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El hombre sin palabras está al descampado, sin refugio, sin

domicilio, porque como lo afirmara el filósofo Martín


Heidegger, "la palabra es la Casa del Ser". Para este
pensador, la palabra es la más alta posibilidad para el
Columnistas
hombre de ser hombre.
Jueves 08 de diciembre de 2016
El deterioro de la palabra implica un ser empobrecido. Desde
luego, no hablemos de esa "impecabilidad en el decir" tan
Sin palabras cara a los mapuches de antaño. Esa impecabilidad es un
bien escasísimo hoy, y la desconfianza ha minado el antiguo
poder de la palabra empeñada, por ejemplo. Pero lo más
Cristián Warnken: "Nuestros
dramático es cuando hay carencia de palabras para expresar
antepasados asignaban una gran nuestra interioridad.
importancia a la impecabilidad en el
En las universidades y en los colegios, es cada vez más
decir. El poder de la palabra, frecuente ver alumnos que son incapaces no solo de
entonces -en estas culturas-, es un expresar una idea articulada, sino de expresar sus propios
poder creador en un doble sentido..." sentimientos y puntos de vista sin caer en el balbuceo y la
desarticulación.

Gabriela Mistral tenía razón: el dialecto "chileno" se ha ido


transformando en un idioma deshuesado. Y esto no tiene
nada que ver con seguir las normas de la Real Academia de
la Lengua, porque nuestra oralidad chilena campesina era
rica en refranes, apodos, decires. De ella se alimentaron
nuestros más grandes poetas, los populares y los "cultos".
Hoy no tenemos ni esa habla popular ni el habla culta formal:
estamos en tierra de nadie, ya no podemos erguirnos desde
la palabra, como lo planteaban los indios Mbyá. ¿Dónde está
nuestra palabra, la que nos une y nos relata?

"¡Ya no sé hablar!", confesó el joven y genio poeta Rimbaud


en un momento de honda crisis en "Temporada en el
Cristián Warnken Infierno". No hay peor infierno que el de la incomunicación y
sobre todo el de la incapacidad de poder ponerle nombre a
Para la etnia guaraní Mbyá, la palabra lo es todo. Este lo que vivimos, y el de estar privados de palabras que den
pueblo originario afirma que el hombre al nacer es una sentido a lo que vivimos. ¿No es frecuente, cuando sucede
palabra que se pone de pie y solo desde ahí alcanza su una catástrofe natural, ver a un periodista colocar el
estatura verdaderamente humana. micrófono delante de una víctima que es incapaz de articular
palabra y a la que solo le queda llorar, excedida por su
Cada hombre está hecho de "palabras-almas" que "los de impotencia, que la desborda?
arriba" envían a los padres en sueños.
La desaparición de la tradicional sobremesa familiar, el
Cuando un niño todavía no tiene su palabra, puede ser inquietante autismo digital en curso, entre otros elementos,
arrebatado por la cólera, que es la raíz y origen de todo el harán que la violencia gane terreno allí donde no haya
mal que anda suelto por el mundo. Por eso la educación, palabra para contener o sublimar.
para el guaraní, es una educación de la palabra y él busca la
perfección de su ser en la perfección de su decir. En eso, se Se habla mucho de los malos índices de comprensión
asemeja a la ancestral sabiduría de los primeros mapuches, lectora de los chilenos: me parece eso menos grave que la
que afirmaban: "las buenas palabras son siempre pérdida de la palabra en la dimensión oral, el
bienamadas". empobrecimiento de las conversaciones, que es donde vive
el lenguaje. No todos tenemos que ser obligatoriamente
Nuestros antepasados asignaban una gran importancia a la buenos lectores, pero sí indefectiblemente somos hablantes.
impecabilidad en el decir. El poder de la palabra, entonces "Zoon phonanta": así nos definió Aristóteles, "animales
-en estas culturas-, es un poder creador en un doble sentido: hablantes".
crea mundo y al mismo tiempo a través de ella el hombre se
"crea" a sí mismo, nace a su verdadero ser. Como dijera el Es urgente, entonces, recuperar el habla, reconquistar
poeta alemán Stefan George, "solo donde hay palabra hay nuestras "palabras-almas" para poder decirnos, para poder
cosa". Los indígenas guaraní Mbyá añadirían: "solo donde "ser".
hay palabra hay hombre". Por eso la carencia de palabras,
de Palabra, tiene consecuencias gravísimas en nuestras
vidas.

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