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emergencias

R E U N o N C O N E L E X P E R T O

TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO
E. Alted López * (Ponente)
J. Á. Alvarez Fernández ** (Moderador)
C. Buey Mayoral ** (Editor)
* Departamento de Medicina Intesiva. Hospital Universitario «12 de Octubre» de INSALUD-Madrid.
** Servicio de Urgencias (061) de INSALUD-Madrid.

I. Presentación del tema por el ponente vas, accidentes laborales y agresiones, estas últimas
invitado: Dr. E. Alted muy importantes en EEUU.
Como en cualquier enfermedad, existen factores de
riesgo que aumentan su frecuencia de presentación
(Tabla 1).
Introducción
La enfermedad traumática es consustancial al de­
sarrollo de la Humanidad. Ya en el Edwin Smith Mortalidad por trauma
papyrus (3000-1600 a. c.) se publican 48 casos. Es en Desde los trabajos de Trunkey, se ha definido la
el último siglo, con las revoluciones industriales y, mortalidad por trauma teniendo temporalmente una
fundamentalmente, con la aparición del automóvil, distribución trimoda!. La mayor mortalidad se produ­
cuando la enfermedad traumática se convierte en el ce en la primera hora (60 %), debiéndose fundamen­
mayor problema de salud pública en los países indus­ talmente a TCE. Un segundo pico de mortalidad
trializados 1 ocurre en las primeras horas del ingreso hospitalario
El trauma es la primera causa de muerte en indivi­ y está en relación con hemorragia y lesión del SNC.
duos menores de 44 años, y el responsable del mayor Por último, un tercer pico de mortalidad tardía ocurre
número de pérdidas de años potenciales de vida cada al final de la primera semana y está relacionado con
año 2. La región más traumatizada es la cabeza, con­ la aparición de sepsis y fallo multiorgánic06.
firmándose en estudios necrópsicos que el 75 % de la Por tanto, en el paciente politraumatizado, la actua­
mortalidad en trauma, se debe a Traumatismo Cra­ ción «in situ» y durante el transporte, tiene una im­
neoencefálico (TCE). El TCE genera además el mayor portancia clave para intentar disminuir la mortalidad
número de incapacidades permanentes por trauma. Se y morbilidad de esta plaga de nuestro tiempo.
calcula que alrededor de 1/500 habitantes sufren TCE
cada año, y de éstos ellO % son fatales 3 Fisiopatología
Los estudios de experimentación animal y los cono­
Etiología cimientos en biomecánica y flujo sanguíneo cerebral,
En nuestro país, como en el resto de Europa, la cau­ nos han ayudado a entender parcialmente la fisiopa­
sa más frecuente de traumatismo son los accidentes tología del TCE. El mecanismo de producción de la le­
de tráfico (75 %)4(Med Intensiva; 13: 456). En EEUU sión se resume en la Tabla 2.
esta proporción es menor, situándose en torno al El cerebro es un órgano con alta actividad metabó­
5 1 %5. Otras etiologías son caídas, prácticas deporti- lica, necesitando aporte de oxígeno continuo. Para
protegerse de situaciones en que pudiera disminuir el
Correspondencia: Dr. J. A. Álvarez, Director Médico
Servicio de Urgencias 061 de INSALUD-Madrid, C/ Lope
flujo sanguíneo cerebral (FSC) por alteraciones en la
de Rueda, 43. 28009 Madrid. presión de perfusión (PP) -presión arterial media

