Está en la página 1de 434

SIDEWINDER

Abigail Roux

1
SIDEWINDER
Abigail Roux

2
SIDEWINDER
Abigail Roux

Título Original: Part & Parcel


Traducción: Morodachi
Corrección: Silvia
Formato: Morodachi y Rub
Portada: Rub
Epub: Mara
© 2017 Publicado por LLLE
Libro de distribución gratuita, sin fines comerciales y/o lucro.
SIDEWINDER
Abigail Roux

Resumen

Nick O'Flaherty y Kelly Abbott tuvieron su final feliz a la vista


cuando la llamada de un amigo pidiendo ayuda casi terminó con ellos a
manos de la hoja de un cuchillo. Ahora, después del desastre, ambos
hombres tratan de sanar y seguir adelante.

Siguieron adelante juntos, sin embargo, es más difícil de lo que


cualquiera de ellos pensó que sería. Kelly lucha por ser simplemente un
amante en vez del Doc, mientras que Nick está concentrado en su
recuperación. La distancia que los separaba es silenciosa.

Buscando desesperadamente consuelo, Nick finalmente reúne el


coraje para ordenar las posesiones que su querido amigo y compañero de
equipo Sidewinder, Elías Sánchez, lo dejó cuando murió. En lugar de
reconfortantes recuerdos, Nick y Kelly encontraron una pila de cartas e
instrucciones estrictas de Eli que los incitan a responder a una llamada de
asistencia.
SIDEWINDER
Abigail Roux

Con las cartas de Eli en la mano, Sidewinder parte en una última


misión juntos, buscando la paz y la absolución más allá de la tumba y para
ellos mismos.
SIDEWINDER
Abigail Roux

Capítulo 1

1999

L as luces destellaron. La gente gritaba a lo lejos. La espalda de


Nick golpeó el suelo, y todo fue cielo azul y humo. Su cuerpo
estaba frío cuando debería haber estado caliente, yendo más
frío a cada segundo. Los sonidos se desvanecieron, y luego luz, y hubo paz
por un tiempo. Sólo dulce paz.

Cuando Nick se despertó, el dolor lo inundó como nunca lo había


sentido antes. Se sacudió, luchando por respirar, arañando lo que sea que
ardía dentro de su brazo derecho.

—¡Sostenlo abajo! —gritó alguien. —¡Jesucristo! ¡Sostenlo!

—Irlandés. —Alguien respiró cerca de su oído. Una voz suave, que


significaba seguridad y hogar. —Irlandés, soy Six. Tienes que estar
tranquilo, amigo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

Nick trató de calmarse. Si Ty le decía que se tranquilizara, significaba


que su pánico era una amenaza para alguien. ¿Dónde estaban? ¿Estaban
todavía en el campo? ¿Eran prisioneros de nuevo? El dolor ardió a través
de él. Apretó los dientes y buscó la mano de Ty, desesperado por algo,
cualquier cosa, que lo anclara.

—Six. —Nick jadeó, apenas reconociendo su propia voz.

Los dedos de Ty eran calientes en las manos de Nick, pero el agarre


de Ty era inquebrantable. —Te tenemos.

—¿Quién mierda dejó que esta bolsa se acabara? —Alguien gritó.


Nick reconoció tardíamente la voz de Kelly y, maldita sea, parecía
cabreado. —¡Jodidamente fuera de aquí! ¡Si no puedes hacer tu trabajo,
lo haré por ti!

La cara de Ty se deslizó dentro del campo de visión de Nick. Tenía la


mano de Nick entre las suyas, sosteniendo los dedos de Nick cerca de su
rostro de la manera en que se habían abrazado cada noche en cautiverio.
Nick se aferró a él, respirando con dificultad, tratando de no pedir ayuda.

—Estás bien. Aguanta, irlandés.

Nick lo miró a los ojos, abrazándolo hasta que el frío empezó a


sumergirse en su brazo. Subió por sus venas, empalagoso, turbio,
penetrando en cada parte de él y empujando fuera el calor y el dolor.
SIDEWINDER
Abigail Roux

—Eso es, hermano. —Ty susurró. Acarició la cara de Nick, su pulgar


apoyado contra el pómulo de Nick. —Estás bien. Todo está bien.

Nick cerró los ojos, confiando en Ty para decirle la verdad.

Cuando se despertó de nuevo, era un mundo mucho más agradable.


El dolor era sólo un susurro lejano en los bordes de su ser, y el pánico lo
había abandonado con las seguridades de Ty. Giró la cabeza,
entrecerrando los ojos ante las brillantes luces. Podía oír a alguien barrer,
acompañado por el tintineo de cristales rotos y el susurro de plástico. Y,
por supuesto, los pitidos y zumbidos de los monitores que conocía muy
bien.

—¿O’flaherty? —Kelly dijo cuidadosamente. Su voz era un susurro,


como si no estuviera seguro de que Nick estaba realmente consciente y no
quería despertarlo si no lo estaba.

Nick giró la cabeza para encontrar a Kelly sentado al otro lado de su


cama, con una tentativa sonrisa en su rostro. —Hey, Doc.

Kelly apartó el libro que había estado leyendo y acercó la silla.


Descansó un codo en el borde de la cama, dando una pequeña sonrisa a
Nick. —Bienvenido, Sargento Mayor.

—¿Los demás?

—Todo bien. Fuiste la única víctima.


SIDEWINDER
Abigail Roux

—¿Qué perdí?

—Tu orgullo. —Respondió otra voz. Nick tardó demasiado en


centrarse en el hombre que se había acercado a Kelly. Elías Sánchez se
inclinó más cerca, como si se diera cuenta de que Nick no podía verlo.
—No sólo te disparaste, sino que también perdiste nuestra apuesta.

—Mierda. —Nick dijo gruñendo, cerrando los ojos otra vez.

Eli y Kelly se rieron entre dientes. Eli tocó a Kelly en el hombro. —Six
te necesita para su informe. Tengo esto.

Kelly le dio a Eli su silla, ofreciendo a Nick una suave palmadita en el


pecho. —Vendré a revisarte cuando terminemos. —Señaló la maquinaria y
disparó a Eli una mirada que probablemente no pensó que Nick notaría.
—Vigila su dolor. Si se levanta de nuevo, se hará aún más daño a sí mismo.

El sonido de barrido se detuvo por un momento. —Si jode basura en


mi enfermería de nuevo, lo ataremos.

—Acércate a él con esas restricciones y jodidamente te mataré.


—Kelly gruñó.

Eli apretó el hombro de Kelly. —Doc.

—Nadie jodidamente lo ata. —Kelly gruñó, señalando con un largo


dedo a quienquiera que se le había dado la tarea de limpiar cualquier lío
que Nick había hecho en su ataque anterior.
SIDEWINDER
Abigail Roux

10

Eli agitó una mano a Kelly despidiéndolo y Kelly los dejó con una
última mirada a Nick. Nick lo observó con el ceño fruncido. No estaba
seguro de por qué Kelly se oponía tanto a las restricciones. Demonios, la
última vez que se había lesionado, Nick les había pedido que lo retuvieran
porque casi había matado al médico que había estado allí para aplicar una
prueba de sangre y despertado abruptamente a Nick. Las restricciones
eran sólo para mantener a todos a salvo, incluyendo a Nick.

—¿Por qué está enfadado? —Nick le preguntó a Eli.

—Has estado hablando dormido. —Eli dijo con una sonrisa


tranquilizadora. Sin embargo, no llegó a sus ojos, y por la tristeza en ellos
Nick supo inmediatamente lo que debía haber estado diciendo. El calor le
ruborizó las mejillas. —Ninguno de nosotros sabía lo mucho que toda esa
mierda se quedó contigo y Grady. Nunca hablas de eso, así que pensamos
que estabas bien. Pero llamaste a Ty un par de veces, así que lo hicieron
venir aquí. Estabas… —Eli hizo una mueca y bajó la cabeza.

Nick se esforzó en tragar, forzándose a seguir mirando a Eli para que


Eli no supiera que se avergonzaba de ello.

—Grady dijo que tiene los mismos sueños, nos contó un poco
acerca de lo que probablemente estabas soñando.

—Oh —Nick dijo débilmente, sus ojos se desenfocaron porque era


demasiado esfuerzo de otra manera.
SIDEWINDER
Abigail Roux

11

—Doc no lo tomó demasiado bien. Demonios, ninguno de nosotros


lo hizo.

Nick recordó el resplandor de rabia en los normalmente plácidos


ojos grises de Kelly y se estremeció.

—Hey Lucky, tienes que hablar de esa mierda, te tengo. Lo sabes,


¿cierto?

Nick lo miró a los ojos y asintió con la cabeza, ganándose una suave
palmadita en la cabeza mientras Eli se inclinaba más cerca. Nick miró a Eli
por unos segundos, tratando de recordar lo que había sucedido esta vez
después de que lo hubieran golpeado. Todo era una nube de fuego y
drogas.

Eli comenzó a sonreír, sus ojos oscuros finalmente brillantes.


—Primera persona que consiga lastimarse en este viaje, ese fue el trato.

—No.

—Un trato es un trato, papá. —Metió la mano en el bolsillo de su


uniforme y retiró un marcador permanente negro. —Es por tu propio
bien.

—Oh Dios. —Nick gruñó, y sólo pudo dar un largo suspiro mientras
Eli empezaba un dibujo de Sharpie en su antebrazo. —Si dibujas una polla
en mí…
SIDEWINDER
Abigail Roux

12

—¿Puedo hacer eso? —Eli preguntó sin levantar la vista de su


trabajo. —He estado practicando ese nudo celta que me enseñaste. Esto
tendrá estilo como mierda.

Nick no pudo evitar su sonrisa mientras cerraba los ojos,


relajándose mientras la familiar presencia de Eli lo llenaba de calidez y
seguridad. —Tú tienes un estilo de mierda.

—¡Oohrah!

22 de febrero de 2013

Nick pasó por encima del cuerpo del hombre que acababa de matar
y buscó el auto en el que Ty y Zane estaban atrapados en su interior.
Había visto a los agentes de la NIA acercándose al auto patrulla, y se
movió tan rápido como su rodilla arruinada le permitió llegar hasta ellos.
El alivio cuando alcanzó las cerraduras de las puertas fue la primera cosa
buena que había sentido en semanas.

Y entonces alguien lo agarró por detrás.

—¡No! —Ty gritó. Golpeó el cristal, luchando con la manija. —¡No!

Un cuchillo entró en el costado de Nick antes de que pudiera


reaccionar. Tenía los ojos clavados en Ty, todo moviéndose a cámara
lenta, las calles de Miami transformándose en un desierto con rayos de
SIDEWINDER
Abigail Roux

13

relámpagos militares. El atacante retorció el cuchillo para traer Miami y el


mundo real estrellándose de nuevo sobre él, y Nick gritó.

Ty hizo eco con un grito de angustia y se arrojó contra la ventana


opuesta, golpeando su puño en el ya agrietado cristal una y otra vez,
mientras Nick se hundía hasta las rodillas. Inclinó la cabeza, perdiendo de
vista a su amigo, perdiendo de vista todo. Todavía estaba siendo retenido
por el cuello por el hombre con el cuchillo, y la mente de Nick corrió para
encontrar un modo de liberarse. Su atacante sacó el cuchillo del costado
de Nick y lo hundió de nuevo, arrancando otro grito de Nick. Arqueó la
espalda, cerró los ojos con fuerza mientras las lágrimas le corrían por la
cara. Sus dedos rozaron el KA—BAR1 que había escondido en su bota, y
jadeó por un último suspiro de aire.

Lanzó el cuchillo en su palma y lo pegó a la garganta del asesino,


luego se dobló y desesperadamente agarró la herida en su costado para
estancar el sangrado. Los SUV negros se acercaban, llenos de más agentes
NIA con armas y cuchillos que sin duda querían hacerles a Ty y a Zane
algunas muy incisivas preguntas.

Si el resto de los Sidewinder los ayudaría, ya habrían llegado a Nick.


Evidentemente, habían sido detenidos en la batalla o, Dios no lo
permitiera, no habían salido vivos. Nick estaba solo, las vidas de Ty y Zane
en sus ensangrentadas manos.

1
El KA-BAR es un cuchillo de combate famoso por ser utilizado por el Cuerpo de Marines de los Estados
Unidos (USMC) en la Segunda Guerra Mundial.
SIDEWINDER
Abigail Roux

14

Nick empezó a arrastrarse por el crucero, manteniéndose bajo


mientras el ruido de los disparos de más abajo de la calle se acercaban.
Sus dedos alcanzaron el arma que había dejado caer durante su pelea.
Había tanta sangre, que no sabía si sería capaz de agarrar la maldita cosa.
Colapsó en los escombros, aferrando el mango del cuchillo en su costado y
gritando en agonía. Sería fácil rendirse. Dejaría de doler si se rendía.

Se encontró con los ojos de Ty a través del cristal de la patrulla.


Nunca llegaría a la puerta. Sólo había una forma de sacar a Ty y a Zane de
ese coche, y mientras se miraban, Ty parecía leer su mente. Nick levantó
una temblorosa y sangrienta mano y apuntó el arma mientras Ty y Zane se
agachaban fuera de la vista.

El disparo fue insoportable. Nick parecía sentir cada centímetro de


su cuerpo romperse mientras la réplica lo atravesaba. Cuando volvió a sus
sentidos, Ty se aferraba a él, tirando de él, tratando de ayudarlo a
levantarse. Nick trató de ponerse en pie, pero ni siquiera podía sentirlos.
Extendió la mano hacia el otro hombre cercano para obtener apoyo extra,
sorprendido de ver a Eli allí en medio de Miami. Pero su mano pasó a
través de él: no había nada más que sombra, y Nick se derrumbó en los
brazos de Ty.

Ty cayó de rodillas de nuevo, sosteniendo a Nick. Ya nada dolía.


Nada.
SIDEWINDER
Abigail Roux

15

Nick miró al cielo. Era el color de los ojos de Kelly que podían a
veces cambiar. Kelly… No había podido decir adiós. No podría hacerlo.
Esto era así.

Se concentró en Ty, asintiendo con la cabeza en aceptación. Esto era


todo. —Bien.

—Está bien. —Ty susurró. Sus dedos se apretaron en la camisa de


Nick, acunándolo en su regazo. —Conseguiremos que te arreglen y estarás
bien. ¡Zane, ayúdame!

Nick trató de hablar, trató de decirle a Ty que éste era el final, que
estaba bien. El tiroteo estaba más cerca, y Ty se encorvó a la defensiva.

—Corre, Ty. —Nick logró decir.

—No te dejaremos aquí. —Ty gruñó. Estaba enojado, pero Nick lo


entendía. Habían estado enojados con Elías Sánchez por morir por ellos,
también.

Nick luchó por más palabras. No había dado su vida por Ty y Zane
sólo para verlos morir con él en la calle. —Ya estoy muerto, cariño. Ve.

—¡No!

Nick no podía mantener los ojos abiertos por más tiempo. Se


cerraron contra su voluntad, el rostro de Ty contra el alegre sol y la silueta
SIDEWINDER
Abigail Roux

16

de Eli de pie sobre él y sonriendo fueron las últimas cosas que vio. —Te
veo en el otro lado, hermano.

2 de marzo de 2013

Kelly no dormía mucho últimamente, y cuando lo hacía, sus sueños


estaban llenos de terror y dolor. Se despertaba cada vez que pensaba que
había perdido a Nick, confundido e inseguro de lo que era real y lo que era
simplemente su miedo más profundo persiguiéndolo. Despertó exhausto y
asustado por volver a alejarse por miedo a que el hombre que dormía en
la cama del hospital junto a él no estuviera allí cuando despertara.

La última vez que había dormido habían sido alrededor de unas tres
horas esa mañana. Se había acurrucado en el incómodo sillón, demasiado
exhausto para luchar contra el sueño, y dejó a los otros chicos vigilar la
cama de Nick. Zane Garrett había estado allí cuando Kelly despertó,
sentado en una silla de ruedas, leyendo pacíficamente un libro al lado de
Nick y ocasionalmente hablando con Nick sobre lo que estaba leyendo.
Kelly se había quedado sentado y los observó durante unos minutos, la
tristeza lo envolvió a pesar de las seguridades de los médicos de que Nick
se despertaría en cualquier momento.

Esperaba que Nick los oyera. Esperaba que Nick supiera que estaban
todos allí con él, cada uno tratando de compensar el hecho de haber
dejado a Nick atrás, solo en la calle con su vida sangrando fuera de él.
SIDEWINDER
Abigail Roux

17

Kelly se sentó junto a la cama, prestando poca atención a los


sonidos de las máquinas que monitoreaban el estado de Nick. Owen Johns
estaba acurrucado en el pequeño banco bajo la ventana que pasaba como
un sofá, roncando suavemente. Todos estaban exhaustos y aún
recuperándose de sus propias heridas, pero nadie se iba, por lo que
estaban tomando turnos. Los demás se habían ido a almorzar por la
insistencia de Kelly. Apreciaba que estuvieran allí, y sabía que necesitaban
estar allí tanto por su bien como por el suyo o el de Nick. Todos amaban a
Nick. Todos pensaban que lo habían perdido cuando lo habían dejado
atrás. Todos merecían estar allí cuando Nick despertara. Pero Kelly
necesitaba un poco de tiempo a solas. Tiempo para estar solo consigo
mismo, con sus pensamientos, temores y esperanzas. Tiempo para estar a
solas con Nick, quien todavía tenía que despertar de cuatro días después
de casi sangrar en la calle.

Owen estaba durmiendo en el otro lado de la habitación y no


molestaba a Kelly. Al menos no tenía que prestarle atención, y en su lugar
podría centrarse en Nick. Su amigo. Su amante. Su futuro prometido quien
nunca se había propuesto.

Kelly sonrió tristemente. Sostuvo la mano de Nick en la suya y trazó


la punta de su dedo sobre cicatrices y magulladuras. Las manos de Nick
habían pagado todo el daño que había hecho a la gente que intentaba
lastimarlos. El pecho de Kelly se hinchó de orgullo y dolor. Volteó la mano
de Nick, siguiendo la línea de vida en la palma de Nick. Nick tenía una
SIDEWINDER
Abigail Roux

18

cicatriz de cuchillo en el dorso de la mano, y se arrastraba desde su


muñeca hasta la línea entre el pulgar y el índice, conectándose casi
perfectamente con su línea de vida. Juntas, casi rodeaban su mano entera.

Kelly siempre bromeaba con las cicatrices de Nick sobre cómo


significaban que viviría para siempre. Ahora no estaba seguro de que fuera
tan gracioso.

Sin embargo, podía oír la risa de Nick en su mente. Ver la forma en


que sus ojos se arrugaban cuando sonreía. Era tan real y tan cercano que
parecía que podía estirarse y tocarlo. Pero tal vez nunca vería ni oiría la
risa de Nick otra vez, y Kelly no lo manejaba muy bien.

Suspiró pesadamente mientras su dedo se arrastraba a lo largo de la


cicatriz, su visión borrosa con lágrimas y agotamiento. Los dedos de Nick
se crisparon, dando la ilusión de que estaba rozando la mano de Kelly
cariñosamente.

Kelly arqueó los labios, tratando de no estar molesto por eso.

Nick se despertaría. No estaba muriendo. Él volvería a ellos, lleno de


risas y alegría, como siempre lo hizo.

—Hey, Doc.

La cabeza de Kelly se disparó arriba ante aquel simple y ronco


susurro, con los ojos muy abiertos, su corazón repentinamente corriendo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

19

Nick lo miraba.

Kelly se levantó abruptamente, enviando su silla chirriando hacia


atrás. Owen saltó ante el ruido, agazapado, preparado para la batalla.
—¿Qué? —Exclamó.

Kelly se inclinó sobre Nick, alcanzando su rostro. Cuando sus dedos


tocaron la piel de Nick, los ojos de Nick se cerraron.

—No, no, Nicko, quédate despierto. —Kelly le suplicó. Sintió que


Owen se movía, pero no pudo apartar su atención del rostro de Nick para
ver lo que estaba haciendo.

Nick volvió a abrir los ojos. Eran claros y verdes, pero se habían
desvanecido como cuando Nick no se sentía bien. —¿Estás bien? —Nick le
preguntó.

Kelly contuvo la respiración por un momento, tratando de pensar a


través de la euforia para encontrar una respuesta. Por fin soltó una
carcajada y asintió con la cabeza, presionando su frente contra la mejilla
de Nick. —Bienvenido.

—¿Dónde está Eli? —Nick preguntó, con los ojos cerrados, la voz
torturada de días sin hablar.
SIDEWINDER
Abigail Roux

20

El corazón de Kelly tartamudeó, y miró arriba para encontrarse con


los ojos de Owen. La boca de Owen se movió, pero no salió ningún sonido.
Finalmente, él tragó saliva y asintió con la cabeza. —Voy a buscar a Six.

Kelly devolvió su atención a Nick, pasando los dedos por el cabello


de Nick. —Eli se ha ido, amigo. —Susurró.

Nick frunció la frente y apretó los ojos con fuerza. Luego respiró
hondo y los abrió de nuevo. —Está bien.

El alivio que inundó a Kelly fue agridulce. ¿Dónde había estado Nick
los últimos días, perdido en sus recuerdos?

—¿Qué día es? —Nick preguntó, su voz tan áspera que era casi
doloroso escuchar. —¿Me perdí el Día Inaugural?

Kelly se echó a reír, sabiendo que estaba peligrosamente cerca a la


histeria ahora que el peso de la preocupación había sido levantado.
Abrazó a Nick más cerca, acariciando su rostro contra el de Nick. La mano
de Nick se posó cuidadosamente en la espalda de Kelly.

—No, no te lo perdiste. —Kelly finalmente se las arregló para decir.


—Todavía hay mucho tiempo.

—Bueno, eso es un alivio. —Nick susurró mientras sus dedos se


curvaban en la camisa de Kelly.
SIDEWINDER
Abigail Roux

21

Su respiración fue más complicada contra la mejilla de Kelly, y su


agarre en la espalda de Kelly comenzó a apretarse, sus uñas cavando. El
sonido de sus monitores, que se había desvanecido en el ruido de fondo
para Kelly hace unos dos días, comenzó a invadir su conciencia, un pitido
que iba más rápido, una advertencia que Kelly conocía muy bien.

Kelly se alejó de Nick justo antes de que las máquinas entraran en


un verdadero pánico y Nick se retorció en la cama, convulsionado y
jadeando. Kelly empujó su silla a un lado, haciéndola caer de lado,
mientras corría hacia la puerta para pedir ayuda.

Debería haber sabido que una reunión apacible no era el estilo de


Nick.

4 de marzo de 2013

Eran principios de marzo en Boston, y los compañeros más cercanos


de Kelly se vieron obligados a afrontar un viento fuerte cuando se
reunieron en el cementerio. Muchos de entre la multitud estaban vestidos
de uniforme, brillantes y planchados y estoicos como convenía en el
funeral de un miembro retirado del Departamento de Policía de Boston.

Kelly tuvo que estrechar los ojos contra el sol para ver a la pequeña
multitud a su alrededor. El viento le arrancaba las solapas, le arrugaba el
pelo y hacía llorar sus ojos. No era el único. Varios de los que lo rodeaban
SIDEWINDER
Abigail Roux

22

estaban luchando contra la brisa dura, usando pañuelos y gafas de sol


para defenderse.

Volvió los ojos hacia el ataúd cuando éste bajó al suelo. Las cuatro
hermanas de Nick, sólo dos de las cuales Kelly había conocido, se unieron,
cantando una hermosa versión de “The Parting Glass”. La más joven se
ahogó antes del segundo verso y no pudo continuar. Ella estaba de pie con
la cabeza baja, lágrimas corriendo por sus mejillas, mientras sus hermanas
continuaban la canción. Mirándola, Kelly no podía sentir nada. Sin
empatía, ni tristeza. Nada.

Nick se movió a su lado, empujando su hombro mientras salía de la


línea de los demás. Se sostenía pesadamente en un bastón, pero algo en
su uniforme perfectamente planchado contrastaba con la cojera y le daba
una gravedad que a él probablemente no le importaba prestar
intencionalmente al funeral de Brian O'Flaherty.

Nick tomó a su hermana más joven por el brazo, enderezándola sin


decir una palabra. Ella enterró su cara en su pecho, sosteniéndolo
mientras él cantaba el siguiente verso con ellos.

Kelly se estremeció ante la forma en que los ojos de Nick nunca se


desviaron hacia el ataúd, cómo se quedó mirando a la multitud y cantó
para ayudar a sus hermanas a despedirse de un hombre que no lo
merecía.
SIDEWINDER
Abigail Roux

23

Kelly seguía viendo a Nick cuando terminó la canción. Todavía lo


observaba cuando la multitud empezó a dispersarse. Nick estaba solo
mientras sus hermanas se alejaban para arrojar tierra a la tumba. Kelly
frunció el ceño preocupado cuando Nick no las siguió, y contó hasta cinco
antes de levantarse y unirse a Nick.

—¿Estás bien? —Kelly susurró. Tomó el codo de Nick, lo bastante


cerca como para que Nick se apoyara contra él con un resoplido.

—Estaré bien. —Nick gruñó. Se rió y se encontró con los ojos de


Kelly. —Ella se alejó de mí y me di cuenta de que estaba atrapado sin
alguien en quien apoyarme.

Kelly frunció el ceño. La condición de Nick no era un jodido asunto


de risa, pero Nick seguía haciendo bromas. Era su forma de hacer frente,
pero Kelly no se reía. Pasó un brazo por la cintura de Nick, y Nick envolvió
un brazo en los hombros de Kelly, usando el bastón y poniendo mucho
peso en Kelly mientras avanzaban juntos hacia la línea de vehículos que
esperaban. Nick había elegido montar su propio auto en lugar de unirse a
la familia en la procesión.

—Nicholas. —Llamó una mujer detrás de ellos. Kelly miró por


encima del hombro para encontrar a la madre de Nick allí. Ella había
permanecido mayoritariamente estoica durante el servicio de su marido.
De hecho, la única persona que parecía especialmente molesta por el
deceso de Brian había sido su hija menor, Nessa. Sólo tenía un año o dos
SIDEWINDER
Abigail Roux

24

años fuera de la escuela secundaria, Kelly no podía recordar su edad, y


estaba inconsolable por la pérdida de su padre.

Kelly había luchado por encontrar simpatía por ella. Pero aquella
chica había conocido a un padre muy diferente al que Nick conocía.

—Señora. —Nick dijo sin girarse. Tenía la cabeza baja, el brazo aún
alrededor del cuello de Kelly, pero apretándose mientras se tensaba.

—Vienes, ¿cierto?

Kelly sacudió la cabeza. —Él ya ha hecho demasiado. Tengo que


llevarlo a casa.

—Él sólo tenía un padre. —Ella dijo con brusquedad, sus ojos duros
en Kelly.

—Te veré allí. —Nick dijo sobre su hombro, sus dedos apretando la
chaqueta de Kelly antes de que Kelly pudiera responder.

Su madre se alejó, dándole a Kelly otra mirada que le dijo


exactamente lo que pensaba del hecho de que su único hijo tenía un
novio.

—¿Cómo diablos hicieron dos personas tan horribles a alguien tan


increíble como tú? —Kelly gruñó.
SIDEWINDER
Abigail Roux

25

—Ley de Murphy. —Nick gruñó mientras seguían hacia su Range


Rover. —Nos quedaremos el tiempo suficiente para que la gente vea mi
cara. Entonces terminamos.

—Bien. —Kelly susurró, preguntándose cómo diablos Nick había


pasado toda su vida así, haciendo lo que se esperaba de él para apaciguar
a las personas que lo trataban horriblemente. Era una nueva visión de las
místicas historias de la paciencia de Nick. Kelly lo abrazó más cerca, y Nick
siseó y tropezó un poco. —¡Lo siento! ¡Mierda, sigo olvidando las
puntadas!

—Está bien. —Nick dijo, su voz se tensó cuando llegaron al auto.


Levantó la chaqueta para mirar a su costado, donde hace apenas diez días
un atacante lo había apuñalado. Dos veces. Había sangre en su blanca
prístina camisa. —¡Hey! Parece una excusa para no quedarse demasiado
tiempo en la fiesta de lamento—la—muerte—de—la—mierda—de—tu—
padre. ¿Eh?

Kelly rodó los ojos y ayudó a Nick a entrar en el coche.

—¿Estás bien? —Kelly preguntó una vez más mientras se sentaban


en la esquina de un bar a varias cuadras de la casa de Nick. Era bar de
SIDEWINDER
Abigail Roux

26

mala muerte local de su padre, donde los dolientes habían venido a pagar
sus últimos respetos después de que el ataúd había sido bajado a la tierra.

Nick sacudió la cabeza, mirando el vaso lleno de whisky delante de


él. No había tomado un sorbo. Era una bebida destinada a honrar la
memoria de su padre, y tenía la intención de dejarla allí. ¿Cuántas veces
había sido enviado a esta taberna para encontrar a su padre y decirle que
era hora de volver a casa? ¿Cuántas veces le habían gritado fuera de este
bar y corrido a casa, rezando para llegar allí antes que su padre?

Tamborileó dos dedos sobre la mesa, tintineando la bebida.


—Vamos a casa, ¿eh?

Kelly no lo cuestionó; Simplemente asintió y empujó su silla atrás


para levantarse. Ayudó a Nick a ponerse de pie, entregándole su bastón y
ofreciendo su brazo. Habían pasado unos días desde que Nick había salido
del hospital de Miami. Kelly había estado con él cada segundo de su
recuperación, y esta rutina era la que habían repetido al menos cinco
veces al día desde que Nick había despertado. Él apreciaba que Kelly
estuviera allí, pero por primera vez en su larga historia de pelear lado a
lado, Nick se avergonzaba de necesitar ayuda. Kelly ya no era más un
médico del ejército, era el novio de Nick.

Cuando Kelly había llamado a su hermana Kat para hacerle saber


que Nick estaba vivo, Kat les había hablado de Brian. Se estaba muriendo,
en el hospital con sólo días para vivir. Nick no había llegado a casa a
SIDEWINDER
Abigail Roux

27

tiempo, ni lo había intentado especialmente, y sabía sin lugar a dudas que


su madre nunca lo perdonaría.

Nick estaba teniendo dificultades para fingir ser el hijo afligido.

Se inclinó sobre Kelly mientras se abrían camino entre la pequeña


multitud, ahorrándose la obligación de despedirse o estrechar la mano
con los amigos de su difunto padre. Todo el mundo sabía lo que le había
pasado, todos sabían que probablemente todavía debería haber estado en
casa en la cama, si no en el hospital. Todos sabían que todavía estaba
débil.

Nick jodidamente lo odiaba.

—Nicky. —Dijo un hombre de uniforme mientras Nick y Kelly se


acercaban a la puerta principal. Nick se detuvo, y Kelly discretamente se
alejó para que Nick no se apoyara en él mientras miraba al hombre.
—¿Cómo estás, hijo?

Nick respondió con un breve gesto de asentimiento. Él era por lo


menos quince centímetros más alto que el hombre, pero recordaba tener
que estirar el cuello para ver su cara cuando él estaba parado en su sala de
estar esperando al padre de Nick para ir a trabajar.

—Me sorprendió verte ahí.

Nick no respondió. Simplemente se quedó mirando, esperando.


SIDEWINDER
Abigail Roux

28

Su silencio, al parecer, puso nervioso al viejo compañero de su


padre, porque el hombre continuó hablando, sus palabras rápidas y su
inquietud más pronunciada. —Todos saben lo que trataste de hacer por tu
papá. Incluso si ese hígado no lo tomó, le diste un año más. El que muriera
no fue culpa tuya, Nicky.

Nick hizo un ruido chasquido con su lengua y se paró un poco más


recto. —Lo sé. —Dijo, con una voz tan plana como su expresión.

Se giró antes de que el hombre pudiera decir más, buscando el


brazo de Kelly mientras salían del pub.

—No fue tu culpa. —Kelly gruñó en voz baja. —¿Por qué mierda
cualquiera de estos idiotas piensa que estarías sentado alrededor
culpándote porque el cuerpo de tu padre rechazó un pedazo de hígado
por el que arriesgaste tu vida donando?

—Porque creen que es mi culpa. —Nick dijo despreocupado, su


cabeza baja para observar sus pasos en la desigual acera.

—Realmente no piensas eso, ¿verdad? —Preguntó Kelly, sonando


medio horrorizado y medio insultado.

—Lo sé. Ese era el compañero de mi padre. Trabajaron juntos


durante treinta años. Él respondió a una llamada de perturbación
doméstica en mi casa una noche cuando yo tenía unos diez años. Escribió
el informe y todo. Disturbios causados por caer por las escaleras.
SIDEWINDER
Abigail Roux

29

Kelly se detuvo y miró por encima del hombro.

—Los amigos de mi papá saben que si pudiera matar a la gente con


el poder de mi mente, mi padre habría sido el primero en irse.

Kelly resopló airadamente. —¿Qué, ellos creen que llenaste tu


hígado de odio antes de dárselo?

Nick rió entre dientes, sacudiendo la cabeza mientras seguía


mirando fijamente al suelo. Apretó su agarre en el brazo de Kelly y Kelly se
acercó a él mientras caminaban hacia el coche.

—Tal vez lo hice. —Nick murmuró después de unos segundos de


silencio.

—Nick.

—Estaría bien con eso. —Él admitió. Disminuyó el ritmo de su


caminar cuando dolor en su rodilla se hinchó, y tuvo que permanecer un
momento allí con los ojos cerrados, esperando a que pasara.
Eventualmente necesitaría una cirugía para reparar el daño que había
causado una violenta patada. Sin embargo, el ortopedista lo quería curado
primero completamente de sus otras lesiones, por lo que fue dejado a
cojear alrededor y vivir con analgésicos hasta entonces.
SIDEWINDER
Abigail Roux

30

Para un hombre que había pasado toda su vida siendo activo y


confiando en sus capacidades físicas dominantes día tras día, era
posiblemente el estado más frustrante de ser que podía imaginar.

—¿Bien? —Kelly susurró.

Nick respiró hondo, mirando a Kelly.

Kelly levantó una ceja, una sonrisa jugando en las comisuras de su


boca. —¿Qué?

—Te amo. —Nick dijo, pero las palabras salieron como un susurro,
como si el mero pensamiento las hubiera robado antes de que pudieran
formarse.

Kelly sonrió un poco más y deslizó su brazo alrededor de la cintura


de Nick de nuevo, apretándole mientras seguían hacia el coche.
SIDEWINDER
Abigail Roux

31

Capítulo 2

4 de abril de 2013

Nick estaba en el sofá viendo un juego de béisbol, pero por la quinta


entrada, se puso rígido y dolorido y perdió el interés porque los Medias
estaban jugando como mierda y era sólo el tercer partido de la
temporada. Después de usar el baño y luego cojear de regreso al sofá, se
rindió a las apariencias, tomó una píldora para el dolor, se dejó caer en el
sofá en un capullo de mantas y echó los pies sobre la mesa de café,
tratando de aliviar el dolor de su cuerpo.

No estaba ayudando. Nada estaba ayudando. Cerró los ojos,


tomando una profunda respiración para intentar mantener su mente lejos
de correr en círculos como lo había estado día tras día desde que regresó
de Miami.

Necesitaba hacer algo con las manos. Necesitaba hacer algo con su
mente. Kelly había sido inflexible últimamente en que no se sobrecargara
SIDEWINDER
Abigail Roux

32

a sí mismo, y Nick había estado siguiendo las órdenes. Sabía que aún no
estaba bien, física o mentalmente. Casi había muerto en la calle de Miami,
y eso tardaría más de un mes o dos en superarse.

Echó un vistazo alrededor del Fiddler, mentalmente haciendo una


lista de las cosas que necesitaba hacer. Ella todavía tenía agujeros en ella.
En las puertas del salón, en la puerta de la cabina principal. Las literas de
abajo estaban todavía en ruinas también, y Nick estaba cansado de pelear
con su estúpida compañía de seguros. Ella merecía ser rehecha de nuevo
tan pronto como él fuera físicamente capaz.

Demonios, quizás ponerla de nuevo correcta ayudaría a ponerlo a él


de nuevo correcto también.

Tendría que esperar hasta que él no estuviera herido y drogado, sin


embargo. Ni siquiera podía concentrarse en el béisbol. Se quedó mirando
otro estúpido anuncio publicitario de disfunción eréctil, sacudiendo la
cabeza y sonriendo a la pantalla. Su atención se agitó a los estantes
escondidos en los compartimientos al lado de la TV, y frunció el ceño. No
había mirado dentro de ese compartimiento desde hacía mucho tiempo,
no desde el incidente con la CIA, cuando había sido aterrorizado porque
ellos le dispararon a la caja que mantenía escondida allí.

Se empujó del sofá, la manta todavía sobre su cabeza y


arrastrándose detrás de él mientras avanzaba penosamente hacia el
gabinete. Miró fijamente la manija, preparándose para lo que había
SIDEWINDER
Abigail Roux

33

dentro, luego lo abrió de un tirón y agarró la vieja caja de cartón del


estante superior.

La apretó a su pecho cuando regresó a su lugar en el sofá, haciendo


una mueca cuando se dejó caer demasiado fuerte sobre los cojines y
sacudió todas sus partes doloridas.

La caja cayó al suelo, acomodándose entre sus descalzos pies. Colgó


la cabeza mientras miraba la tapa, la manta pesada sobre su cabeza. ¿Qué
diablos estaba pensando? No había abierto esta caja desde el día que la
madre de Elías Sánchez se la había entregado en medio del cementerio de
Arlington; ¿Por qué demonios pensaba que ahora era un buen momento
para hacer esto?

No. Él sabía por qué. Eli había estado hablando con él desde que el
cuchillo se había deslizado en su costado. Su vida había pasado ante sus
ojos: un montaje frenético y aterrorizado de todo el tiempo que había
desperdiciado y de las cosas preciosas que había perdido. Y Eli había
estado allí con él en la calle, quedándose atrás cuando había rogado a los
otros que se fueran y se salvaran.

Eli había permanecido con él.

Nick tomó una profunda y estabilizadora respiración, luego retiró


cuidadosamente la tapa de la caja y la colocó en el sofá a su lado.
SIDEWINDER
Abigail Roux

34

Nick O,
Si estás leyendo esta carta ahora mismo, supongo que eso significa
que la pateé. Siempre creí que tu loco culo iría primero, en un resplandor
de gloria o alguna mierda. Finalmente te golpeé en algo.
Estoy escribiendo esto desde una cama de hospital. Probablemente
recuerdas el día, estabas aquí conmigo. Diablos, creo que aún podrías
estar aquí, anotando en esa enfermera allá afuera (no eres tan sutil como
solías ser, hermano). Pasaste horas aquí, animándome, contándome
historias de los viejos tiempos, sentándote conmigo cuando me quedé
dormido y esperando hasta que desperté de nuevo.
Te amo hermano. Hoy me di cuenta de que nunca te lo digo lo
suficiente, pero te amo. Sigo pensando en lo malditamente pura que es tu
amistad, y te amo.
Mientras escribo esto, tú y Grady no se hablan entre sí y no lo han
hecho por casi un año. Johns está haciendo lo suyo en California, usando
trajes de fantasía y demasiado ocupado para devolver nuestras llamadas.
Doc todavía está en una especie de estado de fuga, construyendo esa
maldita cabaña que no dejará que ninguno de nosotros le ayude. Y estoy
bastante seguro de tener suficiente evidencia para condenar a Digger de
tres robos de bancos en Louisiana.
Me rompe el corazón, papá. Éramos tan jodidamente sólidos. Ahora,
el equipo está casi muerto.
Todas esas personas tratando de matar a Sidewinder a través de los
años, y fuimos nosotros los que lo hicimos al final. Cuando salga de este
SIDEWINDER
Abigail Roux

35

lugar, voy a arreglarlo. Y tú eres el eje central, hermano, tú eres el que nos
mantiene unidos. Tengo que arreglarte primero.
Pero como tengo la intención de escribir una de estas cada dos años,
supongo que he muerto muy jodidamente joven, ¿eh? Espero que sólo
olvide seguir escribiéndolas y que tú tengas como noventa años en este
momento y nos escapamos de la vieja casa de nuestros familiares y fuimos
corriendo hacia el Fiddler. Aunque, tu pobre jodida pierna, hermano. No
sé si espero que tengas noventa o no.
Tal vez no tenga una oportunidad de arreglarlo. Tal vez no pueda.
Sé lo que me haría si perdiera a uno de ustedes pronto. Se suponía
que debíamos envejecer juntos. Se suponía que iríamos al Fiddler y
desapareceríamos juntos en la puesta de sol. Sería una maldita ruina si
perdiera eso. Pero tú y yo tenemos algo que los demás no tienen. Perderte
me golpearía más fuerte que cualquiera de ellos, y no me avergüenzo de
decirte eso. No me importa si les dices eso. Ellos lo saben. Estoy jodiendo
llorando otra vez pensando en ello, y juro por Dios que si me haces pasar
por esa mierda te resucitaré sólo para golpearte el culo.
No sé cómo muero, pero estoy apostando las probabilidades de que
saliste conmigo. Espalda a espalda, hermano a hermano, justo como
siempre hablamos. Porque ese es el tipo de hombre que eres.
Pero si no pudiste estar allí conmigo, y estás leyendo esto, lo siento.
Sé que estás sufriendo. Sé que te duele aún más porque los demás están
dispersos y no hay nadie en quien te apoyes. Así que, en las palabras de mi
SIDEWINDER
Abigail Roux

36

mejor amigo Nick jodido O'Flaherty, “Voy a hacerte un favor, hijo, y vas a
amarme por ello.”

El juego se acercaba a su fin y Nick todavía tenía su manta envuelta


sobre su cabeza como ET, mirando fijamente a la pantalla, todavía
entumecido por las palabras que había leído, cuando oyó a Kelly subir al
Fiddler. Apagó el televisor y empujó la caja de cartón debajo de la mesita
de café con el pie, pero no intentó moverse de otro modo mientras Kelly
entraba en el salón con un montón de provisiones.

—¿Necesitas ayuda? —Nick le preguntó.

—No, esto es todo lo que hay. —Kelly dijo mientras cerraba la


puerta detrás de él con su pie, equilibrando una bolsa de lona llena de
comestibles en cada mano. Le dio un bufido a Nick mientras caminaba. No
hizo ningún comentario sobre la manta de Nick. Probablemente era una
visión demasiado común últimamente para justificarla.

Nick se preocupó por su labio inferior con los dientes mientras


seguía a Kelly por el salón y hacia la cocina. Tuvo que estirar el cuello para
ver a Kelly poner sus comestibles arriba y su manta se le cayó de la cabeza.

—¿Cómo está tu juego? —Kelly preguntó mientras sacaba las cosas


de las bolsas y las colocaba en los mostradores.
SIDEWINDER
Abigail Roux

37

—Eh. —Nick apagó el televisor, todavía mirando detrás de él.

Kelly levantó la vista, con la frente profundamente arrugada.


—¿Estás bien?

—Estoy bien. Creo que me senté aquí mucho tiempo, pero estoy
bien.

Kelly guardó los últimos artículos que requerían refrigeración, y dejó


el resto en el mostrador a favor de moverse de nuevo delante de Nick con
las manos en las caderas. Estaba frunciendo el ceño ahora, y Nick se movió
conscientemente.

—¿Qué hice? —Nick le preguntó.

—Tú dime.

—Estoy siendo bueno. No me he movido. Mucho.

La expresión de Kelly se volvió escéptica, y rodeó la mesa de café y


puso una rodilla en el sofá junto a Nick, inclinándose sobre él. Nick lo
observó con entusiasmo, de repente sin aliento mientras los dedos de
Kelly se deslizaban contra su mejilla. Pero lo que pensó que sería una
caricia suave, algo muy poco y lejano desde su lesión, eran simplemente
los dedos de Kelly presionando contra el punto de pulso en su cuello.

Nick contuvo el aliento mientras miraba a Kelly, que tenía la cabeza


baja, los ojos desenfocados y el ceño fruncido en la cara. Estaba
SIDEWINDER
Abigail Roux

38

calculando mentalmente el pulso de Nick; Esa era la expresión que


siempre usaba, desde el primer día que se conocieron, cuando estaba
consultando a alguien. Sin embargo, esa familiaridad no impedía que Nick
lo mirara con nostalgia.

El ceño de Kelly se profundizó y levantó la cabeza para encontrarse


con los ojos de Nick. Se miraron durante largos segundos, y los hombros
de Kelly se relajaron, su pulgar rozando la punta de la barbilla de Nick y
deslizándose suavemente hacia sus labios. Los dedos que habían
presionado contra el pulso de Nick se curvaron, y cuando su pulgar frotó el
labio de Nick, los ojos de Nick se cerraron. No se dio cuenta, sin embargo,
hasta que Kelly apartó la mano.

Nick lo agarró, logrando acertar la mano antes de que pudiera


ponerse de pie. Los ojos de Kelly se abrieron ampliamente, y ambos se
encontraron mirándose de nuevo mientras Nick sostenía la mano de Kelly
y Kelly se arrodilló torpemente a su lado.

Nick presionó la mano de Kelly en su corazón. —¿Te sientas


conmigo?

—¿Estás bien? —Kelly preguntó mientras se relajaba junto a Nick.


Su mano era cálida a través de la delgada camiseta de Nick.

—Sí. —Nick susurró. Él deslizó su mano por el brazo de Kelly,


mirando fijamente sus ojos tormentosos.
SIDEWINDER
Abigail Roux

39

—¿Estás seguro? Tu corazón está acelerado. —Kelly movió los


dedos como si fuera a comprobar el pulso de Nick otra vez.

Nick se lamió los labios, asintiendo bruscamente. —Eso es porque


estoy nervioso. —Prácticamente jadeó.

Kelly miró, sin pestañear, inquebrantable. Su pulgar se apoyó de


nuevo en la barbilla de Nick, y sus ojos siguieron su progreso mientras lo
deslizaba por la mandíbula de Nick hasta el pómulo.

Parecía una eternidad para Nick, como si Kelly tardara horas en


moverse. Parecía que contuvo el aliento durante tanto tiempo que sus
pulmones ardían, que su cuerpo gritaba para que hiciera algo, cualquier
cosa, para aliviar la presión construyéndose.

No fue hasta que Kelly finalmente volvió a ver sus ojos, cuando sus
dedos finalmente se apretaron contra la nuca de Nick, cuando finalmente
se inclinó más cerca, Nick aspiró un suspiro. Un momento después, los
labios de Kelly estaban sobre los suyos, cálidos y amables y familiares.

Nick no se atrevió a moverse, no se atrevió a hacer un sonido más


allá del gemido involuntario que escapó de sus labios entreabiertos una
vez que Kelly se retiró. Se quedó con los ojos cerrados y su aliento robado,
agarrando a Kelly con más fuerza para que no se alejara.

Kelly frotó su nariz contra la de Nick, y luego sus labios se


encontraron con los de Nick de nuevo y se movió como si pudiera meterse
SIDEWINDER
Abigail Roux

40

en el regazo de Nick. Nick apretó el antebrazo de Kelly y Kelly gimió


silenciosamente contra sus labios.

—Te extraño. —Nick susurró entre gentiles besos.

Kelly presionó su frente contra la de Nick, apoyando su cuerpo en el


hombro de Nick. —Cabrón. —Gruñó.

Nick agachó la cabeza, pero Kelly puso una mano en su hombro y se


apartó de él, levantando y poniendo una pierna sobre el regazo de Nick.
Nick agarró las caderas de Kelly para recordarle que debía tener cuidado
cuando Kelly se sentó a horcajadas sobre él, apoyando ambas manos en
los hombros de Nick, con la cabeza inclinada. Nick tragó saliva, con una
embriagadora mezcla de nervios y adrenalina y deseo mientras Kelly le
quitaba la manta de los hombros con una sonrisa.

—¿Cómo está tu ritmo cardíaco? —Kelly preguntó con ironía.

Nick estaba avergonzadamente sin aliento, pero logró sonreír.


—Elevándose.

Kelly lo recompensó con una sonrisa torcida. —El mío también.

Nick se sentó más recto, haciendo una mueca de dolor, todavía


mirando fijamente los sombreados ojos de Kelly mientras sus dedos
vagaban bajo la camisa de Kelly para pasear sobre sus costillas. Kelly se
inclinó más cerca para frotarse la nariz contra la de Nick.
SIDEWINDER
Abigail Roux

41

—¿Qué has hecho? —Kelly preguntó, dejando caer su voz en un


susurro seductor.

Nick aspiró profundamente, sosteniéndolo mientras intentaba


encontrar una buena respuesta que no hiciera que le gritaran. Cuando
finalmente dejó que saliera, Kelly puso los ojos en blanco y se sentó,
frunciendo los labios y asintiendo con la cabeza como si hubiera sabido
que Nick no había sido bueno.

—Te dije que te sentaras. —Kelly resopló. —Te dije que no te


movieras. Te dije que descansaras.

—Lo sé pero…

—¡Nick!

Nick prácticamente gruñó mientras apoyaba la cabeza en el


respaldo del sofá y dejaba caer las manos sobre los cojines. Era como estar
en los Marines y tener que informar a su médico del ejército de nuevo.
—Han pasado más de cuatro semanas, Kels.

—Sabes que si haces demasiado trabajo, retrasarás la recuperación.

—Estaba buscando a Seymour. —Nick dijo, su voz un poco más


sarcástica de lo que quería que fuera.

Kelly se sentó completamente, con los ojos muy abiertos. —¿Tú lo


tienes?
SIDEWINDER
Abigail Roux

42

La atención de Nick se dirigió a la mesa de café, y Kelly miró por


encima del hombro, donde sin duda podía ver a Seymour sobre la mesa,
junto con el sobre lleno de cartas que Nick había encontrado en la caja de
cartón llena de cosas de Eli. La caja estaba colocada bajo la tapa de cristal.

Kelly se echó hacia atrás, su cuerpo esbelto se torció y se tensó


contra Nick mientras arrancaba el mono de calcetín. —No puedo creer
que lo hayas encontrado. ¿Dónde estaba?

A Nick le costó tragar, y lamió sus labios para detenerse mientras


sus ojos se volvían hacia el sobre. —Son las cosas que la mamá de Eli me
dio. —Dijo, su voz era ronca mientras pensaba en la carta que había leído.
—Yo… sólo tuve esta súbita necesidad de pasar por esto, no lo sé.

Kelly se recostó en los muslos de Nick, levantando la cabeza y


frunciendo el ceño al mono de calcetín en sus manos. Seymour tenía unos
cincuenta centímetros de alto, con una desaliñada cola, brazos y piernas
desgarbadas, y grandes orejas que con más frecuencia habían sido usadas
como asas. En un tiempo lucía rayas blancas, verdes y naranjas, con un
pequeño gorro azul y verde y borlas azules por botones, pero los colores
eran decolorados y sucios y las borlas de botón se habían ido hace tiempo.

Kelly siempre había estado vagamente perturbado por la mirada en


la cara de Seymour, especialmente después de que tuvieron que coser su
ojo izquierdo, pero Eli lo había amado y lo llevaba a donde quiera que
fueran, incluso a la batalla. Lo metía en su bolsillo trasero o en la mochila,
SIDEWINDER
Abigail Roux

43

dependiendo de dónde estuvieran. Cuando el mono había tomado un


pedazo de metralla en el ojo, y salvado el culo de Eli en el proceso, Eli
había ordenado que una cinta de corazón púrpura se cosiera en su gorro
para que todos supieran que Seymour era un veterano de combate.

Habían tomado fotos de él en puntos relevantes en todo el mundo,


a veces arriesgando la vida y miembros y la cárcel para posicionarlo.
Siempre había sido su entendimiento que Seymour iba a seguir viajando
incluso después de la muerte de Eli, hasta que hubiera visto el mundo.

—Seymour. —Nick murmuró cariñosamente.

—¿Huh?

—EZ siempre estuvo tan orgulloso del juego de palabras. Seymour


necesita ver más.2

Kelly parpadeó y luego miró hacia atrás al mono. —Oh Dios.

Nick se rió entre dientes, luego se mordió el labio cuando Kelly lo


fulminó con la mirada. —¿Te golpeó eso?

—Sí. Cállate.

Nick sonrió cuando tomó a Seymour de Kelly, pero su sonrisa cayó


rápidamente mientras pasaba sus dedos por el rostro de Seymour.

2
El juego de palabras se pierde al ser traducido, Nick dice: see more, lo que suena similar al nombre
Seymour.
SIDEWINDER
Abigail Roux

44

—¿Nick?

—Él quería que yo tuviera esas cosas, y yo… Debería haber pasado
por eso hace años.

—Nick. —Kelly dijo con un suspiro.

Nick se movió bajo él, deslizando sus manos hacia las caderas de
Kelly. —No sé cómo él estaba tan listo. Sabía exactamente lo que
necesitaba para ir a donde fuera. ¿Por qué él estaba listo? ¿Si yo no
hubiera despertado? Lo único que te hubiera dejado es un barco con un
montón de agujeros porque fui demasiado obstinado para arreglarlo.

La mano de Kelly se apoyó en la mejilla de Nick y se inclinó más


cerca. —Nick.

Nick negó con la cabeza.

—Cuánto tiempo has estado...

—¿Por qué él estaba listo? —Nick preguntó de nuevo, y se dio


cuenta que sus dedos estaban cavando la piel de Kelly.

Kelly levantó la otra mano, cubriendo la cara de Nick. Sabía que Nick
siempre se basaba en el tacto, y las dos manos en su cara eran la mejor
manera de calmarlo. —Cariño. Jesús, ¿cuánto tiempo has estado
demorando esto? ¿Por qué no has dicho nada?
SIDEWINDER
Abigail Roux

45

Nick sacudió la cabeza, con los ojos desenfocados.

—¿Qué trajo esto? ¿Qué me estoy perdiendo?

Nick se aclaró la garganta una vez, luego volvió a hacerlo. Asintió


con la cabeza hacia el gran sobre de manila sobre la mesa. —Eso.

Kelly volvió a mirar por encima de su hombro, los bordes de


confusión recubriéndole la cara. Cogió el sobre de la mesa. —¿Qué es
esto?

—Lo encontré en las cosas de Eli. Justo encima, esperándome.

Kelly frunció el ceño cuando giró el sobre, apoyando más peso en


los muslos de Nick. La rodilla de Nick lo estaba matando, pero no iba a
pedirle a Kelly que se moviera.

—¿Qué hay en él? —Kelly preguntó.

—Cartas. Un montón de cartas selladas, todas numeradas como si


se supusiera que debíamos abrirlas en orden. Jodido Sánchez. —Nick dijo,
su voz vacilante. Sólo había pasado la primera página de la carta que
encontró en el sobre exterior con su nombre en ella. —El cabrón sabía que
ella me daría esa mierda. Me dejó una carta, pegada a ese paquete.

Kelly frunció el ceño y sus ojos se estrecharon cuando agarró el


paquete y lo volteó para ver el sobre grabado al frente. Sacó la carta de
ella y la desplegó. Nick lo observó con extrema inquietud. Se había
SIDEWINDER
Abigail Roux

46

encontrado llorando al leerla, por lo que no la había terminado. No era


típicamente un llorón. Había sido de piedra en el funeral de Sánchez, el
hombro en el que el resto de ellos se habían roto y llorado. Pero a medio
camino de esa carta manuscrita había estado usando su manta para
secarse el rostro, así que se había detenido y había devuelto la carta,
esperando que tuviera un poco más de apoyo para leerla.

Pero incluso teniendo a Kelly aquí con él no lo hacía mejor. Kelly


leyó la primera página mientras Nick observaba atentamente cualquier
cosa menos a él.

Con seguridad, unos segundos y los ojos de Kelly brillaban. Cuando


bajó la página, rió tembloroso. —Fue un pedazo de trabajo. —Dijo, con un
tirón en la voz. Se enjugó los ojos, como si estuviera tratando de
asegurarse de que todavía estaban secos. —Es un truco sucio para jugar
con sus amigos. ¿Qué dice el resto?

—No lo sé, no pude pasar de la primera página. —Nick se encogió


de hombros. —Podía escuchar su voz en mi cabeza cuando la leía.

Kelly lo miró lo suficiente como para que Nick empezara a luchar


contra el impulso de inquietarse.

—Yo también lo extraño. —Kelly dijo finalmente.

—Debería haberlo hecho hace años. Debería haber reparado el


Fiddler hace años.
SIDEWINDER
Abigail Roux

47

—Ella aún flota. —Kelly susurró.

Sin embargo, Nick no lo escuchó. —Yo debería… Hay tanto que


debería haber hecho mucho antes. —Nick tuvo que tragar mientras
miraba a los ojos de Kelly. —Debería haberte dicho que te amo tantas
veces más de lo que lo hice.

Se sentaron así durante lo que parecía ser para siempre, con los ojos
de Kelly reflejando tanta agitación como una tormenta de Nueva
Inglaterra, con el estómago de Nick cayendo y su aliento cada vez más
difícil de atrapar. Nick finalmente tuvo que bajar la cabeza, no queriendo
encontrar la mirada penetrante de Kelly por más tiempo.

—Irlandés. —Kelly susurró. —Él no hubiera querido que te


lastimaras. Hizo que su madre te diera estas cosas porque esto era lo que
amaba lo suficiente como para arrastrarlas con él por todas partes. Y él
quería que tú tuvieras las cosas que amaba. Esto deben ser cosas felices,
no… penitencia. ¿Por qué haces esto justo ahora?

—No lo sé, simplemente… He estado pensando mucho en él


últimamente.

—No deberías tener que hacer esto solo. —Kelly dijo mientras
doblaba la carta. —Te ayudaré. Si me dejas. Pero no ahora.

—¿Por qué no ahora?


SIDEWINDER
Abigail Roux

48

—No te has recuperado lo suficiente para las travesuras de Eli.


Órdenes del doctor.

—Correcto. —Nick dijo, girando la cabeza para intentar ocultar su


amargura. —Órdenes del doctor.

—Hey. —Kelly gruñó, golpeando el pecho de Nick. —Una vez que


me convenza de que eres capaz, las sacaremos de nuevo, ¿de acuerdo?

Nick asintió con la cabeza, forzándose a encontrarse de nuevo con


los ojos de Kelly. Se miraron el uno al otro, el silencio cayendo pesado
entre ellos.

—Lo siento, Nicko. —Kelly dejó el paquete a un lado y tomó la cara


de Nick con ambas manos de nuevo, inclinándose más cerca.

Nick frunció el ceño. —¿Por qué?

—No me di cuenta, pero las últimas dos semanas, no te he estado


tratando como…

Nick se lamió los labios, incapaz de combatir el gesto nervioso e


incapaz de apartar los ojos ya que Kelly sujetaba su rostro.

—Como mi novio. —Kelly terminó con una mueca de dolor. Se sentó


en el regazo de Nick y deslizó las manos por el pecho de Nick y debajo de
su camisa. Sus dedos rozaron el fino pelo en el pecho de Nick. Nick se
estremeció, por el tacto y el sentimiento.
SIDEWINDER
Abigail Roux

49

Se obligó a hacer la pregunta a la que ya conocía la respuesta.


—¿Qué has estado viendo?

—A mi compañero de equipo. Mi amigo. —Kelly hizo una mueca de


dolor. —Mi paciente.

Nick dio un corto asentimiento y bajó la cabeza, la herida en su


costado latía por alguna razón. No pudo evitar el rubor que sentía
deslizándose por su rostro, tampoco. Se quemó al pensar en el último mes
de su recuperación y cuán débil y desvalido había estado. Por supuesto
que Kelly lo veía como un paciente y no como su novio; No era
exactamente fácil cortejar a alguien cuando tenían que ayudarte a subir y
bajar las escaleras para ir a la cama o tomar una ducha o cualquier
número de otras cosas que habían sido demasiado duras para que Nick
lograra hacer por su cuenta.

Era especialmente difícil cortejar a alguien cuando no habías sido


capaz de tener sexo en semanas. Si no era la condición física de Nick que
se interponía en su camino, era su condición mental, y si no era uno o
ambos, era todo el medicamento que fluía a través de él lo que lo hacía
tan jodidamente cansado. Nick cerró los ojos, luchando contra la
vergüenza y el dolor cuando pensó en cómo Kelly debía verlo ahora.

Kelly colocó la punta de su dedo bajo la barbilla de Nick y obligó a


Nick a mirar de nuevo. —No te avergüences, cariño. —Dijo, sus palabras
tan cálidas como su toque. —La mayoría de los hombres habrían muerto
SIDEWINDER
Abigail Roux

50

después de lo que te pasó. Ni siquiera tendrían el tiempo suficiente para


entrar en una ambulancia. Pero tú no te rendiste. Seguiste luchando
incluso cuando tu cuerpo no tenía nada para pelear. No te avergüences de
estar vivo. O por necesitar ayuda mientras mejoras.

A Nick le costaba tragar el bulto que se formó en su garganta. Lo


logró mientras Kelly sostenía su mirada, sonriendo suavemente. Kelly
tomó su cara con ambas manos de nuevo, luego se curvó para presionar
sus labios contra los de Nick.

—Esta es la última vez que revisaré tu pulso sin una razón


convincente. —Kelly murmuró contra los labios de Nick. —A partir de hoy,
ya no eres mi paciente. No más órdenes médicas, lo prometo.

Se inclinó hacia atrás, descansando más de su peso en los muslos de


Nick. Se lamió los labios lentamente, y una luz familiar entró en sus ojos,
como si estuviera tramando algo. Nick conocía esa mirada. Amaba y temía
esa mirada.

—¿Qué? —Nick preguntó.

—Nicholas. —Kelly dijo con un suspiro. —¿Quieres ir a cenar


conmigo?

—¿Qué?
SIDEWINDER
Abigail Roux

51

—Una cita. Nunca hemos estado en una cita real. ¿Irías a una cita
conmigo?

Nick parpadeó rápidamente, con la boca abierta.

—Nos vestiremos, iremos a un elegante restaurante. Tu restaurante


favorito. Te daré vino y cena. Y tú puedes encender ese famoso encanto
O'Flaherty para tratar de meterme en la cama.

Los dedos de Nick apretaron la cintura de Kelly. —¿Tratar?

Kelly se encogió de hombros, arqueando una ceja en silencioso


desafío.

—Podríamos simplemente… ir a la cama ahora.

Kelly negó con la cabeza, frunciendo los labios con desaprobación.


—Huh uh. Necesito un poco de romance. Eres bueno en el romance, y
quiero algo.

Pasó sus dedos por el cuello de Nick, trazando a lo largo de su


clavícula. Kelly siguió el progreso de sus dedos con los ojos, mordiéndose
el labio cuando salió al hombro de Nick y deslizó su mano sobre el bíceps
de Nick. Sacudió la cabeza ligeramente, como si no fuera consciente de
que lo estaba haciendo, mientras clavaba los dedos en el músculo de Nick.
Nick podía haber estado recuperándose, y pudo haber sido miserable y
SIDEWINDER
Abigail Roux

52

débil y dolorido, pero sus brazos habían estado tomando el peso del deber
y estaban en forma impresionante.

—¿Kels? —Nick no se atrevía a hablar más allá de un susurro y


romper cualquier hechizo que había sido lanzado.

Kelly apartó su atención de donde estaba trazando el brazo de Nick


y se encontró con los ojos de Nick. —Me gustaría verte nuevamente como
mi novio. —Kelly admitió, un raro toque de color en sus mejillas. —En
lugar de un compañero de equipo o un paciente.

Nick luchó por una respiración temblorosa, sólo dejándola salir


cuando Kelly se inclinó más cerca. Se enderezó y atrapó los labios de Kelly
con los suyos, manejando la más breve burla de un beso antes de que
Kelly se apartara.

Puso un dedo en los labios de Nick y desmontó, acercándose a Nick


con una sonrisa. —Nunca tuve sexo antes de la primera cita. Ahora, vamos
a buscarnos nuestra cena. —Dijo mientras se alejaba. —¡Y empaca una
bolsa!

Kelly estaba luchando contra el impulso de juguetear con su corbata


cuando entró en el restaurante. Había dejado a Nick en el Fiddler después
de reunir un bolso de ropa, incluyendo su mejor traje, y se dirigió al
Liberty, el único hotel en Boston con el que estaba familiarizado. Lo había
SIDEWINDER
Abigail Roux

53

elegido porque sabía que Nick amaba el lugar, y esta noche era sobre él
seduciendo a su novio tanto como Nick seduciéndolo a él.

El restaurante había sido la elección de Nick, y mirando alrededor


del lugar, Kelly estaba recibiendo la impresión de que esta noche iba a
costar una pasta si pedían más que agua del grifo. ¿Cuándo diablos
O'Flaherty consiguió gustos tan jodidamente caros?

—¿Nombre, señor? —Preguntó la anfitriona.

Kelly se aclaró la garganta, sus dedos alisando su corbata mientras


avanzaba. —Nick O'Flaherty. —Dijo, y se sorprendió por las mariposas en
su estómago. Podría haber estado tomando esta cosa de la cita un poco
demasiado en serio, pero ese era el punto.

Su corazón se había roto en dos cuando Nick le había pedido que se


sentara con él, cuando admitió que estaba nervioso por Kelly tocándolo.
Cuando había dicho “órdenes del doctor” con el mismo disgusto con el
que decía “Yanquis de Nueva York”. ¿Cómo Kelly había dejado que la
recuperación de Nick se volviera tan grande entre ellos? No valía la pena
analizar ahora, y había una docena de maneras de ir sobre la corrección
del curso. Pero ésta parecía la más divertida.

Nunca había visto la vigorosa ofensiva de Nick. Nick no lo había


necesitado para convencer a Kelly de que durmiera con él, o de
comprometerse con él. Kelly estaba deseando que llegara.
SIDEWINDER
Abigail Roux

54

La anfitriona lo condujo a través de un laberinto de diminutas mesas


íntimas hacia el centro del piso principal, donde Nick estaba sentado
derecho y alto, observándolo con una sonrisa. Nick se paró cuando se
acercaron a la mesa, abrochándose la chaqueta. Kelly le dio un
asentimiento a la anfitriona, luego se acercó a Nick con una sonrisa.

—Wow. —Dijo, dando a Nick una mirada de cuerpo completo. A


pesar de las semanas de recuperación y problemas, Nick había estado
rehabilitando con la ética de trabajo de un Marine, y se mostraba. Él tomó
el codo de Kelly, sujetándolo suavemente mientras se inclinó y presionó
un casto beso en la mejilla de Kelly. Los ojos de Kelly se cerraron. Santo
Dios, Nick olía bien esta noche.

—Te ves genial. —Nick le dijo, sus labios tentadoramente cerca de


la concha de la oreja de Kelly. Sus dedos se deslizaron sobre la solapa de la
chaqueta de Kelly, subiendo para ajustar el nudo de la corbata de Kelly.
Sus ojos nunca dejando los de Kelly, y sus labios se curvaron en una
sonrisa. —La corbata luce increíble con tus ojos.

—Gracias. —Kelly respiró, mirando fijamente hasta que Nick


retrocedió y señaló al asiento vacante.

Tan pronto como ambos se instalaron, un camarero se acercó a la


mesa, y su primera cita oficial estaba en pleno apogeo. Kelly se las arregló
para tomarlo en serio hasta que el menú de postres fue puesto en su
codo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

55

Sacudió la cabeza y gruñó. —De acuerdo, en serio. Consigamos la


cuenta y volvamos a mi habitación.

Nick arqueó una ceja y movió los hombros, poniendo una mano
sobre la mesa. —¿Y saltarnos el postre?

—Nicko. —Kelly gruñó. —Me has conseguido de rodillas sólo con el


corte de ese traje, vale.

Un caballero de la mesa de al lado tosió ruidosamente y le dirigió a


Kelly una mirada de desaprobación. Kelly lo miró brevemente antes de
devolver su atención a su compañero. Nick se había tapado la boca con la
palma de la mano, con el codo apoyado sobre la mesa.

—¿Qué? —Kelly le preguntó.

Nick sacudió la cabeza. —Si quieres ir, vamos. Pero la crème brûlée
aquí es realmente buena.

Kelly entrecerró los ojos. Nick pasó la mano por la minúscula mesa,
y Kelly puso la suya en su camino. Nick juntó los dedos, una sonrisa serena
adornando su hermoso rostro.

Kelly se dio cuenta de que estaba sacudiendo la cabeza con cariño.


—Y me acusas de poder conseguir lo que quiero con una sonrisa.

—Puedes. —Nick dijo suavemente. Su pulgar acariciando el de Kelly.


—Te daría todo lo que quisieras. Sonrisa o no.
SIDEWINDER
Abigail Roux

56

Kelly apretó su mano con fuerza. —Lo único que quiero eres tú,
cariño.

Nick tenía razón. La crème brûlée era realmente fantástica. Y


cuando la cuenta llegó, tuvieron el momento más realista de la primera
cita de la noche cuando torpemente trataron de averiguar quién pagaría.
Nick finalmente ganó y deslizó su tarjeta de crédito dentro de la carpeta
de cuero, luego tomó la mano de Kelly en la suya y se inclinó hacia
adelante, besando los nudillos de Kelly.

—Me alegro de haber hecho esto. —Dijo, frotando sus labios sobre
los dedos de Kelly de nuevo.

—¿Puedo contarte un secreto? —Kelly esperó hasta que Nick lo


miró a los ojos. —Estaba nervioso. Cuando me estaba preparando, estaba
tan nervioso que pensé que vomitaría. Ni siquiera pude amarrar bien mi
corbata.

Nick se rió entre dientes, mordiendo su labio inferior. —Yo no lo


estaba.

—¿No?

Nick sacudió la cabeza. —Esta noche sé lo que debo hacer. Conozco


mi lugar de nuevo.

Kelly frunció el ceño. —¿Tú lugar? ¿Qué significa eso?


SIDEWINDER
Abigail Roux

57

—No, no, déjame pasar. Desde que me desperté, durante todas


estas semanas recuperándome, fue difícil saber qué era yo para ti.

—Amigo.

—Lo dije mal, sólo déjame explicarte. —Nick dijo, con la voz todavía
tranquila y plana. —Tú siempre serás el Doc primero y más importante, y
eso es lo que hiciste cuando desperté en el hospital. Y me hiciste pasar por
esto como antes. Pero nosotros sólo… No tenemos un libro de jugadas
para esto. Ya estábamos volando a la cosa del novio. Y sé cómo te sientes
acerca de mentir y ocultar cosas y… Sé lo mucho que te dolió, yo
mintiendo. Ocultando las cosas de ti. ¡Dios! Fingiendo no recordar el
haberte pedido que te casaras conmigo. No he ganado el perdón por nada
de eso.

—No tienes que ganártelo. —Kelly dijo. —Lo he dado libremente.


Sabes que jodidamente no guardo rencores.

—Lo sé.

Nick, obviamente, había estado luchando duro para mantener el


contacto visual, y sus dedos se movieron con Kelly mientras se movía a
través de su incomodidad. Finalmente bajó la mirada, y Kelly casi pudo
verlo preparándose para algo grande.

