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Traducción de

MóNICA UTRILLA DE NEIRA HAROLD J. BERMAN

LA FORMACIÓN DE LA TRADICIÓN
JURÍDICA DE OCCIDENTE

D
FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
MÉXICO
XI. EL DERECHO MERCANTIL

CoMO para el derecho feudal y el señorial, también para el mercantil el


periodo decisivo de cambio fue el final del siglo XI y el siglo XII. Fue
entonces cuando se formaron los conceptos y las instituciones básicos del
rnodemo derecho mercantil occidental -lex mercatoria ("ley mercantil")-
y, lo que es aún de mayor importancia, fue entonces cuando por vez pri-
rnera en Occidente llegó a ser visto el derecho mercantil como un sistema
integrado y en desarrollo, un cuerpo de derecho.
Los cambios ocurridos en el derecho mercantil fueron aún más notables
que los cambios del derecho feudal y señorial: en los siglos IX y x habían
estado muy difundidas las relaciones informales, feudales consuetudina-
rias y señoriales, aunque no se les había dado aún expresión jurídica sis-
temática, mientras que, desde la decadencia del Imperio romano de Occi-
dente, las relaciones comerciales sólo habían existido en escala muy
limitada. Desde luego, el comercio nunca había cesado por completo. Mer-
caderes itinerantes continuaban vendiendo algunos productos agrícolas;
también compraban y vendían pequeños artículos de lujo y artesanías
locales. Asimismo, existían ferias y mercados, aunque no fuesen muy abun-
dantes, y de la época romana sobrevivían algunas ciudades, especialmente
puertos de mar. No obstante, el Imperio franco, en contraste con el Imperio
romano, no constituía una civilización mediterránea con abundante tráfi-
co marítimo, sino una economía centrada en la tierra, encerrada -según
la expresión de Henri Pirenne, "embotellada"- por todas partes, por nor-
mandos, árabes, magiares y eslavos. También en contraste con el Imperio
romano, la economía occidental entre los siglos VI y x no se basó en miles
de ciudades, sino si acaso, en unas cien mil aldeas y señoríos agrarios. En
el año 1000, sólo unas dos docenas de ciudades de Europa occidental
tenían más de algunos miles de habitantes, y probablemente sólo Venecia
y Londres tenían más de diez mil. (Constantinopla, en cambio, tenía una
población de cientos de miles, posiblemente de un millón.)
Luego, en los siglos XI y XII, ocurrieron una rápida expansión de la pro-
ducción agrícola y un asombroso aumento del tamaño y número de las
ciudades. Al mismo tiempo, surgió una nueva clase de comerciantes profe-
sionales, que efectuaban transacciones comerciales en gran escala, tanto
en los campos como en las ciudades. Básicamente para satisfacer las
necesidades de la nueva clase de comerciantes tuvo que desarrollarse un
nuevo cuerpo de derecho mercantil.
Aunque el florecimiento del comercio y el desarrollo del derecho mer-
cantil estuvieran directamente conectados con el surgimiento de las ciu-
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dades y la evolución del derecho urbano, también tuvieron un importante
aspecto no urbano. El intensificado comercio en los campos fue, al princi- La transformación de la agricultura en los siglos xr y xn creó la oportu-
pio, resultado de la "revolución agrícola" y no de la "revolución urbana"; nidad y a la vez la necesidad de una rápida expansión de la clase mercante.
en realidad, el crecimiento de la agricultura fue requisito previo al creci- flabía grandes excedentes agrícolas que vender. Al mismo tiempo, hubo
miento de las ciudades. Este hecho tiene importancia para la teoría social 011 gran aumento de la población, del que surgieron comerciantes. Sin
y económica, porque refuta la escuela de pensamiento que postula que las ern.bargo, el desarrollo del derecho feudal y señorial prohibió que señores
relaciones agrícolas son, por sí mismas, inevitablemente estáticas, y que feudales o miembros del señorío se dedicaran al comercio de tiempo par-
sólo desde el exterior se puede introducir un desarrollo comercial en una cial; el hecho de ser señor o campesino -o mayordomo u otro funcionario
sociedad agrícola. También tiene importancia para la historiografía social señorial- se había vuelto una ocupación permanente, de tiempo completo:
y económica, pues refuta la escuela de pensamiento que postula que en una posición social. Sin embargo, también existía la posibilidad legal o ilegal
Occidente una "edad capitalista" sucedió, con el tiempo, a una "edad feu- del éxodo en grande escala de campesinos de los señoríos. Muchos ex cam-
dal". De hecho, en los siglos XI y XII, un comercio extensivo coexistió con el pesinos se volvieron vendedores itinerantes, y muchos más fueron a las
modo de producción señorial y con relaciones sociales y políticas feudales. nacientes ciudades, donde se volvieron comerciantes o artesanos. Además,
El recién surgido sistema de derecho mercantil -derecho capitalista por hijos de la nobleza inferior empezaron a abandonar los campos y a entrar
excelencia- fue contemporáneo de los sistemas occidentales de derecho en las ciudades para dedicarse a la manufactura o al comercio. En Italia y en
feudal y señorial. algunas otras partes de Europa, aun la alta nobleza a veces abandonó la
Aun dejando aparte estas implicaciones teóricas e historiográficas, el producción agrícola por el comercio, especialmente en grande escala, y las
desarrollo del derecho comercial occidental en los siglos XI y XII debe verse finanzas.
en el marco del comercio en los campos y no sólo en el marco del comer- Es difícil determinar la escala exacta de la emigración de los campos a
cio en las ciudades. Por ejemplo, comerciantes ingleses que vivían en los las ciudades de Europa. Todavía más difícil es precisar la escala exacta
campos compraban algodón de los señoríos y lo vendían a mercaderes fla- del crecimiento de la clase mercantil dentro y fuera de las ciudades. Sin
mencos, quienes lo distribuían a hilanderas y tejedores que los trabajaban embargo, podemos calcular que mientras en el año 1050, de una pobla-
en sus hogares en los campos de Flandes; los mercaderes flamencos, a su ción total de cerca de veinte millones, algunos cientos de miles de perso-
vez, vendían paños de Flandes en las ferias internacionales de Inglaterra. nas en Europa occidental vivían en algunos centenares de ciudades (po-
Este tipo de comercio, que desempeñó un papel importantísimo en la cas de las cuales tenían más de unos cuantos miles de habitantes), para el
economía de la Europa septentrional de los siglos XI a xv, estuvo goberna- año 1200, de una población total de cerca de cuarenta millones, algunos
do por un cuerpo general de derecho europeo, el derecho mercantil, que millones de personas vivían en algunos miles de pueblos y ciudades (mu-
también gobernaba el comercio entre ciudades y el de ultramar; por ejem- chos de los cuales contaban con poblaciones de más de veinte mil, y algunos
plo, la venta de cristal de Colonia a París, la venta de artículos de cuero o tenían poblaciones de más de cien mil). En suma, la población total se
hierro forjado de Florencia a Bari, la venta de especias orientales o de gra- duplicó aproximadamente, y la población urbana aumentó de tal vez 1%
nos de Marruecos, por una empresa conjunta de mercaderes genoveses a a tal vez 10% del total. Con respecto al número de comerciantes, puede
comerciantes de Londres. El derecho mercantil gobernaba no sólo la venta calcularse que mientras en el año 1OSO la clase mercantil de Europa occi-
en sentido estricto, sino también otros aspectos de las transacciones comer- dental se contaba por miles, para el año 1200 se contaba por cientos de
ciales, incluso el transporte, el seguro y el financiamiento.l miles.2
El surgimiento de una clase mercante fue requisito indispensable para Al hablar del trasfondo social y económico del desarrollo del nuevo sis-
el desarrollo del nuevo derecho mercantil. Antes del siglo XI, el mercader tema de derecho mercantil, existe el peligro de concentrarse en los. fac-
había sido una figura relativamente aislada en Europa occidental. Habían tores tecnológicos y demográficos olvidando los políticos y religiosos, que
existido ocasionales mercaderes judíos, sirios y griegos, que viajaban por también desempeñaron un papel importante en lo que se ha llamado "la
tierra y por mar entre Este y Oeste. Los mercaderes originarios de Europa revolución comercial".3 Desde luego, los factores políticos y religiosos
occidental habían sido, en gran parte, vendedores itinerantes ("hombres estuvieron interrelacionados con los tecnológicos y demográficos, y tam-
de a pie"), que iban de ciudad en ciudad, de aldea en aldea, de señorío en bién entre sí. Las cruzadas y el movimiento de colonización -que consti-
señorío. También no profesionales ejercían el comercio: señoríos, conven- tuyeron los programas militares y económicos extranjeros de la Revolu-
tos o aldeas (por ejemplo, aldeas de pescadores) enviaban representantes a ción papal- favorecieron el comercio a larga distancia, tanto por tierra
vender sus bienes a varias partes de Europa. como por mar. El papado también intentó extender su autoridad por el
Este, por tierra y por mar. Al mismo tiempo, la nueva teología del partido
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papista subrayó la misión de la Iglesia: reformar y redimir las actividades
seculares. Más aún, el sistema prevaleciente de creencias era apoyado por toda la
Existe, asimismo, el peligro de considerar ese derecho siempre como autoridad moral y legal de una jerarquía eclesiástica omnipotente ... Y, sin
consecuencia del cambio social y económico, y nunca como parte constitu- embargo, de hecho, el comercio floreció.
tiva de dicho cambio, y en ese sentido, como causa de él. De hecho, la nue- Se han dado varias explicaciones que podrian resolver esta paradoja.
va jurisprudencia de fines del siglo XI y del XII ofreció un marco para insti- Primero, se ha dicho que la insistencia de la Iglesia en una filosofía moral
tucionalizar y sistematizar las relaciones comerciales de acuerdo con anticomercial fue un reflejo de su propia posición económica de gran te-
nuevos conceptos de orden y justicia. Y sin recursos juridicos nuevos, como rrateniente feudal y su propia identificación con una civilización agrícola
las letras de cambio negociables y las sociedades de responsabilidad limita- conservadora. 6 En segundo lugar, se ha dicho (sin notar siempre la con-
da, sin la reforma de las anticuadas costumbres comerciales del pasado, sin tradicción) que la Iglesia no trató seriamente de poner en práctica su doc-
tribunales mercantiles ni legislación mercantil, otras presiones sociales y trina del pecado del móvil de lucro, sino que, por lo contrario, introdujo
económicas en favor del cambio no habrian encontrado solución. De este toda una vasta gama de excepciones o, simplemente, cerró los ojos ante las
modo, la revolución comercial ayudó a producir el derecho comercial, pero violaciones. Esto permitió a la Iglesia obtener los beneficios de su propia
también el derecho comercial ayudó a producir la revolución comercial. En actividad comercial, y también justificó muchas de las prácticas de la clase