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menos presión intracraneal (PIC)-, como ocurre en ridad de la lesión. Los descensos del FSC producirán
estados de hipotensión, hipertensión, hipoxia, etcéte­ isquemia tiempo-dependiente; así, un flujo de 20 cc
ra, el cerebro autorregula el calibre de sus pequeños por cada 100 gr de tejido, durante una hora, no de­
vasos, manteniendo de esta forma el FSC constante, sarrollará isquemia, pero el mismo flujo durante 3-4
a pesar de cambios en estas variables fisiológicas, de horas producirá cambios isquémicos8
tal forma que ante variaciones de la presión arterial Un segundo aspecto en relación con la fisiopatolo­
media entre 50 y 160 mmHg, el FSC se mantendrá gía del ICE lo constituyen los cambios en la función
constante. Solamente cuando se superan estos valores respiratoria. Se ha visto que tras el impacto, en situa­
en cualquier sentido, el flujo seguirá pasivamente a la ciones de aceleración/desaceleración, se detecta apnea
presión de perfusión. La hipoxemia producirá aumen­ como consecuencia de un desplazamiento del tallo en­
to del FSC sólo cuando la Pa02 sea inferior a 50 cefálico. Esta apnea puede durar algunos minutos,
mmHg; sin embargo los cambios en la PaC02 van se­ produciendo daño cerebral secundario, y a veces pue­
guidos de cambios en el PSC pudiendo variar éste el de hacernos pensar que el paciente está muerto.
3-4 % por cada mmHg de variación en la PaC02 7. El tercer aspecto importante en la fisiopatología del
En el ICE hay alteración de la autorregulación, al ICE es la respuesta cardiovascular hiperdinámica,
menos localmente, por lo que el FSC deja de ser cons­ mediada por estimulación hipotalámica y responsable
tante, pudiendo encontrarse elevado, descendido o en los primeros minutos de la aparición de hiperten­
normal independientemente de las necesidades meta­ sión arterial; esto, unido a la pérdida de la autorregu­
bólicas del cerebro. La extensión de la pérdida de la lación, puede producir aumento del FSC y de la PIe.
autorregulación está en relación con el grado de seve- No hay una clara relación entre la intensidad de esta
respuesta hiperdinámica mediada por catecolaminas
y la severidad del trauma valorada según nivel de con­
IABLA l . Factores de riesgo de traumatismo creneoencefálico ciencia, PIC y patrón de IAC9.
a) Densidad de población. A mayor número de habitan­
El cerebro se aloja en una caja rígida, prácticamen­
tes/Km2 se producen más accidentes, tanto por tráfico
te cerrada, que impide el crecimiento de los compo­
como por agresiones. nentes de su interior: sangre, líquido cefalorraquídeo
b) Renta per cápita. Las zonas económicamente más de­ (LCR) y parénquima cerebral. Hace más de cien años
primidas de las grandes ciudades soportan un mayor por­ Monro-Kellie enunció la ley que lleva su nombre, se­
centaje de traumatismos. gún la cual la suma de los volúmenes de parénquima,
e) Edad. El trauma es más frecuente en las personas más sangre y LCR debe ser una constante. Cuando alguno
jóvenes, teniendo el mayor pico de mortalidad en 15-24 de estos componentes aumenta, se producen una serie
años.
de mecanismos de compensación; esta compensación
d) Ingestión aguda o crónica de alcohol u otras drogas,
es la responsable de la compliance o capacidad cere­
responsabilizándose al alcohol al menos en el 50 % de los
accidentes.
bral para asumir una unidad de volumen sin cambios
e) Orografía o climatología. La frecuencia aumenta en la presión. Al aumentar el volumen hay compre­
cuando las condiciones geográficas son adversas. sión y desplazamiento del parénquima cerebral, el
f) Otros factores como raza, legislación sobre tenencia LCR se desplaza hacia el espacio raquídeo aumentan­
de armas, etcétera, pero están relacionados con los ante­ 'do su reabsorción, y disminuye el volumen de sangre
riormente expuestos. total. Si estos mecanismos no pueden llevarse a efecto
y/o se agotan, los nuevos cambios de volumen se
acompañarán de aumento de la presión, desencade­
nando hipertensión endocraneal (HEC), presente en el
50-75 % de los ICE graves10•
I ABLA 2. Mecanismos de producción de lesiones en el ICE
El aumento de la PIC produce alteraciones en la mi­
a) Directo crocirculación con rotura capilar, edema y mayor au­
- Por golpe, lesión penetrante y/o herida por arma de mento de PIC, alterándose la perfusión cerebral; en
fuego en la cual se asocia a la propia lesión penetrante la ausencia de autorregulación, disminuirá el FSC pro­
lesión por blast. duciéndose lesiones isquémicas las cuales generan ede­
b) Acelaración/desaceleración ma y mayor elevación de PIC, creándose un círculo vi­
- El mecanismo más frecuentemente involucrado en cioso que lleva a desplazamientos y herniaciones del
los traumatismos por accidente de tráfico.
parénquima y aparición de isquemia global11•

