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Ensayo Ruiz ANTROpología Rev. 4
Ensayo Ruiz ANTROpología Rev. 4
E
ste ensayo gira en torno a la cosmovisión Tolteca, y específicamente en sus
creencias de los Naguales, o maestros espirituales, o más conocidos en otras
culturas indígenas Amerindias como chamanes, curanderos, Piachi, o
Piaches, como es el caso de la etnia Wayuü. Por motivos de extensión nos remitiremos
a sus modos de concebir la enfermedad, así como la paz interior, que sería el sinónimo
de occidental de bienestar, y salud, ya sea física o mental. La hipótesis que
manejaremos, es, a saber: que la medicina tradicional y prácticas culturales asociadas a
la espiritualidad y cosmovisión indígenas no difieren tanto de las occidentales; solo que
esta última, al menos desde la visión tradicional y positivista de la medicina, les falta lo
que distingue al ser humano, y lo que lo convierte en una persona; su integralidad,
aquella transcendencia o esfera BioPsicoSocial, o para los indígenas ser uno con el
cosmos, con la naturaleza. Ya habiendo enunciado nuestra hipótesis, solo quisiéramos
agregar que a los occidentales, para ser realmente nosotros mismos, tal y como lo
veremos según los Toltecas, tenemos que deshacernos de las mentiras que nos
decimos, deshacernos del daño que nos autoinfingrimos con lo que hacemos tanto con
nuestro cuerpo, como con nuestra mente; para realmente aceptarnos tal cual somos,
aceptar qué o quié(nes) nos hacen daño y alejarnos; y así curarnos, integralmente.
Los toltecas formaron los Naguales, una sociedad de maestros espirituales, que
con la conquista europea, debieron seguir sus sabidurías milenarias en secreto. (Ruiz &
Mills, 2004, y Ruiz, 1998). Miguel Ruiz, que es un médico que supo integrar su
enseñanza occidental de su profesión en medicina –positivista y solo basada en
síntomas físicos y científicamente verificables-, con la enseñanza de su familia que
eran Naguales. Eso, es precisamente la Interculturalidad, pues se está demostrando
científicamente que la gran mayoría de las enfermedades no son solo biológicas, y se
pueden curar mejor, incluso el cáncer, con algo que los occidentales olvidamos, la
conexión con nuestro espíritu, religión, alma, o como quiera llamarse. En otras
palabras, las enfermedades tienen una gran base psicosomática1.
1
El psicosomatismo es un proceso de origen psíquico que tiene influencia en lo somático, en lo
corpóreo
2
Cuando los Wayuü los contamina un espíritu malo, una persona negativa o que nos quiera hacer
daño, nos contamina o ya sea el mismo animal que enferma, estos Wayuü enfermos sufren de fiebre,
diarrea, y decaimiento general que hasta los puede llevar a la muerte; y que raramente puede curar la
medicina occidental.
3
O gente blanca, que no pertenecen a su cultura.
todos los seres humanos domesticados están enfermos. Lo
están porque un parásito controla su mente y su cerebro,
un parásito que se alimenta de las emociones negativas
que provoca el miedo.
Si buscamos la descripción de un parásito, vemos que es
un ser vivo que subsiste a costa de otros seres vivos,
chupa su energía sin dar nada a cambio y daña a su
anfitrión poco a poco (Ruiz, 1998, Pág. 80).
Notamos que la cosmovisión Tolteca no es que difiera tanto de la Wayuü, al menos en
la concepción de la enfermedad. Los Toltecas, creen en una leyenda parecida a la de
Adán y Eva, solo que ellos no la ven tan en blanco y negro, como pecado original, o
mal o bien. “Quien quiera que coma del fruto del árbol del conocimiento sabrá
distinguir entre lo que es correcto y lo que no es, lo que es bello y lo que es feo.
