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Monografia de Fuero Militar
Monografia de Fuero Militar
Facultad:
Educación y Humanidades
Escuela:
Derecho y Ciencias Políticas
Docente:
Rubén Acero de la Cruz
Integrantes:
Ayala Prieto Jakeline Tatiana
Cruz Saucedo Erika Melisa
Mariños Pereda Geiner
Panta Piscoche Sheyla Dayana
Pereda Cabrera Darly Leydi
DEDICATORIA
NUESTROS PADRES
PROF.
PRESENTACIÓN
Señor profesor:
Atentamente
Los estudiantes
ÍNDICE
DEDICATORIA
PRESENTACION
INDICE
INTRODUCCION
EL FUERO MILITAR
1. Definición
2. Antecedentes
2.1. Historia del Fuero Militar Policial
2.2. Durante la República
2.3. El primer código de justicia militar de la historia
2.4. La Jurisdicción Militar en las constituciones de 1979 y 1993
2.5. Nuevo código de Justicia Militar-Policial mejora la celeridad de los casos
2.6. Justicia Militar integrada
3. Naturaleza
4. Marco constitucional y regulación legal
5. Ley Nº 29182: LEY DE ORGANIZACIÓN Y FUNCIONES DEL FUERO MILITAR
POLICIAL
6. CONCLUSIONES
7. BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
La justicia militar es una institución que tiene más de cinco (5) siglos de
existencia en nuestro país. Fue incorporada desde la conquista, permaneció
durante el virreinato y se ha mantenido a lo largo de nuestra vida republicana. A
nivel constitucional, la justicia militar ha estado presente siempre en la
Constitución histórica nacional. Ha sido contemplada, por ejemplo, en las
normas fundamentales de los años 1823, 1828, 1834, 1856, 1933 y 1979. La
actual Constitución de 1993 reitera la vigencia de la jurisdicción militar en su
artículo 139º, al señalar que “no existe ni puede establecerse jurisdicción alguna
independiente, con excepción de la militar y la arbitral”. Del mismo modo, la Ley
Fundamental ha delimitado el marco competencial de la jurisdicción militar en su
artículo 173º, dentro del Capítulo XII referido a la Seguridad y Defensa Nacional,
asignándole la finalidad exclusiva de administrar justicia penal militar policial
cuando los miembros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional incurran en
delitos de función. El fin de la justicia militar policial es velar por que los efectivos
de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional cumplan con orden y disciplina
las funciones que la Constitución les ha confiado. En efecto, la Constitución, en
sus artículos 163º, 165º y 166º, asigna a las Fuerzas Armadas y a la Policía
Nacional las trascendentales funciones de garantizar, en forma integral y
permanente, la defensa, independencia, soberanía, integridad territorial,
seguridad y orden interno de la República. Para que estas funciones se cumplan
en forma idónea, resulta indispensable que se preserve el orden y la disciplina
en las instituciones armadas y policiales, lo cual se logra con la sanción de los
delitos de función en la jurisdicción militar policial. Los magistrados militares
policiales tienen conocimiento de la estructura, procedimientos y demás
circunstancias propias de las fuerzas del orden, de suyo complejas y que
justifican evidentemente la existencia de la justicia militar como jurisdicción
independiente y especializada. Cabe recordar que nuestro país se ha
caracterizado por tener un clima de violencia e inseguridad, que se agravó en los
últimos 30 años por el fenómeno del terrorismo y actualmente por las
convulsiones sociales internas y el narcoterrorismo. Por estas razones, es vital,
para la existencia y desarrollo de nuestra nación, contar con fuerzas del orden
disciplinadas e idóneas.
EL FUERO MILITAR
1. Definición
El Fuero Militar Policial, previsto en el artículo 173° de la Constitución Política del
Perú, es un órgano jurisdiccional autónomo, independiente e imparcial. Es
competente únicamente para juzgar los delitos de función.
A tenor de lo dispuesto en el artículo 139 numeral 1) de la Constitución Política
del Perú, constituye una jurisdicción excepcional e independiente del Poder
Judicial. Su competencia comprende exclusivamente el ámbito penal militar y
policial. En el ejercicio de sus funciones y atribuciones, el Fuero Militar Policial se
sujeta a los principios y garantías de la función jurisdiccional y al pleno respeto
de los derechos fundamentales de la persona.
