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Johanna
Johanna
Hola Cham, hoy te escribo desde ti mismo; siempre supe de tu amor por mí;
pero era imposible porque estábamos tan fundidos el uno con el otro que no habían
diferencias que pusieran la tensión que requieren los amantes. Huí, es cierto, pero
aparecías en cada uno de los hombres que se cruzaban en mi vida, en todos, en todas
partes. También, sentí la angustia de la separación y el abandono; yo no tengo
remordimientos, sino un vacío más hondo que el mar.
He estado rara desde hace ya varios años. Mi humor cambia mucho, a veces,
estoy feliz, inquieta; otras estoy como, paralizada, no hago nada, estoy absorta y
reconcentrada en misma. Río y no se que responder cuando alguien me pregunta el por
qué de mi comportamiento, sólo aflora una sola palabra de mis labios "nada"...
Conforme van pasando los años, me aíslo más de mis amigos... antes traía muchas
amigas y ahora viene un amigo como una vez al mes. Me baño a lo más una vez a la
semana porque me obligan, no me peino, no me maquillo y no me interesa comprar
ropa, siempre uso la misma ropa... Estoy muy reservada, nunca hablo de mis
sentimientos, no respondo a muchas preguntas, solo me ven con mi cara sin expresión,
me cuesta mucho dormir, nunca puedo terminar nada, como clases de gimnasia, cursos
de vacaciones, clases de teatro, nunca finalizo...
Me tiemblan las manos... y me toco el pelo, cuando hablo pocos entienden pues
parece que mi tono de voz es bajo, casi inaudible. También, a veces, me da por hablar
disparates. Hay muchos al mismo tiempo en mi cabeza expresándose, que desean hacer
sus cosas independientemente de mi voluntad, ciertas veces uno de ellos se impone. A
menudo me siento poderosa, Tengo sueños extraños, difíciles de explicar o que es
mejor no contarlos, prefiero o no quiero salir. Lo que si me encanta es pasear en el
coche con mamá, eso sí que por nada del mundo bajar de él.
Claro que conozco amistades que tienen dificultades similares a las mías; a
alguno de los cuales le he explicado que a veces, “no me siento aquí, o siento que yo no
soy yo, que sólo veo una película, y las personas alrededor, me parecen desconocidas
pero si sé quienes son, o todos los objetos a mi alrededor me parecen ridículos y sin
sentido... también, hay veces, voy por un vaso con agua y cuando regreso, siento que
eso nunca pasó, que nunca fui por el vaso, que sólo apareció, si recuerdo haberlo
hecho pero, no sé... no lo siento... no fue real". Además de voces, escucho conciertos, el
batir del viento,… y si le pregunto a alguien si oye lo mismo que yo, me contestan que
no. Ocurre que escucho los colores,… el médico dice que es sinestesia, veo comida en
la tele y siento su olor, si pronuncian "chocolate" siento su sabor,…
Ya llevo más de tres años escribiéndote sin ninguna respuesta en una esquela, en
un telegrama, en cualquier medio escrito ni ninguna palabra pronunciada por tu boca.
No quiero que lo tomes como un reproche, como te conozco bien debes tener una razón
valedera.
Dejo mis quejas de enamorado; me he dedicado a mi afición de dibujante
pasando a la etapa de pintor; son dibujos poco desarrollados, ingenuos e infantiles; no
obstante, el colorido, su complejidad y tonalidades son fantásticas; ya te haré llegar uno.
Ese es mi pasatiempo favorito. Ayer dibujé caballitos que parecían de madera, simples a
primera vista, pero nacían de una flor, la flor de la piedra de un zapato, y… todo
enrevesado sutilmente. Cuando me aburro de mis cuadros salgo al patio, le doy de
comer a los canes, observo las nubes, ellas me hablan de los sucesos del mundo porque
vienen desde lejos, altas impregnándose de todo lo que se emite y sucede en la faz de la
tierra. Sólo hay que aprender a descifrarlas. No creas que son predictivas, no, sólo se
puede recoger el pasado. Pero cuanto dice el pasado de lo que ocurrirá en el futuro, o si
no éste para que habría de existir.
Por ejemplo, durante las quemas agrícolas, las nubes se tornan pesadas,
apagadas, el ánimo decae como en días abochornados,… si en la tarde se ven rojizas en
el horizonte es porque contienen microscópicas partículas en su seno, los seres vivos
están siendo bombardeados por múltiples desechos lanzados al aire,… no es ningún
misterio ver que su belleza contiene al mundo entero.
