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Cibercultur@ y sociocibernética:
ideas para una reflexión conjunta en paralelo

Jorge Alejandro González


Profesor del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias
en Ciencias y Humanidades (CEIICH – UNAM)
Coordinador del Laboratorio de Investigación
y Comunicación Compleja (LabCOMplex)
E-mail: tzolkin4@unam.mx

Resumen: Con dos palabras que a los hispano-parlantes nos Cibernética: efecto del cruce de un
parecen, por decir lo menos, extrañas, en este breve texto nos diálogo interdisciplinario
proponemos abrir una serie de líneas de reflexión sobre dos
perspectivas que poco a poco se consolidan en la interpreta-
ción multidimensional de algunos procesos sociales emergen- Sabemos que, en la Grecia antigua, el Ky-
tes. Por un lado, “cibercultura” y, por otro, “sociocibernética”.
Ambas comparten al menos el prefijo “ciber” y están ambas
bernetes era el timonel, aquel que podía diri-
llamadas a desempeñar un papel importante en el desarrollo gir un navío. Esa habilidad implica una cons-
del conocimiento de la vida social en el siglo XXI. tante capacidad de ajuste del timón respecto
Palabras clave: cibercultura, procesos sociales, sociocibernéti-
ca, vida social, siglo XXI. a las corrientes y el viento para poder llegar
a donde se dirige. Esta palabra también, por
Cibercultur@ e sócio-cibernética: idéias para uma refle-
xão conjunta em paralelo extensión, se usaba desde Platón para quien
Resumo: Com duas palavras que aos falantes de línguas his- sabía gobernar un pueblo.
pánicas parecem estranhas, neste breve texto nos propomos a Sin embargo, debemos sin duda al fecun-
abrir uma série de linhas de pensamento sobre duas perspec-
tivas que pouco a pouco se consolidam na interpretação mul- do diálogo entre el neurofisiólogo mexicano
tidimensional de alguns processos sociais emergentes. Por um Arturo Rosenblueth y el matemático ruso-
lado, “cibercultura” e, por outro, “sócio-cibernética”. Ambas
compartilham, ao menos, o prefixo “ciber” e são convocadas a americano Norbert Wiener la acuñación
desempenhar um papel importante no desenrolar do conheci- científica del término cibernética para de-
mento da vida social no século XXI.
Palavras-chave: cibercultura, processos sociais, sócio-ciberné-
nominar el control y la comunicación en el
tica, vida social, século XXI. animal y la máquina.
Wiener y Rosenblueth se habían conoci-
Cyberculture and social cybernetic: ideas for a parallel
united thinking do durante los años cuarenta en Massachu-
Abstract: With two words that might sound strange to those setts, dentro de un seminario interdiscipli-
who are native speakers of the spanish language, this article
aims to open a series of lines of thought about two perspectives
nario sobre filosofía del método científico
which become more and more important to the interpretation que conducía el mexicano – destacado jo-
of some multidimensional social processes that are rising. On ven promesa de la Universidad de Harvard
one hand, “cyberculture” and on the other “social cybernetic”.
These two words share at least the prefix and are summoned –, y posteriormente continuaron trabajando
to play an important role in the development of social life’s muy de cerca con estancias de trabajo en la
knowledge in the 21st century.
Keywords: cyberculture, social processes, social cybernetic, so-
Ciudad de México, donde Wiener concibió,
cial life, 21st century. discutió y redactó su ahora clásica y seminal

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obra Cybernetics: or control and communica- los problemas, que unos años más adelante
tion in the animal and the machine (1948), desembocaría en la construcción de las pri-
obra de hecho dedicada a Arturo Rosenblue- meras computadoras (Geyer, 2000) y en una
th (Quintanilla, 2002:314). Así, tenemos a serie de desarrollos altamente estimulantes
un matemático y un neurofisiólogo conver- en el pensamiento científico contemporáneo.
sando de información y comunicación en un Por estas y otras razones, algunos au-
pequeño laboratorio experimental y en un tores han considerado a la cibernética, no
país del tercer mundo. sólo como una nueva disciplina, sino como
un nuevo paradigma del conocimiento (Ro-
senblueth, Wiener and Bigelow, 1943:18-24;
Rizo, 2004).
La noción restringida
El problema de la teoría y el análisis de
e instrumentalista la información y la comunicación entre ani-
del concepto de poder males y máquinas da inicio a lo que llaman
ha sido severamente “pensamiento cibernético”, y, debido al énfa-
criticada por su falta sis que pone en las relaciones más que en los
de visión relacional elementos del proceso, muy pronto la recién
bautizada cibernética comenzó a dialogar y a
fertilizarse mutuamente con la teoría general
de sistemas (Bertalanffy, 1979:143).
Hijas todas ellas de los tiempos de la pos-
Quizás lo más importante de esa relación guerra, la cibernética, la teoría de sistemas,
haya sido que cada uno hacía al otro pregun- la teoría de la información (Singh, 1979)
tas que dentro de su propia disciplina difícil- y la teoría de la comunicación (Bateson,
mente podría haberse planteado. Esta es una 1977:23-44), estas nacientes perspectivas se
condición fundamental de la construcción dieron a la tarea de explorar zonas y espacios
de una mirada que se proponga como “in- que otras disciplinas de la ciencia “normal”
terdisciplinaria”. o “paradigmática” habían dejado sin mucha
atención o no tenían herramientas para otra
El radio de nuestras investigaciones conti-
nuaba ampliándose, y al hacerlo, científicos
cosa. Wiener mismo, al escribir sobre la fun-
de diversos campos se unieron al grupo. dación dialógica de la cibernética, nos expre-
Entre ellos se encontraban los matemáticos sa la pauta de esta construcción a todo título
John Von Newmann del Instituto de Estu- interdisciplinaria:
dios Superiores (Princeton) y Walter Pitts
(MIT), los fisiólogos Warren Mc Culloch El doctor Rosenblueth siempre ha insisti-
(Pennsylvania) y Lorente de Nó (Institu- do en que la adecuada exploración de es-
to Rockefeller), el psicólogo Kurt Lewin tos espacios dejados en blanco en el mapa
(MIT), los antropólogos Gregory Bateson de la ciencia sólo podría ser realizada por
y Margaret Mead, el economista Oskar un equipo de científicos especialistas que
Morgenstern (Princeton) y otros investiga- poseyeran un sólido conocimiento de la
dores en psicología, sociología, ingeniería, especialidad de los restantes colaboradores
anatomía, neurofisiología, física, etcétera (Wiener, 1976:49).
(Wiener, 1976:49).
Sin embargo, estimuladas por sus poten-
Así, de un diálogo multidisciplinario ciales aplicaciones militares y por una serie
disciplinario entre la neurofisiología expe- de lecturas e intereses diversos, estas nacien-
rimental, la teoría de la comunicación y el tes disciplinas de frontera estuvieron carga-
pensamiento matemático, surge una forma das de un significado que las ligó al control
de pensar y operar interdisciplinaria frente a humano y a la dominación social, y así fue-

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ron colocadas políticamente como el alter no por su falta de visión relacional (Baechler,
ego de otras tradiciones que se consideraban 1978). Asimismo, ambas, la versión weberia-
a sí mismas “más críticas” y de ruptura mi- na y la instrumentalista, fallan por su inefica-
litante con el orden establecido. En efecto, cia para explicar el complejo sociohistórico
visto el potencial de control y la promesa de de las relaciones sociales objetivas que en-
“superar” a la mente humana en su capaci- marcan toda estrategia de poder (Giménez,
dad para resolver graves problemas, enormes 1981:12-33).
cantidades de dinero e intereses militares y Sin embargo, la cibernética ha tenido – y
científicos fueron invertidos en un creci- sigue teniendo – desarrollos e influencia sig-
miento casi exponencial de algunos de sus nificativa en muchas áreas, y, desde luego, en
desarrollos derivados, particularmente los de la industria mundial de la computación, por
la llamada Inteligencia Artificial fuerte (IA), lo que comúnmente se asoció el significado
la robótica y los sistemas expertos. De cum- de cyber a estas máquinas y dispositivos re-
plirse, la promesa era fuerte: los gobiernos lacionados y sólo más recientemente a In-
podrían “gobernar” mejor y más “científica- ternet y a todas las interacciones y procesos
mente” a sus pueblos, los obreros tendrían del ciberespacio (Whittle, 1996:5-45) en los
menos accidentes (y menos huelgas), la pro- vericuetos e intersticios virtuales de la red
ductividad se incrementaría y así diciendo. mundial de computadoras y otros dispositi-
El argumento central de la IA fuerte plantea vos interconectados.
que, si generamos el algoritmo adecuado Su influencia en el pensamiento contem-
(software), podemos hacer que las máquinas poráneo es indudable, como en otros textos
sientan, piensen y actúen como nosotros, e de este volumen se muestra.
incluso mejor y, a la larga, más barato. Esta Más adelante intentaremos documentar
posición “fuerte” de la IA ha generado deba- un matiz importante al sentido del prefijo
tes, especialmente éticos y filosóficos, pero “ciber”, no necesariamente ligado al mundo
también son postulados que en buena medi- de la computación o la red Internet.
da descansan en amplias zonas de ignoran-
cia contemporánea de la propia física sobre De la cibernética a la sociocibernética
lo que es la conciencia y la mente humanas
(Penrose, 2002:33-47). Más o menos 30 años después de la fun-
Por si eso fuera poco, múltiples lecturas, dación de la primera cibernética, Heinz Von
usos y diversas aplicaciones dentro del cam- Foerster (1991) prueba la versatilidad y po-
po dominante que generó en esas décadas el tencia de la cibernética cuando la aplica sobre
conductismo (Smith, 1994) asociaron estas ella misma (cibernética de la cibernética), y
perspectivas con la manipulación y la fanta- con ello fija la atención no tanto en el objeto
robótica (Cirese, 1989:205), con un temido de control o de los sistemas observados, sino
futuro de la humanidad dominado por las en el sujeto que observa los sistemas obser-
máquinas pensantes que la literatura de ficci- vados. Al hacer esto, Von Foerster desplaza el
ón y el cine han difundido desde hace déca- foco de la atención justo sobre los sistemas
das con mucho éxito comercial. observantes. A ello, sabemos, le pone por
Es también una época en que una insu- nombre cibernética de segundo orden, que in-
ficiente teorización sobre el fenómeno del cluye algunas diferencias importantes con la
poder no lo podía separar de su aspecto de de primer orden, como el énfasis en procesos
dominación y sometimiento. Esta noción emergentes con mayor grado de incertidum-
restringida e instrumentalista del concepto bre pero organizados en torno a la vida y la
de poder ha sido severamente criticada, ini- supervivencia, la auto-referencia, la autoor-
cialmente desde un punto de vista weberia- ganización, la resiliencia (Geyer, 1995).