Los delitos de función, de naturaleza y carácter militar policial son tipificados en
el Código Penal Militar Policial y son imputables, sólo y únicamente, a militares y
policías en situación de actividad.
El Fuero Militar Policial constituye una jurisdicción independiente del Poder
Judicial. Su función central es la administración de Justicia Penal Militar Policial,
en el ámbito establecido por ley. El Fuero Militar Policial por su naturaleza y
finalidad se relaciona con el Sistema de Defensa Nacional dentro de la
independencia y autonomía que les reconocen la Constitución y sus respectivas
leyes.
2.- Antecedentes
El Fuero Militar Policial siempre estuvo unido a las Fuerzas Armadas y Policía
Nacional como su juez natural, encargado de la investigación y juzgamiento de
los delitos de función conforme a las normas constitucionales y al Código de
Justicia Militar. De ahí la conocida frase que reza: "La Justicia Militar es como el
polvo en las botas del soldado" porque va a todas partes con nuestras fuerzas
armadas y policía para recordarles guardar pulcritud y disciplina en todos sus
actos.
militar. Quedan prohibidos los juicios por comisión o delegación". El artículo 282º
precisaba: "Los miembros de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Policiales en los
casos de delitos de función están sometidos al Fuero respectivo y al Código de
Justicia Militar, cuyas disposiciones no son aplicables a los civiles, salvo lo
dispuesto en el artículo 235 (No hay pena de muerte, sino por traición a la Patria
en caso de guerra exterior). Quienes infringen el Servicio Militar Obligatorio
están sometidos al Código de Justicia Militar." La Constitución de 1993 ha
tratado, en semejantes términos, el asunto de la Jurisdicción Militar: "Artículo
139º.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional: 1. La unidad y
exclusividad de la función jurisdiccional. No existe ni puede establecerse
jurisdicción alguna independiente, con excepción de la militar y la arbitral.
Salvo cuando imponen la pena de muerte porque entonces puede casar la corte
suprema, en los demás procesos de llevan adelante los tribunales militares son
un órgano jurisdiccional autónomo dentro del estado, pues tienen su propia
estructura organizativa, sus propias formas de proveer el personal que juzga,
Por delitos de función debe entender aquellos que comete el personal de las
fuerzas armadas y de la policía nacional n el ejercicio de sus funciones y
normalmente por incumplimiento o exceso en las mismas. Una denominación
más exacta sería la de delito militar. Así se evitaría caer en ambigüedades que
permitan sustraer de la justicia ordinaria a personal castrense que cometa delitos
comunes. En este sentido, una mejor opción constitucional sería establecer que
cuando la misma conducta pueda ser tipificada en el Código Penal y en el
Justicia Militar, la norma aplicable ser la primera y el juicio se llevara ante el
poder judicial. la norma existente es distinta y se presta a presiones de todo tipo,
pues sostiene que cuando se forme una contienda de competencia entre los
tribunales militares y el poder judicial, resolverá la corte suprema de justicia.
Por lo demás, debe subrayarse que la justicia militar sólo es competente para
conocer las materias establecidas en el Código de Justicia Militar. La referida
norma, expedida el 24 de julio de 1980, regula exclusivamente los delitos y faltas
militares, aplicándoles las sanciones previstas en el Código para cada tipo penal.
El sujeto activo este Código es el personal que ostenta la condición de militar.
Los civiles solo son considerados para el tipo de traición a la Patria en caso de
guerra exterior y por infracción en la aplicación de la Ley de Servicio Militar.
El último párrafo del artículo bajo análisis se refiere a las infracciones al Servicio
Militar Obligatorio. Estas han pertenecido siempre al ámbito castrense como
todos los aspectos técnicos y administrativos de dicho servicio. Es razonable que
estos casos sean resueltos en dichos tribunales.
3. Naturaleza
El Fuero Militar Policial por su naturaleza y finalidad se relaciona con el Sistema
de Defensa Nacional dentro de la independencia y autonomía que les reconocen
la Constitución y sus respectivas leyes.
TÍTULO PRELIMINAR
Artículo I.- Fuero Militar Policial
El Fuero Militar Policial, previsto en el artículo 173 de la Constitución Política del
Perú, es un órgano jurisdiccional autónomo, independiente e imparcial. Es
competente únicamente para juzgar los delitos de función.
