El adsorbente está presente en un gran exceso, con una gran superficie y con sitios
polares capaces de unir reversiblemente pequeñas concentraciones de sustancias por un
proceso esencialmente electrostático. El disolvente compite con los componentes de la muestra por los sitios de unión. Estos componentes son desplazados reversible y continuamente en la dirección del flujo del disolvente. El proceso descrito puede escribirse como un equilibrio competitivo en donde hay una partición de los componentes entre la fase estacionaria y la fase móvil: componentes-adsorbente ↔ disolvente-adsorbente ↔ componente-disolvente Entre más polar sea un compuesto, más fuertemente se adsorbe en la fase estacionaria, por lo que su migración a lo largo de ella es menor, siendo eluído (arrastrado) más lentamente por la fase móvil, que los compuestos menos polares. De este modo, la separación selectiva de los componentes de una muestra, por cromatografía, se debe a las diferencias en la migración de los componentes individuales a lo largo de la fase estacionaria, La distribución de los componentes entre la fase sólida y líquida es determinada, además de por la polaridad propia de cada compuesto, por el grado de actividad del adsorbente (el cual depende principalmente del grado de hidratación y de la polaridad del disolvente), en cuánto al adsorbente utilizado en este caso la gel de sílice se puede destacar que es un sólido covalente, con hibridación sp3 en el átomo central (el Si) para formar una red tridimensional (cuarzo), se encuentra formando parte de una gran red o cristal covalente, formado por enlaces covalentes continuos, este compuesto es insoluble en todos los disolventes, ya que para separar las partículas de la red necesitaríamos romper demasiados enlaces covalentes, es por tanto un mal conductor y es un adsorbente polar, pero al ser tratado con hidrocarburos neutraliza sus grupos –OH.