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1) RINITIS AGUDAS

La rinitis es la inflamación e hinchazón de la membrana mucosa de la nariz; se


caracteriza por secreción nasal y congestión, y suele aparecer a causa de un resfriado
común o de una alergia estacional.

 Los resfriados y las alergias son las causas de rinitis más frecuentes.
 Los síntomas de la rinitis incluyen secreción nasal, estornudos y nariz tapada.
 Por lo general, el diagnóstico se basa en los síntomas.

Las diversas formas de rinitis se tratan de varias maneras, como por ejemplo con
antibióticos, antihistamínicos, cirugía, inyecciones de desensibilización (a veces
denominadas inyecciones contra la alergia) y mediante la evitación de agentes irritantes.
La rinitis se clasifica como alérgica o no alérgica. La causa de la rinitis no alérgica suele
ser una infección viral, aunque los agentes irritantes la pueden provocar. La nariz es el
segmento de las vías respiratorias altas que se infecta con mayor frecuencia.
a) Rinitis alérgica
La rinitis alérgica se produce por una reacción del sistema inmunitario del
organismo ante un factor ambiental desencadenante. Los desencadenantes
ambientales más frecuentes son el polvo, los mohos, el polen, las hierbas, los
árboles y los animales. Tanto las alergias estacionales como las alergias
durante todo el año pueden provocar rinitis alérgica.
Los síntomas de la rinitis alérgica consisten en prurito, estornudos, secreción
nasal, congestión nasal y ojos llorosos y pruriginosos. La persona afectada
puede sufrir dolores de cabeza (cefaleas) y tener los párpados hinchados,
además de tos y sibilancias.

Se diagnostica una rinitis alérgica basándose en los antecedentes de los


síntomas de la persona. A menudo hay antecedentes familiares de alergia. Los
análisis de sangre o las pruebas cutáneas permiten obtener información más
detallada.

Se tratamiento se basa en evitar la sustancia desencadenante de la alergia.


La utilización de aerosoles nasales con corticoesteroides reduce la inflamación
nasal y son inocuos para uso prolongado.
Los antihistamínicos ayudan a evitar la reacción alérgica y, por lo tanto, los
síntomas asociados.
b) Rinitis vírica aguda
La rinitis viral aguda puede ser causada por varios virus, por lo general
el resfriado común.
Los síntomas consisten en secreción nasal, estornudos, congestión, goteo nasal
posterior, tos y febrícula.
La congestión nasal puede aliviarse tomando descongestivos como la
oximetazolina o la fenilefrina en forma de aerosol nasal, o pseudoefedrina por
vía oral.
Los antihistamínicos ayudan a controlar la secreción nasal, pero algunos
causan somnolencia y la mayoría causan otros problemas, especialmente en las
personas de edad avanzada
Los antibióticos no son eficaces para el tratamiento de la rinitis vírica aguda.

c) Rinitis vasomotora
La congestión nasal, los estornudos y la secreción nasal, síntomas habituales de
la alergia, se producen sin que exista una alergia aparente. En algunas
personas, la nariz reacciona fuertemente a los agentes irritantes (como el polvo
y el polen), a los perfumes, a la polución o a los alimentos picantes. Este
trastorno aparece y desaparece, y se agrava con la sequedad del aire. El color
de la membrana mucosa inflamada varía de rojo intenso a morado. No
aparecen secreciones purulentas ni se forman costras.

El tratamiento de la rinitis vasomotora es por ensayo y error, y no siempre es


satisfactorio. Puede ser útil evitar el tabaco y los irritantes, y usar un sistema de
calefacción central humidificado o un vaporizador para aumentar la humedad.
En algunas ocasiones, los aerosoles nasales con corticoesteroides y
antihistamínicos resultan de utilidad. No deben utilizarse aerosoles
descongestionantes nasales

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