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Seminario de Americana IV

La década Infame, cuando hay crisis la


paga el pueblo.

Obra: Desocupados. Antonio Berni. 1934

Matías Arévalo CI: 4 575 074 - 9


Rafael Rivero CI: 4 743 908 - 0
Prof.: Federico De La Torre
Curso 2019
Historia IV

1
Índice

Tema ___________________________________________3
Preguntas hipótesis ________________________________3
Marco Teórico_____________________________________3
Introducción ______________________________________4
Análisis __________________________________________8
Reflexión final _____________________________________20
Bibliografía _______________________________________23

2
Tema: La década Infame 1930-1943, el desarrollo en base a la dependencia.
Subtema: La política económica de la poscrisis del 29´ en la Argentina y sus
efectos en los derechos los laborales y sociales.

Preguntas Hipótesis:

¿Por qué la distribución de riqueza en un contexto de desarrollo industrial y


aumento de los puestos de trabajo que comienza post crisis del 29´ no
repercute en los salarios de la clase obrera?
¿Qué relación existe entre la situación político de inestabilidad institucional con
la desigualdad social que se genera en este periodo?

Marco Teórico:

A partir de este trabajo, donde vamos a desarrollar el concepto que


trabaja el autor F. Fajnzylber del “casillero vacío” referido, al crecimiento
industrial de América Latina, donde el autor nombrado busca encontrar los
puntos de crecimiento y equidad en los países latinoamericanos a partir del
desarrollo de una política industrializadora del tipo, y que en este trabajo,
buscará ser enfocado en el Modelo ISI desarrollado en la Argentina de la
década de los 30.
Nuestro trabajo, estará enfocado en un período de la historia del siglo
XX de la Argentina, donde se busca investigar y analizar estas huellas que dejó
el crecimiento de la década del 30 y principios del 40 en la llamada “Década
Infame”, en una incipiente industrialización del tipo del modelo ISI.
La política impuesta por los gobiernos de facto argentinos, impulsaron
una industrialización a partir del modelo ISI, que ayudó al crecimiento industrial
y la riqueza de las clases oligárquicas argentinas, principalmente las rurales,
que se beneficiaban de la industrialización al vender sus materias primas. Pero
en el caso de las clases populares y obreras, el casillero vacío dejado por el
crecimiento del modelo ISI, impacto de forma distinta a estos, y lo que busca
esta incipiente investigación, es poder observar como fue el reparto a estos
sectores del crecimiento industrial y cuánto impacto en sus vidas este

3
desarrollo, si es que este período de tiempo seleccionado para el trabajo, dejó
algún avance social a estos sectores.
De acuerdo a la bibliografía consultada, se desprende de la idea que el
concepto de “década infame” es una construcción historiográfica posteriori a
dicho periodo, que explicita una carga negativa sobre dicho periodo debido a la
desacreditación de la clase política, que utilizó el fraude como modus operandi
para perpetuarse en el poder, en alianza con las oligarquías nacionales y la
clase castrense militar. Se puede interpretar que en la última década del siglo
XX en la Argentina, con Carlos Saúl Menem como presidente, se retomaron
algunas de las prácticas de este fenómeno.

Introducción:

El trabajo se centrará en el período de la restauración oligárquica, a


través del golpe de Estado y las fuerzas armadas. Este golpe según el
historiador D. Rock fue el primero del siglo XX que lo realizan militares en
América Latina.
A través del golpe de Uriburu a Yrigoyen en el año 1930, existe un
sector nacionalista que lo apoya buscando crear un tipo de gobierno
corporativo, con una base de poder en el estado.
Buscaban a través del golpe la supresión de la ley Sáenz peña e
imponer el voto calificado, aprovechando la situación de caída de los precios,
que estaba condicionada por el contexto internacional de la crisis del ‘29.

“(...) En setiembre de 1930, para imponer una completa ruptura con el pasado
inmediato, los nacionalistas estaban dispuestos a suspender o hacer radicales
revisiones a la constitución de 1853, a suprimir las elecciones y los partidos
políticos y a crear un sistema autoritario basado en la representación
corporativa (...)”1

Según D’elía el ingreso de la crisis en Argentina incidió sobre una


realidad política en proceso de deterioro, desencadenando un proceso que

1
Rock, D. (1989) Argentina, 1516-1987. Desde la colonización española hasta Alfonsín.
Buenos Aires. Editorial Alianza.

4
culminaría con el golpe de estado que derrocaría el Presidente Hipólito
Yrigoyen (6/09/1930). Una acentuada disminución de los precios y del volumen
de las exportaciones, el paralelo descenso de la capacidad para importar y el
cese de la afluencia de capitales, se conjugaron para incidir negativamente
sobre los niveles de desocupación y de ingresos, en el balance de pagos y en
las finanzas del Estado. Las dificultades que comenzaron a vivir grandes
sectores de la población, explica la receptividad que tuvo la prédica opositora

