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Capítulo 1: Derechos de nacimiento.

Cuando escuchamos la palabra catalizador, normalmente lo primero en que pensamos es un


químico. Pero para mí un catalizador es una persona que altera las relaciones humanas, ¿qué porque
llegue a esa conclusión? Es muy sencillo verlo cuando todo lo que recuerdas de tu vida es haberla
vivido dentro de un orfanato, familias llegan buscando adoptar; ¿las razones? Suelen ser muy
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diversas: desde que no pueden tener bebes propios, hasta que necesitan realizar un bien por alguien
más, pasando por un arcoíris de razones que tocan todos los ámbitos. Pero el motivo final siempre
es el mismo: buscan cambiar las vidas propias y la de alguien más, así que por eso para mí el
catalizador no es más que una persona que modifica la vida de otras personas.
Desgraciadamente al igual que esas sustancias químicas llamadas catalizadores las personas
que desempeñan esta misma función tienen una fecha de caducidad. Normalmente cuando las
familias quieren solo quieren a los bebes más pequeños porque si no “no sentirían que es de ellos”,
o algunas familias muy rara vez se llevan a los niños un poco más crecidos “para evitar la etapa de
los pañales”. ¿Quién soy yo? Disculpen mis malos modales, mi nombre es Drake, ¿el apellido?
Supongo que es una de esas tantas cosas a las que me quitaron el derecho cuando me abandonaron
en este orfanato hace ya 14 años. Soy un joven de 1.60 metros de altura, mi tez es morena clara,
¿mi nacionalidad? No la sé, pero muchos dicen que tengo rasgos mexicanos. Mi cabello es negro,
largo y descuidado. Creo que lo más sobresaliente son mis ojos verdes esmeralda.
Ahora mismo me encuentro en la ventana del piso superior sentado sobre mi cama en la
habitación de los chicos más grandes, recargado sobre borde de la ventana mientras veo como otra
familia se lleva a uno de los recién llegados. Quisiera llorar, solo una lagrima sería suficiente, pero,
eso sería demasiado egoísta; en vez de eso solo suelto el aire que he estado conteniendo toda la
mañana en forma de un suspiro.
– ¿Sabes? Hay personas que dicen que el suspiro no es más que aire que nos sobra por alguien
qué nos falta – Escucho una voz ya muy conocida para mí, se trata de Luke, el psicólogo del orfanato,
Aunque los últimos años le veo más como un amigo que como un trabajador – ¿Quién te falta? –
sonríe a lo lejos acercándose poco a poco.
– Si en serio tienes que preguntar eso, me temo mi amigo que las sesiones no han servido
para nada – Sonrió en un fallido intento de que no note la tristeza en mi cara.
– Sé que es difícil para los de tu edad estar aún aquí – Luke baja la mirada atreves de la ventana
al ver como se aleja el auto que acaba de salir a toda velocidad por la calle empinada que lleva hasta
nuestro orfanato – Pero… tengo buenas noticias – Comenta tratando de parecer despreocupado
mientras me pasa un chocolate.
Tomo el chocolate, más por gula que por hambre, mientras me levanto de mi posición en un
movimiento más perezoso que torpe. Pero que al final hace que tropiece sobre mi capa y termine
sentado sobre la cabecera.
– Buenas noticias, ¿acaso alguna otra pareja quiere intentar conocerme para al final
abandonar el proceso al final por qué encontraron un bebe con más afinidad para ellos? – Suelto
como si Luke fuer el culpable de todo.
Luke me voltea a ver con una mirada de preocupación más que de enojo o reclamo. Mientras
se levanta con mucho más cuidado que yo y se sienta en la cama enfrente de la mía mientras cruza
la pierna.
– Sé que es difícil – Lanza un largo suspiro, claro indicador que tendremos una larga charla
por delante – Pero muchas veces la vida nos tiene preparado algo mejor y no podemos verlo a la
distancia, solo hasta que lleguemos ahí podremos notarlo.
– Aun así… – Comienzo mi defensa mientras recojo las piernas para abrazarme a ellas en un 2

intento de esconder mi vergüenza y mi cara – No es justo, ¿por qué…? – Intento continuar, pero una
multitud de sentimientos de agrupan en mi garganta, cerrándola por completo. Solo puedo llorar,
una lagrima cae, luego otra, y así sucesivamente hasta que mi rostro esta empapado por completo.
Luke como otras veces no encuentra las palabras para consolarme, así que solo se acerca a
mí y me abraza, no emite algún sonido pues él sabe que es una de esas ocasiones en que solo
necesito desahogarme.
Al final me calmo, aunque no sé si es por cansancio o porque ya no quiero estar triste.
– ¿Ahora sí puedo hablar…? – Escucho que dice con su voz más tranquilizadora, lo único que
puedo hacer es dejar que me consuele – A veces las oportunidades llegan disfrazadas de problemas,
por ejemplo: ¿sabías que este es mi último día trabajando aquí? – Al escuchar estas palabras mi
corazón se detiene, Luke es el único amigo que tengo aquí y perderlo sería perder lo único bueno
que tengo.
– Fe… felicidades – Intento sonar lo más feliz que puedo por él, sin embargo, el miedo de
quedarme solo me lo impide y mi voz de quiebra un poco.
– ¿Qué pasa ¿No estas feliz por mí? – Escucho lo que Luke me dice, pero mi cerebro no puede
registrarlo ni procesarlo, lo único que sabe es que estoy perdiendo al único amigo que tengo aquí.
Lo único que quiero es salir corriendo y dejar todo atrás, a Luke, al orfanato y a mi vida, pero ¿y
luego qué? En ese instante recuerdo que no tengo a donde ir y este sentimiento de soledad se
profundiza aún más – ¿Sabes? Al principio me negaba a dejar este puesto, porque no quería dejarte.
Pero después me di cuenta que si no trabajaba más para el estado entonces podría adoptarte – Esta
última palabra resonó en mis oídos como si resonara en un agujero en el que había estado viviendo
hasta ahora.
– ¿Qu… Qué… Qué dijiste? – Levante la mirada para buscar la mirada de Luke y encontré su
rostro sonriente.
– Siempre he estado para ti y tú has estado aquí cuando te he necesitado – Luke profundiza
aún más su sonrisa – No sería justo que te dejara ahora en esta nueva etapa de mi vida ¿verdad? –
Sigo sin creerlo, Luke me quiere adoptar, es lo más increíble que me ha pasado – Sin embargo –
Trato de concentrar mi atención en Luke está hablando de algo y es importante – Debes saber que
a pesar de que trabajé para el estado no va a ser algo fácil, debido a que no estoy casado, tendré
que pedir algunos favores – Luke sonríe y alborota un poco mi cabello con su mano derecha – Así
que antes de empezar quería preguntarte ¿quisieras ser mi hijo? – Aun no salgo de mi estupefacción,
sigo procesando la información, lo único que puedo hacer abrazarlo.
– ¡Si! ¡SI! ¡Claro que sí! – Digo tratando inútilmente de parecer calmado – Eres el adulto más
genial que conozca y siempre te preocupas por mí – Bajo la mirada intentando no llorar, pero ahora
de felicidad.
– Entonces mañana a primera hora empezare con el papeleo – Luke sonríe mientras se levanta
y se zafa de mi abrazo – Por ahora me tengo que retirar tengo que juntar algunos papeles. ¿Nos
vemos mañana enano? – Mientras se levanta puedo ver como sonríe.
Me acerco de nuevo a la venta para despedir a Luke, pero esta vez va hablando al celular no
voltea a verme, por un momento dudo que regrese, pero es Luke y confió en él. Esta noche dudo
poder dormir.
Me levanto y camino la puerta del cuarto compartido, pensando en el abanico de 3

