Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
SAMOS
SAMOS
Edición 2019
Argentina
En el año 1952 llegué al planeta Tierra
Creo que soy una especie de meteorito que ingresó al planeta Tierra, así me defino.
Porque yo se que no pertenezco aquí. Solo me dejaron para que cuente mis vivencias,
sanamente, sin fines de lucro.
A partir de mi niñez me sentí distinta.
Sabía que estaba dentro de una familia a la cual no pertenecía. Solo mi madre era parte de
mí. Los demás no, ellos no me entendían y yo no podía decirles lo que me pasaba.
Siempre me escondía de ellos, me alejaba. Me buscaban por todos lados y me
reprochaban por que hice eso. Mi padre se suponía me daba su merecido yo lo odiaba por
momentos; nunca le sentí cariño de padre. Porque yo sabía que mi padre estaba lejísimos
y se llamaba Samos.
En varias oportunidades vino a visitarme. El primer encuentro que tuve con él fue cuando
tenía 3 años. Mi madre me hamacaba en un sillón en la parte sur de mi casa cuando de
repente veo tres personas con mameluco marfil y cinto negro. Eran altos y rubios. Sólo
los ojos no se les veían porque había una especie de niebla.
Recién ahora comprendo porqué era. Tenían una vista muy fuerte y no querían dañar la
mía porque era muy chica. Se acercaban un metro más o menos. Yo le decía a mi mamá,
mira esos hombres que se acercan ahí pero ella me decía que no los veía.
Hoy me doy cuenta que no me quería asustar porque ella tenía contacto con ellos, solo
que no decía nada, pero yo nunca me asusté. Al contrario, me ponía contenta.
Después me visitaron cuando tenía más o menos 7 años. Mi hermano y yo íbamos a hacer
un mandado a un boliche y cuando volvíamos nos acompañaban dos luces. El corría y a
mi me rozaban el vestido…me sentía feliz.
Mi hermano me decía que esas luces eran malas y que a mi me seguían porque era
extraterrestre. .
Me pregunto ahora de donde sacaba esas cosas porque en mi casa nunca se hablaba de
eso.
Después cuando era más grande mi mama me empezó a hablar de ellos. Me decía que esa
noche le había pasado algo con gente de otros mundos que no me podía decir. Sólo me
decía que con el correr de los años esta gente iba a venir al planeta Tierra con más
frecuencia.
Después creo que me visitaron cuando tenía once años una mañana a las cinco. Nos
tenían que levantar, era domingo. Dormíamos con las puertas de las habitaciones abiertas
cuando de pronto se asomaron dos esferas multicolores que jugaban a la altura de los
árboles. Mi hermana mayor comenzó a retarme y me dijo que yo tenía la culpa.
Así fue mi niñez junto a mi familia, siempre reprochándome todo lo que hacía. Sentía que
mi presencia les molestaba.
Me mandaban a catecismo y el cura me retaba, hasta un día que me pegó. Me mandaban
a la escuela y las maestras me agredían, decían que no fuera más porque no aprendía. Me
escapé, huía de todos lados.
Cuando tenía trece años conocí a un muchacho y me colgué a él pero veía que no tenía
mis ideas. Me casé con él para hacer otra vida e irme de mi casa. Ese camino fue duro
pero entre lucha y lucha llegó.
Una noche, cuando mi hijo tenía ocho años, aparecieron en mi habitación tres personas y
me clavaron dos agujas en cada lado de los ovarios. Me sacaron un líquido y se fueron.
Al otro día estaba dolorida, caminaba en putas de pie porque si tocaba el suelo con el
talón me moría de dolor. Eso duró como ocho meses hasta que se me fue el dolor. Un día
le comenté a mi hermana y ella dijo que le pregunte a mi papá, ya que a él también lo
habían visitado. Le dijeron una cosa que no podía revelar.
Al otro día fui a verlo a las dos de la tarde, cuando acostumbraba tomar mate; me senté y
le pregunté si podía contarme lo que esas personas le habían dicho ya que a mi también
me habían visitado. Me respondió que no podía revelarlo. Insistí y sólo repitió que no
podía decir nada. Interpreté que quería decírmelo pero que no se animaba. Al otro día le
conté a mi hermana que no me quiso decir y ella sugirió que dejara pasar el tiempo y
volviera a preguntarle. Así lo hice. Dejé pasar un tiempo y regresé a la misma hora y
nuevamente le pregunté, pero se negó a contestarme. Lo dijo de tal manera que volví a
captar lo mismo. Bajó la cabeza, se rió y repitió: “no puedo decirte eso”.
Ahora lo sé, después que mi mamá murió. Fue inducida por ellos a que le claven esas
agujas para que yo naciera. Eso le revelaron, cómo nací. Por eso mi mamá cuando estaba
muy enferma me pidió que le hablara de esas personas y me preguntó si todavía me
visitaban. Yo le dije que sí, ella sonrió y se puso contenta.
En 1992 vinieron a visitarme. Desde abril empecé a sentir voces que venían de una
dimensión muy lejana, cada vez con mas frecuencia. A veces no sabía qué hacer. El 22 de
noviembre de 1992 a la una de la madrugada el perro comenzó a aullar. Estaba sola y no
pude dormir. Al otro día cuando fui al jardín vi a los animalitos que se revolcaban en el
césped y aullaban. Me acerqué al lugar y solo vi algo quemado. Pasados tres días se
formó un dibujo geométrico compuesto por cuatro círculos. El círculo del medio tenía
85cm y los tres que lo rodeaban 30cm.
El 22 de diciembre a la una de la madrugada una de mis sobrinas venia de comer un
asado. Pasaba por el campo cuando vio dos grandes luces levantarse del césped, como
jugando. Sentía, mientras tanto, un fuerte olor a azufre.
Y llegó el 31 de diciembre. Ese día quería estar antes de las 12 en la cama. Estaba sola y
faltaban minutos para que llegue el año 1993. Entonces, una voz en la ventana me dijo
algo que no quiero mencionar.
Empecé ese año magníficamente, fue el más lindo de mi vida, empecé a ver claridad en
ella y me sentía acompañada por estas personas en todo momento. Era inmensamente
feliz, sentía una enorme alegría. Sentía que mi cuerpo no pesaba, como si fuera una
pluma.
Pasaron los días y seguí estudiando el dibujo. Tomé un hilo y lo marqué por todas las
canaletas que lo formaban. Saqué entonces el hilo y lo medí. En ese momento me di
cuenta que coincidía con la numeración de mi libreta (terminación de documento) de 9,43
metros y por si fuera poco el dibujo tenía mi altura.
Después de eso empecé a hacer las tarjetas de fin de año. Confeccioné un total de 21
tarjetas y las destiné a diferentes sitios tal como Samos me lo pidió.
(Dos modelos de tarjetas entre muchos que Gloria realizó)
28 de julio de 1999
Gloria Pinatti