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En el campo de la sociología, esta nueva ciocibernética una moda que tiene buen mer-
clase de cibernética modificó el foco de interés cado en algunas editoriales académicas y que
también ha sido denunciado con inclemencia
[...] desde el intento de explicar la estruc-
(Sokal, 1996). No entraremos en más detalle
tura y la estabilidad de los sistemas socia-
les hacia el análisis de los procesos que los en esta discusión, pero nos gustaría apuntar
causan y evolucionan hacia mayores gra- que con la difusión y aceptación acrítica de
dos de complejidad, desde el intento de la moda de la pos-modernidad, así como del
lograr homeóstasis de arriba hacia abajo, llamado “fin de los grandes discursos”, se han
a explicar su morfogénesis como resultado ido creando poco a poco una especie de co-
de la interpenetración de procesos de abajo
hacia arriba (Geyer, 1995:4).
fradías de refugio contra la ciencia racional
basadas más en la confusión de conceptos
Con este énfasis, la segunda fundación de traspasados de un dominio delimitado, en
la cibernética y el diálogo que sigue poten- donde tienen sentido y aportan claridad, a
ciando entre los intersticios descuidados de otros dominios sin el menor rigor y muchas
las ciencias y las disciplinas, tiene interesan- veces con el declarado afán de pensar “inter-
tes potencialidades para ayudarnos a com- disciplinariamente”, pero con la mayor “in-
prender y a operar mejor en algunos domi- disciplina” para hacerlo (Cfr. García, 2004:14-
nios del mundo contemporáneo. 15 y Sokal y Bricmont, 1999).
Con la sociocibernética, el sujeto y su Lejos de estas perspectivas especulativas
subjetividad reflexiva, que desde siglos atrás y de moda intelectual, la sociocibernética ha
había prácticamente quedado fuera del pa- comenzado el proceso de ser reconocida den-
radigma dominante en las ciencias, retorna tro de las áreas de la sociología mundial pues,
– como decía Jesús Ibáñez (1991) – con una después de confrontarse con múltiples pre-
mirada más fundada en la biología que en juicios y temerosas animosidades del campo
la ingeniería, más interesada en las formas sociológico, finalmente y luego de años de
flexibles de adaptación inteligente, que en lucha, logra su reconocimiento en 1994, en
el control de los procesos (Holland, 2004). el 13º Congreso Mundial de Sociología en
Pero, en la rígida estructura del campo cien- Bielefeld. En una de sus más claras presenta-
tífico, la aceptación de estas perspectivas no ciones, Felix Geyer la describe como “la apli-
ha sido miel sobre hojuelas. cación y el desarrollo de la cibernética de se-
La misma historia reciente de las ciencias gundo orden a los procesos sociales” (1995).
sociales nos puede documentar la resistencia Su propio movimiento ha llevado a la so-
que durante muchos años las asociaciones ciocibernética a la necesidad de desarrollar
de científicos “tradicionales” – igual que con una perspectiva interdisciplinaria e interna-
la primera – han tenido contra esta segunda cional comparada.
cibernética. En parte como forma de diálogo para
De hecho, los desarrollos de la segunda confrontar ese reto, pasemos a revisar el paso
cibernética y su diálogo con las ciencias so- de la cultura a la cibercultura.
ciales han sido publicados en revistas de ci-
bernética, no de sociología, como bien apun- De la cultura a la cibercultura
ta Geyer (1995).
Esta perspectiva tampoco ha estado exenta Conviene internarnos ahora en el espacio
de charlatanes, versiones light y posmodernas conceptual que delimita lo que entendemos
de quienes, con más entusiasmo que rigor, ve- por cibercultura. En la red de Internet existe
ían y ven en la ciencia un poderoso aparato de una muy grande cantidad de sitios y textos en
control social y tecnológico y han encontrado varios idiomas – con predominancia del in-
en un lenguaje cercano a esta perspectiva so- glés – que caracterizan la cibercultura como

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todo aquello que sucede en el ciberespacio o personales y las redes digitales reponen efec-
en el entorno que se crea entre las tecnologías tivamente entre las manos de los individuos
de comunicación e información y la comuni- los principales medios de la actividad econó-
cación mediada por computadoras (Galindo mica” (1998:7), pero vamos por partes.
y Arvizu, 2004). William Gibson, en su Neuro-
mante, describe en 1984 el ciberespacio como:
Con la sociociberné-
[...] una alucinación consensual expe-
rimentada diariamente por billones de tica, el sujeto retorna
operadores legítimos, en cada nación, por con una mirada más
niños a los que se enseñan conceptos ma- interesada en las
temáticos... Una representación de datos
abstraídos de los bancos de cada compu- formas de adaptación
tadora del sistema humano. Complejidad inteligente, que en el
impensable. Líneas de luz clasificada en el control de los procesos
no-espacio de la mente, racimos y conste-
laciones de datos. Como luces de una ciu-
dad, que se aleja [...] (Gibson, 2001:69-70).

Así que, por extensión, al ciberespacio


(concepto clave para relatar lo que es la ci- ¿Cibercultura o cibercultur@?

bercultura), tal y como sucede con el de la
“cibernética”, se lo liga y lo se reduce al mun- La concepción de la cibercultura que pre-
do de las computadoras y su circunstan- sentamos aquí es un poco diferente, pues,
cia. Desde luego que esa es una dimensión al menos en principio, no necesariamente
de frontera a explorar, pues tiene múltiples está ligada al mundo de las computadoras o
variantes y difusión por todo el mundo co- a las redes de Internet, como ya se entiende
nectado a la red mundial de redes de com- en todas partes, sino que resalta las tres di-
putadoras, llamada por sus siglas en inglés recciones de sentido de los elementos que la
WWW (world-wide web). También suele componen: el prefijo griego “kyber” (ciber),
aplicarse ligado a la práctica de los videojue- la palabra latina “cultur” y el signo tipográfi-
gos, a los que, sin estar necesariamente en la co “@” (González, 2003).
red – y cada día hay más oferta de estos en En primer lugar, tomamos literalmente
línea – se tiene acceso por medio de tecnolo- el sentido de director y timonel del vocablo
gías informáticas o digitales instaladas en di- “kyber”, pues desarrollar cibercultura tiene
versos tipos de dispositivos informáticos ad que ver con generar, incrementar, perfeccio-
hoc, como el Atari, Intellivision, Game-Gear, nar, mejorar y compartir las habilidades para
Nintendo, Sega, etc., o escritos y diseñados conducir, dirigir y pilotear relaciones socia-
para jugarse en computadoras de escritorio les, en un ejercicio de autogestión colectiva,
y en teléfonos celulares, como documenta el horizontal y participativa.
vasto y exitoso mercado mundial de esta cla- Por otra parte, tomamos el sentido ori-
se de juegos (Mercado, 2005). ginal de “cultivo, cuidado, atención y desar-
Pierre Levy señala enfáticamente que, le- rollo” de la palabra “cultura”. La habilidad
jos de ser una “subcultura” de los fanáticos para pilotearse y dirigirse con otros hacia
de la Red, la cibercultura expresa “una mu- soluciones más inteligentes frente a los enor-
tación mayor de la esencia misma de la cul- mes retos de la sociedad del siglo XXI no es
tura” (1998:8). En eso estamos de acuerdo, un don del cielo: se puede aprender, compar-
incluso en que en una ecología mucho más tir y cultivar con otros y para otros.
horizontal de la que generaron la escritura El signo “@”, que hoy se ha vuelto fami-
y la radio y la televisión, “las computadoras liar entre quienes utilizan cotidianamente

