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EXPOSICIÓN DEL LIBRO

La Apología de Sócrates

Descripción breve
Debéis convenir en que me debo defender primero de éstos, pues fue a ellos a quienes oísteis
primero y mucho más que a los otros, cuando me acusaban”. (Platón, 1871)

JOSE LUIS RODRIGUEZ LEON


UNIVERSIDAD CATÓLICA DE COSTA RICA
PENSAMIENTO Y REALIDAD
I- INTRODUCCIÓN

Sócrates, el más sabio de los mortales, deja un indiscutible legado a la historia de la humanidad,
sobre todo de Occidente que se fue configurando a partir de la filosofía helenista, y por sus
grandes aportes al quehacer filosófico.

Un hombre, un sabio, un acusado injustamente, como todos los que, al defender la verdad, sufren
las acusaciones en una sociedad cada vez más injusta y llena de absurdos morales y éticos, donde
confluyen la corrupción vestida de democracia, la religión vestida de hipocresía y la educación de
nuestros jóvenes, adoctrinada y maniatada por los poderosos.

Antes de exponer por el presente trabajo esta obra de Platón, en la cual quiere exponer lo que le
sucedió a Sócrates y como fue condenado a muerte, considero que es necesario conocer la
realidad de este filósofo magnánimo a ser sacrificado tomándose un veneno: la cicuta. Con esta
pequeña introducción pretendo alcanzar una mayor comprensión de la vida de Sócrates,
primeramente, conociendo sus antecedentes biográficos, su estilo de vida, obras y motivaciones,
para que de alguna forma se tenga una mejor comprensión del texto en estudio.

Sócrates

(Atenas, 470 a.C. - id., 399 a.C) Filósofo griego. Pese a que no dejó ninguna obra escrita y son
escasas las ideas que pueden atribuírsele con seguridad, Sócrates es una figura capital del
pensamiento antiguo, hasta el punto de ser llamados presocráticos los filósofos anteriores a él.
Rompiendo con las orientaciones predominantes anteriores, su reflexión se centró en el ser
humano, particularmente en la ética, y sus ideas pasaron a los dos grandes pilares sobre los que se
asienta la historia de la filosofía occidental: Platón, que fue discípulo directo suyo, y Aristóteles,
que lo fue a su vez de Platón.

Pocas cosas se conocen con certeza de la biografía de Sócrates. Fue hijo de una comadrona,
Faenarete, y de un escultor, Sofronisco, emparentado con Arístides el Justo. En su juventud siguió
el oficio de su padre y recibió una buena instrucción; es posible que fuese discípulo de Anaxágoras,
y también que conociera las doctrinas de los filósofos eleáticos (Jenófanes, Parménides, Zenón) y
de la escuela de Pitágoras.

Aunque no participó directamente en la política, cumplió ejemplarmente con sus deberes


ciudadanos. Sirvió como soldado de infantería en las batallas de Samos (440), Potidea (432), Delio
(424) y Anfípolis (422), episodios de las guerras del Peloponeso en que dio muestras de resistencia,
valentía y serenidad extraordinarias. Fue maestro y amigo de Alcibíades, militar y político que
cobraría protagonismo en la vida pública ateniense tras la muerte de Pericles; en la batalla de
Potidea, Sócrates salvó la vida a Alcibíades, quien saldó su deuda salvando a Sócrates en la batalla
de Delio.

Con los bienes que le dejó su padre al morir pudo vivir modesta y austeramente, sin
preocupaciones económicas que le impidiesen dedicarse al filosofar. Se tiene por cierto que
Sócrates se casó, a una edad algo avanzada, con Xantipa, quien le dio dos hijas y un hijo. Cierta
tradición ha perpetuado el tópico de la esposa despectiva ante la actividad del marido y propensa
a comportarse de una manera brutal y soez. En cuanto a su apariencia, siempre se describe a
Sócrates como un hombre rechoncho, con un vientre prominente, ojos saltones y labios gruesos,
del mismo modo que se le atribuye también un aspecto desaliñado.

