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ASIGNATURA

Psicología clínica

TEMA

Informe Caso clínico

PRESENTADO POR

Lina Marcela Arce Murillo

Viviana Marcela Parra Gamboa

Kiara Mileth Pacheco Prado

Adriana Valdes Moreno

DOCENTE

Lina marcela Ruiz

Nrc 7438

Corporación universitaria minuto de Dios

UNIMINUTO SECCIONAL DE URABA

URABA-COLOMBIA

2020
INTRODUCCION

Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV,

American Psychiatric Association, 2000), la fobia social (FS), también conocida como

trastorno de ansiedad social, se caracteriza por un miedo intenso, persistente y excesivo en

respuesta a una o más situaciones sociales en las cuales la persona se ve expuesta a gente

desconocida o al posible escrutinio por parte de los demás. La persona teme ser observada,

actuar de un modo que sea humillante/embarazoso o mostrar respuestas de ansiedad que

resulten también humillantes o embarazosas. Las situaciones sociales temidas se evitan o se

soportan con ansiedad o malestar intensos. La exposición a las situaciones temidas provoca

ansiedad e incluso ataques de pánico.

Una persona con fobia social tiende a restringir su vida solo por el hecho de no tener

contacto ni conexión social con personas que no pertenezcan a su núcleo familiar. A

continuación relataremos un caso clínico


CONCEPTUALIZACIÓN DEL CASO PRESENTADO.

Como menciona el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V,

American Psychiatric Association, 2000). Donde la fobia social es producida por un

trastorno de ansiedad, que se manifiesta con miedo profundo y excesivo con un resultado a

varias situaciones sociales en las cuales las persona suelen verse expuestas a posibles

desconocidos y exclusión por parte de los demás. Un individuo con fobia social teme a

mostrarse y ser observado por parte de los demás, y que resulte bochornoso para el por sus

indicios de ansiedad. Los momentos sociales temidos se impiden o se aguantan con

ansiedad o un poco de malestar potente. Los sucesos temidos producen ansiedad y ataques

de pánico. Esos miedos van de la mano con reacciones somáticas, manifestándose con

vergüenza, contracciones nerviosas, temblores, y sudoración. Lo cual provoca una gran

involucración en el ciclo vital de las personas en su área social, laboral, económica y

personal.
DESCRIPCIÓN CLÍNICA DEL CASO.

La fobia social tiende a restringir la vida de muchos individuos, pues esta incapacita a

un sujeto a no poder tener contacto, ni conexión social con otras personas; viéndose la

persona expuesta en una situación no agradable como ataque de ansiedad, miedo irracional

a ser rechazado, la ansiedad va muy ligada a quien padece fobia social. Esto puede darse

por sobreprotección emocional, llegar hacer el centro de atención en algún lugar en

específico, ataques o críticas.

Lo que aquejaba a Camila eran los ataques de pánico, que se vinieron dando unas dos

semanas antes de asistir a la consulta que estaba con un mes de anticipación; indica que los

ataques le proporcionaban temblores de piernas, unas profundas ganas de vomitar, sentía

dificultad para respirar, mareos, náuseas, sentía mucho miedo a perder el control. Los

ataques más fuertes vinieron acompañados de comportamientos auto lesivos como los de

arañarse con tijeras e uñas partes de la piel como piernas y brazos. Este comportamiento

provoco en ella la furia y la impotencia dada tras no sentirse comprendida por su pareja.