sentimientos que acabo de tener. Suspiro un poco mientras volteo a ver hacia el horizonte y veo
como se empieza a ocultar el sol.
Mientras bajo las escaleras para ir por un vaso de agua recuerdo las interminables sesiones
de terapia en las que Luke intentaba ayudarme cuando me sentía mal por mi situación. Tengo
cuidado al bajar los escalones uno a uno.
Mi mente inevitablemente se dispersa en varios sueños mientras bajo, el primero de ellos:
¿Cómo será la casa de Luke?, mientras imagino el sofá blanco frente a una pantalla no demasiado
grande; mi mente pasa a la cocina donde veo un pequeño bol con fruta. Una pregunta invade mi
mente ¿tendré mi propio cuarto?, al imaginarlo solo alcanzo a sonreír un poco.
Mientras bajo a la cocina escucho voces que me sacan de mi ensoñación. Al parecer dos de
los encargados del orfanato se encuentran platicando en la cocina e inevitablemente escucho mi
nombre en la conversación.
– ¿Entonces es cierto el rumor que Luke adoptara a Drake? – Escucho a quien se supone
debería cuidarnos.
– Así es, ¿puedes creerlo? Va a adoptar a ese irresponsable – No reconozco la segunda voz,
pero evito que escuchen mis pasos al bajar, para posteriormente posicionarme en una de las
entradas de la cocina – Lo más impresionante es que Luke consiguió ayuda de alguna forma para
poder realizar el trámite lo más rápido posible, el mismo gobernador llamo en persona a la persona
encargada de las adopciones para que lo hiciera posible, sinceramente creo que si Luke quiere
adoptar creo que debería llevarse a alguno de los pequeños, no una semilla podrida – sigo
escuchando mientras mi corazón pasa de estar a un acelerado paso a una calma mientras pienso en
lo que escuche.
Yo tal vez no he sido el mejor estudiante y he tenido algunas riñas, pero ¿en realidad es lo
que piensan de mí? Me recargo contra la pared que da a la cocina mientras dejo que mi cuerpo y mi
estima bajen al piso. Levanto la mirada al techo mientras dejo de escuchar la conversación en la
cocina y pienso si en realidad esto será lo mejor para Luke. Es decir, es algo por lo que mataría que
Luke fuera mi familia, pero ¿qué hay si tengo algún problema en la nueva escuela? Es inevitable
pensar en que tengo que dar lo mejor de mí para merecer llamar a Luke “papá”.
Capítulo 2: Obligaciones.
Abro los ojos y volteo a ver al pedazo de cielo que se alcanza a vislumbrar desde mi cuarto.
Me encuentro totalmente desorientado, lo primero que ubico es mi maleta. Es ahí cuando recuerdo
que me encuentro fuera de casa. Me levanto y me estiro para poder quitarme la pesadumbre de
encima. Mi cuarto es un cuarto grande, una suite para ser exactos, la cama se encuentra posicionada
al centro, y a la derecha de la cama esta un ventanal gigante que deja ver la mayoría de la ciudad de
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New York, en el lado contrario del ventanal se encuentran unos armarios negros, sencillos y
elegantes. Tal vez debería cambiar mi cuarto y poner algo más simplista.
Camino hacia el closet para tomar algo de la ropa que compre el día de ayer, ¿qué compre?
Más bien que me compraron el día de ayer. Como siempre todo es elegante casi lúgubre. Suelto un
suspiro. Tomo una camisa blanca de manga corta que me compraron esta semana.
Por un minuto dudo ¿pantalón de vestir? Creo que hoy no, opto por desafiar la orden que mi
madre me dio y me pongo un pantalón de mezclilla. Mientras termino de abrochar el pantalón me
acerco al ventanal analizando cada aspecto que ese cuadro de la ciudad de New York me presenta,
debo admitirlo, tiene su hermosura sobre todo al amanecer o al anochecer. Sin embargo, no hay
nada como despertar con el sonido de las olas y ese aroma a océano. Si, nunca pensé que me sentiría
nostálgico por mi hogar, pero heme aquí en la gran manzana después de un verano acompañando
a mis padres a hacer negocios.
Estiro la mano para tocar el vidrio del ventanal. Aunque se supone que eran mis vacaciones
de verano no tuve un solo día para poder hacer lo que me gustaba. Es extraño como a veces uno
puede tener todas las cosas materiales que quiera, pero eso te quita otras cosas.
– ¡Logan! Tu padre nos está esperando, no olvides empacar todo que ahora regresamos a Los
Ángeles – Escucho a mi madre gritarme desde la puerta de mi suite.
– Si madre, en un momento bajare. Te veo en el restaurant para desayunar – Termino
mientras volteo para dar una última vista a la gran manzana.
Termino de vestirme, me pongo unos tenis negros. Poco a poco me levanto disfrutando del
poco tiempo que obtuve a solas. Mientras me acerco al closet para abrir la puerta que tiene el espejo
pienso en lo cómodo que es caminar con tenis, a mi casi todo el tiempo: en casa, en la escuela y en
eventos públicos se me pide respetar el código de vestimenta de gala. Me peino casualmente.
Mientras voy bajando en el elevador no puedo evitar sentir que falta muy poco para regresar
a la rutina, me recargo sobre la pared frontal de la puerta y volteo a ver el techo del elevador.
Mientras hago un repaso de toda la lista de deberes que tengo por hacer: el equipo de futbol, la
preparatoria, el comité de alumnos, y así puedo continuar todo el camino del elevador. Ante tal
presión solo puedo aflojar el botón superior de mi camisa de vestir.
– Buenas noches joven Griffin, ¿descansó? – Me saluda una chica de algunos 17 años, al
parecer es empleada del hotel – Su madre lo está esperando – Me indica con una sonrisa que intenta
parecer amable, pero atrás de esa mascara puedo notar ese brillo de flirteo. Solo atino a asentir e
inmediatamente la ignoro olímpicamente.
Es cansado tener que estar lidiando con todas estas situaciones diariamente, el hecho de
pertenecer a mi familia ya es suficiente para llamar la atención, una atención que no deseo, por
cierto, pero cuando una de las revistas juveniles de esas que leen las chicas de esa edad te declara
como uno de los futuros esposos prospecto la situación se vuelve insoportable.
Sigo caminando por el restaurant buscando a mi madre, debo admitirlo en realidad se
esforzaron en decorar todo el hotel. En el camino paso por una pequeña fuente pegada a una de las
paredes, el agua cae grácilmente, pero en silencio, casi como si estuviera acariciando las rocas de la
fuente. En esa misma pared a los lados de la fuente se encuentran unas enredaderas pegadas a la
pared y sobre estas una diversidad de flores de todos los estilos y colores. 5

Las mesas se encuentran distribuidas para 2, 4, 8 y 16 comensales, cada una a distancia


apropiada de la otra para poder platicar con tus invitados sin ser interrumpidos. Para rematar al
fondo se ve un ventanal que abarca dos de las paredes que dan a la calle. El hotel se encuentra cerca
del Museo Nacional del Indio Americano por lo que en la calle se ve algo cargada de gente yendo y
viniendo. Al final después de estar viendo a la gente en la calle llego con mi madre.
– Buenos días madre, ¿Cómo dormiste anoche? – Saludo mientras retiro una silla para
sentarme enfrente de ella.
– Buenos días Logan, dormí bien gracias ¿y tú? – Sigo viendo a la calle, ¿por qué? Simplemente
no lo sé – ¿Logan ¿Estas bien? – Intenta llamar mi atención mientras pasa su mano frente a mi
mirada.
– Eh... Si, bien, perdón – Logro enfocar mi mirada en ella, pero mi pensamiento es otra cosa
– Es solo que estaba pensando que no pude ver mucho de la ciudad.
– Logan... Yo sé que tu esperabas poder turistear, pero tu padre contaba con nosotros para
los eventos en las embajadas – Escucho que habla, capto las palabras, pero en realidad no me
importa y solo suspiro y volteo a ver hacia la calle de nuevo – Por cierto ¿qué es esa ropa? Tanta
ropa tan bonita que compramos en la semana y optas por ponerte unos pantalones casi
desgastados... – Mi madre sigue hablando sobre la ropa, pero no me interesa y solo ordeno para
desayunar un omelet y un jugo de naranja, intento centrar mi atención, pero solo quisiera poder ser
yo sin tener ningún “pero” por delante.
Después del desayuno en el que mi madre solo hablaba sobre sus amigas y sus próximos
eventos sociales nos preparamos para salir al encuentro de mi padre, así ella se levanta y va a la
recepción para dar órdenes de que manden nuestro equipaje al aeropuerto directamente.
Se acerca a mí la chica que me recibió a la salida del ascensor internamente solo volteo los
ojos esperando que solo venga por los platos sucios, pero me equivocó. Veo que llega y me sonríe.
– Espero que todo haya sido de su agrado joven Griffin – Dice mientras sonríe, tal vez me
equivoque, tal vez solo quiere hacer su trabajo – Mi nombre es Jen, y estoy para servirle – Y se queda
ahí, parada, sonriéndome.
– Si... gracias... – Digo totalmente sin ganas y me levanto, veo de reojo hacia atrás cuando me
retiro y veo que Jen sigue ahí parada.
Sigo caminando y cuando hay suficiente distancia parece ser que ella comprende y se pone a
levantar los platos de la meza. Llego a la puerta y espero a mi madre, mientras el encargado del
hotel da la orden para que traigan la limosina. Me recargo sobre uno de los pilares del vestíbulo y
volteo al techo de nuevo, por lo general prefiero no ver a las personas a los ojos. ¿Por qué? Porque
no soporto los tipos de mirada que me dan, algunos de asombro, otros de admiración, y así podría
seguir nombrando varios tipos de mirada que molestan. Es extraño, me miran como si fuera algo
excepcional cuando realmente no he hecho nada en mi vida, solo soy un estudiante de segundo año
de preparatoria y capitán del equipo de futbol. Es más, ni siquiera mis calificaciones son algo
excepcional soy alguien estándar lo único que cambia en mi es el dinero. A veces quisiera no tenerlo.
– Logan, por favor la postura. Y te dije que te fajaras – Escucho mi madre hablar entre cada
uno de los taconazos que da con sus zapatos al piso de mármol pulido.
– Madre, por favor, solo hoy... no – Digo de manera suplicante, pero con la mirada decidida.
Mi madre dice que herede esa mirada de mi abuelo, esa mirada que indica que no cederé ante nada, 6