“(...) De este modo una coalición de conservadores, radicales irreductiblemente


antiyrigoyenistas y socialistas disidentes (organizada bajo la égida del general
Agustín P. Justo, presidente desde 1932 cuya influencia era dominante en el
ejército desde su gestión como ministro de Guerra del Presidente Alvear, con
cuya fracción radical simpatizaba) introdujo un dirigismo orientado a asegurar
ante todo la rehabilitación de la economía agropecuaria, y secundariamente la
expansión industrial, y en lo inmediato a paliar el impacto de la crisis mediante
un plan de obras públicas que, a la vez que aliviaba la desocupación,
comenzaba a corregir algunas de las carencias que estaban amenazando la
competitividad de la agricultura argentina, mediante la construcción de caminos
y elevadores de granos (...)”2

Luego de un conflicto entre los sectores que apoyan el golpe de Uriburu


y los radicales Yrigoyenistas, se piden una votación. En la cual resurge el uso
del fraude y marcará plenamente el periodo a trabajar, la Argentina en la
década del 30’.
En la elección se puede apreciar el uso de este mecanismo, ya que
ganan los radicales pero Uriburu anula los resultados; además de reprimir a los
sectores opositores, junto con el envío al exilio de su líder Alvear.
A Través del fraude queda Agustín P. Justo como presidente de la
República y de vicepresidente Julio Argentino Roca hijo que vencen a la Unión
del Partido Socialista y la democracia Progresista llamada alianza civil (a través
del fraude) Los apoyos de Justo fueron la prensa, los exportadores (el sector
rural, terratenientes) y varios partidos provinciales

2
Halperín Donghí, T. (2008) Historia contemporánea de América Latina. Madrid. Editorial
Alianza.

5
“(...) Los seguidores de Justo falsificaron listas de votantes y en algunas
jurisdicciones los muertos fueron resucitados en grandes cantidades para que
emitieran sus votos. El fraude electoral se convirtió en una práctica normal en
los años 30 (...)”3

Sus inspiradores esperaban que este plan ganase amplios apoyos, sin
embargo, dado que sólo podía ser exitoso en la medida en que “perjudica” a un
sector para beneficiar a otros, encontró opositores. Estos opositores se
encontraban esencialmente en la ganadería.
Este sector entendía que era perjudicado por el tratado Roca-Runciman
(1933) y como explica el historiador Halperín Donghí en la cita:

“(…) Pero lo que limitó sobre todo el eco positivo de ese éxito
económico fue la ilegitimidad evidente del régimen, cuya fachada constitucional
se transformaba en una ficción cada vez más transparente; la tentación de una
alternativa abiertamente autoritaria (peligro que el general Justo comenzó por
exagerar para mantener en la disciplina a los partidos opositores) se tornaba
así cada vez más intensa (…)”4

Mientras tanto el Partido Socialista, cada vez más moderado, y el


comunismo, proscrito desde 1936 aunque era tolerado en los hechos, se
dedicaron a dominar el movimiento sindical, que resurgirá con un vigor
inesperado luego de la represión militar y la depresión económica. En el plano
político la violencia tomó manifestaciones extremas con la creación de la
Sección Especial de la policía, en donde comienza a utilizarse el apremio físico
en forma sistemática a presos políticos y sindicales; y con el asesinato en el
recinto parlamentario del senador Enzo Bordabehere, quien fuere muerto por
error en un intento por asesinar a Justo.
En el plano económico, la situación condujo a un creciente
intervencionismo del Estado, abandonando el tradicional liberalismo, con

3
Rock, D. (1989) Argentina, 1516-1987. Desde la colonización española hasta Alfonsín.
Buenos Aires. Editorial Alianza.
4
Halperín Donghí, T. (2008) Historia contemporánea de América Latina. Madrid. Editorial
Alianza.

6
medidas tendientes a obtener el equilibrio interno y externo: ajustes monetarios
derogando así la convertibilidad del peso, implantación del control de cambios,
ajustes en el sistema impositivo, creación de Juntas Reguladoras de la
producción, etc.

“(...) El reajuste económico estuvo orientado a la defensa de los sectores


primarios de la producción en su relación con el mercado mundial y se tradujo
en el plano interno en la consolidación de los privilegios de la oligarquía
tradicional a expensas de los pequeños productores y del consumo popular
(...)”5

Justo culminó su mandato, transfiriendo la presidencia en 1938 a


Roberto M. Ortiz. Se esperaba que este radical antiyrigoyenista, disminuyera la
combatividad del partido opositor. Sin embargo, tomó una inesperada actitud a
favor de la democracia, asegurando que los votos fuesen honradamente
contados en las elecciones de 1940 en la provincia de Bs. As. Con lo que dio la
victoria al radicalismo. Sin embargo su muerte puso fin a este proceso. Y con el
ascenso del vicepresidente Ramón S. Castillo se retornó a las prácticas
electorales anteriores, y a la aplicación de un abierto autoritarismo. Castillo se
enfrentó a las críticas de quienes no compartían su interpretación de la
neutralidad argentina en la guerra en clave favorable a las potencias del Eje.
En 1943 el ejército quitó el apoyo a Castillo, y tras una “revolución”
accedió a la presidencia el Gral. Pedro Pablo Ramírez, ministro de Guerra de
Castillo. Los nuevos grupos que dirigían el país entendían que la situación de
Alemania (cada vez más cerca de perder la guerra), y Brasil, su gran rival
continental, creciendo gracias al apoyo a los planes de la ONU, amenazaba la
tradicional gravitación de Argentina en América del Sur. Por ello algunos
proponían ya la necesidad de un acercamiento con EE.UU. Finalmente el
gobierno de Ramírez rompió relaciones con Alemania, y en 1945 el gobierno de
Farrell declaraba la guerra al Eje.
Detengámonos entonces por un momento en la industria. D’elía propone
que si bien los distintos gobiernos de este período afirmaron el papel de
5
D'Elía, G. (1982) América Latina. De la crisis de 1929 a la 2ª Guerra Mundial. Montevideo.
Editorial Banda Oriental.