realidad, lo que ocurrió fue una transformación revolucionaria no sólo del mercantil.
comercio, sino de toda la sociedad; en esa transformación total, el derecho Estas explicaciones y otras similares dejan sin respuesta la pregunta de
comercial, como el feudal y el señorial, encontró sus origenes y, como ellos, cómo fue posible crear un sistema económico cuyas premisas fundamen-
derivó de allí su carácter. tales contradecían la ideología prevaleciente, y cómo fue posible mantener
durante más de cuatrocientos años el predominio de una ideología cuyas
premisas fundamentales entraban en conflicto con el sistema económico.
LA RELIGIÓN Y EL SURGIMIENTO DEL CAPITALISMO Otra manera más de presentar las cosas consiste en preguntar cómo fue
posible que dos sistemas económicos en conflicto -feudalismo y capitalis-
Aunque muchos historiadores han mostrado que el capitalismo comercial mo- coexistieran en una sociedad cuyos jefes se dedicaban a la perpe-
de Occidente no se originó en los siglos XVI y XVII, como comúnmente se tuación de un solo sistema de creencias que tenía total congruencia interna.
supone, sino en los siglos XI y XII -en el apogeo del modo señorial de pro- A pesar de todo, estas preguntas surgen de un concepto de la relación de
ducción y de las relaciones de clase feudales-, sin embargo, muchos de los la doctrina cristiana con el desarrollo del capitalismo comercial, que está
mismos historiadores han seguido perpetuando la idea de que la enseñan- basado en una deformación no sólo del pensamiento católico romano
za cristiana anterior a la Reforma siguió oponiéndose fundamentalmente entre el periodo transcurrido entre finales del siglo XI y el xv, sino también
al móvil del lucro. De este modo, el gran historiador francés de la sociedad del pensamiento protestante en los siglos XVI y XV1I. Es erróneo suponer
y la economía, Henri Pirenne, escribió que "en el vigor y la relativa rapidez que el pensamiento católico romano era fundamentalmente ascético y cen-
de su desarrollo [el capitalismo comercial en el siglo XII] puede ser com- trado en el otro mundo. De hecho, a finales del siglo XI y durante el XII, la
parado, sin exageración, con la Revolución industrial del siglo xrx"; y, sin teología católica rompió con el ideal predominantemente ascético y cen-
embargo, en el mismo párrafo observó que "la actitud de la Iglesia ... hacia trado en el otro mundo que antes había prevalecido, y que aún prevalece
el comercio [fue] no sólo pasiva, sino activamente hostil". 4 En otra página, en gran parte de la ortodoxia de Oriente. También se implica, errónea-
Pirenne citó, como característica de la Baja Edad Media, esta afirmación: mente, que la "ética protestante" de Lutero o de Calvino era más mundana,
"El comerciante rara vez o nunca puede complacer a Dios".s Las prohibi- más racionalista, más individualista y, por ello, más compatible .con la
ciones eclesiásticas contra la especulación y el préstamo con interés empresa capitalista que las enseñanzas morales católicas. Esta errónea
(usura) y la doctrina del precio justo han sido citadas por Pirenne y por concepción merece ser examinada por separado. Sin embargo, debe notarse
otros para mostrar la supuesta oposición de la Iglesia al surgimiento del que escritores como Max Weber y R. H. Tawney, que han subrayado la
capitalismo. interconexión de capitalismo y protestantismo, también han supuesto que
Se nos ofrece así una sorprendente paradoja: se dice que el spiritus capi- el capitalismo y el feudalismo eran mutuamente contradictorios, que el ca-
talisticus (como lo llamó Pirenne) se originó en una época en que el sis- pitalismo sucedió, con el tiempo, al feudalismo, y que el capitalismo en
tema prevaleciente de creencias hacía el mayor énfasis en los aspectos Occidente se originó en el siglo XV1.7
místico y ascético de la vida y en las recompensas y castigos en el más allá. Si lo cierto es lo opuesto -a saber, que en los siglos XI y XII (y durante
algún tiempo después) capitalismo y feudalismo fueron esencialmente
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compatibles y, en realidad, dependieron uno del otro-, entonces queda
comercio. Sin embargo, Pirenne pasó por alto los pasos dados para re-
allanado el camino para reexaminar la moral económica enseñada por la
solver ese problema mediante la transformación de gremios artesanales y
Iglesia occidental desde un diferente punto de vista. Lo que puede parecer
mercantiles estrechamente relacionados y el establecimiento de un marco
hipocresía a quien cree en el antagonismo fundamental de los valores
moral y jurídico relativamente severo para la sociedad urbana en general.
agrario-feudales y capitalista-comerciales, puede parecer un compromiso
Desde el punto de vista de la teoría social cristiana que prevaleció en el pe-
legítimo a quien crea que son fundamentalmente reconciliables.
riodo formativo de las instituciones comerciales de Occidente, las actividades
La Iglesia occidental de finales del siglo XI y del XII -en contraste con
económicas de los mercaderes, como otras actividades seculares, ya no se-
la Iglesia de Oriente, y también en contraste con toda la Iglesia en el Este y
rían necesariamente vistas como un "peligro para la salvación". Por el con-
el Oeste antes de la Revolución papal- creía en la posibilidad de reconci-
trario, se les consideraría como un camino a la salvación si se efectuaban
liar la actividad comercial con una vida cristiana, así como creía en la
de acuerdo con los principios establecidos por la Iglesia. Y estos principios
posibilidad de reconciliar la actividad agraria con una vida cristiana. Su ac-
se encontraban detallados en el derecho canónico. Desde el punto de vista
titud moral hacia los mercaderes ricos no difirió esencialmente de su acti-
de la Iglesia, se suponía que el derecho creado por los comerciantes para
tud moral hacia los terratenientes ricos. Siguió enseñando las palabras de
San Pablo, que regular sus propias interrelaciones, la lex mercatoria, reflejaba y no contra-
decía el derecho canónico. Los comerciantes no siempre estuvieron de
la raíz de todos los males es el afán de dinero ... a los ricos de este mundo acuerdo. Sin embargo, no negaban que la salvación de sus almas dependía
recomiéndales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en lo inseguro de de que conformaran sus prácticas a un sistema de derecho basado en la vo-
las riquezas, sino en Dios, que nos provee espléndidamente de todo para que lo luntad de Dios tal como se manifestaba en la razón y la conciencia.
disfrutemos; que practiquen el bien, que se enriquezcan de buenas obras, que De este modo, la actividad social y económica de los comerciantes no
den con generosidad y con liberalidad [1 Tm 6:1 O, 17, 18]. 8
fue excluida de la esfera de las cuestiones morales. Se desarrolló así una
moral social y económica que pretendía guiar las almas de los comer-
La vida monástica, en que se renunciaba no sólo a las riquezas, sino a
todos los valores de "este mundo", continuó siendo considerada la más ciantes a la salvación. Y esa moral quedaría encarnada en la ley. La ley era
un puente entre la actividad mercantil y la salvación del alma.
cercana al Reino de los Cielos. Pero, con excepción de unas cuantas voces,
la Iglesia occidental de finales del siglo XI y del XII no sólo no denunció el
dinero o las riquezas como tales, sino que en realidad alentó la búsqueda
EL NUEVO SISTEMA DE DERECHO MERCANTIL
de dinero o riquezas siempre que esa búsqueda se hiciera para ciertos
fines y de acuerdo con ciertos principios. Las actividades seculares de
Decir que los conceptos y las instituciones básicos del moderno derecho
quienes se dedicaban a la empresa comercial debían ser organizadas de tal
manera que las redimiera del pecado de avaricia. Los comerciantes debían comercial de Occidente se formaron en el periodo de finales del siglo XI y
el siglo XII no es pasar por alto la deuda que los creadores de esos concep-
formar gremios que tendrían funciones religiosas y que mantendrían cier-
tos e instituciones tuvieron para con el derecho romano, como se reflejó
tas normas de moral en las transacciones comerciales. Esto era congruen-
en los recién descubiertos textos de Justiniano. Los textos romanos con-
te con el nuevo hincapié de la Iglesia en la Encarnación, y en la encar-
tenían un conjunto sumamente refinado de reglas para hacer contratos de
nación de lo espiritual en lo secular. De este modo, la Iglesia-Estado puso
varios tipos, incluyendo el préstamo de dinero y bienes, las prendas, las
un ejemplo a la ciudad-Estado, y el derecho eclesiástico puso un ejemplo
ventas, el alquiler, la asociación y el mandato (forma de agencia). Sin em-
al urbano y al mercantil. El comercio legítimo basado en la buena fe debía
distinguirse del comercio ilegítimo basado en la avaricia, y el comercio ba- bargo, estas reglas no estaban conceptualizadas a conciencia. Se hallaban
clasificadas pero no explícitamente interrelacionadas ni analizadas en fun-
sado en la satisfacción de las necesidades legítimas debía distinguirse del
ción de principios generales. Además, no se hacía una distinción consciente
comercio basado en el interés egoísta o en el dolo; los legítimos cargos por
interés debían distinguirse de la usura; el precio justo debía distinguirse entre los contratos comerciales y los no comerciales; a todos se les trataba
del precio injusto.9 como contratos civiles.
Pirenne señaló, acertadamente, el problema del "desarraigo" de los Los antiguos juristas romanos también habían reconocido que muchos
nuevos moradores de las ciudades en el siglo XII.10 Habían dejado la vida contratos no eran gobernados por el derecho civil, sino por el consuetudi-
bien estructurada y profundamente arraigada de la aldea y del señorío nario, incluso el ius gentium. En realidad, era el ius gentium, el (consuetu-
dinario) "derecho de las naciones", aplicable a quienes no eran ciudadanos
para entrar en relaciones más laxas y superficiales de la manufactura y el
romanos, el que gobernaba casi todos los tipos de transacciones comer-
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ciales dentro del Imperio romano, especialmente los que incluían el trans- consular de Barcelona y basadas, parcialmente, en las anteriores coleccio-
porte de bienes sobre largas distancias. En el derecho consuetudinario del nes y, parcialmente, en estatutos y compilaciones de las ciudades italianas
comercio del Imperio romano se incluía la Ley Marítima de Rodas, de la llegó a ser aceptado como ley gobernante en los centros comerciales deÍ
que suele creerse que data de cerca de 300 a. c., así como las costumbres Mediterráneo. Todas estas colecciones tratan exclusivamente de derecho
del comercio marítimo que fueron desarrolladas, más adelante, por mer- marítimo, incluyendo contratos de transporte de bienes por mar.
caderes del Este del Mediterráneo. Algunas de las reglas del derecho con- Al mismo tiempo, se creaba un extenso cuerpo de derecho que gober-
suetudinario mercantil y del civil romano habían sobrevivido en Occi- naría el comercio por tierra. Habían existido mercados y ferias desde los
