticos.26 Como señala López Morales
A pesar de los inconvenientes que desde el punto de vista sociológico y psicológi-
co puede tener la utilización de cuestionarios fijos, hemos procedido de este modo Debe advertirse,:sin embargo, que todos los factores sociales, por importantes que
(M. Etxebarría).22 sean, están supeditados a los imperativos del sistema lingüístico; hasta la fecha se
ha comprobado en repetidas ocasiones que los factores sociales no son tan cate-
Aquí [el estudio sociolingüístico del léxico] más que en ningún otro campo resulta góricos como los gramaticales: actúan donde el sistema lo permite.
imprescindible
el recurso de la encuesta, con todos los problemas que tal instru-
mento conlleva (J. Borrego)» Así pues, las variables extralingüísticas, especialmente las sociales, actúan allí
donde la lengua lo permite y no es casualidad que sea en el nivel léxico —el más pe-
Este lamento nace, no del rechazo de la encuesta misma, muy usada en otro tipo riférico o superficial, el más sujeto a los vaivenes históricos, él de mayor carga sim-
de investigaciones (geolingüística, lingüística aplicada), sino de los inconvenientes que bólica— donde estas variables parecen revelarse como más determinantes.
presenta en relación con lo que William Labov llamó la
paradoja del observador:
la sociolingüística aspira a estudiar la lengua que se usa en una comunidad cuan- Reflexiones y ejercicios
do
los hablantes no se sienten sistemáticamente observados, pero sólo se puede es-
tudiar esa lengua mediante la observación directa.24
Intente descubrir las variantes de los fonemas /Á/ y /y/ que existen en una co-
munidad de habla española. ¿Cuántas «clases» de variantes se pueden identificar?
La encuesta con cuestionario implica necesariamente que el hablante se sienta ¿En qué condiciones lingüísticas se da cada una de esas clases de sonidos?
observado de una forma directa y sistemática; de ahí los recelos. Pese a todo, el cues-
tionario parece ser el modo más eficaz de enfrentarse a la variación léxica y, para su Tanto en el español de España como en el español de América es posible en-
aplicación, se cuenta con una sólida y amplísima experiencia: la de la geografía lin- contrar áreas en las que predomina el mantenimiento de -s final de sílaba y áreas en
güística. A todo ello volveremos en el capítulo 3.
las que predomina el debilitamiento o incluso la pérdida de ese elemento. Elabore
Los estudios de variación léxica que se han realizado hasta el momento, escasos una relación de los factores distribucionales, contextuales y funcionales que favore-
en general si los comparamos con los de otros niveles, demuestran que en este tipo cen en unos lugares el mantenimiento y que favorecen en otros lugares el debilita-
de variación participan principalmente factores extralingüísticos —rasgos sociológi- miento. Además de la bibliografía específicamente sociolingüística, puede consultar
cos, situaciones, creencias y actitudes---, aunque también pueden estar implicados fac- otras Obras de carácter general, como el libro en dos volúmenes dirigido por Manuel
tores lingüísticos, factores como el ritmo del habla, las repeticiones ola lengua de ori- Alvar, Manual de dialectología hispánica. El español de España y El español de Amé- .
gen de las unidades léxicas. rica (Barcelona, Ariel, 1996).
•
A la vista de lo comentado a lo largo de todo este capítulo, es posible prbponer ¿Quién de tus hijos es el mayor?
una diferenciación, al menos como hipótesis de trabajo, entre los niveles de la lengua ¿Cuál de tus hijos es el mayor?
según la naturaleza de las variables explicativas que én ellos suelen incidir: mientras ¿Qué hijo es el mayor?
¿Suponen estos usos formas diferentes de-decirlo mismo ose observa entre ellos
alguna diferencia semántica? Comente si el uso de un pronombre o de otro puede ex-
plicarse por razones sociales, geográficas o estilísticas.
Acerca de los fenómenos variables más característicos del- español y de los fac- Variación sociolingüística
tores que los determinan, además de la bibliografía citada en el texto y a pie de pá-
gina, es aconsejable la lectura de la obra dirigida por Manuel Alvar, también citada, A excepción de José Carlos, Don Servando e Hipólito todos ha-
Manual de dialectología hispánica. Como introducción clara y sencilla a las caracte- blan con dejo y pronunciación andaluces: Estrella y Elvira, y aun
rísticas del español de América, es muy recomendable la lectura de los dos volúme- Doña Lola, con el fino y gracioso acento sevillano; Pepa Juana,
nes de María Vaquero: El español de América L Pronunciación y El español de Amé- lo mismo, si bien con dicción más fuerte y recortada; Anita, Ro-
cío, Silveria y Guadaira, con el suave ceceo de los pueblos de la
rica II. Morfosintaxis y léxico (Madrid, Arco/Libros, 1996). Naturalmente, también es
comarca, más bien hacia Huelva que hacia Cádiz, y Paquito
muy útil, por tratar los asuntos lingüísticos en su historia y en su geografía, la con- Rodó, con originalidad característica del andaluz cerrado.
