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David Moreno Sanz

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microSeñales de Humo

microSeñales
de Humo
DAVID MORENO SANZ

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David Moreno Sanz

Título: microSeñales de Humo

Autor: © DAVID MORENO

Edición y diseño: David Moreno


Diseño portada: Chema Cuairán

Primera edición: marzo 2014

Impresión : BUBOK Publishing


S.L.

ISBN: 978-84-616-8920-0

http://microseñalesdehumo.blogspot.com

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mencionar la fuente de procedencia, serán
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entre otros.

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microSeñales de Humo

Para mi hijo Iván y


Ángela, mi mujer.

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David Moreno Sanz

“Todo cabe en lo breve. Pequeño es


el niño y encierra al hombre; estrecho
es el cerebro y cobija el pensamiento;
no es el ojo más que un punto y
abarca leguas”

- Alejandro Dumas -

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microSeñales de Humo

A LA CARA, DEL REVÉS

-Espejito, espejito ¿quién es la más bella del reino?


-sadot ed alleb sám al sere, anier im, úT
-¿Quién dices?
-ragul led atnot sám al néibmat Y

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David Moreno Sanz

¡ADIÓS VIRGINIDAD!

Quiero dar las gracias a todos los que con sus consejos me
ayudaron a afrontar mi primera vez. No me resultó fácil, ni a
la postre se puede decir que fuera la mejor. Me habían
instruido concienzudamente, llevaba la teoría bien aprendida
en mi cabeza pero claro, la práctica era otro tema. Y debía
ser yo quien lo ejecutara. Recuerdo que previamente y de
trago me bebí un par de whiskys para calmar mi nerviosismo.
Y a los preparativos, inexpertos, les siguió irremediablemente
el momento culmen. La penetración se complicó en exceso
aunque finalmente lo logré. No imaginaba que me provocaría
tanta excitación. Atravesar las paredes te permite cotillear en
las vidas ajenas sin ser visto.

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microSeñales de Humo

¿AHORA ME DEJAS?

Me acuerdo que un día te dije que haría cualquier cosa que


me pidieras. Que sólo tuviera ojos para ti, me los arranqué y
te los regalé en un frasco. Que sólo te besara a ti, despegué
mis labios y te los regalé en otro frasco. Que sólo te diera la
mano a ti, me las corté y te las regalé también. Y ahora que
no puedo verte, ni besarte, ni darte la mano… después de
darte todo lo que me pediste, ¿dices que me dejas?

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David Moreno Sanz

ABUNDANCIA

Se preparó con todo el equipo incluido su sombrero


preferido para protegerse del sol y lanzó la caña con fuerza, a
ver si tenía suerte. No tardó ni cinco minutos y un primer
ejemplar picó en el anzuelo. Volvió a lanzarla y al instante,
otro cayó en la trampa.
En la cesta fue depositando, tremenda y gratamente
sorprendido, las decenas de peces que iba pescando: desde
carpas a truchas, lucios, tencas, barbos y gobios.
Nunca imaginó que contuviera tanta vida la pecera de su
salón.

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microSeñales de Humo

ACCIDENTES

Desde el accidente de hace dos inviernos nadie se atrevió a


mencionar la palabra “escopeta” en casa de los Navarro, ni a
mirarla ni mucho menos a tocarla y bajarla de la estantería.
Comían siempre de espaldas a ella como si no existiera, en
penumbra y conteniendo los recuerdos aún cercanos de
madre. Acostumbraban incluso a por la noche no
permanecer mucho en el salón y a estar a la hora señalada
cada uno en su dormitorio. Por eso hoy cuando el hermano
mayor subió las escaleras siguiendo a padre tras una
acalorada discusión y oyeron segundos después un disparo y
un cuerpo golpeando el suelo, se mantuvieron quietos y en
silencio dando vueltas a la sopa hasta que se enfriara como si
nada, hasta que regresara a la mesa.

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David Moreno Sanz

AJEDREZ PLATÓNICO

Blanco y negro.
Dos colores.
No hay lugar para intermedios.
Dos mundos destinados a enfrentarse.
Imposible el amor y, sin embargo, ¿qué pretensiones
alberga un peón negro persiguiendo a la dama blanca?

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AL DESCUBIERTO

Con las yemas de mis dedos recorro las líneas de tu piel. Y


descubro, sin querer, tu secreto: lamentablemente para los
tres, leo que su nombre es Toño.

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David Moreno Sanz

ALTIBAJOS

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ANIVERSARIO

Regresa a casa tarde y con sigilo para no sobresaltar


demasiado a su mujer, da las vueltas a la cerradura. Se
encuentra con silencio, oscuridad y aparente tranquilidad.
Pero al dar la luz del recibidor alguien le estaba esperando:
- ¿Por qué has tenido que llegar tarde hoy? ¿Te has olvidado de que
día es verdad?
- Amor, lo sient…
- ¡Cállate, haz el favor! No puedo con tus excusas. No has
contestado ni a las llamadas a tu móvil.
- Déjame que te expliq…
- ¡No aguanto más! Hoy era nuestro aniversario y había preparado
una cena especial.
- Sí cariño, lo sé, ¿cómo voy a olvidarme?
- ¡No te creo! Me voy a la cama, duerme en el sofá y mañana ya
hablaremos.

Sin apenas mirarle, da media vuelta y de un portazo cierra


la puerta del dormitorio.
- Si me dejaras te contaría que esta tarde cuando regresaba del vivero
tuve un accidente de tráfico en la carretera N-340, a 5 kilómetros de
aquí. Perdí el control y me caí por un terraplén... Vine a despedirme y
darte mi último beso… Por cierto, tienes unas flores de regalo en el
maletero del coche.

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BARBACOA O INTERFERENCIAS I

Los domingos a Lucas le toca barbacoa con la familia.


Normalmente se encarga de prepararla con sobrada destreza
aunque la última vez organizó una buena. No había manera
de que el carbón prendiera, sospechaba que estaba en mal
estado y humaredas ennegrecidas ascendieron cubriendo el
cielo. A pesar de las dificultades, finalmente pudieron
saborear una suculenta chuletada. Después vinieron los cafés,
las copas, la sobremesa, hasta que de manera sorpresiva
irrumpieron alrededor del jardín una veintena de indios
sioux:
- nosotros acudir alertados por señales de humo.

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microSeñales de Humo

ARREBATO

Gabriel Ariza a sus treinta y ocho años, vivía para los


western y para Irene. En lo primero, era un especialista; en lo
segundo, un sufridor. Estaba locamente enamorado de una
compañera de trabajo. En silencio: su timidez le impedía lo
contrario.
Gabriel llegó a la taquilla de los cines Fleta, solo, otro
sábado más en sesión de noche. Como siempre, lo hacía en
el último momento, cuando todos los espectadores ya
aguardan impacientes el inicio de la película y su entrada pasa
inadvertida.
El acomodador le guió e iluminó su butaca, la única vacía.
Y en ese instante comprobó que el azar le tendía una
emboscada: en la contigua, le esperaba Irene con su apestoso
y nuevo novio.
Se le revolvió el estómago y a unos metros de ellos, alargó
su mano derecha, extendió los dedos índice y corazón hacia
delante y el pulgar arriba y, apuntándole a la sien, a lo Clint
Eastwood, susurró: “El mundo se divide en dos, los que encañonan
y los que cavan; el revólver lo tengo yo, así que coge la pala y… lárgate
de aquí”.
Lástima que no fuera suficiente y sus piernas le flaquearan
al avanzar.

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ASESINO EN SERIE

Petrificada se quedó la pitonisa cuando leyó las cartas de su


cliente.

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BIOGRAFÍA DE UN HOMBRE CORRIENTE POR


CASUALIDAD

Nació una madrugada de mayo y no en abril por cuestión


de horas. En Villarriba, porque en Villabajo no había hospital
de maternidad. Se llamó Lucas como su padre y como su
abuelo. Se educó en un colegio de curas simplemente por
capricho de su abuela materna. Prefirió el fútbol porque no
daba la talla para el baloncesto y el tenis, a su padre le parecía
deporte de ricos y el karate, de muy brutos a su madre.
Estudió geología porque no le llegó la nota para veterinaria.
Le gustaron más las morenas pero se casó con una rubia, con
la que tuvo dos hijos. Pudo ser millonario si su boleto en vez
de acabar en seis lo hubiese hecho en cinco. Y, pudo ser uno
de los escritores más famosos de la historia pero prefirió
guardar sus libros en el sótano de su casa, sin que nadie los
leyera. Finalmente, aunque se salvó unas cuantas veces,
murió de viejo.

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David Moreno Sanz

BIPOLARIDAD

Sam es ordenado y trabajador. Jim, al contrario, es todo


desorden y vagancia. Lo que Sam hace, Jim lo estropea. Si
uno pretende llevar una vida equilibrada, el otro se
descontrola y lo acaba sufriendo el primero. A Sam no le
gusta el alcohol, como mucho bebe un vaso de vino con
gaseosa en las comidas; a Jim el ron le pierde.
Ambos viven atrapados en un mismo cuerpo y un día
decidieron hacer un pacto: Sam predominaría los días pares,
Jim, los impares.
Parecían haber solucionado sus problemas de convivencia.
Hasta que este último verano, Jim se gastó el dinero que
tenían reservado para abonar el recibo del hotel en drogas y a
Sam le tocó sentarse en el banquillo de los acusados por
ocasionar una serie de daños en el mobiliario urbano. Los
testigos vieron el sábado 15 de agosto a un hombre clavado a
él.

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BOOMERANG

A la altura del octavo Lucas recuerda que no ha puesto


comida a Leo. En el quinto siente muchas ganas de jugar a
fútbol. Cerca del tercero le hacen todavía cosquillas los besos
que su mujer le ha dado esta mañana. Al rebasar el primero,
in extremis, frena la mirada y queda suspendido unos
segundos que parecen eternos mientras escucha el dulce
hilillo de voz de su hija pequeña. Derrama ahora unas
lágrimas que el viento balancea de lado a lado. Finalmente
Lucas retrocede, cierra la ventana, se apea de un tembloroso
taburete y coge de la mesa de la cocina la carpeta con los
curriculums para entregar hoy.

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CABEZONERÍA

La bala, en la sien y la víctima, en el suelo. Ya van diez esta


tarde. Y lo peor es que hasta que no atine no va a parar.
Desde que le conté a mi hijo la leyenda de Guillermo Tell se
ha empeñado en emularle, pero en versión western. En vez
de manzanas, botellas de whisky; en vez de arco y flechas,
revólver Colt 45.
Empezó ensayando con sus amigos y como no tenía
muchos, ahora ninguno, le tocó el turno a la familia. Tras el
último disparo, su perro y yo, temblorosos, nos miramos.

