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¿A qué llamamos currículo?

En 19881 el término currículo apareció dando nombre al libro de Bobbitt “The curriculum”.

El currículo es aquello que se debe llevar a cabo en las escuelas, es el plan o la planificación
mediante la cual se organizan los procesos escolares de enseñanza-aprendizaje. En el segundo
sentido, el currículo es tratado como un fenómeno digno de ser estudiado como una región
disciplinar que se nutre de la investigación de cualquiera de las vertientes en las que como
fenómeno el currículo esté presente.

En 1973 Tyler señala, por otro lado, que una definición bastante limitada del mismo es la que lo
equipará con un caso de estudio; en el otro extremo, el currículo también puede ser considerado
como todo aquello que transpira en la planificación, la enseñanza y el aprendizaje de una
institución educativa.

Currículo también se refiere al “conocimiento disciplinar” que ha de ser estudiado; a la “experiencia


educativa” que aparta la escuela y a las materias de aprendizaje. Estas son las interpretaciones
que históricamente han ido apareciendo.

El currículo es una planificación, se asume que en él viene resumido y establecido explícitamente


el marco dentro del cual se va a desarrollar la actividad educativa de una escuela. Beauchamp, en
1981 para quien, de modo óptimo, el currículo debe contener lo siguiente:

a) Enunciados sobre las intenciones para el uso para el uso del documento como guía en la
planificación de estrategias de instrucción.
b) Enunciados que describen los objetivos de la escuela para la que el currículo se ha
desarrollado.
c) Un cuerpo de contenido curricular para la realización de los objetivos.
d) Enunciados sobre el esquema de evaluación para determinar el valor y la efectividad del
currículo y del sistema curricular.

Zais en 1976, señala que el término “curriculum” es usado ordinariamente por los especialistas de
dos maneras:

1) Para indicar un “plan” para la educación de los alumnos.


2) Y para identificar un campo de estudio.

Por otro lado, Tanner en 1975 y Eisner en 1974 dicen que representa un modo particular y
alternativo de entender lo que sea dicho conocimiento, al igual que si fuera un programa educativo
para organizar los acontecimientos escolares, el conocimiento como selección del contenido, es el
mismo concepto que prescribe el objetivo de la empresa escolar, es decir, indica ya la meta a partir
de la cual tienen que organizarse todas las actividades escolares.

“El término currículo, por supuesto, ha sido usado de muchas maneras, pero yo propongo que se le
defina como un programa de actividades diseñadas para que los alumnos a través del aprendizaje
alcancen ciertos fines u objetivos específicos” …es un plan que supone a su vez, otros dos
elementos, un contenido para ser usado, y unos métodos para ser empleados para el aprendizaje.
–Hirst

Planificación curricular y currículo
La planificación curricular no es, por ello, currículo operativo, no son acciones y las decisiones,
pero las determina y vincula. El currículo operativo o en uso es, pues, el resultado de llevar a la
práctica las prescripciones del currículo planificado.

Clandinin y Cornelly

es una construcción realizada entre profesores y alumnos, y en general, la creación activa de todos
aquellos que directa e indirectamente participan en la vida de la escuela.

Westbury

Un currículo solo encuentra su significado en la enseñanza, en las acciones y relaciones entre


profesores y alumnos ocupados en las actividades mutuas que llamamos educación

(Papel del docente) -Clandinin y cornelly-

han indicado que el docente es “una parte integral del proceso curricular, que junto con los
estudiantes, el contenido cultural y el ambiente se encuentran en interacción dinámica”. Este
importante papel del docente, que comienza a ser reconocido, ha abierto un campo nuevo para el
estudio del currículo, especialmente el relacionado con las investigaciones biográficas y narrativas
de los docentes.

Implicaciones del currículo como realidad interactiva


Si el currículo es también y fundamentalmente lo que ocurre en las aulas, es necesaria una nueva
perspectiva que como Stenhouse sugiere (1981), centre su punto de mira y su interés en las
conexiones o desconexiones existentes entre el currículo como intención y el currículo como acción
a través del papel creativo del docente. Pero cambiar de este modo de perspectiva es ciertamente
remover los cimientos en los que se ha asentado casi toda la labor científica en el campo del
currículo durante las últimas décadas.

Una de las aportaciones que se pueden rescatar son las que señalaban SLEETER Y GRANT
(1988) en el que señalaban algunas sugerencias para dotar de diversidad al currículo:

1. El currículum debe incorporar perspectivas, experiencias y contribuciones diversas.


2. El currículum debe incluir contenidos que eviten los estereotipos de raza, género,
discapacidad, etc.
3. El currículum debe incorporar los aspectos relacionados con la diversidad en todas las
materias y áreas curriculares, y en todas las fases del trabajo escolar.
4. El currículo debe garantizar el uso del lenguaje sexista.
5. El currículo debe garantizar el conocimiento multilingüe de la sociedad.
6. El currículo debe considerar el bagaje de experiencias previas de todas las niñas y de
todos los niños.
7. El currículo debe permitir el acceso de todo el alumnado .
El currículum presenta intenciones justificadas, que sirven como guía básica para las
planificaciones particulares y concretas para cada profesor, dependiendo del contexto educativo en
el que se encuentre.

Por esto el currículum posee un marco educativo y limita el desarrollo de la acción que el docente
va a llevar a cabo.

Se puede concluir, afirmando que el Currículo como Planificación Educativa, no son las decisiones
ni las acciones que se llevan a cabo en el aula, pero que este sirve de vehículo para determinar
cómo realizarlas.

 el concepto de currículum como contenido está vinculado a la representación, ya que representa
la cultura que cada sociedad cree valiosa. En segundo lugar, el currículo como planificación se
vincula tanto a la representación como a la acción, ya que por un lado se dan los contenidos que
queremos aplicar y por otro los elementos necesarios que nos pueden llevar a la práctica. Por
último, el currículo como realidad interactiva tiene una relación directa con la acción, es decir, llevar
esa realidad a la práctica educativa.

En definitiva, el autor cree que no se puede definir al currículum únicamente con una de estas tres
concepciones, sino que se debería analizar cada una de ella, investigar cuáles son sus nexos de
unión para determinar cuál es la definición más completa y acertada del término currículum.

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