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<<La

juventud va cada dia mas lejos y no hay nada que la detenga, con Nadaismo
lo mismo que sin Nadaismo. Porque la juventud es una fuerza de
la naturaleza y el Nadaismo es apenas nuestra camisa de fuerza.>>

Escobar

<El Nadaismo es quitarse la camisa de fuerza de


estar cuerdo, <<El Nadaismo es la metafisica del Yo fumo luego existo
del aburrimiento y <<El Nadaismo es un cohete alunizando en el Monte
de Venus de Brigitte Bardot>.

“Fue un movimiento vital y contestatario que confrontó las realidades de


Colombia y del mundo. Su principal fortaleza se establece en sus
manifiestos y escritos polémicos, en los que reflejaban su protesta y su
deseo por contravenir los valores que imponía una sociedad solapada y
corrompida en su moral” (Escobar, 2013, Pg. 43).
Para Carlos Fajardo “La década de los sesenta, para la poesía colombiana,
fue el desahogo y el grito de una generación hija de la violencia... Se ha
dicho que el Nadaísmo fue una insurrección de los sentidos de jóvenes
acorralados por las condiciones de una violencia institucional” (Fajardo,
2009, Pg. 66).

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EDUARDO ESCOBAR: EL NADAÍSMO COMO UNA CRÍTICA URBANA Y
LIBERADORA

Kevin Patarroyo Galindo

Eduardo Escobar, ferviente coautor y seguidor del nadaismo, es un claro


ejemplo de como la estética, si así puede llamarse, de este movimiento 
colombiano no sólo permite utilizar palabras enredadas y explorar terrenos
inhóspitos de la imaginación haciendo libres a los poetas, sino que también
busca criticar una sociedad moralemte corrompida, manipulada y sangrante;
que desea poder expresarse y que precisa de alguien que llame su atención
para darse cuenta de lo absurdo de sus motivos, de lo vago de su razón de ser,
de lo absurdo de su existencia. Es así como el poeta Escobar manifiesta en sus
diversas creaciones este carácter Nadaísta emancipador e incisivo propio de
una Colombia joven hastiada de lo mismo. Es preciso evidenciar que el poeta
escribe para criticar la política, criticar la sociedad, críticar la religión, criticar la
propia existencia y, en criticando todo, liberarse a sí mismo de su aburrimiento
y hastío.

Mucho se puede decir sobre el Nadaísmo y la importante posición que ocupó


en su tiempo en la historia literaria en Colombia, se puede decir mucho debido
a las cantidades desbordantes de literatura que generó este movimiento, pero
también a la exuberante critica que recibió como tendencia artística en un país
marcado por tradicionalismos, religiosidad y convencionalidades políticas. El
movimiento Nadaísta surge en la segunda mitad del siglo XX, más
precisamente al rededor del año 1958 de la mano de “el profeta” Gonzalo
Arango, un poeta, dramaturgo, periodista y filósofo colombiano que, en
búsqueda de una liberación total de dogmas políticos, religiosos y sociales;
proclama la NADA como una nueva forma de expresión y de emancipación de
la realidad, más precisamente, la realidad colombiana de la segunda mitad del
siglo XX, marcada por el bipartidismo y l soberanía católica.

El Nadaísmo consiste en una corriente literaria inspirada por las vanguardias


de la primera mitad del siglo XX en Europa, también llamadas ismos. Entre
ellas el Dadaísmo y el Surrealismo, es también un movimiento inspirado por
tendencias filosóficas nihilistas, por lo que busca, no sólo romper con estéticas
literarias, sino también hacer una crítica a la sociedad y los dogmas de la
época en cuestión. El creador del Nadaísmo, el profeta, Gonzalo Arango
trabajó en conjunto con diferentes escritores, tales como Amílcar Osorio y
Eduardo Escobar para crear y promover el movimiento en diferentes esferas
artísticas y sociales del país, sin embargo, su mayor representación se
evidencia en la literatura. La forma en que se promovió dicha tendencia fue a
través del escándalo, lo cual llamó la atención de la prensa y de la sociedad,
llevando a los nadaístas a escenarios públicos y a extenderse de las ciudades
de Cali y Medellín a todo el país.

