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MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA,


CIENCIA Y TECNOLOGÍA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA DE LA FUERZA

ARMADA NACIONAL BOLIVARIANA

VICERRECTORADO ACADÉMICO

COORDINACIÓN DE EXTENSIÓN

PAE EN NIÑOS Y ADOLESCENTES


PSIQUIATRICOS, DE LA CONDUCTA Y DE
LA ACTIVIDAD SEXUAL

Docente: Bachilleres:

Nancy Colmenares Laleska Perdomo

Enfermería en salud mental y psiquiatría Gabriela Seco

Sección D-01
INDICE

 Introducción
 Patologías psiquiátricas infantiles
 Tipos
 Sonambulismo o parasomnia
 Enuresis
 Inhibición Excesiva o Timidez
 Agresión antisocial
 Rasgos neuróticos
 Tipos
 Tartamudeo
 Disfemia o espasmo
 Berrinches o Ira
 Pesadillas
 Tics
 Ansiedad
 Hostilidad
 Hijos de padres divorciados
 Hijos de padres alcohólicos
 Los hijos de padres con problemas psiquiátricos
 Patologías psiquiátricas en la adolescencia
 Delincuencia juvenil
 Drogadicción en adolecentes
 La prostitución en los adolescentes
 Dependencia interdependencia independencia
 Subcultura del adolescente
 Conclusión
 Bibliografía

Introducción

La Psiquiatría Infantil es una disciplina médica del ámbito de la Psiquiatría que se


ocupa de la detección, evaluación, manejo y prevención de los trastornos
psíquicos del niño y del adolescente, y de la promoción de su desarrollo integral.

Cabe destacar, que Un 20% de los niños y adolescentes de la población general y


sobre un 15% de la población pediátrica padece alguna patología psiquiátrica
significativa, mientras que menos de un 10% de todos los afectados recibe
atención clínica adecuada.

Según manifestó el doctor Rodríguez, cualquier situación de enfermedad "resulta


dolorosa", pero en el caso del enfermar infantil se trata de "un suceso de
magnitudes extraordinarias porque puede hipotecar el presente y el futuro de un
ser humano en desarrollo".
5.1 Patologías Psiquiátricas Infantiles del
comportamiento y de las emociones
La Psiquiatría Infantil es una disciplina médica del ámbito de la Psiquiatría que se
ocupa de la detección, evaluación, manejo y prevención de los trastornos
psíquicos del niño y del adolescente, y de la promoción de su desarrollo integral.

Un 20% de los niños y adolescentes de la población general y sobre un 15% de la


población pediátrica padece alguna patología psiquiátrica significativa, mientras
que menos de un 10% de todos los afectados recibe atención clínica adecuada.

Así lo puso de manifiesto en Santiago el catedrático de Psiquiatría Infantil de la


Universidad de Sevilla Jaime Rodríguez Sacristán en la conferencia 'La
Experiencia del Enfermar Infantil'.

Según manifestó el doctor Rodríguez, cualquier situación de enfermedad "resulta


dolorosa", pero en el caso del enfermar infantil se trata de "un suceso de
magnitudes extraordinarias porque puede hipotecar el presente y el futuro de un
ser humano en desarrollo".

La Psiquiatría infantil difiere desde el punto de vista clínico de la Psiquiatría del


adulto. Sus características diferenciales vienen determinadas por el conjunto de
elementos que intervienen en la expresión psicopatológica, y que se pueden
denominar genéricamente las "claves" del enfermar psíquico infantil, según indicó
el experto.

Así, la multicausalidad supone que los trastornos psiquiátricos infantiles se


producen por la interacción conjunta de factores biológicos, psicológicos y
socioculturales, de carácter individual o ambiental; y, dado que cada uno de ellos
puede actuar como factor de riesgo o como factor de protección, esa compleja
relación se puede manifestar en un determinado momento como señales de alerta
psicopatológica.

Por ello, los factores de riesgo actúan incrementando la probabilidad de presentar


una patología, ya sea aumentando la vulnerabilidad o "facilidad" para padecerla, o
bien precipitando los síntomas, o manteniéndolos una vez instaurados.

Los factores de protección se refieren a todas aquellas circunstancias que


modifican favorablemente el impacto de los factores de riesgo. Las investigaciones
sobre el riesgo psiquiátrico en la infancia y la adolescencia señalan que la
acumulación de factores de riesgo tiene un efecto multiplicador.

De este modo, no parecen existir diferencias entre los niños sin riesgo y aquellos
que sólo tienen un factor; pero los que tienen 2-3 factores presentan un riesgo 5
veces mayor, y en los que se dan 4-6 factores, se incrementa hasta 20 veces el
riesgo de trastorno clínico.

Tipos

Sonambulismo o Parasomnia

Las personas que presentan sonambulismo (un trastorno del sueño clasificado
como parasomnia), también llamado noctambulismo, desarrollan actividades
motoras automáticas que pueden ser sencillas o complejas. Un individuo
sonámbulo puede salir de la cama, caminar, orinar o incluso salir de su casa,
mientras permanecen inconscientes y sin probabilidad de comunicación. Es difícil
despertarlos aunque, en contra de lo que se cree comúnmente, no resulta
peligroso. El sonambulismo se produce durante las fases 3 o 4 del sueño, es decir,
la etapa denominada sueño lento o sueño de ondas lentas (SOL). Es más
frecuente en niños y adolescentes. Por lo general, los episodios son aislados,
aunque pueden tener un carácter recidivante en el 1 al 6 por ciento de los
pacientes. Su causa es desconocida y no existe ningún tratamiento eficaz. A la
persona que presenta estos síntomas se le denomina sonámbulo o sonámbula.

Enuresis
La enuresis es un término médico que se define como la persistencia de micciones
incontroladas más allá de la edad en la que se alcanza el control vesical (4-5 años
como edad extrema).

Clasificación
Enuresis diurna: Su prevalencia es notablemente inferior a la nocturna, dándose
en el 10% de la población infantil entre 4 y 6 años. La padecen el doble de niñas
que de niños, al contrario que en la nocturna. Es más frecuente en niños con
problemas mentales.

Enuresis nocturna: La enuresis nocturna es la pérdida involuntaria de orina que


sucede durante el sueño. Esta enfermedad, al igual que el sonambulismo y los
terrores nocturnos, es otra parasomnia que se produce durante el sueño de ondas
lentas.

Enuresis nocturna primaria:En la enuresis nocturna primaria, los trastornos


psicológicos casi siempre son el resultado de una enuresis y solo raramente son la
causa.

Enuresis nocturna secundaria: En los individuos de mayor edad con enuresis se


debe establecer una distinción entre la enuresis primaria y la secundaria; esta
última se define como la enuresis en pacientes que han sido completamente
continentes durante 6 a 12 meses. A diferencia de la enuresis nocturna primaria,
en la secundaria casi siempre la causa es psicológica. Entre las causas más
importantes de enuresis secundaria hay que citar los trastornos emocionales, las
infecciones del aparato urinario, las lesiones de la cauda equina, la epilepsia, la
apnea del sueño y las malformaciones del aparato urinario. En los pacientes con
enuresis secundaria, se debe descartar la presencia de alguna causa subyacente.

Inhibición Excesiva o Timidez

La timidez es uno de los estados más complicados que afecta el universo de las
relaciones personales en su normalidad. Se le considera una pauta comporta
mental limitadora del desarrollo social de quienes experimentan, en las diversas
áreas de su realidad cotidiana

Teoría de Zimbardo Para el terapeuta e investigador Philip Zimbardo, es un estado


de incomodidad causado por la expectativa de posibles consecuencias negativas
de las relaciones con otros. Zimbardo distingue un "tímido público" y un "tímido
privado", y afirma que el "tímido público" se adapta a la vida social y participa de
ella aunque la sufre, mientras que el "tímido privado" tiene grandes dificultades
para interaccionar. Uno logra adaptarse y controlar el malestar, mientras que el
otro no.

Teoría de Yagosesky: Para Renny Yagosesky, escritor y orientador conductual, la


timidez puede entenderse como una condición innata predisponente a la
introversión social, o como una respuesta psicofísica aprendida, de intensidades
variables, asociada con la expectativa de evaluación social negativa. Se manifiesta
con cambios cognitivos, afectivos y conductuales, y que tiene como características
asociadas, ansiedad, incomodidad vincular, estrés, inhibición expresiva, y
tendencia a contactos interpersonales erráticos.

Teoría innatista:Una visión neurológica afirma que la timidez puede surgir y


sostenerse por la modificación cerebral que causa la repetición de un
comportamiento. Esto indicaría que pensamientos, emociones y hábitos
reconfiguran áreas de nuestro cerebro y condicionan ya neurológicamente
nuestras conductas futuras. Una de las formas más comunes de timidez es la que
aparece frente a grupos, y que es mejor conocida como "miedo escénico".

Tratamiento

Si la timidez se experimenta de forma frecuente y promueve una alteración de la


normalidad del funcionamiento del sujeto y le impide mantener relaciones sociales
abiertamente, mostrar todo su potencial, tomar decisiones, decir lo que piensa y
otras acciones en un entorno donde estén involucradas muchas personas.

El tratamiento puede ser diverso, y va desde el entrenamiento de autoayuda con


auto observación y fijación gradual de nuevas conductas hasta la medicación
reductora de la actividad ansiogénica del sistema simpático.

