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Aspectos Generales de la Entrevista Psicoterapéutica y de la Consejería

Entrevista Consejería Conversación


Se ocupa de la aplicación de procedimientos para modificar patrones de pensamientos,
sentimientos o conductas que han sido identificados como trastornados, disfuncionales o
inoperantes. Atiende el tratamiento de emergencia de trastornos psicológicos. Se dirige
hacia una finalidad específica. Debe haber unidad, progresión y continuidad temática.
Para alcanzar el objetivo, uno de los participantes debe asumir la responsabilidad de
orientar y el otro debe seguir la dirección de dicha interacción. El objetivo es
proporcionado beneficio al entrevistado. El entrevistador dispone de actos deliberada y
conscientemente concebidos para contribuir al logro de determinados objetivos. Se inicia y
termina en un lugar determinado. Una vez iniciada debe terminar cuando se logre el
propósito o cuando sea evidente que no se puede lograr. Se ocupa de los problemas
“normales” de ajuste que todos sufrimos en algún momento. Según Bordin está concebida
para ayudar a las personas cuyos desajustes no han llegado a ser tan severos.

Se relaciona con ayudar al individuo a que desarrolle sus potencialidades. Menor intensidad
de expresión emocional y un énfasis mayor sobre factores cognoscitivos y racionales que
los que tiene la psicoterapia. Se concentra en ayudar a los individuos esencialmente
normales a que se quiten los obstáculos que impiden su máximo desarrollo. (Patterson)
Puede no haber un tema central. No se observan convenciones ni conductas de rol
semejantes. Ambos comparten aspectos opcionales de sus vidas mientras que, en la
entrevista, el entrevistado revela mucho de su vida y el terapeuta debe limitar sus
revelaciones a su vida profesional. Una persona puede responder de manera espontánea e
imprevista. Puede comenzar y terminar en cualquier lugar.

El trascendental humanista estadounidense Carl Rogers, abogó por la autenticidad como


estilo de vida, sin procurar el perfeccionismo generador de sentimientos de culpa,
insatisfacciones y vacíos existenciales. Al definir la entrevista como “el recurso conceptual
y metodológico por excelencia para ayudar a cambiar a las personas que buscan ayuda
terapéutica”, expresa que es el propio individuo que llega a conclusiones que lo despiertan
y lo concientizan para el cambio positivo. Conciencia que adquirió Víktor Frankl, otro
teórico citado, al plantear que “vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la
respuesta correcta a los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida asigna
continuamente a cada individuo”.

Es por eso que la entrevista psicoterapéutica es un tema de suma importancia pues no se


basa solo en un método para adquirir y proporcionar información, sino que es en esencia
una relación humana capaz de impactar en la vida de las personas que ceden a estas
interacciones.
La entrevista más que una aproximación hacia la cura meramente del dolor, tiene que ver -
en gran parte - con la solución de conflictos de las personas, pero también con su
adaptación a la realidad.

El terapeuta no debe comportarse como técnico sino como un ser humano, “no hay que
cuidarse de parecer, ser es lo único importante”. Sin embargo, la psicoterapia tiene sus
fronteras. Es por ello que en este documento se detallaran con claridad las diferencias entre
la entrevista psicoterapéutica, la conserjería y una conversación convencional.
La capacidad de escucha, inteligencia, experiencia, empatía son solo algunas de las muchas
cualidades con las que debe contar un entrevistador para desarrollar su papel con éxito.
El paciente se acerca a la consulta no precisamente para escuchar la filosofía o puntos de
vista del terapeuta; sino para aprender a analizar sus dificultades. Es por esto que contar con
las cualidades que mencionaremos en este informe son elementales, si realmente
transformar la vida de nuestros pacientes positivamente representa la base de la gestión del
psicoterapeuta.

Hay ciertas condiciones que influyen en la aceptación que pueda tener el entrevistador por
parte del entrevistado. Dentro de las cualidades ideales de un entrevistador podemos citar
las siguientes:
 Pulcritud y cuidado en el vestir.
 El terapeuta no debe estimular una reacción negativa en el cliente mostrando
apariencia o conducta inapropiada
 El entrevistador debe tomar en cuenta la necesidad de confiar y recibir sinceridad,
aceptación y cordialidad que tiene el entrevistado.
 El entrevistador debe ser hábil para entrevistar, además de conocer diversos
métodos para iniciar y desarrollar la entrevista.
 El entrevistador debe ser flexible en cuanto a mostrar ingenuidad o su condición de
experto. Mucha ingenuidad provoca inseguridad en el entrevistado y mostrarse muy
sabelotodo bloquea la comunicación.
 El entrevistador debe saber comportarse como un experto que trata de obtener datos
adicionales de una persona informada que puede aportar conocimientos u opiniones,
y como alguien absolutamente empático, alguien que comprende al entrevistado
mejor que el mismo.
 Los entrevistadores deben tener un conocimiento profundo y actualizado el
desarrollo normal, físico y mental, del ser humano. También deben poseer una
profunda sensibilidad humana y social.
 El entrevistador debe mantener cierta neutralidad sin caer en la indiferencia. Esto
les permite centrarse en las necesidades del entrevistado.
 El entrevistador debe crear una buena relación con el entrevistado sin que sea
demasiado estrecha porque esto le impide realizar preguntas difíciles, pero
necesarias en el proceso.
 El entrevistador no debe reflejar una conducta narcisista, es decir, aprovechar el
control y el poder que ejerce en la entrevista para impresionar al cliente con sus
conocimientos y experiencias sobre el tema en cuestión.
 El entrevistador debe saber cómo llevar una dirección firme de la entrevista, pues
esta es muy necesaria en los casos de crisis y urgencias.
 Debe ser capaz de crear empatía con el entrevistado, por lo que ser inteligente, tener
diversidad de intereses y experiencia profesional, son cualidades imprescindibles.
 Debe saber cómo contrarrestar actitudes de desinterés como llegar tarde, bostezar
durante las sesiones, interrumpir, apresurarse y mostrarse insincero.
 Ser confidencial con la información recibida.
 Ser respetuoso de las actitudes, opiniones y valores de los demás.
 No hacer prejuicios
 Ser buen observador del lenguaje no verbal pues las personas no siempre saben
expresar de manera clara sus sentimientos y pensamientos.
 Evitar las distracciones y estar 100% enfocado en el entrevistado
Como pueden ver, ocupar la silla del entrevistador en una sesión psicoterapéutica no
es cosa que cualquiera debe hacer. Son muchos los puntos que se deben tener en
cuenta para realizar este ejercicio pues poner a un paciente con traumas o conflictos
serios frente a alguien que no tenga las cualidades antes mencionadas podría tener
consecuencias catastróficas.

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