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Unidad Académica Profesional Cuautitlán Izcalli

DERECHO PROCESAL

UNIDAD DE APRENDIZAJE

EL INTERÉS JURÍDICO, DERECHOS, OBLIGACIONES, CARGAS


PORCESALES Y FORMAS DE ACREDITACIÓN DE LA
REPRESENTACIÓN

Cuautitlán Izcalli, México a 16 de octubre de 2019


EL INTERÉS JURÍDICO, DERECHOS, OBLIGACIONES, CARGAS
PROCESALES Y FORMAS DE ACREDITACIÓN DE LA REPRESENTACIÓN.

El interés jurídico es uno de los requisitos indispensables para acceder al sistema


de impartición de justicia y se traduce en la capacidad procesal que tiene una
persona para comparecer a un procedimiento de carácter administrativo o
jurisdiccional. Se puede definir como el derecho subjetivo que emana de la norma
jurídica y que posibilita a su titular de acudir ante la autoridad competente para
reclamar el cumplimiento de un derecho o de una obligación a cargo de una
persona o del propio Estado.

Existen diferentes criterios emitidos por los Tribunales Federales y de los cuales
se puede obtener una definición técnico-jurídica que indica que para que se
encuentre en presencia de un interés jurídico se requiere que dicho derecho sea
tutelado por la norma y afectado por la autoridad. En este supuesto se puede
encontrar cualquier persona que goce de permiso, licencia o autorización de la
autoridad, que esté vigente surtiendo efectos legales y que algún acto de esa
autoridad o una diferente le limite o restrinja el uso y goce del derecho que se
derive de tales actos administrativos. En un caso así se está frente a un interés
jurídico para impugnar tales actos porque se encuentran contenidos los dos
elementos a que hace referencia la autoridad jurisdiccional; por un lado, el
derecho tutelado por la norma, y por el otro, la afectación de dicho derecho por la
autoridad.

Cuando se habla de interés jurídico se está hablando de un derecho real como


objetivo derivado de la norma, por lo que la afectación de tal derecho debe ser real
y objetiva, de este modo, el acceso al sistema de impartición de justicia se
restringe de manera ostensible porque se debe demostrar por parte del
accionante, que el derecho que alega ser afectado, existe en la norma y además,
que tal afectación se deriva de un acto de autoridad con efectos reales y objetivos.
Lo anterior encuentra congruencia en el hecho de que la impartición de justicia es
válida si lo solicita la persona que se vea afectada en su esfera jurídica. Sin
embargo, se estaría ante un caso de personas directamente afectadas por un acto
de autoridad y no son propiamente el sujeto pasivo de la relación jurídica pero que
son afectados indirectamente, estando en el supuesto de terceros y que con este
principio de interés jurídico no podrían acceder a un órgano administrativo o
jurisdiccional para solicitar justicia.

Interés legítimo: resurge a raíz de las reformas constitucionales en materia de


derechos humanos y justicia de amparo. Se define en los términos de que el
gobernado que ostente como titular un interés legítimo y sea afectado con el acto
de autoridad, puede acudir a la vía contencioso administrativa a solicitar que se
declare o reconozca la ilegalidad del acto autoritario que le agravia, para lo cual
requiere: ser titular o portador de un interés (diferente a derecho) contenidos en la
Constitución y la Ley; sea objeto de una lesión subjetiva; la anulación del acto
acarree y se concrete, ya sea en el reconocimiento de una situación individual, el
resarcirlo de daños y perjuicios , en un beneficio o evitar un perjuicio, adquiriendo
así, un derecho a la legalidad en el actuar de las autoridades.

El interés jurídico se relaciona con la presunción de afectación de esfera jurídica


de una persona por la emisión de un acto de autoridad. Es decir, si por el acto de
autoridad la persona se considere afectada ya sea de manera directa o indirecta,
su derecho tutelado en una norma jurídica, es suficiente para acreditar el interés
legítimo y acudir a las instancias administrativas o jurisdiccionales para
impugnarlo.

Obligaciones procesales

La obligación apunta a un vínculo jurídico entre personas determinadas. Una está


en la necesidad de efectuar una prestación a favor de la otra. Esta concepción
trasladada al proceso, sirve en la medida en que se adapte a sus contornos. El
sólo proceso alude de manera determinante a vínculos entre personas y que se
puede visualizar desde la perspectiva de que una de esas personas debe efectuar
una prestación en favor de la otra.