Artículo 2º.- Relación del Fuero Militar Policial con el Sistema de Seguridad
y Defensa Nacional
El Fuero Militar Policial, por su naturaleza y finalidad, se relaciona con el Sistema
de Seguridad y Defensa Nacional, dentro de la autonomía e independencia que
les reconocen la Constitución Política del Perú y sus respectivas leyes.
TÍTULO II
COMPETENCIA Y JURISDICCIÓN DEL FUERO MILITAR POLICIAL
CAPÍTULO I
COMPETENCIA
El quórum de la Sala Plena del Tribunal Supremo Militar Policial es de cinco (5)
miembros.
Artículo 10º.- Nombramiento de Vocales del Tribunal Supremo Militar
Policial
Los Vocales del Tribunal Supremo Militar Policial son nombrados por el
Presidente de la República, a propuesta de la Sala Plena, previa evaluación de
méritos. Cuando cese un Vocal de la Sala Suprema Revisora, será reemplazado
por un Vocal Supremo que sea Oficial General o Almirante en situación de
actividad, con cuatro o más años en el grado, quien pasará a la situación de
retiro reconociéndosele la totalidad de años de servicio, conforme a Ley.
Artículo 11º.- Elección y cese del Presidente del Tribunal Supremo Militar
Policial
El Presidente del Tribunal Supremo Militar Policial es Oficial General o Almirante
en situación de retiro, elegido entre sus miembros por la Sala Plena, para ejercer
el cargo por un período de dos (2) años. Puede ser reelegido, por única vez, por
un periodo igual. La elección se realiza dentro de los treinta (30) días anteriores
al inicio del año judicial.
Al término del ejercicio del cargo de Presidente, cesa en sus funciones de Vocal
Supremo.
El Presidente del Tribunal Supremo Militar Policial preside el Fuero Militar
Policial, el Consejo Ejecutivo y la Sala Revisora Militar Policial.
Artículo 12º.- Competencia y funciones jurisdiccionales
Compete al Tribunal Supremo Militar Policial, en el ámbito de sus funciones
jurisdiccionales:
1. Conocer y resolver en última instancia los recursos de apelación contra los
autos y resoluciones dictados por los Tribunales Superiores Militares Policiales.
2. Expedir sentencias en los casos de su competencia.
3. Recibir y elevar a la Corte Suprema de Justicia de la República los recursos
de casación contra sus resoluciones, en los casos que corresponda.
CAPÍTULO III
TRIBUNALES SUPERIORES MILITARES POLICIALES
CAPÍTULO IV
Cada Juzgado tiene un Juez titular, con grado militar o policial de Teniente
Coronel o equivalente, en situación de actividad.
CAPÍTULO V
Los órganos fiscales del Fuero Militar Policial ejercen la acción penal militar de
oficio o a petición de parte, en los casos de delitos de función. Poseen
autonomía e independencia en el ejercicio de sus funciones.
Los Fiscales del Fuero Militar Policial, en sus distintos niveles, son oficiales en
situación de actividad, con grado militar o policial equivalente al de los vocales o
jueces, del respectivo órgano jurisdiccional. Proceden del Cuerpo Jurídico Militar
Policial.
Los Fiscales Militares Policiales de los otros niveles son designados por la
Fiscalía Suprema Militar Policial, previo concurso de méritos y evaluación
curricular. Serán ratificados cada cinco (5) años.
La Fiscalía Suprema Militar Policial está integrada por tres (3) Fiscales
Supremos, todos Oficiales Generales o Almirantes del Cuerpo Jurídico Militar
Policial. Los Fiscales Supremos proceden de distintos institutos de las Fuerzas
Armadas o Policía Nacional. Su quórum es de dos (2) miembros.
Los órganos fiscales del Fuero Militar Policial tienen las funciones siguientes:
TÍTULO IV
En el caso específico que un Vocal de una Sala no pueda actuar por causa
justificada, es reemplazado por el Vocal de menor antigüedad de otra Sala.
Similar procedimiento, se aplica para el caso de los Fiscales Militares Policiales.
Los Jueces y Fiscales del Fuero Militar Policial, en el ejercicio de sus funciones,
tienen los mismos derechos, deberes y obligaciones, conforme a la presente
Ley.
