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Universidad Autónoma de Nuevo León

Facultad de Ciencias de la Comunicación

PRODUCTO INTEGRADOR DE APRENDIZAJE

Análisis periodístico

Profesor: Fermín Pérez Aguilar Grupo: G06

Cynthia Alejandra Del Angel Torres Matrícula: 1739281

Monterrey, N.L. a 26 de noviembre de 2019


Índice Pág.

Mutilación genital femenina: ¿tradición o abuso?.........................................3


- ¿Qué es la mutilación genital femenina?.........................................................3
- Procedimientos……………………………………………………………………..4
- ¿Por qué se practica? Antecedentes históricos…………………………………6

- ¿En qué países se practica?...........................................................................7

- Repercusiones de esta tradición………………………………………………….9

- Datos y cifras………………………………………………………………………11

Conclusión…………………………………………………….……………………..12

Referencias…………………………………………………………………………..15

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Mutilación genital femenina: ¿tradición o abuso?

“Puedo recordar todo, cada pequeño detalle de ese día, esos momentos. Todo
está todavía en mi cabeza, dónde sucedió, quién me sujetó, el balcón sobre
mí. Y cómo fue todo enmascarado por una fiesta con regalos y música”. -
Mariam, Djibouti

En el mundo existen un sinfín de culturas y tradiciones que incluso nunca


terminaríamos de conocer, sin embargo, existen hábitos o tradiciones que
pueden resultar un poco fuera de lo normal para nosotros debido a nuestra
manera de pensar y nuestro estilo de vida. En esta ocasión trataremos de una
tradición que se ha realizado por años en el otro lado del planeta, la mutilación
genital femenina.

Quizá alguna vez has escuchado sobre esta tradición, pero en esta ocasión
nos vamos a remontar a los datos estadísticos e históricos de dicha costumbre.
¿Una tradición sobrepasa la propia vida humana?, ¿sobrepasa los derechos
humanos?

¿Qué es la mutilación genital femenina?

La mutilación genital femenina (MGF) comprende todos los procedimientos


consistentes en la resección parcial o total de los genitales externos femeninos,
así como otras lesiones de los órganos genitales femeninos por motivos no
médicos (UNICEF, 2016).

En la mayor parte de los casos, la MGF es realizada por circuncisores


tradicionales que suelen tener otras funciones importantes en sus
comunidades, tales como la asistencia al parto. En muchos lugares, los
proveedores de asistencia sanitaria practican la mutilación genital femenina
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movidos por la errónea creencia de que el procedimiento es más seguro si se
realiza en condiciones medicalizadas1. La OMS, sin embargo, exhorta
vivamente a los profesionales de la salud a abstenerse de efectuar tales
intervenciones. (UNICEF, 2016).

Es un procedimiento que se realiza de forma intencional en niñas y tiene


como único objetivo alterar, lesionar o mutilar los genitales femeninos.
Comúnmente, la víctima es sentada desnuda y sujetada por tres mujeres, dos
que la sostienen y una más que utiliza una navaja para realizar este
procedimiento, cortando los labios vaginales, raspando al interior de la vagina y
mutilando el clítoris. Suele acompañarse de otros procedimientos como la
unión de los labios mayores con el objetivo de soldarlos y coser la vulva
(LÓPEZ, 2018).

Procedimientos.

La mutilación genital femenina se clasifica en cuatro tipos principales:

Tipo 1 - Este procedimiento, denominado a menudo clitoridectomía:


resección parcial o total del clítoris (órgano pequeño, sensible y eréctil de los
genitales femeninos) y, en casos muy infrecuentes, solo del prepucio (pliegue
de piel que rodea el clítoris) (OMS, 2018).

Tipo 2 - Este procedimiento, denominado a menudo excisión, consiste en


la resección parcial o total del clítoris y los labios menores (pliegues internos de
la vulva), con o sin excisión de los labios mayores (pliegues cutáneos externos
de la vulva) (OMS, 2018).

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Tipo 3 - Este procedimiento, denominado a menudo infibulación, consiste
en el estrechamiento de la abertura vaginal, que se sella procediendo a cortar y
recolocar los labios menores o mayores, a veces cosiéndolos, con o sin
resección del clítoris (clitoridectomía) (OMS, 2018).

Tipo 4 - Todos los demás procedimientos lesivos de los genitales externos


con fines no médicos, tales como la perforación, incisión, raspado o
cauterización de la zona genital (OMS, 2018).

Por desinfibulación se
designa la técnica consistente
en practicar un corte para abrir
la abertura vaginal sellada de

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una mujer previamente sometida a infibulación, lo que suele ser necesario para
mejorar su estado de salud y bienestar y para hacer posible el coito o facilitar el
parto (OMS, 2018).