—¿Nick?
SIDEWINDER
Abigail Roux

58

—Es sólo… En qué punto me recupero lo suficiente para ti como


para dejar de ser el Doc y comenzar… —Nick se apagó, tomando una
respiración irregular al mirar a Kelly. —Nadie te culparía, Kels. Si volvías a
entrar en el modo de médico y simplemente te quedabas allí, después de
esto. No tengo derecho a llamarte mío. Ya no.

El corazón de Kelly se apretó dolorosamente al darse cuenta lo que


Nick estaba tratando de hacer: darle a Kelly una salida. Apretó la mano de
Nick con más fuerza, acercándose más con un gesto de simpatía.
—Probablemente tienes razón. —Dijo suavemente. —Nadie me culparía si
me alejo ahora. Ni siquiera tú.

Nick canturreó a través de una débil sonrisa, el sonido bajo y


retumbante en la corriente subterránea del restaurante.

Kelly besó los dedos de Nick y sacudió la cabeza. —Pero no haré


eso, y ambos sabemos por qué. ¿Qué tal si me repites esa palabra otra
vez?

Kelly pudo ver el alivio escurrirse a través de Nick tan claramente


como si fuera una ola del océano. Su agarre en la mano de Kelly se tensó y
él cerró los ojos, soltando un aliento reprimido. —¿Qué palabra?
—Preguntó, sonriendo tentativamente cuando volvió a abrir los ojos.

—Sabes cuál. —Dijo Kelly, dejando caer su voz a un gruñido.


SIDEWINDER
Abigail Roux

59

Nick lo miró unos segundos, todo su comportamiento relajado


cuando ofreció un suave: —Mío.

El corazón de Kelly se saltó un latido, y la piel de gallina se elevó


sobre sus brazos, como siempre. —Amo la forma en que dices esa palabra.

—Gracias por dejarme seguir diciéndola.

El camarero colocó su carpeta en la esquina de la mesa y les dio las


gracias por cenar con él esta noche, pero Kelly no podía apartar los ojos de
Nick para responder al hombre.

Nick sonrió lentamente y lanzó a Kelly un guiño antes de soltar su


mano y mirar al camarero con un murmullo de agradecimiento. Recuperó
su tarjeta de crédito y firmó el recibo, luego le dio un guiño a Kelly y
empujó hacia atrás su silla. Kelly se movió rápidamente para poder ayudar
a Nick si lo necesitaba.

Él se había recuperado más rápido de lo que la mayoría de la gente


haría, sobre todo porque había estado en condiciones óptimas antes del
incidente en Miami y lo había convertido en una ambulancia a tiempo.

Por desgracia, las heridas de puñalada no habían sido su única


lesión; Él había sufrido una patada cruel a su rodilla también, y todavía
estaba esperando la cirugía para tratar el daño. El único revestimiento de
plata de eso, según Nick, era el permiso de estacionamiento para
discapacitados y el bastón que llevaba. Tenía varios, pero su favorito, y el
SIDEWINDER
Abigail Roux

60

que estaba usando esta noche, era una antigüedad, que bien pudo haber
sido la única razón por la que Nick lo favoreció, y estaba hecho de ébano
que brillaba después de que Nick lo engrasó. La manija estaba grabada de
plata, tan desgastada por el uso y la edad que era imposible saber qué
había sido el grabado.

Nick sacó el bastón del respaldo de su silla, asintiendo con la cabeza


a que Kelly se dirigiera hacia la puerta. Kelly luchó por no mirar por encima
del hombro para comprobar el progreso de Nick. Nick era un muchacho
grande que podía atravesar un restaurante sin supervisión, estaba más
cerca de estar sano que la cama del hospital, y Kelly no era el doctor esta
noche. Cuando llegaron a la puerta, sin embargo, Kelly se volvió y le tendió
el brazo para que Nick lo sostuviera, y salieron a la cálida noche juntos,
con los brazos entrelazados. Nick apoyándose en el bastón mientras
empezaban a pasear.

—No tomaste tus pastillas para el dolor hoy, ¿verdad? —Kelly


preguntó.

Nick sacudió la cabeza y levantó la barbilla. —No desde esta tarde.


Quería tener la cabeza limpia esta noche. Y evitar otros efectos
secundarios, también.

Kelly resopló, calor extendiéndose a través de él. —En ese caso… —


Se detuvo y se giró hacia la calle, levantando la mano. —Vamos a
derrochar en un taxi.
SIDEWINDER
Abigail Roux

61

Nick enganchó el mango del bastón alrededor de la muñeca de Kelly


y tiró de ella, haciendo girar a Kelly de nuevo para mirarlo de frente. Kelly
sólo pudo parpadear, con los ojos muy abiertos, mientras Nick entraba en
su espacio, usando el bastón para mantener a Kelly plantado justo donde
estaba. Nick apretó su nariz contra la de Kelly, inclinando la cabeza hacia
un lado y luego hacia el otro, como si estuviera tratando de determinar el
ángulo óptimo de ataque.

Kelly contuvo la respiración, su sangre latía, sus oídos zumbaban.


Separó su boca, arrastrando su labio inferior sobre el de Nick, jadeando en
silencio cuando la barba de Nick rozó el sensible borde de su labio.

Nick lo besó. Su mano se extendió a la pequeña espalda de Kelly. Su


aliento se apoderó de los labios de Kelly. Kelly gimió y agarró los abultados
hombros de Nick, sus dedos palpando el suave y caro material de la
chaqueta de Nick mientras trataba de encontrar un agarre.

Nick mantuvo el beso seguro para el público, su lengua y dientes


ofreciendo simplemente una promesa de lo que estaba por venir. Cuando
se separaron, Kelly se inclinó hacia adelante, buscando más. Nick se rió
entre dientes, el sonido viajando a través de Kelly para elevar piel de
gallina por toda su piel una vez más.

—Hueles bien. —Kelly susurró. Cuando la brisa del verano se calmó


y perdió el débil indicio de comida y el mar, Kelly atrapó el olor
desconocido de lo que estaba en Nick. —¿Es nuevo?
SIDEWINDER
Abigail Roux

62

Nick tarareó una afirmación y besó a Kelly otra vez.

—¿Qué es?

—Ajenjo. Pensé en tratar algo nuevo ya que me encargo de


cortejarte.

—Me gusta. —Kelly asintió, encontrándose con los ojos sombríos de


Nick. Luego sonrió lentamente, y Nick reflejó la expresión. ¿Mi lugar o el
tuyo?

Nick tomó la barbilla de Kelly entre sus dedos. —Reconozco que


esto no es realmente una cosa para decir en la primera cita, pero… Te
amo.

—Mi lugar, entonces, está más cerca. —Kelly dijo apresuradamente,


y luego se giró para detener un taxi cuando Nick rió detrás de él.

El cuerpo de Kelly zumbaba de excitación y nervios en el momento


en que hicieron su camino por el pasillo a su habitación en el Liberty.
Estaba expulsando la energía rebotando en los dedos de sus pies con cada
pocos pasos porque Nick parecía sin prisa, apoyándose en su bastón de
ébano y lanzando a Kelly una sonrisa ocasional.

—Cuando dijiste que tenías una habitación, pensé que estabas


bromeando. —Nick dijo mientras Kelly sacaba la llave del bolsillo de su
traje.
SIDEWINDER
Abigail Roux

63

Kelly simplemente se encogió de hombros, luego abrió la puerta y


se apartó, sosteniéndola para que Nick entrara primero. —Pensé que
estaría bien. —Dijo, pateando la punta del pie contra la puerta y luego
arrastrándolo a través de la alfombra. —Romántico y… cosas.

Nick le palmeó el vientre cuando entró. —La primera vez que


estuvimos juntos fue en un hotel.

—¿Qué primera vez? —Kelly preguntó irónicamente.

Nick se volvió hacia él, la cabeza inclinada, apoyando su peso en el


bastón. La sonrisa de Kelly cayó mientras miraba fijamente a los ojos de
Nick. Su primera vez en una habitación de hotel había sido en sus días de
Jacksonville, acompañado por una joven aventurera con un uniforme
torcido. Su segundo primero, sin embargo, habían sido sólo ellos. Nick
había regresado a casa durante cuarenta y ocho horas de libertad especial
durante su último despliegue, y Kelly y él habían pasado la mayor parte de
esas cuarenta y ocho horas juntos en una habitación de hotel en
Baltimore, aprendiendo cada centímetro de sus cuerpos y hablando de
intentar hacer esto de verdad cuando Nick volviera a casa.

Lo que Kelly no había reconocido en ese momento, y lo que no


había pensado mucho desde que lo descubrió, era que la primera vez que
habían tenido sexo durante esos dos días, Nick acababa de recibir órdenes
que cambiarían su vida cuesta abajo: órdenes de matar a un hombre en el
que sus amigos confiaban, incluso amaban. Él había estado luchando con
SIDEWINDER
Abigail Roux

64

ese secreto incluso entonces, y había coloreado todas sus acciones desde
entonces. Casi toda su relación se había construido sobre las promesas
que se habían hecho durante un tiempo en que Nick había estado
guardando el secreto más grande y peligroso de su vida.

Y Nick había estado pagando por ello desde entonces. Así como
Kelly, en cierto modo.

Kelly se aclaró la garganta, frotándose las manos a lo largo de sus


muslos. Nick se movió en su visión periférica, y Kelly levantó la cabeza
para ver a Nick cuidadosamente colocando su bastón a un lado y
encogiéndose de hombros fuera de su abrigo.

—Ven aquí, Kels. —Nick murmuró mientras le quitaba los gemelos.

Kelly empujó lejos los recuerdos desagradables, esperanzadamente


nunca pensando en ellos otra vez. Se quitó la chaqueta y comenzó con los
botones de la camisa, acercándose a Nick con una lasciva lamida de labios.

Nick le apartó las manos de los botones y terminó la tarea por él


cuando se encontraron con los ojos del otro. Nick sonreía mientras
amontonaba la camisa de Kelly con ambas manos y lo acercaba más, pero
faltaba algo en su expresión, reemplazado por el dolor que intentaba
esconder.

—¿Trajiste tus pastillas? —Kelly preguntó en voz baja.


SIDEWINDER
Abigail Roux

65

Nick asintió y jaló sus cuerpos juntos. —Las tomaré más tarde.
Ambos sabemos que la noche terminará cuando lo haga.

Kelly chasqueó la lengua, pero Nick lo besó antes de que pudiera


discutir. Lo acercó más, rodeándolo con sus fuertes brazos, canturreando
contra los labios de Kelly y deslizando sus dedos bajo el cinturón de Kelly.
Kelly se derritió en su abrazo. Sus manos encontraron su camino en el
cabello de Nick, agarrándose a sus rizos cortos, y supo tan pronto como
Nick hizo el menor de los movimientos que estaría en su espalda y
rogando.

Había pasado tanto tiempo. Demasiado largo.

—Nick. —Kelly respiró, sorprendido por lo ansioso y necesitado que


sonó.

—Lo sé. —Nick jadeó. Tenía las mejillas enrojecidas y miraba a Kelly
como si lo pudiera devorar. Dirigió a Kelly hacia la cama, su voz ahogada.
—Sal de esas malditas ropas.

Kelly hurgó topemente con su cinturón mientras Nick se despojaba


de su propio traje. Sus manos se ralentizaron, sin embargo, cuando sus
ojos se desviaron de los movimientos de Nick, hasta los músculos
definidos y frescas cicatrices reveladas cuando Nick se desnudó. Kelly no
logró hacer nada más que verlo desnudarse antes de que Nick lo tuviera
en sus brazos otra vez, y a Kelly no le importó que todavía estuviera
SIDEWINDER
Abigail Roux

66

completamente vestido. Sus dedos se clavaron en las costillas de Nick,


mirando por encima de la fea y levantada cicatriz en su torso mientras lo
jalaba hacia él. Sostuvo a Nick con fuerza, ayudando a quitarle un poco de
peso de su rodilla mientras tropezaban los últimos pasos y caían juntos en
la cama. Nick terminó en la cima, los poderosos músculos y la mayor parte
de su peso trabajando para dominar a Kelly mientras lo besaba.

Kelly se curvó alrededor de él, tirando de su cabello, aliviado de


tener sus piernas envueltas alrededor de Nick después de semanas,
infierno, meses, de sólo ser capaz de aferrarse a él por la noche mientras
dormían. No era que Nick no lo hubiera deseado desde que comenzó a
recuperarse, sino que había considerado que las reacciones de su propio
cuerpo eran impredecibles para hacerlo divertido, ya que los analgésicos
amortiguaban todos los sentidos, incluso los placenteros.

La mano de Nick encontró su camino en el cabello de Kelly,


apretando casi hasta el punto de dolor, y hundió su lengua en la boca de
Kelly, pasando la punta sobre la de Kelly, extrayendo gemidos de ambos.
Nick estaba duro contra la polla de Kelly, y Kelly se contoneó para que
Nick pudiera sentirlo.

Nick rompió el beso con un jadeo. Se elevó en un codo y Kelly


estuvo consternado al verlo hacer una mueca.

Kelly trató de alcanzarlo, pero Nick todavía lo tenía inmovilizado.


—¿Tu rodilla? —Kelly preguntó.
SIDEWINDER
Abigail Roux

67

Nick asintió y empujó hacia arriba, su peso sobre sus manos y su


pierna buena. Levantó la vista hacia la cabecera de la cama como si
estuviera midiendo hasta dónde tendría que arrastrarse para meter a Kelly
en el centro de la cama. Kelly lo miró fijamente. La dura línea de su
mandíbula escondida bajo el rastrojo que se negó a afeitarse. A causa de
la cicatriz en la clavícula donde una bala le había rozado en la línea de
servicio hace años y había llamado a Kelly desde el hospital, drogado hasta
los ojos, para decirle que cuidara de su Fiddler si moría. En la luz que
reflejaban sus hermosos ojos verdes y las reveladoras profundidades en
ellos, insondables profundidades, que sólo podían ser vistas por alguien
que había presenciado las muchas maneras en que Nicholas O'Flaherty
podría sacrificarse por alguien a quien amaba.

—Nick. —Kelly se encontró susurrando. Ni siquiera se dio cuenta


que había hablado hasta que Nick lo miró de nuevo, con los ojos brillantes,
enviando un escalofrío a través del cuerpo de Kelly. Kelly deslizó sus dedos
libres por el pómulo de Nick. —Dios, eres jodidamente hermoso.

Nick sonrió, las líneas alrededor de sus ojos se arrugaron, el calor


convirtió sus ojos en un nuevo tono de verde. Se inclinó y besó a Kelly
cuidadosamente.

Kelly arqueó su espalda, empujando su entrepierna contra la de


Nick, antes de envolver su brazo libre alrededor del cuello de Nick.
—Rueda.
SIDEWINDER
Abigail Roux

68

Nick lo recogió en sus brazos y los volteó obedientemente, besando


a Kelly largo y duro mientras reajustaban sus posiciones. Kelly se lanzó
contra él, deseando haber conseguido quitarse los pantalones antes de
empezar esto.

Nick puso un pie sobre las pantorrillas de Kelly. —Lo siento. Pensé
que podría lidiar con esto el tiempo suficiente para hacerlo. —Admitió.

Kelly lo besó para que no tuviera que tratar de seguir explicando.


Los cálidos dedos de Nick se extendieron sobre la columna vertebral de
Kelly mientras sus cuerpos se presionaban fuertemente. Nick tiró de su
otra pierna, apretando sus muslos contra las caderas de Kelly y luego
deslizando su pie contra la pantorrilla de Kelly, envolviéndolo en una
forma que rara vez hacía incluso cuando su cuerpo estaba completamente
sano. Kelly rodó sus caderas, acomodándose entre las piernas de Nick
mientras el beso se hacía más cálido.

—Te sientes bien allí. —Nick jadeó contra los labios de Kelly. Las
puntas de los dedos de Nick estaban en la parte baja de la espalda de
Kelly, buscando a tientas el grueso cuero del cinturón de Kelly como si
estuviera tratando de asegurar un asidero en una subida vertical.

—Extrañé esto. —Kelly gruñó, besando el cuello y pecho de Nick.

Nick dejó caer su rodilla buena a un lado, dando a Kelly espacio para
acercarse.
SIDEWINDER
Abigail Roux

69

Kelly empujó su rodilla, con el objetivo más cerca para un beso, pero
terminó conduciendo sus caderas contra Nick más duro de lo que
pretendía, arrastrando el eje de su duro pene contra la ingle de Nick. Kelly
jadeó cuando una sacudida de placer lo atravesó. La boca de Nick se abrió
y cerró los ojos, arqueando la espalda. No hizo ningún ruido, y Kelly no
podía decir si el gesto fue porque se había sentido bien o si le había hecho
daño.

—Lo siento. —Kelly deslizó sus dedos en el cabello de Nick.

Cuando Nick abrió los ojos para encontrarse con los de Kelly, las
tenues luces atraparon el brillo en ellos. Kelly se dio cuenta que estaba
jadeando mientras se miraban el uno al otro, sus respiraciones
volviéndose ráfagas entrecortadas, los latidos de sus corazones latiendo al
mismo tiempo.

—Me sentí bien. —Nick resopló. La respuesta había sido casi


inmediata, pero para Kelly se sentía que el tiempo se estaba
desacelerando. Tal vez incluso revirtiéndose.

Continuó mirando, continuó acariciando el cabello de Nick, continuó


el balanceo rítmico de sus caderas que se sentía tan malditamente bueno.

—Kels. —Nick gruñó y empujó sus piernas juntas con fuerza,


apretando las caderas de Kelly entre sus muslos.
SIDEWINDER
Abigail Roux

70

Kelly se sacudió del hechizo y bajó la mirada hacia donde se


presionaban sus pechos juntos, donde la camisa desabrochada de Kelly
estaba atrapada entre ellos y los botones estaban enterrándose. —Lo
siento. Dios, estoy un poco nervioso, cariño. Como si esta fuera nuestra
primera vez o algo así.

Nick trabajó sus dedos aflojando el cinturón de Kelly y alcanzando la


cara de Kelly con las dos manos. —Yo también. —Confesó. Sonrió
suavemente, y algo de ello alivió las mariposas en el vientre de Kelly.
Entonces Nick se humedeció los labios, y el infame gesto nervioso de su
novio inmediatamente intensificó y amplificó el latir de su corazón de
nuevo. —Kels. —Nick comenzó, pero dudó el tiempo suficiente para que
Kelly encontrara un nuevo nivel de ansiedad.

—Deberíamos haber follado en el Fiddler como querías. —Kelly dijo


apresuradamente. —Esta es la manera de poner demasiada presión en
ambos, ¿qué demonios estaba pensando? ¿Pensando que esto sería una
buena idea? —Se apartó de Nick, rompiendo el agarre de Nick, se sentó
sobre sus muslos y negó con la cabeza mientras miraba al jodido costoso
cabecero de su jodida costosa habitación de hotel. —No he tenido sexo
desde antes de que casi murieras, obviamente es estresante para los dos,
¿por qué diablos pensé “Hey, vamos a pretender que estamos en una cita”
podría alejar la presión? ¿Por qué me dejaste planear esta mierda?
SIDEWINDER
Abigail Roux

71

Nick resopló. Cuando Kelly volvió su atención a la cara de Nick, Nick


estaba mirándolo con cariño, una sonrisa torcida en sus labios, su cuerpo
relajado. Lentamente enderezó su pierna mala, empujando su rodilla y
rozó la cadera de Kelly en su camino. Kelly se dio cuenta de que estaba
arrodillado entre las piernas abiertas de Nick, y su pene saltó cuando dejó
que sus ojos se desviaran hacia abajo del cuerpo desnudo de Nick.

—Ha sido una buena idea, cariño. —Nick dijo.

—Pero estás nervioso. Y estoy nervioso.

—Lo sé. Pero no estoy nervioso debido a la presión del rendimiento


o cualquiera que sea la mierda que te está volviendo loco. Vuelve aquí. —
Él alcanzó a Kelly, apenas capaz de tocar la punta de los dedos al pecho
expuesto de Kelly.

Kelly resopló cuando se quitó la camisa y la arrojó al final de la


cama. Se inclinó de nuevo, ambas manos apoyadas a ambos lados de Nick,
y era periféricamente consciente de la rodilla doblada de Nick empujando
hacia un lado de nuevo. Nick deslizó sus manos por los brazos de Kelly y
sobre el pecho, y luego arrastró sus dedos hacia abajo y alrededor hasta
que rodeó a Kelly en un abrazo cuando Kelly apoyó con cuidado su peso
sobre él.

—Estaba nervioso porque… —Los ojos de Nick se movían adelante y


atrás mientras miraba a los de Kelly. —Quiero pedirte que hagas algo por
SIDEWINDER
Abigail Roux

72

mí, pero no quiero que te sientas como que tienes que hacerlo aún si no lo
quieres.

—Sabes que yo haría cualquier cosa por ti. —Kelly besó a Nick para
remarcar su sinceridad.

—Lo sé, cariño. —Nick forzó a sus ojos a abrirse después del beso.
—Pero esto es para ti.

Kelly se enderezó. Se dio cuenta de que estaba frunciendo el ceño, e


intentó mejorar su expresión un poco mejor. —Bueno.

Las manos de Nick se volvieron gentiles en la espalda de Kelly,


apenas una caricia mientras metió los dedos bajo el cinturón de Kelly.
—¿Podrías estar arriba? —Nick preguntó, sin pestañear mientras miraba a
Kelly.

La boca de Kelly cayó abierta, y habría jurado que su corazón se


saltó un latido o cinco. —¿Yo arriba?

Nick asintió. —Significa que me follarías.

—Sí, sé lo que significa.

—Mira, no parecía que lo supieras…

—¡Nick! —Kelly empujó de nuevo, pero esta vez Nick no lo dejó


escapar. Cerró los dedos en la columna vertebral de Kelly, y Kelly se vio
SIDEWINDER
Abigail Roux

73

obligado a recostarse sobre él, sus cuerpos frotándose, la polla de Kelly


disfrutando cada segundo de ello.

—Si no quieres, está bien. —Nick continuó. —Sólo… pensé… —Se


aclaró la garganta y apretó los labios mientras sostenía la mirada de Kelly,
obviamente tratando de no mostrar lo nervioso que todavía estaba.
—Pensé que sería más fácil.

Kelly estaba dividido entre querer calmar sus nervios y disfrutar del
raro espectáculo de inseguridad. Incluso durante su recuperación, cuando
Nick había sido tan vulnerable, rara vez había estado tan inseguro como
esto. Era encantador. Cada fibra de Kelly quería envolverlo y abrazarlo.

Kelly trazó la punta de su dedo índice a lo largo de la frente de Nick,


luego por su sien y mandíbula.

—¿Estaría dentro de ti? —Preguntó suavemente.

Cuando los labios de Nick se separaron en un jadeo, Kelly deslizó su


pulgar sobre el labio inferior de Nick.

Los ojos de Nick se cerraron. —Sí. —Respiró.

Kelly no pudo resistir la oportunidad de tomar el labio inferior de


Nick entre los suyos, usando la punta de su lengua para saborear,
tomando su dulce momento. La rodilla de Nick se apoyó contra la cadera
SIDEWINDER
Abigail Roux

74

de Kelly, y Kelly automáticamente se estiró para apretar detrás del muslo


de Nick.

Nick respiraba con dificultad bajo él, y Kelly se dio cuenta que su
propia respiración también era difícil.

—¿Lo quieres? —Nick susurró, y aunque estaba tratando


desesperadamente de mantener su tono neutral, Kelly lo conocía
demasiado bien para no notar la esperanza y el deseo detrás del temblor
en sus palabras.

—Dios, sí.

Nick asintió, probablemente buscando palabras pero sin encontrar


ninguna. Tiró de su otra rodilla hacia atrás, apretó a Kelly entre sus
muslos.

Kelly tarareó y se zambulló en otro beso. La adrenalina corrió a


través de él al pensar que podía deslizarse dentro de Nick, sentir el cuerpo
de Nick envolviéndose alrededor de él de todas las maneras posibles,
mirar esos fenomenales ojos verdes suyos mientras hacían el amor.

Kelly no estaba a punto de hacerle preguntar de nuevo. Tomó la


mano de Nick en la suya y la apretó con fuerza en el colchón, luego lo besó
con hambre, chupando su lengua, mordiéndola, arañando sus dientes por
el labio de Nick. Los movió a ambos hasta que Nick estuvo en el centro de
la cama, y tomó un último lascivo beso antes de alejarse de él.
SIDEWINDER
Abigail Roux

75

—Un segundo. —Gruñó, y luego se escabulló del extremo de la


cama para deshacerse del resto de su traje.

Nick lo observó, apoyado en los codos, sonriendo con cariño.

—¿Cuánto tiempo has estado pensando en esto? —Kelly preguntó


mientras luchaba con sus zapatos.

Nick canturreaba, el sonido provenía de lo profundo de su pecho.


—No estoy seguro. Debería haberlo mencionado antes, pero estaba…

Kelly arrojó sus zapatos a un lado. Empujó sus pantalones abajo y


luego los pateó fuera. —¿Nervioso?

Nick hizo una mueca, moviendo la rodilla de un lado a otro.

Kelly lo observó por unos segundos, con el estómago


revuelto. Ahora estaba más nervioso de lo que había estado la primera vez
que Nick lo había follado. Se sentía como un adolescente en la noche del
baile.

—Pero joder, no es como si no hubiéramos pasado el último año


jugando con un cajón lleno de consoladores, Kels. —Nick dijo
irónicamente.

—Amigo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

76

Nick chasqueó la lengua y se estiró, levantando una rodilla en


invitación. —¿Dónde has escondido el lubricante en este lugar?

Kelly entrecerró los ojos y se inclinó sobre la cama. Arrastró su


mano por la pierna de Nick, luego se inclinó para besar el interior del
muslo de Nick antes de gatear hacia él y descansar una rodilla entre sus
piernas, probando la posición. Nick estiró la pierna, dándole espacio a
Kelly.

Kelly se encontró con sus ojos, y cuando se movió para tocarlo, sus
dedos temblaron. Respiró profundamente, luego agarró la parte posterior
del muslo de Nick y tiró para acomodarlo contra su cadera, justo contra el
tatuaje del revólver de seis tiros que Nick tanto amaba.

Kelly se estiró, sacando un jadeó de Nick cuando se acercó a las


almohadas. El cuerpo entero de Nick estaba tenso debajo de él, sus manos
arrastrándose sobre la piel de Kelly. Observaba a Kelly con entusiasmo, sin
darse cuenta que estaba siguiendo el rastro del atrapa sueños tatuado en
la caja torácica de Kelly.

Kelly lo besó mientras ponía los dedos en el lubricante que había


escondido en la cabecera de la cama.

—Siempre preparado. —Nick dijo, sonriendo mientras Kelly le


robaba otro beso.
SIDEWINDER
Abigail Roux

77

—No estaba seguro de cómo esta noche iba a terminar. —Kelly


admitió. —También hay algunos en el baño. Y entre los cojines del sofá.

Nick sonrió entre dientes, su sonrisa revelando el atisbo de hoyuelos


ocultos bajo su barba e iluminando sus ojos. Sus dedos eran suaves en las
costillas de Kelly.

—Hay incluso algunos en el Rover. —Kelly continuó. —Por todo el


Fiddler. Básicamente escondí lubricante en todo Boston con la esperanza
de conseguir follar esta noche.

Nick seguía riéndose, pero se desvaneció en una más sombría


sonrisa. —Lamento que haya pasado tanto tiempo. —Susurró, y sus ojos
se cerraron cuando Kelly se acercó para darle otro beso.

—El sexo no es la razón por la que estoy aquí, Nicko. —Kelly lo besó
una y otra vez mientras dejaba más de su peso sobre Nick. —No tienes
que disculparte por necesitar tiempo.

Nick se lamió los labios, moviéndose bajo él. Se besaron una última
vez antes de que Kelly comenzara a bajar por el cuerpo de Nick. Su
barbilla, su cuello, mordisqueando su clavícula y la suave piel que
contrastaba con la barba de su barba. Kelly deslizó sus dientes sobre el
pecho de Nick y lamió un pezón, luego lo chupó porque sabía que haría
que Nick se retorciera. Nick metió los dedos en el pelo de Kelly, su cuerpo
se contorsionó. Su corazón estaba corriendo bajo los labios de Kelly
SIDEWINDER
Abigail Roux

78

cuando Kelly besó su pecho. Kelly no estaba seguro de por qué, pero los
nervios de Nick estaban empezando a encenderlo aún más. Sentía que
Nick le entregaba algo. No sólo su cuerpo. Su
confianza. Control. Caminando hacia las aguas en las que nunca se habían
aventurado, y él quería ir allí con Kelly.

Kelly empujó a cuatro patas, su polla saltando cuando sus caderas


se arrastraron contra el interior de los muslos de Nick. Nick le tendió la
mano y Kelly apretó el lubricante en su palma, luego puso algo en la suya y
tiró la botella hacia las almohadas. A pesar de que las acciones eran
familiares, los nervios aún lo asaltaban.

—Ven aquí y dame un beso antes de que los dos hagamos esto.
—Nick dijo exasperado.

Kelly sonrió porque era exactamente lo que había estado a punto de


hacer. Cuando se inclinó sobre Nick, Nick enganchó una pierna sobre la
cadera de Kelly. Kelly gimió en el beso cuando la palma lubricada de Nick
se envolvió alrededor de su polla.

Nick lo cubrió generosamente, obviamente tomando placer en el


deslizamiento de su palma sobre la polla de Kelly. Kelly jadeó en el beso
mientras Nick lo masturbaba lentamente. Si se sentía tan bien con los
dedos de Nick alrededor de él y esa pierna envuelta sobre él, ¿qué
increíble sería deslizarse dentro de él y hacerlo envolverse alrededor de
Kelly mientras follaban?
SIDEWINDER
Abigail Roux

79

—Sí, Nick. —Kelly gruñó, mordiendo el labio de Nick y embistiendo


en su mano. Nick respondió con un amortiguado canturreo.

Kelly alcanzó entre ellos, buscando un poco antes de que los dedos
de Nick encontraran el suyo y lo guiaran entre sus piernas. Nick apoyó su
pie más alto sobre la espalda de Kelly, apretando a Kelly y deslizando sus
pollas mientras Kelly cuidadosamente empujaba un dedo dentro de él,
luego otro.

Esto no era enteramente nuevo para ninguno de ellos. Nick


disfrutaba tener algo dentro de él casi como Kelly lo hacía; Del rimming a
consoladores a tener dos de los dedos de Kelly dentro de él mientras
follaban, Nick podría tomar lo que Kelly lanzara. La mano de Nick cubrió
las bolas de Kelly mientras Kelly deslizaba un tercer dedo dentro de él.

Se besaron un poco más desesperadamente mientras los ruidos de


Nick se hacían más obscenos. Empujaron más cerca hasta que sus narices
estaban en el camino, usando más lengua y más dientes, gimiendo con
cada exhalación y respirando ásperamente a través de sus narices porque
ambos se negaban a separarse por aire.

—Cariño. —Kelly finalmente gruñó, retorciendo sus dedos dentro


de Nick y deleitándose en la forma en que el aliento de Nick se enganchó.

Nick sólo podía susurrar su nombre.


SIDEWINDER
Abigail Roux

80

Kelly se retiró lentamente, arrancando un gemido y un jadeo de


Nick. La polla de Kelly estaba absolutamente palpitando de necesidad, y se
estaba poniendo mareado por el deseo de meterse en el cuerpo de Nick y
sólo tomarlo.

Estaba tan nervioso que apenas podía pensar. No era sólo que esta
era su primera vez, era su primera vez con Nick. ¿Y si fuera la primera vez
de Nick también? ¿Qué pasaba si salía mal? Oh Dios…

Nick sopló un suspiro contra sus labios, y repentinamente los


nervios de Kelly se asentaron. Sus narices y frentes juntas, sus ojos
cerrados. Cada respiración era compartida, cada gemido lo
suficientemente cerca como para vibrar en sus labios.

—¿Estás seguro? —Kelly siseó.

Nick asintió. —Ve despacio, ¿de acuerdo? Al principio.

—Promesa. —Kelly dijo.

Nick tiró de ambas rodillas hacia arriba, apretando las costillas de


Kelly antes de colocar el talón de un pie en la pequeña espalda de
Kelly. Kelly se apoyó en los codos. Nick no pudo respirar cuando se
miraron a los ojos. Demonios, ni Kelly tampoco. Kelly se preguntó si la
rodilla de Nick estaba a la altura de esto, pero luego lo sacudió. Nick le
diría si estaba sufriendo, y Kelly no era el Doctor esta noche. Nick sonrió
SIDEWINDER
Abigail Roux

81

lentamente, y Kelly lo besó con fuerza. La cabeza de su polla presionó


contra el culo de Nick.

Kelly tomó la mano de Nick entre las suyas y la presionó al colchón


sobre sus cabezas. Los dedos de Nick lo apretaron con fuerza, sus nudillos
se tornaron blancos. Kelly inclinó la espalda, acariciando el cuello de Nick,
forzando su cara hacia arriba bajo su barbilla para colocar sus labios
contra el pulso de Nick. Giró sus caderas, amando la forma en que los
muslos de Nick se sentían contra él, luego empujó hacia adelante para
trabajar la cabeza de su polla dentro de Nick.

Fue agonizantemente lento.

El gemido desesperado y despiadado que escapó de los labios de


Nick hizo que la sangre de Kelly se calentara. La manera en que el cuerpo
de Nick se movía debajo de él era excitante. Todo se tensó, desde los
dedos que agarraban los de Kelly a los músculos que luchaban contra la
entrada de Kelly. Kelly esperó su siguiente aliento, luchando contra la
vertiginosa oleada de lujuria y adrenalina, pero cuando se dio cuenta que
simplemente no podría recuperar el aliento, robó un hambriento beso.

Nick rodó sus caderas, ayudando a Kelly a hundirse más profundo.


Kelly apretó su cara contra la mejilla de Nick y buscó su otra mano
mientras se balanceaba en él.
SIDEWINDER
Abigail Roux

82

—¡Mierda! —Nick finalmente logró decir. Tenía la cabeza inclinada


hacia atrás, los labios entreabiertos y los ojos cerrados.

Kelly acarició su frente contra la sien de Nick. —¿Bueno?

Nick tardó unos cuantos intentos en responder. No podía recuperar


el aliento, y no podía dejar de retorcerse mientras Kelly se movía dentro
de él. Pero finalmente gritó. —Se siente bien. Te sientes bien.

Kelly liberó las manos de Nick para que no se sintiera atrapado, y


deslizó ambos brazos bajo los hombros de Nick, sosteniéndolo apretado y
besándolo lánguidamente. Se hundió profundamente, tan profundo como
pudo, buscando el ángulo adecuado para golpear la próstata de Nick.
Había aprendido muchos trucos con Nick O'Flaherty como su maestro.

—Oh, Dios, Nick. —Las palabras de Kelly casi se perdieron en la boca


de Nick mientras se besaban. La única respuesta de Nick fue jadear su
nombre.

Los dedos de Kelly se clavaron en los omóplatos de Nick, y la mano


de Nick se encontró de nuevo en el cabello de Kelly. Kelly finalmente se
apoyó en sus codos, sus caderas aún rodando, sus músculos tensándose
cuando tuvo la oportunidad de mirar a los ojos de Nick. No apartó los ojos
de Nick y Nick no parpadeó.

Nick se mordió el labio y luego sonrió. —Más duro, Kels.


SIDEWINDER
Abigail Roux

83

Kelly tomó el ritmo, conduciendo más profundo con cada


embestida, follando a Nick hasta que la cabecera golpeó contra la pared.
Nick se estiró para apoyar una mano contra la pared, cerrando el codo
para detener el ruido. Kelly besó su barbilla.

—Eres tan jodidamente estrecho, cariño. Jesucristo.

—No pares. —Nick dijo con brusquedad. Kelly trató de llegar entre
ellos para poder masturbar a Nick mientras follaban, pero Nick enganchó
los tobillos juntos en la pequeña espalda de Kelly y apretó, lo que lo hizo
imposible.

—Voy a correrme. —Kelly advirtió. —Quiero sentirte primero. Sentir


que te corres.

Nick gimió en respuesta, sus ojos se cerraron cuando movió las


caderas para encontrarse con los empujones de Kelly. —Córrete en
interior, cariño. Venga.

Nick seguro como la mierda que no tuvo que pedirlo dos veces.
Kelly redobló sus esfuerzos, embestidas deliberadas para estar seguro de
sentir cada tentador deslizamiento de su polla en el cuerpo de Nick,
arrastrando su vientre contra la polla de Nick con cada empuje lento en él.
Nick gritó su nombre, moliendo sus caderas, moviéndose con el ritmo de
Kelly. Estaba usando la fricción del vientre de Kelly para correrse, y Kelly
SIDEWINDER
Abigail Roux

84

podía sentir sus músculos tensándose, sentir que se acercaba cada vez
más a su liberación.

Dios, quería saber lo que se sentía al estar dentro de él cuando Nick


se corriera.

Se contuvo tanto como pudo, pero no podía pensar en nada


excepto en el cuerpo apretado y cálido de Nick envuelto alrededor de él,
en la confianza que tomó para pedir esto, en la devoción en los ojos de
Nick cuando le suplicó a Kelly… Le suplicó que lo llenara de semen, le
rogaba por más duro, rogaba por más.

—Un poco más. —Nick le dijo con voz áspera. —¡Dios, sólo
destrózame, Kels!

—¡Mierda! —Kelly jadeó la palabra una y otra vez hasta que no tuvo
más aliento para hablar. Los estaba poniendo a sudar, con los cuerpos
entrelazados con facilidad; Incluso con sus roles cambiados sabían cómo
moverse uno contra otro.

Nick arqueó la espalda, golpeando sus caderas como si estuviera


tratando de tirar fuera a Kelly. Colocó sus manos sobre su cabeza, y Kelly
inmediatamente las alcanzó, juntando los dedos, presionándolo. El cuerpo
de Nick estaba temblando, tenso y lleno de placer. Gimió largo y fuerte, el
sonido desesperado y caliente y casi parecido al nombre de Kelly.
SIDEWINDER
Abigail Roux

85

—Oh mierda, cariño. —Kelly siseó, y él renunció al intentar evitar su


orgasmo. —¡Joder sí!

Nick trató de empujar las manos de Kelly, pero Kelly entraba dentro
de él y cada músculo de su cuerpo luchaba por mantener el terreno que
había ganado. Lo folló hasta que Nick no pudo hacer otra cosa que apretar
los dedos y gemir su nombre y envolver sus piernas más apretadas
alrededor de él, follándolo hasta que sus cuerpos temblaban y la cabecera
de la cama golpeaba junto con el ritmo cada vez más despiadado, lo folló
hasta que toda la habitación se llenó de los olores de sudor y sexo y esa
embriagadora colonia de absenta.

Kelly enterró su rostro en el cuello de Nick y gritó por él, por piedad,
pero siguió moviéndose, siguió disparando dentro de él, siguió
sosteniéndolo y moliendo su cuerpo contra la polla de Nick hasta que la
fricción fue demasiado para Nick. Sus músculos se contrajeron, su semen
chorreando entre ellos mientras luchaba contra el agarre de Kelly y
agraciando los oídos de Kelly con los gemidos más pecaminosos que Kelly
había escuchado. Kelly movió una mano para agarrar el cabello de Nick, y
Nick aprovechó su nueva libertad arrastrando sus uñas por la espalda de
Kelly. Kelly apretó los dientes, pero todo lo que podía pensar era en llenar
a Nick de semen para poder verlo escurrir fuera de él.

Aún estaba aferrado a Nick unos segundos más tarde. Todavía


estaba estirado encima de él, también, con las piernas de Nick alrededor
SIDEWINDER
Abigail Roux

86

de él y su mano libre todavía agarrando el hombro de Kelly. Ambos aún


respiraban con dificultad, y los ojos de Nick estaban cerrados. Kelly le soltó
la mano lentamente, sin sorprenderse cuando sus dedos dolieron
mientras los flexionaba.

Nick abrió un ojo para mirarlo fijamente.

—¿Bien? —Kelly preguntó, con voz entrecortada.

Nick resopló y volvió a cerrar los ojos. Él asintió y Kelly se bajó lo


suficiente como para besarlo. Nick movió sus caderas, y ambos jadearon
en el beso.

—Oh Dios. —Nick gimió. Agarró la cadera de Kelly, hundiendo los


dedos en el culo de Kelly para evitar que se moviera de nuevo. —No, no,
no.

—Relájate. Bésame. —Kelly murmuró, haciendo eco de las palabras


que Nick había usado su primera vez juntos. Besó nuevamente a Nick,
manteniéndolo gentil y calmante para distraerlo. Nick seguía gimiendo
contra sus labios, su cuerpo tenso mientras Kelly salía cuidadosamente de
él. Kelly terminó en sus manos y rodillas, la frente presionada a la de Nick,
las respiraciones en una prima cuando trató de calmar su corazón.
—¿Bueno?

Nick asintió, con los ojos todavía cerrados. —Sí.


SIDEWINDER
Abigail Roux

87

—¿Te corriste? —Kelly preguntó, aunque sabía la respuesta. Nick


asintió de nuevo, tratando de recuperar el aliento. —Si no lo hubieras
hecho iba a asegurarme que mi lengua estuviera en tu culo cuando lo
hicieras.

Nick gimió y golpeó su rodilla buena contra la cadera de Kelly.


—Jesús, te vuelves más sucio cada vez que follamos.

Kelly se rió, pero pronto se dio cuenta que no tenía idea de qué
decir ahora. Se arrodilló allí en un silencio incómodo durante unos
segundos más, luego le robó un beso más y rodó fuera de Nick,
acurrucándose a su lado en la cama tamaño king.

Después de un minuto completo, los dos seguían respirando con


dificultad, el silencio extendiéndose hacia un territorio inusual, los dedos
de Nick encontraron los de Kelly entre sus cuerpos y los agarró.

Kelly lo miró. Nick todavía tenía los ojos cerrados, la lengua tocaba
sus dientes superiores.

—¿Nicko? —Kelly rodó sobre su costado, colocando una mano en el


pecho de Nick y besando su hombro.

—Eso estuvo bien, Doc. —Nick retumbó, y el tono de su voz envió


excitación a la columna vertebral de Kelly.
SIDEWINDER
Abigail Roux

88

Giró la cabeza y Kelly se estiró para besarlo. Nick acunó la parte


posterior de la cabeza de Kelly, e incluso a través de la distracción del beso
y el resplandor de un orgasmo increíble, Kelly podía sentir el temblor en la
mano de Nick. No importaba si era de dolor o no. Kelly sabía cómo
solucionarlo.

—Traeré tus pastillas. —Se sentó, acariciando el vientre de Nick, y


luego caminó hacia la puerta, a la maleta que había empacado para ellos,
porque sabía que Nick no lo tomaría en serio y las empacaría por su
cuenta. Reconoció que estaba frunciendo el ceño mientras rebuscaba.
Cuando su mano aterrizó en el contenedor de pastillas de viaje de Nick,
seguía frunciendo el ceño. Después de lo que acababan de hacer,
realmente no debía fruncir el ceño.

Nick estaba ahora estirado a través de la cama como un gato sobre


una cálida alfombra, y cuando Kelly lo miró, a los poderosos músculos, a la
piel cubierta de cicatrices y tinta, a olas castañas de la barba, Nick tenía
miedo de afeitarse porque sus manos eran inestables, y aquellos ojos
verdes increíbles que podrían abrirse camino en el alma de Kelly, cada
parte del cuerpo de Kelly gritó para que se abalanzara sobre el culo de
Nick y hacer eso de nuevo.

—¿Estás bien? —Nick preguntó cuándo encontró a Kelly mirando.

Kelly se mordió el labio. —¿Quieres agua?


SIDEWINDER
Abigail Roux

89

Nick asintió, y Kelly fue al cuarto de baño para tomar un vaso de


agua y un trapo húmedo para limpiarlo. Hizo un trabajo rápido en el
desorden en su vientre, e incluso logró sacar la mayor parte del lubricante
sin recurrir a entrar en la ducha como normalmente tenía que hacerlo.
Luego tomó una fresca toalla de mano, la mojó y la llevó a Nick, que lo
observaba como un halcón, con el ceño fruncido en su expresión.

—¿Qué pasa con esto? —Nick preguntó, y agitó una mano sobre la
cara de Kelly cuando Kelly le entregó el vaso de agua y sus pastillas.

Kelly no pudo evitar sonreír. Nick siempre sabía cuándo algo estaba
fuera con él, y sabía generalmente cuándo empujar y cuándo dejar a Kelly
trabajar a través de sus estados de ánimo por sí mismo.

Subió a la cama y se estiró de lado junto a Nick, apoyándose en el


codo, esperando a que Nick tomara las píldoras.

—¿Fue la primera vez que lo hiciste? —Kelly preguntó.

Los labios de Nick se tensaron. No era una sonrisa, pero tampoco un


fruncir el ceño. Tomó otro sorbo de agua, tragando con fuerza. —No.

Kelly asintió. No quería examinar por qué se sentía aliviado por eso,
pero deseaba haberle preguntado antes de modo que no estuviera tan
jodidamente nervioso.
SIDEWINDER
Abigail Roux

90

—Fue la segunda vez. —Nick añadió, tomando otro trago para


cubrir su sonrisa.

Los ojos de Kelly se abrieron y buscó los de Nick, y Nick tragó el agua
y se rió de él.

—¿Por qué es gracioso? —Kelly preguntó.

—Tienes un aspecto aterrorizado ahora mismo.

—No lo tengo.

—Lo tienes. —Nick tomó el resto de su agua y tiró el vaso vacío


hacia el sofá, luego rodó para mirar de frente a Kelly. Colocó una mano en
la cadera de Kelly, sus dedos suaves mientras acariciaba el tatuaje del
atrapa sueños. —¿Qué tienes en mente?

—La primera vez —Kelly dijo con vacilación. —Fue… no…

—Fue buena. —Nick respondió rápidamente, encontrando los ojos


de Kelly. Sonrió de nuevo, lo que hizo un largo camino para hacer que
Kelly lo creyera. —No fue divertido, sin embargo. Se puso menos divertido
como sucedió, por lo que estaba tan jodidamente nervioso,
supongo. Cuando le dije más despacio, él no lo hizo, y nunca confié en él
después de eso. Fue… casi el final de él y de mí. Pero lo siento, debería
haber sido capaz de separar eso de ti. Te conozco.

—No te disculpes, cariño.


SIDEWINDER
Abigail Roux

91

Nick se encogió de hombros y suspiró pesadamente. —Te conozco.

—No. —Kelly acarició la mejilla de Nick. —Está bien.

—Es sólo… No era algo que alguna vez quise hacer otra vez.

Kelly frunció los labios, masticando el interior de su mejilla.

—No hasta ti.

Kelly lo miró a los ojos, sin intentar pensar en nada que decir. No
había nada que pudiera decir que fuera más eficaz que escuchar. Se
acercó más, dejando a Nick envolver sus brazos alrededor de él,
deslizando su pierna entre las rodillas de Nick, y apoyando su cabeza
contra el pecho de Nick.

—Te amo, Kelly.

Kelly respiró hondo y suspiró lentamente, besando el pecho de Nick,


con los ojos cerrados mientras Nick lo mantenía cerca. Después de unos
segundos se dio cuenta que Nick estaba conteniendo la respiración y su
corazón estaba acelerado. Levantó la cabeza para encontrarse con los ojos
de Nick, buscando una pista de por qué.

Nick guardó silencio, dejándolo mirar.

—¿Qué pasa? —Kelly preguntó.

Nick sacudió la cabeza, sonriendo tristemente.


SIDEWINDER
Abigail Roux

92

—¿Qué?

Cuando Nick habló, su voz se había vuelto ronca. —Es sólo… Algún
día espero que me lo digas también.
SIDEWINDER
Abigail Roux

93

Capítulo 3

8 de abril de 2013

Nick condujo el Rover a través de las multitudes de tráfico del


aeropuerto. Su teléfono sonó, y una mirada le dijo que Ty Grady había
recuperado su maleta de reclamo de equipaje y se dirigía hacia fuera para
esperarlo. Nick no se molestó en responder, ya que estaba llegando justo
ahora.

No tardó mucho en distinguir a Ty, con la bolsa sobre el hombro, el


teléfono en la mano. Se acercó lo más que pudo y abrió las puertas, sin
molestarse en levantarse ya que su rodilla seguía siendo inestable y Ty
podía manejar su maldita bolsa.

Ty la arrojó a la parte trasera y se deslizó en el asiento del pasajero.


Golpeó su hombro con el de Nick entrando, sonriendo como el proverbial
gato que se comió el canario.

—Hey, capullo. —Nick saludó, sometiéndose a un abrazo torpe,


lateral, con un solo brazo. —¿Cómo estuvo el vuelo?
SIDEWINDER
Abigail Roux

94

Ty se encogió de hombros y se abrochó el cinturón de seguridad.


—Nada emocionante.

—Yo no tomaré nada emocionante para el resto de nuestras vidas.


—Nick dijo mientras entraba en el tráfico, mirando a Ty otra vez. —¿Has
dejado que Zane sepa que has aterrizado?

Ty rodó los ojos, asintiendo mientras se acomodaba en el asiento y


lanzaba un pie sobre el tablero. —Sí Mamá. Una puta vez me olvido, y
confía en mí, nunca lo volveré a hacer.

Nick rió y sacudió la cabeza.

—¿Dónde está Doc? —Ty preguntó, echando una ojeada al asiento


trasero.

La sonrisa de Nick cayó y se aclaró la garganta, haciendo una mueca.


—Fue a casa por un tiempo.

Ty estuvo en silencio, y Nick podía sentir sus ojos en él. —¿Qué?


—Nick gruñó.

—Sé que fue a casa por un tiempo. Me lo dijiste mucho por


teléfono. Supongo que lo que pregunto más enfáticamente, ¿por qué?

Nick suspiró, mirando su espejo retrovisor. —Tuvimos una pelea.

—No creo que fueran capaces de pelear.


SIDEWINDER
Abigail Roux

95

—Ni nosotros tampoco.

Ty gruñó, girando un poco en el asiento. —Estás súper enojado o


súper drogado. Ni siquiera me has gritado por poner mi pie en el tablero.

—Eso es porque realmente no me importa una mierda si tu pie está


en el tablero.

—¿Súper drogado, entonces?

—Cállate.

Ty resopló y deslizó sus aviadores bajo su nariz para que Nick


pudiera verlo entrecerrar los ojos.

—Te lo contaré entre las entradas. —Nick ofreció.

—Irlandés. —Ty dijo suavemente, y su voz había perdido la nota


burlona. Se quitó las gafas de sol. —¿Estás bien?

—Sí. —Nick dijo con un encogimiento de hombros casi descuidado.


—Fue una pelea estúpida, y una vez que nos dimos cuenta de que era
estúpido, tratamos de averiguar por qué era estúpido. Decidimos que era
en parte la fiebre de cabina. Kelly había estado atrapado cuidándome
durante tanto tiempo, así que pensamos que un poco de tiempo aparte
nos haría bien a los dos.

—Estuve allí. —Ty murmuró.


SIDEWINDER
Abigail Roux

96

—¿Garrett y tú están bien?

—Sí, somos sólidos. Incluso me dijo que se me permite beber esta


semana, siempre y cuando no acabe en las noticias por hacer algo
estúpido.

—Sí, vamos a mezclar alcohol y mis analgésicos y ver quién entra en


shock primero.

Ty se echó a reír, el sonido claro como una campana y de alguna


manera calmante para el alma dolorida de Nick. —Sería como Tijuana esa
vez. —Dijo, y compartieron un gemido ante el recuerdo. Después de unos
cuantos segundos pensativos, Ty preguntó —¿A qué hora es el juego?

—Día de juego, comienza a la una. Pensé que iríamos directamente


a Fenway; Podemos empaparnos en las travesuras del primer día.

Ty sonreía cuando Nick lo miró. —Sox y Orioles en el Día de


Apertura justo después de que ambos apenas vivimos a través de algo.
—Reflexionó, extendiendo la mano para presionar el botón que abría el
quemacocos. El sol entraba, junto con una brisa salada que olía a
primavera, y Ty giró su cara para encontrarla. —Destino.

Pasó los dedos por el quemacocos, disfrutando del calor de su


rostro. Su mal humor era música para los oídos de Nick.
SIDEWINDER
Abigail Roux

97

Varias horas más tarde se habían abierto camino a través del tráfico
y la emoción del mediodía que era Fenway en el partido de casa de los
Medias Rojas. Era el séptimo juego de la temporada, y los Medias estaban
cuatro a dos. Boston estaba zumbando.

Nick estaba zumbando también, pero no exactamente con


entusiasmo. Cada vez que dejaba que su mente se moviera,
inmediatamente iba a Kelly y hacía doler a su corazón como si estuviera
físicamente enfermo. Había pasado los últimos dos días manteniéndose lo
más ocupado posible, o tomando suficiente de sus analgésicos que no
sentía ni pensaba en nada. Era una espiral malsana, pero al menos lo
sabía.

Le había contado a Ty por teléfono dos noches atrás, y así era como
se iban a reunir juntos, sólo los dos. No le había pedido a Ty que se
quedara con él durante la semana. Pero no había tenido que preguntar.

Ty estaba un paso por delante de él mientras se dirigían a los


asientos de la primera fila que Kelly había logrado adquirir para el primer
partido, vasos de plástico gigantescos de recuerdo de cerveza en cada
mano. Era sólo un par de tramos de escaleras, pero para Nick parecía
desalentador. Ty estaba dejándolo sujetarse a su hombro, a pesar de que
Nick sabía que se suponía que Ty aún estuviera en un cabestrillo tras
explotar la mitad de Miami.
SIDEWINDER
Abigail Roux

98

Cuando llegaron a sus asientos, Ty sonreía como el Gato de


Cheshire, el campo se refleja en sus aviadores. Ayudó a Nick a instalarse,
ambos riéndose de lo gruñones y chirriantes que eran.

—Te diré, irlandés, nunca pensé que ninguno de los dos sería tan
viejo. —Ty dijo mientras levantaba un pie en la pared frente a ellos.

—Eso nos hace dos. —Nick se encogió con una mueca. —¿Sabes lo
que harías con tus pertenencias favoritas si morías?

—¿Qué?

—Sólo estuve… Finalmente saqué esa caja de cosas de Eli, la que su


madre me dio. Toda su vida se redujo a una sola caja de sus cosas
favoritas, colocada en una estantería del Fiddler. Y he estado jodidamente
pinchado en ello por días ahora.

Miró a Ty cuando Ty no respondió, sólo para encontrar a Ty mirando


hacia la distancia, con un ceño fruncido en su rostro, asintiendo con un
ritmo inaudible. Finalmente negó con la cabeza. —No sé qué pondría en
una caja como esa. —Admitió.

—Yo tampoco.

—¿Qué hay ahí dentro?

Nick tragó saliva. —No lo sé. Llegué hasta Seymour y una pila de
cartas que escribió antes de que fuera demasiado difícil.
SIDEWINDER
Abigail Roux

99

—Oh Dios, Seymour. —Ty sonrió cuando sus ojos se iluminaron. —


¡Me había olvidado de él!

—¿Quieres pasar por esto conmigo?

—Sí. —Ty dijo de inmediato, golpeando la rodilla de Nick con el


puño. —Sí, me gustaría eso.

Nick asintió y se removió alrededor para sentirse más cómodo,


situando su bastón entre las piernas mientras cruzaba un pie sobre el otro.

—¿Ese es el bastón que Sánchez te dio cuando te golpearon con la


metralla? —Ty preguntó. Sus codos se tocaron cuando ambos se
acomodaron, pero fue una vez más un sentimiento familiar. Durante un
tiempo, la relación de Nick con Ty había sido sofocada y torpe. El alivio
que sintió cuando empezaron a enderezar las cosas no podía medirse con
palabras.

Nick golpeó la punta de su bota con el bastón. —Sí.

—¿Doc sabe lo qué puedes hacer con esa cosa? —Ty preguntó con
cuidado.

Nick se encogió de hombros, estremeciéndose mientras miraba


hacia el campo y la brillante hierba verde. —No lo sé, ¿por qué?

—Él no estaba cerca cuando tomaste esa metralla, nunca te vio con
el bastón.
SIDEWINDER
Abigail Roux

100

—¿Cuál es tu punto, Tyler? —Nick preguntó, sonriendo para


ablandar el golpe de su pregunta. No quería hablar de Kelly, pero también
sabía que Ty estaba aquí para ayudarlo. Ty no podía hacer mucho por él si
nunca hablaban de Kelly.

Ty se movió en su asiento. —No lo sé. Creo que a él le gustaría saber


lo qué puedes hacer con eso.

—¿Por qué?

—Porque es caliente.

Nick soltó una carcajada y Ty sonrió.

—En serio, debes mostrarle. Eso resolverá tus problemas sexuales.


—Tomó un trago de su taza de cerveza. —Resolvió el mío un par de veces
en ese día.

—Ty.

—¿Qué? Estamos siendo honestos el uno con el otro, ¿cierto? Sólo


digo. Tuve un enorme, enorme enamoramiento de ti los primeros, como,
dos… tres años. Cinco, cinco años.

Nick rodó los ojos, sorprendido al descubrir que se ruborizaba


mientras Ty se reía en su vaso. Se pasó una mano por la boca, negando
con la cabeza. —Kelly y yo no tenemos problemas sexuales. Ninguno que
se pueda arreglar con un bastón, de todos modos.
SIDEWINDER
Abigail Roux

101

—Si tú lo dices. ¿Cómo lo conseguiste a través de la seguridad?

—La gente jodidamente no revisa bastones y cabestrillos y esas


mierdas. Hablando de ello, ¿dónde diablos está ese cabestrillo que Garrett
me dijo que tenías que usar?

—Lo perdí.

Nick inclinó la cabeza para mirar a Ty por encima de sus gafas de sol.

Ty le dio un inocente encogimiento de hombros. —En el


avión. Legal. ¿Qué?

—Será mejor que tengas un repuesto para usar cuando te mande a


casa.

Ty se echó a reír y se sentó, mirando al Green Monster. Nick


observó su perfil durante unos instantes. Sabía que Ty guardaba algo para
sí.

—¿Qué tienes en mente, Six? —Preguntó suavemente.

Ty suspiró, sus hombros cayeron y una pequeña sonrisa flotó sobre


sus labios, como si estuviera aliviado de haber sido llamado a contenerlo.
—Estuve esperando a leerte hasta que estuvieras mejor. —Ty se encontró
con sus ojos intencionalmente. —¿Lo estás haciendo mejor?

—Sí, ¿qué es?


SIDEWINDER
Abigail Roux

102

—Cuando Zane y yo volvimos a casa después de la mierda del cartel


en Miami, había un… Paquete de bienvenida esperándonos.

El cuerpo entero de Nick se puso rígido y frío, su corazón latiendo en


su garganta, revoloteando tan rápido que lo dejó mareado.

—¿Nick? —La voz de Ty llegó desde algún lugar lejano. Sin embargo,
su mano en el hombro de Nick era cálida y Nick cerró los ojos y dejó que el
toque de Ty tirara de él desde esa sensación de ahogamiento antes de que
pudiera ir demasiado lejos.

Nick se inclinó hacia delante, tragando saliva. —¿Qué tipo de


paquete de bienvenida? —Dijo con voz ronca.

—No es así. —Ty dijo apresuradamente. Sus ojos color avellana


estaban muy abiertos, y se inclinó cerca de Nick, con la mano en la parte
posterior del cuello de Nick. Se movió para envolver su brazo alrededor de
los hombros de Nick, dándole palmaditas como si estuviera tratando de
calmarlo.

Nick se humedeció los labios, preparándose para decirle a Ty que no


estaba a punto del puto pánico o algo, pero estaba respirando rápido y le
zumbaban los oídos y sí, que había estado a punto de entrar en pánico. Se
concentró en el toque de Ty, cerrando los ojos y levantando la cara hacia
el sol. Respiró profundamente.

—¿Estás bien? —Ty preguntó suavemente.


SIDEWINDER
Abigail Roux

103

—Espera.

—Jesús, amigo. —Escuchó a Ty murmurando mientras tomaba


varias e incluso profundas respiraciones. El peso de la mano de Ty en él, el
olor de la luz del sol y la hierba, y el ritmo de su respiración entando por
su nariz, saliendo por su boca lo ayudó a hacer retroceder el pánico, y
finalmente abrió los ojos de nuevo.

Asintió en Ty. —Eso es desagradable.

—¿Sucede mucho?

—No, primera vez. Sigue.

—Lo siento. —La mano de Ty no dejó el hombro de Nick. —Fue un


paquete de bienvenida real, no una bomba.

Nick dio una breve inclinación de cabeza. —¿De la compañía?

—Sí.

—Eso no es mucho mejor que una bomba.

—No, está bien. No nos están poniendo en el campo. Somos apoyo.


Un puesto de avanzada.

Nick frunció el ceño. Ty estaba sonriendo, con los ojos brillando


como Nick no había visto en bastante tiempo. Nick dio un largo suspiro.
SIDEWINDER
Abigail Roux

104

—Están reconstruyendo la librería. —Ty continuó, radiante.


—Reemplazando todo lo que perdimos en la explosión. Y están instalando
todo tipo de mierda de Compañía, Irlandés, será jodidamente increíble. Te
volverás friki sobre ello al igual que Zane lo hizo, lo prometo.

Nick levantó una mano para frotarse el puente de la nariz, haciendo


una mueca al reconocer la luz en los ojos de Ty.

—Han truqueado el sótano. Incluso están poniendo un pequeño


ascensor, con una de esas puertas de jaulas que cierran.

—¿Entras en ella? —Nick preguntó, sonriendo con el entusiasmo de


Ty a pesar de sus dudas sobre todo el asunto.

—Admitiré que es del tamaño de un ataúd. Pero fresco, sin


embargo.

—Ty.

Ty le dio una sonrisa maliciosa. —Atendemos la librería el día a día,


y el cuarto de atrás es sólo para… entregas especiales.

Nick suspiró pesadamente.

Ty estaba sonriendo como un tiburón. —Todas las cosas divertidas


llegan a través de la puerta trasera.
SIDEWINDER
Abigail Roux

105

Nick rodó los ojos, luchando valientemente por no sonreír y darle la


satisfacción a Ty. Ty estaba riéndose, sin embargo, y empujó a Nick con el
codo, palmeando su brazo y luego apretándolo.

—Te he extrañado, Irlandés. —Ty dijo con satisfacción. Nick volvió la


cabeza, y cuando sus ojos se encontraron, la sonrisa de Ty se desvaneció
en una expresión más sombría. —Lamento haberte dejado atrás.

—No lo hiciste. Si me hubieran movido con ese cuchillo en mí, me


habría matado. Lo sabes tan bien como yo.

Ty ajustó su brazo alrededor de los hombros de Nick, apretándolo


con fuerza. Nick se dejó caer un poco más, descansando en el abrazo de
Ty. Se sentaron de esa manera a través de todas las festividades previas al
partido, el brazo de Ty caliente y pesado alrededor de los hombros de
Nick, como una familiar manta envuelta a su alrededor después de un día
en el frío.

A pesar de todas las cosas que habían pasado, juntos y separados,


en los últimos dos años, esto se sentía como en los viejos tiempos. La
camaradería que Nick y Ty habían disfrutado desde el momento en que se
conocieron en ese autobús a la isla de Parris estaba de vuelta. Y por
primera vez en veinte años, podrían compartir hasta la última parte de sí
mismos, sin el temor de secretos o el dolor sordo del anhelo distante
coloreando todo lo que hablaban.
SIDEWINDER
Abigail Roux

106

Nick saboreó cada segundo de ello.

Cuando se anunció el himno nacional, Ty ayudó a Nick a levantarse,


su mano gentil en el codo de Nick. Miraron a la bandera ondear en la brisa
de primavera, y como si fueran una sola entidad, cada uno de ellos disparó
un elegante saludo.

Cuando todo terminó y se acomodaron en sus asientos, el estadio


vibrando de entusiasmo a su alrededor, un hombre mayor que había
estado sentado a unos cuantos asientos se dirigió al joven que estaba
sentado entre Nick y él, y tocó el brazo de Nick para llamar su atención.

Nick se estremeció, luego miró al hombre y al chico.

—Mi nieto y yo queremos agradecerles por su servicio. Dijo el


hombre, con voz solemne. Tendió su nudosa mano, y temblaba cuando
Nick lo miró.

Nick la tomó, sacudiéndola aturdido. —Gracias. —Dijo. —Y gracias


por el suyo.

El hombre asintió y dio instrucciones a su nieto para hacer lo mismo


mientras estrechaba la mano de Ty también. El niño, que estaba en
cualquier lugar entre ocho y doce tal vez, Nick no tenía idea de cómo
calcular la edad de los niños, dio a Nick una mirada de soslayo mientras
tentativamente estrechaba la mano de Nick. Luego se volvió hacia su
abuelo y susurró una pregunta. Probablemente pensó que estaba siendo
SIDEWINDER
Abigail Roux

107

discreto, pero Nick lo escuchó fuerte y claro: —¿Cómo saben que eras un
soldado, abuelo?

El anciano se limitó a sonreír mientras arrojaba una palomita en la


boca. —Es sólo algo que sabes.

Nick apartó la atención de la pareja y miró a Ty, con el ceño


fruncido. Ty le dio un guiño, una sonrisa mientras se hundía en su asiento
y se acomodó de nuevo.

Nick respiró profundo para calmarse. No se merecía un apretón de


manos de veteranos en un partido de béisbol. Al igual que no merecía
escuchar a Kelly decir “Te amo”. Había perdido el derecho de ambos
privilegios y no estaba seguro de ser posible el recuperarlos.

—Hey. —La voz de Ty fue aguda en el oído de Nick. —Conozco esa


mirada. Esa es tu mirada de “soy un horrible psicópata asesino serial”.

Nick se sacudió, mirando a los ojos de Ty.

—Ya basta, Irlandés. Somos malditos héroes. —Ty le dio un codazo.


—Vamos O’s.

—No en esta casa. —Nick gruñó, y pinchó el pie de Ty con el


extremo de su bastón, sonriendo cuando Ty aulló.
SIDEWINDER
Abigail Roux

108

15 de abril de 2013

—Hey —Owen dijo tan pronto como cargó Skype. Llevaba un traje y
corbata, uno costoso, y fue un poco extraño teniendo en cuenta que Kelly
estaba acostumbrado a verlo en vaqueros y una camiseta. Su cara estaba
desteñida, Kelly giró el ordenador hasta que el sol ya no oscurecía media
pantalla. Se preguntó cuánto tiempo duraría en el resplandor de la
cubierta antes de retirarse de nuevo.

—¿Cómo te va? —Preguntó.

—Bastante bien. Conseguí otro aumento, algunas semanas extras


de vacaciones. Creo que se están dando cuenta de los beneficios de
mantenerme alrededor, incluso si ocasionalmente desaparezco y exploto
de la compañía en horas de trabajo. ¿Cómo está Lucky?

Kelly hizo una mueca. —Está en Boston.

Owen frunció el ceño y se acercó más a la cámara de su ordenador


portátil. Él estaba en su oficina, que era rígida y moderna, con amplias
ventanas que mostraban San Diego detrás de él. —¿Tú dónde estás?

—Colorado.

—¿Por qué?
SIDEWINDER
Abigail Roux

109

Kelly se encogió de hombros e hizo una mueca más duro. —


Digamos que él lo está haciendo lo suficientemente bien como para
necesitar un poco de espacio.

Owen frunció el ceño durante tanto tiempo que Kelly dio un


golpecito en su teclado para ver si el programa se había congelado.
—¿Tuvieron una pelea?

—Un poco. ¡No es por eso por lo que estoy en casa, sin embargo!
—Kelly se apresuró a añadir. —Tuvimos una pelea, y fue tan jodidamente
tonto. Los dos nos detuvimos en medio de los gritos y nos dimos cuenta
que éramos como perros enjaulados o algo así, luchando porque
podíamos.

—¿Quieres hablar de eso?

—¿Más o menos? ¿Estás ocupado?

—Es mi hora de almuerzo. —Owen dijo, y luego agitó un tazón


delante de la cámara. —Háblame de eso.

—De acuerdo. Bueno, Nick no estaba realmente manejando nada


de eso bien, ¿sabes? La recuperación, y luego su padre fue y jodidamente
se murió, y él no es el mismo Nick. Supongo que me arrojó fuera. No estoy
acostumbrado a ver algo que pueda sacudirlo. Así que supongo que entré
en modo Doc. Y la semana pasada él parecía más miserable de lo normal,
SIDEWINDER
Abigail Roux

110

y dijo algo que me hizo comprender que lo estaba tratando como a un


marine en recuperación.

—Él es un marine en recuperación. —Owen levantó un bocado de lo


que parecía ser ensalada.

—Sí, pero también es mi novio.

—Extraño. —Owen murmuró con la boca llena de comida, los ojos


en su plato mientras empujaba las cosas con un tenedor de plástico. —Sí,
no, lo entiendo. Estabas siendo el Doc en lugar de un novio. Eso no es
sorprendente, teniendo en cuenta el número de veces que nos has
cuidado a través de una recuperación, sin embargo, compañero.

—Eso es lo que Nick dijo también. Eso no es por lo que peleamos.

—Bueno, ¿así que estamos recibiendo la versión larga?

Kelly rió y apoyó un pie en su silla. Maldita sea, ver a Owen comer lo
hacía tener hambre. Sacó un paquete de cigarrillos de la mesa auxiliar y
deslizó fuera uno. Owen esperó pacientemente mientras él lo encendía.

—Tuvimos una cita del tipo de ver si podíamos volver a


recolocarnos en el pensar en romance en lugar de compañeros. —Kelly
dijo, el humo acompañando sus palabras. —Conseguí una habitación de
hotel, nos alistamos por separado y todo eso. Fue algo divertido.
SIDEWINDER
Abigail Roux

111

—Ustedes nunca han hecho eso. Me refiero, mierda, vivieron juntos


durante cinco años antes incluso de que pensaras sobre tener citas; es una
especie de una dinámica diferente.

—Sí. Fue bastante bien. Muy divertido. Y Nick es un hijo de puta sin
problemas en una cita, nunca realmente conseguí el efecto completo
antes. —Kelly dio otra calada cuando Owen negó con la cabeza. —Fuimos
de regreso al hotel al final de la noche. Tenía una… muy buena noche.

—Gracias por el eufemismo. —Owen se quejó. —¿Estás diciendo


que te metiste en una pelea en la cita?

—Básicamente.

—¿Antes o después del sexo?

—Después. Como, justo después. Como, después aún desnudo.

—Ahí va el eufemismo. —Owen empujó su tazón, frotándose las


manos por la cara.