7
Argentina como exportadora de materias primas, la disminución de su
capacidad importadora fue decisiva para el desarrollo de la industria sustitutiva
de importaciones. Esta industrialización tenía por una parte un polo moderno
con unas pocas empresas grandes (0,6% de las industrias absorben el 31,5%
de los obreros), y por otra parte un número muy importantes de empresas
pequeñas (incluso artesanales) a medianas (55,7% de las empresas absorben
el 11,8% de los obreros).
Las industrias se localizaron mayormente en Bs. As. Y a pesar de que el
grado de explotación fue muy alto, debido a la falta de legislación laboral y
social y los bajos salarios, lo que condenaba a los trabajadores a una situación
de infraconsumo, el número de trabajadores pasó de 590.000 en 1935 a
813.000 en 1940.

“(...) El ritmo de crecimiento de la industria se evidenciaba en que su


participación en el producto bruto interno pasó de 17,2% en 1935 a 20,9% en
1939, para en la década siguiente superar la participación de la agricultura y la
ganadería juntas (...)”6

Análisis del trabajo

El período de la década infame se desarrolla a partir del golpe de


Uriburu al presidente elegido democráticamente H. Yrigoyen, con un sector
nacionalista que lo apoyaba, e intentaba crear un gobierno de tipo corporativo
(Italia fascista) controlado por el estado. Buscaba derogar la Ley Sáenz Peña e
imponer el Voto calificado.
Luego de un conflicto entre los sectores sociales que apoyaron el golpe
de Uriburu y los radicales de Yrigoyen, se pide una votación a la cual se
empieza a sumar el fraude, que marcará plenamente la década del 40’. Pese a
que ganaron los radicales, Uriburu declara ilegítima la elección, anulando las
elecciones, reprimiendo a los opositores y los envía al exilio sobre todo al
nuevo líder opositor Alvear, e incluso mete preso a otros líderes políticos
radicales. A través del fraude, queda de presidente Justo y el vice Julio
6
D'Elía, G. (1982) América Latina. De la crisis de 1929 a la 2ª Guerra Mundial. Montevideo.
Editorial Banda Oriental.

8
Argentino Roca (hijo) que vencen a la unión del partido socialista y a la
democracia progresista (Alianza Civil); a través del fraude. Los apoyos de Justo
eran la prensa, varios partidos provinciales y la sociedad rural.
Su gobierno limitó la democracia, a partir de 1935 vuelve el radicalismo
de la abstención y el partido comunista argentino deja su idea de lucha de
clase, por crear un frente popular antifascista lo que incrementará la represión y
el fraude. La guerra civil impacta de manera, en la situación española donde se
vieron los apoyos en bandos, tanto a los republicanos por parte del frente
popular (izquierda) y los nacionalistas, y grupos vinculados a la iglesia,
apoyando a Franco y su doctrina. Pese a entrado a la guerra, la Argentina se
mantuvo cercana a Inglaterra, neutral, pero también se apreciaban grupos
neonazis dentro del país, en plena actuación, lo que desprende una lógica
binaria. El ejército argentino era el principal aliado dentro de estos grupos
radicales de derecha.
La crisis del 29’ puso en conflicto al gobierno de Yrigoyen, dado el
modelo económico (MPE) que crecía hacia afuera, hizo que la caída de precios
internacionales y la disminución de la demanda de los productos argentinos
impactarán en la sociedad y por ende en la vida política del país. El presidente
de facto Uriburu y sus ministros, eran contrarios al modelo Keynesiano pero
debieron ajustarse al modelo dirigista, con un estado interventor, actuando en
contra de sus propios principios ideológicos. Según la historiadora Lobato, M. el
enfoque económico estuvo principalmente en los grupos exportadores, que se
beneficiaron de manera exponencial, pese al control de cambios
implementados por el estado. El dinero recaudado, lo volcaron a pagar los
empréstitos y mantener los precios de los productos agrícolas. Se crea el
Banco Central de la Nación el 28 de mayo de 1935 con la idea de controlar el
sistema de los cambios múltiples, abandonando así, el sistema del Patrón Oro,
y por otro lado, se crea la FIP que buscaba generar una eficacia a la hora de
recaudar y evitando la evasión fiscal. Con esto, reemplazaran la ganancia de
las aduanas portuarias, que hasta 1930, eran determinantes para la
recaudación de la aduana portuaria, y se transformaran en el principal ingreso
del estado.
La crisis del 30’ en Argentina provoca un cambio de ideas en la
estructura económica. Cambia la doctrina liberal al Keynesianismo. Concluye la

9
economía primaria exportadora, y se empieza a sentir una caída de la
producción de las economías templadas, esperando el crecimiento económico.
El reparto y adjudicación de las tierras pampeanas creó una
desaceleración de la economía rural, provocando una caída de la economía,
donde al dejar de crecer, obliga al país a un cambio en la matriz productiva;
con un desarrollo industrial, y un nuevo rol del Estado en el inicio de la
aplicación del modelo ISI. Este nuevo modelo se puede observar, como
mencionamos anteriormente, en la aplicación de reformas económicas
impositivas por ejemplo:

“(...) Se produjo también un importante cambio en materia fiscal. En 1931 se


estableció el impuesto a los réditos, que Yrigoyen había intentado imponer sin
éxito debido a la oposición de los mismos sectores que ahora lo aceptaban.
Con la creación de la Dirección General Impositiva se perfeccionó el sistema
fiscal y este tipo de ingresos reemplazó a los tradicionales derechos de
aduana. A partir de ese momento, la recaudación fiscal se convirtió en la
principal fuente de ingreso del Estado. A principios de 1934, el gobierno había
saneado el presupuesto nacional. Medidas de regulación económica: tendieron
a controlar la producción y equilibrar la oferta y la demanda. Con ese fin se
creó una serie de juntas reguladoras, dirigidas a controlar el flujo de
exportaciones y el abastecimiento interno. Así, en dependencia directa del
Ministerio de Agricultura, funcionaron desde 1933 la Junta Reguladora de
Granos, la Junta Nacional de Carnes, la Junta Reguladora de Vinos, la Junta
Nacional del Algodón, la Junta Reguladora de la Industria Lechera y la
Comisión Regional de la Producción y Comercialización de la Yerba Mate. En
términos generales, la mayoría de estos organismos tendió a favorecer a los
productores vinculados con la exportación. (...)”7

En la Conferencia de Ottawa (1932) se realiza un pacto con Inglaterra


para la exportación de carne, llamado Roca-Runciman que tenía un alcance de
tres años, que fue muy favorable para el país europeo, debido que le permitió
recaudar mayores ingresos y a su vez le daba beneficios totales, ya que,

7
Lobato, M. y Suriano, J. (2000) Nueva historia Argentina. Atlas histórico. de la Argentina.
Buenos Aires. Editorial Sudamericana.

10
obviaba el proteccionismo argentino a los productos de Inglaterra. El tratado de
Roca-Runciman es principalmente para exportar carnes enfriadas, con una
aproximación de 390.000 toneladas, pero Inglaterra tenía la posibilidad de
reducir un 10% estas ventas en situaciones especiales, a cambio, Argentina se
compromete a asignar divisas provenientes a Gran Bretaña, como autorizar la
remesa de las utilidades de las empresas Británicas en Argentina para que
puedan salir sin problemas.
Pone libre de derechos a la importación de carbón Inglés, plantea el
historiador Bellini. La federación Agraria y la Sociedad Rural, reciben muy
positivamente estas medidas, pero no tanto la unión industrial, debido al miedo,
que generaba bajar los aranceles que tenían. Sus principales críticas se dieron,
ante el miedo a perder sus concesiones menores que tenían. Se renueva el
pacto en el año 1936, pero sin cambios, entre los políticos Eden-Malbrán.
El crecimiento de la industria es importante en Argentina con la
implementación del modelo ISI, que ante un cese considerable de las
importaciones, debió realizar algunos productos con sus industrias internas,
aumentando el consumo de los productos nacionales. Sin embargo, no fue un
cambio tan profundo, ni tampoco fue tan impulsado por el Estado, existiendo un
freno en la mentalidad liberal, no generando un impulso real de la industria a
nivel Nacional, sino que fue realizado en respuesta ante la presión de la
economía internacional que se cerraba. Pese a esta mentalidad de tinte
conservador, se impulsaron el desarrollo de industrias textiles y alimenticias y
escasamente la química y la metalurgia, provocando un aumento en la
ocupación de los obreros en estas con referencia a 1914, que es la que utiliza
la autora Lobato, M para comparar la situación económica en la década del 30.
Uriburu pone varios aranceles para solventar el gasto y conseguir dinero
(ingresos fiscales) ante la baja de las importaciones, pero se continuó pagando
la deuda principalmente a Inglaterra aunque Argentina no recibió préstamos.
Según el historiador Bellini la idea de la reforma de un banco central, había
sido impulsado por Hipólito Yrigoyen previamente. Se retoma en 1935 en su
aprobación como ley, donde se explicita que dicho banco debería de ser
manejado por un grupo de élite económico de manera mayoritaria, dejando al
Estado un mínimo de representación en la institución bancaria. También
podemos apreciar, cómo se va exponiendo los intereses de los sectores

11
conservadores, con el afán de mantener sus privilegios en alianza con los
capitalistas foráneos como decía en sus discursos Eva Duarte, debilitando así
la soberanía del País, lo que lleva a que denominemos a este período como
“Infame”.
En el medio de esto, el senador De La Torre, denuncia que las
empresas extranjeras, principalmente frigoríficas, no pagan lo que deben, y el
gobierno las protege, incluso los ganaderos invernadores, hacían trato con las
transnacionales beneficiándose de mejores precios en detrimento de los
criadores.