dente, en los siglos v a XI, independientes del texto de Justiniano; se las siglos VII u VIII, pero en escala relativamente pequeña y sin un carácter
encuentra, por ejemplo, en el derecho lombardo así como en las costum- legal verdaderamente desarrollado. En cambio, desde los siglos XI y XII se
bres de los mercaderes de Venecia, que siguió siendo un floreciente centro celebraron regularmente grandes ferias internacionales en veintenas de
mercantil durante todo ese periodo. ciudades y pueblos por toda Europa. También eran comunes los mercados
Sin embargo, ni el recién redescubierto derecho romano ni el derecho internacionales, sobre todo en las ciudades porteñas. Estas ferias y merca-
consuetudinario romano, que apenas subsistía, incluyendo el ius gentium, dos eran organizaciones complejas, y con el desarrollo de los sistemas
eran adecuados para resolver los tipos de dificultades domésticas y comer- jurídicos, eclesiásticos o seculares, desarrollaron el concepto de un dere-
ciales internacionales que surgieron en el occidente de Europa a finales cho mercantil especial, que no sólo incluía el derecho consuetudinario de
del siglo XI y durante el XII. las ferias y mercados, sino también costumbres marítimas relacionadas
Es concebible que los doctos romanistas de las universidades europeas con el comercio y, por último, las leyes mercantiles de las propias ciudades
de finales del siglo XI y los siglos XII y XIII hubiesen podido crear un nuevo y pueblos. Las ciudades italianas fueron las primeras en recabar sistemáti-
cuerpo de derecho mercantil con base en los textos romanos, así como, de camente y en aplicar las reglas consuetudinarias que gobernaban la activi-
esos textos, crearon un nuevo cuerpo de derecho civil. También resulta dad comercial.
concebible que los juristas canónicos de las mismas universidades, junto Vemos así que el derecho mercantil gobernó una clase especial de per-
con sus colegas de las cancillerías papal y episcopales, hubiesen podido sonas (los comerciantes) en lugares especiales (ferias, mercados y puertos)
hacer lo mismo, sobre todo en vista del hecho de que las corporaciones y también gobernó las relaciones mercantiles en las ciudades y pueblos.
eclesiásticas se dedicaban intensamente a actividades comerciales. Sin Era distinto del derecho eclesiástico, el feudal, el señorial, el urbano y el
embargo, es característico de esa época el hecho de que el desarrollo ini- real, aunque tenía conexiones especialmente directas con el derecho
cial del derecho mercantil fuese dejado en gran parte -aunque no por urbano y el eclesiástico.
completo-- en manos de los propios mercaderes, quienes organizaban El derecho mercantil compartió con los otros grandes sistemas jurídi-
ferias internacionales y mercados, formaban tribunales mercantiles y cos de la época las cualidades de objetividad, universalidad, reciprocidad,
establecían oficinas de comercio en las nuevas comunidades urbanas que adjudicación participatoria, integración y desarrollo. Estas seis cualidades
brotaban por toda Europa occidental. no sólo muestran sus nexos directos con la tradición jurídica occidental en
En ocasiones, se recababan y hacían circular reglas del derecho mer- conjunto, sino que también nos ofrecen un indicio de sus propias carac-
cantil creadas por los comerciantes. Uno de los primeros ejemplos fue una terísticas específicas.
colección de leyes marítimas adoptadas en la época de la primera cruzada
(1095) por la República de Amalfi, en la costa italiana del mar Tirreno; La objetividad
conocida como la Tabla Amalfitana, su autoridad llegó a ser reconocida
por todas las ciudades-repúblicas de Italia. Cerca del año 1150, una compi- Como en el caso del derecho feudal y el señorial, en el derecho mercantil,
lación de juicios marítimos del tribunal de Olerón, isla situada frente a la durante el periodo transcurrido de 1000 a 1200, y sobre todo entre 1050 y
costa atlántica de Francia, fue adoptada por las ciudades porteñas del 1150, los derechos y las obligaciones se volvieron considerablemente más
océano Atlántico y del Mar del Norte, incluso por las de Inglaterra. Las objetivos y menos arbitrarios, más precisos y menos laxos. Surgió una ten-
leyes de Wisby, puerto situado en la isla de Gotlandia, en el mar Báltico, dencia a apartarse de la simple costumbre en el sentido del uso (pautas de
fueron adoptadas cerca del año 1350. Eran similares a las Leyes (o Rollos) conducta) hacia un derecho consuetudinario más minuciosamente de-
de Olerón -posiblemente derivadas de ellas- y obtuvieron difundida auto- finido (normas de conducta). Lo específico de las normas del derecho mer-
ridad por los países bálticos circundantes. Por la misma época, el Canso- cantil se intensificó al ser puestas por escrito cada vez más: parcialmente,
lato del M are, colección de costumbres marítimas observadas en el tribunal en forma de una legislación comercial pero, básicamente, en forma de
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instrumentos comerciales escritos, de un carácter más o menos estereoti- leyes y costumbres de cada lugar. En Inglaterra, el Estatuto de Westmin-
pado. Además, la objetividad del nuevo sistema se reflejó en un interés ster de 1275 declaró: "Se ordena que en cualquier lugar, burgo, feria o
mucho mayor en la adjudicación imparcial en las disputas comerciales y el mercado, una persona extranjera que es de este tráfico, no sea secuestrada
surgimiento de nuevas formas de tribunales mercantiles. por ninguna deuda de la que no sea deudora ni aval". Sin embargo, no
todos los países eliminaron el embargo a extranjeros por deudas de un con-
ciudadano; en la Italia septentrional, una larga serie de tratados entre las
La universalidad
ciudades "iba lenta y caprichosamente intentando dar a los italianos esta
misma protección" .14 El cambio hacia la uniformidad en este aspecto y en
Desde finales del siglo XI, los derechos y las obligaciones especificados por
el derecho mercantil se volvieron cada vez más uniformes y menos diver- otros constituyó un proceso gradual. Ni siquiera las costumbres de las
sos, más generales y menos discriminatorios en sus aplicaciones particu- ferias internacionales eran siempre las mismas. Sin embargo, en términos
lares. Esto se debió, en parte, al carácter cosmopolita y transnacional de generales, las diferencias entre países y localidades en la ley y la costum-
bre aplicables a las acciones mercantiles eran sólo de detalle. Como lo ha
gran parte del comercio del periodo. Grandes ferias internacionales se ce-
lebraban a intervalos regulares en lugares designados por toda Europa, o dicho William Mitchell: "Cada país, podría decirse que cada poblado, tenía
en ciudades y pueblos con mercados permanentes a los que acudían comer- su propia variedad de Derecho Mercantil, y, sin embargo, no eran más que
ciantes de muchos países. Asociaciones comerciales transnacionales estable- variaciones de la misma especie. Por doquier, los principios básicos y las re-
cieron representantes permanentes en los principales centros comerciales de glas más importantes eran los mismos, o tendían a volverse los mismos".lS
Europa. A menudo, el comercio transnacional predominó sobre el mercado Los "mercaderes extranjeros" no sólo temían el trato discriminatorio de las
local, aportando un modelo importante para las transacciones comerciales leyes locales, sino también la violencia de los piratas y salteadores de .ca-
en general. minos así como la rapacidad de las autoridades fiscales de cada localidad.
El carácter universal del derecho mercantil, tanto en su periodo forma- Para protegerse contra los peligros del viaje, el comercio marítimo se efec-
tivo como después, ya fue subrayado por todos los que han escrito al tuaba, en gran parte, en convoyes que iban por las costas; y en tierra, un
respecto. En 1473, el canciller de Inglaterra declaró que los juicios de los comerciante viajaba armado y por lo general en compañía de otros, a me-
comerciantes extranjeros que acudían a él en busca de ayuda serían deter- nudo formando caravanas. Sin embargo, los comerciantes no tenían manera
minados "por la ley de la naturaleza en el tribunal... a la que algunos lla- de protegerse contra los derechos de tránsito, que en el Rin, por ejemplo,
man el derecho mercantil, que es el derecho universal del mundo" .11 En el eran tantos y tan pesados que se ganaron la caracterización de furiosa Teuto-
primer libro inglés (1622) sobre derecho mercantil, Consuetudo veZ Lex nicorum insania ("locura teutónica").16 Una reforma francesa de 1431 dejó
Mercatoria, or the Ancient Law Merchant, su autor, Gerard Malynes, todavía 130 pagos de peaje en el Loira y sus tributarios.J7
afirmaba: "He puesto el título de acuerdo con el antiguo nombre de Lex El hecho de que el extranjero a menudo no tuviese derechos según la ley
Me1:catoria ... porque es derecho consuetudinario aprobado por la autori- local ni recibiera protección de los gobernantes de la localidad hizo que la
dad de todos los reinos y comunidades, y no una ley establecida por la universalidad del propio derecho de los comerciantes fuese una apremian-
soberanía de ningún príncipe".l2 Y Blackstone escribió a mediados del te necesidad. Con el tiempo, el derecho mercantil universal llegó a quedar
siglo XVIII: salvaguardado, asimismo, por las autoridades políticas centrales, cada vez
más poderosas. Uno de los primeros ejemplos de ello puede encontrarse en
Los asuntos del comercio son regulados por su ley propia, llamada Law Mer- la Carta Magna (1215), que establecía: "Todos los mercaderes tendrán
chant o Lex Mercatoria, en la que todas las naciones convienen y de la que salvoconducto para entrar y salir de Inglaterra, y para quedarse y viajar
toman noticia, y de la que se sostiene que es, en particular, parte de la ley de por Inglaterra por tierra y por agua, con propósitos de compra y venta,
Inglaterra, que decide las causas de los comerciantes por las reglas generales libres de alcabalas legales, de acuerdo con costumbres antiguas y justas".18
que se dan en todos los asuntos comerciales relacionados con el comercio Tal protección se extendió, a la larga -en Inglaterra y otras partes-, a la
doméstico, como por ejemplo, en la emisión, la aceptación y la transferencia de cooperación de las autoridades públicas a la aplicación del proceso en los
"letras de cambio" .13 tribunales mercantiles. De este modo, en 1292, un comerciante de Londres
llamado Lucas fue acusado de haber salido subrepticiamente de la feria de
En la Europa del siglo xrr, el carácter transnacional del derecho mercan- Lynn sin pagar treinta y un libras de bienes que había comprado a un mer-
til constituyó una protección importante contra los obstáculos puestos a cader alemán, y de no haberse presentado a responder acusaciones en el
los extranjeros por las leyes locales, así como contra otros caprichos de las tribunal de la feria de acuerdo con el derecho mercantil, "por lo cual
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360 FORMACIÓN DE LOS SISTEMAS JURÍDICOS SECULARES