—Lo siento. Realmente no puedo contar esta historia sin la parte


del sexo.

Owen estaba sonriendo con malicia cuando volvió a mirar a la


pantalla. —Está bien. Me estoy acostumbrando. ¿Qué tipo de pelea fue?
SIDEWINDER
Abigail Roux

112

—Bueno, todo el tiempo, quiero decir que fue una buena noche,
¿de acuerdo? Voy a dejar las cosas así para más detalles. Pero después, no
pude evitar la sensación de que algo estaba faltando. Cómo, que debería
haber estado encantado con lo que pasó, ¿sabes? Pero algo…

—Sólo golpéame con la charla Dick, puedo tomarlo —se quejó


Owen.

—¿Puedes tomar el pene? —Kelly dijo inexpresivo.

Owen miró fijamente a la cámara, y Kelly luchó muy duro por no


reír. Finalmente perdió y resopló, incapaz de jalar una cara seria para
coincidir con la de Owen.

—Vale, Nick suele ser el que hace la follada.

Kelly esperó a que Owen le dijera que continuara antes de entrar en


más detalles. Owen había sido el único con el mayor número de temas a
trabajar cuando se había enterado de que no uno, sino tres de sus ex
compañeros de la Fuerza Recon eran bisexuales. Hizo un gesto con el dedo
a través del aire, asintiendo.

Kelly tomó una respiración profunda. —Pero esa noche, me pidió


que lo hiciera yo. Primera vez. Eso como que no le gusta, ¿sabes?

—Puedo imaginarlo, hombre. Lucky no me parece que sea el tipo de


pedirle a alguien que lo folle.
SIDEWINDER
Abigail Roux

113

—Sí. Entonces, lo hice, y fue… fue bueno. Pero después…

Owen aún estaba asintiendo, esperando a Kelly para trabajar a


través de ello por su cuenta. Kelly suspiró y dejó caer sus hombros
tomando otra profunda calada al cigarrillo.

—Después, estábamos en la cama, y él me dijo que me quería. Y…


pensé… —Los ojos de Kelly comenzaron a perder la concentración
mientras miraba hacia el bosque por encima de su ordenador. Desvió su
atención de nuevo y suspiró. —Estábamos tumbados allí entre sí, y me di
cuenta que algo estaba mal. Él estaba conteniendo la respiración,
¿sabes? Como si estuviera esperando algo. Y cuando le pregunté qué le
pasaba, él me dio esa… ¿conoces esa sonrisa que Nick tiene? ¿Dónde sabe
que está a punto de recibir un golpe, o que está a punto de perder algo
que ama, pero todavía trata de dar esa sonrisa porque cree que todo va a
estar bien?

—Sé exactamente lo que estás hablando.

—Me dio esa sonrisa. Y entonces, dijo… dijo algo como “Algún día
espero que me lo digas también...”

—¿Dijo qué? —Owen preguntó, con el ceño fruncido.

—¡Te amo! —Kelly dijo, volviendo a frustrarse justo igual a esa


noche en los brazos de Nick. —¡No le dije "Yo también te amo"!
SIDEWINDER
Abigail Roux

114

Las cejas de Owen saltaron, y se sentó un poco hacia atrás. —Oh.

—Podría apostar, pensando que lo hice. Es decir, él sabe que lo


amo, ¿de acuerdo? Y cuando le pregunté de qué demonios estaba
hablando, me dijo que no le había dicho que lo amaba desde antes de lo
que sucedió en Miami. Desde la última vez que tuvimos sexo, lo que fue
antes de que me fuera a ese último viaje de aventura en el que estaba
cuando Liam Bell apareció y la mierda golpeó el ventilador.

Owen hizo una mueca, y Kelly podía decir que estaba tratando de
permanecer neutral. —¿Él tenía razón? —Preguntó con cuidado.

Kelly se sonrojó acaloradamente y bajó la cabeza, pasando su dedo


sobre los dedos de sus pies mientras se acomodaba en su silla. Jaló su
rodilla más cerca de su pecho, sosteniendo su pie en la mano y
colocándose el cigarrillo en la boca de nuevo. —Eso es sobre lo que
discutimos. —Dijo alrededor del cigarrillo. —Me di cuenta que él tenía
razón, sin embargo. Yo no lo había dicho en mucho tiempo. Al principio,
cuando todos los secretos salieron y estuvimos en el medio de la mierda
del cártel con Ty y Zane, estuve tan jodidamente enfadado con él. Y es
difícil decir te amo cuando estás enojado, de acuerdo. Pero él sabe que lo
amo. Y cuando le pregunté por qué mierda no me dijo algo al respecto,
dijo que pensaba que tenía que ganarme de nuevo. Pensó que yo no lo
decía porque todavía estaba enojado con él por mantener secretos.

—Bien… lo estás. —Owen señaló.


SIDEWINDER
Abigail Roux

115

—Sé que lo estoy. —Kelly espetó. —Estuvo ocultándome algunos


bastantes enormes secretos de mierda, ¿de acuerdo?

—Lo sé, Doc.

Kelly apenas lo escuchó a través de la ira, sin embargo. —Me


prometió que sería su socio de crimen, ¿de acuerdo? Pero luego descubro
que está fingiendo ni siquiera recordar que se me propuso, porque está
siendo chantajeado por algún imbécil agente de la NSA. El puto Liam Bell.

—Lo sé, Doc.

—¡Y! Y entonces me dice que ejecutó un golpe aprobado por el


gobierno al espeluznante tío favorito de Ty, asesinando al tipo justo bajo
mis narices, todo porque el espeluznante tío era demasiado escalofriante
para el tío Sam.

Owen parecía saber que Kelly no estaba prestándole atención


ahora, pero siguió tratando. —Doc. Kelly.

—¡Y él ni siquiera me lo dice por voluntad propia! Oh no, no, me


entero por Ty, y ¿por qué? ¡Porque Nick no puede hablar en ese
momento, Nick esposado a la maldita cama porque fue y confesó el
asesinato y esas cosas después de apuñalarse a sí mismo por simpatía!
Pudo ocultármelo por todo un año de follarme, pero una mirada de
cachorro de Ty y está derramando sus entrañas. ¡Literalmente!
SIDEWINDER
Abigail Roux

116

—Sí… Doc, yo estuve allí.

—¡Putamente me engañó al igual que a todos los demás! ¡Me


mintió como si fuera su madre! ¡Ese no es el tipo de secreto que ocultas
de alguien mientras le pides que se case contigo!

—Doc, ¿estás más molesto porque mató a Richard Burns o porque


lo hizo sin que lo supieras y ayudaras?

Kelly frunció el ceño cuando las preguntas de Owen finalmente


irrumpieron a través de la nube de rabia, pero realmente no tuvo que
contemplar la respuesta por mucho tiempo. —Lo segundo. —Admitió. —
Él sabe que yo le habría ayudado. Le he dicho docenas de veces, estoy con
él, sin importar nada.

—Eso es dulce y psicótico. —Owen murmuró. —Vale, regresa al


tema.

Kelly sopló y asintió. —En pocas palabras, pensó que lo estaba


castigando. Que estaba reteniendo declaraciones de amor como una
especie de castigo por lo que hizo. —El corazón de Kelly dolía sólo de
pensar en ello, lo que Nick había estado atravesando, sufriendo en silencio
con su culpa y el dolor porque pensó que era lo que Kelly le quería
hacer. Se aclaró la garganta y bajó la cabeza, tocando la ceniza de su
cigarrillo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

117

—Puedo ver cómo eso sería molesto. —Owen dijo uniformemente.


—Para ti y para él. ¿Esa fue la pelea?

—Sí. —Kelly dijo, sin levantar la vista.

—Y por eso tienes la sensación extraña de él, porque está


arrodillándose tratando de obtener el perdón. Justo como Nick hace.

Kelly cerró los ojos. Odiaba que Nick había considerado la idea de
que necesitaba recuperar algo de Kelly, odiaba que podría haberle pedido
a Kelly follarlo como una especie de ofrenda y no porque lo había
deseado. Odiaba a Nick por ello, y se odiaba por ser tan jodidamente ciego
a su propio comportamiento y al de Nick. Finalmente se obligó a mirar a
los ojos de Owen de nuevo. —Me sentí como una mierda cuando me di
cuenta de ello. Y sabes cómo es Nick, él es sólo… nada que pueda decir
para que sea mejor. Finalmente, le grité que no quería que se reconciliara
conmigo, sólo que fuera él de nuevo.

—Ouch. —Owen susurró.

Kelly asintió, su pecho torciéndose incómodo. —¿Y la mirada en sus


ojos cuando le dije eso? Johns, fue como si le hubiera dado un puto
puñetazo en el estómago. Él sólo… se marchitó. Toda la lucha saliendo de
él.

—Bueno infierno, Doc, ¿qué quieres del hombre? Toda la lucha en


él se fue porque la usó toda.
SIDEWINDER
Abigail Roux

118

—Lo sé. Jodidamente me odio por decirle eso. —Kelly se mordió los
labios y suspiró, esperando que Owen le diera un consejo, veredicto o
nada. El cigarrillo casi había desaparecido cuando lo puso entre sus labios.

—¿Cómo terminaste en Colorado? —Owen preguntó finalmente.

Kelly se encogió de hombros. —Los dos nos detuvimos a la mitad,


justo como, ya sabes, ¿qué demonios hacemos aquí? Nick me dijo que no
era justo para mí que esto ocurriera, que quería que me tomara una
semana o dos y hacer lo que quisiera. Y él quería una o dos semanas para
hacer lo mismo. Y sonó como una buena idea en ese momento. —Kelly
suspiró y se quedó mirando fuera al silencioso bosque.

—¿Esto fue hace una semana?


—Aproximadamente, sí.
—¿Has hablado con él desde que te fuiste?

Kelly negó con la cabeza.

—¿Me llamaste porque necesitabas ventilar, o porque quieres


consejo?

—Consejo, por favor.

—Bueno. Saca la cabeza de tu culo y llama a tu novio.

Kelly resopló.
SIDEWINDER
Abigail Roux

119

—Conoces a Nick, Doc. Sabes que si él cree que ha perdido algo, va a


dejarlo ir. Si le dijiste que él ya no era él, podrías no ser capaz de
perdonarlo por lo que hizo, él tomará eso como la rescisión del contrato y
te dejará ir sin un atisbo de queja, creyendo que eso es lo que quieres. Si
estás esperando que él te llame o que te busque y te diga que te necesita
de regreso, estarás esperando igual que Ty hizo ese año que ellos no
hablaron. Eso no es quién es Nick.

Las entrañas de Kelly rodaron. Aplastó el cigarrillo en el plato en la


mesa, tratando de no hiperventilar a la sola idea de ello. —Tienes razón.
—Dijo con voz ronca. —Jesús, no pensé en eso.

—Estoy bastante seguro que Ty todavía está en Boston en este


momento, podrías pincharlo, conseguir algo de información privilegiada.

—¿Ty está en Boston?

—Sí. Fue para asistir al primer partido en casa con Nick la semana
pasada. Se quedó toda la semana para poder coger el maratón, también.
¿No lo sabías? Pensé que irían todos juntos.

Kelly sacudió la cabeza. —Se suponía que iría con Nick para el Día de
Apertura. Él estaba tan preocupado por eso cuando se despertó en Miami,
le conseguí entradas. Pensó que sería… lo extrañé, sin embargo.

Owen frunció los labios, asintiendo pero negándose a comentar.


SIDEWINDER
Abigail Roux

120

Kelly se pasó la mano por la cara. —Lo extraño. Y me siento estúpido


por pelear con él.

—Una pequeña pelea en dos años, creo que lo estás haciendo bastante
bien.

Kelly resopló. No señaló que sólo habían pasado alrededor de un tercio


de ese tiempo juntos, y era apenas una pequeña pelea. No importaba.
—Lo llamaré ahora mismo.

—Buen plan.

—Gracias. Lo aprecio.

—En cualquier momento, Doc. Cuando consigas ordenar esta mierda,


Nick y tú vengan a vernos. Quiero que conozcan a Riley antes de que la
cague. —Owen dijo con una sonrisa.

Kelly soltó una risa. —Planeamos algo sólido cuando vuelva a Boston.

—Copiado. Hablamos más tarde, Doc.

—Te veo, jefe. —Kelly dijo con cariño, y Owen terminó la sesión de
Skype.

Kelly se quedó sentado en el sol con mucho que ponderar, su teléfono


haciendo un agujero en el bolsillo mientras pensaba en Nick, a tantas
putos kilómetros de distancia.
SIDEWINDER
Abigail Roux

121

Después de unos minutos para dejar que todo se hunda, sacó su


teléfono y marcó el número de Nick.

Mariposas comenzaron a revolotear a través de su pecho y el vientre


cuando sonó el teléfono. Lo hizo sonreír. Un montón de gente le había
causado mariposas a lo largo de los años, pero Nick… Nick era diferente.
Nick era el único que podía instar esos nervios de anticipación tanto
tiempo después de su primer beso. Kelly iba a asegurarse de nunca
tomarlo por sentado de nuevo.

—¿Doc? —Nick respondió después de varios tonos, y Kelly se


enderezó, frunciendo el ceño al oír la voz jadeante de Nick, al oír el caótico
ruido en el fondo.

—¿Nick?

—¡Escucha, te amo! —Nick soltó, jadeando y asustado. —Ninguno de


los dos estamos heridos, cariño, pero me tengo que ir. Estamos tratando
de llegar a casa.

—¿Qué? ¿Por qué…

—¡Tengo que irme! —Nick gritó, y Kelly pudo oír el sonido


característico de las sirenas antes de que Nick terminara abruptamente la
llamada.
SIDEWINDER
Abigail Roux

122

Kelly permaneció inmóvil, el teléfono pegado a su oreja, los ojos sin


parpadear y el corazón acelerado. ¿En qué demonios Nick y Ty se habían
metido ahora?

Finalmente se puso en movimiento, saliendo de Skype y encendiendo


su navegador de Internet, haciendo una búsqueda rápida de Boston para
ver si la noticia traería cualquier cosa que pudiera dar una pista.

Dos minutos más tarde, Kelly miraba horrorizado docenas de informes


acerca de un bombardeo en el maratón de Boston.

—Oh Dios, Nicko. —Susurró haciendo clic a través de los


detalles. ¿Nick y Ty habían bajado para ver la maratón como Ty le había
mencionado a Owen? Ambos habían ido un par de veces cuando eran más
jóvenes, y Nick a menudo se había ofrecido para trabajar la maratón y
desfiles antes de hacer de detective.

Kelly sacudió la cabeza, maldiciendo a Nick por no darle más


información. Estaba calculando cuánto tiempo le tomaría llegar si
compraba un billete de avión en este instante cuando su teléfono sonó en
su puño cerrado.

Tanteó con ello hasta ponerlo en su oído. —¿Nick?

—Hey. —Nick respondió, y parecía mucho más tranquilo ahora. —Lo


siento.
SIDEWINDER
Abigail Roux

123

—¿Estás bien?

—Sí, estamos en el Fiddler. ¿Ya viste lo que pasó?

—Sí, ¿qué demonios, amigo?

—No lo sé. Mira, sé que estás probablemente a punto de comprar


billetes de avión, pero espera, ¿de acuerdo?

Kelly resopló y echó un vistazo a su equipo, en el que de hecho había


estado a punto de presionar el botón de compra.

—Hay eh… no es oficial todavía, pero estoy bastante seguro de que


será pronto, una especie de toque de queda, mientras que cazan a estos
tipos.

El corazón de Kelly saltó en su garganta. —Tú no… no te estás


involucrando, ¿verdad?

Nick permaneció en silencio durante un largo momento incómodo, y el


estómago de Kelly se agitaba cada vez más rápido, mientras esperaba.
Sabía cómo se sentía Nick sobre Boston; Él moriría para proteger a esa
ciudad, y este tipo de ataque era exactamente el tipo de cosa que
golpeaba a Nick justo en el corazón. Sin importar que apenas pudiera
caminar, Nick iría a la guerra.

—No. —Nick finalmente respondió, su voz desinflada.


SIDEWINDER
Abigail Roux

124

Kelly exhaló un fuerte suspiro de alivio. —¿Ty está contigo?

—Sí. Está hablando por teléfono con Garrett.

—Mientras no estés solo. —Kelly dijo. —Debería haber estado allí.

—Kels… —La voz de Nick se redujo a un murmullo íntimo. —No, ¿de


acuerdo? No estás aquí porque ambos coincidimos en que era la mejor
cosa. Yo no… no hay nada que pueda hacer aquí, y Boston está a punto de
convertirse en un lugar de miedo por un tiempo. Ty y yo vamos a conducir
fuera de la ciudad, así no tenemos que tratar con la TSA. Él está
conduciendo el Rover a Baltimore, yo seguiré a lo largo de Providence,
entonces… Es decir, si está bien, iré hacía ti. A no ser que… Es decir, puedo
seguir a Baltimore con Ty, si tú...

Kelly asintió vigorosamente. —Por supuesto que puedes hacerlo. Sólo


llega hasta aquí a salvo. —Dijo antes de que Nick pudiera completar su
ridícula sugerencia. —Déjame saber cuándo consigas llegar.

—Lo haré.

—Nick. —Kelly dijo con urgencia, detectando que Nick estaba a punto
de terminar la llamada. —Te amo.

Nick aspiró con fuerza, y luego exhaló en el teléfono. —Fundamentos


de la pólvora, ¿verdad? Justo como dijiste. —Dijo con amargura.

—Nick. —Kelly susurró cuando su pecho se apretó.


SIDEWINDER
Abigail Roux

125

—Lo sé. También te amo. Nos vemos pronto.

Kelly permaneció mirando el teléfono durante mucho tiempo después


de que la llamada terminó. Todavía estaba mirando cuando un mensaje de
texto apareció, diciéndole detalles del vuelo de Nick. Tenía alrededor de
ocho horas para conseguir su mierda y llegar a Denver. Se lanzó fuera de
la silla y se dirigió hacia el interior para encontrar los pantalones.

Cuando Nick encontró a Kelly en el aeropuerto, no podía moverse lo


suficientemente rápido para llegar a él. Kelly, obviamente, pensaba en
saltar a Nick cuando estuvieron más cerca, pero por suerte mantuvo su
saludo a un menos—que—un—gentil abrazo en su lugar. Nick se aferró a
él casi con desesperación, mucho después de que los brazos de Kelly
alrededor de su cuello se aflojaron, negándose a soltarlo por miedo a que
Kelly le diera esa mirada y decirle que necesitaban hablar. Nick había
estado temiendo una llamada o un mensaje por Skype de Kelly toda la
semana diciendo que necesitaban hablar, pero sería mucho peor en
persona.

—Me alegro que estés bien. —Kelly le susurró al oído.

Nick besó el cuello de Kelly, manteniéndolo apretado cuando alivio y


aún más nervios lo inundaron. —Siento haber peleado. Lo siento por lo
que dije.

Kelly le palmeó la nuca. —Lo resolveremos.


SIDEWINDER
Abigail Roux

126

—Tenía miedo que me dijeras que fuera a Baltimore. —Nick admitió,


ruborizándose de lo estúpido y necesitado que sonaba. Kelly había sido
siempre confortable y familiar para él. Nunca se había sentido incómodo a
su alrededor, incluso cuando se conocieron durante un curso SERE3 en
Fort Rucker y acurrucados en busca de calor cubiertos de pintura de
camuflaje durante la resistencia y entrenamiento de escape. Esta
incertidumbre que estaba sufriendo ahora, la sensación de que, por
primera vez desde que puso los ojos en Kelly Abbott, podría no ser
querido, era casi paralizante.

Los dedos de Kelly enroscados en su pelo, y Nick provocó un gruñido


fuera de él.

—Vamos a arreglar esto. —La voz de Kelly era inquebrantable, su


cuerpo firme contra el de Nick. Se desprendió suavemente de las manos
de Nick, sosteniendo la cara de Nick en sus manos. Estaba sonriendo, calor
brillando en sus ojos de luna azul. —Esto nos puede llevar algún tiempo,
pero lo arreglaremos.

Nick sólo pudo asentir. El alivio demasiado para las palabras.

Kelly le dio una última palmadita en la mejilla, y luego tomó su maleta


fuera de él, pero Nick lo detuvo y abrió la cremallera, hurgando en ella
para encontrar su bastón.

3
Acrónimo de Supervival, Evasion, Resistance, and Escape (Supervivencia, Evasión, Resistencia y Escape)
SIDEWINDER
Abigail Roux

127

—¿Por qué no lo llevaste contigo en el avión? ¿No tuviste que caminar


mucho?

—Sí, pero esto no pasaría por la seguridad. —Nick dijo, elevando el


bastón de ébano antes de inclinarse sobre él, al hacer su camino hacia las
salidas.

—¿Qué? ¿Por qué?

Nick sonrió y se mordió el labio mientras observaba a Kelly en su visión


periférica.

Kelly se inclinó hacia delante para ver la expresión de Nick, y luego


rodó los ojos, alejándose con disgusto fingido. —Oh, Dios mío, ¿qué tipo
de bastón es ese? ¿Un arma? ¿Una espada?

Nick rió. —Me preguntaba cuánto tiempo te tomaría el volverte


curioso.

—Eres un jodido nerd.

Nick seguía sonriendo cuando Kelly deslizó su mano en uno de los


bolsillos traseros de Nick, y se dirigieron a donde había estacionado su
camioneta.

Nick le habló de esa mañana mientras conducían, cómo Ty había


tratado de convencerlo de ir a ver el maratón. Nick se había resistido,
SIDEWINDER
Abigail Roux

128

principalmente porque su rodilla lo había estado matando y el tráfico y las


multitudes eran una pesadilla.

Se habían comprometido en salir para el almuerzo, luego se dirigieron


hacia el maratón por nostalgia. Nunca lo habían hecho, sin embargo.
Tanto Nick como Ty sabían lo suficiente de una ciudad bajo ataque para
saber que si no podían ayudar activamente, debían salir, por lo que habían
hecho su camino de regreso al Fiddler, calmando las llamadas de pánico
de Zane, Hagan, dos de las hermanas de Nick, y finalmente Kelly.

Kelly se mantuvo disculpándose por no haber llamado antes, y Nick le


dijo que se detuviera. —Quiero decir, diablos, sólo conseguiste un
televisor hace dos años, sé que nunca ves las noticias.

Kelly se inclinó sobre el asiento y tomó la mano de Nick, y no lo dejó ir.


Nick estudió su perfil, e incluso después de que Kelly sintió los ojos en él y
miró hacia su lado para atraparlo mirándolo, no apartó la mirada.

Kelly le apretó la mano. —¿Qué estás haciendo?

—Mirándote.

Kelly arqueó una ceja y sonrió torpemente. —¿Ves algo que te guste?

—No. —Nick respondió, agotamiento haciendo su tono distante y casi


clínico.
SIDEWINDER
Abigail Roux

129

Kelly lo miró de nuevo, sus cejas yendo más alto, una sonrisa aún
jugando en sus labios. —¿Ves algo que amas? —Bromeó.

Nick se encontró sonriendo, y continuaron en un silencio cómodo sin


que él ni siquiera tuviera que responder. Luchó por no dormir el resto de
la conducción y estaba cabeceando cuando golpearon el largo camino de
grava.

—¿Has estado durmiendo bien? —Kelly preguntó con una cálida


sonrisa mientras conducía la camioneta por el camino.

Nick se removió hasta que estuvo apoyado en la puerta, mirando a


Kelly. —Bien. —Murmuró. —Ty durmió conmigo unas cuantas noches.

Kelly resopló. —¿Por él o por ti?

—Ambos. Parece que ninguno de los dos lo hacemos bien solos.

Kelly asintió. Nick y Ty lo habían hecho siempre, especialmente


después de períodos traumáticos como el que escasamente habían vivido
en Miami. Dormían apiñados como cachorros, a menudo espalda con
espalda, para evitar pesadillas y ayudar a sus mentes a sanar más rápido.
Kelly los conocía lo suficientemente bien para que ni siquiera pestañeara
en eso.

¿Con cuántas personas Nick podría tener citas que sólo asintiera en
comprensión después de enterarse que había pasado un par de noches
SIDEWINDER
Abigail Roux

130

acurrucado con su mejor amigo? No malditamente muchas, eso era


seguro.

—Lo siento por lo que dije en el teléfono. —Nick dijo. —Sé que querías
decir lo que dijiste; No debería haberme cabreado por ello.

—Está bien. —Kelly interrumpió, su dulce sonrisa nunca vacilante. —


Soy yo el que dijo que tenía miedo de que no podríamos sobrevivir sin el
caos, y… Estoy haciendo una profecía auto cumplida en este momento. Es
estúpido, poner eso en ti, hacerte preocupar por este problema que nos
sigue encontrando y, luego, cuando llegamos a una calma en la tormenta
ni siquiera puedo conseguir mi cabeza fuera de mi culo el tiempo
suficiente para jodidamente decirte que te amo. Merecía ser amonestado.

Nick sacudió la cabeza, pero Kelly seguía sonriendo, y no le dio a Nick


una oportunidad para discutir. —Puedo decirlo cuando tu vida no está en
peligro también. —Afirmó, lanzándole un guiño a Nick. —Te amo.

—Te he echado de menos. —Nick dijo.

Kelly no apartó los ojos de la calzada, pero la sonrisa tiró de sus labios.
—Vamos a arreglar eso, también.

Unas horas más tarde, habían conseguido meter las cosas de Nick al
dormitorio de la cabaña de Kelly, comer una cena ligera, y se dirigieron
hasta el desván. Kelly ya estaba en la cama cuando Nick salió cojeando del
SIDEWINDER
Abigail Roux

131

baño, secándose el pelo con una toalla y temblando en la brisa fresca


procedente de las puertas abiertas del balcón.

Kelly puso su libro a un lado y deslizó fuera el par de gafas de lectura,


doblándolas y colocándolas en el libro.

Nick hizo una pausa, mirando las gafas con consternación.

—¿Estás bien? —Kelly preguntó, tirando la atención de Nick de regreso


a él.

—¿Cuándo comenzaste a usar gafas de lectura? —Nick espetó.

Kelly dio un vistazo a la mesita de noche, un rubor en sus mejillas. —


Las he tenido por un tiempo. Un par de años.

—¿En serio? —Nick dijo, con la voz quebrada.

Kelly resopló y se mordió los labios, obviamente, tratando de no reírse


completamente. —No creo alguna vez haberlas usado a tu alrededor.
Siempre tenemos tan poco tiempo juntos…

Nick se acercó a la cama, su rodilla doliendo cuando se arrastró al lado


de Kelly. Esperó un segundo cuando Kelly lo observó expectante. —Se ven
bien en ti.

Kelly parecía aliviado, sus labios temblando y relajó los hombros al


darle una pequeña sonrisa a Nick. —¿Sí?
SIDEWINDER
Abigail Roux

132

Nick no respondió, en su lugar absorbiendo cada pequeño detalle de la


cara de Kelly, pensando de nuevo en la última semana sin él y cómo se
había sentido despojado cada noche.

La sonrisa de Kelly creció. —No estoy usando mis gafas de lectura


durante el sexo.

—Nunca digas nunca. —Nick gruñó mientras se acomodaba bajo las


sábanas y ahuecó su almohada.

Kelly rió cuando se estiró para apagar la lámpara, llenando el espacio


con la luz de la luna. Un momento después, se deslizó cuidadosamente en
los brazos de Nick. Nick contuvo la respiración mientras las manos de Kelly
se deslizaron sobre él, mientras descansaba su cabeza sobre el hombro de
Nick y se instaló contra él. Su mano moviéndose sobre las heridas de arma
sanando en el costado de Nick, y luego colocó su mano contra la piel de
Nick, su pulgar vagando sobre la cicatriz.

Nick soltó su aliento en una nube inestable, y cerró los brazos


alrededor de Kelly y lo giró contra él, hundiendo la nariz en el pelo de Kelly
y cerrando los ojos. —Extrañé la forma en que hueles.

—Irlandés. —Kelly gruñó contra el cuello de Nick. —No haremos esta


mierda de nuevo, ¿de acuerdo? La próxima vez basta con abrir tu jodida
boca y hablarme en vez de mantener todo embotellado. Y puedo hacerlo
mejor en ser un novio en lugar de un doc.
SIDEWINDER
Abigail Roux

133

—Trato. —Nick susurró.

Kelly inclinó su rostro hacia Nick, y Nick lo besó. Tiró de él más cerca,
sus dedos encontrando la piel desnuda, el calor apoderándose de él. Kelly
se empujó hacia él y se colocó encima, aún besándolo mientras lanzaba su
pierna por encima de Nick y sentándose a horcajadas sobre él. Se empujó
hacia arriba sobre sus codos y frotó su nariz contra la de Nick.

—A primera hora de la mañana, quiero que nos sentemos y hablar de


esto, ¿de acuerdo? —Dijo, sus ojos buscando en los de Nick. —No más de
esto cerniéndose sobre nosotros.

—Sí. —Nick logró decir al mirar a los ojos de Kelly.

—Lo primero.

Nick asintió obediente. Estableció sus manos en las caderas de Kelly,


deleitándose al darse cuenta de que, a pesar de los analgésicos que había
tomado cuando llegaron a la cabaña, la proximidad de Kelly y lo que hacía
a Nick era más fuerte esta noche que el efecto del embotamiento de las
drogas. Por la mirada en los ojos de Kelly, él lo notó también.

—¿Y hasta la mañana? —Nick preguntó casi sin aliento.

Kelly murmuró, y el sonido envió una emoción a través de Nick. Kelly


rozó su nariz contra la de Nick, sus labios tentadoramente cerca de Nick
SIDEWINDER
Abigail Roux

134

cuando habló. —Creo que podemos encontrar algo en que ocuparnos. —


Se acercó aún más, el objetivo de un beso.

Nick levantó una mano y golpeó la palma sobre la boca de Kelly. Kelly
gruñó interrogante. —¿Podemos ocuparnos con las gafas de lectura
puestas? —Nick preguntó, apenas logrando sacar las palabras sin reír.

La exclamación ahogada que salió alrededor de su palma era casi


segura de ser una maldición, y Nick se rió cuando Kelly le sujetó la muñeca
y la fijó al colchón. Su risa se transformó en un gemido.

—Realmente. —Kelly se quejó.

—Tan caliente. —Nick bromeó.

—Vale. —Kelly le dio un pequeño e insatisfactorio beso antes de rodar


fuera y dejarse caer sobre su espalda.

—¿Qué? —Nick gruñó. —¿Qué estamos haciendo?

—Nada.

—¡Aw, pero Kels!

—No, arruinado.

Nick fue tras él, rodando y tomando a Kelly en sus brazos, ya que
ambos luchaban por no reírse. Besó el dorso del hombro desnudo de
Kelly, trabajando su camino hasta el cuello de Kelly mientras nivelaba sus
SIDEWINDER
Abigail Roux

135

cuerpos. Kelly contoneó las caderas y empujó hacia atrás contra Nick,
gimiendo mientras frotaba su culo contra la dura polla de Nick.

—¿Seguro que está arruinado? —Nick susurró al oído de Kelly.

La mano de Kelly se instaló en su cadera, y giró la cabeza para mirar


por encima del hombro. Nick apoyado en un codo, mirándolo con un
curioso ceño fruncido. El estado de ánimo había cambiado de manera
imperceptible, y Kelly ya no sonreía.

—¿Qué? —Nick preguntó con temor repentino.

Kelly negó con la cabeza. —Ha sido un largo tiempo, cariño.

—¿Tú… tenemos que esperar?

Kelly hizo una mueca, moviéndose con nerviosismo. —Es sólo que el
cajón está vacío.

Los ojos de Nick se lanzaron a la cabecera del cajón donde Kelly


siempre almacenaba sus preservativos, lubricante, y una edición de
bolsillo del Kama Sutra que había sido como una broma, pero conseguido
un poco de kilometraje a lo largo de los años. —¿Vacío, vacío?

—Quiero decir, todavía hay un montón de condones allí. —Kelly dijo


apresuradamente. —Probablemente caducados. Pero ningún lubricante.
SIDEWINDER
Abigail Roux

136

Nick gruñó. En su prisa por empacar esta tarde, desde luego, no había
lanzado ninguno en su bolsa. Habían pasado semanas desde que había
follado con Kelly; no había manera de que pensara hacerlo sin lubricante
de algún tipo.

Chasqueó la lengua, con una ceja levantada. —Semana ocupada, ¿eh?


— Bromeó, y se inclinó para presionar un beso en el pecho de Kelly.

—El lubricante y el iPad lleno de videos recibieron un ejercicio, vale, no


me juzgues. —Kelly agarró el pelo de Nick, sus dedos se cerraron.

Nick canturreó cuando siguió besando su camino hacia abajo del


cuerpo de Kelly. Tiró de Kelly para colocarse de modo que estaba
poniendo todo su peso en su cadera en lugar de sus rodillas. Rozó sus
labios sobre los tensos músculos de Kelly, lamiendo su camino por las
costillas. —Lo bueno es que tu novio es laborioso. —Nick dijo contra el
revólver tatuado en el hueso de la cadera de Kelly.

Kelly soltó una risa. —Esa es una palabra grande para alguien con su
boca a punto de estar llena.

Kelly no estaba del todo despierto mientras tropezaba alrededor de la


cocina, recogiendo alimentos para el desayuno, con la esperanza de que
SIDEWINDER
Abigail Roux

137

Nick podría tener deseo de arreglarlo cuando se despertara. No había ido


de compras de comestibles en los últimos días debido a que había estado
esperando regresar a Boston pronto. Así que se había levantado temprano
con toda la intención de ir de compras, pero como había estado haciendo
una lista de lo que necesitaban, había descubierto su kit de aseo de viaje
en el baño de la planta baja, con una botella completamente nueva de KY.

Las compras podían esperar hasta esta tarde, siempre y cuando


hubiera suficiente comida para que Nick pudiera trabajar su magia con el
desayuno.

Estaba luchando alrededor en los armarios inferiores, tratando de


encontrar un poco de té para Nick, cuando escuchó un golpe desde arriba.
Se golpeó la cabeza con la parte superior del armario en el que había
estado hurgando, y eso lo hizo caer de rodillas. Bajó la cabeza y los
hombros, frotándose la cabeza y maldiciendo hasta por los codos.

—¿Estás bien? —Dijo. Contuvo la respiración esperando una respuesta,


todavía frotándose vigorosamente la cabeza para aliviar la picadura.

—Sí. —Nick finalmente respondió. —¿Puedes darme una mano cuando


tengas una oportunidad?

Kelly dio los pasos, dos pasos a la vez y encontró a Nick sentado en el
borde de la cama, con los hombros caídos. Señaló hacia el baño, donde el
bastón estaba apoyado en el armario junto a la puerta.
SIDEWINDER
Abigail Roux

138

—Fui orgulloso anoche, olvidé cuán jodidamente dolorido estoy en la


mañana.

—Fuiste definitivamente orgulloso anoche. —Kelly recordó mientras


recogía el bastón para él.

—Y tú también.

Kelly rió. Sus dedos buscaron en la cabeza plateada del bastón algún
tipo de interruptor o botón oculto ya que Nick había confirmado que este
bastón en particular ocultaba algo.

—¿Quieres que te enseñe cómo hacerlo? —Nick preguntó.

—No. —Kelly gruñó. Le dio la vuelta, incapaz de encontrar nada que


pudiera indicar que el bastón era algo más que sólo un bastón, y luego lo
metió en las manos de Nick. —Sí.

Nick sonrió suavemente. Le mostró a Kelly un pequeño botón


debajo de la empuñadura, escondido entre el grabado donde el eje se
unía a la plata. Luego empujó el vientre de Kelly, alejándolo del
camino. Hizo clic en el botón, y una hoja de doce centímetros se desplegó
de la punta del bastón con un tintineo melodramático.

Kelly resopló mientras miraba desde el bastón a los brillantes ojos


de Nick. —Hay una palabra para lo que eres.

—¿Impresionante?
SIDEWINDER
Abigail Roux

139

—No es la palabra que estaba pensando.

Nick se encogió de hombros cuando regresó la hoja a su escondite.


Se puso de pie con una mueca de dolor y un gruñido, y Kelly dio un paso
impulsivo hacia él para abrazarlo. Nick se congeló por la sorpresa, con los
brazos a los lados y el cuerpo tenso. Luego se relajó y envolvió sus brazos
alrededor de Kelly, apoyando la barbilla en el hombro de Kelly.

—De todas las cosas estúpidas de mierda que hemos hecho en los
últimos años, creo que pelear justo después de que casi te pierdo tiene
que ser la más estúpida. —Kelly se quejó contra el hombro de Nick.

Las manos de Nick se tensaron sobre la espalda de Kelly. Él asentía


contra la mejilla de Kelly.

Kelly lo sostuvo durante unos largos momentos, y luego se apartó y


le ofreció a Nick una suave sonrisa. Dejó que Nick se moviera más allá de
él hacia el baño, pero en vez de ir a la planta baja se sentó en el borde de
la cama, esperando a que Nick volviera a salir. Cuando Nick lo hizo, parecía
sorprendido de ver a Kelly aún ahí. Kelly sonrió maliciosamente.

—¿Qué? —Nick preguntó con cautela.

Kelly levantó la botella de lubricante que había encontrado.


—¿Charla primero o follar primero?
SIDEWINDER
Abigail Roux

140

Nick soltó una carcajada y sacudió la cabeza mientras cojeaba más


cerca. Kelly estaba contento de ver esa sonrisa firma O'Flaherty de nuevo
en la cara de Nick. La había extrañado profundamente desde el último
despliegue de Sidewinder. Se puso de pie y tiró más cerca de Nick,
girándolos hasta que Nick estaba de espaldas a la cama, y luego le dio un
suave empujón. Nick se sentó con un gruñido. Kelly tomó su bastón y lo
apoyó contra la mesa, luego se sentó a su lado, inclinando sus hombros
juntos.

—Charla primero. —Nick finalmente respondió, su voz era un


murmullo que se deslizaba por la espalda de Kelly. Nick extendió la mano,
colocándola sobre su rodilla, y Kelly tomó la invitación y entrelazó sus
dedos juntos.

—Perdón por tratarte como lo hice. —Kelly ofreció.

Nick ya estaba sacudiendo la cabeza antes de que Kelly pudiera


terminar. —Todos caemos de nuevo en nuestra formación. Y es tu
naturaleza cuidar de las personas que amas.

—Es tuya también, sabes.

Nick apretó los labios.

—Eso es todo lo que estaba haciendo. Tienes que dejar de auto


castigarte.
SIDEWINDER
Abigail Roux

141

—Sí. —Nick no parecía demasiado confiado, sin embargo.

—Sabes que te amo, ¿verdad? Lo has sabido todo el tiempo.


¿Verdad?

—Por supuesto que sí. —Nick murmuró, luciendo dolorido.

—Y sabes que nunca, nunca quiero que te sientas culpable por todo
lo que has hecho, incluso si es algo que me haga enojar.

Nick cerró los ojos cerrados y giró la cabeza.

—Nicko, te castigas lo suficiente. Tienes el puto mercado


monopolizado por culpa Católica. Puedes estar seguro, por el resto de
nuestras vidas, que nunca voy a querer castigarte.

Nick se obligó a mirar a los ojos de Kelly de nuevo, un rubor en sus


mejillas. —Lo siento. Fui estúpido, lo sé. Todavía no puedo
controlarme. Yo no… siento que soy yo.

Kelly le apretó la mano. —Lo sé. Pero mira, entiendo por qué lo
pensaste. Probablemente yo lo habría hecho también. Tu mente no es tan
jodida, ¿entiendes? Tenías razón.

Nick asintió bruscamente.


SIDEWINDER
Abigail Roux

142

—Y yo estoy aquí, ¿de acuerdo? Estoy aquí para ayudarte a


encontrar ese agarre en ti mismo de nuevo. Estoy aquí hasta que te
sientas como tú de nuevo y algo más.

El agarre de Nick en los dedos de Kelly se apretó. —Gracias.


—Susurró.

—No te llamé ayer por la mañana a causa de los bombardeos. —


Kelly espetó.

Nick se quedó en silencio, todo su cuerpo esperando.

—Te llamé porque te extrañé e iba a pedirte que me dejaras ir a


Boston, o tú vinieras aquí. Ni siquiera sabía que había habido un ataque
cuando llamé.

Nick miró a su alrededor, incómodo, y luego a Kelly. —Lo sé,


Kels. Me dijiste todo esto ayer.

—Sí, pero ¿me escuchaste? —Kelly preguntó cuando se movió para


mirar de frente a Nick, sus dedos deslizándose por el brazo de Nick. —En
el aeropuerto dijiste que tenías miedo que yo te pidiera que fueras a
Baltimore con Ty.

Nick se puso pálido, asintiendo bruscamente.


SIDEWINDER
Abigail Roux

143

Kelly suspiró. —¿Cómo puedes ser tan jodidamente estúpido


cuando eres la persona más inteligente que he conocido? Aparte de tal
vez Johns, que es por eso que lo llamé por consejo cuando lo necesité.

Nick pasó sus dedos por el pómulo de Kelly, sus ojos trazando la
cara de Kelly. —¿Consejos acerca de qué?

—Tú. Nosotros. Lógicamente, sabes que nunca te diría que fueras a


Ty, u Owen, o Digger, o nadie, antes de que te hiciera venir a mí. Y eso era
cierto antes de empezar a follar. Pero algo dentro de ti está roto cuando
se trata de tu corazón. —Tocó el pecho de Nick.

Nick parpadeó un par de veces, apartando la mirada de Kelly cuando


los últimos toques de color se escurrían de su rostro. —Simplemente no
puedes creer que te amo incondicionalmente, que yo podría amarte de la
misma manera que me amas, ¿no es así?

Nick tragó saliva, y soltó la mano de Kelly para poder poner su


palma en su pecho. Parecía estar luchando por respirar, y Kelly reconoció
tardíamente que Nick estaba luchando por mantener la calma. ¿Qué
demonios era eso, un ataque de pánico? ¿Desde cuándo hablar con Kelly
patearía a Nick en un ataque de pánico?

—Nick. —Kelly dijo, voz tranquila pero urgente. Se levantó y se


colocó delante de Nick, dudando un momento antes de tomar la cara de
Nick entre sus manos.
SIDEWINDER
Abigail Roux

144

Durante su servicio, cada uno de los chicos Sidewinder habían


tenido diferentes maneras de entrar en pánico, y cada uno de ellos había
tenido diferentes formas de ser calmado. Eli o Digger, jodidamente no los
tocaría a menos que deseara morir. Owen necesitaba aire y tenía que
caminar, así que lo dejaba pasear todo lo que pudiera hasta que él mismo
se calmaba. Ty, sólo se le daba un lugar para esconderse hasta que
pudiera trabajar a través de la sensación, y los ratos episodios de Kelly se
manejaban de la misma manera. Pero Nick necesitaba tierra, necesitaba
un gentil toque y suaves palabras para hacerle saber que no estaba solo. Si
él no lo entendía, a menudo trataba de abrirse paso hasta el otro lado, y
gente terminaba siendo herida.

—Irlandés, está bien. —Kelly arrulló, deslizando la palma de su


mano contra la mejilla de Nick como si estuviera acariciando a un perro. —
Está bien, Nicko, respira. Oh, cariño, lo siento. Está bien.

Nick cerró los ojos, dejando que el tacto y la voz de Kelly lo


calmaran como siempre lo habían hecho. Jadeó, luchando por respirar por
la nariz y exhalando por la boca. Kelly se inclinó más cerca de él, con las
manos aún en el rostro de Nick, esperando a que Nick volviera a él.

Nick finalmente obligó a sus ojos a abrirse, encontrándose con los


de Kelly.

—Lo siento, eso fue duro. —Kelly pasó su mano sobre el labio
inferior de Nick. —Eso fue demasiado duro.
SIDEWINDER
Abigail Roux

145

—Está bien. —Nick logró decir. —Lo siento.

—Cariño. —Kelly susurró, y el tono suave de su voz parecía cortar a


través de los remanentes de la espiral mental de Nick. Nick encontró de
nuevo su mirada, su expresión calmada, sus ojos verdes claros. —¿Quieres
hacer esto más tarde?

Nick sacudió la cabeza, tomando una de las muñecas de Kelly en


suaves dedos y tirando de su mano lejos de su rostro. —Continúa.

—Fue duro. —Kelly repitió cuando se enderezó. —Pero es verdad,


¿no es así?

—Supongo. —Nick dijo con voz ronca.

—Sé que me amas. Lo sé con todo mi corazón. Y tú tienes que saber


en algún lugar de ahí que te amo de la misma manera. Te amo con todo lo
que soy. Lo hago.

—Pero yo…

—Si me dices una mierda sobre no merecerlo, te haré sangrar.

Nick parpadeó lentamente, y Kelly lo miró enojado.

—Te mentí. —Nick dijo, y trató de bajar la cabeza, pero las manos
de Kelly en sus mejillas de nuevo lo detuvieron, obligándolo a mantener el
contacto visual.
SIDEWINDER
Abigail Roux

146

—Lo sé. Y sí, me dolió. Pero también te desgarró como la mierda


hacerlo. Te conozco. No mentiste porque querías, porque pensabas que
era divertido. No lo hiciste por cualquier tipo de beneficio personal, lo
hiciste para mantener mi seguridad. Para mantener a Ty y a Zane seguros.
Infierno, para mantenerte seguro. Vi lo miserable que mentir te hizo por
un año, incluso si no supe en ese momento lo que estaba causándolo.
Sabía que no eras feliz. Lo hiciste con una literal arma en la cabeza. ¿Estás
realmente tan jodidamente ciego a las zonas grises del mundo que no
crees que eso no hace una diferencia?

Nick lo miró a los ojos, y Kelly esperaba que Nick pudiera ver el
fuego que se encendía en su interior, ese que Nick estaba dejando que las
palabras penetraran. Si había algo por lo que Kelly estaba dispuesto a
luchar, era Nick. Incluso si la pelea era contra el hombre mismo.

—Amo que tu corazón sea tan bueno. —Kelly dijo. —Lo amo en
ti. Pero no eres tan ingenuo, cariño, no lo eres. ¿Por qué insistes en
arruinar las cosas buenas que tienes como penitencia por la mierda que
no puedes controlar?

Nick se lamió los labios y el color desapareció de su rostro. —¿Estoy


arruinando esto?

El corazón de Kelly se saltó un latido, y su rabia y determinación


fueron reemplazadas por un miedo severo. —No, no me refiero a eso.
—Dijo rápidamente. —Soy… Lo siento, eso fue… ¡Mierda! Estoy tratando
SIDEWINDER
Abigail Roux

147

de amarte tan duro para hacer que te perdones a ti mismo y no soy muy
bueno en la cosa del amor, ¿de acuerdo? —Se puso de pie, tragando una
bocanada de aire. Genial, ahora él estaba a punto de entrar en pánico. Rió
con nerviosismo y se pasó la mano por el pelo.

Nick cogió el antebrazo de Kelly, tirando de él más cerca. Estaba


mirando hacia él con adoración cuando ahuecó la cara de Kelly con una
palma. —Tienes razón. —Dijo, como si las palabras le sorprendieran. —
Estoy auto compadeciéndome. Nunca lo he hecho antes.

Kelly suspiró y envolvió sus dedos alrededor de la muñeca de Nick,


deslizando la otra mano sobre el cabello de Nick. —Está bien
compadecerse. Sólo… por favor vuelve a mí pronto. Nunca me di cuenta
que te necesito siendo tú tan mal como lo hago, ¿de acuerdo? Pero lo
hago. Necesito que seas tú para poder ser yo.

Nick permaneció en silencio, y Kelly se perdió en trazar las facciones


de Nick por un momento. Luego se inclinó y lo besó, tratando de conseguir
ese jadeo de sorpresa que Nick veces daba cuando Kelly lo atrapaba con la
guardia baja. Sonrió contra los labios de Nick cuando fue recompensado
con uno, y agarró el hombro de Nick para empujarlo de vuelta a la cama.

Nick fue junto con él, yaciendo en medio de las desordenadas


sabanas, sus manos gentiles y buscando, agarrándose a las caderas de
Kelly, deslizándose arriba de la camisa de Kelly. Besó a Kelly hasta que
Kelly estuvo a horcajadas sobre él y se incorporó para reajustar su
SIDEWINDER
Abigail Roux

148

posición, pero Nick plantó sus manos sobre el pecho de Kelly cuando trató
de agacharse para otro beso.

—¿Estás bien? —Kelly preguntó, con la cabeza ladeada.

—Múdate conmigo.

Kelly inclinó la cabeza hacia otro lado, no estando seguro de haber


oído bien. —¿Qué?

—Me escuchaste. Hasta ahora hemos tenido razones para estar


separados. Buenas razones. Pero ahora se han ido todas, y no hay nada
que nos impida estar juntos todo el tiempo. Nada más que nosotros.

El pecho de Kelly se agitó, y presionó una mano allí. —¿Quieres que


me mude a Boston?

—No.

—¿No?

—Quiero decir sí. Sí. —Nick tartamudeó. —Pero no, quiero que
estemos juntos. No quiero que dejes tu cabaña. Amas estar aquí,
construiste este lugar tú mismo. Este es tu hogar. Y… es mi hogar,
también.

—¿Estás diciendo que quieres que me mude aquí? ¿Quieres


deshacerte del Fiddler?
SIDEWINDER
Abigail Roux

149

—N—no… no. No puedo deshacerme de ella, ella… ella ha pasado


por demasiado como para abandonarla. Yo…

—Nick. No podemos traer al Fiddler aquí.

Nick resopló y cerró los ojos, y era obvio que estaba nervioso y
torpe por conseguir sacar lo que estaba en su cabeza a sus labios en el
orden correcto. Kelly nunca admitiría que disfrutaba cuando Nick
titubeaba, pero era tan raro y tan encantador que tomaba ventaja de ello
en cada única ocasión desde el día en que se conocieron y probablemente
continuaría haciéndolo hasta el día en que muriera.

Nick sacudió la cabeza, tomando una respiración profunda. —Sólo


quiero decir, quiero que estemos juntos, no importa dónde sea.
Podríamos pasar los veranos aquí y luego llevar el Fiddler por la costa y
pasar el invierno en algún lugar cálido, como el Keys o el Caribe.

Kelly se inclinó más cerca. —¿Qué hay de Boston?

La expresión de Nick se suavizó, y se estiró hacía Kelly, sus dedos


deslizándose por el lado de la cara de Kelly. —Si Boston no encaja en
nuestros planes, entonces le diré adiós. No me necesita más de todos
modos.

Kelly se mordió los labios, su mirada bajando para ver sus dedos
trazar el desnudo pecho de Nick. La tristeza en los ojos de Nick era
SIDEWINDER
Abigail Roux

150

demasiado para que él la viera. —Estás equivocado allí. Y yo no quiero


eso.

—¿Qué quieres? —Nick preguntó.

—Tú. Improvisemos. Nos quedamos en un lugar hasta que


necesitemos un nuevo escenario, y luego volaremos a otro, o viajaremos
por carretera, o llevaremos el Fiddler en un crucero por el puto mundo.
No planeemos nada, Nicko, no necesitamos ningún patrón. Estamos en la
fase final en este momento. La única cosa que nos espera somos nosotros
mismos.

Nick lo miró fijamente, en silencio y aturdido. Lentamente estiró su


otra mano, agarrando la parte posterior del cuello de Kelly, y Kelly se
inclinó para presionar un suave beso en sus labios. El agarre de Nick en él
se tensó y el beso se hizo más caliente. Cuando Kelly finalmente se
incorporó algunos minutos más tarde, los dos estaban sin aliento.
Comenzó tratando de sacar su camisa cuando las manos de Nick se
arrastraron por su cuerpo.

—¿Cómo está tu rodilla? —Kelly preguntó cuando Nick se inclinó


persiguiendo otro beso.

—¿Qué rodilla?

Kelly estaba riéndose cuando preguntó. —¿Puedo montarte?


SIDEWINDER
Abigail Roux

151

Nick asintió y lo besó desordenadamente, sus fuertes manos


agarrando el pelo de Kelly y la parte posterior de su camisa cuando Kelly
rodó sus caderas contra la endurecida polla de Nick.

—Bien, buena charla. —Kelly gruñó, y Nick lo ayudó a empujar su


camisa por la cabeza.
SIDEWINDER
Abigail Roux

152

Capítulo 4

31 de mayo de 2013

Terminaron quedándose en Colorado por casi dos meses, el tiempo


suficiente para que Nick finalmente arreglara su rodilla quirúrgicamente y
pasara por suficiente rehabilitación para que los pasos en el Fiddler no
fueran un gran problema cuando regresaran a Boston. Tomaron una
semana a finales de mayo para dirigirse a Baltimore, donde Ty y Zane
celebraban el cumpleaños de Ty con la gran inauguración de su nueva
librería, lo cual Kelly estaba angustiado de saber que era una operación
frontal para la CIA.

Se negaba a escuchar los detalles, y en su lugar se enfureció durante


una hora mientras Ty trataba de calmarlo. Nick estaba sonriendo en un
rincón todo el tiempo, leyendo y bebiendo de una botella de Yoo—hoo
que había robado del escondite de Zane en la parte trasera de la tienda.
SIDEWINDER
Abigail Roux

153

Ty falló espectacularmente en calmar a Kelly, por supuesto. Ty y


Zane todavía estaban envueltos en una vida que podría matarlos, y Kelly
no lo estaba cogiendo. Nick tardó toda la noche en hablar con él.
Convenció a Kelly, después de mucha discusión y cierta persuasión física,
de que Ty y Zane eran sólo operadores de apoyo, que nunca estarían
involucrados en nada que pudiera matarlos de nuevo, y por lo tanto que
nunca arrastrarían a Kelly y a Nick en cualquier cosa nunca más.

Kelly lo creería cuando lo viera, pero ciertamente no le daría a Nick


un inconveniente. Nick ya no era el guardián de Ty.

Salieron de Baltimore una semana después, y Kelly estuvo contentó


con la relativa seguridad y felicidad de sus amigos.

Fueron a Boston desde allí, y pasaron el último día de mayo


sistemáticamente limpiando el Fiddler y preparándola para el verano.

La misión de Nick era dar cabida a las cosas de Kelly, y aunque Kelly
realmente no pensaba que hablaba en serio, se sorprendió al ver que Nick
estaba despejando la mitad de sus pertenencias para dejar espacio a Kelly
para que realmente se mudara.

—Almacenaremos lo que no quiero deshacerme y luego moverlo a


la cabaña más tarde. —Dijo con un encogimiento de hombros mientras se
dirigía hacia abajo para recoger otra caja llena de cosas para regalar, tirar
a la basura o ir a una tienda. Realmente estaban haciendo esto.
SIDEWINDER
Abigail Roux

154

Nick tenía casi seis semanas fuera de la cirugía de rodilla y estaba


caminando mucho mejor, y para su admirada consternación había podido
deshacerse del bastón en su mayoría. Sin embargo, estaba bastante bien
para subir y bajar las escaleras y llevar cajas pesadas, y a veces cuando se
ponía realmente excitado o distraído, ni siquiera cojeaba. Kelly observó la
escalera durante unos momentos, con una sonrisa en su rostro. Cuando
Nick se comprometía con algo, se comprometía con todo lo que tenía.

Realmente estaban haciendo esto.

Volvió su atención a las cosas que había sobre la mesa frente a él.
Pilas de papeles, libros y archivos de casos antiguos que podían o no ser
legales para que Nick los mantuviera en el yate. Nick tomó personalmente
los misterios sin resolver, y Kelly no tenía ninguna duda de que Nick había
huido con copias de los archivos en los casos en que las respuestas le
habían eludido para seguir descubriéndolos.

Pero ahora Nick había terminado con el Departamento de Policía de


Boston. Nunca volvería a ser detective; Incluso si su corazón y su mente
estuvieran todavía en ello, y Kelly sospechaba que era así, su cuerpo no lo
estaba. La policía de Boston había venido llamando, ofreciéndole un salto
a teniente para poder esconder sus heridas detrás de un escritorio. Nick
los había rechazado. Pero cuando Kelly trató de poner algunos de esos
viejos archivos de casos en el montón de basura, Nick los había llevado
tranquilamente a la pila de almacenamiento.
SIDEWINDER
Abigail Roux

155

Kelly agarró el último puñado de carpetas de basura de la mesa de


café y se puso de pie. Algo resbaló de una de las carpetas supuestamente
vacías y golpeó la mesa. Miró por encima de la pila, frunciendo el ceño
ante la mini tarjeta SD que había dejado caer.

Chasqueó la lengua y golpeó abajo los archivos, sacando la tarjeta


SD y volteándola. No sabía qué había en la cosa, ni por qué había estado
en una pila de papeles que Nick ya había destinado para reciclaje. Era
diminuta, así que era posible que Nick no supiera que estaba mezclada en
estas cosas.

Kelly pasó a través de la cocina a la banqueta donde estaba su


ordenador portátil, y se deslizó en el asiento del banco y encendió la Mac.
Le echaría una ojeada al contenido, y si había algo, sólo haría que Nick lo
mirara cuando hubiese terminado con lo que había estado maldiciendo en
su cabina durante los últimos minutos.

Cuando encontró el convertidor para la mini tarjeta SD y sacó los


archivos, parecía que había sólo un puñado de videos en ella. No había
nombres o fechas, simplemente etiquetas con números, por lo que Kelly
hizo clic en el primero para tener una idea de si esto era personal o de
trabajo.

El video apareció y Kelly se echó hacia atrás, con los ojos muy
abiertos, cuando los primeros segundos mostraron a Nick en la cabina
principal del Fiddler, de pie al lado de la cama perfectamente hecha,
SIDEWINDER
Abigail Roux

156

bronceado, sin camisa y descalzo, sonriendo a la cámara. Se desabrochó


los vaqueros.

Kelly sonrió y buscó el volumen para subirlo. No recordaba haber


hecho esta cinta sexual en particular, pero no había estado
necesariamente sobrio durante todos ellas. Siempre era entretenido
revivir una de sus hazañas, y esta pequeña joya aparentemente tenía
cinco videos en ella, todos ellos por lo menos de veinte minutos.

—¿Estás grabando esto? —Nick preguntó mientras Kelly subía el


volumen. La polla de Kelly se agitó apreciativamente ante el gruñido de la
voz de Nick, ante la mirada depredadora en sus ojos mientras miraba
directamente a la cámara.

La cámara se agitó cuando fue colocada en una superficie dura y


dejada allí, apuntando a la cama. —Para la posteridad, O'Flaherty, vamos.

El cuerpo de Kelly se llenó de hielo y su estómago se revolvió ante el


sonido de la voz. No era él quien hablaba. El hombre se acercó a Nick y
entró en la vista de la cámara, derramando su última puntada de ropa
mientras se acercaba a Nick. El tipo tenía la misma estatura de Nick, con el
cabello negro y barba. Estaba en forma y bien definido, con un tipo de
cuerpo que hablaba de trabajo manual y fuerza real, no sólo horas en una
máquina en un gimnasio.
SIDEWINDER
Abigail Roux

157

Este no era un video de Kelly y Nick follando. Era de Nick y alguien


más.

El corazón de Kelly martilleó en su garganta y se sintió mareado,


todo su cuerpo hormigueó y sus ojos ardían porque estaba negando la
necesidad de parpadear.

El video continuó, el extraño desnudo alcanzando los vaqueros de


Nick y tirando de él. La forma en que Nick lo miró… La forma en que sus
dedos se tocaban con familiaridad… Esto no era una grabación de su
primera vez juntos. Y había cuatro más de estos videos en esta tarjeta.

—Eres un espectáculo para los doloridos ojos, cariño. —Nick gruñó,


justo antes de que se besaran apasionadamente.

Las manos de Nick barrieron por la espalda del hombre, y el tipo se


fundió en él, como si supiera que Nick estaba a punto de encender su
interruptor dominante.

Kelly se sacudió y buscó el teclado para detenerlo. Pero no podía.


Estaba analizando los detalles de las imágenes casi contra su voluntad. El
video era relativamente reciente; Podía distinguir la decoración de la
cabina, el estilo del cabello de Nick y la definición de sus amplios hombros.
Sin embargo, fue antes del último pinchazo de Nick con la muerte, porque
sus costillas estaban libres de la cicatriz que debía estropearlas donde
tomó el cuchillo en la lucha en Miami.
SIDEWINDER
Abigail Roux

158

Kelly comprendió con la lenta y ardiente pena de los celos que su


primer pensamiento, su primer pensamiento claro, fue preguntarse si esto
fue antes de que él y Nick se hubieran comprometido, o después.

Habían pasado la totalidad de su relación hasta ahora en lo que era


esencialmente un acuerdo de larga distancia. Kelly nunca había
cuestionado la fidelidad de Nick, nunca había tenido una razón para
hacerlo. Pero se dio cuenta con algo así como una bola de demolición en
el intestino que si alguno de ellos alguna vez había querido salir, montar
una cámara de video y grabarse a sí mismo follando con algún extraño en
una de las camas que compartían cuando estaban juntos, ambos tenían
toda la oportunidad en el mundo de hacerlo.

El estómago de Kelly se agitó mientras veía a Nick manejar a este


tipo en la misma cama en la que él y Nick habían dormido anoche.
Después de unos minutos más de estar sentado, atónito, Kelly fue
sometido a la vista y el sonido de su novio follando a este extraño. Quería
apartar la vista, pero no pudo. Oyó a Nick susurrar el nombre del chico.
Aidan.

—El bombero. —Kelly tragó saliva, negando con la cabeza. Este era
el tipo que Nick había visto casualmente cuando él y Kelly habían actuado
en su atracción en Colorado. Este era el tipo que Nick había dejado por
estar con Kelly.
SIDEWINDER
Abigail Roux

159

Los ojos de Kelly empezaron a perder el foco. Esto tenía que ser de
antes. Nick no era el tipo de persona de abandonar, nunca lo había sido y
nunca lo sería. Pero decirse eso a sí mismo no ayudaba al remolino de
náuseas en el estómago de Kelly, la espina de celos, o la extraña dosis de
excitación por los gemidos de placer sonando desde el portátil. Sabía lo
que Nick le estaba haciendo a este tipo. Lo sabía íntimamente.

Escuchó un ruido en los escalones a su lado, pero aún estaba


demasiado traumatizado para moverse. Simplemente se sentó allí,
mirando al portátil cuando los apasionados sonidos de los dos hombres
follando llenaron la timonera.

—¿Estás viendo porno aquí? —Nick preguntó incrédulo, una pizca


de risa exasperada en su voz mientras golpeaba una caja en el escalón
superior y la empujaba lejos de la escalera. —¡Se supone que debes estar
trabajando!

Kelly arrancó su atención del portátil. Nick sonreía, pero tan pronto
como Kelly encontró sus ojos, su expresión se transformó en algo de
alarma. Su sonrisa cayó, sus ojos se abrieron y sus hombros se tensaron
mientras él se incorporaba a toda su altura.

—¿Estás bien?

—¿Por qué? —Kelly gruñó.


SIDEWINDER
Abigail Roux

160

—¿Qué pasa? —Nick preguntó mientras se acercaba. —¿Qué pasó?


¿Qué estás haciendo?

Kelly miró fijamente los ojos verdes de Nick, tratando de borrar la


imagen del video de su mente y decirse a sí mismo que Nick nunca le haría
daño.

—Yo… —Kelly no sabía qué decir. Volvió a mirar la pantalla del


portátil y sacudió la cabeza. Nick se deslizó en la banquita a su lado,
girando el ordenador para poder ver la pantalla. Tomó unos segundos de
observar y escuchar a Nick para darse cuenta que se estaba viendo a sí
mismo y a Aidan. —Jesús, Kels. ¿Qué mierda?

—Encontré una tarjeta SD en un archivo.

—¡Kelly!

—Necesitaba comprobar lo que había en ella.

Nick detuvo el video, luego apartó el portátil de ellos. —Ese era


Aidan. —Dijo rápidamente, girándose en el banco para mirar de frente a
Kelly. —Le gustaba usar su teléfono… Ese era el tipo que…

—Lo sé. —Kelly dijo, pero se dio cuenta de que las palabras no
habían salido.

—Kelly. —Nick dijo bruscamente. —Cariño, eso fue antes de


nosotros.
SIDEWINDER
Abigail Roux

161

Kelly sacudió la cabeza, aclarándose la garganta, y luego asintió.

La mano de Nick se posó en su hombro y lo sacudió, girándolo así


que se vio obligado a mirar a Nick. —Kelly. —Dijo con fuerza. —Mírame.
Háblame.

—Es sólo… No estaba preparado para lo que estaba viendo.

Nick bajó la cabeza, manteniendo el contacto visual cuando Kelly


trató de apartar la mirada. —Kels. Dime que… ¿Necesito arreglar esto?
¿Qué quieres que haga?

Kelly cerró los ojos con fuerza. —No. —Dijo, tratando de sonreír y
encontrarse con los ojos de Nick. Su mente volvió a la mirada de posesión
que vio en esos ojos cuando Nick vio a Aidan moverse, y trató de alejarlo.
Todo lo que logró hacer fue volver a reproducir en su mente el momento
en que Nick había follado a Aidan y ambos gimieron mientras se envolvían
uno al otro. Y había cuatro videos más como ese. Kelly negó con la cabeza
violentamente. —Está en el pasado. Sólo me sorprendió.

Se sentaron juntos en la banqueta, sus ojos fijos, el portátil


arrojando sobre la piel de Nick un brillo azulado. Los ojos de Kelly se
desviaron hacia la pantalla, donde el video se detuvo con los musculosos
hombros de Nick tensos mientras sostenía a su ex amante en la cama,
donde las piernas de otro hombre estaban envueltas alrededor de él.

Nick cerró de golpe el portátil y sacó la tarjeta SD.


SIDEWINDER
Abigail Roux

162

El estómago de Kelly giró y se alejó de Nick, escapándose al otro


extremo de la banqueta para pararse y alejarse.

—¿Kelly?

—Necesito algo de aire.

—Doc, espera. —Nick se acercó al borde del asiento del banco y


agarró la mano de Kelly. Su apretón era suave, sus ojos suplicantes.

Kelly gruñó. —Sólo necesito un poco de aire, ¿de acuerdo?

—Lamento que esto te haya molestado, cariño. No tenía ni idea de


que incluso existía. No sabía que él los había guardado.

—No es eso. —Kelly gimió. Apretó la mano de Nick, sabiendo que


no era justo empujarlo lejos cuando él no había hecho literalmente nada
malo.

Nick se sentó en el borde del asiento del banco, sosteniendo los


dedos de Kelly con cuidado, observándolo con una mezcla de miedo y
esperanza. Kelly odiaba que Nick estuviera enfermo y nervioso ahora
mismo. Odiaba que Nick estuviera probablemente listo para hacer lo que
Kelly pidiera en este momento para reparar algo que ni siquiera estaba
mal. Ambos habían estado con gente en el pasado. Infierno, Kelly había
visto a Nick tener sexo con mujeres antes, en vivo, allí mismo en la
habitación con él. Incluso habían compartido una noche con la misma
SIDEWINDER
Abigail Roux

163

mujer: la primera experiencia de Kelly con otro hombre cerca de él de una


manera sexual, y había sido con Nick.

No era el sexo lo que lo molestaba. Realmente no. Claro, Kelly no


estaba encantado de tener la imagen mental de Nick con otro hombre en
las mismas sábanas que tenían en su cama en este momento, pero se
conocía lo suficientemente bien como para saber que una parte de él
estaba un poco excitado por ello también.

—Es sólo… Pensé que éramos nosotros al principio. —Se las arregló
para decir. —Y entonces no fue mi voz hablando contigo. Y no fui yo quien
te tocaba. Y mi primer pensamiento fue… Mi primer pensamiento fue:
“¿Cuándo sucedió esto?” Y odio haberlo pensado en absoluto.

Nick soltó una ráfaga de aire como si Kelly lo hubiera golpeado en el


estómago. Su agarre en los dedos de Kelly se aflojó más. —Sabes que
nunca haría eso, ¿verdad?

Kelly asintió con la cabeza. —Lo sé. Hace un año, no creo que
hubiera tenido el pensamiento. Pero tú sabes… siempre supe que podía
decir cuando mientes, Irlandés. Y sabía que nunca me mentirías en primer
lugar. Y sabía que nunca me harías daño. Y el año anterior, ¿todo lo que
pasó? Ambos sabemos que estuve equivocado.

Nick palideció cuando Kelly encontró su mirada, la chispa de vida


que se filtraba de sus ojos se apagó hasta que eran más gris que verde. Su
SIDEWINDER
Abigail Roux

164

mano se apartó de la de Kelly y, cuando parpadeó, ya no estaba mirando a


Kelly.

El corazón de Kelly dolió, y su estómago giró. Apretó una mano


contra la vieja herida de bala en su pecho para hacer que se detuviera de
hormiguear. Despreciaba los momentos en que el vivaz espíritu de Nick se
drenaba, pero siempre habían sido honestos el uno con el otro. Ahora no
era tiempo para detener eso, aunque doliera. Dolería menos después.
—Supongo que me molesta más de lo que quería admitir. Más de lo que
me di cuenta, quiero decir. Pero estoy trabajando en ello. Y esto no es tu
culpa.

Los labios de Nick estaban apretados, y simplemente asintió sin


arriesgarse a mirar de nuevo a los ojos de Kelly.

Kelly estiró un brazo hacía él, pero se detuvo antes de que sus
dedos pudieran hacer contacto con la mejilla de Nick. Apretó la mano con
un puño y la metió en su costado.

—Necesito un poco de aire. —Susurró, y se dirigió hacia las puertas


del salón antes de que pudiera enfermar.
SIDEWINDER
Abigail Roux

165

Capítulo 5

Kelly se dejó caer por los escalones de la cubierta, con un ceño


fruncido en su rostro quemado por el sol. Había trabajado en sus
problemas con un cigarrillo, una cerveza y luego otro cigarrillo, y aunque
sabía que no iba a sacar la imagen de Nick y otro hombre de su mente en
cualquier momento pronto, huir del problema no lo ayudaría. Nick y él
habían aprendido ya la lección sobre no comunicarse. Kelly no iba a dejar
que este pequeño borrón borrara todo el progreso que habían hecho, y se
sentía un poco más relajado de su tiempo solo para pensar en ello.

Había descubierto en el último año que era mejor para él caminar y


calmarse antes de entrar en cualquier tipo de pelea con Nick,
especialmente desde que su primer instinto era ser físico, y eso sin duda
era el último método a usar para discutir con Nick.

Abrió la boca para llamar a Nick, luego la cerró de repente cuando


vio a su novio sentado en el sofá del salón, rodeado de pedacitos, una
carta en una mano y la otra mano protegiéndose los ojos mientras la leía.
SIDEWINDER
Abigail Roux

166

—¿Nick? —Kelly preguntó mientras avanzaba hacia él. —¿Qué estás


haciendo?

Nick levantó la vista. Tenía los ojos enrojecidos y ni siquiera trató de


ocultar el hecho de que había estado sentado allí con lágrimas en los ojos.