Terapia cognitivo-conductual: La Terapia cognitivo-conductual ha probado ser


altamente efectiva, pues combina la modificación de creencias o cogniciones, y la
modificación dirigida a ciertas conductas. Técnicas derivadas de la Terapia
Cognitiva de Beck, la Terapia Racional Emotivo-conductual de Ellis, y la Terapia
de Aceptación y Compromiso, utilizan métodos entre los que destacan:

 Desensibilización sistemática.
 Entrenamiento en relajación.
 Ensayo de conductas.
 Exposición forzada.
 Intención paradójica.
Terapia PNL:La PNL por su parte, propugna un cambio en el lenguaje, evitando
generalizaciones, omisiones y distorsiones. Trabaja con el modelaje de estados de
éxito y excelencia, lo cual significa encontrar en la memoria del sujeto tímido,
momentos en los que utilizó recursos de expresión adecuados, y generalizarlos a
otras situaciones. También se sirve la PNL de la reconstrucción de la historia
personal, el reencuadre, el anclaje y la modificación de sub-modalidades en la
mente del sujeto, no sin antes considerar si su sistema de representación es
preferentemente visual, auditivo o kinestésico.

Terapia Breve:Algo similar hacen los terapeutas de Terapia Breve, quienes


buscan los momentos de excepción en que la persona tuvo éxito, detectan las
pautas que funcionaron y acrecientan dichos momentos hasta hacerlos
dominantes en la vida normal del sujeto.

Entrenamiento de habilidad social:El entrenamiento en asertividad y habilidades


sociales es muy útil, especialmente cuando el consultante tiene total convicción en
que desea superar las tendencias pasivas e inhibidas de la timidez y adentrarse
en nuevos estilos más productivos, aunque para ello deba pasar por retos difíciles
durante un tiempo. En especial cuando ya pasó mucho tiempo.

Agresión antisocial
La conducta antisocial se está convirtiendo en un problema que, en muchos
casos, no se sabe cómo abordar. Por ello se están investigando las posibles
causas que pueden estar provocando este tipo de conductas y las terapias y
tratamientos más adecuados.

Características
Las conductas antisociales son muy amplias y varían de unos niños a otros
aunque tienen en común conductas violentas y oposicionistas. Desde niños,
infringen reglas sociales, suelen presentar comportamientos agresivos,
manifestaciones de ira y rabia continuadas, no aceptan someterse a las normas, la
mayoría tiene problemas escolares tanto con respecto a la conducta como en lo
que se refiere al rendimiento, absentismo escolar, tienen escasas habilidades
sociales, dificultades a la hora de resolver problemas, etc.

Es muy probable que se comporten de manera ofensiva, mientan, roben, se


peleen, cometan agresiones sexuales, no muestren consideración hacia los
demás y tengan actitudes resentidas. Esto les suele llevar a ser vengativos y a
involucrarse en peleas y enfrentamientos que pueden llegar a ser muy peligrosos.

Causas
No se debe hablar de causas sino de factores de riesgo. En lugar de afirmar que
este tipo de conductas están producidas por unas causas concretas, habría que
decir que hay una serie de factores que pueden favorecer o precipitar su aparición.
Veamos algunos de ellos:

1-. En la mayoría de los casos se trata de niños que no han tenido apoyo
emocional por parte de los padres..

2-. Niños que han crecido con unos padres o cuidadores alcohólicos o con
enfermedades mentales graves.

3-. Suelen ser personas que han sido objeto de abuso y maltrato por parte de sus
padres y educadores, niños que se han educado en un ambiente caracterizado por
el odio, la ira, la agresión.

4-. A veces, crecen en un ambiente en el que los vínculos con los demás se
establecen a través de la agresividad.
5-. Condiciones ambientales muy pobres, familias muy numerosas y hacinadas,
viviendas muy pobres e inadecuadas, etc.

6-. Algunas características de personalidad correlacionan con este tipo de


conductas.

5.2 Patologías de Rasgos neuróticos


Las neurosis son episodios de desequilibrio psicológico que se presentan en
personas que han alcanzado una función mental relativamente adecuada.

Son trastornos mentales sin una base orgánica demostrable, en los cuales el
paciente puede tener un considerable poder de auto observación y una sensación
adecuada de la realidad; en ellos lo más común es que no se confundan las
experiencias patológicas subjetivas y sus fantasías, con la realidad externa. La
conducta puede ser afectada seriamente, aunque es común que se mantenga
dentro de límites sociales aceptables; pues la personalidad no está
desorganizada.

Típicamente, la conducta neurótica es repetitiva, conduce a una mala adaptación y


es insatisfactoria. Funcionalmente, las neurosis son reacciones inadecuadas a las
causas de estrés.

En consecuencia, muy a menudo los síntomas incluyen angustia y una


exageración o hiperactividad de los mecanismos que el paciente emplea
comúnmente para resolver su angustia y el estrés.

Las neurosis pueden ser de tipo recurrente y se manifiestan de la misma forma a


través de toda la vida del paciente. Pueden variar de gravedad, desde episodios
leves hasta una enfermedad grave e incapacitante, que incluso requiera
hospitalización

Características
1-. La neurosis es un conflicto. Ciertamente, se trata del resultado de un
conflicto, generalmente inconsciente, entre los sentimientos que el sujeto siente
realmente pero no se atreve a admitir y mostrar (p.ej., odio, ira, celos, miedo,
culpa, auto desprecio, deseo, envidia, etc.) y los sentimientos/conductas que se
cree obligado, por la educación recibida y/o las exigencias sociales, a expresar.
De esta contradicción, de este choque, surge habitualmente una máscara
"intermedia", un sentimiento/conducta más o menos deformado, al que llamamos
síntoma. Un conjunto de síntomas recibe el nombre de "trastorno".

2-. La neurosis es un bloqueo. Como resultado del conflicto anterior y sus


síntomas derivados, la persona no puede fluir y adaptarse con facilidad a la
realidad, se "atasca", fracasa aquí y allá (pareja, trabajo, relaciones sociales,
proyectos, felicidad, etc.), sufre mucho por todo ello. Como resultado, sus
síntomas se realimentan y auto conservan.

3-. La neurosis es una defensa. ¿Contra qué? Precisamente contra sus dolores
más secretos e insoportables: su soledad íntima, sus miedos, su familia
decepcionante, sus traumas y desengaños, sus sentimientos de culpa, su auto
desprecio, su infancia perdida para siempre, la vida difícil, la responsabilidad de
hacerse cargo de sí mismo/a, etc.
4- La neurosis es una estrategia. Paradójicamente, los síntomas neuróticos
ofrecen también sus ventajas, pues dan al sujeto la oportunidad de ser el centro
de atención, reclamar amor y mimos, dominar el entorno, evitar la vida y las
responsabilidades, etc. Así, el neurótico, por comodidad y pereza inconscientes,
se resiste sin saberlo a "curarse".

5-. La neurosis es inmadurez. Todo lo anterior es una manifestación y, a la vez,


un reforzador del secreto infantilismo -o narcisismo- del neurótico que, en el fondo,
no es más que un niño asustado estancado en el pasado, evitando la vida,
renunciando a su libertad. El neurótico, en suma, paradójicamente aferrado a su
problema, se resiste a crecer.

Tipos

Tartamudeo
La tartamudez o disfemia es un trastorno de la comunicación (no un trastorno del
lenguaje) que se caracteriza por interrupciones involuntarias del habla que se
acompañan de tensión muscular en cara y cuello, miedo y estrés. Ellas son la
expresión visible de la interacción de determinados factores orgánicos,
psicológicos y sociales que determinan y orientan en el individuo la conformación
de un ser, un hacer y un sentir con características propias.

Los efectos psicológicos de la tartamudez pueden ser severos afectando el estado


de ánimo de la persona de forma continua. Además, la tartamudez es una
discapacidad muy estigmatizada, donde continuamente se cuestiona la
inteligencia y habilidad emocional de la persona que tartamudea, pues se cree que
con "calmarse" o "concentrarse más en lo que se dice" se logrará hablar de forma
fluida.
Sentimientos que son comunes, y muchas veces severos, en las personas que
tartamudean son vergüenza, miedo, ansiedad, enojo y frustración. Una sensación
de falta de control es común en quienes tartamudean, todo lo cual muchas veces
es causa de depresión.1

Comienza, de modo característico, entre el segundo y cuarto año de vida, aunque


se suele confundir con las dificultades propias de la edad a la hora de hablar. Al
final, solo uno de cada 20 niños acaba tartamudeando y muchos de ellos superan
el trastorno en la adolescencia. Menos del 1% de los adultos tartamudea. La
tartamudez no distingue clase social ni raza, sin embargo, es de tres a cuatro
veces más común en hombres que en mujeres. Aún no se ha encontrado una
causa específica para este desorden, sin embargo, en febrero de 2010 científicos
anunciaron el descubrimiento de tres genes asociados con la prevalencia de la
tartamudez. Esto se ha estudiado desde hace varios años, cuando se comenzó a
notar que la tartamudez prevalece en las familias. 2

A pesar de creencias populares, la tartamudez no está asociada con la ansiedad


ni es un efecto de ella para su desarrollo; sin embargo, la tartamudez sí genera
ansiedad en los individuos que la poseen, llegando a convertirse en fobia social,
en donde se teme tartamudear frente a las personas, provocando en muchos
casos el aislamiento social de quien tartamudea.

La reacción del entorno del afectado es determinante para la aparición de


numerosos síntomas físicos asociados a la tartamudez, sobre todo en los primeros
años de manifestación: tensión muscular en cara y cuello, miedo y estrés.

Tipos de la tartamudez

 Neurogénica: Es producida por alguna lesión o golpe en el cerebro.