Los Vocales, Jueces y Fiscales deberán cumplir con los cursos académicos que
determine el Centro de Altos Estudios de Justicia Militar, y los que correspondan
a su respectivo grado.
a) Muerte.
1. Límite de edad, al cumplir setenta (70) años de edad los Vocales y Fiscales
Supremos en situación de retiro.7
4. Por las siguientes causales de pase a la situación de retiro para los oficiales
en situación de actividad:
4.7. A su solicitud.
e) Incompatibilidad sobreviniente.
El Fuero Militar Policial se rige por la presente Ley, el Código de Justicia Militar
Policial y, supletoriamente, por las normas sustantivas y procesales que rigen
para la justicia ordinaria.
TÍTULO V
TÍTULO VI
ÓRGANO DE CONTROL
CAPÍTULO I
b. Suspensión del cargo sin goce de haber hasta por noventa (90) días
naturales.
CAPÍTULO II
TÍTULO VII
La línea de carrera en el Fuero Militar Policial se rige por los niveles jerárquicos
establecidos en la presente Ley.
TÍTULO VIII
El Cuerpo Jurídico Militar Policial está constituido por los Oficiales de las
Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú en situación de actividad y
con formación jurídica militar policial, acreditada con título profesional de
abogado. Se exceptúa, únicamente, los casos contemplados en los artículos 9 y
24 de la Ley.
TÍTULO IX
CAPÍTULO I
AUXILIARES JURISDICCIONALES
a. Las Salas del Tribunal Supremo Militar Policial cuentan con un Relator de
Los Fiscales Adjuntos de los Órganos Fiscales Militares Policiales son asignados
y distribuidos por la Fiscalía Suprema Militar Policial, según las necesidades del
servicio fiscal.
Los auxiliares de los órganos jurisdiccionales y fiscales del Fuero Militar Policial
proceden del Cuerpo Jurídico Militar Policial.
Son designados y removidos por resolución del Presidente del Tribunal Supremo
Militar Policial o del Presidente de la Fiscalía Suprema Militar Policial según
corresponda, de acuerdo a las necesidades del servicio en la función
jurisdiccional o fiscal. La suplencia y cese de los auxiliares jurisdiccionales se
sujetan al mismo procedimiento.
CAPÍTULO II
Todo procesado en el Fuero Militar Policial debe contar con un abogado de parte
o de oficio para su defensa, bajo sanción de nulidad del proceso.
Los abogados de oficio proceden del Cuerpo Jurídico Militar Policial y ejercen la
defensa de los procesados sin abogado de parte, en todas las instancias
jurisdiccionales. Son designados por el Tribunal Supremo Militar Policial.
TÍTULO X
POLICIAL
TÍTULO XI
CAPÍTULO I
PRESUPUESTO Y RECURSOS
CAPÍTULO II
La estructura administrativa básica del Fuero Militar Policial está compuesta por
una Dirección Ejecutiva y por órganos técnicos, de apoyo, asesoramiento,
control y defensa judicial. El Reglamento de Organización y Funciones, que será
aprobado por resolución del Consejo Ejecutivo del Fuero Militar Policial,
establece las funciones y atribuciones de cada uno de los órganos antes
señalados.
CAPÍTULO III
CAPÍTULO IV
CAPÍTULO V
RÉGIMEN LABORAL
Los trabajadores del Fuero Militar Policial perciben, asimismo, los beneficios
adquiridos conforme a ley.
TÍTULO XII
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
1
Articulo derogado por el Decreto Legislativo Nº 1096, publicado el 1 de setiembre de 2010. Antes de su derogación
este articulo tuvo el siguiente texto: “Mientras dure el proceso de implementación e instalación del Fuero Militar Policial,
conforme a la presente Ley, continuará en funciones el Consejo Supremo de Justicia Militar y sus distintos órganos
jurisdiccionales y fiscales en el ámbito nacional, a fin de asegurar la continuidad y funcionamiento de la Justicia Militar en
todos sus niveles.”