—Oh Dios, ¿qué es? —Kelly exclamó.

Nick agitó los papeles en su mano. —Traté con las cartas de nuevo.

—¿Qué?

—Maldita sea, Sánchez. —Nick dijo con voz agitada. —Estuve


tratando… no lo sé. Sacarlo del camino.

—¿Pensaste que leer esa carta de nuevo podría ayudar?

Nick se encogió de hombros y miró a su alrededor todas las


posesiones que había sacado de la caja de Sánchez. Parecía perdido y solo,
y Kelly se movió para sentarse a su lado, pasando su brazo por los
hombros de Nick. Era lo mismo para su propia comodidad que la de Nick,
sin embargo.

Kelly cogió el enorme sobre manila con el nombre de Nick


garabateado en él. Sabía de antemano que contenía la carta que Nick
había estado leyendo. Pero no lo había visto muy duro la primera vez que
Nick había sacado estas cosas. En su interior encontró más cartas. —¿Qué
diablos hizo él, escribir una carta a todos los que conocía?
SIDEWINDER
Abigail Roux

167

Nick le dio una sonrisa temblorosa y se encogió de hombros. Kelly


sacó uno de los sobres. Estaba sellado, con un número en la parte
delantera con la caligrafía de Eli. Kelly frunció el ceño y extrajo unos
cuantos más. Todos estaban numerados.

—¿Qué se supone que debemos hacer con esto?

Nick tomó una respiración profunda, luego recogió la segunda


página de la carta y la leyó en voz alta.

—Tengo instrucciones para ti, y tienes que seguirlas como un buen


Marine o voy a perseguir tu culo irlandés. —Nick apoyó su cabeza en una
mano, cerrando los ojos. Le tomó varios segundos recuperar la voz. —El
primer paso es terminar de leer esta maldita carta para que no te cagues
en ninguno de los otros pasos.

Nick y Kelly compartieron una mirada. —Nos conocía muy bien.


—Kelly dijo.

Nick asintió con la cabeza. —Puedo estar muerto. —Leyó con un


tirón en su voz. —Pero voy a obligarlos a que se amen de nuevo. Y
empieza justo aquí, ahora mismo. Así que toma una semana de trabajo.
Ponte las botas. Prepárate para ser amado más allá de la tumba.

Nick tuvo que dejar de leer. Kelly tomó la carta y la escudriñó,


tratando de encontrar el lugar donde Nick lo había dejado.
SIDEWINDER
Abigail Roux

168

—¿Recuerdas el viaje que tomamos después que fuimos


licenciados? —Kelly leyó. —Recuérdalo. ¿Cómo mierda podríamos
olvidarlo? Ese fue el fin de nosotros.

9 de diciembre de 2002

Kelly luchó a través de la precipitación vaga de pánico y adrenalina


que siempre llegaba con el despertar en un lugar extraño. Terminó tirando
las sábanas de su cuerpo, gateando sobre su compañero de cama, y
rodando sin gracia al suelo.

El piso se sacudió con su impacto. Las lámparas de la mesa


chocaron. Alguien gimió.

Kelly se sentó y presionó su espalda a la mesa detrás de él, su mano


buscando ciegamente un arma, sus ojos salvajes mientras miraba a su
alrededor. Era obviamente una habitación de hotel, y una bonita.
Definitivamente no era el hotel en el que había cerrado los ojos. —¿Dónde
diablos estoy?

Una cara apareció sobre el borde de una de las camas, y la visión


borrosa de Kelly vio como alguien mirando desde una nube. —Doc, tienes
que calmarte. —Eli dijo.

El pecho de Kelly se aceleró con los restos de pánico y confusión.


Parpadeó hacia Eli con la boca abierta. Eli rodó, desapareciendo de la vista
SIDEWINDER
Abigail Roux

169

de Kelly. Un momento más tarde, Ty se sentó y balanceó las piernas sobre


el borde de la cama de la que Kelly acababa de salir.

—Amigo, me aplastaste las costillas.

Kelly se miró a sí mismo, enderezándose con una mueca de dolor


cuando la recién cosida herida de su costado tiró. Ya estaba sanando. Kelly
puso su mano sobre ella y le dio a la habitación otra desesperada mirada
una vez más. —¿Qué pasó?

—¿A qué hora? —Ty preguntó, riendo. Se convirtió en una tos y se


dobló, sosteniendo sus costillas. —Oh Dios, creo que están realmente
rotas.

Ty se levantó, revelando un hematoma extendiéndose a través de


su caja torácica. —Yo no hice eso, necesitas que alguien lo mire.

—Médico del ejército. —Ty dijo.

Kelly sacudió la cabeza, su mano regresando a su costado. —¿Quién


cosió esto?

—Yo lo hice. —Ty respondió con un resoplido. —Es un buen trabajo.

—¿Dónde estamos? —Kelly preguntó de nuevo.

—Esta es la almohada más suave que he tenido jamás. —Digger


dijo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

170

—Ese es mi culo, hombre. —Eli le dijo, la voz amortiguada como si


tuviera su cara en el colchón. —Duermes de lado.

—No me importa, esto es agradable.

—¡Silencio! —Owen gritó. Por el sonido de ello, los tres compartían


una cama. ¿Cómo diablos los tres encajaban en una cama tamaño queen?
—Mejor que sea un arma pegada en mi cadera, hombre.

Kelly tragó saliva, parpadeando para enfocar su visión. —¿Dónde


está Irlandés, está bien?

Ty asintió, luego miró por encima del hombro al otro lado de la


cama de la que Kelly había salido. —Irlandés. ¡Hey, irlandés! —Arrojó una
almohada hacia la cabeza de la cama.

—No. —Nick gruñó en respuesta.

Kelly permaneció sentado durante un rato, respirando


pesadamente, tratando de recordar cómo terminaron todos juntos,
durmiendo apilados como cachorros en un extraño hotel. Finalmente se
arrodilló y se arrastró hasta la cama antes de usarla para levantarse. Se
tambaleó cuando se puso de pie, extendiendo las manos para
estabilizarse.

—Santo Dios. —Murmuró. Miró a un lado, por las ventanas del piso
al techo. —Oh Jesús, ¿Esto es el Empire State Building?
SIDEWINDER
Abigail Roux

171

Ty se paró y caminó con dificultad para pararse junto a él,


titubeando mientras parpadeaba ante la ventana. —¿Estamos en los
Estados Unidos?

—¿Estamos vivos? —Owen replicó. —No me siento vivo.

Nick se deslizó fuera de la cama y se arrastró hasta la ventana, su


hombro chocando con Kelly mientras ambos miraban hacia abajo a las
calles de Nueva York.

—¿Te estás volviendo loco? —Nick le preguntó a Kelly en voz baja.

—¡Sí! ¡Únete a mí!

Nick resopló y rodeó con un brazo a Kelly mientras movía una mano
hacia la escena que había ante la ventana. —Bienvenido a la vida civil,
Doc.

Kelly se giró hacia los demás, sus ojos enormes. Todos estaban en
varias etapas de sentarse. Ty seguía de pie detrás de ellos, moviéndose de
un lado a otro como si estuviera tratando de mantener el equilibrio en un
barco. Él negó con la cabeza, parecía enfermo.

Eli estaba sentado con las sábanas agrupadas alrededor de su


regazo, frotándose los ojos con el talón de su mano. —Ay Dios mío, dame
fuerza.

Kelly levantó ambas cejas.


SIDEWINDER
Abigail Roux

172

—No recuerdo nada en este momento. —Eli dijo. —¿Dijiste que


estamos en los Estados Unidos?

—Estamos en DC. —Digger les dijo. —Al menos… creo que lo


estamos.

—¿Qué hacemos en DC? —Owen preguntó levantando finalmente


la cabeza.

—¿Qué está haciendo el Empire State Building en DC? —Ty gritó.

Kelly volvió a mirar por la ventana. Podía ver su propio reflejo en el


cristal, barbudo y peludo de las misiones que habían estado haciendo,
moretones por todas partes, incluyendo uno en su mejilla que parecía
haber sido un puñetazo.

La memoria regresaba lentamente.

Habían sido licenciados y enviados a casa sin una explicación. Tan


pronto como aterrizaron en DC, Nick y Eli habían empezado a beber para
adormecer el dolor de “perder la única cosa por lo que habían dado una
mierda”. El resto de ellos pronto habían seguido su ejemplo.

No sabía cómo iban a llegar a la ciudad de Nueva York, pero ahora


que recordaba por qué habían intentado encontrar el olvido en una
botella, deseaba haber intentado más.
SIDEWINDER
Abigail Roux

173

—Vida de civil. —Murmuró, haciendo eco de las amargas palabras


de Nick. Miró a un lado, donde Ty se arrastró de nuevo en la cama y metió
la cabeza debajo de una almohada. —¿Qué demonios se supone que
debemos hacer con la vida civil?

Todo el mundo estuvo tan callado, Kelly podía oír a Eli respirar a
través de la habitación. Nadie lo miraba a los ojos.

—¿Robo de bancos? —Digger preguntó finalmente.

—¡No! —Nick y Owen ladraron.

Nick se sentó en el extremo de la cama más cercana a Kelly,


colgando la cabeza. Kelly lo miró fijamente, su estómago hundiéndose al
pensar que habían terminado. ¿Qué diablos se suponía que iban a hacer si
ya no eran un equipo?

—Este es el final, ¿no? —Kelly preguntó en voz baja. —Sidewinder


ya no existe.

Eli sacudió la cabeza y los demás murmuraron en voz baja. Pero Nick
se disparó fuera de la cama de nuevo, lo suficientemente rápido como
para hacer girar la tierna cabeza de Kelly, y Kelly se estremeció cuando
Nick avanzó hacia él. Lanzó una almohada a la cara de Kelly, y Kelly tuvo
que alejarse de ella y de él. Retrocedió hasta que su espalda desnuda
golpeó la ventana, y jadeó cuando Nick siguió acercándose, sorprendido
por la vehemencia.
SIDEWINDER
Abigail Roux

174

—Nunca vuelvas a decir eso. —Nick gruñó, su dedo señaló la cara de


Kelly, sus ojos ardientes y los dientes apretados. —No donde yo pueda
malditamente oírte. —Gruñó antes de salir hacia la puerta.

Kelly lo vio irse, con los ojos muy abiertos, herido por la ira y la
amenaza.

—Hermano. —Eli dijo mientras se alejaba de la cama para ir detrás


de Nick. —¡Yo, Rico, espera! —Miró a Kelly y sacudió la cabeza mientras
Kelly se encogía de hombros, y los demás se quedaron sentados en
silencio, mirándose los unos a los otros incómodamente mientras Eli corría
detrás de Nick.

—Lo tomó mejor de lo que creía que lo haría. —Ty finalmente


ofreció desde debajo de su almohada.

31 de mayo de 2013

—Había olvidado esa mañana. —Kelly dijo. —O tal vez lo bloqueé.


Dios, estabas tan enojado.

—Te lo merecías. —Nick estaba colgando la cabeza, los ojos


cerrados, sus dedos extendidos por su pelo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

175

—Tienes razón. —Kelly dijo en voz baja. Su propio recuerdo de ese


último viaje con sus muchachos era agridulce en el mejor de los casos. No
fue la última vez que los seis estuvieron juntos, no por falta de
imaginación. Pero fue el final de Sidewinder. El final de lo mejor de lo que
él había sido parte. Y Kelly fue el catalizador principal de ese fin. Había
visto una ciudad en Colorado cuando habían estado pasando, y se había
enamorado de ella. Semanas más tarde, cuando todavía se mantenían
aferrados a los últimos jadeos de su tiempo juntos, cuando todavía
estaban en ese viaje por carretera y viajando y divirtiéndose y siendo un
equipo, Kelly había decidido que era hora de irse, despidiéndose de ellos,
y retirándose a esa pequeña ciudad.

Su decisión de marcharse había terminado con Sidewinder. Y nunca


se había perdonado a sí mismo. Dudaba que los otros lo hubieran
perdonado.

Kelly miró de la carta a Nick de nuevo y deslizó su mano sobre la


espalda de Nick, dejándola descansar en su espina dorsal. —Nicko.
—Susurró.

Nick se aclaró la garganta. No miró a Kelly, sino concentrándose en


la carta que tenía. Empezó a leerla de nuevo, pronunciando las palabras
de Eli para él. —De todas las cosas que hicimos juntos, de todas las veces
que tuvimos, ese viaje fue mi favorito. Es el momento que recuerdo en la
oscuridad, cuando los sueños son demasiado tristes y las cicatrices duelen
SIDEWINDER
Abigail Roux

176

demasiado. Porque todo fue bueno en el mejor momento de nuestras


vidas, y todos tenemos que recordarlo. Juntos. Y por eso estoy escribiendo
esta carta. Porque ustedes chicos necesitan recordar a Sidewinder como
yo lo recuerdo. La forma en que todos estuvimos cuando arrojamos
nuestros sacos en la parte de atrás del Bronco de Ty y salimos a través del
país sin idea de lo que estábamos haciendo.

Nick se detuvo para tragar saliva, y tosió en voz baja. —Jesús,


estábamos locos.

—¿Lo estábamos? —Kelly preguntó con una sonrisa.

Nick resopló.

—¿Qué dice el resto?

—El segundo paso no será fácil. —Nick dijo. —Pero hay una razón
por la que te estoy dando esta tarea, Rico. Tienes que llamar a cada uno
de los otros chicos y hacer que te encuentren en mi lápida. Sin decirles por
qué. De modo que levanta el ánimo, esto puede ser complicado.
SIDEWINDER
Abigail Roux

177

Capítulo 6

Kelly yacía en la cama, mirando fijamente a través de la oscuridad.


Estaba inquieto, pero también cansado, así que ni siquiera podía conseguir
la energía para inquietarse. Su corazón dolía, y el calor de Nick junto a él
parecía empeorarlo en lugar de mejorarlo.

Nick estaba tan inquieto, pero había caído víctima de sus pastillas
para el dolor y se dejó llevar por lo que parecía un sueño tortuoso. Estaba
dando vueltas, murmurando en idiomas que Kelly reconocía pero que no
sabía cómo traducir. Ocasionalmente, Nick respiraba con dificultad y todo
su cuerpo se tensaba, dejando a Kelly preparándose para el impacto. Aún
no había llegado, así que Kelly reflexionó sobre el día.

Y había sido un día infernal.

Después de leer las instrucciones de Eli, Nick se había levantado en


silencio y se excusó. Había tomado unos minutos para sí mismo, luego
volvió para decirle a Kelly que quería hacer esto. Necesitaba hacerlo. Kelly
SIDEWINDER
Abigail Roux

178

había dicho que aún no era lo suficientemente fuerte, y Nick simplemente


asintió y desapareció por las escaleras sin otra mirada.

El hecho de que no argumentó, no peleó por ello, preocupó a Kelly


más que el hecho de que él quería hacerlo en primer lugar.

Lanzó la cabeza, murmurando y cerrando los ojos. Si pudiera


conseguir que su mente dejara de zumbar durante unos minutos, sería
capaz de encontrar el sueño. Giró hacia el otro lado, atravesando
cuidadosamente las sábanas arrugadas para presionar las puntas de sus
dedos en la espalda de Nick. Nick se tensó con el tacto, y Kelly retiró la
mano. ¿Qué diablos estaba haciendo? Sólo porque no podía dormir no
significaba que tenía derecho a despertar a Nick también. Era bastante
raro que Nick pudiera dormir últimamente; Se lo merecía, aunque
estuviera atado con malos sueños.

Kelly estaba atormentado por la mirada que vio en los ojos de Nick
cuando leyeron la carta de Eli esa tarde, rodeados de todas las cosas
favoritas de Eli. Casi se sobrepuso a la angustia de ver ese video de Nick y
un extraño, juntos en esta cama… en estas sabanas.

Kelly rodó de nuevo a su espalda, sacudiendo violentamente la


cabeza como si pudiera deshacerse de las imágenes. Prefería pensar en las
cartas de Eli que en eso.
SIDEWINDER
Abigail Roux

179

Kelly había esperado que Nick dejara todo en ese momento y se


pusiera en contacto con los otros chicos para contarles sobre las cartas de
Eli. Pero Nick le había preguntado primero a Kelly. Pedido su opinión.
Demonios, le pidió permiso. Pero Nick había pasado por bastante en el
último año, y Eli estaba muerto. Podría esperar hasta que Nick estuviera
más fuerte.

Y a juzgar por el ocasional gemido que venía de Nick mientras


dormía, aún no era lo suficientemente fuerte. Sólo no era lo
suficientemente fuerte para esto.

Kelly miró a Nick a través de la oscuridad. Se había quedado quieto y


callado desde que Kelly lo había tocado, encorvado de costado con la
espalda hacia Kelly. No más murmullos, ni más respiraciones blandas ni
jadeos. Estaba tan quieto…

Ni siquiera respiraba.

Kelly se sacudió, con el corazón palpitante mientras volvía


frenéticamente a través de los tiempos anteriores en sus vidas que había
encontrado a Nick sin respirar. Agarró el hombro de Nick, tirando de él
con fuerza. —¿Irlandés?

Nick rodó y se lanzó tan rápido que Kelly no tuvo tiempo de cambiar
de marcha de entrar en pánico a defenderse. Para cuando se dio cuenta
de lo que había sucedido, que Nick había estado interpretando a una
SIDEWINDER
Abigail Roux

180

zarigüeya, Nick lo había clavado en el colchón con un cuchillo en la


garganta.

—Nick. —Kelly jadeó.

Nick le siseó, haciéndolo callar. Luego dijo algo que podría haber
sido Dari, lo que le dijo a Kelly donde Nick pensaba que estaba, si no
cuando. No estaba seguro, sin embargo, y todo lo que podía oír era su
sangre corriendo a través de sus oídos de todos modos.

—O'Flaherty. —Kelly lo intentó. Cuando habló, el movimiento de su


mandíbula presionando su piel contra la hoja, sacando sangre. Levantó la
barbilla, pero Nick lo presionó con más fuerza. —Nick. Soy Doc.

El débil olor a sangre alcanzó la nariz de Kelly, y su cuerpo se enfrió.


Sabía lo que Nick podría hacer con él, lo que podrían hacer el uno al otro,
si esto salía mal. Se quedó quieto, rezando para que Nick saliera a tiempo,
que el olor de la sangre no dispararía lo que Nick había estado intentando
enterrar desde que regresó de su último despliegue.

Las respiraciones de Nick eran duras contra su cara, su cuerpo tenso


y duro y listo para la batalla. La hoja no era fresca, significando que
dondequiera que Nick la había estado ocultando, la había sostenido el
tiempo suficiente para calentar el acero.
SIDEWINDER
Abigail Roux

181

Lentamente empezó a relajarse contra Kelly. El cuchillo cayó,


dejando una ardiente línea detrás comenzando a gotear por el lado del
cuello de Kelly. Kelly no se atrevió a moverse, sin embargo, todavía no.

—Doc. —Nick jadeó.

Kelly respiró profundo. Fue el único sonido que se atrevió a hacer.


Sintió a Nick moverse sobre él. Un momento después, escuchó el golpe del
cuchillo en el suelo junto a la cama.

—Oh Dios. —Nick gruñó.

Kelly respiró lentamente, casi mareado por la oleada de alivio.

—¿Estás bien? —Nick preguntó tembloroso.

—Sí. —Kelly logró sacar una risa nerviosa. —Si seguro. Aterrorizado
y un poco excitado. Ya sabes… típica noche del viernes.

—Lo siento. Pensé… yo…

Nick puso una mano sobre el pecho de Kelly, dándole palmaditas


como si quisiera calmarlo, o tal vez para asegurarse que Kelly estaba bien.
Kelly se estiró hacia él, tratando de hacer contacto con el fin de anclar a
Nick hasta que pudo alcanzar el interruptor de la lámpara. Sus dedos
rozaron la mejilla en la barba de Nick, y lo tocó con cuidado.
SIDEWINDER
Abigail Roux

182

Nick le sujetó la muñeca, apretando con fuerza suficiente para


provocar una mueca de dolor en Kelly, y la golpeó contra el colchón,
entonces, montó los muslos de Kelly.

Kelly no podía verlo, pero seguro que podía sentirlo. Se tensó de


nuevo, preparándose para defenderse, con violencia de ser necesario.
Nunca había visto a Nick salir de eso y luego caer de nuevo dentro de esta
forma. Su mano libre buscó la mesilla de noche, por el interruptor de la luz
o algo, cualquier cosa, lo suficientemente pesado como para hacer daño.
No quería lastimar a Nick, pero no quería putamente morir, tampoco.

Entonces Nick lo apretó contra el colchón y lo besó, forzando su


rodilla entre las piernas abiertas de Kelly, rodando sus caderas para frotar
su endurecido pene contra el de Kelly mientras mordía y succionaba el
labio de Kelly. Sólo tomó a Kelly unos segundos entenderlo, y cuando lo
hizo, envolvió sus brazos alrededor de Nick, correspondiendo los
fervientes besos con justa tanta hambre.

—Besos son mucho mejor que cuchillos. —Murmuró en la boca de


Nick. —Sólo… para que lo sepas.

Nick canturreó contra sus labios, enganchó una mano por debajo de
la rodilla de Kelly, y la levantó para poder frotarse contra su culo. —¿Te
lastimé?

Kelly negó con la cabeza. —No duele.


SIDEWINDER
Abigail Roux

183

—Lo siento. —Nick susurró, y luego lo besó de nuevo, lengua y


dientes convirtiéndolo en otra cosa excepto una disculpa.

El ángulo de la pierna de Kelly estaba casi en un punto crítico, y


comenzó a luchar para tratar de liberarla. Aún correspondiendo los besos
con entusiasmo, gimiendo con cada mordisco de los dientes de Nick, con
cada demandante impulso de sus caderas.

Sacudió las caderas cuando Nick tiró de él demasiado y el dolor frío


se disparó en su tendón. Kelly levantó su mano libre y la retorció en el
cabello de Nick, tirando con fuerza suficiente para hacerle daño. Nick hizo
una mueca, sacudiendo su cabeza arriba con un jadeo. Permanecieron así
por largos y tensos segundos, mirando en la oscuridad, tratando de verse
el uno al otro, incapaces de hacer otra cosa que sentir y oír. Las
respiraciones de Kelly eran desiguales, y su cuerpo furioso como un
reguero de pólvora por todas partes donde Nick lo había tocado. Un hilo
de sangre se abrió paso bajo su garganta hacia el nacimiento de su
cabello.

La respiración de Nick era tan fuerte como las olas contra el casco,
con el cuerpo tenso como una cuerda de arco esperando ser lanzada.

—¿Qué? —Kelly finalmente dijo.

Nick respondió con un gruñido sin palabras mientras presionaba sus


cuerpos alineándolos de nuevo, llevando abajo el brazo de Kelly con una
SIDEWINDER
Abigail Roux

184

mano y soltando la pierna de Kelly con la otra. Arrastró sus dientes sobre
la clavícula y el cuello de Kelly en su lugar, con su mano vagando hasta la
caja torácica de Kelly a un ritmo alarmantemente pausado. Kelly gimió y se
retorció debajo de él, con los ojos rodando atrás antes de cerrarlos por
completo. Un gemido se deslizó espontáneamente de sus labios.

Nick lo besó de nuevo, obviamente, espoleado por el sonido. Antes


que el beso terminara, Nick tenía sus dedos en la garganta de Kelly, las
yemas de sus dedos bajo la mandíbula de Kelly, justo donde le gustaba.
Kelly podía sentir la sangre corriendo contra el delgado corte bajo su
mandíbula.

—Oh Dios, cariño. —La voz de Kelly era dura y necesitada, y el pene
de Nick se retorció contra su culo cuando habló. Nick amaba cuando le
suplicaba. Y Kelly amaba cuando Nick lo hacía querer suplicar.

—Dios no está aquí. —Nick gruñó en su oído.

Nick soltó el cuello de Kelly y apretó los dedos en el pelo de Kelly,


tirando de su cabeza hacia atrás. Sus labios se movieron sobre la cara de
Kelly, finalmente colocándose en su sien. —Da la vuelta, cariño.

Kelly estaba tratando de hacerlo incluso antes de tener la


oportunidad de pensar en ello. Giró sus caderas, empujando con un pie
aún cuando todavía estaba sometido a los labios de Nick en los suyos. La
SIDEWINDER
Abigail Roux

185

lengua de Nick estaba en su boca, chupando, lamiendo, forzando a Kelly a


corresponder el beso o perderse en el mismo.

Los hombros de Kelly aún estaban sobre la cama, pero se las arregló
para rodar sus caderas tanto como pudo con Nick fijándolo como estaba.
Dio a su brazo un tirón, tratando de aflojar el agarre de Nick para poder
girar como le fue dicho. Los dedos de Nick se tensaron sobre su muñeca.
Soltó el pelo de Kelly, sin embargo, y deslizó su mano bajo la almohada
sobre la cabeza de Kelly, su cuerpo entero deslizándose arriba de Kelly, sus
abdominales presionando contra Kelly, arrastrando su dura polla contra
las nalgas de Kelly.

—Déjame girar. —Kelly gruñó, dando a su brazo otro tirón. —En mis
rodillas.

Sintió a Nick sacudir la cabeza. La botella de lubricante que


guardaban bajo la almohada tenía suficiente en ella para esta noche. Kelly
escuchó el estallido de la tapa al ser abierta.

—Sí, cariño. —Jadeó, su corazón acelerándose ante la sola idea de


Nick follándolo en este estado de ánimo. —Por favor, Nicko. Por favor.

Nick no soltó la muñeca de Kelly, y Kelly no lo culpó. Si él se


liberaba, probablemente arruinaría cualquier plan que tenía Nick por
masturbarse ante el pensamiento de lo malditamente verde que debían
ser los ojos de Nick. Empezó a buscar ciegamente la lámpara en su lugar,
SIDEWINDER
Abigail Roux

186

derribando las cosas sobre la mesa, gimiendo en su desesperación porque


el repentino deseo de ver los ojos de Nick era casi una necesidad física.

Dos de los lubricados dedos de Nick se deslizaron dentro de Kelly,


entonces girando, extendiéndolo. Kelly gritó y trató de mover sus caderas
para un mejor acceso, pero Nick tenía una de las piernas de Kelly
atrapadas entre sus rodillas. Kelly levantó la pierna libre, tirando de su
rodilla hacia su barbilla. Envolvió su mano libre a su alrededor, pero casi
inmediatamente estuvo de nuevo en su espalda, tratando de alcanzar la
mesa.

—Sí, sí. —Nick respiró, y profundizó otro beso mientras agarraba la


pantorrilla de Kelly y la movía por encima de su hombro.

Kelly golpeó su vaso de agua, y se hizo añicos al caer al suelo. Nick


gruñó y atrapó la otra mano de Kelly, tirando de ella detrás de su espalda,
casi como lo haría al arrestar a un sospechoso con el que había estado
luchando. Kelly no tenía extremidades bajo su propio control en este
momento, estaba todo torcido alrededor de su lado con el culo al aire, su
pierna sobre el hombro de Nick, y ambas manos sujetas. Fue un trabajo
hermoso de restricción. Kelly había visto a Nick hacerlo varias veces,
mientras peleaba, usando sus amplios hombros y densos músculos, su
flexibilidad engañosa que venía con ellos, a su favor.

Kelly cerró los ojos, respirando temblorosamente. La polla de Nick


presionando en su culo, y Kelly inclinó sus caderas arriba para ayudar a la
SIDEWINDER
Abigail Roux

187

entrada. Nick no necesitaba ayuda, sin embargo. Se metió en Kelly,


gruñendo y jadeando mientras trabajaba profundamente con cada giro de
sus caderas.

—Oh. —Kelly logró decir, y la palabra fue tan tranquila y tan


lamentable, que ni siquiera estuvo seguro de lo que había sido, pero todo
lo que sabía ahora era el eje del pene de Nick extendiendo, la cabeza del
pene de Nick perforando en él.

Nick no se levantó una vez que se había hundido profundamente


dentro de él. Soltó la otra mano de Kelly, sin embargo, usando su peso
corporal para mantener a Kelly abajo mientras empujaba contra él. —Date
la vuelta. —Ordenó de nuevo, un poco más sin aliento en esta ocasión.

Kelly empujó su talón contra el colchón y alcanzó el cabecero,


tratando de moverse, de romper el dominio de Nick para poder rodar a su
vientre. Nick recobró el ritmo, arrancando un grito de Kelly mientras se
retorcía y rogaba por más.

Siguió tratando de rodar, pero el agarre de Nick era irrompible.


—Cariño. —Suplicó. —Nick. No puedo rodar si no me dejas ir.

—Entonces consigue malditamente ser creativo. —Nick gruñó antes


de morder la clavícula de Kelly y tirar hacia abajo sobre el hombro de
Kelly. Estaba moviendo sus rodillas acercándolas al culo de Kelly. O bien
estaba buscando un mejor apalancamiento o un nuevo ángulo, y Kelly
SIDEWINDER
Abigail Roux

188

redobló sus esfuerzos para girar. Cualquier cosa que Nick tuviera en
mente a continuación, quería ser parte de ello. Necesitaba estar de
rodillas. Lo necesitaba.

Se esforzó para llegar allí, y con cada movimiento de su cuerpo, Nick


estaba haciendo los más obscenos ruidos. Gimiendo y jadeando, gruñidos
que se perdían en el más pequeño de los gemidos extendiéndose sobre el
cuerpo de Kelly y provocando piel de gallina por toda su piel. Mordió el
labio de Kelly, manteniéndolo entre los dientes mientras empujaba su
pene hasta el fondo. Rodó sus caderas, extendiendo ampliamente a Kelly,
dejándolo desnudo mientras se besaban.

Gritos y súplicas de piedad siguieron, pero cada uno de ellos


cayeron en oídos sordos cuando Nick mantuvo su ritmo castigador. Kelly
agarró a Nick con su única mano libre, retorciéndola en su cabello,
arañando su brazo, buscando a tientas la cadera de Nick para poder sentir
los sinuosos movimientos.

Todavía estaba tratando de rodar de un modo u otro, pero Nick lo


tenía en lo que equivalía al agarre de un luchador. Kelly no recordaba este
movimiento de su equipo de lucha libre de la escuela secundaria, sin
embargo.

Nick tiró del brazo cautivo de Kelly hacia abajo, hacia sus cuerpos.
Su otra mano encontró un puñado de pelo de Kelly, y Kelly gritó cuando él
lo agarró con demasiada fuerza y tiró de la cabeza de Kelly hacía atrás.
SIDEWINDER
Abigail Roux

189

Casi inmediatamente se soltó, sin embargo, y cuando arrastró sus dedos


por la cara de Kelly y en sus labios, sus toques eran suaves, reverentes.
Deslizó su pulgar por el labio inferior de Kelly, sosteniendo la cabeza de
Kelly en una gran palma.

—Nick. —Kelly jadeó.

Nick lo besó, disminuyendo su ritmo hasta que sus embestidas eran


tan lentas que Kelly podía sentir cada centímetro de su polla deslizarse
dentro de él. Kelly se retorció, ni siquiera seguro de lo que estaba
buscando. Nick presionó sus labios juntos tan suavemente que realmente
apenas eran besos reales.

—Más. —Kelly espetó. Se estiró hacía Nick, hundiendo sus uñas en


la espalda de Nick para estimularlo, ondulando sus caderas. Casi logró
rodar, usando el apalancamiento de su pierna sobre el hombro de Nick,
pero Nick se arrodilló, levantando la mitad inferior de Kelly
completamente fuera de la cama, dejando a Kelly luchando por algo a que
aferrarse.

Nick se hundió más profundamente en él mientras lo reposicionaba,


aunque Kelly no había pensado que era posible. Dejó escapar un aullido
indignado, con el cuerpo arqueado, cada pedazo de él temblando y
ardiendo y gritando por su liberación. Nick se inclinó sobre él, todavía
sosteniendo su culo fuera de la cama, todavía enredado con sus piernas
SIDEWINDER
Abigail Roux

190

para que no pudiera alejarse. Kelly suplicó por clemencia en palabras


susurradas que no estaba seguro que estaban saliendo.

—Dilo otra vez. —Nick ordenó con una voz raída.

—Por favor. —Kelly susurró.

Nick se inclinó hacia atrás y desmanteló con facilidad todo ese


trabajo duro que Kelly había hecho para rodar. Envolvió las piernas de
Kelly alrededor de su cintura, sus manos suaves y ásperas, acariciando y
luego agarrando con fuerza. Colocó a Kelly delante de él, y luego deslizó
las manos bajo los hombros de Kelly para mantenerlo cerca.

Giró la cara contra Kelly, sus mejillas frotándose, sus labios rozando
el oído de Kelly. —Dilo otra vez. —Kelly gimió mientras trataba de alejarse,
trataba de acercarse, trataba de hacer que Nick lo follara más duro,
trataba de hacer que terminara. Sus manos extendidas contra la espalda
de Nick, las crestas levantadas de cicatrices bajo sus palmas, el patrón
irregular de un tatuaje alterando demasiado profundo la suave piel bajo
las palmas de Kelly. Él tembló bajo el toque de Kelly.

—Por favor. —Kelly gritó. Nick rodó sus caderas deliberadamente, la


cabeza hinchada de su miembro masajeando la próstata de Kelly.

Él presionó sus labios en los de Kelly, la punta de sus narices


descansando juntas. —Te amo. —Jadeó, nunca abandonando el ritmo de
SIDEWINDER
Abigail Roux

191

sus embestidas, negándose a conceder a Kelly un momento de respiro


cuando sus palabras y caricias se volvieron tiernas.

—Nick. —El nombre también podría haber sido una oración en los
labios de Kelly. —Oh Dios, por favor. Te amo. Te amo. ¡Por favor!

Nick lo besó para silenciarlo, y momentos después Kelly estaba


corriéndose, luchando para moverse cuando Nick se cerró sobre él,
aferrándose a Nick y suplicando, gritando su nombre una y otra vez hasta
que su voz era aún más abusada que su cuerpo.

Parecía no tener fin, hasta que Kelly estaba viendo estrellas, hasta
que no pudo respirar otra cosa que el olor del cuerpo de Nick, hasta que
los gemidos de Nick de su nombre llenaron sus oídos, hasta que Nick era
todo lo que sabía.

El cuerpo de Kelly estaba todavía en llamas, el profundo dolor se


había calmado cuando Nick se retiró cuidadosamente. Ambos gimieron,
respiraciones volviéndose escasas, el nombre del otro mezclándose entre
ellos cuando Nick salió de Kelly y llevó a Kelly con él.

Se miraron en la oscuridad, la pierna de Kelly apoyada en la cadera


de Nick, ninguno de ellos capaz de hablar todavía. Después de unos
tortuosos segundos de silencio, Nick se apartó de él, su cuerpo tenso
debajo de la pierna de Kelly. Entonces la luz en el lado de la cama de Nick
se encendió, quemando justo a través de las retinas de Kelly.
SIDEWINDER
Abigail Roux

192

—Oh, bastardo. —Kelly murmuró, tratando de protegerse los ojos y


girando la cabeza lejos de la miserable luz de la bombilla de cuarenta
vatios en esa estúpida lámpara de mierda.

—Lo siento. —Nick murmuró cuando rodó de nuevo hacia Kelly.


Estaba buscando la cara de Kelly, y empujó la mandíbula de Kelly,
haciéndolo inclinar la cabeza hacia arriba.

Sus dedos gentiles en el cuello y la barbilla de Kelly, pero Kelly tenía


el ceño fruncido mientras miraba a los ojos de Nick. No eran brillantes,
luminosamente verdes como los había imaginado.

—¿Qué estás haciendo? —Kelly preguntó, manteniendo su voz en


un susurro porque hablar más alto se sentía incorrecto.

—Tienes sangre encima de ti. —Nick le dijo, arrancando los ojos del
cuello de Kelly para mirarlo a los ojos. —Te he cortado.

Kelly asintió y alargó la mano para presionar tres dedos en la


palpitante zona que pensaba que era la fuente de la sangre.

—¿Por qué no dijiste nada?

Kelly frunció los labios y negó con la cabeza, mirando hacia abajo a
la sangre en sus dedos y luego de vuelta a Nick. —No es nada. He
sangrado más que esto al afeitarme cuando el agua está agitada.
SIDEWINDER
Abigail Roux

193

Nick no parecía muy convencido. Sus ojos se desviaron de nuevo al


corte.

—Nick. Sólo lo has frotado por todas partes con tu mano, no es


realmente malo. —Kelly tomó la mano de Nick y la giró para mostrarle.

Se dio cuenta de su error demasiado tarde cuando vio el color


drenándose del rostro ya ceniciento de Nick.

—Cariño. —Kelly susurró con cuidado.

Nick apartó la atención de su mano ensangrentada y se encontró


con los ojos de Kelly. Se humedeció los labios y asintió bruscamente. —
Voy a buscar un paño para limpiar. —Dijo con voz ronca, y comenzó a
rodar lejos.

Kelly lo agarró, clavando sus dedos en el duro tríceps de Nick para


detenerlo. —Lo entiendo. Cariño. Nick. Está bien. Sucedió, luchaste un
poco y yo estoy bien. Por favor, quédate conmigo. No huyas.

—Yo no…

—Sí. —Kelly siseó. Cerró los ojos en un intento de calma. —Lo


estabas.

Su estómago se desplomó cuando permanecieron donde estaban,


envueltos juntos, todavía jadeantes y sudorosos, semen todavía viscoso
entre ellos. Se deslizó un poco más cerca, colocando su mano en la mejilla
SIDEWINDER
Abigail Roux

194

de Nick. Le dio un beso en la punta de la nariz, ganando un pequeño


resoplido divertido de su estoico novio.

—¿Qué fue todo eso? —Kelly finalmente susurró, moviendo sus


labios contra los de Nick.

Los ojos de Nick se cerraron, y un rubor comenzó a extenderse alto


en sus mejillas. Sus dedos se clavaron en la caja torácica de Kelly. —Yo
estaba… perdido.

Kelly asintió. —Entiendo.

—Pero entonces estabas debajo de mí. —Nick continuó en forma


precipitada. —Y tenía que darme prisa en caso de que en realidad fuera
un sueño, y me despertara en la arena antes de poder tenerte.

Kelly se dio cuenta que estaba conteniendo la respiración, con la


boca entreabierta y sus ojos fuertemente cerrados. Cuando Nick se movió
en sus brazos y presionó sus labios juntos, Kelly deslizó un brazo bajo la
cabeza de Nick para poder sostenerlo mejor. Lo envolvió en un abrazo,
besándolo suavemente una y otra vez cuando Nick agarró su muslo y
envolvió la pierna de Kelly sobre su cadera. Sostuvo a Kelly como si
todavía estuviera soñando, temeroso de soltarlo.

—Nicko. —Kelly finalmente susurró. Nick apretó más fuerte,


empujando su rostro contra el pecho de Kelly. Kelly habló sobre su rebelde
pelo castaño. —Tienes razón, cariño. Eli está hablándonos. A ti.
SIDEWINDER
Abigail Roux

195

La respiración de Nick era caliente contra la piel de Kelly.

—Creo… Creo que necesitas escucharlo.

Nick se apartó para mirarlo a los ojos, su respiración agitada.

—Tenías razón. —Kelly susurró, pasando la mano por el pelo de


Nick. —Tienes que hacerlo.

—Aquí Grady. —Ty Grady respondió a la tercera llamada. A pesar de


que se suponía que debía estar retirado del FBI y haciendo trabajos de
cupcake para la CIA, Ty todavía no se había sacudido el hábito de
contestar el teléfono como si alguien estuviera llamando para decirle
acerca de un asesinato.

—Hey, Tyler. —Nick dijo con una sonrisa, tratando de cubrir sus
nervios cerrando sus ojos mientras hablaba. —¿Cómo te va?

—¿Irlandés? ¿Estás bien?

—Sí estoy bien. Todo está bien. Sin pánico.

—¡Sin pánico es lo que la gente dice cuando están entrando en


pánico!
SIDEWINDER
Abigail Roux

196

—¡No voy a entrar en pánico! —Nick insistió. —Nadie está en


pánico.

—¡Bueno ahora yo lo estoy!

Nick tuvo que reír, y Ty resopló. Nick se quedó en silencio durante


unos segundos, sólo escuchando las respiraciones suaves de su mejor
amigo en el teléfono. ¡Qué decían los dos últimos años de sus vidas que
una llamada telefónica de un amigo de inmediato causó preocupación?
Eso era algo que ambos acordaron trabajar cuando Ty visitó Boston el mes
pasado.

—Necesito llamar más a menudo, ¿eh? —Nick preguntó, sin dejar


de sonreír.

—¿O qué tal conseguir tu culo en un avión y venir a verme de


nuevo, eh? Tengo una sorpresa.

—Sí, Zane me envió un mensaje sobre tus gatitos, amigo.

—¡Ese idiota! ¡Le dije que no te dijera hasta que regresas aquí!

—Me pidió que los robara y lo hiciera parecer como un trabajo de


rescate.

—Wow. Amigo. Wow. —Ty murmuró y golpeó durante unos pocos


segundos mientras Nick escuchaba con una gentil sonrisa.
SIDEWINDER
Abigail Roux

197

—Envíame imágenes, entonces. —Nick finalmente gruñó.

—Tendré que encontrarlos primero; les estoy enseñando técnicas


de evasión y… son realmente buenos en eso.

—¿Estás poniendo a tus gatitos a través del entrenamiento SERE?


—Nick preguntó rotundamente.

—Sí, ¿quieres ayudarme?

—Algo así. —Nick admitió con una sonrisa.

—Irlandés. Vamos, hombre, me estás matando aquí. Por favor, dime


que estás llamando para invitarme a volver a Boston.

Nick cerró los ojos de nuevo, sonriendo a pesar de la abrumadora


sensación de que seguía siendo un amigo de mierda. El viaje de Ty a
Boston en abril había sido la primera vez en años que se había sentido
como los viejos tiempos juntos. Se alegró de saber que no era el único
esperando por una segunda ronda. —Sí. —Dijo finalmente. —Sí, lo hago.
Pero te necesito a ti y tal vez a Garrett para hacerme un favor antes de
venir.

—Un favor. —Ty repitió. Su voz se volvió plana, y sin el beneficio de


sus expresiones faciales, era imposible medir el estado de ánimo de Ty.
— ¿Tienes que pedirlo, hombre? Cualquier cosa.
SIDEWINDER
Abigail Roux

198

Nick se humedeció los labios, tratando de nuevo el presionar hacia


abajo el burbujeo de nervios dirigiéndose hacia su pecho.

La había jodido regiamente con Ty. Ty lo había perdonado por todo


lo que hizo, capaz de ver más allá de las acciones y en el alma de Nick
como siempre. Nick casi había dado su vida por Ty, pero todavía sentía el
peso de la penitencia en sus hombros. Ahora, estas cartas de Eli podrían
darle una oportunidad de levantar el resto de ese peso, y haría cualquier
cosa por esa oportunidad. Literalmente cualquier cosa.

—¿Nick?

—Necesito que me encuentres en Washington DC en una semana.

—¿Qué? ¿Por qué?

Nick cerró los ojos nuevamente y suspiró tembloroso. —No puedo


decirte.

Ty se quedó en silencio, y por un momento Nick pensó que lo había


perdido. —Prométeme que no estás en problemas. —Ty finalmente
exigió.

Nick resopló y sacudió la cabeza. —Lo prometo.

—Bien. ¿A dónde voy, nos encontramos en el aeropuerto?

—No. Necesito que nos encontremos en la tumba de Eli.


SIDEWINDER
Abigail Roux

199

Ty se quedó en silencio de nuevo, y todo el cuerpo de Nick se


desplomó con los nervios mientras esperaba que Ty hablara de nuevo.

—Estaré allí. —Ty finalmente dijo. —No sé si Zane puede ir, pero yo
estaré allí.

—Gracias. —Nick dijo con alivio. —Nos vemos luego, hermano.

—Sí. —Ty parecía tan nervioso como se sentía Nick. —Hey —agregó
antes de que Nick pudiera decir adiós. —Todavía quieres decir eso,
¿verdad? ¿Hermano?

Nick tragó saliva, notando que estaba asintiendo vigorosamente


mientras sujetaba su teléfono. —Con todo lo que soy.

—Bueno. —Ty susurró. —Te veré en una semana.

Ty terminó la llamada sin más charla, y el corazón de Nick estaba


corriendo cuando dejó el teléfono. Se sentó en la cubierta, mirando el
teléfono.

—¿Estás bien? —Kelly le preguntó cuando subió los escalones.

Nick giró para mirarlo a los ojos, haciendo una mueca. —Sí. Ty está a
bordo.

—¿En serio? Eso fue rápido.


SIDEWINDER
Abigail Roux

200

—Al menos podrías fingir tener un poco de fe en mis habilidades.


—Nick dijo, dejándose caer de nuevo en el asiento y tirando su brazo
sobre los ojos un poco demasiado dramático.

Hizo a Kelly resoplar, sin embargo, y se acercó y se sentó,


deslizándose a sí mismo bajo Nick para que la cabeza de Nick estuviera en
su regazo, acariciando el vientre de Nick cuando se acomodó. —No
descanses aún, cariño. Uno abajo. Dos por conseguir.

Nick gimió y levantó su teléfono otra vez, golpeando el siguiente


número en su marcación rápida. Miró a Kelly, estudiándolo desde abajo
cuando sonó el teléfono. —Dios, eres hermoso. —Susurró.

Kelly le dio un guiño, sonriendo.

—Owen Johns. —Owen respondió. Parecía como si estuviera


sosteniendo el teléfono entre la mejilla y el hombro. Si Nick conocía a
Owen, y lo hacía, probablemente estaba arreglando su corbata de seda
frente a un espejo.

Nick se sentó así Kelly no podría distraerlo. —Soy O'Flaherty, amigo,


¿ocupado?

—¿Irlandés? —Owen preguntó con una interrogante en su voz. —


No, estoy preparándome para una reunión, ¿qué pasa?
SIDEWINDER
Abigail Roux

201

Nick le dio a eso una pequeña sonrisa. Owen estaba siempre listo
para acudir al rescate. Infierno, eso es lo que Sidewinder hacía. —Necesito
que hagas algo por mí. Sin hacer preguntas.

—Sabes que lo haré si es posible. —Owen prometió. —¿Qué es?


¿Estás bien?

—Estoy bien. Nadie está en peligro, no es de vida o muerte, lo


prometo. Promesa. Pero estaré en DC en una semana y te quiero allí.

—DC. ¿Estamos hablando de Washington?

—Ese es.

—¿Cuánto tiempo me necesitas allí?

—Una semana. Más si quieres hacer turismo después.

Owen inhaló ruidosamente. —¿Después de qué?

—No puedo decirte, amigo.

Owen rió con amargura. Sí, probablemente conocía esa historia.


Segundo verso, igual al primero. —¿Necesito un arma?

—No. —Nick dijo, tratando de intercalar un poco más de alegría en


su tono. —Sólo tienes que traerte a ti mismo. Infierno, trae a tu chica si
quieres, vamos todos a conocerla. No tengo ninguna duda que Ty se
SIDEWINDER
Abigail Roux

202

mostrará con sus gatitos. Si no puede hacerlo, esperaremos hasta que


pueda.

—¿Quién somos nosotros? ¿Además de Six y sus gatitos?

—Kelly y yo. Ty y tal vez Zane. Estoy a punto de llamar a D y pedirle


también.

Owen estuvo en silencio durante tanto tiempo que Nick tuvo que
comprobar que la llamada aún seguía. Owen trabajaba para Caliburn
Technologies, una poderosa empresa de seguridad con sede en San Diego;
viajando por todo el mundo, y si sus trajes no se adaptaban a la suma de
mil dólares o más, él perdía el día. Tenía acceso a todo tipo de recursos,
pero lo único que Nick estaba pidiendo era a él. Probablemente arrojó a
Owen fuera mientras trataba de averiguar qué demonios estaba pasando.

—Esto no es otra boda sorpresa, ¿verdad? —Owen preguntó


finalmente.

Las palabras golpearon a Nick inesperadamente y se estremeció,


lanzando una mirada subrepticia a través de la borda, donde Kelly estaba
abriendo una botella de cerveza en el borde de una mesa. No estaban
exactamente en la etapa de casarse en este momento, a pesar de lo
desesperadamente que Nick quería pasar el resto de su vida con Kelly.
Mantuvo demasiados secretos, dañó a mucha gente. Dañó a Kelly. Tenía
SIDEWINDER
Abigail Roux

203

mucho que hacer antes de poder pedirle a Kelly matrimonio de nuevo.


Sacudió la cabeza. —No.

—¿Estás bien, hermano? —Preguntó en voz baja Owen.

—Lo prometo. —Nick le dijo de nuevo, tristeza y una sonrisa en


guerra en su voz. —¿Puedes hacerlo?

—Sí. Sí, estaré allí. ¿Por dónde nos encontraremos?

Nick aspiró ruidosamente. —Aquí está la cosa.

—¡Yo! —Digger gritó cuando finalmente puso su teléfono en su


oído.

—Yo, tú mismo. —Nick dijo, sonriendo a pesar de que él aún estaba


recuperándose de las dos primeras llamadas. —Apaga tu motor, amigo,
necesito hablar contigo.

—¡Rico! —Digger exclamó. —Largo tiempo, hermano. ¿Qué pasa?

Nick resopló. Digger y Nick mantuvieron el ritmo, hablando al


menos una vez a la semana. Y mientras Digger parecía contento en su
pantano, había un atisbo de algo faltando en su voz desde Miami al que
SIDEWINDER
Abigail Roux

204

Nick casi había renunciado. Fue bueno detectar ese poquito de alegría
sádica en su risa otra vez.

—¿Qué estás haciendo? —Nick preguntó receloso.

—No una maldita cosa.

—No importa. No pregunté. —Nick insistió cuando puso su mano


sobre los ojos.

—¿Por qué, con quién has estado hablando?

—No me incrimines con los detalles.

—¡Entonces no hagas preguntas de las que no quieras respuestas!

—¡Tienes razón, lo siento!

Nick podía oír la risa de Digger.

—¿Todavía estás confinado a los Estados Unidos? —Nick preguntó.

—No, estoy limpio para vagar. ¿Por qué?

—¿Quieres ir a la aventura?

—Oh sí, bebé, ¿a dónde vamos? —Digger exclamó. Nick podía decir
que él se había puesto en pie de un salto.

—Washington DC. Compra tus billetes para la próxima semana. Un


camino.
SIDEWINDER
Abigail Roux

205

—Estaré allí con las putas campanas encendidas, cariño. ¿Cuál es


nuestro objetivo?

Nick se rió de nuevo, esta vez más fuerte. —Sin objetivo. Sólo un
pequeño favor que estamos haciendo por un amigo.

—¿Sin objetivo? —Digger preguntó, y Nick imaginó sus hombros en


caída.

—Sin objetivo. —Nick insistió. —Sin armas. Sin equipo táctico. Sin
nada excepto tu fino culo en un avión.

—¿Qué amigo es este? —Digger preguntó con cautela. —Ustedes


chicos son los únicos amigos que tengo a los que aún seguiré haciendo
favores.

—Tú lo conoces. No lo has visto en mucho tiempo. —Nick


respondió, su voz adquirió una más solemne nota. —Confía en mí, no te
arrepentirás del viaje.

—Confío en ti. —Digger le aseguró. —De ahí es donde vino el


agujero de bala en mi nalga.

—Sí, pero aún consigues gente que la besa, así que no me


agradezcas.

—¡Cierto!
SIDEWINDER
Abigail Roux

206

Nick sonrió. —Te veo en una semana. Te recogeremos en el


aeropuerto.

—¡Nos vemos, hermano!

Kelly se sentó junto a Nick cuando terminó la llamada, y le entregó


una cerveza. Nick le dio una sonrisa de agradecimiento y apoyó el brazo
en el respaldo del sofá para que Kelly se apoyara.

—Lo has hecho más fácil de lo que pensé que lo harías. —Kelly le
dijo.

Nick asintió. —Pensé que Johns sería el más difícil de vender, pero
apenas lo cuestionó.

Owen había sido el más difícil de convencer cuando Nick y Kelly


comenzaron una relación. Y cuando Ty salió ante el grupo años antes,
Owen había enfurecido en un ataque de rabia. Le había llevado meses
perdonar a Ty por mentirles. Nick sospechaba que era también un poco de
homofobia pasando allí, o al menos algo de confusión sobre ello. Por eso,
cuando Nick y Kelly comenzaron, evitaron a los otros hasta que estuvieron
seguros de que había algo permanente entre ellos. Cuando Owen lo
averiguó, trató todo lo posible por ser favorable y solidario, pero Owen no
era favorable y solidario mucho muy bien en un buen día.

Lo estaba haciendo lo mejor que podía, sin embargo, Nick tuvo que
darle eso. Era más de lo que mucha gente lo intentó. Sin embargo, era
SIDEWINDER
Abigail Roux

207

difícil para cualquier persona mantenerse en constante contacto con


Owen. No era una ausencia maliciosa o enojada. Era sólo un hombre que
estaba ocupado y olvidaba mantener el contacto.

Digger era un poco diferente. Todo lo que se necesitaba era


prometerle la oportunidad de mutilar algo o prenderle fuego, y él era tuyo
para el fin de semana.

—Todos pensamos que te perdimos, Nick. —Kelly dijo en voz baja,


sacando a Nick de su ensimismamiento. —Creo que harían cualquier cosa
que les pidieras justo ahora.

Nick tragó saliva, desgarrado sobre responder o simplemente…


continuar e ignorar el dolor en su pecho. —No podría decirle a D lo que
estaremos haciendo. —Dijo, decidiendo ignorar las palabras de Kelly. —Se
lo diré en el aeropuerto.

—Pensé que Ty te daría más problemas. —Kelly le dijo mientras se


ponía cómodo contra Nick. —Secretos y mentiras y toda esa mierda.

Nick tragó saliva, ruborizándose. Secretos y mentiras. Le dio a Kelly


un vistazo rápido, tratando de evaluar si se trataba de un comentario
intencionado o simplemente Kelly siendo directo como de costumbre. Sus
dedos se desviaron a la irregular cicatriz en su costado mientras tomaba
un sorbo de su cerveza.
SIDEWINDER
Abigail Roux

208

Cuando alzó la vista de nuevo, Kelly lo observaba, sentado de lado


en el asiento de al lado. —Nadie te culpa, ¿sabes?

—Yo lo hago. —Nick susurró.

—Casi te perdimos. Pero diablos, estoy empezando a sentir como


que lo hicimos de todos modos.

Nick se estremeció, cerrando los ojos.

La mano de Kelly se instaló en su rodilla, apretando suavemente.


—Te amamos. Todos nosotros. Tal vez Eli te está dando la oportunidad de
jodidamente recordarlo, ¿eh?

Nick jaló a Kelly más cerca, suspiró mientras miraba a la pila de


cartas sobre la mesa delante de ellos.

Habían leído el resto de la primera carta de Eli. Todos los sobres


estaban numerados, y no deberían abrirse hasta el momento apropiado.
Al final de la carta, Eli le informó a Nick que cuando tuviera a todos de pie
en el cementerio, debía abrir la carta número 1. Cada carta posterior les
diría qué hacer o dónde ir.

—¿Ni siquiera quieres darles un vistazo? —Kelly sonsacó.

—Realmente quiero hacerlo. —Nick dijo con una sonrisa. —Pero


tampoco quiero que Eli persiga mi culo irlandés, así que estoy siguiendo
las reglas y por lo tanto tú también.
SIDEWINDER
Abigail Roux

209

Kelly rió. —Suficientemente justo.

Nick lo acercó y lo besó en la mejilla. Kelly seguía sonriendo cuando


giró la cabeza y encontró los labios de Nick con los suyos propios. Nick no
estaba seguro de por qué o cómo se las había arreglado para conseguir
este tipo de amor y lealtad, pero se aseguraría de hacer todo lo posible
para corresponderlo.

Deslizó su mano en la mejilla de Kelly, deslizándose hacia abajo para


agarrar el costado de su cuello y sujetarlo allí mientras se besaban. Kelly
se movió para poder estirarse y poner la botella de cerveza sobre la mesa,
luego agarró el hombro de Nick y se apoyó en él para montar el regazo de
Nick.

Nick gimió cuando Kelly se apoyó en sus hombros y lo besó de


nuevo.

—Ni siquiera un día en tu misión y ya has sido atrapado por un


señuelo. —Kelly bromeó entre besos.

—Si tú eres un señuelo, entonces esto es un infierno de una gran


estafa. —Nick dijo, y luego se acercó y deslizó las manos en los bolsillos
traseros de Kelly. —Bravo.

—Entonces… Creo que tenemos que empacar. —Kelly finalmente


dijo. Todavía arrastrando besos a lo largo del cuello de Nick, y sus palabras
cosquilleando en la tierna piel de allí.
SIDEWINDER
Abigail Roux

210

—No nos precipitemos, ahora. —Nick murmuró, sosteniendo a Kelly


apretado e inclinando la cabeza hacia un lado para darle más espacio a
Kelly.

Kelly se rió de él, besándolo una última vez antes de levantarse.


—Sin distracciones. Tenemos trabajo que hacer.

Nick asintió y tomó una respiración profunda. Sus ojos se desviaron


a la delgada línea justo por debajo de la curva de la mandíbula de Kelly. Ya
estaba sanando porque el cuchillo que Nick había utilizado había sido tan
agudo. Era más bien un corte de papel que cualquier cosa, pero mirarla
provocaba que el estómago de Nick se hundiera y su garganta se anudara.
Tomó una respiración inestable, con los ojos fijos mientras deslizaba su
pulgar debajo del corte.

—Cariño. —Kelly dijo suavemente. La diversión había desaparecido


de su voz, la risa decolorándose junto con la luz de sus ojos. Tomó la mano
de Nick en la suya y la bajó. —Hey. Para.

—Lo siento. —Nick murmuró cuando se forzó a mirar a los ojos de


Kelly. —Ni siquiera sé de dónde saqué el cuchillo.

—Nick. —Kelly gruñó, con los hombros caídos. Inclinó la cabeza


hacia atrás, mirando por encima de Nick a la bahía. Nick tuvo que apartar
la mirada de él. Odiaba la expresión de los ojos de Kelly, la que traicionaba
su frustración e impaciencia.
SIDEWINDER
Abigail Roux

211

Nick sabía que su mente estaba jodida. Estaba tratando, tratando


desesperadamente, para ponerse de nuevo en marcha. Su mayor temor
justo ahora, aparte de tener que preocuparse de que degollaría a Kelly en
medio de un sueño, era que Kelly se hartaría de él de nuevo y no se
quedaría el tiempo suficiente para que Nick pudiera ser capaz de
recomponerse.

—Lo siento.

—Deja de decir eso. Deja de disculparte. Jesús, sé un idiota engreído


por un día.

—Bien. —Nick susurró.

Kelly le palmeó la mejilla, todavía pareciendo molesto.

Nick palmeó el asiento de al lado, recogiendo la última página de la


carta de Eli. Se aclaró la garganta, levantando la vista hacia Kelly de nuevo
con cuidado.

Kelly apoyó su peso en los muslos de Nick y levantó una ceja a la


página. —¿Qué?

—Él nos dio una lista para empacar. —Nick le dijo.

—¿En serio? —Sonrió en respuesta, y Nick se sorprendió por la


forma en que el simple gesto podía iluminar los ojos de Kelly, haciendo
SIDEWINDER
Abigail Roux

212

que el gris y azul giraran juntos cuando el sol los iluminaba. —¿Qué hay en
ella?

Nick le entregó la página. —La enviaré por correo electrónico a cada


uno de los chicos con la información. Dejarlos entrar en pánico un poco
más del porque todos necesitamos equipo de escalada, un pequeño
sombrero de duende, y una cámara de vídeo en el mismo viaje.

—Pequeño sombrero de duende. —Kelly repitió. Tomó la lista y la


revisó, sus ojos cada vez más amplios. —¿Dónde diablos se supone que
vamos a conseguir uno de esos?

Nick se mordió el labio, tratando de no sonreír. —Tengo un montón


en una caja de abajo.

—¿En serio?

—Sí, los recogí cada año después de desfile de St. Paddy.

Kelly soltó una risa, colocando la carta a un lado para poner ambas
manos en los hombros de Nick de nuevo. —¿Por qué?

—Por… razones.

Kelly aún estaba riendo cuando besó a Nick de nuevo.


SIDEWINDER
Abigail Roux

213

Capítulo 7

Ty y Zane fueron los últimos en unirse al grupo esperando en el


cementerio de Arlington. Zane no tenía idea de lo que estaba pasando,
por qué les habían pedido dejar todo para venir a DC, o lo que había
impulsado a Ty a ir a una tienda de fiestas anoche y comprar dos
diminutos sombreros de duende antes del viaje. Él no había hecho
preguntas, sin embargo, incluso cuando Ty había lanzado su bolsa de lona,
los sombreros de duende, los gatitos, y a Zane en el Mustang de esa
mañana para hacer el viaje. Había aprendido hacía años que hacer
preguntas cuando se trataba de los Sidewinder era un ejercicio inútil.

Él no debería haberse sorprendido de encontrar a todo el equipo allí


esperando por ellos, pero lo estuvo de todos modos. Cualquier ayuda que
Nick necesitaba en Washington requería a todos, y la última vez que
estuvieron todos juntos, habían destruido un cartel de Colombia en
Miami.

Era una especie de gran cosa.


SIDEWINDER
Abigail Roux

214

—Oh Dios, vamos a morir. —Zane murmuró cuando Ty y él se


acercaron a los otros.

Ty caminó directamente a Nick y echó los brazos alrededor del


cuello de Nick. Nick tropezó con el peso, sus ojos se abrieron en shock.
Luego regresó el abrazo de oso fervientemente, a pesar de que ambos se
habían visto hace apenas unas semanas. Hizo a Zane sonreír verlos felices.
Casi se preguntó cómo serían ahora que habían redescubierto lo mucho
que significaban el uno para el otro.

Ty les dio a los otros chicos un entusiasta abrazo, y Zane lo siguió,


estrechando las manos de todos.

Owen lo apretó con fuerza y le dio una palmada en el brazo.


—Garrett. Es bueno verte de nuevo. —Dijo, y parecía sincero. Fue un
cambio real a partir de las primeras veces que se habían saludado con
nada más que un frío asentimiento de cabeza.

Digger era su habitual exuberancia, y dio una ronda de poderosos


abrazos por todos lados, levantando a Ty del suelo y bajándolo de nuevo.
Hizo lo mismo con Zane, muy a pesar de Zane. Kelly era todo sonrisas,
como de costumbre. Kelly siempre estaba sonriendo. Incluso cuando tuvo
lágrimas corriendo por su rostro al mirar a su equipo regresar al
despliegue sin él, había sonreído. Zane se demoró en su saludo, abrazando
a Kelly sólo un poco más fuerte que los demás. —Es bueno verte de
nuevo, Doc.
SIDEWINDER
Abigail Roux

215

—A ti también, Garrett. Me alegro que hayas podido venir. Nick está


súper emocionado por hablar contigo acerca de algo que encontró.

—¿Sí? —Zane preguntó, sonriendo.

—Sí, no lo sé, él comenzó con zombis y conspiraciones y yo


verificando. Hablará contigo acerca de eso.

Zane resopló. —No puedo esperar.

—Está bien, estamos todos aquí ahora. —Owen dijo una vez que los
saludos terminaron. —¿Qué diablos está pasando?

Nick asintió, sin decir nada mientras ponía sus cosas en el suelo y se
arrodillaba frente a la tumba de Elías Sánchez para hurgar en su mochila.
Zane hizo una mueca al ver la expresión en el rostro de Nick. Su rodilla no
estaba, obviamente, en cualquier tipo de forma para que él se arrodillara.
Kelly tuvo que tomar su codo para ayudarlo a levantarse, y él estaba
notablemente adolorido a causa del esfuerzo. Todos, incluyendo a Zane, lo
ignoraron cuidadosamente.

Se enfocó en las flores frescas y un par de baratijas en la tumba de


Sánchez en su lugar. Esta no era la primera vez que él había estado aquí;
Ty hacía el viaje cada año. Se sintió mal repentinamente porque no habían
traído algo esta vez. Incluso cuando estaba pensando en ello, Ty pasó
junto a él y se arrodilló para colocar algo en el suelo al lado de las flores.
SIDEWINDER
Abigail Roux

216

Zane se esforzó por ver sobre su hombro, y se dio cuenta que era un
emblema del Bronco lo que Ty estaba empujando en la hierba.

Zane tuvo que sonreír cariñosamente cuando Ty se puso de pie y lo


miró a los ojos. Ty le dio una sonrisa melancólica, y los dos giraron su
atención a Nick.

Nick tenía un sobre en una mano y varias hojas de papel dobladas


en la otra. Levantó los papeles, pareciendo endurecerse a sí mismo antes
de tratar de hablar. —Después del funeral de Eli, su madre me dio una
caja de sus cosas.

Zane echó un vistazo a los otros, que estaban quietos y en silencio.


Zane nunca había conocido a Elías Sánchez. Él había sido asesinado en las
semanas previas a que Zane y Ty se hubieran asociado. Habían trabajado
el caso, cazando al asesino en serie que tomó la vida de Eli. Zane nunca se
había dado cuenta plenamente de lo importante que Eli fue para Ty y el
resto del Sidewinder hasta mucho más tarde, sin embargo. Los había visto
llorar por el hombre, y estos Marines no eran del tipo de soltar lágrimas.

Nick trabajó su mandíbula, tomando un momento antes de


continuar. —No podía pasar por ella. Tenía miedo, así que la dejé en mi
barco durante todo este tiempo.

Miró a Kelly, quien le dio una sonrisa tranquilizadora y un


sentimiento.
SIDEWINDER
Abigail Roux

217

—Durante mi recuperación he estado atascado en el Fiddler.


Mucho. Finalmente conseguí el valor suficiente para pasar por la caja de
Eli, y mientras estaba buscando ese viejo títere suyo, encontré este
paquete de cartas en su lugar. Esta fue la primera. Es um… es un poco
difícil de leer, pero si quieren verla… él explica esto mejor de lo yo que
puedo.

Owen inmediatamente tendió la mano para ello. Nick se la dio,


lamiéndose los labios en una rara muestra de nervios.

Owen comenzó a leer en voz alta, pero después de un par de frases


consiguió un nudo en la garganta y tuvo que parar. Leyó el resto para sí
mismo, sus ojos llenos para el momento en que llegó a la segunda página.
Terminó con una risa acuosa y se la entregó a Ty. Luego se secó los ojos y
dio un paso más cerca de Nick, dándole un abrazo sin palabras. Nick apoyó
la barbilla en el hombro de Owen, agarrándolo con fuerza y
murmurándole algo que Zane no pudo escuchar.

Zane observó con fascinación morbosa por unos segundos, sin habla
por la cantidad de emoción siendo exhibida abiertamente por dos
hombres que eran notablemente buenos en ocultar estas cosas. Entonces
él y Digger leyeron la carta sobre los hombros de Ty. Cuando terminó,
comprendió la urgencia de la llamada de Nick a las armas, y comprendió
las lágrimas y la tristeza y la necesidad de encontrarse en la tumba de Eli.
Incluso comprendió los minúsculos sombreros de duende.
SIDEWINDER
Abigail Roux

218

—Eli sabía que tú nos traerías aquí. —Ty dijo a Nick, sonriendo
tristemente. Nick le devolvió la sonrisa con una débil. —Ahora entiendo
por qué no me dejaste leer esto cuando fuimos a través de su caja.

—Lo siento. —Nick dijo con una mueca de dolor.

—No, irlandés, está bien. Hiciste lo que él te dijo que hicieras.

—Entonces, ¿qué hacemos ahora? —Digger preguntó con voz


temblorosa.

—Una vez que estemos todos juntos, abrimos la siguiente carta.


—Nick echó un vistazo a todos, su apuesto rostro quizá tan solemne como
Zane nunca vio. —¿Todos dentro?

—Ez nos está hablando, hombre. —Digger dijo. —Estoy escuchando.

—Yo también. —Owen y Ty dijeron.

—Pero antes de leer la carta —Kelly dijo, y revolvió en la bolsa de


Nick por un segundo antes de sacar un andrajoso mono de calcetín
naranja y verde. Lo levantó. —Seymour necesita ver más.

Después de un momento de silencio, Digger se golpeó la frente con


la palma de la mano. —¡Maldición!

—Sí, me llevó diez años, también. —Kelly murmuró.


SIDEWINDER
Abigail Roux

219

Zane observó con una sonrisa confusa como Ty y Kelly acomodaban


el mono del calcetín para que se sentara solo en la lápida de Eli.

Nick se acercó a él, dándole una sonrisa conocedora y una


inclinación de cabeza. —Gracias por traer a Six al juego, Garrett.

Zane negó con la cabeza. —Una vez que veas lo que tiene en ese
Mustang, es posible que cambies tu tono. —Nick resopló.

—¿Qué están haciendo? —Zane preguntó señalando con un


movimiento de su cabeza hacia el mono de calcetín.

—Es de Eli. —La voz de Nick era distante y sombría. —Ha sido
fotografiado en monumentos y lugares especiales en todo el mundo. Y
esto… —Nick miró a su alrededor del cementerio de Arlington y luchó para
tragar. Sus ojos estaban de vuelta en la lápida de Eli cuando Kelly tomó
una foto de Seymour con su teléfono. —No es mucho más especial que
esto.

Habrá algunas reglas para este viaje. Seguirán estas reglas. No me


hagan Swayze4 la mierda fuera de ustedes.

1. Nada de sexo. Sin conectar. Esto es sobre nosotros, y no puedo


tenerlos distraídos. Pueden salir y soltar algo de vapor, pero no es para

4
Se deriva del actor Patrick Swayze protagonista de la película conocida en castellano como Ghost, la
sombra del amor; Ghost más allá del amor o Ghost, el fantasma del amor.
SIDEWINDER
Abigail Roux

220

perseguir la cola. Esta regla es inflexible. No me importa si están casados


con ocho niños. No me importa si están casados entre sí. No. Sexo. Alto
completo.

2. Nadie abandona la misión. Sé que tienes una vida a la cual


regresar, por lo que si tienes que irte por trabajo o por una emergencia, lo
haces. Pero todos van contigo. Cuando esté hecho, regresan a la carretera
donde lo dejaron. No me importa una mierda.

3. Golpearán algunos casinos en su ruta. A nadie se le permite tocar


los dados, excepto a Digger y O'Flaherty. El resto de ustedes son mala
suerte.

4. Regresaré a esto y añadiré la regla número cuatro, pensé que


estaba arriba cuando fui a dormir y olvidé cual es la cuatro, pero es muy
importante.

5. Por último, no importa lo mucho que odien esto, no importa lo


molesto que es, no importa la enorme cantidad de dolor que tienen,
recuerden la Regla Cinco. EZ los ama.