¿Por qué se practica? Antecedentes históricos.

"Me sometieron a la MGF cuando tenía 11 años", cuenta. "Mi abuela me


dijo que la MGF es un requisito para toda niña, que nos hace puras".- Bishara
Sheikh Hamo.

Los argumentos más comunes para infligir la MGF son de diferente índole:
aceptación social, ideas erróneas sobre la higiene, una forma de conservar la
virginidad, para hacer que sea más fácil casar a la mujer y aumentar el placer
sexual masculino (ONTIVEROS, 2019).

En algunas culturas, la MGF es considerada como un rito de transición


hacia la vida adulta y un prerrequisito matrimonial (ONTIVEROS, 2019).

Aunque no existen ventajas higiénicas o beneficios para las mujeres que


son mutiladas, las comunidades que practican ese procedimiento creen que las
vaginas de las mujeres necesitan ser cortadas y las mujeres que no se
sometan al procedimiento no se les considerará saludables, limpias o incluso
valiosas (ONTIVEROS, 2019).

Con frecuencia son sometidas en contra de su voluntad y profesionales


médicos en todo el mundo creen que es una forma de violencia contra las
mujeres y una violación a los derechos humanos, cuando es infligida a
menores de edad es un tipo de abuso infantil también (ONTIVEROS, 2019).

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A pesar de que esta práctica suele asociarse a algún culto o norma
religiosa, lo cierto es que ningún credo respalda esta acción. Prueba de lo
anterior es que la mutilación es realizada por igual en países con mayorías
cristianas, judías, musulmanas o animistas. Se trata de una práctica que
encarna la violencia machista y el desprecio hacia las mujeres. Según la OMS,
«en muchas comunidades existe la convicción de que reduce la libido de la
mujer y la ayuda a resistir la tentación de relaciones extraconyugales (LÓPEZ,
2018).

¿En qué países se practica?

Según datos de la OMS, este procedimiento se realiza en al menos 30


países de África, Oriente Medio y Asia en la actualidad. En la última década,
los países donde más mutilaciones se realizaron a mujeres de entre 15 y 49
años fueron Somalia, Guinea, Yibuti y Sierra Leona, todos con un índice mayor
de 90 % de ablación genital (LÓPEZ, 2018).

Aunque sigue sin conocerse el número exacto de mujeres y niñas víctimas


de ablación/mutilación genital en todo el mundo, al menos 200 millones de
mujeres y niñas de entre 15 y 49 años procedentes de 30 países se han visto
sometidas a esta práctica. De esos 200 millones, más de la mitad viven en tres
países: Egipto, Etiopía e Indonesia. La práctica está casi generalizada en
Djibouti, Guinea y Somalia, donde más del 90% de las mujeres y las niñas son
víctimas de alguna forma de ablación o mutilación genital (UNICEF, 2016).

A menos que se acelere la acción para poner fin a la mutilación genital


femenina, otros 68 millones de niñas habrán sido afectadas para 2030
(UNICEF, 2016).

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En muchos de
los países donde se
practica la mutilación
genital femenina, se
considera una norma
social profundamente
arraigada en la
desigualdad de
género. Existen
diversas razones por
las que se practica.
En algunos casos, se
considera un rito de
iniciación a la madurez; en otros, es una forma de controlar la sexualidad de la
mujer. Muchas comunidades practican la mutilación genital porque creen que
garantiza el desarrollo adecuado de la niña, su matrimonio en el futuro y el
honor de su familia. Otras también la asocian a creencias religiosas, si bien no
existen escritos religiosos que obliguen a practicarla (UNICEF, 2016).

En algunos lugares de África se practica como un ritual de iniciación a la


edad adulta, mientras que en otras latitudes responde a los modelos culturales
de feminidad y recato que persisten en tales sociedades. A pesar de que su
origen aún es discutido, lo cierto es que el temor al rechazo, la búsqueda de
aceptación social y el status quo contribuyen a mantener vigente esta
inaceptable práctica (LÓPEZ, 2018).

Se estima que la MGF se practica actualmente en África, partes de Medio


Oriente y Asia, pero también en comunidades de inmigrantes en Europa y el
norte de América y Australia, así como entre la comunidad indígena embera, en
Sudamérica (ONTIVEROS, 2019).

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Repercusiones de esta tradición.