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CAMINOS DIVERGENTES

Todas las noches desciende contoneando sus caderas por


el alero del tejado. Accede a mi dormitorio a través de la
ventana entreabierta y mientras finjo que duermo, me araña
suavemente una pierna, luego la otra, sube hacia mi cuello y
maúlla en mis oídos.
Sigue sin aceptar que lo nuestro ya no es posible.
En mi séptima y última vida la reencarnación desembocó
en un ser humano.

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CAMUFLAJE

El Hombre
Sin Paraguas
cuando no llueve se confunde
con el resto de la gente. Sin embargo
es cuando las nubes descargan con fuerza cuando no pasa
desapercibido. Mientras los demás viandantes se protegen
para que no se les moje la cabeza, El Hombre Sin Paraguas
camina con tranquilidad, como si las gotas de agua resbalaran
al chocar con su cuerpo.
OOOOOOOOOOOOOOOOO
O

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CARENCIAS

Un tipo que vive solo llega a casa, abre la puerta, la cierra


tras de sí, se introduce en el pasillo y sale a recibirle un gato
que no tiene. Ante la sorpresa inicial permanece quieto hasta
que ese mismo gato se frota contra sus piernas. Le prepara
entonces un plato de leche con galletas pero éste insiste en
conducirle primero a la habitación de los hijos que no tiene
para que les arrope y dé dos besos de buenas noches y
después hasta la cama donde duerme la mujer que tampoco
tiene. Confuso se pone el pijama, se lava los dientes y se
tumba a su lado para descansar del duro día de trabajo que
no tiene. Y piensa en mañana, en el futuro.

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David Moreno Sanz

CELEBRACIÓN

Un año más ha llegado mi cumpleaños y como siempre he


reunido a la familia y amigos para celebrarlo juntos. Nadie ha
querido perderse la fiesta. Tras una generosa merienda, una
tarta de chocolate con licor de whisky y sus correspondientes
velas encendidas esperan mis soplidos. No me hago más de
rogar e inspiro todo el aire que puedo, para una a una, ir
apagándolas. Cuando estoy a punto de exhalar mi último
aliento, me doy cuenta de que a la vez, han desaparecido,
uno a uno, mis invitados. Sólo quedo yo y este último
aliento.

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CICLOS

Ella entró por un extremo del vagón; él por el opuesto.


Ambos buscaron su respectivo asiento que resultaron ser
contiguos. Ella enseguida quedó encantada con el olor que
desprendía su compañero de viaje. Él no pudo en todo el
trayecto dejar de mirar de reojo sus piernas. Al llegar a la
estación de destino, se despidieron en silencio y
abandonaron el tren cada uno por su lado. En el portal de
casa se reencontraron. Ella cogió las cartas del buzón y él
preparó las llaves para abrir la puerta. Nada más entrar
sintieron el mismo aire de rutina que ayer.

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David Moreno Sanz

COMPLEJO DE EDIPO

Mientras juega a las palas con su madre, el niño sonríe al


ver cerca de la orilla el castillo de arena recién construido y a
su padre encerrado dentro.

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COMPLEMENTARIOS

Natalia y Lucas nunca discuten, lo tienen todo muy bien


organizado. A ella le pertenecen las toallas blancas y los
cajones superiores del lavabo (él debe agacharse a los
inferiores), desayuna el café en la taza que lleva su nombre,
trabaja por la mañana (él por la tarde), conduce el coche nuevo
(él uno que recién ha cumplido quince años y sobrepasa los
doscientos mil kilómetros), luce el anillo de casada en la mano
derecha (él en la izquierda), por la noche elige el programa de
televisión que le gusta (mientras él lee) y, en la cama, siempre
duerme en el lado lejano a la puerta (junto a él) salvo los fines
de semana que lo hace con Juan.

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David Moreno Sanz

CONSEJOS VITALES

Hijo mío, ya no eres ningún alevín. Has crecido y es hora


de que tengamos una charla de padre a hijo. Escúchame con
atención. Se acerca tu primera vez y aunque la curiosidad te
domine debes ser cauteloso. Yo mismo, de joven, estuve a
punto de caer en la tentación, tenía hambre y el bocado era
jugoso. A tiempo vi el anzuelo.

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microSeñales de Humo

De un marido cualquiera a su mujer

CONTRATIEMPO

Con nuestro mecánico de confianza nunca habíamos


tenido ningún problema. Antes de viajar, una pertinente
revisión en su taller nos garantizaba la puesta a punto de la
máquina.
Hoy hemos iniciado a pesar de la crisis las ansiadas
vacaciones de Semana Santa; unos días nos irán bien.
Llevamos doscientos kilómetros cuando escucho un
traqueteo venido de mi derecha. Mi mujer libera unos
vocablos ininteligibles mientras empiezo a oler a quemado.
La miro de reojo y de repente, entre el humo, salen
disparados varios tornillos de su cabeza. En cuestión de
segundos, un amasijo de piezas ocupa su asiento. Y las
instrucciones… ¡olvidadas en casa!

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David Moreno Sanz

A los políticos, maestros de lo ajeno

CORRUPCIÓN

Una manzana podrida contamina al resto. Así nos lo


enseñaron en el colegio. Es ley de vida: al juntar lo bueno
con lo malo, todo empeora. Lo teníamos claro cuando nos
castigaban “solidariamente” sin excursión o sin recreo. Y lo
callamos ahora, solemnemente, con cara de no saber nada, de
ignorarlo todo, cuando el señor juez nos pregunta si nuestro
compañero de partido se quedó con lo que no era suyo.

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CULPABLE DE TODOS LOS CARGOS

El abogado de la acusación particular se levantó y comenzó


el interrogatorio al acusado.

- Con la venia del tribunal… es verdad que es usted el padre Cirilo


- Lo soy
- Es verdad que Samuel García Sánchez era monaguillo a su servicio
desde hacía un par de años
- Sí, lo era
- Es verdad que el día de los hechos lo envió a comprar sardinas y
una botella de vino
- Sí, así es
- No es también verdad que se enfadó por la negativa a su
requerimiento
- Sí y reconozco que mi enojo fue enorme. Tanto, que castigué al
muchacho a su habitación. ¡Este pequeño insolente! ¡Mas que me parta
un rayo si fui yo quién le arrojó desde lo alto del campanario!

Y sacando sus paraguas, los presentes cubrieron sus


cabezas ante la copiosa tormenta que había empezado a
descargar en la sala.

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DE REGRESO

Por fin las nubes están quietas sobre nuestras cabezas y


esta vez no parece que sean un espejismo.
A través del cristal de la ventana compruebo cómo se
esconden los pajarillos en sus raquíticos nidos y las ardillas
en sus sedientas madrigueras.
Una rendija abierta me permite oler la humedad que tanto
tiempo atrás imploramos sin respuesta.

-Parecía una batalla perdida -susurro mirándote en el retrato


del salón.

Sin perder más tiempo busco excitado el paraguas que no


sé si guardo y salgo, yo sí me atrevo, al camino a recibirte.

-Pareces cansado. Como la lluvia, hijo mío, casi no te reconozco.

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JORNADA DE CAZA O INTERFERENCIAS II

Todavía es de noche cuando Lucas se reúne con el resto


del grupo en la plaza. Repasan que todo el material esté
preparado en el interior de los todoterrenos. Colocan a las
espaldas sus escopetas y la munición en las cinturas. Los
perros, mientras, aguardan impacientes dentro de los
remolques con la adrenalina a tope.
Minutos después, camuflados, cada cazador repartido
estratégicamente en su puesto de vigía, permanecen atentos a
cualquier movimiento que indique la presencia de jabalíes.
Lucas, concentrado, piensa que lo que consiga esta jornada,
le servirá para la barbacoa del domingo con la familia.
De repente, los ladridos de los perros alertan de la cercanía
de las presas.
Tras los árboles y huyendo a toda prisa, aparecen trolls,
duendes, gnomos, hadas y otros seres fantásticos.
Hoy la cacería será mágica.

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DESCONSUELO

Entre la arena, asomaron unas lágrimas perdidas: buscaban


al niño que las lloró cuando las olas del mar derribaron su
castillo.

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DESEOS ENCADENADOS

El partido está a punto de comenzar. En los graderíos no


cabe ni un alma. En el centro de la cancha, los dos jugadores
más altos se preparan para el salto inicial. A un lado, el pívot
blanco del equipo colista anhela ser como el pívot negro del
equipo líder, con su musculoso y atlético cuerpo. A cierta
distancia, uno de los bases les observa anhelando ser tan alto
como ellos y no se entera de las instrucciones que intenta
desde la banda transmitirle su entrenador, que a su vez está
siendo estudiado por su bisoño colega que anhela poseer
algún día su impresionante palmarés. El árbitro, por su parte,
que siempre anheló ser jugador, sostiene con una mano una
pelota naranja que anhela convertirse en otra tricolor, azul,
blanca y roja. Y estas letras escritas así de esta manera,
anhelan transformarse en palabras leídas una y otra vez.

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David Moreno Sanz

DESPEDIDAS

Los noticiarios locales se hacen eco de un trágico suceso:


“uno de los perros policía encontró a primera hora de la
mañana el cadáver de un anciano en el interior de un pozo.
Todo apunta a que la fatalidad se debe a un accidente”. Los
informes forenses iniciales, por su parte, indican que al
menos tres días es el tiempo que lleva fallecido, tres días al
menos los que necesitan para desarrollarse las larvas de las
moscas del género Calliphoridae halladas.
Pero Juan, el panadero, asegura que el hombre hace dos
estuvo en su tienda comprando unos pasteles como cada
martes. Sebastián, propietario del bar donde jugaba la partida
recuerda que se tomó allí un vino ese mismo día. Incluso
Pablo, su nieto de diez años, insiste ante las preguntas que su
madre le hace, en que ayer por la tarde estuvo jugando con el
abuelo en esta misma habitación sin que nadie se enterara,
que le dio dos besos y que le comentó que tardaría en volver
porque debía hacer un largo viaje.
Todos escuchan atentos, pero nadie repara en el charco de
agua sobre el que se sienta el niño.

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microSeñales de Humo

DIA Y HORA D

Son las doce horas, un minuto y quince segundos. Mi


compañero y yo estamos preparados, escondidos en los
barracones, a la espera de recibir la señal indicada.
Son las dos horas, veinte minutos y diez segundos. Nada
ocurre. Quizá sean las transmisiones. O haya algún
imprevisto.
Las cinco y cuarenta y cinco minutos. Mi compañero acaba
de salir gateando a inspeccionar el terreno. Yo le cubro la
retaguardia.
Quedan escasos segundos para que amanezca. Decido salir,
con el fusil abriéndome camino. No hay nada en el frente. Ni
enemigo, ni guerra. ¿Dónde estás compañero?