También se conoce como tartamudez adquirida. El tartamudeo puede
ocurrir en cualquier parte de la palabra. Tartamudean incluso cantando o
susurrando. No muestran miedo o ansiedad.
 Psicógena: Es la menos común. Es producido por algún trauma severo.
Por el siglo XIX, se pensaba que era la causa principal de tartamudez. Con
los recientes estudios, se ha demostrado que no era correcta. El
tartamudeo es independiente de la situación. No muestran ansiedad.
 De Desarrollo: Es el tipo de tartamudez más común. Ocurre en el momento
en que el niño se encuentra aprendiendo el lenguaje y el habla, alrededor
de los 2 y 5 años. Luego, cuando el infante aprende estructuras
gramaticales más complejas presenta difluencias propias de este
aprendizaje. Unos reaccionarán adecuadamente, recuperándose de esta
fase. Otros, si se han dado los factores en intensidad y relación adecuados
para disparar la tartamudez, reaccionarán ante estas difluencias
desarrollando estrategias para superarlas (uso de fuerza y tensión en el
habla) y ocultarlas (evitar hablar).

Tipos de disfemia o espasmo

 Tónica: caracterizada por las múltiples interrupciones ocasionadas por


espasmos. Durante las interrupciones el paciente muestra rigidez y tensión
faciales. Es la que presenta peor diagnóstico.
 Clónica: caracterizada por las repeticiones de sílabas y palabras enteras,
más frecuentes en consonante que en vocal, más todavía en oclusivas y
que se dan mayoritariamente a principio que en medio de palabra.
 Tónico-clónica o mixta: es el tipo más frecuente, porque resulta difícil
encontrar un disfémico puro tónico o clónico, la mayoría combinan los dos
síntomas.
Causas

Neurofisiológicamente, el tartamudo presenta un funcionamiento deficiente de los


centros del habla del hemisferio izquierdo, que se intenta compensar con un
mecanismo propio del hemisferio derecho. No existe una etiología única que
explique la mayoría de las disfemias:

 Genéticas: en gemelos monocigóticos disfémicos si uno sufre tartamudez


el otro tiene un 77% de posibilidades de sufrirla, mientras que en los
dicigóticos es de un 32%. Asimismo existe entre un 30% y un 40% de
posibilidades de que el hijo de un progenitor disfémico tenga disfemia.
 Sexo: la disfemia es más frecuente en hombres (75%) que mujeres.
 Trastornos de lateralidad: actualmente se considera otro mito más sobre
la causa de la tartamudez.3 Por otra parte, la mano dominante del
tartamudo no influye de manera significativa en la severidad de su
tartamudez.4
 Psicolingüísticas: frecuentemente se oye que la causa de la disfemia en
ciertas personas de elevada inteligencia puede estar en que su
pensamiento avanza más rápido que su lenguaje. Esto no es del todo
cierto. Sería más correcto decir que tienen un déficit en el pensamiento
linguoespecular frente a un elevado procesamiento sensoactorial. El
pensamiento linguoespecular es aquel en el que pensamos en un
significado y asociamos visualmente a la palabra escrita que lo representa,
mientras que en el sensoactorial lo asociamos a la imagen. Por lo tanto si
un sujeto tiene una inteligencia basada en una capacidad de asociar
estímulos visuales no lingüísticos sí puede tener problemas de articulación
correcta del lenguaje.
 Traumáticas: se refieren a la aparición de la disfemia como resultado de un
choque emocional (poco frecuente) o como resultado de estados de tensión
prolongados a los que es sometido el individuo que es propenso a ella.
Berrinches o Ira
La ira es una emoción que se expresa con enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.
Los efectos físicos de la ira incluyen aumento del ritmo cardíaco, presión
sanguínea y niveles de adrenalina y noradrenalina. Algunos ven la ira como parte
de la respuesta cerebral de atacar o huir una amenaza o daño percibidos. La ira
se vuelve el sentimiento predominante en el comportamiento, cognitivamente, y
fisiológicamente cuando una persona hace la decisión consciente de tomar acción
para detener inmediatamente el comportamiento amenazante de otra fuerza
externa.3 La ira puede tener muchas consecuencias físicas y mentales.

Las expresiones externas de la ira se pueden encontrar en la expresión facial,


lenguaje corporal, respuestas fisiológicas, y, en momentos, en actos públicos de
agresión.4 Humanos y animales no-humanos por ejemplo hacen fuertes sonidos,
intentan verse físicamente más, mostrar los dientes, y mirarse fijamente. La ira es
un patrón de comportamiento diseñado para advertir a agresores para que paren
su comportamiento amenazante. Rara vez ocurre una altercado físico sin una
previa expresión de ira de por lo menos uno de los participantes. 5 Mientras la
mayoría de los que experimentan ira explican su despertar como un resultado de
"lo que les ha pasado a ellos," los psicólogos apuntan que una persona irritable
puede fácilmente estar equivocada porque la ira causa una pérdida en la
capacidad de auto-monitorearse y en la observación objetiva.

Síntomas
El enfado puede ser de uno de los dos tipos principales: ira pasiva e ira agresiva.
Estos dos tipos de cólera tienen algunos síntomas característicos

Pesadillas
La pesadilla es un trastorno de sueño. Más específicamente, es una parasomnia
relacionada con el sueño MOR. Consiste en que la persona que duerme tiene un
sueño angustioso y tenaz, frecuentemente con sensación de opresión en el pecho
y dificultad de respirar (ver parálisis del sueño). Las pesadillas tienen lugar durante
períodos de sueño con movimientos oculares rápidos (la llamada fase MOR, en
español "Movimientos Oculares Rápidos", también llamada fase o sueño REM, del
inglés "Rapid Eye Movement"). Durante las mismas no existe movimiento del
sujeto. Son más frecuentes entre los 4 y 12 años, y suelen disminuir según avanza
la edad.

Hasta cerca del siglo XVIII, las pesadillas eran a menudo consideradas obras de
monstruos, los cuales se creía que se sentaban sobre el pecho de los durmientes,
oprimiéndolo con su peso, lo que originó el nombre de pesadilla (nombre derivado
de peso). Varias formas de magia y posesión espiritual también se consideraban
causas. En la Europa del siglo XIX y hasta bien entrado el siglo XX se creía que
las pesadillas eran causadas por problemas digestivos.

Actualmente se sabe que las pesadillas son provocadas por causas fisiológicas,
tales como fiebre elevada, o por causas psicológicas, tales como un trauma
psíquico inusual o estrés en la vida del durmiente. Los movimientos corporales
ocasionales en las pesadillas pueden servir para despertar al durmiente, ayudando
a evitar la sensación de miedo, que es uno de los componentes de las pesadillas.

Generalmente, cuando el individuo despierta tras haber tenido una pesadilla, no


vuelve a experimentarla al dormirse nuevamente.
Tics
Los tics son movimientos involuntarios y sin motivo aparente de grupos
musculares. Tienen en común que son movimientos convulsivos, inoportunos y
excesivos y que el efecto de distracción o el esfuerzo de voluntad disminuyen tal
actividad. Los tics se dan con más frecuencia en los niños de entre 8 y 12 años, y
son muy raros en niños menores de 6 años. Por lo general los tics desaparecen
después de la adolescencia. Podemos encontrar tics de etiología no
neurofisiológica, que se generan a partir de movimientos que en un principio se
repetían de forma voluntaria y de etiología neurofisiológica, como el síndrome de
Tourette.

Causas

Aunque la causa del síndrome de Tourette es desconocida, las investigaciones


actuales revelan la existencia de anormalidades en ciertas regiones del cerebro
(incluyendo los ganglios basales, los lóbulos frontales y la corteza cerebral), los
circuitos que hacen interconexión entre esas regiones y los neurotransmisores
(dopamina, serotonina y norepinefrina) que llevan a cabo la comunicación entre
las células nerviosas. Dada la presentación frecuentemente compleja del síndrome
de Tourette, la causa del trastorno seguramente es igualmente compleja.
Ansiedad

Todas las personas, desde los niños(as) hasta los adultos más mayores,
experimentan ansiedades y miedos de vez en cuando. Sentirse ansioso en una
situación particularmente incómoda nunca es agradable. Sin embargo, cuando se
trata de los niños(as), experimentar este tipo de sentimientos es normal y
necesario. Sentir y lidiar con la ansiedad puede preparar a las personas más
jóvenes a hacer frente a experiencias y situaciones retadoras en la vida.

La ansiedad y el Miedo son normales

Sentir miedo o tener ansiedad sobre ciertas cosas puede ser positivo porque hace
que los niños(as) se comporten de una manera más segura. Por ejemplo, un
niño(a) que tenga miedo al fuego evitará jugar con fósforos.

La naturaleza de las ansiedades y de los miedos cambia a medida que los


niños(as) crecen y se desarrollan:

 Los bebés experimentan ansiedad ante los extraños, abrazando


fuertemente a sus padres cuando personas que no reconocen se acercan a
ellos.

 Los infantes de 10 a 18 meses experimentan ansiedad debido a la


separación, sintiéndose emocionalmente disgustados cuando uno o ambos
padres se apartan de su lado.

 Los niños(as) con edades entre cuatro y seis años de edad sienten
ansiedad respecto a las cosas que no se basan en la realidad, como por
ejemplo, el miedo a los monstruos y a los fantasmas.
 Los niños(as) con edades entre los siete y 12 años generalmente tienen
miedos que reflejan circunstancias reales que pueden ocurrirles como por
ejemplo, lastimarse o enfrentar desastres naturales.

Los miedos típicos de la niñez cambian con la edad. Estos incluyen el miedo a los
extraños, a las alturas, a la oscuridad, a los animales, a la sangre, a los insectos o
a estar solo(a). Los niños(as) generalmente aprenden a tenerle miedo a un objeto
específico o a una situación después de haber tenido una experiencia
desagradable, como la mordedura de un perro o un accidente.

