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La Geografía como ciencia

REALIMENTACIÓN
En la Edad Antigua (griegos) surgieron varios paradigmas, algunos impulsados por
filósofos o pensadores que llegaron a constituir verdaderas escuelas, con discípulos
y seguidores. Por ejemplo, el paradigma idealista de Platón (Atenas), el geocéntrico
de Ptolomeo (Alejandría), el empirista de Aristóteles (Atenas) y Eratóstenes
(Alejandría) y el algorítmico o numerológico de Pitágoras (primero en la isla de
Samos en Asia Menor y, luego, en la Magna Grecia situada en el Sur de Italia). No
había enfoques muy definidos, pues no existían fronteras visibles entre las
disciplinas; se podría hablar de un enfoque enciclopédico o multitemático, aunque
es posible reconocer allí las improntas de la geografía regional en Heródoto y
Estrabón o de la geografía ambiental en Ptolomeo y Estrabón. Este último, con su
obra “Geografía” coronó el rigor descriptivo que caracterizó a este campo del saber
durante mucho.
En la Edad Media se puede hablar de una cosmovisión o paradigma teocéntrico en
Europa católica, que dio paso a un enfoque literario o artístico-religioso en el
abordaje del espacio geográfico (mezcla de realidad con fantasía, género
imaginativo), a diferencia de los árabes (Al Idrisi, Batuta y Jaldún), que se apoyaban
en los viejos paradigmas recuperados de los griegos y les sumaron innovaciones
(productos de sus viajes, cálculos y mapas), por lo que podría tratarse de un
enfoque exploratorio de carácter descriptivo.
La geografía general (enfoque que atravesó la Edad Moderna y Contemporánea), se
sustentaba en el paradigma antropocéntrico (en contraposición al teocéntrico),
con fuerte tenor nacionalista-colonialista. Más tarde, ya avanzada la Edad
Contemporánea (siglo XIX), la geografía general se ató al paradigma positivista y a
las doctrinas naturalista, evolucionista y determinista que se ensamblaban en él.
Aún Ratzel, el gran defensor e impulsor de la geografía humana, estuvo marcado
por esas concepciones.
La geografía regional (perspectiva que tomó forma hacia 1880, es decir, en plena
Edad Contemporánea) se apoyó en el paradigma historicista y en la doctrina del
posibilismo (enunciada por el historiador francés Lucien Febvre, inspirado en el
“anti-determinismo ambiental” expuesto por Vidal de la Blache). De esa manera, el
enfoque regional se despegó del determinismo y de la generalización (camino
nomotético), para concebir al espacio desde una visión idiográfica como unidad
geográfica diferenciada resultante de procesos históricos
Geografía pre-científica
Esta surgió en un primer momento con la necesidad del hombre
de conocer el espacio y el entorno que le rodeaba. Por tanto, en
geografía, la etapa de recopilación y descripción de la
información sobre el espacio va a ser la única existente desde el
siglo VI a.C. en la civilización griega hasta las primeras décadas
del siglo XIX. Sin embargo, ya en Grecia aparece una primera
“división” entre el estudio de un espacio concreto llamado
Geografía y un estudio más teórico y funcional llamado
Cosmografía.
Ya avanzando en el tiempo llegamos a hitos históricos como
el descubrimiento de Américapor Colón, que daría comienzo a
una etapa de gran desarrollo y fomento de la cartografía con fines
comerciales y científicos. Las expediciones de James Cook
ayudaron a la concepción del planeta Tierra como una entidad
única de forma clara durante el siglo XVIII.
Por tanto, esta geografía precientífica se definía como un saber
carente de unas conclusiones universales, unidas al hecho de
que la geografía se entendía como una actividad intelectual de
carácter recopilatorio o enciclopédico, y no como una ciencia.
Habrá que esperar a la difusión de los grandes racionalistas y
científicos que dieron lugar a la Revolución científica en el siglo
XVII por parte de hombres como: Bacon, Copérnico, Galileo, etc.
A mediados del siglo XVIII se da el paso entre la
geografía pre-científica y la geografía científica,
aunque en ésta el hombre no entra como objeto de
estudio.
Humboldt (1769-1859) es quien hace de la
Geografía una ciencia reflexiva, aplicando el
método inductivo o científico, donde entre los
hechos y las causas se establece una ley general.

Posteriormente, hubo una separación de la


dualidad entre la Geografía regional y la Geografía
general, y se buscan respuesta a preguntas como ¿Y
el hombre? ¿Es posible una ciencia del hombre? Se
inicia por tanto una incorporación del hombre al
saber geográfico:
-El hombre como sujeto y como objeto. El hombre
se convierte en objeto de estudio de la geografía.