“(...) Dentro de este proceso de industrialización la inversión de capitales


extranjeros en los años treinta fue importante, no tanto por el monto, que se
mantuvo estable entre 1923 y 1940, ni tampoco por la variación porcentual
sobre el total invertido, que descendió del 37 al 20 por ciento en los años
aludidos, sino por la modernidad de sus empresas. Y si bien los
norteamericanos conservaron la delantera, el rasgo saliente fue el sustancial
avance de la radicación de capitales europeos destinados al rubro industrial.
Las radicaciones estadounidenses más importantes fueron: Royal (1935),
Quaker y Adams (1936) en el rubro alimenticio; Sudamtex (1934), Anderson
Clayton (1937) y Ducilo (1937) en la industria textil; Argemtrac (1937) y Armco
(1938) en metalmecánica; Philco (1931) y Eveready (1937) en industria
eléctrica; Firestone (1931) en el rubro del caucho; en la industria de productos
farmacéuticos y medicinales se instalaron Johnson y Johnson (1931) /…/
Pond's (1939) /.../ además se instalaron varias fábricas de productos químicos,
papel, anteojos y hojas de afeitar (...)” 8

Se puede apreciar en este período también el crecimiento de la


organización sindical ante las nefastas políticas impuestas por el Estado, que
vulneran la situación de los trabajadores y cuando las tenían a estás, chocaban
con los sindicatos, generando así, un clima de constante conflictivo en el sector
obrero en la década el ‘30, como podemos apreciar en las pinturas de Berni,
principalmente en su obra “Manifestación”, donde representa a una

8
Lobato, M. y Suriano, J. (2000) Nueva historia Argentina. Atlas histórico. de la Argentina.
Buenos Aires. Editorial Sudamericana.

12
concentración de las clases populares buscando reivindicar una mejor calidad
de vida.
Los bloqueos y la escasez generada por la segunda guerra mundial de
las bodegas, hicieron temer la pérdida de grandes mercados para los productos
argentinos y una severa crisis del agro pampeano.
El plan Pinedo, que fue realizado junto a Raúl Prebisch tiene como
objetivo responder a la crisis de este sector del agro pampeano a través de una
nacionalización (compra por el Estado) de las cosechas, algo similar que hizo
Brasil con el café en las primeras décadas del siglo XX. Al mismo tiempo,
también se propone un plan de construcción de viviendas para revertir los
efectos de la crisis sobre la desocupación y el consumo doméstico. El
financiamiento se daría a la creación de un régimen crediticio que con respaldo
estatal y modificación de depósitos privados del sistema bancario lo
respaldarían los créditos a largo y mediano plazo. También podemos apreciar
que en la bibliografía consultada, se hace hincapié en la inversión en el sector
manufacturero, fomentando industrias para sustituir importaciones, pero al final
se abandona el proyecto.
Aunque disminuyó las importaciones, Argentina, tuvo una mejor balanza
comercial debido a los buenos precios de las materias primas en el extranjero y
al descenso de las importaciones.
Se impulsa, durante esta década, la inversión en el sector industrial y el
consumo en el mercado interno. La inflación hacia la década del 40’, debido al
subsidio al agro, para evitar una crisis, incrementó las tensiones inflacionarias.
Para destrabar esta situación, el gobierno de Ortiz y Castillo intentaron diversas
medidas como la aplicación de precios máximos a ciertos artículos domésticos,
como alimentos, vestimenta, viviendas, etc, como se puede observar en la
siguiente cita:

“(...) En septiembre de 1939, Ortiz promulgó la Ley 12.591, que otorgó al Poder
Ejecutivo amplias atribuciones para asegurar el abastecimiento del mercado
doméstico mediante la fijación de “precios máximos” (un término novedoso en
la época) para productos alimenticios, vestimenta, vivienda, materiales de
construcción, alumbrado, calefacción y sanidad. La ley también autorizó al
gobierno a implantar cuotas y prohibiciones para la exportación de productos,

13
así como a expropiar mercaderías, medidas que se volvieron más usuales a
partir de 1942. Entre 1939 y 1946, se dictaron centenares de decretos
destinados a moderar el ritmo de la inflación. En el orden financiero, el Banco
Central puso en marcha una política de absorción de dinero por medio de la
colocación de títulos y bonos públicos y, a partir de 1943, se establecieron
rígidos controles para el ingreso de capitales extranjeros (...)”9

“(...) Hacia finales del período casi la mitad del capital invertido en la industria
manufacturera era extranjero. En 1941, un informe parlamentario estimaba que
la participación del capital británico alcanzaba el 49%, seguido de cerca por los
norteamericanos (45%) y muy atrás por las empresas holandesas, francesas,
belgas y alemanas. Se trataba de un nuevo actor que los gobiernos debían
considerar en el diseño de las políticas sectoriales y en el manejo de la política
cambiaria, tanto por su demanda de divisas para la importación de insumos
desde sus casas matrices como por el peso que el giro de utilidades podía
tener sobre el balance de pagos (...)”10

Retomando el tema del problema en el sector agrario luego de la crisis


del 29’, el gobierno de Justo tomó varias medidas, para evitar el
endeudamiento de este sector y que determinara una crisis social de grandes
dimensiones, para así evitar la migración del campo a la ciudad de manera
dramática , implementó la reducción de intereses y limitación de embargos.
Pero la ley 11.627 que en 1932 se aprobó, busco brindar mayor estabilidad a
los productores mediante la extensión de contratos y de los beneficios de los
arriendos suprimiendo al límite de 500 hectáreas.
También el gobierno puso mecanismos para la mejora del precio de
algunas materias primas, un contralor del mercado de los cereales, creando la
junta reguladora de Granos y la fijación de precios mínimos o “sostén” en un
nivel en que la junta se obligaba a adquirir la producción. La recuperación de
los precios a nivel internacional ayudó a evitar los efectos negativos.
Según los historiadores Korol y Belini los gobiernos Argentinos de la
década infame no hacen una política coherente y ordenada en las industrias,
9
Belini, C. y Korol, J. C. (2012) Historia económica de la Argentina en el siglo XX. Argentina.
Editorial Siglo veintiuno.
10
Ibidem.