En palabras de Escobar, coautor del Nadaísmo y objeto de análisis del


presente documento, el Nadaísmo fue “un movimiento vital y contestatario que
confrontó las realidades de Colombia y del mundo. Su principal fortaleza se
establece en sus manifiestos y escritos polémicos, en los que reflejaban su
protesta y su deseo por contravenir los valores que imponía una sociedad
solapada y corrompida en su moral” (Escobar, 2013, Pg. 43). Para el nadaísta
la sociedad está corrompida por sus propias prácticas y creencias y la religión
católica, que predominaba en el país, fue la principal razón de este germen
social, que afectaba a la academia, la política y a las diferentes clases sociales.

El movimiento se caracteriza por una actitud existencialista ante el mundo y su


devenir (un estado esquizofrénico consiente) ///Cita, una crítica social,
especialmente hacía los deberes moralistas y las reglas piadosas y un rechazo
rotundo a prácticas literarias altamente estéticas y estructuradas. Con el
Nadaísmo se busca expresar un deseo ferviente de Emancipación y Crítica,
todo esto en el marco de la expresión literaria. El poeta Eduardo Escobar es un
prominente ejemplo de cómo la literatura, y más específicamente, el poema,
puede ser un acto liberador y a la vez un acto contestatario.

Son varias las estancias socio-culturales que el poeta crítica y a los que hace
referencia en sus poemas, entre ellas el gobierno, las candidaturas y la actitud
del pueblo frente a su mandatarios, El siguiente poema ataca directamente un
evento político por excelencia.: las elecciones, puesto que es en ellas que los
candidatos muestran su mejor cara, una cara falsa. No es sólo una crítica a las
elecciones en sí, ni a la hipocresía de los candidatos, es también un llamado de
atención a un pueblo que acepta ignorante dicha hipocresía sabiendo de
antemano que las promesas de los candidatos son mentira, que lo que dice la
televisión es falso y que lo único que le aguarda es su propia ruina.Los juegos
de palabras, muy característicos en el poeta, reconstruyen lo que ha se
experimentado los últimos años en su país, la crisis política, la corrupción y los
hechos violentos que parecen no tener fin.

Cuando llegan las elecciones

Los candidatos entran en un temblor enamorado

Por su querido pueblo

Sonríen y se peinan con la lengua

Llenan sus discursos de flores acartonadas

Unos los siguen en silencio

Otros les fritan vivas desde sus plazas vivas

Y desde abajo otros abajos

Y otros todavía no sabemos qué hacer si

Desdeñarlos o

Cortares la cabeza o

Perdonarlos o

Simplemente amar la vida más que su muerte

Los candidatos buscan el poder

Para poder no poder

Sus camas están paradas sobre cuatro crímenes

El pueblo no lo sabe

Porque esto no lo dicen en la televisión

Pero cualquiera que gane


Ordenará mañana a los ejércitos

Ametrallarnos en estas calles

Donde hoy bebemos juegos

Endulzados

Con consignas.

El fragmento es un claro ejemplo de cómo el poema, más precisamente, el


poema nadaísta, no teme a lo que se piense del poeta, no expresa verdades
escondidas, dice lo que piensa, y lo que piensan muchos a manera de protesta.
El poema es un acto liberador, una expresión de crítica y de queja, una realidad
cruda escrita en versos aleatorios y juegos de palabras. Es una respuesta
violenta a la violencia del país.

En el siguiente poema se refleja lo que piensa el poeta sobre las figuras


políticas, lo que ellas representan para la nación. En pocas palabras deja claro
lo que necesita un hombre de bien, lo que un ministro no tiene.

ENVIO

Que mi hijo sea

Sensato

Inteligente

Y honrado

Así--

Nunca

Sera

Ministro

191

Este poema tomado de "Cantar sin motivo"(1973-1976) refleja una clara crítica
social, donde el artista evoca lo peor de una sociedad aparentemente piadosa,
pero profundamente corrompida, que disfraza su hipocresía con decencia,
mientras que hace sus maldades abiertamente.