La ansiedad a causa de la separación es muy común cuando los niños(as)


pequeños comienzan la escuela; mientras que los adolescentes pueden
experimentar un tipo de ansiedad relacionada con la aceptación social y los logros
académicos.

Algunos de los signos que pueden revelar la ansiedad de un niño(a) respecto a


algo, pueden incluir:

 Una actitud demasiado apegada, impulsiva o distraída


 Movimientos nerviosos, como un tic temporal
 Problemas para quedarse dormido(a) o lo contrario, dormir más de lo
normal
 Manos sudadas
 Ritmo cardiaco y respiración acelerada
 Nausea
 Dolores de cabeza
 Dolores de estómago
Hostilidad
Se denomina hostilidad a las conductas agresivas en forma de violencia emocional
de un individuo en concreto o de un grupo de personas.

Cuando la hostilidad se rompe se pasa de las agresiones emocionales a las


agresiones violentas que puede llevar a discusiones, conflictos, peleas y en casos
de países enfrentados pueden desembocar en conflictos armados entre dos
países o guerras de grandes magnitudes tales como las guerras mundiales.

Hay numerosas víctimas de hostilidades tales como las agresiones entre parejas
que las sufren tanto las mujeres como los hombre, las agresiones hostiles que
realiza un padre al maltratar a un hijo cuando se porta mal, los acosos hostiles en
el colegio o en el trabajo, las rivalidades hostiles entre bandas de adolescentes o
equipos rivales, o incluso la actitud que tenemos de cara a los extranjeros pueden
llegar a ser comportamientos hostiles que en mayor o menor medida pueden llegar
a desembocar en violentas reacciones y afectar negativamente a las personas a
las que van dirigidas las agresiones hostiles.

Podemos encontrar varios tipos de hostilidades:

 Acosando a la víctima con burlas, insultos, persiguiéndola en todo momento


sin dejarla respirar y haciendo su vida un infierno.
 Las bromas que van dirigidas a una persona pueden llegar a ser una
amenaza para la victima de tal burla llagando a desembocar en acciones
hostiles tales como otras burlas o incluso las agresiones para defenderse.
 Llevar la contraria de forma desafiante y violenta puede ser otro caso de
hostilidad.
 Mantener con una persona una actitud odiosa y antipática puede provocar
reacciones hostiles.

 cuando una persona realiza acciones de manera hostil sufre cambios en su


organismo, tales como que la presión arterial aumenta y se descargan en la
sangre hormonas como la adrenalina que hacen desencadenar a
reacciones violentas y peligrosas. Cuando una persona es hostil
continuamente la presión arterial se mantiene alta constantemente, y eso
puede llevar a que esa persona sufra enfermedades graves como ataques
cardiacos, diabetes de tipo 2 u otras enfermedades.

 Cuando la hostilidad pasa a las agresiones y a la violencia como peleas,


discusiones violentas o incluso conflictos armados, se pueden ocasiones
diversas lesiones, incluso llegando al caso más extremo como la muerte,
tanto para el que recibe las agresiones como para el que las realiza, ya que
en ocasiones puede llevar a que la victima reacciones violentamente y
contrarreste al agresor.

 Las personas hostiles no suelen sufrir daños físicos, sino daños


psicológicos, ya que ven que están envueltos en una batalla contra el
mundo de la cual tienen que acabar vencedores. Debido a ello muchos
sufren estrés e incluso deficiencias en el organismo debido a la presión
arterial.

 Principalmente como víctimas de las agresiones hostiles encontramos a las


mujeres, a los niños y hombres que sufren violencia domestica por parte de
sus parejas sentimentales. Las víctimas suelen presentar unas condiciones
de debilidad psicológica que en algunos casos llevan al suicidio, o quedan
secuelas de miedos, culpabilidad, trastornos emocionales o sentimientos de
que no valen para nada, provocados por los insultos y las agresiones
sufridas.

 El miedo puede estar relacionado con la pérdida de sus propios valores


debido a las continuas agresiones por parte de la persona que la trata mal y
que la degrada con insultos, amenazas o agresiones físicas.

 En este vídeo podemos ver como las personas agredidas sienten miedo,
angustia, malestar, tienen marcas de los maltratos y agresiones, y no son
felices. Este video nos hace conscientes de que no tenemos que dejarnos
llevar por la ira y no llegar a las agresiones físicas.

El suicidio suele estar relaciones con la búsqueda de la libertad, de escapar de


una situación que no se puede aguantar y no le deja vivir tranquila. Esas
situaciones de deben a que la persona no es feliz, no encuentra motivos para
seguir viviendo e intenta acabar con su malestar y su impotencia quitándose la
vida.

Otra consecuencia es la resignación ante no poder hacer nada, de no ser


aceptado por la sociedad y marcharse a un lugar apartado de todo el mundo, de
todas aquellas personas que puedan volverse hostiles por su presencia. Esta
manera de pensar es positiva para la victima de las agresiones ya que se libraría
de los ataques violentos y no le podrían causar más daño, pero es un método que
no lleva a la integración de la persona y a que la persona en si se sienta
desplazada y fuera de la sociedad.

Desde mi punto de vista la hostilidad es algo que todos llevamos dentro, que no
podemos evitar, pero que podemos controlar y no dejarla salir, puesto que si la
hostilidad se apodera de nosotros no podemos controlarla y nos puede llevar a
realizar acciones que no queremos, que son perjudiciales para las personas que
reciben la acción hostil, pero sobre todo son dañinas para las personas que
realizan la acción, ya que en casos extremos puede llevarlo a la muerte.

5.3 Situaciones especiales que se presentan en


psiquiatría infantil

Hijos de padres divorciados

¿Qué es el divorcio?
Un matrimonio se divorcia cuando los integrantes de la pareja deciden que ya no
pueden continuar viviendo juntos y no quieren seguir estando casados. Acuerdan
firmar ciertos papeles con validez legal que les permiten volver a ser solteros y
casarse con otras personas si lo desean.

Aunque esto puede parecer sencillo, no resulta fácil para una pareja decidir
ponerle fin a su matrimonio. A menudo, antes de decidir divorciarse, se toman un
largo tiempo para intentar resolver los problemas que existen. Sin embargo, en
ocasiones, no pueden resolver esos problemas y deciden que el divorcio es la
mejor solución.

En ciertos casos, ambos padres desean divorciarse; en otros, sólo uno lo desea.
Por lo general, ambos se sienten desilusionados porque su matrimonio no duró
para siempre, incluso cuando uno de ellos desee divorciarse más que el otro.

Muchos niños no desean que sus padres se divorcien. Algunos niños tienen
sentimientos encontrados acerca del tema, en especial cuando saben que sus
padres no eran felices juntos. Algunos niños pueden llegar incluso a sentirse
aliviados cuando sus padres se divorcian, en especial si ellos se peleaban mucho
cuando estaban casados.

Es muy importante que los niños sepan que el hecho de que sus padres se hayan
divorciado no significa que se han divorciado de sus hijos. Algunos niños piensan
que, si sus padres se están divorciando, tanto su papá como su mamá también
querrán abandonarlos a ellos.

Si bien es cierto que un niño cuyos padres se han divorciado suele vivir con uno
de ellos la mayor parte del tiempo, el que no vive con él sigue siendo su mamá o
su papá para siempre.

Los niños no son los causantes del divorcio


Existen muchos motivos por los cuales la gente se divorcia. Tal vez, la relación se
haya enfriado. Quizás el amor mutuo que alguna vez ambos sintieron haya
cambiado. Tal vez, se pelean y no pueden ponerse de acuerdo acerca de nada.
Cada pareja tiene sus propios motivos para divorciarse. Más allá de cuáles sean
las razones, hay algo que es indudable: ¡Los niños no son los causantes del
divorcio!

Sin embargo, muchos hijos de padres divorciados creen que ellos son los
responsables de que su papá y su mamá se hayan divorciado. Piensan que, si se
hubieran portado mejor, hubieran obtenido mejores calificaciones o hubieran
ayudado más en las tareas de la casa, sus padres no se habrían divorciado. Pero
esto no es verdad. ¡El divorcio es algo que deciden las mamás y los papás!

El hecho de que alguna vez hayas escuchado a tus padres discutir acerca de ti o
de que tu vecino crea que sus padres se divorciaron porque él tuvo problemas en
la escuela no es motivo para que un matrimonio decida divorciarse. Quizá sientas
que eres el culpable de que tus padres se hayan divorciado, pero no eres el
causante. Y el hecho de que tus padres decidan ponerle fin a su matrimonio no es
tu culpa.

Los niños no pueden evitar el divorcio

Así como los niños no son culpables del divorcio, tampoco pueden hacer que sus
padres vuelvan a estar juntos. En la mayoría de los casos, los padres no se
reconcilian, aunque muchos niños lo deseen e incluso intenten hacer cosas
destinadas a lograrlo.

La vida después del divorcio

Por lo general, cuando los padres se divorcian, uno de ellos se va de la casa y


vive en otro lugar. Algunos niños pasan cierto tiempo viviendo con uno de sus
padres y cierto tiempo viviendo con el otro. Otros niños viven la mayor parte del
tiempo con uno de los padres y visitan al otro. Si éste es tu caso, al principio
puede parecerte extraño visitar a tu propio padre, pero quizás empieces a disfrutar
pasar algún tiempo fuera de la casa donde vives todos los días. Y puede hacerte
sentir bien saber que tienes dos hogares donde alguien te ama

Cuándo decir lo que se piensa

En ocasiones, los problemas aparecen cuando los niños visitan a uno de sus
padres y luego vuelven con el otro a la casa donde viven. Por ejemplo, uno de los
padres quizás haga muchas preguntas acerca de lo que el otro está haciendo. En
ocasiones, alguno de los padres quiere que el niño sea un mensajero entre una
casa y la otra. Los niños suelen sentirse incómodos cuando esto sucede.
Desearían que sus padres hablaran entre sí para preguntarse lo que quieren
saber. Los niños no desean sentirse en el medio.

