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Finales de Peones - Algebraico PDF
Finales de Peones - Algebraico PDF
¡Alabado sea el
pingüino!
FINALES DE PEONES
Ante la escasez de literatura subespecializada sobre los finales de partida, el
aficionado, el jugador medio y hasta el más elevado, encontrará en este libro la
solución al problema matemático de los finales de peones, porque si bien la fase
inicial del juego es rica hasta el absurdo en variantes y posibilidades, el final de la
partida pertenece al campo en que la imaginación debe ceder ante la técnica, en que
el talento es eclipsado por el estudio, la inspiración reemplazada por la transpiración
Intelectual. De ahí que la aparición de esta nueva edición abra un nuevo y amplísimo
campo de investigación al aficionado concienzudo así como al maestro, quien
necesita depender cada vez más del análisis de laboratorio para el remate de sus
partidas.
Desde que Philidor («los peones son el alma del ajedrez») revaluara el concepto
medieval del peón y lo democratizara hasta despertar al mundo ajedrecístico a la
realidad aplastante de su importancia, son muchos los autores que progresivamente
penetraron en los misterios de esta figura primaria del ajedrez. Berger, en su obra
monumental, y más tarde Euwe, Robinovich y Fine contribuyeron ampliamente a este
logro teórico. Maizelis, en el presente volumen, ofrece al aficionado un resumen de
estas tendencias, a veces diferentes, y aunando estos estudios a la clásica
investigación de Dedrle sobre la teoría de las casillas criticas, presenta el tema sobre
la base de una teoría única de finales de peón. He aquí su mérito.
Cubierta de G. Mari
PROEMIO
En realidad, este libro no necesita presentación de ninguna clase. Viene precedido del
suficiente prestigio internacional para que lo mismo el profesional que el aficionado,
que incluso aquel que por primera vez asoma su curiosidad al campo de batalla, tan
incruento como apasionante, del ajedrez, le dé no sólo como bueno sino como
ejemplar y único hasta ahora.
Pero me parece oportuno aducir aquí el argumento de que, entre los numerosos libros
que tratan de ajedrez, son pocos — por lo menos que yo conozca — los consagrados
a los finales de partida.
Yo sé de esa especie de angustia que se le presenta al ajedrecista cuando, previendo
ganada la partida, se ve en el trance de elegir. Muchas, muchísimas veces, la elección
llega a sus dedos como por divina inspiración. Pero no es eso. Dejar que el azar
intervenga, aunque sea para traerle el triunfo, no conjuga ni aún de lejos con lo que
constituye para el jugador la esencia misma de su personalidad: lo exacto. Lo que está
en sus manos evitar, o provocar.
Se hacía precisa una sistematización de la experiencia en esta materia, hasta — si ello
era posible — convertirla en sencilla, pura y simple teoría. Y tenía que ser un hombre
de la talla de un Maizelis quien consiguiese un propósito de tanta envergadura. Este
libro, FINALES DE PEONES, recoge y remata cuanto sobre ello se ha
experimentado.
Lo más difícil del propósito era conseguir una claridad de exposición tal que llegase a
la comprensión inmediata incluso del profano. En este sentido, la obra de Maizelis
puede presentarse como un modelo de la didáctica. Es clara, es eficaz; es poco menos
que exhaustiva.
La famosa expresión de Philidor «los peones son el alma del ajedrez» conserva toda
su actualidad, pero ahora se da una interpretación distinta — no del todo philidoriana
— y más profunda al papel de los peones en el juego. De ordinario, los peones
constituyen la base de la posición y determinan, en gran medida, sus peculiares
características. Tiene extraordinaria importancia el papel de los peones en la fase final
del juego, cuyo objetivo fundamental es la conversión del peón en Dama. La mayoría
de los finales son de peones, y hasta en los de figura es preciso calcular las
posibilidades de un final puramente de peones. Tras la aparente sencillez de los
finales de peón, suele ocultarse una gran profundidad. Sin embargo, su carácter
original, a veces incomprensible, se explica por las leyes generales por que se rigen y
a cuya comprensión se ha ido acercando poco a poco la teoría ajedrecística. El
desarrollo de la teoría de finales de peón es un proceso largo y complejo, de
particularidades difíciles o tal vez imposibles de precisar. Fue extremadamente largo
el período de acumulación inicial de materiales y su comprobación analítica. El libro
de J. Berger, que podemos considerar como la primera experiencia de sistematización
científica del ajedrez, significó un cierto resumen de esta labor. Más tarde, se
publicaron los trabajos de Rabinovich, Euwe, Fine y Cheron, pero cada uno de estos
autores estaba más o menos influido por sus antecesores. En las obras enumeradas no
se había intentado siquiera esbozar ni desarrollar los problemas generales de la teoría
de finales de peón. Para Berger, lo fundamental era el concepto de «oposición» y la
aplicación práctica de este método». Rabinovich, además de esto, aplicaba el método
de «casillas conjugadas». No obstante, sería vano buscar en las obras de ambos
autores una fundamentación teórica de los métodos indicados. Esta falta de
fundamentación teórica y de base única de exposición constituye un defecto de las
obras indicadas que, aparte de eso, son sumamente valiosas. Hoy día, la teoría
dispone de métodos que le permiten hacer una síntesis más amplia y sentar reglas que
facilitan, en cierto modo, el desarrollo práctico de muchos finales de peón. El
objetivo de este estudio es dar a conocer estos métodos a los lectores. Es el primer
intento que se hace de exponer el tema sobre la base de una teoría única de finales de
peón, en la medida que pueda considerarse establecida actualmente. La teoría de
finales de peón se formó sobre la base de la experiencia práctica de los maestros de
ajedrez y del estudio analítico de numerosos ejemplos. Fue también muy considerable
la aportación de los teóricos, a los que se deben artísticos análisis, tanto de algunos
aspectos de esta fase del juego, como de ciertas leyes generales. En este trabajo se
dan los nombres de los autores de las posiciones (o de su solución). Han contribuido
activamente al desarrollo de esta teoría general: F. Durand, que en 1860 y 1874
publicó unos ensayos sobre casillas críticas; Dedrle, que profundizó
considerablemente esta teoría en 1921 y 1925, y Grigóriev, que fue el primero en
estudiar la teoría de las casillas conjugadas (1922). Pero el mérito de Grigóriev no
En el primer caso, las blancas consiguen ocupar con su rey la casilla b7 (ó d7),
asegurando así la coronación del peón; en cambio, moviendo las negras esto resulta
imposible.
Si les hubiese tocado jugar a las negras la partida sería nula, ya que el rey negro no
habría permitido la ocupación de las casillas clave; la posición del rey negro frente al
blanco se llama, en términos ajedrecísticos, «oposición».
En la posición 1 vemos que la conversión del peón en dama se reduce a la lucha por
la posesión de casillas particularmente importantes y decisivas.
Ahora bien, en el 2 las casillas b6, c6 y d6 son también «clave», pues su posesión
asegura la posibilidad de ocupar la b7 y d7, y coronar, por lo tanto, el peón.
Resultado de ello es que el peón en c5, que se encuentra en la mitad del tablero del
negro, obtiene un sistema de casillas clave indicados en el ejemplo 3, tan pronto
como el rey blanco ocupe uno de estos 6 puntos, queda asegurada la conversión del
peón en dama, independientemente de la posición del rey negro y de a quién le toque
jugar (a excepción, claro está, de que las negras puedan capturar al peón en la primera
movida).
La única razón de que las casillas b6, c6 y d6 sean críticas para las negras se debe a
que su rey está limitado en sus movimientos por su proximidad a la banda del tablero.
En el 2, donde el peón ha pasado ya de la mitad del tablero, las negras pierden
después de 1.nb6 Nb8, 2.c6 Nc8, 3.c7, las negras pierden por Zugzwang, ya que no
tienen casillas para retroceder.
Si en el cuadro 4 les toca jugar a las negras, se ven obligadas a ceder inmediatamente
al rey blanco uno de los puntos de invasión a la fila siguiente, es decir, la casilla b6 ó
d6 (movimiento envolvente), después de lo cual toda resistencia es vana. Si salen las
blancas, no pueden ocupar ninguna casilla clave, ya que el rey negro toma la
oposición y no deja paso al rey blanco.
Examinaremos con más detalle estos finales en el capítulo 1. Por ahora nos
limitaremos a formular los resultados obtenidos:
Examinemos el cuadro 5.
Es evidente que si el rey blanco consigue ocupar alguna de las casillas e5, f5 ó g5, el
peón negro en d5 está irremisiblemente perdido. Por lo tanto, este peón también tiene
sus puntos críticos(e5, f5 ó g5). La realización del primer objetivo (captura del peón)
no significa que la otra parte del plan se consiga. Las negras pueden impedir que las
blancas coronen su peón.
La verdad es que el sistema de casillas clave del peón d5 es mucho más complejo.
Forma un rectángulo a5, a7, g7 y g5. Lo veremos claramente en el cuadro 5a. Las
casillas marcadas con una cruz en los cuadros 5 y 5a, señalan el límite de la «zona
crítica» del peón d5, la «primera línea», por decirlo así, de la defensa de las negras.