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David Moreno Sanz

A las víctimas del franquismo

DIGNIDAD Y JUSTICIA

Silencio en la sala; se palpa la tensión del asunto a tratar


entre los asistentes.
Ochenta años de sufrimiento y de búsqueda, reclamando
un dónde que no llega. Y justo ahora, al final de su camino,
las fuerzas le flaquean. Será por las dudas y desconfianza
hacia el sistema; será por su dolor.
Frente al tribunal y de su acallada boca, un hilo de voz, de
pena infinita, agoniza.
Lo único que consigue liberar con fuerza es un montón de
tierra procedente de las decenas de cunetas recorridas y no
investigadas.
Los huesos de sus padres todavía yacen ahí fuera.

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microSeñales de Humo

DIMENSIÓN INESPERADA

Se conocieron en Internet y no dudaron en intercambiarse


las direcciones de correo. Al principio mantuvieron
contactos cibernéticos esporádicos. Pero poco a poco la
relación fue en aumento hasta que decidieron salir del
anonimato de la red y quedaron en un bar para tomar unas
copas.
Risas y más risas, miradas cómplices, roces cargados de
electricidad...
“¿Y si vamos a mi casa?” –dijo ella.
Al llegar, directos al dormitorio. La atracción contenida
explotó cual corcho de botella de champán. Todo parecía
perfecto hasta que algo cambió el rumbo de esta historia:
“Aunque seas microrelatista entiende querido que a mí el tamaño sí
me importa"– dijo ella.

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David Moreno Sanz

DISCUSIÓN EXTREMA

El murmullo del viento y el estruendo de los truenos


aumentan con rapidez. La fuerza del oleaje provoca que la
embarcación comience a inclinarse como un barco de papel a
la deriva. De repente, me invade un miedo atroz a naufragar
en esta noche agitada.
La tormenta se hace tan intensa que apenas puedo ya
mantener el equilibrio. No me queda otra opción.
Desesperado y derrotado, me precipito por la borda. Desde
el fondo, alzo la vista y compruebo que mi mujer zarandea
las sábanas mientras sigue gritándome enfurecida que vuelva
a la cama. Y yo no me atrevo aún.

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microSeñales de Humo

DOBLE VIDA

He de decir que sospecho de mi mujer.


Lamentablemente llevo ya un tiempo que por las noches,
cuando ella cree que estoy dormido, la oigo levantarse de la
cama y salir de la habitación. Y allí la espero a que vuelva
durante una hora, dos y a veces hasta tres. Presiento que algo
esconde. Una noche de estas la seguiré.
A la semana siguiente.
He de decir que sigo desconfiando de mi mujer. Lo tengo
todo preparado. Le daré el beso de buenas noches y me haré
el dormido. Intuyo que tiene otra vida.
Llegó la noche.
Se acaba de levantar de la cama, aguardo unos minutos y
hago lo mismo. De puntillas salgo de la habitación. Silencio.
Me asomo al salón pegado a la pared mientras oigo cerrarse
la puerta de casa. Corro hacia la ventana y atónito observo
cómo mi mujer se aleja ¡montada en una escoba!
Siempre supe que era un poco bruja, no obstante, sigo
sospechando. Voy a esperar por si alguien la acompaña a su
regreso.

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David Moreno Sanz

DON ESPECIAL

El padre Matías además de maestro destaca por su


acentuada sensibilidad y amor hacia los seres más frágiles de
la naturaleza. Por ello desde su llegada fue el más adecuado
para hacerse cargo de las rosas, amapolas y margaritas que
cada mayo crecen en los terrenos alrededor de las escuelas.
Ya no hubo nunca flores tan mimadas: les suministra el
mejor abono, se preocupa de protegerlas si el viento azota
con intensidad, las riega cada atardecer, corta las partes
enfermas para sanearlas, les canta incluso y reza por ellas.
Igualmente atiende a los niños y niñas. Les recoge sus
lágrimas como si fueran pétalos que caen en otoño y les
arregla la carita triste pintándoles sonrisas con los caramelos
que les regala cuando abandonan su habitación
descamisados.

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microSeñales de Humo

DUDAS

Con esa exactitud tan característica de la ciencia mi padre


se fuma un cigarrillo cada dos minutos y medio recorriendo
toda la casa en continuas idas y venidas. La mirada difusa, el
semblante petrificado. Y en la cocina, nosotros esperando. El
llanto hambriento de mi hermanito rompe el silencio. Limpio
el vaho de la ventana y nada. Tan sólo una columna
humeante en el jardín asciende y se pierde en la noche. Es
muy tarde ya. ¿Dónde se esconden los grillos? ¿Qué harán
los zapatos de mi madre olvidados junto a un pico y una
pala?

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David Moreno Sanz

EFECTOS COLATERALES

Sucedió unos diez mil años atrás cuando los días


desembocaban en largas noches. Eran tiempos oscuros, de
frío intenso y de cavernas. El primer hombre consiguió
domesticar el fuego. No hubo fiesta. Y sí mucho miedo. La
recompensa de su pueblo por temor a que fuera un
mensajero del diablo fue ser castigado a la hoguera.

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microSeñales de Humo

EL CASO BUKOWSKI

El reloj marcaba las tres en punto de la madrugada cuando


una llamada telefónica en la comisaría de policía alertó de lo
que parecía un nuevo asesinato en las calles de Madrid. El
cadáver, como los otros siete anteriores, no presentaba signo
de violencia y presumiblemente de nuevo había sido
envenenado. En su boca, adherida con un trozo de celo, una
tarjeta de un bar de la capital de España llamado Bukowski,
cerraba cualquier oportunidad de entrada de aire en los
pulmones de la víctima. En el dorso de la misma se
anunciaba una promoción de dos cócteles por uno aquella
noche, concretamente si escogías el llamado coctel Vodka 7.
La alarma iba en aumento a la par que las pérdidas
económicas para el propietario del establecimiento. En el
lugar de los hechos los agentes secretos del centro nacional
de inteligencia recopilaban con esmero posibles pistas que
permitieran aclarar algo del caso y salir del callejón sin salida
donde se encontraban. Después de la séptima noche, del
séptimo asesinato, tan sólo tenían claro que los cócteles
masculinos conllevaban un cadáver de un hombre y
viceversa. Y algo más inquietante: la lista de cócteles del bar
Bukowski contenía 100 variedades distintas.

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David Moreno Sanz

EL CASTIGO

La Diosa Atenea se sintió retada por la osadía de la bella y


hábil tejedora Aracne y no lo podía permitir. La castigó
convirtiéndola en una insignificante araña y la dejó ciega para
el resto de sus días. Al principio la confusión por dicha
transformación la paralizó. Cuando comprendió su desdicha
no pudo más que llorar y llorar. Aún no sabía que sus
lágrimas se convertirían hasta el fin de sus días en hilos
pegajosos y redes receptoras de almas inocentes.

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microSeñales de Humo

EL GRUMETE

Él muy trabajador y buena persona. Ella joven, dulce y


hermosa. Siempre se les veía pasear agarrados de la mano. Se
querían. Por eso nadie en el pueblo se lo explica. Él acababa
de recibir un curso de nudos. Ella apareció colgada en un
árbol del parque.

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David Moreno Sanz

EL RELOJ DE MADERA

No me gustan los relojes, el movimiento caprichoso de las


manecillas demasiado rápido cuando quieres que vayan
despacio y tan lentas cuando por favor ruegas que aceleren.
Por eso siempre llevo las muñecas desnudas, giro la mirada
ante uno y canto si alguien habla de ellos. Es una fobia que me
acompaña desde niño. Y mi mujer lo sabe pero se empeña en
guardar un viejo reloj de madera en el desván. No entiende
que su infernal tic tac martillee mi cabeza. Innumerables
amenazas y discusiones no han servido para hacerla cambiar
de idea. Hoy que estoy solo y envalentonado, aprovecho. Con
un martillo en la mano desciendo las escaleras del desván. El
primer golpe apenas da de refilón a la manecilla horaria pero
enseguida noto que mis manos se acartonan. El segundo
golpe, directo al centro del carillón, hace saltar por los aires
todo el engranaje y a mí me cuesta respirar. El tercero, a la
altura del péndulo para hacer caer su estructura, provoca un
latigazo seco en mis rodillas. Doblado, me noto de repente
viejo y cansado.

- 50 -
microSeñales de Humo

EL SEPULTURERO

Cuando dio su última palada, descubrió cómo la mano de


su hijo todavía removía la tierra.

- 51 -
David Moreno Sanz

EL TESORO

Don Quijote arreó a Rocinante con tanto ímpetu que éste,


de un brinco, ganó la vertical e hizo caer al suelo a tan ilustre
hidalgo. Justo detrás, su escudero Sancho Panza, se vio
sorprendido por tamaña reacción.
- ¿Qué pasa don Quijote?
- ¿No ves allá delante?, el enemigo se eleva tan alto que
roza el cielo
- Yo sólo veo molinos mi señor
- ¿Estás ciego? ¡Nos rodean para arrebatarnos nuestro
tesoro!
- ¿Nuestro tesoro?
- No alces la voz y acércate que te cuento: anoche en la
bodega, mientras nos explicaban las delicias del vino de la
Mancha, no pude resistir la tentación y metí en el zurrón
cuatro botellas. Y doy fe que este vino es espectacular, su
color tiñe la vida de pasión, su aroma enamora locamente, su
sabor afrutado es gloria para los sentidos y su frescura al
entrar en contacto con el paladar te eleva al Paraíso…
- ¡Don Quijote! ¡Ahí veo una botella casi vacía! ¿Y el resto?
- Calla Rocinante, digo Sancho Panza, si hay que morir será
sedados con esta maravilla…

- 52 -
microSeñales de Humo

EL TRUCO FINAL

En la convención de magos, niños y mayores se divierten


con los trucos e ilusiones representados por los artistas.
Cartas, conejos, varitas, bastones y polvos mágicos diversos
consiguen encandilar al público presente. Antes de finalizar
el espectáculo un último mago sale al escenario. De su
chistera toma unos polvos mágicos que lanza hacia la grada y
en un abrir y cerrar de ojos ésta se vacía. ¡Hasta el propio
mago ha desaparecido! Nadie ha podido preguntarle cómo lo
ha hecho y ninguno de los asistentes ha aparecido para
contarlo dos días después.

