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I.

MIGRACIÓN Y DESARROLLO

Desde la antigüedad, el ser humano ha estado en constante tránsito. Algunas


personas se desplazan en busca de trabajo o de nuevas oportunidades
económicas, para reunirse con sus familiares o para estudiar. Otros se van para
escapar de conflictos, persecuciones, del terrorismo o de violaciones o abusos de
los derechos humanos. Algunos lo hacen debido a efectos adversos del cambio
climático, desastres naturales u otros factores ambientales.

En la actualidad, una gran cantidad de personas vive en un país distinto de aquel


donde nacieron, el mayor número hasta ahora. En 2017, el número de migrantes
alcanzó la cifra de 258 millones, frente a los 173 millones de 2000. Sin embargo, la
proporción de migrantes internacionales entre la población mundial es solo
ligeramente superior a la registrada en las últimas décadas: un 3,4% en 2017, en
comparación con el 2,8% de 2000 y el 2,3% de 1980. (Datos extraídos de la
página del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DAES)).

Mientras que muchas personas escogen voluntariamente migrar, otras muchas


tienen que migrar por necesidad. Aproximadamente, hay 68 millones de personas
desplazadas por la fuerza, entre los que se incluyen 25 millones de refugiados, 3
millones de solicitantes de asilo y más de 40 millones de desplazados internos.

¿Quién es un migrante?
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) define a un migrante
como cualquier persona que se desplaza o se ha desplazado a través de una
frontera internacional o dentro de un país, fuera de su lugar habitual de residencia
independientemente de: 1) su situación jurídica; 2) el carácter voluntario o
involuntario del desplazamiento; 3) las causas del desplazamiento; o 4) la duración
de su estancia.

Los migrantes y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

La Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible reconoce por primera vez la


contribución de la migración al desarrollo sostenible. 11 de los 17 Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) contienen metas e indicadores que son pertinentes
para la migración o el desplazamiento. El principio básico de la Agenda es "no
dejar a nadie atrás” y esto incluye a los migrantes.

La principal referencia a la migración en los ODS se establece en la meta 10.7:


Facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables
de las personas, incluso mediante la aplicación de políticas migratorias
planificadas y bien gestionadas. Otros objetivos tratan también distintos aspectos
de la migración tales como la trata de personas, las remesas y la movilidad
internacional de estudiantes, entre otros. Cabe añadir que la migración es
indirectamente relevante para otros muchos objetivos.

A. Organización Internacional para las Migraciones (OIM)


La OIM, creada en 1951, es la principal organización intergubernamental en
el ámbito de la migración y trabaja en estrecha colaboración con asociados
gubernamentales, intergubernamentales y no gubernamentales.

La OIM trabaja en cuatro esferas amplias de gestión de la migración:


 Migración y desarrollo
 Migración facilitada
 Reglamentación de la migración
 Migración forzada

Entre las actividades concomitantes cabe señalar la promoción del derecho


internacional sobre migración, el debate político y orientación, la protección
de los derechos de los migrantes, la migración y salud y la dimensión de
género en la migración.

1. Miembros de OIM
Cuenta con 172 Estados Miembros, 8 Estados que gozan del estatuto de
observador y oficinas en más de 100 países, la OIM está consagrada a
promover la migración humana y ordenada para beneficio de todos. En ese
quehacer ofrece servicios y asesoramiento a gobiernos y migrantes.

https://www.iom.int/sites/default/files/about-iom/members_observers_es.pdf
 Alemania
 Argentina
 Australia
 Chile
 China
 Colombia
 Guatemala
 Haití
 Honduras

2. Migración y desarrollo
La temática de Migración y Desarrollo reviste gran interés para la
comunidad internacional. De un tiempo a esta parte, uno de los centros
estratégicos de la labor de la OIM en materia de gestión migratoria es
capitalizar la relación positiva entre la migración y el desarrollo
socioeconómico.

En una era de movilidad humana sin precedentes, es particularmente


apremiante fomentar una mayor comprensión de los vínculos entre la
migración y el desarrollo, y adoptar medidas prácticas para acrecentar los
beneficios de la migración de cara al desarrollo, además de elaborar
soluciones sostenibles para situaciones migratorias problemáticas.