ningún comerciante extranjero, después de ese hecho, quiso hacer ningu- de la voluntad o el conocimiento de una de las partes. En lo sustantivo, ni
na venta a los ciudadanos de Londres, antes de que pagaran por comple- siquiera un intercambio en que se entra libremente y con pleno conoci-
to ... llamándolos deudores falsos". Lucas huyó de Lynn a S t. Botolph, lue- miento debe imponer a ninguna de las partes costos desproporcionados a
go a Lincoln, luego a Hull y por último a Londres, siempre perseguido por los beneficios obtenidos; y semejante intercambio tampoco debe ser inde-
el alemán. A instancias de los comerciantes de Londres, temerosos de su re- bidamente desventajoso a terceras partes o a la sociedad en general.
putación, Lucas fue enviado a la Torre de Londres y, finalmente, su caso Tanto el aspecto procesal como el sustantivo de la reciprocidad de dere-
fue revisado en habeas corpus por el Concejo del Rey.I9 chos se encuentran implícitos en el término mismo de "derechos", como se-
Los gobernantes seculares también ayudaron a asegurar el carácter uni- ría interpretado en Occidente desde finales del siglo xr. Se considera a los
versal del derecho mercantil, por tratados mutuos. Al menos desde el siglo derechos, necesariamente, como parte de todo el sistema jurídico. Y de
XII, las ciudades italianas establecieron tratados bilaterales en que cada los propósitos de ese sistema se deriva su carácter. Tales propósitos in-
parte convenía en que los ciudadanos de la otra tendrían libertad de cluyen al menos cierta protección contra algunos tipos de injusticias que
establecerse dentro de sus límites, de poseer allí propiedades, de llevar ade- pueda haber en los intercambios comerciales.
lante su industria y su comercio, de celebrar cultos y de tener acceso a los El principio de la reciprocidad procesal fue sumamente desarrollado en
tribunales.20 Estos tratados a menudo establecieron tribunales imparciales la jurisprudencia que acompañó a la Revolución papal. En particular, el
de mercaderes para decidir, expeditamente y de acuerdo con la costumbre derecho canónico subrayó los principios de equidad en la formación de
mercantil, las disputas entre ciudadanos de las dos partes del tratado, de contratos. Como la prenda de fe daba a los tribunales eclesiásticos juris-
acuerdo con la "buena conciencia".21 Asimismo, en el siglo XII, un tratado dicción sobre los contratos, así también la buena fe (bona fides) era, a su
entre el rey Enrique II de Inglaterra y la ciudad de Colonia aseguró a los vez, prueba necesaria del carácter inviolable de la empresa contractual. En
ciudadanos de ésta un trato no menos favorable que el que recibían los co- el derecho canónico los conceptos de dolo, presión y error formaron una
merciantes ingleses: tal vez éste sea el más antiguo ejemplo que conocemos compleja teoría que, por una parte, apoyaba la libertad de las partes para
de la cláusula del "trato nacional", y precursor de la cláusula de la nación hacer promesas de cumplimiento obligatorio pero, por la otra, las protegía
más favorecida en los tratados comerciales modemos.22 contra las prácticas leoninas. Ante todo, el formalismo de los juramentos,
que había dominado el derecho consuetudinario germánico, se vio someti-
do a influencias correctoras. En contraste tanto con el derecho germánico
La reciprocidad de derechos como con el preexistente derecho romano, el nuevo derecho canónico,
apoyado por la nueva ciencia jurídica romanista, no sólo aplicó acuerdos
El principio de la reciprocidad de derechos se encontró en el meollo mis- orales informales, sino que también se negó a aplicar los acuerdos más
mo del nuevo sistema de derecho mercantil que surgió a finales del siglo XI formales (por juramento o por escrito bajo sello) si en ellos se entraba
y en el xn. Desde luego, la reciprocidad misma, en el sentido de toma y como resultado de un fraude o aun de un equívoco del que no era respon-
daca, había estado en el centro del comercio en todas las civilizaciones, en sable el promisor. Estos principios fueron adoptados, con ciertas modi-
la medida en que todo comercio implica el intercambio de cargas o benefi- ficaciones, por el nuevo sistema de derecho mercantil. Reflejaron el princi-
cios de parte de quienes se dedican a las transacciones comerciales. El ven- pio de reciprocidad procesal de derechos en la formación de contratos.
dedor se desprende de sus bienes y el comprador de su dinero; el presta- El principio de reciprocidad sustantiva de derechos, aunque menos
mista entrega fondos y el prestatario se compromete a pagarlos, aparte de desarrollado, se reflejó en las doctrinas de los canonistas sobre la usura y
una suma adicional; el porteador se encarga de transportar los bienes y el el precio justo.23 En estas doctrinas se introdujeron muchos requisitos
comprador o el vendedor de pagarle. Cada quien hace un sacrificio, y sutiles para adaptarlas a las necesidades del comercio. Se autorizó un
como resultado ambos esperan quedar mejor de lo que estaban. Y, sin em- interés legal. Una ganancia legal no era injusta. Sin embargo, los comer-
bargo, el principio de la reciprocidad de derechos, como se le ha interpre- ciantes a menudo se opusieron a los intentos de los canonistas por regular
tado en Occidente desde finales del siglo XI y en el XII, supone algo más que las prácticas mercantiles, especialmente a los de dar jurisdicción eclesiásti-
un simple intercambio: lo ideal es que incluya el elemento de la igualdad ca a los casos mercantiles. Un ejemplo tardío, pero que también es caracte-
de las cargas o los beneficios entre las partes de la transacción: es decir, el rístico del periodo transcurrido entre finales del siglo XI y comienzos del XIII,
elemento de justicia en el intercambio. Éste, a su vez, tiene dos aspectos, es un decreto emitido en 1369 por el dux y el Concejo de Regidores de la
procesal el uno, sustantivo el otro. En el aspecto procesal, hay que entrar ciudad de Génova, que imponía una multa considerable a todo el que re-
con justicia en el intercambio, es decir, sin presión ni dolo ni otro abuso curriera a un tribunal eclesiástico o de otra índole alegando que un contra-
T