- 53 -
David Moreno Sanz

EL VERDUGO

El verdugo, al finalizar su agotadora jornada, regresó a su


casa. Después de lavarse las manos hizo el amor con su
mujer.

- 54 -
microSeñales de Humo

EN LA PLAYA

Una ligera brisa mitiga el calor del mediodía y a la sombra


de una palmera del paseo marítimo me siento en un banco
periódico en mano. No he leído más que la portada cuando
unos gritos procedentes de la playa reclaman mi atención.
Los niños que construyen castillos con sus cubos y palas, se
van transformando en montones de arena. Sucede lo mismo
a los padres que angustiados corren hacia ellos. También a
las sombrillas, toallas, hamacas y demás enseres.
Quiero acercarme, de hecho me intento levantar, pero mis
manos se llenan de arena repentinamente a la vez que noto
mis piernas muy frágiles, a punto de desplomarse.

- 55 -
David Moreno Sanz

REALIDAD O INTERFERENCIAS III

Venidos de bosques lejanos, de la profundidad de los


océanos y de recónditos lugares, se reunieron unicornios,
centauros, faunos, hidras, sirenas, cíclopes y otros seres
fantásticos. Todos tenían historias terroríficas que contar. Y
aunque afectados por las visiones, llegaron a la conclusión de
que los humanos como Lucas y el resto del grupo de
cazadores, seguían siendo tan sólo parte del mundo real.

- 56 -
microSeñales de Humo

EN OTRAS PALABRAS

De corazón te digo que no se pueden mezclar las churras


con las merinas ni las peras con las manzanas. Pero tu erre
que erre, sota, caballo y rey. Y por más que intento
convencerte de que al pan, pan y al vino, vino sigues
empeñada en conseguir la cuadratura del círculo. No puedo
más. Un día para explicártelo moví Roma con Santiago y se
armó la de San Quintín. Qué lío. Ahora mismo con un seis y
un cuatro dibujaré la cara de nuestro retrato. Tú, sin mí. Yo,
sin ti. ¿No lo ves? Más claro agua. Blanco y en botella.
Arrivederci.

- 57 -
David Moreno Sanz

ENREDADO

Pedí al camarero que me sirviera mi segundo cubata de ron


con coca-cola, cuando empezó a sonar Sultan of Swing de los
Dire Straits. Los tipos del fondo del pub, parecían
entusiasmados con la canción y se pusieron a bailar como
poseídos.
De repente, se sentó a mi izquierda una mujer de larga
melena negra que la ondeaba cual sirena en el mar. Abrió su
bolso, sacó un paquete de Marlboro y se encendió un
cigarrillo.
Consciente de estar siendo observada formó caracoles de
humo blanco que bajaban y subían, giraban a izquierda y
derecha y finalmente se perdían en el aire de la sala hacia el
techo negro enmoquetado.
Hizo lo mismo con un segundo cigarrillo y al acabar un
tercero, se levantó y sin decir nada, dio media vuelta para
salir a la calle. La seguí con la mirada y cuando quise
moverme noté que tenía las piernas sujetas a la banqueta por
unos lazos de humo blanco que acabaron por tirarme al
suelo.

- 58 -
microSeñales de Humo

ENROQUE

Durante siglos fue legal el castigo físico en las escuelas con


el objetivo de corregir las travesuras y desobediencias de los
niños. Se les azotaba y golpeaba con correas y varas. Llegó
un día en que estos métodos fueron prohibidos.
En la actualidad, la violencia en las escuelas está de nuevo
presente. Y quizá llegue un día en que se prohíban como
método de castigo hacia los profesores.

- 59 -
David Moreno Sanz

ESTRENO

A Damián le toca impartir clase de filosofía en un nuevo


instituto. Cuando está a punto de abrir la puerta del aula
comprueba un enorme revuelo: unos alumnos juegan al
fútbol, tres o cuatro se suben encima de las mesas y otros
tiran bolas de papel por la ventana. Nervioso cierra de un
portazo y se hace el silencio.
-¿Qué es esto?- pregunta.
Y un alumno igualito a Sócrates responde:
- Yo sólo sé que no sé nada.
El de la última fila, viva imagen de Platón, levanta la mano
y dice:
- Tengo una idea guardada en la caverna de mi cajón.
Boquiabierto no sabe qué hacer, sólo se rasca la cabeza y
pellizca la cara.
- Tranquilo profesor – sigue Descartes, - si dudas de que esto
pueda ser posible, es positivo, significa que existes.
Poco a poco van participando Heráclito, Kant, Nietzsche,
Hume… hasta que sudoroso Damián sale despavorido
camino a los servicios. Se lava la cara y en el espejo el
mismísimo Einstein intenta calmarle:
- Todo es relativo amigo, hasta sus nervios de novato.
Y cae desplomado al suelo.
Y la clase se suspende.

- 60 -
microSeñales de Humo

ÉXODO

Pedro sube la persiana del bar nada más amanecer. Cerca,


Sagrario la panadera, coloca el mostrador con esmero. Como
una flecha atraviesa mi campo de visión Fernando el cartero,
sujetando con una mano el manillar de su bicicleta y con la
otra un puñado de cartas sedientas de recepción. Mosén
Esteban, aguarda con la puerta de la iglesia medio entornada,
la llegada de algún feligrés. Y como de costumbre,
“Salchichas” el perro pastor, mantiene a raya al rebaño en
lontananza.
Una repentina ráfaga de viento me obliga a abrir los ojos.
Ya no quedan ni las sombras del pasado.

- 61 -
David Moreno Sanz

FLECHAZO

La mujer de la foto sonreía al darse cuenta de que un


hombre apuesto y elegante observaba embobado y con ojos
hechos chiribitas la foto de una mujer que sonreía al darse
cuenta de que un hombre apuesto y elegante observaba
embobado y con ojos hechos chiribitas la foto de una mujer
que sonreía al darse cuenta de que un hombre apuesto y
elegante observaba embobado y con ojos hechos chiribitas la
foto de una mujer que sonreía al darse cuenta de que un
hombre apuesto y elegante observaba embobado y con ojos
hechos chiribitas la foto de una mujer que sonreía al darse
cuenta de que un hombre apuesto y elegante observaba
embobado y con ojos hechos chiribitas la foto de una mujer
que sonreía al darse cuenta de que un hombre apuesto y
elegante observaba embobado y con ojos hechos chiribitas la
foto de una mujer que sonreía al darse cuenta de que un
hombre apuesto y elegante observaba embobado y con ojos
hechos chiribitas

- 62 -
microSeñales de Humo

FOTOGRAMAS

Cuando despertó se vio entre los barrotes de una cuna. En


las manos, pequeñas y sonrosadas, sostenía un sonajero; lo
agitaba dibujando líneas invisibles en el aire. Así estuvo un
tiempo indeterminado hasta que se durmió con una sonrisa
en la boca y la baba discurriendo por las comisuras labiales.
Cuando despertó se vio ahora los dedos de la mano
entrelazados a los de una mujer. Lucían anillo de prometidos.
La sensación era tan agradable que no quiso casi ni abrir los
ojos y se volvió a dormir hipnotizado por el baile de
mariposas enamoradas.
Cuando despertó esta vez se vio agarrando la mano de un
niño. Iban camino a la escuela. En un primer momento la
angustia le impedía respirar con normalidad; se relajó al
despedirse éste con un tierno adiós papa. Un escalofrío
después volvió a dormirse.
Cuando despertó se vio apoyado en los barrotes de una
cama. En la piel de las manos, acartonadas, las venas
trazaban líneas sinuosas. Sobre el suelo un bastón aún
temblaba recién caído. Sintió angustia y quiso dormir rápido
para olvidar esto último mientras un hilillo de baba asomaba
sin control por las comisuras labiales.
Cuando despertó el bastón seguía allí.

- 63 -
David Moreno Sanz

FRUSTRACIÓN

Petrificados quedaron los castillos cuando vieron que una


ola destruía a los niños de arena.

- 64 -
microSeñales de Humo

HARTAZGO

Padre es un apasionado del imperio romano. Recita de


carrerilla los nombres de los emperadores y la fecha en que
gobernaron. Y en carnavales se disfraza de centurión o de
tribuno.
Por él mi hermano se llama Augusto y yo, Tiberio.
Su obsesión aumenta y hace un mes construyó en el jardín
un pequeño anfiteatro. Nos obliga a pelear como gladiadores
bajo amenaza de echarnos a los leones.
Madre hasta ahora le seguía el juego, pero se ha plantado.
Hoy según ha dicho por teléfono a sus amigas, va a incendiar
nuestra casa con él dentro a lo Nerón.

- 65 -
David Moreno Sanz

INCONTROLABLE PASIÓN

En dos horas finalizo la jornada laboral y lo más


importante, en tres, juega España su partido inaugural en el
Mundial de baloncesto. Aprovecho para comer un bocadillo
y con el papel de plata que lo envuelve, confecciono una bola
lo más esférica que puedo. Una papelera cercana servirá de
improvisada canasta. Caliento la muñeca dando unos giros a
izquierda y a derecha, doy varios botes ficticios, cierro los
ojos, suspiro y lanzo conteniendo la respiración... ¡Olé!
Encesto aliviado y mis compañeros de oficina que se habían
percatado rompen en aplausos.
Repito mis lanzamientos, cada vez más alejado pero
manteniendo el 100 % de efectividad.
Sin darnos cuenta, el bullicio crece, hasta que un
improvisado invitado aparece en escena. Nuestro jefe,
malhumorado, pita el final del partido y se vuelve hacia su
despacho gritando algo de abrirnos un expediente.
No importa, ¡la vida puede ser maravillosa!

- 66 -
microSeñales de Humo

INDECISO

A un lado de la sala encontré la fila de los habilidosos,


capaces de construir sólidos castillos en el aire o de encontrar
una aguja en un pajar sin apenas pestañear. Frente a ella y en
contraposición, otra que reunía a los que no saben hacer ni la
“o” con un canuto. A medio camino de las dos anteriores, se
situaba la de los tramposos que esconden una carta en la
manga y los mentirosos, a los que se pilla antes que a un
cojo. No muy lejos, vi la fila de los vagos, los que no dan pie
con bolo y se tumban a la bartola. Separados del resto, las
filas para personas con defectos, los más feos que Picio o los
más tontos que Abundio. Y yo me quedé ahí en medio sin
saber dónde colocarme: tengo un poco de todo. Tal vez si
hubiera preguntado en información. Después de dos horas
sigo paralizado en la zona de los que no vamos ni para atrás
ni para adelante.