La mayor parte de cuanto se sabe sobre Sócrates procede de tres contemporáneos suyos: el
historiador Jenofonte, el comediógrafo Aristófanes y el filósofo Platón. Jenofonte retrató a
Sócrates como un sabio absorbido por la idea de identificar el conocimiento y la virtud, pero con
una personalidad en la que no faltaban algunos rasgos un tanto vulgares. Aristófanes lo hizo
objeto de sus sátiras en una comedia, Las nubes (423), donde es caricaturizado como engañoso
artista del discurso y se le identifica con los demás representantes de la sofística, surgida al calor
de la consolidación de la democracia en el siglo de Pericles. Estos dos testimonios matizan la
imagen de Sócrates ofrecida por Platón en sus Diálogos, en los que aparece como figura principal,
una imagen que no deja de ser en ocasiones excesivamente idealizada, aun cuando se considera
que posiblemente sea la más justa. [ CITATION Bio18 \l 5130 ]
II. SÍNTESIS DEL LIBRO

Groso modo, procedo a explicar de forma sintética, rescatando por capítulos la idea central de los
mismo, de forma que se pueda hacer una visión muy general de la obra platónica, que en realidad
no pretende ser una exposición detallada, sino una pincelada de lo que significa esta defensa de
Sócrates, el más sabio de los mortales.

Análisis por capítulos a la Apología.


Capítulo 1
En la primera parte de su apologética, Sócrates comienza apelando a que quienes lo acusaban, lo
hicieron a través de mentiras y argumentos infundados, los que como podremos observar a través
del desarrollo de ésta, irán siendo refutados de forma sabia y elocuente. Es importante también
destacar, la importancia a la que recurre para señalar en que utilizará su lenguaje cotidiano, el
mismo que emplea ante cualquiera que desee escucharlo, poniendo énfasis en que su modo de
hablar no debe ser el que predomine en la determinación del juicio, sino en que ésta debe ser en
consonancia con la verdad, y mostrar que lo que dice es justo o no.

Capítulo 2
Salta primeramente a la vista quienes son los inculpadores, de los cuales debe defenderse.
Haciendo la diferenciación entre los más antiguos y los más recientes, señalando conforme al
primero de ellos:” Debéis convenir en que me debo defender primero de éstos, pues fue a ellos a
quienes oísteis primero y mucho más que a los otros, cuando me acusaban”.[ CITATION Pla71 \l
5130 ]

Capítulo 3
En este capítulo se inicia leyendo el escrito de las acusaciones de las cuales lo están incriminando,
que se exponen de la siguiente forma: “Sócrates es culpable de andar hurgando en la búsqueda de
las cosas subterráneas y celestes, haciendo más fuerte el argumento más débil y enseñando estas
mismas cosas a los demás”. (Idem)

En consonancia con las acusaciones, Sócrates empieza señalando que éstas no son verdaderas,
porque, ninguna de ellas tiene que ver con él y que los presentes señalen si esto no es así, o si
alguna vez lo han escuchado refiriéndose ante tales temas.

Capítulo 4
En este capítulo, Sócrates afirma que no le cobra dinero a los hombres, porque él no enseña, sino
que sólo responde ante quien lo quiere oír y emplea para ello el ejemplo de Evenos, cuyo hombre
enseña con mucha modestia, pero Sócrates dice que si él supiera aquello de todo lo que se le
acusa se daría mucha fama, pero no es así. (Está en una búsqueda del conocimiento y la verdad).
Capítulo 5
Sócrates expone en este capítulo el origen de las calumnias que contra él se forman, además de
sus apodos de “Sofós” (sabiondo) y “phrontistés” (pensador). Consonante a ello expone que ha
sido la sabiduría el origen de la forma en que lo llaman, lo que queda señalado a través de lo
consolidado por el oráculo de Delfos: “no hay nadie más sabio que Sócrates”, respondiendo a la
pregunta que Querefonte le había formulado, cuando éste último estaba habitando la ciudad.