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los mensajes por medio de la red, fue intro- Dicho lo anterior, el uso del neologis-
ducido por Tomlinson (1971) para usarse en mo cibercultur@ (con la arroba incluida)
las direcciones de correo electrónico (por el que proponemos para designar una serie
significado en inglés de la preposición “at”, de procesos específicos implica una doble
que en español significa “en”) e indicar que el cualidad complementaria y simultánea: ci-
destinatario no estaba dentro de la red local bercultur@ entendida como un objeto de
estudio y cibercultur@ entendida como un
valor de desarrollo y empoderamiento so-
La especie humana cial (González, 2003).
es la única que para
poder sobrevivir Cibercultur@ como objeto de estudio
necesita construirse
diestramente una En tanto que objeto de conocimiento, el
estudio que propongo de los fenómenos de
naturaleza plena de
cibercultur@ se dirige a describir, analizar
actividad interpretativa y explicar los diversos procesos de relación
entre las ecologías simbólicas de sociedades
determinadas en el tiempo y en el espacio y
el vector tecnológico.
desde la que se enviaba el mensaje. Algunos Con la noción de “ecologías simbólicas”
siglos atrás, en Andalucía, el mismo signo designamos el conjunto total de relaciones
“@” se usó para expresar medidas de carga de sentido que en una sociedad se cons-
o particiones de volúmenes (cuatro arrobas truyen en la historia con un entorno físico,
hacen un quintal), y todavía se sigue usando biológico, psicológico, social y cultural a tra-
en inglés para designar en un recibo el precio vés de la actividad cognitiva y sus dimensio-
unitario de una mercancía (“3 latas de aceite
nes más complejas, como la mente, el discur-
@ 10 pesos cada una”) (Caravantes, 2003).1
so y la actividad modeladora y adaptativa de
Precisamente por su semejanza gráfi-
las identidades y alteridades de los diferentes
ca con una espiral y su extendido uso en el
y variados colectivos sociales. Esta dimensi-
mundo de la red de Internet, utilizamos “@”
ón cognitiva y simbólica sólo se puede lograr
por su semejanza para representar un bu-
dentro de un ecosistema de soportes mate-
cle de retroalimentación positivo (Aracil,
riales de la actividad de representación de la
1983:85-87), un proceso abierto y adaptable
sociedad. Sin ellos, la eficacia de la cultura en
que genera una respuesta emergente que sur-
la construcción de identidades, en la repro-
ge de la densidad de las relaciones del sistema
y no se reduce a la suma de sus componentes ducción de la sociedad, en el establecimiento
(Holland, 2004:27). de las tradiciones, en las vanguardias, es im-
pensable (González, 1995).
El concepto de “ecologías simbólicas” in-
1
En otros idiomas, este signo se nombra de manera analógica,
bien por su parecido a algún animal por alguno de sus rasgos
tenta dar cuenta tanto de las formas sistémi-
distintivos (caracol) o bien por su similitud con objetos (colas, cas (estructuradas y ordenadas) como de las
rollos de canela, mangueras, caracoles, orejas). En español se
dice “arroba”, pero otros idiomas utilizan expresiones mucho
formas enactivas – en proceso de estructura-
más descriptivas que hacen referencia a la espiral final o a su ción (Varela, 1996:28-30) – de la signicidad,
supuesta semejanza con el rabo de algún animal: así, “en Sue- tal y como la ha definido Cirese desde la an-
co se dice ‘alfamanguera’ (alfaslang); en danés, ‘a-con-rama’
(snabela); en holandés, ‘cola-de-mono’ (apestaartje); en fran- tropología cultural italiana (1984:30-31).
cés, ‘caracol’ (scargot); en italiano, ‘caracola’ (chiocciola); en Por la interrelación intensa e insoslayable
noruego, ‘bollo espiral’ (kanel-bolle), etc... En España también
hay quien usa la palabra ‘ensaimada’ que igualmente designa
entre los significados, las normas y el poder
un bollo espiral típico de Mallorca” (Caravantes, 2003). (Giddens, 1976:164), nos interesa estudiar

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esta relación compleja, especialmente desde Las ventajas y potencialidades que apor-
la perspectiva de las sociedades y colectivida- ta la forma digital de procesar, empaquetar,
des que han sido desplazadas y excluidas en enviar, recibir y acumular la información se
el espacio social en cualquiera de sus escalas ven incrementadas por la comunicación ins-
de fenómenos, y ello significa que han sido tantánea a través de redes de computadoras
(o están siendo) explotadas en lo económico, que con el acceso al conocimiento y práctica
dominadas en lo político y dirigidas en lo cul- que requieren necesariamente para su ope-
tural. Excluidas desde la noche de los tiempos ración funcional permiten coordinar, dirigir
de los beneficios de la globalización, a enor- y orientar con toda destreza la dirección y
mes sectores sociales dispersos por todo el sentido de los flujos mencionados. Estos dis-
mundo – en unas áreas más aglomerados que positivos o complejos socio-técnicos confor-
en otras – sólo se les ha globalizado la mise- man parte crucial de los resortes tecnológi-
ria y la degradación, y se han convertido en cos que generan la aparición y la dispersión
lo que Castells llama “los agujeros negros del global del “cuarto mundo”, del perral, de los
capitalismo informacional” (1999b:188). excluidos y los prescindibles que han sido di-
En la perspectiva que proponemos, des- señados desde arriba del sistema como ter-
cribir, analizar y explicar los procesos socia- minales tontas.
les e históricos de la génesis y desarrollo de Y la distribución socio-espacial de estos ex-
las modulaciones simbólicas de la relación cluidos por efecto del vector tecnológico está
de estas dos dimensiones es crucial para po- mucho más difundida en los propios “om-
bligos” informacionales del sistema mundial,
tenciar cualquier desarrollo científico que,
en las sociedades más avanzadas, que lo que
además de interpretar y teorizar el mundo,
suele reconocerse. No hay tal periferia pura ni
busque la transformación del mismo me-
centro inmaculado de este proceso verdade-
diante el empoderamiento de los sectores so-
ramente global de exclusión social potencia-
ciales más numerosos y deprimidos.
do por la tecnología, que, lejos de ser meros
Con el nombre de “vector tecnológico”
aparatos, implican toda una fuerza constitui-
denominamos todos los procesos y efectos
da con dirección y con efectos constituyentes
socio-históricos de fuerza con dirección que
multidimensionales más allá de la técnica
se han verificado y verifican cotidianamente (Callon, 1987:83-84), muy poco estudiados
en asuntos de adopción, adaptación, impo- en tanto que innovaciones radicales.
sición o rechazo de dispositivos y complejos El vector tecnológico es producto del mo-
tecnológicos entre sociedades con recursos y vimiento de la sociedad mundial y al mis-
posiciones disimétricas y desniveladas en la mo tiempo configura y ayuda a producir los
estructura desigual del espacio social mun- mundos sociales que progresivamente toca y
dial (González, 2003:15). transforma, y, desde luego, genera resistencias
Nos interesan en particular dos de las múltiples en sentidos diversos, “aberrantes” e
dimensiones más agudas y que verifican un inesperados. Por ello mismo, no se debe to-
crecimiento exponencial de dicho vector, a mar esto como una denuncia de un plan orga-
saber, las llamadas tecnologías digitales (Ter- nizado y conciente de dominación y someti-
ceiro y Matías, 2001:44-49) y los procesos de miento del mundo a los “malos” del “centro”:
comunicación mediada por computadoras, una vez que despegó históricamente, el desar-
debido a la difusión y penetración de capila- rollo tecnológico adquirió sus propias “leyes”,
ridad creciente que se experimenta en todas su propia autonomía e impulso, con costos
las esferas de la vida pública y cotidiana de que no se han pagado y beneficios de los que,
las sociedades con temporáneas. Ambas di- desde luego, nunca – y menos ahora – se ha
mensiones son vitales para el establecimien- gozado de manera equitativa en el mundo
to global de la economía informacional. moderno (Cfr. Merton, en Ellul, 1964:19-22).

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Esta primera delimitación de la cibercul- miserables)2 que se desplazan hacia ellas para
tur@ como objeto de estudio comporta va- vivir mejor. Estos centros globales que cap-
rios supuestos y antecedentes. turan progresivamente los flujos de personas
Por un lado, partimos de un complejo cog- y capitales operan también como generado-
noscitivo (García, 1993) caracterizado por la res y difusores masivos de flujos permanen-
desigualdad de la estructura de relaciones del tes y “globales” de información e imágenes
sistema mundial, en el que observamos vastas mediados tecnológicamente y que sirven
y múltiples zonas pluridistribuidas del planeta, como materia prima básica para metabolizar
históricamente colonizadas y depauperadas por y representarse de diversas formas el mundo,
relaciones sociales de explotación, dominación su condición y sus relaciones, quién es cada
y exclusión, que proveen y nutren de energía uno de los actores sociales y de qué forma se
social (capital) a diferentes ciudades/nodos hace visible o invisible en el escenario de la
atractores de enormes e intensos flujos de per- vida pública (Thompson, 1997).
sonas principalmente, pero no sólo, a través de Estos procesos de elaboración discursiva
la migración: “La Organización Internacional y simbólica son indispensables para poder
para la Migración calcula que hay 175 millones narrar los hilos y editar el valor y el significa-
de migrantes hoy en el mundo, es decir, perso- do de los hitos de la memoria social (Maass
nas fuera de su país de nacimiento” (Pickard,
2005:2) – y, desde luego, los consiguientes flujos 2
El aluvión inicial de mano de obra barata, no calificada y con
de capitales financieros (Eade, 1997). escaso “cosmopolitismo” que se ha movido históricamente en
Estas “ciudades/nodo” (ciudades Alpha) los flujos migratorios, por efecto de la globalización forzada
ha ido “enriqueciéndose” con el alarmante desangramiento en
del sistema-mundo, además de ser concen- sus países de origen de profesionistas calificados, pero desem-
tradoras de volúmenes inmensos de capi- pleados o con un gris futuro laboral, como lo documenta la
tales, también concentran crecientemen- migración educada de Ecuador y otros países del sur de Amé-
rica hacia los servicios domésticos en España y en general a la
te a millones de miserables (y otros no tan Comunidad Europea (Pellegrino, 2004:12 y ss.).

Figura 1 – Ciudades-nodo del sistema-mundo.

Fuente: GaWC, http://www.lboro.ac.uk/gawc/rb/rb5.html

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y González, 2005:118), las definiciones de la sirve de punto de partida y simultáneamente