sulta de la conocidísima Historia de la lengua española, de Rafael Lapesa (8." ed., Ma-
- Hermanos ÁLVAREZ QUINTERO, La risa, 1934
drid, Gredos, 1980), así como de la Morfología histórica del español, de Manuel Al-
var y Bernard Pottier (Madrid, Grados, 1983).
Queda dicho que las variables extralingüísticas, específicamente las sociales, son
capaces de determinarla variación hasta donde lo permite el sistema de la lengua, y
queda ilustrado cómo unas variables lingüísticas, internas, pueden incidir en la apari-
ción de tales o cuales variantes de una variable determinada. Es, por tanto, el mo-
mento de centrarnos en las variables sociales que son capaces de determinar la va-
riación lingüística y en el modo en que esas variables se combinan con la de índole
netamente lingüística. Con otras palabras, a partir de ahora afrontaremos en su tota-
lidad el fenómeno de la variación sociolingüística, definido como la alternancia de dos
o más expresiones de un mismo elemento, cuando ésta no supone ningún tipo de al-
teración o cambio de naturaleza semántica y cuando se ve condicionada por factores
lingüísticos y sociales.
La investigación sociolingüística ha permitido conocer que las variables sociales
que influyen-sobre la variación lingüística lo hacen de un modo específico en cada co-
munidad y respecto a fenómenos lingüísticos concretos. Aunque ya se ha explicado
que hay ciertos niveles de lengua en los que cabe esperar con más probabilidad la in-
cidencia de factores extralingilisticos (fonética-fonología, morfología) y aunque es in-
negable que existen hechos lingüísticos y sociales recurrentes, en realidad nQes Osje
ble conocer de antemano qué tipo de variables sociales van a actuar sobre-Incas:talé
mentos lingüísticos en una comunidad dada. Y esto por dos motivos eri ? hmerlsug
porque los factores sociales actúan sobre la lengua de una forma illelter4t,
en dos comunidades de habla diferentes la variación sociolültilif-1M' I -5/55
nómeno no tiene por qué manifestarse de la misma eti..ágT,ndo,2 !J-lia
CAPÍTOLO 11
Parece que todos piensan que nomen viene del griego ónoma,
yo creo, en cambio, que viene de nosco, non!, notum, nouimen
«conocer», de la misma manera que momen «impulso, movi-
miento» de moneo, moui, motum, mouimen «mover». El nombre
es cierta imagen por la que algo es conocido, dice Escalígero.
, FRANCISCO SÁNCHEZ DE LAS BROZAS, Minerva, 1587
Cada lengua, cualquiera que sea, lleva en su seno en cada momento de su existen-
cia la expresión de todos los conceptos que se puedan desarrollar alguna vez en la
nación. Cada una, incluso, en cada momento de su vida, equivale exactamente al
muestras de una categoría que se ajustan más o mejor al prototipo correspondiente tativos es el de los términos de parentesco: en húngaro se distinguen, mediante uni-
que otros: 'pájaro' sería un prototipo, aunque probablemente un gorrión guardaría dades léxicas diferenciadas, las figuras del hermano mayor (bátya), el hermano pe-
más semejanza con el Prototipo que un pingüino.8 Los prototipos alrededor de los queño (ócs), la hermana mayor (néne) y la hermana pequeña (hug); frente a esta or-
cuales se organizan las palabras en las diferentes lenguas a menudo están menos ale- ganización, el inglés «sólo» dispone de dos unidades léxicas —una para hermano
jados que los significados de esas mismas palabras. Con esto se quiere decir que es (brother) y otra para hermana (sister)— y el malayo, de una (saudara). En este caso,
relativamente fácil que las lenguas compartan prototipos y no tanto que compartan el español dispone también de dos unidades, como el inglés, pero diferenciadas con
significados lingüísticos: las lenguas y las culturas pueden ser menos diferentes de lo procedimientos gramaticales (morfema de género) y no léxicos.
Otros ejemplos de cómo la lengua y la visión del mundo se interrelacionan se-
que parecen, así condideradas.