Misiva
Santiago, 10 de noviembre de 1976
Mi pequeña amada Johanny, al fin vuelvo a sentir alegría, imaginé que todo lo
vivido hasta ahora era una ficción que fraguaba desde, quien sabe, qué honduras de mí.
Lo que he esperado tanto tiempo, ahora que reconozco tu letra y que existes de verdad,
me paraliza y me pone ansiosamente expectante. Se que no tengo nada que perdonar, tu
eres libre, yo sólo puedo creer que estás en mí por una locura de apasionamiento, pero
ello no obliga nada a nadie.
Ya llegará tu carta, mis esperanzas, mientras tanto soñaré con tus gestos. Favor
no me condenes. De quien te ama, Samuel.
===0===
EPISTOLARIO
(Correspondencia entre Johana y Samuel – total 2 cartas)
Fabián me confesó amarme con toda su alma, y qué daría todo por que yo
sintiera lo mismo que él. Mi respuesta fue clara y precisa: te admiro pero no siento que
haya en mí la pulsión sexual que se requiere entre dos personas que quieren estar
románticamente unidas. Me respetó, pero batallaba, hasta que tuvo que darse por
vencido, que para mí era un genio brillante con el que tenía la oportunidad de compartir
tan estrechamente aficiones, pero en cuanto a emociones, ligadas únicamente a la
música. El se había cuidado muy bien de no pronunciar tu nombre.
Después Fabián comenzó a venir cada cierto tiempo al doctor, para su revisión y
continuar su tratamiento fuera; así supe que se casó; y ya en el último mes supe de ti al
entregarme la primera carta. En un cerrar de ojos recordé toda nuestra relación, y te
escribí lacónicamente, no había más tiempo, pero me aseguró que vendría una nueva
vez y así yo podría enviar una más extensa.
Voy aclarando parte de mi vida, pero posiblemente haya una parte importante de
ella que no la devele jamás. No se dónde vivía, como era, qué hacía allí, ni el menor
detalle. Quizás si vuelvo, se despeja esa porción, lo mismo si estudié: qué, dónde,
cuando, con quiénes; nada de nada.
Eres al que más quiero, pero somos la imagen el uno del otro. Es como si yo
quisiera fusionarme con mi reflejo en el espejo, absurdo. Quizás exista un camino
desconocido, que gravite y entrelace nuestros espíritus en uno sólo; no hay que perder
las esperanzas; así es la vida.
Toda ilusión encierra una mentira que daña ensombreciendo todo alrededor, le
pone velos a la realidad, se tropieza y se cae como lanzado al más insondable de los
abismos cuando se topa con la dura verdad, que más encima ahí está inmarcesible.
Ya tenemos 21 años, somos la luz y la sombra el uno del otro, esa es la imagen
que mejor entiendo. Yo estoy criogenizada en cuatro paredes, tengo la percepción de
encierro en un entorno pobre para desenvolverme en mi totalidad. No recomiendo que
nadie visite este lugar, porque quiera o no saldrá con heridas permanentes en su ánimo,
en ello se parece a lo que le ocurre a los veteranos de guerra al volver de la horrores
experimentados en el campo de batalla. Situaciones comunes verdaderas y aterradoras
desde que el hombre es hombre. ¿No será esta la transmutación de animal en hombre y
he ahí su inmensa bestialidad?
Hay doctores jóvenes y no tanto, que juegan el rol de galán seductor, que mal les
queda dentro de su profesión, ni siquiera como un mal chiste vale; prefiero la simpatía,
el buen trato, la gentileza, dentro de una ejecución impecable y profesional de su
cometido.
Tu amiga que siente quizás lo mismo que tú, salvo ese hilo invisible que hace ir
más allá de la camaradería.
===0===
Hola querida Johanna, es una felicidad inmensa saber que estás tan cerca; sin
embargo, lejos a la vez. Esta carta la dirijo antes de haber leído la vuestra.
Cuando uno se hace dependiente del como le va a los demás, se siembran las
simientes de la tal agonía existencial: competencia con quién, para qué. Hacia allá
parece va a parar la historia de los próximos años. Sin embargo, el juego de la vida
continúa. Entre medio de este caos y muerte, sólo la ciencia y la tecnología tienen cierta
coherencia. La convivencia se ha tornado muy difícil, no se puede hablar amiga, es
peligroso.