fuerte como el hierro y encendida como fogata. Aunque debo admitir que no suelo utilizarla y menos
con mis padres, pero solo hoy quiero disfrutar mis vacaciones.
Mi madre me analiza por algunos segundos para al final asentir con la cabeza.
– Solo hoy – Susurra por lo bajo mientras avanza frente a mí – Vamos la limosina ya se
encuentra aquí – Al final avanza por la puerta que uno de los empleados abre para ella.
Salgo atrás de ella y por primera vez en el día puedo sentir un poco del viento que corre en la
ciudad, me paro por un minuto para sentir el viento. Oigo un carraspeo, que proviene de mi madre,
que ya me espera en la limosina.
Sin pensarlo más subo a la limosina y el empleado del hotel cierra la puerta. En cuanto el auto
estuvo cerrado el conductor prendió el motor de la limosina para echarla a andar y así empezamos
a ir por la ciudad de New York.
– Iremos primero por tu hermano – Mi madre viene revisando su celular.
– Pensé qué andaría con padre – Yo por mi parte vengo viendo las afueras sin muchas ganas,
siendo sinceros si me dieran a elegir entre ir a este último evento o irme directamente al aeropuerto
con las maletas hubiera elegido la segunda opción.
– Andaban en un centro comercial y tu hermano quisco comprar algunas cosas, el asistente
de tu padre se quedó con el – Dice como si nada.
El resto del trayecto fue muy silencioso. En otra situación me hubiera quejado, pero en la
actual me dio la oportunidad para dormitar y no pensar demasiado.
Capítulo 3: Cambios.
Han pasado dos semanas desde que Luke inicio el proceso, y anoche me dijeron que debería
prepararme porque hoy daría finalización por lo tanto ahora podre ir con Luke. Dos días antes el
hablo conmigo por teléfono disculpándose por no haber podido venir en la última semana, dijo que
estaba preparando la mudanza. Después de todo imagino que no debe ser fácil mudar toda una vida
de New York a Los Ángeles. Lo único que se de esta ciudad es que se encuentra ubicada dentro del
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estado de California.
De repente escucho como se acerca un coche y se estaciona abajo. Observo a través de la
ventana del dormitorio común y veo que el coche tiene placas de California. Después de algunos
minutos veo que baja Luke, e inmediatamente sube la mirada a la ventana y me saluda
efusivamente.
Arreglo la poca ropa que tengo una pequeña mochila. Mientras bajo los escalones volteo a
ver la gran puerta de entrada, donde sé que se encuentra Luke parado en ella y me recibe con una
gran sonrisa. Él se acerca un poco a mi mientras me muestra un papel con una gran sonrisa.
– Hola joven Drake Evanson – Dice Luke. Mientras pronuncia mi nombre junto con su apellido
tengo sentimientos encontrados: por un lado, me siento feliz al fin podre tener una familia, pero
¿podre ser digno de ser llamado su hijo? – Su padre ha llegado para llevarlo a casa – Termina la
sentencia mientras me pasa el documento que comprueba que al fin puedo tener un apellido.
– ¿Es en serio? – Mi tono de voz empieza bajo, como tratando de no romper un sueño –
¿Tengo apellido? – Tomo con cuidado el papel como si se tratara de una hoja de cristal.
– ¡Es en serio! – Luke sonríe – No me digas, pensaste que no vendría por ti – Mientras dice
eso me alborota el cabello con su mano izquierda mientras con la derecha toma la mochila – Anda
despídete de todos y sube al coche, que nos espera un largo camino, iré a despedirme de la directora
– dice mientras camina hacia la oficina principal.
Volteo para despedirme, pero en realidad no quiero decir adiós. ¿Por qué decir adiós a un
lugar en el que nunca quisiste estar ¿Por qué desear buena vida a personas que nunca te quisieron
ahí? Bajo la cabeza un poco ante las personas incrédulas que no creen que por fin me valla a ir de
ese lugar.
– Gracias por todo – Levanto la mano con desgana. A pesar de mis ganas de querer salir
corriendo y subirme al automóvil de Luke mantengo mi paso firme, tratando de ser lo más normal
posible en esta escena.
Llego al auto y lo miro por un segundo, hasta ahora nunca había reparado en cómo era el auto
siempre pensé que era negro, pero ahora que lo miraba con más detenimiento es un azul marino,
mientras doy una vuelta al coche veo unas letras que supongo son el modelo. No presto mucha
atención, y doy una vuelta obligándome a ver el coche. No quiero voltear a ver el orfanato. Solo
quiero salir de ahí y olvidar ese tiempo en que se podría decir que no existí.
Cierro mis ojos mientras apoyo mi espalda contra la puerta del asiento de copiloto, siento
como la suave brisa empieza a soplar y mi boca se tuerce en una mueca parecida a una sonrisa.
Nunca me había detenido a pensar en esas pequeñas sensaciones que te permiten olvidar todo lo
que pesa en tu existencia.
No sé cuánto tiempo pase con los ojos cerrados cuando oigo la puerta del orfanato abrir y
cerrarse unos segundos después, abro un poco el ojo derecho buscando el origen del sonido y
efectivamente puedo ver una sombra que se acerca lentamente, cuando llega enfrente mío cesa su
movimiento y de repente siento como una mano me alborota el cabello.
– Vamos… es hora de emprender el viaje – Abro los ojos para ver como Luke da vuelta al coche
para abrir la puerta del piloto.
Me quedo callado pues no sé qué decir. ¿Se supone que debería decir gracias? Mientras ese 8

pensamiento cruza mi mente escucho como bota el seguro del asiento del copiloto, me levanto de
mi posición de reposo y mi mano no responde ante la orden de abrir la puerta. Desde dentro veo
como Luke me sonríe mientras abre el mismo la puerta.
– ¿Ahora me vas a decir que no quieres venir? – Alcanzo a escuchar cuando empiezo a entrar
en el coche.
Me volteo un poco indeciso, tomo un largo suspiro. ¿Sabes? Es curioso muchas veces uno
desea que su vida cambie con toda su alma, pero cuando llega el momento es inevitable sentir ese
miedo. En algún lugar leí que el miedo es bueno, porque es lo que nos permite seguir con vida. ¿Pero
qué es lo que va a pasar después? Esa incógnita es la principal razón para que nos paralice el miedo.
– Estoy listo Luke – Sonrió con todas mis fuerzas hacia el haciendo del conductor. Pero veo
que en la mirada de Luke algo está mal. Intuitivamente bajo la mirada.
– Entonces es momento de irnos – Solo alcanzo a ver la mano derecha de papá que prende el
motor y después se levanta para tomar el volante.
Mientras avanzamos por la carretera, volteo por la ventana del copiloto viendo como
empezamos a tomar el carril central, por un minuto volteo a ver a Luke, y veo como sonríe. En este
momento hay tantas dudas en mi cabeza que quisiera preguntarle, y justo cuando pienso como
plantear la duda más grande siento que el auto toma una desviación. Mientras veo como el letrero
de salida de la ciudad queda lejos volteo a ver Luke.
– ¿Qué pasa? Pensé que saldríamos hacia California – Luke me sonríe, mientras abre la
guantera.
– Mira esto, ¿en serio creías que nos iríamos todo el camino por autopista? – Sentencia
mientras saca del compartimento dos hojas media carta de papel. Las observo por un minuto y son
boletos de avión. – Sería un tiempo muy largo, y tu entras a clases en tres semanas. Quiero que te
acostumbres a moverte en la ciudad, lo cual me recuerda – La mano derecha la pasa al asiento
trasero y alcanza algo, parecido a una caja. Me lo pasa, y cuando le doy la vuelta puedo ver
efectivamente que se trata de una caja, de un celular.
– ¿Qué…? – Intento exclamar una palabra al ver que no es cualquier celular, se trata de un
iPhone, la versión más reciente. Casi puedo oler el recién ensamblaje.
– ¡Lenguaje! – Dice con una expresión divertida mientras ve mi asombro – Si, lo sé, ¿increíble
no? Pero jovencito hay reglas: siempre lo tendrás cargado, cuando vayas a llegar tarde a casa espero
un mensaje diciendo hora de llega y razón, para terminar la última regla es nunca apagues el GPS –
Me dice mientras con las manos realiza algunas maniobras para entrar en el aeropuerto.
Mis manos instintivamente sacan el teléfono de su envoltorio. Y lo veo, es hermoso, brillante
y simplemente limpio. Volteo a ver literalmente con la boca abierta.
– Yo… No era necesario… – Digo mientras analizo el rostro de Luke un poco y otro poco el
celular.
– Muy bien, ese discurso suena muy bien – Dice Luke sonriendo, mientras se estaciona – Pero
ahora… lo que realmente quiero oír es lo que piensas.
– ¿Puedo abrirlo y encenderlo? – Digo mientras mi sonrisa se ensancha lo más que puede.
– Jajaja entonces supongo que te gusto – Mientras hace una pregunta implícita solo atino a
sonreír y asentir con la cabeza. – Vamos enano, préndelo que para eso se compró, para ser usado. 9

Una vez que estamos estacionados Luke sale del coche y marca desde su celular. Empieza a
hablar con alguien mientras observo el celular que me acaba de regalar. Yo solo quería mi propia
cama y mi propia ropa, esto es algo que jamás hubiera pensado.
Mientras Luke sigue hablando abre el maletero y saca tres maletas y una mochila. Las maletas
las pone en la acera y la mochila me la pasa, me le quedo viendo un minuto y toma un segundo de
su llamada para susurrarme “es mejor la nueva, deja lo viejo atrás”. Escucho lo que me dice mientras
veo la mochila, lo analizo un minuto y no creo que se refiera solo a la mochila.
Me siento cerca de las maletas mientras veo lo que tengo en mi mochila vieja. Es irónico como
a veces las cosas que has acumulado puede reflejar la vida que has llevado, los seis cambios de ropa
que tengo fueron donados al orfanato. Aparte de la ropa solo traigo algunos dulces que pude
comprar con el poco dinero que ganaba en el centro comercial embolsando las compras.
Oigo que Luke cuelga. Levanto la mirada de la mochila y la dirijo hacia él.
– ¿Entonces Drake ¿Qué quieres llevarte? – Dice viéndome. Volteo a ver el interior de la
mochila una vez más e intento sacar los dulces – ¡Ah no señor demasiado dulce! Si no tienes nada
de valor sentimental tal vez lo mejor sea dejar atrás todo – Me voltea a ver indagando en mi forma
de actuar.
– Tienes razón Luke, lo mejor será dejar el pasado atrás – Digo levantándome con toda la
mochila y me acercó a un bote de basura. ¡Diablos a veces es tan difícil deshacerse del pasado,
aunque no sea precisamente feliz! Lo analizo un momento y pienso en por qué es esto tal vez sea
por qué es lo único que he conocido. Suspiro un minuto, ahora tengo una nueva vida, y con ese
pensamiento tiro en definitiva todo lo que contenía la mochila con todo y mochila.
Luke me ve desde donde están las maletas y le sonrió. Me acerco para poder hablar con él.
– ¿Y qué pasa? – Digo volteando a ver las maletas.
– Tenemos que esperar que vengan por el coche – Sonríe mientras se sienta en el filo de la
banqueta.
Lo volteo a ver confundido. No comprendo lo que pasa, pensé que el coche era rentado o algo
parecido. Él sonríe al ver mi cara.
– Has las preguntas que debas hacer – Me indica mientras se recarga sobre sus dos manos.
– ¿iPhone ¿El carro es tuyo ¿Boletos de avión? – Digo aún sin saber bien como plantear la
pregunta.
– No te olvides del colegio particular – Comenta despreocupadamente mientras mira al cielo.
– ¿Entonces...? – Sigo buscando una respuesta, pero como siempre solo me sonríe – ¡Vamos
Luke! ¿Qué es lo que pasa? – Expongo intentando no sonar exasperado.
– De acuerdo, de acuerdo. Veras mi nombre es Luke Evanson – Comenta mientras me voltea
a ver.
– Lo sé, ¿recuerdas qué me acabas de dar tu apellido? – Contesto de forma ya exasperada.
– Mi familia es algo así como rica – Comienza con las respuestas qué yo buscaba – La idea
original era seguir fuera del radar de mi familia, pero... las cosas no resultaron como yo lo deseaba,
y mi padre supo que regresaría a la ciudad – Señala para después tomar un largo suspiro.
– ... – Intento asimilar la información qué me está dando Luke.
– Ahora mi padre quiere que entré en la dirección de un colegio, es parte de las empresas de
la familia y pues... – Empieza a decir mientras me observa esperando una reacción mía. 10