2
Articulo derogado por el Decreto Legislativo Nº 1096, publicado el 1 de setiembre de 2010. Antes de su derogación
este articulo tuvo el siguiente texto: “Encárguese al Tribunal Supremo Militar Policial, dentro de los ciento veinte (120)
días siguientes a su instalación, aprobar los reglamentos que requiera el funcionamiento del Fuero Militar Policial. Éstos
serán aprobados por acuerdo de Sala Plena.”
6. PRINCIPIOS Y DELITOS
Por ello, consideramos que sólo en el sentido presentado hasta aquí, debe
entenderse la línea de desarrollo jurisprudencial del Tribunal Constitucional,
cuando señala:
El artículo 173º de la Constitución dispone que “En caso de delito de función, los
miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional están sometidos al
fuero respectivo y al Código de Justicia Militar (…)”.
Para entender los alcances de la definición del delito de función postulada por el
Tribunal Constitucional es necesario recurrir a las teorías más representativas
que lo desarrollan. Las teorías sobre el delito de función, distinguen entre delitos
militares propios y delitos militares excepcionales.
El delito militar propio es aquel delito que únicamente puede ser cometido por un
militar, constituyendo una infracción a los deberes militares, afectándose así
bienes jurídicos militares. Se clasifican en dos tipos:
2. Delito militarizado
Por otro lado, el delito militar excepcional es aquel donde el sujeto activo puede
ser un militar o un civil, operando de esta manera una relativa militarización
subjetiva poniendo a cargo de civiles deberes militares. Ello se produce
normalmente, dada la gravedad de las circunstancias en caso de conflicto
armado externo.
En otro extremo, los que postulan que la teoría que adopta nuestro
ordenamiento es el del delito esencialmente militar, alegan la jurisprudencia de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, citando el caso Durand y Ugarte
vs. Perú, donde el órgano jurisdiccional determinó que:
Lo que sí es un hecho es que existe una norma con rango de ley que ha
determinado, bajo el principio de legalidad, que rige con mayor presencia en el
ámbito del Derecho Penal, cuáles son los delitos de función: el Código de
Justicia Militar, que atendiendo a su contenido recoge la clasificación del delito
militarizado. Es decir, persiste una realidad: el legislador, en virtud de su opción
política legítima, ha adoptado para efectos del conocimiento de casos en el fuero
militar, por la prevalencia del delito de función propio militarizado. Ello, se
evidencia en la tipificación de delitos como la injuria o la difamación, donde se
pueden diferenciar dos bienes jurídicos afectados: el honor y la disciplina,
revistiendo este último, de manera clara, mayor trascendencia para el ámbito
castrense, y consecuentemente para el cumplimiento de las misiones
encomendadas a los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional,
por lo que califica como delito de función.
ciudadanos. Ello, como es lógico, no está en discusión, siendo que el tema que
justifica el establecimiento de los delitos de función es la misión directa que la
Constitución impone a las referidas instituciones, en tanto la responsabilidad de
la seguridad externa e interna recae en ellas, y no (al menos directamente) en la
ciudadanía o en los demás órganos, entre los que se encuentra, claro está el
propio Tribunal Constitucional.
Por supuesto, que todos los peruanos estamos obligados a contribuir con el
orden interno y externo del Estado, pero ello no determina que el interés que
desarrolla la ciudadanía civil sobre estos aspectos, sea el mismo que se
desarrolla en el contexto castrense. Es claro, que si ello no fuera así, la
Constitución no hubiera determinado la vigencia de una jurisdicción militar que
conozca delitos de función.
Del mismo modo, el Tribunal Constitucional, precisando los alcances del delito
de función ha definido que es necesario que un militar o policía “haya infringido
un deber que le corresponda en cuanto tal; es decir, que se trate de la infracción
de una obligación funcional, por la cual el efectivo estaba constreñido a
mantener, o a realizar, o no realizar, un comportamiento a favor de la
satisfacción de un interés considerado institucionalmente como valioso por la ley;
además, la forma y modo de su comisión debe ser incompatible con los
principios y valores consagrados en el texto fundamental de la República (deber
militar)”. Es decir, reconoce que el deber militar comporta valores y principios
constitucionales, los cuales no pueden ser otros, sino los vinculados con las
misiones asignadas a las instituciones castrenses en la Carta Política.