Las reacciones que más temía eran las náuseas y los vómitos solo por el hecho de ser

visible para los demás pues esto la exponía a verse evaluada negativamente por otros y

estas sensaciones le provocan un gran miedo, aunque no tanto lo que dijeran si no como

fuera observada

Lo que en gran parte le provocaba estos ataque de pánico eran los actos sociales, como ir

a reuniones con otras personas, o bien sea ir a una comida, en especial a partes donde

conocía muy poco a esas personas, o ir a tomar café en algún lugar antes de ir a su clase de

baile. Las constantes peleas que tenía con su pareja. La relación para ella era algo así como

autodestructiva, su compañero era un poco agresivo mientras que Camila era un poco más

sumisa. Es de suma importancia denominar que las situaciones eran de tipo social y no
específico de la agorafobia. De hecho en situaciones intimidantes sobresalían las náuseas,

los temblores. Además de las situaciones sociales, otras circunstancias que proporcionaban

los ataques y ansiedad era el ser evaluada negativamente o ser el centro de atención. Para

defenderse, Camila trataba de evitar contacto o conexión con personas desconocidas no iba

a reuniones con conocidos o familiares de su compañero sentimental porque en parte ese

tipo de situaciones era lo que le producían ansiedad. Para protegerse en su mochila traba de

llevar cosas como gas pimienta, o trataba siempre de ir acompañada de una persona de su

entera confianza, trataba de pasar desapercibida, es más hablaba poco y abandonaba las

conversaciones antes de que fuera demasiado tarde. Camila mostraba altos niveles de

ansiedad y estrés, como también baja autoestima, desilusión con ella misma, intenciones

suicidas y muerte. Pero no tenía la más mínima intención de acabar con su vida y se valoró

el riesgo de suicidarse como bajo.


POSIBLES HIPÓTESIS.

Camila consideraba que siempre había sido muy nerviosa, pero creía que los

problemas graves de ansiedad habían empezado al iniciar la relación con su actual pareja,

varios años atrás. En esta época, mientras preparaba unos exámenes, estuvo especialmente

ansiosa, con sensaciones físicas desagradables que acabaron en vómitos y diarreas. Otro

episodio significativo fue la ocurrencia de sensaciones físicas desagradables y vómito

cuando fue a dormir a casa de un amigo, lo que le llevó a huir de la situación. Finalmente,

tuvo un ataque de pánico tras una discusión con su compañero sentimental. A partir de aquí

se desarrolló la hipervigilancia a sus sensaciones físicas, el miedo a las mismas, la

preocupación por futuros ataques y la aparición de las primeras conductas de evitación. El

médico de cabecera le había recetado Alprazolam (0,25 mg) para momentos de crisis y lo

tomaba cuando se notaba excesivamente ansiosa. Así mismo, hace un año había acudido a

terapia psicoanalítica durante 4 meses, pero abandonó por motivos económicos y por

pensar que la terapia no le era útil.


PROCESOS DE EVALUACIÓN.

Si está bien solo que en el eje

Eje I trastorno de ansiedad social

Eje II trastorno ansiedad

Eje III ninguno

Eje IV problemas con su pareja y problemas interacción social

Eje V escala de evaluación de actividad global (E.E.A.G) 50 Síntomas graves (p. ej.,

ideación suicida) o cualquier alteración grave en la actividad social, laboral o escolar (p. ej.,

sin amigos, incapaz de mantenerse en un empleo).

80 Si existen síntomas, son transitorios y constituyen reacciones esperables ante agentes

estresantes psicosociales (dificultades para concentrarse tras una discusión familiar);sólo

existe una ligera alteración de la actividad social, laboral o escolar


DATOS IDENFICATIVOS DEL PACIENTE.

Camila era una mujer de 25 años, con estudios universitarios y que trabajaba como

profesora en una escuela. Vivía en pareja y mantenía una relación cordial con su familia.

Acudió a consulta por ataques de pánico repentinos que comenzaron año y medio atrás y

que se acentuaron en frecuencia e intensidad mes y medio antes de solicitar ayuda.


DIAGNÓSTICO CLÍNICO.