Ahora que están todos juntos, necesitarán conseguir la gran tarjeta


de crédito negra de Johns. Ir a comprar algunos billetes de avión a Denver,
Colorado. Cuando aterricen, quiero que vayan al reclamo de equipaje,
miren fijamente al pequeño demonio en la maleta que siempre hace
SIDEWINDER
Abigail Roux

221

incomodar a Nick. Háganlo el tiempo suficiente para que él comience a


maldecir, porque esa mierda es divertida. Después renten un auto.

Van a necesitar el auto durante 14 días. Díganles que lo dejarán en


Las Vegas, NV.

Y consigan un montón de seguros para el auto.

Una vez que estén en la agencia de alquiler esperando, pueden abrir


la siguiente carta.

Kelly acomodó su bolsa bajo el asiento frente a él y buscó alrededor


por el cinturón de seguridad. Sus nudillos rozaron la cadera de Nick y Nick
lo miró de reojo, sonriendo.

—Lo siento. —Kelly ofreció, tratando de sonar lo más sincero que


pudo. Empujó su hombro con el de Nick, empujando a los dos.
—Podríamos unirnos al Club de las Alturas5 en este vuelo, ya sabes.

—Soy un miembro de buena reputación. —Nick dijo con ligereza


cuando regresó a la página del libro que estaba leyendo en su iPad. —Y es
contra las reglas.

5
El Mile High Club, sus miembros son aquellos que señalan haber tenido sexo en un avión cuando esté
se encuentra a por lo menos a una milla de altitud (1600 metros o su equivalente 5280 pies)
SIDEWINDER
Abigail Roux

222

Kelly sopló y se abrochó el cinturón de seguridad. —¿Eli sabía que


eres bi?

Nick levantó la vista rápidamente, con una ceja levantada. Miró de


soslayo a Kelly cuidadosamente. Kelly escuchó movimiento detrás de ellos,
y casi a la par, tanto Owen como Digger apoyaron los codos en la parte
posterior del asiento y miraron por encima para unirse a la conversación.
Kelly y Nick estiraron el cuello para mirarlos, y Nick rodó sus ojos cuando
se dio la vuelta.

—En su carta para ti, él dijo que estabas probablemente afuera


flirteando con el enfermero. —Kelly dijo a Nick. —¿Él lo sabía?

—Sí. —Nick dijo, mirando devotamente en su libro.

—¿Le dijiste? —Owen preguntó. Tenía los brazos cruzados sobre el


asiento de atrás, con la barbilla apoyada en su muñeca. —¿Cuánto tiempo
lo supo?

Nick sacudió la cabeza y apagó su iPad, metiéndolo en el asiento


trasero. —Me encontró una noche en Wilmington, cuando todos todavía
estábamos estacionados en Lejeune. Me vio con un chico con el que yo
era… del tipo de serio.

Kelly se giró en su asiento para ver mejor la cara de Nick. Miraba


con nostalgia el respaldo del asiento frente a él.
SIDEWINDER
Abigail Roux

223

—Él se acercó a mí en el club, dijo hola, se presentó al chico con el


que yo estaba. Nunca incluso jodidamente parpadeó. Como si fuera algo
que veía todos los días. —Nick negó con la cabeza, sonriendo. —Nunca
olvidaré lo putamente asustado que estuve. Y él sólo me dio un guiño y
me dijo que estaba bien. Siguió adelante como siempre.

—¿Por qué no nos lo dijiste al resto de nosotros? —Kelly preguntó,


su voz volviéndose más suave.

La sonrisa irónica de Nick apenas estaba allí, y luego desapareció de


nuevo. Se encontró con los ojos de Kelly, y luego volvió a mirar a Owen y
Digger. —Ya ni siquiera lo sé. —Dijo con voz llena de pesar.

Digger alcanzó el respaldo del asiento y le dio unas palmaditas en la


cabeza a Nick. Luego desapareció otra vez, y Kelly escuchó el chasquido de
su cinturón de seguridad. Owen se mantuvo, con la barbilla en el brazo,
mirando hacia abajo a Nick cuidadosamente.

—Todo a su debido tiempo, ¿verdad? —Owen dijo suavemente.

Nick le dio un ligero asentimiento y una sonrisa, y Owen le guiñó un


ojo antes de volver a sentarse. Kelly tomó el brazo de Nick, apretándolo.

—Estás bien. —Le susurró, y Nick se inclinó hacia él para robarle un


beso.
SIDEWINDER
Abigail Roux

224

Un segundo más tarde, alguien se arrodilló en el pasillo junto a Kelly


y le palmeó la rodilla, interrumpiendo el beso.

—Hey. —Kelly le gruñó a Ty, con el ceño fruncido por la confusión


mientras el hombre le sonreía.

—Cambia de lugar conmigo. —Ty pidió.

Kelly echó un vistazo a unas pocas filas atrás a la parte superior de la


cabeza de Zane y el asiento vacante de Ty junto a él. —¿Qué? ¿Por qué?

—Sólo para el despegue. Necesito hablar con el Irlandés.

Kelly y Nick se miraron, y Nick se encogió de hombros. Kelly rodó los


ojos y desabrochó su cinturón de seguridad, desplazándose más allá de Ty
en el estrecho espacio y dejándole tener su asiento. Se dirigió a la fila de
Zane y se sentó, refunfuñando mientras abrochaba el cinturón de
seguridad.

—¿Qué está haciendo? —Zane preguntó.

Zane suspiró pesadamente, hojeando una revista que parecía haber


sacado del bolsillo delantero. —No lo sé, él estaba bien y luego
simplemente saltó y se alejó corriendo.

—Huh.
SIDEWINDER
Abigail Roux

225

—Como vivir con un Chihuahua nervioso. —Zane murmuró. Hubo


un suave maullido proveniente del soporte de gato en sus pies que parecía
que estaba de acuerdo.

Kelly casi se ahoga tratando de no reírse. Se inclinó hacia un lado


para poder ver las pocas filas donde Nick y Ty estaban sentados, sus
cabezas inclinadas juntas. Ty rió y por las rendijas de los asientos, Kelly vio
a Nick cubrirse la cara con una mano.

Una lenta sonrisa se extendió por la cara de Kelly, y se puso


cómodo, con la cabeza apoyada en el asiento detrás de él. —Como en los
viejos tiempos.

Sólo le tomó a Nick diez segundos empezar a quejarse mientras


estaban debajo de la pequeña gárgola de piedra en el reclamo de equipaje
del aeropuerto de Denver. —¿Quién demonios pone una espeluznante
maleta en un aeropuerto, quieren que tenga miedo de mi equipaje? —Fue
la queja favorita de Zane. Se amontonaron en el servicio de transporte
que los llevaría a las agencias de alquiler, con Zane manejando la maleta
de Ty y la suya para que Ty pudiera sostener la caja de los gatitos y
mantenerlos calmados.
SIDEWINDER
Abigail Roux

226

Quince minutos después de salir del transporte, Zane todavía estaba


de pie en la fila de alquiler de autos, preguntándose cómo demonios se
mantenía metiéndose en estas situaciones y ponderando lo bueno y lo
malo de ser oficialmente adoptado por Sidewinder. Había estado halagado
al principio de ser aceptado por antiguos hermanos de armas de Ty, pero
ahora no estaba seguro de que fuera un gran desarrollo.

Sidewinder estaba apilado en la sala de espera, apiñados alrededor


de Kelly mientras leía la segunda carta de instrucciones de Eli. Zane los
miró por encima de su hombro, sonriendo a su pesar.

Seguro esperaba que Elías Sánchez supiera lo que estaba haciendo.

Ty levantó la vista cuando sintió los ojos de Zane en él, y él sonrió y


le guiñó un ojo. Zane tuvo que mirar hacia otro lado antes de que se
encontrara sonriendo de nuevo. Ty estaba sentado con el trasportín de
gato entre sus pies, arrullando a Jiminy y Cricket para mantenerlos
calmados. Zane había tratado de decirle que los dejaran en una perrera,
pero Ty había argumentado que eran todavía demasiado jóvenes,
demasiado salvajes, demasiado incómodos con extraños. Y tenía razón,
maldito sea. Así que necesitaban un vehículo lo suficientemente grande
para seis hombres, seis bolsas, dos gatitos, y un muy autoritario fantasma
escribe cartas.

Cuando Zane llegó al mostrador, pidió un Chevy Suburban.


SIDEWINDER
Abigail Roux

227

Nick se unió a él mientras estaba llenando la información del


alquiler.

—Ty me dijo que te enliste como el conductor principal. —Zane le


dijo sin levantar la vista.

—Bueno. —Nick gruñó cuando sacó su licencia. —No pongas a


Digger allí. O Kelly.

—Lo tengo. —Zane dijo con una sonrisa lenta, manteniendo su


atención en las formas.

—O Ty, para el caso. —Nick añadió, causando que Zane resoplara y


riera.

—Lo tengo. —Dijo arrastrando las palabras de nuevo, terminando el


formulario y devolviéndolo al agente. Se giró para mirar a Nick otra vez,
tomando una respiración profunda. —¿Cómo estás?

Nick levantó la mirada, los ojos muy abiertos, como si Zane lo


hubiera sorprendido con la pregunta. —Estoy bien.

—¿En serio?

Nick se lamió los labios lentamente, mirando por encima del


hombro a los demás. Parecía solemne cuando se volvió a Zane. —No…
aún.
SIDEWINDER
Abigail Roux

228

Zane realmente no sabía qué decir para una respuesta honesta, por
lo que se conformó con un movimiento de cabeza que dejó el silencio
entre ellos incómodo. Zane casi se alegró de la interrupción cuando Ty se
unió a ellos, la carta en la mano.

—¿Pusiste a Nick como conductor principal?

—Justo como me lo pediste. —Zane respondió con un exasperado


rodar de ojos.

—Eli dice que Nick tiene que conducir todos los días. Nadie más
puede hacerlo. —Ty le entregó a Nick la carta para que pudiera leyera.

Después de escanearla, Nick murmuró casi para sí mismo. —Él no


dice por qué.

—Estoy seguro que tiene sus razones. —Ty dijo con un descuidado
encogimiento de hombros. Observó cuidadosamente a Nick mientras él
hablaba, y esperó unos segundos antes de añadir —Nos está enviando a
Wyoming.

—¿Qué? —Zane preguntó rotundamente.

—¿Yellowstone? —Nick preguntó mientras guardaba su billetera en


sus vaqueros y devolvía la carta a Ty.

Ty asintió, sonriendo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

229

—Oh Dios.

—¿Qué hay de malo en Yellowstone? —Zane preguntó. —Siempre


quise ir ahí.

—Nada, es fantástico. Acampamos allí por algunos días, en esa


ocasión de este viaje por carretera que Eli tiene recordándonos. —Ty
explicó. —Fuimos acechados por una manada de adolescentes aburridos
de vacaciones con sus familias. Durante los tres días que estuvimos allí.

Zane resopló antes de poder detenerse, y trató de educar su


expresión a un simpático fruncimiento de ceño. —Apuesto a que ustedes
seis, hace diez u once años, eran bastante de un cebo hormonal. ¿Todos
tenían qué, de veintiséis a veintiocho?

Nick y Ty compartieron una mirada que Zane no pudo descifrar,


ambos sonriendo. Zane rodó los ojos. —Por favor, díganme que nunca
hubo ningún escarceo con menores de edad.

—Investigamos a todos. —Nick le aseguró con una mirada insultado.


—Asqueroso. —Agregó mientras se alejaba.

Ty lo vio regresar al grupo, luego se volvió a Zane con una amplia


sonrisa y apoyó el codo en el mostrador. —Me gustaría que lo conocieras
hace una década.

—¿Oh sí? ¿Por qué es eso?


SIDEWINDER
Abigail Roux

230

—Cree que le podrías haber agradado. —Ty dijo en un tono más


bajo, sus ojos volviéndose melancólicos.

Zane miró a Ty con un confuso ceño fruncido mientras tomaba una


pila de papeles del agente de mostrador. Nick y él no habían sido
exactamente amigos a primera vista, pero llegaron a un acuerdo y, de
hecho se habían vuelto bastante cercanos. —Me agrada Nick, cariño. Nos
llevamos bien.

Ty pareció triste mientras miraba a través de la sala de espera. —No


conoces a Nick como nosotros. —Esperó un momento, viendo como Nick y
Digger discutían sobre algo que Digger estaba tratando de pegar en la
maleta de Nick. Algo inflamable, sin duda. Una sonrisa traviesa
esperanzadora tiró de los labios de Ty. —Aún no, de todos modos.

Los ojos de Zane se desviaron hacia Nick y los otros mientras el


significado de Ty se hundía. Era dolorosamente obvio, y lo había sido
durante algún tiempo, que Nick no estaba bien, y no había estado bien
desde su último despliegue. Él incluso lo había admitido a Zane una noche,
cuando se habían sentado juntos, pero en ese momento Zane no lo había
conocido lo suficientemente bien como para alarmarse. Mirando hacia
atrás, Zane a menudo se preguntaba cómo las cosas habrían resultado si
simplemente hubiera presionado a Nick por una explicación esa noche, si
le habría ofrecido su amigo un oído y un hombro donde apoyarse.
SIDEWINDER
Abigail Roux

231

Lo descubrieron finalmente, en un baño de sangre de fuego y


alfabeto de agencias, por qué el último despliegue de Nick lo había
sacudido. Nick había sido escogido por la NIA para llevar a cabo un
asesinato del director adjunto del FBI que también fue el mentor de Ty y el
hombre que había reclutado a Ty y Eli a la Agencia años atrás. Nick lo
había asesinado justo bajo sus narices, operando tan oscuro que incluso
Kelly no lo había olido. Todo había salido cuando Nick confesó a Ty bajo
coacción extrema, y había culminado en la operación que casi había
tomado la vida de Nick en Miami.

Pensando en todo esto, Zane supuso que Ty tenía razón; en realidad


nunca había conocido a algún Sidewinder antes de eso. No había nada que
Zane pudiera decir o hacer para ayudar a Nick, por supuesto, pero se
mantenía esperando que tal vez Elías Sánchez y sus cartas pudieran.

Empujó el codo de Ty en lugar de comentar. —Ve a traerlo de


vuelta, tiene que firmar esto ya que él está conduciendo.

—¿Qué hay de mí?

—¿Qué pasa contigo?

Ty deslizó los papeles hacia él. —¿No necesito firmar también?

Zane alejó los papeles lejos de él. —No.

—¿Irlandés te dijo que no me pusieras como conductor?


SIDEWINDER
Abigail Roux

232

Zane se aclaró la garganta. —Tengo el derecho a permanecer en


silencio.

—Ponme allí. —Ty exigió. Golpeó culo de Zane antes de marcharse,


y Zane lo vio alejarse con desconcierto.

—Su semana va a ser interesante. —Comentó la agente de venta


mientras tecleaba en su ordenador.

Zane resopló. —No tienes idea.

Con seis grandes hombres en el Chevy Suburban todos tenían que


amontonarse, y una maleta para cada uno de ellos, tenían que acomodar
la tercera fila de asientos. Bolsas y otras cosas se metieron en el suelo del
auto y en los incómodos asientos centrales. Seymour tenía un asiento de
primera en la delantera. Los gatitos fueron soltados para que no lloraran
todo el camino, y Nick consiguió garantías de todos en el vehículo que no
se les permitiría conseguir acercar sus pies mientras él conducía.

Nick no podía entender por qué Eli podría fijarlo a él para tomar la
mitad de la conducción. Sabía por qué los otros querrían que él manejara,
si se les daba la opción: Él siempre había hecho la mayor parte de la
conducción. Con tantos cursos que había atravesado, entre los Marines, la
SIDEWINDER
Abigail Roux

233

Policía de Boston, y el más talentoso escape de los conductores de Paddy


Whelan, él estaba realmente calificado para ser un conductor especialista
si sentía la necesidad de morir en un choque. Todos se sentían mejor con
él al volante, especialmente en carreteras difíciles. Él habría estado
conduciendo durante la mayor parte del viaje de todos modos, así que
Nick estaba teniendo un momento difícil pensando el por qué Eli había
insistido.

Sin importar el por qué, él estaba sentado en el asiento del


conductor, esperando que todos se instalaran y abrocharan el cinturón de
seguridad.

—No vamos a tratar de llegar a Yellowstone esta noche, ¿verdad?


—Kelly preguntó desde la tercera fila de asientos. —Eso es un largo
camino para conducir después de un largo día.

Nick miró por el espejo retrovisor. Kelly y Digger se habían ofrecido


a sentarse en la parte de atrás, diciendo que eran los más bajos y
necesitaban el menor espacio para las piernas. Nick sospechaba que
estaban planeando allá atrás donde los adultos no podían supervisarlos,
pero su lógica era demasiado buena para objetar.

Le dio a Kelly una sonrisa afectuosa, y Kelly la devolvió con un guiño.

Ty levantó la mirada de su lucha con el cinturón de seguridad, y se


encontró con los ojos de Nick en el espejo. —¿Qué está a medio camino?
SIDEWINDER
Abigail Roux

234

Nick se encogió de hombros.

—Probablemente Rock Springs. —Zane ofreció. Le habían dado el


asiento del pasajero simplemente porque necesitaba el espacio para las
piernas. Tenía su teléfono fuera, con el ceño fruncido mientras trataba de
establecer las direcciones.

—¿Cuántas horas de conducción son? —Nick preguntó. —¿A Rock


Springs?

—Cinco horas.

Nick gruñó y deslizó sus manos sobre el volante, mirando sobre el


Chevy, familiarizándose con el vehículo. —Vamos, entonces. —Dijo, y puso
en marcha la Suburban con otra mirada en el espejo.

—¿Cuál es su nombre? —Owen preguntó, y Nick sintió sus pies en la


consola central, empujando el codo de Nick. Miró fijamente los zapatos de
Owen, y Owen lentamente los deslizó al piso de nuevo.

—¿El nombre de quién? —Zane preguntó, girando en su asiento


para mirar a Owen.

—Los autos de alquiler siempre consiguen un nombre. —Ty explicó.

—Por supuesto que sí. —Zane murmuró cuando se dio la vuelta y se


abrochó el cinturón de seguridad. —¿Tu Mustang tiene un nombre?
SIDEWINDER
Abigail Roux

235

—No. —Ty gruñó.

Zane levantó la vista y se encontró con los ojos de Nick, con el ceño
fruncido. —Pero les das nombres a los autos de alquiler.

—Es mejor si no tratas de encontrar la lógica a la mayoría de las


cosas que verás esta semana. —Nick aconsejó.

—Entendido.

—¿Dónde están los gatitos? —Digger preguntó cuando Nick lanzó la


camioneta en reversa.

—Ellos están… en entrenamiento SERE. —Ty respondió, su voz


amortiguada.

—Tyler, consigue los ojos en esos animales justo ahora. —Nick


ladró. Fue respondido con dos inquisitivos maullidos en algún lugar en la
parte trasera.

—¡Los tengo! —Digger dijo felizmente. —Espera.

—Los tengo. —Owen añadió, sonando positivamente abatido.


—Bueno. Los tenía.

—¿Quién está a cargo de la música? —Kelly preguntó.

—No tú. —Owen dijo inmediatamente.

Digger rió. —Eso es muy frío.


SIDEWINDER
Abigail Roux

236

Nick y Zane compartieron una mirada sufrida y un suspiro.

—Nadie está a cargo de la música. —Nick dijo mientras sostenía su


teléfono. —Pondremos Pandora así nadie pierde su jodida mierda, ¿trato?

Hubo débiles sonidos de acuerdo en la parte de atrás. Nick sacó la


aplicación de música continúa y comenzó en una canción al azar, y luego
lo conectó al auto para seguir reproduciéndose a través de los altavoces.

Su codo fue empujado de nuevo, y se giró para mirar a Owen, pero


uno de los gatitos estaba sentado en la consola en su lugar. Era el
pequeño de color naranja, y parpadeó a Nick con grandes ojos azules.

—¿Cuál eres tú? —Nick preguntó al animal.

Ty se inclinó hacia delante. —Es Jimmy. Le gustan los hombros.

Como si fuera una señal, Jimmy puso una pata delantera en el brazo
de Nick, sus garras fuera, dispuesto a trepar hasta el hombro de Nick.

Nick puso el dedo en la nariz del gatito. —Permanece abajo, Marine.

El gato maulló en respuesta, y Ty lo arrancó de la consola.

Nick estaba apenas fuera del estacionamiento de la compañía de


alquiler cuando Ty empujó su cara entre los dos asientos delanteros. —La
carta dice que se supone que debemos abrir la siguiente antes de
detenernos a pasar la noche.
SIDEWINDER
Abigail Roux

237

—Oh Dios. —Nick gimió. Se removió en el asiento, tratando de


ponerse cómodo, jugando con los controles del asiento una vez que llegó
al primer semáforo.

—Lo sé. —Ty dijo con una sonrisa.

—¿Qué? —Zane preguntó, el miedo en su voz casi palpable.

—Si él quiere que leamos el siguiente conjunto de instrucciones


antes de encontrar alojamiento para pasar la noche… —Nick comenzó.

Ty intervino casi alegremente para terminar la frase. —Significa que


él va a hacernos dormir en un sitio específico.

—¿Qué, cómo, qué él quiere que acampemos o algo así? —Zane


preguntó.

Nick gimió en voz baja. —Creo que lo averiguaremos.


SIDEWINDER
Abigail Roux

238

Capítulo 8

Es un viaje largo de Denver a Yellowstone, muchachos, así que a


menos que estén todos tan jodidamente locos como lo fuimos a los
veinticinco o alguien le dio a Six algunas 5 horas de Energético, supongo
que se detendrán a medio camino.

Si estoy equivocado y han llegado a Yellowstone, sigan adelante y


abran la siguiente carta.

Pero no estoy equivocado porque nunca me equivoco, y supongo


que están en Nowhere, Wyoming, ahora mismo, buscando un lugar para
dormir. Encuentren un directorio local y busquen el tercer motel más
barato y aterrador de la zona. Tercero desde el fondo. Tienen un pase
porque sé que si Johns o O'Flaherty ven una cucaracha saldrán de allí, y no
quiero que duerman en la suciedad. Sólo quiero que recuerden lo que era
antes de que tuviéramos una opción.

Mira, dejamos de hacer nuestras propias elecciones a los diecisiete.


Nos dijeron dónde dormir, qué comer, cuándo hacer levantamientos de
SIDEWINDER
Abigail Roux

239

barra, cuando podíamos conseguir follar, dónde ir, cómo llegar allí, y a
quién matar. En los breves momentos en que teníamos una opción, no lo
hicimos realmente. Nos retenían como rehenes nuestros ideales, nuestra
lealtad y nuestras cuentas bancarias. No tuvimos una opción donde
dormimos, así que pusimos toda nuestra capacidad de elegir uno al otro.
Nos elegimos unos a otros.

Así que revisen si hay chinches primero. Y luego jodidamente


recuerden por qué nos elegimos unos a otros. Una vez que lleguen a Old
Faithful, abran la siguiente carta.

—Voy a matarlo. —Owen murmuró mientras contemplaba la


fachada mal iluminada del Motel 8 de Rock Springs, Wyoming. —Ni
siquiera es un maldito Motel 6, amigo.

Nick tuvo que morderse los labios para no concordar con él.
También intentaba no reír. —Bueno entonces… Traigan sólo lo que
necesiten. Sólo en caso de que tengamos que quemar nuestra ropa más
tarde. —Ordenó mientras agarraba su mochila y la ponía sobre el hombro.

Los otros murmuraron y se rieron en partes iguales cuando salieron


del Suburban. La noche era fresca, y Nick le dio la bienvenida al alivio del
sol ardiente del verano cuando hicieron su camino a través del
estacionamiento a la cornisa protegiendo la puerta del pasillo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

240

Kelly apareció a su lado, deslizando su mano en el bolsillo trasero de


Nick. —¿Estás bien?

Nick le dio una sonrisa y un movimiento de cabeza, pasando su


brazo sobre los hombros de Kelly. Era natural caminar así, envueltos uno
con el otro. El viaje en sí no había sido demasiado malo, pero sin duda
había sido un largo día. Empezando la mañana en Boston, volando a DC y
preparándose para esa emotiva reunión, luego el vuelo a Colorado, y
finalmente la conducción de cinco horas, durante la cual Owen había
amenazado repetidamente con matar a todos en el auto. Nick no sólo
estaba cansado, estaba malditamente agotado, y todo lo que quería era
arrastrarse a la cama con Kelly y recargar sus baterías.

A él tampoco le habría importado meterse en Kelly esta noche, pero


era contra las reglas, y estaba decidido a seguirlas.

Sin importar lo frustrantes que pudieran ser.

Ellos estaban rezagados detrás de los otros para el momento en que


entraron en el vestíbulo. Estaba vacante, lo cual no era sorprendente a
esta hora de la noche. Owen se inclinó sobre el mostrador para ver en la
oficina trasera. Lo dejaron manejarlo para que pudiera tomar sus
tendencias asesinas en algo más que ellos, y Ty se acercó a Nick y Kelly,
levantando una ceja.

—¿Arreglos para dormir?


SIDEWINDER
Abigail Roux

241

—¿Tres habitaciones? —Kelly preguntó. —Cincuenta de los verdes


por cada uno, creo que podemos permitirnos derrochar.

—En realidad no es lo que Eli quería. —Nick dijo mientras veía a


Owen hablar con un empleado nocturno de ojos azules.

—¿Seguimos seriamente sus instrucciones a la carta? —Kelly


preguntó con una carcajada. Su sonrisa cayó cuando Nick se encontró con
sus ojos, sin embargo.

—¿Qué hacemos aquí si no vamos a seguirlas? —Nick replicó.

—Tienes razón. —Kelly dijo inmediatamente, levantando una mano


para apaciguarlo. —Tienes razón.

Todos estaban en silencio, y Nick podía sentir sus ojos en él


mientras intentaba ignorar la atención. Finalmente se aclaró la garganta y
le dirigió a Kelly una mirada de disculpa. —Tres habitaciones. —Dijo con
un encogimiento de hombros. —Tiene sentido.

—¿Estás seguro?

Nick asintió. —En el primer piso para poder evitar los peldaños.

Kelly lo miró unos segundos incómodos, luego se alejó para unirse a


Owen en el mostrador.

—Hey. —Ty dijo mientras se acercaba a Nick.


SIDEWINDER
Abigail Roux

242

Zane se alejó, con las manos metidas en los bolsillos, silbando como
si estuviera tratando de demostrar que no estaba interesado en
escucharlo.

—¿Los dos pelearon? —Ty preguntó a Nick.

—¿Qué?

—Doc. Hay algo de tensión allí, es un poco raro.

Nick parpadeó, sintiéndose estúpido. —¿De verdad?

Ty levantó ambas cejas y se inclinó un poco más cerca, buscando en


los ojos de Nick algo.

—Estamos bien. —Nick insistió.

Ty retrocedió un paso, todavía frunciendo el ceño, pero parecía que


le creía.

Nick hizo una mueca y miró a Kelly por encima del hombro.
—Supongo que es extraño no poder tocarlo. O… hablarle.

—¿Qué quieres decir? —Ty preguntó.

—Es como si últimamente estuviéramos hablando idiomas


diferentes. No puede oírme. No puedo oírlo.

—Bueno —Ty dijo suavemente, mirando sobre su hombro. —


Ustedes dos siempre lo han arreglado.
SIDEWINDER
Abigail Roux

243

Nick bajó la cabeza, asintiendo. Siempre lo arreglaban.

Ty gruñó, y cuando Nick lo miró, Ty fruncía el ceño duramente,


observando a Zane mientras vagaba por el ornamentado vestíbulo. Ellos
compartieron una mirada irónica.

—Esta noche será una mierda. —Ty murmuró mientras se alejaba.

Terminaron consiguiendo dos habitaciones en la planta baja, y una


en la segunda. Digger y Owen ocuparon el piso superior porque tenía dos
camas dobles en lugar de una queen, y Owen lanzó a Ty y a Nick los otros
juegos de llaves mientras subían por los temblorosos escalones de hierro.
Las llaves eran llaves reales, con pequeñas etiquetas de plástico vintage
que probablemente eran tan viejas como Nick. Nick bufó, con una sonrisa
en los labios.

—Eli habría amado este lugar. —Ty gruñó mientras caminaban hacia
sus habitaciones a la luz de la luna. Nick dejó que su sonrisa se liberara
mientras corría el pulgar sobre el plástico. Ty tenía razón, Eli lo habría
amado. Dijeron buenas noches a Ty y Zane, y oyeron a Digger y Owen
hablando cerca de la barandilla justo encima de ellos. Digger se inclinó lo
suficiente para que Nick pudiera verlo esbozado contra el cielo nocturno.

—¿Qué pasa, Romeo? —Dijo suavemente.

—Ve a dormir, Julieta. —Kelly susurró a cambio, su sonrisa lo


suficientemente brillante como para rivalizar con la luna. Nick lo miró
SIDEWINDER
Abigail Roux

244

fijamente mientras le daba la llave, y Kelly dejó que sus dedos se quedaran
en Nick cuando la tomó. Ese simple toque y esa sonrisa encantadora eran
como una tortura para Nick, sabiendo que no podía hacer más que atraer
a Kelly hacia él y besarlo.

Kelly leyó su mente, y tiró de Nick hacía él con una sonrisa. El beso
fue suave, y los ojos de Nick se cerraron cuando Kelly se encargó de ello.

—Ustedes dos nunca lo harán en toda la semana. —Digger observó


desde arriba. Cuando ambos miraron arriba, él se había ido.

Kelly cogió la mano de Nick y la aferró al abrir la puerta. La


habitación no era tan mala como Nick esperaba que fuera. Parecía limpia,
de todos modos, y eso fue todo lo que pidió. Ambos estaban saliendo de
su ropa casi antes de que la puerta se hubiese trabado, y era sólo el hábito
de esperar problemas en medio de la noche que hizo que Nick conservara
sus bóxers cuando finalmente se acomodó en la cama.

La luz del cuarto de baño se apagó, y Kelly salió al dormitorio, con


los ojos clavados en Nick, una sonrisa burlona sobre sus labios.
—¿Realmente no hay sexo en este viaje?

Nick resopló. Al menos ambos estarían en la misma página frustrada


toda la semana. —Estaremos sin sexo durante semanas en un momento
en que estemos separados.

—Cuando estemos separados, siendo la frase clave allí.


SIDEWINDER
Abigail Roux

245

—Lo sé. —Nick le aseguró. Se apoyó contra la endeble cabecera de


la cama, frotando distraídamente su dolorido músculo cuádruple. Todo el
caminar y volar y conducir fueron un poco más de lo que su rodilla
reparada quirúrgicamente estaba lista.

—Tengo algo para eso. —Kelly le dijo, y se inclinó para buscar en su


bolsa.

—Si viene con lubricante, voy a llorar. —Nick le advirtió.

Kelly se rió mientras seguía buscando, y sacó una sonrisa de Nick. Él


amaba la risa de Kelly, posiblemente más de lo que amaba su sonrisa.

—¿Te das cuenta que Eli no sabrá si rompemos las reglas, verdad?
—Kelly dijo mientras lanzaba su equipo médico al final de la cama y se
arrastró junto a Nick.

—Sí, lo hará. —Nick dijo en voz baja.

Kelly buscó sus ojos por un segundo, dejando caer las burlas.
Finalmente asintió como si comprendiera la determinación de Nick. —De
acuerdo, cariño. —Susurró. Sacó una lata de algo casero de su bolsa y
retorció la tapa.

—¿Qué es eso? —Nick preguntó. Se había sometido a una lata de


algo hecho en casa hace unos años que Ty había jurado que era mágico, y
había pasado la semana siguiente pelando su piel en tiras.
SIDEWINDER
Abigail Roux

246

—Aceite de emú6. —Kelly dijo, girando la pequeña lata para que


Nick pudiera ver la etiqueta. Parecía haber sido impresa en el sótano de
alguien.

—Oh, mierda, no. —Nick soltó, y se acercó al borde de la cama para


escapar.

Kelly se abalanzó y lo envolvió por detrás, arrastrándolo hasta el


centro de la cama y sosteniéndolo. —¡Ya he usado esto antes en ti, está
bien!

—¡Aceite de Emú! —Nick gritó cuando se quedó tumbado sobre su


espalda y mirando a Kelly con los ojos muy abiertos. —¿Está hecha de
emúes reales?

—Yo… Supongo que sí, sí.

—Asqueroso. ¡Asqueroso!

—¡Es todo lo que tengo para los músculos adoloridos!

—¡Prefiero tener músculos doloridos que aceite de emú!

Kelly estaba riendo lo suficientemente fuerte como para apenas


poder responder. Levantó la pequeña lata y sacudió la cabeza mientras se

6
Son aves grandes, no voladoras. Actualmente solo sobrevive una especie de emú común, que es la
segunda ave de mayor tamaño, después del avestruz.
SIDEWINDER
Abigail Roux

247

componía. —Sólo déjame intentarlo, necesito saber si funciona lo


suficiente como para comprar más.

—¿Por qué comprarías más? ¡Esos pobres malditos emús!

Kelly bajó la cabeza y resopló, apoyándose en el vientre de Nick.


—¡Oh, Dios mío!

—¡Esto es peor que la loción de picazón que trataste de sacudir


todo sobre mí!

Kelly todavía estaba tratando de recuperar el aliento, pero logró


pasar dos dedos a través del aceite de emú y extenderlo sobre el músculo
de Nick cuando Nick trató de escapar.

Nick gritó horrorizado.

—¿Ahora vas a dejarme frotarla, o conseguirás embadurnar tus


dedos de princesa? —Kelly preguntó.

—Esto es horrible. —Nick murmuró y se cubrió los ojos. Las manos


de Kelly eran cálidas y hábiles cuando empezó a extender el aceite de emú
sobre el muslo de Nick, pero eso no fue suficiente para distraer a Nick de
lo que estaba usando. —Esto es lo peor que me ha hecho un pájaro.

—Una pena, ya que siempre has tratado a las pollas tan bien. —
Kelly dijo con voz temblorosa.
SIDEWINDER
Abigail Roux

248

Nick lo miró entre sus dedos. Kelly frunció el ceño en concentración


mientras trabajaba el aceite. Sus largos dedos eran fuertes y talentosos, y
pronto Nick había olvidado su horror y se estaba concentrando en Kelly.
Cuando Kelly alzó la vista y se encontró con los ojos de Nick con un guiño,
el calor rodó a través del cuerpo de Nick.

Las manos de Kelly cayeron un poco más arriba, empujando debajo


de los bóxers de Nick, sus dedos apenas pasando por la unión del muslo y
la cadera de Nick antes de deslizar una mano por el interior del muslo de
Nick.

—Cariño. —Nick susurró, moviendo sus caderas y cerrando los ojos


mientras su cuerpo reaccionaba. —Esto es malo.

Kelly se inclinó, tirando de la banda elástica de los bóxers, y besó la


cadera de Nick. —¿Cuándo vamos a conseguir algo de tinta aquí?
—Preguntó, trazando el hueso de la cadera de Nick con un dedo. Se
inclinó para besarlo de nuevo, y cuando habló sus labios se movieron
contra la piel de Nick. —Creo que me gustaría un objetivo que buscar.

Nick respiró despacio y agarró un puñado de pelo de Kelly. Kelly alzó


la cabeza y se encontró con los ojos de Nick.

—¿Las reglas? —Kelly preguntó suavemente.

—Ven acá. —Nick demandó tembloroso, y Kelly se arrastró por su


cuerpo para tumbarse sobre él y besarlo. Su habilidad de seducción
SIDEWINDER
Abigail Roux

249

significaba que Nick estaba listo para lo que Kelly quisiera, y sus duras
pollas se frotaban a través del fino material de sus bóxers. Nick envolvió
sus brazos alrededor de Kelly, profundizando el beso.

Estaba a punto de rodarlos cuando la música empezó a sonar.


Ambos saltaron, Kelly rodando fuera de Nick y arrodillándose, Nick se
disparó hacia arriba y en una posición sentada para dar a la habitación un
salvaje vistazo una vez más.

—¿Qué diablos? —Kelly jadeó.

—¿Es tu teléfono? —Nick preguntó.

—Mi teléfono está muerto. ¿Es tuyo?

—Debe ser, pero no tengo esa canción en él y perdí el servicio una


hora en Wyoming.

Se sentaron y escucharon la música, y Nick pronto la reconoció


como una canción de salsa de finales de los años 90. Había sido una de las
favoritas de Eli.

Salió de la cama y buscó en el bolsillo de sus vaqueros el teléfono, y


cuando lo encontró, estuvo seguro que era una canción de la aplicación de
Pandora que habían estado reproduciendo en el auto.

—Pensé que Pandora necesitaba servicio y cosas así. —Kelly dijo,


dándole al teléfono de Nick una mirada cautelosa.
SIDEWINDER
Abigail Roux

250

—Lo hace. Parece que he recogido la red de nuevo. Debo haberlo


dejado en marcha cuando perdimos el servicio en el coche.

Se miraron el uno al otro y al teléfono. Nick abrió la aplicación


Pandora, silenciándola. Cerró la aplicación para asegurarse de que no
funcionaría de nuevo, luego puso su teléfono en silencio para asegurare
de no más sobresaltos.

—Eso fue súper raro. —Kelly dijo finalmente.

Nick asintió, todavía frunciéndole el ceño a su teléfono.

—Parecía el tipo de cosas que Sánchez escuchaba. —Kelly agregó.

Nick murmuró. —Momento interesante, también.

—¿Eso significa que no hay que romper las reglas? —Kelly preguntó,
con los hombros caídos.

Nick asintió furtivamente. —Me dijo que perseguiría mi culo


irlandés.

—¡Sánchez hijo de puta! —Kelly rodó los ojos y se dejó caer sobre
su espalda.

Nick rió, aunque incómodo, y luego dejó el teléfono a un lado y


apagó todas las luces, arrastrándose junto a Kelly. Se sentía culpable, pero
no estaba seguro si provenía de su adhesión a las reglas y no follar a su
SIDEWINDER
Abigail Roux

251

novio como ambos querían tan obviamente, o del hecho de que casi había
roto esas reglas en menos de veinticuatro horas en el viaje. El teléfono
apagado y la elección de música de Pandora eran un poco espeluznantes
para él, también. Lo bastante atemorizante como para que la dureza que
Kelly había sacado de él hubiera desaparecido hace tiempo.

Fue lo mejor, de verdad. Acercó a Kelly y se envolvieron uno al otro,


encajando tan bien después de tantos meses de poder pasar todas las
noches juntos. No tomó demasiados minutos del aliento de Kelly en el
cuello de Nick, el cálido y flexible cuerpo de Kelly contra el suyo para que
reaccionara de nuevo. Gimió en voz baja, frustrado.

—Yo también. —Kelly susurró. Besó la clavícula de Nick, su polla


volviéndose más dura contra la cadera de Nick.

—Mierda. —Nick gruñó. Kelly levantó la cabeza y Nick lo besó,


balanceando sus caderas juntas. —¿Por qué pensamos que podríamos
hacer esto durante una semana?

Kelly lanzó su pierna sobre la cadera de Nick y hundió sus dedos en


el cabello de Nick, gimiendo en el beso.

La música empezó de nuevo, derramándose del teléfono de Nick,


que ahora estaba más cerca de ellos ya que lo había guardado bajo la
almohada como siempre.
SIDEWINDER
Abigail Roux

252

La mano de Kelly se tensó cuando saltó, tirando del cabello de Nick


y haciéndole gritar.

—Mierda, pensé que lo apagaste. —Kelly siseó.

—¡Lo hice!

—Mierda. —Kelly dijo, y empujó a Nick a su espalda y rodó,


extendiéndose sobre él para agarrar el teléfono de Nick. Nick observó su
rostro a la luz de la pantalla mientras hacía lo que pensaba que
mantendría silencioso el teléfono. Luego frunció el ceño cuando le dio
vuelta para mirar los botones del lateral y, Nick supuso, encontró que ya
estaba en silencio. Presionó el botón que manualmente bajaba el
volumen, luego lo puso en la mesa con cuidado. —De acuerdo, entonces
estamos siendo perseguidos.

Nick asintió.

—Entonces. No podemos follar, porque Sánchez está obviamente


observándonos como un transparente voyeur. Y tú y yo sabemos que no
podemos dormir en la misma cama sin… quiero decir… probablemente
follaríamos y sin siquiera estar despiertos por ello, es justo lo que
hacemos.

Nick asintió de nuevo.


SIDEWINDER
Abigail Roux

253

—¿Soluciones? —Kelly preguntó mientras se levantaba para


sentarse. —Quiero decir, creo que tal vez no debemos tocarnos como
hacemos habitualmente. Va a ser una tortura si seguimos acariciándonos,
pero no podemos follar.

—De acuerdo. —Nick dijo con un lento asentimiento, aunque la idea


de no poder tocar a Kelly la semana siguiente era casi físicamente
dolorosa. Se encontró frotándose la cicatriz de su costado, tratando de
detener el latido pulsante. —Si crees que será más fácil.

—Lo creo. ¿Y sabes lo que creo que debemos hacer por la noche?
¿Si vamos a ser célibes?

—¿No compartir una cama? —Nick hizo una mueca al decirlo.

Los hombros de Kelly se desplomaron. —Es sólo por seis noches,


¿verdad? Podemos hacerlo. Sólo conseguiremos camas dobles de aquí en
adelante, dormir solos.

Nick asintió por tercera vez.

—Y para esta noche, quiero decir, Ty y Zane probablemente están


teniendo el mismo problema, ¿qué quieres apostar?

Nick suspiró en voz baja. —Llamaré a Ty.

Kelly simplemente asintió, igual que Nick hizo. Se dejó caer de


espaldas mientras Nick buscaba el teléfono. Vibró en su mano, casi lo
SIDEWINDER
Abigail Roux

254

asustó para dejar caer la maldita cosa. La foto y el nombre de Ty


iluminaron la pantalla mientras volvía a vibrar.

—Hey. —Nick respondió con una carcajada.

—Entonces —Ty dijo.

—¿Quieres cambiar de compañero de habitación?

Ty dio una risa aliviada. —¿Cómo lo supiste?

—Es duro. —Nick dijo, y Kelly comenzó a reírse a su lado.

Minutos más tarde, un Zane muy descontento llamó a la puerta, y


Nick lo dejó entrar. Estaba a punto de dar a Kelly un último casto beso de
buenas noches, pero Kelly dio un paso atrás y levantó el puño en su lugar.
Nick lo miró, frunciendo el ceño profundamente en confusión, antes de
recordar su trato. Presionó su puño contra el de Kelly, sintiéndose como
un idiota mientras Zane observaba con una ceja levantada, y luego se
dirigió a regañadientes hacia la habitación de Ty y Zane, justo al lado.

Ty estaba sentado en un lado de la cama de matrimonio con su


teléfono en la mano cuando Nick entró.

—Hey. —Ty gruñó. Levantó su teléfono. —Mi aplicación de Pandora


se está volviendo loca, ¿sabes cómo arreglarla?
SIDEWINDER
Abigail Roux

255

Nick lo miró, un escalofrío corriendo por su espina dorsal. Sacudió la


cabeza. —Realmente no.

14 de febrero de 2003

—Hey, Rojo, ¿sabías que las bayas no son una fruta? —Eli preguntó.

Nick miró arriba de la ficha de póquer que estaba rodando sobre sus
dedos, frunciendo el ceño. Eli estaba sentado al otro extremo de la mesa
leyendo algún tipo de folleto especial del Día de San Valentín. —¿Qué?

Eli pareció preocupado cuando bajó el papel. —Esto dice que no son
una fruta.

—¿Bayas? —Kelly preguntó.

Owen colocó cuatro cervezas sobre la mesa y se sentó a la izquierda


de Nick. —Las bayas tienen que ser una fruta.

—Esto dice que no lo son. —Eli insistió.

—¿Estás sacando datos de la fruta de un menú de un bar de casino?


—Ty preguntó. Él estaba descansando en el largo banco contra la pared,
apoyando los pies en el banco a su lado y usando a Digger como respaldo.

—No es un menú, es un folleto.


SIDEWINDER
Abigail Roux

256

Ty hizo un gesto con la mano, como si preguntara cuál era la


diferencia.

—¿Qué son si no son fruta? —Digger preguntó.

—¡Son bayas! —Eli les dijo. Agitó el papel.

Nick sacudió la cabeza y volvió a mirar a la ficha, girándola. Era una


ficha de mil dólares que había ganado en la mesa de blackjack.

—Pero las bayas son una especie de fruta. —Kelly insistió.

—No, esta cosa —Eli dijo mientras entregaba el papel a Kelly. —dice
que los aguacates no son sólo una fruta, sino que también son una baya.
Eso significa que las bayas no son fruta.

—No. —Kelly gruñó.

—¡Sí! —Eli gritó. —¡Míralo!

—Bueno, no, las bayas son una fruta si dice que un aguacate es
ambos, ¿verdad? —Owen dijo.

Digger agitó su bebida. —Ho ho ¡Pueden ser ambos y no lo mismo al


mismo tiempo!

—¿Qué? —Ty preguntó.

—Un papel puede ser un menú y también un folleto, pero los


panfletos no pueden ser menús. —Eli explicó.
SIDEWINDER
Abigail Roux

257

Nick cerró los ojos y pasó la ficha de póquer por el puente de su


nariz. —No puedo creer que tengamos esta conversación. De nuevo.

—¿Sabías esto? —Ty le preguntó.

—¿Por qué crees que lo enumeran en menús y cosas como frutas y


bayas? —Nick preguntó.

—Yo sólo… Sólo pensé que estaban insistiendo.

—¡Oh, Jesús! —Kelly gritó. —¡Las verduras no son reales, chicos!

—¿Son inventos de tu imaginación? —Owen preguntó entre sorbos


de su cerveza. —Como… duendes y gnomos.

—Dame una ensalada de duendes, evita las verduras. —Nick dijo, y


él y Owen trataron desesperadamente de evitar el contacto visual para
poder mantener las expresiones serias.

—¡Para! ¡Esto dice que es un término culinario, no hay tal cosa


como verduras! —Kelly sacudió el papel en la cara de Eli. —¿Por qué me
disté esto?

Eli rió con ganas.

—¡Mi mente! —Kelly gritó.

Owen sacó el folleto de sus dedos y frunció el ceño mientras


examinaba la página que habían estado leyendo. —Aunque las bayas son
SIDEWINDER
Abigail Roux

258

frutos, leyó, hay muchas frutas que son consideradas bayas por la mayoría
de las personas que en realidad no pueden ser clasificadas como bayas.

—Entonces, espera, las bayas son frutas entonces. —Ty dijo.

—Pero las bayas no son bayas. —Nick agregó.

—Algunas bayas son frutas, pero no todas las frutas son bayas.
—Digger dijo. —Es una mierda filosófica, perro. ¿Qué más dice?

—Las naranjas son bayas. —Owen anunció.

—No. —Kelly gruñó. Golpeó su mano sobre la mesa. —¡No!

Owen estaba luchando contra una sonrisa mientras continuaba


explorando la información. —También hay bayas falsas.

—Impostoras de mierda. —Digger murmuró.

Ty finalmente se sentó y se apoyó en la mesa. —¿Qué diablos es


una baya falsa?

—Bananas. Pepinos, ah, y los arándanos azules y los arándanos


rojos no son bayas tampoco.

—Una naranja es una baya pero no un arándano, ¿correcto?


—Eli preguntó.

Nick tomó un lago trago de Guinness. —Pensé que los pepinos eran
vegetales.
SIDEWINDER
Abigail Roux

259

—Los vegetales no existen. —Owen replicó.

—Ese es un jodido menú. —Digger dijo.

—¡No es un menú, es un folleto! —Eli replicó.

—Ese es un jodido folleto. —Digger dijo con un sorbo de su bebida.

—Jodida baya. —Eli añadió, casi riendo.

—La siguiente persona que diga baya está siendo golpeada.


—Kelly advirtió.

Owen dejó el papel, tratando de no reír.

Nick puso un dedo en él y lo deslizó hacia sí mismo. Era una especie


de hechos divertidos de tarjeta de regalo de San Valentín que Eli había
recogido en algún café extraño en Wyoming. Por qué se había aferrado a
ello, Nick no lo sabía. Lo escudriñó, sacudiendo la cabeza y sonriendo.
—Esto dice que madreselva es una baya. —Anunció.

Kelly se levantó y tiró su servilleta a Nick. Ni siquiera llegó al final de


la mesa, y ambos la vieron flotar en el plato de Nick.

—¿Qué demonios es madreselva? —Owen preguntó.

Digger jadeó. —¿No sabes lo que es la madreselva?

—Maldito yanqui. —Ty murmuró en su vaso.


SIDEWINDER
Abigail Roux

260

—Es una vid. —Kelly dijo. —Pequeñas flores de las que puedes
chupar el jugo.

Nick miró hacia arriba, sonriendo. —No es una vid, es una baya.

—¡No! —Kelly gritó. —¡No, no, no! ¡Las naranjas son fruta, la
madreselva es deliciosa, los arándanos son bayas, los vegetales son reales,
y eso es todo!

La mesa se quedó en silencio, todos esperando a que alguien


rompiera el silencio.

—Así que —Digger finalmente dijo. —¿Esto hace que el guacamole


sea un chapuzón de fruta?

La mesa estalló otra vez, y Nick se recostó con una sonrisa,


observándolos cariñosamente. Sus amigos… sus hermanos. Una sensación
de melancolía lo inundó al darse cuenta de que estos momentos iban
disminuyendo, que cada noche los acercaba más al final. De repente
necesitó aire y silencio.

Nick dejó el panfleto y tomó un trago de su Guinness mientras


Digger hacía poesía sobre el guacamole. Cuando Nick dejó el vaso, hizo un
sonido más fuerte de lo que pensó, y la mesa vibró. Llamó la atención de
los demás, y todos lo miraron cuando se levantó. —Yendo a la cama.
—Gruñó.
SIDEWINDER
Abigail Roux

261

—Hey Irlandés, ¿estás bien? —Ty le preguntó, y frunció el ceño


cuando Nick lo miró.

Nick le dio un breve asentimiento y trató de sonreír. Lanzó la ficha


de mil dólares a Eli, que la atrapó hábilmente. —Sólo necesito dormir
bien. Buenas noches.

Se giró y se dirigió a la puerta. Su hotel estaba justo al otro lado de


la calle del casino, pero Nick dudó cuando llegó a la acera. Hacía
muchísimo frío. La nieve flotaba en ráfagas perezosas a su alrededor. Pero
aún así, el deseo de pasear bajo la luz de la luna era abrumador.
Deadwood, Dakota del Sur, no era exactamente una ciudad enorme;
Probablemente podría rodar antes de que los otros dejaran el bar del
casino y tener la oportunidad de extrañarlo.

No estaba prestando mucha atención, así que lo sorprendió cuando


Kelly apareció a su lado. Kelly se rió de él cuando saltó y maldijo.

—¿Qué diablos, Doc?

—¿Vas a dar una caminata? —Kelly preguntó.

Nick se aclaró la garganta.


SIDEWINDER
Abigail Roux

262

—Tienes esa mirada. —Kelly se desabrochó el abrigo y tiró de la


solapa, girándose para mostrarle a Nick un encendedor y dos blunts7,
escondidos en el forro. —¿Te importa si me uno?

Nick rodó los ojos y sonrió burlonamente, levantando la barbilla


hacia la calle. —Probablemente nos congelemos, ¿sabes?

—Te mantendré caliente. —Kelly canturreó, y deslizó su brazo en el


del codo de Nick.

Pasaron una hora paseando por Deadwood, mirando los


marcadores históricos sin las multitudes del día, Nick apenas manteniendo
la emoción de su voz cuando empezó a contarle a Kelly los trozos de la
historia de Deadwood que conocía. Kelly lo dejó divagar, en realidad
escuchando y haciendo preguntas. Salieron de la histórica calle principal y
entraron en las calles residenciales, subiendo por el empinado y tortuoso
camino que conducía al cementerio.

Tuvieron que escalar las puertas para entrar, pero una vez dentro,
tenían una vista incomparable de la ciudad y las montañas rodeando la
quebrada en la que el pueblo había sido construido.

Se encorvaron bajo el asta de la bandera en el mirador,


compartiendo el blunt que Kelly había encendido, las tumbas de Wild Bill
Hickok, Seth Bullock y Calamity Jane como telón de fondo.

7
Un Blunt es un puro relleno de marihuana. Se enrolla con hojas o envolturas. El Blunt toma su nombre
de la marca de cigarrillos Phillies Blunt
SIDEWINDER
Abigail Roux

263

—Creo que cuando termine esto, voy a regresar a Colorado. —Kelly


dijo. Sus palabras formaron mechones en el frío, flotando lejos con la
nieve.

—¿Ese pequeño pueblo por el que pasamos? —Nick preguntó, y se


cuestionó por qué su corazón se estaba hundiendo, por qué su pecho se
sentía más apretado mientras hablaban de ello. Sidewinder ya no estaba.
No había equipo para volver, no quedaba nada. Por supuesto que cada
uno tendría que encontrar un lugar a donde ir, algo que hacer. Por
supuesto que cada uno se iría para hacer un nuevo hogar. Y esa pequeña
ciudad con su amistosa calle principal y sus tiendas y peculiares cabañas
acurrucadas entre las Montañas Rocosas, donde Kelly podía construirse
una cabaña en amplios espacios abiertos, era el lugar perfecto para Kelly.

—Sí. Se sentía bien. —Kelly respondió, su voz tomando ese susurro


relajado que Nick conocía tan bien. —Me sentí como…

—¿En casa? —Nick preguntó, sorprendido cuando la palabra salió


triste.

Kelly giró la cabeza, todavía sonriendo serenamente. —Sí.


Realmente nunca tuve un lugar que se sintiera como en casa, ¿sabes? No
desde que murieron mis padres. Lo más cercano que he tenido a ese
sentimiento eres tú, hombre.
SIDEWINDER
Abigail Roux

264

Nick parpadeó rápidamente y luchó para tragar. Los padres de Kelly


habían muerto en un accidente de coche cuando tenía diez años. Había
pasado los siguientes ocho años de su vida saltando de sus envejecidos
abuelos a los hogares de crianza de la Marina. Estar con Sidewinder fue el
tiempo más largo que había pasado con un grupo de personas. Nick lo
miró fijamente mientras los copos caían sobre sus hombros, derretidos en
su cabello.

Kelly estaba riendo, todo su cuerpo sacudiéndose y su sonrisa


enorme. —Quiero decir, ¿cuán jodidamente triste es eso? ¿Veintiséis años
y lo más parecido que conseguí de un hogar es mi mejor amigo? Es hora
de encontrar un lugar permanente.

Él levantó el blunt para tomar un arrastre y luego se lo pasó a Nick.


Nick lo tomó con dedos que no sentían y ojos que no veían. Había pasado
toda su vida tratando de ser todo para las personas que amaba, tratando
de ser lo que necesitaban. Por un breve segundo en ese momento, pensó
que en realidad había tenido éxito con Kelly. Y él estaba tratando de no
aferrarse a ello, tratando desesperadamente de no dejar que le estrellara
en el suelo, pero escuchar a Kelly decir que no era lo suficientemente
bueno… que no era lo suficientemente bueno para ser llamado hogar…

Nick tomó el golpe y miró hacia abajo a la ciudad, viendo la


tormenta de nieve rodar sobre las colinas.

—¿Nicko?
SIDEWINDER
Abigail Roux

265

Nick lo escuchó, pero no pudo apartar los ojos de las


resplandecientes luces. No quería hacerlo. Murmuró para que Kelly
supiera que estaba escuchando.

—¿Qué piensas? —Kelly preguntó.

Nick se lamió los labios, cerrando los ojos. —Creo que deberíamos
regresar antes de que la nieve empeore.

Ellos estuvieron tan silenciosos como la nieve que caía en su viaje de


regreso al hotel. Nick podía sentir los ojos de Kelly en él, pero
simplemente no podía encontrar la energía dentro de sí mismo por más
tiempo para fingir. No por él, no por Kelly, no por Ty. No por ninguno de
ellos. Estaba cansado, y ahora que habían desgarrado el honor de ser un
Marine de él y tomado todo por lo que había trabajado, ¿cuál era el puto
punto de ser fuerte para alguien? ¿Cuál era el punto de tratar de ser un
hogar para alguien? ¿Cuál era el punto de pretender que algo estaba
bien?

El ascensor hasta su piso fue incomodo como el infierno, y Nick


cerró los ojos con un suspiro. Por primera vez en su vida, podía sentir la
vida desmoronándose y no podía reunir las piezas lo suficientemente
rápido. No tenía el pegamento para ponerlo todo de nuevo junto.

Murmuró un buenas noches a Kelly cuando llegaron a su habitación,


y Nick caminó hacia la puerta de al lado, luchando con la llave y luego
SIDEWINDER
Abigail Roux

266

abriéndose paso. Kelly se paró en su propia puerta, probablemente


mirando a Nick con ese ceño confuso que podía a veces conseguir cuando
estaba tratando de averiguar un rompecabezas. Sin embargo, Nick no lo
miró. Cerró la puerta y se apoyó contra ella, respirando profundo cuando
escuchó que la otra puerta se cerraba en el pasillo.

—¿Irlandés? —Ty dijo desde la oscuridad de la habitación.

—Sí, soy yo.

—¿Estás bien? —Eli preguntó, acompañado por un crujido de


sábanas. —Estábamos a punto de ir a buscarte.

—Sí, lo siento. Nos alejamos más de lo que queríamos. —Nick dijo


mientras se desnudaba dirigiéndose a la ducha. Se quedó allí el tiempo
suficiente para quitar el olor de las malas hierbas, el tiempo suficiente
para que los otros se durmieran, luego hurgó en su maleta en la
oscuridad, buscando algunos bóxers limpios para dormir.

—Rico. —Eli susurró desde una de las camas.

Nick entrecerró los ojos a través de la oscuridad mientras se metía


en sus calzoncillos, casi tropezando cuando perdió uno de los agujeros de
las piernas. Luchó contra ellos, empujándolos por sus caderas.

—Ven a dormir conmigo, hombre. —Eli susurró, y Nick lo oyó


palmear el colchón a su lado.
SIDEWINDER
Abigail Roux

267

Nick se abrió camino por el suelo, dirigiéndose con el lado del pie
porque sabía muy bien que era un campo minado para los dedos allí
abajo. Encontró el extremo de la cama y se arrastró dentro, encontrando
la pierna de Eli debajo de las sábanas y siguiéndola para poder
acomodarse al lado de Eli sin aplastarlo. Todavía estaba un poco mareado
y flotando, y por lo general sabía que era mejor no toquetear a sus
compañeros de equipo cuando se ponía en ese estado. Esta noche no
importaba, sin embargo. Ya no eran compañeros de equipo, y éste era Eli
así que podía jodidamente toquetearlo todo lo que quisiera.

Habían estado rotando compañeros de cama durante todo el viaje.


Se suponía que era la noche de Eli para conseguir la cama para él solo,
pero Nick no lo cuestionó. Se arrojó a su lado, frente a él, y comenzó a
luchar con las sábanas. Eli lo ayudó a instalarse, tirando las mantas a su
alrededor.

—Doc se va. —Nick murmuró, apesadumbrado.

—¿Ese pequeño pueblo por el que pasamos? —Eli preguntó.

Nick asintió.

—Maldición. Eso fue más rápido de lo que esperaba.

Nick estaba en silencio. Sus ojos ajustándose a la débil luz, y podía


ver a Eli con claridad.
SIDEWINDER
Abigail Roux

268

—¿Por eso estás molesto?

—¿Estoy molesto? —Nick respondió. No estaba tratando de ser un


listillo, sólo estaba buscando respuestas del único hombre en el que
confiaba que se las daría.

Eli chasqueó la lengua y pasó el brazo por encima de Nick. —Sí,


papá. Lo estás.

Nick cerró los ojos. Por supuesto que lo estaba. La única familia que
había conocido estaba rompiéndose pieza por pieza y no había
absolutamente nada que pudiera hacer al respecto. —No estoy dispuesto
a perder a todo el mundo.

—Vírate para que te pueda acurrucar, mijo. —Eli gruñó.

Nick resopló, odiando el sonreír cuando se sentía como tal mierda.


Pero si estaba traduciendo eso correctamente, Eli estaba exigiendo un
abrazo y Nick no pudo evitar reírse. Se dio la vuelta, obediente, dejando a
Eli tirar de él cerca.

—Yo no estoy listo tampoco. —Eli finalmente dijo. Presionó su nariz


y boca contra la parte posterior del hombro de Nick. —Pensé que estabas
usando más ropa cuando te pedí un abrazo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

269

—Acabo de salir de la ducha, amigo, ¿qué esperabas? —Ambos


rieron, tratando de mantener la calma. Eli lo mantuvo apretado en lugar
de apartarlo.

La cama frente a ellos crujió, y Nick apenas pudo distinguir a Ty


levantando la cabeza. —Pensé que era mi noche de mimos. —Se quejó.

—Saqué el rango. —Eli dijo, justo en el oído de Nick.

—No puedes sacar el rango más. —Ty señaló, y arrojó sus mantas
fuera y se sentó. —¿Qué está pasando?

—Doc decidió irse. —Eli dijo, la sonrisa había desaparecido de su


voz.

—¿Esa pequeña ciudad en Colorado? —Ty preguntó.

Nick y Eli gruñeron en respuesta.

—El equipo está rompiéndose. —Eli murmuró.

Ty se sentó en el borde de la cama, con la cabeza inclinada, los


hombros caídos. Sin una palabra entre los tres, Ty se levantó y arrastró los
pies por el suelo entre las camas. Eli se deslizó hacia atrás, tirando de Nick
con él como si Nick fuera una muñeca de trapo, y Ty se metió en la cama y
tiró de las mantas alrededor de los tres.
SIDEWINDER
Abigail Roux

270

Nick cerró los ojos y se relajó en el calor de los brazos de Eli a su


alrededor, de la suave respiración de Ty en su rostro.

—El servicio de limpieza va a encontrarnos en la mañana y estará


toda escandalizada. —Eli susurró. —¿Quién quiere desnudarse?

Nick se mordió el labio contra una risa. Ty comenzó a reírse. —Nick


ya está desnudo. —Dijo.

—No lo estoy.

—También estás mojado, amigo, ¿qué diablos? —Ty dijo, sonando


horrorizado mientras miraba a la mano que acababa de poner en Nick. No
se alejó de ellos, sin embargo, sólo tiró su brazo sobre ambos
independientemente.

—Rico puede conseguirlo, no me importa. —Eli canturreó.

Tomó unos minutos para que su risa se asentara de nuevo. Se sentía


bien, y Nick sabía que esta fácil camaradería era exactamente lo que había
buscado cuando regresó a la habitación y dejó a Kelly de pie en el pasillo.

—Otras personas siempre han ido y venido. —Ty finalmente


susurró. —Pero siempre nos tendrás a nosotros, Irlandés. Siempre hemos
sido nosotros tres.

Eli esperó unos latidos en el denso silencio, y luego agregó una risa.
—Como los Tres Amigos.
SIDEWINDER
Abigail Roux

271

Nick sonrió, alivio inundándolo y trabajando para calmar el dolor de


corazón que se había permitido dejar entrar. —Los amo a ambos.

Ty le palmeó la cadera, y pudo sentir los latidos del corazón de Eli


contra su espalda cuando Eli lo apretó en un fuerte abrazo. Habían hecho
esto muchas veces a lo largo de los años, por lo general en el medio de un
desierto, tratando de mantenerse calientes. A veces no era el cuerpo el
que necesitaba ese calor compartido, sin embargo, era el corazón y la
mente y el alma.

—Nos mantenemos juntos de aquí en adelante. —Ty dijo.

—Compraremos uno de esos enormes yates de mucho dinero. —Eli


agregó. —Vivir en el agua como siempre hablamos.

Nick asintió, con los ojos todavía cerrados.

Ty le palmeó su rostro. —Nosotros tres. Sin importar nada. ¿Trato?

—Trato. —Nick y Eli susurraron.


SIDEWINDER
Abigail Roux

272

10 de junio de 2013

Kelly se despertó sobresaltado, parpadeando los restos del sueño


que había estado teniendo. Se dio la vuelta y buscó a Nick, murmurando
su nombre cuando su mano aterrizó en duro músculo y cálida piel.

—Doc. —Su compañero de cama susurró mientras alejaba la mano


de Kelly. —Sin acurrucarse.

—¡Mierda! Lo siento. —Kelly abrió la boca, entrecerrando los ojos


hacia Zane en la luz de la mañana. Se había olvidado el cambio de socios a
media noche. Se sentó, empujando las mantas fuera de sus piernas.
—Necesito hablar con Nick.

—Ni siquiera es la salida del sol. —Zane se quejó.

—Él va a estar despierto. —Kelly dijo con certeza cuando se movió


fuera de la cama y trotó hacia la puerta.

—¿Qué pasa? —Zane lo llamó, todavía tratando de susurrar. —


¿Doc?

Kelly lo ignoró y se disparó hacia fuera sobre la pasarela y usando la


llave de Zane para entrar en la habitación de al lado. Él fue más silencioso
de lo que pretendía ser, porque su entrada no anunciada no despertó ni a
Ty ni a Nick. Se dirigió al lado de la cama donde Nick siempre dormía y
palmeó la cara de Nick para asegurarse, porque las probabilidades eran
que si era Ty, la cabeza estaría debajo de la almohada y no sobre ella.
SIDEWINDER
Abigail Roux

273

Nick jadeó y levantó la cabeza, golpeando con un puño. Kelly estaba


preparado para ello, sin embargo, y desvió la mano de Nick con el
antebrazo, agachándose fuera del camino en caso de que Nick siguiera
con ese tortuoso derechazo que casi siempre terminaba el trabajo que su
gancho de izquierda no hizo.

Él atrapó el brazo de Nick entre los suyos y se inclinó más cerca de la


cara de Nick para que Nick pudiera verlo a la luz del amanecer. —Soy yo,
cariño, sólo yo.

—¿Kelly? —Nick gruñó, su voz ahogada por el sueño. —¿Qué pasa?

—Necesito hablar contigo. —Kelly susurró. —Es muy importante.

Nick se empujó sobre su codo, tratando de alcanzar la cara de Kelly,


un ceño preocupado estropeando sus apuestas facciones.

—¿Qué? —La almohada detrás de Nick gimió. Se sacudió y luego se


volcó, y Ty levantó la cabeza como un oso emergiendo de la hibernación.
—¿Qué?

—Vuelve a dormir. —Kelly instó. Se puso en cuclillas junto a la


cama, mirando a los ojos de Nick. —Es importante. —Repitió.

—De acuerdo. —Nick dijo, tratando de incorporarse.

Ty gimió y gruñó y puteó y murmuró cuando trató de salir del


capullo de sabanas que había creado durante la noche. Se tambaleó fuera
SIDEWINDER
Abigail Roux

274

de la cama, todavía quejándose de ellos y rascándose la desnuda barriga


mientras arrastraba los pies alrededor del extremo de la cama. —Cambio
de lugares. —Le dijo a Kelly mientras se dirigía a la puerta y a la otra
habitación, donde Zane probablemente había vuelto a dormir solo en su
cama.

A través de la pared, Kelly lo oyó hablar con Zane tan pronto como
entró en la otra habitación, probablemente, metiéndose en la cama con él
para conseguir un poco de tiempo para sí mismos antes de que comenzara
el día. Kelly volvió su atención a Nick y respiró inestable para calmarse.
Nick se sentó y comenzó a deslizarse para dejar que Kelly entrara en la
cama con él, pero Kelly lo detuvo con una mano en su hombro, y luego se
arrastró sobre Nick para señalar el punto caliente que Ty había dejado
atrás.

Tenía la intención de pasar por encima de Nick, de todos modos.


Llegó tan lejos a horcajas en el regazo de Nick antes de perder todo el
autocontrol y tomó la cara de Nick en sus manos para besarlo. Ninguno de
ellos se había cepillado los dientes, pero Kelly estaba bastante seguro que
a Nick le importaba tan poco como a él.

Kelly se sentó en el regazo de Nick, su frente apoyada contra la de


Nick mientras sostenía su rostro.

—¿Kelly? —Nick finalmente susurró.


SIDEWINDER
Abigail Roux

275

—Lo siento. —Kelly gruñó. Besó a Nick una vez más y luego se
arrastró fuera de él. Las sabanas ya se habían enfriado porque tanto Ty
como Nick amaban mantener la temperatura en una habitación cerca de
la congelación. Kelly se apresuró a conseguir las mantas por encima de sí
mismo, luego tiró más cerca de Nick para poder ver la cara de Nick
mientras hablaban.

—¿Qué pasa? —Nick preguntó.

—Tuve un sueño.

Nick parpadeó. Sus labios se separaron, luego los presionó


fuertemente y frunció el ceño, obviamente luchando para ser paciente y
permitirle a Kelly explicarse. —De acuerdo.

—¿Recuerdas la noche en Deadwood? ¿Cuando decidí mudarme a


Colorado y te hablé sobre ello en ese cementerio?

La expresión de Nick no cambió, pero Kelly podía ver el absoluto


dolor en sus ojos.

Kelly asintió antes de que Nick pudiera darle una respuesta. —Lo
recuerdas.

—Sí. ¿Qué pasa?

—Soñé con ello. Es la primera vez que he pensado en esa noche


en… años. Diez años. Te recuerdo estando molesto después, y nunca pude
SIDEWINDER
Abigail Roux

276

averiguar por qué. Y realmente nunca le di a eso un pensamiento


después… yo sólo seguí adelante. Pero lo soñé y lo he descubierto.

—Kels, ¿de qué estás hablando? —Nick preguntó, y parecía


agotado.

Kelly se lamió los labios y se acercó más, colocando gentilmente una


mano en la mejilla de Nick. —Lo que te dije esa noche. Fue jodidamente
horrible, Nick. Te dije que eras lo más cercana al hogar que había tenido. Y
luego, en la siguiente respiración, te dije que no era lo suficientemente
bueno.

Nick tragó saliva, parpadeo rápido.

—Lo siento. —Kelly respiró.

La mano de Nick se apoyó en la cadera de Kelly, sus dedos


clavándose. —¿Me despiertas para disculparte por algo que dijiste hace
más de diez años?

Kelly hizo una mueca, sintiendo algo estúpido cuando fue puesto
así. —Supongo que…

—Kels. —Nick siseó, levantando su mano para ahuecar el rostro de


Kelly. Besó a Kelly antes de que cualquiera de ellos pudiera decir más, y
cuando retrocedió, rozó su nariz contra la de Kelly. —Gracias.
SIDEWINDER
Abigail Roux

277

Kelly exhaló un suspiro de alivio. —Fui tan estúpido. —Dijo, dolor


punzando a través de él al pensar en lo que sus descuidadas palabras
debieron haber hecho a Nick. Debió haber roto su corazón el escuchar a
Kelly decir que no era lo suficientemente bueno. —Siempre fuiste mi faro
en una tormenta. Siempre fuiste la luz llamándome a la seguridad, y fui
tan jodidamente estúpido al decir que no era suficiente para mí. Por
perder eso.