situación presente, así como la factibilidad y de horizonte utópico para apuntar la dimen-
densidad de otros mundos también posibles. sión de desarrollo que entraña la noción de
Con y desde estos procesos simbólicos se cibercultur@, esto es, como una elaboración
establecen en la historia diversas relaciones que prefigura un escenario futuro deseable,
sociales de hegemonía, subalternidad, alteri- que no es alcanzable in toto, pero que orienta
dad, resistencia, y en algunos casos y perío-
dos determinados se establecen también re-
laciones de contrahegemonía que requieren El vector tecnológico
y generan formas emergentes para la organi- no sólo se compone
zación de diversas estrategias simbólicas que de aparatos o
buscan atraer y modular el discurso social
dispositivos, sino de
para la dirección intelectual y moral de toda
la sociedad, como bien lo señaló Gramsci en actitudes consideradas
el siglo pasado (González, 2001). como las que
Más adelante elaboramos con cierto de- generan progreso
talle algunas de estas cuestiones, que le dan a
la cibercultur@, tal y como la entendemos, su
carácter de estrategia para restañar, recrear,
reorientar y redirigir las relaciones sociales. la acción de los actores sociales hacia ese der-
rotero, pues “lo posible sólo es visualizado al
Cibercultur@ como valor de desarrollo someter lo imposible al criterio de la factibi-
lidad” (Hinkelamert, 1984: 11). La utopía es
En sentido literal de diccionario, la palabra la “actividad inteligida del presentimiento de
“desarrollo” significa “progresar, crecer econó- la esperanza”, nos dice Bloch (Serra, 1998).
mica, social, cultural o políticamente”. Sin em-
bargo, el término tiene una historia que no se Del interés por el control al interés por
puede ignorar. Más adelante nos ocupamos de la emergencia
eso. Desarrollar cibercultur@ implica asumir
de forma colectiva y creativa el reto de cultivar Una de las aportaciones más relevantes de
el conocimiento, la información y la comuni- la cibernética es precisamente el concepto de
cación, potenciadas por las tecnologías más retroalimentación (RA) o feedback.
avanzadas para modular el discurso social den- En teoría, podemos distinguir dos tipos de
tro de una estrategia de comunicación comple- bucles o circuitos de RA: los que son circulares
ja desde periferias dispersamente distribuidas y cerrados (Bucles de RA negativa) y los que
en el sistema mundial (González, 2004). son espirales y abiertos (Bucles de RA positi-
va) (Aracil, 1983:46-48). La dimensión de la
De la acción de interpretar a la inter- cibercultur@ como valor de desarrollo impli-
pretación reflexiva de la acción ca la facilitación de un proceso emergente de
empoderamiento frente a la relación despla-
“Los filósofos se han dedicado a interpre- zada que muchas comunidades y sociedades
tar el mundo de distintos modos; mantienen con la información, la comunica-
de lo que se trata es de transformarlo.” ción y el conocimiento reflexivo. Por efecto de
la historia, la mayor parte de la gente está ca-
La onceava tesis sobre Feuerbach, con la pacitada sólo para leer la sociedad a través de
que Marx y Engels (1974:668) explicitan una los procesos efectivos de socialización que se
toma de posición crítica frente a la filosofía encargan de difundir y sancionar formas ca-
materialista de su tiempo en Alemania, nos nónicas de lectura de la vida social. Leer orde-

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nes, avisos, leyes, textos hechos y elaborados Las famosas TICs así concebidas y utili-
siempre por otros, y así diciendo. zadas operan como tecnologías de desconoci-
Muy pocas personas tienen acceso y se pue- miento.
den apropiar de las herramientas básicas para Pero, por las propias contradicciones de
escribir la sociedad, para recrearla e inventarla la historia de estas tecnologías – y muy es-
por la acción transformadora. Debray llama pecialmente el surgimiento de la red de In-
“grafósfera” (1992:226-227) a una estructura ternet (González, 2003) –, también pueden
de relaciones históricas en que se difunde e convertirse en tecnologías de saber horizon-
instaura una forma de distribución social del tal y distribuido a condición de que aprenda-
acceso a los soportes materiales y a las disposi- mos a usarlas como plataformas generativas
ciones cognitivas básicas que se requieren para de conocimiento.
utilizar la tecnología de la lecto-escritura. El cultivo de los saberes básicos y las ha-
La cuestión no sólo es el tener acceso a bilidades mínimas de la tríada formada por
una parte de esos soportes y disposiciones, las culturas de información, comunicación
sino lograr que la relación con la tecnología y conocimiento colabora creciente y progre-
se realice de manera activa, no sólo como un sivamente con la construcción de mayores
auxiliar, sino como una plataforma genera- grados de autodeterminación como indivi-
tiva de conocimiento (González, 1998:160). duos, como colectivos y como especie, pues
Esa estructura implica el establecimiento, desarrolla un modo de relación menos de-
el mantenimiento y una producción selecti- pendiente y menos delegado de las personas
va de un número muy limitado de escritores y los grupos con su entorno global, material,
(codificadores, elaboradores profesionales), social y, especialmente, simbólico.
es decir, de quienes pueden poner en operaci- Ese es el objetivo de cultivar a la cibercul-
ón las potencialidades de esta tecnología para tur@ como un valor de desarrollo.
metabolizar las experiencias de la vida y del Para el logro de este objetivo se requiere
mundo. Complementariamente, la formación de una formación estimulante y permanen-
de esa elite iniciada “gramaticalmente” implica te, compartida y colectiva para poder rever-
la construcción de un vasto número de lec- tir una tendencia que se vive como “natural”,
tores, que están estructuralmente diseñados, individualista, competitiva, aislante, des-
desactivados (desplazados) tecnológicamente memoriada y pragmática, que en las socie-
para no saber usar esa tecnología más allá de dades periféricas (y también en los centros
lo meramente instrumental y, en especial, para neurálgicos del sistema mundo) tienden pre-
entender las reglas y las órdenes de los grupos dominantemente a generar la relación con
dirigentes y dominantes de las sociedades. las TICs, que, como buenas tecnologías de
Podemos extrapolar el sentido de esa gra- desconocimiento, nos llegaron de quién sabe
fósfera, que comenzó con la difusión de la dónde y nadie sabe bien qué están haciendo
imprenta en el siglo XV, a la situación que acá, pero son difundidas como modernas,
opera entre la sociedad y las Tecnologías de importantes, imprescindibles a pesar de no-
Información y Comunicación (TICs) más sotros mismos: el vector tecnológico.
avanzadas del siglo XXI: mientras más trans- Desde los años sesentas, con la “Alian-
parentes son los usuarios, menos tienen que za para el Progreso” que los Estados Uni-
ocuparse de pensar y crecer en desarrollar las dos propusieron para “desarrollar” todo el
habilidades que les permitan percibir, enten- continente latinoamericano, la llamada di-
der y, en su momento, revertir la fuerza del fusión de las innovaciones (Rogers y Sho-
vector tecnológico para potenciar estrategias emaker, 1974) se constituyó en la más im-
de empoderamiento desde sus propias eco- portante y estratégica arista del estudio de
logías simbólicas. las comunicaciones.

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La meta era clara: “modernizar” a los Por no ser como debieran ser, los campe-
campesinos desde arriba, convertirlos en sinos pobres (es decir, la inmensa mayoría
consumidores activos dentro de un esquema de los habitantes de América Latina), des-
vertical, autoritario y marcadamente etno- pués de estudios intensivos en muchas par-
centrista (Servaes, 2000). A continuación, tes del mundo, fueron caracterizados como
presentamos un cuadro comparativo que irracionales: gastan mucho en muchas fies-
se usó como marco teórico para “moderni- tas, no ahorran, no viajan, no salen, depen-
zar” a los campesinos y, en general, a todos den de sus familias extensas, se reproducen
los “tradicionales” pobres del mundo. Una excesivamente, no usan tractores, trabajan
simple lectura nada mal intencionada pue- la tierra para comer en lugar de para vender
de mostrar lo que decimos: el vector tecno- cultivos, no hierven el agua, no se vacunan
lógico se impone desde fuera y no sólo se y así diciendo.
compone de aparatos o dispositivos, sino de Con más estudios en más partes (Rogers
actitudes consideradas como las que generan y Svenning, 1973) cabalgando en una actitud
progreso y pueden llegar a desarrollar a los soberbia y manipulatoria (fuera naive o bien
países pobres, en vías de desarrollo o del ter- cínica), esta perspectiva hacía pasar como des-
cer mundo, como se les denominaba en dife- cripciones y teorizaciones de alcance medio lo
rentes épocas. que en realidad eran prescripciones e ideolo-

Figura 2 – Modelo comparativo de los sistemas tradicionales y modernos.

Sistemas Tradicionales Sistemas Modernos


Carecer de orientación favorable hacia el cambio. Actitudes favorables al cambio.
Poseer tecnología menos desarrollada o “más Gozar de tecnología bien desarrollada, con
simple”. complejos sistemas de división del trabajo.
Situarse en niveles relativamente bajos de alfa-
Conferir alto valor a la educación y a la
betización, educación y entendimiento del mé-
ciencia.
todo científico.
Hacer cumplir por la fuerza del estado de cosas
del sistema social, con el auxilio de efusivas re- Establecer relaciones de carácter racional
laciones personales como la amistad y la hospi- y comercial o utilitario, con mínimos ele-
talidad, las cuales son vistas como fines valiosos mentos emocionales y afectivos.
en sí mismos.
Adquirir perspectivas cosmopolitas, pues
Sostener poca comunicación entre los miembros- los miembros del sistema suelen interactu-
del sistema social y quienes vienen de afuera. ar con personas extrañas, lo cual facilita la
entrada de nuevas ideas con él.
Al carecer de medios de transporte y comuni-
cación hacia la sociedad mayor, se fortalece la
tendencia de los individuos de sistemas tradi-
cionales a permanecer relativamente aislados.
Sufrir incapacidades de colocarse en el lugar de Desarrollar capacidad de empatía entre los
los demás, sobre todo cuando los demás son del miembros del sistema, los cuales pueden
exterior del sistema social. colocarse en papeles muy distintos del suyo.