362 FORMACIÓN DE LOS SISTEMAS JURÍDICOS SECULARES


EL DERECHO MERCANTIL 363
to comercial firmado por él, como un contrato de seguro o intercambio de comunitarios no profesionales; los jueces eran elegidos por los comer-
moneda, constituía usura, o iba en contra del derecho canónico o por
algún otro motivo era ilegal.24 ciantes del mercado o de la feria entre sus propios miembros. Los tri-
bunales de los gremios tampoco erari profesionales; por lo general, simple-
El conflicto entre comerciantes y clérigos por la aplicabilidad del dere-
mente consistían en el jefe del gremio o su representante, pero a menudo
cho canónico a los contratos comerciales no reflejó ninguna considerable
éste escogía a dos o tres miembros comerciantes del gremio para que fue-
diferencia de opinión con respecto a la subordinación del contrato a con-
sen sus consejeros en los problemas mercantiles. En ocasiones, un jurista
sideraciones morales. Los comerciantes no creían en el derecho del indi-
profesional acompañaba a estos asesores mercantiles. También ayudaban
viduo de enriquecerse a su capricho. Aunque no opinaban que la actividad
notarios profesionales, haciéndose cargo de las formalidades legales.2s De
comercial debiese estar limitada por las normas morales de la vida monás-
igual forma, los tribunales mercantiles urbanos consistían, a menudo, en
tica, tampoco negaban que debía estar sujeta al principio del precio justo,
comerciantes elegidos por sus compañeros. Una ley de Milán, de 1154,
la ley de la usura y las otras protecciones similares que había en contra de
autorizó la elección de "cónsules de comerciantes", para casos comerciales,
acuerdos opresivos o inmorales. Tampoco negaban la supremacía de la
y este sistema de tribunales consulares mercantiles se difundió por muchas
Iglesia en cuestiones de moral. Y, sin embargo, insistían en su propia
ciudades de Italia. Autorizaba a los comerciantes extranjeros a escoger jue-
autonomía, aunque fuese relativa, en cuestiones de derecho mercantil; y,
ces entre sus propios conciudadanos. Los tribunales de los cónsules mer-
al menos en teoría, la Iglesia no les negaba esa autonomía. Por consiguiente,
cantiles en las ciudades-repúblicas de la Italia septentrional fueron exten-
sus formulaciones, así como su jurisdicción, podían diferir de las eclesiás-
diendo gradualmente su jurisdicción sobre todos los casos mercantiles que
ticas, y cada una de las distintas formulaciones, tanto como las jurisdiccio-
hubiese en una ciudad. Otras ciudades europeas adoptaron la institución
nes, podía ser válida. Ésta era la dialéctica escolástica en acción. La comu-
italiana del cónsul mercantil, o bien crearon instituciones similares para la
nidad mercantil tenía su propio derecho, la lex mercatoria, así como la
resolución de los casos mercantiles por jueces mercantiles. En algunos
Iglesia, tenía su propio derecho, el ius canonicum. Desde luego, los comer-
países se afirmó la autoridad real sobre los gremios mercantiles, y aun
ciantes eran miembros de la Iglesia, y por tanto estaban sometidos al dere-
sobre mercados y ferias de las ciudades, pero aun entonces el derecho mer-
cho canónico, pero además eran miembros de la comunidad mercantil,
cantil continuó, en general, administrado por jueces mercantiles.
por lo que también se hallaban sometidos al derecho mercantil. Cuando
Con el transcurso del tiempo, en varias partes de Occidente surgieron
entraban en conflicto los dos cuerpos de derecho, podía no ser claro cuál
otros diversos tipos de tribunales mercantiles. En Inglaterra, Gales e Irlan-
de los dos debía prevalecer. Ambos podían tener la razón. Sólo el tiempo
habría de mediar en el conflicto. da se establecieron los llamados tribunales de mercancías en las 14 ciu-
dades por las cuales se canalizaba el floreciente comercio inglés en ciertos
Así, la reciprocidad procesal y sustantiva de derechos, invocada tanto
productos "básicos": principalmente, lana, cuero y plomo. Gran parte de
por comerciantes como por eclesiásticos, no debe verse como un principio
este comercio estaba en manos de mercaderes y banqueros italianos, fla-
abstracto, sino como un principio enunciado y aplicado dentro de comu-
mencos y alemanes. Los ingleses ofrecían protección a los "comerciantes
nidades específicas. Los mercaderes constituían una comunidad autogo-
extranjeros" en las ciudades en que se traficaba en productos básicos, y
bemada, dividida en hermandades religiosas, gremios y otras asociaciones.
según el Estatuto de Bienes Básicos de 1353, los comerciantes de cada una
De ese hecho histórico se derivaron todas las características del nuevo sis-
de estas ciudades, así como sus servidores y los miembros de sus propias
tema de derecho mercantil: su objetividad, universalidad, reciprocidad de
derechos, adjudicación participatoria, integración y desarrollo. familias, "serían regidos por el derecho mercantil [en] todas las cosas
tocantes a ese producto básico, y no por el derecho común inglés de la tie-
rra, no por la usanza de ciudades, burgos u otros poblados". Quedaban
sujetos a la jurisdicción del tribunal de productos básicos, cuyo presidente
La adjudicación participatoria: los tribunales mercantiles
sería el alcalde de la ciudad, elegido para un periodo de un año "por la
comunidad de los comerciantes, tanto extranjeros como naturales". De
Los tribunales mercantiles incluían los tribunales de mercados y ferias, los
este modo, ¡los comerciantes extranjeros participaban en las elecciones de
de los gremios mercantiles y los urbanos. Aunque los tribunales de gre-
los alcaldes de los poblados ingleses! Se exigía al alcalde tener un "co-
mios y los urbanos no se dedicaban exclusivamente a asuntos comerciales,
nocimiento de derecho mercantil" y juzgar de acuerdo con él. En los jui-
su jurisdicción comercial era lo bastante extensa para que se les pudiera
tratar como tribunales de comercio. cios entre un comerciante extranjero y un inglés se exigía un juzgado mix-
to, compuesto, por mitades, por extranjeros y por súbditos ingleses. Se
Los tribunales de mercados y ferias, como los señoriales, eran tribunales
podían hacer apelaciones al canciller y al consejo del rey.26
r
364 FORMACIÓN DE LOS SISTEMAS JURÍDICOS SECULARES
EL DERECHO MERCANTIL 365
Otro tipo de tribunal mercantil fue el tribunal maritimo local en las ciu- en el Tribunal Pepoudrous" (el tribunal de "pies polvorientos" de las ferias
dades portuarias, con jurisdicción sobre causas comerciales y maritimas rela-
y los mercados).29
cionadas con el transporte de bienes por mar. Estos tribunales -llamados
El principio del procedimiento expedito, informal y equitativo en los tri-
del almirantazgo- estarian abiertos en la playa "de la marea a la marea".
bunales mercantiles fue, desde luego, una respuesta a las necesidades mer-
En todos los tipos de tribunales mercantiles los procedimientos se ca-
cantiles. Sin embargo, esa respuesta sólo pudo darse por obra del carácter
racterizaron por su rapidez y su falta de formalidades. Los límites de tiem-
comunal o participatorio de la adjudicación comercial. Como las otras ca-
po eran estrechos: en los tribunales de las ferias había que hacer justicia
racterísticas del derecho mercantil -objetividad, universalidad, reciproci-
mientras los pies de los comerciantes aún guardaran polvo; en los maríti-
dad de derecho, integración y desarrollo- el carácter comunal de la adju-
mos, "de la marea a la marea"; en los de gremios y ciudades, "de día a día".
dicación comercial (es decir, la participación de los comerciantes en la
A menudo estaban prohibidas las apelaciones. Los abogados de profesión
resolución de disputas mercantiles) puede verse como principio de justicia
no sólo estaban generalmente excluidos, sino que también se veía con ma-
abstracta, como un ideal jurídico. Desde ese punto de vista se le puede eva-
los ojos toda argumentación con tecnicismos legales. El tribunal había de
luar tanto negativa como positivamente, pues aunque contribuyó a la solu-
ser "gobernado por la equidad ... por lo cual se recibiría a cualquiera a
ción equitativa de casos mercantiles individuales, también ayudó a aislar
decir los hechos ... y a decir lo m~jor que pudiera" en su defensa. Un esta-
el derecho mercantil de todo control eclesiástico, real y hasta urbano, y a
tuto típico de un gremio mercantil establecía que los casos comerciales
conservar los privilegios mercantiles. Pero el sistema de adjudicación par-
"serán decididos ex aequo et bono; no se ha reunido para disputar las
ticipatoria de los casos mercantiles también debe ser visto, en términos
sutilezas de la ley" .27 Estas características procesales distinguieron mar-
históricos, como un aspecto de la autonomía relativa de la clase mercantil
cadamente el derecho mercantil del procedimiento formalista de los tribu-
y su derecho en la época formativa de la tradición jurídica occidental, una
nales urbanos y reales, y también de los procedimientos escritos del dere-
cho canónico en casos ordinarios. autonomía relativa a la unidad general del derecho occidental, con su inter-
acción de autoridades espirituales y seculares y, en lo secular, de los siste-
A pesar de todo, el procedimiento de los tribunales mercantiles estaba
mas jurídicos feudal, señorial, comercial, urbano y real.
rebcionado con el procedimiento sumario (en contraste con el ordinario)
en los tribunales eclesiásticos. El procedimiento sumario en tipos espe-
ciales de casos, incluso en casos comerciales, quedó autorizado por una
La integración del derecho mercantil
bula papal de 1306, la Decretal Saepe Contingit (por las palabras iniciales,
"A menudo sucede"). La bula se refería a la práctica del papa de remitir, a
El derecho mercantil occidental adquirió a finales del siglo XI, durante el
menudo, casos a jueces (eclesiásticos) con la instrucción de que el proce-
XII y comienzos del XIII el carácter de un sistema integrado de principios,
dimiento "debía ser sencillo y claro, y sin los argumentos formales y reglas
conceptos, reglas y procedimientos. Los diversos derechos y obligaciones
solemnes del procedimiento ordinario". Para explicar estas palabras decla-
asociados a las relaciones comerciales llegarían a ser interpretados cons-
raba la bula que, en semejante caso, el juez no exigiría una demanda por
cientemente como partes constitutivas de todo un cuerpo de derecho, la
escrito, que no exigiría el tipo habitual de demanda, que podía proceder
lex mercatoria. Se consideraría que muchas y diversas instituciones jurídi-
hasta en época de vacaciones, que había de rechazar todas las excepciones
cas comerciales creadas a la sazón, como los títulos negociables, el crédito
dilatorias y que debía rechazar las apelaciones innecesarias que causaban
con garantía y las empresas conjuntas, así como muchas instituciones
retrasos, así como los "gritos" de abogados, acusadores, partes y testigos
jurídicas más antiguas que por entonces fueron adaptadas, formaban un
superfluos. En tales casos, declaraba la bula, el juez "interrogará a las par-
sistema distinto y coherente.
tes, por instancia de ellas o por su propia iniciativa, siempre que la igual-
Las siguientes características distintivas del derecho mercantil occiden-
dad así lo requiera".zs Esta decretal se introduciría después en ulteriores
tal fueron introducidas durante estos siglos:
estatutos italianos que establecían los tribunales mercantiles. También in-
fluyó sobre los tribunales mercantiles y marítimos alemanes, franceses e la marcada separación de la ley de muebles (cosas) de la de inmuebles (tierra y
ingleses, incluso en la corte del canciller inglés, en su jurisdicción sobre cosas inseparables de la tierra);
equidad. el reconocimiento de der~chos en el comprador, de buena fe, de muebles,
En Inglaterra, la rapidez de la justicia mercantil fue subrayada por derechos superiores a los del verdadero propietario;30
Bracton, quien escribió que había cierta clase de personas "que necesitan el remplazo de los antiguos requerimientos de la entrega de bienes para
tener justicia expedita, como los mercaderes, a quienes se les hace justicia poder transferir la propiedad por el recurso de la entrega simbólica, es decir,
la entrega del derecho de propiedad (y del riesgo de pérdida o de daño), por la
\'fl"t