Como es natural, el peligro máximo para el peón negro d5 emana del rey blanco
situado e5 ó e6 (que son las casillas clave fundamentales), pero, como hemos visto ya
en el cuadro 5, la ocupación de la casilla g5 (invasión de la zona crítica), asegura el
dominio de las casillas e5 y e6.
Conviene recordar que en la lucha por tres puntos clave, situados en fila o en
columna, el rey consigue triunfar solamente si consigue tomar la oposición. Este es su
único medio de lucha.
Pero si solo hay dos casillas clave, como ocurre en el cuadro 6, la defensa por medio
de la oposición deja de ser obligatoria, ya que las blancas no pueden realizar el
movimiento envolvente.
En los capítulos siguientes (principalmente en el 7), veremos que los campos clave
pueden estar en distintas filas o columnas y separados unos de otros.
En los ejemplos arriba examinados las negras estaban condenadas a una defensa
pasiva y luchaban sólo por conseguir tablas, para lo cual su máximo esfuerzo
consistía en no dejar pasar el rey contrario a las casillas clave. Pero las negras
disponen con frecuencia de posibilidades de contraataque, es decir, que a su vez
pueden atacar a los peones blancos. En estos casos se hace preciso calcular la
distancia que media entre los reyes y los peones o los escaques clave, así como la que
hay entre los peones y la fila de coronación.
Estudiando la situación de los reyes en un tablero sin peones, vemos que solamente la
oposición vertical u horizontal es la verdadera y efectiva; la oposición diagonal es tan
sólo una posición virtual, que permite pasar a la oposición real (por ejemplo, si
examinamos la posición nb1-Nd3, entonces a la jugada c3 ó d2, responden las
blancas con c1 ó b2); la oposición diagonal es incapaz de impedir el avance de un rey
contrario activo.
La distancia entre los reyes se determina con las cifras 1, 3, 5; cuando los dos
reyes se aproximan ganando una casilla cada uno, la oposición sigue en pie. Esto
que, al parecer, no supone ninguna novedad, se convierte en un principio
importante, que se aplica en la práctica durante las complejas maniobras en las
posiciones bloqueadas (capítulo 7).
En la posición que reproduce el diagrama 15, las blancas deben jugar 1.ng2! con el
propósito de impedirle a las negras llegar a la casilla e6 (no permitiendo de ese
modo conseguir la oposición rectangular 3x5=15). A este mismo objetivo les
conduce también 1.ng1, pero se pierde tiempo; cualquier otra jugada (1.ne1, 1.ne2,
1.nf2) sería un error irreparable que les haría perder la partida. La jugada 1.ng1 es
una típica maniobra de rodeo. La mejor respuesta de las negras sería 1...Nf8 (o Nf6).
Precisamente ahora, cuando las negras entran en la columna principal, las blancas
ocupan la oposición mediante 2.nf2!
Es muy importante señalar que las negras no pueden, ni ahora ni en ningún momento
después, pasar a la columna de g, ya que el rey blanco se precipitaría a la casilla a5
(para ello necesitaría 5 jugadas), y, en cambio, el rey negro no le daría tiempo de
llegar a la casilla a7 (necesita 6 jugadas); sólo llegaría a b7; pero entonces ganaría la
jugada na5-nb5.
El intento de contraataque de las negras en el flanco del rey es rechazado por las
blancas, en su avance a la casilla a5 a través de d3, por nd3-nd4 y luego c4-c5.
1.ng2 Nf8, 2.nf2 Ne7 (Ne8), 3.ng3 Nf7, 4.nf3 Ne7 (e8), 5.ng4 Nf6, 6.nf4 Ne7,
7.ng5 Nf7, 8.nf5 y ganan.
La partida es nula, porque saliendo el rey blanco a la columna principal, las negras
pueden siempre tomar la precisa oposición vertical. Por eso, en la posición inicial
jugar 1.ne1 (ne2) sería un error irreparable, ya que las negras responderían 1...Ne8,
alcanzando fácilmente tablas, igual que en la variante recién reproducida. El concepto
«fila principal» es análogo al concepto «columna principal». En la posición 8, la
séptima fila es la principal.
Observe que las casillas de la «zona crítica» en el campo de cada uno de los
contrarios se agrupan en torno del punto inaccesible, con el que forman un
pequeño cuadrado. Por ejemplo, para las blancas (17a) es inaccesible la casilla
c6, ocupada por el peón, que juntamente con las casillas 1, 2, 3 forma un
cuadrado; lo mismo ocurre con la casilla b7 ó d7, inaccesible para el rey negro.
Teniendo esto en cuenta, resulta fácil, en muchos casos, precisar con la vista la
distribución de las «zonas principales» junto a los puntos inaccesibles.
Después de 2.nd4, el rey blanco puede ocupar una de las casillas decisivas de la zona
principal c5 ó d5; por ello las negras deben jugar 2...Nb8 o Nd8, véase 17a,
conservando la posibilidad de ocupar, a su vez, la casilla equivalente en su zona
crítica, la c7 ó c8. Hasta ahora las negras han tenido siempre casillas conjugadas (en
este último caso son conjugadas las casillas d4 y b8).
En el 17b, las casillas b8 y d8 están marcadas con la cifra 2, ya que estas dos casillas,
aunque no colindantes, son afines por su significación. Equivale a estas casillas la d4
de las blancas, pero en la designación de esta última se señala que se trata de un
escaque nuevo para las blancas, tomado de la «retaguardia»; las negras carecen de un
campo análogo y se ven obligadas a buscar su: equivalencia en una de las casillas de
la zona «principal».
Así pues, la parte pasiva pierde cuando sólo una casilla suya es la conjugada de dos
colindantes del adversario (Grigóriev, 1922). Repetimos brevemente la solución:
1.nd5 Nc8, 2.nd4 Nb8, 3.nc4! Nc8 (pierde la conjugación); 4.nd5 (las blancas
toman la conjugación en la zona principal), Nc7, 5.nc5, y ganan. Se había obtenido
la posición inicial, pero con la salida de las negras. Para ganar tiempo (dejar la salida
al adversario), las blancas han utilizado el triángulo formado por las casillas d5, d4 y
c4. La razón de este procedimiento, prácticamente importante, reside en la necesidad
de una mayor libertad de maniobra del rey activo que conduce al adversario a la
pérdida de la conjugación. Hemos visto que el juego en el 17 no se atenía a las reglas
de la oposición. Algunas casillas conjugadas (1, 2) respondían a los requerimientos de
la «oposición vertical»; otras, la d4 y la b8, a los de «oposición rectangular», y las
casillas d5 y c8 se encontraban a larga distancia de caballo. La jugada 3 de las
negras, Nc8 (en respuesta a 3.nc4), con la cual habían tomado la oposición distante,
significó el desmoronamiento de la defensa. Resulta evidente que el concepto de
casillas conjugadas es más amplio y supone un método más general de juego que el
concepto de oposición; cabe decir que éste viene a ser su parte integrante.
Los ejemplos citados 16-19 explican con suficiente plenitud, para comenzar, la
esencia del método de casillas conjugadas. Una explicación más amplia la hallará el
lector en el capítulo 7.
Queremos hacer constar que la teoría de las casillas conjugadas ha dado origen y ha
fundamentado con lógica irrefutable la siguiente tesis:
Para resumir, diremos que el método de conjugación es parte integrante de una teoría
más amplia (que, tal vez, deba ser considerada como teoría única para toda clase de
finales) de lucha por los puntos clave de una posición. La teoría de los puntos clave
no es más que un gran paso en la creación de una teoría general de finales de peón;
no lega a la categoría de teoría general, pues no establece con exactitud en qué
condiciones y límites rigen sus tesis y métodos; tampoco ha podido precisar ni
formular definitivamente la esfera y los métodos de su aplicación práctica. Es cierto
que en el capítulo 7, que se titula «Desarrollo de la teoría de las casillas conjugadas»,
el lector verá lo mucho que se ha hecho en el terreno del desarrollo del método de
equivalencia, esa arma fundamental de la teoría de puntos clave, pero, al mismo
tiempo, se dará cuenta de los muchos problemas todavía pendientes de solución y del
camino en que debe orientarse su estudio. Por las causas arriba expuestas, la teoría de
los puntos clave y el método de conjugación se aplican con ciertas limitaciones en los
capítulos que siguen. Sin embargo, el lector encontrará en el capítulo VII
explicaciones complementarias para ejemplos más complicados.
35b.
5k2/8/8/8/3KP3/8/8/8 w - - 0 1
Ganan blancas. 1.nd5.
Esta superioridad suele asegurar una victoria fácil. Pero la situación cambia si se
pierden ambos peones o uno de ellos y el otro carece del debido apoyo por parte de su
rey. La partida nula depende en ocasiones de las posibilidades de llegar a la situación
de rey ahogado (con peones de torre o peones doblados y en posición muy avanzada).
55a.
k7/8/1p6/8/1P6/6K1/8/8 w - - 0 1
Las blancas ganan si son las primeras en
jugar; si lo hacen las negras es tablas.
