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CORRIENTES, MODELOS Y ENFOQUES DE UNA AUDITORIA ADMINISTRATIVA.

INTRODUCCION

La administración es responsable de asegurarse que la mano de obra y el capital se usen de


manera efectiva para aumentar la productividad. Los administradores son responsables del
incremento de la productividad, aplicando tecnología y conocimiento. Las empresas
desarrollan procesos para operar con eficiencia y satisfacer a sus clientes. Los procesos
tienen como finalidad producir bienes o servicios que cubran las necesidades de los clientes
y que generen utilidades para las empresas u organizaciones.
El uso y desarrollo de modelos matemáticos para solucionar problemas de logística y
abastecimiento durante la Segunda Guerra Mundial ayudaron a la toma de decisiones
óptimas y por ello surge la necesidad de formalizar todas estas teorías hasta donde el arte de
administrar lo permitiese (hay variables que no pueden ser cuantificadas). Con las
aplastantes cantidades y calidades de los productos chinos, difícilmente podemos hablar de
una competencia real en el mundo actual.
Conocer los primeros principios que es de donde vienen sus métodos actuales, nos ayudará
a crear sistemas productivos realmente eficaces y eficientes para enfrentar estas economías
apabullantes para obtener y mantener mercados compradores.
Los diferentes autores y tratadistas que se han ocupado de la auditoría administrativa la han
enfocado con distintos criterios, los cuales, sin embargo, podemos clasificarlos en dos
grandes corrientes de pensamiento.

Primera corriente: un examen de la estructura de control


Los que están a favor de esta corriente sostienen que la auditoría operativa (no aceptan el
término administrativa) debe ser considerada un examen de los “controles” o “medios”
utilizados para realizar la función de que se trate.
Son varios los autores que se adhieren a este punto de vista respecto del alcance del examen
que presupone la auditoría operativa (Cadmus, Choi, Churchill y Cyert, Seiler, etc.), por lo
que citaré dos opiniones, únicamente.

Uno de los más importantes expositores de esta corriente es Cadmus B., quien dice: “La
auditoría operativa comienza por familiarizarse con las operaciones reales y los problemas
operativos, seguida de un análisis y evaluación de los controles para asegurar que son
adecuados para proteger el negocio.

Esto, sin embargo, es sólo el comienzo de la auditoría. El examen de los controles se


convierte en el punto de partida para la evaluación del valor de los controles en la operación
del negocio”.

Otro expositor es Seiler R. E., quien sostiene un punto de vista similar y dice: “La auditoría
operativa no es más que una revisión de controles”.

Muchos ejecutivos no han aceptado esta auditoría porque piensan que es una evaluación de
la eficiencia de operaciones técnicas por parte de una persona no entrenada o
experimentada en cuestiones operativas técnicas.

Este no es el caso, porque la auditoría operativa es una revisión y evaluación de controles;


el único aspecto nuevo sobre la auditoría operativa es que se revisan controles no
financieros.

Por lo general, quienes están a favor de este prime enfoque, asumen la posición de
considerar que la auditoría operativa es simplemente una extensión de la auditoría
tradicional más allá de las áreas contable v financiera.
Segunda corriente: un examen total de la estructura y comportamiento de un
organismo social
Esta corriente de pensamiento entiende y expone que la auditoría administrativa involucra,
además del examen de la estructura del control (medios) para determinar su eficiencia, un
examen y evaluación de la eficiencia con que se manejan los recursos y resultados
(efectividad) alcanzados en el desempeño de una función gerencial cualquiera.
Quiere decir esto que la auditoría administrativa va mucho más allá del mero examen de los
controles o medios utilizados para ejercer una función determinada, cubriendo en realidad
todo el aspecto estructural N. metodológico de un organismo social.

Son numerosos los autores y tratadistas que representan a esta corriente (Leonard,


Norbeck, Bucldey, Campfield, Chapman y Alonso, Fernández Arena, Perel, etc.), por lo
que citaré sólo dos opiniones:
Uno de los más importantes expositores de esta corriente es sin duda Leonard W. P., quien
señala: “Los factores en los métodos y desempeño directivos que requieren una constante
revisión y e valuación son: planes y objetivos, organización, políticas y prácticas, sistemas
y procedimientos, métodos de control, medios de operación, recursos humanos y físicos.

Igualmente, Chapman W. L. y W. Alonso, son partidarios de un enfoque amplio, como


puede apreciarse cuando indican que la primera y segunda fases de la realización de una
auditoría consisten en:
a) Examinar los objetivos, las políticas, la organización, los recursos utilizados, los
procedimientos aplicados y los controles establecidos.

b) Comparar los resultados obtenidos con las metas trazadas.

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