-La vieja y la nueva polémica determinismo


(positivismo) contra antideterminismo
(historicismo=posibilismo). Recordemos que el
positivismo es una posición teórica de la unicidad o
dualidad de la ciencia. Y esta tendencia afirma que
la ciencia es solo una, un solo tipo de pensamiento;
el método inductivo o experimental, que suponen la
búsqueda de las causas explicativas para establecer
leyes generales.
EL PROCESO DE FORMACIÓN DE LA
GEOGRAFÍA CIENTÍFICA
En el siglo XIX los saberes en torno a lo que se
entendía como geografía, se formalizan y se da paso
a una geografía científica, que pasa a formar parte
del estudio en academias y universidades.
Los Congresos Internacionales de Geografías y las
revistas ayudan a extender el conocimiento de este
saber descriptivo que se va a convertir en ciencia
mediante la aplicación del método deductivo-
experimental, siendo el más apropiado para las
ciencias de la Naturaleza, influencia directa de las
teorías y el trabajo de Darwin.

ALEMANIA
En las últimas dos décadas del siglo XIX y en las
primeras del siglo XX, la geografía se ocupó, por
primera vez con amplitud y rigor científico, de
estos problemas. De tal esfuerzo intelectual nació
una ciencia nueva llamada antropogeografía en
Alemania y Geografía Humana en Francia (Febvre
1955).
En Alemania, el geógrafo y naturalista Federico
Ratzel intentó dar respuesta a la pregunta por la
influencia de las condiciones geográficas sobre la
distribución de la población, sobre la historia y la
organización social en general.

FEDERICO RATZEL
F.Ratzel estuvo influenciado por el positivismo y las
teorías darwinistas. Su obra fundamental es
Antropogeografía.
En ella Ratzel profundiza en los hechos humanos se
pueden explicar del mismo modo que se pueden
explicar los hechos de los demás seres vivos de la
Tierra.
Todo lo que existe es una consecuencia del proceso
de selección en el mundo físico. En definitiva, los
hechos humanos se pueden explicar (mediante la
Geografía Humana) porque todo lo que el hombre
hace en los territorios donde habita está
“determinado” por el medio natural.
La respuesta a esta teoría fue la escuela francesa
que promovió nuevos interrogantes ¿Ciencia del
hombre? ¿Es posible una Geografía Humana?
FRANCIA
En Francia, como alternativa crítica al
determinismo de Ratzel, la geografía humana se
desarrolla bajo la tutela del geógrafo e historiador
Paul Vidal de la Blache, cuyo interés se centra más
en las transformaciones que el hombre hace sobre
el medio, es decir el hombre como agente
geográfico, que en las influencias del medio
geográfico sobre el hombre y la sociedad (Febvre
1955).
Paul Vidal de la Blache
Su labor principal fue la de hacer frente al
determinismo, dicen “no” de forma rotunda a la
idea del “hombre pasivo” defendida por Ratzel.
•Oposición teórica-filosófica, el hombre es un ser
con libertad.
•Oposición por la experiencia, “en medios idénticos
los hombres no se comportan de modo idéntico”.
La obra fundamental de Vidal de la Blache fue
Principios de Geografía Humana, siendo las ideas
básicas de la misma:
•El medio natural condiciona pero no determina la
acción del hombre.
•Ofrece posibilidades entre las que el hombre elije,
pero la elección libre está limitada por el medio y el
“grado de civilización”.
De esta forma el medio físico y la acción humana
generan los distintos tipos de paisaje. El paisaje es
la expresión visual de una realidad compleja. Esta
realidad contiene elementos físicos y elementos
humanos. Todos los elementos que integran los
paisajes y que lo explican son interdependientes
dentro un sistema general.
Paul Vidal de La Blache
Paul Vidal de La Blache es uno de los geógrafos
más importantes de la segunda mitad del siglo XIX.
Revolucionó la Geografía dándole un objeto de
estudio bien diferenciado y exclusivo, de tal manera
que no se podía confundir con ninguna otra
ciencia: la región.
Vidal de La Blache nació en Pézenas (Francia) el 22
de enero de 1845 y murió en Tamaris-sur-Mer el 5
de abril de 1918. Realizó sus estudios en la Escuela
Normal Superior de París y en la escuela de Atenas
(Grecia).
Siempre mostró su interés por las materias
geográficas e históricas. Viajó por las costas del
Mediterráneo. Esta es la época en que los estudios
de Humboldt y Ritter han calado en la Geografía, y
la han convertido en una ciencia moderna. La
generación de Vidal de La Blache sería la que
recogería el testigo.
En 1877 comienza a enseñar geografía en la
Escuela Normal Superior, cargo que mantendría
durante más de veinte años. Finalmente sería
catedrático de geografía en la universidad de La
Sorbona, desde 1898 hasta 1908.
Desde la cátedra de La Sorbona alcanzaría gran
prestigio, lo que le premitió impulsar la geografía
en Francia y crear una escuela con discípulos como
Jules Sion, Jean Brunhes, Albert Demangeon o
Emmanuel de Martonne, que forman Escuela
Geográfica Francesa. Fue fundador de la pretigiosa
revista Annales de géographie (1891).
Su obra más conocida es «Cuadro de la geografía
de Francia» publicada en 1903 como introducción a
la historia de Francia de Ernest Lavisse. Otras
obras importantes son: «Principios de Geografía
Humana» (1922) y «La Francia del Este» (1917).