Se descartó el trastorno de pánico con agorafobia, por las razones ya expuestas, y se

consideró que Camila cumplía los criterios de FS según el DSM-V. En efecto, evitaba las

situaciones sociales, pero no estar sola; le preocupaban sus reacciones corporales no por sí

mismas, sino porque los demás pudieran verlas y evaluarle negativamente; los ataques de

pánico estaban relacionados con ciertas interacciones sociales; y los reacciones más

características en estas, aparte de las molestias estomacales, eran el rubor, las contracciones

nerviosas y el temblor, respuestas más típicas de la FS que de otras fobias.


TRATAMIENTOS Y OBJETIVOS DE LA INTERVENCIÓN DE ACUERDO

CON LOS RESULTADOS DE LA EVALUACIÓN.

Objetivos terapéuticos.

(a) aprender a tolerar las sensaciones físicas o a manejarlas cuando fuesen excesivas;

(b) corregir las expectativas e interpretaciones negativas;

(c) reducir la ansiedad social y ataques de pánico;

(d) implicarse más en las interacciones sociales (ser participante activa, poder comer con

gente, comunicarse de forma asertiva) sin mostrar conductas defensivas. A través de la

consecución de estos objetivos, se esperó que mejorasen también su estado de ánimo y su

autoestima

Tratamiento.

Se realizaron 21 sesiones de 1 hora. El tratamiento fue de orientación cognitivo-

conductual e incluyó autor registros, entrenamiento en respiración controlada,

entrenamiento en atención, reestructuración cognitiva, auto exposición en vivo y

entrenamiento en asertividad.

Desde el inicio la intervención es que Cristina registre las situaciones ansió genas

junto con sus pensamientos y reacciones a las mismas. En la primera sesión es acordar el

análisis funcional del problema y los objetivos terapéuticos y se expuso el plan de

tratamiento. Luego, se explicó la psicofisiológica de la ansiedad (segunda sesión) y se

inició un entrenamiento en respiración controlada para poder manejar las sensaciones

desagradables asociadas a la ansiedad (sesiones 2-4). En las sesiones 3 a 7 se realizó un

entrenamiento para aprender a focalizar la atención en la tarea y aspectos agradables de la


situación en vez de en las sensaciones físicas. En la sesión 4 se elaboró la jerarquía de

exposición y esta última se aplicó en forma de auto exposición hasta la sesión 15. La

exposición fue graduada, incluyó la realización de las actividades temidas y/o evitadas,

junto con el abandono progresivo de las conductas defensivas, y fue planteada como

experimentos para poner a prueba las supuestas consecuencias temidas. Como apoyo para

la exposición, se introdujo la reestructuración cognitiva a partir de la quinta sesión, la cual

comenzó por el miedo a vomitar; se discutió cuál era la probabilidad de que sucediera, que

pasaría realmente si se diera y qué podría hacer. Aunque al inicio del tratamiento Cristina

no vio necesario trabajar los problemas de pareja, progresivamente se fue haciendo más

consciente de la asociación de su sintomatología ansiosa con las discusiones y el maltrato

verbal de su compañero hacia ella. Así pues, en la sesión 9 se comenzó paralelamente un

entrenamiento en asertividad para abordar el patrón sumiso que presentaba en su relación.

Este entrenamiento ocupó parte de las sesiones 9 a 15 y la totalidad de las sesiones 16-20, e

incluyó explicación de los derechos asertivos, distinción entre comportamiento sumiso,

asertivo y agresivo, reestructuración de pensamientos negativos, ensayos en las sesiones y

aplicación en la vida real. Finalmente, en la sesión 21 se revisaron los logros conseguidos y

las estrategias aprendidas y se explicó un programa de prevención de recaídas.


BIBLIOGRAFÍA.

Bruce E , C., & Gotlid, L. (2003). introduccion a la psicologia clinica. En C. Bruce E, &
Gotlid, evaluacion comprencion de los individuos y los contextos (págs. 144-168).
mexico: interamericana .

Morrison, J. (s.f.). DSM-5 gia para diagnostico clinico. En J. Morrison, trastornos de


anciedad (págs. 171-187). manual moderno.

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