Después de 1.b5, las blancas se
posesionan de las casillas críticas del
peón negro b6 y lo capturan, y como el Si salen las negras consiguen, utilizando
peón de las blancas se encuentra en la el método de la oposición corriente,
fila quinta, la partida se puede considerar defender las casillas de invasión;
ganada. Si juegan las negras, entonces 1...Nf8!, así, por ejemplo, 2.ng5 Ng7 ó
después de 1...b5! siempre podrán 2.nf5 Nf7. Se ve claramente que en este
responder a nxb5, con Nb7 y tablas. caso no se trata de la oposición, sino de
Pese a lo elemental de este la defensa de las casillas de invasión,
procedimiento, no se tiene en cuenta pues si trasladamos el rey blanco a h4,
muchas veces. moviendo las negras son igualmente
buenas las jugadas 1...Nf8 como 1...Nf7.
55b. 8/8/8/2p5/8/8/1kP5/3K4 w - - 0 1
Tablas. En una partida jugada 1.nd2 hizo
perder a las blancas (dice el libro, pero
en realidad hace perder a las negras
despues de 2.nc3), después de 1...c4. Se
hacen tablas jugando 1.c4!
59d.
4k3/4p3/4K3/8/8/8/4P3/8 w - - 0 1 veces, resulta muy difícil hacer cálculos
Pertenece al tipo de posiciones que previos.
analizamos el antiguo final de Horwitz y 1.ng5, es evidente que no conviene
Klitig (1851). Las blancas no pueden mover el peón b2, ya que el rey negro,
ganar. 1.e4 Nf8, 2.nd7 e5!, tablas (55b). después de capturarlo, tiene tiempo de
Son inútiles todas las tentativas de ganar dominar las posiciones clave del peón b7.
tiempos: 1.e3 Nd8, 2.e4 Ne8, 3.e5 Nd8, (Por regla general, a la parte atacada no
4.nf7 Nd7 (en esta posición habrían le conviene, en estas posiciones,
ganado las blancas, en caso de jugar el aproximar los peones, ya que así facilita
adversario, pero saliendo las blancas no la doble misión del atacante, que consiste
les queda más remedio que hacer partida en ganar el peón del adversario y en
nula, teniendo en cuenta que 5.e6+? les defender el suyo.) Sólo queda la
hace perder); 5.nf8 Ne6, 6.ne8 y tablas. posibilidad de rodear el peón negro por la
Si los peones no están bloqueados, su retaguardia.
movilidad equivale a una reserva de
tiempos no gastada, que se puede utilizar
en cualquier momento y dar por resultado 1...Ne4 2.nf6 Nd5 3.ne7
sensibles modificaciones de la posición. Las negras se encuentran ahora ante un
Si, además, los peones se encuentran dilema: o bien seguir desplazando al rey
separados por considerable distancia, blanco, o bien avanzar el peón b7.
unos de otros, la parte atacante, en su 3...Nc6 Si 3...b5, entonces 4.nd7 b4,
4.ne6!
7...Na2
8.g4! y ganan.
65d. 8/8/p7/5k2/2K5/8/1P6/8 w - - 0 1
8/5k1K/8/8/2p5/8/3P4/8 w - - 0 1 Con la misma solución (1.nd4!,
Tablas: 1.nh8 Nf6, 2.ng8 Ne5, 3.nf7 etcétera).
Nd4, 4.ne6 Nd3, 5.nd5 y tablas. (Véase
116.) 66a. Moraviets, 1952.
8/k7/7p/8/8/8/6P1/6K1 w - - 0 1
65e. Ganan blancas: 1.nf2 Nb6, 2.ne3 Nc5,
8/8/8/1K6/7p/k7/6P1/8 w - - 0 1 3.ne4 Nc4, 4.g4 y ganan.
En algunos casos el rey maniobra A 3...a5, sigue 4.c5 a4, 5.c6 y las blancas
teniendo en cuenta el final futuro. Estos coronan su peón y dan jaque.
finales los estudiaremos en el Apéndice.
4.nd6 Nf7
En el diagrama 67 las blancas necesitan Si ahora 4...a5, sigue 5.c5 a4, 6.c6 y las
abrir el camino que conduce a su peón a blancas hacen dama en la diagonal h8-a1.
la octava fila, pero se debe meditar muy
bien la jugada del rey: el objetivo que se 5.c5 Ne8 6.nc7 a5 7.c6 a4 8.nb7 y las
67b.Grigóriev,1931.
8/4K1pp/8/8/8/8/k6P/8 w - - 0 1
Ganan blancas. La idea de este final es
coronar el peón y dar jaque. 1.h4! (no
1.nf7? g5!, 2.ng7 Nb3, 3.nxh7 Nc4,
4.ng6 g4!, este peón distrae la atención
del rey blanco a fin de liberar el camino Las blancas sortean esta dificultad con
hacia la casilla h8 a su rey. 5.nf5 Nd5); una hábil maniobra: 1.nc3! Na3 2.nc4!
1...h5! (1...h6, 2.h5); 2.nf8! (si 2.nf7?, Na4
entonces 2...g5!, 3.hxg5 h4 y tablas; en
cambio, ahora, en caso de 2...g5 las Las blancas disponen ahora de suficiente
blancas coronan peón con jaque); 2...g6, amplitud para seguir jugando con el rey.
3.ne7 y ganan.
3.g4 b5+ 4.nd3! Na3
67c. Damiano, 1512, aproximadamente.
Blancas: ne5, ic4. Negras: Ng5, Ih5. A Las negras pierden tiempos, ya que a la
principios del siglo XVI se conocía ya inevitable 4.b4, le sigue 5.nc2.
esta partida, donde se da jaque con la
dama en g8 y h8. En los problemas 5.g5 b4 6.g6 b3 7.g7 b2 8.nc2! Na2
actuales este ataque final no siempre
resulta tan evidente. Los reyes han vuelto de nuevo a la
posición inicial, pero la situación es
67d. Moraviets, 1952. Blancas : distinta.
8/8/8/7p/1PK2k2/8/8/8 w - - 0 1 9.g8=m+, dando mate a la jugada
Ganan blancas. 1.b5 Ne5, 2.b6 Nd6, siguiente.
3.nb5 h4, 4.na6 y ganan.
68a. Grigóriev, 1928.
Aunque las blancas coronan su peón con 8/8/1p6/8/k7/3K4/5P2/8 w - - 0 1
jaque, pero después de 1.g4 b5, 2.g5 b4, Ganan blancas. 1.nd4 b5 (ó 1...Nb5,
3.g6 b3+, las negras, gracias al jaque 2.nd5 Na6, 3.f4 Nb7, 4.f5 Nc7, 5.ne6
71a. 1.c6! h5, 2.nb4! Nb6 (ó 2...h4, 71c. 1.a4 Nb3, 2.a5 Nc3 (ó 2...Nc4, 3.a6
3.nc5! h3, 4.nd6 y tablas); 3.nc4! h4, Nd3, 4.a7 f2, 5.a8=m y 6.ma6+) 3.ng1
4.nd5! (amenaza ne4) 4...h3, 5.nd6 (no 3.a6? Nd2, ni tampoco 3.ng3? Nd4!,
tablas. Si 1...Nb6, entonces 2.nb4 h5 4.a6 Ne3 y tablas); 3...Nd4, 4.a6 Ne3,
(2...Nxc6, 3.nc4 h4, 4.nd4). 3.nc4 h4, 5.nf1 y ganan.
4.nd5. Tablas.
1. PEONES LIGADOS
Si todos los peones son pasados, el único problema que se plantea es si podrá el rey
de la parte más fuerte detener el peón pasado del adversario en su camino hacia la
casilla de promoción. En caso afirmativo, el juego se reduce al sencillo final de (rey y
dos peones ligados contra rey). Si es imposible detener el peón, la superioridad
material, como es lógico, pierde su importancia y gana la partida quien primero
corona el peón.
Los ejemplos que damos a continuación ilustran tanto el proceso normal del juego,
como ciertas excepciones debidas, fundamentalmente, a la proximidad del extremo
del tablero.
75a. jacliek.
7K/8/4p3/7k/7P/8/6P1/8 w - - 0 1
Tablas. 1.ng7! (no 1.g4+?? Nxh4, 2.ng7
Ng5) e5, 2.g4+ Nxg4, 3.ng6 ó
2...Nxh4, 3.nf6.
82b.
8/8/8/4k3/Pp6/1P4K1/8/8 w - - 0 1
Ganan blancas en el caso de que salgan
las negras.
82c.
8/8/4k3/8/Pp4K1/1P6/8/8 w - - 0 1
Ganan blancas, independientemente de la
salida ( casilla crítica e4 )
Se ve fácilmente que en las posiciones de
82d. los diagramas 82 y 83 ni el carácter ni el
8/8/2k3K1/8/Pp6/1P6/8/8 w - - 0 1 resultado del juego se modifican si se las
Ganan blancas, independientemente de la desplaza a la columna de la derecha.
salida. 1.ng5! Nc5, 2.ng4! En la posición 82, donde el peón pasado
y defendido no ha llegado a la fila quinta,
El último ejemplo muestra que si en el el resultado del juego, como hemos visto,
82, después de 1...Nd6!, 2.nh3 Nd5!, las dependía de la situación de los reyes.
blancas avanzan su rey por la columna h, Cuando resulta imposible invadir la zona
las negras deberán mantener el suyo en la critica, las tablas son inevitables.
columna de la d, conservando siempre la
posibilidad de tomar la oposición En el 84, después de 1.nd2 Nd4, 2.ne2
inmediata, por ejemplo 3.nh4 Nd4!, Ne4, 3.nf2, las negras pueden continuar
4.ng4 Ne4!, 5.nh5 Nd5!, 6.nh6 Nd6!, 3….Nf4, o bien 3...Nd3, capturando el
7.ng6 Ne6!, etc. peón b2.