14
ya que pese a cierta exoneración de impuestos, para ciertos casos, en
inversiones de importación de insumos químicos o tecnológicos, aprecian una
falta de política nacional en general para impulsar este rubro, donde incluso los
autores plantean, que el proceso de industrialización lo hacen como último
recurso ante la gran depresión y no con voluntad política. En la década del 40,
en los gobiernos de Ortiz y Castillo, se envían al parlamento, los proyectos de
ley de créditos industriales que no son aprobados. Uno de los problemas en las
industrias, eran que las más grandes eran de origen extranjero, y tenían gran
parte de la masa obrera, incorporadas en su trabajo, dejando de lado a los
pequeños talleres y medianas firmas que empleaban una minoría del personal,
lo que llevaba a tener una participación menos destacada en el valor de la
producción. Este problema de la extranjerización de las industrias, plantea la
historiadora T. Eggers es debido a que altos funcionarios de estas, como
Pinedo actuaban en favor estas empresas, desde el mismo gobierno argentino;
incluso se aprecia que algunas empresas extranjeras como “La forestal” de
origen inglés en el bosque chaqueño, manejaba sus propias reglas dentro de
ella, y donde ni siquiera la policía podía ingresar.
Hacia finales del periodo, casi la mitad del capital invertido era
extranjero, principalmente británico y norteamericano y como se puede apreciar
en un informe de la fundación Armour, se buscaba promocionar desde las
empresas extranjeras y nacionales, herramientas en conjunto para adoptar
nuevos mercados y expandir su economía, desde el asesoramiento de una
empresa norteamericana como consejera.

“(...) En 1941, la Corporación para la Promoción del Intercambio S.A., una


entidad organizada por grandes empresas extranjeras y algunas nacionales
para alentar la búsqueda de nuevos mercados, contrató a la fundación Armour
para realizar un estudio sobre la industria argentina y sus perspectivas /.../ Una
de las observaciones más comúnmente expresadas por los directores de las
industrias visitadas por los investigadores de la fundación Armour era que
sabían perfectamente que su escala de trabajo era menor que la de las
fábricas similares de Estados Unidos o de Europa y que, por consiguiente, sus
costos por unidad eran mayores. Pero, decían, la extensión limitada del
mercado de que disponen impide una mayor expansión. Se considera

15
frecuentemente, y con razón, que ésta es la mayor de las desventajas con que
tropieza la industria argentina. /.../ pueden citarse cuatro formas principales de
resolver el problema. Ya sea aisladamente o combinadas entre sí, algunas de
las medidas que se sugieren podrían además comportar una mejora notable en
el nivel de vida argentino. 1) Puede haber casos en que los salarios son
susceptibles de ser aumentados directamente, aun en las condiciones
actuales, dando así lugar a una expansión del mercado interno; 2)
Asegurándose mercados en el exterior, algunas industrias podrían aplicar
métodos más económicos de producción en gran escala; 3) En cierto número
de industrias argentinas un perfeccionamiento en la técnica usada traería
aparejado un abaratamiento de los costos, lo que a su vez permitiría aumentar
el consumo interno; 4) En otros cosas los precios podrían ser rebajados
directamente, aumentando así la extensión del mercado (...)”11

Al inicio del periodo comenzó con una crisis económica y un progresivo


aumento de desocupados del campo y la ciudad, que aumentó la migración
hacia los centros urbanos con el surgimiento de las villas miserias. Para 1932
se arrojan unos 334.000 desocupados (7% de la población económicamente
activa) y en el pico de la crisis el autor cree que alcanzó cerca del 10%. Un
44% de los desocupados eran hombres provenientes del campo, peones sin
oficio, y el resto obreros y empleados del sector terciario y en menor medida
obreros de la industria. En los primeros años luego de la crisis, hay una
reducción del salario, donde en muchos casos, fue un acuerdo entre el
sindicato y la patronal como en el caso de los empleados del Riel para evitar
despidos.
El desarrollo en la rama textil argentina en la década antes mencionada,
fue el principal rubro de desarrollo, con una política que beneficio, mediante
restricciones en las importaciones, provocando que creciera el mercado
interno y las industrias livianas, que fueron las principales beneficiarias.
Se puede observar también, un crecimiento de la petroquímica y sus
derivados, la industria siderúrgica, también en la rama de los alimentos y
bebidas que incluye también a los frigoríficos y a los molinos harinero, donde
se tuvo un crecimiento menor que los anteriores. En 1935, había en Argentina
11
Ibidem.