Tu casa está habitada por gente desconocida. Nadie nunca me ha dicho nada de
ti y tu familia. Hay un hermetismo no sólo allí.
Las palabras son credos conteniendo más signos, son como dioses, abstracciones
distantes de sus designaciones. Son cada una, una fe distinta, he ahí los engaños, las
trifulcas, el odio y el amor,… Quién si no el afásico natural o autoimpuesto, se siente
alejado de los otros en un silencio mortal o angustiante. Los chinos escriben sin
despliegue del tiempo ni el espacio, cada carácter es un mundo en sí primitivo y actual.
Casi lo único que uno recuerda de sus seres queridos son sus palabras.
Antes sonaba hermoso; hoy es más real, un joven inocente, valiente, asesinado
en descampado en una emboscada siniestra. El colorido que se da en las escenas atenúa
poéticamente el vil homicidio del protagonista. Se esculpe una serenata de dolor y
muerte.
1
Lengua Samai - Laponia
2
Lenguas Inuit - Esquimales
3
Muerte de Antoñito el Camborio - Poema de Federico García Lorca
2 cartas entre Johana y Samuel
(EPISTOLARIO)
La verdad es que te recuerdo, eso si tengo muchos vacíos; mí día a día aquí es
muy simple, es el comidillo entre pacientes de una diversidad enorme, el personal de la
institución en parte se ve obligado a participar para animar la jornada. No quiero
coartarte ni contrariarte, mis cartas serán sencillas.
También reitero, recién supe como me llamaba al encontrarme con Fabián, antes
me nombraban Katita, porque una china al verme imitar las caras de las demás personas,
me nominaba Kalita. Y el resto lo transformó en Katita. Cuéntame más de ti que de
nuestra relación, pues me confundes más. No se dónde estoy parada ni por qué.
Hace muy poco, le confesé al doctor ante su necesidad de saber cuales eran mis
propios pensamientos para poder apreciar mi estado de salud, él en estas entrevistas pide
la verdad y toda la verdad como ante un tribunal, “mi relato fue así:
No, no se porque usted doctor no piensa y pinta igual que yo, ni siquiera se
como piensa ni menos como pinta, hay algo peor, me trata como un bicho de
laboratorio y yo creo no haberle hecho ningún daño a usted. Me pongo paranoica con
sus entrevistas, una vez terminadas veo conspiraciones en contra mi persona ordenadas
por usted, nadie se me acerca ni me habla, me espían en el baño, en los jardines, en el
casino, en la biblioteca,… y luego río, río, río de toda esta sucia mentira.
Que distinto sería, si hubiese cine del bueno, música, paseos al entorno,
conversaciones inteligentes, chocolates y juegos, como en un eterno carnaval.
Disfraces, saltimbanquis, bailes de máscaras, teatro, jugos de naranja, saltos altos,
guitarreo, juegos de muñecas y trompos, investigaciones serias,…
Y así continué por otro rato hasta que le exigí que hablara o si no, no me
escucharía decir una palabra nunca más en sus famosas consultas. Usé la extorsión.
<<Psiquiatra:
- Johana o Katita, al fin se comienza a ver la luz al final del
túnel, ya no tienes tan acentuado el síndrome de identidad
disociativa asociada a trastorno de afectividad bipolar, al reconocer
tú en cierta forma tus estados mentales. Pediré bajar las dosis y así
no te sientas tan decaída. Y no la citaré hasta en dos meses más con
el resultado de nuevos exámenes. >>
<<Yo:
- En un tiempo más le mostraré mi correspondencia con un
joven amigo de infancia. Adiós, aunque quisiera decir hasta nunca.
>>
Hay una chica que le denominamos la Tarotina, invita a jugar a las cartas como
pretexto para interrogarte y señalar cuales son tus circunstancias pasadas, actuales y que
podrías evitar a futuro en caso riegos de daño. También usa una voz algo infantil para
atraerte hacia su “celda”, primero te dice que ella no está loca, su idea es tener una
clientela cautiva, y después agrega que como muy pocos en el mundo se interesan en
esta antigua arte adivinatoria, se instaló en este recinto donde, los llamados locos,
muchos de ellos son perspicaces. Primero me preguntó, mi nombre, la fecha y hora de
mi nacimiento. No quise argumentar mis aprehensiones respecto a la práctica de
vincular arbitrariamente imágenes dispuestas al azar con sucesos pasados, presentes y
futuros; cada mago tiene sus propias predicciones; charlatanería ambigua, interpretable,
… por ello hay predilección de algunos psiquiatras por el esoterismo. Me dejé llevar.