Voy procesando poco a poco, intento imaginar la familia de Luke y de repente una duda asalta
mi mente.
– ¿... y tu familia sabe de mí? – Digo volteando a ver mis tenis como si fuera lo más interesante
que he visto en mi vida.
– ¡Claro! De hecho – Dice mientras hace su característico movimiento con la mano derecha
para despeinarme – Le dije a mi padre que para que me integrara a la escuela tenía que aceptarte.
Eso sí fue un impacto para mí. Volteo a verlo con gran sorpresa y lo denota en mis ojos.
– Te lo dije antes ¿no? – Comenta mientras levanta la mano derecha en forma de puño –
Ahora somos un equipo – Termina sonriendo.
Levanto lentamente mi mano derecha y formo un puño para después lentamente chocarlo
contra el que tengo enfrente.
– Luke tu vida parece demasiado – Mientras él me observa – No sé si yo merezco tanto, solo
quiero una cama y una oportunidad para salir adelante.
– ¿Sabes por qué te elegí a ti? – Salen las palabras seriamente de su boca, lo observo y pongo
atención. Cuando Luke utiliza tanta seriedad es porque quiere que entienda algo.
– No – Contesto poniéndome serio también – De hecho, es algo que me he preguntado todo
el día.
– Yo sé que algunas veces te has metido en problemas – Con su comentario me hace recordar
las múltiples peleas que he tenido a lo largo de mi niñez y de mi juventud – Pero también sé que
eres un joven con gran potencial solo necesitas una oportunidad de desarrollarlo.
Es algo interesante como solo una respuesta como esa puede hacerme sentir mejor, y no
dudar sobre la adopción. Gracias a esta platica ahora me siento más seguro de lo que está pasando,
y ahora decido que daré el 1000% de mi para ser merecedor de mi nuevo apellido.
– Gracias Luke – agradezco mientras volteo a verlo y en sus ojos veo un poco de tristeza.
Quiero preguntarle qué pasa, pero en el fondo yo lo sé. Bajo la mirada – ¿Entonces tienes mucha
familia?
– No – Responde mientras voltea a ver hacia el coche – Tenemos mucha familia – Una sonrisa
se asoma por mis labios – Tienes una tía y tres tíos – Calcula mentalmente – Y 10 primos.
Después de que dijo esto y mientras yo veía al horizonte escuchamos como alguien carraspeo
a nuestras espaldas. Cuando volteo veo a un hombre de traje y con un gafete del aeropuerto.
– Buenas tardes señor Evanson, vine a llevarme el coche para poder subirlo al avión – Termina
con una pequeña reverencia a lo que me sorprendo, es decir ¿en serio la familia de Luke es tan
importante?
– Ah si aquí están las llaves – Extiende la mano para pasarle las llaves al trabajador del
aeropuerto – Y esas son las maletas que llevare – Señala las tres maletas.
– ¿Y usted joven? – Me voltea a ver a mí.
– El no lleva equipaje – Luke me voltea a ver y me abraza por los hombros para hacerme
caminar.
Así empezamos a entrar en la terminal de abordaje. Es increíble nunca había pensado dejar
la ciudad y ahora voy en camino a otro estado. Volteo a ver a toda la gente que transita por el lugar,
es algo asombroso; gente de todas las nacionalidades y me quedo totalmente embelesado, escucho
la lejana voz de Luke y al no recibir una respuesta mía me mueve para despertarme de mi 11

ensoñación.
– Perdón ¿qué paso? – Intentando buscar piezas de información sobre lo que me dijo.
– Jajaja ¿quieres comprar algo para el camino? – Sigo la mirada de Luke y veo la cafetería –
Aunque nos servirán la comida en el avión – Me voltea a ver esperando mi respuesta. Aunque lo
único que alcanzo a hacer es poner cara de confusión – Ah ventajas de la primera clase.
– Siendo así tal vez solo un agua – Digo mientras me siento culpable de pedir algo – Es solo
que tengo un poco de sed.
Veo que Luke saca su cartera y saca un billete de $50 para entregármelo. Después cuelgo la
nueva mochila de mi hombro derecho. Entro en la cafetería y busco los refrigeradores con las
bebidas, camino entre los pasillos buscando. Cuando justo enfrente de las galletas veo a alguien
parado.
Es un muchacho parece de mi edad, un poco más alto que yo, de tez muy blanca y cabello
rubio largo hasta el cuello. Trae puesto un pantalón de mezclilla y una camisa blanca de botones.
Bajo la camisa parece tener los músculos bien definidos. Mis ojos se abren como platos ante este
pensamiento. Lo peor de la situación es que parece ser que él blanco de mis pensamientos se
percata de mi análisis visual porque voltea a verme directamente a los ojos.
Solo alcanzo a sentir como el calor se apodera de mis mejillas un momento y trato de desviar
la mirada hacia el piso. Escucho algunos pasos y dentro mi campo visual veo unos tenis negros y
parte de un pantalón de mezclilla, definitivamente es él.
– ¿Ves algo que te guste? – Siento como el calor en mis mejillas incrementa. Levanto la mirada
lentamente para terminar en sus ojos al principio pensé que sus ojos eran negros, pero en un
segundo chequeo puedo determinar que sus ojos son de un extraño azul metálico. Veo que él sonríe
para posteriormente darse la vuelta y girar hacia la derecha.
Me quedo un minuto parado pensando en lo que paso y después recuerdo que tengo que ir
por la bebida para regresar con Luke. Doy media vuelta al verme con pánico de ir derecho y volverme
a encontrar al muchacho de hace algunos momentos.
Después de algunos minutos de búsqueda encuentro las bebidas frías y tras un minuto
analizando los sabores existentes veo la última botella de café frio de cajeta, extiendo mi mano para
tomarlo y justo antes de alcanzarlo choca con la mano de alguien más a mi derecha.
Giro mi cabeza para extender una disculpa y mi boca solo se queda abierta al encontrarse con
la mirada azul cobalto de hace algunos minutos. Vuelve a sonreír, lo cual me parece increíble porque
lo hace con mucha seguridad. Intento retirar mi mano, pero él la toma por la muñeca.
– Hagamos un trato – Dice mientras gira mi brazo hacia atrás y me acerca un poco hacia él –
Yo me quedo con el ultimo café y tú puedes tener esto... – Dice mientras acerca sus labios a los míos,
la distancia entre ambos se va recortando poco a poco hasta que se vuelve nula. Mientras ese beso
se lleva a cabo mi mente tiene muchos pensamientos al mismo tiempo, y esos mismos pensamientos
hacen que cierre mis ojos y me deje llevar.
Es irónico, hasta este punto de mi vida no había pensado en mi sexualidad. Es decir, cuando
vives en un orfanato por tanto tiempo y trabajas lo que puedes para poder llevar un poco mejor tu
vida no tienes tiempo para pensar en esas cosas. Pero aquí y en este momento el sabor que
desprende el beso de este muchacho es algo totalmente nuevo y embriagante.
Cuando siento que se empieza a separar abro los ojos, de regreso a la realidad me doy cuenta 12