16
42.200 plantas industriales que brindan trabajo a 544.000 obreros, con un
crecimiento del 42% entre los períodos 1914 - 1935. La producción aumentó un
79% entre 1935 a 1939, el número de fábricas tuvo un crecimiento del 25% y
el personal también aumentó un 35% alcanzando los 710.000 obreros.
El valor de lo producido ascendió un 50%, donde la industria nacional,
pasó a abastecer la totalidad del mercado interno. Podemos apreciar, según
Korol y Bellini, que las fábricas Argentinas, inician una producción de
electrodomésticos, maquinaria agrícola, e incluso hay industrias extranjeras
que producen sus bienes de consumo en la Argentina como la General Electric.
Hubo un descenso de los precios, pero la caída del salario real fue
mayor. Entre 1929 - 1939 el salario real se contrajo un 10% cuyo nivel
permaneció hasta 1942. Hacia 1934 la desocupación comienza a subir, los
salarios medios no lograron cubrir los gastos en alimentos, alojamiento,
vestimenta, etc de una familia obrera porteña, y los dos primeros significaban el
77% de los ingresos, esta situación la podemos apreciar en la siguiente cita:

“(...) La desocupación como fenómeno importante no se prolongó demasiado


tiempo, ya que a partir de 1934 la economía mostró signos de recuperación y
el crecimiento de la industria absorbió mano de obra. En esto, la Argentina se
diferenció notablemente de otras economías como la estadounidense, donde el
desempleo se mantuvo en altos niveles durante toda la década. De cualquier
manera, las condiciones de vida continuaron siendo precarias /.../ La
insuficiencia de los salarios impulsaba a las mujeres al mercado laboral, como
empleadas en la nueva industria, y a una temprana incorporación de menores.
Si bien los salarios pagados a ambos sectores eran considerablemente más
bajos que los de los varones adultos (se tratara de igual tarea o bien de labores
con menor retribución), implicaban un aporte importante para la manutención
de las familias (...)”12

Los salarios de mujeres y niños son bajos y la situación los obliga a salir
a trabajar pese a cobrar menos que los hombres adultos y a veces por la
misma tarea. La situación en otras provincias rurales era peor, como en el caso
que se puede apreciar en la siguiente cita:
12
Ibidem.

17
“(...) Con relación a las condiciones laborales, los empleadores continuaban
teniendo mayores prerrogativas. Aunque todavía sabemos poco del accionar
de los departamentos de trabajo provinciales, es posible afirmar que los
empleadores fijaban las condiciones de trabajo sin mayor límite que el de
algunas leyes laborales. La estabilidad del empleo y el derecho de los patrones
a despedir al personal sin indemnización ni mayor advertencia continuó siendo
la norma. En 1934, El Parlamento sancionó la Ley 11.729, que introducía el
pago de indemnización por despido y las licencias por enfermedad para el
gremio de los empleados de comercio. Esta ley provocó agudas polémicas, ya
que su aplicación a otros gremios en la industria generó un fuerte rechazo de
los empresarios. Recién en 1937, los obreros industriales comenzaron a gozar
de los derechos establecidos en los convenios colectivos firmados por los
gremios y las cámaras empresarias.
En términos de su organización, los años treinta fueron un momento decisivo
en la historia del movimiento obrero. En 1930 se organizó la Confederación
General del Trabajo (CGT) /.../ A comienzos de la década, la Unión Ferroviaria
y La Fraternidad -que agrupaban a los trabajadores del riel y los conductores
de locomotoras respectivamente- continuaban siendo los gremios más
numerosos, de alcance nacional /.../ el nacimiento de nuevos sindicatos, como
la Federación Obrera Nacional de la Construcción conducida por dirigentes
comunistas (…)”.13

En la cita previa, se puede observar que en 1930 aparece la C.G.T.,


como uno de los gremios más importante de la lucha obrera en la Argentina de
la década infame y de ideologías variadas como la socialista y otras liberales.
En un texto que aparece en el libro del historiador Bellini y Korol, nos
permite saber a través de un fragmento citado de otro autor llamado Palacios,
A. la situación del obrero en cuanto a su vida cotidiana, el tipo de vivienda al
que tenía acceso y la situación de salubridad que el obrero de una clase baja
tenía en la Argentina en este periodo como muestra un informe citado en el
libro de estos autores:

13
Ibidem.

18
“(...) El estado sanitario es deplorable en las viviendas de los pobres. Una
ausencia total de higiene que ha podido observar en los barrios que están en
las puertas mismas de la ciudad de Santiago del Estero y de toda la campaña
de la provincia. He entrado en centenares de habitaciones y he salido siempre
con el corazón acogido. Familias de seis, ocho y hasta diez personas viven
hacinadas en ranchos sin puertas ni ventanas, de tres metros por cuatro,
construidos con quinchas, latas, palos y lonas, que tienen piso de tierra y techo
cubierto de ramas; verdaderos focos de infección donde, en un ambiente de
abandono moral, azotan todos los vicios y la miseria. Allí me sentí abatido
frente a mis pequeños compatriotas descalzos, andrajosos y débiles. Allí
comprobé que el alimento de todo el día era, con muy contadas excepciones,
mate cocido, mazamorra sin leche y locro sin carne. El médico que me
acompañaba /.../ ha examinado en mi presencia a más de 150 niños /.../
comprobando en la casi totalidad o la debilidad constitucional, atrofia, distrofia
u organización desarmónica, o el hábito pretuberculoso (...)”14

En 1936 las centrales sindicales cuentan con 360.000 afiliados y en


1941 unos 440.000. En el sector industrial, los líderes sindicales eran
perseguidos por las grandes empresas extranjeras instaladas, intentando
escapar a la legislación laboral de la época, reflejando la complicidad del
Estado, la oligarquía extranjera y nacional contra los sectores populares que
buscaban organizarse.