Las repercusiones físicas y psicológicas de sufrir este procedimiento son


incontables y van desde dolor intenso, hemorragia, infecciones o la muerte
durante el momento de la ablación, hasta otras que pueden prolongarse de por
vida como depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático, relaciones
sexuales dolorosas o insensibles y complicaciones en el parto (LÓPEZ, 2018).

La mutilación genital femenina no tiene beneficios para la salud y, a


menudo, deriva en complicaciones médicas a largo plazo que van desde dolor
intenso, hemorragias prolongadas, infecciones o infertilidad, hasta la muerte.
Además, puede aumentar el peligro de transmisión de VIH. Las mujeres que
han sido mutiladas pueden sufrir complicaciones al dar a luz a un bebé, como
hemorragias posteriores al parto, muertes fetales o muertes prematuras de
recién nacidos. Además de los peligros físicos, la ablación/mutilación genital
femenina constituye una violación de los derechos humanos fundamentales de
mujeres y niñas (UNICEF, 2016).

Las complicaciones inmediatas pueden incluir:

 dolor intenso

 hemorragia

 inflamación de los tejidos genitales

 fiebre

 infecciones como el tétanos

 problemas urinarios

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 lesiones de los tejidos genitales vecinos

 estado de choque

 muerte.

Las consecuencias a largo plazo pueden ser:

 infecciones urinarias (micción dolorosa, infecciones del tracto urinario)

 problemas vaginales (leucorrea, prurito, vaginosis bacteriana y otras


infecciones)

 problemas menstruales (menstruaciones dolorosas, tránsito difícil de la


sangre menstrual, etc.)

 tejido y queloide cicatriciales

 problemas sexuales (coito doloroso, menor satisfacción, etc.)1

 mayor riesgo de complicaciones en el parto (parto difícil, hemorragia,


cesárea, necesidad de reanimación del bebé, etc.) y de mortalidad
neonatal;

 necesidad de nuevas intervenciones quirúrgicas, por ejemplo, cuando


después de haber sellado o estrechado la abertura vaginal (tipo 3) hay
que practicar un corte para ensanchar la abertura y hacer posible el coito
y el parto (desinfibulación); en ocasiones la zona genital es cosida
repetidas veces, incluso después de que la mujer dé a luz, con lo que
esta se ve sometida a aperturas y cierres sucesivos, cosa que
acrecienta los riesgos tanto inmediatos como a largo plazo;

 trastornos psicológicos (depresión, ansiedad, trastorno de estrés


postraumático, escasa autoestima, etc.)

 complicaciones sanitarias de la mutilación genital femenina.

 Complicaciones sanitarias de la mutilación genital femenina

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Datos y cifras.

 La mutilación genital femenina (MGF) comprende todos los


procedimientos que, de forma intencional y por motivos no médicos,
alteran o lesionan los órganos genitales femeninos (OMS, 2018).

 Estos procedimientos no aportan ningún beneficio a la salud de las


mujeres y niñas (OMS, 2018).

 Pueden producir hemorragias graves y problemas urinarios, y más tarde


pueden causar quistes, infecciones, complicaciones del parto y aumento
del riesgo de muerte del recién nacido (OMS, 2018).

 Más de 200 millones de mujeres y niñas vivas actualmente han sido


objeto de la MGF en los 30 países de África, Oriente Medio y Asia donde
se concentra esta práctica. (UNICEF, 2016).

 En la mayoría de los casos se practican en la infancia, en algún


momento entre la lactancia y los 15 años (OMS, 2018).

 La MGF es una violación de los derechos humanos de las mujeres y


niñas (OMS, 2018).

Conclusión.

Antes de dar un punto de vista me gustaría comentar que el haber


investigado sobre este tema fue un poco difícil para mí, pues pensé que

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conocía sobre el tema y al investigar descubrí muchas cosas que antes no
sabía y que me dejaron horrorizada, creo que no puedo ni llegar a imaginar
este proceso tan duro que miles de niñas tienen que enfrentar. Fue muy duro el
leer y ver videos de testimonios contando como vivieron ese día.

Al inicio de esta investigación dudé mucho si era buena idea tratar este
tema debido a su nivel de crueldad sin embargo considero que mucha
población desconoce sobre esta tradición que hoy en día sigue sucediendo y
no solamente “al otro lado del mundo” sino también en países de Sudamérica
como Colombia y algunos del continente europeo. También pensé mucho el
agregar o no los dibujos ilustrativos que dan más claridad de este proceso,
pero considero que el tema debe tratarse con seriedad y ver las cosas con la
debida madurez.

Mi postura ante esta situación es muy clara y concisa: estoy en contra de


que se realice la mutilación de genitales femeninos. A continuación,
explicaré porqué.