- 67 -
David Moreno Sanz

INEXPLICABLE INVISIBILIDAD

Siempre me ha resultado imposible ver con normalidad


una película de cine. De niño porque si fallecía alguno de sus
actores, se volvían invisibles para mí. Y desde anoche porque
desaparecen los que siguen vivos. Tengo mucho frío.

- 68 -
microSeñales de Humo

INMORTALIDAD

El abuelo Leocadio, el más querido por los chavales del


barrio disfrutaba viéndoles corretear por la plaza.
Siempre tenía algo en los bolsillos que ofrecer. Unas veces
eran caramelos, otras canicas y otras, cromos.
También les entretenía contando historias a la salida de la
escuela, rodeado con gran expectación.
-¡Qué bueno es Leocadio!- decían los niños.
Hubo un día que no le encontraron; sólo su bastón caído
en el suelo recordaba que aquél era su banco.
Los niños tristes y preocupados quedaron, hasta que uno
de ellos se atrevió a levantar el bastón del suelo. Con gran
sorpresa viajó a la velocidad de la luz hasta una granja donde
Leocadio, más joven, le enseñó a ordeñar una vaca.
Tras él, el bastón pasó a otro niño y en cuestión de un
minuto aprendió a manejar un arado para segar en el campo.
Otro niño paseó por la montaña con el abuelo mientras le
enseñaba la cueva donde se refugió durante la guerra civil.
Y así fue como Leocadio siempre estuvo presente.

- 69 -
David Moreno Sanz

LA AMISTAD

Hace unos meses José Antonio vino a casa y me pidió un


traje para asistir a una boda. Se lo presté sin dudarlo porque
era mi mejor amigo y tenía mucha confianza con él, no en
vano nos conocemos desde la escuela. Poco tiempo después
volvió a presentarse y me rogó que le dejara mi ordenador
portátil. Como sería cuestión de unos días y por una urgencia,
accedí. Luego vinieron el microondas, el espejo del baño, el
cuadro de la entrada, la cómoda del dormitorio, las llaves del
coche… Demasiada confianza ya y anoche me presenté sin
avisar en su casa. Seguía teniendo una aldaba con forma de
dragón para golpear a la puerta. Cuando lo hice, me sorprendí
mucho al ver que quien la abría era mi mujer con los labios
pintados de rojo y en camisón mientras José Antonio repetía
desde dentro que sería cuestión de unos días.

- 70 -
microSeñales de Humo

LA CANTIMPLORA

Vacié toda el agua de los océanos en el interior de mi


cantimplora. Justo cuando pasaba el último caballito de mar,
coloqué el tapón.

- 71 -
David Moreno Sanz

LA CAPRICHOSA LÍNEA DE LA VIDA

El cielo amanece cubierto de negro carbón mientras en la


superficie cientos de caras pálidas aguardan desenlace. Las
campanas tañen timoratas, con miedo a romper el silencio de
la mañana. Tensa quietud, trágica espera desde la explosión,
¡maldita explosión! Han pasado demasiadas horas de rescate
cuando Madre Tierra libera por fin a sus hijos de sus entrañas.
Y más allá del dolor me fijo entre el gentío, en una mujer, en
una madre, en un hijo… que lloran amargamente de alegría, sí,
de alegría. Para ellos el sol terminó saliendo.

- 72 -
microSeñales de Humo

LA CENA

Siempre he creído que mi madre era diferente a las madres


de los demás niños. No sólo porque tiene una verruga peluda
en el mentón y unas largas uñas negras sino sobre todo por
sus numerosas manías. Valgan como ejemplos, que anda de
aquí para allá recogiendo las más raras hierbas que encuentra,
coloca una escoba en la puerta de entrada a casa y le gusta
tener permanentemente en la cocina una enorme olla a fuego
lento. Muchas veces invadido por la curiosidad, he intentado
comprobar el contenido de ésta última, pero se da cuenta y
se enoja e incluso, vuela para cerrarme la tapa. Por cierto,
¡esta tarde lo ha hecho más rauda y veloz que nunca!
Ya está oscureciendo y ahora estoy preocupado porque mi
hermanito no ha llegado todavía de la escuela. Sus zapatos sí
están en el pasillo.

- 73 -
David Moreno Sanz

LA ESTUDIANTE DE ARQUITECTURA

Mientras acaricia mi cuerpo repasa la lección entre


susurros. Capiteles, frisos y cornisas parecen términos que
domina con soltura. Mas sorprendida queda en cuanto
descubre la incipiente columna jónica que escondo entre mis
piernas.

- 74 -
microSeñales de Humo

LA RIQUEZA DEL LENGUAJE ES


CONTRAPRODUCENTE EN MOMENTOS DE
TENSIÓN DONDE PRIMA LA SUPERVIVENCIA
FRENTE AL CONOCIMIENTO DE LOS
CONCEPTOS TÉCNICOS.

- ¡Libérese del estrinque, la caballería galopa desbocada!

- 75 -
David Moreno Sanz

LICANTROPÍA INVERSA

Una mutación recesiva en el genoma explica el fenómeno


que tiene lugar en una población de lobos de la región de
León, en España.
Al llegar las noches de luna llena, todos los individuos
macho de la manada portadores de dicha mutación
comienzan a perder pelo, sufren violentos movimientos
espasmódicos hasta quedar erguidos sobre dos de sus patas y
balbucean sonoros vocablos que retumban por todo el valle.
Convertidos en lobo-hombres, recorren desnudos los
poblados en busca de carne fresca.
Algunos lugareños, cuentan asustados, cómo estos seres,
asaltan las casas y se llevan a sus mujeres e hijas.
Gracias a la ayuda de etólogos de fama internacional y
expertos de otras ramas de la ciencia, se ha conseguido poner
cerco a estos monstruos y controlarlos, siendo confinados en
un área reducida de terreno. A todos menos a uno, que se les
escapó la pasada noche de luna llena.

- 76 -
microSeñales de Humo

LORENA

Le aconsejaron que al enfrentarse al espejo viera en él una


superficie lisa, sedosa, de color azul intenso como un mar
sereno, que mirara hacia el horizonte donde dos mundos se
difuminan pacíficamente, que viera emerger del agua delfines
y gaviotas danzar en el cielo, que sintiera la espuma de las
olas refrescarle la cara.
Y siempre cuando se iba a enfrentar al espejo, desde
entonces, cerraba los ojos para recordar los consejos. Mas al
abrirlos no veía más que tormentas que con sus truenos y
relámpagos parecían resquebrajar el cielo, olas gigantescas
que lanzaban tritones de dientes afilados y nereidas de uñas
largas y lenguas viperinas, monstruos que parecían reírse de
ella.
No lo superaba.
Lloraba. Enloquecía.
Huía.
Dejaba pasar el tiempo y lo intentaba de nuevo, con el
mismo final.
Hasta que un día con el peine de su mano golpeó
repetidamente la superficie del espejo y lo rompió. El agua
comenzó a salir con furia hacia afuera empujando su cuerpo
frágil al suelo. Quedó hecho añicos, confundidos con los del
cristal.

- 77 -
David Moreno Sanz

MANECILLAS ENAMORADAS

La manecilla de las horas y el minutero, mantenían una


historia de amor: al llegar la medianoche se rozaban, se
contaban y hasta besaban.
Fieles a la cita llevaban años de puntualidad exquisita.
Llegó una vez en la que algo debió ocurrir al minutero, su
manecilla enamorada le esperaba y éste no acudió a la cita.
Ella pensaba: -“¿le habrá ocurrido algo malo? ¿Me habrá dejado
por otra manecilla?”
En realidad, desconocía que había ideado un sistema para
quedar bloqueados en la hora en punto. Sería el método
perfecto para paralizar el tiempo y dar rienda suelta a su
pasión.
¡Pero la desdicha quiso que quedara anclado en las once y
media!
La manecilla de las horas de tanto esperar, enloqueció y
comenzó a girar a un ritmo vertiginoso. Y desde entonces,
los días duran horas y las horas, minutos y ¡esto no hay quien
lo pare!

- 78 -
microSeñales de Humo

ESPEJO O INTERFERENCIAS IV

Lucas antes de dormir se lava los dientes frente al espejo.


La realidad que ve en él cada vez le gusta menos, casi se
asusta al comprobar la presencia junto a una cicatriz
producto de una bala perdida en una cacería, de más arrugas
en su cara. Desconoce cómo frenarlas y que cuanto más fija
la mirada también se asustan más quienes viven al otro lado
del umbral.

- 79 -
David Moreno Sanz

MÁXIMA EXPECTACIÓN

La multitud murmuraba atenazada por el miedo a lo


desconocido. La hora del día señalado, por fin había llegado.
Cuando la puerta de entrada a la biblioteca se abrió, se inició
una incontrolada cadena de reacciones. Desde las estanterías,
se vieron a las novelas más antiguas y experimentadas, tapar
los ojos a sus fascículos y a las más jóvenes, ponerse
nerviosas ante la elegancia y belleza del ejemplar que brillaba
en el hall. Los ensayos más chulitos y orgullosos tuvieron que
dar un paso atrás al sentir la batalla perdida. Y los tomos de
las enciclopedias, sorprendidos, nunca habían visto nada
igual. La presentación del libro electrónico dejó a todos con
las tapas bien abiertas.

- 80 -
microSeñales de Humo

MENSAJE EN UNA BOTELLA

Aprovecha la luz de la tarde para escribir un mensaje que


introduce en una botella. Próximo a la orilla se dispone a
lanzarla al mar pero en el último momento se arrepiente.
Desenrolla el papel y sigue escribiendo. Cuando cree
terminar, repite el proceso y de nuevo se vuelve a arrepentir.
Sin darse cuenta se le han pasado veintiocho años y lo que
empezó con un trocito de papel se ha convertido en un libro.
En toda una vida. Y ya no sabe si es Robinson, un náufrago
en una isla del Orinoco o Daniel, un escritor disfrazado de
marinero.

- 81 -
David Moreno Sanz

MIMETISMO

Pablo es un niño al que le gusta jugar con los árboles.


Observa sus troncos, huele sus hojas, toca sus raíces.
Aprende a imitarlos, incluso consigue mimetizarse con ellos.
Su técnica es tan perfecta que ni sus padres le encuentran,
aunque termina por aparecer cuando escucha las amenazas
de ser castigado a su habitación. Un día, temeroso por haber
cateado varias asignaturas, no lo hace y permanece escondido
como él sabe. Sus padres buscan y buscan. Sin conseguir
nada. Piden ayuda y toda la familia, todo el barrio y toda la
ciudad escudriñan el bosque. Parece misión imposible. Un
voluntario se cuelga de una rama y accidentalmente, la
rompe. Pablo cae al suelo con el codo roto.