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gías colonizadoras. Los campesinos descritos migración hacia el norte. Pero, más aún, Gar-
por Rogers no, eran desde luego, irracionales, cía (1993) nos muestra cómo las poblaciones
sino que tenían otro tipo de racionalidad que aisladas que lograron mantenerse en su “irra-
no era precisamente la que se quería imponer cionalidad” tenían mejores niveles de nutrici-
como la única y verdaderamente racional. Las ón que los “modernizados” a contrapelo. Lo
consecuencias de la docilidad de la mayoría irracional resultó más sustentable, o menos
de los gobiernos de América Latina al adoptar malo, para los campesinos, a la larga.
esta perspectiva “desde el exterior” fueron, y Fuera de las cuestiones de dominación e
siguen siendo, desastrosas. imposición ideológico-política de estas tradi-
ciones, las argumentaciones y generalizaciones
empíricas que elabora detalladamente Rogers
La centralización con aspiraciones y reconocimiento científico,
estatal ejercida por así como muchos otros de los impulsores de
este tipo de desarrollo desde afuera y desde ar-
las sociedades del riba con que se impone la eficacia del vector
socialismo es la tecnológico, dentro de toda su posible “buena
forma más simplista voluntad” para ayudar a los pobres, se que-
y más burda de la dan mayoritariamente en calidad de pseudo-
coordinación social hechos, pues sus observables dependen en su
construcción de un contexto ideológico pre-
interpretado que no les es conciente y que, ba-
sado igualmente en pseudo-preguntas, resulta
Rolando García, en un muy importante ser científicamente falso y, en el mejor de los
estudio de los sistemas alimentarios y la so- casos, inverificable (García, 1981:8).
ciedad en el Bajío mexicano (Guanajuato,
Jalisco, Michoacán), muestra empíricamente Cibercultur@ como valor de desarrollo
cómo con la adopción de los cultivos comer-
ciales (es decir, con la “modernización”) tales Con estas distancias respecto a ciertos
como el sorgo, con lo que se prepara alimento usos históricos del término desarrollo, pase-
industrial para puercos, en detrimento de la mos revista más de cerca a lo que significa la
producción de cultivos de subsistencia (maíz, cibercultur@ como valor de desarrollo. Ro-
frijol, chile), generó una serie de consecuen- bert Fossaert ha construido el concepto de
cias casi irreversibles en la calidad de vida lógicas de valor y, en especial, yendo más allá
de esas poblaciones campesinas: el sorgo, de los propios límites de Marx, la teorización
para producirse “racionalmente”, requiere de sobre la lógica del valor de desarrollo (Fossa-
grandes cantidades de agua, que fue garan- ert, 1977:205-266).
tizada mediante la perforación indiscrimina- La lógica del valor de desarrollo hace po-
da de pozos profundos en toda la zona; con sible asignar a la producción valores social-
ello, en unas décadas, los mantos freáticos mente deliberados, e implica la generación
que se encontraban a principios de los años de otras formas de control de ese desarrollo
cincuenta a menos de diez metros bajaron socialmente orientado: “Tal control no se
a cerca de trescientos metros. Al descender pude analizar sólo en términos de propiedad,
tanto ese nivel, el agua de lluvia no alcanzaba mezcla necesariamente la propiedad con el
a remojar la tierra y, especialmente para los poder [...] cuando los medios de desarrollo
“irracionales” campesinos de supervivencia, son socializados y cuando una coordinación
eso se convirtió en la ruina de los cultivos social rige su empleo” (Ibídem).
de temporal. Sin poder subsistir con la tier- Es aquí donde retoma su sentido más li-
ra, se incrementó el proceso de abandono y teral el vocablo kyber, entendido como la

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capacidad de pilotear, de controlar, opuesto es aprender a codificar las experiencias co-


al sentido que la versión periodística más di- tidianas que nos permitan abrir plataformas
fundida le otorga como sinónimo de “com- reflexivas de segundo orden, es decir, refle-
putadoras”. Hay, de hecho, muchas formas xionar sobre las reflexiones, pensar los pen-
de control existentes; la centralización estatal samientos, hablar de lo hablado. El mundo
ejercida por las sociedades del socialismo re- social en el que nos movemos es un mundo
almente existente es la forma más simplista y preintepretado (Giddens, 1987:159), y, por
más burda de la coordinación social. esa característica, una buena parte de nuestra
No es la única ni tampoco es la mejor, existencia social nos la pasamos viviendo y
“pero el Estado existe, está ahí, mientras que viviéndonos a nosotros mismos como terri-
las otras formas de la coordinación social es- torios simbólicamente ocupados (González,
tán por construirse, al lado de él y contra él” 2001:35). Es sólo mediante el desarrollo de
(Fossaert, 1977:250-251). Fossaert siempre una cultura de información que podemos
ha estado interesado en desarrollar lo que avanzar sólidamente en direcciones alternas,
él llama macro-sociología. Toda su teoría de que nos permitan desocupar progresiva-
la sociedad se plantea a gran escala y merece mente esos “territorios” en los que el sentido
una lectura mucho más detallada y puntual de lo que somos y vivimos está determinado
para no forzar sus ideas, pero las luces que por fuerzas que no sabemos de dónde vie-
abre con su hipótesis sobre la lógica del va- nen, a quién pertenecen, ni a qué voluntad
lor de desarrollo nos permite ubicar mejor el obedecen. De eso se trata desarrollar cultura
sentido de proponer a la cibercultur@ como de información.
un valor de desarrollo social. Como señala- Más en lo específico, este “cultivo” requie-
mos en otra parte: re del establecimiento de correspondencias
Desarrollar cibercultur@ significa redi- entre experiencias fenoménicas con códigos
señar colectivamente y de abajo hacia ar- y signos diferentes y diferenciantes que sean
riba (bottom-up) una diferente actitud y al significativas (Cirese, 1984).
mismo tiempo aprehender una serie de ha- La formación en este aspecto central de
bilidades transmisibles que nos permitan
la cibercultur@ implica desarrollar formas
operar diestramente con las tecnologías al
alcance frente a necesidades de informaci- de pensamiento matricial y sistémico – es
ón, para generar y valorar el conocimiento decir, relacional – para organizar las expe-
y para coordinar acciones de comunicaci- riencias en vías de su metabolización y ela-
ón que permitan romper el círculo vicioso boración colectiva.
de la dependencia tecnológica. Ocuparnos Parte de aquel “diseño” estructural que
colectivamente de retejer nuestros añejos y
desbalanceados vínculos sociales (Gonzá-
mencionamos más arriba – sobre el desba-
lez, 2004). lance entre los millones de “lectores” e in-
terpretadores de códigos y los poquísimos
Revisemos por último, las tres culturas/ que conocen las reglas de producción y
cultivo que se requiere desarrollar para el transformación de los mismos – lo encon-
ejercicio cabal y compartido de ese kyberne- tramos desde los niveles más elementales de
tes distribuido. la educación formal, y radica en la sobrees-
timación de la imposibilidad e incapacidad
Cibercultur@ y cultura de información casi atávica de aprender a manejar y a pensar
diestramente las matemáticas. Lejos de ser
La interacción con el mundo procesada cuestiones de números, cuentas y ecuaciones
a través de la información es una caracte- ininteligibles, las matemáticas son el meta-
rística de nuestra especie. La tarea de desar- lenguaje más poderoso que tenemos para
rollar y cultivar una cultura de información representar y pensar las estructuras, por su

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enorme potencial para inteligir y representar comunicación, inspirado en la observación


las relaciones. Desarrollar cultura de infor- de los cambios del objeto/receptor (total-
mación implica un proceso de descoloniza- mente inspirada en la cibernética de primer
ción de la mente y de empoderamiento de las orden), no fue lo suficientemente sensible a
capacidades de las personas para representar las relaciones de poder que pautan todo pro-
y procesar selectiva y responsablemente, des- ceso de relación social. Pero dado el tipo de
de las experiencias más elementales hasta las preinterpretación que subyacía en su forma
más complejas, mediante el establecimiento de mirar, tampoco podía poner el énfasis en
conciente y elaborado de diferencias que ha- los complejos procesos de creación adaptati-
cen la diferencia, para parafrasear a Bateson. va que permanentemente se están dando en
la relación entre dos subjetividades.
Cibercultur@ y cultura de comunicación Sorda al objeto y ciega a la mirada del
“emisor”, esta modernización se leía y era
El estudio científico de la comunicación una forma de imposición, una forma de vio-
también surge después de la segunda Guerra lencia simbólica disfrazada de racionalidad
Mundial, y, de alguna manera, desde el sub- científica.
título de aquel ya famoso texto de Wienner Había que avanzar hacia un entendimien-
(1948) se liga con el desarrollo de la teoría to más cercano a la biología, donde el énfasis
de la información. Surge dentro de una mi- no está puesto sólo en el sistema observado,
rada desde la ingeniería, en la que lo que im- sino en la relación dinámica entre el sistema
porta es que el mensaje llegue con la mayor observante y el sistema observado, para usar
probabilidad de ser entendido tal y como se un lenguaje más preciso.
envió. La comunicación, entonces, se enten- En la mayor parte de las escuelas y facul-
día como una técnica para inducir el cambio tades de comunicación que conocemos, se
social dirigido: “la comunicación consiste promueve una noción sumamente pobre,
en transferir ideas desde una fuente a fin empirista y pragmática que oscila entre el
de modificar la conducta de los receptores” conductismo con variantes que hemos ex-
(Rogers, 1974:25). puesto más arriba y una versión “pansemio-
Y ya vimos cómo resultaba claro hacia tista” (“todos somos discursos y signos a in-
dónde deberían converger las conductas ob- terpretar”) del proceso de comunicación.
servables de los receptores: una serie de valores “Modificar la conducta”, “compartir signi-
y actitudes conformes a un modelo de desar- ficados”, “intercambiar información”, “trans-
rollo inducido (decidido de manera unilateral) mitir ideas”... Por el lado que se buscara,
que fue álgidamente impugnado precisamente siempre quedaba el “emisor” ciego a su pro-
desde los países “receptores”. Esa forma de en- pia mirada en el proceso y sordo a las con-
tender la comunicación era entendida como ductas no esperadas ni deseadas del esquema
“muy racional” – y quizás en algunos casos re- de modificación unilateral del “receptor”.
portados, hasta eficaz –, pero no era dialógica, Dentro de la perspectiva de desarrollo de
es decir, no era intersubjetiva. cibercultur@ que sostenemos, es imposible
Muchos procesos de este tipo suplantaron separar las formas sociales en que nos organi-
mediante simulacros mediáticos o extensio- zamos para comunicarnos, del producto mis-
nistas la relación constructiva de toda comu- mo de la comunicación. En otras palabras, el
nicación. Pues si algo caracteriza al proceso proceso mismo está inscrito en el producto
de comunicación es precisamente que se da de la relación social de comunicación, por
no entre un sujeto (activo y emisor) y un ob- tanto, puede ser visibilizado mediante accio-
jeto (pasivo y receptor), sino entre dos suje- nes reflexivas de los comunicantes.
tos con condiciones y contextos condiciona- Para desarrollar una cultura/cultivo de
dos socialmente. Este modo de entender la comunicación, hace falta que se ponga aten-