La OIM aborda los vínculos entre la migración y el desarrollo con el


precepto de que la migración internacional, si se encara adecuadamente,
puede contribuir al crecimiento y a la prosperidad de los países de origen y
de destino, además de ser provechosa para los propios migrantes.
Las actividades y programas en esta esfera comprenden:
 el reforzamiento de la capacidad de los gobiernos para alentar al
máximo las oportunidades socioeconómicas mediante el
establecimiento de políticas migratorias orientadas hacia el
desarrollo;
 la respuesta a las causas originarias de la migración por motivos
económicos, incluidos los efectos de la degradación del medio
ambiente, a través del desarrollo comunitario y mediante el fomento
de la capacidad de los gobiernos de encaminar sus actividades de
desarrollo de manera estratégica;
 el cumplimiento de las iniciativas que movilicen los recursos
financieros y las competencias de las comunidades de expatriados
africanos para que inviertan y participen en el desarrollo de África, en
la medida de lo posible, y en estrecha colaboración con los países de
acogida;
 el apoyo a los procesos nacionales de desarrollo o rehabilitación y
reconstrucción en países en desarrollo, cuyas economías están en
transición o emergen de situaciones de conflicto, mediante el retorno
y la reintegración socioeconómica de nacionales competentes y
calificados que se encuentran actualmente en el extranjero;
 la instauración de políticas y mecanismos de desarrollo que
fomenten los servicios de transferencia de remesas de los migrantes,
acrecentando así las repercusiones de éstas en el desarrollo.

https://publications.iom.int/system/files/pdf/iml_7_sp.pdf

3. Datos sobre migración


En 2017, el número de migrantes internacionales (personas que residen en
un país distinto al de su país de nacimiento) alcanzó los 258 millones en
todo el mundo, frente a los 244 millones de 2015. Las mujeres migrantes
constituyeron el 48% de estos. Asimismo, se estima que hay 36,1 millones
de niños migrantes, 4,4 millones de estudiantes internacionales y 150,3
millones de trabajadores migrantes. Aproximadamente, Asia acoge el 31%
de la población de migrantes internacionales, Europa el 30%, las Américas
acogen el 26%, África el 10% y Oceanía, el 3% (Datos recogidos de Portal
Global de Datos Migratorios).
El Centro Global de Análisis de Datos de Migración de la OIM es el
encargado del Portal Global de Datos Migratorios, que se creó para
garantizar que se presentan datos precisos sobre la migración. Se trata de
una base de datos centralizada con acceso a estadísticas pertinentes y
completas y con información fiable sobre datos de migración a nivel
mundial. El sitio presenta datos de migración de diversas fuentes y está
diseñado para ayudar a los encargados de formular políticas, los
funcionarios nacionales de estadística, los periodistas y al público en
general, a navegar por el panorama cada vez más complejo de los datos
sobre migración.
Muchos están hastiados que en su país no hay empleo, pero sí mucha
pobreza, poca seguridad, violencia y ausencia de oportunidades para salir
adelante. Es obvio que a pesar de que los países del Triángulo Norte
(Honduras, El Salvador y Guatemala) tienen un gran potencial, no logran
desarrollo para sus habitantes. Debido a la fragilidad de las instituciones y
estrategias de sobrevivencia de algunos de sus ciudadanos, la localización
geográfica lejos de convertirse en una ventaja competitiva ha representado
una amenaza por el narcotráfico y el crimen organizado. La corrupción ha
sido uno de los cómplices para estar en la situación actual.
La región centroamericana es la más violenta del mundo, posiblemente se
vive una época más cruda que en los años del conflicto armado. El año
pasado hubo 14 mil 575 homicidios en la región, de los cuales el 90% fue
cometido en el Triángulo Norte, cifras menores al año anterior. Si se mide la
situación de la violencia homicida por cada cien mil habitantes por país, El
Salvador cerró con una tasa de 60, Honduras 44 y Guatemala con 26. La
tasa de Costa Rica fue de 12 y la de Nicaragua de 7; sin embargo, los
hechos de violencia actuales tendrán repercusiones. Según UNODC, la
tasa de homicidios en el Triángulo Norte fue de 41, muy alta comparada
con la mundial (6.8) y a la del continente americano (15).

