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Cibercultur@ y sociocibernética:
ideas para una reflexión conjunta en paralelo
Resumen: Con dos palabras que a los hispano-parlantes nos Cibernética: efecto del cruce de un
parecen, por decir lo menos, extrañas, en este breve texto nos diálogo interdisciplinario
proponemos abrir una serie de líneas de reflexión sobre dos
perspectivas que poco a poco se consolidan en la interpreta-
ción multidimensional de algunos procesos sociales emergen- Sabemos que, en la Grecia antigua, el Ky-
tes. Por un lado, “cibercultura” y, por otro, “sociocibernética”.
Ambas comparten al menos el prefijo “ciber” y están ambas
bernetes era el timonel, aquel que podía diri-
llamadas a desempeñar un papel importante en el desarrollo gir un navío. Esa habilidad implica una cons-
del conocimiento de la vida social en el siglo XXI. tante capacidad de ajuste del timón respecto
Palabras clave: cibercultura, procesos sociales, sociocibernéti-
ca, vida social, siglo XXI. a las corrientes y el viento para poder llegar
a donde se dirige. Esta palabra también, por
Cibercultur@ e sócio-cibernética: idéias para uma refle-
xão conjunta em paralelo extensión, se usaba desde Platón para quien
Resumo: Com duas palavras que aos falantes de línguas his- sabía gobernar un pueblo.
pánicas parecem estranhas, neste breve texto nos propomos a Sin embargo, debemos sin duda al fecun-
abrir uma série de linhas de pensamento sobre duas perspec-
tivas que pouco a pouco se consolidam na interpretação mul- do diálogo entre el neurofisiólogo mexicano
tidimensional de alguns processos sociais emergentes. Por um Arturo Rosenblueth y el matemático ruso-
lado, “cibercultura” e, por outro, “sócio-cibernética”. Ambas
compartilham, ao menos, o prefixo “ciber” e são convocadas a americano Norbert Wiener la acuñación
desempenhar um papel importante no desenrolar do conheci- científica del término cibernética para de-
mento da vida social no século XXI.
Palavras-chave: cibercultura, processos sociais, sócio-ciberné-
nominar el control y la comunicación en el
tica, vida social, século XXI. animal y la máquina.
Wiener y Rosenblueth se habían conoci-
Cyberculture and social cybernetic: ideas for a parallel
united thinking do durante los años cuarenta en Massachu-
Abstract: With two words that might sound strange to those setts, dentro de un seminario interdiscipli-
who are native speakers of the spanish language, this article
aims to open a series of lines of thought about two perspectives
nario sobre filosofía del método científico
which become more and more important to the interpretation que conducía el mexicano – destacado jo-
of some multidimensional social processes that are rising. On ven promesa de la Universidad de Harvard
one hand, “cyberculture” and on the other “social cybernetic”.
These two words share at least the prefix and are summoned –, y posteriormente continuaron trabajando
to play an important role in the development of social life’s muy de cerca con estancias de trabajo en la
knowledge in the 21st century.
Keywords: cyberculture, social processes, social cybernetic, so-
Ciudad de México, donde Wiener concibió,
cial life, 21st century. discutió y redactó su ahora clásica y seminal
obra Cybernetics: or control and communica- los problemas, que unos años más adelante
tion in the animal and the machine (1948), desembocaría en la construcción de las pri-
obra de hecho dedicada a Arturo Rosenblue- meras computadoras (Geyer, 2000) y en una
th (Quintanilla, 2002:314). Así, tenemos a serie de desarrollos altamente estimulantes
un matemático y un neurofisiólogo conver- en el pensamiento científico contemporáneo.
sando de información y comunicación en un Por estas y otras razones, algunos au-
pequeño laboratorio experimental y en un tores han considerado a la cibernética, no
país del tercer mundo. sólo como una nueva disciplina, sino como
un nuevo paradigma del conocimiento (Ro-
senblueth, Wiener and Bigelow, 1943:18-24;
Rizo, 2004).
La noción restringida
El problema de la teoría y el análisis de
e instrumentalista la información y la comunicación entre ani-
del concepto de poder males y máquinas da inicio a lo que llaman
ha sido severamente “pensamiento cibernético”, y, debido al énfa-
criticada por su falta sis que pone en las relaciones más que en los
de visión relacional elementos del proceso, muy pronto la recién
bautizada cibernética comenzó a dialogar y a
fertilizarse mutuamente con la teoría general
de sistemas (Bertalanffy, 1979:143).
Hijas todas ellas de los tiempos de la pos-
Quizás lo más importante de esa relación guerra, la cibernética, la teoría de sistemas,
haya sido que cada uno hacía al otro pregun- la teoría de la información (Singh, 1979)
tas que dentro de su propia disciplina difícil- y la teoría de la comunicación (Bateson,
mente podría haberse planteado. Esta es una 1977:23-44), estas nacientes perspectivas se
condición fundamental de la construcción dieron a la tarea de explorar zonas y espacios
de una mirada que se proponga como “in- que otras disciplinas de la ciencia “normal”
terdisciplinaria”. o “paradigmática” habían dejado sin mucha
atención o no tenían herramientas para otra
El radio de nuestras investigaciones conti-
nuaba ampliándose, y al hacerlo, científicos
cosa. Wiener mismo, al escribir sobre la fun-
de diversos campos se unieron al grupo. dación dialógica de la cibernética, nos expre-
Entre ellos se encontraban los matemáticos sa la pauta de esta construcción a todo título
John Von Newmann del Instituto de Estu- interdisciplinaria:
dios Superiores (Princeton) y Walter Pitts
(MIT), los fisiólogos Warren Mc Culloch El doctor Rosenblueth siempre ha insisti-
(Pennsylvania) y Lorente de Nó (Institu- do en que la adecuada exploración de es-
to Rockefeller), el psicólogo Kurt Lewin tos espacios dejados en blanco en el mapa
(MIT), los antropólogos Gregory Bateson de la ciencia sólo podría ser realizada por
y Margaret Mead, el economista Oskar un equipo de científicos especialistas que
Morgenstern (Princeton) y otros investiga- poseyeran un sólido conocimiento de la
dores en psicología, sociología, ingeniería, especialidad de los restantes colaboradores
anatomía, neurofisiología, física, etcétera (Wiener, 1976:49).
(Wiener, 1976:49).