—Nunca lo perdiste. —Nick lo interrumpió.

—Sí, lo hice. Lo hice. No sólo lo perdí, también me aparté. Nunca me


miraste de la misma manera después de esa noche, no me trataste de la
misma manera. Y tampoco merezco lo que me diste, porque te lastimé
mucho más de lo que nunca me di cuenta. Ahora sé lo que no hice
entonces, que aun cuando la construí a partir de cero, todavía no podría
hacer un hogar para mí sin ti en ella. Siempre fuiste tú. Me desperté y no
pude estar un minuto sin decir que lo siento después de darme cuenta de
lo que hice.

Nick suspiró, pero no dijo nada mientras se miraban. El sol estaba


saliendo, y al parecer ni Nick ni Ty se habían molestado en cerrar las
cortinas la noche anterior, por lo que la luz ya estaba calentando la
habitación, tocando los ojos de Nick con el más asombroso verde que
Kelly había sido testigo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

278

—Nick. —Kelly susurró, y trató de deslizarse aún más cerca. La


mano de Nick se tensó sobre su cadera, manteniéndolo quieto. Kelly se
aclaró la garganta, lanzado por la incapacidad de tocar a Nick cuando
quería. —Nos diste tanto de ti mismo. Tanto. Tú eras todo lo que
necesitábamos. Tú… fuiste mi faro cuando estuve a la deriva y pensé que
seguiría a la deriva durante toda mi vida, me disté un hogar. Fuiste la roca
de Ty, tú lo mantuviste conectado a tierra y sano y bueno cuando él podría
haber caído en picada en territorio como un villano Bond. Fuiste el
hermano de Eli, la caja de resonancia de Owen, y diablos, estoy seguro
que le proporcionaste fósforos a Digger para luego apagar el fuego por él
después.

Nick resopló y cerró los ojos.

Kelly se sorprendió al darse cuenta de que estaba a punto de llorar.


—Diste tanto de ti mismo a cada uno de nosotros, y ni siquiera nos dimos
cuenta. Y nunca pediste nada a cambio. ¿Cierto?

—Yo… no…

—Tú no sabes. —Kelly dijo con fuerza. —Te cortas en diminutos


pedazos y sigues dándolos, pero nunca los consigues de vuelta porque una
vez que los entregas, nosotros los atesoramos tanto que nos los
quedamos. Y nunca pides reemplazarlos y te lastima…
SIDEWINDER
Abigail Roux

279

Kelly parpadeó para alejar las lágrimas nublando su visión. Nick usó
su pulgar para secarlas de las mejillas de Kelly.

—He estado tan enojado contigo. —Kelly admitió. —No podía


entender por qué no te estabas poniendo en primer lugar, por qué no
podías ser egoísta, sólo una vez. Pero ahora lo entiendo. Si hubieras sido
egoísta, ninguno de nosotros sería lo que somos ahora. Tú… Eli tenía
razón, eres la pieza clave, Nicko. Y lamento tanto haber estado dándote un
tiempo duro para protegernos. Lo siento mucho.

—Los dos sabemos que no es la única razón por la que has estado
enojado conmigo. —Nick dijo. —Me lo merecía.

—Así es. Pero ya he superado eso, y sigo enojado. Y acabo de


descubrir por qué, y tenía que venir aquí y…

La mano de Nick era suave en la mejilla de Kelly cuando Kelly se


arrastró fuera, sus dedos deslizándose en el pelo de Kelly, su pulgar en el
pómulo de Kelly. —Me alegra que hayas venido aquí. —Dijo finalmente.
—Gracias.

Kelly asintió y suspiró. Puso su mano en el pecho de Nick, haciendo


girar la punta de sus dedos por el suave cabello allí. —Sé que hice una
nueva regla, pero, ¿me abrazas de todos modos? —Preguntó finalmente,
su voz ahogada por la risa.
SIDEWINDER
Abigail Roux

280

Nick resopló y rodó sobre su espalda, deslizando su brazo por


debajo de la cabeza de Kelly. —Venga.

Kelly puso su cabeza en el pecho de Nick, envolviéndose a su


alrededor y cerrando los ojos con alivio. —Zane está todo construido y
esas cosas, pero sus abrazos no son lo mismo. —Bromeó.

Nick lo apretó más fuerte, y empujó su cara en el cabello de Kelly.


Desde algún lugar sobre sus cabezas llegó un pequeño y amortiguado
maullido.

Kelly levantó la cabeza para ver a Jiminy y Cricket luchando sobre la


montaña de almohadas apiladas contra la cabecera, todo pelusa y bigotes
y ojos azules.

—Hola, bebés. —Kelly susurró. Nick gimió cuando Kelly apoyó la


cabeza sobre su pecho de nuevo, y los gatitos se unieron a él,
acurrucándose en Nick como si él hubiera sido enviado para ser su muy
propio cálido vientre personal.

Nick dio un duro suspiro mientras Jiminy se enterraba bajo su


barbilla. Kelly trató de no reírse, demandando su propio espacio antes de
que pudiera ser tomado. Cricket empujó su trasero contra su cara,
haciendo vibrar su nariz con sus ronroneos.

Cada vez que Sidewinder había entrado en posesión de animales, ya


sea rescatando a un gato salvaje de una tormenta de nieve, cuidando el
SIDEWINDER
Abigail Roux

281

chucho de un amigo, o tratar con el muy pobre control de impulso de Kelly


mientras trabajaba como voluntario en la sociedad humana y adoptando
dos gatitos que habían llegado al final de su tiempo asignado, los animales
siempre habían gravitado hacia Nick. Y Nick jodidamente lo odiaba.

Los ojos de Kelly comenzaron a volverse pesados de nuevo cuando


el ronroneo lo empujó hacia el sueño. Luchó contra ello, sin embargo,
dejando vagar sus pensamientos de nuevo a ese último viaje por
carretera. Cuando había viajado por todo el país, cada uno de ellos había
encontrado algún lugar que les habló, los llamó.

Kelly, después Owen, y luego Digger se habían ido para buscar su


propio lugar en el mundo, dejando a Nick, Eli y Ty para hacer el viaje de
vuelta a DC solos. Pero Kelly había sido el primero en irse. Había añorado
ese lugar en Colorado, ese pequeño pueblo que se sentía como en casa,
esa parcela de tierra en el medio de la nada con el letrero de venta que
había sido el lugar perfecto para construir su cabaña. Finalmente la
llamada de ese lugar había sido demasiado para un joven que había tenido
su ración de aventura, y había dicho adiós a sus chicos y se fue.

Algunas noches, había permanecido despierto y se arrepentía,


permanecía despierto y lloraba porque no podía regresar.

—¿Me culpaste? —Kelly soltó.

Nick se despertó sobresaltado. —¿Qué?


SIDEWINDER
Abigail Roux

282

—Después de irme. Todos ustedes siguieron su camino sin mí por


un tiempo. Pero entonces los otros se fueron, también, porque yo rompí
el sello. ¿Me culpaste? ¿Por irme? ¿Por asesinar al equipo?

Nick estaba en silencio, sus dedos clavándose en la piel del brazo de


Kelly, su corazón acelerado bajo la mano de Kelly, su respiración tan fuerte
que despertó a los gatitos y comenzaron a ronronear de nuevo. Después
de varios tormentosos momentos de espera por una respuesta, Nick
asintió.

—Sí. —Dijo con voz ronca. —Sí, lo hice.

17 de febrero de 2003

—¿Qué quieres decir con que no los entiendes? —Nick preguntó.

—Colorado no es colorido. —Eli insistió. —Todo lo que hemos visto


es el verde en las montañas, marrón en las llanuras. Y blanco por todas
partes. Podrían malditamente realizar el curso de los Líderes de Montaña
aquí, hermano. Es descolorido.

—Creo que es un juego en el nombre. —Ty ofreció. Él estaba en el


asiento de atrás, tomando un descanso de su último turno de conducción.
Estaba sentado hacia atrás, con los hombros encajados entre los dos
asientos delanteros mientras jugaban a las cartas en la parte posterior.
SIDEWINDER
Abigail Roux

283

—¿Qué quieres decir? —Eli preguntó cuando se giró para fruncirles


el ceño.

—Colorado. —Nick dijo, mirando a Eli rápidamente y regresando su


atención a la sinuosa carretera. —Es una puta palabra española, amigo.
Colorado —dijo de nuevo, pero esta vez lo dijo con un acento, como si
estuviera hablando español.

Eli se quedó en silencio, y Nick lo miró de nuevo, levantando ambas


cejas cuando se encontró a Eli mirándolo. Ty se volvió y apoyó el codo en
la consola, y el silencio repentino del juego de cartas en la parte trasera le
dijo a Nick que había llamado la atención de todos.

Nick tuvo que apartar la mirada rápido antes que Elí pudiera verlo
sonriendo. Se tapó la boca con la mano y centró todo lo que tenía en la
carretera, con el ceño fruncido para compensar.

—Amigo. —Owen gruñó. —¿Eso nunca se te ocurrió antes?

—Ustedes los blancos no dicen las cosas bien, de acuerdo. —Eli


gruñó finalmente.

Ty y Owen se echaron a reír, y Nick podía ver a Digger en el fondo,


sacudiendo la cabeza mientras barajaba las cartas con las que estaban
jugando.
SIDEWINDER
Abigail Roux

284

—¿Alguna vez te has preguntado por qué Montana tiene tantas


montañas? —Nick le preguntó a Eli, apenas manteniendo la risa en su voz.

—Tu Madre, hermano.

Nick se reía tan fuerte que tuvo que frenar su progreso para no
arruinar el Bronco.

—Montana, eso es jodido. Ni siquiera había montañas en Montana,


hombre, eran más que, como… como… bultos de llanuras.

—¿Bultos de llanuras? —Ty gritó, y todos rodaron en la espalda, sin


cinturones de seguridad a la vista, tarjetas olvidadas.

—Será mejor que dejes de jodidamente hablarme hasta que tu culo


sea bilingüe dentro de tu cabeza, vale. —Eli tuvo que agarrar la manija por
encima cuando Nick dio un giro un poco demasiado duro. —¡Presta
atención a la carretera, Rico! ¡Jesucristo!

Hubo un coro de quejas y risas en la parte trasera, y Nick se secó los


ojos y desaceleró el Bronco hasta casi ir a paso de tortuga. Si se reía con
más fuerza, tendría que detenerse.

Eli seguía refunfuñando, con el pie en el tablero y sus nudillos


tornándose blancos mientras se aferraba a la manija. Nick miró por el
espejo retrovisor a los demás. Se reían, luchando con los cinturones de
SIDEWINDER
Abigail Roux

285

seguridad para abrochárselos, discutiendo sobre si Digger encajaría en el


asiento del medio, o si tenía que estar en la parte de atrás con el equipaje.

Lo único que faltaba era Kelly.

La sonrisa de Nick cayó. La comprensión de que Kelly se había ido y


no regresaría lo golpeó tan duro como lo hizo la última vez que lo había
enfrentado. Fue aleccionador al instante. Se aclaró la garganta y se centró
en la carretera, luchando contra la melancolía que había estado tratando
de ignorar desde que habían dejado a Kelly en el pequeño pueblo cerca de
Colorado Springs, donde tenía la intención de comenzar su nueva vida.

—¿Irlandés? —Ty dijo, apretando el brazo de Nick y sacudiéndolo.


—¿Estás despierto?

—¿Eh? Sí. ¿Por qué? ¿Qué?

—Si estás cansado podemos cambiar. Has estado conduciendo toda


la mañana.

Nick miró por encima del hombro a Ty, malditamente cerca de


golpear su barbilla en la nariz de Ty porque él se inclinaba tan cerca de la
cara de Nick. Empujó el pecho de Ty con el codo. —Cálmate.

—Bultos de llanuras. —Eli murmuró, sacudiendo la cabeza con


disgusto mientras observaba el paisaje pasar. —Soy demasiado marrón
para esto.
SIDEWINDER
Abigail Roux

286

10 de junio de 2013

—A veces Eli mezclaba y perdía palabras. —Owen dijo. Estaba


sentado en la fila central de asientos con Nick mientras Ty conducía.

Zane estaba disfrutando de las historias que estaban compartiendo.


Se sentía como si estuviera finalmente llegando a conocer mejor no sólo a
Elías Sánchez, sino también a Owen, Digger, Nick, y Kelly. Era la primera
vez que podía recordar que todos estaban juntos sin ser perseguidos o
amenazados o heridos o cualquier número de otras desagradables
actividades que a menudo se ponían en el camino de una pequeña charla.

Estaba sentado de lado para poder ver en la parte de atrás mientras


hablaban. Podría no ser capaz de hacerlo mucho tiempo porque lo haría
enfermar como un perro, pero observar a los otros hombres mientras
hablaban de Eli era irresistible.

—Creció hablando español en casa, inglés en todas partes. Por lo


que sólo tendía a mezclarlos sin darse cuenta que lo estaba haciendo. —
Nick explicó. Su voz sonaba distante y triste, y la sonrisa de Zane se
desvaneció mientras escuchaba. —A veces hacía algunas conversaciones
interesantes. Tenía un gran sentido del humor.

—Bultos de llanuras. —Ty dijo en voz baja, riéndose. —Él también


llamó a un montón de arbustos “rocas verdes” una vez. Y en una de las
SIDEWINDER
Abigail Roux

287

misiones de reconocimiento en la que estuvimos, siguió hablando de “la


gran manta azul”, y luego finalmente se enfadó y gritó “¡el cielo! ¡Es
llamado el cielo!”

Zane soltó una risa. —Lo entiendo. —Les aseguró antes de que se
pudieran poner a la defensiva en nombre de Eli.

Zane no había crecido hablando ambos idiomas por igual como Eli
aparentemente hizo, pero le habían enseñado ambos desde una edad
temprana gracias a la herencia española de su madre. Ella había insistido
en enseñarle el dialecto de España, el idioma que su tátara—tátara—
abuelo había hablado. Ni que decir que había tenido que aprender por sí
mismo los diferentes dialectos locales cuando se había ido haciendo
mayor. A veces golpeaba palabras que no tenían equivalente en
cualquiera de los idiomas que conocía, y tenía que buscar un reemplazo.
Sólo podía imaginar las dificultades que Eli había enfrentado con las
barreras del idioma.

—Los caballeros en la parte de atrás tienen que orinar. —Digger


anunció.

Zane estaba viendo el perfil de Ty mientras conducía, y la forma en


que los ojos de Ty se movieron para comprobar el espejo retrovisor
cuando Digger habló hizo que el estómago de Zane se agitara gratamente.
SIDEWINDER
Abigail Roux

288

Era sólo el primer día del viaje siguiendo las reglas de Eli, y Zane ya
estaba lamentando el hecho de que nadie había protestado por la cláusula
de no—sexo. Nick y Kelly estaban teniendo los mismos problemas, Zane
había aprendido mucho de Kelly anoche. Owen tenía una novia estable en
San Diego, por lo que simplemente se encogió de hombros sobre el
sexbargo8, como Kelly lo había llamado. Y a Digger no parecía importarle.
Zane no sabía si él estaba en una relación con alguien, y nadie le había
preguntado. Sólo que no parecía preocupado por la repentina falta de
sexo en su vida.

Sin embargo, a Zane lo molestó. Observó a Ty con una sonrisa, vio el


modo en que sus manos se movían en el volante, la forma en que la luz
del sol golpeaba sus ojos avellana y lo hizo entrecerrar los ojos mientras
trataba de mantener la vista en el camino, la forma en que su rodilla
rebotaba dado que la Suburban era automática y no tenía un embrague
con el que lidiar.

Puso la direccional con largos y talentosos dedos, y Zane tuvo que


apartar la mirada de él cuando cambiaban de carril. Apenas reprimió un
gemido de frustración.

La canción en la radio se interrumpió, sonando rayada como un


viejo disco. Ty tocó la pantalla.

8
Es cuando una persona está bastante molesta con su pareja como para negarse a tener sexo durante
un período de tiempo determinado, o hasta que se cumplan ciertas condiciones.
SIDEWINDER
Abigail Roux

289

—Amigo, ¿cómo se salta en un iPhone? —Ty le preguntó a Nick.

—No sé, la aplicación de Pandora estaba siendo rara anoche. —Nick


metió la mano entre Ty y Zane. —Déjame tenerlo.

Zane desconectó el teléfono y se lo devolvió. La música se detuvo


abruptamente cuando desconectó el teléfono, que era exactamente lo
que debería haber hecho. Unos segundos más tarde, sin embargo, la
música sonó de nuevo. La canción no era la misma melodía de rock clásico
que había estado reproduciéndose, sino más bien un salsero de la vieja
escuela que hizo que todos los músculos del cuerpo de Zane quisieran
bailar.

—Amigo. —Kelly dijo desde la última fila. —¿Cuánta de esa música


de salsa tienes en tu teléfono?

—No tengo nada de eso en mi teléfono. —Nick insistió. —¡Ni


siquiera está conectado!

Ty golpeó el tablero de la Suburban. —¡Céntrate, Helen!

La música se detuvo de nuevo, dejándolos con esa extraña estática


saliendo de los altavoces que sólo un accesorio AUX desconectado podría
hacer.

Nick gimió desde el asiento trasero. —Él dijo que me perseguiría si


no seguíamos las instrucciones, dijo que cazaría mi culo irlandés.
SIDEWINDER
Abigail Roux

290

—Amigo. —Digger dijo en voz baja.

—Pero estamos siguiendo las instrucciones. —Owen dijo, y tomó el


teléfono de Nick cuando Nick comenzó a maldecir al aparato.

—Empezó a tocar música de salsa también anoche. —Nick admitió


cuando se sentó nuevamente y frunció el ceño, mirando a Owen tocar la
pantalla de su teléfono.

Owen hizo un sonido de chasquido sin levantar la vista. —¿Y cuál


regla rompieron los dos?

Kelly y Nick murmuraron una respuesta, ninguno de ellos realmente


audible. Pero Zane sabía exactamente lo que estaban diciendo. Miró a Ty,
que se encontró con sus ojos, mordiéndose el labio contra una sonrisa.
Ellos se habían estado preparando para romper la misma regla anoche
cuando el teléfono de Ty se había vuelto loco. Ty sacudió la cabeza, y Zane
le dio un guiño antes de apartar la mirada. Mantuvieron eso para sí
mismos.

—Debe haber sido una señal corrupta pasando. —Owen decidió.


—Una gran plataforma con un satélite o CB o el envío de una ráfaga. Es
bastante común. Y tu Bluetooth se conecta a Helen justo ahora, es por eso
que está haciendo cosas raras.

—¿Quién es Helen? —Zane preguntó, girándose para mirar atrás.


SIDEWINDER
Abigail Roux

291

—El auto. —Owen dijo, como si eso ya había sido discutido y


decidido y Zane probablemente debería saber eso. —Ella es una
Suburban.

Zane rodó los ojos y le dio a Ty una mirada sucia. Sabía exactamente
de cual retorcida mente había salido eso.

—¡Los caballeros en la parte trasera todavía tienen que hacer pis!


—Digger dijo.

Ty gruñó. —¡Los caballeros en la parte de atrás tienen que ser


jodidamente pacientes!

—Los caballeros en la parte trasera van a mear en tus Wheaties9 si


no encuentras una jodida estación de servicio. —Kelly advirtió.

—Estamos a mitad de un parque nacional. —Ty gruñó. —¡No hay


estaciones de servicio!

—Creo que es necesario redefinir la palabra “caballeros”. —Owen


dijo con indiferencia.

Nick golpeó sus desnudos pies en la consola y se cruzó de brazos


mientras se relajaba contra el panel de la puerta. —¿Ya llegamos?

9
Marca de cereal.
SIDEWINDER
Abigail Roux

292

Una vez que lleguen a Yellowstone, encontrarán un camping tan


lejos de los pueblos pequeños como sea posible. Probablemente ya han
descubierto lo que se supone que deben hacer para los próximos dos días,
así que aquí vamos.

Dos campamentos, no a más de dos millas de distancia. Dos


banderas, hechas de lo que puedan encontrar. Dos equipos, Alfa y Bravo.
Esos serán sus equipos para el resto del viaje. Dividido por el sacar pajillas.
Si tienen un número impar, o alguien que es demasiado viejo y decrépito
para jugar, hagan de la pajilla impar un bribón que pueda ser comprado,
sobornado, o chantajeado por cualquiera de los equipos. Estamos jugando
las reglas Jacksonville.

El juego inicia a la medianoche, y no termina hasta las próximas 24


horas. El equipo ganador conocerá su premio en la siguiente carta, que se
abrirá sólo cuando una de las banderas haya sido capturada o las 24 horas
terminen.

Una vez fuimos contados entre los mejores equipos de operaciones


especiales en cualquier ejército. Es tiempo de recordar lo que nos hizo tan
especial.

—¿Cuáles son las reglas Jacksonville? —Zane preguntó inseguro


después que Owen terminó de leer la carta.
SIDEWINDER
Abigail Roux

293

Estaban sentados en varios bancos húmedos delante de Old


Faithful, en medio de la multitud de gente que se movía con cámaras y
niños y ponchos, esperando a que el géiser hiciera erupción. La multitud
estaba poniendo ansioso a Kelly, y él no estaba muy seguro de por qué. Se
acercó a Digger, y Digger puso una mano sobre sus hombros, dándole
palmaditas como si supiera que Kelly no estaba cómodo.

—Las reglas Jacksonville significan ningún arma. —Ty explicó. —


Usas el entorno y los recursos que puedas, pero sin armas. Básicamente.

—Hay más matices a las reglas Jacksonville. —Owen añadió. —Pero


básicamente se reduce a eso, si estás sangrando o en fuego, grita tiempo
fuera.

Zane asintió, pareciendo un poco enfermo. —Bien entonces.

—Voy a conseguir algo para usar como pajas. —Owen dijo, y le


entregó la carta a Nick antes de caminar fuera de la línea de árboles bien
cuidados hacia el estacionamiento.

Kelly se volvió hacia el géiser. La última vez que habían estado aquí,
nunca había pillado la maldita cosa. Una madrugada lo habían visto desde
la carretera cuando conducían arriba, y ese había sido su último intento;
habían dejado Yellowstone aquella mañana, todas las variaciones de
gruñidos de “Old Fiel mi culo”.

—Hey. —Nick dijo detrás de él.


SIDEWINDER
Abigail Roux

294

Kelly se giró para encontrar a Nick justo fuera del alcance de su


brazo, con la cabeza inclinada, ceño fruncido profundamente, y ambas
manos metidas en sus bolsillos.

—¿Estás bien? —Le preguntó a Kelly.

—No, pero no estoy seguro de por qué. —Kelly admitió. —Creo que
estaré bien cuando estemos fuera de esta multitud.

Nick no respondió, se limitó a fruncirle el ceño a Kelly. Kelly le


ofreció una sonrisa, deseando poder acercarse más y apoyarse en él para
aliviar la ansiedad. Él mismo había hecho la regla de no—tocar, sin
embargo, y era mejor ni siquiera tentar a cualquiera de ellos con ese tipo
de contacto. Se encontró esperando a que cuando hicieran la división de
equipos, Nick y él estuvieran en bandos opuestos.

Owen volvió con un puñado de ramitas. Las había cortado de modo


que tres de ellas tenían la misma longitud. Las demás las había dejado más
largas. Las sostenía en el puño, asegurándose que las puntas fueran
uniformes. —Alfa son las cortas. —Decidió, y sacó la primera rama y la
sostuvo en alto.

Uno a uno eligió, dividiéndose en Alfa y Bravo. Ty, Zane, y Kelly


terminaron con las ramas Alpha, y Nick, Owen, y Digger tenían las ramas
Bravo desiguales.
SIDEWINDER
Abigail Roux

295

Kelly agarró su rama fuertemente y observó a Nick mientras su


corazón latía con fuerza. ¿Estaba aliviado o decepcionado? Ni siquiera
podía decirlo.

Hubo un cambio en la atmósfera de la multitud, y un sonido


rugiente brotó detrás de ellos. Kelly miró a Nick, sin embargo, con el
corazón latiendo demasiado fuerte para poder respirar, mucho menos
alejar la mirada y voltear a ver el espectáculo. La mirada de Nick se desvió
hacia arriba, separando sus labios cuanto más alto miraba. Todos los
demás estaban de la misma manera, impresionados por el géiser en
erupción.

Nick alargó la mano casi sin darse cuenta de que lo estaba haciendo,
sin apartar la vista de la torre de agua y vapor, y agarró el brazo de Kelly y
le dio la vuelta, forzándolo a mirar. Y repentinamente Kelly pudo respirar
de nuevo. Pudo sentir su corazón martillando en su pecho, y pudo sentir la
calidez del tacto de Nick mientras se deslizaba por su brazo y en su mano,
enredando sus dedos juntos. Era consciente de Ty y Owen luchando para
conseguir a Seymour para poder tomar su foto delante del Old Fiel, pero
no se movió para ayudarlos.

Minutos más tarde cuando el géiser parecía estar funcionando de


vapor, Nick bajó la cabeza y apretó la mano de Kelly, mirando hacia los
lados para encontrarse con los ojos de Kelly. Pareció sorprendido, y sus
dedos se aflojaron, liberándolo. —Lo siento. —Susurró.
SIDEWINDER
Abigail Roux

296

Kelly negó con la cabeza, pero lo que sea que pretendía decir no
salió. Nick ofreció una suave sonrisa mientras se alejaba, y Kelly se quedó
allí, observándolo mientras se unía a Owen y Digger y comenzaron a
caminar hacia el estacionamiento juntos.

Kelly tragó saliva, parpadeando como si acabara de recordar que sus


ojos podían hacer eso. ¿Estaban bien Nick y él? ¿Esto era normal, el
sentirse desanimado cuando nada parecía estar mal? Por primera vez
desde que Nick lo había besado y encendió esa chispa dentro de los dos,
Kelly estaba preocupado. Podía sentir el aire presionando más fuerte
alrededor de él, sentir el pánico arrastrándose más cerca. ¿Y si Nick y él
simplemente no estaban destinados a funcionar? ¿Qué demonios haría si
Nick estaba sintiendo este pánico, también? ¿Qué haría si estuviera a la
deriva?

—¿Doc? ¿Estás bien? —Ty dijo, y una mano en su hombro


finalmente lo sacó de sus pensamientos.

Kelly lo miró, tomando una respiración profunda y tratando de


sonreír. —Sí. —Dijo, asintiendo y mirando a Ty y Zane. —Hagámoslo.

Podía sentir sus ojos sobre él mientras seguía a los otros tres en
medio de la multitud dispersándose. Pero tenía cosas más importantes de
las que preocuparse ahora. Como, cómo diablos se suponía que los tres
debían ganar una batalla de ingenio y astucia contra un equipo
SIDEWINDER
Abigail Roux

297

jodidamente conformado por un pirómano de pantano, un idiota


desviado, y un MacGyver irlandés.
SIDEWINDER
Abigail Roux

298

Capítulo 9

Dos días después de entrar en el Parque Nacional de Yellowstone,


los seis estaban exhaustos, sucios, con moretones, y hambrientos
mientras subían de nuevo a la Suburban.

Digger había atado la bandera del equipo Alfa alrededor de su


cabeza, llevándola con orgullo mientras demandada el escopetazo para
conducir a su próximo destino.

—¿Quién diablos sabe que las piñas explotan? —Ty se quejó a Zane.
Ambos estaban en la tercera fila de asientos, acurrucados juntos y
aplastados en la parte posterior. Los perdedores se sentaban atrás.
—¿Quién sabe eso?

Nick rió y apretó el puño contra Digger. —Oohrah. —Dijo con una
sonrisa mientras encendía el auto.

—¿Quién tiene la siguiente carta? —Zane preguntó. Sonaba


agotado, pero todos lo estaban. Zane se mantuvo firme ahí, y Nick estaba
SIDEWINDER
Abigail Roux

299

impresionado. En realidad él había sido el último hombre de pie del


equipo Alfa, pero no había sido capaz de salvar su bandera y Digger había
logrado engancharla con pocos minutos restantes para el final de las
veinte de juego.

A pesar de estar cansado, adolorido y sucio, y soportando algunos


argumentos sobre si Nick había roto las reglas cuando fingió estallar su
rodilla para atraer a Kelly y “matarlo”, ninguno de ellos pudo dejar de
sonreír.

Kelly estaba hurgando en la bolsa de Nick por las cartas, por lo que
Nick esperó antes de ponerse en marcha. El aire acondicionado de Helen
se sentía increíble, así que cerró los ojos y dejó que soplara justo en su
cara mientras esperaban.

Kelly entregó la siguiente carta a Ty, quien la abrió al mismo tiempo


quejándose de piñas. Nick lo observó en el espejo mientras sus ojos se
movían sobre él, sin duda, escaneándolo para asegurarse de que podía
leer en voz alta sin llorar. Finalmente se aclaró la garganta y miró hacia
arriba. —¿Listos? —Preguntó.

Los otros respondieron con movimientos de cabeza y murmullos.


Nick giró un poco en el asiento del conductor para poder ver leer a Ty.

—En primer lugar, quiero felicitar a cualquiera de los equipos que


tuvo los culos más tortuosos en él. —Leyó, sus ojos disparándose a Digger
SIDEWINDER
Abigail Roux

300

y entrecerrándolos. Murmuró cuando Digger le sonrió. —El equipo


ganador no recibe mierda por ganar, esto no es la Pequeña Liga. Trepen
de nuevo en el viaje y comiencen a dirigirse a la cabaña de Doc. Incluso si
él ya no es dueño de la cabaña, quiero que se acerquen lo más que
puedan a su propiedad de manera legal. Sé que es un largo viaje en auto,
así que paren en algún lugar en el camino y tomen un buen baño, una
buena cena, y duerman bien por la noche. Se lo han ganado, ya que cada
uno acaba de pasar los últimos dos días tratando de falsamente matar
brutalmente a sus amigos.

Owen dio un suspiro de alivio. —Gracias, EZ.

—Hay más. —Ty les dijo. —Equipo Alfa y Bravo se alojarán juntos de
aquí en adelante, cuando el tamaño de las habitaciones lo permita. Sean
un equipo.

Ty resopló mientras miraba a su alrededor. —También dice que


podemos abrir la siguiente carta al llegar a la casa de Doc.

—¿Por qué vamos a casa? —Kelly preguntó. Se había dado la vuelta


para que su espalda quedara apoyada contra el panel de la puerta, y sus
pies descalzos en el regazo de Owen.

Ty se limitó a sacudir la cabeza, encogiéndose de hombros. Ofreció


la carta a Kelly para que pudiera leerla, y Nick se giró y comenzó su
camino.
SIDEWINDER
Abigail Roux

301

—¿Alguna preferencia de dónde alojarnos esta noche? —Nick


preguntó.

—¿Puedes conducir a través de Jackson Hole? —Zane preguntó.


—Siempre he querido verlo.

Nick asintió. —Podemos parar en Jackson para el almuerzo, es una


pequeña ciudad extraña. No es lo suficiente para la mitad de camino, sin
embargo.

—Sigamos hasta que te canses. —Owen sugirió. —Ninguno de


nosotros está autorizado para conducir hoy de todos modos.

—De acuerdo. —Nick dijo, mirando por el espejo retrovisor por


costumbre. Encontró nubes de tormenta en los ojos de Kelly, y le robaron
el aliento.

Kelly le dio una sonrisa triste, luego apartó la vista. Nick miró su
perfil durante el tiempo que el camino le permitía, su pecho dolía tanto
que tuvo que poner una mano sobre la cicatriz en su costado para evitar
hacer una mueca de dolor. Podía sentir a Kelly alejándose, y no sabía por
qué.

La música paraba y se interrumpía, y Nick golpeó el tablero.


—¡Helen!
SIDEWINDER
Abigail Roux

302

La música se detuvo, dejándolos con el sonido de los neumáticos en


el camino y nada más. Cuando inició de nuevo, la canción era en español,
la aplicación de Pandora reproduciendo alegremente a pesar de que Nick
había hecho un punto para tener una de sus listas de reproducción de
iTunes en su lugar.

Digger cogió el teléfono, frunciendo los labios. —Puedo arreglar


esto, ya sabes.

Nick se lo arrebató de las manos. —Si le prendes fuego a mi


teléfono, yo te prenderé fuego a ti.

Digger asintió, con los labios aún fruncidos, considerándolo. —Eso


es justo.

Nick estaba luchando contra el sueño cuando se detuvo a un


costado de la carretera y se bajó del coche para dar una vuelta. Los otros
aprovecharon la oportunidad de estirarse, y Ty dejó salir a los gatitos para
usar un parche de hierba. Nick andada de un lado a otro a lo largo de la
acera, con la cabeza abajo, cuando vio una moneda en el suelo. Se detuvo
y frunció el ceño durante unos segundos antes de levantarla.

—¿Qué encontraste? —Ty le gritó.

—Una moneda de diez centavos.

Ty levantó ambas manos. —¡Somos ricos!


SIDEWINDER
Abigail Roux

303

—Cállate y pon tus malditos gatos en el auto. —Nick gruñó mientras


regresaba al lado del conductor. Dejó caer la moneda de diez centavos en
el portavasos, esperando hasta que Ty tuvo a los gatitos en la Suburban
antes de encenderla y regresar a la carretera. El que se sentaba en el
asiento del pasajero tenía que hablar con Nick para mantenerlo despierto
después de eso. Era difícil no darse cuenta que Kelly se quedó en la parte
de atrás.

SE DETUVIERON para pasar la noche en la primera gran ciudad que


vieron, que pasó a ser Rock Springs, Wyoming. De nuevo. Esta vez Kelly
estaba agradecido por el hotel al que Owen los hizo entrar, porque las
camas eran suaves y la ducha tenía excelente presión de agua y había un
bar en el vestíbulo que estaba abierto hasta medianoche.

Kelly pasó todo su tiempo en la ducha tratando de decidir por qué


se sentía fuera. Sabía que la falta de contacto era una cosa que le causaba
problemas. Se había sentido aliviado por las instrucciones de Eli que
separaban a los equipos, al principio. Las reglas que él y Nick se habían
propuesto: no tocar, no compartir una cama, estaban siendo oficializadas
por Sánchez. Alivió algo de su culpa, porque no podía recordar un
momento en que Nick y él no se habían tocado. Simplemente no podía
poner el dedo en el resto de ello, aparte de saber que estaba haciéndolo
más difícil para reunir el nervio suficiente y hablar con Nick, y decidió que
SIDEWINDER
Abigail Roux

304

necesitaba conseguir sus bolas y hablar con Nick al respecto antes que se
convirtiera en algo demasiado grande para resolverlo juntos.

Cuando salió de la ducha, había una nota de Ty sobre la mesa


diciendo que habían ido abajo, y cuando Kelly se uniera a ellos,
encontraría la cena.

Se vistió rápidamente y se dirigió hacia el bar. Sorprendentemente


estaba lleno de gente, y Kelly se detuvo en la entrada, buscando a sus
chicos. Los encontró en una cabina redonda en la esquina más alejada.
Todos ellos, excepto Nick. Tal vez Nick había tomado la última ducha y
simplemente no bajaba aún.

Mientras se abría paso entre los comensales, deslizó una mirada


hacia la barra, y tropezó con una silla vacía cuando vio a Nick allí de pie.
Reconocería esos amplios hombros y pelo castaño rojizo en cualquier
lugar. Parecía estar esperando una orden de bebidas, ambos codos en la
barra, apoyando su peso sobre una pierna para darle ese insolente
enganche a su estatura que siempre parecía golpear a Kelly en lo profundo
de sus entrañas.

Cuando Kelly lo miró, Nick tomó un sorbo de una jarra de cerveza y


asintió a algo que el hombre a su lado estaba diciendo. El tipo tal vez
estaba en sus veintes, cabello ligero, un viejo sombrero de los Boston Red
Sox puesto. Lo que estaba diciendo lo tenía excitado, y estaba usando sus
SIDEWINDER
Abigail Roux

305

manos mientras hablaba, palmeando el brazo de Nick y espalda,


agarrando su camisa y sacudiéndola cuando dijo algo que hizo reír a Nick.

Kelly sonrió cuando vio las líneas de expresión en el perfil de Nick.


Pero entonces, en contra de su voluntad y contra todos los instintos que
Kelly tenía en él, su mente recordó a ese video que había encontrado en el
Fiddler, el de Nick y un bombero de Boston llamado Aidan.

Era como una lanza a su corazón, y tuvo que alejarse antes de que
las imágenes en su memoria pudieran mezclarse más con Nick de pie en el
bar. Se tambaleó a través de la zona de comedor, agitándose cuando llegó
a la mesa donde estaban todos los demás.

—Hey, Doc. —Zane lo recibió con una sonrisa. Se deslizó,


empujando con el hombro a Ty cuando él hizo espacio para Kelly. —¿Estás
bien? Te ves un poco…

—Difícil. —Ty dijo cuándo Zane no fue capaz de encontrar una


palabra apropiadamente sensible.

—Eh. —Kelly ofreció cuando se lanzó en la cabina. Miró en dirección


al bar, pero por suerte no pudo ver a Nick o al niño con el que había
estado hablando. No había manera en el infierno de que se permitiera
convertirse en una persona celosa. Simplemente no iba a suceder.

Unos minutos más tarde, Nick regresó a la cabina con un montón de


vasos. Owen se levantó y lo ayudó a descargarlos, riéndose de Nick
SIDEWINDER
Abigail Roux

306

mientras ponía sus labios en una de las bebidas excesivamente llenas y


trató de beber lo suficiente para que no se derramara.

Por algún milagro lograron la hazaña sin una gota desperdiciada, y


Nick estaba sonriendo a Kelly cuando finalmente se sentó. Kelly no pudo
evitar corresponder.

—¿Qué demonios te tomó tanto tiempo? —Ty preguntó, deslizando


su bebida más cerca de él.

—Niño en el bar. —Nick dijo con un movimiento de su pulgar sobre


su hombro. —Me escuchó ordenar y perdió su mierda, me dijo que soy la
primera persona de casa que había conocido en su viaje. Él no paraba de
hablar, Jesús. —Tomó otro cuidadoso sorbo de su bebida. —Mierda, esto
es malditamente fuerte.

—El mío también. —Digger dijo alegremente. Se inclinó lo más que


pudo, empujando el hombro de Owen para darle algún tipo de
apalancamiento. —¿Qué barman estos?

Se rieron a través de la cena, y el postre, compartiendo historias


sobre Sidewinder y Eli. Kelly se alegró de que Zane se añadiera; les dio
amplias excusas para recordar el pasado, y habían estado tomando
ventaja de ello.
SIDEWINDER
Abigail Roux

307

A pesar de que Zane era un alcohólico en recuperación, había


insistido en que no le importaba que ellos bebieran, y aunque Ty se
detuvo después de una bebida, los otros no lo hicieron.

Kelly tenía la intención de hacerlo. Pero estaba tratando de limpiar


su mente, y Nick y él fueron ronda tras ronda, bebida tras bebida. Algo
que normalmente no era recomendable para nadie, considerando lo bien
que Nick podía manejar el alcohol.

Para el momento en que la medianoche llegó, la zona del bar se


había despejado, y la solitaria camarera restante esperaba a que ellos
terminaran para así poder ir a casa. Kelly notó todo esto sólo
periféricamente, por supuesto, porque estaba ebrio. Ebrio.

Zane había mantenido una mano en su codo porque cuando se reía


se inclinaba hacia un lado y casi caí de la cabina. Finalmente, Zane sólo
arrojó su brazo alrededor de los hombros de Kelly para mantenerlo en
posición vertical, y Kelly apreció el contacto.

Mientras pensaba en ello, recordó su decisión de hablar con Nick


acerca de la cláusula de no tocar que habían creado, y sobre la sensación
de un destino inminente que había estado sufriendo. ¿Qué mejor
momento que ahora?

Se inclinó sobre la mesa y golpeó el vaso vacío de Nick mientras


Digger y Owen compartían una historia con Zane.
SIDEWINDER
Abigail Roux

308

Nick parpadeó ante el cristal, luego hacía Kelly con una ceja
arqueada.

—Necesito hablar contigo. —Kelly le dijo, su tono un poco más


fuerte de lo que pretendía.

Nick asintió, pero no se movió. Había cruzado los brazos,


inclinándose hacia atrás en el asiento acolchado. Ocasionalmente sus pies
habían serpenteaba su camino a través de la mesa cuando los había
estado estirando hacia fuera, y Kelly había luchado duramente por no
tocarlos con los dedos de sus pies.

—Quiero decir, ahora.

Los labios de Nick se abrieron, así como sus ojos lo hicieron


ampliamente. —Oh. Bueno.

Kelly logró salir del asiento sin caerse, o incluso balancearse


demasiado, y jaló a Nick fuera de la cabina, sabiendo que su rodilla estaría
rígida y dolorida por ahora. Nick se sostuvo de su antebrazo después que
encontró sus pies, y Kelly se dio cuenta de lo cerca que estaban al mirar a
los ojos de Nick. Parpadeó y sacudió lejos el deseo de tirar de él más cerca
por un beso, y en su lugar agitó su cabeza hacia adelante del otro lado del
restaurante. Nick siguió obedientemente.
SIDEWINDER
Abigail Roux

309

Se deslizaron en otra cabina ya que todas las mesas ya tenían sus


sillas apiladas encima de ellas. Nick frunció el ceño hacia la barra cuando
se deslizó sobre el asiento para que Kelly se sentara junto a él.

—Debemos dejarla cerca. —Dijo.

Kelly miró a la camarera, que estaba limpiando su bar. Mientras la


miraban, los otros chicos la llamaron y ella se dirigió allí, hablando con
ellos durante unos segundos antes de sentarse con ellos. Kelly resopló.
—Owen podría hablar de su salida de una morgue.

Nick emitió un zumbido de acuerdo. Se giró un poco, apoyando su


brazo en el respaldo del banco detrás de Kelly y apoyando su otro codo
contra la mesa. —¿Qué pasa, cariño? —Preguntó con suavidad.

Kelly se encogió de hombros e hizo una mueca. —Algo no está bien.


—Soltó, y se obligó a mirar a los ojos de Nick. —No me siento bien. No nos
sentimos bien. Y no puedo entender por qué.

Nick asintió. —Lo sé. —Dijo suavemente.

—¿Sabes por qué? —Kelly preguntó.

Nick estaba masticando su labio, mirando a Kelly casi como si no lo


viera. —No podemos llenar el silencio justo así. —Dijo finalmente.
SIDEWINDER
Abigail Roux

310

Kelly frunció el ceño profundamente mientras observaba a Nick. Él


definitivamente no estaba sobrio, tal vez menos sobrio que Kelly en este
momento. Tal vez esto no había sido el mejor momento para hacer esto.

La mirada de Nick pareció centrarse un poco mientras miraba a los


ojos de Kelly. —Siempre nos hemos tocado. Siempre hemos hablado.
Ahora no podemos hacerlo bien.

—Podemos hablar. —Kelly argumentó. —Simplemente no lo


hacemos.

Nick asintió, como si Kelly estuviera de acuerdo con su punto.

Kelly se echó hacia atrás, reclinándose en el brazo de Nick.

—Cuando llegamos a un silencio que no podemos tratar, ¿qué


hacemos?

Kelly frunció el ceño y se encogió de hombros. No tenía idea de lo


que Nick estaba hablando.

—Follamos. —Nick respondió. —Si no podemos hablar de algo duro,


sólo caemos en la cama y lo ignoramos. Y lo ignoramos. —Estaba mirando
más allá de Kelly ahora, con los ojos vidriosos. —Olvidamos cómo hablar el
uno con el otro.
SIDEWINDER
Abigail Roux

311

Y repentinamente las palabras de Nick tenían sentido. Kelly jadeó un


poco cuando tomó una respiración inestable. —Y puesto que no podemos
tocarnos, no podemos comunicarnos ahora.

Nick asintió casi como si no supiera lo que estaba haciendo, sin


dejar de mirar más allá de Kelly a la nada.

—Wow. —Kelly susurró. —Bien. Bien.

Nick finalmente le devolvió la mirada, sus ojos suaves y tristes.

—Bien. —Kelly dijo de nuevo, y se volvió para encontrarse con Nick


de frente. —Entonces hablemos. Siento que no estamos funcionando. Y
no sé por qué.

Nick no dijo nada, sólo se encontró los ojos de Kelly sin pestañear.

—Y me siento culpable. —Kelly continuó. —Siento que soy la razón


por la que Sidewinder murió. Y todo esto, es Eli tratando de arreglar el
desastre que hice de nosotros. Y sólo lo está haciendo peor, me hace cada
vez más consciente de lo que arruiné por irme. Y creo… Creo que te culpo
por estar aquí y notar todo esto.

Nick aún estaba en silencio, pero ahora asentía casi


imperceptiblemente.

—Y tengo miedo. —Kelly susurró. —Porque casi te pierdo en Miami.


Y puedo decir que te estoy alejando, y no sé por qué, y no sé cómo
SIDEWINDER
Abigail Roux

312

detenerme de hacerlo. —Contuvo la respiración, esperando a que Nick


respondiera, que rompiera el tortuoso silencio de alguna manera. Apretó
los dientes y cerró los ojos. —Di algo.

—No sé si puedo. —Nick dijo suavemente.

Kelly podía sentir la rabia burbujeando en su interior. ¿Estaba


abriendo su corazón aquí, y Nick no podía pensar en una maldita cosa que
decirle? ¿Acababa de admitir que tenía miedo de no poder hacer que esto
funcionara, y Nick no tenía una palabra que decir en su defensa?

—¿Qué es tan jodidamente difícil en ello? —Kelly gruñó. —¿Sabes lo


que es difícil para mí? Verte inocentemente hablar con un desconocido en
un bar y no ser capaz de sacar de mi cabeza la idea de Aidan y tú en ese
video.

Nick parpadeó y sacudió la cabeza hacia atrás, sus labios abiertos.

—¿Ves? —Kelly prácticamente gritó. —¡Tienes que malditamente


hablar conmigo! ¡Tienes que defenderte antes de permitir que mi mente
corra por todas partes!

—No puedo detener tu mente de hacer cualquier cosa, Kelly, tú y yo


sabemos eso demasiado bien. —Nick finalmente soltó.

—¡Estoy siendo serio!

—¡Yo también!
SIDEWINDER
Abigail Roux

313

Kelly se empujó fuera de la cabina, alejándose de Nick. Apretó los


dientes y se pasó las manos por el pelo, gruñendo sin palabras.

—Kelly. —Nick lo llamó, y parecía irritado e impaciente. Parecía casi


enojado, eso enojó a Kelly aún más. ¿Qué maldito derecho tenía Nick a
estar enfadado con él? Kelly era el que estaba siendo perseguido por la
visión de Nick y el puto bombero en su cama, atormentado por la culpa.
¡Kelly era el único perdiendo el sueño!

Kelly se volvió hacia él, señalando con un dedo y agitándolo en total


frustración. —¡No puedo sacarlo de mi cabeza, de acuerdo! ¡Cualquiera de
eso! ¡No puedo dejar de ver tu cara cuando te dije que me iba del equipo!
¡No puedo detenerlo! ¡Y no puedo hacerme no pensar en ti estando con
alguien más, alguien que nunca te ha herido!

Nick se puso de pie, pareciendo todavía confundido mientras


negaba con la cabeza.

Kelly se enfadó aún más. —Todo lo que puedo ver es a ti y a ese


otro tipo y sé malditamente bien que eras serio sobre ello, ¿de acuerdo? Y
sé… Sé que estabas pensando en probar algo serio con él. ¡Y entonces
llegué yo, saltando de nuevo en tu camino y arruinándolo! ¡No puedo
sacarlo de mi cabeza! ¡No puedo evitarlo!
SIDEWINDER
Abigail Roux

314

—¡Yo tampoco! —Nick gritó. Tenía los puños cerrados a los


costados, y sus ojos ardían. También había cuadrado los anchos hombros,
haciéndolo parecer aún más voluminoso de lo que normalmente era.

Kelly tuvo que detenerse, sorprendido por la ira y fuego en su


amante. No había visto eso en un largo tiempo, y eso hizo que todo se
tambaleara en la mente de Kelly hasta detenerse bruscamente.

—¡Ocurrió! Sucedió antes de ti y de mí. Sucedió en el pasado, y no


hay nada que pueda hacer al respecto! ¡No puedo cambiarlo, no puedo
defenderlo! ¡Todo lo que has dicho, todo por lo que estás pasando, está
hecho y se ha ido, no hay nada que pueda hacer al respecto ahora!
— Estaba gritando a todo volumen ahora cuando todos en la habitación lo
observaban con los ojos muy abiertos, y le dio la espalda a Kelly y se alejó.
Kelly pudo sentir a los otros moverse, poniéndose de pie en caso de que
hubiera una pelea. —¡No puedo volver atrás y corregir mis errores, no
puedo volver atrás y hacer mis decisiones nuevamente! ¡Al igual que tú no
puedes volver atrás y cambiar las tuyas! Si pudiera, ¿de verdad crees que
estaría aquí ahora? ¿Cree que estaría atrapado en esta rueda de hámster
de culpa y arrepentimiento, justo atascado aquí desesperadamente
tratando de ganar el perdón?

—Nick. —Kelly respiró, sin que nadie lo notara, mientras que Nick
caminaba de un lado a otro y despotricaba para sí mismo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

315

—¿Crees que no hay un segundo de mi vida que no me gustaría


volver atrás y cambiar si pudiera? —Nick agarró una botella de cerveza de
la mesa cercana. Se puso la otra mano en el pecho y se volvió hacia Kelly,
con expresión dolorida y parecía implorar a Kelly que lo escuchara.
—¿Crees que no volvería? ¿Crees que no recuerdo cada momento de
nuestro pasado juntos, cada vez que me ves de esa manera? ¡Cada vez
que alguien me ha mirado de esa manera! —Agitó la botella de cerveza en
su mano ante la expresión del rostro de Kelly y luego se dio la vuelta y
lanzó la botella en la pared.

Ty y Owen se encogieron y luego se movieron, Ty fue a las puertas


del bar y las cerró, y Owen tomó a la camarera y la escoltó fuera
asegurándole entre murmullos que ellos se encargarían de esto. Ella se fue
con poca protesta, y Ty cerró las puertas detrás de ella para que nadie más
pudiera entrar.

Kelly se quedó de pie, con la boca abierta, mirando la espalda de


Nick. Tenía las dos manos en las caderas, la cabeza baja, respirando
agitado. Finalmente se volvió, mirando alrededor de la habitación como si
acabara de darse cuenta que estaban en el bar del vestíbulo del hotel y
que podría haber aterrado a todos en las inmediaciones.

Estaba calmado y silencioso mientras se dirigía a la barra y con


gracia saltó sobre ella. Fue ligero en sus pies cuando golpeó, ninguna señal
de que su rodilla o cualquier otra cosa le molestaba. Agarró otra cerveza, y
SIDEWINDER
Abigail Roux

316

el sonido de la botella siendo abierta en el silencio de muerte resultado de


su estallido fue tan fuerte como un disparo. Nick se encontró con los ojos
de Kelly mientras se apoyaba en la parte trasera de la barra y tomó un
trago de la nueva cerveza.

—Irlandés. —Ty susurró cuidadosamente al acercarse a la barra.

—La primera vez que me miraste así —Nick dijo con una punta de la
botella hacia Kelly —fue cuando le disparé a ese niño en Kirguistán. ¿Lo
recuerdas? —Preguntó, dirigiéndose a Ty.

—Lo recuerdo. —Ty le aseguró con una breve inclinación de cabeza,


hablando como si tratara de calmar a un animal salvaje. El corazón de
Kelly saltó un poco. Él sabía exactamente del incidente del que hablaba
Nick. Recordó ver al chico saltar de la nada, una pistola en la mano.
Recordó gritar a su equipo que se quedara abajo, era sólo un niño. Y
recordó el golpe de la bala golpeando el pecho del niño, el horror y la
angustia con la que había visto al chico caer. Nick no había parpadeado.
No se había estremecido. Kelly ni siquiera había sido capaz de encontrar
una pizca de arrepentimiento en los ojos de Nick mientras le gritaba.
Recordó las duras palabras que había escupió después de que Nick había
apretado el gatillo y los otros estaban asegurando el cuerpo.

—¿Cómo puedes incluso tener un alma si apretaste el gatillo sin


vacilar? —Nick recitó, haciéndose eco de las palabras en los recuerdos de
Kelly. Su voz se redujo a un susurro dolido. —Bastardo sin corazón.
SIDEWINDER
Abigail Roux

317

Kelly tragó saliva, sacudiendo la cabeza y tratando


desesperadamente de encontrar algo que decir. Observó impotente como
Nick apoyó la espalda contra el refrigerador detrás de la barra y se dejó
caer para sentarse en su culo, fuera de la vista detrás de la barra. Ty pasó
por encima de la barra y salió de la vista detrás de él. Kelly dio un vacilante
paso hacia delante mientras miraba a Zane y Digger, ninguno de los cuales
se había movido o hecho algún sonido. Digger tenía el ceño fruncido
pesadamente y Zane se limitó a mirar como si quisiera desaparecer a
través de una grieta en la pared.

Kelly se acercó a la barra, Owen y Digger uniéndose a él mientras


miraban a Ty y Nick acurrucados en el suelo juntos. Ty había tomado
posesión de la botella de cerveza y la había puesto lo suficientemente
lejos para que Nick no pudiera alcanzarla, y Nick tenía sus rodillas
levantadas, sus codos apoyados en ellas, la barbilla en sus brazos mientras
miraba al suelo sin parpadear.

—Nunca le dijiste porque aprestaste el gatillo, Irlandés. —Ty dijo


suavemente. —Deberías haberle dicho, él habría comprendido mucho
más.

El corazón de Kelly estaba latiendo furiosamente, lo sentía en su


garganta y oídos. No había hablado con Nick durante semanas después de
que había disparado a ese chico. Sí, habían encontrado armas en él. Y sí,
probablemente estuvo a punto de abrir fuego contra ellos. Pero Kelly no
SIDEWINDER
Abigail Roux

318

había sido capaz de conciliar el asesinato con el hombre que conocía de


Nick, no había sido capaz de mirar a los ojos de Nick sin ver esa ausencia
de emoción. A decir verdad, nunca había mirado a Nick de la misma
manera otra vez, incluso después de que ambos se disculparon y
perdonador entre sí.

Kelly rodeó el extremo de la barra y cuidadosamente se acercó a


Nick y Ty, acuclillándose a unos pocos metros de ellos. —¿Qué es lo que
no entiendo?

Nick no se movió. Por lo que Kelly podía decir, ni siquiera había


parpadeado.

—Dices que no puedes cambiar el pasado. —Kelly dijo, tratando de


no dejar que su frustración volviera a sangrar. —No puedes cambiarlo,
pero puedes cambiar lo que pienso de ello, ¿verdad?

—¿Puedo? —Nick dijo mientras giraba la cabeza para mirar a Kelly.


La mirada en sus ojos heló a Kelly hasta los huesos y le robó el aliento. No
había nada detrás de esos ojos que solían estar llenos de calor y luz, que
solían bailar como las olas en la orilla. Estaban vacíos. Y eran aterradores.
—No puedes cambiar la forma en que ves el pasado, así que ¿por qué
debería intentarlo?

—Nicko. —Kelly susurró.


SIDEWINDER
Abigail Roux

319

—Había un niño. —Nick dijo mientras miraba hacia los demás y


luego hacia abajo de nuevo. —Cuando Ty y yo estábamos en nuestra
primera ronda. Estábamos en la puerta, y él no se detuvo. Siguió
caminando, viniendo hacia nosotros. Sus manos en alto. Pisó el borde del
hombre muerto, y yo…

Kelly se acercó más cuando Nick se apagó. Sus ojos se habían vuelto
distantes, y Kelly se dio cuenta con una sensación de hundimiento a dónde
iba con esto.

Ty deslizó su brazo alrededor de los hombros de Nick


protectoramente, y Kelly casi lo fulminó con la mirada. Ty no tenía que
malditamente proteger a Nick de él.

—Irlandés trató de salvar la vida del niño. —Ty prácticamente


gruñó. —Él no disparó cuando debió hacerlo, y cuando la bomba atada a
la espalda de ese puto niño se fue, quedamos atrapados en el retroceso.

—Ahí es de donde viene la metralla en su fémur. —Kelly dijo en voz


alta, sin aliento por la revelación. Nick sólo cerró los ojos. —¿Lo es?¿Nick?

—Cuando me golpeé la espalda, todavía tenía mi dedo en el gatillo.


—Nick susurró, sus ojos desenfocados, su voz distante. —Mi arma
descargada. Y cuando llegué, encontré a Ty a mi lado, sangrando por una
bala que le metí. La metralla en mi muslo evitando poder llegar a él. Fue
mi peor pesadilla volviéndose realidad.
SIDEWINDER
Abigail Roux

320

Ty tiró de Nick con más fuerza, su mandíbula tensa cuando miró a


cada uno de ellos, desafiante, como si estuviera desafiándolos a culpar a
Nick por esas heridas. Kelly miró a los otros, que todavía estaban
apoyados sobre la barra y observando. Zane se había unido a ellos, y su
boca estaba entreabierta mientras escuchaba.

—Casi mato a mi mejor amigo porque no apreté el gatillo. —Nick


siseó. —Y soy la razón de porqué Ty… nunca podrá tener hijos. Porque yo
le disparé.

Kelly los miró a los dos, amontonados juntos, Ty mirando a


cualquier que se atreviera a decir una palabra y Nick simplemente
borracho y con neurosis de guerra, sin ver como que se perdió en el
pasado.

—Le disparé.

Kelly se arrastró más cerca, tratando de alcanzar el brazo de Nick


para apretarlo, tratando que Nick volviera a ellos. Cuando Nick se
encontró con sus ojos, Kelly se deslizó más cerca para poder sentarse
junto a Nick. Mantuvo su mano sobre el brazo de Nick.

Volvió a pasar por la mente de Kelly, la bala golpeando, el chico


cayendo fuera de la vista, Nick con su arma contra su mejilla, sus ojos
duros y mortales. Kelly cerró los ojos y se humedeció los labios. Debería
haberlo sabido. La única cosa que podía matar a esa luz en los ojos de Nick
SIDEWINDER
Abigail Roux

321

era un fantasma de su pasado, debería haberlo sabido antes de rasgarlo,


antes de llamarlo un bastardo despiadado sin alma. Jesús.

—Esa fue la primera vez que me miraste de esa manera, como si yo


fuera un monstruo. —Nick dijo. Sentado junto a él ahora, sobrio por la
conmoción de la discusión, era fácil escuchar el agravio de las palabras de
Nick. El alcohol lo había golpeado más rápido de lo que solía hacerle, y ni
Kelly ni Nick se lo esperaban. Hizo una nota mental para mantener un ojo
en él a partir de ahora, para recordar que la tolerancia de Nick ya no era
sobrehumana. Nick tendría que volver a aprender sus límites. Y Kelly
también. Kelly miró cuidadosamente a su lado. Cuando Nick habló de
nuevo, Kelly no estaba seguro de haber oído las palabras si no estuviera
mirando los labios de Nick moverse. —No fue la última vez. No será la
última.

—Lo siento. —Kelly dijo. —Nick. Sabes que no es así como te veo.
Tú lo sabes.

—Viste un video de mí y otro tipo —Nick arrastró las palabras, sus


ojos aún mirando a la nada —y te cruza por la mente que te lastimaría de
esa manera. A propósito. Que podría mentirte tan fácilmente sin una
pistola en la cabeza como consecuencia.

Apoyó la espalda contra la nevera, dejando que sus piernas se


deslizaran frente a él, su cuerpo sin fuerza mientras bajaba la cabeza.
SIDEWINDER
Abigail Roux

322

—Nick. —Kelly lo intentó de nuevo.

—Me dices que crees que es tu culpa que el equipo muriera. —Nick
murmuró a Kelly. —Y luego me dices que te haga cambiar de opinión. No
puedo cambiar el pasado. —Nick sacudió la cabeza y se lanzó hacia
delante, luchando fuera del alcance de Ty y poniéndose de rodillas y sobre
sus manos antes de poder levantarse. Titubeó, sacudió la cabeza al llegar
al extremo de la barra, donde había una escoba y un recogedor apoyados
contra la pared.

Digger se empujó fuera de la barra y se dirigió a él, tratando de


convencer a Nick de dejar que limpiaran el desorden. Kelly se puso de pie,
pero luego se dio cuenta que estaba atrapado allí, mirando a Nick, perdido
en un mar de emociones que no podía comenzar a navegar.

—Lo llevaré a la cama. —Ty le susurró mientras pasaba junto a


Kelly. Le palmeó el hombro, moviendo la cabeza alentador. —Ustedes dos
pueden hacer esto mejor cuando él esté sobrio mañana, ¿correcto?

Kelly no respondió cuando Ty se alejó. Sólo observó como Ty tomó


el brazo de Nick y lo convenció para que Digger tuviera la escoba, luego lo
empujó hacia la puerta. Estaban casi al final de la barra cuando Nick se
detuvo, se dio la vuelta y miró a Kelly a los ojos mientras Kelly contenía el
aliento, esperando.
SIDEWINDER
Abigail Roux

323

—He pasado gran parte de mi vida tratando de mantener esa


expresión fuera de tu cara. —Nick dijo, agitando una mano vacilante en
Kelly. —Pero no puedo cambiar el pasado.

Kelly exhaló su nombre, pero Nick estaba alejándose de él antes de


que Kelly pudiera hablar, dejando que Ty lo llevara fuera. Kelly se sujetó a
la barra frente a él, tratando de estabilizar su cabeza, su corazón y su
cuerpo. Jesús, se sentía como si hubiera sido golpeado por un camión.

—Doc. —Zane dijo, y la cabeza de Kelly se disparó arriba. Zane lo


miraba como si lo hubiera llamado varias veces antes de que Kelly lo
escuchara. —Ven conmigo. Descansa un poco. Todo estará bien en la
mañana.

Kelly miró a Owen y Digger, y ambos asintieron para que se fuera.


—Voy a conseguirnos otra habitación, darles un poco de espacio. —Owen
les dijo.

—No es la primera vez que ustedes dos van por ahí. —Digger le dijo
a Kelly mientras barría la botella que Nick había roto. —Vas a estar bien,
Doc.

—¿Él tiene razón? —Kelly les preguntó sin moverse. Se encontró


con un silencio incómodo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

324

El estómago de Kelly se abatió todo el camino a la habitación,


repasando cada palabra que se dijeron el uno al otro, y cada palabra no
dicha.

Cuando Zane abrió la puerta, Kelly lo sujetó del brazo, impidiéndole


entrar. —¿Él tiene razón?

Zane hizo una mueca y miró a la habitación a oscuras como si sólo


quisiera escabullirse en ella y desaparecer. Suspiró y se encontró con los
ojos de Kelly de nuevo. —Creo que ambos la tienen.

Se dio la vuelta y se dirigió a la habitación, y Kelly lo siguió,


frunciendo el ceño mientras Zane encendió las lámparas sucesivamente.
Zane se quitó la chaqueta y la tiró en una silla en la esquina.

—No conozco toda la historia. Es decir, ustedes dos, tienen veinte


años atrás, nunca sabré toda la historia. Eso es sólo entre él y tú.

Kelly levantó la mirada, mirando a los ojos de Zane con un poco de


dificultad.

—¿Crees que Nick es un monstruo? —Zane preguntó neutral.

La respuesta de Kelly se quedó atascada en su garganta. Tuvo que


luchar para encontrarla de nuevo cuando Zane lo observaba. —No lo sé.
La cosa es, no me importa.

Zane levantó una ceja, cruzando los brazos.


SIDEWINDER
Abigail Roux

325

—No me importa si lo es. —Kelly dijo de nuevo, con la voz más


fuerte esta vez. —Monstruo o no. Todo lo que sé es que él es mío.

Zane asintió minuciosamente, mordiéndose el labio. —Apostaría a


que él siente lo mismo por ti. No importa lo que piensas de ti mismo. ¿Y si
yo fuera él? Me gustaría escuchar eso esta noche.

Nick se tendió en la cama extra grande, una mano sobre sus ojos. La
habitación estaba girando sobre él, y temía abrir los ojos en caso de que
no fuera sólo él yendo en círculos.

—¿Irlandés?

—Estoy bien. —Nick gruñó.

Ty se sentó en el borde de la cama, las sábanas crujiendo cuando se


movió junto a Nick. —No estamos acostumbrados a tu tolerancia siendo
tan baja. ¿Sigues con esos analgésicos?

—Sí. —Nick respondió, sabiendo que Ty le estaría dando ese ceño


fruncido de desaprobación y no le importaba.

—Tal vez evitaremos los bares hasta que estés fuera de ellos, ¿eh?
SIDEWINDER
Abigail Roux

326

—No seas maternal conmigo, Tyler, no eres muy bueno en eso. —


Un pequeño maullido respondió a las palabras de Nick. Él levantó la
cabeza, con el ceño fruncido. —¿Qué demonios fue eso?

—Gatitos. —Ty respondió, y luego murmuró, lo que comenzó


maullidos más excitados.

Nick gimió. —Olvidé que los tenías contigo. ¿Qué hiciste con ellos
en Yellowstone?

—Los mantuve encerrados en la tienda hasta que Johns me asesinó.

Cuatro patitas aterrizaron en el vientre de Nick, con garras afiladas


como agujas. El gatito se balanceaba sobre los músculos abdominales de
Nick, usando sus garras para caminar. Nick gimió más fuerte.

Ty se estiró en la cama junto a él, y Nick finalmente arriesgó una


mirada al techo. No iba tan rápido como pensaba que sería. Tomó una
respiración profunda. Por lo menos no se sentía enfermo. Eso era lo
último que necesitaba esta noche, pasar el resto de ella con la cabeza en
el inodoro y un gatito curioso en su hombro.

—Ese es Jiminy. —Ty le dijo.

Nick buscó a tientas y acarició distraídamente al gatito. —Gatito


malo. —Él maulló en respuesta, y el ronroneo que comenzó fue como un
maldito motor de tractor que hacía vibrar el vientre de Nick. —No.
SIDEWINDER
Abigail Roux

327

—Le gustas.

—No. —Nick dijo con más sentimiento. El gatito comenzó a caminar


sobre su cuerpo y dejó caer su pequeño culo en su pecho, ronroneando
con deleite. El otro, Cricket, se unió a su hermano en el pecho de Nick,
amasando con las garras tan pequeñas y afiladas que debían pertenecer a
algo malo. —Te odio. —Nick afirmó, sin saber si estaba hablando con Ty o
los gatitos que estaban felices haciendo sus camas en el cuerpo de Nick.

Ty los sacó del pecho de Nick, y Nick todavía podía oírlos


ronroneando mientras se acomodaban donde Ty los había reubicado.

—Yo también estaría un poco molesto. —Ty dijo después de un


tiempo. Nick suspiró mientras colocaba el brazo sobre sus ojos. —Ni
siquiera querría pensar en Zane con alguien más, y mucho menos verlo.
Tienes que saberlo, amigo. De dónde viene.

—Lo sé. —Nick murmuró. —No es que él esté molesto. Es… cree
que es su culpa que el equipo se separara. Me preguntó si lo culpaba
cuando sucedió, y le dije que sí. Tiene que saber que no lo culpo ahora.
Tiene que saber eso. Y usarlo como una excusa para alejarme, para atarlo
con ese puto video que encontró, sólo… es cruel. Nunca lo he visto siendo
cruel antes.

—Tal vez sólo dale tiempo. Es un acto reflejo, ¿sabes? Él lo resolverá


muy pronto.
SIDEWINDER
Abigail Roux

328

Nick asintió, sus ojos desenfocándose mientras miraba a la pared


detrás de Ty. —¿Cuando él encontró ese vídeo, y me dijo que pensaba que
podría haberlo engañado? No quiero que sepa que me lastimó. —Admitió.
—Sé que tiene derecho a estar molesto, no quiero que se sienta mal por
su reacción. Pero sólo duele más y más. Seguí soñando con ese niño, sobre
la cara de Kelly después de que tomé el disparo. La misma cara que vi
cuando entré y lo vi mirando ese video. Y empecé a darme cuenta, una
parte de él todavía piensa que soy un monstruo.

Ty se giró de lado para mirar de frente a Nick, y tomó la mano de


Nick, sosteniéndola entre las suyas. Había tristeza en sus ojos, y su ceño
fruncido al encontrarse con los ojos de Nick.

Nick giró sobre su costado para imitar a su amigo, agarrándose a sus


dedos. —¿Qué somos, Ty?

Ty encogió un hombro. Dos pequeñas orejas naranjas surgieron por


detrás del cuello de Ty, el ronroneo cada vez más fuerte. Ty estaba
obviamente luchando contra una sonrisa, pero antes de hablar de nuevo,
fue serio, su ceño fruncido. —Podríamos ser monstruos. —Dijo. —Pero
eso no nos hace malos.

Nick luchó para tragar contra la opresión en su garganta. Cerró los


ojos cuando Ty se acercó más a él y presionó sus frentes juntas. Justo
como Nick sabía que pasaría, cálidas patas aterrizaron en su rostro, y
SIDEWINDER
Abigail Roux

329

Jiminy giró en círculos a su alrededor hasta que se estableció en el cabello


de Nick.

—¿Por qué siempre parece que les gusto? —Nick gimió.

—Por la misma razón que a mí. —Ty susurró con cariño. —Dormir.
¿Qué era lo que me decías? ¿Cuándo estaba perdiendo la esperanza?
¿Acerca de la salida del sol en un nuevo día?

Nick cerró los ojos con más fuerza, su corazón acelerado y el cálido
aliento de Ty en el rostro. Jaló sus manos entre ellos, juntándolas entre
sus pechos como si estuvieran orando. —Lo único que te dije fue que
cerraras la maldita boca y fueras a dormir. —Dijo. —Qué malditamente no
me despertaras hasta que el sol estuviera arriba.

Ty se reía entre dientes y Nick se encontró sonriendo junto con él.


—Debo haber oído mal. —Ty bromeó. —Te recuerdo más elocuente.

—Cállate, Tyler.

Nick no estuvo seguro de cuánto tiempo había dormido cuando


tocaron a la puerta. Estuvo al instante tenso y alerta, sus ojos muy
abiertos en la oscuridad. Podía sentir a Ty cerca de él, su respiración dura
contra la cara de Nick. Ambos gatitos se quejaron cuando se movió.

—Está bien. —Ty susurró. —Yo abro.


SIDEWINDER
Abigail Roux

330

Nick rodó sobre su espalda cuando Ty se levantó de la cama,


frotándose las palmas de las manos sobre sus ojos hasta que vio estrellas.

—Hey, Doc. —Escuchó a Ty saludar cuando la puerta se abrió.

