Está en la página 1de 1

Soluciones al conflicto entre el desarrollo de las actividades

humanas y la conservación del ambiente.

Hoy en día los seres humanos hacemos cara a muchos hechos que miden nuestro
desarrollo y crecimiento como una raza inteligente en civilización, lo que representa una vicisitud
muy particular que nuestro mundo moderno enfrenta. La cultura humana se encuentra en el
mayor auge de la historia, al punto de haber sido capaces de adaptarnos a todos los climas que
rigen a nuestro planeta y de vivir en casi cualquier lugar del globo. Esto se ha traducido en un
expansionismo poblacional que necesita de muchos recursos para mantenerse, lo que a su vez
implica el crecimiento de la industria para cubrir dichas necesidades. Sin embargo, los recursos
necesarios, a diferencia de estas necesidades, no son infinitos y muchos de ellos son
preocupantemente cada vez más escasos. Si no cuidamos o racionamos dichos recursos, los
agotaremos y será una catástrofe no sólo para la raza humana, sino para todo nuestro planeta.
De aquí nace precisamente la mayor de todas las pruebas que debemos superar como especie,
¿cómo continuar con el desarrollo de la civilización humana y a la vez conservar y mantener el
ambiente que nos da vida? La respuesta a esta pregunta no es sencilla, pues involucra muchas
aristas a encarar. No obstante, existe una corriente de pensamiento que apunta precisamente a
dicho objetivo, conocida como Desarrollo Sustentable, una corriente nacida a finales del siglo
XX que busca el equilibrio entre en desarrollo humano, mejorando la calidad de vida de las
personas, y la preservación del medio ambiente y sus recursos.

Muchos ejemplos de esta corriente son visibles en la actualidad. Existen por ejemplo
viviendas autónomas que satisfacen sus propias necesidades, es decir, que producen su propia
electricidad, procesan sus propios desechos orgánicos y hasta proveen fuentes de alimento
mediante jardines orgánicos. Éste tipo de vivienda no se encuentra esparcido al azar por el
mundo, sino que hay un gran número de ciudades, incluso países, que aplican este modelo de
desarrollo sustentable. Como ejemplo podemos citar a la ciudad sueca de Malmö, la cual tiene
sectores construidos con normas sustentables como techos con jardineras que ayudan a la
termorregulación del hogar, electricidad proveniente de energías renovables locales (fotovoltaica,
eólica, undimotriz), optimización de transporte público y ciclovías, así como una alta presencia
de áreas verdes.

Ahora bien, el desarrollo sustentable se limita a un periodo de tiempo a corto y mediano plazo.
Si se desea obtener un cambio sustancial a largo plazo para las problemáticas ambientales de
ahora y las que se prevén para el futuro, necesitamos de otro concepto un tanto similar pero con
mayor alcance, el Desarrollo Sostenible, cuyo propósito es que estos procesos dados a corto
plazo puedan continuar siendo aplicados con el paso del tiempo, generando así soluciones que
ayuden a paliar el desastre ambiental actual.

Finalmente, ambos conceptos confluyen en puntos importantes que ayudarían mucho a la


recuperación del desastre ambiental, entre ellos: desarrollo de energías alternas a la quema de
hidrocarburos como fuente de electricidad, por ejemplo la energía eólica, hidráulica, térmica,
undimotriz, mareomotriz, nuclear, fotovoltaica, u otras que puedan surgir; la rotación de cultivos
para rehabilitar las tierras explotadas por la agricultura masiva, el tratamiento de aguas
residuales, el reciclaje y mejor uso de los residuos sólidos, pero sobre todo la educación para
lograr que las generaciones futuras entiendan lo importante que es cuidar el ambiente y con ello
contribuyan a su conservación.
Alumno: Renzo Enmanuel Molina Chacón. CI: 20287596.
Sección: 2.

También podría gustarte