Sin embargo, estimuladas por sus poten-
Así, de un diálogo multidisciplinario ciales aplicaciones militares y por una serie
disciplinario entre la neurofisiología expe- de lecturas e intereses diversos, estas nacien-
rimental, la teoría de la comunicación y el tes disciplinas de frontera estuvieron carga-
pensamiento matemático, surge una forma das de un significado que las ligó al control
de pensar y operar interdisciplinaria frente a humano y a la dominación social, y así fue-
ron colocadas políticamente como el alter no por su falta de visión relacional (Baechler,
ego de otras tradiciones que se consideraban 1978). Asimismo, ambas, la versión weberia-
a sí mismas “más críticas” y de ruptura mi- na y la instrumentalista, fallan por su inefica-
litante con el orden establecido. En efecto, cia para explicar el complejo sociohistórico
visto el potencial de control y la promesa de de las relaciones sociales objetivas que en-
“superar” a la mente humana en su capaci- marcan toda estrategia de poder (Giménez,
dad para resolver graves problemas, enormes 1981:12-33).
cantidades de dinero e intereses militares y Sin embargo, la cibernética ha tenido – y
científicos fueron invertidos en un creci- sigue teniendo – desarrollos e influencia sig-
miento casi exponencial de algunos de sus nificativa en muchas áreas, y, desde luego, en
desarrollos derivados, particularmente los de la industria mundial de la computación, por
la llamada Inteligencia Artificial fuerte (IA), lo que comúnmente se asoció el significado
la robótica y los sistemas expertos. De cum- de cyber a estas máquinas y dispositivos re-
plirse, la promesa era fuerte: los gobiernos lacionados y sólo más recientemente a In-
podrían “gobernar” mejor y más “científica- ternet y a todas las interacciones y procesos
mente” a sus pueblos, los obreros tendrían del ciberespacio (Whittle, 1996:5-45) en los
menos accidentes (y menos huelgas), la pro- vericuetos e intersticios virtuales de la red
ductividad se incrementaría y así diciendo. mundial de computadoras y otros dispositi-
El argumento central de la IA fuerte plantea vos interconectados.
que, si generamos el algoritmo adecuado Su influencia en el pensamiento contem-
(software), podemos hacer que las máquinas poráneo es indudable, como en otros textos
sientan, piensen y actúen como nosotros, e de este volumen se muestra.
incluso mejor y, a la larga, más barato. Esta Más adelante intentaremos documentar
posición “fuerte” de la IA ha generado deba- un matiz importante al sentido del prefijo
tes, especialmente éticos y filosóficos, pero “ciber”, no necesariamente ligado al mundo
también son postulados que en buena medi- de la computación o la red Internet.
da descansan en amplias zonas de ignoran-
cia contemporánea de la propia física sobre De la cibernética a la sociocibernética
lo que es la conciencia y la mente humanas
(Penrose, 2002:33-47). Más o menos 30 años después de la fun-
Por si eso fuera poco, múltiples lecturas, dación de la primera cibernética, Heinz Von
usos y diversas aplicaciones dentro del cam- Foerster (1991) prueba la versatilidad y po-
po dominante que generó en esas décadas el tencia de la cibernética cuando la aplica sobre
conductismo (Smith, 1994) asociaron estas ella misma (cibernética de la cibernética), y
perspectivas con la manipulación y la fanta- con ello fija la atención no tanto en el objeto
robótica (Cirese, 1989:205), con un temido de control o de los sistemas observados, sino
futuro de la humanidad dominado por las en el sujeto que observa los sistemas obser-
máquinas pensantes que la literatura de ficci- vados. Al hacer esto, Von Foerster desplaza el
ón y el cine han difundido desde hace déca- foco de la atención justo sobre los sistemas
das con mucho éxito comercial. observantes. A ello, sabemos, le pone por
Es también una época en que una insu- nombre cibernética de segundo orden, que in-
ficiente teorización sobre el fenómeno del cluye algunas diferencias importantes con la
poder no lo podía separar de su aspecto de de primer orden, como el énfasis en procesos
dominación y sometimiento. Esta noción emergentes con mayor grado de incertidum-
restringida e instrumentalista del concepto bre pero organizados en torno a la vida y la
de poder ha sido severamente criticada, ini- supervivencia, la auto-referencia, la autoor-
cialmente desde un punto de vista weberia- ganización, la resiliencia (Geyer, 1995).
En el campo de la sociología, esta nueva ciocibernética una moda que tiene buen mer-
clase de cibernética modificó el foco de interés cado en algunas editoriales académicas y que
también ha sido denunciado con inclemencia
[...] desde el intento de explicar la estruc-
(Sokal, 1996). No entraremos en más detalle
tura y la estabilidad de los sistemas socia-
les hacia el análisis de los procesos que los en esta discusión, pero nos gustaría apuntar
causan y evolucionan hacia mayores gra- que con la difusión y aceptación acrítica de
dos de complejidad, desde el intento de la moda de la pos-modernidad, así como del
lograr homeóstasis de arriba hacia abajo, llamado “fin de los grandes discursos”, se han
a explicar su morfogénesis como resultado ido creando poco a poco una especie de co-
de la interpenetración de procesos de abajo
hacia arriba (Geyer, 1995:4).
fradías de refugio contra la ciencia racional
basadas más en la confusión de conceptos
Con este énfasis, la segunda fundación de traspasados de un dominio delimitado, en
la cibernética y el diálogo que sigue poten- donde tienen sentido y aportan claridad, a
ciando entre los intersticios descuidados de otros dominios sin el menor rigor y muchas
las ciencias y las disciplinas, tiene interesan- veces con el declarado afán de pensar “inter-
tes potencialidades para ayudarnos a com- disciplinariamente”, pero con la mayor “in-
prender y a operar mejor en algunos domi- disciplina” para hacerlo (Cfr. García, 2004:14-
nios del mundo contemporáneo. 15 y Sokal y Bricmont, 1999).
Con la sociocibernética, el sujeto y su Lejos de estas perspectivas especulativas
subjetividad reflexiva, que desde siglos atrás y de moda intelectual, la sociocibernética ha
había prácticamente quedado fuera del pa- comenzado el proceso de ser reconocida den-
radigma dominante en las ciencias, retorna tro de las áreas de la sociología mundial pues,
– como decía Jesús Ibáñez (1991) – con una después de confrontarse con múltiples pre-
mirada más fundada en la biología que en juicios y temerosas animosidades del campo
la ingeniería, más interesada en las formas sociológico, finalmente y luego de años de
flexibles de adaptación inteligente, que en lucha, logra su reconocimiento en 1994, en
el control de los procesos (Holland, 2004). el 13º Congreso Mundial de Sociología en
Pero, en la rígida estructura del campo cien- Bielefeld. En una de sus más claras presenta-
tífico, la aceptación de estas perspectivas no ciones, Felix Geyer la describe como “la apli-
ha sido miel sobre hojuelas. cación y el desarrollo de la cibernética de se-
La misma historia reciente de las ciencias gundo orden a los procesos sociales” (1995).
sociales nos puede documentar la resistencia Su propio movimiento ha llevado a la so-
que durante muchos años las asociaciones ciocibernética a la necesidad de desarrollar
de científicos “tradicionales” – igual que con una perspectiva interdisciplinaria e interna-
la primera – han tenido contra esta segunda cional comparada.
cibernética. En parte como forma de diálogo para
De hecho, los desarrollos de la segunda confrontar ese reto, pasemos a revisar el paso
cibernética y su diálogo con las ciencias so- de la cultura a la cibercultura.
ciales han sido publicados en revistas de ci-
bernética, no de sociología, como bien apun- De la cultura a la cibercultura
ta Geyer (1995).