En materia de corrupción no hay mejoras. Según el Índice de Percepción de


la Corrupción de Transparencia Internacional del año 2017, el desempeño
del sector público sigue considerándose como poco transparente.
Nicaragua presenta el mayor desafío, con 26 de 100 puntos, seguido de
Guatemala con 28, Honduras 29, El Salvador 33 y Costa Rica 59. Siendo
los países nórdicos y Nueva Zelanda los de mayor percepción de
transparencia con más de 85 puntos.

El Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Naciones Unidas, que mide los


adelantos de un país en aspectos de salud, educación y nivel de vida,
muestra que los países de Centro América son de desarrollo medio con
poco progreso, a excepción de Costa Rica, que tiene un desarrollo alto. El
Salvador se encuentra en el puesto 121 de 189 países, seguido por
Nicaragua (124), Guatemala (127) y Honduras (133).

4. Influencia del Nivel de Desarrollo de las Zonas de Origen en las


Migraciones Internacionales

El incremento de los flujos migratorios internacionales hacia los países más


enriquecidos después de la crisis de los años 70 ha sido motivo de
preocupación para las y los gestores públicos que han tratado de
comprender las causas de estas migraciones para tratar de controlarlas. De
esta preocupación surge el interés de analizar de qué manera afecta el
desarrollo del lugar de origen a las migraciones internacionales, con el
deseo de que ciertas contribuciones al desarrollo, a través de la
cooperación, pudieran frenar los flujos migratorios.

Sin embargo, las migraciones parecen tener un carácter estructural en el


marco de la globalización; los grandes avances en transporte y
telecomunicaciones facilitan estos movimientos migratorios y su
complejidad (fenómenos de circularidad, temporalidad, periodicidad...). La
propia globalización tiene repercusiones negativas para muchos países y
personas debido principalmente a la destrucción de modos de vida
tradicionales.

El bajo nivel de desarrollo de una zona, entendido exclusivamente desde el


punto de vista económico, no es capaz de explicar los motivos para
emigrar. El hecho de que no sean las personas más pobres las que
emigran ni que emigren de los países más empobrecidos, nos da pistas a la
hora de comprender las debilidades de este argumento.

Las dificultades de acceso a una educación y sanidad de calidad, la falta de


equidad formal y real en cuestiones de género, los factores
medioambientales (sequías, inundaciones, escasez de agua potable…), los
conflictos internos y, en suma, la imposibilidad de ejercer los derechos
económicos, sociales y culturales conforman las motivaciones para iniciar el
proyecto migratorio.

Además, la existencia de redes en países extranjeros es un aspecto


fundamental a la hora de tomar la decisión de migrar. Las redes funcionan
de manera independiente a otras circunstancias estructurales como las
condiciones de los mercados de trabajo o las leyes y políticas migratorias,
que tanto preocupan al país receptor. También las imágenes de la
migración difundidas a través de la televisión y el cine, conllevan la creación
de expectativas de obtención de una mejor calidad de vida.

A pesar de estas evidencias, la interpretación del desarrollo como un


proceso centrado únicamente en el crecimiento económico ha dado lugar a
un razonamiento que presuponía que las personas que migraban lo hacían
exclusivamente por motivos económicos, por lo que un aumento del
desarrollo económico en los países de origen propiciaría la obtención de
mayores rentas y si no un freno, sí un estancamiento de los flujos
migratorios hacia Europa e incluso el retorno de los/as que ya habían
migrado.
Basado en este argumento se han llevado a cabo políticas públicas que han
pretendido, sin éxito, y a través del refuerzo de la cooperación al desarrollo
o de la implementación de nuevas políticas de codesarrollo, mejorar las
condiciones de vida en origen con el propósito de contener la inmigración.

Varios estudios en los últimos años parecen concluir, que al contrario de lo


que se esperaba, un aumento del desarrollo de una región puede favorecer
las migraciones en una primera etapa: la ampliación de oportunidades de
las personas fruto de los procesos de desarrollo, unida a la adquisición de
nuevas habilidades, la capacidad de endeudamiento o la ampliación de los
círculos personales, facilitan la salida de aquellas personas que lo desean.