366 FORMACIÓN DE LOS SISTEMAS JURÍDICOS SECULARES EL DERECHO MERCANTIL 367

transferencia de documentos de transporte u otros documentos; buena fe, que se manifestó sobre todo en la creación de nuevos recursos de
la creación de un derecho de posesión de muebles independiente de su crédito, y el principio de personalidad corporativa, que se manifestó sobre
propiedad; 31 todo en la creación de nuevas formas de empresas de negocios.
el reconocimiento de la validez de acuerdos orales informales en la compra y
venta de muebles; Recursos de crédito
la limitación de las reclamaciones por violación de garantía, por una parte, y
el desarrollo de la doctrina de garantías implícitas de aptitud y de mercantibili-
Como el pago en especie se volvió excepcional en el siglo XII, hubo toda una
dad (marchandise loyale et marchande), por la otra;
la introducción de una medida objetiva de los daños por no entrega de
proliferación de nuevos tipos de contratos comerciales que incluyeran el
bienes, basada en la diferencia entre el precio de contrato y el precio de merca- uso del crédito. De hecho, el propio pago en efectivo era una especie de
do, jur to con la introducción de penas monetarias fijas por violación de algunos transacción de crédito, porque no había un Estado soberano que garanti-
tipos de contratos; zara el valor del dinero y circulaban muchos diferentes tipos de moneda.
el desarrollo de títulos comerciales, como letras de cambio y pagarés, y su Las principales formas de crédito extendidas por los vendedores a los
transformación en los llamados contratos abstractos, en que el documento no compradores eran los pagarés y las letras de cambio. O bien el comprador
sólo era prueba de un contrato subyacente, sino que a su vez encamaba, o era, firmaba un documento dirigido al vendedor, prometiéndole pagarle cierta
el contrato y se le podía demandar independientemente; suma de dinero, fuese en cierto momento futuro o a la presentación del
la invención del concepto de negociabilidad de las letras de cambio y de documento, o bien expedía un giro (letra de cambio) a una tercera persona
pagarés, por la cual el que de buena fe hacía la transferencia, tenía derecho a ("A X, páguese Y por cuenta mía ... "), que también era pagadero en cierta
que le pagara el girador, o el autor, aun si este último tenía ciertas defensas fecha o a su presentación. Los árabes, en el comercio mediterráneo, ha-
(como la defensa de fraude) contra el pagador original;
bían empleado ya instrumentos comerciales entre los siglos VIII y x, pero al
la invención de la hipoteca de bienes muebles (hipoteca de cosas), el nexo del
vendedor no pagado y otros intereses de seguridad en bienes; parecer no se les trató entonces como "contratos abstractos", es decir,
el desarrollo de una ley de bancarrota que tomaba en cuenta la existencia de como obligaciones independientes de las relaciones contractuales que los
un complicado sistema de crédito comercial; habían hecho surgir. Cuando se volvieron comunes en Occidente a finales
el invento del conocimiento de embarque y otros documentos relativos al del siglo XI y en el XII, no sólo adquirieron el carácter de obligaciones inde-
transporte; pendientes, como el propio dinero, sino también otra característica del
la expansión de antiguo préstamo marítimo grecorromano y la invención del dinero: su negociabilidad. El que emitía el billete (o girador de la nota)
préstamo sobre casco y quilla, asegurado por un nexo sobre el flete o por partes hacía que este instrumento fuese pagadero al cliente "o a su orden".34
del navío mismo, como medio de financiar y de asegurar las ventas de un co- Esto significaba que cualquier persona a quien se trasfiriera el instrumen-
merciante en el extranjero;32 to (fuese mediante endoso o de otro modo) tenía el derecho incondicional
el remplazo del concepto grecorromano -más individualista- de sociedad de que le pagara el girador, aun si éste tenía una defensa válida (como la
(societas) por un concepto más colectivista en que había una propiedad compar- defensa por fraude) contra el cliente original... con sólo que el nuevo
tida, la propiedad estaba a disposición de la asociación como unidad, y los dere-
propietario del documento lo hubiese recibido de buena fe y sin estar
chos y obligaciones de uno de los socios sobrevivían a la muerte del otro;
enterado de fraude u otra prohibición. Se preveía así que el título pasaría
el invento de la empresa conjunta (commenda) como especie de sociedad por
acciones, en que la responsabilidad de cada inversionista estaba limitada a la de mano en mano. De manera similar, una letra de cambio pagadera al
cantidad de su inversión; cliente "o al portador" era válida en manos de cualquier portador inocente.
el invento de marcas de fábrica y patentes; Ni el concepto ni la práctica de la negociabilidad de los títulos de crédi-
la flotación de préstamos públicos logrados por medio de bonos y otras to fueron conocidos en el antiguo derecho romano ni en el germánico, ni
garantías; tampoco hubo un concepto o práctica desarrollados entre los musulmanes
el desarrollo del banco de depósito.33 y otros mercaderes del Mediterráneo entre los siglos VIII y x. Desde luego,
su invención por mercaderes occidentales de finales del siglo XI y el XII fue
Así, muchos si no la mayoría de los elementos estructurales del sistema una respuesta al surgimiento, en esa época, de un creciente mercado de
moderno de derecho mercantil se formaron en aquel periodo. En ellos artículos. Y, sin embargo, para producir la respuesta se necesitaba más
estaban implícitos ciertos principios jurídicos básicos, compartidos por que el estímulo económico. Tenía que haber una reserva del crédito mis-
todos los sistemas legales de la época y que fueron adaptados a las necesi- mo, pues sin crédito, es decir, sin confianza en el futuro de la comunidad
dades especiales de la comunidad mercantil. Éstos incluían el principio de de personas que constituían el mercado, no podía haber ni instrumentos
.,.....
368 FORMACIÓN DE LOS SISTEMAS JURÍDICOS SECULARES EL DERECHO MERCANTIL 369