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Actualmente, mediante terapéuticas diversas, se in­ blanca, apareciendo pequeñas hemorragias subcorti­
tenta mantener la PP al menos en 70 mmHg para evi­ cales, en cuerpo calloso y fosa posterior. Puede cursar
tar la isquemia. El drenaje del líquido de edema hacia con o sin edema cerebral.
los ventrículos se ve favorecido por la disminución de Desgraciadamente, en el momento actual no existe
la PICI2. tratamiento para la lesión cerebral primaria.
Tras producirse TCE hay una disfunción del meta­ 2. Lesión cerebral secundaria
bolismo cerebral que se caracteriza por la disminución Son lesiones que aparecen tardíamente tras el im­
del consumo de oxígeno por el cerebro (Mc02) y el de­ pacto, o que, aunque estuvieran presentes, no se ma­
sacoplamiento de la relación McO/FSC, pues como nifiestan sino tras un período de latencia. Los tres
se ha visto, el FSC puede estar alto, bajo o normal en grandes apartados de esta categoría los constituyen los
relación al Mc0213 hematomas intra o extraaxiales, el «swelling» difuso o
La disminución del FSC ante situaciones de pérdi­ hemisférico y las lesiones isquémicas.
da de la autorregulación, puede deberse a aumento de Los hematomas pueden ser intracerebrales, que a
la PIC, hipovolemia y/o vasoespasmo. Se producirán veces son difíciles de distinguir de las contusiones he­
mecanismos de isquemia/hipoxia que aparecen en el morrágicas y producen las mismas alteraciones fisio­
90 % de los pacientes con TCE severol4. Estas áreas is­ patológicas que éstas. Los hematomas subdurales se
quémicas pueden tener graves trastornos funcionales, deben a la rotura de los puentes venosos de unión con
aunque no se haya producido rotura mecánica de sus la dura; son colecciones producidas por impacto di­
membranas, siendo por tanto teóricamente recupera­ recto o por mecanismo de aceleración/desacelaración,
bles. asociándose habitualmente a contusiones de los lóbu­
El aumento del FSC puede ser responsable de la los subyacentes; representan una causa muy importan­
aparición de HEC. En el TCE es frecuente el aumento te de mortalidad en el TCE. El hematoma epidural se
de lactato en el parénquima cerebral tras el impacto; asocia frecuentemente a fracturas de la bóveda cra­
esta elevación puede durar días, teniendo el cerebro neal; son colecciones de sangre situadas en el espacio
durante este período la máxima vulnerabilidad a la extradural, y puede no haber otras lesiones asociadas,
aparición de lesión cerebral secundaria 15. siendo frecuente en estos casos la aparición de un in­
tervalo libre de síntomas tras el impacto, hasta que el
hematoma adquiere proporciones suficientes para ge­
Anatomía patológica
nerar aumento de la PIC; se deben habitualmente a ro­
Desde los trabajos de Adams y Genarelli, la lesión
tura, por la fractura ósea, de ramas de la arteria me­
cerebral producida por TCE puede dividirse en dos níngea media, aunque el sangrado puede ser venoso,
grandes grupos: e incluso del foco de fractura.
1. Lesión cerebral primaria
Las lesiones isquémicas, asociadas a elevación de la
Lesión directa producida por el impacto biomecá­
PIC, sueíen observarse en la autopsia como necrosis
nico. A esta categoría pertenece la contusión o contu­
focales del gyrus del hipocampo, gyrus cingular, lóbu­
siones cerebrales, y habitualmente está en relación con
lo occipital y amígdalas cerebelosasl6•
aceleración/desaceleración, por tanto el choque brus­
La aparición de lesión cerebral secundaria y/o sus
co de los lóbulos cerebrales con los salientes óseos, lo
manifestaciones, pueden ser controladas si somos ca­
que explica su mayor frecuencia en los polos frontales
paces de controlar las causas que la originan o agra­
y temporales. También pueden originarse por impac­
van, que son fácilmente deducibles de la propia fisio­
to directo. Pueden aparecer en el lugar del impacto o
patología (Tabla 3).
contralateralmente. Es una lesión fundamentalmente
de sustancia gris. El efecto tóxico de la sangre sobre el
tejido cerebral y la rotura de capilares, hace que a su Manejo del paciente con TCE
alrededor se desarrolle un área de periedema que pue­ En primer lugar se deben manejar definiciones pre­
de crecer paulatinamente. cisas y huir de términos como estupor, confusión, con­
También pertenece al rango de lesión cerebral pri­ tusión craneal, lesión cerebral difusa, etcétera. En este
maria la lesión exonal difusa, que es la lesión más fre­ sentido ha sido de gran utilidad la clasificación de la
cuente en el TCE, sola o asociada a otras lesiones. Se severidad de la lesión basándose en la Escala de Coma
produce exclusivamente por un mecanismo de acele­ de Glasgow (GCS). Esta escala mide el nivel de con­
ración/desaceleración, con rotura de axones y capila­ ciencia tras efectuarse la reanimación del paciente y
res. Es una lesión fundamentalmente de sustancia en ausencia de drogas y alcohol. Se evalúa la mejor res-

E. Alted Lúpez el al.-TrauMotjsmo eran.oeneefálieo 117


TABLA 3. Causas de lesión cerebral secundaria dente, no se procederá ni tan siquiera a su valoración
'
si previamente no se ha realizado el ABC e inmovili-
- Hipotensión arterial zado la columna cervicapo.
- Hipoxemia
A) Permeabilizar la vía aérea: Es el primer y más im­
- Hipercapnia
- Anemia
portante gesto en el TCE. Se deberá limpiar la cavi­
- Hipertermia
dad oral y traccionar de la mandíbula. La mejor for­
- Acidosis ma de asegurar una vía aérea permeable es la intuba­
- Convulsiones ción traqueal, que se realizará sin hiperextender la ca­
- Hiponatremia beza, manteniendo ésta, cuello y tórax alineados. To­
- Cualquier situación que eleve la PIC dos los pacientes con puntuación GCS menor de 9 de­
- Retraso en la evacuación de lesiones masa ben ser intubados, así como aquellos pacientes que nos
planteen dudas, pues más vale una intubación gene­
rosa que algún episodio de hipoventilación. Nuestro
grupo prefiere la vía oral por ser más rápida y no su­
puesta motora (de 1 a 6), la mejor respuesta verbal (de poner excesivos problemas en manos expertas. En ca­
1 a 5) y la mejor respuesta a la apertura de los ojos sos de trauma facial severo asociado, la vía nasotra­
(de 1 a 4). Aquellos pacientes con puntuación menor queal está proscrita, pudiéndose recurrir a la cricoti­
de 9 puntos se considerarán severos TCS, estando en roidotomía si se fracasa en la vía oral.
coma. Pacientes entre 9 y 12 puntos se considerará La asociación de TCE y trauma cervical es alta, des­
que tienen trauma moderado y por encima de 12 pun­ cribiéndose lesión raquídea en cerca del 10 % de los
tos, trauma leve 17 Es útil recordar que el 3 % de los TCE: por esta razón es obligada la protección de la co­
lumna cervical hasta que no se descarte positivamen­