4.ne2! h5
5.ne3 Nxg3
97a.
8/4k3/1p6/1P2K3/P7/8/8/8 w - - 0 1
Decide el resultado el turno de salida. En
esta posición de los reyes o más
distanciados entre sí, la lucha se lleva por
los escaques críticos del peón b6. Es
innegable que las posiciones de este tipo,
en comparación con el 82, son mucho
menos peligrosas para las negras.
97b.
Analicemos ahora las posiciones en que 8/8/1p2k3/1P6/3K4/P7/8/8 w - - 0 1
el peón rezagado (que se defiende) se Tablas. Ni siquiera la reserva de tiempos
encuentra próximo al extremo del de las blancas modifica este resultado.
tablero. Esta estructura de peones es, en 1.nc4 Nd6 ó Ne5, 2.nb4, las negras
cierto grado, aún menos favorable para la pueden jugar 2...Nd7 para replicar a 3.a4
parte más fuerte. Se explica, en lo con 3...Nc7. Pero también pueden
fundamental, por el hecho de que el rey 2...Nc7, 3.a4 Nb7, ya que después de
no esté al lado de su peón rezagado y por 4.nc4 Nc7, 5.nd5 Nd7), las negras
eso el avance, a veces posible, de este llegan a tiempo de defender las casillas
último, pierde eficacia. críticas y la reserva de tiempos de las
blancas ya está agotada. Pero otro
En el 96 es imposible sacar el rey negro resultado se obtiene en esta posición
de su rincón: 1...Nc8, 2.nd6 Nb8, 3.nd7 desplazada a la fila inmediata inferior
Na8, 4.a6 Nb8! y tablas. (98). Esto se debe a que el peón “a2”
conserva la opción a la jugada doble.
100a.
8/4k3/2p5/2P5/1P6/4K3/8/8 b - - 0 1
En el 94 se consiguen tablas con la única
jugada 1...Nf7! En cambio, en este caso
cualquier primera jugada de las negras
basta para hacer tablas. (Sin embargo,
cuando el rey negro esté en f8 ó e8 y las
blancas tengan la salida, la defensa debe
ser muy exacta; su índole se deduce de
las variantes más arriba expuestas.
2.e4! d6
3. e5!
3.ng5 Ne5
1...Nf4!
5...Nf5!
5.nf1! Ne5
6.ne2 Ne4
7.f3+ y ganan.
Una obra de arte analítica! Ingenioso es En el 129 no salva a las negras la 1...h5
el ejemplo 127. 1.b3! (es preciso (76), ni 1...Ne6, 2.ne4 Nf6, 3.nd5 Ng6,
prevenir la amenaza del Ib4, pero para 4.ne6 Ng7, 5.nf5 Nf7, 6.h5 y ganan.
eso no sirve 1.b4?, ya que 1...Na6! y Siendo mano las blancas, 1.h5 nos lleva a
tablas); 1...Na5 (1...Na6, 2.b4! Nb6, tablas (93).
3.nb8 y ganan); 2.nb8! (no 2.b4+? Na6, Si los reyes no están aún todo lo cerca
y no 2.nb7? b4, 3.c4 y tablas); 2...b4 (ó posible, como ocurre en el 129, las
2...Nb6, 3.b4); 3.c4 Nb6, 4.nc8 Nc6, maniobras se efectúan a base de la
5.nd8 Nd6, 6.ne8 Ne6, 7.nf8 Nf6, oposición corriente (véase 324).
8.ng8 Ng6, 9.nh8 Nf6 (9...Nh6, En el 129a, al ocupar el rey blanco la
10.c5); 10.nh7 Nf7, 11.nh6 Nf6, columna del alfil, las negras se salvan
12.nh5 Nf5, 13.nh4 Nf4, 14.nh3 Nf5, tomando en ella la oposición. Si son
(14...Nf3, 15.c5); 15.ng3 Ng5, 16.nf3 mano las negras, se consiguen tablas
Nf5, 17.ne3 Ne5, 18.nd3 y ganan. El jugando 1...Ng6!
itinerario del rey es de lo más curioso,
habiendo suscitado no pocas imitaciones. En el ejemplo 129b se consigue ganar
Si la parte débil tiene un peón de torre, el mediante 1.nf1! Saliendo las negras, se
número de partidas con resultado nulo consiguen tablas jugando 1...Ng6 ó Ne6.
aumenta considerablemente. Estos El resultado de la partida no varía si
finales suelen darse con frecuencia en la trasladamos la posición 129 a la fila
práctica y merecen por ello una atención inferior. Pero si la desplazamos dos filas
particular. más abajo (130), el resultado volverá a
ser nulo, independientemente de la
En el 128 no tiene importancia si está el salida; por ejemplo: 1...Ne4 (no 1...h3?,
negro en f7 o en g7. Siendo mano, las 2.g3+ Ng4, 3.ne3 Ng5, 4.nd4! y
negras juegan 1...h6, 2.g6+ Ng7 (77),
1.nh5
3.ng4 Ne6
ó 3...g6, 4.nf3!
4.nf4
3.nd7!
en f4 y f6 en el (149) y en e4 y e6 en el
(150).
El resultado de la partida depende
también de lo avanzado que esté el peón
bloqueado de la parte fuerte. En el
ejemplo 151, después de 1.ne5, etc., el
rey negro, como se ve claramente, no
logra ocupar la casilla c8.
Resulta superfluo alargar la partida
jugando 1.g6+? Ng7; conviene 2.ng5!
(2.ne6? incluso pierde); 2...Ng8, 3.nf6
Nf8, 4.ne6, etc.
151b.
2k5/p7/P1KP4/8/8/8/8/8 w - - 0 1
Son tablas todos los casos en que el peón
pasado está en la columna de dama, a
excepción de la posición siguiente:
Blancas: nc6, ia6, id6. Negras: Nc8,
Ia7. Las blancas ganan si son mano las
negras.
En el ejemplo 168 (Walker, 1841) la dama (1.nd5?, etc.), a las blancas les
posición crítica es la de nd3-Nb4 y la falta un tiempo, y 1.nf6? también pierde,
solución es análoga en todo al 167. Sin debido a 1...Ng4, 2.nxf7 Nf5. Por eso,
embargo, antes de empezar la maniobra, 1.nf5!, ya que crea una situación aguda
es preciso obligar al rey negro a que para ambos bandos y las negras, en caso
retroceda a la fila sexta (de otro modo el de cometer alguna inexactitud, pierden.
rey negro se aproximaría demasiado al 1...Nh4, 2.nf4 Nh3, 3.nf3 Nh2, 4.nf2.
peón a2). Para ceder la salida a las Es fácil de comprender que las blancas
negras, se utiliza el triángulo a3-b2-b3. no podían en ningún momento ir a la
1.na3 Nb6, 2.nb2! Na5 (ó 2...Na6, captura del peón de alfil, ya que las
1...Nc5
casillas para retroceder: 2.nc5 Nc7, ó
2.nc4 Nb6, ó 2.na5 Na7 y tablas. O 1...c6, 2.d4 ó 1...c5, 2.nc3 c4, 3.b3 y
Se gana sólo con 1.nc5! c6 (de otro ganan.
modo, 2.nc6), 2.b5!
Siendo mano las negras, Fine propuso en 2.nc3 c6
1941, en posición análoga, 1...Nc6, que
en caso de 2.b5+ Nb6, conduce a tablas De lo anterior se deduce que si 2...Nd5,
sin grandes complicaciones. Ciertas sigue 3.b4!, ó 2...Nb5, 3.d4! (En la
dificultades produce 2.nc3, por ejemplo, exposición ulterior omitimos las
2...Nb5, 3.d5, y si las negras jugasen variantes simétricas.)
despreocupadamente 3...Nb6? (3...c6?,
4.d6), entonces 4.nc4 y ganan; la única 3.b4+ Nb5 4.nb3
salvación es 3...Na6!, 4.nc4 Nb6.
En vista de eso, saliendo las negras, lo y las blancas ganan; por ejemplo:
más sencillo es continuar 1...c6!, 2.nc5 4...Na6, 5.nc4 Nb6, 6.d3! Nc7, 7.nc5
Nc7 (171), ó 2.b5 Nb6! y tablas. Nd7 (7...Nb7, 8.b5); 8.nb6 Nd6, 9.nb7
El ejemplo 183 es un viejo problema Nd7, 10.d4 Nd6, 11.nc8 Ne6, 12.nc7
teórico (1843), en cuyas complejas Nd5, 13.Nd7.
peripecias es fácil orientarse, conociendo
3.ne5! Ng3
1...Na4 2.ne3 b5
206b.
8/6kP/6P1/2p5/p7/2K5/8/8 w - - 0 1
(1.nc4 Nh8, 2.nc3 1.Ng7) tablas. Gana
la posición: Blancas: nf4, ig6, ih7; En este ejemplo se gana avanzando
Negras: Nh8, Ia5, Ic6 (1.nf5 Ng7, sucesivamente los peones blancos: 1.f4!
