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PROYECTO LABORATORIO DE BIOENSAYOS.

Los bioensayos son herramientas ampliamente utilizadas en el campo de la


ecotoxicología, la cual se ocupa del estudio del efecto y destino de los agentes tóxicos
que tienen origen en las actividades humanas a los ecosistemas acuícolas y terrestres
(Larrain 1995). Estas pruebas de toxicidad permiten realizar mediciones experimentales
del efecto de agentes químicos o físicos en sistemas biológicos, estableciendo relaciones
concentración-respuesta bajo condiciones controladas en terreno o en laboratorio.

Los bioensayos y pruebas de toxicidad hacen parte de un grupo de medidas para evaluar
el riesgo ecológico que causan los contaminantes. El efecto más obvio que causa un
contamínate al ingresar a un ecosistema es la muerte rápida de organismos que se
encuentran en el.

No todos los productos químicos son nocivos para los organismos, por tal razón se deben
realizar pruebas para detectar qué producto puede causar un impacto negativo en el
desarrollo de un organismo y en qué cantidad causa este impacto. La entrada de
sustancias tóxicas a un ecosistema se puede dar de diferentes formas, ya sea por
aplicación directa (fertilizantes, herbicidas, plaguicidas), como producto de procesos de
combustión (óxido de azufre, óxido de nitrógeno, hidrocarburos) o a través de productos
generados en la fabricación, transporte y consumo de la sociedad moderna (Gonzales, J
& Becerra, R. 1999).

Los bioensayos o pruebas de toxicidad, actualmente abarcan evaluaciones que integran


diferentes niveles poblacionales, comunidades o ecosistemas que permitan identificar los
elementos biológicos en riesgo, esta técnica bioanalítica es un complemento a los análisis
fisicoquímicos tradicionales, y se ha convertido en un procedimiento eficaz para el
hallazgo de concentraciones de sustancias perjudiciales al ambiente (Díaz-Báez., et al,
2004)

Las pruebas toxicológicas se realizan de acuerdo a pruebas estandarizadas y validadas


internacionalmente como (ASTM, 1996; OECD, 1993; ISO,1996; EC, 1992 y USEPA,
1994), las cuales dictan los procedimientos a seguir para sustancias químicas puras,
efluentes, aguas superficiales y subterráneas, adicionalmente la utilización de organismos
animales como : Daphnia magna, Hydra attenuata, y vegetales como Lactuca sativa,
Selenastrum capricornutum (Díaz-Báez., et al, 2004)

La realización de bioensayos en Colombia es de gran importancia, ya que nos brinda


herramientas técnicas para detectar sustancias tóxicas que se encuentran en el agua,
recurso hídrico que posteriormente va a ser utilizado como fuente de abastecimiento
público, industrial y comercial.

Otro aspecto que resalta la relevancia de los bioensayos es la conservación de nuestros


recursos naturales, lo cual lo dicta la Constitución Nacional de Colombia en su artículo 80
del Capitulo I “El Estado planificará el manejo y aprovechamiento de los recursos
naturales, para garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o
sustitución.
Además, deberá prevenir y controlar los factores de deterioro ambiental, imponer las
sanciones legales y exigir la reparación de los daños causados”.

Por tal razón es de vital importancia no solo desarrollar estudios para detectar problemas
de contaminación generados por descarga de materia orgánica y patógena, sino además
los generados por descarga de agentes tóxicos y residuos peligrosos.

En Colombia el control de calidad del agua es desarrollado por diferentes instituciones


gubernamentales y se basa en el establecimiento de diferentes metodologías para
identificar diferentes problemas de calidad. Este control implica la caracterización química,
física y bacteriológica de diferentes fuentes de agua y su posterior comparación con
estándares que varían de acuerdo con el uso del recurso (Díaz-Báez., et al, 2004)

A nivel legislativo, en Colombia, existen varias normas para el control de la calidad del
agua, en primera instancia se encuentra de manera global el artículo 80 ya mencionado
con anterioridad, está el decreto 475 (MinSalud, 1998), norma de agua potable, donde
determina ciertos compuestos tóxicos y se hacen recomendaciones para sustancias como
pesticidas, además describe los intervalos de concentraciones máximas permisibles
obtenidas en pruebas toxicológicas orientadas a la protección de la salud humana.

El Decreto 1594 (MinSalud, 1984), el cual define conceptos de toxicidad, toxicidad aguda,
toxicidad crónica, bioensayo acuático. En artículo 45 de este decreto expone los criterios
de calidad permisibles para la preservación de fauna y flora, además enumera las
diferentes sustancias de interés sanitario cuyo valor permisible deberá ser establecido
por pruebas de toxicidad, como concentración letal media (CL 50-96) expuesta en el artículo
46 del mismo decreto. (Díaz, 1995).

A la luz de la necesidad de hallar sustancias tóxicas en el agua por medio de


evaluaciones técnicas, es de suma importancia que cualquier Industria, departamento y
municipio, realice pruebas toxicológicas independiente de su uso final, todo con el
objetivo de cumplir lo que la ley exige.

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