Esta perspectiva tampoco ha estado exenta Conviene internarnos ahora en el espacio
de charlatanes, versiones light y posmodernas conceptual que delimita lo que entendemos
de quienes, con más entusiasmo que rigor, ve- por cibercultura. En la red de Internet existe
ían y ven en la ciencia un poderoso aparato de una muy grande cantidad de sitios y textos en
control social y tecnológico y han encontrado varios idiomas – con predominancia del in-
en un lenguaje cercano a esta perspectiva so- glés – que caracterizan la cibercultura como
todo aquello que sucede en el ciberespacio o personales y las redes digitales reponen efec-
en el entorno que se crea entre las tecnologías tivamente entre las manos de los individuos
de comunicación e información y la comuni- los principales medios de la actividad econó-
cación mediada por computadoras (Galindo mica” (1998:7), pero vamos por partes.
y Arvizu, 2004). William Gibson, en su Neuro-
mante, describe en 1984 el ciberespacio como:
Con la sociociberné-
[...] una alucinación consensual expe-
rimentada diariamente por billones de tica, el sujeto retorna
operadores legítimos, en cada nación, por con una mirada más
niños a los que se enseñan conceptos ma- interesada en las
temáticos... Una representación de datos
abstraídos de los bancos de cada compu- formas de adaptación
tadora del sistema humano. Complejidad inteligente, que en el
impensable. Líneas de luz clasificada en el control de los procesos
no-espacio de la mente, racimos y conste-
laciones de datos. Como luces de una ciu-
dad, que se aleja [...] (Gibson, 2001:69-70).
los mensajes por medio de la red, fue intro- Dicho lo anterior, el uso del neologis-
ducido por Tomlinson (1971) para usarse en mo cibercultur@ (con la arroba incluida)
las direcciones de correo electrónico (por el que proponemos para designar una serie
significado en inglés de la preposición “at”, de procesos específicos implica una doble
que en español significa “en”) e indicar que el cualidad complementaria y simultánea: ci-
destinatario no estaba dentro de la red local bercultur@ entendida como un objeto de
estudio y cibercultur@ entendida como un
valor de desarrollo y empoderamiento so-
La especie humana cial (González, 2003).
es la única que para
poder sobrevivir Cibercultur@ como objeto de estudio
necesita construirse
diestramente una En tanto que objeto de conocimiento, el
estudio que propongo de los fenómenos de
naturaleza plena de
cibercultur@ se dirige a describir, analizar
actividad interpretativa y explicar los diversos procesos de relación
entre las ecologías simbólicas de sociedades
determinadas en el tiempo y en el espacio y
el vector tecnológico.
desde la que se enviaba el mensaje. Algunos Con la noción de “ecologías simbólicas”
siglos atrás, en Andalucía, el mismo signo designamos el conjunto total de relaciones
“@” se usó para expresar medidas de carga de sentido que en una sociedad se cons-
o particiones de volúmenes (cuatro arrobas truyen en la historia con un entorno físico,
hacen un quintal), y todavía se sigue usando biológico, psicológico, social y cultural a tra-
en inglés para designar en un recibo el precio vés de la actividad cognitiva y sus dimensio-
unitario de una mercancía (“3 latas de aceite
nes más complejas, como la mente, el discur-
@ 10 pesos cada una”) (Caravantes, 2003).1
so y la actividad modeladora y adaptativa de
Precisamente por su semejanza gráfi-
las identidades y alteridades de los diferentes
ca con una espiral y su extendido uso en el
y variados colectivos sociales. Esta dimensi-
mundo de la red de Internet, utilizamos “@”
ón cognitiva y simbólica sólo se puede lograr
por su semejanza para representar un bu-
dentro de un ecosistema de soportes mate-
cle de retroalimentación positivo (Aracil,
riales de la actividad de representación de la
1983:85-87), un proceso abierto y adaptable
sociedad. Sin ellos, la eficacia de la cultura en
que genera una respuesta emergente que sur-
la construcción de identidades, en la repro-
ge de la densidad de las relaciones del sistema
y no se reduce a la suma de sus componentes ducción de la sociedad, en el establecimiento
(Holland, 2004:27). de las tradiciones, en las vanguardias, es im-
pensable (González, 1995).
El concepto de “ecologías simbólicas” in-
1
En otros idiomas, este signo se nombra de manera analógica,
bien por su parecido a algún animal por alguno de sus rasgos
tenta dar cuenta tanto de las formas sistémi-
distintivos (caracol) o bien por su similitud con objetos (colas, cas (estructuradas y ordenadas) como de las
rollos de canela, mangueras, caracoles, orejas). En español se
dice “arroba”, pero otros idiomas utilizan expresiones mucho
formas enactivas – en proceso de estructura-
más descriptivas que hacen referencia a la espiral final o a su ción (Varela, 1996:28-30) – de la signicidad,
supuesta semejanza con el rabo de algún animal: así, “en Sue- tal y como la ha definido Cirese desde la an-
co se dice ‘alfamanguera’ (alfaslang); en danés, ‘a-con-rama’
(snabela); en holandés, ‘cola-de-mono’ (apestaartje); en fran- tropología cultural italiana (1984:30-31).