traumas leves requerirán intervención neuroquirúrgi­


calg. Además de la escala de Glasgow, es necesario te la presencia de lesiones.
considerar también la presencia de focalidad, signos Es útil en los primeros momentos instaurar ligera
de aumento de la PIC, etcétera, para poder definiar la hiperventilación, sobre todo en niños y adultos jóve­
gravedad probable en aquellos pacientes con puntua­ nes. Se han descrito mejores resultados en pacientes
ciones del GCS más ventajosas. intubados antes de la primera hora tras el impacto, en
Antes de definir la gravedad del coma, se deberán el área prehospitalaria, con respecto a los intubados
corregir aquellas situaciones que pueden alterar el ni­ más tardíamente21•
vel de conciencia como son hipoxia, shock, alcohol, B) Controlar la hemorragia: Es frecuente en pa­
drogas, hipotermia severa, estado postcrítico, etcétera. cientes con TCE la presencia de lesiones asociadas, las
La finalidad del tratamiento del paciente con TCE cuales son responsables de hipotensión arterial por hi­
se basa en dos pilares: evitar la lesión cerebral secun­ povolemia. La hemorragia externa, hemorragia intra­
daria, y mantener una PP mayor de 70 mmHg man­ peritoneal, hemorragia retroperitoneal y hemotórax
teniendo la homeostasis del organismo. son las formas habituales de sangrado. El TCE por sí
1. Manejo inicial solo en muy raras ocasiones es responsable de hipo­
La mortalidad por TCE es muy precoz, por lo que volemia salvo en hematomas extraaxiales en lactan­
es necesaria rapidez y organización en la atención a es­ tes, rotura de senos venosos, scalp extenso y disfun­
tos pacientes, necesitándose un sistema prehospitala­ ciones severas troncoencefálicas. Eisenberg, en estu­
rio de acceso inmediato y respuesta adecuada, centros dios del Data Bank, demostró peores resultados en pa­
hospitalarios de trauma y la habilidad para tratar con cientes con TCE si presentaban hipotensión arterial al
criterios de temporabilidad la lesión cerebral secunda­ ingreso. La hipotensión es uno de los factores deter­
rial9. minantes de pobre resultado en el TCE22.
Como en cualquier paciente politraumatizado, se El objetivo del control de la hemorragia es evitar la
procederá a realizar el <<ABC en trauma», siguiendo isquemia, consiguiéndose PP mayores de 65-70
los estándares del Comité de Trauma del Colegio mmHg. Se debe reponer volumen lo antes posible, con
Americano de Cirujanos. Es interesante recordar que vías de grueso calibre. Los coloides y el salino hiper­
la apnea en los primeros minutos es reversible y la mi­ tónico parecen disminuir el tiempo de hipotensión sin
driasis bilateral está más en relación con perfusión presentar efectos deletéreos sobre la PIe. Si se sospe­
inadecuada que con lesión estructural. Por tanto, aun­ cha hemorragia aguda hay que aportar sangre, pero
que haya lesiones obvias y el trauma craneal sea evi- nunca se infundirá dextrosa al 5 % en agua, pues no