- 82 -
microSeñales de Humo

ME ACUERDOS

Me acuerdo de la primera lavadora que tuvimos en casa y


de cómo mi hermano mediano y yo, nos sentábamos en el
suelo para ver girar y girar el tambor con nuestro hermano
pequeño dentro. Lo mejor llegaba con el centrifugado.

Me acuerdo de mis vacaciones en la playa, de los castillos


de arena, de las olas, de cómo una de ellas se me llevó una
chancla. Todos los años regreso y espero que el mar me la
devuelva.

Me acuerdo del padre Cirilo, de sus clases de ciencias


naturales, de sus golosinas y de su sonrisa de satisfacción,
cuando salíamos de su cuarto oscuro.

- 83 -
David Moreno Sanz

MI INFANCIA

Regresar a aquella habitación es como viajar mecido en la


cuna del tiempo. Cuando abro su puerta, escucho el ruido del
motor procedente del tren eléctrico que me regalaron unas
Navidades, huelo a la pólvora de los combates librados entre
indios y vaqueros en el fuerte de mi sexto cumpleaños y veo
mi balón de fútbol de reglamento acercarse dando botes
hacia mí. Mi infancia me lo acaba de lanzar y me pregunta si
quiero jugar. Y yo seducido por la oferta, le devuelvo el
balón y le ofrezco un chupachups.
Como si nada hubiera cambiado esperamos la llamada de
mi madre para salir corriendo a la cocina, siempre nos espera
con un tazón de chocolate en las tardes de invierno. Nada ha
cambiado. Los libros en las estanterías, mis muñecos de
playmobil, mis pósters del equipo de fútbol preferido…
¡Me encanta regresar a mi habitación! Siempre lo será,
aunque yo me apoye en bastón y lleve boina.

- 84 -
microSeñales de Humo

A la generación ni-ni

MOBILIARIO FAMILIAR

La risa un poco ronca y una barba que siempre pincha; el


pelo alborotado y los ojos rojos y legañosos, agente. Cuando
me fui de casa esta mañana lo vi tumbado sobre la cama
entre la ropa apelotonada. De regreso, los calcetines
esparcidos por el suelo seguían ahí; él, ya no. Tiene casi
treinta. Respira, se alimenta, duerme y navega por Internet,
sobre todo navega. Ni estudia ni trabaja. Agente, tengo
miedo de que no lo encuentren o peor, de que me devuelvan
uno que no es.

- 85 -
David Moreno Sanz

NAUFRAGIO

Hace ya tiempo que aquí nadie cree en los milagros, nadie


reza ni lanza súplicas al cielo. Tampoco hacen señales de
humo, ni miran hacia el horizonte.
Los hombres, en cuanto amanece, salen a buscar leña y a
cazar. Las mujeres, a recoger frutos y a lavar la ropa al río.
Aquí ya nadie espera.
Por eso el día que un barco se aproximó a la isla, pasó de
largo sin haber visto nada extraño. Tan sólo se trataba de un
pueblo intentando prosperar.

- 86 -
microSeñales de Humo

NECESIDAD

Mientras en el pueblo trataban de explicar las


desapariciones de sus vecinos, en Casa Pérez la estufa no
paró de funcionar este invierno.

- 87 -
David Moreno Sanz

NEGATIVO

Lucas está convencido de que la vida es como un gran


bombo en el que todos giramos. Desconoce la mano que lo
maneja y quién nos mandó jugar. Ignora también si hay
alguna manera de acercarse al orificio de salida. Sí sabe que
nunca salió su bolita cuando se trató de un boleto de lotería,
una rifa de un jamón en las ferias o el premio al más guapo
de la clase. La fortuna le esquiva.
Mientras se muerde las uñas, sentado frente al doctor,
espera nuevo desenlace. Parece que hoy sí tuvo suerte,
tampoco salió su bolita esta vez.

- 88 -
microSeñales de Humo

NORTE vs SUR

En algún lugar del mundo, atraídas por el inicio de unas


suculentas rebajas, corren cientos de personas, para lograr ser
las primeras en alcanzar el ofertón, la ganga o el 2x1. Incluso,
llegado el caso, si es menester, aplastarán al vigilante jurado
de los almacenes.
En algún lugar del mundo, atraídas por un suculento trozo
de pan que llevarse a la boca, cientos de personas, trabajan
de sol a sol en condiciones inhumanas. Incluso, llegado el
caso, si es menester, son aplastadas por la avaricia del mundo
desarrollado.

- 89 -
David Moreno Sanz

ORÁCULOS DEL AMOR

¡Me quiere! No me quiere. ¡Me quiere! No me quiere.


Al llegar a la última, un ahogado nomequiere, hizo que se
desvanecieran sus esperanzas.
Triste y apesadumbrado, abandonó sin darse cuenta del
montón de hojas que en el suelo habían formado un mágico
y nítido tequiere.

- 90 -
microSeñales de Humo

ORÍGENES

Lucas redescubrió en el desván el pañuelo rojo de las últimas


fiestas que pasó en el pueblo. Enseguida recorrió la carretera
de los Recuerdos y tomó la salida del Verano del 86. Varias
curvas y neuronas después vislumbró la plaza repleta de gente.
Se acercó para ver la orquesta, las botellas de moscatel en la
barra y los globos de los niños alejándose en el cielo. A través
de una calle adyacente alcanzó un portal en penumbra; en su
interior a punto de darle su primer beso con los ojos cerrados,
la que por aquel entonces era sólo su prima.

- 91 -
David Moreno Sanz

OTRA NOCHE MÁS

Otra noche más vuelvo a subir a escondidas a la azotea. Me


he terminado toda la cena, incluso, he untado con pan la
salsa de las albóndigas. La de hoy, es la cuerda más larga que
he visto nunca y la quiero lanzar tan lejos, tan lejos, que
alcance la estrella dónde tú estás mamá.

- 92 -
microSeñales de Humo

OTRO PUNTO DE VISTA

Atónito compruebo que del humo suspendido en el aire,


nace un puro que se balancea sobre los labios de una boca
cerrada que se aferra a un rostro de un hombre serio. Pero lo
más sorprendente es que de la mano derecha del hombre
serio se prolonga una pistola que apunta directamente sin
disimulo a mi entrecejo. Y no sé si toser por el humo, gritar,
rezar o temblar de miedo.

- 93 -
David Moreno Sanz

PARADOJAS

El niño no reconoció a su padre en el payaso del circo.


Rieron como nunca aquella tarde, pero al volver a casa,
enseguida vio en él al ogro que le castigaba con crueldad.

- 94 -
microSeñales de Humo

PARALIZADO

Las campanadas del reloj de la iglesia indicaron hace un


rato que era medianoche. El silencio, desde entonces, se
rompe tan sólo por el ulular de una lechuza que viene y va.
De mi boca se desprende un vaho espectral. Hace frío.
Una intensa niebla cubre el techo de mi habitación.
Miro al candil de mi mesilla y compruebo que su tenue luz
está a punto de apagarse. Debería levantarme de la cama para
ir al baño antes. Pero un miedo atroz a poner un pie en el
suelo me lo impide. Me ahogo con tan sólo pensarlo.
Y algo se mueve ahí abajo.

- 95 -
David Moreno Sanz

PRECOZ

Vivíamos separados por una pared, mi dormitorio pegado


a su salón. Tan cerca, tan lejos. Nunca nos habíamos visto, ni
oído, ni siquiera preguntado nuestros nombres, pero
cumplíamos entusiasmados con nuestra cita. A las diez en
punto de la noche desde hacia unos meses, abría mi libro de
poemas y le recitaba unos versos de amor en voz alta. Ella,
para que supiera que eran de su agrado, daba unos golpecitos
y felices dormíamos hasta el día siguiente.
Anoche, me atreví. Me asomé a su ventana, justo cuando
impaciente apoyaba su cabeza en la pared. Al girarse, vi que
era tan sólo una niña, con sus ojos me decía que la esperase.

- 96 -
microSeñales de Humo

PREDICCIÓN

Regresé a casa y ya en el portal noté que la luz era más gris


que últimamente. Accedí al interior y en el rellano, las
paredes ocres mostraban amplias grietas a punto de
resquebrajarse. Cuando abrí la puerta, un olor amaderado
inundó mis pulmones. Y en el suelo, un manto de besos
marchitados, me marcaba el camino directo hacia nuestro
dormitorio. Tus armarios vacíos, la cama hecha y los cuadros
de fotos, sin ellas, me anunciaron que este invierno haría
mucho frío.

- 97 -
David Moreno Sanz

PRIMER AVISO

Agazapado detrás de un seto estuvo esperándolo todo el


día. Por fin llegó el momento. Rozando la medianoche aquel
tipo, junto a su perro, llamó al timbre. Antes de que su mujer
abriera la puerta apuntó con la escopeta y no lo pensó. Por
esta vez valdría la mascota.

- 98 -
microSeñales de Humo

PRINCIPIOS ROTOS

De niño prometí a mi padre que nunca me arrodillaría ante


nadie. Que eso es de cobardes. Y los Menéndez no lo somos.
Doy fe que no lo he hecho en ninguna situación adversa de
mi vida. Ni en el colegio cuando el grupo de los mayores me
dejó en calzoncillos en el recreo ni en la mili cuando el
primer día los compañeros veteranos me despertaron
apuntándome con sus fusiles.
Esto es distinto.
Sin poder contener las lágrimas y con las rodillas clavadas
en el suelo de la iglesia, ruego a Dios que no se lo lleve tan
pronto.

- 99 -
David Moreno Sanz

PRIORIDADES

Amanece en la sabana. Un rebaño de ñúes huye de unas


leonas que les persiguen buscando al más débil. No muy
lejos, las jirafas se alimentan de las hojas de unas acacias
descubriendo a un grupo de hienas que dan buena cuenta de
los restos de un cadáver de gacela. Y en el poblado masai, los
hombres parten, rungu en mano, hacia los territorios de caza.
De repente llega un ruido ensordecedor y desconocido.
Todo se paraliza.
Los ñúes detienen su huida ante el desconcierto de las
leonas que miran hacia el cielo, las jirafas extienden sus
cuellos para mejorar la visión, las hienas atónitas suspenden
su festín y los hombres masai apuntan sus armas hacia el
monstruo que sobrevuela sus cabezas.
En cuestión de segundos todo vuelve a la normalidad: el
hambre puede a la curiosidad.