Capítulo 6
En este punto del libro, afirma cómo llegó a iniciar la búsqueda, relatando en primer lugar a lo que
dijo el oráculo, lo que lo hizo reflexionar y actuar del modo en que lo hizo, pero de muy mala gana.
Así que se atrevió a efectuar su obligación. De esta manera empezó así la indagación refutadora
del oráculo, dirigiéndose en un primer momento a uno de los que se consideraba sabio y los
demás también lo consideraban así, pero resultó ser que éste no era tan sabio y como Sócrates
intentó hacerlo ver que no lo era, obtuvo enemistades con él y así siguió con cada uno de quienes
creía ser sabio. Asimismo, de esta forma, Sócrates concuerda con lo afirmado por el oráculo, en
que él era el más sabio de los hombres, ya que dice: “Bien puede ser que ninguno de nosotros dos
sepa nada de bello ni de bueno; pero éste cree saber algo y no lo sabe, mientras yo no sé ni creo
saberlo tampoco. Parece entonces, que en cierta pequeña medida soy más sabio que él, pues, no
sé ni creo saber”. (Platón, 1871)

Capítulo 7
Conforme Sócrates más examinaba a los hombres en su búsqueda de la sabiduría, más se
desilusionaba de éstos, porque cuando creía que eran sabios, resultaba ser que no lo eran, puesto
que recurrió tanto a políticos y a poetas, pero en el caso de los políticos, sólo sabían lo que
respecta a su labor y los poetas, no lograban explicar sus obras a cabalidad, incluso personas
comunes las explicaban mejor que ellos, a pesar de esto los poetas se jactaban de ser sabios,
proponiéndose poseer un don creador.

Capítulo 8
Se dirigió en última instancia a los artesanos, los que eran más sabios que él en el arte que
manejaba, pero debido a ello creían saber otras cosas, pero realmente no las sabían y aquí
encontramos el mismo error que las personas interpeladas anteriormente cometían., “cuyo
traspiés oscurecía su saber”. Y así llegó a la conclusión de que le convenía más ser como era
simplemente, lo que significaba: “Ni sabio con la sabiduría de aquéllos, ni ignorante con su misma
ignorancia, o tener ambas cosas como ellos”, vale decir, que aun sabiendo y conociendo el oficio
de los demás y más aún, pese a poseer su sabiduría, que no era más allá que el conocimiento que
poseía, pero del cual no se vanagloriaba, sino que reconocía su ignorancia frente a lo que le era
desconocido, cuya amalgama era su esencia, su forma de ser y estilo de vida.

Hace notar a sus jueces la presencia de jóvenes y mayores que lo conocen y están dispuestos a
defenderlo. Tiene tres hijos, el mayor apenas adolescente, aun así, rechaza mover la compasión de
los jueces en lugar de convencerles de hacer justicia. A pesar de todo, de los 556 jueces, 281 votan
en contra y 275 a favor. Pide en vez de castigo, recompensa por sus servicios a la población de
Atenas.

Finalmente, solicita para sus hijos lo que él ha hecho con sus acusadores, exhortarlos a valorar en
más la virtud que las riquezas. Sócrates es condenado a muerte bebiendo un veneno mortal.
[ CITATION Mor15 \l 5130 ]

Referencias
Biografías y VIdas. (2018). Biografías y vidas. Obtenido de
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/socrates.htm

Morelos, M. E. (13 de Abril de 2015). Ethel de Aguirre. Obtenido de


https://etheldeaguirre.wordpress.com/2015/04/13/apologia-de-socrates-sintesis-y-
comentario/

Platón. (1871). Obras completas. Madrid: Patricio de Azcárate.

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