Solo tras alcanzar un cierto nivel de desarrollo que repercute en un nivel de


vida aceptable, los costes de la emigración pasan a ser considerados
demasiado altos y el número de emigrantes comienza a descender. En este
sentido el caso español es paradigmático, ya que ha pasado en poco
tiempo de ser un país emisor de migrantes a un país receptor de
inmigración.

5. Los Efectos de las Migraciones Internacionales en el Desarrollo de las


Zonas de Origen
A pesar de las políticas de cierre de fronteras en los países más
enriquecidos y el empleo de fondos en la cooperación al desarrollo, las
migraciones continúan aumentando progresivamente

Ante este hecho, se empieza enfocar la vinculación entre migraciones y


desarrollo con una nueva óptica: se pasa de un supuesto de incremento del
desarrollo de las zonas de origen con la finalidad de reducir las
migraciones, a una visión basada en una mejor gestión de las migraciones
para incrementar su desarrollo, ya que parece claro que los efectos de las
migraciones en el desarrollo pueden ser tanto de carácter positivo como
negativo.

Se trata por tanto, de conocer los efectos positivos y negativos de las


migraciones en el desarrollo de las zonas de origen, para poder desarrollar
políticas que favorezcan los positivos y limiten los negativos

5.1. Efectos Positivos


Las remesas económicas constituyen uno de los potenciales factores de
desarrollo de las zonas de origen. Se trata de la porción de ingresos que
las personas inmigrantes envían periódicamente a familiares y
amistades en las zonas de origen, y constituyen una fuente muy
importante de divisas para el país.

Las remesas sociales (capital social, ideas, comportamientos…)


constituyen una parte fundamental de los retornos de las personas
inmigrantes a sus regiones de origen y son potencialmente generadoras
de cambio social, por lo que suponen de transmisión de nuevos valores,
costumbres, formas de relación, habilidades organizativas, nuevas
capacidades etc.

Las restricciones de los estados receptores al movimiento así como la


falta de derechos de las y los inmigrantes en los países de destino
inhiben las transferencias de remesas económicas y sociales, limitando
de esta manera su potencial positivo.

5.2. Efectos Negativos


Sin embargo, no todos los efectos de las remesas económicas son
positivos ya que se pueden dar casos de total dependencia de familias,
comunidades e incluso países enteros respecto a las remesas
económicas, un posible aumento de las desigualdades internas de la
sociedad entre personas receptoras de remesas y las que no lo son y un
aumento del consumo de materiales importados e inflación.

Las migraciones internacionales pueden también tener efectos


negativos en la región de origen, debido a fenómenos de drenaje y
empobrecimiento de capacidades y de capital humano fruto de la
emigración de personas cualificadas y altamente cualificadas (brain
drain).
Además hay también otra serie de factores sociales y poblacionales de
interés para la comprensión de los efectos negativos de las mismas.

Las migraciones internacionales movilizan en general a personas en


edad laboral, cuya marcha provoca cambios en la estructura de la
población de origen, con un predominio de personas dependientes:
mayores y niñas/os. Esto puede repercutir en la vida cotidiana de las
comunidades reduciendo las actividades generadoras de ingresos o de
alimentos, que es compensada por las remesas.

Por otro lado, las distancias entre miembros de una misma familia
pueden llevar a procesos de desestructuración familiar, que puede
provocar rupturas en las parejas y dificultades para el desarrollo de los
hijos e hijas.

El hecho de que una gran parte de las mujeres que emigran sean
madres y cuidadoras, ha hecho hablar a algunas autoras de “drenaje de
cuidado” (Ehrenreich y Hochschild, 2003:4), haciendo alusión con este
término al disfrute de los cuidados destinados a los seres queridos del
país de origen, por las personas de la sociedad receptora, ya que en
una gran cantidad de los casos, estas mujeres trabajan en empleos
relacionados con el cuidado de la vida. También la sociedad civil se
puede ver resentida por la marcha de activistas críticos en diferentes
ámbitos.