que soltó mi brazo y con su brazo derecho me tiene tomado por la cintura mientras que con el
izquierdo tomo mi mejilla.
– ¿Estamos a mano? – Me quedo callado sin saber que decir, lo pienso algunos minutos, pero
mientras mi mente se encuentra procesando, él toma el café helado y da media vuelta mientras se
retira a la caja. Cuando quiero decir algo ya se encuentra demasiado lejos. Al final, confundido, opto
por tomar una bebida de cola.
Volteó a ver hacía la caja y ahí se encuentra el extraño volteando a ambos lados parece que
busca a algo. Decido quedarme atrás de una estantería, y suspiro, es demasiado pronto para
meterme en problemas y no quiero avergonzar a Luke en pleno aeropuerto. Cuando el de ojos azules
parece que deja de buscar eso camina fuera de la cafetería.
Espero unos segundos antes de salir y pagar la bebida que tome. Cuando salgo
inmediatamente busco a Luke. Empiezo a caminar entre los asientos de espera y al final lo ubico al
fondo del salón platicando con alguien. Me acerco lentamente sin intención de interrumpir, pero
escucha mis pasos llegar junto con él y voltea.
– Ah que bueno que llegas Drake, quiero presentarte a unos viejos amigos – Extiende su mano
hacia una pareja un poco más grandes que él mismo – Ellos son los Griffin, son viejos amigos de la
familia: él es Anthony y ella es Gale son esposos – Sonríe viendo a las dos personas que tengo
enfrente.
– Hola mucho gusto – Sonríe la mujer, que a pesar de la opulencia que rodea a su atuendo y
su joyería, lo hace amablemente – Así que tú eres Drake.
– Así que él es el muchacho que adoptaste – El hombre de una faz más dura y estricta – Mucho
gusto – Extiende su mano hacía para dar inicio a un saludo.
Dudo un minuto y volteo a ver a Luke que asiente. Extiendo mi mano y tomo el saludo que se
me ofreció. El señor Griffin al momento de que acepto el saludo voltea a verme mientras asiente.
– Un saludo fuerte, como debe ser – Dice mientras dejamos de saludarnos – Bueno Luke
tenemos que retirarnos Logan nos debe estar buscando.
– ¿Logan vino? Es una pena que no se hayan podido conocer – Voltea a verme y después
regresa su atención a los Griffin – Salúdenlo de mi parte por favor.
– No es necesario posiblemente te veamos después del abordaje – Sonríe la señora Griffin.
Así los Griffin empiezan a caminar y se pierden entre la multitud. Volteo a ver a Luke que ya
adivina la pregunta que hare.
– Son viejos amigos de la familia, hacen negocios con mi padr... con tu abuelo – Corrige
inmediatamente – ¿Y por qué te demoraste tanto? – Y yo solo como respuesta solo puedo volver a
sonrojarme. Es extraño este sentimiento, puede confrontar muchas peleas en la calle, pero nunca
fui bueno confrontando mis propios sentimientos, ni mucho menos controlándolos.
– Había mucha gente en la cafetería – Desvió mi mirada para que Luke no pueda notar mi
sonrojo.
– Ehmmm ya veo – Luke analiza mis rasgos, es algo que no había pensado antes. Tener por
padre un psicólogo, tu psicólogo, esto tiene muchas desventajas e inmediatamente espero alguna
pregunta – Tendremos que esperar unos 20 minutos para que nos dejen abordar –
Sorprendentemente Luke no sigue con el tema.
Luke y yo nos sentamos algo apartados del resto de la multitud. Saco el celular y lo empiezo 13

a analizar.
– ¿Sabes? Creo que sería útil que crearas cuentas de redes sociales – Luke observa mientras
navego en las aplicaciones – Al menos para la escuela – Sonríe mientras volteo a verlo incrédulo, él
sabe que no me gustan esas cosas.
Así destinamos los 20 minutos que nos quedaban antes del abordaje a la creación de perfiles
de redes sociales. Porque según Luke cree que a partir de ahora lo necesitare mucho, cuando
creamos los perfiles lo primero que hago es buscarlo a él para agregarlo.
– Es hora – Advierte Luke un tiempo después de silencio – Vamos o perderemos el avión.
Volteo a verlo y sonrió, guardo el celular y tomo la mochila; que por el momento lo único que
tiene es la bebida de cola.
Empezamos a abordar, y mientras vamos pasando se apodera mi un sentimiento de miedo y
me detengo un segundo, volteo a ver hacía atrás y luego hacía adelante. Luke detiene su paso y me
voltea a ver y lo único que necesito ver es su seguridad cuando mueve su cabeza y dice “vamos”.
No hay vuelta atrás.
Capítulo 4: Mascaras.
Después de pasar por un centro comercial donde mi pequeño hermano compro algunos
gadgets electrónicos tomamos rumbo hacía la sede de la compañía de mi padre en la ciudad, para
después por fin partir hacía casa. Mi hermanó de nombre Milo siempre ha sido muy cercano a mí,
le encanta tener mi atención. Es una versión de mí en miniatura, con menos músculos y un poco
menos deportivo. El por su lado es un poco más intelectual. Me agrada mucho platicar con él, es la
única persona de mi familia con la que me puedo sentir yo. 14

