La vocación es un llamamiento que Dios hace oír al hombre que ha
escogido y al que destina a una obra particular en su designio de salvación y en el destino de su pueblo. La vocación es un llamamiento personal dirigido a la conciencia más profunda del individuo y que modifica radicalmente su existencia, no sólo en sus condiciones exteriores, sino hasta en el corazón, haciendo de él otro hombre. Y si hay “muchos llamados, pero pocos elegidos”, se debe a que la invitación al reino es un llamamiento personal al que algunos permanecen sordos (Mt 22,1-4)
Miremos algunas vocaciones que las sagradas escrituras nos
presentan:
1. Jesús llama a un pecador: Mateo
ILUMINACIÓN BÍBLICA Al irse de ahí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, cobrador de impuestos, sentado ante su mesa, y le dijo: "Ven". Mateo, levantándose, lo siguió" (Mt 9, 9) MEDITEMOS Al decir "Ven", Cristo, desbarata la vida de Mateo. Hasta ese momento había sido una vida tranquila, cómoda, la vida de un hombre sentado en su despacho. Más de pronto es arrojado a una aventura. Felizmente Mateo acepta de inmediato. Consiente en cambiar de vida. RETO ¿Quiero dejar que Jesús trasformar mi vida? ¿Tengo identificado que tiene que desbaratar Dios en mi vida? 2. Una vocación en la confianza: ISAÍAS ILUMINACION BIBLICA Y dije: "¡Ay de mí, que estoy perdido, pues soy un hombre de labios impuros, y entre un pueblo de labios impuros habito: que al rey Yahveh Sebaot han visto mis ojos!" Entonces voló hacia mí uno de los serafines con una brasa en la mano, que con las tenazas había tomado de sobre el altar, y tocó mi boca y dijo: "He aquí que esto ha tocado tus labios: se ha retirado tu culpa, tu pecado está expiado. "Y percibí la voz del Señor que decía: "¿A quién enviaré? ¿y quién irá de parte nuestra?” Dije: "Heme aquí: envíame." (Isaías 6,5-8) MEDITEMOS El señor sigue llamando a muchos hombres, que deseen caminar en su presencia y llevar el mensaje de su palabra a toda la humanidad, hoy más que nunca, quien desee seguir al Señor tiene que fijar su mirada en Él, especialmente en el misterio de la eucaristía. Dios nos asiste con su gracia y nos perdona nuestros pecados, para que podamos con valentía llevar esperanza al mundo que tanto la necesita. RETO Compartiré con mi familia esta semana algunas meditaciones de la palabra de Dios. Escucharé atentamente la santa eucaristía por radio o por televisión
Recuerda que, en estos tiempos de crisis, nosotros hombres de
Fe oramos al buen Dios para que nunca nos abandone. #Yosoyresponsableymecuido.