de crédito ni el crédito extra encamado en su negociabilidad. Desde luego, mercantil fue esencial para la eficacia de esa hipoteca de bienes muebles,
crédito significa confianza o fe, o creencia en algo o en alguien. Un sis- pues había el peligro de que los mismos bienes fuesen dados en prenda,
tema de transferir la obligación futura de un deudor, de un acreedor a fraudulentamente, a más de un prestamista. Este peligro fue conjurado en
otro, no se habría podido desarrollar y mantener si no hubiese habido una muchas de las ciudades europeas, mediante el desarrollo de un sistema de
sólida confianza o fe, o creencia en la integridad y a la vez en la duración registro de hipotecas prendarias ante funcionarios públicos, de modo que
de la comunidad a la que pertenecían todos los acreedores y deudores. De los potenciales prestamistas pudiesen descubrir todo adeudo anterior.36
hecho, sólo semejante confianza en el futuro de la comunidad mercantil Para el nuevo y desarrollado sistema de crédito comercial que fue crea-
hizo posible medir el valor del pago inmediato contra el valor del pago en do en Occidente a finales del siglo XI y durante el XII fue esencial una ley de
fecha posterior. bancarrota que, por una parte, tomaba en cuenta los intereses de seguri-
Como ha escrito Robert S. Lopez: dad para proteger a los acreedores y, por otra, no era ruinosa para los deu-
dores. El derecho germánico había sido especialmente severo contra el
Un crédito generoso fue el gran lubricante de la Revolución comercial. Fue un que no pagara sus deudas; sus acreedores se ad::.eñaban de todo lo que
fenómeno enteramente nuevo ... la economía grecorromana había estado bien
tenía, y hasta podían llegar a vivir en su casa, explotar a sus sirvientes y
abastecida de efectivo de todas clases, pero no fue apropiada a un crédito co-
mercial en grande escala, y ... la economía de la época bárbara fue deficiente,
consumir sus cosechas. En cambio, el derecho romano de Justiniano se ha-
tanto en efectivo como en crédito; nunca despegó. El despegue del periodo bía mostrado muy humanitario para con el deudor en bancarrota, pero
siguiente no fue fomentado por una enorme inyección de crédito, sino por una había dejado mal protegidos a los acreedores. La ley de bancarrota de
más íntima colaboración de quienes empleaban el crédito. No ocurrió en Ale- Occidente a partir del siglo XII logró un equilibrio entre estos dos extremos.
mania, donde nuevas minas de plata entraron en actividad entre los siglos x y Autorizó una limitación a la responsabilidad de los deudores y al mismo
XII, sino en Italia, donde el abismo entre los capitalistas agrarios y los comer- tiempo dio preferencias a los acreedores. En palabras de Levin Goldsch-
ciantes se estrechó [y donde] el crédito hizo posible que una pequeña inversión midt, la ley de bancarrota de este periodo "forma una etapa original y su-
de efectivo trabajara, simultáneamente, en varios lugares a la vez.35 mamente inHuyente del desarrollo jurídico europeo" Y

El crédito floreció en muchas formas en este periodo, no sólo en Italia, Tipos de asociaciones de negocios: la empresa conjunta
sino por toda Europa occidental. Además de la concesión del crédito de los
vendedores a los compradores por medio de títulos negociables y otros A finales del siglo XI surgió en Italia, Inglaterra y otros lugares de Europa
recursos, los compradores también dieron crédito a los vendedores me- un nuevo tipo de acuerdo de negocios, la commenda, por el cual se movili-
diante los varios tipos de contratos para la compra de bienes que serían zaba capital para el comercio de ultramar a grandes distancias y, con menor
entregados en el futuro, que serían comprados y revendidos por el com- frecuencia, por tierra. El primer precursor de la commenda acaso fuese una
prador, y similares. Una vez más, tales contratos presuponían la existencia práctica comercial musulmana que llegó a Bizancio, incluyendo los puertos
no sólo de un mercado desarrollado, sino también de una fe en el futuro marítimos de la Italia meridional, en los siglos VIII a x. En la Italia septen-
de la comunidad que integraba el mercado y un concepto del tiempo como trional y más allá de los Alpes, la commenda probablemente comenzó en el
factor que había que evaluar en las transacciones comerciales. siglo XI como contrato de préstamo, pero pronto se desarrolló en un acuer-
La concesión de crédito por el vendedor al comprador, o por una ter- do de asociación para un solo negocio, por lo general un viaje redondo al
cera parte (por ejemplo, un banquero) al comprador, fue mucho más co- Medio Oriente, África o España. Uno de los socios, llamado el stans, aportaba
mún que la concesión del crédito por el comprador al vendedor, y como el capital pero se quedaba en su patria; el otro socio, llamado el tractator, se
resultado se buscaron medios para proteger al prestamista contra incumpli- encargaba de hacer el viaje. A cambio de hacer el viaje, difícil y peligroso, el
mientos. El más importante de tales recursos fue la hipoteca de bienes socio viajero solía recibir una cuarta parte de las ganancias, mientras que
muebles (hipoteca prendaria), según la cual la parte que otorgaba el crédito quien había arriesgado su dinero recibía las tres cuartas partes restantes.
conservaba un interés de seguridad en los bienes para que no se les pudiese Como observa Lopez, "Este acuerdo puede parecer injusto, pero en los si-
revender o disponer de ellos de cualquier otra manera, hasta que él estuviera glos XII y XIII la vida era barata y escaso el capital" .38
pagado, y si no se le pagaba, entraría en posesión de los bienes y los reven- Una variación de la commenda fue la societas maris ("sociedad del
dería para cobrar la deuda. Ni el derecho romano ni el germánico habían mar"), en que el tractator aportaba un tercio del capital y el stans dos ter-
contado con tan sutil recurso de seguridad. Una vez más, la existencia de cios, y los dos compartían las ganancias en partes iguales.
una cohesiva comunidad mercantil con un cuerpo desarrollado de derecho Lopez indica que el stans no necesariamente se echaba a dormir. Podía
~r