cés, ‘caracol’ (scargot); en italiano, ‘caracola’ (chiocciola); en Por la interrelación intensa e insoslayable
noruego, ‘bollo espiral’ (kanel-bolle), etc... En España también
hay quien usa la palabra ‘ensaimada’ que igualmente designa
entre los significados, las normas y el poder
un bollo espiral típico de Mallorca” (Caravantes, 2003). (Giddens, 1976:164), nos interesa estudiar
esta relación compleja, especialmente desde Las ventajas y potencialidades que apor-
la perspectiva de las sociedades y colectivida- ta la forma digital de procesar, empaquetar,
des que han sido desplazadas y excluidas en enviar, recibir y acumular la información se
el espacio social en cualquiera de sus escalas ven incrementadas por la comunicación ins-
de fenómenos, y ello significa que han sido tantánea a través de redes de computadoras
(o están siendo) explotadas en lo económico, que con el acceso al conocimiento y práctica
dominadas en lo político y dirigidas en lo cul- que requieren necesariamente para su ope-
tural. Excluidas desde la noche de los tiempos ración funcional permiten coordinar, dirigir
de los beneficios de la globalización, a enor- y orientar con toda destreza la dirección y
mes sectores sociales dispersos por todo el sentido de los flujos mencionados. Estos dis-
mundo – en unas áreas más aglomerados que positivos o complejos socio-técnicos confor-
en otras – sólo se les ha globalizado la mise- man parte crucial de los resortes tecnológi-
ria y la degradación, y se han convertido en cos que generan la aparición y la dispersión
lo que Castells llama “los agujeros negros del global del “cuarto mundo”, del perral, de los
capitalismo informacional” (1999b:188). excluidos y los prescindibles que han sido di-
En la perspectiva que proponemos, des- señados desde arriba del sistema como ter-
cribir, analizar y explicar los procesos socia- minales tontas.
les e históricos de la génesis y desarrollo de Y la distribución socio-espacial de estos ex-
las modulaciones simbólicas de la relación cluidos por efecto del vector tecnológico está
de estas dos dimensiones es crucial para po- mucho más difundida en los propios “om-
bligos” informacionales del sistema mundial,
tenciar cualquier desarrollo científico que,
en las sociedades más avanzadas, que lo que
además de interpretar y teorizar el mundo,
suele reconocerse. No hay tal periferia pura ni
busque la transformación del mismo me-
centro inmaculado de este proceso verdade-
diante el empoderamiento de los sectores so-
ramente global de exclusión social potencia-
ciales más numerosos y deprimidos.
do por la tecnología, que, lejos de ser meros
Con el nombre de “vector tecnológico”
aparatos, implican toda una fuerza constitui-
denominamos todos los procesos y efectos
da con dirección y con efectos constituyentes
socio-históricos de fuerza con dirección que
multidimensionales más allá de la técnica
se han verificado y verifican cotidianamente (Callon, 1987:83-84), muy poco estudiados
en asuntos de adopción, adaptación, impo- en tanto que innovaciones radicales.
sición o rechazo de dispositivos y complejos El vector tecnológico es producto del mo-
tecnológicos entre sociedades con recursos y vimiento de la sociedad mundial y al mis-
posiciones disimétricas y desniveladas en la mo tiempo configura y ayuda a producir los
estructura desigual del espacio social mun- mundos sociales que progresivamente toca y
dial (González, 2003:15). transforma, y, desde luego, genera resistencias
Nos interesan en particular dos de las múltiples en sentidos diversos, “aberrantes” e
dimensiones más agudas y que verifican un inesperados. Por ello mismo, no se debe to-
crecimiento exponencial de dicho vector, a mar esto como una denuncia de un plan orga-
saber, las llamadas tecnologías digitales (Ter- nizado y conciente de dominación y someti-
ceiro y Matías, 2001:44-49) y los procesos de miento del mundo a los “malos” del “centro”:
comunicación mediada por computadoras, una vez que despegó históricamente, el desar-
debido a la difusión y penetración de capila- rollo tecnológico adquirió sus propias “leyes”,
ridad creciente que se experimenta en todas su propia autonomía e impulso, con costos
las esferas de la vida pública y cotidiana de que no se han pagado y beneficios de los que,
las sociedades con temporáneas. Ambas di- desde luego, nunca – y menos ahora – se ha
mensiones son vitales para el establecimien- gozado de manera equitativa en el mundo
to global de la economía informacional. moderno (Cfr. Merton, en Ellul, 1964:19-22).
Esta primera delimitación de la cibercul- miserables)2 que se desplazan hacia ellas para
tur@ como objeto de estudio comporta va- vivir mejor. Estos centros globales que cap-
rios supuestos y antecedentes. turan progresivamente los flujos de personas
Por un lado, partimos de un complejo cog- y capitales operan también como generado-
noscitivo (García, 1993) caracterizado por la res y difusores masivos de flujos permanen-
desigualdad de la estructura de relaciones del tes y “globales” de información e imágenes
sistema mundial, en el que observamos vastas mediados tecnológicamente y que sirven
y múltiples zonas pluridistribuidas del planeta, como materia prima básica para metabolizar
históricamente colonizadas y depauperadas por y representarse de diversas formas el mundo,
relaciones sociales de explotación, dominación su condición y sus relaciones, quién es cada
y exclusión, que proveen y nutren de energía uno de los actores sociales y de qué forma se
social (capital) a diferentes ciudades/nodos hace visible o invisible en el escenario de la
atractores de enormes e intensos flujos de per- vida pública (Thompson, 1997).
sonas principalmente, pero no sólo, a través de Estos procesos de elaboración discursiva
la migración: “La Organización Internacional y simbólica son indispensables para poder
para la Migración calcula que hay 175 millones narrar los hilos y editar el valor y el significa-
de migrantes hoy en el mundo, es decir, perso- do de los hitos de la memoria social (Maass
nas fuera de su país de nacimiento” (Pickard,
2005:2) – y, desde luego, los consiguientes flujos 2
El aluvión inicial de mano de obra barata, no calificada y con
de capitales financieros (Eade, 1997). escaso “cosmopolitismo” que se ha movido históricamente en
Estas “ciudades/nodo” (ciudades Alpha) los flujos migratorios, por efecto de la globalización forzada
ha ido “enriqueciéndose” con el alarmante desangramiento en
del sistema-mundo, además de ser concen- sus países de origen de profesionistas calificados, pero desem-
tradoras de volúmenes inmensos de capi- pleados o con un gris futuro laboral, como lo documenta la
tales, también concentran crecientemen- migración educada de Ecuador y otros países del sur de Amé-
rica hacia los servicios domésticos en España y en general a la
te a millones de miserables (y otros no tan Comunidad Europea (Pellegrino, 2004:12 y ss.).
nes, avisos, leyes, textos hechos y elaborados Las famosas TICs así concebidas y utili-
siempre por otros, y así diciendo. zadas operan como tecnologías de desconoci-
Muy pocas personas tienen acceso y se pue- miento.
den apropiar de las herramientas básicas para Pero, por las propias contradicciones de
escribir la sociedad, para recrearla e inventarla la historia de estas tecnologías – y muy es-
por la acción transformadora. Debray llama pecialmente el surgimiento de la red de In-
“grafósfera” (1992:226-227) a una estructura ternet (González, 2003) –, también pueden
de relaciones históricas en que se difunde e convertirse en tecnologías de saber horizon-
instaura una forma de distribución social del tal y distribuido a condición de que aprenda-
acceso a los soportes materiales y a las disposi- mos a usarlas como plataformas generativas
ciones cognitivas básicas que se requieren para de conocimiento.