Derechos

Los derechos pueden ser de orden activo y pasivo

 Audiencia

 Elegir abogado defensor

 Presencia en la práctica de los actos de investigación

 Requerir la práctica de investigación y prueba

 Presencia en juicio oral

 Solicitar suspensión de audiencia

 Interponer recursos

Los derechos en la categoría pasiva pueden ser:

 Declarar voluntariamente

 Ser interrogado de manera objetiva

 Ser respetado en su dignidad

 Reconocimiento de la ´presunción de la inocencia


Carga procesal

Es la situación jurídica en que se colocan las partes cuando por una disposición
legal o determinación judicial deben realizar una determinada conducta procesal, y
que esa realización las coloca en situación jurídica favorable para sus intereses
dentro del proceso (expectativa) y cuya omisión las coloca en desventaja
(perspectiva). En otras palabras, se trata de un imperativo del propio interés y
cuyo cumplimiento deriva en ventajas directas hacia el interesado, y si no se
realizaran, aun cuando se da una situación jurídica desfavorable, no implica una
sanción o la existencia coactiva de la conducta que se omitió.

Las cargas procesales en la doctrina procesal mexicana se definen más como


obligaciones, con excepción de los códigos de procedimientos civiles de algunos
estados mexicanos. Dentro de las más importantes cargas procesales que se
identifican en la doctrina procesal mexicana figuran:

 la presentación de la demanda

 contestación de la demanda

 impulso del procedimiento

 de la prueba

 de los alegatos

 de la impugnación

La carga procesal también se refiere al volumen de asuntos que está conociendo


un órgano jurisdiccional y también es una categoría fundamental que nos permite
comprender la esencia del proceso y la situación de cada una de las partes dentro
del mismo.

Representación y acreditación de la representación

La personalidad hace las veces de representación e incluye tanto la


representación legal como la representación voluntaria. La representación se
define como la facultad que tiene una persona para obrar en nombre y por cuenta
de otra.

Para acreditar dicha representación es necesario se pude hacer de dos formas:


Por cualquier medio válido en derecho que deje constancia fidedigna (documento
privado con firma legitimada notarialmente o documento público), siendo válidos a
estos efectos los documentos normalizados que apruebe la autoridad competente.

También se puede acreditar mediante comparecencia en el órgano administrativo


competente.

La representación se da cuando un sujeto realiza un acto jurídico en interés de


otro, de tal forma que la actuación del representante compromete de manera
directa al representado.

El poder de representación se puede ejercer por el titular o su representante,


quien suple la incapacidad de hecho del representado. El representante puede
actuar a nombre y por cuenta ajena y a nombre propio por cuenta ajena.

La representación se divide en voluntaria y legal. La voluntaria es aquella cuando


mediante una declaración se otorgan facultades a otro para actuar en su nombre y
por cuenta propia. Puede ser declaración unilateral del representado mediante un
poder o procura, el cual es diferente al contrato de mandato. También existe la
representación mediante contrato.

La representación se encuentra contemplada en la ley, sobre todo en los casos de


las personas incapaces y que recae en las personas que los tienen a su cuidado.,
como es el ejemplo de la patria potestad, y la tutela, en cuyos casos las facultades
de que se encuentra investido el representante se encuentran respaldadas en la
ley.

Las partes podrán comparecer a juicio en forma directa o a través de un


apoderado legalmente autorizado.

Si es un apoderado, éste deberá acreditar su personalidad de acuerdo a las


siguientes reglas:

I. Si el compareciente actúa como apoderado de una persona física, lo


puede hacer mediante poder notarial o una carta poder con firma del
otorgante y ante dos testigos. No es necesario que sea ratificada ante la
autoridad.

II. Si el apoderado actúa como representante de una persona moral, puede


acreditar su personalidad por medio de testimonio notarial o carta poder
otorgada ante dos testigos, siendo necesario comprobar previamente
que quien otorga el poder, cuenta con facultades legales para hacerlo.

III. Si se trata de un sindicato, en un ejemplo laboral, los representantes


acreditan su personalidad con una certificación extendida por la
Secretaría del Trabajo y Previsión Social o la Junta local de Conciliación
y Arbitraje previo registro de la directiva del Sindicato.

En una situación de demanda laboral en la que el trabajador elige a un abogado


para que actúe en su representación ante la autoridad facultada, en este caso, la
Junta de Conciliación y Arbitraje.

En este ejemplo, las cargas procesales se refieren a la presentación de la


demanda en primera instancia, compareciendo y presentando las pruebas
necesarias que sostenga su demanda. En este caso, el abogado defensor deberá
acreditar su representación mediante los documentos arriba señalados y será
mediador entre autoridad y demandado para que los derechos de este último sean
respetados. Toda demanda lleva implícito el interés jurídico y se dan todos los
elementos antes descritos.

Referencias:

Londoño Jaramillo, M. (1). Derechos y deberes y procesales en el Estado


Social de Derecho. Opinión Jurídica, 6(11), 69-86. Recuperado a partir de
https://revistas.udem.edu.co/index.php/opinion/article/view/140

Castrejón García, G. El interés jurídico y legítimo en materia de impartición de


justicia. Consulta 11/10/2019. Recuperado de
http://historico.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/aida/cont/11/art/art2.pdf

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