– Mira, mira Logan lo que te compre – Mi hermano me extiende una pequeña caja en la que
viene un reloj de plástico. A lo que volteo a verlo confundido.
– Es un reloj digital que te va a ayudar con tus entrenamientos – Dice totalmente emocionado.
– Milo, sabes que no soy bueno con la tecnología – Le digo pidiendo ayuda que no necesito,
pero a mi pequeño hermano le encanta ayudarme.
– ¡Yo te enseño! – Dice mientras esboza una de sus sonrisas más grandes.
Definitivamente mi pequeño hermano es mi más grande tesoro. Yo tengo 15 años mientras
que él tiene 9 años. Su nacimiento fue algo complicado por un momento el doctor pensó que no lo
lograría, pero todo salió bien y aquí estamos.
Mientras observo como Milo juega con sus nuevos juguetes me limito a observar por la
ventana, intento volver a dormitar como lo hacía hace algunos segundos, pero escuchó la voz de mi
padre tratar de volverme de regresar a la realidad.
– Logan ¿ya preparaste el discurso de bienvenida para los de nuevo ingreso? – Pregunta
mientras me observa insistentemente. ¿Saben? Es una de las razones por las que no quería entrar
a la preparatoria donde me encuentro, mi padre y el director suelen jugar golf dos veces al mes.
– ¿Cómo te enteraste de eso padre? – Digo más por costumbre que en realidad por querer
saberlo.
– Eres el presidente de la sociedad de alumnos es obvio que tu tendrás que dar el discurso de
bienvenida – Dice mientras finge interés volviendo a ver sus reportes financieros.
– Si, supongo... – Digo mientras vuelvo a ver por la ventana después de analizar a mi padre.
Entre los reflejos que puedo observar que mi madre me dedica una mirada dudosa. Creo que
sé lo que viene.
– ¿Y ya invitaste a Natasha a la fiesta de bienvenida? – Comenta casualmente mientras
cuidadosamente mueve su mirada de mi hacia su celular de nuevo, desde que mi madre y sus amigas
tienen celulares inteligentes es su salida favorita para situaciones incomodas.
– Ya te había dicho madre, que no quiero volverla a llevar – Digo mientras aprieto mi puño
con coraje porque sé que me obligaran.
– Hijo es un asunto más allá de querer, muy posiblemente Natasha sea la mejor opción para
una futura boda contigo – Interviene mi padre antes de que pueda hacer nada. Su voz es dura y no
duda un momento lo que está diciendo.
Mi hermano me voltea a ver con una mirada de pésame pues sabe que no soporto a Natasha,
es tan... Glamorosa, su forma de ser tan superior a los demás es algo que no encaja conmigo. Si,
debo aceptarlo algunas veces puedo ser un niño consentido de una familia rica, pero al final no creo
que eso me haga mejor que los demás.
Me recargo sobre el asiento en el que vengo sentado, para cerrar los ojos. Hoy gane mi batalla
llevo el pantalón de mezclilla. La batalla de Natasha aún tengo tres semanas para librarla, por lo que
decido postergarla.
Pasa una hora en silencio dentro de la limosina, en lo que puedo simplemente ponerme mis
audífonos y escuchar un poco de música.
Cuando por fin llegamos salgo y tomo mi mochila volteando a ver a mi hermano pequeño que
ya salió y va corriendo atrás de madre. Suspiro mientras mi padre toma su lugar al lado izquierdo de 15
mi madre, yo prefiero quedarme atrás unos pasos. Pero al final empiezo a caminar lentamente atrás
de ellos ignorando la realidad con los audífonos.
Al final llegamos a la sala de espera veo que mi madre voltea a verme esperando que me quite
los audífonos, lo cual hago con todo el pesar del mundo.
– ¿Si madre? – Pregunto mientras tomo asiento enfrente de ella.
– Logan aún falta media hora para que podamos abordar, por favor no te alejes mucho – Me
dice mientras le indica a mi hermano pequeño que se siente a un lado mío. Mi hermano
automáticamente empieza a pedir mi atención, no me mal entiendan, AMO a mi hermano, pero a
veces necesito estar solo. Le entrego a mi hermano mis audífonos y le digo por lo bajo “cuídalos”,
mi madre me voltea a ver con una mirada de ¿A dónde vas?
– Solo voy a la cafetería por algo de tomar – Digo mientras me empiezo a alejar lentamente.
Muchas veces hago eso, en realidad no tengo sed, pero es una de las pocas razones por las
que se me permite alejarme sin necesidad de una supervisión.
Al fin llego a la cafetería y entro en ella. Mientras voy recorriendo los pasillos viendo mi
Facebook en el celular llego a la sección de las galletas, tal vez sería bueno llevarle algunas a Milo.
Guardo el celular y observo la variedad de galletas que tengo enfrente. Mi hermano en cuanto a
gustos es un poco difícil pues un día no le puede gustar el chocolate y el siguiente día será su sabor
favorito, sonrió al pensar en mi hermano. De repente siento una mirada sobre mí, cuando volteo a
ver su origen me encuentro con un muchacho moreno de ojos verdes. Tiene una mirada insistente,
por un minuto empiezo a pensar alguna frase aguda para despedirlo, pero en un segundo
pensamiento su mirada es diferente a como todas las personas me han mirado antes.
Veo que se sonroja lo cual me parece un poco gracioso y otro poco tierno, al parecer le da
pena mirarme, porque baja la mirada intentando huir de mi inspección. Doy algunos pasos delante
sin pensarlo y quedo frente a él, el calor que emana es algo agradable. Veo que lentamente sube la
mirada para observar directamente a mis ojos y veo un color verde.
– ¿Ves algo que te guste? – Intento soltarlo con acides, pero falló, y el sonido de mi boca sale
más interesado que sarcástico. Esto me aturde internamente pero no voy a demostrarlo. Por un
momento me llega su olor, me empieza a embriagar poco a poco, pero decido proseguir. Sonrió un
poco, aunque no sé porque, me fuerzo a dar la vuelta y salir del pasillo.
Sigo caminando hasta llegar a uno de los pilares que se encuentran dentro de la tienda y me
recargo un minuto, mi subconsciente voltea a ver el pasillo donde estaba hace un minuto buscando
al joven moreno, pero ya no está.
Sigo caminando para buscar lo que vine a comprar, pero entre cada pasillo volteo a ver si
encuentro al objeto actual de mi atención. Pero al final me doy por vencido y sigo caminando hasta
llegar a la zona de refrigeración. Cuando llego veo al moreno parado empezando a extender su mano
hacía un café de cajeta. Tomo una bocanada de aire profundo, y por primera vez en mi vida hare lo
que quiero sin pensar en las consecuencias. Me acerco con paso decidido hacía el joven e
interrumpo su acción, choco su mano derecha con la mía y ve voltea a ver con su mar esmeralda,
instintivamente le sonrió y el empieza a retirar su mano, tengo que hacer algo rápido.
Tomo su mano antes de que pueda retirarla completamente.
– Hagamos un trato – Suelto sin pensarlo y después giro su mano para poder acercarme a él,
pero intento no hacerle daño en el proceso me acerco a él o lo acerco a mí no me fijo mucho – Yo
me quedo con el ultimo café y tú puedes tener esto... – Acerco mi boca ala de él y poco a poco 16
finalizo el contacto.
Este beso es algo cálido, pero asombrosamente el sabor de este me gusta mucho, quisiera
que este momento no terminara nunca. Poco a poco suelto su brazo y queda colgando, con mi brazo
derecho lo tomo por la cintura para acercarlo a mí y mi mano izquierda sube a su mejilla para
tomarla. Poco a poco me separo de él por la necesidad de aire y de ver esos ojos verdes.
– ¿Estamos a mano? – Un frio recorre mi columna vertebral pues eso no es lo que quería
decir. ¿Por qué es tan difícil decir ¿Cuál es tu nombre?? En cambio, solo quiero correr de ahí no es
común que no pueda controlarme y me hace sentirme débil, así que tomo el café y salgo corriendo
a la caja.
Una vez ahí me debato entre mis ganas de querer voltear a ver al ojiverde por miedo a no
encontrarlo nunca más pero también está mi miedo a que descubra mi súbito interés. Y solo quedo
como un tonto volteando a ver a los lados. El cajero me voltea a ver extrañado mientras salgo de la
tienda y corro hacía donde deje a mi hermano.
Veo que mi hermano está sentado viendo las maletas, y un empleado del aeropuerto se
encuentra a su lado.
– ¿Y padre y madre? – Pregunto mientras regularizo mi respiración.
– Fueron a saludar a un conocido que vieron – Dice mientras voltea la mirada hacia mí y me
analiza un poco – ¿Por qué estás sonrojado hermano? – Me pregunta curioso, solo le desvió un
poco la mirada y finjo poner un poco de interés en otro punto de la sala de espera.
– No pasa nada solo es el calor de la ciudad – Miento descaradamente y me siento mal de
mentirle a mi hermano, pero ¿Cómo contarle lo que paso?
– Si claro – Escucho que dice no muy convencido.
Pasados algunos minutos regresan nuestros padres platicando entre sí.
– ¿Qué pasa? – Pregunto intrigado.
– Es que acabamos de ver a Luke, regresa a Los Ángeles – Dice mi madre mientras termina de
guardar su teléfono en la bolsa – Y tu padre quiere proponerle un negocio.
– ¿Luke Evanson? – Pregunto intrigado, recuerdo el apellido después de todo es otra de las
familias influyentes del país.
– Eres muy chico para recordarlo, pero el salió de la ciudad buscando su propia suerte –
Comento mi padre contando la historia de forma seria – Y lo logro se graduó de la universidad sin
ayuda de su familia, pero parece que ahora su padre necesita que vuelta a tomar la rienda de
algunos de los negocios de la familia y Luke parece que necesita buenos ingresos por que acaba de
adoptar a un muchacho.
– Creo que le recuerdo, ¿no asistió a mi doceava fiesta de cumpleaños? – Pregunto curioso.
– Así es querido, es un buen muchacho y ahora trabajara en tu preparatoria. Por favor
preséntate a su oficina para presentarte debidamente – Ordena mi madre.
Así mis padres siguieron platicando mientras mi hermano jugaba y yo dejaba a mi mente volar
al beso que había tenido hace algunos minutos. Disfruto ese momento para perderme en mi
memoria hasta que escucho que llaman al abordaje de nuestro vuelo. Acostumbrado a abordar
inmediatamente subo y busco nuestros asientos. Mi hermano toma el asiento de la ventanilla, en
realidad esperaba poder sentarme ahí pero solo suspiro y me resigno a sentarme a un lado de él. 17
Cuando logro sentarme mis padres salen para ver que todo el equipaje venga en el avión y en
ese momento un pensamiento llega a mi mente, ya no volveré a ver al moreno, bajo la mirada y
volteo a mi derecha para con sorpresa descubrir que se encuentra abordando el mismo avión.
Inmediatamente una sonrisa sobresale de mi rostro, se encuentra acomodándose en su lugar y me
levanto para dirigirme con él.
Capítulo 5: Suertes.
Voy atrás de Luke quien trata de ubicar nuestros asientos, mientras tanto observo los asientos
de primera clase. En realidad, es algo increíble no es como los asientos de avión que me había tocado
ver en las películas estos son espaciosos y cada asiento trae una pequeña pantalla y audífonos,
sonrió un poco.
– Aquí están – Choco contra Luke que se detuvo, al parecer encontró nuestros asientos –
18
Escucha elije uno y siéntate, tengo que ir a ver que hayan subido al coche y las maletas – Se da la
vuelta mientras empieza a caminar por el pasillo de nuevo.
Mientras estoy volteando a ver los compartimentos para el equipaje y empiezo a subir la
mochila siento como alguien me toma por la cintura.
– Pensé que no te volvería a ver – Escucho una voz conocida, rápidamente me suelto del
agarre y tropiezo con uno de los asientos. Termino sentado en el asiento de la ventanilla. Cuando
volteo a ver al ojiazul ya está sentado a un lado mío.
– Perdón, no vi que ibas a pasar – Digo totalmente sonrojado. Me voltea a ver totalmente
divertido – ¿Pasa algo? – Intento voltear a ver a otro lado, simplemente no puedo mantenerle la
mirada.
El me sigue viendo, puedo sentir su escrutinio. Volteo a ver por la ventana y siento pasar
algunos minutos mientras él no se mueve del asiento.
– ¡Drake se me olvido decirte que me dieras la mochila para...! – Escucho que Luke se detiene
a medio hablar – Logan, hola – Dice mientras me observa de reojo.
– Hola Luke, ¿Cómo has estado? Tiempo sin verte – El que se encuentra a un lado mío
contesta, y yo solo puedo sorprenderme.
– ¿Ya se conocían? – Puedo escuchar que Luke está completamente confundido.
– ¿Tu lo conoces? – El ojiazul voltea a verme.
– Él es Drake, es mi hijo – Por primera vez veo esos ojos sorprendidos y veo que se quedó sin
palabras, por su forma de expresarse puedo saber que eso no ocurre mucho.
– ¡Oh! Ya veo, me toco conocerlo en la cafetería – Me sonríe esta vez Logan, pero es diferente
a la vez anterior es una sonrisa más sincera y menos divertida – Pero no nos conocemos
oficialmente, mi nombre es Logan Griffin – Extiende su mano, ni siquiera espera a que yo extienda
la mía. Simplemente la toma y fuerza el saludo.
– Mucho gusto, mi nombre es Drake – Lo digo un poco sonrojado pues el toque de este me
ocasiona sentimientos extraños, pero es tan cálido que no puedo evitarlo.
– ¿Y dónde se conocieron? – Oh no, conozco esa mirada de Luke. Es su mirada cuando
interroga.
– En la cafetería – Me gana la palabra mi nuevo amigo.
Luke me voltea a ver interrogante.
– Valla así que aquí estas – Se escucha atrás de Luke la voz de la señora Griffin – Te estábamos
buscando... Oh veo que ya conociste a Drake, es el hijo adoptivo de Luke – Se acerca y toma con su
mano el brazo de Luke.
– Si parece ser que ya se hicieron amigos – Luke dice de la forma más creíble que puede.
– Oh que bien – La señora Griffin dice mientras busca algo en su bolso – Querido, Anthony
quiere hablarte de algunos negocios ahora que vas a regresar a la ciudad me pidió que si podrías ir
un momento con él – Sentencia mientras por fin saca su celular del bolso – Por favor Logan quédate
con Drake que es nuevo en los vuelos, iré con tu hermano ¿de acuerdo? – Oigo como la señora
Griffin le pide a su hijo que me haga compañía.
– Si madre, no hay problema – Le contesta mientras me observa desde el asiento del pasillo.
Posteriormente la madre de Logan se retira. 19

– Así que eres un Evanson – Me voltea a ver interrogante.