370 FORMACIÓN DE LOS SISTEMAS JURÍDICOS SECULARES EL DERECHO MERCANTIL 371

ser "un comerciante de edad avanzada, que ya no salía a la mar, pero que legal básico, manifestado en la ley de las asociaciones empresariales -ley
aún se dedicaba activamente a los negocios y a veces se encargaba de la por entonces en desarrollo-, a saber, el principio de la personalidad
venta de los artículos traídos por su socio". Más aún, el tractator de una colectiva de los miembros de la asociación. Aunque formada exclusiva-
commenda, era, con frecuencia, el stans de otra commenda recíproca, de mente sobre la base del acuerdo, la asociación constituía una persona legal
modo que los dos tipos no formaban grupos antagónicos de socio inver- que podía poseer propiedades, hacer contratos, demandar y ser demanda-
sionista y socio viajero, o de explotadores y explotados. Por otra parte, da. Los socios estaban autorizados a actuar en conjunto en nombre de la
hubo "muchos casos en que los socios inversionistas eran viudas y huér- asociación, y eran responsables en conjunto de las deudas de la aso-
fanos, sacerdotes y monjas, funcionarios públicos y notarios, artesanos u ciación. Sin embargo, además, cada uno de los socios, actuando por su
otras personas sin experiencia en los negocios".39 parte, podía obligar a la asociación, y también cada uno era responsable
La commenda y la societas maris tenían la gran ventaja de que la de sus deudas. En conjunto, constituían una corporación en el sentido en
responsabilidad de los socios quedaba limitada a la cantidad de su inver- que un obispado o una parroquia era una corporación, y en que una uni-
sión inicial. A este respecto, era como la moderna sociedad en comandita versidad o un gremio asimismo lo era; es decir, constituían un cuerpo go-
por acciones. Asimismo, los inversionistas podían reducir los riesgos divi- bernado por sí mismo, una comunidad, cuya personalidad era a la vez
diendo su dinero entre varias diferentes commendae, y no invirtiéndolo trascendente e inmanente, es decir, a la vez distinta de las personas de sus
todo en una empresa. Pero la commenda difería de la moderna empresa miembros y unida a ellas.
comercial ya que era, por lo general, un acuerdo a breve plazo, que se di- La forma de empresa comercial del siglo XII más parecida a la moderna
solvía al terminar el viaje particular para el que se había establecido. corporación empresarial, la commenda, fue creada para breve plazo y con
Los negocios arriesgados por tierra y a largo plazo con frecuencia se un propósito específico. Era una asociación "secular" en todo el sentido de
organizaban, a finales del siglo XI, en el XII y a comienzos del XIll, de acuer- la palabra: era una criatura de su época. Y, sin embargo, hasta la com-
do con una forma diferente de sociedad, llamada compagnia. Ésta fue, en menda era una comunidad; los socios no sólo eran agentes, pues bajo el
su origen, una asociación de miembros de la misma familia que se esforza- naciente sistema del derecho comercial, un agente, a diferencia de un
ban, unidos, por aumentar la riqueza familiar. Tales "compañeros" a me- socio, no podía hacer responsable a un señor anónimo por préstamos y
nudo se dedicaron al comercio. Con el tiempo, se les unieron otros em- depósitos (aunque sf pudiera hacerlo por ventas y contratos).41
presarios, formando una unidad empresarial, una "compañía". En contraste Así parece, una vez más, que la integridad del nuevo sistema de derecho
con la commenda, la compagnia no tenía una responsabilidad limitada; mercantil, es decir, la coherencia estructural de sus principios, conceptos,
cada uno de sus socios era plenamente responsable, ante terceras partes, reglas y procedimientos, se derivó básicamente de la integridad y coheren-
de las deudas de la compañía. Asimismo, la compagnia solía efectuar diver- cia estructural de la comunidad mercantil de la cual era ley.
sas actividades comerciales durante un periodo de muchos años. A menudo
era lo bastante grande duradera y flexible para establecer sucursales en
varias ciudades. El desarrollo del derecho mercantil
La breve duración de la commenda y la responsabilidad ilimitada de la
compagnia se vieron sujetas a cierta modificación por cláusulas especiales La integración del derecho mercantil, su unidad estructural, estuvo direc-
insertadas en los respectivos contratos por los que se formaban. También tamente relacionada con su desarrollo orgánico. Fue concebido como un
se disponía de otros tipos de contratos para formar otras clases de asocia- sistema en desarrollo. Su desarrollo fue sumamente rápido, no sólo en su
ciones de negocios.40 Sin embargo, los principales modelos eran la com- periodo formativo, sino también después, durante los siglos XIII, XIV y XV.
menda y la compagnia. Como en el caso del derecho canónico, del feudal, del señorial y de otros
Tanto el principio general de buena fe, subyacente en todos los sistemas sistemas jurídicos contemporáneos, la objetividad del derecho mercantil,
jurídicos de la tradición legal occidental en su época formativa, como la la especificidad de sus normas y la precisión de sus conceptos aumentaron
manifestación especial de ese principio en los medios de crédito del nuevo con el paso del tiempo. Su universalidad y generalidad, su uniformidad
sistema de derecho comercial se reflejaron en la commenda, la compagnia prevalecieron cada vez más sobre las diferencias locales; la reciprocidad
y otras diversas formas de asociación comercial, en que los socios reunían de derechos cobró cada vez mayor importancia al aumentar las oportu-
recursos y compartían pérdidas y ganancias. Estas asociaciones empresa- nidades contractuales; la adjudicación de disputas comerciales se regula-
riales dependían de la confianza de cada uno de los socios en que los otros rizó cada vez más; y aumentó el grado de integración del derecho mercan-
socios cumplirían sus promesas. Sin embargo, además hubo otro principio til. En otras palabras, como en el caso de los demás sistemas legales que
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372 FORMACIÓN DE LOS SISTEMAS JURÍDICOS SECULARES EL DERECHO MERCA..."l:TIL 373

formaron la tradición jurídica occidental, con el paso del tiempo los rasgos comerciales se extendió a ex campesinos y a la nobleza feudal, y después
característicos del derecho mercantil también se volvieron tendencias de se extendería gradualmente a otros, incluso a mujeres y menores. Éstos no
su desarrollo orgánico. fueron simplemente cambios, sino avances, y no sólo avances automáti-
Algo que facilitó enormemente la evolución consciente del sistema de cos, sino adaptaciones conscientes de las instituciones de ideas jurídicas
derecho mercantil fue la existencia de instituciones responsables de su prexistentes a situaciones nuevas: una expansión consciente de su gama
desarrollo. Los gobernantes de Europa, en especial las autoridades de las de aplicación para adaptarse a las nuevas necesidades.44
ciudades comerciales más importantes, ayudaron a desarrollar el sistema De esta manera, por todo el sistema de derecho mercantil ocurrió un pro-
de derecho mercantil codificando las costumbres comerciales. De ello son ceso de diferenciación que tuvo la apariencia de un desenvolvimiento del
ejemplos las Costumbres de Génova de 1056, el Constitutum Usus de Pisa pasado hacia el futuro, un crecimiento autónomo a lo largo de los siglos.
de 1161 y el Libro de las Costumbres de Milán, de 1216. También facilitó Había, por lo menos, una ilusión, no sólo de la unidad básica del cuerpo de
ese avance la conservación de las actas de las decisiones de tribunales mer- derecho que los comerciantes hicieron para gobernar sus actividades, sino
cantiles, incluso los de las ferias, así como tribunales de ciudades y maríti- también de la cooperación continua de sucesivas generaciones de comer-
mos. ciantes, para hacer que viviera y se desarrollara ese cuerpo de derecho.
Además, la creación de un elaborado sistema de notarías a finales del
siglo XI y durante el XII hizo inevitable que la costumbre comercial se
adaptara conscientemente a las nuevas condiciones. Los notarios no sólo
registraban los documentos mercantiles, sino que también redactaban
contratos y otros escritos notariales. A estos instrumentos se les daba la
fuerza de obligaciones contractuales. Así, un notario podía preparar un
pagaré, una letra de cambio u otra orden de pago, que tendrían valor obliga-
torio legal. En realidad, el contrato notarial y de cambio parece haber sido el
progenitor de la letra de cambio, y la promesa de pago notariada probable-
mente fue progenitora del pagaré. En la Europa septentrional, donde los ins-
trumentos notariales no eran usados con tanta frecuencia como en el Sur,
las actas certificadas por autoridades municipales y gremiales, como el
Guildhall de Londres, gozaban de similar autoridad.
Además de las actas notariales, los libros mayores de los bancos y los
cartularios de las naves también tenían fuerza legal, y hasta las cuentas de
los comerciantes eran admisibles como testimonio. Vemos así que había
un vasto sistema de registro de operaciones comerciales, y aunque esto
indudablemente puso ciertos frenos al cambio, también lo canalizó y le
dio continuidad y dirección.
Cualesquiera que fuesen los factores de ese desarrollo, no cabe duda de
que éste existió. La evolución del préstamo marítimo y la invención del
préstamo sobre casco y quilla se emplearon como medios indirectos de ase-
gurar los embarques marítimos en el siglo XII; en el XIV hicieron su aparición
los primeros documentos de seguro marítimo, el cual, para el siglo XV, era un
próspero negocio.42 Una vez más, en los siglos XII y XIII los bancos mercan-
tiles enviaron a sus clientes unas cartas en que aseguraban a sus potencia-
les acreedores, que el banco cumpliría con las obligaciones en que incu-
rriera el cliente; en los siglos XIV y X"V tales cartas se desarrollaron hasta ser
cartas comerciales de crédito, en que el banquero aseguraba a ciertos ven-
dedores en particular que él pagaría los bienes particulares que el cliente de-
seara comprar. 43 En el siglo XII, la capacidad de participar en contratos

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