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TÍTULO VIII
ARCHIVO REGISTRAL
CAPÍTULO I
a. Las partidas registrales que constan en tomos, fichas movibles, discos ópticos y
otros soportes magnéticos;
b. Los títulos que han servido para las inscripciones, las solicitudes de inscripción con
las respectivas esquelas de observación y tacha;
c. Los índices y los asientos de presentación, organizados a través de libros o sistemas
informáticos.
Las Oficinas Registrales mantendrán en custodia los antiguos libros de censos, tributos y
gravámenes perpetuos, así como de hipotecas y otros que se llevaban conforme a la diversa
legislación que ha normado los Registros Públicos.
Las oficinas registrales, deberán conservar copias de respaldo de los documentos del
archivo registral, utilizando cualquier forma de reproducción que garantice su
intangibilidad.
Los documentos del archivo registral permanecerán siempre en las Oficinas Registrales
respectivas, no pudiendo ser trasladados a otro lugar, salvo cuando la autoridad judicial lo
requiera o lo disponga la jefatura de la oficina registral por razones debidamente
justificadas.
Artículo 112.- Lugar de realización de diligencias referidas a los documentos del
archivo registral
La exhibición, pericia, cotejo o cualquier otra diligencia, referida a los documentos del
archivo registral, ordenada por el Poder Judicial o el Ministerio Público, se realizará en la
sede de la Oficina Registral donde se conserven los documentos correspondientes.
Los documentos a que se refiere el literal b) del artículo 108 del presente Reglamento, se
archivarán por orden cronológico de presentación y se empastarán formándose legajos. Sin
perjuicio de la validez de los sistemas de microfilmación actualmente autorizados, la
Superintendencia Nacional de los Registros Públicos, podrá disponer el archivamiento de
dichos documentos a través de sistemas de reproducción informática o micrograbación.
Cuando se deterioren determinadas fojas de los libros o fichas de inscripción y las mismas
no se encuentren digitalizadas o reproducidas y exista el peligro de que desaparezca su
contenido, se procederá a transcribirlas a nuevas partidas. En la partida nueva se dejará
constancia del hecho de la transcripción y del tomo y folio en que corre la inscripción
primitiva.