– No. Al menos no en realidad – Digo tomando una bocanada de aire para voltear a ver esos
ojos profundos – Luke me está dando solo una oportunidad de una vida – Sonrió mientras recuerdo
el momento en que vi desaparecer el orfanato en el retrovisor del coche de Luke.
– Pues mis padres dicen que eres un Evanson en forma y regla – Escucho que dice, aunque en
realidad no sé si está intentando consolarme, bajo la mirada de nuevo pues el muchacho que tengo
enfrente tiene demasiada presencia – Dime ¿te molesta que este aquí? – Suelta la pregunta sin
piedad.
– ... – No sé qué contestar, y es que en realidad no quiero decir que si porque eso sería una
mentira – No, yo, es solo que, perdón... – Aunque en realidad no sé porque estoy pidiendo perdón
– No me molesta – Me limito a responder con la verdad, pero sin dar más información.
– ¿O lo que te molesta es el beso de hace media hora? – Al oír esta pregunta levanto la mirada
sorprendido, no esperaba que lo trajera a colación. Me hundo un poco en mi asiento mientras volteo
a verlo.
– Escucha no quiero problemas, solo quiero... – Digo esperanzadamente – Que todo salga
bien. ¿De acuerdo? Si lo hiciste por molestar no te preocupes no le diré nada a tus padres, pero no
quiero tener problemas con Luke ni que él tenga problemas por mi culpa – Veo en sus ojos algo
parecido a sorpresa y tal vez un poco de dolor.
– Esta bien, no problemas – Repite mientras se sienta a un lado mío y deja de verme.
Saco el celular para mandarle un mensaje a Luke, cuando estoy tecleando preguntándole
cuanto tiempo se va a tardar veo que la mano de Logan se acera al celular y me lo quita de la mano,
teclea algunas cosas en la pantalla y me lo regresa. Volteo a ver lo que hizo y veo que registro su
número de celular en el directorio. Por un minuto me le quedo viendo y el solo me voltea a ver con
media sonrisa.
– Cuando necesites algo, CUALQUIER cosa, solo márcame... Siempre estaré ahí para ti – Dice
mientras por primera vez veo un sonrojo en su piel blanca.
– Eso es una gran promesa ¿sabes? – Digo mientras marco su número desde mi celular.
– Soy un gran hombre, cumpliré mi promesa – Dice mientras voltea a ver su celular y sonríe.
Ahora que veo su sonrisa sincera, no puedo evitar el único pensamiento del que había estado
corriendo desde el beso: “me gusta”.
Volteo a verlo y él ya me está mirando con una sonrisa.
– Bueno ya sabes que me llamo Logan y ya sé que te llamas Drake, ¿pero en serio te llamas
Drake? – Pregunta mientras empieza a inclinar su cuerpo hacia mi dispuesto a entablar una plática
larga.
– Pues si es lo único que me dejo mi familia, al parecer mi padre era fanático de los cuentos
de hadas, sobre todo aquellos que sobresalían los dragones. Es lo único que dejo de información
junto conmigo en el orfanato, el cuento italiano El Dragon – Empiezo a platicar lo poco que se de mi
origen.
– ¿Orfanato? – Pregunta mi nuevo amigo intrigado. Volteo a verlo un poco divertido.
– Así es, Luke me adopto ¿O pensabas que me había tenido por arte de magia? – Le digo de
la forma más amable que puedo, pero aun así lo digo con un toque de sarcasmo. 20

– No, pero cuando uno escucha la palabra orfanato creé que es un lugar solo para las películas
o los libros – Empieza a bajar su mirada metálica un poco apenado – ¿Cómo era tu vida antes de
Luke? – Inquiere de manera curiosa.
– Pues era algo – Digo mientras yo inclino mi cuerpo a la derecha para que quedemos cara a
cara – Hacia lo que podía para sobrevivir – Termino sonriendo melancólicamente.
Él se queda un minuto mientras me observa fijamente casi como analizando cada uno de los
movimientos de mi cara.
– Pero ahora con Luke quiero aprender a vivir – Termino transformando la melancolía de mi
cara en una felicidad.
Él me sonríe y por primera vez desde que nos encontramos en la cafetería los dos quedamos
en silencio solo observándonos.
– ¿Y a qué escuela asistirás? – Pregunta mientras observa cómo pasa el sobrecargo ofreciendo
bocadillos y bebidas.
– Aún no sé cuál es el nombre, sé que es una escuela privada, pero es todo… – Trato de sonar
lo menos emocionado posible, pero para ser sinceros lo único que quiero es que la conversación
continúe.
– Posiblemente entraras a la misma preparatoria que yo entonces – Cuando volteo a verlo él
se encuentra viendo hacia el techo del avión, como si se encontrara haciendo calculos – ¿Cuál es tu
edad? – Al final decide preguntar por la información que le hace falta.
– 14 años ¿Por qué? – Intento encontrar de nuevo sus ojos, pero me es imposible.
– Entonces vas a primero – Lo observo mientras saca su celular y en la pantalla aparece la
aplicación de Facebook.
– ¿Qué haces? – Pregunto intrigado al ver que navega su lista de amigos.
– Investigo quienes serán tus compañeros – Al escuchar la respuesta no puedo evitar si no
poner una cara de incredulidad – Para saber de quién te tienes que alejar y en quien puedes confiar
– Dice mientras analiza el perfil de un chico de mi edad al parecer.
Así pasan los minutos mientras me habla de los alumnos que entraran este año a la
preparatoria. En estos minutos me puedo olvidar de todo mientras veo el perfil Logan. Escucho lo
que habla, pero en realidad no pongo atención, solo asiento por costumbre, pero mi atención se
centra en sus ojos y en la forma que sus labios se mueven.
En un determinado punto, no podría decirles exactamente cuánto tiempo fue pues ni yo
mismo lo sé. Pasa una azafata pidiendo que se preparen para el despegue, y en ese momento mi
mente aterriza en que Luke no ha vuelto. Aparto mi mente de Logan por un segundo y volteo a ver
los asientos de atrás. Puedo ver como Luke se acerca con el señor Griffin mientras vienen hablando.
– Bien Luke, entonces esa será la forma de actuar – Sentencia el papá de Logan mientras se
acercan.
– De acuerdo Anthony, el martes convocare entonces al comité académico para perfilar a los
nuevos alumnos – Termina Luke dando un fuerte saludo al señor Griffin, quien después de esto se
aleja por el pasillo hacía sus asientos. Dejando a Luke a mano derecha de Logan.
Logan intenta ignorar a Luke posicionando su mirada sobre mí, pero un carraspeo por parte
de este último lo suficientemente fuerte para que no pase desapercibido por nuestros vecinos de 21

asientos hace imposible para Logan lograr su objetivo.


