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al erigirse las ciudades españolas, se hace mediante la imposición de un doble orden: de niveles

físico y simbólico. El primero de ellos se corresponde con el plano damero barroco traído de la
península ibérica, en el cual desde el punto central hacia la periferia se ordenaban los habitantes
según jerarquía social.
Un narrador de carácter homodiegético, de focalización interna y protagonista de las acciones, es
decir, autodiegético. Así se puede observar, de manera sencilla, en una de las múltiples
descripciones que realiza el protagonista, Juan de Dios, al barrio donde reside, Matadero, ubicado
a las afueras de San Miguel, en Santiago
En este fragmento, Juan de Dios abandonará la voz de narrador, como hemos dicho, para cederla
a otros dos personajes. Ora la madre, ora la abuela. Gérard Genette llamó a este procedimiento
metadiégesis, en el que la diégesis –acto de relatar los acontecimientos-no corresponde, por cierto,
lapso de tiempo, al narrador principal, sino que a un segundo o tercer personaje de la historia. De
este modo Sepúlveda Leyton se aleja de un yo absoluto y totalizante, como lo es la escuela
burguesa. Configurando así, un sujeto popular urbano el tratamiento de la escritura transita desde
el pretérito perfecto utilizado para comenzar las anécdotas pasadas-hasta el presente,
transportando al lector, tal como si estuviera presenciando el mismo momento de los sucesos. No
pocas veces observamos los flashbacks o raccontos de la obra narrados en un uso temporal de
presente, más que de pretérito –ya sea perfecto o imperfecto. Ejemplo: los problemas de los
nuevos inquilinos, unos españoles.

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