utilizar la tecnología de la lecto-escritura. El cultivo de los saberes básicos y las ha-
La cuestión no sólo es el tener acceso a bilidades mínimas de la tríada formada por
una parte de esos soportes y disposiciones, las culturas de información, comunicación
sino lograr que la relación con la tecnología y conocimiento colabora creciente y progre-
se realice de manera activa, no sólo como un sivamente con la construcción de mayores
auxiliar, sino como una plataforma genera- grados de autodeterminación como indivi-
tiva de conocimiento (González, 1998:160). duos, como colectivos y como especie, pues
Esa estructura implica el establecimiento, desarrolla un modo de relación menos de-
el mantenimiento y una producción selecti- pendiente y menos delegado de las personas
va de un número muy limitado de escritores y los grupos con su entorno global, material,
(codificadores, elaboradores profesionales), social y, especialmente, simbólico.
es decir, de quienes pueden poner en operaci- Ese es el objetivo de cultivar a la cibercul-
ón las potencialidades de esta tecnología para tur@ como un valor de desarrollo.
metabolizar las experiencias de la vida y del Para el logro de este objetivo se requiere
mundo. Complementariamente, la formación de una formación estimulante y permanen-
de esa elite iniciada “gramaticalmente” implica te, compartida y colectiva para poder rever-
la construcción de un vasto número de lec- tir una tendencia que se vive como “natural”,
tores, que están estructuralmente diseñados, individualista, competitiva, aislante, des-
desactivados (desplazados) tecnológicamente memoriada y pragmática, que en las socie-
para no saber usar esa tecnología más allá de dades periféricas (y también en los centros
lo meramente instrumental y, en especial, para neurálgicos del sistema mundo) tienden pre-
entender las reglas y las órdenes de los grupos dominantemente a generar la relación con
dirigentes y dominantes de las sociedades. las TICs, que, como buenas tecnologías de
Podemos extrapolar el sentido de esa gra- desconocimiento, nos llegaron de quién sabe
fósfera, que comenzó con la difusión de la dónde y nadie sabe bien qué están haciendo
imprenta en el siglo XV, a la situación que acá, pero son difundidas como modernas,
opera entre la sociedad y las Tecnologías de importantes, imprescindibles a pesar de no-
Información y Comunicación (TICs) más sotros mismos: el vector tecnológico.
avanzadas del siglo XXI: mientras más trans- Desde los años sesentas, con la “Alian-
parentes son los usuarios, menos tienen que za para el Progreso” que los Estados Uni-
ocuparse de pensar y crecer en desarrollar las dos propusieron para “desarrollar” todo el
habilidades que les permitan percibir, enten- continente latinoamericano, la llamada di-
der y, en su momento, revertir la fuerza del fusión de las innovaciones (Rogers y Sho-
vector tecnológico para potenciar estrategias emaker, 1974) se constituyó en la más im-
de empoderamiento desde sus propias eco- portante y estratégica arista del estudio de
logías simbólicas. las comunicaciones.
La meta era clara: “modernizar” a los Por no ser como debieran ser, los campe-
campesinos desde arriba, convertirlos en sinos pobres (es decir, la inmensa mayoría
consumidores activos dentro de un esquema de los habitantes de América Latina), des-
vertical, autoritario y marcadamente etno- pués de estudios intensivos en muchas par-
centrista (Servaes, 2000). A continuación, tes del mundo, fueron caracterizados como
presentamos un cuadro comparativo que irracionales: gastan mucho en muchas fies-
se usó como marco teórico para “moderni- tas, no ahorran, no viajan, no salen, depen-
zar” a los campesinos y, en general, a todos den de sus familias extensas, se reproducen
los “tradicionales” pobres del mundo. Una excesivamente, no usan tractores, trabajan
simple lectura nada mal intencionada pue- la tierra para comer en lugar de para vender
de mostrar lo que decimos: el vector tecno- cultivos, no hierven el agua, no se vacunan
lógico se impone desde fuera y no sólo se y así diciendo.
compone de aparatos o dispositivos, sino de Con más estudios en más partes (Rogers
actitudes consideradas como las que generan y Svenning, 1973) cabalgando en una actitud
progreso y pueden llegar a desarrollar a los soberbia y manipulatoria (fuera naive o bien
países pobres, en vías de desarrollo o del ter- cínica), esta perspectiva hacía pasar como des-
cer mundo, como se les denominaba en dife- cripciones y teorizaciones de alcance medio lo
rentes épocas. que en realidad eran prescripciones e ideolo-
gías colonizadoras. Los campesinos descritos migración hacia el norte. Pero, más aún, Gar-
por Rogers no, eran desde luego, irracionales, cía (1993) nos muestra cómo las poblaciones
sino que tenían otro tipo de racionalidad que aisladas que lograron mantenerse en su “irra-
no era precisamente la que se quería imponer cionalidad” tenían mejores niveles de nutrici-
como la única y verdaderamente racional. Las ón que los “modernizados” a contrapelo. Lo
consecuencias de la docilidad de la mayoría irracional resultó más sustentable, o menos
de los gobiernos de América Latina al adoptar malo, para los campesinos, a la larga.
esta perspectiva “desde el exterior” fueron, y Fuera de las cuestiones de dominación e
siguen siendo, desastrosas. imposición ideológico-política de estas tradi-
ciones, las argumentaciones y generalizaciones
empíricas que elabora detalladamente Rogers
La centralización con aspiraciones y reconocimiento científico,
estatal ejercida por así como muchos otros de los impulsores de
este tipo de desarrollo desde afuera y desde ar-
las sociedades del riba con que se impone la eficacia del vector
socialismo es la tecnológico, dentro de toda su posible “buena
forma más simplista voluntad” para ayudar a los pobres, se que-
y más burda de la dan mayoritariamente en calidad de pseudo-
coordinación social hechos, pues sus observables dependen en su
construcción de un contexto ideológico pre-
interpretado que no les es conciente y que, ba-
sado igualmente en pseudo-preguntas, resulta
Rolando García, en un muy importante ser científicamente falso y, en el mejor de los
estudio de los sistemas alimentarios y la so- casos, inverificable (García, 1981:8).