B. Organización Internacional del Trabajo


La Organización Internacional del Trabajo (OIT) está consagrada a la
promoción de la justicia social, de los derechos humanos y laborales
reconocidos internacionalmente, persiguiendo su misión fundadora: la
justicia social es esencial para la paz universal y permanente.
Actualmente, el Programa de trabajo decente de la OIT contribuye a
mejorar la situación económica y las condiciones de trabajo que permiten
que todos los trabajadores, empleadores y gobiernos participen en el
establecimiento de una paz duradera, de la prosperidad y desarrollo

1. Migración y desarrollo laboral


El deseo humano de buscar un empleo y medios de vida dignos forma
parte de la esencia del nexo entre migración y desarrollo. Ante el
creciente número de personas que cruzarán fronteras en busca de
trabajo en los próximos años, el crecimiento económico dependerá de la
existencia de políticas migratorias internacionales que protejan los
derechos de los trabajadores migrantes.
OIT trabaja con los gobiernos y las organizaciones de empleadores y de
trabajadores para mejorar las políticas de migración laboral, a fin de que
permitan alcanzar un desarrollo más equitativo, y para que éstas se
centren en las necesidades de las trabajadoras y los trabajadores que
generan ganancias impulsoras del desarrollo, y que además mantienen
a la familia en la comunidad correspondiente, tanto en el país de origen
como en el de destino.

Gran parte de las opiniones de la OIT sobre la relación entre migración


internacional y desarrollo se han visto reflejadas en la Declaración del
Diálogo de Alto Nivel sobre la Migración Internacional y el Desarrollo,
adoptada por la Asamblea General de la ONU
https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---ed_protect/---protrav/---
migrant/documents/meetingdocument/wcms_226558.pdf

El singular mandato confiado a la OIT de proteger a los trabajadores


migrantes, y sus esferas de trabajo, son de gran interés para los
debates e iniciativas vigentes en materia de migración y desarrollo,
incluido el Diálogo de Alto Nivel sobre la Migración Internacional y el
Desarrollo, de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Foro
Mundial sobre Migración y Desarrollo (FMMD), y el Grupo Mundial sobre
Migración (GMM).

Los efectos de la migración laboral en el desarrollo proviene de la


“nueva economía de la migración”, cuyo pionero fue Oded Stark y que
más tarde fue adoptada, entre otros, por Douglas Massey y J. Edward
Taylor. Esta teoría enfatiza el concepto de “privación relativa” que
afectaría a las familias no migrantes cuando comparan su situación con
la de aquellos que han migrado al extranjero. También resalta la
inexistencia o imperfección de los créditos, seguros y mercados de
futuros en las áreas rurales de los países de origen. Se afirma que la
migración representa una forma de autoaseguramiento por parte de las
familias rurales que la utilizan como una entre varias estrategias de
supervivencia económica.

Los efectos positivos de la migración se originan en su capacidad para


compensar las imperfecciones del mercado, permitiendo a las familias
participar en actividades productivas. Aun cuando las remesas se
gastan en el consumo directo, se dice que generan efectos
multiplicadores directos porque crean una renovada demanda de bienes
y servicios de producción local. De ahí que, según Massey et al. (1998:
249), cada “migradólar” adicional que se envía a México genera una
contribución de 2.90 pesos al producto interno bruto del país.
C. Migración y desarrollo Guatemala
Para Estados Unidos, la migración internacional representa, por un lado,
una fuerza laboral deseable por su bajo costo y flexibilidad (especialmente
si es irregular) y, por otro, un problema a eliminar (sobre todo si es
irregular).

La premisa de «a mayor desarrollo, menor migración» ha sido un lugar


común en las iniciativas de cooperación internacional. Sin embargo,
diversos estudios indican que el aumento de ingresos no necesariamente
lleva a menos migración. De acuerdo con Martin-Shields, Schraven y
Angenendt, el crecimiento económico inicialmente lleva a más movilidad de
las poblaciones, pues estas cuentan con la capacidad para pagar el
desplazamiento. Solo cuando el país adquiere un estatus de ingreso medio
alto es cuando ocurre un decrecimiento en el flujo migratorio. A este cambio
se le llama migration hump o curva de migración.