2.ne6 a4, 3.ne7 a3, 4.h8=m+, etc.). Son (no 1.ng2? Nb3 o Id5, tablas) 1...Nb4,
impotentes los peones centrales ligados 2.h4! (2.ng2? a5!, 3.h4 a4, 4.f5 Nc5,
contra los aislados de los flancos en la 5.h5 a3, 6.f6 Nd6, 7.h6 a2, 8.h7 a1=M,
posición: Blancas: ng4, id4, ie4; 9h8=m y tablas según esta variante que
Negras: Nd7, Ib5, Ig5. da el módulo. En el libro dice que es
tablas después de la jugada 2...a5); 2...d5,
206c. 3.f5 Nc5, 4.h5 (a la jugada 4.ng2? Nd6!,
8/5p2/5k1P/7P/8/p1p5/8/1K6 w - - 0 1 conduce a tablas); 4...d4, 5.f6 (también
Ambas partes se encuentran en gana 5.ng2 Nc4, 6.f6 d3, 7.f7 d2,
zugzwang: el que empieza, pierde. Si 8.f8=m d1=M, 9.mf1+, etc); 5...Nd6,
trasladamos el Ic3 a c4 y el n a c3, gana 6.h6 d3, 7.f7 Ne7, 8.h7 d2, 9.f8=m+
la jugada, 1.nc2. Nxf8, 10.h8=m + y ganan.
208c.
2k5/3p4/P7/Pp6/8/4K3/8/8 w - - 0 1
En el ejemplo didáctico 209, las blancas
Tablas. 1.nd4 d6!, 2.nc3! (obligando la
tienen un peón pasado a5 que distrae al
jugada de las negras y liberando la casilla
rey negro de la defensa del suyo en c6. El
c5); 2...d5; 3.nd4! b4, 4.nxd5 b3, 5.nc6
bloqueo de este peón por el rey blanco es
Nb8 (ó 6.a7); 6.nb6 b2, 7.a7+ Na8,
también un factor favorable para las
8.na6 b1=M y tablas.
blancas.
Sin embargo, sería prematuro 1.a6+?
208d. Gorguiev, 1950.
Nxa6, 2.nxc6 por 2...Na5 y tablas (véase
8/4k3/5p2/7P/4K1pP/8/8/8 w - - 0 1
65; el peón está en g2 y no en g3).
Tablas: 1.h6 Nf8, 2.h5 Nf7!, 3.ne3! (no
Valiéndose de que el rey negro se
3.nf4? f5, 4.ng3 Ng8 y ganan); 3...Nf8!,
encuentra clavado, las blancas avanzan
4.nf4! f5, 5.nxf5 g3, 6.nf6! Ng8, 7.ng6
su peón por el otro flanco: 1.g4! h6 (ó
g2, 8.h7+ Nh8, 9.nh6 y tablas.
1...Nc7, 2.a6 h6); 2.a6+ y ganan.
1.nd5 Nf8!
O 5...Ne8, 6.f6.
La posición 231 es el final del siguiente Siendo las demás condiciones iguales,
problema: los peones ligados son más fuertes que
los aislados o doblados; sin embargo, el
231a. Bianchetti, 1925. factor decisivo es la superioridad
8/2p4K/1k6/8/8/2Pp4/3P4/8 w - - 0 1 posicional: la situación de los reyes (su
Ganan blancas: 1.ng6 Nc5, 2.nf5 Nd5, proximidad a los puntos de invasión), el
3.nf4 c6, 4.ne3 Nc4, 5.ne4 c5, 6.ne3 dominio de la oposición, etc. El proceso
Nd5, 7.f4! y ganan. normal del juego y las posibles
excepciones se ilustran con los siguientes
En este ejemplo (232) pierde 1.nb5?, por ejemplos.
1...Nd6!, 2.nc4 Ne5, 3.nd3 Nf4, 4.ne2
Ng3, 5.nf1 Nxh4, 6.nf2 Ng4 y 7...Ng3. En el ejemplo 233, saliendo las blancas,
Salva a las blancas el rodeo por la decide la rotura 1.c6 (el peón a5 se
retaguardia: 1.nb7! Nd7 (nada se convierte en pasado). Si juegan las
consigne con 1...Nf6, 2.nc6 g5, 3.hxg5+ negras, después de 1...c6, 2.ne4 Ne6, se
Nxg5, por 4.nd6, etc.); 2.nb8! (pero no apoderan de las casillas críticas del peón
1.ne4 Ng4
3.nc6!
3...Ng5
284g.
8/1k6/1P6/P4pp1/7p/5K2/2P5/8 w - - 0 1
Esta posición es todavía más favorable
para las blancas que la 284e.
2.ng3 b5 3.nf4 e3
4.nxe3 b4
5.nd4 f5
En caso de 5...b3, las negras, después de El 292 es una típica «comedia de las
6.nc3 f5, 7.nxb3, pierden ambos equivocaciones». Las blancas no tenían
peones, pero ahora el peón f5 crea la más que parar el movimiento del peón f5;
valla precisa. sin embargo, en el momento culminante
no supieron encontrar la jugada correcta.
6.ne5 ó nd5 y ganan. Se produjo una posición de tablas, pero
Grunfeld consideró que no tenía salida y
se entregó.
4.ne3
296a.
8/1pp5/3k3p/P7/1PP2K2/8/8/8 w - - 0 1
Les toca jugar a las blancas. La
continuación fue: 1.b5 Nc5, 2.ng4 Nd6,
303.
8/1p6/pk6/8/P1P5/1K6/1P6/8 w - - 0 1
1.nc3 Na5 (1...Nc5, 2.b4+ Nc6, 3.nd4
b6, 4.c5 y ganan. 1...a5, 2.nd4 Nc6, 3.c5
Nd7, 4.nc4 Nc6, 5.b3 b6, 6.cxb6 Nxb6,
7.nd5 y ganan); 2.b3 b6 3.nd4! Nb4,
4.a5! Nxa5 (4...bxa5, 5.c5); 5.nc3 b5,
6.c5 b4+, 7.nd4y ganan.
304.
8/8/8/pp6/k7/P1p5/1P6/K7 w - - 0 1
5.ne6!
6.nf8! Nh5!
4...a5
La posición 332 es muy sencilla; el tipo Resumiendo, podemos decir que los
de maniobra de ésta no hubiera variado puntos de ataque se hallan
aun siendo otra la posición de los reyes; suficientemente defendidos y de por sí no
por ejemplo: nf1-Ng8. Más adelante son peligrosos. Es muy raro el que en la
examinaremos casos más complicados. práctica se dé el caso de que en las
posiciones con un punto de ataque se
Pasemos a considerar las posiciones con lleve éste a efecto precisamente en ese
un solo punto de ataque. Estas posiciones punto. Lo más frecuente es que la lucha
son muy numerosas y variadas. Pero bajo se decida en un flanco, generalmente
este nombre se suelen comprender sólo después de haber perdido el tiempo
las que constan de una o de dos columnas anteriormente mencionado; en el caso
libres entre los peones (generalmente, que consideramos los finales pueden ser
cadenas de peones), y éstas son ya menos extraordinariamente variados.
frecuentes. Como regla general son muy Después de nf2, las posibilidades de las
complicadas. blancas en el 333 consisten en el
En el 333, el punto de ataque de las movimiento ig4, lo que les da un peón
blancas es el escaque e4. Estando situado pasado, mientras que la contramaniobra
el rey blanco en d3, las negras pueden de las negras reside en la jugada Nd4, y,
defenderse mediante e5 y f5. La posición si hay oportunidad, en Ia4 (también en
Ne5 es más fuerte, ya que a nd3-ne2 se Ia3).
333b.
8/6p1/3k1p2/5P2/2p3P1/2P2K2/8/8 w - - 0
1
Tablas. Es inútil 1.nf4 ó 1.ne4, ya que
las casillas e5 y c5 son inaccesibles a las En el 334, después de un interesante
blancas. Los escaques críticos aquí son juego en los flancos, resuelve la lucha la
1.nf3 Nc6
5. ALGUNAS OBSERVACIONES Y
CONCLUSIONES
Entre los procedimientos técnicos de lucha más importantes se cuentan los siguientes:
a) Minar la posición contraria a fin de quebrantarla y crear en ella puntos débiles;
b) sacrificio de peones, tanto para obtener un peón pasado (ataque de peones) como
para conseguir una incursión del rey.
En los finales 361 a 365, que se dan a continuación, una de las partes tiene (o alcanza
rápidamente) un peón de más.
8/8/1ppk4p4pp1P1PP2p1/2P1K1P1/7P
/8 b - - 0 1 Le toca jugar al negro. 1...b5,
2.cxb5 cxb5, 3.axb5 a4, 4.nd3 a3, 5.nc2
f4, 6.gxf4 gxf4 y ganan.
En la posición 385 sigue: 1...b5, 2.ng3 Menos clara está la partida en la posición
b4?, 3.nf4 g5+?, 4.hxg5 hxg5+, 5.nxg5 que sigue a continuación:
a5, 6.d6 Nf7, 7.nf5 a4, 8.e6+ Ne8,
9.nf6 b3, 10.axb3 axb3, 11.d7+ Nd8, 385c. Levit-M. Langue, Berlín, 1904.