El estómago de Nick se revolvió. Se quedó allí un momento,


tratando de controlar sus nervios antes de sentarse en la cama. La luz
entraba en la habitación del hotel desde el pasillo, y entrecerró los ojos
contra ella cuando una sombra cayó sobre el extremo de la cama.

Nick levantó la cabeza.

—No puedo dormir. —Kelly dijo cuando sus ojos se encontraron. La


puerta se cerró con un chasquido silencioso mientras Ty salía de la
habitación, arrojándolos en la oscuridad una vez más.

Nick miró fijamente hasta que sus ojos se ajustaron, hasta que casi
podía distinguir los rasgos de Kelly. Nick volvió a mirar a la cama. Ty y él
habían estado durmiendo sobre el edredón. Se echó hacia atrás y tiró de
la manta hacia abajo, dejando al descubierto las sábanas y almohadas a su
lado.

—Algunas cosas son más fáciles de decir en la oscuridad. —


Murmuró mientras miraba a Kelly.

Kelly esperó unos instantes antes de meterse en la cama. Se acostó


junto a Nick, deslizándose bajo las sábanas y apoyando la cabeza en su
SIDEWINDER
Abigail Roux

331

brazo. Nick empujó la manta aún más, tratando de meterse debajo de ella
y extenderla a su lado. Se quedó mirando a Kelly a través de la extensión
de la cama, con el latido de su corazón resonando en sus oídos.

—Perdí los estribos. —Dijo cuando finalmente decidió que Kelly no


iba a hablar primero.

—Yo también.

Nick sacudió la cabeza. La mano de Kelly encontró la suya,


sujetándola a través de la oscuridad. Nick la agarró con fuerza, tirando de
él para acercarlo.

—No puede ser arreglado de la noche a la mañana. —Kelly dijo con


un suspiro. —Cualquiera de eso. Pero puede ser arreglado. Me equivoqué,
estuve… tan equivocado, cariño. No somos nosotros los que estamos
cayendo a pedazos, soy yo. Pero estoy contigo. Y no creo que seas un
monstruo, pero no me importaría si lo fueras. Te amo. Y estoy contigo.
Sólo tienes que quedarte conmigo.

Nick tiró de la mano de Kelly hasta su boca, presionando sus labios


en los dedos de Kelly. Kelly se acercó más, trayendo el calor de su cuerpo a
Nick mientras se envolvía alrededor de él. Elevó su mano para deslizarla
sobre Nick y abrazarlo.

—Te amo, Nicko. —Susurró contra los labios de Nick.


SIDEWINDER
Abigail Roux

332

Nick no pudo responder. Simplemente clavó los dedos en la camisa


de Kelly mientras Kelly lo acercaba. Apoyó la cabeza contra el pecho de
Kelly, aferrándose a él. Kelly besó su sien, apretándolo.

—Dios, te amo. —Kelly dijo en voz baja. —Sólo quédate conmigo.

Nick apretó su cara contra Kelly, como si pudiera hundirse en él. Se


aferró a él con agradecimiento, simplemente respirando su aroma.

—¿Qué mierda está tocando mi pie? —Kelly preguntó en un susurro


de pánico.

Nick levantó la cabeza, resoplando. —Los gatitos de Ty.

—¿Has estado aquí abrazando a esos dulces y peludos gatitos? —


Kelly preguntó, su voz elevándose. —¿Cómo es eso justo?

Nick apoyó la cabeza contra el pecho de Kelly de nuevo e hizo un


sonido parecido al de aire escapando de un neumático. Los dos gatitos
respondieron alegremente, trepando por sus cuerpos y Kelly para empujar
la cara de Nick y bajo su barbilla. Kelly se rió suavemente, empujando la
cabeza de Nick cuando los gatitos trataron de acurrucarse entre ellos.

Nick ocultó el rostro en el cuello de Kelly para no conseguir otra fría


nariz presionada contra su mejilla, y suspiró aliviado cuando fue rodeado
por el calor de Kelly. Incluso el ronroneo agudo de los gatitos cuando Kelly
los acarició fue reconfortante.
SIDEWINDER
Abigail Roux

333

—¿Podemos conseguir un gato en el barco? —Kelly preguntó


después de unos minutos de acurrucarse con las bestias, su voz vacilante
de risa.

—Absolutamente no.

Manejaron durante unas cuatro horas antes de detenerse para


descansar y dejar que los gatitos salieran del coche. Los demás caminaron
y se estiraron, pero Kelly no pudo resistirse cuando Ty se dejó caer sobre
la hierba para dejar que los gatitos jugaran con él; Se unió a ellos.

Todavía eran lo suficientemente pequeños como para tener


dificultades para correr a toda velocidad sin tropezar consigo mismos, y
verlos jugar, verlos disfrutar de un pequeño trozo de hierba en una parada
de descanso de la carretera, comenzó a aclarar cosas en la mente de Kelly.

La vida no era complicada. La vida era un trozo de hierba y una


mariposa para perseguirla.

Se levantó de un salto y buscó a Nick, pero no estaba cerca. Tomó a


Cricket en su lugar, llevándola a las mesas de picnic para sentarse y
esperar. Ella ronroneó tan fuerte que estaba vibrando mientras se
acurrucaba en sus brazos, y Kelly sonrió mientras la acunaba.
SIDEWINDER
Abigail Roux

334

Se quedó mirando las Rocallosas a lo lejos. No estaban lejos de


donde había crecido, en un pequeño pueblo encaramado al borde del
estado. Era tan plano como las praderas al este, pero en la distancia Kelly
siempre había sido capaz de ver los picos de las montañas que tocaban el
cielo. Había crecido a la sombra de esos picos, y siempre había jurado que
viviría entre ellos un día.

Había cumplido los diez años cuando sus padres murieron en un


accidente automovilístico en una noche de tormenta, y lo habían enviado
a vivir con sus abuelos en Colorado Springs. Aquellos senderos
montañosos habían sido todo lo que siempre había esperado que fueran,
y habían ayudado a sanar el corazón roto de un niño de diez años. A la
edad de doce años, cuando sus abuelos se volvieron demasiado viejos y
enfermos para cuidar de él, había sido puesto en el sistema de crianza.
Pero había tenido suerte. Sabía incluso cuando era un niño que tenía
suerte. Su familia de acogida había sido buena y amable, y había podido
estar cerca de los últimos miembros de su familia hasta que ambos
fallecieron cuando él tenía diecisiete años. Un año más tarde, se había
unido a la Armada, en busca de aventura y propósito. Buscando un hogar.

Lo había encontrado y, al darse cuenta, todo el desorden de su


mente en los últimos meses parecía mezquino e inútil.

Sentado aquí, sin embargo, en la frontera de Colorado y Wyoming,


Kelly recordó la esperanza y el anhelo que siempre había sentido cuando
SIDEWINDER
Abigail Roux

335

había mirado por las ventanas de la casa de sus padres y contemplado


esos picos de las montañas.

—Hey. —Nick susurró, apartando la mente de Kelly del pasado y


haciéndolo saltar. Kelly se giró para parpadear en él. —¿Quieres ir a
verlos?

—¿Qué? —Kelly preguntó, atónito. ¿Cómo demonios Nick podría


haber sabido lo que estaba pensando?

—Tus padres. No estamos a más de una hora de distancia. Podemos


tomar el tiempo si quieres ir a verlos. —Nick dijo gentilmente.

La mente de Kelly se arremolinó, pasando por una miríada de


emociones mientras miraba a los ojos de Nick. Lentamente se dio cuenta
de un cosquilleo en su rótula, del calor justo por encima de su pantorrilla.
Miró hacia abajo con el ceño fruncido para encontrar las manos de Nick
allí, una en cada una de las piernas de Kelly mientras Nick se sentaba
frente a él en otra mesa, sus dedos encorvados detrás de las piernas de
Kelly y los pulgares frotando círculos suaves contra las rodillas de Kelly.

Nick miró abajo con el ceño fruncido y sus pulgares dejaron de


moverse. Levantó la mirada para encontrarse con Kelly, y sus ojos estaban
muy abiertos. —Lo siento. —Susurró, extendiendo sus dedos mientras los
levantaba. —No tenía ni idea de que estaba haciendo eso.
SIDEWINDER
Abigail Roux

336

Kelly agarró una de sus manos, manteniéndola donde había estado.


—Siempre has hecho eso. —Le dijo a Nick, apretando su mano con más
fuerza. —Incluso antes de que tú y yo comenzáramos. Ya nos hemos
sentado así.

Nick estuvo en silencio, las almohadillas de sus dedos presionando


la piel de Kelly, sus rodillas casi tocándose mientras se inclinaba lo
suficiente para hablar en voz baja. —Lo hemos hecho. —Dijo.

—Creo que la jodimos. —Kelly susurró duramente.

Nick levantó la mirada rápidamente, con los ojos muy abiertos.

—Diciendo que no deberíamos tocar. —Kelly añadió rápidamente.


—Ese es nuestro lenguaje. Siempre ha sido nuestro lenguaje. Como dijiste
anoche. Años y años antes de pedirte que me besaras, tocar fue nuestra
forma de hablar.

Las manos de Nick eran suaves mientras se inclinaba más cerca, sus
dedos deslizándose detrás de las rodillas de Kelly. —Puede que sea por
eso que me he sentido como si no pudiéramos oírnos en este viaje. —Dijo,
estremeciéndose mientras volvía a encontrarse con los ojos de Kelly.

Los hombros de Kelly cayeron de alivio. —¿Tú también?


SIDEWINDER
Abigail Roux

337

El agarre de Nick se apretó y él sin querer acercó a Kelly. Kelly se


lamió los labios, su cuerpo enrojeciendo de calor. Se miraron el uno al
otro, ni siquiera respirando.

— ¿Necesitamos al gatito malo? —Digger preguntó, sacudiendo a


Nick y Kelly de su trance. Rompieron el contacto visual, y Nick se aclaró la
garganta, mirando a Digger. —Hey, me dijiste que no era delicado. —
Digger dijo con un encogimiento de hombros sin disculpas antes de darse
la vuelta. —Nos estamos preparando.

Nick lo miró durante unos segundos mientras Kelly miraba a Nick.


—Cariño. —Kelly gruñó. Nick lo miró con un suspiro y una sonrisa cansada.
—Todavía podemos seguir las reglas y poner fin a la moratoria sobre el
tocar.

Nick asintió mientras miraba a los ojos de Kelly. —Bien.

Kelly deslizó una mano por el antebrazo de Nick, apretando sus


bíceps. —¿Tal vez incluso puedas darme unos mimos esta noche en lugar
de escabullirte para dormir con los gatitos de Ty?

Cricket se quejó en el regazo de Kelly, como si supiera que le estaba


a punto de ser negado su compañero de siesta favorito.

Nick rió entre dientes y se apartó de su asiento para presionar sus


labios contra los de Kelly. Kelly sonrió a través del beso, y luego otro.
SIDEWINDER
Abigail Roux

338

—¡Oh, Dios mío, deténganse! —Ty gritó desde el estacionamiento


del área de descanso.

Nick y Kelly se rieron, dándose un último y largo beso antes de que


Nick tirara de Kelly para ponerlo de pie.

—Nunca me respondiste. —Nick dijo mientras se volvían hacia el


coche. Deslizó su mano en la de Kelly.

—Recuérdeme cuál era la pregunta.

—¿Quieres ver a tus padres?

Los ojos de Kelly se concentraron en las montañas más allá de Nick,


y sonrió serenamente. —Ya lo hice. —Dijo en voz baja.

Nick frunció el ceño cuando Kelly volvió su atención hacia él.


—¿Estamos hablando simbólicamente, o del tipo de Eli viéndonos en mi
iPhone?

Kelly ladró una carcajada y sacudió la cabeza, dejando que Nick


siguiera murmurando mientras se unían a los demás.

Espero que estén parados en el jardín de Doc. Si no, entonces es


mejor que estén tan cerca como puedan estarlo sus culos de Marines.
SIDEWINDER
Abigail Roux

339

Aquí es donde dejamos a Kelly cuando dijo que era hora de ir a casa.
Este es el momento en que Sidewinder respiró oficialmente su último
aliento como un equipo de Marines. Pero Doc, aquí no es donde murió
Sidewinder. Sé que piensas que mataste al equipo, que llevas eso contigo
desde que te casaste. Pero no estamos muertos, hijo. Supongo que yo lo
estoy si están leyendo esto, pero eso es semántica. El equipo, el equipo que
hicimos, no puede morir. No nos quitaron eso cuando nos licenciaron.

Así que quiero que comiencen aquí y vayan a una aventura. Vean
todos esos lugares que no pudimos encontrar la primera vez. Lleven a
Seymour al Gran Cañón. Y luego a cada lugar donde dejamos a alguien en
ese viaje por carretera, y quiero que cada uno de ustedes le diga al hombre
que dejó allí por qué no nos dejó realmente.

Y antes de que comiencen a quejarse, sí, después de que terminen en


Las Vegas, pueden volar a las otras localizaciones. Tienen vidas a las cuales
regresar.

Nick bajó la carta después de leerla y miró a los demás. Kelly estaba
de pie frente a su cabaña, con los hombros caídos y la cabeza inclinada.

—¿Kelly? —Nick preguntó suavemente.


SIDEWINDER
Abigail Roux

340

—¿Cómo sabía eso? —Kelly preguntó mientras se volvía hacia ellos.


Sus ojos estaban casi llorosos, pero también sonreía. —¿Cómo demonios
lo sabía?

—Tú no lo escondiste muy bien. —Owen ofreció en un murmulló.

Nick dobló suavemente la carta. Se acercó a Kelly y tomó su camisa,


encontrándose con sus ojos mientras deslizaba la carta en el bolsillo de su
pecho y palpaba el pecho de Kelly. —Deberíamos haberte dicho que
estaba bien. —Dijo. —Todos sabíamos que te culpabas a ti mismo.
Después de tu boda. Después de que te instalaste aquí. Deberíamos haber
hecho algo más para hacerte saber que no era verdad.

Kelly frunció el ceño mientras luchaba para tragar la saliva de su


boca. —Me dijiste que me culpabas. —Susurró.

—Lo hice. Lo hice, en ese momento. Culpé a todo bajo el sol,


incluido a ti. —Nick se acercó y tomó la cara de Kelly con ambas manos. —
Estaba equivocado. Kels, mira este lugar.

Obligó a Kelly a girar la cabeza y mirar detrás de ellos en su cabaña.


Estaba en el lado más pequeño, menos de mil pies cuadrados en total. El
techo inclinado escondía el pequeño dormitorio tipo loft, y el balcón sobre
la amplia terraza estaba anidado entre macetas y vegetación rústica. La
cubierta y sus balancines habían resistido por casi diez años de vida, y el
SIDEWINDER
Abigail Roux

341

viejo jeep colocado debajo de un pequeño garaje techado al lado había


recibido muchas de sus incursiones en las montañas.

Kelly miró la cabaña, y Nick envolvió su brazo alrededor del hombro


de Kelly. —Este es tu hogar. —Nick susurró. —Lo encontraste. Todos lo
hicimos, y ninguno de nosotros hubiera podido hacerlo si no hubieras sido
lo suficientemente valiente como para intentarlo primero.

Kelly bajó la cabeza, luego miró a Nick y sobre sus hombros a los
otros. Nick no podía ver la forma en que reaccionaron, pero a juzgar por la
luz en los ojos de Kelly, todos estaban apoyando a Nick.

—Doc. —Owen dijo lentamente, casi como si no estuviera seguro de


si debía interponerse en el momento. Nick y Kelly se volvieron hacia él. —
No me habría quedado en San Diego si no hubieras parado aquí. ¿Si todos
todavía estuviéramos juntos? Yo… no habría tenido el nervio. Y he
encontrado mi vida allí. Eso es a causa de ti.

Digger tarareó y asintió. —Yo nunca hubiera vuelto. Me hubiera


quedado con ustedes. Todavía lo haría, si me necesitaras. Pero nunca
habría vuelto a Louisiana, y soy feliz allí. Estoy con Ozone… sólo porque
tuviste las bolas para hacerlo primero.

Kelly resopló, y cuando Nick lo miró sonreía.

—Te he culpado también. —Ty admitió. —Por un tiempo, después


de que te fuiste. Pero siempre fui yo. Todos sabemos que fui yo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

342

—Eso tampoco es cierto. —Kelly prácticamente gruñó. —Six, te has


estado culpando demasiado tiempo por todo eso. Hiciste lo mejor que
pudiste. La NIA nos quería, y no nos dejaste pasar. Lo que le hicieron a
Nick, podría haber sido a todos nosotros. Estabas cuidando de nosotros,
nos salvaste a todos.

Nick observó melancólicamente mientras los hombros de Ty


parecían cuadrarse un poco, como si estuviera sacudiendo un peso que
llevaba llevando demasiado tiempo. Nick se acercó a Kelly y tocó su mano
en el dorso de la más pequeña de Kelly, luego presionó sus labios contra la
mejilla de Kelly para que sus palabras fueran sólo para los oídos de Kelly.
—Por eso te necesitamos. —Dijo con una inclinación de cabeza hacia Ty.
—Es por eso que Sidewinder nunca murió. Porque tú eres el corazón.

Se echó hacia atrás e inclinó la cabeza hacia Kelly, encontrándose


con sus ojos y asintiendo. Kelly estaba mordiéndose el labio cuando se
encontró con los ojos de Nick, y luego comenzó a sonreír cuando volvió a
mirar a Ty.

—De acuerdo. —Dijo con un breve asentimiento. Sonrió un poco


más, esa chispa volviendo a sus ojos mientras los miraba a todos. —De
acuerdo.

Nick no pudo evitarlo, ya que Kelly parecía simplemente florecer


justo frente a sus ojos. Agarró a Kelly por el borde inferior de su camisa y
SIDEWINDER
Abigail Roux

343

lo acercó para besarlo. Se encontraron con una variedad de gemidos,


silbidos burlones, y amenazas sobre conseguir al gatito malo del coche.

Nick podía sentir a Kelly sonriendo contra sus labios, y canturreó


cuando se obligó a alejarse. Sin embargo, su mano todavía acunaba la cara
de Kelly y Kelly seguía sonriendo.

—¿Quién quiere una comida que no provenga de una gasolinera?


—Nick preguntó a los demás sin apartar la vista de los ojos de Kelly.

—Voy a buscar a los gatitos. —Ty dijo, dirigiéndose al coche.

Digger gruñó y pisoteó tras él. —¡No estoy comiendo esos gatos,
Grady!
SIDEWINDER
Abigail Roux

344

Capítulo 10

Durante los próximos días, pusieron las cartas de Eli a un lado y se


volvieron a otro poder superior para dictar sus opciones de viaje. La
moneda de diez centavos que Nick había encontrado al costado del
camino se consideraba la Moneda del Destino, y cada vez que llegaban a
una proverbial bifurcación en su camino, la hacían girar para decidir qué
camino seguir. La moneda salvó sus vidas en el desierto de Arizona,
evitando que se perdieran aún más mientras buscaban un acantilado que
no existía. La moneda fue la forma en que terminaron con casos leves de
intoxicación alimentaria en un restaurante en Nuevo México, y también
cómo casi perdieron a Seymour y Digger en el borde del Gran Cañón.

Diez días después de que salieran de la cabaña de Kelly, la Moneda


del Destino los entregó con relativa seguridad a Las Vegas, donde
entregaron a Helen a la agencia de alquiler de vehículos, y luego
continuaron hacia San Diego. Allí conocieron a Riley Williams, la mujer que
había robado el corazón de Owen en lugar de su habilitación de seguridad
como él había sospechado de ella cuando se conocieron. Kelly se
SIDEWINDER
Abigail Roux

345

sorprendió al darse cuenta de que Owen parecía muy serio acerca de ella.
Pasaron la noche en el ático de Owen en el edificio propiedad de Caliburn
Technologies, y Owen finalmente se dio cuenta de la agonía que Nick,
Kelly, Ty y Zane habían estado sufriendo bajo el sexbargo de Eli. Se fueron
con promesas de regresar pronto, cuando no estuvieran bajo órdenes de
un poder más elevado y autoritario para conocer mejor a Riley.

En Nueva Orleáns fueron recibidos en el aeropuerto por uno de los


primos de Digger con una camioneta que olía a pescado, y montaron en la
parte trasera hacia la pequeña ciudad en la que se había criado Digger.
Fueron recibidos por su madre y fueron alimentados a la fuerza con algo
que Kelly supo que todos se arrepentirían de comer más tarde, y luego
Digger los llevó a su nueva casa, un adorable bungaló pequeño en el
Garden District.

Se había cansado de la paranoia, afirmó, y desenterró su parte del


dinero que todos habían recibido y finalmente compró una casa. Un
hogar.

Era un lugar muy bonito, también. Era un dúplex, pero Digger había
comprado toda la estructura con planes para renovarla. La única cosa que
había hecho hasta ahora, sin embargo, fue hacer un agujero en la pared
que separaba las dos unidades. Nick siguió hablando de los detalles
históricos mientras Digger los mostraba, y Digger se encendió como un
SIDEWINDER
Abigail Roux

346

árbol de Navidad cuando empezó la historia de la casa de más de cien


años de antigüedad.

Todavía estaban sentados en la sala de estar, bebiendo y hablando


de molduras y pisos de madera originales cuando Kelly se rindió y les dijo
buenas noches. Se dirigió a la ducha, un intento de última hora para aliviar
la torcedura en su espalda que había estado sufriendo las últimas noches.

Media hora más tarde, se movía con rigidez cuando salió del baño.
Había esperado que la lluvia húmeda le aflojara la espalda, pero no
parecía haber hecho mucho por él. Iba a tener que ceder y pedirle a Nick
una de sus píldoras para el dolor. Se dio la vuelta y se retorció mientras
daba palmaditas en su pelo goteando con una toalla, haciendo muecas
mientras su espalda le provocaba con la promesa de unos cuantos
agradables estallidos pero nunca entregados.

—¿Estás bien? —Nick preguntó.

Kelly miró hacia arriba, sorprendido al encontrar a Nick allí. —Hey.


—Dijo, sintiéndose estúpido casi de inmediato. —Creí que todavía estarías
allí con Digger.

—La llamamos una noche. —Nick estaba al acecho cerca del


extremo de la cama, jugueteando con los botones de su camisa. No
levantó la cabeza de nuevo antes de añadir. —Parece que tienes dolor.
SIDEWINDER
Abigail Roux

347

Kelly se aclaró la garganta, odiando sentirse incómodo con Nick en


la habitación. Tuvo que mirar hacia atrás a través de casi quince años de
conocer al hombre para recordar una sola vez que se había sentido
incómodo estando solo con Nick. Habían estado en una pequeña
habitación trasera de una iglesia en Jacksonville, Carolina del Norte. Y Nick
había estado quitando un delicado anillo de oro de su bolsillo para
asegurarle a Kelly una última vez que sabía dónde estaba. El corazón de
Kelly se había alterado por el momento, y lo había atribuido a los nervios
prenupciales.

Sin embargo, recordó la mirada de Nick en ese día. Melancolía con


un toque de miedo. El día en que Kelly había dicho “sí” a una mujer que se
había convencido de amar fue el día que Sidewinder había empezado a
desentrañarse. Desde entonces se habían desentrañado. Kelly estaba
empezando a aceptar que no era culpa suya, que las cosas cambian, sin
importa cuánto rezaran, se mantendrían igual. Todavía le dolía mirar hacia
atrás, sin embargo.

Este viaje había sido un bálsamo en esa vieja herida, con el grupo
entero de nuevo juntos y disfrutando de las payasadas como en los viejos
tiempos. Fueron duros desde el amanecer hasta que se derrumbaron en la
cama, agotados, sin energía ni tiempo para estar incómodos el uno con el
otro. Ahora, Kelly podía sentir los espacios alrededor de ellos abriéndose
para darles espacio para respirar. Y eso era… incómodo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

348

Cuando Kelly se dio cuenta que su mente había deambulado,


parpadeó hacia Nick, y su cuerpo se llenó de calor. —Tengo la espalda
muy torcida. —Contestó.

Nick lo miró desde debajo de las cejas, pero permaneció en silencio.


Un escalofrío recorrió el húmedo cuello de Kelly. Cuanto más tiempo
pasaban sin ser íntimos, más infernal era estar solo con Nick.

En algún lugar de la otra vida, Eli se estaba riendo de ellos.

Kelly se sorbió la nariz y anudó la toalla en su cadera un poco más


seguro. —¿Recuerdas cómo hiciste estallar la espalda de Sánchez? Lo
levantaste e hiciste que crujiera y mierda.

Nick asintió. —¿Tu espalda está tan mal? ¿Quieres que intente
quebrarla?

—Sí. —Kelly dijo, exhalando aliviado. Estaba agradecido de que Nick


no se hubiera negado a hacerlo. De lo que recordaba cuando Eli solía
hacer que Nick le estallara la espalda, requería un contacto bastante
íntimo. Y en este punto en el sexbargo de Eli, cualquier contacto era una
tortura. Esa era la razón principal por la que Kelly no le había pedido a
Nick que le frotara la espalda con aceite de emú.

Revisó la toalla una última vez para asegurarse de que no la tiraría


como truco porno y volaría al suelo tan pronto como Nick lo tocara, y
luego se acercó a Nick mientras su corazón martilleaba. Cometió el error
SIDEWINDER
Abigail Roux

349

de encontrarse con los ojos de Nick antes de darle la espalda. Había tanto
anhelo en Nick como Kelly sentía en sí mismo. Anhelo, frustración, lujuria,
y un toque de tristeza que Kelly no entendía. Pero entonces, un poco de
tristeza casi describía a Nick en estos días, ¿cierto?

Nick se acercó detrás de él, moviendo el aire fresco alrededor de


Kelly, empujando su olor familiar en el espacio de Kelly. Kelly tembló más
fuerte y cerró los ojos. Cuando habló, lo mantuvo en un susurro para que
Nick no oyera el temblor en su voz. —¿Cómo lo haces?

—Cruza los brazos, tus manos en los hombros. —Nick murmuró,


justo detrás de la oreja de Kelly. Podría haber sido los nervios que
recorrían el cuerpo de Kelly, pero pensó que Nick también parecía
tembloroso.

Kelly tragó saliva por un repentino apretón en su garganta y levantó


ambas manos, colocándolas sobre sus hombros. Nick se acercó más, sus
dedos suavemente sobre la piel recalentada de Kelly, deslizándose por sus
antebrazos, envolviéndose alrededor de Kelly. Le dio un golpe al cuello de
Kelly con su barbilla mientras acomodaba su cuerpo contra el de Kelly.
Cerró los dedos alrededor de las muñecas de Kelly y lo apretó contra su
pecho. Kelly lo sintió inhalar profundamente, y sabía sin lugar a dudas que
Nick estaba tomando su olor. Era una de las pequeñas cosas que Nick a
menudo hacía cuando estaban cerca, cuando estaban bromeando
alrededor, cuando tenían sexo. Kelly lo amaba, y reconoció que lo había
SIDEWINDER
Abigail Roux

350

extrañado cuando Nick no lo hizo. Kelly sonrió mientras las mariposas


bailaban en su pecho.

—Voy a inclinarme hacia atrás y levantarte del suelo. —Nick dijo


contra el oído de Kelly, y si Kelly no lo sabría mejor habría dicho que el
temblor en la voz de Nick era más pronunciado ahora. —Cuando lo haga,
solo relájate y suéltate, deja que tu peso haga el trabajo.

Kelly giró la cabeza un poco, su mejilla rozándose contra la de Nick.


Nick estuvo todavía un momento, sin incluso respirar mientras frotaba la
punta de su nariz contra la mejilla de Kelly.

—Está bien. —Kelly dijo tembloroso.

—Respira profundamente, espera unos segundos y luego suéltalo


lentamente. Al final de esa respiración, te levanto. ¿Entendido?

—Entendido.

Kelly se apoyó en el cuerpo de Nick, reclinando su cabeza en el


hombro de Nick y mirando el techo. No se había dado cuenta lo difícil que
sería pasar tanto tiempo sin los brazos de Nick a su alrededor, sin esos
momentos especiales, tranquilos e íntimos que compartían. Quería que
este inocente encuentro durara tanto como pudiera hacerlo, porque aún
les quedaban dos días para ir con las reglas de Eli.
SIDEWINDER
Abigail Roux

351

Respiró, cerrando los ojos mientras trataba de despejar su mente de


todo excepto el hombre que lo sostenía. La fuerza en sus brazos, la
familiaridad de su aroma, el calor en su voz. Buen Dios, Kelly amaba al
hombre. ¿Cuánto tiempo había sido Nick su faro antes de que Kelly se
diera cuenta? ¿Y cuánto tiempo había estado Kelly alejando eso, con la
intención de algún espejismo en la distancia?

Cuando exhaló el último suspiro, el agarre de Nick se tensó. Kelly


gruñó mientras Nick lo apretaba e inclinaba la espalda, levantando los pies
de Kelly del suelo con un poco más de fuerza de lo que esperaba. Mientras
Kelly dejaba que su cuerpo colgara, dejó que Nick tomara todo su peso
tanto física como mentalmente, sintió que su espina dorsal estallaba hasta
la parte baja de su espalda, y la tensión con la que había estado luchando
durante días simplemente se derritió.

Nick lo sostuvo así por unos segundos, luego se enderezó


lentamente, poniendo a Kelly en el suelo otra vez en el proceso. Sin
embargo, su agarre no se aflojó. —¿De nuevo?

—No, está bien. —Kelly respondió, con los ojos aún cerrados, y aún
apretando sus problemas en el abrazo de Nick. Casi podía imaginar que se
trataba de un toque destinado a algo más que estallar su espalda. Giró la
cabeza cuando sintió que los brazos de Nick se aflojaban, y se sintió
decepcionado cuando no pudo hacer contacto visual. —Gracias.
SIDEWINDER
Abigail Roux

352

Nick tenía la cabeza baja y, a primera vista, parecía que sus ojos
estaban cerrados. No lo estaban, Kelly se dio cuenta. Estaba observando
sus propios dedos mientras se movían por la muñeca de Kelly y por su
antebrazo, con sus pestañas casi ocultando el hecho. Canturreó cuando lo
soltó, encontrando los ojos de Kelly aunque estaban tan cerca que casi
tenían que cruzar los ojos para hacerlo.

—En cualquier momento.

Se acercó más y se frotó cuidadosamente contra el cuello de Kelly,


con los dedos aún agonizantemente suaves en la piel de Kelly y el más
mínimo temblor que le daban los nervios. Tenía los ojos cerrados cuando
levantó la cabeza, y Kelly cerró los suyos cuando Nick frotó la punta de su
nariz contra la mejilla de Kelly y luego lo soltó.

Kelly maldijo entre dientes cuando el calor del cuerpo de Nick


contra su espalda amenazaba con alejarse, cuando las respiraciones en su
rostro se desvanecieron. Sujetó las muñecas de Nick, atrapándolo en el
abrazo. —Un beso. —Jadeó, a pesar del hecho de que esforzar su cuello
para ese único beso los ponía a ambos en una posición difícil.

Parecía que Nick estaba aspirando aire a través de sus dientes


apretados.

—Sólo uno. —Le rogó Kelly antes de robarle el beso que había
pedido. La respuesta de Nick fue sometida, al principio, como si pensara
SIDEWINDER
Abigail Roux

353

que podían detenerse en un solo beso si era simple y suave. Cuando sus
labios se separaron, sin embargo, Kelly pudo sentir su corazón golpeando
en su pecho y su sangre corriendo a través de su cuerpo tan rápido que lo
mareó. El tembloroso aliento de Nick en sus labios y su agarre de hierro en
el antebrazo de Kelly le dijeron a Kelly que Nick estaba teniendo la misma
reacción violenta y visceral a su único, pequeño, inocente y aislado beso
vainilla.

Kelly no estaba seguro de cuánto tiempo permanecieron así. No


tenía idea del tiempo. El tiempo era algo que fastidiaría a un hombre que
no estaba siendo sostenido por los brazos del amor de su vida; No podía
encontrar ningún punto de apoyo en la conciencia de Kelly.

Sus ojos se cerraron de nuevo cuando las respiraciones de Nick en


sus labios enviaron sacudidas a través de su cuerpo. —Irlandés. ¿Me
besarás? —Suplicó, su voz apenas allí y sin aliento.

—Kels. —Nick casi lloriqueó, pero antes de que su débil protesta


pudiera ir una palabra más, se entregó a Kelly en el beso. Fervorosamente.
Una mano se acercó para cubrir la cara de Kelly, la otra mano encontró un
agarre en la cadera de Kelly justo encima de su toalla, y besó a Kelly como
si no lo hubiera probado en años.

El cuerpo de Kelly se inundó con la sensación de hormigueo que


parecía ser la especialidad de Nick, y pudo sentir a Nick creciendo duro
contra su culo como su mordisco y chupó el labio y la lengua de Kelly. La
SIDEWINDER
Abigail Roux

354

mano de Nick se hundió bajo la toalla, alterando el precario pliegue con el


que Kelly la había anudado hace unos minutos, y la dejó caer al suelo con
un sentencioso golpe.

Kelly gimió en el beso y giró en los brazos de Nick. Dejaron caer toda
pretensión de que fuera un simple beso, justo como Nick había dejado
caer esa toalla, y Kelly envolvió sus brazos alrededor del cuello de Nick, su
mano yendo al pelo de Nick, sus dedos arrastrando el cuello de su camisa.

—Estamos rompiendo las reglas. —Kelly logró gruñir una vez que
había recuperado suficiente autocontrol para terminar el beso.

Los dedos de Nick se clavaron en la espalda de Kelly, enrojeciéndolo


y arrastrando sus dientes por la barbilla de Nick. —Tienes razón. —Kelly
dijo. —A la mierda las reglas.

Nick lo arrastró los dos o tres pasos hacia la cama, besándolo


hambriento, fuertes manos vagando por la piel aún húmeda de Kelly. La
parte posterior de las piernas de Kelly golpearon el borde del colchón, y
Nick lo empujó. Todavía estaba rebotando en el colchón cuando Nick se
arrastró sobre él, usando sus rodillas y caderas para separar las piernas de
Kelly.

Kelly lo envolvió, sus dedos en el cabello de Nick de nuevo, sus


talones encontrando su lugar favorito para descansar en la espalda de
Nick. Sus besos se hacían ruidosos, desordenados y un poco obscenos.
SIDEWINDER
Abigail Roux

355

Kelly se dio cuenta que en el fondo de su mente esperaba que la


música de Eli comenzara a sonar en cualquier segundo ahora, y gruñó
lamentablemente. Nick gruñó y se alejó de él, colgando la cabeza y
cerrando sus ojos mientras Kelly parpadeaba.

—¿Cariño? —Kelly susurró.

—Me dije que aprenderíamos lo que somos en este viaje. —Nick le


dijo, su voz grave.

Kelly tomó su cara, su cuerpo se relajó bajo el de Nick, su ritmo


cardíaco se ralentizó. —Sabemos lo que somos.

Nick asintió. Se levantó y se arrodilló entre las piernas de Kelly, su


cabeza inclinada, sus dedos clavados en el muslo de Kelly. —Sabes lo que
eres. Y yo sé lo que soy. Pero no sabemos lo que somos. Y esto no nos
ayuda a entenderlo.

Kelly se desinfló, apoyando la cabeza en el colchón y cerrando los


ojos. Sintió que Nick se movía, lo sintió levantándose y alejándose.
—¿Alguna vez hemos sabido lo que éramos? —Kelly exigió. Odiaba estar
enfadándose, pero había estado enojado durante mucho tiempo, y estaba
cansado de reprimirlo.

Nick estaba de espaldas a Kelly, con los hombros encorvados y la


cabeza baja. Él negó con la cabeza en respuesta.
SIDEWINDER
Abigail Roux

356

—Siempre he estado… confundido por la forma en que me haces


sentir. —Kelly se esforzó por sentarse, estremeciéndose cuando su
espalda se quejó. —¿Y tú? Siempre has estado enamorado de tu mejor
amigo.

Nick se giró, su expresión era una mezcla de dolor y confusión.


—¿Estás sosteniendo eso en mi contra?

Kelly se encogió de hombros con tristeza. —Me estoy quedando sin


las razones por las que posiblemente todavía me estás alejando, Nick.

—Esa no es una de ellas. —Nick gruñó.

—Entonces, dime una de ellas. Dime todas ellas.

Nick cerró los ojos, sacudiendo la cabeza mientras se pasaba los


dedos por el pelo. —No hay razones, Kels. No te estoy alejando.

—Eso es gracioso. Porque sin duda me siento alejado.

Nick lo miró unos segundos, con la mandíbula apretada y los ojos


entrecerrados, antes de que sus hombros se relajaran un poco y pareció
llegar a una conclusión. Su boca se separó, y sus ojos se alejaron un
momento antes de concentrarse en Kelly. —Wow. —Susurró.

—¿Qué? —Kelly replicó.


SIDEWINDER
Abigail Roux

357

Nick estaba casi sonriendo cuando dio un paso hacia Kelly y bajó la
voz. —No has sacado esta mierda desde hace mucho tiempo, Doc.

Kelly no habló. Su frente se arrugó e inclinó la cabeza


cuidadosamente, sin estar seguro de lo que Nick estaba haciendo.

—No tienes ni idea de por qué estás enojado, ¿verdad? —Nick le


preguntó.

Kelly resopló, pero no podía pensar en nada que decir. Resopló en


su lugar, agitando su mano a Nick. ¿No era obvio qué?

Nick se acercó, agachando la cabeza. —Has estado enojado


conmigo, pero no podías sacarlo, y no podías decírmelo. Así que lo
guardaste hasta que tuviste una buena razón para usarlo.

—¿De qué diablos estás hablando?

—Kelly. Te pedí que te casaras conmigo. —Nick susurró. —Lo dije en


serio… Lo dije con todo lo que tengo en mí. Y luego tuve que ocultarlo.

Kelly parpadeó un par de veces, su aliento se fue y su corazón


parecía correr mientras se miraban el uno al otro. Su mundo estaba
girando, girando, diluyéndose hasta alcanzar un solo punto de luz.

Nick.

—Pensaste que lo olvidé, así que no podías enfadarte, ¿no es así?


SIDEWINDER
Abigail Roux

358

Kelly tragó saliva, sacudiendo la cabeza.

—Mucho ha cambiado entre nosotros desde entonces, Kelly. Pero lo


que siento por ti no lo ha hecho. —Nick continuó con voz engañosamente
calmada mientras se acercaba a donde Kelly estaba sentado en el borde
de la cama. Se encontró con los ojos de Kelly con seriedad por un
momento, luego se dejó caer lentamente sobre sus rodillas a los pies de
Kelly. Sus manos serpenteando alrededor de las pantorrillas de Kelly,
agarrándolo con fuerza. —Todavía lo digo en serio.

—Cariño —respiró Kelly. Sus dos manos estaban sobre los hombros
de Nick antes de que supiera que se estaba moviendo, y las deslizó hacia
su cuello, cubriendo la cara de Nick. —Creo… Creo que ambos nos hemos
dado cuenta esta semana que merecemos ser felices, pero estamos
peleando por alguna razón y yo…

Nick finalmente logró alejar la humedad que brillaba en sus ojos con
un parpadeó, y su mano se arrastró por el lateral de la pierna de Kelly. —
He estado tratando tan duro de hacerte feliz. —Dijo en una oleada de
miedo y esperanza. —Me odié por mentirte. Me dijiste que sí y fue el
mejor momento de mi vida, Kels, era como malditos ángeles cantando en
tu voz.

Kelly soltó una débil carcajada y cerró los ojos.


SIDEWINDER
Abigail Roux

359

—Y luego te fallé. Lo siento mucho, tomé tu confianza en mí y la


pisoteé. Juro por Dios que haré todo lo que pueda para recuperarla.

—Ese es el problema, Nick. —Kelly dijo con una mueca de dolor. —


No tienes que recuperar nada de mí. Has pasado veinte años ganando una
segunda oportunidad de mí.

—Kelly.

—Dije que sí, Nick. Y me refería a sí.

Nick trató de respirar y falló.

—Con todo lo que tengo en mí. —Kelly dijo con fuerza. —Todavía lo
digo en serio. Te amo.

—Cásate conmigo, Kelly. —Nick susurró. Parecía resistir el impulso


de acercar a Kelly. No queriendo presionarlo de ninguna manera para
responder. Era muy parecido a Nick. —No me importa cuándo. O como.
No tienes que contestarme ahora. Pero lo digo con todo mi corazón y lo
poco de mi alma que me queda. Y yo sólo… —Miró los sorprendidos ojos
de Kelly, sus palabras se ahogaron cuando los nervios finalmente
parecieron hundirlo. Se las arregló para forzar un último susurro. —Sólo
necesitaba decirlo. Necesitaba decirlo desde entonces…

—Detente. —Kelly dijo tembloroso. Nick apretó los labios con


fuerza, mirando a los ojos de Kelly, esperando sus próximas órdenes. Kelly
SIDEWINDER
Abigail Roux

360

deslizó su pulgar por la mejilla de Nick. —No protejas tus apuestas.


Inténtalo nuevamente.

Nick aspiró con un fuerte suspiro y lo sostuvo por un segundo, luego


exhaló con un resoplido. Tomó la mano de Kelly en la suya y pasó su
pulgar por los nudillos de Kelly. —Kelly Abbott. Cásate conmigo.

Kelly parpadeó rápidamente, ya asintiendo mientras sus ojos se


lanzaban hacia adelante y hacia atrás, como si estuviera tratando de
decidir a cuál de los ojos de Nick debía mirar mientras las palabras lo
golpeaban lo suficiente como para robarle el aliento. —Sí. Cariño. Por
supuesto que sí.

Nick le dio una palmada en el costado de la cara, sonriendo


ampliamente cuando el alivio lo recorrió visiblemente, haciendo que su
cara se ruborizara.

La expresión de Kelly se suavizó y asintió. —Sí. —Susurró de nuevo.


—Vamos a hacerlo.

—¿Sí? —Nick preguntó, ese temblor de miedo aún ocultándose en


su voz.

Kelly respiró de forma desigual. Se dio cuenta que había estado


envolviendo toda su ira y resentimiento y arrojándolo a Nick como una
pelota de béisbol, durante meses. Y Nick finalmente había olido la razón
del porqué; esa propuesta, la que Kelly había querido tan
SIDEWINDER
Abigail Roux

361

desesperadamente ser real, dejada de lado en su memoria y empujada en


el camino.

—No tengo un anillo. —Nick admitió.

—Está bien. —Kelly le dijo, sacudiendo la cabeza.

Nick frunció el ceño. Obviamente no sintiéndose bien con él, y Kelly


comprendió por qué. Se sentía un poco como la última vez, no planificado
y sin preparación y… antes de que Kelly pudiera terminar el pensamiento,
Nick estaba retorciendo el anillo fuera de su propio dedo, aflojándolo con
el ceño fruncido. Finalmente lo consiguió sacar y lo levantó. —Hasta que
encontremos uno que ames.

Kelly asintió, y Nick deslizó el anillo en su dedo, con el corazón hacia


fuera. —Significa que estás comprometido. —Nick le dijo con una gentil
sonrisa.

Kelly lo miró por unos segundos, y luego tomó el rostro de Nick con
ambas manos y lo besó. Nick lo agarró, haciendo una mueca mientras
trataba de acercarse.

—Vete a la mierda, amigo. —Kelly gruñó mientras tironeaba de


Nick. —Sal de tu puto culo, Jesús. Ven a besarme de verdad.

Nick se rió entre dientes, y su sonrisa era tan grande que tenía que
lastimar su cara. Sacudió la cabeza. —No puedo. Estoy atascado.
SIDEWINDER
Abigail Roux

362

Kelly rodó los ojos y se deslizó hasta el borde de la cama, y luego


con gracia al suelo, casi perfectamente aterrizando en el regazo de Nick y
empujándolo hacia atrás. Nick cayó sobre su culo, pero envolvió sus
brazos alrededor de Kelly, posicionándolos de manera que Kelly estaba a
horcajas sobre él.

—Te amo. —Kelly dijo solemnemente. —Dios nos ayude a ambos.


—Se apretó contra Nick, cálidas manos bajo la camisa de Nick, duro pecho
y reconfortante en contra del de Nick. Besó a Nick lánguidamente y Nick
pudo sentir su sonrisa contagiosa cuando Kelly lo rodeaba. La respiración
de Nick era caliente en la cara de Kelly cuando él respiró. Kelly se quedó
mirándolo, con el corazón palpitante, sus oídos zumbando. Estaban
comprometidos.

Nick y él estaban comprometidos. Esto era real. Esto era tan real.

—No te retractarás esta vez. —Kelly advirtió, señalando su dedo la


cara de Nick.

Nick sacudió la cabeza, y Kelly lo besó de nuevo, envolviendo sus


piernas alrededor de la cintura de Nick y enterrando sus dedos en el
cabello de Nick.

—No puedo creer que te propusieras mientras estoy desnudo.

Nick se rió mientras besaba su camino por el cuello de Kelly y de


vuelta a su boca de nuevo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

363

—Seguramente Dios Sánchez nos dejará follar para celebrar el


compromiso. —Kelly dijo contra los labios de Nick.

—Podemos hacerlo. —Nick insistió. —Podemos hacerlo hasta que


estemos de vuelta en el Fiddler y sea correcto.

Kelly rió y trató de agitar sus caderas un poco para debilitar la


resolución de Nick. —De acuerdo, pero cuando lleguemos voy a escalarte
como a una puta escalera.

Nick lo agarró y los hizo rodar, un gato tratando de atrapar a un


ratón para poder comerlo más tarde. Kelly se retorció debajo de él, y Nick
gimió.

—Trae una grúa, cariño, porque alguien tiene que ser destrozado.
—Kelly bromeó.

—Eso no tiene ningún sentido. —Nick gruñó mientras se empujaba


a sus manos y rodillas.

—Llamada en el arado…

Nick se rió. —¡Detente!

Kelly rió y apoyó los talones en la parte baja de la espalda de Nick.


Nick estaba contra él, y la propia erección de Kelly era casi dolorosa. Nick
sacudió la cabeza con cariño, y la risa de Kelly se redujo mientras apoyaba
su cabeza en el suelo, con las manos sobre el pecho de Nick.
SIDEWINDER
Abigail Roux

364

—Realmente te quiero justo ahora. —Dijo, su voz casi sombría en


comparación con el tono anterior.

Nick lo besó, aparentemente incapaz de ayudarse a sí mismo.

—Déjame sacarte del suelo. —Kelly murmuró contra la concha de su


oreja. Enviando un escalofrío por la espalda de Nick que Kelly sintió bajo
sus dedos. Kelly lo mordisqueó. —Estarás tan excitado después de ver esta
exhibición de músculos, cariño.

Nick seguía riéndose cuando Kelly logró levantarlo, músculos tensos,


ojos brillantes. Nick se tomó un momento para mirarlo, luego lo levantó y
lo arrojó sobre la cama. —Tienes razón. —Gruñó mientras subía por
encima de Kelly y besaba desde su vientre hasta su pecho. —Tan pronto
como lleguemos a casa, voy jodidamente a destrozarte.

—¿Llamada en el ardor/destructor? —Kelly sugirió.

Nick lo besó para asegurarse de que no seguiría hablando, y luego,


con un gruñido se apartó de la cama y se alejó. —Sólo unas pocas noches
más. —Le dijo a Kelly con determinación. —Podemos hacerlo. ¿Correcto?

Kelly asintió, sonriendo ante el brillo en los verdes ojos de Nick.


Correcto.
SIDEWINDER
Abigail Roux

365

—¿Quién rompió las reglas anoche? —Digger exigió mientras


esperaban en la cola para subir al avión que los llevaría a DC.

Zane levantó la mano, mirando a los demás con vergüenza. Ty rodó


los ojos y levantó la mano, también. Zane estaba un poco sorprendido de
ver a Nick y Kelly levantar la mano también, mirándose el uno al otro lado.

—Fue sólo un poco, sin embargo. —Kelly insistió.

Zane casi se rió cuando Owen se dio la vuelta desde la parte


delantera de la línea, suspiró pesadamente y levantó la mano.

—Si ellos se están metiendo mano, yo también puedo hacerlo.

—Mejor que estés hablando de San Diego y no de anoche. —Digger


dijo mientras empujaba un codo en la espalda de Owen. Parecía
verdaderamente ofendido mientras miraba todas las manos en el aire.
—¿Soy el único hombre en el que un hermano puede confiar por aquí?

Owen, Nick, y Kelly murmuraron disculpas. Zane simplemente se


mordió los labios, encogiéndose de hombros. No estaba dispuesto a
disculparse por lo que le había hecho a Ty anoche.

El vuelo a DC fue sin incidentes. Ty se quedó su mayoría en su


asiento al lado de Zane, los gatitos en su trasportín en su regazo, sus
dedos enlazados con los de Zane.
SIDEWINDER
Abigail Roux

366

—Nick y Kelly parecen mejor. —Zane comentó después de que


habían estado en el aire durante diez o quince minutos.

Ty hizo una mueca en respuesta. —Algo todavía se siente como que


está dirigiendo su camino.

—¿Por qué dices eso?

Ty estaba sacudiendo la cabeza, sus ojos en los hombres una fila


más allá de ellos. —Sólo un sentimiento, supongo.

Cuando aterrizaron en DC, recuperaron el Mustang de Ty del


estacionamiento de larga duración y alquilaron otro auto para el día. Ty se
sentó frotándose el volante y arrullando al Mustang el tiempo suficiente
para que Zane amenazara con salir y montar en el otro vehículo, y luego
estuvieron en su camino a un pequeño restaurante en las afueras de la
ciudad. Estaba cerrado y tapiado cuando encontraron el lugar, y a Zane le
parecía que lo había estado durante bastantes años.

Eso no detuvo a Sidewinder, por supuesto. En menos de cinco


minutos habían encontrado su camino dentro, y estaban recorriendo su
camino a través de los polvorientos escombros de un restaurante de
carretera olvidado hace mucho tiempo.

Ty abrió el camino a una cabina cerca del final del largo mostrador,
y se deslizó en ella, ignorando la suciedad. Nick titubeó mientras
observaba, y luego le dio a los demás una mirada incómoda y se sentó en
SIDEWINDER
Abigail Roux

367

el banco opuesto. Tenía los dedos entrelazados, y los hombros encorvados


a la defensiva.

Ty miró alrededor de la cabina, suspirando profundamente. —Aquí


es donde nos sentamos y hablamos sobre la oferta de Burns para unirnos
sal FBI. —Volvió a respirar profundamente y giró su atención a Nick. Se
miró las manos durante unos segundos, luego pareció obligarse a
encontrarse con los ojos de Nick.

Nick estaba masticando su labio inferior, tan obviamente incómodo


que incluso Zane quería poner fin a todo esto.

Nick tomó una respiración profunda. —Yo…

—No. —Ty dijo rápidamente, la palabra saliendo enojada y un poco


más fuerte de lo que parecía haber tenido la intención, a juzgar por la
expresión de su cara. Él se inclinó sobre la mesa y puso su mano sobre las
de Nick. —Ya has hecho esto, amigo. Nos dijiste a Sánchez y a mí todas las
razones por las que deberíamos quedarnos sentados aquí ese día hace
diez años. Nos lo dijiste. Pero no escuchamos. Así que es mi turno.

Nick movió los hombros, ladeando la cabeza mientras escuchaba.


Parecía que quería deslizarse por debajo de la mesa y desaparecer. Nick
era estupendo en apoyar a alguien que buscaba apoyo, pero cuando él era
el que se tropezaba, no parecía saber dónde apoyarse.
SIDEWINDER
Abigail Roux

368

Ty no le permitió mirar hacia otro lado, sin embargo. Agachó la


cabeza para asegurarse de que Nick estaba mirándolo a los ojos antes de
comenzar a hablar. —Tú eres la razón por la que somos un equipo. Todos
estábamos perdidos y a la deriva cuando nos encontraste. Y tiraste de
nosotros como una polilla a una llama. Un faro en la orilla, llevándonos a
la seguridad. Eso es lo que eres, Irlandés. Eli tenía razón en su primera
carta. Sin ti, ninguno de nosotros estaría aquí. Ninguno de nosotros habría
sabido nunca lo que realmente se siente un hogar.

Se sentaron en silencio, y, finalmente, Kelly se deslizó en el asiento


al lado de Nick. Los otros empujados a un lado y Ty se apiñaron en la
pequeña cabina.

—¿Necesitas que sigamos hablando, amigo? —Owen le preguntó a


Nick suavemente. —Porque podemos.

Nick sacudió la cabeza. Tenía los labios apretados, y sus ojos se


movían entre ellos.

Kelly empujó su hombro en Nick. —Todos te dejamos, pensando


que eras lo suficientemente fuerte porque nos hiciste a cada uno de
nosotros mucho más fuerte. No creo que ninguno de nosotros se diera
cuenta que tu fuerza provenía de lo que hacías por nosotros.

—¿Qué es un faro sin barcos para señalar? —Zane soltó. Había


pensado alguna vez que Nick era una costa rocosa, sacando a Ty de la
SIDEWINDER
Abigail Roux

369

deriva al hogar. Cuando lo llamaron una luz atrayéndolos a un lugar


seguro, un faro, Zane estuvo a bordo con la analogía al mil por ciento.

—Nicko. —Kelly susurró.

Nick respondió con una inhalación profunda, y envolvió su brazo


alrededor de Kelly y lo abrazó. —Está bien. —Dijo, y sonaba aliviado.
Infinitamente aliviado. —Vamos a abrir esa siguiente carta.

Ty se aclaró la garganta y sacó la carta de su bolsillo. —Hay, um…


hay una cosa más en la última carta que no leí. Quería esperar hasta que
estuviéramos aquí.

Todos parecían un poco tensos, dándose cuenta que la tarea que


pensaron que estaba terminada aún podría continuar.

Ty se humedeció los labios y pasó su pulgar sobre el papel. —Él dice


que sumemos todo el kilometraje que manejamos en el viaje. Lo miré
cuando dejamos el auto de alquiler, y fueron tres mil cuatrocientos
setenta y cinco kilómetros.

Zane silbó, impresionado, y los otros se movieron alrededor y


asintieron.

Ty se aclaró la garganta nuevamente. —Y luego dice que


averigüemos cuántos de esos kilómetros fuimos llevados por Nick.
SIDEWINDER
Abigail Roux

370

La mesa se quedó en silencio. Zane pudo escuchar el chirrido de los


viejos y resecos asientos de piel artificial. Pudo ver a Nick vibrar un poco,
como si estuviera rebotando su rodilla bajo la mesa.

—También hice los cálculos. —Ty dijo solemne. —Nick nos lleva dos
mil seiscientos treinta y seis de esos kilómetros.

—Wow. —Nick susurró después de unos momentos de silencio.

—Creo que está bastante claro lo que EZ estaba tratando de decir


con eso. —Owen graznó.

Digger le dio a Nick una inclinación de cabeza y un guiño. —Respeto,


hermano. Eso es un infierno de una analogía que él está tirando por ahí.

Nick cerró los ojos, tomó una profunda y estabilizadora respiración.


—Tienes razón. —Susurró a nadie en particular. —No soy yo a menos que
tenga a alguien necesitándome. Tienes razón. Ahí es donde me perdí los
últimos meses. Me convencí que nadie me necesitaba.

—Cariño. —Kelly susurró. —Siempre te necesitaremos. Si supieras


en qué estado estuvimos todos cuando creímos que habías muerto en esa
calle…

—Tuvimos que inmovilizar a Kelly. Eso nos tomó a tres de nosotros.


—Owen le dijo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

371

Nick sacudió la cabeza rápidamente, con los ojos cerrados. —No


quiero saberlo.

Kelly le levantó la cabeza y besó su sien. —Tal vez deberías, ¿sabes?


—Sugirió en voz baja.

—No eres inútil, Irlandés. —Ty susurró. —Todavía te necesitamos.


Eli lo sabía, por eso te envió estas cartas, por eso te encomendó esta
misión. Él sabía lo mucho que aún te necesitamos.

Nick estaba a duras penas manteniéndose entero, y finalmente


exhaló una bocanada de aire que alteró el polvo a su alrededor. —Los amo
a todos. —Dijo, haciendo un punto de incluir a Zane cuando se encontró
con los ojos de cada hombre presente. —Gracias.

Owen aplaudió, y el sonido se hizo eco en el cromo abandonado y el


acero inoxidable. —¡Vamos a buscar un puto hotel de lujo, conseguir una
buena noche de sueño, y abrir la siguiente carta sobre un filete!

Encontraron un puto hotel de lujo que se ajustaba a los estándares


de Owen, y se separaron para descansar durante varias horas antes de la
cena, donde leerían su siguiente tarea. Kelly estaba inquieto y sólo quería
SIDEWINDER
Abigail Roux

372

terminar estas últimas dos cartas para poder regresar a casa y comenzar a
vivir como se suponía que debían hacerlo: felices y libres. Pero aún tenían
estos últimos obstáculos, y Kelly estaba decidido a atravesarlos indemne,
con Nick justo a su lado.

Sentado en la cama de su habitación de hotel y mirando a Nick, una


suave sonrisa en su rostro. Se dio cuenta que estaba sonriendo cada vez
que Nick sonreía. Inclinando la cabeza para reflejar su amante, su
prometido, lo que sea que Nick era. Incluso sus manos estaban siguiendo
el ejemplo de Nick, los dedos inquietos, corriendo por sus labios, pasando
por su cabello al mismo tiempo que los movimientos de Nick.

—¿Estás escuchándome? —Nick preguntó después de unos diez


minutos.

Kelly negó con la cabeza.

Nick rodó los ojos y se levantó de la silla. Se dirigió hacia Kelly y puso
una rodilla en el pie de la cama. —¿Qué es tan importante que no puedes
molestarte en escuchar mi historia jodidamente divertida?

Kelly se humedeció los labios. Se había perdido en Nick durante diez


minutos o más. Se enderezó, apoyándose contra la acolchada cabecera y
respirando profundo para calmar sus nervios. Se aclaró la garganta, pero
no apartó los ojos de Nick. No tenía idea de lo que Nick había estado
diciendo, sólo sabía que Nick había estado riéndose de sus propias
SIDEWINDER
Abigail Roux

373

palabras, riendo tan fuerte que tenía que comenzar nuevamente sus
frases. Pero Kelly no había estado escuchando. Su mente había estado
gritando lo mismo, una y otra vez, durante horas. Por días. Semanas.
Parecía como si hubiera estado escuchando durante años:

Cásate conmigo.

Cásate conmigo. Cásate conmigo. ¡Dios, Nick realmente lo hizo!

Nick se arrastró sobre la cama, y el rodar de sus hombros y esa


maliciosa sonrisa de su compañero hizo que el estómago de Kelly se
acalambrara, su corazón aleteara y le secase la boca, hizo que sus ruedas
mentales dejaran de girar y rechinaran hasta detenerse para concentrarse
en la obra de arte que era la sonrisa de Nick.

—El viaje casi ha terminado. —Nick dijo, sus palabras retumbando a


través de la piel de Kelly y erizando el vello de sus brazos y su nuca.

La respiración de Kelly se atoró en su garganta y apretó los hombros


contra la cabecera, extendiéndose un poco más. Nick se arrastró hasta su
regazo, sus dedos vagando por los desnudos muslos de Kelly, su sombra se
sentía pesada sobre las rodillas de Kelly. Golpeó su nariz contra la barbilla
de Kelly, sonriendo cuando sus labios se encontraron con los de Kelly.

—Nick. —Kelly respiró cuando sus ojos se cerraron.


SIDEWINDER
Abigail Roux

374

Las manos de Nick se deslizaron por debajo de los pantalones de


Kelly, apretando sus muslos posesivamente cuando lo besó de nuevo. —
No estoy seguro de poder atravesar otra noche sin ti.

—Lo sé. —Kelly gimió. Apretó los dedos en las sábanas, tratando
desesperadamente de seguir las reglas. ¡No las habían roto una vez, pero
estaban Ty y Zane, y sus putos iPhones no dejarían de reproducir triste
música en español! Sabía que si ponía sus manos sobre el cuerpo de Nick
justo ahora, esas reglas saldrían volando por la ventana, y no tenía ningún
deseo de averiguar qué clase de demonio malhumorado e indignado
fantasma de Eli Sánchez lo atormentaría a él y Nick si eso sucedía.

Nick le mordisqueó los labios. —Tiene que haber un vacío.

—Tiene que ser. —Kelly jadeó. Agarró las caderas de Nick, sus dedos
cavando, tirando de Nick en su regazo. Ambos gimieron lastimeramente
cuando el peso de Nick se instaló en la polla semi dura de Kelly.

—Mierda, cariño. —Kelly tomó el rostro de Nick en sus manos y lo


besó, y Nick agarró un puñado del pelo de Kelly, aferrándose cuando el
beso se volvió más desesperado y lascivo.

Kelly mordió los labios de Nick y lo sostuvo entre sus dientes cuando
dijo —No voy a frotarme jodidamente y correrme sobre ambos.

Nick detuvo sus caderas, sus respiraciones duras contra la cara de


Kelly, su latido del corazón resonando en el pecho de Kelly. Kelly soltó su
SIDEWINDER
Abigail Roux

375

labio y Nick aprovechó para robar otro beso. Empezó a rodar sus caderas
de nuevo, ya sea completamente inconsciente de que lo estaba haciendo,
o alcanzando un nuevo nivel de maldad.

Kelly cerró fuertemente los ojos y empujó su cabeza contra la


cabecera, tratando de concentrarse en no correrse sobre el culo de Nick
mientras él se restregaba.

—De acuerdo, alto, alto. —Kelly siseó cuando Nick besó a lo largo de
la línea de su mandíbula y lamió el cuello de Kelly. —Tengo que
preguntarte algo que podría matar con eficacia el estado de ánimo aquí.

Nick se aclaró la garganta y se echó hacia atrás, mirando a los ojos


de Kelly por un momento antes de moverse para ya no estar a horcajadas
sobre el regazo de Kelly. Kelly se dio cuenta tardíamente que debía haber
estado doliendo la rodilla de Nick. Observó la mueca de dolor destellar en
el rostro de Nick cuando se acomodó sobre el colchón y enderezó la
pierna.

Kelly se humedeció los labios y esperó hasta que tuvo toda la


atención de Nick. —Cuando me pediste que te follara —Kelly dijo,
sorprendido por la forma ronca y nerviosa que era su voz.

Nick se movió, inhalando ruidosamente. Asintió para que Kelly


continuara.

—Fue… ¿Sólo tú tratando de conseguir el perdón?


SIDEWINDER
Abigail Roux

376

Nick parpadeó, sus labios abriéndose. —Cariño. —Dijo sorprendido.


Se llevó una mano a la boca y la deslizó a través de su barbilla, y luego
miró a su alrededor y se movió de nuevo a sus rodillas, arrastrándose en el
regazo de Kelly de nuevo. Tomó la cara de Kelly con las dos manos. —Lo
siento. —Susurró. —No fue por eso que lo pedí. Lamento haberte hecho
pensar que era otra cosa excepto yo queriendo eso de ti.

El alivio inundó a Kelly tan rápido que casi lo mareó. —¿Estás


seguro?

Nick asintió. Pasó los dedos por el costado de la cara de Kelly, y su


expresión se transformó de una de simpatía a un toque de picardía. —¿Lo
quieres de nuevo? —Preguntó, bajando la voz.

Kelly respiró vacilante. —Sí. —Admitió. Apretó fuertemente el codo


de Nick. —Pero no ahora. Justo ahora te quiero a ti.

Nick exhaló con fuerza, como si las palabras hubieran hecho un


impacto físico. Cerró los ojos y levantó la cara hacia el techo. Kelly se
estiró hacía él, y Nick recíprocamente, de alguna manera envolviendo sus
brazos y una pierna alrededor de Kelly y volteándolo. Kelly golpeó la
espalda con un gruñido, y el colchón crujió cuando Nick se extendió sobre
él. Kelly lo agarró, besándolo con urgencia, luchando con él cuando ambos
se posicionaron.
SIDEWINDER
Abigail Roux

377

—Pensé que sería tan jodidamente fácil conseguir atravesar la


semana. —Kelly dijo cuando Nick lo besaba en la mandíbula y el cuello. Las
manos de Nick eran ásperas en su piel, y parecía que Kelly estaba en
llamas cuando fue en busca de un mayor contacto. Jaló la parte trasera de
la camisa de Nick, amontonándola alrededor de su cuello, arrastrando sus
uñas romas hacia arriba y por la espalda de Nick.

—¿Quieres que me detenga? —Nick preguntó, y aunque era obvio


que estaba tratando de sonar como si todavía estuviera en control, ese
temblor en su voz lo contradecía. Se empujó para encontrarse con los ojos
de Kelly, y Kelly lo miró, encantado. Había pasión y anhelo en ellos, y un
poco de dolor, frustración y melancolía también. Pero también había algo
que Kelly había estado deseando volver a ver, algo que había empezado a
temer que podría haber muerto en el interior de Nick cuando Nick estaba
demasiado ocupado luchando por salvar su vida: deleite. Deleite y
diversión y alegría y júbilo brillando en esas profundidades verdes hiedra,
tratando de subir a la superficie como solían hacerlo tan fácilmente.

—Oh, Dios, Nicko. —Kelly susurró antes de poder detenerse. —Ya


has vuelto.

Nick ladeó la cabeza, frunciendo el ceño en una expresión casi


dolorosamente confusa. —Todavía no, pero podría estarlo. —Dijo, su voz
vacilante por la risa.
SIDEWINDER
Abigail Roux

378

Kelly agarró su cara con ambas manos, su excitación casi superando


su deseo. —¡No creí que alguna vez volvería a ver ese color!

Nick negó con la cabeza, pareciendo aún más confundido que antes.
—Cariño, me has perdido.

—Casi, sí. —Kelly lo besó, arañándolo en la espalda con ambas


manos para acercarlo mucho más.

Nick gimió en una mezcla de placer y confusión persistente, pero


obviamente pretendía usar el aturdimiento de Kelly a su favor durante
todo el tiempo que pudiera. Lamió la lengua de Kelly, le mordió los labios,
lo besó desde cada ángulo que pudo manejar cuando sus dedos se
clavaban en el pelo de Kelly y luego apretaban, sosteniendo su cabeza en
su lugar.

Kelly no era capaz de acercarse lo suficiente, no podía hacer que sus


rodillas apretaran las caderas de Nick con fuerza suficiente, pero no podía
conseguir un agarre lo suficientemente fuerte en Nick para satisfacer la
necesidad tenerlo en sus brazos. Finalmente tomó una profunda y
temblorosa respiración cuando Nick levantó la cabeza para darle aire, y
colocó ambas manos sobre el pecho de Nick para evitar que continuara.
—Deberíamos parar. —Logró decir, parpadeando asombrado por el fuego
en los ojos de Nick. —Hemos trabajado tan jodidamente duro en estas
reglas.
SIDEWINDER
Abigail Roux

379

Nick estaba descansando sobre sus codos, lo suficientemente cerca


como para que su respiración fuera áspera contra la cara de Kelly, y con
cada pesado intento por aire en su pecho y vientre presionando abajo en
el de Kelly, revolviendo la necesidad, avivando las llamas que Kelly
realmente no quería apagar.

El teléfono de Nick, en algún lugar en el otro lado de la habitación,


comenzó a tocar una canción, una que Kelly reconoció muy bien. Sonrió
cuando Nick maldijo el teléfono de arriba a abajo, y luego agarró la cara de
Nick para evitar que se levantara. —Me quedé con Sánchez durante cinco
años, cariño. Conozco esa canción.

Nick levantó una ceja.

—Esa es la canción que tocaba cada vez que me echaba de la


habitación.

—Estás diciendo que es la canción favorita de sexo de Eli. —Nick


preguntó, su voz temblando de risa.

Kelly se mordió los labios, tirando de Nick lo más cerca que podía
llegar a él.

—Seguiré tu ejemplo. —Nick prometió, sin aliento y sincero. Su


pulgar rozó el pómulo de Kelly mientras acunaba el lado de la cabeza de
Kelly en una mano.
SIDEWINDER
Abigail Roux

380

Kelly lo miró durante varios segundos, disfrutando el sol en la luz de


aquellos ojos verdes, deleitándose en el descubrimiento de que Nick
estaba encontrando su camino a casa de nuevo, que el hombre al que
Kelly tanto adoraba todavía estaba allí, todavía luchando su camino de
regreso a él. Sacudió la cabeza, sus dedos cerrándose en el fino vello en el
pecho de Nick. —Hemos perdido tanto tiempo, Nick. Desaprovechado
mucho del tiempo que se nos ha dado. No quiero perder otro segundo
contigo.

—Yo tampoco.

Kelly estaba en silencio, conteniendo la respiración, esperando.

—¿Vale la pena romper las reglas? —Nick finalmente susurró.

Kelly sonrió, y Nick imitó la expresión, las sombras jugando con sus
líneas de la risa, haciendo su sonrisa y ojos chispeantes casi siniestros. El
corazón de Kelly latía felizmente contra su pecho. El resto de su cuerpo
respondió a esa sonrisa amenazadora, también, y molió sus caderas bajo
el peso de Nick para mostrarle a Nick exactamente cómo valía la pena
para él romper las reglas esta noche. Pasó las manos por los costados de
Nick, empujando al cinturón de Nick, aunque sabía muy bien que esos
pantalones no saldrían hasta que desenvolviera sus piernas de la cintura
de Nick.

—Kels. —Nick respiró.


SIDEWINDER
Abigail Roux

381

—A la mierda las reglas. —Kelly prácticamente gruñó, y Nick lo besó


de nuevo cuando comenzaron a trabajar juntos para tratar de conseguir
sacar los vaqueros de Nick fuera de él. —Diablos, creo que podemos
asumir esa música como el permiso del fantasma pervertido voyerista de
Eli.

—De acuerdo. —Nick gruñó mientras se empujaba fuera de la cama


para desvestirse. Se dirigió a su teléfono, apagando la música mientras se
dirigía a la puerta. Kelly se desnudó mientras observaba confundido a
Nick. Nick abrió la puerta del hotel cuando el teléfono felizmente
reproducía su música, y arrojó el teléfono hacia el pasillo. La música seguía
tocando cuando Nick dejó que la puerta se cerrara de golpe y se giró a
Kelly. —No estoy dejándolo ver, sin embargo.

Kelly rió con deleite mientras se deshacían de los restos de su ropa.


A los pocos minutos, Nick estaba usando sus voluminosos músculos para
mantener los hombros de Kelly fijados pero sus caderas fuera del colchón
mientras se mecía en él. Kelly era reacio a mover sus talones de la
elevación en la base de la columna vertebral de Nick, pero no pudo
evitarlo, y arrojó una pierna sobre el hombro de Nick porque sabía
exactamente lo que sentiría cuando Nick golpeaba su próstata en la
posición en la que Nick estaba a punto de ponerlo. Nick gruñó
alegremente mientras envolvía su brazo alrededor de los muslos de Kelly,
y luego se enderezó, arrodillándose y tirando de las caderas de Kelly hasta
que su culo estuvo en el regazo de Nick. Nick encontró un agarre
SIDEWINDER
Abigail Roux

382

alrededor de la otra pierna de Kelly, apretándola contra su cadera, y besó


la rodilla de Kelly, ya que descansaba sobre su hombro. Hizo sonreír a
Kelly.