Hijos de padres alcohólicos

La adicción al alcohol de algunos de los padres condiciona la vida familiar


produciendo dos efectos principalmente. Por un lado, se crea un ambiente
enrarecido y estresante en el seno familiar debido al comportamiento de la
persona alcohólica, bien porque esta se pueda comportar de una manera violenta
o desagradable o bien por la dejación de funciones como padre o madrea la que
llegue por causa de esta adicción.

Por otro lado, se produce en la familia un sentimiento de vergüenza. El problema


del alcoholismo se intenta tapar, guardar celosamente como un secreto, lo que
produce un aislamiento social. Los hijos evitarán invitar a amigos a su casa y los
padres también serán esquivos a la hora de acudir a reuniones del colegio o de
relacionarse con padres de amigos y compañeros de sus hijos.

Efectos sobre los hijos


El primer efecto que podemos apreciar es el considerable incremento en las
probabilidades de padecer alcoholismo que tienen los hijos de padres alcohólicos
con respecto a los demás niños. Diversos estudios establecen que la probabilidad
es aproximadamente unas cuatro veces mayor. Esto se debe a tres factores: El
efecto del etanol en las células que se transmite al feto, la transmisión genética de
la tendencia al alcoholismo y los factores ambientales de haber crecido en una
familia con alguno de los padres alcohólicos.

Cuando son adultos, los hijos de padres alcohólicos tienen cierta tendencia a
buscar pareja en personas alcohólicas o con problemas de alcohol en su entorno,
ya que encuentran una identificación y una complicidad con estas personas.

De niños, muestran poca capacidad para establecer amistades, se vuelven


desconfiados, debido a las continuas decepciones que han sufrido por culpa de
sus padres y se muestran con frecuencia fríos y distantes, incapaces de abrirse a
los demás y mostrar sus sentimientos. Muchas veces estos niños sufren abusos o
violencia por parte de sus padres, lo cual agrava considerablemente los problemas
emocionales de estos chicos, creando personas con poca autoestima y con
tendencia a comportamientos violentos, con frecuentes casos de agresiones a
compañeros.

El fracaso y el absentismo escolar son muy habituales en estos casos así como
los estados depresivos y la tendencia a abusar del alcohol y las drogas cuando
llegan a la adolescencia.

Estos niños también pueden sufrir de estrés, lo que se traduce en molestias físicas
como dolores de cabeza y de estómago.

Paradójicamente también se produce en algunos hijos de alcohólicos el efecto


totalmente contrario. Aparecen niños excesivamente responsables para su edad,
ya que toman el rol del padre o la madre en su familia debido a la incapacidad que
tienen éstos de ejercerlo. Pueden ser realmente brillantes en los estudios, pero
raramente se encuentran satisfechos con ellos mismos.
Sentimientos de los hijos

El alcoholismo de los padres suele producir en los hijos una serie de sentimientos
traumáticos y en ocasiones contradictorios que pueden condicionar el desarrollo
de su personalidad:

- Vergüenza: El niño tenderá a ocultar el problema porque se avergüenza ante


sus amigos, compañeros y otros familiares, esto hará que muchas veces rehúya
de las relaciones sociales y se vuelva más cerrado en sí mismo.

- Ansiedad y estrés: Estará nervioso y preocupado por la situación que se vive en


su casa, temiendo constantemente que se produzcan escenas violentas o
desagradables en su familia.

- Ira: Se sentirá enfadado con el padre alcohólico, pero también con la sociedad
en general.

- Culpabilidad: Muchos niños se sienten culpables porque creen que son la causa
de que sus padres beban.

- Soledad: A menudo se sienten abandonados y desprotegidos por sus padres y


por la sociedad y crece en ellos un gran sentimiento de soledad.

- Confusión: Los continuos cambios de humor de la madre o el padre alcohólico


les confunden y también la falta de organización que se suele vivir en estos
hogares en cuanto a rutinas y horarios.

- Impotencia: Al verse incapaces de revertir la situación y no saber cómo actuar.


- Tristeza: Los niños se muestran tristes y se autocompadecen, llegando a veces
a estados depresivos.

Ayuda profesional a estos hijos

La ayuda profesional es fundamental para contrarrestar el daño emocional


causado en los hijos de padres alcohólicos, cuanto antes reciban la ayuda, más
éxito tendrán las terapias.

Uno de los objetivos será hacerles ver que ellos no son responsables de lo que les
sucede a sus padres. Existen programas y grupos de ayuda con otros chicos que
se encuentran en la misma situación, esto les hará ver que no están solos y
facilitará que los niños expresen sus sentimientos y se abran a los demás.

También el padre o la madre que no sufre esta enfermedad pueden ayudar a sus
hijos, muchas veces deberán asumir el rol de padre y madre a la vez. Deben ser
muy constantes en sus rutinas e imponer la disciplina necesaria, ya que la falta de
control y disciplina es uno de los motivos de los problemas de comportamiento de
estos chicos. Pero también les deben ofrecer mucho cariño y mostrarles confianza
para fortalecer su autoestima.

Los hijos de padres con problemas psiquiátricos

Las enfermedades mentales de los padres representan un riesgo para los hijos en
la familia. Estos niños corren un mayor riesgo de desarrollar enfermedades
mentales que otros niños.
El riesgo es particularmente grave cuando los padres sufren de la enfermedad
maníaco-depresiva, la esquizofrenia, el alcoholismo o toxicomanía o la depresión
clínica. Si ambos padres tienen enfermedades mentales hay mayor probabilidad
de que el niño llegue a tener una enfermedad mental.

El riesgo puede ser heredado de los padres genéticamente. Algunos de los


riesgos provienen del comportamiento o cambios de humor de los padres. Los
desórdenes mentales pueden impedir muchas veces que los padres puedan
proveer el cariño y la dirección necesarios para que los hijos se desarrollen
saludablemente. Un ambiente familiar inconsistente e impredecible contribuye a la
enfermedad mental en los hijos. La enfermedad mental puede afectar al
matrimonio y a su vez hace daño a los niños.

Los siguientes factores positivos y de protección pueden disminuir el riesgo que


corren estos niños:

 El saber que sus padres están enfermos y que él no debe culparse a sí


mismo;
 Un ambiente familiar estable;
 El saber que el padre enfermo lo quiere;
 Una personalidad estable y alegre en el niño;
 Fortaleza interior del niño y habilidad para hacerle frente a las cosas;
 Buenas relaciones con un adulto sano;
 Amigos;
 Interés y éxito en la escuela;
 Otros intereses fuera de la casa para el niño.
 Ayuda de otros fuera de la familia para mejorar la vida familiar, (por
ejemplo, psicoterapia para el matrimonio o unas clases sobre la crianza de
los niños.)

Los profesionales médicos, de salud mental o de servicios sociales que trabajan


ayudando a los adultos con enfermedades mentales deben de estar al tanto
acerca del bienestar de los niños y adolescentes de la familia, especialmente de
su salud mental y desarrollo emocional. A menudo puede ser muy útil si los niños
van a ver un psiquiatra de niños y adolescentes para que les haga una evaluación.

El tratamiento psiquiátrico individual o para la familia puede ayudar a que el niño


se desarrolle normalmente a pesar de la enfermedad psiquiátrica de sus padres.
El psiquiatra de niños y adolescentes puede ayudar a la familia a acentuar los
elementos positivos del hogar y las fortalezas naturales del niño. A través del
tratamiento, la familia puede reducir los efectos de la enfermedad mental del padre
en los niños.

Desgraciadamente, las familias, los profesionales y la sociedad se ocupan más del


padre enfermo e ignoran a los niños de la familia. Proveerle más atención y apoyo
a los hijos de padres con enfermedades psiquiátricas es una consideración
importante cuando se trata al padre.

5.4 Patologías psiquiátricas en la adolescencia


La adolescencia no es una enfermedad. Se trata de una etapa de cambios físicos,
psíquicos y de relaciones sociales en que aparecen conductas que pueden
plantear dudas con respecto a la normalidad. El diagnóstico diferencial entre la
normalidad (crisis normal de la adolescencia) y el inicio de un trastorno
psicopatológico es una tarea importantísima en la atención a la salud integral del
adolescente. Es importante aprender a establecer los límites entre lo normal y lo
patológico. Es importante recordar que nos encontramos en una etapa evolutiva
del desarrollo y que, por lo tanto, se hace indispensable no tener prisa en
establecer un diagnóstico definitivo. En este trabajo, se repasan las claves de los
principales trastornos, incidiendo en la necesidad de un correcto diagnóstico
diferencial, clave para toda actuación terapéutica.
Delincuencia juvenil

Las actividades ilegales que desarrollan jóvenes, cuya conducta no discurre por
unas causas sociales aceptadas ni sigue las mismas pautas de integración que la
mayoría, no surgen repetidamente, sino que forman parte de un proceso gradual
de socialización desviada que poco a poco se va agravando. Este proceso se
manifiesta más agudamente en la adolescencia, cuando el joven está más
capacitado para realizar acciones por cuenta propia.

