Querido estudiante:

Espero que vayas a clase y tengas la ambición de aprender cosas

nuevas y ver de qué se trata este mundo y esta sociedad. Espero que
puedas encontrar algo que estemos estudiando y que te guste. Quiero
que descubras y encuentres el amor por el aprendizaje. Quiero que te
guste aprender tanto como yo. Si no lo haces ¡está bien! Solo espero
que haya algo beneficioso en lo que les voy a enseñar. Aprender no
siempre significa aprender el programa de estudios. Puede ser
aprender de las experiencias de compañeros o aprender más sobre ti
mismo o sobre el mundo que te rodea. Espero poder crear un aula que
te permita tener muchas oportunidades de aprender y crecer.

Espero que cuestiones tus puntos de vista y permita que tus puntos de
vista sean cuestionados. Quiero que sepas que está bien tener tus
opiniones y que otros compañeros también tengan las suyas, para saber
que todos pueden vivir en armonía y ser amigos a pesar de sus puntos
de vista. Espero que puedas diversificar tus amistades y relaciones con
quienes te rodean. Espero que al desafiar tus puntos de vista, puedas
abrir tu perspectiva al mundo. Espero que puedas ver cosas que nunca
antes hayas visto. Al final, quiero que aprendas a mantenerte firme en
lo que crees, pero que también escuches los diversos puntos de vista de
tus compañeros.

Espero que mi salón de clases ayude a promover su forma de aprender

y estudiar, al tiempo que te ofrezca oportunidades para aprender
nuevas formas de aprender y estudiar. Espero que pruebes cosas
nuevas. Siempre estoy encontrando las fortalezas de todos los
estudiantes en la clase. Espero que desarrolles grandes habilidades de
estudio.

Espero que sepas que a lo largo de tu estancia en la escuela, tus

amistades y relaciones van a cambiar a medida que lo haces, ¡y eso te
formará como ser humano! Quizás ya lo hayas experimentado o quizás
lo estés experimentando por primera vez. No importa, espero que sepas
que Dios tiene un plan para todos los que tiene que caminar a tu lado
en tu vida y un plan para todos los que no se quedan. Espero que
crezcas en tus relaciones con tus compañeros pero estén preparados
para ese cambio. Espero que encuentres no solo a tus verdaderos
amigos, sino que reconozcas en cada ser humano, a tu prójimo, a tu
hermano, tal como es el deseo de Dios.

Finalmente, estoy seguro que al término del ciclo escolar seré yo quien
te de las gracias por permitirme conocer el rostro que tienen la
esperanza y el futuro.

ROBERTO MENDOZA HERNÁNDEZ – EQUIPO D