—¿Así? —Nick preguntó mientras rodaba sus caderas.

Kelly asintió. Tenía la cabeza echada hacia atrás, con los brazos
extendidos hacia los lados, los dedos apretando las sabanas. Su espalda
inclinada, no por la posición a la que Nick lo había arrastrado, sino por el
simple placer de tener a Nick dentro de él, por las manos de Nick en su
cuerpo, el olor del sexo mezclado con el olor de los productos de baño de
hotel que Kelly había usado en su ducha.

Las embestidas de Nick eran suaves y rítmicas. Él no podía ir


particularmente duro o rápido en esta posición, y era una de las razones
por las que ambos la favorecían. Podían tomarse el tiempo para sentirse el
uno al otro, para verse entre sí.

Nick podía envolver su brazo alrededor de los muslos de Kelly y


masturbarlo mientras lo follaba, y Kelly podría moverse y rotar sus
caderas, gimiendo el nombre de Nick cuando Nick aumentó el ritmo en él.

Kelly podía observar las caderas sinuosas de Nick moviéndose entre


sus muslos. Podía fijar sus ojos con él y ver lo que le hacía a su amante
cuando apretaba sus músculos alrededor de él. Podía instarlo a cambiar la
SIDEWINDER
Abigail Roux

383

velocidad de sus embestidas con sólo un empujón del talón de su pie o


una bocanada de aliento que le decía a Nick exactamente lo que quería.

Nick podía inclinarse sobre Kelly, despacio, cuidadosamente,


doblando el flexible cuerpo de Kelly debajo de él. Podía abrir a Kelly de esa
manera, exponer su posición más indefensa, hacerlo tan vulnerable que
en cualquier otra situación, con cualquier otra persona, Kelly habría
estado dispuesto a luchar. Nick podía hacerle eso a él, sólo para robar un
lánguido beso cuando sus lentas embestidas y errantes dedos agarraron la
cadera de Kelly.

Kelly echó la cabeza hacia un lado cuando terminó el último beso


robado, gimiendo cuando vio el reloj junto a la cama. Había salido de la
ducha hace apenas una hora. Se sentía como si una vida entera había
pasado desde entonces, como si hubieran tenido un millar de
conversaciones y compartido cientos de besos. Se sentía como una pálida
y diferente vida que había estado viviendo, una desprovista del color
verde y cada vez más desesperada a medida que pasaban los minutos.

—¿Estás bien? —Nick jadeó. Su cabeza todavía colgando, sus


caderas rodando en una forma que sabía malditamente bien que haría
gritar a Kelly en cuestión de minutos si continuaba.

—Sí. —Kelly siseó. Repitió la palabra varias veces, susurró una


oración de sus labios a los de Nick cuando Nick lo besó una vez más. Sus
caderas seguían moviéndose, rodando expertamente, su polla dura
SIDEWINDER
Abigail Roux

384

llenando a Kelly, extendiéndolo, burlándose de su próstata con promesas


de un increíble clímax a sólo unos minutos.

Nick se empujó fuera del colchón y se arrodilló de nuevo, inclinando


la cabeza hacia atrás. Su boca se abrió y suspiró desesperadamente
mientras sus manos se apretaban sobre las caderas de Kelly. Estaba cerca
de correrse, y estaba luchando por evitarlo, tratando de hacer que su
indiscreción durara, tratando de hacer que el romper las reglas los dejara
a ambos doloridos y caminar divertido al día siguiente. Kelly movió sus
caderas para coincidir con los movimientos de Nick, y observó a Nick
absorto.

Nick y Kelly habían tenían un montón de parejas sexuales para


ayudarles a perfeccionar su arte por separado, y no les había tomado
mucho tiempo descubrir el cuerpo del otro cuando comenzaron a follar.
Pero Kelly nunca había visto nada así en Nick cuando se trataba de
sincronización. Nick juraba que era más de un tipo de anotar—o—fallar
que otra cosa, que oír o ver a Kelly disparar a menudo lo ayudaba a
correrse también, y probablemente viceversa, pero Kelly era de la opinión
de que Nick logró anotar más de lo que falló cuando trató de medir el
tiempo de sus orgasmos para que ambos se corrieran a un minuto del
otro. A veces era cuestión de segundos. Un puñado de veces
verdaderamente memorables, Kelly sabía que Nick lo había estado
llenando de semen en los mismos segundos que Kelly había estado a
mitad de su propio orgasmo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

385

Y en la amplia experiencia de Kelly, no era algo que sucediera con


regularidad. Sin embargo, Kelly no lo había apreciado realmente hasta que
él mismo había estado follando a Nick, y se había dado cuenta de lo
putamente difícil que era no disparar una carga temprana cuando estaba
dentro de alguien tan apretado.

Kelly cerró los ojos, su memoria ofreciendo un destello de aquella


noche, de sus posiciones invertidas y las piernas de Nick extendidas
cuando el pene de Kelly desaparecía en su culo.

—Oh Dios, cariño. —Kelly jadeó. Alcanzó ciegamente a Nick,


temeroso de abrir los ojos durante los próximos segundos porque ver a
Nick entre sus muslos, al ver la expresión de su rostro mientras trataba de
luchar contra su orgasmo, sería demasiado. Kelly dispararía su carga sobre
ambos.

Su mano golpeó el vientre de Nick, y un segundo después los dedos


de Nick agarraban su muñeca.

—¿Me montarías? —Nick siseó.

Los ojos de Kelly se abrieron, y estaba asintiendo antes de que Nick


siquiera hubiera terminado la pregunta.

—Vamos. —Nick gruñó mientras los movía, deslizando el culo de


Kelly hacia un lado. Se llevaron las sábanas con ellos, pero ninguno de
SIDEWINDER
Abigail Roux

386

ellos estaba realmente preocupado por el hecho de que su cama


desordenada los alejara. Sus desordenados cuerpos harían eso.

Nick estaba todavía en el suelo, y Kelly se preocupó por su rodilla


dolorida, pero Nick era un niño grande; No se pondría en una posición que
le hiciera daño durante mucho tiempo. Kelly se levantó, apoyándose en
una rodilla mientras Nick se movía para sostener la nueva posición, pero
cuando Nick se sentó con las piernas estiradas bajo Kelly, la otra pierna de
Kelly aún estaba apoyada sobre el hombro de Nick, atrapada por el agarre
de Nick.

Kelly gruñó exasperado, dándose cuenta de la posición en que Nick


lo había atraído. Apretó la lengua contra los dientes y sacudió la cabeza
ante la sonrisa de Nick. Nick se apoyó en un codo, poniendo la pierna libre
de Kelly en la posición perfecta para proporcionar el apalancamiento para
moverse. Nick estaba manteniendo la otra pierna de Kelly sobre su
hombro, sin embargo, eso era muy claro.

Los ojos de Nick brillaban, prometiendo un futuro lleno de caos y


más yoga. —Quiero tu semen encima de mí.

La polla de Kelly se estremeció contra el vientre de Nick, y gimió


mientras rodaba sus caderas experimentalmente. —Cristo, esto podría
funcionar.
SIDEWINDER
Abigail Roux

387

—Lo hará. —Nick le aseguró, y alzó una mano mientras se apoyaba


en la otra. Kelly enredó sus dedos con los de Nick, apretándolos, palma a
palma mientras ponía su peso en esa mano.

La polla de Nick se metió más profundo en él y gimió, sorprendido


por lo ruidoso y desesperado que era el sonido.

—Eso es todo. —Nick susurró.

Kelly encontró su ritmo, y cada sonido que hizo se convirtió en un


gemido desesperado, mientras que cada uno de los gemidos de Nick
parecían ser seguidos por gruñidos cada vez más lujuriosos.

Nick giró la cabeza y hundió los dientes en el interior del muslo de


Kelly, y Kelly aulló. Inclinó las caderas, siguió gritando porque se sentía tan
malditamente bueno dejarle saber a Nick cuánto amaba esto. Nick siguió
chupando el interior de su muslo, y Kelly se dio cuenta que Nick lo estaba
marcando.

—Oh, Dios, sí. —Gritó, posiblemente más fuerte de lo que


necesitaba. Agarró el pelo de Nick, cediendo en uno de sus dos soportes
en orden de conseguir más de Nick en sus manos. Las únicas cosas que
mantenían su precario equilibrio ahora eran sus dedos entrelazados, la
pierna de Kelly enganchada sobre el hombro de Nick y unos cuantos
músculos y tendones heroicos que probablemente cederían justo antes de
los orgasmos para un máximo de frustración.
SIDEWINDER
Abigail Roux

388

—Cariño. —Kelly jadeó. —Cariño. ¡Oh, mierda!

—Dios, eres tan jodidamente hermoso. —La voz de Nick era baja y
hambrienta. —Córrete conmigo, Kels. ¡Por favor!

Kelly trató de resistir sólo para poder oír la voz de Nick un poco más,
sólo para que poder oír ese rumor de lujuria y posesividad y saber que eso
era suyo para el resto de sus vidas.

—¡Kelly! —Nick gritó, su voz se agrietó mientras movía las caderas.

Kelly apretó cada músculo de su cuerpo, y la polla de Nick palpitó


dentro de él. Nick gritó de nuevo, pero esta vez no pudo conseguir sacar
ningún sonido. Empujó su culo fuera de la cama, empujando en Kelly
cuando se corrió. Kelly se aferró a él, sus respiraciones irregulares, su
imaginación se volvió loca, pensando en cada video que se habían tomado
de sí mismos follando, tratando de recordar cómo se veía Nick cuando se
estaba vaciando dentro de Kelly.

—Eso es, eso es. —Nick estaba repitiendo una y otra vez, sus manos
sobre el cuerpo de Kelly, sus caderas todavía moviéndose, su polla casi
todavía dura en el culo de Kelly.

Kelly estaba disparando por su pecho y vientre. Ninguno de los dos


lo había tocado todavía. Observó ávidamente mientras cubría la piel de
Nick, y finalmente Nick alcanzó el muslo de Kelly para pasar una mano por
SIDEWINDER
Abigail Roux

389

el desorden en su pecho, luego agarró la polla de Kelly para bombear los


últimos chorros de esperma fuera de él.

Kelly echó la cabeza hacia atrás, jadeando, gimiendo, y sacudió su


precario equilibrio y los envió a ambos desparramados.

Kelly estaba tumbado encima de las piernas de Nick, mirando


aturdidamente al techo, jadeando para respirar, su polla palpitando en las
consecuencias de su orgasmo. Una pierna estaba atrapada bajo él, y la
otra estaba cubierta por el hombro de Nick junto a su cabeza. Nick gimió,
extendido por debajo de él. Después de unos segundos de lo que parecía
ser un coma post—orgásmico, Nick giró su cabeza y besó el interior de la
rodilla de Kelly.

Kelly se levantó para ver dónde estaba la cabeza de Nick.


—Prepárate. —Le advirtió. —La única manera de salir de esto es mi culo
en tu cara.

Nick rió entre dientes. —Dame unos treinta minutos y puedo


trabajar con eso.
SIDEWINDER
Abigail Roux

390

Capítulo 11

Una vez más, Sidewinder estaba sentado alrededor de una mesa en


un bar, pero esta vez estaban disfrutando rondas de cualquier cosa menos
alcohol. Zane se sintió aliviado. Se había mantenido firme con té. Café.
Agua. Soda. Algunos de los mejores aros de cebolla que había comido.
Pero estar cerca de un grupo de hombres que bebían cada noche lo había
probado, y estaba feliz de ver una serie de aguas y refrescos en la mesa
esta noche.

Tenían dos sobres más para abrir. Había sido una semana
desgarradora, y Zane no podía decidir si quería a Elías Sánchez u odiaba al
bastardo. Sólo un hombre que sabía que estaría muerto cuando todo esto
estuviera ocurriendo haría las demandas que él había hecho. Habían
cubierto tantos kilómetros y hubo tantas charlas con el corazón en la
mano. Zane estaba agotado, no podía imaginar cómo se sentían los
demás.
SIDEWINDER
Abigail Roux

391

Ty sostuvo el segundo sobre arriba, ofreciéndolo a cualquiera que lo


abriera. Cuando nadie lo pidió, Ty deslizó los dedos bajo el sello y lo abrió.
Se aclaró la garganta antes de empezar a leer.

—El equipo siempre ha sido algo que todos consideramos sagrado.


—Leyó, las palabras de Eli filtrándose hacia ellos desde el pasado. —Casi
por culpa, hemos sido honestos unos con otros, brutal y maliciosamente a
veces. Pero cuando le decía a Doc que era un maldito idiota y que hacía su
cama, era por amor.

Ty sonrió tristemente y ladeó la cabeza. Al otro extremo de la mesa,


Kelly bajó la cabeza, sorbiéndose la nariz. Nick deslizó una mano sobre la
mesa, agarrando los dedos de Kelly.

—Hicimos otra cosa por amor, algo que tuvimos que hacer
entonces. Pero ahora, tantos años después, es hora de hacerlo… Es hora
de dejar ir, muchachos. —Las palabras de Ty se engancharon y él tuvo que
hacer una pausa, frotando un dedo sobre sus labios.

—¿Quieres que lo lea? —Zane preguntó en voz baja.

Los ojos de Ty estaban brillando, y asintió y entregó la carta, apartó


la mirada y se pasó la mano por el pelo.

—¿Alguna objeción? —Zane preguntó a los demás mientras


sostenía el papel casi con reverencia. Él no se había dado cuenta antes,
pero las cartas estaban escritas a mano, las palabras arrolladoras de Eli
SIDEWINDER
Abigail Roux

392

cobrando vida en toda su gloria, con algunas tachaduras y algunas mal


escritas y otras apretadas en los extremos de la línea para hacerlas
encajar. Zane sonrió con cariño. No conoció a Eli, pero después de este
viaje, sentía como si lo hubiera hecho. Los demás le dieron el visto bueno
para leerles la carta, y él escaneó para encontrar dónde Ty se había
quedado.

—Pero ahora, tantos años después, es hora de dejar ir, muchachos.


—Leyó, mirando a los demás. —Todos guardamos secretos, cosas
cercanas a nuestros corazones que no podíamos decirnos por tantas
razones. Secretos que nos hacen daño. Secretos que nos mantenían
despiertos en la noche. Es hora de quitar el peso de nuestros hombros y
compartir algo entre nosotros que nos hemos guardado todos estos años.
Así que su penúltima tarea es decirles a los demás algo que nunca han
sabido de ti. Yo iré primero.

Zane hizo una pausa y miró a cada hombre a su vez. Todos trataban
de ser estoicos, labios apretados, ojos brillantes o cerrados. Nick y Kelly se
apretaban las manos uno al otro, sus cabezas inclinadas como si
estuvieran orando.

—¿Quieren que continúe? —Zane preguntó.

Owen y Digger asintieron. Ty había renunciado a ser estoico, y sus


ojos estaban brillando. Dio un golpe y le sonrió a Zane. —Ve a por ello.
SIDEWINDER
Abigail Roux

393

Zane volvió a encontrar su lugar, casi tan nervioso como imaginaba


que Eli había estado cuando escribió esta carta. Se aclaró la garganta.
—Desde el día en que conocí a Ty y Nick, guardé algo de ellos. Y al resto de
ustedes, cuando los conocí. Tantas veces casi lo confesé. Cuando salíamos
a beber y Digger se ponía triste por su amor perdido de la secundaria,
quería compartirlo con él. Cuando Rico y yo estábamos de patrulla en
medio de la noche y hablaba de su padre, quería confesarlo. Ya ven, me
dije que no era realmente mi secreto para compartir. Pero lo era. Sólo
estaba asustado. Un cobarde. Y ahora, ya que todos ustedes están
leyendo esto y yo estoy muerto y enterrado, sé que morí cobarde. Será
para siempre mi mayor fracaso y vergüenza.

Desde el extremo opuesto de la mesa, Zane captó el movimiento.


Levantó los ojos y descubrió que Nick se había cubierto la cara con ambas
manos. Ty tenía la mano en el hombro de Nick.

Zane siguió adelante, tratando de no arrastrar fuera el dolor.


—Tengo un hijo.

Hubo jadeos y murmullos de los otros, pero Zane siguió leyendo.

—Tuve un hijo con una chica que conocía en San Diego cuando
estuve allí. Ambos seguíamos siendo adolescentes, y no lo supe hasta que
me dieron nuevas órdenes y me mudé. Cuando traté de hacerlo bien, ella
me dijo que era mejor que él no supiera quién era yo, qué era yo, que él
estaba mejor donde tenía familia, y que no sería justo para mí o ella
SIDEWINDER
Abigail Roux

394

casarse cuando no nos queríamos. Y la dejé pensar que estuve de acuerdo,


que pensé que mi hijo estaría mejor sin mí en su vida. Estuve asustado y
aliviado de no tener esa responsabilidad. Saqué lo que ella me dio y hui de
ese bebé. Y lo he lamentado desde entonces. Tengo un hijo allá afuera, y
nunca lo conocí. Espero que un día, chicos puedan encontrarlo. Y tal vez
puedan decirle lo mucho que lamento que su papá tuviera miedo.

Zane apretó los labios, mirando por encima de la carta. Los


Sidewinders no estaban manejando esto bien. Zane sintió lo agitados que
estaban. Evidentemente era un rasgo de Sidewinder ser duro consigo
mismos cuando juzgaban internamente, porque la carta de Eli no era la
primera vez que Zane había oído a uno de ellos llamarse cobarde. —Está
equivocado, lo saben, ¿verdad?

Ty se limpió la cara con la manga, asintiendo. Él pasó el brazo por


los hombros de Nick y lo acercó al banco que compartían. Nick seguía
escondiendo su rostro detrás de sus manos, apoyándose contra Ty como si
estuviera acostumbrado a ser abrazado cuando estaba molesto. Digger y
Kelly miraban a la mesa, con lágrimas silenciosas.

—¿Deja alguna información sobre este chico? —Owen preguntó


con temblor. —Su nombre, ¿en qué año nació para que podamos
encontrarlo?

Zane asintió, frotando su pulgar sobre las palabras garabateadas en


la esquina inferior de la carta. —Está aquí, sí.
SIDEWINDER
Abigail Roux

395

Owen asintió. Independiente de lo que sucediera de ese punto en


adelante, Zane sabía sin lugar a dudas que Owen iba a encontrar al hijo de
Elías Sánchez. Él extendió la mano solicitando la carta y Zane se la dio con
un gesto de asentimiento.

Owen se aclaró la garganta, escudriñando el papel antes de leer las


últimas líneas con un temblor en su voz que parecía darle tanto más
pánico que la lectura de Zane jamás podría haber logrado. —Ahora que lo
he confesado —dijo suavemente. —Es hora de que cada uno de ustedes
deje que el resto de nosotros lo ayudemos a llevar ese peso. Somos tus
hermanos. Y no importa lo que digas esta noche, siempre te amaremos.

Owen dejó el papel y bajó la cabeza, terminando la última palabra


con un sollozo. Se tomó un momento para componerse, luego miró
alrededor de la mesa a todos ellos. Tomó un profundo y tembloroso
aliento antes de hablar de nuevo. —No debería haberme ido esa noche en
el bar, cuando viniste a vernos. —Le dijo a Ty. —Nunca debí haberme
alejado. Lo que hice… Lo siento, Six.

Ty asintió, tratando de hablar, pero no pudo. Cerró los ojos para


intentarlo de nuevo. Owen se levantó y rodeó la mesa detrás de Zane,
deslizándose sobre el banco junto a Ty.

Ty levantó el brazo y atrajo a Owen hacia el abrazo que aún


compartía con Nick, luego se sorbió la nariz y miró a los otros. —Bueno,
todos saben cuáles eran mis secretos. Debería habérselos confiado antes.
SIDEWINDER
Abigail Roux

396

—Se encontró con los ojos de Zane. —Tú también, Lone Star. Mucho
antes.

—Lo pasado es pasado, ¿cierto? —Zane trató.

Ty negó con la cabeza. —Pasado es pasado, pero todavía puede


doler como una herida abierta. Nunca lo entendí antes de ti. Yo…

Zane se dio cuenta que estaba luchando contra la opresión en su


garganta, influenciado por todos los lagrimones alrededor de la mesa de
hombres normalmente imperturbables. Tragó saliva y asintió, con la
esperanza de mantener su compostura hasta el final de la sesión.

Digger cogió el vaso de agua de Owen y lo derribó, dejándolo con un


clank. —No puedo pensar en ningún secreto. —Admitió, sintiéndose triste
por las noticias. Bajó la cabeza, retorciéndose los dedos como si se
avergonzara de no tener un profundo y oscuro secreto para compartir
como los demás.

Kelly puso una mano en su hombro, sacudiéndola suavemente. —Te


gusta el fuego, amigo. Simplemente no puedes ocultarlo más. —Sugirió,
una suave sonrisa acompañando la provocación. Digger y él rieron entre
dientes, y Digger asintió, un brillo en sus ojos que era francamente
aterrador.

—Espera. —Digger dijo de repente, el brillo se transformó en una


luz de entendimiento mientras miraba a todos. —No, espera, tengo algo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

397

Kelly se echó hacia atrás, su mano todavía sobre el hombro de


Digger y su cabeza inclinada, probablemente para poder ver mejor la cara
de Digger.

—Supongo que no es realmente un secreto porque no lo guardaba a


propósito. Pero aún así… —Frunció el ceño brevemente, su enfoque en la
mesa ahora. Parecía más confundido que nervioso. —Realmente no me
gusta el sexo.

Ty y Nick inclinaron la cabeza en un movimiento perfectamente


sincronizado que casi hizo reír a Zane. Digger miró a su alrededor y, por
primera vez en la memoria de Zane, parecía estar consciente de sí mismo.

—¿Eres asexual? —Kelly preguntó cuidadosamente.

—¿Eso significa que realmente no me gusta tener sexo? —Digger


preguntó, y Kelly se encogió de hombros y asintió. —Entonces supongo
que sí.

—Pero… ¿Todas esas mujeres? —Owen dijo.

—Parecía ser lo que se suponía que debía hacer. —Digger


respondió, frunciendo los labios y masticando el interior de su mejilla. —A
veces iba a casa con una chica y veíamos una película. O jugábamos cartas.
Nunca me gustó mucho, pensé que había algo malo en mí. —Miró a Kelly
con una débil sonrisa. —Nunca supe que había una palabra para ello.
SIDEWINDER
Abigail Roux

398

Kelly se acercó y abrazó a Digger, dándole palmaditas en la espalda


y murmurando en voz baja. Zane podía ver el alivio en el lenguaje corporal
de Digger, y comprendió. Todos esos años de preguntarse si estaba roto,
fingiendo porque pensaba que eso era lo que debía hacer. Zane deseó de
repente haber pasado más tiempo tratando de conocer a Digger, en lugar
de encasillarlo como un loco. Trabajaría más duro en ello de ahora en
adelante, y eso iba para cada miembro de Sidewinder.

Kelly finalmente besó la frente de Digger y lo apretó una vez más,


luego se enderezó y respiró profundo, haciendo una mueca al ver a Nick.
—¿Cuándo salíamos, cuando todos compartíamos habitación juntos, y vi a
Ty recogiendo a una chica? Yo era el compinche de Eli para que se
enganchara con alguien y me echara fuera de mi habitación, y luego
impedir que Nick follara para que él terminara solo esa noche y/o tener
que compartir el sofá conmigo u ofrecerme compartir la litera con él.

Nick finalmente miró por encima de sus dedos, todavía cubriendo la


parte inferior de su cara con las manos. Miró fijamente a Kelly durante un
largo rato antes de empezar a reír. Las risas contagiaron a los demás, y
Zane sonrió a través de la mesa.

—¿Cómo es qué ustedes dos no se follaron antes? —Finalmente les


preguntó.

Kelly sacudió la cabeza. —Simplemente no entendí lo que estaba


sintiendo. Sabía que me sentía bien estar con él, pero realmente no
SIDEWINDER
Abigail Roux

399

registré la diferencia entre la amistad que era cómoda y correcta, y algo


más. —Se mordió el labio, empujando un posavasos al otro lado de la
mesa y dando a Nick una mirada de reojo. Nick sonrió suavemente hacia
él, y Kelly la imitó.

—No fue hasta que Ty y Nick empezaron a hablar de ser bi, que
empecé a pensar que había diferentes… No lo sé. Comencé a auto—
analizar un poco. Y después de que todos fueron devueltos, después de
que le pedí a Nick que me besara la primera vez y me di cuenta de que se
sentía correcto, empecé a buscar algunas respuestas, tratando de
entender. Hay un término llamado demisexual que… Significa que sólo
estás sexualmente atraído por alguien con quien tienes una profunda
conexión emocional, y creo que tal vez eso suena un poco como yo.
Quiero decir, no encaja completamente, pero es un comienzo. Y creo que
quizás esa es una de las razones por las que fui un fracaso al estar casado.
—Se detuvo y parpadeó fuertemente hacia Nick, un rubor cubriéndolo
cuando el silencio lo alcanzó. Su pulgar empujaba furiosamente el anillo
en su dedo, girándolo alrededor y alrededor. —Casado con la persona
equivocada, de todos modos.

Zane no fue el único que notó que Kelly jugaba con ese anillo
claddagh en su dedo. —¿Están comprometidos? —Ty exigió.

Kelly no apartó los ojos de Nick, pero sonreía cuando se pasó los
dientes por el labio inferior y asintió.
SIDEWINDER
Abigail Roux

400

Zane se encontró sonriendo ampliamente mientras los demás


reaccionaban. Ty apretó su agarre alrededor de los cuellos de Owen y
Nick, acercándolos a él para abrazarlos. Posiblemente contra su voluntad,
considerando la forma en que ambos lucharon por aire. Y Digger agarró
los hombros de Kelly y lo sacudió alegremente.

—¿Por qué diablos no lo dijeron antes? —Owen preguntó una vez


que se liberó de la mano de Ty.

—No queríamos ensombrecer el final de Eli con nada. —Kelly


respondió, casi radiante. —Os lo diríamos después de la última carta.

—Enhorabuena. —Zane les dijo a ambos, mirando del rostro


sonriente de Kelly a Nick. La sonrisa de Nick era melancólica en el mejor
de los casos, y él seguía mirando con devoción a la mesa. Kelly se inclinó
más cerca de él, susurrándole al oído y luego besando su frente antes de
relajarse en su silla.

El grupo se calló y Zane sintió la incomodidad. No estaba seguro si


provenía de la muestra pública de afecto que todavía era algo nuevo para
Sidewinder, o de la espera silenciosa del último secreto.

Nick se sentó más recto, sacudiéndose el brazo de Ty de sus


hombros y poniendo las dos manos sobre la mesa. Parecía estar
preparándose, y sus nervios hicieron que Zane se sintiera nervioso. Echó
un vistazo alrededor de la mesa, él parecía inseguro y algo enfermo. —Yo
SIDEWINDER
Abigail Roux

401

tengo… un par de cosas que guardé de todos. Conocen uno, ahora. Pero…
—sus ojos se alejaron y volvió a bajar la cabeza, hablando en voz baja. —El
otro no es completamente mío.

—No tienes que decírnoslo, irlandés. —Ty susurró. —Has pasado


bastante este año.

Nick sacudió la cabeza y miró a Kelly, lamiéndose los labios.


—Necesito hacerlo. Lo siento. No puedo… —Bajó de nuevo la cabeza y
cerró los ojos.

Kelly se movió, acercando su silla a Nick para poder poner la mano


en la espalda de Nick. —Permítenos ayudar.

Nick se giró un poco en su silla, mirando a Kelly. Se miraron el uno al


otro, silenciosos, quietos, ni siquiera parecían respirar. Zane apartó los
ojos de ellos para encontrarse con Ty. Estaba frunciendo el ceño, dándole
a Zane una mirada preocupada antes de que volviera su atención a Nick,
sentado solo en un mar de agitación como la costa escarpada con la que
Zane lo asociaba, como un faro en un huracán. Zane tuvo la impresión de
que, fuera cual fuese ese secreto, no terminaría en un abrazo o una risa
como los demás.

Nick cogió un agitador de la mesa, y parecía estar


inconscientemente jugueteando con ello mientras miraba a los demás.
Luego miró hacia atrás a Kelly, y el miedo en la expresión de Nick
SIDEWINDER
Abigail Roux

402

malditamente estuvo cerca de romper el corazón de Zane. Después de


todo Nick y Kelly habían terminado, ¿Nick pensaba realmente que
cualquier cosa que pudiera decirle a Kelly haría que el hombre pensara
menos de él?

—¿Deberíamos marcharnos? —Zane susurró.

Nadie le respondió, así que se quedó.

—De acuerdo. —Nick finalmente dijo con un movimiento de cabeza.


Zane no tenía ni idea de lo que había visto en los ojos de Kelly mientras
buscaba una respuesta. No tenía idea de lo que estaba pasando.

Nick se volvió hacia la mesa, enderezando la columna vertebral,


respirando profundo. —Todos saben acerca de mi papá. —Dijo en una
carrera que parecía que estaba aliviado de estar hablando. —Cómo me
golpeó. Lo qué hizo.

Owen y Digger compartieron una mirada inquieta y confusa. Kelly y


Ty seguían observando a Nick con avidez, esperando que continuara.

Nick tenía los dedos entrelazados, sus ojos abajo. —Descubrí


cuando era adolescente que él no era mi padre biológico.

Nadie en la mesa se movió. Ty y Kelly seguían mirando a Nick, como


si estuvieran sobre compensando y tratando desesperadamente de no
SIDEWINDER
Abigail Roux

403

reaccionar. Owen finalmente se relajó en el banco y se desplomó contra la


pared, resoplando.

—Pero. —Zane se encontró diciendo. —Le donaste un pedazo de tu


hígado.

Nick asintió, frunciendo los labios y entrecerrando los ojos. —Soy un


donante universal. Yo no era una coincidencia exacta, pero por mi
estatura, peso y tipo de sangre, me dijeron que estaba lo suficientemente
cerca como para ser viable. —Su voz era tan baja y tan fría cuando
contestó que incluso Zane se estremeció. —Resulta que estaban
equivocados.

—Así que… ¿él lo sabía? —Kelly preguntó. —Que no eras…

—Sólo puedo suponerlo. —Nick contestó mientras sujetaba el agua


de Ty y tomaba un trago.

—Esa rata bastarda. —Ty murmuró, y se levantó y dio un paso hacia


delante. Puso una mano en el hombro de Nick, apretándola mientras se
ponía detrás de él, obviamente intentando controlar su temperamento.
—Estoy jodidamente contento de que esté muerto, que se pudra.

—Ty. —Zane dijo en estado de shock.

Ty se encogió de hombros al encontrarse con los ojos de Zane. A


Nick no parecía importarle la ira de Ty. De hecho, Zane creyó ver una
SIDEWINDER
Abigail Roux

404

sonrisa sobre los labios de Nick mientras Ty apretaba su hombro más


fuerte.

—Entonces... estoy confundido. —Kelly dijo. —¿Por qué tenías


tanto miedo de decirnos esto?

Nick sacudió la cabeza, pasándose la mano por la cara. Se metió la


mano en el pelo, sus dedos se enredaron en sus rizos mientras cerraba los
ojos. No miró a ninguno de ellos mientras hablaba. —¿Recuerdan a Paddy
Whelan?

Kelly frunció el ceño. —¿El tipo con el que nos reunimos el verano
pasado?

—¿Paddy Whelan? —Owen exclamó.

Nick asintió en silencio.

Ty frunció el ceño con tanta fuerza que golpeó a Zane como un


cachorro confundido tratando de seguir una luz de un puntero láser.
—¿Quién es Paddy Whelan? ¿Por qué ese nombre suena familiar?

—¿El jefe de la mafia de Boston? —Owen gritó, y los otros lo


acallaron antes de que su voz pudiera crear eco. Sin embargo, nadie en el
restaurante les estaba prestando atención.

Nick levantó la otra mano, cubriéndose la cara con ambas palmas.


SIDEWINDER
Abigail Roux

405

—¿Este tipo es tu verdadero padre, irlandés? —Digger preguntó en


voz baja.

Nick levantó la cabeza, suspirando mientras intentaba sonreír a


Digger. —Sí. Sí, lo es.

—¿El…el jefe de la mafia? —Ty tartamudeó.

Nick se enderezó de nuevo, poniendo ambas manos sobre sus


rodillas mientras miraba hacia el techo.

Ty tenía una mano en la parte superior de la cabeza, mirando a


Zane. —Finalmente lo entiendo. —Susurró.

—¿Qué? —Owen le preguntó.

—El irlandés siempre hablaba del mal que corría en su familia, y


nunca lo entendí hasta ahora.

Nick se aclaró la garganta, asintiendo.

—¿Cuándo te diste cuenta de esto? —Kelly preguntó a Nick, la voz


aún suave aunque Zane podía decir que estaba consternando.

—Cuando tenía dieciséis años. Me tomó como si fuera suyo. Es


porque yo lo era. Me tomó unos meses construir el nervio para
preguntarle, pero cuando lo hice me dijo la verdad. Dijo que merecía saber
por qué mi padre me odiaba.
SIDEWINDER
Abigail Roux

406

Kelly frunció el ceño y miró el anillo que llevaba en su mano


izquierda.

—Dijiste que te dio este anillo cuando tenías dieciséis años. Lo


usaste todos los días de tu vida; Sólo te he visto sacar esto un par de
veces.

Nick lo miraba, sus ojos se lanzaban hacia el anillo y luego hacia la


cara de Kelly. —Sí. Era… era una herencia familiar. Lo único que tengo de
él, ni siquiera tengo su nombre.

Kelly asintió, frunciendo el ceño con más fuerza.

Zane empujó su silla hacia atrás y se puso de pie, llamando la


atención de todos. Se encogió de hombros sin disculparse. —No puedo
oírlo. —Dijo mientras avanzaba alrededor de la mesa y dejándose caer en
el asiento vacío de Ty, entre Owen y Nick.

—Está bien. —Owen gruñó, y golpeó su mano contra la mesa. —


Esto es una sorpresa. Pero no es horrible. Diablos, prefiero que Paddy
Whelan sea tu verdadero padre que el idiota con el que te criaste, amigo.
Al menos Whelan se preocupó por ti para hacer algo por ti.

Nick resopló, y casi sonrió. Pero todavía parecía enfermo y


preocupado, y Zane sabía que sólo habían oído la mitad de la historia.
SIDEWINDER
Abigail Roux

407

—¿Irlandés? —Ty preguntó suavemente, y se sentó en el extremo


del asiento, con la espalda apretada al lado de Zane. —¿Qué te hace hacer
por él?

—Nada. —Nick respondió inmediatamente. —Nada… activo.

Zane sintió que Ty se tensaba contra él.

—Eso es… —Ty no pudo terminar lo que había estado tratando de


decir. Sólo asintió como si lo entendiera, bajando la cabeza para fruncir el
ceño en sus manos.

—¿Estás diciendo que estás en la nómina de la mafia irlandesa en


Boston? —Zane preguntó, tratando de mantener baja su voz lo más
posible.

—Sí. —Nick susurró.

—¿Cuándo empezó esto? —Ty preguntó en voz baja.

—Tan pronto como llegué a Boston. Después de dejarte a ti y a Eli


en su camino a Quántico. —Nick dijo. Se alejó de ellos, volviendo su
mirada hacia Kelly. Kelly no había quitado los ojos de Nick, sin embargo, y
se quedaron mirando uno al otro durante unos largos momentos.

—Te han estado pagando bajo la mesa por una familia irlandesa de
mafiosos en Boston durante los últimos diez años. —Kelly dijo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

408

Nick asintió.

—Tu familia de la mafia irlandesa. —Kelly aclaró, hablando


lentamente como si estuviera aturdido por las palabras.

Nick, o no estaba dispuesto o no podía responder. Sus labios se


separaron como si quisiera, pero las palabras parecían haberlo hecho
mudo.

—Eres el único hijo vivo de un jefe de la mafia de Boston. —Kelly


dijo. Bajó la cabeza y asintió como si hablara internamente. —De acuerdo.
Bueno, eso no te matará, ¿verdad? —Preguntó suavemente, luego se puso
de pie antes de que Nick pudiera responder y se alejó.

Nick se sentó en la oscuridad, su abrigo envuelto alrededor de él


para evitar el frío, mirando fijamente a las luces de la ciudad. Había
llegado al tejado del hotel en parte porque el mar lo estaba llamando y
estaba cansado de estar encerrado en su interior, pero también porque no
tenía ganas de recibir una charla de Ty, y sólo la agonía del discurso
motivacional podría atraer a Ty al techo de un edificio alto.

Sólo necesitaba el silencio. La paz que vendría de los sonidos


distantes de la ciudad abajo.
SIDEWINDER
Abigail Roux

409

Apartó los ojos del cielo, donde había estado buscando las estrellas,
cuando oyó unos débiles pasos detrás de él. Sabía sin darse vuelta que era
Kelly, y sólo el pensamiento del hombre hacía que le doliera el pecho y su
corazón latía un poco más rápido.

¿Cómo diablos podría amar a alguien tanto, y sin embargo seguir


jodiéndola así?

Kelly no dijo una palabra mientras se arrastró hasta el borde del


tejado y se hundió junto a Nick. Se acomodó en el hormigón frío, y luego
se acercó más, presionando su hombro hacia Nick. Un momento después,
envolvió una manta alrededor de los dos, y Nick se estremeció
violentamente. No se había dado cuenta de lo frío que había estado hasta
que el calor lo rodeó.

—Has estado aquí hace mucho tiempo. —Kelly dijo, manteniendo su


voz neutral.

—Yo… Necesitaba tiempo…

—Estás asustado de entrar porque entonces tendrás que mirarme a


los ojos. —Kelly dijo. —Y estás asustado de lo que verás. ¿Correcto?

Nick giró bruscamente y lo miró, pero Kelly miraba hacia el mar de


la humanidad, su expresión serena, su cuerpo relajado. Lentamente volvió
la cabeza para encontrarse con los ojos de Nick, y sus dedos serpentearon
sobre el muslo de Nick para agarrar la mano de Nick. La apretó, sacándola
SIDEWINDER
Abigail Roux

410

del regazo de Nick y sujetándola entre la suya, su pulgar corriendo sobre


los nudillos de Nick.

Nick no podía recuperar el aliento mientras miraba a los ojos de


Kelly, sin importar cuántos jadeos temblorosos intentó.

—Te marchaste. —Nick se encontró diciendo. —No creí que


quisieras hablar.

Kelly bajó la cabeza. —Lo sé. No voy a decir que lo siento, porque no
lo hago.

Nick hizo una mueca de dolor y tuvo que apartar los ojos de Kelly,
concentrándose en la luz de la luna. Tragó saliva con fuerza,
preguntándose si tenía fuerzas para aguantar otra tormenta del tamaño
de este dolor. No creía que pudiera.

Kelly suspiró en voz alta. —He descubierto que mi temperamento a


veces se aleja de mí. Especialmente cuando eres tú. Cuando somos
nosotros. —Se detuvo, y Nick tuvo que mirarlo de nuevo para ver lo que
contenía el pesado silencio. Kelly estaba mirándolo, su ceño frunció, su
boca contraída. —No peleamos mucho. Ni siquiera estamos muy en
desacuerdo. Pero las pocas veces que lo hemos hecho y me he enojado, lo
hago y digo cosas que lamento. Te golpeé cuando estuviste limpio la
última vez.
SIDEWINDER
Abigail Roux

411

Nick tuvo que tragar de nuevo para combatir la opresión en su


garganta. Simplemente asintió, mirando fijamente a los ojos de Kelly.

Kelly se inclinó más cerca de él, su expresión todavía sombría. —Esa


es la clase de cosas que no puedo recuperar. Es el tipo de cosas que
recuerdas, incluso si no es… Sé que nuestra amistad era física, y los dos
lanzamos algunos golpes a lo largo de los años. Pero ahora es diferente. Y
no quiero volver a hacer eso contigo.

—Kels.

—No lo hagas. —Kelly gruñó. —No me digas que no te importa,


porque incluso si no lo haces, debes hacerlo. Ambos sabemos de mi
temperamento. Ambos sabemos que actúo primero y pienso más tarde. Y
porque es la manera en la que siempre nos comunicamos, es la forma en
que voy primero. Y es malo. Y me estoy rompiendo. Pero eso significa que
necesito irme algunas veces antes de decir o… hacer algo de lo que me
arrepentiré.

Nick frunció el ceño. Parecía que Kelly había estado pensando en


esto durante mucho tiempo, que había estado trabajando a través de ello
por su cuenta sin mencionarlo. Ese era un concepto tan extraño para Nick
que ni siquiera estaba seguro de poder nombrar otro conflicto interno de
Kelly del que no había estado al tanto de principio a fin.
SIDEWINDER
Abigail Roux

412

—Así que —Kelly dijo, y apoyó su codo contra la cadera de Nick,


mirando hacia atrás sobre la ciudad. —¿Ahora qué?

—Kelly…

—Entiendo por qué lo guardaste de nosotros. De mí. Eres el maldito


príncipe perdido de una familia mafiosa de Boston. Eso es algo que
literalmente podría hacerte matar si la persona equivocada lo descubre.
Sé que odias los secretos y piensas que mantenerlos es un pecado
horrible, pero… algunos secretos se guardan por una razón. Estoy seguro
de que este es una de esas categorías.

—¿Y estar en su nómina? ¿Eso no te molesta?

Kelly se encogió de hombros. —¿Honestamente? No. Ese es tu


padre biológico cuidando a su hijo. Diablos, me hace como el hombre un
poco más. Y joder, ¿sabes qué? ¿Si quieres ir a trabajar para él y luego
tomar el negocio familiar? Estoy dentro. Sólo llévame contigo para poder
cuidar tu espalda.

—Jesús, Kels.

—¿Qué? —Kelly replicó. —No me importa. Eres una persona mejor


que yo por darle una mierda, ¿por qué si me hace feliz y sólo lástima a las
personas que se lo merecen? ¿Paddy Whelan quiere que tomes el control
por él y tenemos que manejar el vientre de Boston juntos? Estoy adentro.
Mierda. Tal vez podríamos hacer algo bueno en Boston. ¿Puedes imaginar
SIDEWINDER
Abigail Roux

413

el tipo de impacto que un hombre como tú, con moral, podría tener en
esa posición? Estoy dentro. Estoy un mil por ciento. Estoy cansado de que
te tortures tratando de estar a la altura de este nivel de humano que
simplemente no existe.

—Tratar de no convertirte en un jefe de la mafia es un nivel


bastante bajo, todo lo considerado.

—Vete a la mierda, compañero, sabes lo que estoy tratando de


decir.

Nick bufó. Tomó una respiración profunda y sacudió la cabeza.


— Bueno. ¿Responderás con sinceridad si te haga una pregunta difícil?

Cuando miró a Kelly, consiguió un asentimiento en respuesta. Se


volvió un poco más, su agarre en la mano de Kelly se endureció.

—A partir de ese primer beso, ¿has pasado más tiempo siendo feliz?
¿O más tiempo triste, enojado y preocupado?

Kelly pasó sus dientes sobre su labio inferior, sus dedos jugando con
los de Nick cuando su mirada buscó el rostro de Nick. Cuando habló, la
tristeza en su voz hizo que Nick quisiera acercarlo más y sólo sostenerlo.
Sólo sostenerlo contra él. —¿Por qué tengo la sensación de que estás a
punto de tomar una decisión en base a la respuesta que te dé?

—Dijiste que contestarías honestamente. —Nick logró responder.


SIDEWINDER
Abigail Roux

414

Kelly rodó los ojos y apartó la mirada. Sacudió la cabeza, su


mandíbula saltó y su cuerpo cada vez más tenso. —Sabes qué, vete a la
mierda, Irlandés. —Gruñó, mirando a Nick. Sus ojos brillaban en la luz de
la luna. —¡Si nunca nos hubiéramos besado esa noche, si no te hubieras
reído y seguido tu camino, los últimos tres años seguirían siendo difíciles!
Todavía habría pasado seis meses agonizando por el hecho de que mis
hermanos estaban fuera peleando mientras yo estaba encerrado en casa.
¡Todavía habría estado enfermamente preocupado y cabreado por Liam
Bell y tú trabajando juntos sin tener que pedir a uno de nosotros ayuda! ¡Y
todavía habría sido un puto desastre en tu cabecera en Miami esperando
a que malditamente despertaras! Sí, tal vez no habría pasado tantas
noches en la cama, solo, esperando hasta poder estar contigo otra vez,
pero, ¿sabes qué? ¡Por lo menos malditamente te tenía a ti para esperar!
Sin ti, sin lo que tenemos, la vida habría sido la misma vieja estúpida nada,
sólo el día a día, y por lo menos ahora sé lo que es tener a alguien con
quien quiero un futuro. Seguro que esa mierda compensa todo lo que
puedas decirme que está mal con nosotros.

Nick estaba luchando por mantener sus ojos en Kelly mientras


despotricaba. Era tan malditamente hermoso cuando se cabreaba, él era
como una tormenta en el horizonte, lleno de rayos y truenos y crestas de
olas y amenazando con hundir tu embarcación con él cuando arrasara en
tus cubiertas.
SIDEWINDER
Abigail Roux

415

Kelly comenzó a luchar con la manta alrededor de sus hombros,


todavía escupiendo palabras mientras trataba de quitarse el material de
encima. —Quieres que jodidamente me aleje porque crees que me estás
lastimando, sigue adelante y hazlo. Ve lo jodidamente mucho mejor que
te hace sentir cuando trates de dejar de ser una puta isla solitaria. Pero sé
una cosa. Si lo haces, si me envías lejos para salvarme, entonces serás el
más grande desamor de mi vida. No me estarás salvando de nada. Sólo
protegiéndote a ti.

Finalmente, logró quitarse la manta, y rodó atrás, alejándose de


Nick, pasando por encima de un hombro para ponerse de rodillas. Se
arrodilló allí, los ojos brillantes, los dientes apretados mientras lo miraba.

Nick se estiró por él y lo atrapó por el cuello de la camisa. Kelly trató


de alejar su mano, pero Nick apretó con más fuerza y le dio a Kelly un tirón
en su lugar.

—¿Qué? —Kelly gritó.

—No te vayas. —Nick respiró. —No quiero ser tu desamor.

Kelly lo estudió durante unos segundos, y poco a poco su cuerpo se


relajó, sus ojos se suavizaron. Se puso sobre sus rodillas y manos, y se
arrastró más cerca de Nick, y Nick tiró con más fuerza de su camisa para
impulsarlo los últimos centímetros. Los labios de Kelly encontraron con los
SIDEWINDER
Abigail Roux

416

suyos un poco más violento de lo que había esperado, y su equilibrio


vaciló. Kelly lo agarró por los brazos y lo arrastró hacia atrás.

Nick no se resistió, sólo dejó que Kelly lo alejara y lo pusiera sobre el


hormigón húmedo y la escasa grava cuando llegaron lo suficientemente
lejos de la orilla para estar seguros. Kelly agarró la manta y la arrojó
alrededor de sus hombros como una capa, luego se estiró a lo largo de
Nick y lo besó de nuevo. La manta cayendo al tejado cuando Nick agarró a
Kelly y le devolvió el beso con todo lo que tenía que darle.

—Esta es la última vez que tenemos esta conversación. —Kelly


gruñó.

Nick reconoció su tono de voz, y envió un escalofrío por la columna


vertebral. Asintió bruscamente, su aliento irregular. —Siempre y cuando
no te alejes de mí otra vez.

Kelly ladeó la cabeza, pareciendo como si estuviera a punto de


discutir.

Nick clavó los dedos en las costillas de Kelly. —Prefiero que pierdas
la paciencia y que lo saques de la misma manera que siempre tenemos
que ver que te alejas. Es tan malditamente doloroso. —Admitió. —Hemos
tenido nuestro lenguaje demasiados años para cambiarlo ahora.

—De acuerdo. —Kelly susurró.


SIDEWINDER
Abigail Roux

417

—Prométemelo.

Kelly tiró de la manta por encima de sus cabezas y lo besó de nuevo.


—Lo prometo. —Murmuró entre besos, y Nick envolvió sus brazos
alrededor de él, finalmente, sintiendo su corazón abriéndose.

Si otra tormenta llegaba, al menos Nick tenía a Kelly para


atravesarla con él.
SIDEWINDER
Abigail Roux

418

Capítulo 12

Sidewinder estaba entre las ordenadas hileras de mármol blanco


que se extendían hasta donde alcanzaban a ver. Se extendían demasiado
lejos, había demasiadas, tantas vidas perdidas y recordadas en el suelo
sagrado del Cementerio de Arlington.

Nick sostenía la última carta de Elías Sánchez en ambas manos. El


papel sacudiéndose en la brisa. Ciertamente, no era de las manos
temblorosas de Nick. Ciertamente, no era eso.

Zane se quedó de pie a un lado, observando solemnemente. No se


sentía que perteneciera a esta última tarea. Era demasiado personal.
Demasiado duro.

—¿Quién quiere ir primero? —Kelly preguntó finalmente. Todos se


quedaron mirando fijamente a la lápida. Nadie respondió. Nadie se movió.
SIDEWINDER
Abigail Roux

419

Después de un minuto de sólido silencio, el arrugamiento del papel


en las manos de Nick finalmente instó a Kelly a actuar. Dio un paso
adelante, retorciéndose las manos, e inclinó la cabeza en la tumba de Eli.

—Las últimas palabras que tuvimos fueron por teléfono. —


Comenzó. Cerró los ojos y tragó saliva. Zane tuvo que esforzarse para oír
lo que decía, y se acercó un poco más y puso su mano sobre la espalda de
Ty con el pretexto de ofrecer apoyo silencioso.

—Estábamos hablando de hacer senderismo. Él quería venir a


Colorado y pasar una semana en el campamento. —Kelly resopló y sonrió,
mirando sobre sus hombros a los demás. —Él tenía un plan para una
aventura. Y ni siquiera podía sacarlo porque estaba riéndose tan fuerte a
medio camino. ¿Saben la risa que tenía, esa donde todo su cuerpo se
sacudía y comenzaba a respirar con dificultad?

Los otros rieron y asintieron. Digger se pasó la mano por la cara,


ocultando sus ojos detrás de su palma.

—Me dijo que me enviaría por correo electrónico su idea porque no


dejaba de reír. —Kelly dijo, mirando a la lápida y moviendo la cabeza con
cariño. —Las últimas palabras que le dije fueron: “Hasta pronto, cariño”. Y
sus últimas palabras fueron… —Kelly parecía tropezar con ellas, tragando
saliva un par de veces. —Me dijo: “Sé bueno, Doc”. Y colgó.
SIDEWINDER
Abigail Roux

420

Se pasó una mano por la boca, la cabeza baja, y luego se arrodilló


sobre una rodilla y puso su palma en la parte superior de la lápida. —
Hasta pronto, hermano. —Susurró, y después de unos segundos con la
cabeza inclinada, el viento agitando su cabello, se empujó para levantarse
de nuevo y retrocedió. Se apoyó en Nick brevemente como si necesitara el
contacto para consuelo, luego se irguió de nuevo, su barbilla arriba y los
ojos en el mármol.

—Se estaba riendo la última vez que hablé con él, también. —Digger
dijo sin preámbulos. Miró a su alrededor, casi con timidez y dio un paso
hacia la lápida, arrodillándose, sus hombros abajo cuando se sentó sobre
sus pies. —Me llamó, dijo que necesitaba una de las recetas de mi mamá.
Cuanto más picante mejor, me dijo que quería que doliera al salir por el
otro extremo. Le dije que él tendría que negociar con ella por eso, así que
le envió una cesta de aguacates por internet. Putos aguacates. Lo llamé
para maldecir su culo, y él sólo se rió. El mismo tipo de risa que le dio a
Doc, apuesto. Me dijo que disfrutara de mi inmersión en la fruta, y luego
dijo, “Te quiero, nalgas dulces”.

Digger se rió, con una sonrisa amplia mientras tocaba con sus dedos
sobre la parte superior de la lápida. —Y las últimas palabras que le dije
fueron: “Te quiero también, dulzura”. Y colgamos. Y la siguiente llamada
que recibí fue de Rico diciéndome que se había ido.
SIDEWINDER
Abigail Roux

421

El grupo se quedó en silencio mientras los dedos de Digger se


deslizaron fuera de la lápida. —También te quiero. —Susurró. No se
levantó al igual que Kelly hizo, sólo permaneció hundido en el suelo.

Pronto, Owen se arrodilló al lado de Digger, sus hombros


presionándose juntos, ambos inclinando las cabezas. Zane miró a los
demás para encontrar a Ty de pie con los ojos cerrados, el rostro elevado
a la brisa.

—Me llamó para decirme que iba a venir a San Diego cuando
terminara el caso en el que estaba trabajando. —Owen anunció. —Dijo
que quería mi ayuda para localizar a alguien. Lo explicaría cuando llegara a
la ciudad. Creo que tenía la intención de buscar a su hijo. —Owen golpeó
la tierra delante de la tumba con el puño. —Lo encontraré para ti, amigo.

Zane volvió a mirar a los demás para ver a Ty viendo a Owen con
simpatía, y Nick y Kelly de pie juntos, con las cabezas bajas, sus manos
entrelazadas con tanta fuerza que los nudillos de Kelly se volvieron
blancos.

—Las últimas palabras que le dije —Owen continuó, su voz ronca y


vacilante. —Le dije: “No te metas en problemas, jefe”. Y él me dijo, “Sin
promesas”. Entonces se rió y colgó. Él se rió.

Owen asintió mientras su mano apretaba la bien cuidada hierba


sobre la tumba. Se llevó los dedos a los labios y los besó, luego los
SIDEWINDER
Abigail Roux

422

presionó en las letras grabadas de la lápida de Eli. —No te metas en


problemas.

Ty se echó hacia atrás en la mano de Zane, sorbiéndose la nariz. —


Yo no respondí su última llamada. Estaba ocupado. —Admitió, con la voz
quebrada. —Me dejó un mensaje. La última vez que hablé con él fue en
persona, lo vi cuando estuve pasando por Nueva York. Nos encontramos
para beber algo. Me dio un abrazo antes de subirme a un taxi para ir al
aeropuerto. Un fuerte abrazo, ¿sabes? Justo como él los daba. Me dio una
palmada en la espalda y me sacudió el pelo. Le dije, “Te veré por ahí”. Y lo
último que le oí decir fue: “Viaje seguro, hermano”. —Ty cerró los ojos,
una sonrisa jugando en sus labios. Exhaló temblorosamente y rodeó a Nick
y Kelly para arrodillarse junto a la lápida. Puso su mano sobre la cima,
acariciándola con los dedos. —Te veré por ahí. —Zane lo escuchó susurrar.

Se puso de pie casi de inmediato, apartándose y echando un vistazo


a Zane con ojos brillantes. Zane le dio un gesto alentador. Él sabía lo
mucho que Ty se había torturado a sí mismo en los años posteriores a la
muerte de Eli, con qué frecuencia se había preguntado si responder a esa
última llamada habría salvado a su amigo. Ty se acercó más, y Zane tiró de
él bajo el brazo, abrazándolo en silencio.

El papel en las manos de Nick se agitaba en la brisa. Kelly se volvió


hacia Nick, inclinándose hacia adelante como si estuviera tratando de
SIDEWINDER
Abigail Roux

423

conseguir una buena mirada en él. —Nick. —Susurró, acercando su mano


al hombro de Nick.

Zane frunció el ceño, preguntándose por qué demonios Kelly


empujaría a Nick a tomar su turno cuando esto tenía que ser duro para
todos. Pero entonces Kelly se acercó y envolvió su brazo sobre el hombro
de Nick, y Ty se separó de la mano de Zane para ir al otro lado de Nick
como si detectara que algo andaba mal.

Zane se dio cuenta, con un toque repugnante en el estómago, que


Nick se hundía lentamente de rodillas. Una roca, finalmente
desmoronándose en pedazos. Ty y Kelly no pudieron mantenerlo en pie, y
él cayó al suelo duro, su cabeza gacha, la carta arrugada contra su vientre
mientras se agarraba a ella. Zane escuchó un sollozo silencioso mientras
se movía para ayudar, y cuando vio la cara de Nick, vio las lágrimas bajar
por sus mejillas. Dio un paso atrás, sabiendo que no había nada que
pudiera hacer para ayudar. No pertenecía en este momento.

—Está bien, cariño. —Kelly susurró mientras los demás observaban


en silencio a Nick, pareciendo estar tan perdidos como Zane lo estaba.

—No puedo recordar. —Nick logró decir mientras levantaba la


cabeza. Sus ojos se llenaron de lágrimas, y trató de tomar aire, pero se
convirtió en un vacilante y angustiado jadeo. Se quedó mirando la lápida,
otra lágrima deslizándose por su mejilla. —¿Por qué no puedo recordar?
SIDEWINDER
Abigail Roux

424

Nadie se movió. Nadie siquiera parecía respirar, y la brisa se elevó


como si estuviera tratando de cubrir el sonido de las palabras de Nick. Él
se quedó mirando la lápida, apretando los dientes. Luego bajó la cabeza
de nuevo y se cubrió la cara con una mano temblorosa. Sus hombros se
sacudían, pero no hizo ningún sonido mientras Ty y Kelly envolvían sus
brazos alrededor de él, tratando de consolar el tipo de dolor que Zane
sabía que nadie podía calmar.

Nick levantó la cabeza de nuevo, y Zane encontró su garganta


apretándose con simpatía mientras observaba al hombre caer a pedazos.
Nunca se había dado cuenta a lo que se referían estos hombres cuando
decían hermano, pero observándolos, estaba comenzando a
comprenderlo ahora. Nick metió su mano en el bolsillo de la chaqueta y
sacó algo, mirándolo cuando lo tuvo en la palma. Era una moneda de diez
centavos, probablemente la misma estúpida moneda de diez centavos que
encontró en el suelo y que habían estado usando para lanzar cuando
tomaron decisiones. La Moneda del Destino, como la habían llamado.

Nick golpeó la moneda de diez centavos en la parte superior de la


lápida, bajando la cabeza mientras se aferraba al mármol por su vida.
Estaba llorando otra vez, sus hombros estremeciéndose, tratando y
fallando estrepitosamente por recuperar el aliento.

—Está bien. —Ty susurró en el oído de Nick, tirando de su brazo.


Cuando Kelly y Ty se levantaron para tirar de Nick fuera de la tierra, Zane
SIDEWINDER
Abigail Roux

425

apartó la mirada. No se sentía correcto presenciar el dolor en el rostro de


Nick.

Digger y Owen se movieron con ellos, cada uno de ellos


acercándose para abrazar a Nick, murmurándole, tirando de él lejos de la
tumba de Eli.

Zane se quedó solo, con las manos metidas en los bolsillos, la brisa
tirando de su cabello mientras veía tambalearse a Sidewinder al alejarse.
Miró la tumba, la moneda de diez centavos que reflejaba la luz del sol.

—Ellos aún te necesitan. —Le susurró a Eli. Se sorprendió al


descubrir su propia voz vacilante, y se aclaró la garganta, sintiéndose un
poco estúpido. Se pasó la mano por la boca, dejando un último deseo
antes de marcharse. —No los dejes todavía.

La mañana después de que Nick y Kelly volvieron a casa a Boston, se


permitieron dormir. Fue glorioso, e incluso cuando Nick rodó fuera de la
cama y murmuró algo sobre el desayuno, Kelly permaneció felizmente
enredado en las sábanas. No estaba seguro de cuánto tiempo se quedó
allí, recuperando todo el sueño que había perdido las últimas dos
semanas, pero cuando finalmente se arrastró hasta las escaleras y a la
cocina, se sorprendió al encontrar el Fiddler vacío, la estufa fría.
SIDEWINDER
Abigail Roux

426

—¿Nick? —Dijo, incluso asomando la cabeza por la escotilla para


comprobar la cubierta cuando buscó en el yate. Pero Nick no estaba por
ningún lado. Cuando regresó a la cocina, encontró un trozo de papel que
había pasado por alto en su primera mirada.

Era una nota diciéndole que Nick había ido al supermercado, ya que
la cocina del Fiddler estaba desierta.

Kelly terminó fuera en la cubierta de la proa, la cara vuelta hacia el


sol, un libro olvidado en la mesa junto a él. Escuchó a Nick cuando abordó
el yate, pero se quedó dónde estaba. Nick lo encontraría muy pronto, y lo
más probable es que se uniera a él. Podrían haber estado de vacaciones la
semana pasada, pero habían sido de todo menos relajantes. Merecían
descansar en el barco por un par de años.

—Pensé que estarías aquí. —Nick dijo suavemente cuando Kelly


escuchó sus pasos acercándose.

Volvió la cabeza, protegiéndose los ojos contra el sol cuando miró


hacia Nick.

Nick se sentó en la tumbona junto a él, con los codos sobre las
rodillas y las manos juntas. Su expresión era solemne, su frente con
profundas arrugas y su boca abajo en un gesto reflexivo.

—¿Estás bien? —Kelly preguntó.


SIDEWINDER
Abigail Roux

427

—Sí.

De alguna manera, Kelly no le creyó.

—Tengo algunos suministros. —Nick continuó, ya sea ignorando la


inquietud de Kelly o ajeno a ella.

—¿Suministros para qué?

Nick tomó una respiración profunda, y cuando exhaló, parecía


aliviado de alguna manera. Apartó la vista del horizonte, y miró a Kelly con
una sonrisa melancólica. —Es el momento de poner al Fiddler de nuevo
junta. Ella sirvió su tiempo. Merece ser rehecha.

Kelly se sentó y puso los pies sobre la cubierta caliente, alcanzando


la mano de Nick. Temblaba en los dedos de Kelly, y Kelly apretó
suavemente. O Nick no había tomado su medicación… o estaba tomando
demasiado.

—¿Me ayudas? —Nick le preguntó.

Kelly asintió. —Por supuesto.

Pasaron los siguientes semanas tomando su tiempo con el Fiddler,


volviendo a poner cada pieza de ella que había sido desgarrada en los
últimos años de tiroteos, peleas, y agitación física y emocional. Había un
agujero de bala que Nick no dejaría que Kelly llenara, sin embargo. Nick no
parecía saber por qué, pero dijo que necesitaba que permaneciera allí.
SIDEWINDER
Abigail Roux

428

Así que Kelly dejó el agujero de bala como estaba, y poco a poco el
resto de la embarcación fue puesta de nuevo junta. La puerta y las
paredes del salón que habían recibido un disparo por agentes de la CIA y
la escopeta de Nick fueron sustituidas por piezas de madera de teca
decorativa que se adaptaba perfectamente a los paneles originales.

Las puertas de ambas cabinas, la cabina de invitados que Zane


Garrett prácticamente había arrancado de sus goznes, y la cabina principal
que él había borrado con la misma escopeta, fueron reemplazadas por
puertas directamente de constructores navales. Kelly se sintió aliviado al
poder cerrar la puerta de su camarote; significaba sentirse más seguro
mientras dormía, y no tener que acallarse cuando los invitados se
quedaban en el yate.

Y, finalmente, la sala de literas, que originalmente había alojado dos


literas individuales de gran tamaño y un pequeño espacio en el armario,
estaba de nuevo completa. Al principio Nick había sugerido que fuera un
espacio para Kelly. Pero después de pensarlo, Kelly se dio cuenta de que
tener las dos literas allí significaba espacio para los otros chicos
Sidewinder cuando zarpaban, y eso era todo lo que Kelly podía pedir del
Fiddler.

Kelly y Nick se hundieron en un ritmo glorioso, casi el mismo nivel


de confort que habían disfrutado antes de convertirse en pareja. Kelly
sabía que la paz no se mantendría, pero estaba dispuesto a tomarlo como
SIDEWINDER
Abigail Roux

429

venía. Lo único que lo molesta, tres semanas después de regresar a Boston


desde su gran Viaje Sánchez de 2013, fue que Nick desaparecía una vez al
día durante una media hora.

Kelly no lo había notado al principio, porque Nick era bastante


bueno en casualmente ir a hacer recados y regresar sin ser sospechoso.
Pero Kelly pronto lo notó, sobre todo porque Nick se volvía cada vez más
ansioso a medida que las semanas avanzaban. Era la primera semana de
julio, cuando terminó la rehabilitación del Fiddler, y estaban sentados en
la cubierta disfrutando de la sensación de logro cuando Nick anunció que
iba a salir por más cerveza antes de que las tiendas cerraran para el Cuatro
de Julio.

—¿Tienes que ir ahora? —Kelly le preguntó, demasiado cansado y


mareado y quemado por el sol para levantarse.

—¡Las vinaterías van a cerrar, estaremos el Cuatro sin cerveza!

Kelly entrecerró los ojos.

—Regresaré pronto. —Nick insistió, y se dirigió hacia el interior


antes de que Kelly pudiera protestar más.

Kelly frunció el ceño mientras lo vio alejarse. ¿Qué demonios estaba


haciendo Nick cada día que tenía que esconderlo?
SIDEWINDER
Abigail Roux

430

Se quedó en la cubierta, preocupándose por los siguientes veinte


minutos, pero fiel a su palabra, Nick estuvo de regreso con una carga
completa del alcohol y alimentos. Salió a la cubierta y se sentó en la
tumbona junto a Kelly, su expresión inusualmente solemne.

Kelly levantó la cabeza cuando Nick apoyó los codos sobre las
rodillas y con el ceño fruncido. —¿Estás bien? —Kelly preguntó. Un
sentimiento de temor se instaló en su vientre. No podía hacerse sentar,
sin embargo. De alguna manera luchar contra el sol parecía más fácil de
hacer que enfrentar lo que tenía que ser una mala noticia, si Nick estaba
haciendo esa cara.

Las puntas de los dedos de Nick jugaban por encima de su dedo


desnudo, donde la línea del bronceado dejado por su anillo Claddagh
ausente estaba empezando a desvanecerse. Se mordió el labio por un
segundo, luego asintió en respuesta. —Kels. —Comenzó, y tomó una
respiración profunda, como si estuviera estabilizándose. —Necesito el
anillo.

Kelly parpadeó, y Nick debió tomarlo como confusión, porque


levantó la mano y movió el dedo anular donde normalmente estaba su
anillo Claddagh. —Oh. —Kelly logró decir. Tenía la boca seca mientras
giraba el anillo de su dedo. Estaba orgulloso de sí mismo por mantener su
mano firme cuando le entregó el anillo a Nick sin decir nada.
SIDEWINDER
Abigail Roux

431

Nick sacó el anillo de su palma. —Gracias. —Susurró. Sonrió


suavemente cuando metió su mano en el bolsillo, y cuando extendió su
mano de nuevo, una pequeña caja de anillos estaba en su palma.
—Finalmente llegó en el correo.

Kelly se quedó mirándolo.

La sonrisa de Nick se agrandó. —Pensé que era el momento de que


tuvieras el tuyo.

—¿En serio? —Kelly soltó, quebrándose cuando se sentó y balanceó


las piernas, golpeando la rodilla de Nick. —¿Es ahí dónde has estado
desapareciendo? ¿El correo?

Nick asintió. —Espero que no te importe que lo haya escogido. Si no


te gusta, podemos encontrar otra cosa. Pero esto sólo… se sentía como tú.

Kelly tomó la caja y entrecerró los ojos a Nick. —¿Dónde


encontraste esto?

—Lo vi en Colorado, hicieron uno para ti y lo enviaron aquí.

Kelly lo miró durante unos segundos más, luego levantó la tapa de la


caja con cuidado ya que sus nervios se desplomaron. Estaba golpeándolo
que esto era real, que ellos hicieron esto y lo sostendrían esta vez. Se
trataba de un honesto anillo de compromiso por Dios.
SIDEWINDER
Abigail Roux

432

Dentro de la caja de fieltro, encontró una banda tricolor simple con


un interior de metal, y un exterior rodeado de blanco, turquesa, y marrón.
De inmediato amó los colores, y sonrió cuando lo sacó del estuche.

—Está hecho de turquesa, madera y asta, con un anillo interno de


titanio para hacerlo fuerte. —Nick explicó. —El artista me aseguró que
encuentra todos sus materiales, ninguno es cosechado.

Kelly pasó el pulgar sobre la superficie lisa.

—No sé mucho acerca de la tribu Ute. —Nick continuó. —Iba a


investigarlos, ver cuáles eran sus costumbres. Sé que parte de tu familia es
importante para ti. Pero cuando vi esto, sólo…

—Es perfecto. —Kelly dijo, sonriendo a Nick. Lo deslizó en su dedo,


elevando la mano para que Nick pudiera verlo. El pulgar de Nick pasó por
encima del anillo, deslizándose por el dedo de Kelly hasta que llegó a la
punta, donde apretó más duro y tiró. Kelly se acercó más y lo besó.

—No puedo creer que te las arreglaste para hacer esto delante de
mis narices. —Kelly dijo. —De nuevo.

Nick sonrió y lo besó más duro, acercándolo más. Hace un mes, esa
broma habría hecho que Nick apartara los ojos por vergüenza. Estaban
tomando pequeños pasos, pero definitivamente conseguirían llegar allí.
SIDEWINDER
Abigail Roux

433

Kelly le sujetó el rostro y devolvió el beso con entusiasmo. —Tengo


una pregunta. —Dijo entre besos. Nick canturreó y jaló Kelly aún más
cerca, lo que lo obligó a subir al regazo de Nick. —Si eres el hijo de un
mafioso irlandés, ¿eso significa que tenemos que invitarlo a la boda? ¿Cuál
es el protocolo sobre eso?

—Eres jodidamente ridículo. —Nick lo besó de nuevo, de todos


modos.

Kelly finalmente se apartó de él y miró a Nick con melancolía, el


peso del nuevo anillo en su dedo algo consciente. —Hay algunas cosas que
tenemos que hacer antes de sentar cabeza.

Nick gruñó en acuerdo. —¿Deberíamos hacer una lista?

—Una lista no es una mala idea.

Nick tiró de la mano de Kelly, frotándose la nariz contra la de Kelly,


sus labios contra los de Kelly. —¿Dónde empezamos?

Kelly se empujó fuera de la tumbona así que estaba moviéndose


sobre Nick, con la cabeza inclinada hacia un lado para poder besarlo.
Luego retrocedió lo suficiente para poder encontrarse con los ojos de
Nick. —Digo que averigüemos cuál es la primera forma que Sidewinder
siempre tiene.
SIDEWINDER
Abigail Roux

434

La sonrisa de Nick era repentinamente aterradora y Kelly lo besó


con avidez. Cuando se separaron en busca de aire, Nick canturreaba
alegremente. —Voy a buscar la diana.

Fin

También podría gustarte