Los autores indican que esta correlación entre desarrollo y migración no se


explica solamente por la variable ingreso, sino que está relacionada con
diversos factores como:
 los niveles de desigualdad
 las características demográficas
 las estructuras económicas de los países
 las barreras migratorias
 otros elementos políticos y culturales.

De esta manera, no existe una relación automática entre desarrollo y


migración, pues el desplazamiento de población es multicausal y no
depende únicamente de motivaciones económicas.

Desde el punto de vista guatemalteco, la migración internacional, tanto


regular como irregular, es una válvula de escape para la falta de
oportunidades que no se encuentran dentro del territorio, además de que
significa divisas sin costos aparentes que alivian nuestra balanza de pagos.

Según los registros del Banco de Guatemala, el ingreso de divisas por


remesas a noviembre del año pasado sumaba 7 400 millones de dólares
estadounidenses, un 4.4 % más que el total de las remesas recibidas en
2016. Dicho aumento es significativo para nuestras cuentas
macroeconómicas, pero sobre todo para los 6.2 millones de personas que
se benefician de este ingreso. Asimismo, el volumen de migrantes ha
aumentado de 1.6 millones en 2010 a 2.3 millones a pesar de las diferentes
barreras al desplazamiento impuestas por las administraciones
estadounidenses y la crisis económica de 2007-2008

Por tanto, si los Estados tanto de origen como de destino pretenden reducir
la cantidad de migrantes, es necesario realizar cambios integrales y
profundos, que trasciendan lo económico, basados en evidencia y que
vayan de la mano con políticas públicas que regulen el flujo migratorio de
manera segura y desde los derechos humanos. Con ello se previene tanto
la migración irregular, que expone a las personas a abusos, como las
violaciones de sus derechos y la misma muerte, además del auge de mafias
de traficantes de personas y la criminalización del sujeto migrante al
asociarlo con el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado.

1. Fundación AVINA
Fundación Avina, Cities Alliance, así como instituciones públicas,
migrantes retornados, sector privado y sociedad civil, presentaron esta
semana el Programa: “GUATE TE INCLUYE”, un esfuerzo de
articulación interinstitucional e intersectorial que busca la participación
de todos los interesados con el fin de contribuir a la inclusión social y
laboral de la población migrante retornada.

La primera fase ha fijado la meta de inserción laboral de 200 migrantes


deportados y el desarrollo de 10 emprendimientos, expresó Cynthia
Loría, Responsable del Programa Regional de Migraciones de
Fundación Avina quien expuso que la experiencia da cuenta de que
“esta es una ruta válida para la atención de esta población que ha
enfrentado deportación o retorno forzado”.
Hay dos vías para la inclusión. La primera es para un empleo formal
digno, para el cual el migrante recibe orientación laboral, entre otros
procedimientos. La otra es para emprendimiento; es decir, se evalúan
las habilidades empresariales, se les brinda asistencia técnica para el
diseño e implementación de un plan y también inclusión financiera, entre
otras asistencias.

La fundación Te conecta, organización encargada de promover la


atención al migrante por medio de asistencia integral, programas de
capacitación y reinserción laboral, fue invitada a ser parte del programa
Guate te incluye.

María José Girón, directora de Te conecta, informó que entre enero y


febrero del presente año diariamente reciben entre cinco y seis
deportados. De ese total logran ubicar en puestos de trabajo formal a
unos 15 cada mes.

En los últimos años, Guatemala está recibiendo un promedio anual de


100,000 personas deportadas vía área y terrestre, el 99% de esta
población no reciben ningún tipo de atención para su inclusión social y
laboral. Se prevé que estos flujos aumenten debido a las políticas anti
migratorias de la nueva administración en Estados Unidos, principal
destino de los migrantes connacionales.

Según datos del Ministerio de Relaciones Exteriores, si bien los


guatemaltecos migran a diferentes destinos, solo en Estados Unidos en
el 2014, vivían un millón quinientos mil connacionales.