- 100 -
microSeñales de Humo

PROTAGONISTA EN APUROS

Mi lector abrió por la página en la que se había quedado el


día anterior. Intentó retomar el hilo de mi historia, pero fue
imposible. Un fuerte y repentino viento hizo desaparecer en
un remolino las palabras en ella escritas. Por suerte me salvé
en el último momento agarrándome a una exclamación que
estaba bien impresa al papel.
Pasada la tempestad pretendió seguir leyendo pero no sé
por dónde guiarle. Estoy rodeado por una blancura que
parece eterna.

- 101 -
David Moreno Sanz

PROTOCOLO

Tomé por educación cuchillo y tenedor. Pero cuando se


quitó la blusa me la comí a bocados.

- 102 -
microSeñales de Humo

¿QUÉ HACER?

Me desvelo en mitad de la noche, sudoroso, con la


respiración entrecortada y, al enchufar la lámpara de la
mesilla, compruebo las sábanas de mi cama salpicadas de
sangre.
¡Qué horror!
Es la tercera noche seguida que me ocurre.
Más que asustado, estoy aterrorizado.
Después de limpiar y cambiar de nuevo las sábanas, pongo
la radio buscando algo de compañía y escucho en las noticias
que por tercera noche se ha cometido un crimen. Otra
persona (y van tres) muerta por arma blanca en plena calle. Y
a la policía se le ha vuelto a escapar el asesino. Y yo acabo de
ver en el suelo un enorme cuchillo. Y no sé qué hacer.

- 103 -
David Moreno Sanz

QUIETUD

Tras superar una serie de escaramuzas, el cazador


sorprende a su presa y quedan enfrentados. Él a punto de
soltar la flecha de su arco y ella, preparada para iniciar la
huida. Por un segundo, quizá menos, quedan paralizados,
aguardando el desenlace. Mientras, nada se mueve alrededor.
Ni los pájaros del bosque, ni las hojas de los árboles, ni el
viento, ni las nubes en el cielo.
A cientos de kilómetros, el mismo cielo cubre a dos
enamorados en un banco del parque, a punto de darse su
primer beso. Por un segundo, quizá menos, quedan también
paralizados, mirándose a los ojos, aguardando el desenlace.

- 104 -
microSeñales de Humo

¿RASCACIELOS?

Recientemente instalaron un nuevo ascensor en el edificio;


el anterior se atascaba cada dos por tres y subir hasta el
octavo piso suponía un gran esfuerzo.
El día que lo estrené, descendiendo hasta la planta calle,
sucedió que primero me creció el pelo (cuando ya era calvo
hacía un par de años), luego noté en la cara acné juvenil y
finalmente, justo cuando el ascensor se detuvo, me encontré
babeando, a cuatro patas y con pañales.
Desconcertado alcé la cabeza y los botones quedaban
altísimos.
Ante la ausencia de vecinos, tan sólo pude gatear escaleras
arriba con la suerte de que ya en el primer piso, me crecieron
los dientes y en el segundo, aunque inestable, mi cuerpo se
enderezó.
Ahora voy por el piso setenta ayudado por un bastón.

- 105 -
David Moreno Sanz

REBOBINANDO

El olor del caucho de una rueda me devolvió la


consciencia. El ruido de una sirena me hizo presagiar lo
acontecido segundos antes.

- 106 -
microSeñales de Humo

RESCATE FORTUITO

No sé cómo llegué hasta aquí. Al principio fue complicado


acostumbrarme a la soledad, pero pronto me fui adaptando a
la tranquilidad de esta isla. Me empecé a aficionar al sol, al
mar y a la frescura que daban las sombras de las palmeras. La
comida no era un problema por la abundancia de cocos,
plátanos y otras frutas. Pescar era siempre exitoso para un
profano como yo. Y las noches, ¡oh! eran todas estrelladas.
Los días pasaban plácidamente, hasta que en medio de una
de mis rutinarias siestas, tumbado en una hamaca, me
despertó un movimiento brusco de caída libre seguido de
una ola gigantesca que arrasaba con todo lo que a su paso
encontraba. Un segundo después, que pareció una eternidad,
un estruendoso crujido de cristales casi me revienta los
tímpanos. Mil fragmentos de cristal se esparcieron por el
suelo del salón. Y con la boca abierta quedaron los miembros
de mi familia, cuando me vieron levantar del suelo,
empapado, un poco mareado y con barba de meses, tantos
como los que llevaba desaparecido en esta maltrecha bola de
cristal que ahora acababa de tirar accidentalmente mi perro
con su rabo.

- 107 -
David Moreno Sanz

AL OTRO LADO O INTERFERENCIAS V

Siempre a la misma hora brilla en el cielo una luz cegadora


de la que surge la imagen de un ser gigantesco, de piel
acartonada, con tremenda cicatriz y ojos de mirada difusa. El
pánico se adueña de la situación por unos minutos, los
mismos que sin saberlo, tarda Lucas en retirarse y apagar la
luz del baño.

- 108 -
microSeñales de Humo

REINCIDENTE

Sólo contempla una solución: deshacerse del maldito perro


sin que su mujer y los niños se enteren. Por la noche. Debe
hacerlo por la noche. Como pueda lo introducirá en el
maletero, quizá le engañará con las galletitas que tanto le
gustan; luego conducirá hasta algún sitio, abrirá la portezuela,
sin parar el motor le empujará y volverá a casa sin mirar por
el retrovisor ni un segundo. Lo hará igual que hizo unos
meses atrás con el abuelo.

- 109 -
David Moreno Sanz

RETORNO

La guerra había terminado. Los soldados recogieron sus


pertrechos y limpiaron los tanques, fusiles y el resto del
armamento. Los generales guardaron sus medallas y sus
uniformes limpios. Todos pensaban en regresar a casa para
abrazar a sus familiares. Y todos regresaron. También, junto
a ellos, los fantasmas de los fallecidos en combate.

- 110 -
microSeñales de Humo

ROMPECABEZAS

De Sara me he quedado sus ojos verdes, de Noelia sus


labios carnosos, de Alicia su cabello negro azabache, de
Cristina sus largas piernas, de Patricia su generoso corazón y
así he ido recomponiendo a la mujer de mis sueños. Ahora
con las manos manchadas de sangre me pregunto qué hacer
con todas las piezas que sobran.

- 111 -
David Moreno Sanz

S.O.S.

Un día no hace mucho mi hijo de seis años me contó que


oía ruidos en las paredes de su habitación y le tranquilicé
diciéndole que serían las tuberías del agua. Otro día le
descubrí hablando solo con la cara pegada a la pared aunque
no le dí importancia, pensé que sería juego de niños. Pero me
empecé a inquietar un poco cuando al terminar las comidas
llenaba una bolsa con las sobras para su amigo invisible. Aún
así me convencí de que sería una manía pasajera. Lo que ha
terminado por asustarme son unas huellas de manos
aparecidas detrás del cabecero de su cama. Sobresalen
solicitando ayuda y cuando le llamo, no me contesta. No sé
dónde se ha metido.

- 112 -
microSeñales de Humo

SEIS DISPAROS, UNA BALA

Las cinco y media de la tarde, llueve en la calle y aunque


algo adormilado en el sofá, me asalta sorpresivamente una
historia para un nuevo microrrelato. Sin perder tiempo salto
en busca de papel y bolígrafo y empiezo a escribir:
“Cinco integrantes de la mafia saldan sus cuentas jugándose su suerte
a la ruleta rusa. El primero, tras dar un buen trago de vodka, suspira,
cierra los ojos y… ¡pum! Ha tenido suerte, este es un disparo sin bala.
Uno tras otro emulan a su compañero con igual resultado…”
Levanto la vista del papel pensando la manera idónea de
continuar y es cuando me doy cuenta de que mi mano
derecha tiene un revolver apuntándome a la sien.

- 113 -
David Moreno Sanz

SOPA DE LETRAS

N U N C A M E I M A G I N E

Q U E M I P A S I O N P O R
L O S P A S A T I E M P O S
S E R I A P E L I G R O S A

Y A C A B A R I A A S I . Y
A H O R A E S T O Y S O L O
Y A T R A P A D O . Y A N O
S E S I R E C U P E R A R E

M I L I B E R T A D . S O Y
P R I S I O N E R O E N U N
M A R D E L E T R A S S I N
O R D E N A P A R E N T E .

- 114 -
microSeñales de Humo

SOSPECHAS DE INFIDELIDAD ENTRE


VAMPIROS

Mi mujer me descubrió anoche jugando con el cuello de


otra. No se creyó que tan sólo tenía hambre. Ni aún viendo
cómo chorreaba la sangre de mi víctima.

- 115 -
David Moreno Sanz

SUCESIÓN HEREDITARIA

Éramos como dos gotas de agua, separadas tan sólo por


unos minutos, que a la postre hicieron nuestros destinos
divergentes. El suyo, hacia el cetro imperial. El mío, lo
encontraré esta noche, cuando mi sangre tiña de escarlata el
linaje azul de la familia.

- 116 -
microSeñales de Humo

TARDE ANIMADA

Anoto sus nombres en mi libreta mágica como mera


comprobación de los asistentes. Popeye el Marino,
D’Artagnan y los Tres Mosqueteros, Los Caballeros del
Zodíaco, El Capitán America, Spiderman, Batman, HeMan y
otros.
Nada más entrar al salón Asterix reta a La Masa, los
Caballeros del Zodíaco luchan contra Los Transformers,
Lucky Luke rodea al Inspector Gadget y yo intento atrapar a
Conan el Bárbaro.
La tarde pasa entretenida hasta que oigo llaves en el
cerrojo. Ordeno a todos silencio y que se escondan donde
puedan.
Es mi mujer. Y ahora me acuerdo de que no he recogido
ni la colada.

- 117 -
David Moreno Sanz

TELETIPO

Pedro, el oculista, ha salido corriendo de su consulta, ante


el asombro de los presentes en la sala de espera. Stop.
Quiere dar una sorpresa a Eva, la panadera, su mujer. Stop.
Lleva un ramo de rosas en su mano derecha. Stop.
Lo que no sabe es que Juan, el fontanero, ha tenido la
misma idea una hora antes. Stop.
Y no es el primer año que la tiene. Stop.
Y por eso, Eva espera con impaciencia este día. Stop.
El amor a tres bandas puede ser divertido. Stop.
Pero si se descubre, se puede liar parda. Stop.