A tenor de lo descrito, que son los alcances técnicos del concepto de deber
militar, se puede afirmar de forma categórica que efectivamente, el mantemiento
de la disciplina si constituye un bien jurídico, materia de protección por las
Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Dicho resguardo, como no puede ser de
otra manera, compete a su jurisdicción autónoma, en virtud de que una
vulneración a este principio contraviene el interés institucionalmente vital para el
mantenimiento y cumplimiento de las funciones constitucionales encomendadas
a estos órganos.
Siendo ello así, queda claro, que en el caso de los delitos de función contenidos
en el Código de Justicia Militar Policial, no se está ante tal duda, siendo que se
reconoce plenamente (atendiendo al contenido del deber militar desarrollado
anteriormente) el bien jurídico afectado, en atención del interés vital institucional
Es decir, y tal como se colige de la integridad del texto del fallo, el Tribunal
únicamente considera el rol medular de las Fuerzas Armadas para la defensa
nacional en el contexto de un conflicto armado, es decir un papel vital por
excepción, siendo que la regla es que constituye “uno más” de los campos que
integran el Sistema de Defensa Nacional.
Aquellos son los casos de la rebelión (artículo 68º), la sedición (artículo 70º,
incisos 1 y 4, que se refieren a los casos de impedir el cumplimiento de alguna
norma legal, sentencia o sanción; y a participar en algún acto de alteración del
orden público, respectivamente) y el derrotismo (artículo 75º en el extremo que
dispone “y que atenten contra la integridad, independencia y poder unitario del
estado”), para los cuales se estableció que el bien jurídico comprometido no es
uno institucional de las Fuerzas Armadas o de la Policía Nacional: el régimen
constitucional. El Colegiado refirió en el fundamento 56: “(...) cuando se
consagra como delito de función la conducta de un militar o policía que
alzándose en armas busca alterar o suprimir el régimen constitucional, no se
está buscando proteger un bien jurídico propio y particular de las Fuerzas
Armadas o de la Policía Nacional, ni se está afectando la defensa militar de la
Nación, sino antes bien se busca proteger un bien jurídico como el régimen
constitucional, es decir, un régimen en el que existe un control efectivo de los
poderes del Estado y existe una vigencia efectiva de los derechos
fundamentales, entre otros aspectos, y que por lo tanto, por no ser un bien
jurídico estrictamente castrense, debe ser protegido mediante la legislación
penal común (…)”.
Decimos una vez más: no se trata de una inmiscusión en el plano de los bienes
jurídicos ordinarios, como mal entiende el Tribunal Constitucional, sino de
contextualizar el bien jurídico afectado en las misiones encargadas a los
Institutos Armados y a la Policía Nacional, que en este caso se constituye en el
Igual lógica se puede seguir en el caso del delito de empleo indebido de armas,
donde no obstante existir una afectación a la administración pública, desde una
perspectiva general, se entiende claramente que dicha conducta reviste puntual
y gravemente una afectación al bien jurídico mantenimiento de la disciplina
castrense o policial o en palabras del Tribunal Constitucional “disciplina que
afecte las funciones constitucionales de las Fuerzas Armadas o de la Policía
Nacional”. Y así, lo mismo respecto de los demás delitos declarados
inconstitucionales en la sentencia a la que venimos haciendo referencia.
Examen de necesidad. Exige que la medida adoptada por el Legislador, para ser
constitucional, deba ser absolutamente indispensable para la consecución del fin
legítimo, pues de existir una medida alternativa que, siendo igualmente idónea
para conseguir el mencionado fin, influya con menor intensidad en el respectivo
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
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proceso inquisitivo. En: HURTADO POZO, José (Director) y DOIG DÍAZ, Yolanda (Coordinadora).
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editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú y Universidad de Friburgo, 2002.
- BASADRE, Jorge. Historia de la República. Tomo II. Lima: Editorial Universitaria. 1983.
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Peruana de Derecho Constitucional 2. Lima: Tribunal Constitucional, 2000.
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POZO, José (Director) y DOIG DÍAZ, Yolanda (Coordinadora). La Reforma del Derecho Penal
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de Defensa Legal Nº 150. Edición Especial. Lima, noviembre 2002.
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Legal, 1998.
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Juristas, 1990.
https://es.scribd.com/doc/226987845/Legis-Fuero-Militar-
Del-Peru
https://es.scribd.com/doc/72728287/Historia-Del-Fuero-
Militar-Policial