Partiendo de estas ideas, Hudson ha descubierto que la «teoría de los prototipos» rían los correspondientes a los nombres. del arroz, de la nieve o del color verde: en
ofrece al sociolingüista y al antropólogo varios atractivos. Uno de ellos es que per- los dialectos de Vietnam no existe una palabra para designar el arroz de forma gené-
mite comprender más fácilmente cómo la gente aprende unos conceptos a pará de rica, sino que se cuenta con formas léxicas diferentes para cada clase de arroz; los es-
otros en relación con unos prototipos determinados: un concepto basado en un pro- quimales, por su parte, disponen de palabras diferentes para llamar a la nieve en sus
totipo se puede aprender a partir del conocimiento de un número de casos muy re- diferentes, estados (en polvo, helada, que cae, etc.), mientras algunos pueblos del
ducido y sin ningún tipo de definición mental previa del concepto. Otro atractivo de Amazonas usan formas, léxicas distintas para los más variados tipos de verde.9
los prototipos es que dejan un lugar para las interpretaciones particulares de la reali- Debe tenerse en cuenta, sin embargo, que no es necetario comparar dos o más
dad, dado que los límites entre unos conceptos u objetos de la vida real y otros son > lenguas para encontrar modos diferentes de organizar un campo léxico; dentro de una
difusos: los individuos o los grupos sociales disfrutan de cierta libertad para aplicar é misma lengua también se pueden hallar, y el campo de los vegetales es un ejemplo
interpretar los conceptos de una forma particular. Además, el modelo del prototipo interesante. Ramón Trujillo ha demostrado que en Masca (Tenerife) funcionan los si-
ofrece a los sociolingüistas la posibilidad de explicar cómo la gente categoriza de guientes términos generales: árbol 'vegetal, frutal o no frutal, resistente', ramo 'no
modo distinto los factores sociales con los que se relaciona la lengua, factores como frutal, resistente', mata 'vegetal no resistente', hierba y pasto 'vegetal no resistente,
el tipo de interlocutor o la situación en que se desarrolla una interacción comunica- pequeño y no comestible (personas)', verdura 'vegetal no resistente, pequeño y Co-
mestible (personas)99 Esto quiere decir que en Masca son llamados «ramos» el bu-
tiva.
' rel, la retama o el brezo, designación que no reciben en el centro de la península ibé-
rica, por ejemplo.
También es posible encontrar diferencias estructurales del léxico en la diacronía:
Diversidad lingüística y diversidad cultural
las distinciones que el español expresa por medio de las formas viejo, joven y nuevo,
No ay lengua en el mundo, que en todo se conforme con los vo- se expresaban en latín con sene-x (aplicado a personas), velillo (aplicado a animales)
cablos y maneras de hablar que ay en otra. y venas (aplicado a cosas), para viejo, y con itivenis (aplicado a personas) y novellus
ALEJO VENEGAS DEL BUSTO, Agonía del tránsito
(aplicado a animales), para joven, mientras que la forma latina novus equivalía a
de la muerte, 1553 nuestro nuevo (aplicado a lo que no son personas ni animales)» Como se ha co-
mentado, entre esta manera de concebir la organización del léxico (rasgos y campos
La forma interior de una lengua, para Wilhelm von Humboldt, supone una or- semánticos) y la que propone la teoría de los prototipos existen diferencias impor-
denación del mundo mental y físico por parte de sus hablantes, que se diferenciarán tantes.
de los hablantes de otras lenguas por proceder a esa ordenación de una manera par- Pero, en ocasiones, las diferencias entre dos lenguas no se aprecian sólo en el
ticular y suficientemente diferenciada. Este concepto se ha puesto en relación con el modo de organizar los campos léxicos. David Crystal ha recogido una curiosa mues-
de «forma del contenido» de la gramática estructural, que se define como la estruc- tra de las designaciones correspondientes a agujero en pintupí, una lengua aborigen
turación que cada lengua da a la realidad física o mental, esto es, a los conceptos in- de Australia. Esta lengua usa hasta diez formas léxicas diferentes: yerta 'agujero en
finitos de la mente humana. A su vez, el concepto de «forma del contenido» supone un objeto', pirti 'agujero en el suelo; hoyo', kartalpa 'agujero pequeño en el suelo',
una interpretación del léxico que lo presenta como un conjunto de unidades suscep- pirnki 'agujero formado por un saliente en una roca', yulpilpa 'agujero estrecho en el
tibles, en gran parte, de ser estructuras dentro de unidades más amplias denominadas que viven hormigas; hormiguero', mutare 'agujero en una lanza', nyarrkalpa 'madri-
- «campos léxicos». guera de un animal pequeño', pulpa 'madriguera de conejo', makarnpa 'madriguera
Los estudios de los campos léxicos realizados hasta el momento revelan cómo de iguana', katarta 'el agujero que deja una iguana cuando rompe la superficie des-
cada lengua organiza el contenido de una forma distinta y demuestran el alcance de pués de la hibernación'. En español, para expresar esos mismos contenidos, se pue-
la relatividad lingüística. Uno de los ejemplos contrastivos más conocidos y represen-
8. Véase E. Rosch y B. Lloyd. (cds.), Cognition and paiegorization, Hillsdale. Lawrence Erlbaum Am., Lenguaje y rs,llura en Mosco, Santa Cruz de Tenerife, Interinsular Canaria, 1980. pp. 180-188.