Me considero una persona con mentalidad muy abierta a las diversas


tradiciones que existen alrededor del mundo y que en su mayoría son de índole
religiosa o cultural, sin embargo, considero que existen tradiciones que
sobrepasan la vida humana y violan en absoluto los derechos de los humanos
pues no solo lastima físicamente a estas niñas, sino también las daña
psicológicamente, las priva de su sexualidad y las convierte en un “objeto” de
reproducción y placer para los hombres, lo cual me hace molestar.

Esta práctica puede poner en riesgo la vida de aquellas niñas que son
sometidas de manera obligatoria a este culto, además si estas mismas llegasen
a tener un embarazo, sería doblemente peligroso: primero por ellas y después
por el bebé.

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Después de leer e informarme descubrí que la mutilación de genitales
femenina no lleva ninguna “ventaja” o tiene algún “beneficio” médico, al
contrario, son más los puntos en contra que existen, mismos que anteriormente
mencioné (hemorragias, riesgo de vida, infecciones, complicaciones en
embarazos, etc). La causa por la que se realiza esta práctica es por tradición
religiosa y sociocultural.

Considero que el mayor peso de esta tradición más allá del físico es el
psicológico, pues al leer algunas citas textuales de testimonios de esta tradición
no pude evitar sentir tristeza, rabia y mi piel erizada. Lo más difícil de procesar
es que las niñas que atraviesan por esta tradición no saben siquiera qué es lo
que están realizando con sus cuerpos o con qué finalidad, pues lo único que se
les dice es que esto las hace “más puras”, sin embargo, es mucha la
información que difícilmente una niña podría procesar.

Según testimonios, las niñas simplemente ven como sujetan sus piernas y
sangran al mismo tiempo.

Actualmente importantes organizaciones como la UNICEF y la


ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE SALUD buscan el prohibir y penalizar estas
mutilaciones con el fin de proteger los derechos de estas mujeres y niñas que
son obligadas a dicho proceso cultural y el concientizar a los demás países
sobre el impacto que tiene esta actividad.

La mutilación genital femenina me parece un acto violento disfrazado de


celebración, que, aunque como menciono, respeto las tradiciones ajenas a mi
cultura, no estoy de acuerdo precisamente con esta celebración.

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Considero deshumanizante el mutilar a bebés, niñas y jóvenes sin siquiera
utilizar un equipo quirúrgico que salvaguarde la salud de estas, pues con base
a lo obtenido en mi investigación resulta que este tipo de mutilación de realiza
con aquellas navajas que vemos comúnmente en una ferretería y que en
ocasiones estas son utilizadas al mismo tiempo para realizar la práctica a las
demás niñas. Probablemente no se utilice siquiera algún tipo de anestesia o
medicamento que evite el dolor o reduzca los riesgos de infección.

Privar a la mujer de llevar una vida y sexualidad plena es a su vez violencia


no solo física sino también de género, pues el quitar el derecho de una
sexualidad y convertirlas en un medio de fertilidad es un acto machista ya que
se piensa únicamente en el placer masculino y su deseo de convertir madre a
una mujer o “amarrarlas” a ellos.

Desearía que esta tradición desapareciera por completo y de no ser así por
motivos de ideologías al menos se pudiera brindar la atención médica, los
establecimientos seguros e higiénicos que todo ser humano merece recibir

Agradezco a la Unidad de Aprendizaje el permitirnos indagar y analizar más


a fondo las situaciones sociales que suceden y que normalmente no vemos o
decidimos ignorar, pues gracias a esta actividad y otras que hemos realizado
he cambiado un poco mi perspectiva hacia las cosas y he tomado consciencia
del impacto que tiene cada una de las problemáticas a corto, mediano y largo
plazo, socialmente hablando.

Referencias.

1- UNICEF.(2016). Female Genital Mutilation/Cutting: A Global Concern


Recuperado el 26 de noviembre de 2019 de:

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https://www.unicef.org/media/files/FGMC_2016_brochure_final_UNICEF
_SPREAD.pdf

2- LÓPEZ, A. (2018). Mutilación genital femenina: la salvaje tradición de


cortar el clítoris a niñas que debe terminar. Recuperado el 26 de
noviembre de 2019 de: https://culturacolectiva.com/historia/mutilacion-
genital-femenina-datos-que-debes-saber

3- ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. (2018). Mutilación genital


femenina. Recuperado el 26 de noviembre de:
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/female-genital-
mutilation

4- ONTÍVEROS, E. (2019). Mutilación genital femenina: qué es y en


qué países se practica. Recuperado el 26 de noviembre de:
https://www.bbc.com/mundo/noticias-47133238

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