Iba bien, tenía lógica, le solicité el lanzamiento más simple posible: Barajó los
arcanos mayores, corte con la mano izquierda, extendió el naipe en forma de abanico y
tuve que sacar tres cartas sin abrir, la primera la puse a mi derecha, la segunda al centro
y la tercera a la izquierda de las anteriores. Formulé una pregunta: ¿Cómo es la relación
con Cham, un chico de mi misma edad?
¡Ok!, ¡ok!, le dije para que se detuviera. Y abrí la del medio, la “emperatriz”.
Ahora se refería al presente:
Bien Samuel, en una nueva carta remitiré más detalles de este entorno poco
convencional,…
PS.- Leeré tu próxima carta y sólo en ese instante contestaré ¡es lo mejor!
===0===
Tercera carta de Samuel a Johana
Santiago, 20 de enero de 1977
Querida amiga:
Me he puesto triste, otra desolación; pero con la inmensa alegría de saber que
estás ahí, donde quiera que sea; mientras yo estaba ilusionado, no sólo de saber de ti,
sino de algo más. Asumo, quizás así es perfecto, no hay la posibilidad de un
rompimiento doloroso para ambos, que sobreviene tantas veces, cuando habita el amor.
Les leí mis propias cartas, les planteé sobre qué pensaban de lo que me estaba
ocurriendo, si eran sueños premonitorios o comenzaba a enloquecer. Se alegraron de
saber de ti, pero lamentaron y consideraron inconcebible que te tuviesen encerrada en
un sanatorio de salud mental. No son proclives a los “psicólocos”, me dieron sus
argumentos, pues les falta sustento comprobable científicamente a sus diagnósticos,
obtenidos de razonamientos especulativos. Fueron honestos, muchas personas incluidos
ellos consideraban que era un ser paradójico, excéntrico, no muy lejos sí de todo el
mundo. Exigí detalles y me los dieron: tendía a modular la voz en tonos altos y bajos en
una misma frase que terminaba casi inaudible, usaba ropas que no combinaban como
sandalias más short con camisa y chaqueta, que carcajeaba ostentosamente en
situaciones que a los demás no necesariamente les eran jocosas, mezclaba comidas de
forma poco usual en nuestras costumbres: porotos negros con mermelada, sándwich de
ají palta,… en la cara a veces tenía una expresión de persona ida, sabiendo que no era
adicto a las drogas ni a la mariguana. Tenía arrebatos de verborrea, algunas manías de
revisar unas tres veces que todo estuviese cerrado antes de acostarme y lavado de manos
frecuentemente; me aparecían tics nerviosos en los ojos y los hombros de vez en
cuando. Y qué me recomendarían terminé diciendo. Mi padre habló de auto observación
permanente seguido de autocontrol cuando se requiriera y mi madre de baños
relajatorios, comidas no excitantes, ni alcohol ni café. Más otras prácticas, andar vestido
comúnmente, hablar comedido, sonreír, evitar reír estridentemente, comer pausado,
dormir 8 horas, descansar y hacer otras actividades distintas a los estudios, pasear en
bicicleta, jugar tenis, divertirse.
No era fácil para mí tomar una rutina; soy cambiante, creativo, en momentos
retraído, no me hablaron de mis pinturas y dibujos. El resto del sábado preparé los
últimos exámenes de diciembre para el término del año académico. ¡Ah!, mi padre me
había aclarado que la observación consistía en atender mis propios pensamientos, por
ejemplo detenerme a una hora cualquiera a revisar qué ideas habían pasado por mi
mente antes y así unas dos o tres veces al día, me insistió, no se trata de una revisión
crítica de la conciencia que es más amplio y profundo sino que estar alerta a los propios
pensamientos durante el día para prevenir eventos desagradables y tomar un cierto
mayor control de sí.