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tiene capacidad de expansión, puede producir hipoos­ TABLA 4. Medidas terapéuticas comunes a todo TCE
molaridad y empeora las áreas isquémicas.
- Cabeza elevada 30' y alineada con cuello y tórax.
C) Tras resucitación y estabilización del paciente - Pa02 y 80 mmHg.
se procederá al examen neurológico que debe ser con­ - Analgesia y sedación midazolam.
ciso, valorando exclusivamente nivel de conciencia - Normotermia.
mediante GCS, tamaño y reactividad óculo-pupilar, - Evitar hiponatremia y estados hipoosmolares.
- Si es preciso, relajación muscular.
reflejos oculocefálicos (si previamente se ha descarta­
do lesión cervical), respuestas motoras, patrón venti­
latorio, e inspección y palpación del cráneo. Aunque
para la realización del GCS se anota exclusivamente
la mejor respuesta, la exploración debe hacerse bila­
teralmente. La valoración neurológica se debe repetir de 5 mm y ausencia o compresión de cisternas. La mo­
frecuentemente para detectar el emporamiento del ni­ nitorización de la PIC y PP cerebral nos puede hacer
vel de conciencia y/o la aparición de focalidad. reconocer precozmente los insultos isquémicos que se
En este momento se deberá realizar el diagnóstico produzcan en pacientes en coma, antes de que se ma­
y tratamiento inmediato de aquellas lesiones asocia­ nifiesten los signos clínicos, evitando una pérdida de
das que puedan comprometer la vida, como son mal­ tiempo irrecuperable en el manejo del paciente con
posición de tubo traqueal, neumotórax, hemoperito­ TCp5.
neo no resuelto, taponamiento cardíaco, shock medu­ La monitorización de la PIC se puede realizar con:
lar, contusión pulmonar, etcétera. Cuando el paciente cánula intraventricular, método muy fiable que per­
ha sido reanimado in situ por un sistema de emergen­ mite extraer LCR y hacer estudios de compliance, en­
cia extrahospitalaria (como el Servicio de Urgencias tre cuyos inconvenientes se citan el riesgo de ventri­
061 en la Comunidad de Madrid), se procederá al culitis, fístula externa y hematoma del trayecto; torni­
transporte asistido al hospital adecuado. En pacientes llo subdural, que no aporta ventajas; y sensor epidu­
con TCE o TCM es obligado el traslado a un centro ral, del que la variedad de fibra óptica tiene una fia­
con servicio de neurocirugía y UCI 24 horas al día. bilidad aceptable sin riesgos infecciosos26. En los últi­
Los pacientes con TCL pueden ser observados en el mos años se están utilizando catéteres intraparenqui­
Hospital General, con un protocolo previamente esta­ matosos (Camino) de alta fiabilidad y fácil colocación.
blecido de manejo y traslado si aparece cefalea pro­ En todos los pacientes con TCE, tengan o no eleva­
gresiva, focalidad motora etcétera. En Hospitales Ge­ ción de la PIC, se deben seguir unas pautas terapéuti­
nerales que disponen de TAC, se realizará éste antes cas comunes (Tabla 4).
del traslado, para valorar su urgencia dependiendo de Algunos autores hacen profilaxis anticonvulsivante,
la presencia o no de lesiones masa evacuables. pero dada su escasa frecuencia, salvo en niños, y la se­
En general deben ser trasladados aquellos lesiona­ dación con benzodiazepinas habitualmente empleada,
dos que presenten GCS menor de 12, focalidad ócu­ no la consideramos necesaria. Los corticoides, en el
lo-pupilar y/o motora , fractura-hundimiento, cuerpos momento actual, no tienen lugar en el tratamiento del
extraños, lesiones penetrantes o lesiones asociadas que TCE.
dificulten el seguimiento neurológico. Se procederá a monitorizar la situación neurológi­
En el hospital de referencia, las lesiones ocupantes ca, hemodinámica, ventilatoria y oximétrica, así como
de espacio de más de 25 cc. o hematomas que despla­ el ionograma y la osmolaridad.
zan la línea media más de 5 mm, deben ser evacua­ La elevación de la PIC está directamente relaciona­
das. En las contusiones la decisión es más difícil, va­ da con el pronóstico del TCE. Cifras de 20 mmHg se
lorándose el empeoramiento neurológico, la elevación deben comenzar a tratar. Ante un aumento de la PIC
de la PIC y el desplazamiento de la línea media más se descartará la presencia de lesión masa, a veces no
de 5 mm23• definida en la TAC de ingreso. Si no existe masa eva­
Los signos y síntomas clásicos de HEC son tardíos cuable, se confirmará la no existencia de causa médi­
e inespecíficos, por lo que en todos los pacientes con ca generadora de HEC como hipertermia, hipoventi­
GCS menor de 9 y/o lesión masa se debería monito­ lación, etcétera. Posteriormente se comenzará hiper­
rizar la PIé24• El riesgo de HEC aumenta en aquellos ventilación moderada (25-30 mmHg), ya que la dis­
pacientes con más de 40 años, hipotensión al ingreso, minución de la PaC02 es la medida más eficaz para
GCS menor de 7, desviación de línea media de más controlar la HEC. Puede ajustarse el grado de hiper-
E. Alted Lópel et al.-Traumatismo eraneoeneefálieo 119
ventilación mediante el estudio de la diferencia arte­ te la sepsis, que produce alteración funcional de ·la
rioyugular de 02; si esta diferencia es baja, podemos barrera hematoencefálica y es la segunda causa de
asumir que hay «perfusión de lujo» y por tanto au­ muerte en el TCE. Los focos más frecuentemente en­
mentar la hiperventilación. contrados son neumonía nosocomial, sepsis relaciona­
La segunda medida en orden de importancia para da con el catéter, ventriculitis y meningitis postrau­
el tratamiento de la HEC son los diuréticos osmóti­ mática. La segunda causa de elevación tardía de la
cos, fundamentalmente el manitol. Se intenta con ellos PIC son los trastornos electrolíticos, siendo frecuente
