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LOS BIENES DE LAS FARC EN LA MIRA

Paz | 6/10/2017 10:15:00 pm

Esta semana quedó claro que con la plata que entreguen las Farc no se podrá financiar su
actividad política, y que deberán entregar hasta el último peso. Ese dinero irá a las
víctimas y excombatientes. La transición a política la financiará el Estado.

¿Cuánta plata tiene las Farc? Los bienes de las Farc en la mira

Como reza el adagio popular, del afán no queda sino el cansancio. Eso parece ser lo que le
ocurrió al gobierno con la maratón de decretos que expidió el presidente horas antes de
que expiraran sus facultades extraordinarias para la implementación del acuerdo de paz
con las Farc. Por lo menos uno de ellos levantó una enorme polvareda. Se trata del Decreto
903 “por el cual se dictan disposiciones sobre la realización de un inventario de los bienes
y activos a disposición de las Farc-ep”. En dicho decreto, que tiene fuerza de ley, se
establece la creación de un fondo fiduciario a donde irán a parar los activos de esa
guerrilla, que irán a la reparación de las víctimas. Pero como el diablo está en los detalles,
la redacción del decreto prendió las alarmas del fiscal general, Néstor Humberto Martínez,
quien advirtió que tal y como quedó expedido, las Farc podrían terminar usando para la
política los recursos obtenidos de manera ilícita durante la guerra. Agregó que eso podía
significar una operación de lavado de activos.

En resumen, esto es lo que dice el decreto: 1) Que antes de que se terminen las zonas
veredales, es decir, el 1 de agosto de este año, las Farc deben entregarle a la ONU un
inventario de sus bienes y activos, y que esta organización se lo hará llegar al gobierno. 2)
Que los bienes que estén incluidos en dicho listado no serán objeto de acción penal. 3) Que
se creará un fondo de patrimonio autónomo con estos bienes para reparar a las víctimas y
para los programas contemplados en el punto 3.2.2 del acuerdo, que trata sobre la
reincorporación económica y social de las Farc. 4) Que este fondo será gobernado por un
consejo fiduciario y el director será nombrado por el gobierno, por sugerencia de la
Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación de la Implementación del Acuerdo de
Paz (CSIVI), en la cual tienen representación tanto el gobierno como las Farc.

El fiscal Martínez llamó la atención de inmediato sobre dos aspectos. El primero es que el
punto 3.2.2 incluye, entre otros, la creación de un centro de pensamiento que apoyará al
partido de las Farc. Para él eso significa que por esa vía los bienes de esa guerrilla, que
fueron adquiridos de manera espúrea, podrían terminar financiando su actividad política,
lo cual además de ilegal, es inaceptable. El segundo es que al ser consultada la CSIVI sobre
la persona que estará al cargo del fondo, se les está dando capacidad de coadministración
a los guerrilleros sobre sus propios bienes.

Jurídicamente el fiscal tiene razón. Aunque la intención del gobierno siempre ha sido que
la plata de la insurgencia se destine a la reparación integral de las víctimas y no a su
actividad política, sin embargo, una jugada hábil de los negociadores de las Farc permitió
ir más allá. Según el acuerdo de paz esa reparación integral se debe hacer “observando los
criterios establecidos en la jurisprudencia de la Corte Constitucional respecto a los
recursos de la guerra”. Hasta ahí el tema había quedado en abstracto. Pero en la
elaboración del decreto-ley esa jurisprudencia cogió cuerpo recurriendo a una sentencia de
la corte a propósito de la Ley de Justicia y Paz de los paramilitares, en la cual los
magistrados dictaminan que, aunque los victimarios tengan la obligación de reparar a las
víctimas, pueden mantener los recursos provenientes de la guerra que les permitan tener
una “vida digna”.

La segunda crítica del fiscal, también razonable, es la posible injerencia de las Farc en la
gobernanza del fondo. Se sabe que todos los decretos y decisiones de implementación
pasan por la CSIVI, conformada por tres altos funcionarios del gobierno y tres miembros
de las Farc. Por el gobierno están Sergio Jaramillo, Rafael Pardo y Juan Fernando Cristo.
Por las Farc están Iván Márquez, Jesús Santrich y Victoria Sandino. El problema de toda
sociedad en que dos partes tienen cada una el 50 por ciento es que una siempre tiene
poder de veto si no se llega a consenso. Por eso ha creado controversia que se le haya
otorgado a la CSIVI la facultad de sugerir nombres para el director del fondo. Esto para el
fiscal debería ser una decisión autónoma del gobierno dado que el fondo está adscrito a la
Presidencia. Como sugerir no equivale al derecho a nombrar, esta objeción no da para
rasgarse las vestiduras, pues el que decide al final a quien se le da la gerencia es el
gobierno.

El camino para corregir las imprecisiones o posibles sesgos de interpretación será un


decreto reglamentario que acote los elementos más controvertidos. Pero quizá lo más
importante es que deberá trazar la ruta para legalizar estos bienes y activos que provienen
del secuestro, el narcotráfico, el despojo y la extorsión. Para hacerlo el gobierno tiene dos
caminos: las donaciones y la extinción de dominio. Quienes poseen esos bienes, que son de
las Farc, podrán entregarlos al fondo, antes del 1 de agosto y así no habrá acción de la
justicia ordinaria en su contra. Los que no sean donados tendrán extinción de dominio de
todos modos.
Ahora, si bien el fiscal puso el dedo en la llaga con las imprecisiones del decreto, también
aprovechó para meterse un pantallazo que ha sido objeto de muchas críticas,
especialmente en un editorial del periódico El Tiempo que afirmaba que “El normal
devenir de las cosas se altera cuando, con importante despliegue, la Fiscalía irrumpe en el
debate público con cifras no definitivas que dan una idea inicial del tamaño de la fortuna
de las Farc”. Y es que Martínez habló de más: dijo que ese grupo tendría “varios billones”
en su haber.

Independientemente del cotilleo político-periodístico, el hecho de fondo es que las Farc


son el primer grupo armado en Colombia que se compromete a entregar sus bienes y que
la Fiscalía ha hecho un gran trabajo para elaborar un inventario de estos con base en
dispositivos incautados en operaciones de la fuerza pública. Ese es un desarrollo muy
positivo para el momento en que haya que cotejar ambas cifras, la de la Fiscalía y la de las
Farc.

Este grupo sabe mejor que nadie que cualquier imprecisión en su inventario será
entendida como un incumplimiento al acuerdo de paz y, en consecuencia, puede abrirles
la puerta de la cárcel e incluso de la extradición. Por lo demás, sería un suicidio que
enterraría su proyecto político antes incluso de que haya nacido.

Por eso, a la larga, el escándalo de esta semana le sirve a todo el mundo. Al fiscal, que
demuestra su independencia. Al gobierno porque le permite precisar los términos del
fondo que se creará. Y a la propia guerrilla que ha sido notificada públicamente sobre la
espada de Damocles que pende sobre su economía de guerra.

https://www.semana.com/nacion/articulo/cuanta-plata-tiene-las-farc/528044

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