12.nf7, las negras abandonan. 8/8/8/p1k1pp2/P1P1p3/2K3P1/5P2/8 b
Tarrasch consideraba que hubiera sido - - 0 1 Juegan las negras. 1...f4?
más fuerte 2...a5!, 3.nf4 Nf7, 4.h5 gxh5, (imprudente tentativa); 2.g4! (es claro
5.nf5 h4, 6.d6 h3, 7.e6+ Ne8, 8.nf6 h2, que no se puede 2.gxf4? exf4, 3.nb3
9.d7+ Nd8, 10.nf7 h1=M, 11.e7+ Nxd7, Nd4 y ganan); 2...e3, 3.fxe3 f3, 4.nd2!
12.e8=m+ Nd6, 13.md8+ Nc5, siendo (no 4.nd3? e4+! y ganan); 4...Nxc4, 5.g5
grandes las posibilidades de ganar de las Nd5, 6.e4+! Ne6, 7.ne3 y ganan.
negras.
Sin embargo, Fine encontró que después En los ejemplos que se dan a
de 1...b5 se obtienen tablas mediante continuación ganan la partida los peones
2.h5!. La clave de esta jugada consiste en centrales.
391a.
8/5p1p/4p3/4k1p1/8/K3PPPP/8/8 b - - 0 1
Juegan las negras. La victoria se obtiene
del modo siguiente:
1...f5!, 2.nb4 h5! Única forma de ganar.
En caso de 2...f4?, se tendría 3.gxf4+
gxf4, 4.exf4+ Nxf4, 5.nc5 Nxf3, 6.nd6
tablas. O bien, 2...g4?, 3.hxg4 fxg4,
4.fxg4 Ne4, 5.nc5 Nxe3, 6.nd6 Nf3,
7.nxe6, tablas.
3.nc3
3.ne1!
2.nc6 Ne6
3.nc7 Ne7
2...bxa4 3.c4+
1...Nd5
270 Apéndice
de los finales de peones, ya que lo correcto, metódicamente, es conocer el objetivo
último, es decir, el final a que puede desembocar la partida.
En relación con esto, exponemos a continuación, y a modo de introducción, los
fundamentos teóricos del final «dama contra peón», considerando después el
conjunto de aspectos que deben ser tenidos en cuenta al pasar de los finales de peones
a los de dama.
Una dama enfrentada a un peón gana fácilmente, pero se dan al unas excepciones. A
veces, la victoria se alcanza únicamente después de haber llegado los peones a la
promoción, es decir, en realidad, en final de «dama contra dama», que será el que
examinemos en primer lugar.
En el 1b.
8/8/8/8/6Q1/4K3/8/4kq2 w - - 0 1, se
debe jugar: 1.mb4+ Nd1, 2.mb1++
En el 1c.
8/8/8/8/8/K7/3Q4/kq6 w - - 0 1, gana
1.mc3+. Por cierto que, si les toca jugar a
las negras, es tablas: 1...Md3+, pero de La posición 3, la más importante del final
que consideramos, puede darse después
271 Apéndice
de haber llevado ambos contrincantes sus mh8. Negras: Nb2, Ma1; en este caso,
peones a la promoción (como en una de las blancas no ganan, ya que después de
las posiciones de Polerio, alrededor del 1...Nb1(1...Na2), el blanco no consigue
año 1590). dar jaque en la segunda fila o
1.mh2+ Nc1 (1...Nb1, 2.nb3); 2.mg1+ (previamente) en las casillas d1, d3. Esto
Nb2, 3.mf2+ (no 3.md4+? Na2!, tablas); mismo, claro está, se refiere a la posición
3...Na3 (o bien, 3...nc1; 4.me1+, etc.); del rey blanco en d3 (el rey negro en b3 o
4.me3+ Nb2, 5.md2+ Nb1 (5...Na3 en b2), ¡teniendo el turno de jugar la
6.mb4+ y 7.mb3++); 6.nb3 y ganan. negras!, ¡solo ganan las blancas en el
caso de estar situada la dama blanca en
3a. b8 dando jaque!. Sin embargo,
4Q3/8/8/8/8/3K4/1k6/q7 w - - 0 1 hallándose el rey blanco en c4, dan tablas
Ganan las blancas (aun cuando las negras todas las posiciones en las que el rey
tengan un peón en a7). negro esté en b1, ¡teniendo el turno de
1.mb5+ (la posibilidad de dar este jaque jugar las blancas!, si juegan las negras
permite a las blancas ocupar rápidamente es tablas, salvando el caso en que la
la casilla b4; cuando la dama blanca está dama blanca esté d8 y el turno de jugar
situada en otros puntos, se hace necesario lo tengan las blancas, claro está, (o mc8,
acercarla mediante mb8-c7-b6-c5+ y en estando el rey blanco en d3).
este caso, si las negras disponen de
peones puede haber impedimentos); Pero esto no ocurre si el rey blanco se
1...Na3, 2.ma5+ Nb2, 3.mb4+ Na2, encuentra en b4(d2). Aquí, hallándose el
4.nc2, o bien, 3...Nc1, 4.md2+ Nb1 y rey negro en b2, la excepción mh8+
5.mc2++. desaparece y alcanzan la victoria todas
las posiciones con el rey negro en b2,
El resultado de la partida en posiciones salvo que esté la dama negra en b1(+).
similares a la 3, no había sido En cambio, resultan tablas todas las
generalizado hasta ahora en ningún sitio. posiciones con el rey negro en c2 (o
El análisis que publicamos a Nb3, estando el rey blanco en d2,
continuación permite hacer importantes excepción hecha si la dama blanca se
conclusiones prácticas. En él se encuentra en e8: 1.mb5+ Na2, nc2, o
demuestra que la posibilidad de ganar bien 1.mb5+ Na3, 2.ma5+ Nb2, 3.mb4+
depende de la situación recíproca de los Na2 y 4.nc2), excepción hecha de me8.
reyes y del emplazamiento de la dama en
la octava fila. Estas particularidades hay que tenerlas en
cuenta para el caso en que un final
Si el rey blanco se halla en c4 y el negro cualquiera desembocase en una de las
en b2 o en c2 y a las blancas les toca variantes estudiadas.
jugar, éstas ganan, cualquiera que sea la
posición de su dama en la octava fila, es 8/8/4Q3/3K4/2r5/8/p7/2k5 w - - 0 1
decir, independientemente de cuál sea la Por ejemplo, en la siguiente posición
columna en que su peón haya coronado, conduce a tablas: 1.ncx4?; lo correcto es
con una sola excepción: Blancas: nc4, 1.mb6+ Na1 (de lo contrario, nxc4,
272 Apéndice
mientras que 1...Lb4) conduce al n°7); Nc2, 6.me2 Nc1, 7.mc4+ Nb2, 8.md3
2.mg1+ Nb2, 3.nxc4, etc. Nc1, 9.mc3+ Nd1, 10.nf3 Ne1, 11.mb4,
8/8/8/p7/1k3K2/4p3/P3P3/8 w - - 0 1 y mate.
Consideremos el final de peones. (final El empate sólo es posible, como
247a). Después de 1.nxb3 Na3, la excepción, cuando el rey se halla en el
jugada 2.Nd3? conduciría únicamente a camino de la dama, poniendo trabas a su
tablas; lo correcto es 2.nd2! Nxa2, 3.e4 acercamiento por las columnas o las
a4, 4.e5 a3, 5.e6 Nb3 (5...Nb1 hubiese diagonales; por ejemplo, en las
dado unas tablas seguras de hallarse el posiciones siguientes: ne5, md8 (o bien,
rey blanco en d3); 6.e7 a2, 7.e8=m a1=M mf8). Ne2, Id2, o bien, nc7, mb8. Nc1,
y las blancas ganan (mediante 8.mb5+), Ib7, tablas.
precisamente por haber promovido el
peón a dama en e8 y no en c8, d8, f8. Un problema de T. Troitski tiene el final
Véase también el 376d. siguiente:
Pasemos a considerar los finales de 8/4P3/4K3/8/4k3/8/4p3/8 w - - 0 1
«dama contra peones». 1.h8=m, Ne3 !, tablas.
273 Apéndice
tiempo, teniendo ocasión de dar jaque a
la descubierta.
274 Apéndice
la réplica c1=K+; por eso es mejor jugar
previamente 1.nc3). En caso de que el
rey negro se encuentre en b2, hay que
jugar primero 1.me5+, o bien, 1.mc3+ , ó
1.mf2.