Según el Migration Policy Institute, hasta el 2013, había 704 mil


guatemaltecos sin documentos, un porcentaje de 497% más que en
1990.
La población deportada proviene principalmente de los departamentos
de Guatemala, Huehuetenango, San Marcos, Quetzaltenango y Quiché.
El 15% de la emigración del país provienedel Departamento de
Guatemala.
Uno de los retos más grandes al regresar a Guatemala después de
haber enfrentado un proceso de deportación o retorno forzado, es que
no existe una guía que permita ayudar a que migrantes se inserten
laboral y socialmente. Muchos de ellos tienen competencias en
construcción, agricultura, servicios o bien, aprendieron a hablar inglés.
Sin embargo, no tienen cómo demostrarlas. Es aquí donde el rol de
instituciones como el Ministerio de Educación, el Instituto Técnico de
Capacitación y Productividad o Hábitat para la Humanidad es clave para
el reconocimiento y evaluación de estas competencias como uno de los
elementos clave para apoyarles a buscar un empleo.

“Los migrantes deportados son víctimas de discriminación y xenofobia,


lo que le dificulta aún más que pueda insertarse laboral y socialmente.
Queremos con este programa sensibilizar e informar no solo a la
población en general sino también al empresariado que la mayoría de
ellos son personas sin antecedentes penales y que el retorno forzado no
debe ser criminalizado”, expresó Loría.

El programa también considera un acompañamiento psicosocial al


migrante. Esta es una gran oportunidad para que migrantes con
competencias determinadas puedan contribuir con su trabajo y
conocimientos a la economía del país.

Se espera que muchos actores más se sumen a esta iniciativa. Por


ahora ya están participando actores estratégicos como el Ministerio de
Relaciones Exteriores, el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de
Educación, la Dirección General de Migración, la Cámara de Comercio
Guatemalteco Americana, además de:
 Asociación de Retornados Guatemaltecos-ARG-
 Asociación Guatemalteca de Profesionales de Gestión Humana-
AGH-
 Casa de Migrante Misioneros de San Carlos Scalabrinianos
 Centro de Acción de Responsabilidad Social Empresarial-
CentraRSE-
 Centro de Emprendimiento Alterna Impact
 Hábitat para la Humanidad
 Instituto Técnico de Capacitación y Productividad-INTECAP-
 Municipalidad de Guatemala
 Municipalidad de Huehuetenango
 Municipalidad de Mixco
 Municipalidad de San Marcos
 Municipalidad de San Miguel Petapa
 Municipalidad de Villa Nueva
 Te Conecta

El empobrecimiento, la violencia y la reunificación familiar son las mayores causas


que obligan a personas a migrar. Existen causas que son invisibilizadas, como
mujeres que huyen por violencia doméstica y la migración climática, la cual se
incrementó en los últimos meses debido a sucesos inmediatos o situaciones
prolongadas como la sequía.

La migración es una problemática mundial en la actualidad el traslado de personas


ha aumentado especialmente en Europa. “Los migrantes sufren de constante
violencia al desplazarse hacia otro país, desde el recorrido y la llegada a un nuevo
lugar, abusos sexuales, extorsiones, secuestros, robos y muerte son algunas
consecuencias para buscar una mejor vida”.

Un migrante guatemalteco deja el país para ir a trabajar a EE. UU., persiguiendo el


“sueño americano”. Aunque en apariencia lo hace voluntariamente, en la realidad,
se va expulsado de su territorio, derivado de varios factores que subyacen para la
toma de esa decisión. Por ejemplo: su status social de pobreza, la falta de
oportunidades y la falta de recursos económicos, entre los más conocidos.
Cuando se dice que la causa de la migración en Guatemala es la falta de
oportunidades, pareciera que se trata de esconder tras este manido concepto los
verdaderos orígenes que la motivan; quizá lo más apropiado sería decir que la
falta de oportunidades, principalmente de acceso a recursos económicos, es el
detonante que obliga a la migración, pero no son las causas.

Paralelamente, es importante mencionar que las remesas de dinero que envían


los inmigrantes a sus familiares que viven en el país, han llegado a ser una
importante fuente de divisas, y el factor principal para que el quetzal se haya
posicionado frente al dólar de Estados Unidos al más alto nivel en los últimos
años.

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