crear un gradiente osmolar, sin superar la osmolari­ la hiponatremia, a cuya aparición contribuye la eleva­
dad sanguínea cifras de 330 mOsm/l. Los diuréticos ción de la hormona antidiurética (ADH) en respuesta
osmóticos son más útiles en patología focal con dis­ al trauma, pudiendo deberse a la existencia tardía de
minución de la PP, y no deben utilizarse en presencia secreción inadecuada de ADH, a síndrome de pérdi­
de hipotensión ni en lactantes, en los cuales es frecuen­ da de sal de origen cerebral (que parece estar en rela­
te la hiperemia y el manitol produce un aumento tran­ ción con la existencia de un factor natriurético cere­
sitorio de la volemia que puede agravar el cuadro. bral) o al empleo de diuréticos (la causa más frecuen­
Tanto la hiperventilación como el manitol pueden em­ te). En cualquier caso, hay que corregirla vigorosa­
plearse en situaciones de urgencia en el medio extra­ mente para evitar el desarrollo de edema cerebral. La
hospitalario, ante deterioro del GCS, aparición de fo­ hipematremia también se observa ocasionalmente, se
calidad, herniación inminente, etcétera. Cuando se asocia a diabetes insípida (parcial o total) o a excesi­
maneja de forma «crónica» se debe utilizar cada 3-4 vo aporte de sal, y cuando llega a cifras severas puede
horas, controlando la respuesta en la PIC y el nivel de ser responsable de deshidratación de las células glia­
osmolaridad sanguínea. les y destrucción de sus membranas; se debe corregir
La tercera medida en importancia es la extracción lentamente para evitar hiponatremia relativa.
de LCR, en pequeñas cantidades (2-3 cc) y con la
máxima asepsia. Técnicas diagnósticas en el TCE
En el grupo de pacientes sin lesión masa quirúrgica, En la sala de emergencias es necesario realizar ra­
con aumento de PIC, en presencia de normotermia, diología de tórax y columna cervical (C7 incluida). La
normotensión, oxemia y ventilación adecuadas, sin radiografía de cráneo está indicada en fracturas-hun­
trastornos electrolíticos, sedoanalgesiados y relajados, dimiento y/o presencia de cuerpos extraños, pero por
que no responden a hiperventilación, diuréticos osmó­ razones «legales)) se realiza rutinariamente.
ticos y extracción de LCR, se debe instaurar perfusión La TAC ha representado la técnica de imagen que
de barbitúricos. Éstos disminuyen la PIC al descender ofrece mayor información en el TCE. Se debe reali­
el FSC, aunque también disminuyen el Mc02 y tienen zar, cuand.
alguna acción sobre los radicales libres. Desgraciada­ de TCE o moderado, así como si aparece focalidad, ce­
mente tienen efectos indeseables hemodinámicos con falea progresiva, etcétera. La resonancia magnética no
disminución de gasto cardíaco y tensión arterial, re­ visualiza bien la patología ósea, ni distingue las colec­
quiriendo perfusión de volumen y drogas vasoactivas ciones de sangre, por lo que en la fase aguda no tiene
para mantener la PP. Por este motivo requieren un es­ especial relevancia. Las técnicas de imagen clásicas
tricto control hemodinámico, debiendo utilizarse ex­ como neumoencefalografía y arteriografía han sido
clusivamente en los supuestos apuntados anterior­ desplazadas por la TAC. La angiografía puede tener
mente. En nuestro medio empleamos thiopental en utilidad en algún caso concreto en que se sospeche le­
bolo inicial de 1-3 mglkg, seguido de una perfusión sión vascular 27.
continua de 3-5 mglkglh. Se retira ante estabilidad de Además de la monitorización clínica y de la PIC, ya
la PIC y línea media centrada con cisternas visibles comentadas, otras técnicas que pueden tener valor en
en la TAC. La retirada se realiza en 24-48 horas. Es la evolución del TCE son los potenciales evocados, es­
una sustancia muy liposoluble, se une a proteínas plas­ tudios de FSC mediante tecnecio, el estudio del dop­
máticas, metabolizándose mediante oxidación hepáti­ pler transcraneal, la fracción de extracción de O2 ce­
ca y excreción renal, siendo muy lenta su eliminación rebral, estudios de lactato, CPK-BB, etcétera.
cuando las dosis son muy elevadas.
En algunos pacientes, tras control de la PIC con me­ Resultados
didas habituales, aparece elevación tardía de ésta. Sue­ Se han estudiado multitud de escalas para evaluar
le deberse a causas médicas, siendo la más importan- los resultados de pacientes con TCE. La más utilizada
120 Emergencias. Yol. 4, Núm. 3, Mayo-Junio 1992
es la de la escuela de Glasgow (GCS) (Tabla 5)28, aun­ TABLA 5. Escala de eyaluación de resultados del ICE
que es bastante inexacta al no considerar aspectos neu­
ropsicológicos. Los resultados se evalúan entre 6 y 18 BR. Buena recuperación.
meses, tiempo necesario para la recuperación de neu­ - Pacientes independientes, capaces de tener una vida
ronas «disfuncionales)) y regeneración axonal. social y laboral aunque persistan secuelas.
MI. Moderada incapacidad.
Influye en el resultado la edad, GCS de ingreso, pre­
- Pacientes independientes, pero que no se pueden in­
sencia de hipotensión y PIC elevada. Otros datos que corporar a su mundo laboral.
afectan al resultado con el patrón TAC, el nivel de de­ SI. Severa incapacidad.
presión metabólica cerebral, la diferencia arterio-yu­ - Pacientes con contenido de conciencia pero depen­
guiar de O2 y las respuestas oculopupilares. Hay algu­ dientes, que necesitan ayuda para realizar funciones ele­
nas situaciones que se asocian a mal pronóstico, pero mentales.
es difícil determinar la línea divisoria entre vida in­ SV. Estado vegetativo.
dependiente y mal pronóstico a pesar de tratamiento - Pacientes sin nivel cortical.
agresivo. En este sentido se sabe que la cirugía diferi­
da tiene pobres resultados, así como las grandes ma­
sas asociadas a GCS < 5.