Véase E Coseriu, Principios de semántica eso-no:tal, Madrid, Credos, 1977, p. 28.
1978.
till
PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE LA LENGUA EN SU USO SOCIAL 201
200
den necesitar, como se ve en las definiciones, desde. una sola hasta una quincena de Ancestros Dios
e,mSad enler
palabras, pero lo importante es que, sea de la forma que sea, también es posible
expresar todos esbs conceptos en esta lengua» no resulta apropiado, por tanto, in-
terpretar que algunos conceptos son totalmente inexpresables en otras lenguas. El es-
pañol puede echar mano de la gramática (sintaxis, morfología) para expresar unos
matices de los que no da cuenta el léxico: para designar clases distintas de verde se do meta, eltral Jueces
Familia
del gobierno
usan las formas verde botella, verde limón, verde claro... Estamos simplemente ante
formas diferentes de fijar las relaciones entre la lengua y la realidad.'
Por otro lado, la complejidad y la multiplicidad de las lenguas y las culturas del
mundo se refleja no sólo en el uso y la ordenación de las unidades lingüísticas, sino
también en la forma de organizar los procesos comunicativos, desde los más simples Oponente Corle yakan
a los más complejos. Este hecho se ha puesto de manifiesto en los estudios de carác- (acusación)
res de otros grupos— los litigantes no son siempre partes radicalmente enfrentadas o
enemigas: son partes que simplemente no se tratan o no se hablan. Mención aparte, aunque profundamente relacionados con las nociones anterio-
El proceso comunicativo de la justicia yakan recurre a amenazas, en cuyo cum- res y, al fin y al cabo, con la lengua y la cultura, merecen los conceptos de «tabú» y
plimiento pueden verse implicados desde la divinidad y los ancestros, hasta la justicia de «eufemismo». Son éstos, sin duda alguna, objetos ideales de estudio para la socio-
ordinaria del país, pasando por la familia del acusado. Todo con la intención de que lingüística, si bien es mucho lo que aún falta por saber de su dimensión social.
demandante y acusado normalicen su relación social (figura 11.1). El tabú es una prohibición de ciertas acciones u objetos basada bien en razones
Según se desprende de la figura 11.1, durante la causa se manejan argumentos religiosas, bien en otros prejuicios, conveniencias o actitudes sociales. Tabú es una pa-
muy variados para conseguir que el acusado se retracte o arrepienta: se le amenaza labra malayo-polinésica que significa `sagrado'; entre los polinesios se considera tabú
con el abandono por parte de su familia o del grupo, con agresiones del oponente aquello que, si se realiza o se toca, puede acarrear grandes desgracias para el que lo
contra la familia o el acusado, con enfermedades enviadas por Dios o por los anees- hace o para su gente. Por lo general, son tabú los objetos religiosos (ídolos, amuletos,
templos) o las personas relacionadas con ellos (sacerdotes), pero, como se ha dicho,
el tabú no se ciñe al terreno de la religión o de la superstición, sino que frecuente-
Enciclopedia del lenguaje, Madrid, Taurus, 1994, p. 15.
Véase M. Saville-troike, Tire Eihnography af Communiention. An Introduction, Oxford, Blackwell,
mente obedece a convenciones y actitudes sociales.
1962; t. J. Campea y D. Hymes (cts.), Directions in Sociolingainicy The Ethnography of Conrmunication, Desde un punto de vista lingüístico, se habla de tabú para hacer referencia a una
Nueva York, Hola, Rinehart le Winston, 1972. palabra cuyo uso debe evitarse, generalmente por motivos sociales, políticos, sexua-
«Struck by Speech: The Yakan Concept oí Litigationte, en J. J. Gumperz y D. Hymes (SI), ob.
les, supersticiosos o religiosos: la palabra existe, pero su empleo provoca el rechazo o
pp. 106-129.
