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La gestión empresarial es una actividad o plan de acción realizada por diferentes individuos

especializados, como directores institucionales, consultores, productores, gerentes, entre


otros, que buscan mejorar la productividad y la competitividad de una empresa o de un
negocio. Su finalidad es lograr determinadas metas, que bien pueden ser de tipo económico u
organizacional.
Según el economista Joseph Schumpeter, la gestión empresarial garantiza que la oferta cubra
la demanda mediante la “destrucción creativa”. Es decir, con la innovación constante para
aumentar la productividad y la competitividad.
Otro elemento comparativo es el paso del tiempo y su efecto en toda la organización. En un
automóvil, las partes mecánicas se desgastarán con el tiempo, pero al estar normalizadas
podrán sustituirse por otras, según un programa de mantenimiento que permitirá al vehículo
seguir funcionando. En el caso de las personas, con el tiempo irán cambiando: la percepción,
la experiencia, la motivación. El proceso de envejecimiento afectará su actitud y su
comportamiento. Además, los grupos de personas dentro de la organización actúan de forma
distinta según el momento de vida en el que se encuentren. Todo cambio impuesto en el
grupo (por ejemplo, un cambio en el personal), alterará su naturaleza, incluso sus
expectativas. Este ejemplo determina la importancia que en la gestión general de la empresa
tiene el desarrollo de los recursos humanos. Por lo tanto, es básico que el responsable de
esta función conozca los aspectos esenciales de la organización y no la considere un mero
sistema mecánico; de lo contrario, fracasará sin duda en sus objetivos.

Historia[editar]
Comenzando desde la administración, su esparcimiento se dio a partir del siglo XX, en el
sector público y militar. Sus inicios como carrera profesional datan del
año 1933 en Madrid, España.
El desarrollo de la gestión empresarial comienza desde que la administración se le ha
derivado varias ramas de innovación, gracias a la gran influencia que ha tenido.
La administración se ha venido basando desde hace años como un claro ejemplo, desde los
antiguos egipcios o los comerciantes sumerios, estos se basan en métodos organizativos de
acuerdo a la iglesia y a las antiguas milicias.
Las empresas eran guiadas en base a estos métodos sin importar que fuesen grandes o
pequeñas, pero no se sentían obligadas a hacerle frente sistemáticamente a las aplicaciones
de la administración.
Así, poco a poco, las innovaciones de la administración fueron creando extensiones base,
tales como los números árabes y la aparición de la contabilidad. Estas áreas ya mencionadas
proporcionaron un mejor planteamiento y el control de la organización cuantitativamente.
No fue hasta el siglo XIX cuando se crearon las primeras publicaciones sobre la
administración pero de una manera científica. Además, ocurrió la Revolución Industrial.
Otra tendencia de la gestión empresarial que aborda los procesos se conoce como la mejora
continua (kaizen, en su versión japonesa). Esta es otra herramienta desde la cual se trabajan
los procesos y se someten a mejoramiento continuo.
La experiencia japonesa en sus métodos de trabajo en equipo y la participación de todo su
personal en las mejoras empresariales popularizó las ventajas obtenidas en la revisión y reto
continuo de los procesos empresariales.
El modelo de método sistemático o científico de mejora de procesos ha sido difundido por todo
el mundo por Kaoru Ishikawa. Este autor se basa en el recorrido de una serie de pasos o
etapas, desde la detección de un problema o de una posibilidad de mejora (el motor puede ser
una serie de defectos detectados, o una nueva posibilidad tecnológica u organizativa), se
realiza un estudio en busca de sus causas, de posibles perfeccionamientos o soluciones, la
elección de la solución o conjunto de soluciones que parecen idóneas, hasta llegar a su
implantación y a la medida de las mejoras conseguidas.
Etapas planteadas por Ishikawa para la implementación del mejoramiento
continuo[editar]

Clasificación de la gestión empresarial según sus diferentes


técnicas[editar]
La Gestión empresarial abarca un conjunto de técnicas que se aplican a la administración de
una empresa y dependiendo del tamaño de la empresa, dependerá la dificultad de la gestión
del empresario o productor. El objetivo fundamental de la gestión del empresario es mejorar la
productividad, sostenibilidad y competitividad, asegurando la viabilidad de la empresa en el
largo plazo.
Técnicas de gestión empresarial[editar]

 Análisis Estratégico: diagnosticar el escenario identificar los


escenarios políticos, económicos y sociales, así como
internacionales y nacionales más probables, analizar los
agentes empresariales exógenos a la empresa.