Reunirá ese conocimiento y empezará a juzgar” (Ruiz & Mills, Pág. 21). Para nosotros
ya es Lucifer, Satanás, un vampiro que nos robe la energía, Drácula, o demás entes.
Para los Toltecas, es que sencillamente “un parásito vivía en ese fruto; nos lo comimos
y el parásito entró en nosotros. Ahora vive nuestra vida.” (Ruiz & Mills, 2004, Pág. 21)
En su libro de los cuatro acuerdos, Miguel Ruiz nos dice algo, que además de bello,
sintetiza el estado óptimo –o el querer ser- de las personas sabias y sanas,
integralmente hablando. Son, a saber:
1. Sé Impecable con Tus Palabras: es el acuerdo más importante y también el
más difícil de cumplir. Independientemente de la lengua que hables, tu
intención se pone de manifiesto a través de las palabras. Lo que sueñas, lo que
sientes y lo que realmente eres, lo muestras por medio de las palabras. Las
palabras son la herramienta más poderosa que tienes como ser humano, el
instrumento de la magia. Pero son como una espada de doble filo: pueden crear
el sueño más bello o destruir todo lo que te rodea.
2. No te Tomes Nada Personalmente: Suceda lo que suceda a tu alrededor, no te
lo tomes personalmente. Te lo tomas personalmente porque estás de acuerdo
con cualquier cosa que se diga. Y tan pronto como estás de acuerdo, el veneno
te recorre y te encuentras atrapado en el sueño del Infierno.
4. Haz Siempre Tu Máximo Esfuerzo: Sólo hay un acuerdo más, pero es el que
permite que los otros tres se conviertan en hábitos profundamente arraigados.
El Cuarto Acuerdo se refiere a la realización de los tres primeros: Haz siempre
tu mejor esfuerzo. Bajo cualquier circunstancia, haz siempre tu máximo
esfuerzo, ni más ni menos. Por otro lado, si haces menos de lo que puedes
hacer, te sometes a ti mismo a frustraciones, juicios, culpas y reproches. (Ruiz,
2004)
Miguel Ruiz, en su obra cumbre, al menos para nosotros, nos enseña que si no
disfrutas de tu vida es porque esa voz –la del conocimiento según los Toltecas- no te
permite disfrutar de ella. No es culpa de las personas con mala energía, o tóxicas,
respecto a las relaciones ya sea sentimentales en mayor orden, y de amistades; No, es
de uno mismo en primera instancia. También dice que los niños no mienten; porque
siendo inocentes; todavía no han desarrollado su árbol del conocimiento, y que todos
los seres humanos creen su historia, con su único punto de vista, ¿por qué imponerlo a
los demás? Cerramos con que cada vez que intentemos de ser lo que no somos,
fracasaremos. A modo de conclusión Miguel Ruiz, a quien Mary Carrol Nelson
analiza a profundidad, piensa al respecto a las enseñanzas básicas de Miguel Ruiz, que
por ser “básicas” no significa que no sean sabias o complejas, el:
conocimiento es una limitación, una barrera para la libertad. El
conocimiento es sólo una descripción del sueño. Todo lo que
sabemos es describir lo que soñamos. Y lo que soñamos no es
real. Así que el conocimiento tampoco lo es. Sin embargo, el
conocimiento parece valioso porque lo usamos para comunicar e
intercambiar nuestras ideas y nuestras emociones. El problema es
que, si ponemos todo el conocimiento que hemos acumulado en
nuestro computador personal y basamos en él nuestras acciones,
nos impide trascender, pues intenta convencer a nuestra razón de
que la trascendencia no es posible (Carrol, 2002, Pág. 55).
Carrol Nelson, Mary. (2002) Más Allá Del Temor. Barcelona, España: Ediciones
B.S.A.
Ruiz, Miguel & Mills, Janet (2004) la Voz del Conocimiento. Barcelona, España: Ed.
Urano.
Ruiz, Miguel (2004) los Cuatro Acuerdos. Barcelona, España: Ed. Urano.