La decencia es un horror vacío -máscara opaca

Brillo mentiroso

La decencia

Echándose polvo En el espejo

Esta señora está casada con un rey del infierno

cuando su marido se quita las cajas de dientes

Sabe de bebedizos -abortivos -y médicos ilegales

Esta señora hace brujerías

Le prende velas a los santos

Tiene detrás de las puertas

fotografías clavadas con alfileres

Habla con los muertos en las tardes vacías

Y visita cada mes a los brujos boyacenses

que tienen un turbante

y un diamante falso en el turbante

Las señoras decentes les compran a los ladrones

las cosas que robaron a sus vecinas

En el juego hacen trampa

En las elecciones municipales auspician los fraudes

La decencia defiende en el Club Rotario la Justicia

Pero engaña a los mendigos con panes mohosos

sacados de la basura

La decencia Echándose polvo En el espejo


(147)

Escobar retrata la doble moral de una mujer que se maquilla frente al espejo,
como si maquillara sus intenciones, como alguien que oculta lo que realmente
es, no es sólo el maquillaje el que oculta su verdad, son también sus
costumbres, sus rituales, sus velas para los santos y sus alfileres clavando las
fotos los que reflejan la falsa “decencia” que la sociedad tenía y de la que los
nadaístas carecían.

Cabe resaltar que, ante el descontento con su sociedad y con las personas que
le rodean, el poeta no pierde su estilo: sin puntuación, con espacios
exagerados entre palabras, con el juego de palabras y las oraciones que no
terminan al terminar el verso. Este es el estilo que caracteriza a Escobar, la
forma de sus poemas es una rebeldía misma ante las estéticas tradicionales, lo
crucial para el autor es transmitir un mensaje de crítica. Un llamado de atención
a su sociedad, un llamado en medio del desorden y de la nada.

El movimiento nadaísta también se caracterizó por ser totalmente antípoda a la


religión, la religión católica en particular, que dominaba más allá de la esfera
netamente religiosa del país durante el siglo xx. La religión establecía
costumbres, parámetros, estigmas y temores. En especial temores, según el
mismo Escobar; temor a la muerte, temor al pecado, temor a la condenación.
Como respuesta a estos temores infundidos hegemónicamente, el padre del
nadaismo, Gonzalo Arango reacciona explosivamente manifestando que la
religión coarta la libertad, destruye la creatividad, acaba con el arte..////cita

Por su parte, Eduardo Escobar, como buen discípulo de Arango, hereda y


propaga la revolución antirreligiosa nadaísta. Se opone abiertamente a las
creencias y se burla de la figura de Dios y de los santos.

ORACION

Señor

Tú que no te afeitas con Gillette

Que no te lavas la cara

ni los dientes
Que no usas vestido ni zapatos

Que no te dejas ver

a los ateos Déjate ver de mi

Ven y juguemos

Acariciemos juntos

as serpientes que tocan su cascabel

Leamos juntos

la vida de Tarzán

Sus inquietudes

Déjate ver de mi

Ven

y juguemos (p11)

Aquí Dios es una figura que quiere ser reducida a lo común, a lo burdo de la
cotidianidad citadina, de alguna manera, Escobar le pide que se manifieste,
que aparezca, que jueguen juntos y que lean. El autor quiere demostrar que lo
que se considera sagrado para la sociedad, lo santo; para él no es más que un
artilugio inventado por los dogmas religiosos. Artilugio que debe normalizarse
en lugar de respetarse.

Sumado a la burla por los dogmas religiosos y por lo sacro. El autor nadaísta
se caracteriza por un lenguaje apocalíptico y unos versos cargados de
existencialismo e inclinación hacia el fin de la existencia. El poema “fin del
mundo" que hace parte de su primer libro "la invención de la uva" retrata el fin
de todas las cosas para Escobar, Un final en un paisaje urbano, paisaje que es
un factor esencial para el poeta en sus obras.

EL FIN DEL MUNDO

Hoy soy feliz El sol se apaga sobre el mundo

Todo va a terminar
La muerte es amarilla sobre el rio

El universo es

un puñado de sal

La luz se volverá jabón para la cara

Los automóviles dormirán en las esquinas

aparentemente convertidos en garzas

Esperemos la invasión de las garzas

Vendrán a fabricar sus nidos

en el corazón ardiente del semáforo

La ciudad de cemento de caja de cartón

empolvada y sola

inmóvil

termina en cada calle

Hediondo bolsillo

Y yo feliz irremediablemente

en la luz

vieja

(p23)

La lectura del poema genera un ambiente hostil, apocalíptico, un mundo sin luz
y sin vida, que parece hacer feliz al autor, un autor cansado de todo, cansado
de existir y feliz de que todo termine.

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