ciedad en el Bajío mexicano (Guanajuato,
Jalisco, Michoacán), muestra empíricamente Cibercultur@ como valor de desarrollo
cómo con la adopción de los cultivos comer-
ciales (es decir, con la “modernización”) tales Con estas distancias respecto a ciertos
como el sorgo, con lo que se prepara alimento usos históricos del término desarrollo, pase-
industrial para puercos, en detrimento de la mos revista más de cerca a lo que significa la
producción de cultivos de subsistencia (maíz, cibercultur@ como valor de desarrollo. Ro-
frijol, chile), generó una serie de consecuen- bert Fossaert ha construido el concepto de
cias casi irreversibles en la calidad de vida lógicas de valor y, en especial, yendo más allá
de esas poblaciones campesinas: el sorgo, de los propios límites de Marx, la teorización
para producirse “racionalmente”, requiere de sobre la lógica del valor de desarrollo (Fossa-
grandes cantidades de agua, que fue garan- ert, 1977:205-266).
tizada mediante la perforación indiscrimina- La lógica del valor de desarrollo hace po-
da de pozos profundos en toda la zona; con sible asignar a la producción valores social-
ello, en unas décadas, los mantos freáticos mente deliberados, e implica la generación
que se encontraban a principios de los años de otras formas de control de ese desarrollo
cincuenta a menos de diez metros bajaron socialmente orientado: “Tal control no se
a cerca de trescientos metros. Al descender pude analizar sólo en términos de propiedad,
tanto ese nivel, el agua de lluvia no alcanzaba mezcla necesariamente la propiedad con el
a remojar la tierra y, especialmente para los poder [...] cuando los medios de desarrollo
“irracionales” campesinos de supervivencia, son socializados y cuando una coordinación
eso se convirtió en la ruina de los cultivos social rige su empleo” (Ibídem).
de temporal. Sin poder subsistir con la tier- Es aquí donde retoma su sentido más li-
ra, se incrementó el proceso de abandono y teral el vocablo kyber, entendido como la
ción detallada en tres procesos, tres momen- de las respuestas en un ahorro de energía or-
tos que pautan permanentemente como es- ganizadora al estar predefinida la interacción
tructuras sociales objetivas estos procesos y entre iguales que no saben qué hacer con las
que, al volverse visibles, pueden ser colectiva diferencias. Lo diferente amenaza, confronta,
y dialógicamente adaptadas y redirigidas, en no es codificable y, por tanto, debe ser silen-
función de los objetivos e intereses de los co- ciado y sometido.
municantes que forman una comunidad.
Si entendemos mejor a la comunicaci-
ón como un proceso adaptativo median-
te el cuál coordinamos con otros, acciones
Desarrollar cultura
asociables a términos semánticos dentro de
un dominio lingüístico (Maturana y Varela, de información
1990:178) podemos recolocar la discusión implica un proceso
sobre la comunicación humana como “una de descolonización
deriva cultural, en la que – como en la de- de la mente
riva filogenética de los seres vivos – no hay
un diseño, sino una armazón ad hoc que se
va constituyendo con lo que dispone en cada
momento” (Maturana y Varela, 1990:180).
Volver observable, dentro de las limitacio- El llamado Complejo de Procusto (Volko-
nes propias de cada contexto y de los partici- ff, 1984), en toda su violencia e ignorancia
pantes, las formas de esa “armazón” y los “ele- estructural3, nos pauta la percepción de la
mentos” que se tienen a la mano para poder vida y del mundo social y, con ello, nos apro-
coordinar acciones sólo se puede realizar me- xima al silencio y a la muerte, es decir, al cese
diante el ejercicio de la reflexividad, es decir, de todas las diferencias que componen la
cuando los que miran pueden mirar, no sólo vida. “Suscitar” significa promover, levantar,
aquello que miran, sino su mirada mirando lo causar, crear las condiciones para que surjan
que miran. Y esto sólo se puede hacer conver- las diferencias, dado que por efecto de la pro-
sando y actuando sobre las formas sociales que pia inercia de la convivencia social, nuestra
usamos (¿o nos usan?) para comunicarnos. sensibilidad a ellas es lerda.
Para conseguir esa forma deliberadamente Desarrollar una cultura de comunicaci-
más compleja de organización, la interacci- ón pasa necesariamente por este proceso de
ón debe ocuparse en desarrollar, mantener y desaprender a no mirar ni tomar en cuenta
mejorar permanentemente tres procesos in- las diferencias y a los diferentes, y, simultá-
terrelacionados de re-organización colectiva neamente, re-aprender, no a “tolerarlas” si
para desarrollar una cultura de comunicación no hay más remedio – lo que significa indi-
horizontal. Y debe ocuparse, porque en la vida ferencia –, sino a entender que la diferencia
cotidiana, por efecto de la Doxa (Luft, 1998), es el componente más importante para cons-
no nos damos cuenta de que no nos damos truirnos y adaptarnos a las condiciones cam-
cuenta, y la falta de reflexividad nos constriñe biantes del entorno.
en una relación empobrecida y estereotipada Una vez que se toma la tarea colectiva de
de comunicación (Wacquant, 2004). suscitar las diferencias, arranca otro proceso
igualmente permanente que está en la com-
Organizarse para suscitar las diferencias
3
“Procusto o Procrusto, bandido del Ática que, no contento con
despojar a sus viajeros, les hacía tenderse sobre una cama de
Las formas “normales” de la vida colectiva hierro, les cortaba los pies cuando superaban su longitud o les
dentro de una sociedad del control tienden a hacía estirar por medio de cuerdas cuando no la alcanzaban”
privilegiar la uniformidad de las conductas y (Pequeño Larrouse Ilustrado).
la cultura y la lengua tojolabal del sureste de con los recursos materiales que generan formas
México (1999), nos ofrece un acercamiento sustentables de cuidado de la biodiversidad:
poco común al corazón de estas comunida-
des en las que precisamente la construcción [...] para la cosmovisión indígena, la selva y
el resto de los recursos tropicales son fun-
del nosotros es el núcleo de la vida y la ac-
damentalmente espacios sagrados donde
tividad de todos, y esa forma comunitaria los seres vivos se encuentran dotados no
de estar en el mundo viene enraizada desde sólo de un alma, sino de un comporta-
el mismo lenguaje.4 Según la hipótesis de miento particular: plantas que se enojan,
Lenkersdorf, la lengua tojolabal (y las otras monos que conocen los celos, colibríes
lenguas mayas), a diferencia de las lenguas convertidos en maestros de la galantería,
hormigas solidarias, tucanes glamorosos,
indoeuropeas, posee una estructura ergativa, anacondas temibles (Toledo, 2000:127).