275 Apéndice
tentativa 1.mb3 Nd2, 2.ma2 (2.mb2 entonces 2.mc2 a2, 3.mc1++. A 1...Nb1
Nd1). Las blancas cuentan con 2...Nd1, sigue 2.mb4+ Na2, 3.mc3 y el peón
3.ne4 c1=M, 4.nd3. Sin embargo, en perece. En caso de 1...Nb3, se tiene
lugar de 2...Nd1?, sigue 2...Nc3!, y 2.mc1 a7, 3.ma1, ganando el peón, o
tablas. bien 2...Na2, 3.mc2+ Na1, 4.n~ a2, y
5.mc1++, después de 3...Na3, 4.mc3+
En posiciones desfavorables del rey Na3 y 5.mb2.
negro, puede darse el caso de que pierdan
aun cuando el rey blanco se halle fuera El esquema 11 (con peón de caballo)
de la zona de ventaja. ilustra el único caso en que la ligazón por
diagonal no ejerce, como es costumbre,
9f. N. Grigoriev, 1932. una acción decisiva (véase el 12), ya que
Q7/8/8/4K3/8/3k4/2p5/8 w - - 0 1 la jugada 1.Na1 es posible. No obstante,
Ganan las blancas. 1.md5+ Ne2 (1...Nc3 después de 2.ma4+ , el rey negro se ve
2.md4+ y 3.ma1); 1...Ne3 2.mg2! c1=M, obligado, a pesar de todo, a ocupar el
3.mg5+); 2.ma2! Nd1 3.nd4 y ganan. escaque delante del peón, permitiendo
que avance y se acerque el rey blanco.
No obstante, da tablas la posición: Con este método se consigue vencer
contra cualquier peón negro en la tercera
9g. nb6, ma8 - Nd3, Ic2. Este es el final fila.
de na7, ia5 - Nc4, Ic7, jugando las La enorme fuerza de la ligazón cercana
negras primero, después de 1...Nd3!, en diagonal se puede ver, pongamos por
2.a6 (mejor que 2.nb7 c5); 2...c5, 3.nb6 caso, en el ejemplo 12 (con peón de
c4, 4.a7 c3 5.a8=m c2. Las negras alfil). Las negras se hallan
perderían en caso de 1...Nb3?, ya que las completamente paralizadas: los
blancas podrían jugar 6.md1. ( Véase el movimientos del rey son inútiles y las
211a.) blancas contestan a éstos acercando su
rey. En caso de que después de 1...Nb3,
Si el peón dista dos movimientos de la 2.n~ (12a), las negras jueguen 2...c2, se
casilla de la promoción, la tarea de las tiene 3.ma1.
blancas se simplifica considerablemente.
276 Apéndice
Por ejemplo, en la posición: El empate tiene lugar aun en el caso en
6Q1/8/K7/8/8/1p6/k7/8 b - - 0 1 que el rey blanco se halle en d7, d8 ó e7.
Después de 1...Na1, 2.mg1+ Na2, hay Cuando las negras disponen de dos
que consentir 3.nb5 b2, continuando peones, el número de posiciones
después 4.ma7+ y ganan. igualadas aumenta considerablemente.
Estas serán estudiadas con todo detalle
No obstante, cuando el peón es de alfil, si en el apartado «Finales de damas», aun
es imposible evitar que haga un cuando de algunas de ellas nos ocupamos
movimiento, esto equivale a tablas, a continuación.
siempre y cuando el rey blanco se halle
fuera de la zona victoriosa. 2. PASO AL FINAL DE DAMA
La teoría nos enseña algunas de estas
posiciones de tablas. Las particularidades de la lucha de una
dama contra un peón y las excepciones
La más antigua de todas es: que en este final existen (posiciones de
8/1Q4K1/8/8/8/2p5/8/2k5 w - - 0 1 tablas), determina con antelación y en
Aquí resulta inútil 1.nf6, ya que el rey gran parte, la estrategia y la táctica a
alcanza sólo e5 (9e). Después de 1.mh1+ seguir con los peones en caso de que
Nb2!, el rey blanco pone trabas al pueda producirse un final de dama.
acercamiento decisivo de la dama. Además, es claro que, en consideración,
Hallándose el rey blanco en g8, hubiese se toman las posibilidades recíprocas de
seguido 2.mh8 Nb3, 3.md4! (12a). Si, una partida en que ambos contrincantes
por el contrario, el rey se hallase en g7 (y tienen dama.
también en h7, h8), sería tablas. Sin He aquí un pequeño resumen de los
embargo, cuando el rey se encuentra en puntos principales que de antemano es
h6, ganan (1.ng5!). preciso tener en cuenta.
277 Apéndice
Para alcanzar tablas: 3) 67, 68b, 318, 323d, etc. La captura de
la dama se consigue en todos ellos
La parte débil, se comprende, presenta la mediante un golpe doble (jaque a la
mayor resistencia posible en todos los descubierta).
casos anteriormente enumerados y, La primera jugada de la solución del
además, emplea algunos métodos 167a tenía también en cuenta las posibles
específicos. variantes 1) y 3).
6) Posibilidad de hacer tablas contra una Además de estos sencillísimos casos de
dama, disponiendo de un peón de torre o mate forzado o captura de la dama,
de alfil (teniendo en cuenta el pueden darse otros más complicados.
alejamiento del rey enemigo y diversas
excepciones). En el diagrama 13:
7) Tablas con otros peones, gracias a 1.a4 h5, 2.b4 h4 (2...Ne5, 3.f4+!); 3.a5
haber sido forzado el peón normal o bxa5, 4.b5! h3, 5.b6 h2, 6.b7 h1=M,
merced a una posición extraordinaria de 7.b8=m+ Nf5, 8.mc8+ Ng5 (o bien,
empate. 8...Nf4, 9.mg4+; en caso de 8...Ne5 se
8) Forzar un rey ahogado (a esto puede tiene 9.mc5+ Nf4, 10.me3+ Nf5,
referirse el desprenderse de un peón 11.me4+ Ng5, 12.f4+, capturando la
propio que estorba). dama); 9.mg8+ Nf5, y 10.mg4+ Ne5,
11.me4++.
Para ganar o conseguir tablas:
278 Apéndice
negras una defensa más perspicaz: funesta); 3.a6 h2, 4.a7 h1=M, 5.a8=m+ y
1...Ne6!!, 2.nb6 (2.a5 Nd7); 2...h5, ganan (3).
tablas.
Respecto a los casos (4) a (8), cuyos 14b. 8/7p/8/8/P1K1k3/8/8/8 b - - 0 1
finales están ligados en grado aún mayor Juegan las negras; tablas. 1...Ne5, 2.nc5
a los finales de damas, hay muy pocos Ne6, y las blancas no tienen más remedio
ejemplos explicativos en los «Finales de que dejar pasar al rey a c8, ya que
peones», por lo que más abajo se dan 3.nc6? ó 3.nb6, Nd7, 4.nb7? hacen
unas cuantas posiciones perder.
complementarias.
Acerca del punto 4), creemos que los 14c. 8/7p/8/8/2K5/5k2/P7/8 b - - 0 1
ejemplos 186b, 203b, 392 y 396 son Tocándoles jugar a las negras, se
suficientes, ya que demuestran que no obtienen tablas no sólo mediante 1...Ne4,
habiendo posibilidad de ganar en un final como en el 14b, sino también moviendo
de peones puro, la única perspectiva es la 1...h5, 2.a4 h4, 3.a5 h3, 4.a6 h2, 5.a7
de pasar al final de dama con un peón de Ng2!, 6.a8=m+ Ng1. Jugando las
desventaja. En el último ejemplo al 3 de blancas, éstas ganan: 1.nd4! (pero no
este Apéndice (véase asimismo el 378) se 1.nd3? Nf4, tablas).
ilustra cómo obtener no una superioridad
material, sino de posición. 14d. N. Grigoriev.
6K1/8/8/p7/8/2Pk4/5P2/8 w - - 0 1
A continuación damos unos ejemplos Tablas. 1.c4! Nxc4, 2.f4 Nd5, 3.nf7! a4
complementarios, en los que el resultado (o bien, 3...Ne4, 4.ne6); 4.f5 a3, 5.f6 a2,
viene determinado no por una correlación 6.Ng8! a1=M, 7.f7, tablas (8).
material, sino de posición. En estos
ejemplos aparecen ligados los temas de 14c. Najdorf-Vinuesa, Mar de la Plata,
los casos 4) y 6). 1941.
8/8/8/5p2/1P5k/3K4/8/8 b - - 0 1
14. N. Grigoriev, 1934. Juegan las negras. 1...Nh3!, 2.b5 f4,
8/5K1p/8/8/8/8/1P6/7k w - - 0 1 3.ne4 Ng3! (3...Ng4, pierde); 4.b6 f3,
Ganan las blancas. Las blancas llevan a 5.b7 f2, 6.b8=m+ Ng2, tablas.
cabo su amenaza de atacar al peón,
aproximando resueltamente su rey. En los ejemplos que damos a
1.nf6! Ng2, 2.b4 h5, 3.ng5 Ng3, 4.b5! continuación también se unen los casos
h4, 5.b6 h3, 6.b7 h2, 7.b8=m+ Ng2, 5) y 8) con elementos del 6).