– ¡Luke! ¿Cómo estas ¿Todo bien? – Ese intento de desvió de atención por parte de mi nuevo
amigo se ve frustrado al oír al fondo un grito un poco más agudo que nuestras propias voces gritando
“Logaaan”.
Luke solo sonríe victorioso mientras se aparta un poco de la entrada de nuestros asientos.
– Creo que tu hermano te busca – mientras poco a poco pone una sonrisa de desafío ante
Logan.
Solo alcanzo a ver de reojo como Logan se levanta lentamente para después voltearse a
verme.
– Hey nos veremos en la semana – Se despide con una mano mientras gira para empezar a
caminar hacía su asiento – Agrégame a Facebook – Al final no alcanzo a ver su cara porque ya se ha
girado completamente.
Al final opto por voltear a ver a Luke mientras se sienta. Después él toma un largo suspiro y
solo me observa desde su asiento. Algunos minutos de silencio, los cuales me están matando, se lo
que él quiere que le cuente, pero… No quiero hacerlo. No ahorita. Y no aquí.
– Y bien jovencito, ¿lo dirás por voluntad propia o tendré qué sacar información poco a poco?
– Aunque intenta hacerlo parecer como una amenaza su sonrisa indica que la situación le parece
divertida.
– No pasa nada – Volteo a ver afuera del avión analizando los preparativos que se llevan a
cabo para el despegue.
Al final cambia de tema y pasado un corto periodo de tiempo avión despega, mientras miro
en mi pantalla de Facebook el perfil de Logan, decidiendo si sería bueno agregarlo o no.
Capítulo 6: Inicios.
Voy de regreso a mi asiento y por primera vez desde hace mucho tiempo tengo una sonrisa
que no puedo quitar de mi rostro. Al final del pasillo alcanzo a ver los asientos, en los cuales va
sentada mi familia; o bueno casi toda mi familia va sentada mi hermano está parado sobre el suyo
buscándome.
Llego y tomo mi asiento, miro a mis padres: mientras que mi padre mira algunos libros de
22
contabilidad, mi madre viene en el celular tal vez planeando alguna reunión ahora que regresamos.
Intento entablar conversación con ellos, pero de repente siento que me jalan por el lado derecho y
volteo a ver los ojos expectantes de mi hermano esperando que le responda algo que no escuche.
El resto del viaje transcurre con total normalidad, me pierdo por un momento en la música
de Fuckkk Off. Trato de centrar mis pensamientos en lo que viene dentro de este semestre, pero
automáticamente mis pensamientos van a ciertos ojos verdes y su dueño que va a unos asientos de
distancia, trato de ver al lado contrario, pero no sirve de nada pues mis pensamientos al igual que
yo son tercos.
El viaje transcurre sin ningún contratiempo mayor y al final llegamos a Los Ángeles, en cuanto
salgo del avión me llega ese olor a agua marina, ese salado olor que he extrañado tanto. En cuanto
llegamos a la sala de espera mis ojos rondan buscando a mi nuevo amigo. Al final veo que se
encuentra saliendo hacía el estacionamiento. A pesar de que todos mis instintos me dicen que valla
tras él, aun tengo bastantes compromisos y opto por quedarme con mi familia.
Mis padres de nuevo vienen en su mundo cada uno y ahora mi hermanito viene en su laptop
hablando con sus amigos. Después de otra travesía por fin llegamos a casa, la limosina se estaciona
afuera y mientras saco mi mochila veo que el personal de la casa ya se encuentra descargando las
maletas, sin embargo, tomo las dos maletas más importantes para mí y empiezo a caminar hacia mí
casa.
Mientras me acerco a la construcción volteo a verla, aunque llevamos viviendo en este
terreno algún tiempo no me deja de impresionar el tamaño. Mi casa tiene 2 pisos, cada uno con
diversos cuartos bastante amplios, entre los cuales se encuentra una biblioteca y un gimnasio
pequeño. Normalmente en el segundo piso se encuentran los cuartos, el mío es el de una esquina
desde el que puedo ver la playa. La playa, es una de las ventajas de vivir en Palos Verdes Estates,
CA.
Me acerco a mi cama y dejo las dos maletas para acercarme a mi computadora y prenderla,
si lo se es estúpido estar ansioso por ver si alguien me agrega o no. Me recargo en mi silla mientras
pienso en el beso y por qué me gustó tanto, me llevo la mano derecha mi boca y con los dedos
delineo mis labios. Sonrió ante el recuerdo de los labio de Drake sobre los míos, debería estar
molesto, pero no lo estoy. Hice lo que quería hacer y posiblemente encontré algo que quería hace
tiempo.
Un sonido de la aplicación de Messenger me indica que la computadora ya esta prendida.
Volteo a ver y es un mensaje de Natasha, alcanzo a leer en la notificación que me pregunta: ¿Ya
estas de vuelta?, cierro la notificación para que no lo marque como leído. Quiero suponer que
entenderá la indirecta, pero no, recibo inmediatamente otro mensaje diciendo: Quiero salir al
centro comercial, acompáñame. A pesar que le he dicho mil veces de mil maneras diferentes que
no me interesa sigue extendiéndome las invitaciones.
Vuelvo a cerrar la notificación y abro una ventana de chat con Andrew, es mi mejor amigo. Se
encuentra en el equipo de futbol americano. Es una de las pocas personas que comprende mi forma
de pensar en cuanto a nuestro estatus social. Hey, hola acabo de volver. Y presiono enviar para
mandar el mensaje.
Posiblemente no me conteste inmediatamente son las ultimas tres semanas de vacaciones
por lo tanto su novia, Samantha, debe estar acaparando todo su tiempo. Tomo mi celular y pienso
en preguntarle a mi madre si sabe en donde esta la casa de Luke, pero eso implicaría un 23
interrogatorio. Simplemente desecho la idea. Y suena de nuevo la computadora.
Volteo a ver y es un mensaje de Andrew: ¡Hey! Estamos en la playa, ¿quieres venir? PD No
esta Natasha. Sonrió ante su posdata, me levanto y cambio mi ropa por algo más cómodo, me pongo
una camisa sin mangas y un short. Bajo a la cochera y tomo una de mis tablas de surf, la pongo sobre
mi camioneta, la aseguro y me dirijo al punto donde siempre nos juntamos en Zuma Beach un poco
más al norte de la ciudad. Trato de irme por las zonas más despejadas para evitar el tráfico, pero
todo mundo quiere ir a la playa lo que me dificulta trasladarme.
Llego a mi destino cerca de las 5 de la tarde por lo que aun alcanzo algo de luz solar, al menos
podre despejar la mente de Drake unos momentos. Cuando llego a nuestro punto habitual veo que
mi grupo de amigos ya se encuentra preparando una fogata. A lo lejos diviso a Andrew y a Sam, se
encuentran sentados cerca de donde estará la fogata.
– ¡Hey! ¿Cómo están? – Saludo mientras extiendo mi brazo para levantar y saludar a Andrew.
Andrew pertenece a una de las familias que son socias de la mía, ambas unieron fuerzas para crear
un imperio de construcción, es ahí donde nos conocimos y doy gracias a los cielos porque es el único
amigo real que he tenido desde la primaria.
– Hola, guapo que bueno verte – Sam se levanta y me saluda con un beso en la mejilla. Sam
es simplemente genial, es una muchacha que llego a nuestro colegio gracias a una beca. Lo
impresionante es que no solo es una genio para las matemáticas, sino que también es un as jugando
voleibol.
Le sonrió ampliamente para después de voltear a ver a Andrew y lo golpeo en el hombro
derecho.
– ¿Sabes hombre? Si no tienes cuidado puede que valla tras Sam – Sonrió mientras miro de
nuevo a la fogata.
– Claro, como si ella fuera a hacerle caso a un estirado snob como tu – Comenta casualmente
Andrew mientras se pone a mi lado derecho.
– Pues si te hizo caso a ti – Digo volteando a verlo de nuevo y sonrió sinceramente – Los
extrañe toda las vacaciones.
– ¡Lo sé! ¿Por qué tuviste que ir al otro lado del país? – Sam se sienta en la arena al preguntar
esto último.
Me siento en el lado izquierdo de Sam mientras Andrew se sienta a su lado derecho. Veo
como se toman las manos y se dan un pequeño y rápido beso. Antes de pensar cualquier cosa mi
boca se encuentra expresando lo que mi cerebro esta procesando mientras regreso mi mirada a su
manos entrelazadas.
– ¿Qué se siente? – Pregunto mientras abro los ojos por la sorpresa al oír mi propia voz.
Veo que se voltean a ver discretamente entre ellos. El primero en contestarme es Andrew.
– ¿A qué refieres a amigo? – Veo que levanta la mano izquierda termina por encerrar la mano
derecha de Sam con las dos de él, lentamente lleva esta a su boca y la besa suavemente.
– A... Tener a alguien... Ustedes saben a tu lado – Siento como levemente la sangre sube a
mis mejillas.
– Eso es nuevo – Suelta Samantha mientras me mira curiosa – Jamás te habías visto interesado
en saber de relaciones ¿Acaso ya gano la señorita Nat ya gano tu corazón? – Sonríe sarcásticamente.
¡Eso si sirve como enfriamiento! El solo hecho de la mención de Natasha corta mi 24

pensamientos y volteo a ver como algunos otros amigos siguen en las olas. En realidad, creo que no
tenía tantas ganas de surfear como de platicar con mis amigos.
– No es solo que yo... – Digo sin saber por donde empezar y solo me quedo viendo el primer
fuego de la fogata.
– ¿Es qué tu...? – Después de unos minutos de silenció el comentario de Andrew me trae de
nuevo a la tierra – No me digas que conociste a una chica en Nueva York – La cara de sorpresa que
pone es épica. Me pregunto que pensaría si supiera que es un chico.
– Jajaja – Sonrió levemente – No conocí a una chica ¿De acuerdo Andy? – Digo viendo de reojo
a la pareja que se encuentra a mi derecha. Veo que Andrew queda conforme con mi comentario y
empezaba a hablar de nuevo, pero Samantha aún me dirige una mirada de cuestionamiento.
– De acuerdo amigo solo era una broma – Andrew toma una mirada más sería – Es algo genial.
Es increíble tener alguien con quien compartir tus proyectos y tus metas – La sonrisa que tiene mi
amigo al hablar de lo que comparte con Sam es increíble. ¡Yo quiero eso!
– ¿Y qué sabes de los de nuevo ingreso ¿Alguna buena adición al equipo de futbol? – Pregunto
intentando cambiar de tema. Presiento que si no lo hago terminare diciendo aquello que aún no
quiero confesar.
– He visto a algunos de los egresados de la secundaría jugando en los campos existen dos o
tres que tal vez tengamos que verlos en el campo – Contesta mi mejor amigo mostrándome en su
celular los perfiles de los nuevos candidatos. De reojo puedo ver como la mirada de cuestionamiento
de Sam sigue sobre mí.
– ¡Diablos! – Veo como Andy se levanta y empieza a correr hacía algunos de los chicos que
empezaban a jugar peligrosamente con el líquido de encendedor.
Sam voltea la mirada a su novio, pero me empieza a hablar a mí.
– ¿Sabes? Nunca has tenido una reconocida habilidad mintiendo – Dice mientras una sonrisa
se asoma por su labios al hablar – O para el caso ocultando la verdad, siempre eres muy textual –
Desvía la mirada hacía mí, curiosa e inquisitiva.
– ... – Siento como el sonrojo llega a mi otra vez.
– Así que no conociste... a una chica – Y si tal como lo pensé, no es una pregunta, es una
afirmación.
– No se lo digas a Andy... Por favor – Digo mientras volteo a verla – Aun no se que valla a pasar
y prefiero evitar las complicaciones.
– No tengo por que hacerlo, pero debes saber dos cosas. La primera es que el nunca te
rechazaría por eso – Ella empieza a levantarse para ayudar a Andy – Y la segunda es que si necesitas
hablar aquí estamos – Me voltea a ver desde arriba con su sonrisa, increíble y sincera como siempre.
– Su nombre es Drake – Suelto como si me faltara respirar.
Pienso en levantarme para acompañarla. Pero en cambio veo como ella se sienta a mi lado
dispuesta a escuchar.
– Drake ¿Y donde lo conociste? – Pregunta ella sin mala intención. Cuando la volteo a ver
descubro que se encuentra analizándome.
– ¿Qué pasa? – Lanzo al no comprender que pasa.
– Me alegra verte así... Feliz – Voltea de nuevo a ver a su novio mientras yo sigo con mi
historia. 25

– Lo conocí en Nueva York – Ante esto me voltea a ver sorprendida – En el aeropuerto antes
de tomar el mismo vuelo hacía Los Ángeles – Le sonrió mientras con mis pies empiezo a jugar en la
arena.
Levanto los ojos al ver un par de pies que se posicionan frente a nosotros. Es Andrew que trae
una botella con líquido para fogatas.
– ¿Quién tomó el mismo vuelo a Los Ángeles? – Mi amigo me mira con duda.
– Luke – Trato de sonar lo más convincente que puedo – Evanson, entrara a la mesa directiva
de la preparatoria.
– Oh si algo así escuche ayer a mis padres – Dice mientras se sienta frente a nosotros, veo de
reojo a Sam y en su mirada veo que esta haciendo la suma de uno más uno.
– Voy a tomar algunas olas antes de que ya no pueda – Me levanto de mi posición y me dirijo
a hacía el mar esperando poder dejar de pensar en todo.
Capítulo 7: Pertenencia.

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