Pronóstico Dr. S. Espinosa: En el TCE hay que corregir la hi­


En el momento actual, el 50 % de pacientes con poglucemia para prevenir la lesión secundaria cere­
TCE tienen buen pronóstico, perteneciendo a los gru­ bral. ¿Cómo hacerlo sin administrar dextrosa?
pos de buena recuperación (BR) o moderada incapa­ Dr. E. Alted: El problema no es la administración
cidad (MI)29 . El 10 % queda en severa incapacidad de glucosa, que puede hacerse mediante cualquier téc­
(SV) o estado vegetativo (SI), porcentaje que no ha va­ nica de las habituales en nutrición, sino el erróneo em­
riado en los últimos años, manteniéndose la mortali­ pleo de la dextrosa al 5 % como supuesto expansor, de
dad entre 30 y 40 % dependiendo de las series. La dis­ escasa utilidad para este fin y con producción inme­
minución de la mortalidad se debe al mejor conoci­ diata de edema cerebral.
miento fisiopatológico, el estudio del nivel de concien­ Dr. S. Espinosa: ¿Se deben utilizar barbitúricos para
cia mediante GCS, la introducción de la TAC, el em­ intubar en el medio extrahospitalario?
pleo de bancos de datos informatizados y su estudio Dr. E. Alted: No, deben emplearse otros medica­
estadístico, así como los avances en investigación bá­ mentos como, por ejemplo, el etomidato. Los barbi­
sica y clínica. Todo ello ha propiciado un tratamiento túricos tienen riesgos y son de difícil control.
sistematizado, agresivo y precoz. Dr. S. Espinosa: En un artículo sobre muerte cere­
En resumen podríamos decir que el manejo del TCE bral, recientemente publicado en la revista EMER­
exige entusiasmo y experiencia, pero también dispo­ GENCIAS, usted exponía la utilidad del test de atro­
ner de TAC, PIC, Neurocirugía y UCI. La UCI debe pina. ¿Se podría utilizar este test en el medio extrahos­
prevenir, reconocer y tratar tempranamente las com­ pitalario?
plicaciones médicas sistémicas, mantener la PIC y PP Dr. E. Alted: El test de atropina es negativo en el
en rango seguro y anticiparse y prevenir insultos cere­ 100 % de los casos de muerte cerebral indicando au­
brales adicionales por acontecimientos fisiológicos sencia de actividad del tronco cerebral, y debe ser
anormales. Es decir mantener la homeostasis. complementado por otra pruebas como el electroen­
cefalograma, de las que no se dispone en el medio ex­
trahospitalario.
Dr. C. Buey (Editor): ¿Se ha modificado la ocupa­
11. Coloquio ción de camas en su UCI desde la puesta en funcio­
Dr. S. Espinosa: En el TCE hay alteraciones meta­ namiento del Servicio de Urgencias 061 en Madrid?
bólicas como el aumento del lactato. ¿Puede influir en Dr. E. Alted: Efectivamente, en particular desde el
ello la administración de Ringer lactato? inicio de las actividades del helicóptero sanitario, que
Dr. E. Alted (Ponente): No, pues hay aumento de tiene al Hospital Universitario 12 de Octubre como
lactato local, y el lactato que se administra se metabo­ hospital de referencia para la zona sur de Madrid. Esto
liza en hígado a bicarbonato. La excepción sería en se debe a que pacientes que antes fallecían en la fase
caso de alteración hepática severa. prehospitalaria son ahora llevados con vida al hospi-
E. Alted Lópel et al.-Traumatismo eraneoeneefálico 121
tal por equipos medicalizados. El problema es que con producir yatrogenia grave por un innecesario intentQ
frecuencia nuestro centro recibe traumatismos que po­ de drenaje torácico. No debe colocarse nunca un tubo
drían ser tratados en otros centros de menor especia­ de drenaje profiláctico. En el helicóptero sanitario us­
lización, y que contribuyen a la saturación de camas tedes tienen serias dificultades en vuelo para diagnos­
en nuestra UCI. Se hace necesaria una categorización ticar algunas situaciones, pero no el neumotórax a ten­
hospitalaria y un triaje de los pacientes. sión, que debe ser diagnosticado y tratado con facili­
Dr. A. Montero Gefe del Departamento de Medicina dad incluso en vuelo.
Intensiva del Hospital Universitario 12 de Octubre): Dra. E. Zorita: En relación con los TCE con apnea
Insistiendo en el tema, se deberían crear Unidades de reversible y midriasis bilateral, ¿qué valoración hay
Trauma para el tratamiento de los casos más graves, que hacer de ellos cuando hay varios heridos en un ac­
derivándose a otros hospitales los casos moderados o cidente?
leves. Nuestro hospital está actualmente remodelando Dr. E. AIted: Tras el impacto hay un período de 6
su Área de Urgencias y está prevista la creación en ella a 8 minutos de apnea precoz que puede haber rever­
de una Unidad de Trauma, pero sería deseable su ade­ tido o no cuando el equipo médico llega al lugar del
cuada utilización cuando exista. accidente. Los pacientes pueden haber fallecido ya en
Dr. J.A. Álvarez (Moderador): Debe recordarse que el momento de su llegada. Los que no lo han hecho
el TCE representa sólo un 5 % del total de TCE, el pueden estar con midriasis bilateral por hipoxia o hi­
TCM un 20 % y el TCL un 75 %. Nuestra Mesa de poperfusión. No se trata de paradas cardiorrespirato­
Coordinación y Transporte deberá hacer un gran es­ rias. Ustedes deberán seleccionar a los heridos graves
fuerzo para categorizar todos los hospitales de la Co­ más recuperables y dedicar a ellos sus esfuerzos tera­
munidad de Madrid, seleccionando algunos como cen­ péuticos, pero pueden encontrarse con la sorpresa de
tros de referencia y evitando su sobrecarga con trau­ que un herido previamente descartado recupere en­
matismos que podrían ser tratados en centros menos tonces ventilación espontánea y, si la situación de los
especializados. Actualmente los hospitales universita­ otros heridos lo permite, iniciarán entonces su trata­
rios 12 de Octubre para la zona sur y La Paz para la miento.
zona norte, son ya en la práctica centros de referencia Dra. E. Zorita: ¿Qué opina de la utilización habi­
por su disponibilidad de helipuerto, pero se siguen re­ tual en muchos centros de dexametasona para el tra­
mitiendo a ellos pacientes que podrían ser tratados en tamiento del edema cerebral?
otros hospitales. Dr. E. Alted: Como ya he dicho, los corticoides no
Dr. J.G. González: En presencia de un TCE con tienen lugar en el tratamiento actual del TCE. Su em­
GCS de 10 y lesiones asociadas, ¿se debería intubar? pleo en el edema cerebral debería restringirse al aso­
Dr. E. AIted: Se debe intubar cuando el GCS es me­ ciado a tumores.
nor de 9, en presencia de hipoxemia o hipoventila­ Dr. J.A. Álvarez: En 1986, el grupo del Dr. Alted
ción, o cuando existe duda. Si tenemos un TCE con realizó un estudio retrospectivo en el que no encontró
GCS de 10 asociado a lesiones de pelvis e hipotensión, ventajas con la utilización de dexametasona en el TCE
hay que intubar. Es mejor intubar de más que de me­ y sí inconvenientes como hiperglucemia y aumento
nos. del riesgo de infecciones. Resultados similares fueron
Dr. J.G. González: En el medio extrahospitalario, si publicados en aquellas fechas por diferentes grupos en
se tiene la sospecha clínica de neumotórax no a ten­ todo el mundo. El Hospital Universitario 12 de Octu­
sión que puede pasar a ser a tensión al intubar y ven­ bre fue pionero en la retirada de la dexametasona del
tilar, ¿hay que drenarlo? arsenal terapéutico para el TCE, pero, incomprensi­
Dr. E. AIted: No. Se debe tratar siempre el neumo­ blemente, muchos grupos en España siguen todavía
tórax a tensión, pero no hacer profilaxis drenando un hoy utilizando este fármaco.
supuesto neumotórax no a tensión. El neumotórax a Dra. E. Zorita: Ante un TCE con hipotensión y fo­
tensión es potencialmente mortal por los problemas calidad neurológica ¿cuándo se debe emplear manitol?
cardiovasculares que produce, pero su diagnóstico y Dr. E. AIted: En esa situación debe primero tratarse
tratamiento son sencillos. Debe ser siempre tratado, la hipotensión con aporte suficiente de fluidos. Poste­
con el material que tengamos disponible. El diagnós­ riormente se reevaluará la existencia de signos de
tico clínico del neumotórax no a tensión tiene un HEC, y, de persistir, se iniciará su tratamiento.
30-40 % de probabilidad de error, incluso en el medio Dr. E. AIted: En relación con el transporte interhos­
hospitalario; a esto debe sumarse la posibilidad de pitalario de pacientes con TCE quisiera comentar que

