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EN MEXICO:
De acuerdo con cifras de INEGI, el Índice global de productividad laboral del total de la
economía (con base en la población ocupada) aumentó apenas 3.93% en el periodo de 2012
a 2018, lo que equivale a una tasa promedio anual de crecimiento de apenas 0.65%. Cabe
señalar que el crecimiento de la productividad laboral de 3.93% fue producto de un
incremento de 4.0% en la de las empresas constructoras, una caída de -2.1% en las
industrias manufactureras, una disminución de -4.5% en el comercio al por mayor, un
incremento de 11.5% en el comercio al por menor y un alza de 19.6% en los servicios
privados no financieros. La interpretación de la evolución en la productividad de la mano
de obra empleada en las diferentes actividades económicas es que, si aumenta la
producción total más que el personal ocupado, entonces crece la productividad; y de
manera análoga, si aumenta la población ocupada más que la producción, entonces cae la
productividad laboral.
Con estos datos en mente, pasemos ahora a analizar cómo se comportaron los ingresos
promedio de la población ocupada. De acuerdo a estimaciones de GAEAP con datos de la
Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) de INEGI, la población ocupada en
México pasó de tener un ingreso promedio diario de 2.47 salarios mínimos en el cuarto
trimestre de 2012 a uno de equivalente a 2.17 salarios mínimos en el mismo trimestre de
2018. Esto en pesos equivale a que el ingreso promedio de la población ocupada pasó de
149.48 pesos a 191.47 pesos por día en el periodo mencionado, lo que equivale a un
aumento nominal de 28.1%; sin embargo, al tomar en cuenta que la inflación en el periodo
fue de 27.4%, tenemos que el nivel de ingresos promedio por persona ocupada aumentó
apenas 0.5% en términos reales.
Con estos datos y los del párrafo anterior, queda claro que si no crece la productividad
laboral no habrá crecimiento sustancial de los niveles salariales de la población ocupada en
México. Es decir, no debe sorprender que la productividad laboral total creció 3.93% en el
pasado sexenio, y en el mismo periodo los ingresos promedio de la población ocupada
aumentaron apenas 0.5%.
Ahora, no obstante, el escaso crecimiento de la productividad laboral, y en algunos casos,
disminución de la misma, se debe destacar que el Producto Interno Bruto total de México
creció en términos reales en 15.3% entre 2012 y 2018, lo que equivale a una tasa de
crecimiento promedio anual de 2.4%. El aumento del PIB total se dio mientras que en el
mismo periodo el PIB del sector de la construcción creció apenas 5.2% (0.85% promedio
anual), el de la industria manufacturera fue de 14.4% (2.27% promedio anual), el del
comercio al por mayor se elevó 22.1% (3.39% promedio anual), el del comercio al por menor
subió 19.4% (2.99% promedio anual), mientras que el de los servicios no financieros se
incrementó en 16.8% (2.62% promedio anual).
Al ver el aumento del PIB en términos reales, acompañado de un muy bajo incremento de
la productividad total de la mano de obra, queda clara la razón por la que el incremento del
valor agregado en México no se traduce en mejoras salariales para el grueso de la población
ocupada, tal como se comentó líneas arriba.
Si realizamos un análisis más detallado, podemos medir el comportamiento el Índice de
Productividad Laboral de la industria manufacturera con base en el personal ocupado,
elaborado por el INEGI, para el periodo de 2007 a 2018 por entidad federativa. Los datos
muestran una importante polarización en la evolución de la productividad laboral de los
estados del país. Para ilustrar esto, a continuación se presenta el desempeño de los estados,
ordenados de mejor a peor (en paréntesis se muestra el tasa de crecimiento o disminución
de dicha productividad): Baja California Sur (105.7%), Puebla (47.3%), Yucatán (41.0%),
Jalisco (40.2%), Chihuahua (29.8%), Aguascalientes (27.9%), Guerrero (23.6%), Quintana
Roo (18.6%), Estado de México (17.6%), Campeche (14.8%), Guanajuato (13.6%), San Luis
Potosí (13.3%), Morelos (11.6%), Nayarit (8.4%), Baja California (8.0%), Ciudad de México
(6.8%), Nuevo León (6.8%), Sinaloa (6.6%), Tabasco (6.4%), Tlaxcala (6.2%), Querétaro
(1.5%), Michoacán (-3.0%), Coahuila (-12.7%), Sonora (-14.7%), Veracruz (-20.2%), Durango
(-21.3%), Oaxaca (-21.4%), Chiapas (-21.9%), Tamaulipas (-27.3%), Hidalgo (-28.5%),
Zacatecas (-37.4%), Colima (-39.1%). Vemos que son 21 entidades con aumento y 11 con
disminución.
Evidentemente, los estados de mejor desempeño en cuanto a crecimiento de su
productividad fueron aquellos que lograron aumentar en mayor proporción su producción
manufacturera en relación a su fuerza laboral empleada en dicha industria.
EN ALEMANIA:
Frecuencia: Mensual.