Entre adolescentes no podemos considerar la existencia de un solo tipo de


delincuente, ya que se observan entre ellos diferentes modos de comportamiento
y actos de distinta gravedad. En algunos jóvenes, la delincuencia es algo
transitoria, utilizado para llamar la atención a falta de autodominio, mientras que
para otros se convierte en norma de vida. Cuanto más joven sea el delincuente,
más probabilidades, habrá de que reincida, y los reincidentes, a su vez son
quienes tienen más probabilidades de convertirse en delincuentes adultos.

Es importante el aumento experimentado por la delincuencia juvenil en los últimos


años.

Unas de las razones por las que la delincuencia alcanza su máxima frecuencia
entre la adolescencia media y la final es que, en esta época, muchos jóvenes son
capaces de aprender a adaptarse por sí mismos, sin el auxilio de padres o tutores.

Aunque la delincuencia continúa ligada a la miseria, su práctica se ha extendido


últimamente a los grupos socioeconómicos medios y altos. Entre las nuevas
delincuencia juvenil, estudiadas actualmente en diversas zonas del País, cabe
distinguir los casos que son producto de la aparición de nuevas oportunidades de
delincuencia, no difieren en lo esencial de las formas tradicionales.

La identificación de las tendencias de la delincuencia juvenil depende en primer


término del examen de las estadísticas.
Los cambios en concepto de delincuencia contribuyen, tal vez, en el factor que
más influye en las estadísticas de prevalencia.

Se considera que la delincuencia comienza a los 8, 13, 14 ó 15 años de edad,


respectivamente. Cuando se fija una edad más tardía con frecuencia no se
dispone de datos a cerca del número de niños que comparecen ante los
Tribunales Tutelares de Menores u otro tipo de Organismo encargado de los niños
difíciles.

La delincuencia alcanza, de ordinario, su punto máximo entre los 13 y 1 años de


edad; pues, es un periodo en el cual el menor tiende particularmente a
relacionarse con los otros chicos de su edad.

La banda de adolescentes sirve a la vez como lazo social para jóvenes


desarrollados y como agente canalizador de su agresividad hacia los adultos. A
semejanza del mundo animal, en la banda juvenil se da la seguridad de un
territorio. La obsesión de la seguridad se garantiza por la integridad en el territorio
y la lealtad respecto al grupo, que a menudo se convierte en temeridad.

Existe mayor número de muchachos que de muchachas delincuentes, aunque


esta diferencia empieza a disminuir al final de la adolescencia a causa del
incremento de la delincuencia femenina en dicha etapa, también existe una
diferencia entre sexos en función del tipo y de la gravedad de los delitos
cometidos. En las muchachas son más frecuentes los hurtos menores y la
prostitución, mientras que abunda entre los muchachos la agresión física, los
robos, la alteración del orden, etc.

Los menores de 13 a 17 años dirigen la mayoría de sus actos delictivos contra la


propiedad; en la adolescencia final por el contrario, los mismos afectan con más
frecuencia a las personas. En el medio rural los actos son, en su mayoría,
individuales, en cambio en el medio urbano suelen realizarse en grupo, respaldos
por el apoyo mutuo que encuentran los jóvenes en la banda.
La influencia del medio en el desarrollo de la delincuencia juvenil es también muy
importante, los niños colocados en un medio muy pobre o que viven en
condiciones difíciles están fuertemente tentados de descifrar su existencia por el
robo o por la búsqueda de consolaciones dudosas. Estas son una de las razones
del enorme número de condenas por delincuencia juvenil durante la guerra, las
privaciones, los cambios del medio social, la inquietud y el medio han ejercido una
influencia disolvente y han dado un golpe a la vida moral, de la cual todavía no se
ha repuesto en los ambientes donde hay malas viviendas, donde reina la
promiscuidad y la miseria, es donde se encuentran la mayor proporción de
delincuentes juveniles.

Hoy en día los medios más afortunados son una proporción de delincuentes. Esto
es debido a ciertos dramas familiares y a que los niños disponen de mucho más
dinero y comodidades de todas clases y a que la sociedad hace nacer nuevas
necesidades que pueden ser satisfechas de momento más que por actos
reprensibles.

Estos actos nos llevan naturalmente a denunciar los errores de educación como
causa esencial de la delincuencia juvenil.

En primer lugar, la severidad excesiva demuestra que cuando los padres son muy
exigentes o estropean al niño a fuerza de quererlo hacer perfecto, o hacen nacer
la rebeldía en vez de favorecer la honradez y la delincuencia. Y así vemos a estas
víctimas de la disciplina fría o brutal como aprovechen la primera ocasión
favorable para liberarse de toda tutela y hacer lo que les da la gana.

Hay padres demasiados débiles. La disciplina personal, especialmente el poder de


retenerse, de actuar o de privarse de una cosa deseada, debe ser inculcado al
niño en el curso de los dos primeros años de su existencia.

Del 70 al 80 por ciento de los delincuentes proceden de familias disociadas, (por


divorcio, muerte o abandono) o de familias cuyos padres no se entienden.
El niño que ve a su padre y a su madre disputar entre sí, juzga la sociedad en su
conjunto sobre el mismo modelo, y llega a creer que él también debe defender
violentamente su punto de vista si no quiere ser aplastado.

Puede suceder que aunque la familia este relativamente unida, las ocupaciones de
los padres dejan a los niños muchos ratos libres, y una libertad que, al perder la
vergüenza, se vuelve libertinaje.

La delincuencia juvenil, toma un aspecto mucho más grave cuando los jóvenes
forman bandas y pandillas. Se estimulan por la audiencia tanto más buscada
cuanto más esconde un verdadero miedo y tanto más mantenida cuanto más
prestigioso se hace uno de la “pandilla”, atreviéndose a lo que los demás no se
atreven.

Todos saben hasta qué punto las malas lecturas y el mal cine pueden desviar a
los jóvenes del camino. El cine ejerce una verdadera fascinación, sobre todo para
los que asisten a él varias veces a la semana, esto basta para falsear su sentido
de la realidad. Los filmes peligrosos son los que representan las manifestaciones
de malos rasgos del carácter, especialmente cuando la acción se desenvuelve en
medio del lujo y la vida fácil.

Los adolescentes que se han hecho culpables de delitos graves asisten a más de
seis sesiones por mes, lo cual no quiere decir que el cine sea el único responsable
de la delincuencia juvenil.

En la mayoría de los filmes las proporciones esenciales de los personajes se


relacionan con el erotismo y el crimen. Se diría que la mayor parte de las películas
están destinadas a enseñar al espectador la técnica de la seducción o de los
asesinatos.

Drogadicción
Este trastorno de drogadicción se refiere al abuso de sustancias ilegales o al uso
excesivo de sustancias legales. Como ejemplo tenemos el alcohol, que es la
sustancia legal de la que se abusa de manera más frecuentemente. Hay otro
término que debemos entender y es la “dependencia de drogas”, que se refiere al
uso continuo de drogas o alcohol, incluso cuando se han desarrollado problemas
graves con su uso. La señal evidente de una dependencia de drogas incluye un
aumento de la tolerancia o una necesidad de tomar cantidades mayores de las
sustancias para lograr los efectos deseados. Cuando hay una dependencia a las
drogas, el organismo empieza a desarrollar una tolerancia a estas sustancias, de
manera que para poder tener el mismo efecto que antes se tenía se necesita
consumir mayores cantidades de la sustancia. Entonces, la dependencia de las
drogas se presenta cuando ocurre lo que se conoce como el síndrome de
abstinencia, en donde hay ciertas manifestaciones físicas y emocionales por la
falta de droga, y que el individuo percibe la necesidad de consumir cada vez
mayores cantidades de la sustancia para poder percibir los efectos que antes
percibía con cantidades menores de la sustancia. Y el tercer término que quiero
comentar es el de “dependencia química”. También se utiliza para describir el uso
compulsivo de sustancias químicas, que pueden ser drogas o alcohol, y la
incapacidad de dejar de utilizarlas a pesar de todos los problemas causados por
su uso. Hay un uso compulsivo, que no se puede regular de ninguna manera, y la
persona se siente bajo esa convulsión de consumir esta sustancia para poder
estar adquiriendo y recibiendo los afectos que la droga le provee habitualmente
para el organismo.

La prostitución en los adolescentes

La prostitución
La Prostitución en adolescentes es algo que pocas personas toman importancia ya
que en su mayoría los varones la defienden porque se ven satisfechos
sexualmente. Las adolescentes que se prostituyen son explotadas. El 02.21% de
las adolescentes se prostituyen por varios factores uno de ellos es por necesidad
otras lo hacen porque quieren y otras son engañadas por personas que están
metidas en esto (proxenetas)

La realidad impone nuevos usos y costumbres en todos los órdenes que no


siempre son compatibles con la moral.

Se ejerce así la prostitución en medios estudiantiles como un medio para ganar


dinero por considerarla una forma fácil, menos riesgosa e invasiva; y engañándose
ellos mismos al negarse a aceptar esta práctica como lo que realmente es y
dándole un significado más inofensivo y más aceptable socialmente.

Muchas adolescentes deciden dedicarse a esta práctica porque se han


convencido que no se trata de ejercer la prostitución para ganarse la vida sino que
es un juego que les genera buenos ingresos para darse algunos lujos y satisfacer
algunos caprichos que su familia no puede costear.

De esa forma, las necesidades creadas por el consumismo lleva a los menores de
edad a denigrarse y humillarse dedicándose a un oficio que sin duda afectará su
personalidad, su desarrollo, sus relaciones, su autoestima y su futuro.