De todos modos al mediodía del lunes volví a casa con muchas precauciones; me
cercioré que nadie me siguiera, tomé un taxi hasta el centro, me bajé y subí a un bus
hasta mi barrio. Decidí bajar un paradero posterior al habitual. Me dí la vuelta e ingresé
a la calle por la parte que nunca solía hacerlo. Yo llevaba puestos jockey, anteojos
ahumados, una chaqueta que le había puesto las hombreras de un traje sastre de mamá y
el pelo peinado con una ligera chasquilla que me tapaba la frente. Andaba un auto
igualito al de la mañana, esta vez recorriendo lentamente el barrio, ingresé a un negocio
que hay en la esquina esperando que el auto desapareciera, y me fui rápidamente a la
casa. Desde ese día no saldría de mi reducto, ya había quedado de acuerdo con una
secretaria de llamarla cuando publicaran las notas para conocer los resultados. Estaba
medio paranoico. No comprendía aún mi estado mental. No conocía ningún psiquiatra
de confianza que tuviera la honestidad de reconocer que trabajaba en un terreno
pantanoso, donde lo único comprobable era el uso de remedios, sus niveles de
acumulación en la sangre, los posibles daños colaterales, las contra indicaciones y el
efecto en ciertos síntomas. Mi objetivo sería entonces averiguar qué me sucedía: si era
mi organismo, o una burla o la realidad u otra cosa. No haría más caso que a mi mismo,
sabiendo que uno es una multitud, hasta dónde me llevaría esta soberbia pseudo sabia y
cuasi ignorante, que hay en el interior de cada hombre. Si lograba establecer algún
punto de referencia y desarrollarlo hasta los últimos detalles me daría por satisfecho.
Quizás en ese momento iría con mis apuntes donde un hombre honesto y sabio, al cual
no conocía y que tal vez no existiera.
Comencé con lo más obvio para mí, hacerme análisis completos de sangre e ir a
un neurólogo para investigar mi cerebro y sistema nervioso en su totalidad con la
tecnología para detectar tumores, mal formaciones, síndromes, todo lo que la ciencia
médica pudiese hacer al respecto. Excluía a toda el área de la psiquiatría, psicología y
ramas afines que pudiese haber. Nada que no fuera demostrable científicamente, ya que
yo conozco mi historia, probablemente en gran parte subjetiva; pero intentaría cierta
objetividad en la medida de lo posible: hechos, datos, sucesos, evidencias,…
Espero que en la próxima carta te pueda hablar de cosas lindas, Johana, de quien
te quiere, SAM.
===0===
ÚLTIMA CORRESPONDENCIA
(EPISTOLARIO)
Desde el Hospital, 20 de enero de 1977
Querido Sammy:
Como puedes ver no me aguanté, te escribo para contarte la “vida loca” que llevo,
estoy perdiendo las esperanzas de que me den de alta, aún tengo muchas lagunas
mentales, mi ánimo es estable, según mi parecer, los demás dicen que es por las
medicinas, yo no les hago caso, pues casi todos son extraños; no conocen mi historia ni
mi vida, apenas yo la sé con la memoria que tengo. Hasta el personal del asilo es
extravagantísimo.
Así y todo, son astutas estas loquillas; la navidad la celebramos con una humorada
en el pabellón, cinco grupos de 6 internas, otro de 3 débiles mentales, 2 no participaron,
una por su estado de excitación, fue sedada, y la otra por una depresión aguda. Más 7
auxiliares de enfermería. La idea fue representar dentro de cada grupo las manías de una
de las compañeras sin repetirse. De esta forma nadie salía de su “modo habitual de
vivir”, evitando ofender a nuestros custodios. Celebramos con té y torta de piña. Estuvo
divertido, pues se trataba que los que no formaban parte de cada grupo adivinara a quién
estaban imitando. Se dio un máximo de un minuto de actuación. Si el papel era
imposible de reconocer, “la actriz” tenía que repetir su rol; pero esta vez remedando a
cualquiera de los presentes. Al final todas pasamos el examen y nos dimos un aplauso
por el éxito obtenido. Fue tema de toda una semana, los días más alegres.
Le salió todo bien a mi amiga y estoy feliz porque me atribuyo parte del logro,
pues desde que comencé a acercarme a ella hace tres semanas, rápidamente optó por
una vida sana. No siento ninguna pena por su partida, este debiera ser el amor perfecto,
aún haya cariño, uno debe alentar y colaborar con la otra (el otro) para cumplir sus
propósitos, más tiempo mejor.