8.mb2+ Ng1, 9.ng4 h1=M, 10.ng3 y
ganan. 1.a3 (1.ne5? h5, 2.c5 Nb5!, 3.nd6 h4 y
tablas); 1...h5, 2.ng3! h4+, 3.nh3! (es
14a. L. Prokevs, 1937. necesario parar al peón precisamente en
8/8/4K3/P7/7p/8/7k/8 w - - 0 1 h4 y no en h3); 3...Nxa3, 4.c5 a4, 5.c6
Las blancas ganan. 1.nf5! (no 1.a6? h3 o Nb2, 6.c7 a3, 7.c8=m a2 (ahora hay que
Ng1, tablas); 1...h3, 2.ng4! Ng2 (celada ahogar a las negras); 8.mb7+ Nc2, 9.ma6
Nb2 10.mb5+ Nc2, 11.ma4+ Nb2,
279 Apéndice
12.mb4+ Nc2, 13.ma3 Nb1, 14.mb3+ 8/pK6/7p/8/7P/8/6P1/2k5 w - - 0 1
Na1 (a continuación se da movimiento al Ganan las blancas. 1.g4 (1.nxa7 h5,
rey y sigue un mate típico); 15.ng4 h3, tablas); 1...a5, 2.g5 hxg5, 3.h5! a4 (en
16.mc2 h2, 17.mc1++. caso de 3...g4 se tendría 4.h6 y después
de coronar ma1+); y ganan.
280 Apéndice
Si en las posiciones del tipo de las que 16. A . Troitski, 1899.
examinamos, al peón negro le queda 3k4/3p3p/3p4/PK6/4P3/8/8/8 w - - 0 1
solamente una jugada para coronar, se Tablas. 1.nb6 Nc8, 2.a6 Nb8, 3.a7+
puede afirmar que la victoria es ya una Na8, 4.nc7 h5, 5.nxd6 h4, 6.nxd7 h3,
excepción. 7.e5 h2, 8.e6 h1=M, 9.e7. La posición
que resulta: blancas: nd7, ia7, ie7;
15c. I. Maizelis, 1954. En la posición: negras: Na8, Mh1 es tablas (9...Md5+,
8/8/8/8/8/6Q1/3p3p/3K3k w - - 0 1 10.nc7 me6! 11.nd8 Md6+, 12.nc8!
Gana 1.me3! Ng2, 2.mxd2+, etc. (3). Mxe7, rey ahogado).
Sin embargo, en la posición:
8/8/8/8/8/6Q1/2p4p/2K4k w - - 0 1, ya 16a. B. Horwitz, 1879.
es tablas. La posición se hace victoriosa 8/8/1p6/pP3K1p/P7/6kP/8/8 w - - 0 1
estando la dama en c5 y tocándoles jugar ¡Tablas. 1.ne4 (ne5) Nxh3, 2.nd5!
a las blancas (1.nd2 Ng7, 2.ne3!), pero Ng4, 3.nc6 h4, 4.nxb6 h3, 5.na7! h2,
esta situación es imposible forzarla a 6.b6 h1=M, 7.b7. En la posición
partir de la posición inicial (con la dama resultante na7, ia4, ib7 - Ng4, Ia5,
en g3). Mh1, pone trabas a las negras su propio
peón Ia5, lo mejor que alcanzar es
La posición de tablas que hemos mxa4, b8=m. Véanse asimismo los 362 y
considerado puede darse en el problema 408.
de P. Farago, 1937.
8/8/6p1/6P1/2p5/8/3pK2P/7k w - - 0 1, 16b. A. 1\fandler, 1951.
Después de 1.h4? c3, 2.h5 d1=M+, 8/5p2/8/2p2P2/5P2/4K3/8/3k4 w - - 0 1
3.nxd3 c2+, 4.nc1 gxh5, etcétera. Por Tablas. 1.nd3 f6, 2.nc4 Ne2(Nd2),
eso, las blancas no permiten que el rey 3.nd5 c4, 4.ne6 c3, 5.Nxf6 c2, 6.ne7
negro cree un refugio ahogado en h8. Lo c1=M, 7.f6, ¡tablas!
que decide es: 1.h3!! c3, 2.h4; las negras
se verán obligadas, más pronto o más El caso (8), rey ahogado, ha sido
tarde, a mover el rey y entonces ih5!, ilustrado hasta ahora con ejemplos en los
gana. que únicamente intervenían peones de
torre o de alfil. Sin embargo con damas
En todos estos últimos casos, la dama es posible forzar un rey ahogado por
luchaba contra dos peones. El número de otros medios.
posiciones de tablas, caso (7), es aquí
considerablemente mayor que en los 17. S. Zhiguis, 1928.
finales anteriormente considerados de k7/2pp4/K7/3P3P/8/1p6/8/8 w - - 0 1
«Dama contra peón ». Tablas. 1.d6! c6!, 2.h6 b2, 3.h7 b1=M,
4.h8=m+ Mb8 5.md8!! Mxd8, rey
Ya en el 262 (en la variante) Grígóriev ahogado.
señaló una posición de empate:
8/PK6/8/P7/4k3/8/8/3q4 w - - 0 1 17a. I. Berger, 1916.
8/8/7P/8/pk1K4/1p6/8/8 w - - 0 1
He aquí otros ejemplos;
281 Apéndice
Tablas. 1.h7 b2!, 2.h8=m b1=M, 3.mb8+ 5.nf6 a2 y el peón corona dando jaque.
Na3, 4.mxb1, rey ahogado. No obstante, pierde también 1.nd5
(nd6)?, a causa de 1...Nb4!, 2.e4 a4,
17b. F. Richter, 1953. 3.e5 a3, 4.e6 a2, 5.e7 a1=M, 6.e8=m, y
8/3p4/8/P1P5/1KP5/7p/1P1k4/8 w - - 0 1 las negras fuerzan el cambio de damas;
Tablas. 1.c6! dxc6, 2.a6 h2, 3.a7 h1=M, estando el rey en d5, mediante 6...Md1+
4.a8=m c5+, 5.nb3 Mxa8, rey ahogado. y 7...Ma4+ y con el rey en d6, jugando
6...Ma6+. 7.nc7 Ma7+. 8.nd6 Mc5+, etc.
El caso (9), cambio de damas forzado, es No hay más que una solución: elegir la
de una gran importancia práctica. Se dio casilla del rey en concordancia con
en las posiciones 213a, 291 , 292, 323a, aquella a la que se dirija el rey negro. Por
333, 341 , 407 y otras. Damos a conocer eso 1.e4! Nb4, 2.nf5!, o bien, 1...Nb5
algunos ejemplos más. 2.nd6! (no 2.nd5? Nb6! y ganan);
2...a4, 3.e5 y tablas. Las variantes del
18. N. Grigóriev, 1938. ejemplo 321 habían ya demostrado que,
3K4/6pp/8/8/6P1/2P2k2/8/8 w - - 0 1 sin necesidad, no se debe determinar de
Ganan las blancas. 1.ne7? no alcanza el antemano la posición de su rey, sino que
objetivo a causa: de 1...g5! 2.nf6 Nxg4, lo mejor es avanzar primero un peón.
3.c3 Nf4!, tablas. Lo correcto es 1.c4! El caso (10), jaque perpetuo, fue posible
Ne4, 2.ne7 g5 (en caso de 2...Nd4 3.nf7 en una de las variantes del 290. En el
g5, las blancas tienen que maniobrar con 295a, el rey blanco eludía fácilmente los
el rey igual que en el 67b, conservando jaques, mientras que en el 316 esto se
en el caso de Ih5, la posibilidad de llegar conseguía utilizando un método
a la promoción dando jaque; 4.ng8! h6, complicado e ingenioso. Pero esto
5.nf7! y 6.ng6); 3.nf6 h5, 4.gxh5 g4, pertenece ya a un final de damas puro,
5.h6 g3, 6.h7 g2, 7.h8=m g1=M (ahora aunque es preciso tenerlo en cuenta
las blancas obligan a cambiar las damas); cuando se juegan finales de peones.
8.mh7+! Nf3, 9.md3+ Nf4, 10.mf5+ y Daremos sólo un ejemplo último.
ganan.
19. N. G rigóriev, 1924.
18a. R. Dawson, 1 931. 7k/8/5P2/2p5/1p2K2p/p6P/P2P4/8 w - - 0 1
7K/p7/8/1P1Pp3/4P1p1/8/5k2/8 w - - 0 1 Tablas. Las blancas se salvan, ahorrando
Ventaja blanca. 1.b6! axb6, 2.d6 g3, 3.d7 un tiempo muy importante, gracias a la
g2, 4.d8=m g1=M, 5.mxb6+, 6.mxg1+ y amenaza de jaque 1.nd5! Ng8 (en caso
ganan. de 1...b3, se tendría 2.ne6 bxa2, tablas
por jaque perpetuo, o bien, 2...b2, 3.f7
18b. I. Glazer, 1938. b1=M??, por 4.f8=m+ Nh7, 5.mf5+, y
8/7p/7p/p3K3/k5pP/4P1P1/8/8 w - - 0 1 las blancas ganan, lo correcto es 3...Ng7,
Tablas. Las blancas deben retroceder con 4.ne7 b1=M, f8=m+, tablas); 2.nc4 Nf7,
el rey con mucho tiento, abriendo el 3.d4 cxd4, 4.nxb4 d3!, 5.nc3 Nxf6,
camino al peón. Pierde 1.nf5?, a causa 6.nxd3 Nf5, 7.ne3 Ne5, 8.nf3! Nd4,
de 1...Nb5!, 2.e4 a4, 3.e5 a3, 4.e6 Nc6, 9.nf4, tablas.
282 Apéndice