que él rebautiza como intersubjetiva, dado
que las interacciones sintácticas se realizan No es difícil establecer el sentido del res-
entre sujetos y no, como normalmente lo vi- peto entre sujetos vivos que contiene esta
vimos, entre un sujeto y un objeto. cosmovisión, en la que “cada acto de apro-
piación de la naturaleza tiene que ser nego-
Es un hecho que el sufijo “tik”, que se agrega a
pronombres, verbos y sustantivos, representa
ciado con todas las cosas existentes (vivas y
no solamente la palabra más usada en cuanto no-vivas) (Toledo, 2003:78). Ese sufijo es la
principio organizador que se manifiesta en marca indeleble en las conversaciones de una
los niveles social, político, lingüístico, cultural cultura que para sobrevivir y relacionarse con
y otros, sino que señala otra idiosincrasia de la el mundo genera y estimula procesos perma-
lengua y cultura tojolabales. El NOSOTROS nentes de “nosotrificación”, de construcción
indica una particularidad fundamental, dife-
rente de la sociedad dominante. La sociedad
del sentido del nosotros por encima del yo.
se organiza alrededor del NOSOTROS y no Este es el tercer nivel del cultivo de una cul-
del yo (Lenkersdorf, 2004:143). tura de comunicación. No entraremos más en
detalle sobre los trabajos de Lenkersdorf, que,
El sufijo más común en las interacciones por la audacia de su afirmaciones, ha sido se-
lingüísticas en la lengua tojolabal es “tik”, que veramente criticado dentro del campo de la
se puede traducir al español más o menos lingüística; pero, sin ambages, retomamos ple-
como “nosotros”. namente el sentido del sufijo “tik”5 agregado al
La expresión lajan lajan ay`tik (“estamos verbo castellano “generar”, porque nos ayuda a
parejos”), nos dice el autor (1999: 77), remite señalar el objetivo y el programa de desarrollo
directamente al sentido de la formación de una de una cultura de comunicación con sentido
comunidad de iguales a partir del pleno res- cibercultural. Este objetivo sólo se puede con-
peto de sus diferencias. Cabe mencionar que seguir si los elementos del grupo se dan a la
ese “nosotros” incluye a “todos los vivientes y tarea de dialogar y de establecer una forma de
no sólo a los humanos”, pues en muchas de las organización y de cognición más inteligente,
cosmologías mesoamericanas no hay nada que porque está hecha de procesos de escucha aten-
no tenga vida. Sobra subrayar el profundo sen- ta y de soluciones colectivamente diseñadas.
tido ecológico de esta cosmovisión, que varios Recordemos que la forma en que nos or-
autores han documentado como una forma ganizamos para conocer y para comunicarnos
inteligente y de largo plazo para relacionarse se inscribe plenamente en el producto mismo
del conocimiento y de la comunicación.
4
Jurij Lotman y la escuela de Tartu plantean que el lenguaje 5
Agradecemos a Antonio Paoli el descubrimiento de esta
opera como sistema modelante primario, es decir, como ma- concepción del “tik” en una conversación personal, y al pro-
triz de una cultura compuesta por un sistema de reglas que pio Carlos Lenkersdorf por la generosidad de sus posteriores
se actualizan en sus meta-lenguajes derivados que forman los comentarios y aclaraciones en conversación con los miembros
sistemas modelantes secundarios (1979:69-70). del Labcomplex, el 5 de mayo de 2005.
Cibercultur@ y tecnología
El desarrollo de cibercultur@ implica un La gente se siente “desplazada” (y de
ajuste particular sobre la forma corriente hecho lo está) o se siente “menos” (y se lo
en que se ha entendido a la tecnología. An- hacen ver así) cuando toda su relación con
tes que un dispositivo o un aparato, hemos las TICs es transparente y friendly (amiga-
mencionado que la tecnología debe ser en- ble al usuario) y “fácil”. ¿Para qué querría-
tendida como un todo, un vector social. Es mos saber cómo se hacen los algoritmos de
decir, como una fuerza social con dirección un sofisticado programa para hacer textos
y eficacia sociales. Con la tecnología se pue- o llevar la contabilidad de una cuenta de
den hacer “cosas” y hacer que otros hagan co- banco? ¿Para qué necesitaríamos conocer la
sas. Podemos producir más bienes y acortar forma de programar y darle instrucciones a
tiempos de recorridos y de acumulación. Lo las máquinas, si alguien mejor capacitado y
mismo sucede con la información y la co- más profesional que nosotros lo puede ha-
municación tecnológicamente mediada: la cer y mucho mejor?
capacidad de recuperación, procesamien- Y la respuesta es, probablemente, “para
to, tipificación, almacenamiento y salida de nada”. Es inútil. Nunca los alcanzaremos.
información –que es una capacidad funda- Sin embargo, con una formación distinta
mental compartida con muchas especies, respecto a la información, la comunicación y
pero acrecentada en la especie humana – se el conocimiento, es decir, con un desarrollo
potencia enormemente con las tecnologías dialógico y horizontal de cibercultur@, esas
de procesamiento digital modernas. Estas “tecnologías de información y comunicaci-
tecnologías incrementan y facilitan la posi- ón” que en realidad operan como tecnolo-
bilidad de coordinarse efectivamente entre gías de la delegación de poder, del estigma
varias personas simultáneamente y a grandes refrendado de la diferencia desigual, de la
distancias. Y precisamente por esas dos ca- admiración acrítica por “las maravillas” que
que delimita el cruce la tecnología y la so- política de Estado sobre estos menesteres,
ciedad, más estrechamente delimitadas por que no tenemos y que necesitamos. Hemos
el vector tecnológico y las ecologías simbólicas señalado también que es precisamente la
en este iniciante siglo XXI y para esta gran gestión del cono- cimiento, el desarrollo y
porción degradada y desactivada del mun- el cultivo de una cultura de conocimiento
do social, es y seguirá siendo un territorio la que puede abrir las puertas de una nue-
ignoto mientras no le demos visibilidad va actitud y una diferente formación fren-
científica. Por ello, el trabajo sobre las fuen- te a la información, la comunicación y las
tes teóricas de nuestra conceptualización tecnologías más modernas. Y eso porque
del complejo por conocer sigue siendo im- precisamente el desarrollo comunitario de
prescindible. Tanto como la puesta a prue- cibercultur@, desde abajo, primero hacia
ba de los conceptos, las categorías y las es- los lados (lajan, lajan ay´tik) y luego hacia
trategias para volver observable desde una arriba, tiene y puede tener una triple con-
zona de preguntas pertinentes y plausibles, secuencia fundamental para lograr ese em-
procesos sociales cruciales para la definici- poderamiento de la sociedad, de los ciuda-
ón del sentido de nuevas identidades, de las danos, de la gente. Es posible la creación de
políticas públicas, de los flujos de personas un “nosotros” más amplio, más ancho, más
e informaciones e imágenes de esta era de incluyente, y se requiere metabolizar de
globalización forzada. modos creativos y diferentes el manejo del
Sabemos que, sin visibilidad conceptual y tiempo y de las comunidades en el mismo.