122 Emergencias. Yol. 4, Núm. 3, Mayo-Junio 1992


hay enfermos que requieren un traslado con rapidez Bibliografía
de un transporte primario, como es el caso de un he­
matoma epidural cuyo pronóstico variará dependien­ 1. Davis JH, 1991.
do de si se opera antes o después de 4 horas. 2. J Trauma 1987; 27:695.
Dr. J.A. Álvarez: Nuestra Mesa de Coordinación y 3. Am J Epidemiol 1984; 119: 186.
4. Med Intensiva 1989; 13:456.
Transporte suele tener serios problemas para conse­
5. Jacobs BB et al. 1991.
guir la aceptación de estos pacientes en hospitales do­ 6. Trunkey DO, 1990.
tados de neurocirugía, lo que provoca a veces demo­ 7. Miller JO, 1989.
ras notables en el inicio del transporte interhospitala­ 8. Marmarou A et al. 1986.
no. 9. Med Intensiva 1989; 13:456.
10. Lahaye PA et al, 1991.
DUE. C. de Diego: ¿Qué efectos puede tener sobre 11. Miller JO, 1989.
el organismo la administración de manitol en la for­ 12. Medlntensiva 1989; 13:467.
ma llamada popularmente «a chorro»? 13. 1. Neurosurg 1989; 71:63.
Dr. E. Alted: Es una técnica que debe ser proscrita. 14. Miller JO, 1989.
15. Miller JO, 1989.
El tratamiento con manitol debe evitar la producción
16. Jennet B y Teasdale G, 1981.
de deshidratación y de hipotensión, pues éstas afectan 17. LancetI974;2:81.
negativamente al SNC y a todo el organismo. De pro­ 18. Med Intensiva 1989;13:456.
ducirse ésta, como en el caso que usted plantea, debe­ 19. J Trauma 1987;27: 343.
rán administrarse inmediatamente fluidos. La dosis 20. Marshall LF et al, 1986.
21. Gildenberg PL et al, 1985.
de manitol recomendada en 0,75 gr/kg iniciales, segui­ 22. Eisenberg HM et al, 1983.
dos de 0,25-0,50 gr/kg en las dosis posteriores. 23. Gudeman SK et al, 1989.
24. Med Intensiva 1989;13: 467.
Agradecimientos 25. J Neurosug 1975; 50: 20.
Los autores desean agradecer al Grupo de Trauma de la Comisión 26. Med Intensiva 1988;12: 366.
de Docencia del Servicio de Urgencias 061 su colaboración en la or­ 27. Lipper M et al, 1989.
ganización de la reunión, que se celebró el 6 de noviembre de 1991 28. Lancet 1975;1: 480.
en el Aula de Docencia del Centro Coordinador de Urgencias. 29. J Neurosurg 1991;75: 528.

E. Alted López et al.-Traumatismo craneoencefálico 123

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