 Gestión Organizacional o Proceso


Administrativo: planificar la anticipación de tareas futuras de
la empresa y la fijación de la estrategia y las metas u
objetivos a cumplir por la empresa; organizar, determinar las
funciones y estructura necesarias para lograr el objetivo
estableciendo la autoridad y asignado responsabilidad a las
personas que tendrán a su cargo estas funciones.

 Gestión de la Tecnología de Información: aplicar los


sistemas de información y comunicación intra y extra empresa
a todas las áreas de la empresa, para tomar decisiones
adecuadas en conjunto con el uso de internet.

 Gestión Financiera: obtener dinero y crédito al menor costo


posible, así como asignar, controlar y evaluar el uso de
recursos financieros de la empresa, para lograr máximos
rendimientos, llevando un adecuado registro contable.

 Gestión de Recursos Humanos: buscar utilizar la fuerza de


trabajo en la forma más eficiente posible preocupándose del
proceso de obtención, manutención y desarrollo del personal.

 Gestión de Operaciones, logística de abastecimiento y


distribución: suministrar los bienes y servicios que irán a
satisfacer necesidades de los consumidores, transformando
un conjunto de materias primas, mano de obra, energía,
insumos, información. entre otros factores. En productos
finales debidamente distribuidos.
 Gestión Ambiental: contribuir a crear conciencia sobre la
necesidad de aplicar, en la empresa, políticas de defensa del
medio ambiente.

Campo que abarca la gestión[editar]


Los cambios tecnológicos que se han producido en la sociedad han ampliado el campo de la
gestión. En las primeras etapas del desarrollo económico, las empresas se definían por que
realizaban tareas repetitivas, fáciles de definir. En el taller o en la oficina el personal sabía
exactamente cuál era y seguiría siendo su misión. La labor del Director Gerente era supervisar
la marcha de los trabajos en curso en un proceso reiterativo. El resultado se medía según lo
que se producía, y se funcionaba bajo una fuerte disciplina y control riguroso. Había que
satisfacer las expectativas de los propietarios de ganar dinero y esa era la mayor motivación.
Esta simple interpretación de la gestión que existía entonces sigue aún en pie, como un eco
del pasado. Algunos empresarios siguen comportándose como si nada hubiese cambiado.
Pero son los zarpazos de la realidad lo que ha hecho que los empresarios tengan en cuenta
muchos otros factores, porque los mercados ya no crecen en función de la oferta, y hay que
luchar en mercados muy competitivos y a veces poco recesivos interiormente, sin contar con
los problemas de competencia de empresas foráneas. La automatización, la informática, las
nuevas tecnologías de la información y las crecientes expectativas de la sociedad han puesto
al descubierto muchas carencias de los directivos españoles. La naturaleza de la gestión se
ha hecho más compleja para actuar en función de una serie de prioridades, como es la de
conseguir beneficios constantes, por encima de todas ellas.

Cualidades y conocimientos de un buen gestor [editar]