202 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE LA LENGUA EN SU USO SOCIAL 203
la recriminación de la comunidad o de un grupo social. Son tabú los nombres de los convertirse en formas tabuizadas: es lo que ha ocurrido con la palabra váter, que, en
genitales y de los actos sexuales, los nombres de actividades y objetos escatológicos; su momento, vino a sustituir a la forma retrete. .
en algunas culturas'es tabú el nombre de Dios, como en otras lo son la muerte o cier- A pesar de que el tabú suele explicarse como un fenómeno propio de comuni-
tos animales. dades enteras y como reflejo de convenciones generalmente aceptadas, la sociolin-
Stephen Ullmann agrupa los tabúes en tres categorías distintas, según la motiva- güística actual está demostrando que el uso del tabú y el eufemismo se correlaciona
ción psicológica que hay tras ellos:15 estrechamente con los factores sociales que determinan la variación lingüística: sexo,
edad, nivel sociocultural, etc. En este sentido, se pueden distinguir dos niveles en el
ámbito del tabú: el macrocontexto del tabú, en el que se identifican categorías como
a) Tabú del miedo. Suelen ser los nombres de seres sobrenaturales: ya hemos
hecho referencia al nombre de Dios, pero también puede ser tabú el nombre del de- la estructura social, la herencia cultural, las creencias religiosas, las instituciones polí-
ticas o las valores tradicionales, y el micracontexto, que incluye categorías como los
monio, de los espíritus diabólicos o de lo que da mala suerte, como la mano izquier-
da. Los nombres de los animales peligrosos o dañinos también responden a un tabú participantes y sus características sociales, el propósito de la interacción, el tema tra-
del miedo: la culebra, la comadreja, el lobo. tado o la situación.
Tabú de la delicadeza. Suelen ser los nombres de lo desagradable, de lo En el ámbito del microcontexto, se puede llegar a saber si una forma tabú o un
que no resulta cómodo. También lo son los defectos físicos o psíquicos o los nombres eufemismo es más frecuente entre hombres o mujeres, entre jóvenes o viejos, en con-
textos formales o pocos formales. A este respecto, López Morales, en un estudio
de acciones criminales.
Tabú de la decencia. Aquí se incluye lo que tiene que ver con el sexo, con realizado sobre San Juan de Puerto Rico, concluye que el comportamiento del eufe- •
ciertas partes y funciones del cuerpo humano y con los juramentos. mismo y del tabú está controlado, al menos, por el nivel sociocultural de los sujetos
y por el estilo del habla» Así, la frecuencia de los eufemismos de la palabra tabui-
zada culo (trasero, fondillo, nalgas) disminuye conforme desciende el nivel sociocul-
El recurso que la lengua pone a disposición de los hablantes para evitar el tabú
tural de los hablantes de San Juan: nivel medio alto, 35,6 %; nivel medio, 33,9 %; ni-
recibe el nombre genérico de etefemismo.16 El eufemismo permite esquivar lo prohi-
vel medio bajo, 20,3 %; nivel bajo, 10,2 %. También se ha comprobado que, si el eu-
bido, pero también lo molesto, lo desagradable, lo ofensivo o lo sucio. Cuando un ha-
femismo es un cultismo o un tecnicismo (coito, eyacular, recto), no se da en el nivel
blante sustituye un término agradable, o simplemente adecuado, por otro ofensivo o
más bajo del espectro sociocultural. En lo que se refiere a la variación estilística, los
peyorativo, se produce el fenómeno del disfemismo, claramente opuesto al eufemis-
datos de López Morales indican que háy un aumento paulatino de los eufemismos a
mo, aunque bien diferenciado del tabú: el disfemismo suele nutrirse de términos ca-
medida que los hablantes pasan de estilos más espontáneos a otros más cuidados,
racterísticos de los estilos más vulgares o familiares y utiliza como recursos habitua-
aunque las mayores diferencias se observan entre el estilo espontáneo y los demás,
les la metáfora y la perífrasis (dátil por dedo, queso por pie, viejo por padre).17
como demuestran las frecuencias de los eufemismos de cu/o: estilo espontáneo,
Los procedimientos eufemísticos que la lengua ofrece son muchos y variados
23,1 %; estilo neutro, 36,4 `Yo; estilo cuidadoso, 40,3 %.