14
Ibidem.

19
Reflexión Final

La definición de “Década Infame” implica varias cuestiones a tener en


cuenta, ya que es un concepto que se ha aplicado para tratar el tema de la
ética en la política como eje.
Por esta razón se ha trabajado también sobre cuestiones económicas y socio-
culturales, aunque sólo en relación al otorgamiento de contenido a la definición
presentada como central. La Década Infame puede además utilizarse en forma
comparativa, estableciendo similitudes o continuidades, y diferencias o cambios
con respecto a otros procesos históricos, lo que nos permite abrir un espacio
de juicios, opiniones y reflexiones sobre dicho periodo del siglo XX que se dio
en la Argentina.
Durante este proceso, se observaron varios subtemas que aparecen de
manera directa o indirecta, como lo son el pensamiento nacionalista, el inicio o
intento de la industrialización sustitutiva, que no tiene éxito; las migraciones
internas del campo a la ciudad, lo que desemboca en el inicio de una
configuración del movimiento obrero, además de la influencia y que tan
determinante fue el inicio de la 2ª guerra mundial para un país como Argentina,
que basaba su economía en la producción de alimentos.
Podemos reflexionar sobre la implicancia de los pequeños grupos de
poder que fueron construyendo a las naciones latinoamericana desde su
nacimiento, a partir de la emancipación, de cómo la clase militar fue
construyendo un prestigio, estatus y popularidad que legitimó su accionar en
diversos tiempos y espacios tan diversos pero al mismo tiempo con patrones
normativos cuasi iguales. Es que el fraude patriótico y los gobiernos de neto
corte conservador y antipopular, no fueron un aspecto único ni idóneo de la
Argentina del 30’, las oligarquías que gozan de privilegios, jamás en la historia
se desprendieron de ellos sino tras una crisis de golpe, social e institucional y
ante un reclamo de fervor popular.
Por ende, no nos puede sorprender su capacidad de reinventarse para
seguir construyendo su manto de privilegios, pues, cuando hablamos de
oligarquías, o grupos de elite, en cualquier sociedad, debemos de comprender
que las fuerzas armadas, así como las fuerzas coercitivas del estado, deben de
presentar el mismo espíritu conservador y defensor del status quo, por más que

20
fuesen en contra de los intereses de clase de la mayoría de los sujetos que la
conforman.
Tras el trabajo de investigación realizado, se observa como la lucha de
intereses por parte del sector político, logra generar una sensación de caos
colectivo, el cual solo puede y debe ser solucionado por dicho sector, o en
desmerecimiento hacia ese sector, los militares usan tal debilidad para
catapultarse hacia los cargos de injerencia, pero defendiendo los intereses de
las oligarquías preexistentes. En este periodo, se ponen de manifiestos
factores sociales como lo son el odio hacia el extranjero, esa sensación de
superioridad del hombre de ciudad sobre el del campo, véase el desprecio con
el argentino que luego se denominará “cabecita negra” y que no hace más que
reafirmar el origen racista de una nación que nació con los ojos mirando a
Europa y de espalda a su población originaria.
En este trabajo, nos hace repensar el concepto que se tiene de
“Desarrollo” como tal, que es lo que define que una nación sea desarrollada o
no, pues, los estándares macroeconómicos con los que se regula dicho
concepto, además de ser una construcción realizada por los países del
hemisferio norte, o sea las grandes potencias, hacen que nos preguntemos si
no es como la metáfora del burro y la zanahoria, en la cual el burro nunca
podrá alcanzarla ya que dicho vegetal se encuentra a unos centímetros de sus
ojos apenas, pero cada vez que avanza, la zanahoria también lo hace.
Durante este periodo, existió un gran descreimiento en el modelo
democrático como lo plantean la mayoría de los autores, pero está en los
hombres de hoy, encontrar qué factores pueden de haber influenciado para que
dicho fenómeno se pueda dar, y qué semejanzas se reflejarán con lo que los
golpes de estado que sufrieron los distintos países de América Latina durante
la primer mitad del siglo XX; como mencionamos antes, se observa en la
población un creciente descreimiento en la democracia y en sus instituciones.
Al igual que en Europa ciertos sectores políticos y de las Fuerzas Armadas
vieron con desconfianza al sistema democrático porque creían que no sería
capaz de contener a la sociedad y mantener el orden, llevando paz y
administración al país.

21
Entonces, podemos aventurarnos a decir que Argentina era un país
nuevo, con apenas pasado sus primeros 100 años, con un sistema democrático
aún no perfeccionado, así como tambiñen, sus instituciones carecían o existía
un desinterés de fortaleza y herramientas para enfrentar una crisis como la que
golpeó al país en la década del 30’ del siglo XX; o incluso debemos de
cuestionarnos el grado de maduración de la sociedad Argentina, sobre qué
tanto veían al modelo político de su país como un factor determinante en su
desarrollo tanto individual como colectivo.

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