Iba tan bien; pero, nos están vigilando estrechamente a la hora de suministrarnos
los fármacos; estas son las consecuencias de la muerte por “sobredosis” de nuestra
compañera “bajoneada” que un poco antes te comenté. Me he recordado de un evento
relacionado con ella: la había visto contenta, y al pasar le dije, “nos trata bien la vida”, y
ella me contestó: ¿si supieras? Porque sucede que personal de investigaciones en
conjunto con seguridad nacional, han venido a esclarecer los hechos. ¿No será una
pantalla? Pues no había motivos para decaer tanto y luego suicidarse. ¿No sería un
asesinato por parte de algún agente de estado con complicidad de una auxiliar le hayan
ido suministrando una droga para provocarle la muerte? Digo yo, porque apareció en la
TV como el suicidio de una extremista escondida en un hospital, la foto y nombre dados
eran la de ella, con chapa de “la Marisela”. Esta vez estamos consternadas de miedo, no
vayan a inculpar a una inocente.
===0===
Santiago, 20 de febrero de 1977
Querida Johanna:
¡Han sido unas vacaciones delirantes! Me encontraba en pleno crucero por las
islas griegas con dos viudas agasajándome; finalmente gracias a Dios sólo me
adoptaron; ellas iban a gozar su libertad mientras yo intentaba desintoxicarme de los
últimos acontecimientos experimentando el presente y el pasado de Creta, Corfú, Rodas.
Pude percibir los pasos de Elisabeth la emperatriz austro-húngara con su
aparente cordura desencadenando su desencanto activo a los ritos de la nobleza, el sol
brillando con su luz diáfana, los terremotos que devastaron Creta, el asentamiento y
caída de las civilizaciones, el paso de filósofos y guerreros, el vasto comercio con sus
formas de organización, una comunidad animada. Mi mente comenzó a llenarse de
historias, pueblos, lenguas, arte, sus utensilios básicos, las celebraciones, mitos,
supersticiones, arquitectura, gente, animales, plantas, navíos.
…
Ya te envío la carta completa, porque…
===0===
París, 18 de junio de 1977
Si no fuera por ti, me habrían asesinado los esbirros. Es una deuda que no te
podré pagar ni con todo el oro del mundo. Gracias infinitas.
Favor avisa a mis padres que estoy con vida aquí en el “Quartier Latin” sentada,
al fin de la primavera, en el café “Le Sorbon” en la “Rue des Écoles” cercano a la
Universidad “La Sorbonne”, y como no a mis tíos y primo.
Ya te contaré más adelante, en detalle, las peripecias por las que tuve que
atravesar para estar aquí.
Por lo pronto, debo comenzar por dominar este idioma, trabajar y seguramente
estudiar. No podré convalidar el título sin todos los documentos que lo avalen. Tampoco
sé si se puede confirmar.
Pero siento una felicidad enorme, salir de la desesperación a este notable país, es
para no creerlo.
Hortensia querida, por la afinidad que tenemos me permitiré abusar de ti,
¡salvadora!, y pedir:
Retirar desde la misma Embajada un paquete de cartas fotocopiadas que tuve que
inventar para convencer a los médicos de mi virtual locura.
Leíste las noticias de “El Tertulio” que muestra una foto idéntica a mí, ahí
aparece la extremista del MIR, alias la “Fantasma”, que según se señala estaría en la
República Democrática Alemana (RDA). Ese reportaje me impulso a escapar del
“Opendoor”, donde me oculté todo este tiempo, y poder establecer, yo una
desinteresada de la arena política, que era perseguida por el régimen.
Esa misma información deberían leerla en detalle mis padres, porque ahora
entiendo de las grandes atenciones que recibieron durante el parto y mi nacimiento en
esa clínica privada tanto por parte del personal médico como del sacerdote.
Hay una posibilidad cierta que la “Fantasma” sea hermana gemela.
Prima, ‘faveur’ envíame un telegrama a la dirección que te indiquen en la
Embajada de Francia, dándome tu conformidad respecto a la recepción de esta misiva.
Charlotte Du Bos
p.s. Contacto en la Embajada: Marie Racine
Primita querida, en mucho tiempo más, te agradeceré pedirle a mi vecino, que tu
también conoces, publicar ese manojo de cartas.
=== F I N ===