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ción detallada en tres procesos, tres momen- de las respuestas en un ahorro de energía or-
tos que pautan permanentemente como es- ganizadora al estar predefinida la interacción
tructuras sociales objetivas estos procesos y entre iguales que no saben qué hacer con las
que, al volverse visibles, pueden ser colectiva diferencias. Lo diferente amenaza, confronta,
y dialógicamente adaptadas y redirigidas, en no es codificable y, por tanto, debe ser silen-
función de los objetivos e intereses de los co- ciado y sometido.
municantes que forman una comunidad.
Si entendemos mejor a la comunicaci-
ón como un proceso adaptativo median-
te el cuál coordinamos con otros, acciones
Desarrollar cultura
asociables a términos semánticos dentro de
un dominio lingüístico (Maturana y Varela, de información
1990:178) podemos recolocar la discusión implica un proceso
sobre la comunicación humana como “una de descolonización
deriva cultural, en la que – como en la de- de la mente
riva filogenética de los seres vivos – no hay
un diseño, sino una armazón ad hoc que se
va constituyendo con lo que dispone en cada
momento” (Maturana y Varela, 1990:180).
Volver observable, dentro de las limitacio- El llamado Complejo de Procusto (Volko-
nes propias de cada contexto y de los partici- ff, 1984), en toda su violencia e ignorancia
pantes, las formas de esa “armazón” y los “ele- estructural3, nos pauta la percepción de la
mentos” que se tienen a la mano para poder vida y del mundo social y, con ello, nos apro-
coordinar acciones sólo se puede realizar me- xima al silencio y a la muerte, es decir, al cese
diante el ejercicio de la reflexividad, es decir, de todas las diferencias que componen la
cuando los que miran pueden mirar, no sólo vida. “Suscitar” significa promover, levantar,
aquello que miran, sino su mirada mirando lo causar, crear las condiciones para que surjan
que miran. Y esto sólo se puede hacer conver- las diferencias, dado que por efecto de la pro-
sando y actuando sobre las formas sociales que pia inercia de la convivencia social, nuestra
usamos (¿o nos usan?) para comunicarnos. sensibilidad a ellas es lerda.
Para conseguir esa forma deliberadamente Desarrollar una cultura de comunicaci-
más compleja de organización, la interacci- ón pasa necesariamente por este proceso de
ón debe ocuparse en desarrollar, mantener y desaprender a no mirar ni tomar en cuenta
mejorar permanentemente tres procesos in- las diferencias y a los diferentes, y, simultá-
terrelacionados de re-organización colectiva neamente, re-aprender, no a “tolerarlas” si
para desarrollar una cultura de comunicación no hay más remedio – lo que significa indi-
horizontal. Y debe ocuparse, porque en la vida ferencia –, sino a entender que la diferencia
cotidiana, por efecto de la Doxa (Luft, 1998), es el componente más importante para cons-
no nos damos cuenta de que no nos damos truirnos y adaptarnos a las condiciones cam-
cuenta, y la falta de reflexividad nos constriñe biantes del entorno.
en una relación empobrecida y estereotipada Una vez que se toma la tarea colectiva de
de comunicación (Wacquant, 2004). suscitar las diferencias, arranca otro proceso
igualmente permanente que está en la com-
Organizarse para suscitar las diferencias
3
“Procusto o Procrusto, bandido del Ática que, no contento con
despojar a sus viajeros, les hacía tenderse sobre una cama de
Las formas “normales” de la vida colectiva hierro, les cortaba los pies cuando superaban su longitud o les
dentro de una sociedad del control tienden a hacía estirar por medio de cuerdas cuando no la alcanzaban”
privilegiar la uniformidad de las conductas y (Pequeño Larrouse Ilustrado).

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posición elemental de la cultura de comu- Hemos visto que no hay comunicaci-


nicación deseada dentro de un ambiente de ón sin diferencias y no hay diferencias sin
inteligencia horizontal y distribuida. la atenta gestión para la escucha reflexiva y
dialógica de las mismas. No basta con sus-
Organizarse para contemplar las citarlas; ese es el primer proceso que tiene
diferencias que ser echado a andar para construir la red.
El segundo reto está en incorporarlas – con-
Este proceso implica adentrarse colecti- templándolas – inteligentemente al bagaje
vamente con toda atención en la contempla- del grupo en construcción.
ción de la especificidad de los diferentes y sus “Para dialogar, primero pregunto, des-
diferencias dentro del grupo, y colocarse en pués escucho”, decía Antonio Machado.
Con estas dos dinámicas activadas y en
operación, se vuelve posible el arranque del
La forma en que nos tercer proceso, con el cuál se consigue plena-
organizamos para mente el objetivo de construir un nosotros,
comunicarnos se donde todos los miembros incluidos en su
inscribe plenamente diferencia se ocupan en cultivar una cultura
de comunicación acrecentada. Este es el pro-
en el producto del ceso reflexivo de organizarse colectivamente
conocimiento y de al generar una estructura horizontal de nivel
la comunicación superior a sus antecedentes para resolver dia-
lógicamente problemas de una colectividad.

Organizarse para generar nuevas pla-


la tesitura de aprehender qué es lo que nos taformas para coordinar acciones
hace, cómo nos impacta la presencia de lo
diferente en nuestra propia estructura perso- El cultivo de una cultura de comunica-
nal y en la del colectivo. ción dentro del desarrollo de lo que llama-
“Contemplar”, fuera de su sentido mís- mos cibercultur@ no se realiza plenamente
tico, significa examinar en detalle, implica sino hasta que se logra construir una forma
desarrollar una actitud abierta ante las dife- de organización superior a la que mante-
rencias y, al mismo tiempo, también la res- nían previamente los elementos que com-
ponsabilidad de organizarse para escuchar pondrán el grupo, en la que precisamente la
individual y colectivamente las diferencias riqueza suscitada y contemplada de las di-
suscitadas de los otros. Esta actitud, si se ferencias se reteje en una estructura pareja
desarrolla colectivamente, concientemente, entre los diferentes.
se convierte en un modo de organización Este proceso suele ser extraño u ocasional
horizontal y dialógica que aumenta las pro- en la mayoría de las culturas llamadas “occi-
babilidades de generar inteligencia colecti- dentales” por una tendencia marcadamente
va, como una propiedad emergente frente a individualista, pero no lo es para nada en
problemas específicos. otras culturas, especialmente en las culturas
Todo el esfuerzo reflexivo y organizativo indígenas de América.
para suscitar las diferencias toma plenamen- El desarrollo de un sistema de relaciones
te sentido cuando el grupo se organiza para sociales comunitarias de colaboración mu-
contemplarlas, para aprender a escuchar y tua y de alta dialogicidad ha sido la condici-
ver en detalle las fuerzas y debilidades, así ón para poder sobrevivir en condiciones de
como las energías presentes en el proceso de marginalidad y explotación violenta durante
volverse un grupo, una pequeña comunidad. más de cinco siglos. Lenkersdorf, al estudiar

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la cultura y la lengua tojolabal del sureste de con los recursos materiales que generan formas
México (1999), nos ofrece un acercamiento sustentables de cuidado de la biodiversidad:
poco común al corazón de estas comunida-
des en las que precisamente la construcción [...] para la cosmovisión indígena, la selva y
el resto de los recursos tropicales son fun-
del nosotros es el núcleo de la vida y la ac-
damentalmente espacios sagrados donde
tividad de todos, y esa forma comunitaria los seres vivos se encuentran dotados no
de estar en el mundo viene enraizada desde sólo de un alma, sino de un comporta-
el mismo lenguaje.4 Según la hipótesis de miento particular: plantas que se enojan,
Lenkersdorf, la lengua tojolabal (y las otras monos que conocen los celos, colibríes
lenguas mayas), a diferencia de las lenguas convertidos en maestros de la galantería,
hormigas solidarias, tucanes glamorosos,
indoeuropeas, posee una estructura ergativa, anacondas temibles (Toledo, 2000:127).
que él rebautiza como intersubjetiva, dado
que las interacciones sintácticas se realizan No es difícil establecer el sentido del res-
entre sujetos y no, como normalmente lo vi- peto entre sujetos vivos que contiene esta
vimos, entre un sujeto y un objeto. cosmovisión, en la que “cada acto de apro-
piación de la naturaleza tiene que ser nego-
Es un hecho que el sufijo “tik”, que se agrega a
pronombres, verbos y sustantivos, representa
ciado con todas las cosas existentes (vivas y
no solamente la palabra más usada en cuanto no-vivas) (Toledo, 2003:78). Ese sufijo es la
principio organizador que se manifiesta en marca indeleble en las conversaciones de una
los niveles social, político, lingüístico, cultural cultura que para sobrevivir y relacionarse con
y otros, sino que señala otra idiosincrasia de la el mundo genera y estimula procesos perma-
lengua y cultura tojolabales. El NOSOTROS nentes de “nosotrificación”, de construcción
indica una particularidad fundamental, dife-
rente de la sociedad dominante. La sociedad
del sentido del nosotros por encima del yo.
se organiza alrededor del NOSOTROS y no Este es el tercer nivel del cultivo de una cul-
del yo (Lenkersdorf, 2004:143). tura de comunicación. No entraremos más en
detalle sobre los trabajos de Lenkersdorf, que,
El sufijo más común en las interacciones por la audacia de su afirmaciones, ha sido se-
lingüísticas en la lengua tojolabal es “tik”, que veramente criticado dentro del campo de la
se puede traducir al español más o menos lingüística; pero, sin ambages, retomamos ple-
como “nosotros”. namente el sentido del sufijo “tik”5 agregado al
La expresión lajan lajan ay`tik (“estamos verbo castellano “generar”, porque nos ayuda a
parejos”), nos dice el autor (1999: 77), remite señalar el objetivo y el programa de desarrollo
directamente al sentido de la formación de una de una cultura de comunicación con sentido
comunidad de iguales a partir del pleno res- cibercultural. Este objetivo sólo se puede con-
peto de sus diferencias. Cabe mencionar que seguir si los elementos del grupo se dan a la
ese “nosotros” incluye a “todos los vivientes y tarea de dialogar y de establecer una forma de
no sólo a los humanos”, pues en muchas de las organización y de cognición más inteligente,
cosmologías mesoamericanas no hay nada que porque está hecha de procesos de escucha aten-
no tenga vida. Sobra subrayar el profundo sen- ta y de soluciones colectivamente diseñadas.
tido ecológico de esta cosmovisión, que varios Recordemos que la forma en que nos or-
autores han documentado como una forma ganizamos para conocer y para comunicarnos
inteligente y de largo plazo para relacionarse se inscribe plenamente en el producto mismo
del conocimiento y de la comunicación.
4
Jurij Lotman y la escuela de Tartu plantean que el lenguaje 5
Agradecemos a Antonio Paoli el descubrimiento de esta
opera como sistema modelante primario, es decir, como ma- concepción del “tik” en una conversación personal, y al pro-
triz de una cultura compuesta por un sistema de reglas que pio Carlos Lenkersdorf por la generosidad de sus posteriores
se actualizan en sus meta-lenguajes derivados que forman los comentarios y aclaraciones en conversación con los miembros
sistemas modelantes secundarios (1979:69-70). del Labcomplex, el 5 de mayo de 2005.