(metáforas, perífrasis, lítotes, antífrasis, deformación de palabras) y las causas que lle-
van a su aparición están directamente relacionadas con el tipo de tabú: en unos casos
se intenta usar la forma más adecuada a un estilo y una circunstancia (axila por so-
Competencia lingüística, competencia comunicativa
baco, servicio por váler, pecho o seno por te(a); otras veces se trata de ser delicado o
y competencia cultural
respetuoso con otras personas (invidente por ciego, minusválido por cojo, paralítico,
etc., sin techo por mendigo, estila leado de fincas urbanas por portero, amigo por aman-
. Los etnógrafos de la comunicación llevan muchos años insistiendo en las limita-
te); muy a menudo se intenta evitar el nombre de lo que produce miedo, admiración
ciones, que para ellos son evidentes, del concepto generativista de competencia lin-
respeto (bicha por culebra, señorita por comadreja, aunque comadreja deriva de co-
güística. Hymes, en este aspecto, es contundente: el término competencia promete
madre que ya es un eufemismo) o de lo que se considera sucio (pipí por orina; trase-
más de lo que contiene en realidad porque se restringe a lo puramente gramatical y
ro por culo); y a veces se intenta suavizar los juramentos, sobre todo mediante la de-
deja en la penumbra otros aspectos del conocimiento tácito de los hablantes y de su
formación de palabras (jcaracoles! por ¡carajo!, ¡miércoles! por ¡mierda!, ¡jorobar! o
habilidad comunicativa. En esta línea de pensamiento, la etnografía de la comunica-
¡jolín! por ¡joder!, ¡mecachis! por ¡me cago en!). También ocurre, y con bastante "fre-
ción comparte con el generativismo chomskyano una preocupación por la creatividad
cuencia, que los eufemismos, a fuerza de sustituir a los tabúes y de designar objetos
y la libertad del hablante, pero añade un matiz que afecta a la esencia misma de esa
acciones mal vistos o prohibidos, acaban cargándose de valores negativos y pasan a
libertad: la situación. Los mecanismos gramaticales deben ser adecuados a las situa-
•
ciones en las que se utilizan; con otras palabras, para Hymes la relación entre los me-
Semántica, 2.' ed., Madrid, Aguilar, 1967, pp. 230-236.
canismos gramaticales y las situaciones debe ser una relación positiva. Así, cuando
Véase E. Montero Carrete, El eulemisnro en Galicia (su comparación con otras áreas romances),
Santiago de Compostela, Universidad de Santiago, 1981 (Verba, anexo 17).
Véase el capítulo dedicado al disfemismo en M. Casas, La interdicción lingüística. Mecanismos del DI -Papel del nivel sociocultural y del estilo lingüístico en el uso del eufemismo», en F. Moreno Fer-
eufemisnro y disfenrismo, Cádiz, Universidad de Cádiz, 1986. nández (ed.), Trabajos de sociolingitistica hispánica, Alcalá, Universidad de Alcalá, 1997.
204 PRINCIÑOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
LA LENGUA EN SU USO SOCIAL 205
Hymes se refiere al concepto de creatividad, también pone en lugar destacado la ne-
cesidad de que exista una adecuación y afirma: .
Capacidad general de expresión
Las reglas de ádecuación más allá de la gramática gobiernan el habla y son adqui-
ridas como parte de las concepciones del yo, y Sus sentidos están asociados a la vez Capacidadpara las actividades que acompañan
con las formas particulares del habla y con el acto del habla misma.19 a la lengua (mímica, gestos, etc.)
amplio, en el que quedarían recogidos todos los aspectos que tienen que ver con la
comunicación, tanto lingüística como no. lingüística. A esta clase amplia se le da el
nombre de competencia cultural. Entre los tres conceptos de competencia se estable- 3. Conocimiento cultural
a) Estructura social
ce una relación de inclusión, de tal forma que la competencia cultural incluye a la co-
municativa y a la lingüística, y la comunicativa, a la lingüística: La) Valoraciones y actitudes generales
competencia cultural
> competencia comunicativa > competencia lingüística. Esquemas cognoscitivos
•
Teóricamente, un hablante puede dominar en su competencia todos los elemen- Procesos de culturización (transmisión de conocimientos)
tos que componen la comunicación, que serían los siguientes:
Esta visión de la lengua, que sobrepasa con mucho los límites de lo puramente
1. Conocimiento lingüístico lingüístico o, digamos, de lo convencional, no sólo ha preocupado a los etnógrafos
Elementos verbales sino que también ocupa un lugar de relieve en la obra de algunos estudiosos cuya fi-
Elementos no verbales liación lingüística no se pone en duda. La prueba más evidente de ello se encuentra
Clases de elementos en acontecimientos comunicativos concretos en los trabajos de Eugenio Coseriu, quien se ha preocupado de hilvanar y dar cuer-
d) Relación de posible variantes po a una «teoría general del hablar», cuyo esbozo se encuentra en el volumen titula- a
e) do Competencia lingüística Elementos de la teoría del hablar, que ha elaborado y edi-
Significado de las variantes en situaciones concretas
tado su alumno Heinrich Weber, a partir de las notas 'de clase de algunos cursos y,
2. Conocimiento del proceso de interacción por supuesto, de la obra del mismo Coseriu.21
Percepción de los hechos destacados en situaciones comunicativas El esquema de esa «teoría general del hablar» presenta para el hablante una ca-
Normas de interacción e interpretación pacidad general de expresión que incluye una capacidad y una competencia bien di-
Estrategias para consecución de objetivos ferenciadas: la capacidad para las actividades que acompañan a la lengua (mímica,
gestos) y la competencia lingüística en su totalidad. Esta competencia lingüística, in-
cluye, a su vez, dos competencias diferentes: la competencia lingüística psicorsica y la
19. Foundation& in Sociolingiiisticr. An Ethnographic Approach,
Cinnaminson, Unirersisy oí Pennsylva- competencia lingüística cultural. Dentro de la competencia lingüística cultural se dis-
nia 'reos, 1974, p. 125.