El gerente tiene una responsabilidad especial con sus subordinados, pero si aplica esta
responsabilidad únicamente en términos de control y supervisión, no estará cumpliendo con
ella. Tiene que establecer un sistema de interrelación que indique: El personal deberá conocer
con claridad que se espera de ellos. El personal deberá participar directamente en la fijación
de sus objetivos de trabajo. Esto propiciará la claridad y eficacia de la tarea a desarrollar y
hará que el subordinado se sienta más comprometido y dispuesto a colaborar. El personal
deberá sentirse apoyado con los recursos físicos y humanos necesarios para lograr sus
objetivos. El personal aportará y podrá desarrollar sus propios recursos personales para poder
actuar con mayor eficacia. Por su parte la empresa le ayudará a conseguirlo mediante el
asesoramiento o consejos permanentes e incluso con una formación adicional. El personal
deberá recibir información coherente o comentarios críticos sobre su actuación. Si bien habrá
que criticar a veces su actuación, esto le servirá de incentivo y no de amenaza coercitiva que
pueda lesionar su autoestima. El conseguir estos objetivos en las relaciones personales y el
respaldo sin límites de la dirección supone mayor recompensa que los meros incentivos
económicos.

Actividad de índole empresarial que se propone mejorar la


competitividad y la productividad de una compañía [editar]
Porque para que una gestión determinada sea óptima y de por ende buenos resultados no
solamente deberá hacer mejor las cosas sino que deberá mejorar aquellas cuestiones que
influyen directamente en el éxito y eso será asequible mediante la reunión de expertos que
ayuden a identificar problemas, arrojen soluciones y propongan nuevas estrategias, entre
otras cuestiones. La gestión de este tipo deberá considerar una serie de factores, entre ellos
financieros, productivos y logísticos, por citar los más importantes. Los profesionales,
individuos que se dedican a la gestión empresarial, deben sí o sí dominar todos estos
condicionantes para poder triunfar en el tema y que la empresa que dirigen sea exitosa.
Preparación formal y experiencia[editar]
Debido a la relevancia que hoy día dispone esta actividad dentro de las empresas es que han
proliferado las carreras que justamente forman profesionales en este asunto específico.
Normalmente son las facultades de ciencias económicas y empresariales las que dictan este
tipo de formación profesional. Ahora bien, debemos decir también que no todos los factores
que intervienen en la gestión empresarial se aprenden en el marco universitario formal,
también debemos decir que acompañando a la educación debe estar presente la experiencia
que se ostente en el campo, siendo ésta última fundamental. Los conocimientos teóricos son
importantísimos pero la gestión empresarial, asimismo, atañe a otros tantos aspectos que
están asociados a la planificación y a la toma de decisiones que están más bien vinculados a
la práctica que se tenga en este campo, y ni hablar de la influencia de la personalidad que se
demanda por parte de quienes tienen a cargo esta tarea, ya que se requieren sí o sí de una
serie de condiciones de mando y de creatividad para poder llevarla a cabo de manera
conforme.

Funciones[editar]
Mientras tanto, existen cuatro funciones fundamentales que la administración de la empresa
deberá cumplir sí o sí para lograr una gestión eficiente que produzca buenos resultados:

 la planificación, a partir de la cual se combinarán los recursos


en orden a producir nuevos proyectos que puedan resultar
redituables para la empresa.
 la organización, vital a la hora de agrupar todos aquellos
recursos con los cuales cuenta la empresa, para tras tener
una acabada idea, promover que trabajen en conjunto y en
línea para obtener de ellos un mejor aprovechamiento y así
tan solo esperar a los buenos resultados.
 la comunicación, o mejor dicho un buen nivel de
comunicación entre los administradores y los empleados; esto
resulta ser casi imprescindible si se quiere disponer de un
buen clima de trabajo y así aumentar la eficacia.
 el control de la gestión aplicado a la administración, porque
solo así será posible cuantificar el progreso que, por ejemplo,
ha observado el personal respecto de aquellos objetivos que
se le marcaron al comienzo de una estrategia o plan. Y a esta
altura de los acontecimientos no podemos soslayar que el
panorama actual implica constantes cambios en los
mercados, sumado también a los movimientos y desarrollos
constantes que se producen en ámbitos como la tecnología y
la comunicación, tan vinculados con la gestión empresarial,
por caso, el contexto se va complejizando y así es que es
necesario la implementación de nuevos modelos, más
dinámicos, en materia de gestión y que justamente se
adapten a estos cambios corrientes y de este modo poder
competir con éxito en los mercados en los que se intervienen.

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