científica, no habrá manera de que este pro- Eso es precisamente el objeto de una Comu-
ceso, que no es (aunque lo pareciera) una en- nidad Emergente de Conocimiento Glocal.
telequia intelectual de moda, adquiera pro- Componente dentro de una red de nodos
gresivamente visibilidad política. Visibilidad activados en cibercultur@ que, con alta co-
política que tiene que ser construida en todas nectividad con otros similares, opera como
las escalas: desde lo familiar y amical de las nodo/semilla dentro de un territorio y en la
redes ideológicas de convivencia, pasando búsqueda de construirse información sus-
por los barrios, las comunidades, los pue- tantiva y significativa para la comunidad en
blos, las regiones, los países, los continentes y general. El proceso de empoderamiento de
el mundo mundial. toda CEC se inicia cuando se construyen las
No es muy difícil desmontar política- condiciones para reelaborar el tiempo so-
mente las carencias y errores de las políticas cial y los papeles dentro de ese tiempo que
públicas sobre la sociedad de la información la comunidad emergente confronta.
y del conocimiento. 1) Re-Inventar el pasado, porque en una so-
Hemos visto que nociones ideológicas ciedad, o mejor, en una parte del mun-
de uso periodístico – tales como “las nuevas do donde siempre nos han contado los
tecnologías de información y comunicaci- cuentos (y las cuentas) desde afuera, sólo
ón”, las famosas “NTIC’s”, la inefable “brecha recordamos lo que nos han dicho que
digital”, la espuria relación que nos macha- debe ser recordado. Seguimos siendo una
can constantemente para decirnos que “más población que, como otras muchas “per-
computadoras es igual a mejor educación” – dedoras” en todo el mundo, celebramos y
no se sostienen en un análisis y una práctica conmemoramos las derrotas. Desarrollar
que pretenda cierto rigor. cibercultur@ fomenta un movimiento de
En buena medida, la propuesta de desar- reestructuración de memorias en proce-
rollar cibercultur@ implica conocer para fa- so, que son el mejor antídoto contra la
cilitar mejores procesos de empoderamien- amnesia globalizante y globalizadora.
to colectivo que se puedan orientar hacia un 2) Re-Narrar nuestro presente, porque, al
desarrollo sustentable y sostenido por una definir escenarios de acción y al adquirir
conciencia de las coyunturas en las que miento y por establecer una dinámica de
la acción se encuadra, nos pertrechamos reflexión y participación.6 Se le reconoce al
contra la irreflexividad ciega de pasarla español Francisco Parra-Luna el empeño en
para irla pasando como se pueda, por- la conformación de esta poco convencional
que las cosas son como son y ya. El co- rama de la sociología contemporánea, y, a
nocimiento de “cómo son las cosas” es el partir de su iniciativa, el papel que hemos
pivote de desactivación de la maldición jugado en el Comité RC-51 los hispanopar-
de fatalidad en la que normalmente nos lantes ha ido poco a poco creciendo, desde
educamos sobre el mundo social y su el mantenimiento del sitio oficial del comité
circunstancia en Zaragoza, la organización de las confe-
3) Re-Diseñar el futuro, porque, al abrir e rencias y la participación creciente. El diá-
imaginar colectivamente otros mundos logo se ha abierto, y poco a poco se abren
también posibles, comenzamos a cons- nuevas perspectivas.
truir horizontes que atentan contra la La investigación y desarrollo de cibercul-
cancelación cotidiana (pero ancestral) tur@ es una de las aportaciones que desde el
de la esperanza de una mejor calidad de mundo de habla española converge para dia-
vida, de un menor deterioro ambiental, logar con la sociocibernética con pleno res-
de salir de postraciones injustas y en- cate de dos pensamientos. Uno directamente
tuertos no solo perfectibles, sino trans- del espíritu de Antonio Machado, andaluz,
formables y prescindibles. Así pues, este español y, para nosotros, también iberoame-
deambulaje por la noción de cibercul- ricano: “para dialogar, preguntad primero,
tur@ y su relación con la sociocibernéti- después, escuchad”.
ca tal y como se ha venido desarrollando Justo en la misma dirección que nos pro-
en el mundo se parece a un bucle que ponen las comunidades zapatistas del Sures-
“cierra” abriéndose: la sociocibernética te mexicano que, cansadas de ser ignoradas
aspira a comprender y generar mejores y explotadas durante siglos, saben que sólo
interpretaciones de la complejísima situ- preguntando, andamos.
ación de las sociedades contemporáne- Este es precisamente el sentido del desar-
as con el auxilio de una potente teoría rollo de cibercultur@.
general de sistemas, la cibernética de se- Queremos dialogar para aprender a sentir
gundo orden, las ciencias cognitivas y la hondo, muy hondo, y a pensar alto, muy alto.
investigación de operaciones. El estado actual de las cosas de este mun-
Esta sociocibernética que se origina y se do no exige menos.
visibiliza dentro del llama- do primer mun- (artigo recebido out.2011/aprovado out.2011)
do, al interior de la zona central del sistema
mundial y que en los países “en vías de de-
sarrollo” o de plano periféricos y semiperifé- 6
La primera reunión oficial como Comité RC-51 de ese grupo
ricos, con tantas carencias y retrasos históri- de académicos, profesionistas, consultores y algunos sociólogos
ocupados en la sociocibernética, con mayoría de participantes de
cos, no parecería más que otra moda más de países e instituciones del centro del sistema-mundo, especialmen-
una minoría intelectual. te Europa y Norteamérica (España, Holanda, Alemania, Gran
Bretaña, Francia, Estados Unidos, Canadá, Japón, Italia y algunos
Sin embargo, como hemos visto, la so- del antiguo bloque comunista como Rusia, Hungría, Eslovaquia,
ciocibernética fue aceptada – no sin com- Rumania, etc.) con una mínima presencia de países latinoame-
plicaciones ni desconfianzas en el campo de ricanos, asiáticos y africanos, se llevó a cabo en Kolimbori, Gre-
cia (1999). La segunda se realizó en Panticosa, España (2000), la
la sociología – con el estatuto de Comité de tercera en León, México (2001), la cuarta en Brisbane, Australia
Investigación dentro de la International So- (2002), la quinta en Corfu, Grecia (2003), la sexta en Lisboa, Por-
tugal (2004), la séptima en Maribor, Eslovaquia (2005), la octava
ciological Association hasta 1998, después en Durban, Sudáfrica (2006), la novena en Murcia, España (2007)
de casi 20 años de luchar por su reconoci- y la dé- cima en Ciudad de México, México (2008).
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