20_ Aspectos de la teoría de/a sintaxis, Madrid, Aguilar, 1970.
21. Madrid, Credos, 1994.
206 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAJE LA LENGUA EN SU USO SOCIAL 207
Reflexiones y ejercicios
Cuando se aplica el principio de la relatividad lingüística, en su versión más ra-
dical, al campo de la traducción, se llega a la conclusión de que, si una lengua ma-
1. Comente el siguiente texto de Benjamin Lee Whorf («La relación entre len-
terna impone una visión del mundo, es prácticamente imposible conocer otras lenguas
guaje y pensamiento y conductas habituales», en P. Garvin y Y. Lastra, Antología de
y, consecuentemente, es imposible culminar con éxito su traducción.
textos de etnolingüística y sociolingüística, 2.' ed., Madrid, UNAM, 1964, pp. 125-128):
Las teorías sobre el lenguaje y la visión del mundo ponen a la traducción en una
encrucijada teórica difícil de afrontar en un plano abstracto. Sin embargo, es posible
Conocí un aspecto de este problema antes de haber estudiado con el doctor Sapir
zafarse de la opresión de estas formulaciones recurriendo a argumentos de diferente y en un campo comúnmente considerado ajeno a la lingüística. Fue en el transcur-
naturaleza. Una posible salida a esta aporta estaría en relativizar el concepto de lo in- so de mi trabajo profesional con una compañía de seguros contra incendio, cuan-
traducible: de hecho en nuestro mundo son muy frecuentes las situaciones de lenguas do me tocó el oficio de analizar muchos cientos de informes sobre las circunstan-
en contacto y son muchos los hablantes que poseen un bilingüismo natural. La posi- cias que rodean la iniciación de los incendios y en algunos caños las explosiones.
bilidad de realizar intercambios comunicativos interlingüísticos y de traducir es, sim- Mi análisis me dirigía hacia las condiciones puramente físicas, instalaciones eléc-
plemente, una realidad manifiesta. tricas defectuosas, presencia o ausencia de espacios de aire entre conductores me-
Pero, cuando se dice que la traducción es posible, nadie supone que por ello sea tálicos y madera, etcétera, y los resultados se presentaban en estos términos. Cier-
tamente el trabajo se emprendió sin sospechar que se revelarían o podrían reve-
una tarea fácil: no fue fácil hace 4.000 años, ni lo ha sido en los últimos siglos:13 Bas-
larse otros factores cualesquiera. Pero a su debido tiempo se hizo evidente que`no
te un solo ejemplo. Un buen número de misioneros españoles, dominadores de len-
sólo una situación física: qua ftsica, sino el significado de tal situación para la gen-
guas indígenas, se pusieron a la labor, durante los siglos xvi y xvii, de redactar lexi- te era a veces un factor a través del comportaritiento de las personas se traducía en
incendio. Y el «significado» era un factor clarísimo cuando era una significado lin-
Véase E. Coseriu, Teoría del lenguaje y lingüística general, 3.1ed., Madrid, Gredos, 1982, pp. 315- güístico que residía en el nombre o en la descripción lingüística comúnmente apli-
317. cada a la situación. Así, el comportamiento alrededor de «tanques de gasolina»
Véase V García Yebra, Traducción: historia y 'torio, Madrid, Gredos, 1994,
208 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
tenderá a cierto tipo, esto es, se tendrá gran cuidado; mientras que alrededor de
un depósito de lo que se llama «tanques,vacíos de gasolina» el comportamiento
tenderá a ser diferente —descuidado, con poca restricción de fumar o arrojar coli-
fias a su alrededor. Sin embargo los tanques vacíos son quizá los más peligrosos
puesto que contienen vapores explosivos. Físicamente la situación es peligrosa,
pero el análisis lingüístico de acuerdo con la analogía regular ha de emplear la pa-
labra «vacío», lo que inevitablemente sugiere ausencia de riesgo. La palabra «va-
cío» se emplea en dos esquemas lingüísticos: 1. como virtual sinónimo de «nulo y
vacuo, negativo, inerte»; 2. aplicada al análisis de situaciones físicas sin tener en