Porque esta actividad impide cualquier otro vínculo afectivo que se desee
establecer, las llenará de confusión y se tendrán que acostumbrar a aceptar el
maltrato y la discriminación.

Este tipo de servicio no reporta satisfacciones al que comercia con él, solo
satisface al que paga, que es el que obtiene la gratificación personalizada, autista
y mecánica con el mismo significado de una masturbación.

A nivel profundo, todo lo que se puede obtener con estas prácticas tiene un costo
adicional que no se tiene en cuenta, la pérdida de la autoestima y dificultades con
la identidad.
¿Quién soy cuando me someto al placer de otro por dinero? ¿Qué es lo que
consigo más valioso que el valor que tiene mi propia persona? ¿Qué es lo que le
da sentido a mi vida y me permite seguir viviendo de este modo?

Caer en esta trampa puede llevar a la depresión, a la ausencia del significado de


la vida, al consumo de drogas y hasta el suicidio.

Si el caso es que les parece que todos lo hacen a su alrededor, aceptan


identificarse con las patéticas perdedoras de su grupo, que no pueden vivir si no
consumen lo que tienen los demás y prefieren perder el respeto por ellas mismas.

La confianza que los demás tienen en nosotros cuesta ganarla pero se puede
perder en un minuto, luego, será difícil que algunos lleguen a creer en quien no
tuvo ningún reparo en hacer cualquier cosa por dinero.

Porque la sexualidad se convierte en moneda de cambio y parece haber perdido


su importancia para transformarse en un entretenimiento pasajero que proporciona
placer individual a unos y les permite comprar lo que deseen a otros.

Relativizar las cosas nos lleva a minimizar los graves errores que se cometen,
porque ahora todo vale, aunque se trate de robar, matar o denigrarse ejerciendo la
prostitución, porque ya no hay valores en que creer pero el grave peligro de todo
esto es que esta ausencia de valores al mismo tiempo nos hace más vulnerables y
nos expone a todo.

Tienen entre 15 y 19 años, provienen de todas las clases sociales (incluida la alta)
y ofrecen sexo a cambio de un dinero que luego gastan en ropa y chiches
tecnológicos. Viven la experiencia sin culpa y hasta con placer. Testimonios de
una generación que, como ninguna otra antes, hizo de su cuerpo una empresa.

Ante el crecimiento desmedido de la pornografía infantil y la prostitución de niños y


adolescentes a nivel mundial, es necesario sensibilizar a la sociedad en el sentido
de combatir estos delitos que son una realidad inmediata. La prostitución es en
ocasiones es resultado de la ignorancia la pobreza y la inmoralidad de algunos
seres humanos, es practicada por hombres y mujeres si bien la prostitución juvenil
es un problema que atenta contra personas altamente vulnerables y
desprotegidos. La oficina católica de la infancia, identifica las siguientes
características sobre la prostitución infantil y juvenil en América Latina

Se decía que los factores que llevaban a la prostitución eran biológicos, debido a
que la mujer estaba llena de sexualidad y otros pensaban que lo que llevaba a la
prostitución era la falta de madurez sexual, pero hoy en nuestros días hay muchos
tipos de factores que pueden inducir a la prostitución como son:

 Problemas económicos
 problemas familiares
 madre soltera
 drogodependencia
 inducción
 coacción

Causas de la prostitución en adolescentes

 Madre soltera o ruptura con la pareja:


 Desintegración de la familia:
 Obtención de mayores recursos económicos
 Inducción o coacción:
 Hábitos de consumo y drogadicción
 Bajo nivel educativo
 Sentimientos de abandono e inferioridad
 Deficiencia mental

Consecuencias de la prostitución en adolescentes

 Enfermedades venéreas tales como SIDA, herpes vaginal, gonorrea, etc.


 Conllevan a adicciones como drogadicción y alcoholismo
 Precipita la debilidad mental
 Rechazo social
 Infracción a la ley
 Embarazos no deseados
 Baja autoestima,
 Agresividad
 No existe un proyecto de vida
 Desconfianza autodestructiva
 Depresión
 Objeto comercial y de explotación.

Dependencia interdependencia
independencia
El proceso de desarrollo de las personas presenta una evolución natural que no
necesariamente llega a culminarse.

Los seres humanos, en la etapa de la niñez somos totalmente dependientes de


nuestros padres. Al llegar a la adolescencia, anhelamos ser independientes y
confrontamos los niveles de dependencia para lograr evolucionar forzosamente. Al
ser dependientes necesitamos de otros para conseguir lo que deseamos.

Cuando llegamos a la etapa de la adultez podemos seguir en la etapa de la


independencia consciente o en una interdependencia inconsciente. La
independencia o aparente autonomía puede estar orientada a aspectos físicos,
emocionales, financieros, evidenciando auto-suficiencia. Al ser independientes
conseguimos lo que deseamos a través de nuestro propio esfuerzo.
La etapa de madurez o de consciencia debe llevarnos a considerar la
interdependencia como la línea final de avance evolutivo, etapa en la cual
valoramos la relaciones como fuente para obtener beneficios de otras personas,
comunidades u organizaciones, etapa en la cual debemos ceder fracciones o
porciones de nuestra propia independencia, para obtener beneficios mayores. Al
ser interdependientes combinamos nuestros propios esfuerzos, con los esfuerzos
de otros para alcanzar mayores éxitos. La interdependencia es una etapa que
solamente la gente independiente por decisión, puede lograr. La gente que se
mantiene aún dependiente, no puede escoger ser interdependiente.

El matrimonio, como una comunión de esfuerzos hacia metas comunes, es un


claro ejemplo de interdependencia. Las organizaciones deben llegar a alcanzar la
evolución hasta los niveles de interdependencia, ésta es la mejor manera de
multiplicar nuestras posibilidades plenitud en la vida y de éxito en nuestros
proyectos laborales o de vida. El trabajo en equipo exige mantenernos en una
plena interdependencia para obtener más de todos, cumpliendo el resultado de la
sinergia.

La vida en sí misma es una lección de interdependencia, nada funciona


dependientemente.

Subcultura del adolescente


En los jóvenes la indolencia y rebeldía se debe a su sentimiento de divorcio. Se
han percatado de que ellos y los adultos pertenecen a dos esferas diferentes,
remplazando a los adultos por jóvenes de su propia esfera, en donde se sienten
comprendidos. Al unirse a una pandilla o banda, el adolescente se experimenta
solidario con el resto del grupo; se siente libre para desarrollar formas de conducta
que permiten afirmar su hombría y libertad.
En la formación de los grupos juega la identificación entre sí de sujetos que tienen
necesidades semejantes, y las mismas metas e ideales. Sus metas no son
definidas ya que varían de un momento a otro.

Ciertas prácticas son comunes a diversas agrupaciones juveniles: ritos de


iniciación, normas y sanciones, desconfianzas de costumbres y opiniones de los
adultos, así como una fuerte propensión a la rivalidad hacia el “extraño” y hacia
otros grupos.

Una función de los grupos de adolescentes es negar el poder de los adultos y dar
a cada uno de sus miembros la mayor importancia. El que ingresa al grupo tiene
que demostrar que es más leal a la opinión de sus compañeros que a la de los
adultos. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en ciertos pueblos primitivos,
en los que son los adultos quienes ponen a prueba a los jóvenes antes de
hacerlos participe de sus privilegios, en las pandillas de nuestra sociedad son los
propios adolescentes quienes se prueban a sí mismos.

La solidaridad del grupo se evidencia en todo lo que hacen sus miembros. Cada
uno tiene que adherirse a un estilo de vida común: vestirse como sus
compañeros, usar las mismas expresiones verbales, llevar el cabello en la misma
forma, tener las mismas libertades, gustarles la misma música. Cada individuo, si
no quiere exponerse a la burla y a la humillación.

En el grupo, el adolescente satisface a su anhelo imperioso de “pertenecer”, de


ser reconocido. Ahí tienen dignidad “un estatus” y con esfuerzo puede hacerse de
una reputación. Además, la vida del grupo provee múltiples oportunidades para la
aventura y facilita los medios para que sus miembros puedan derivar sus actitudes
de pugna con la autoridad.

Una característica de los grupos de los adolescentes es que el principal


mecanismo regulador de la conducta individual es el orgullo y su contrapartida, la
necesidad de evitar la humillación y el ridículo.
Aquí cabe distinguir entre sociedades en las cuales el mecanismo predominante
de control de la conducta de sus miembros es la responsabilidad y la culpabilidad
y otras en las cuales el mecanismo predominante es el temor a las sanciones
sociales Este último mecanismo, que tiene como base el orgullo y la evitación de
los sentimientos de humillación y de vergüenza. La integridad personal y el
respeto a los demás requieren la vigencia de un sentimiento de culpa y un
sentimiento de responsabilidad como mecanismo principal. De hecho, puede
decirse que tanto en los individuos como en los grupos, ambos mecanismos se
encuentran en relación inversa. Los individuos y las culturas varían en cuanto al
grado en que el orgullo o la culpabilidad operan como mecanismos de control.

La subcultura de los adolescentes está poderosamente arraigada en el orgullo. De


ahí que el honor y el buen nombre adquieran en ella una importancia que
sobrepasa a la de la virtud. La conducta no se considera apropiada o inapropiada
porque sea buena o mala, sino porque sea fuente de prestigio o de humillación
ante los demás. En su grupo, los jóvenes pueden ser nobles y generosos, siempre
y cuando su dignidad y su orgullo no estén en juego, pero cuando esto ocurre,
proceden sin respeto, sin justicia y sin compasión. Además, cada individuo se
siente en cierto grado responsable de la dignidad de los demás miembros de su
grupo.

