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Las legumbres son un tipo de leguminosas que se cosechan únicamente para obtener la

semilla seca. Los frijoles secos, lentejas y guisantes son los tipos de legumbres más
comúnmente conocidos y consumidos.

Las legumbres no incluyen los cultivos que se cosechan verdes (por ejemplo, guisantes
verdes, judías verdes), ya que estos se clasifican como hortalizas. También se excluyen los
cultivos utilizados principalmente para la extracción de aceites (como, soja y maní) y
legumbres que se utilizan exclusivamente con fines de siembra (semillas de trébol y
alfalfa).

¿Qué ejemplos hay de legumbres?

¡Es probable que coma ya más legumbres de las que es consciente! Entre las más
populares figuran todas las variedades de frijoles secos, como alubias, habas de Lima,
frijolillos y habas. Los garbanzos, caupís, judías de careta y guandules también son
legumbres, como lo son todas las variedades de lentejas.

La gastronomía de todo el mundo utiliza legumbres, desde el humus en el Mediterráneo


(garbanzos), a un tradicional desayuno completo inglés (frijoles blancos) o el dal de la India
(guisantes o lentejas).

¿Por qué son cultivos importantes?

Las legumbres son cultivos esenciales por numerosas razones. Están llenos de nutrientes y
tienen un alto contenido de proteínas, por lo que son una fuente ideal de proteína, en
particular en regiones donde la carne y los lácteos no son física o económicamente
accesibles. Las legumbres son bajas en grasa y ricas en fibra soluble, que puede reducir el
colesterol y ayudar a controlar el azúcar en la sangre. Debido a estas cualidades, son
recomendadas por las organizaciones sanitarias para hacer frente a las enfermedades no
transmisibles, como la diabetes y las dolencias cardíacas. También se ha demostrado que
las legumbres ayudan a combatir la obesidad.

Las legumbres son un cultivo importante para los agricultores, porque pueden venderlas y
también consumidas a nivel familiar. Tener la opción de comer y vender las legumbres que
producen ayuda a los campesinos a mantener la seguridad alimentaria de sus hogares y
genera estabilidad económica. Además, las propiedades fijadoras de nitrógeno de las
legumbres mejoran la fertilidad del suelo, lo que aumenta la productividad de las tierras de
cultivo. Usando legumbres para los cultivos intercalados y de cobertura, los agricultores
también pueden promover la biodiversidad agrícola y del suelo, manteniendo a raya las
plagas y enfermedades nocivas.

Las legumbres pueden contribuir a la mitigación del cambio climático, reduciendo la


dependencia de los fertilizantes sintéticos utilizados para aportar nitrógeno al suelo.
Durante la fabricación y aplicación de estos fertilizantes se liberan gases de efecto
invernadero y su uso excesivo puede ser perjudicial para el medio ambiente. Además, las
legumbres fijan el nitrógeno atmosférico en el suelo de forma natural y en algunos casos
liberan el fósforo, disminuyendo significativamente la necesidad de fertilizantes sintéticos.

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