cuenta, por ejemplo, vapores, vestigios líquidos o desechos diseminados.en el reci-
piente. La situación queda definida 'de acuerdo a la pauta 2 y luego la actividad
real en torno a lo que sí ha sido definido se basa en la pauta 1; esto es una fórmula
general para el condicionamiento lingüístico de la conducta que se torna peligro-
sa, [...I Tales ejemplos, que podrían multiplicarse, son suficientes para mostrar
cómo la sugestión de una cierta línea de conducta se ha debido a las analogías de
la fórmula lingüística con una situación dada, y por ella se analiza, se clasifica y se TERCERA PARTE
le asigna su lugar en ese mundo que está en gran medida inconscientemente cons-
truido sobre los hábitos lingüísticos del grupo. Y siempre suponemos que el análi-
sis lingüístico hecho por nuestro grupo refleja la realidad mejor de lo que lo hace. LA COEXISTENCIA DE LENGUAS
Y SOCIEDADES
2. Haga una relación completa de todos los términos de parentesco que se uti-
licen en su lengua (por ejemplo, en español) y en una lengua extranjera. Compárelos
y comente las diferencias que encuentre.
Haga una relación de todos los eufemismos relacionados con la muerte que
se usen en su comunidad (nombres de la muerte, de morir, del entierro, del féretro,
etc.) y comente qué procedimientos lingüísticos se han usado para su creación. .
Orientaciones bibliográficas
Para conocer con más detalle la hipótesis Sapir-Whorf, lo más adecuado es acu-
dir a las fuentes. Véase E. Sapir, El lenguaje (México, FCE, 1954; con múltiples reim-
presiones). También, de B. L. Whorf, «La relación entre lenguaje y pensamiento y
conductas habituales», en P. Garvin y Y. Lastra, Antología de textos de etnolingüísti-
ca y sociolingüística (2.' ed., Madrid, UNAM, 1984, pp. 125-152).
Asimismo, puede resultar interesante la lectura de los capítulos 3 al 6 del libro
de M. Casado Velarde, Lenguaje y cultura (Madrid, Síntesis, 1988) ); del capítulo 3
del libro de R. A. Hudson, La sociolingüística (Barcelona, Síntesis, 1981). Sobre la
forma en que el léxico puede recoger y reflejar creencias y los más diversos aspectos
socioculturales, es recomendable la lectura del libro de Gerhard Rohlfs, Estudios so-
bre el léxico románico (reed. parcial y notas de M. Alvar, Madrid; Gredos, 1979), es-
pecialmente de los capítulos 3 al 9.
134 PRINCIP/OS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
Los usos lingüísticos variables —fonéticos, gramaticales o léxico-semánticos— Partimos de la consideración de dos principios muy generales de naturaleza so-
pueden co variar con otros elementos lingüísticos o extralingüísticos. ciológica, que podrían clasificarse entre los principia cognoscendi. La naturaleza cuan-
titativa de los análisis, a la que se ha aludido en P.VII, sostiene parcialmente el si-
guiente principio:
1, Véase R. Caravedo, Sociolingüística del español de Lima, Lima, Pontificia Universidad Católica del
Perú, 1990, pp. 17-32. Véase D. R. Prestan, «Fifty some-odd categories of language variation», International /eternal of
2. La seguridad de que realmente se está trabajando sobre una comunidad de habla sólo se tiene a pos- Sociology of Language, 57 (1984), pp. 9-47.
serian, una vez realizada la investigación. No obstante, el conocimiento previo que tengan los investigadores Véase F. Moreno-Fernández (ed.), Sociolingnivics and Srylistic Variaiion, Lynx 09921; A. Bell.
de una comunidad puede facilitar su delimitación. Sobre el concepto de «comunidad de habla» y los proble- «Language Style as Audience Design», Language in Saciefy, 13 (1984), pp. 145-264; H. J. Ladegaard, «Au-
mas que plantea, véase el capítulo I. dience Design Revisited: Persona Roles asad Power Relations in Speech Interaction., Language el COMMIfr
nical ion, 15 (1995), pp. 89-101.
PRINCIPIOS DE SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
138
El habla de una muestra debe ser representativa de un grupo social o de una co-
Inanidad.