Vidal de La Blache asumió la región como objeto


de estudio de la Geografía. Para él la región era el
área donde tienen lugar las relaciones entre
fenómenos físicos y humanos. Unas relaciones que
se prolongan a lo largo de la historia. Esta
interacción entre elementos físicos y antrópicos es
lo que dará lugar a un paisaje concreto. Es,
precisamente, esta concepción de interacción entre
medio y sociedad lo que le llevaría a combatir el
determinismo ambiental, asumiendo una postura
posibilista.

El pensamiento de Vidal de La Blache se inscribe


dentro de la reacción antipositivista e idealista de
su época. Rechaza el determinismo natural y
reafirma la libertad humana. Sin embargo, esto no
implica un desinterés por las relaciones entre el
hombre y el medio, si no, muy al contrario,
considera al medio un condicionante que facilita o
perjudica una relación abierta a múltiples
posibilidades.

De esta manera la región tendrá un interés


intrínseco, que resulta de sus características
peculiares y únicas, y el paisaje será la expresión de
estas características peculiares, que se manifestará
a la observación y a la sensibilidad del investigador.
La región, así planteada, permite superar los
problemas que surgen del determinismo, sin
abandonar el interés por la relación entre el
hombre y el medio. También permite superar la
dicotomía entre el conocimiento sistemático que
permite generalizar y la descripción detallada de
las particularidades.

El hacer hincapié en la importancia de la sociedad


en la transformación del medio a lo largo del
tiempo acaba por dar la geografía vidaliana un
carácter político que se sumará a las tesis
nacionalistas de los nuevos Estados nacionales.

Con el desarrollo de este tipo de geografía


comenzarán a presentarse problemas
metodológicos. En el fondo no se supera la
dicotomía medio-hombre. El intento de definir
objetivamente y diferencialmente todas las regiones
derivó en la proliferación de monografías, en las
que a menudo se olvida bien la parte física bien la
humana. Además, acabaría por olvidarse las
relaciones entre regiones, ya que se analizaban de
manera exclusiva y excluyente. No obstante las
críticas, la Geografía del Vidal de La Blache es un
referente ineludible de la Geografía actual.
La “Nueva Geografía”: durante la etapa de
entreguerras (1919-39) las actividades geográficas
se extienden por todos los países, y se dedican a la
investigación y enseñanza de la Geografía. La
influencia de los neopositivistas se dejó notar en los
cambios teórico-conceptuales. Sin embargo, la
Segunda Guerra Mundial, supuso para esta ciencia
una ruptura con lo anterior, por tanto, nace la
“Nueva Geografía”. Destacaría por originar una
heterogeneidad y división dentro de la Geografía.
En este tiempo asistimos a los debates y oposiciones
entre las escuelas anglosajonas y la francesa. Serán
figuras como las de Bung, Harvey o Lund quienes
propongan nuevas líneas de base dentro de esta
ciencia, con el establecimiento de unas leyes
generales y la previsión de futuras dinámicas en los
espacios.

–Tendencias emergentes y actuales: en el contexto


convulso de revoluciones y cambios a fines del siglo
XIX y principios del siglo XX, hará que muchos
geógrafos se comprometan con la sociedad en la
denuncia de los problemas, a través de su ciencia,
las figuras más relevantes de este nuevo
movimiento son Reclus y Kropotkin, que sentarán
las bases de las tendencias de vanguardia en la
geografía y en la ecología. De esta forma nace la
Geografía Social tanto en Europa como en
Norteamérica dentro de las corrientes de
pensamiento liberal. Mientras, de forma unísona se
producía una respuesta de carácter radical
partiendo de bases ideológicas marxistas, donde se
defendía la transformación de la relación con el
entorno impuesta por el capitalismo. Su figura más
representativa fue el francés Yves Lacoste. Sin
embargo, estas tendencias radicales morirían con la
caída del muro de Berlín.

A partir de finales del siglo XX y principios del


siglo XXI la geografía seguirá la senda marcada en
parte por la Geografía Social, pero desde un punto
de vista más tradicional y práctico, orientando sus
esfuerzos en el estudio y comprensión de los hechos
y sistemas sociales creados por el hombre en su
relación con la Naturaleza.

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