- 118 -
microSeñales de Humo

TÚ SERÁS EL PRÓXIMO

Mientras dormía el badajo empezó a golpear


vigorosamente el portón de la entrada a la casa. Me asomé
sobresaltado a la ventana de mi dormitorio, la noche era
aterradoramente oscura, la Luna se escondía detrás de un
espeso manto de nubes y tan sólo unos murciélagos volaban
en el cielo. Encendí un candil y bajé las escaleras tan rápido
como pude. Al abrir, el cadáver de un hombre cayó
desplomado sobre mis pies. Le iluminé y en la piel de su
espalda aparecieron marcados a fuego unos símbolos
diabólicos junto con una frase escalofriante: “Tú serás el
próximo”. En ese momento desperté sobresaltado, el badajo
empezó a golpear vigorosamente el portón de la entrada a la
casa y encogido entre las sábanas de mi cama, sabía
extrañamente lo que me iba a encontrar al abrir.

- 119 -
David Moreno Sanz

ÚLTIMO VIAJE

El tren está a punto de ponerse en marcha. Los últimos


pasajeros en subir toman asiento. El de mi lado sigue vacío.
Aprovecho y miro a través de la ventanilla del vagón. Como
de costumbre, ahí permanece ella, en el andén, ondeando su
melena negra azabache, dirigiendo sus ojos verde esmeralda
hacia mí, susurrándome adiós con sus labios esponjosos y
sujetando con su mano en alto una refulgente guadaña.
Cuando la estación se pierde en el horizonte, noto
sorpresivamente, el tacto gélido de una mano. Esta vez, ha
decidido acompañarnos.

- 120 -
microSeñales de Humo

Al autor

UN BICHO RARO

El primer paso es admitirlo y yo nunca lo he negado ni me


he escondido. No tengo la menor duda de que soy un bicho
raro. Sí, un bicho rarísimo. Y es que para empezar el
embarazo de mi madre duró bastante más de lo normal,
veintidós meses, como los elefantes. Se ve que no quería
salir. Cuando lo hice, no lloré como todos los niños, sino que
tras las palmaditas de rigor aullé como un lobo. La piel de
gallina, la cara de perro, las orejas de burro, los ojos de gallo,
la boca de lobo, la lengua de sapo, el cuello de jirafa, el pecho
de gorila, las manos de cerdo, las uñas de gato, los muslos de
pollo, las patas de cabra, la cola de pez y el culo de foca
hacen de mi un ejemplar único en el mundo.

- 121 -
David Moreno Sanz

UNA BUENA EXCUSA

El joven Isaac se despertó aturdido en el suelo del


manzanal. Lo último que recordaba era haberse sentado
debajo de un árbol, para descansar del acalorado paseo de
aquella mañana. No sabía qué hora era. Ni cuánto rato podía
haber estado inconsciente. Pero seguro que su madre le
estaría esperando con la mesa puesta y con muy mal humor.
Debía pensar una buena excusa para evitar el castigo. A su
llegada y antes de que su madre le dijera nada, Isaac le gritó:
¡Mamá, ha sido la gravedad!

- 122 -
microSeñales de Humo

VENGANZA

Un niño.
Un llanto.
Un llanto de un niño.
Un llanto de un niño abandonado.
La madre.
La sombra.
La sombra de la madre.
La sombra de la madre que huye.
Siempre.
Un llanto de un niño abandonado siempre alcanza a la
sombra de la madre que huye.

- 123 -
David Moreno Sanz

VIDAS CRUZADAS

Dejé el personaje de mi último cuento a punto de salir de


casa. No fue fácil enseñarle mi rutina y mucho menos mis
manías. Proceso arduo y complicado pero ya está listo para
dar el paso. Ahí fuera le espera un trabajo de más de diez
horas en una oficina y de regreso, una mujer y dos hijas de
cuatro y seis años, rebosantes de energía y ganas de jugar sin
tregua alguna. Y lo peor ahora es que a mí me toca pelear
con monstruos y villanos carentes de piedad. A mí que lo
único que sé manejar es el teclado del ordenador.

- 124 -
microSeñales de Humo

VOCACIÓN

Le dijo: “mamá quiero ser árbitro”. De sopetón. Sin previo


aviso. Cuatro palabras que retumbaron en todas las paredes
de la casa. Desconcertada no supo qué le conmovió más. Si
que le llamara mamá, cuando nunca lo hacía, o que tomara la
decisión de seguir los pasos de su abuelo y de su padre que
en paz descansen.
Sin duda se trataba de una buena noticia. Aunque la alegría
duró poco.
Tiempo después cuando descubrió a su hijo, de negro, con
un pito en la boca y los labios pintados de rojo bailando
encima de un escenario, el mundo se le cayó encima.

- 125 -
David Moreno Sanz

VOLATILIDAD

Y la admiré. Y la dibujé en el cuadro más bonito jamás


pintado. Y le hice ricitos en su melena azabache. Y con el
corazón desbocado la acaricié. Y sumergidos en un
imparable frenesí la besé en las manos, en la cara y en los
labios. Y la volví a admirar. Y a acariciar. Y a besar en las
manos, en la cara y en los labios. Y la deseé más. Y cuando le
abrí los ojos comprobé que yo no era más que una ilusión. Y
desaparecí. Como hiciera hace tanto la lluvia de estos campos
marchitos.

- 126 -
microSeñales de Humo

Y ADEMÁS CONTAGIOSO

A ver si consigue así que papá no haga más el indio porque


lo suyo es patológico, obsesivo. A mí me llama “Con el puño
en alto” porque soy muy belicoso, a mamá “Mujer con sonrisa
hechicera” porque al verla quedó embrujado; sale a la calle
provisto de arco y flechas; se pone mocasines y no zapatos y
no en pocas ocasiones descubre al Séptimo de Caballería
detrás de cada esquina. Nos tiene muy preocupados. Por eso
doctor, si hace falta atémosle a la silla y bailemos la danza del
sol cuatro días y cuatro noches. A ver si escupe de una vez
los malos espíritus.

- 127 -
David Moreno Sanz

22-04-1616

Lucas pronto se aficionó a la lectura. De niño devoraba los


libros de “Los Cinco en Peligro”, de “Los Hollister” y los de
“Elige tu Propia Aventura”.
Creció y ningún clásico de la literatura se le resistía. Desde
“La Celestina” de Fernando Rojas a “La Odisea” de
Homero, pasando por “Así Hablo Zaratustra” de Nietzsche
y “Crimen y Castigo” de Dostoievski.
Pero cuando llegó a sus manos un ejemplar de “El
Quijote”, sintió algo especial. Las aventuras y desventuras del
ilustre hidalgo y su escudero, de los molinos y gigantes, le
apasionaron de tal manera que nació en él una obsesión por
descubrir más y más acerca de su autor y olvidarse del resto.
Empezó a estudiar cada detalle de Cervantes, viajó a Alcalá
de Henares, su lugar de nacimiento, y recorrió cada rincón
que tuviera relación con él. En Internet usaba de nick Miguel
de Cervantes y cambió la foto de presentación en su
Facebook.
Sabía tanto del Quijote y de su autor que impartió
conferencias, concedió entrevistas en radios y televisiones, le
publicaron entrevistas y algún que otro libro.
Un día se dio cuenta de la fecha que indicaba el calendario
y le temblaron las piernas.

- 128 -
microSeñales de Humo

INTERFERENCIAS VI

Al apagar la luz del baño sucede como al cerrar un libro: la


oscuridad se hace presente. Por eso para evitar que sea
eterna, aunque sea de vez en cuando, abra las tapas de los
libros, pase y huela las páginas, juegue con sus letras, permita
que los personajes vivan, recuerde que siguen ahí, como estas
microseñales de humo.

- 129 -
David Moreno Sanz

- 130 -
David Moreno Sanz

INDICE
A la cara, del revés .......................................................................... 7
¡Adiós virginidad!
¿Ahora me dejas?
Abundancia
Accidentes ....................................................................................... 11
Ajedrez platónico
Al descubierto
Altibajos
Aniversario ...................................................................................... 15
Barbacoa o Interferencias I
Arrebato
Asesino en serie
Biografía de un hombre corriente por casualidad ..................... 19
Bipolaridad
Boomerang
Cabezonería
Caminos divergentes ...................................................................... 23
Camuflaje
Carencias
Celebración
Ciclos ............................................................................................... 27
Complejo de Edipo
Complementarios
Consejos vitales
Contratiempo .................................................................................. 31
Corrupción
Culpable de todos los cargos
De regreso
Jornada de caza o Interferencias II .............................................. 35
Desconsuelo

-6-
microSeñales de Humo

Deseos encadenados
Despedidas
Día y Hora D .................................................................................. 39
Dignidad y justicia
Dimensión inesperada
Discusión extrema
Doble vida ....................................................................................... 43
Don especial
Dudas
Efectos colaterales
El caso Bukowski .......................................................................... 47
El castigo
El grumete
El reloj de madera
El sepulturero .................................................................................. 51
El tesoro
El truco final
El verdugo
En la playa ....................................................................................... 55
Realidad o Interferencias III
En otras palabras
Enredado
Enroque ........................................................................................... 59
Estreno
Éxodo
Flechazo
Fotogramas ...................................................................................... 63
Frustración
Hartazgo
Incontrolable pasión
Indeciso ............................................................................................ 67

-7-
David Moreno Sanz

Inexplicable invisibilidad
Inmortalidad
La amistad
La cantimplora ................................................................................ 71
La caprichosa línea de la vida
La cena
La estudiante de arquitectura
La riqueza del lenguaje ................................................................... 75
Licantropía inversa
Lorena
Manecillas enamoradas
Espejo o Interferencias IV ............................................................ 79
Máxima expectación
Mensaje en una botella
Mimetismo
Me acuerdos ................................................................................... 83
Mi infancia
Mobiliario familiar
Naufragio
Necesidad ......................................................................................... 87
Negativo
Norte vs Sur
Oráculos del amor
Orígenes ........................................................................................... 91
Otra noche más
Otro punto de vista
Paradojas
Paralizado ......................................................................................... 95
Precoz
Predicción
Primer aviso

-8-
microSeñales de Humo

Principios rotos .............................................................................. 99


Prioridades
Protagonista en apuros
Protocolo
¿Qué hacer? .................................................................................... 103
Quietud
¿Rascacielos?
Rebobinando
Rescate fortuito .............................................................................. 107
Al otro lado o Interferencias V
Reincidente
Retorno
Rompecabezas ................................................................................ 111
S.O.S.
Seis disparos, una bala
Sopa de letras
Sospechas de infidelidad entre vampiros .................................... 115
Sucesión hereditaria
Tarde animada
Teletipo
Tú serás el próximo ...................................................................... 119
Último viaje
Un bicho raro
Una buena excusa
Venganza .......................................................................................... 123
Vidas cruzadas
Vocación
Volatilidad
Y además contagioso ..................................................................... 127
22-04-1616
Interferencias VI

-9-
David Moreno Sanz

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microSeñales de Humo

- 11 -

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