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A formas sociales verticales, autoritarias y de adaptación al entorno. Y eso sólo pasa en


rígidas, corresponden productos del mismo la acción; por eso, conocer es transformar-
tipo, es decir, formas simbólicas (Thompson, se creativamente. Desde niños, la actividad
1977) cuya estructura específica – y no sólo cognoscitiva se realiza en procesos de orga-
su contenido – excluyen o incluyen clases de nización, reorganización y transformación
interpretantes y de interpretaciones determi- de esquemas y estructuras diversas, tanto
nados, diversas apropiaciones y usos, desde psicológicas como biológicas y sociales en
la misma forma en que utilizan el lenguaje y construcción. Ya que se han construido los
los recursos de argumentación hasta los pro- esquemas básicos, sabemos que no se pue-
pios temas y los referentes. de conocer si no se construyen preguntas
pertinentes frente a problemas prácticos y
Cibercultur@ y cultura de conocimiento concretos que nos afectan de muchos modos
posibles. Las situaciones y experiencias de la
Conocer es siempre una actividad que vida social son percibidas como problemas
reorganiza estructuras para transformar y sólo por una imaginación que lo permita.
transformarse. Y si bien todos los seres hu- Así, una vez percibidos por las condiciones
manos como especie requerimos generar y los costos de no resolverlo, esos problemas
conocimientos para poder sobrevivir, el de- concretos nos ayudan a generar las preguntas
sarrollo y el cultivo de una cultura de cono- pertinentes de algo que todavía no sabemos,
cimiento son una de las más graves carencias pero que debemos saber para no seguir pa-
en la sociedad contemporánea. Desde luego, gando consecuencias no deseadas. Es ese el
esta carencia va de la mano con las otras dos momento en el que se transforma el problema
culturas arriba expuestas. práctico en un problema de conocimiento que
No hay conocimiento sin información. exige una respuesta de conocimiento (Booth,
Y no hay conocimiento sino para ser co- Williams y Colomb, 2003:56-71) que es siem-
municado a otros, para otros. pre el efecto de un proceso creativo, de un tipo
Hemos visto antes que la información con- de invención que permite “aproximarse a lo
siste en la creación de un atributo intangible infinitamente lejano” (Marina, 1998:27).
que establece una relación entre experiencias Preguntar es la clave de inicio del conoci-
y signos. El conocimiento opera de manera si- miento; sin preguntas no hay problemas ni
milar, pero no se agota en ella. El ejercicio del conocimiento, y sin este vivimos atados en
cultivo y creación de conocimiento implica un mundo pre-interpretado y, por lo tan-
establecer una especie de meta-relaciones so- to, dependemos en diversos grados de las
bre las relaciones que codificó la información. fuerzas del entorno. Con el conocimiento se
Y, entonces, las cosas del mundo comienzan a pude anticipar y prevenir situaciones y expe-
significar. El mundo se apropia por la acción, riencias cuyos costos ya no queremos pagar.
las cosas nos significan en función de lo que Las soluciones de conocimiento a pro-
podemos hacer con ellas. blemas concretos no son inmediatas, porque
Desde la perspectiva de una necesaria requieren de un tiempo de procesamiento y
epistemología constructivista, Jean Piaget generación de información que permita des-
y Rolando García (1982) han señalado la cribir, explorar, clasificar, tipificar, analizar e
importancia de los procesos de asimilación interpretar las experiencias con más o menos
y acomodación en todo proceso de psicogé- riqueza suficiente para salir satisfactoria-
nesis. La construcción de conocimiento se mente del problema.
realiza en los humanos mediante la puesta Conocer es el paso de un estado de menor
en crisis de ciertas estructuras y esquemas conocimiento a otro de mayor conocimiento,
que están incorporados y han surgido como una que establezca mejores diferencias y me-
parte de procesos dialécticos (Piaget, 1980) jores integraciones de los problemas vividos.

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Cuando construimos una respuesta de conoci- racterísticas – la de establecer vínculos signi-


miento a un problema, estamos ensanchando ficativos entre experiencias y signos mediante
las potencialidades de la acción individual, y, si códigos primero y metalenguajes después, así
lo comunicamos, esas nuevas integraciones se como la de potenciar la distribución de dicha
vuelven colectivas. La relación con la cultura información entre diferentes agentes para
de comunicación es igualmente crucial. coordinar sus acciones –, las llamadas TICs,
Al darnos a la tarea de producir las res- si no son asumidas y desarrolladas igualmen-
puestas para nuestros problemas, al mismo te como tecnologías de conocimiento, funcio-
tiempo también estamos liberando territorios nan como tecnologías de desconocimiento so-
simbólicamente ocupados (González, 2001). cial por la fuerza de ese vector en un entorno
Esto lo relacionamos directamente con socio-histórico particular.
dos condiciones que tendríamos que exigirle
a la práctica profesional de creadores de co-
nocimiento, es decir, a los agentes especiali-
zados del campo científico. De un lado, que Conocer es siempre
el conocimiento sistematizado (la ciencia) una actividad
nos ayude a ganar grados de autodetermina- que reorganiza
ción como especie, y, del otro lado, que nos estructuras para
ayude a abrir mejores mundos posibles, más transformar y
incluyentes, más abiertos, más vivos, más
sensibles, más concientes.
transformarse

Cibercultur@ y tecnología

El desarrollo de cibercultur@ implica un La gente se siente “desplazada” (y de
ajuste particular sobre la forma corriente hecho lo está) o se siente “menos” (y se lo
en que se ha entendido a la tecnología. An- hacen ver así) cuando toda su relación con
tes que un dispositivo o un aparato, hemos las TICs es transparente y friendly (amiga-
mencionado que la tecnología debe ser en- ble al usuario) y “fácil”. ¿Para qué querría-
tendida como un todo, un vector social. Es mos saber cómo se hacen los algoritmos de
decir, como una fuerza social con dirección un sofisticado programa para hacer textos
y eficacia sociales. Con la tecnología se pue- o llevar la contabilidad de una cuenta de
den hacer “cosas” y hacer que otros hagan co- banco? ¿Para qué necesitaríamos conocer la
sas. Podemos producir más bienes y acortar forma de programar y darle instrucciones a
tiempos de recorridos y de acumulación. Lo las máquinas, si alguien mejor capacitado y
mismo sucede con la información y la co- más profesional que nosotros lo puede ha-
municación tecnológicamente mediada: la cer y mucho mejor?
capacidad de recuperación, procesamien- Y la respuesta es, probablemente, “para
to, tipificación, almacenamiento y salida de nada”. Es inútil. Nunca los alcanzaremos.
información –que es una capacidad funda- Sin embargo, con una formación distinta
mental compartida con muchas especies, respecto a la información, la comunicación y
pero acrecentada en la especie humana – se el conocimiento, es decir, con un desarrollo
potencia enormemente con las tecnologías dialógico y horizontal de cibercultur@, esas
de procesamiento digital modernas. Estas “tecnologías de información y comunicaci-
tecnologías incrementan y facilitan la posi- ón” que en realidad operan como tecnolo-
bilidad de coordinarse efectivamente entre gías de la delegación de poder, del estigma
varias personas simultáneamente y a grandes refrendado de la diferencia desigual, de la
distancias. Y precisamente por esas dos ca- admiración acrítica por “las maravillas” que

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puede hacer, tecnologías de la mentira, cuan- Cole, Engerström, y Vázquez, 1997).