La vida del adolescente dentro de su grupo gira en torno a un sentimiento exaltado


de dignidad personal. Si se quiere destruir a otro se le ataca en su amor propio. El
individuo que pierde la dignidad se considera acabado. Algunas actividades tales
como ayudar a las mujeres en las tareas del hogar, ir a sitios públicos
acompañado de los padres etc., son consideradas como incompatibles con la
dignidad masculina.

La agresión y el desquite por razones de dignidad pueden llegar al extremo de que


se agreda porque alguien miró feo, porque se puso en duda el valor de uno,
cualquier cosa es preferible a la vergüenza.
Bajo el influjo del contagio o de circunstancias que incrementan el resentimiento
contra un mundo de adultos que ni los reconoce ni los acepta, los grupos de
adolescentes son propensos a sufrir una “transformación malévola”. A esta
transformación contribuye la actitud de los adultos que tienden
indiscriminadamente a considerar como “malo” a cualquier grupo de adolescentes
que desean comunidad y aventura y los impulsan a justificar el concepto que se
tiene de ellos, volviéndose efectivamente malos. Es necesario distinguir entre los
diferentes grupos de adolescentes.

Trastornos de la conducta y de la actividad


sexual
Las parafilias son llamadas también aberraciones, perversiones y desviaciones
sexuales y se caracterizan porque el individuo para lograr la excitación sexual
necesita realizar actos o practicas poco frecuentes, extravagantes o inusuales. Por
lo tanto en las mismas hay:

a) Preferencia por el uso de objetos no humanos para la excitación sexual


b) Actividad sexual repetitiva con humanos en la que hay humillación real o
simulada
c) Actividad sexual repetitiva con niños o con parejas que no consienten
Son predominantemente masculinas

Los actos parafilicos pueden ser innocuos, siempre y cuando la pareja este de
acuerdo, pero a menudo lo excitante de la conducta parafilias se halla en la
transgresión, en actuar sobre el otro contra su voluntad. Esta violencia puede
revertir gravedad, incluso poner en peligro la vida del otro.

Las conductas parafilicas pueden ser simples o múltiples y pueden darse en


esquizofrénicos, psicópatas o como única manifestación psicopatológica.

Es necesario señalar que en materia de comportamiento sexual las personas


puede hacer lo que deseen siempre y cuando no dañen a terceros y las personas
que participen lo hagan voluntariamente y con conocimiento de las consecuencias
de sus actos.

A continuación analizaremos brevemente las conductas parafilicas mas usuales:


 Fetichismo: Es el uso de los objetos inanimados ( fetiche) como método
preferido para obtener excitación y satisfacción sexual. El fetiche puede
ser: Ropa interior, zapatos, ligueros femeninos o partes del cuerpo como
uñas, cabellos o pie. No se consideran fetiches las prendas femeninas
usadas por los transvestistas o los objetos inanimados diseñados para
la estimulación sexual (vibradores).

 Transvestismo: Es la conducta sexual en la que el individuo utiliza


prendas, manierismos, expresiones, accesorios, adornos, lenguaje o
comportamiento propio del sexo opuesto. El diagnostico de
Transvestismo está reservado exclusivamente para hombres
heterosexuales, que al vestirse como mujer, experimentan excitación
sexual. El uso de prendas femeninas por parte de homosexuales o
transexuales no se considera Transvestismo.

 Exhibicionismo: Se caracteriza por la exposición repetida de los


genitales a mujeres extrañas (especialmente jóvenes), con el fin de
sorprenderlas y atemorizarlas. Este acto se acompaña de masturbación,
lo que proporciona al individuo gran estimulo y satisfacción sexual.
Ocurre generalmente en hombres entre 20 y 40 años; el deseo
exhibicionista es de naturaleza compulsiva. El exhibicionismo es
considerado como delito y como manifestación exclusivamente
masculina ya que en la mujer es un acto aceptado socialmente, como
por ejemplo “Striptease”.

 Masoquismo: Es una expresión del comportamiento sexual en la que el


individuo gusta del dolor físico, sumisión, vejación e incluso
dependencia de la otra persona. Se origina por la identificación que
hace el niño que experimenta placer y estimulación sexual con el dolor
que le produce un ser querido. Algunos individuos al sufrir ejercen
influencia sobre todo por la inducción de culpa.

El masoquista obtiene placer sexual cuando es agredido por la pareja, le


gusta ser flagelado, mordido o golpeado y cada vez se hace mas
inconsciente del año a su cuerpo, a medida que aumenta su excitación.

 Sadismo: Es un comportamiento sexual en el que el individuo le agrada


causar dolor físico, cometer, vejas o infligir cualquier acto de crueldad a
la pareja. Los actos sádicos que proporcionan placer pueden
presentarse después de un coito que no ha sido placentero o antes del
coito para mayor estimulación. También puede ser para estimular el
orgasmo sin coito en sádicos impotentes. El sadismo generalmente está
ligado al masoquismo, pues para que exista el sádico es necesario la
participación del masoquista y viceversa.
 Escoptofilia (Voyeurismo): Es el placer de mirar, es un comportamiento
sexual en el cual el individuo le agrada ver el cuerpo o expresiones
amorosas de otras personas, obteniendo gratificación sexual. Una forma
de afirmar su masculinidad es a través de la experiencia visual, pero
tiene cierto temor al mirar o no aceptar la mirada de otra persona. Esta
parafilia puede evolucionar, parando de mirar a tocar, apoderarse y
asaltar a víctimas y llegar al sadismo.

 Zoofilia: Es el comportamiento sexual en el cual el individuo tiene


preferencia, gusto o afecto especial por los animales. La acción puede
ser coito con el animal o que este sea entrenado para lamer o friccionar
los órganos sexuales del zoofilico.

 Pedofilia: Es una expresión del comportamiento sexual donde el


individuo siente atracción sexual por los niños. Esta parafilia se ve a
menudo en personas débiles, impotentes e inmaduras o en ancianos
solitarios.

La valoración de enfermería es muy importante en la detección de una parafilia,


tomando en cuenta que es necesario comprender que el individuo que busca
gratificación sexual ajeno al impulso heterosexual, tuvo una falla del desarrollo
mental en los años formativos de la infancia y que una vez instalada esta conducta
sexual el proceso de disminución de la misma es muy lento, por lo tanto antes de
pensar en tratamiento debemos pensar en la prevención a través de una
educación sexual adecuada en la infancia, haciendo énfasis en la identidad sexual
y la sublimación constructiva de los impulsos sexuales agresivos.

El tratamiento para las parafilias es el mismo para todas, Lief (1981), mencionado
por Goldman recomendó:
a) Incrementar la capacidad de reacción heterosexual
b) Disminuir la conducta parafilica
c) Controlar la conducta sexual indeseable
d) Establecer una relación sexual recompensada

Para lograr estos objetivos se han empleado las terapias de grupo, psicoterapias
individuales y terapéutica de la conducta.

En estos casos la finalidad de la psicoterapia es describir el patrón de


pensamiento, sentimiento y conducta que preceden a la conducta parafilica,
además de disminuir la ansiedad y depresión que acompañan a esta, orientando
las capacidades del individuo a establecer una mejor relación de pareja.
La enfermera debe recordar que no debe utilizar todas las recomendaciones para
un mismo individuo, ya que las mismas deben ser individuales.

Deben reforzarse las capacidades sociales del parafilico, fomentando las


relaciones interpersonales, ya que el mismo tiene deficiencias en la socialización.

Se recomienda como parte del tratamiento, reforzar la vigilancia como una forma
de controlar la excitación sexual desviada, desarrollar una excitación heterosexual
eficiente, y fomentar habilidades de interacción social con el sexo opuesto.

Conclusión

Es necesario resaltar, que Los factores de protección se refieren a todas aquellas


circunstancias que modifican favorablemente el impacto de los factores de riesgo.
Las investigaciones sobre el riesgo psiquiátrico en la infancia y la adolescencia
señalan que la acumulación de factores de riesgo tiene un efecto multiplicador.

De este modo, no parecen existir diferencias entre los niños sin riesgo y aquellos
que sólo tienen un factor; pero los que tienen 2-3 factores presentan un riesgo 5
veces mayor, y en los que se dan 4-6 factores, se incrementa hasta 20 veces el
riesgo de trastorno clínico.

Cabe destacar, la gran preocupación del estado en preservar la vida de la


generación de relevo, por lo tanto, se hace necesario divulgar a través de los
medios de comunicación e institutos gubernamentales y no gubernamentales la
existencia de estos proyectos.

Así lo puso de manifiesto en Santiago el catedrático de Psiquiatría Infantil de la


Universidad de Sevilla Jaime Rodríguez Sacristán en la conferencia 'La
Experiencia del Enfermar Infantil'. Según manifestó el doctor Rodríguez, cualquier
situación de enfermedad "resulta dolorosa", pero en el caso del enfermar infantil
se trata de "un suceso de magnitudes extraordinarias porque puede hipotecar el
presente y el futuro de un ser humano en desarrollo".

Bibliografía

http://www.psiquiatria.com/noticias/trastornos_infantiles/33458/

http://www.pulevasalud.com/ps/subcategoria.jsp?ID_CATEGORIA=102361

http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20080427100127AAStVH4

http://kidshealth.org/kid/en_espanol/sentimientos/divorce_esp.html

http://blogdefarmacia.com/los-hijos-de-padres-alcoholicos/

http://www.familymanagement.com/facts/spanish/apuntes39.html

http://www.esperanzaparalafamilia.com/Rev/Articulos/PDFs/PDF0139.pdf
http://www.buenastareas.com/ensayos/Subcultura/1595746.html

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