do se afirma de manera impune, que “más No entraremos en profundidad en este
computadoras es igual a mejor educación”: tema por ahora. Basta con señalar que, de he-
cho, sabemos que toda inteligencia siempre
En un esfuerzo por reducir la brecha tec-
nológica que aún prevalece en las escuelas
es y ha sido colectiva y que, además, siempre
públicas del país, diferentes organizaciones está distribuida en los objetos que manipu-
públicas y privadas patrocinaron “Redon- lamos, en las interacciones lingüísticas que
deo 2005. Más computadoras, mejor educa- generamos y en las relaciones sociales que
ción”, para recaudar y aportar 80 millones diestramente mantenemos.
de pesos que permitirán abrir 300 Aulas de
Medios en toda la República (SEP, 2005).
Desde luego, no hay posibilidad de gene-
rar inteligencia distribuida sin individuos o
elementos inteligentes que no sólo sean ca-
paces de generar respuestas adecuadas a los
Desarrollar cibercultur@
problemas prácticos y concretos con los que
fomenta un movimiento se enfrentan, sino que, además, sean capaces
de reestructuración de generar nuevas preguntas, mejor plante-
de memorias en adas, que requieren mejores búsquedas de
proceso y contra la am- soluciones de conocimiento. Para ello, son
nesia globalizante absolutamente vitales los desarrollos de sis-
y globalizadora temas de información y sistemas de comuni-
cación adecuados al problema.
Sin ellos, simplemente no hay conocimien-
to. Sin conocimiento, la información es estéril
Pero, a diferencia de asumir que estamos o se vuelve ruido o pura erudición. Sin infor-
del lado equivocado de la “Brecha Digital” mación, el conocimiento especula y declara,
(o “tecnológica”, que, desde luego, no son lo pero no construye. Sin comunicación, el cono-
mismo, pero lo usan como si fuera igual), cimiento se vuelve autista, autocomplaciente y
también pueden ser usadas para potenciar el desconectado de los otros y de sus experiencias.
conocimiento de la sociedad sobre sí misma. Y estas tres dimensiones son centrales
Toda tecnología de información y comu- para desarrollar procesos acrecentados de
nicación es también una tecnología de cono- reflexividad.
cimiento. Así, en la medida en que podemos
potenciar el cultivo de las tres culturas/cultivo Conclusión: Cibercultur@ y Comunida-
que componen a la cibercultur@ mediante el des Emergentes de Conocimiento (CEC)
desarrollo de sistemas de información, siste-
mas de conocimiento y sistemas de comuni- Llegamos hasta aquí, con este diálogo que
cación, se potencian igualmente procesos de pretendíamos al inicio, a establecer algunos
inteligencia distribuida, en los que la forma parentescos entre la sociocibernética y la Ci-
de organización que se precisa permite privi- bercultur@. Aunque, más bien, el giro del texto
legiar una actitud de colaboración más que de condujo hacia un intento de explicitación de
competencia, donde lo importante es el pro- lo que contiene el neologismo cibercultur@.
ceso de generación del nosotros organizados En realidad, si tiene un sentido preciso,
para resolver problemas concretos cuya solu- es, como dijimos antes, doble: científico y
ción tiene sentido y relevancia colectivos. político. La zona de complejos cognosciti-
De este modo, se facilitan diversos pro- vos que nuestra propuesta abre no es nueva
cesos de generación de inteligencia colectiva y ni original. No inventamos el hilo negro.
distribuida (Salomón, 1997; Werstch, 2001; Sin embargo, la ocupación de las cuestiones

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que delimita el cruce la tecnología y la so- política de Estado sobre estos menesteres,
ciedad, más estrechamente delimitadas por que no tenemos y que necesitamos. Hemos
el vector tecnológico y las ecologías simbólicas señalado también que es precisamente la
en este iniciante siglo XXI y para esta gran gestión del cono- cimiento, el desarrollo y
porción degradada y desactivada del mun- el cultivo de una cultura de conocimiento
do social, es y seguirá siendo un territorio la que puede abrir las puertas de una nue-
ignoto mientras no le demos visibilidad va actitud y una diferente formación fren-
científica. Por ello, el trabajo sobre las fuen- te a la información, la comunicación y las
tes teóricas de nuestra conceptualización tecnologías más modernas. Y eso porque
del complejo por conocer sigue siendo im- precisamente el desarrollo comunitario de
prescindible. Tanto como la puesta a prue- cibercultur@, desde abajo, primero hacia
ba de los conceptos, las categorías y las es- los lados (lajan, lajan ay´tik) y luego hacia
trategias para volver observable desde una arriba, tiene y puede tener una triple con-
zona de preguntas pertinentes y plausibles, secuencia fundamental para lograr ese em-
procesos sociales cruciales para la definici- poderamiento de la sociedad, de los ciuda-
ón del sentido de nuevas identidades, de las danos, de la gente. Es posible la creación de
políticas públicas, de los flujos de personas un “nosotros” más amplio, más ancho, más
e informaciones e imágenes de esta era de incluyente, y se requiere metabolizar de
globalización forzada. modos creativos y diferentes el manejo del
Sabemos que, sin visibilidad conceptual y tiempo y de las comunidades en el mismo.
científica, no habrá manera de que este pro- Eso es precisamente el objeto de una Comu-
ceso, que no es (aunque lo pareciera) una en- nidad Emergente de Conocimiento Glocal.
telequia intelectual de moda, adquiera pro- Componente dentro de una red de nodos
gresivamente visibilidad política. Visibilidad activados en cibercultur@ que, con alta co-
política que tiene que ser construida en todas nectividad con otros similares, opera como
las escalas: desde lo familiar y amical de las nodo/semilla dentro de un territorio y en la
redes ideológicas de convivencia, pasando búsqueda de construirse información sus-
por los barrios, las comunidades, los pue- tantiva y significativa para la comunidad en
blos, las regiones, los países, los continentes y general. El proceso de empoderamiento de
el mundo mundial. toda CEC se inicia cuando se construyen las
No es muy difícil desmontar política- condiciones para reelaborar el tiempo so-
mente las carencias y errores de las políticas cial y los papeles dentro de ese tiempo que
públicas sobre la sociedad de la información la comunidad emergente confronta.
y del conocimiento. 1) Re-Inventar el pasado, porque en una so-
Hemos visto que nociones ideológicas ciedad, o mejor, en una parte del mun-
de uso periodístico – tales como “las nuevas do donde siempre nos han contado los
tecnologías de información y comunicaci- cuentos (y las cuentas) desde afuera, sólo
ón”, las famosas “NTIC’s”, la inefable “brecha recordamos lo que nos han dicho que
digital”, la espuria relación que nos macha- debe ser recordado. Seguimos siendo una
can constantemente para decirnos que “más población que, como otras muchas “per-
computadoras es igual a mejor educación” – dedoras” en todo el mundo, celebramos y
no se sostienen en un análisis y una práctica conmemoramos las derrotas. Desarrollar
que pretenda cierto rigor. cibercultur@ fomenta un movimiento de
En buena medida, la propuesta de desar- reestructuración de memorias en proce-
rollar cibercultur@ implica conocer para fa- so, que son el mejor antídoto contra la
cilitar mejores procesos de empoderamien- amnesia globalizante y globalizadora.
to colectivo que se puedan orientar hacia un 2) Re-Narrar nuestro presente, porque, al
desarrollo sustentable y sostenido por una definir escenarios de acción y al adquirir

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conciencia de las coyunturas en las que miento y por establecer una dinámica de
la acción se encuadra, nos pertrechamos reflexión y participación.6 Se le reconoce al
contra la irreflexividad ciega de pasarla español Francisco Parra-Luna el empeño en
para irla pasando como se pueda, por- la conformación de esta poco convencional
que las cosas son como son y ya. El co- rama de la sociología contemporánea, y, a
nocimiento de “cómo son las cosas” es el partir de su iniciativa, el papel que hemos
pivote de desactivación de la maldición jugado en el Comité RC-51 los hispanopar-
de fatalidad en la que normalmente nos lantes ha ido poco a poco creciendo, desde
educamos sobre el mundo social y su el mantenimiento del sitio oficial del comité
circunstancia en Zaragoza, la organización de las confe-
3) Re-Diseñar el futuro, porque, al abrir e rencias y la participación creciente. El diá-
imaginar colectivamente otros mundos logo se ha abierto, y poco a poco se abren
también posibles, comenzamos a cons- nuevas perspectivas.
truir horizontes que atentan contra la La investigación y desarrollo de cibercul-
cancelación cotidiana (pero ancestral) tur@ es una de las aportaciones que desde el
de la esperanza de una mejor calidad de mundo de habla española converge para dia-
vida, de un menor deterioro ambiental, logar con la sociocibernética con pleno res-
de salir de postraciones injustas y en- cate de dos pensamientos. Uno directamente
tuertos no solo perfectibles, sino trans- del espíritu de Antonio Machado, andaluz,
formables y prescindibles. Así pues, este español y, para nosotros, también iberoame-
deambulaje por la noción de cibercul- ricano: “para dialogar, preguntad primero,
tur@ y su relación con la sociocibernéti- después, escuchad”.
ca tal y como se ha venido desarrollando Justo en la misma dirección que nos pro-
en el mundo se parece a un bucle que ponen las comunidades zapatistas del Sures-
“cierra” abriéndose: la sociocibernética te mexicano que, cansadas de ser ignoradas
aspira a comprender y generar mejores y explotadas durante siglos, saben que sólo
interpretaciones de la complejísima situ- preguntando, andamos.
ación de las sociedades contemporáne- Este es precisamente el sentido del desar-
as con el auxilio de una potente teoría rollo de cibercultur@.
general de sistemas, la cibernética de se- Queremos dialogar para aprender a sentir
gundo orden, las ciencias cognitivas y la hondo, muy hondo, y a pensar alto, muy alto.
investigación de operaciones. El estado actual de las cosas de este mun-
Esta sociocibernética que se origina y se do no exige menos.
visibiliza dentro del llama- do primer mun- (artigo recebido out.2011/aprovado out.2011)
do, al interior de la zona central del sistema
mundial y que en los países “en vías de de-
sarrollo” o de plano periféricos y semiperifé- 6
La primera reunión oficial como Comité RC-51 de ese grupo
ricos, con tantas carencias y retrasos históri- de académicos, profesionistas, consultores y algunos sociólogos
ocupados en la sociocibernética, con mayoría de participantes de
cos, no parecería más que otra moda más de países e instituciones del centro del sistema-mundo, especialmen-
una minoría intelectual. te Europa y Norteamérica (España, Holanda, Alemania, Gran
Bretaña, Francia, Estados Unidos, Canadá, Japón, Italia y algunos
Sin embargo, como hemos visto, la so- del antiguo bloque comunista como Rusia, Hungría, Eslovaquia,
ciocibernética fue aceptada – no sin com- Rumania, etc.) con una mínima presencia de países latinoame-
plicaciones ni desconfianzas en el campo de ricanos, asiáticos y africanos, se llevó a cabo en Kolimbori, Gre-
cia (1999). La segunda se realizó en Panticosa, España (2000), la
la sociología – con el estatuto de Comité de tercera en León, México (2001), la cuarta en Brisbane, Australia
Investigación dentro de la International So- (2002), la quinta en Corfu, Grecia (2003), la sexta en Lisboa, Por-
tugal (2004), la séptima en Maribor, Eslovaquia (2005), la octava
ciological Association hasta 1998, después en Durban, Sudáfrica (2006), la novena en Murcia, España (2007)
de casi 20 años de luchar por su reconoci- y la dé- cima en Ciudad de México, México (2008).

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